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EN BUSCA DEL OASIS DEL EMPRENDIMIENTO

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Fecha de publicación: noviembre 2017En portada: fotografía de Daniela Castro

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EN BUSCA DEL OASIS DEL EMPRENDIMIENTO

Un trabajador independiente… será aquel que demuestre entereza y firmeza de carácter”.__ imagen de la película "300"

EN BUSCA DEL OASIS DEL EMPRENDIMIENTO

Al hablar de autoempleo, tarde o temprano, aparece la palabra “independencia”: autonomía, emprendedor… Pero ¿qué implica ser independiente? De acuerdo a las definiciones académicas se trata de algo que no depende de otros. Si la definición de dependencia es “subordinación a un poder”, se podría afirmar que un autónomo es un insubordinado al poder establecido, un rebelde, vaya… Es una persona que defiende por sí misma sus derechos u opiniones, sin intervención ajena.

Pero si sigues profundizando en los significados, encontrarás una definición de independencia que desvirtúa todas las demás. Puede que no tenga mucho que ver, pero en el contexto de un autónomo es digna de tenerse en cuenta; un trabajador independiente, un emprendedor, un fundador de una start-up… será aquel que demuestre “entereza y firmeza de carácter”. Es lo que todo autoempleado necesita. Si lo tienes… ¡bienvenido al increíble y apasionante mundo del trabajador independiente!

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Son muchos los orígenes de los

emprendedores, pero todos tienen algo en

común: están creando un puesto de trabajo

porque lo valen.

EL COMIENZO DE UNA NUEVA AVENTURA

Miedo. Es probable que sea la primera sensación que experimentes al comenzar tu nueva etapa como emprendedor, pero se disipa rápido; ya está la euforia de la nueva aventura profesional para acabar con tan primitivo sentimiento. Puede que decidieras hacerte autónomo por vocación, por obligación (ante el desierto de ofertas laborales), por trabajillos que se fueron de madre (y la cooperativa ya no daba abasto con tu facturación), por una revelación (tras un periodo laboral por cuenta ajena) o porque uno de tus proyectos dio un braguetazo y ahora regentas la start-up más prometedora de la zona… Son muchos los orígenes de los emprendedores, pero todos tienen algo en común: están creando un puesto de trabajo porque lo valen.

La transición a la nueva realidad profesional independiente es uno de esos escenarios trascendentales en la vida de cualquiera. Y no nos llevemos a engaño, al principio la independencia da auténtico pavor. Ya no podrás echarle la culpa de todos tus males al jefe (si acaso se la podrás echar a la Administración) porque el director, de aquí en adelante, vas a ser tú. Es hora de tomar las riendas, azuzar las habilidades y alcanzar el éxito. Un emprendedor no se rinde hasta que alcanza su propia meta, la que uno mismo se impone.

Lo cierto es que casi ningún comienzo es glamuroso. En un principio, la sensación de constituirse como autónomo es muy similar a la de ser arrojado a la parte más árida de un desierto; sin mapa, sin agua y sin la más remota idea de cómo sobrevivir en un páramo como ese. Muchos novatos se han enfrentado a ese mismo desierto y, tras algún

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Es hora de tomar las riendas, azuzar las habilidades y alcanzar el éxito.__ imagen de la película "Scott Pilgrim contra el mundo"

que otro espejismo, al final han alcanzado el oasis prometido. La travesía hasta la meta se puede tornar en un calvario para los que no están preparados, pero es un camino de autodescubrimiento para los que se preparan y conocen el terreno antes de pisarlo. Esos son los auténticos emprendedores, los que conocen sus puntos fuertes y los potencian. ¿Estás preparado para que no te frene ninguna tormenta de arena de tres al cuarto?

Has decidido mirar al riesgo a la cara solo para reírte de él.__ imagen de la película "Indiana Jones"

Estás dedicando tu tiempo a lo que te gusta, en lo que eres jodidamente bueno y en lo que te vendes mejor aún.

TÚ YA NO ME MANDAS, AHORA SOY MI PROPIO JEFE

Ser tu propio jefe es la coletilla que más se repite en el mundo del autoempleo. Como eslogan hay que reconocer que es bueno, muy bueno. Y no por ello es menos cierto. Ser el jefe implica mucho más que gozar del libre albedrío de tu nuevo estatus laboral. Eliges tu horario, planteas los objetivos y enfocas el negocio. Es tu nuevo modo de vida, el que elegiste con sus ventajas y sus responsabilidades. Has decidido mirar al riesgo a la cara solo para reírte de él, porque estás dedicando tu tiempo a lo que te gusta, en lo que eres jodidamente bueno y en lo que te vendes mejor aún. Es cierto que ser jefe tiene muchas responsabilidades, muchos quebraderos de cabeza y toma de decisiones difíciles, pero a los que eligen ser emprendedores eso no les asusta. Se dirigen a sí mismos porque no esperan aplausos de nadie, cogen una idea y la convierten en un negocio, en un proyecto con el único propósito de medirse contra ellos mismos y demostrar de qué son capaces.

Regentes lo que regentes, es tuyo y a un líder no le amedrentan las dunitas de un desierto de nada. El oasis del éxito que buscas está al otro lado de un poco de arena, insignificante en comparación con tu determinación. Podrás lidiar con todo lo que se presente, con diligencia y tesón, mientras trazas tu propio rumbo.

CONEXIONES DEL MUNDO REAL AL MÁS ACÁ

Una de las muchas incertidumbres de los neófitos autoempleados es dónde y cómo trabajar. Tanto si eres freelance como el dueño de una start-up en ciernes, siempre te

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surgirá esa duda. Por estadística es muy probable que tu negocio se orqueste en torno a la red, aunque no es internet todo lo que reluce. Estar online, en la nube y ser 100% digital está muy bien, es más, es imprescindible si quieres ser relevante, pero no es lo único. También hay que salir de Matrix, de vez en cuando, y tratar con el mundo real. Un poco de contacto humano puede hacer mucho bien.

Para que te conozcan te tienes que dar a conocer (valga la redundancia). La red permite que trabajes desde la comodidad de tu casa y eso es un gran reclamo para los emprendedores de todo tipo. Pero hay muchas otras opciones que te pueden ofrecer los mismos o más servicios. En términos generales, puedes resumir las opciones de un freelance en tres: la casa, una cafetería o un coworking-piso- despacho.

Si decides que trabajas desde casa, todos sabemos que no te vas a quitar el pijama. Siempre te puedes autojustificar con la excusa de que hay que cuidar de los niños,

del perro, del canario y, si no tienes a nada ni a nadie de quién cuidar, siempre puedes sacar el comodín de “a estas horas, a dónde voy a ir”. Pero no te engañes, es de dominio público que cunde más fuera de casa. El hogar tiene demasiadas distracciones. De pronto, el mejor momento para poner una lavadora es justo cuando estás trabajando. “¡Que no se me olvide recoger la habitación!”. “Uf, cuánto polvo tiene esa estantería ¿no? Mejor la limpio”. “¡Mierda! Ya son las 14:00 tengo que hacerme la comida…”. Y así es como se tira un día de trabajo a la basura. ¿El lado bueno? No has ensuciado

más ropa, así que mañana no hay lavadora que poner y el día será algo más productivo que hoy… o no.

Pero no te engañes, es de dominio

público que cunde más fuera de

casa. El hogar tiene demasiadas

distracciones.

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Si, por el contrario, gozas de una gran fuerza de voluntad y entereza ante las distracciones, tendrás la difícil tarea de escoger qué lugar de la casa vas a utilizar como oficina. ¿El dormitorio? ¿El salón? Los afortunados con despacho en sus casas lo tienen más fácil. Pero, tarde o temprano, acabarás en la cocina removiendo, con una mano, la olla de espaguetis y con la otra, mandando correos con el móvil o el portátil. En definitiva, será un despropósito de jornada laboral.

La otra opción es ir a una cafetería friendly. Es decir, una cafetería que te deje estar mucho rato y consumir poco. Y, a ser posible, con wifi y enchufes. Sobre todo enchufes… El primer día puede que no te des cuenta, pero en esa cafetería tan cuca de la esquina

Una de las muchas incertidumbres de los neófitos autoempleados es dónde y cómo trabajar.

__ imagen de la película "En la carretera"

Tras un tiempo juntos, termina

surgiendo cierto sentimiento fraternal.

¡Enhorabuena! Has salido de Matrix.

tiene lugar, cada mañana, una encarnizada y silenciosa batalla por el mejor sitio cerca de los enchufes.

Cuando hayas impuesto tu poderío ante hipsters, pijos y bohemios (la fauna autóctona de estos locales), podrás (es decir, deberás) pedir unos saladitos y un par de cafés, por un precio algo más elevado de lo normal. Así pagarás tu estancia en tan idílico lugar. Todo se torna en dudas cuando el café lleva un rato en tu interior y se produce la llamada de la naturaleza. ¿Qué haces? Tienes que ir al baño… pero no puedes dejar solas tus cosas, tu portátil, tus trabajos. En ese momento es cuando pones tu mejor sonrisa y le pides amablemente al bohemio de al lado (el mismo que lleva dos horas mirando con deseo tu sitio al lado de la ventana) si puede echar un vistazo a tus cosas, mientras tu ordenador y tú os vais a mear. Toda una odisea.

Si de verdad quieres productividad, la mejor opción es que vayas a un coworking: algo muy similar a tener una cafetería friendly en tu propia casa. La gran decisión será si coges un sitio fijo o no. Al final cada uno es cada uno y más te vale escoger una zona con coworkers afines a tu profesión y a ti. Sentarte con los más próximos suele resultar muy bien. Tras un tiempo juntos, termina surgiendo cierto sentimiento fraternal y, aunque cada uno sea un freelance independiente o cada uno dirija una start-up diferente, la camaradería aflora, tu productividad aumenta y tu vida estará un poco más equilibrada. ¡Enhorabuena! Has salido de Matrix.

Bienvenido al mundo real y al contacto físico del networking. ¡Quién sabe! Puede que en el siguiente café que compartas con el coworker de al lado surja la próxima oportunidad de negocio.

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Si quieres productividad, la mejor opción es que vayas a un coworking.__ imagen de sala de puestos flexibles en The Shed Coworking

Poco a poco, vas llenando la mochila con la que emprendiste el viaje por el desierto, en busca del oasis prometido. Has encontrado compañeros, contactos y clientes que ampliarán tus horizontes y te aportarán recursos para llegar a tu destino final. La travesía que comenzaste no será a ciegas; tendrás apoyos y amigos. Ya tienes una forma de poner los pies sobre seguro, más allá del páramo en el que te soltaron.

EL DINERO, UN DESAFIO QUE AFRONTAR

El mundo freelance, como el de las start-ups, opera en oleadas de altibajos. Habrá ocasiones en las que te lloverán los euros, otras, sin embargo, tendrás que ser valiente

Habrá ocasiones en las que te lloverán los euros, otras tendrás que ser valiente y astuto. __ imagen de la película "El lobo de Wall Street"

Se trata de una nueva forma de trabajo donde los profesionales independientes, pymes y emprendedores convergen.

y astuto para sacar este reto hacia delante. Nada te hará parar. Y para sobrevivir en tu marcha, a través del desierto, te hace falta tener algo en la cartera: el tan ansiado maná de los autoempleados. Por eso, son muchos los autónomos experimentados que aconsejan abrir una cuenta DRP (Disaster Recovery Plan), un plan B por si el periodo de vacas flacas dura más de lo esperado. Podríamos decir que un emprendedor precavido vale por dos… y siempre tiene la cartera llena.

Por esa razón, hay que hacer algo tremendamente obvio: cuadrar cuentas y ser precavido. En la travesía por el desierto solo los más sagaces encuentran su oasis. Hay que prescindir de lo prescindible y conservar lo imprescindible, por lo que conviene eliminar gastos superfluos. Una de las partidas que suele conllevar más gasto es el alquiler de un local para trabajar y los gastos asociados de mantenimiento, luz, agua, etc. Y una buena solución a esos problemas es trasladarse a un coworking.

El hecho de que los coworkings tengan una demanda en alza no es un fenómeno a ignorar. Desde que Brad Neuberg creara el primero del mundo, en San Francisco, ha llovido mucho. Se trata de una nueva forma de trabajo donde los profesionales independientes, pymes y emprendedores convergen, sin necesidad de compartir un mismo sector, pero trabajando juntos en el mismo espacio. Lo que, en origen, se creó como un método barato para desarrollar un trabajo autónomo, con posibilidades de networking, ha dado lugar a multitud de sinergias entre profesionales totalmente distintos. Al fin y al cabo, los seres humanos somos animales sociales y un coworking se esfuerza en potenciar esas habilidades enfocadas al ámbito laboral.

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Puedes elegir trabajar desde casa… por supuesto, pero el coworking te ofrece una estabilidad que no podrías obtener desde tu hogar. En una comunidad de estas características existe una mayor posibilidad de hacer negocio, de encontrar nuevos clientes y nuevos socios. Se trata de una forma sencilla de mantener tu start-up o tu negocio fuerte ante posibles fisuras.

Probablemente habrá momentos en los que el dinero no te caiga del cielo, pero ya contabas con esa prueba. Nadie dijo que el autoempleo era fácil, pero ¿acaso no eres osado? ¿Quién dijo miedo? Eres un superviviente y los gastos para arrancar tu actividad no te harán perder de vista tu objetivo: el oasis. Puede que tardes más en llegar, puede que tardes menos… pero tranquilo, un emprendedor nato tiene unas defensas impenetrables, ningún quebradero de cabeza puede parar a alguien que está levantando su propio imperio.

ESTOY SOLO, PERO… ¡NO PUEDO HACERLO SOLO!

La marcha por el desierto continúa. Te has familiarizado con la arena, las dunas e incluso sabes identificar los espejismos. Eres un auténtico héroe del mundo laboral

independiente, el Rambo del emprendimiento, aunque para alcanzar el ansiado oasis del éxito vas a necesitar ayuda. Quién sabe, puede que te cruces con alguien al pasar la próxima duna.

Para que puedas lograr tus objetivos muchas veces no te va a bastar con trabajar solo. Hay ocasiones en las que tendrás que externalizar tareas o subcontratar a otros freelances para poder pujar por proyectos de mayor

Hay ocasiones en las que tendrás que externalizar tareas

o subcontratar a un profesional

independiente.

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envergadura. Sin embargo, otras veces tendrás que sopesar si contratas a un profesional independiente para liberarte de cargas administrativas o comerciales y así dedicarte, plenamente, a desarrollar un buen trabajo para tus clientes. Debes cuidar de ti mismo y estas medidas, muchas veces, te evitarán desgastes personales innecesarios. Pero ¿dónde encuentras a una persona fiable en la que delegar?

Hasta ahora, hemos hablado de los coworkings como lugares productivos donde puedes tejer redes de contactos que beneficien a tu negocio. Pero lo cierto es que son mucho más que eso. Son comunidades en continua evolución y si las sabes aprovechar puedes obtener mucho de ellas.

Eres el Rambo del emprendimiento, aunque paraalcanzar el oasis del éxito vas a necesitar ayuda.

__ imagen de la película "Rambo. Acorralado."

La manera en la que nacen las relaciones siempre es extraña y curiosa. Pueden surgir por el roce con el tiempo, pero hay otras que se crean por generación espontánea y su justificación solo responde a un momento y lugar determinados. Y sí, estamos hablando de relaciones laborales. No olvidemos que un coworking es un entorno social y, por lo tanto, las relaciones interprofesionales que de ahí surjan lo harán de una manera sociable. La cercanía, el trato e incluso la decoración son potentes caldos de cultivo para las relaciones en continuo movimiento entre coworkers de todo tipo. Podríamos decir que los coworkings son los mejores creadores de momentos y lugares precisos en los que surgen las mejores ideas.

La cercanía, el trato e incluso la decoración son potentes caldos de cultivo para las relaciones.__ imagen de un aperitivo en The Shed Coworking

Para muestra un botón: Martina conoció a Eva Gascón en un concurso de The Shed Coworking cuyo premio era un pack de servicios para emprender. Eva era la aspirante y Martina formaba parte del equipo de mentoring del premio. Sin embargo, Eva no ganó. Ese fue tan solo el primer contacto. Su relación comenzó poco después, con una copa en la mano, en una cata de vinos que se celebró tras el concurso.

Desde un principio a Martina le llamó la atención la energía y determinación de Eva. Aún era un misterio a qué se dedicaba, pero seguro que, fuera lo que fuese, lo hacía con más afán que nadie. Resultó ser una fotógrafa de niños aunque, como era de esperar, no era una fotógrafa cualquiera. Sus proyectos giraban en torno a la fotografía de parto: un shock de primeras para cualquiera que desconociera el tema.

Martina se quedó asombrada, pero tras explicar el proyecto en detalle, la perplejidad se transformó en fascinación. El objetivo de Eva era captar las emociones que se generan en el primer momento de vida de un ser humano: la complicidad de la pareja, la fuerza de la madre, la primera respiración del niño, su llanto, las lágrimas, las primeras miradas… todos estos instantes mágicos que, la mayoría de la veces, se pierden entre la confusión y el impacto del momento.

Martina se quedó prendada del trabajo de Eva y, como no podía ser de otra manera, terminaron colaborando en un proyecto conjunto. Un trabajo con tanta alma necesitaba una identidad y marca personal a la altura y la desarrollaron juntas. Se trataba de poner las palabras e imágenes justas para, de la forma más pura, percibir los momentos congelados por las imágenes y crear una fotografía de vínculos.

Su relación comenzó poco después, con una copa en la mano, en una cata de vinos que se celebró tras el concurso. 19

MOMENTO ZEN: EL MATRIMONIO DE LO PERSONAL Y LO LABORAL BAÑADO EN RISAS

Todos tenemos compromisos con amigos, familia... Y hay que ser realista; ser freelance no implica que dejes de lado todas esas cosas y menos aún si tienes una start-up. ¡Qué narices! Los trabajadores independientes también quieren disfrutar del ocio y, aunque seas autónomo, también puedes bromear sobre algo más que no sea Hacienda y la Administración. El ocio y la diversión forman parte de tu trabajo, ¡poténcialos!

Trabajar fuera de casa trae implícitos muchos inconvenientes: las carreras para llegar a la hora, los atascos en hora punta, los improperios de otros conductores que están igual de ansiosos que tú por llegar a su puesto… te puedes quejar de mil detalles desesperantes de los trabajos, pero en ocasiones,

compartir esos pequeños dramas matutinos pueden inclinar la balanza de tu ánimo.

Tu momento sagrado de desahogo con el compañero es, sin duda, la hora del café. Ese instante en el que todo se detiene para tomar un respiro de las tediosas obligaciones laborales. Y cuidado con tirar al otro de la lengua… puede que la conversación tome una deriva imprevisible: despotricar, bromear, comentar la actualidad, cualquier tema vale. Da igual lo serio que empieces porque, al terminar, todo se convierte en sorna. Al fin y al cabo, se trata de un momento de relax, nadie quiere más preocupaciones de las que ya tiene y menos en la hora del café.

Ese es el ambiente que, trabajando desde casa, no tienes. Puedes intentar simularlo, a través de las redes sociales, pero nunca se aproximará a la tan amena banalidad de las conversaciones de cafetería con los compañeros.

El ocio y la diversión forman parte de tu

trabajo, ¡poténcialos!20

Nuria era una de las muchas trabajadoras que, desde casa, echaba en falta esos pequeños y dulces momentos de verborrea cómica. Comenzó a trabajar en un espacio compartido y, en cierta ocasión, tras ausentarse un par de días, comprobó lo estupendo que es tener compañeros reales con los que compartir inquietudes y risas:

La conversación empezó de forma banal a modo de: “¿Qué tal? ¿Todo bien? Hace un par de días que no te veíamos”. La charla derivó en el cuidado de los ancianos. Lo que empezó como una conversación seria, derivó en un parloteo terapéutico, en auténtica risoterapia.

La charla derivó en el cuidado de los ancianos. Lo que empezó como una conversación seria, derivó en auténtica risoterapia.

__ imagen de la película "Up"

“

Me sentí comprendida, reforzada en mis ideas, acompañada… porque, casi con incredulidad, constaté que hay muchos padres como los míos. Ya se sabe que mal de muchos, consuelo de tontos. ¡Gran verdad! Al menos para mí en esa ocasión.

Resulta que mi padre no es el único yonqui (término agudamente utilizado por una de mis compañeras hacia su progenitor) de las medicinas. Mi creador, y muchos de los de su quinta, comparten obsesión por controlar toda su medicación. Distinguen cada medicamento por colores, cajas… y no admiten ni una ligera intromisión o consejo para su organización. Ellos saben lo que hacen, son su tesoro. Todos los abnegados hijos tememos por una intoxicación fortuita, fruto de una posible confusión de sus ojos o su capacidad cognitiva. Y no digo nada de los almacenes, ampliamente abastecidos de medicinas, que existen en los domicilios de los abuelos… deberían ser modelo logístico.

Por supuesto los mejores doctores son ellos. Son quienes mejor se conocen y quienes mejor saben cómo proceder de forma preventiva. ¿Que sienten un poco de molestia en

la garganta? Nada mejor que beberse un trago del jarabe del nieto para la tos. Si la caja de antibióticos dura 15 días, nada de dejar el tratamiento al séptimo como dijo el doctor (aunque es posible que no le oyera o escuchara por la sordera y/o la falta de interés), se termina uno la caja, caiga quien caiga.

Parece mentira, pero después de tan esperpéntica charla sobre la salud de nuestros mayores las carcajadas

hicieron su labor. La vida personal parece menos pesada al compararla con la de los demás y el ánimo está en el punto óptimo para retomar las obligaciones laborales. Así es más fácil ser optimista y positivo y solo ha hecho falta un café y una terapia de grupo.

“Parece mentira, pero después de tan esperpéntica charla

las carcajadas hicieron su labor.

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FIN DE UNA AVENTURA, COMIENZO DE OTRA

En el momento en el que hayas alcanzado el equilibrio y tus objetivos, habrás llegado a tu oasis particular. Si echas la vista atrás, te darás cuenta de todo lo que has aprendido y de los desafíos superados durante este increíble viaje. La travesía por el desierto ha llegado a buen puerto, pero eso no significa que hayas alcanzado el final de tu vida laboral; recuerda que sigues siendo el jefe, las riendas están en tus manos para dirigirte a donde quieras. Puedes quedarte ahí si lo deseas, pero es posible que el oasis desaparezca o puede que seas tú el que decida salir de nuevo en busca de un oasis más grande, de nuevos objetivos. Los emprendedores son creadores natos de nuevas oportunidades… no se hicieron trabajadores por cuenta propia para rendirse o quedarse estancados en un mismo asiento. Su vocación apunta mucho más alto, siempre con un ojo puesto en el éxito.

La travesía por el desierto ha llegado a buen puerto...__ imagen de la película "Star Wars. Una nueva esperanza."

Los coworkings amenazan con reemplazar a las universidades.__ imagen de la película "Monstruos University"

Un coworking consiste en un montón de profesionales desafiando al desierto, que se ayudan unos a otros.

POSDATA:

La travesía hasta el oasis del emprendimiento puede ser larga, puede ser dura… pero tiene una gran ventaja: ya ha sido recorrida por muchos otros antes que tú. Un coworking consiste en un montón de profesionales desafiando al desierto, que se ayudan unos a otros, para conseguir el éxito. Siempre tendrás a mano a una persona en la que confiar, de la que recibir consejo para no perecer en el intento. Muchos emprendedores saben lo que es un coworking, pero pocos son conscientes de en qué se puede llegar a convertir.

A lo largo de este ensayo, os hemos ido aportando los diferentes potenciales de los espacios de trabajo compartidos. Los coworkings empezaron con el objetivo de recortar gastos de alquiler para las nuevas empresas y de ahí surgieron las primeras colaboraciones y redes de networking. Solo en España hay casi un millar de coworkings (uno de cada ocho en el mundo se encuentra en territorio español), lo que nos convierte en uno de los países más influyentes en esta nueva corriente de creación de empleo independiente. Estamos a la vanguardia de la filosofía colaborativa que espera convertirse en un motor de la economía global.

Poco a poco, estos espacios se están transformando en centros socioculturales y empresariales de relevancia, a los que el resto del mundo mira para conocer el futuro laboral. Coworkings, como el italiano Talent Garden, amenazan con reemplazar a las universidades, tal y como las conocemos: alumnos, profesores, coworkers… trabajan unidos, intercambian ideas, innovan, encuentran retos comunes y crean el mundo del mañana. En definitiva, cruzan el árido desierto para alcanzar el oasis del emprendimiento juntos.

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CRÉDITOS

DE UNA IDEA DEThe Shed CoworkingAUTORDiego Sánchez

PROJECT MANAGERKepa Amilibia ART DIRECTORMartina D'Ercoli

CORRECCIÓN DE ESTILOMónica CocaAGRADECIMIENTOS ESPECIALESNuria Calle

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