EL MUNDO en Orbyt recibe la llegada del iPad con 10.138 abonados
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EL MUNDO. SÁBADO 29 DE MAYO DE 2010
COMUNICACIÓN64
EL MUNDO / MadridEl iPad ha llegado a Europa de for-ma arrolladora y EL MUNDO en Or-byt espera su impacto en los medioscon más de 10.000 abonados. La he-rramienta desarrollada por este pe-riódico ha alcanzado esta simbólicacifra con menos de tres meses de vi-da. Un día antes del lanzamiento dela tableta de Apple, el soporte perfec-to para disfrutar en plenitud de estaherramienta, la cifra de lectores depago estables de Orbyt era exacta-mente de 10.138.
A esta cifra hay que añadir todasaquellas personas que han compra-do esta versión del periódico díassueltos, que suman 2.849 a través delordenador personal y otros 1.338 através del iPhone.
El interés que ha despertado que-da de manifiesto con las 42.918 per-sonas que se han registrado en ELMUNDO en Orbyt, cuya aplicaciónya es líder en las listas de las másdescargadas. En el iPad, y dos díasantes de su llegada a Europa, era latercera en el ranking general y lamás popular entre las de noticias.
Y todo esto antes de que el últimogadget de Apple colapsara las distri-buidoras oficiales de la marca en to-da Europa. Ayer, en su primer día enlas tiendas, se agotaron todas lasunidades. ¿Cuántas? Nadie lo sabe.Como suele ser habitual en la com-pañía liderada por Steve Jobs, losdatos no se conocerán hasta que sealcance un número redondo. Lo quesí se conoce es que en los centros detoda España se agotaron todos losdisponibles sólo en la mañana y quese hicieron reservas por más del do-ble de las unidades vendidas.
Según una estimación del RoyalBank of Scotland (RBS), se van avender 8,1 millones de iPads en 2010en todo el mundo. Y los medios decomunicación se frotan las manos,esperanzados ante la posibilidad de
cambiar la gratuidad actual de laRed. Los grandes diarios de todo elmundo preparan contrarreloj mode-los con los que poder cobrar por unaexperiencia enriquecida y más atrac-tiva e interactiva de la lectura del pe-riódico. Eso es EL MUNDO en Or-byt. Y el iPad es la mejor plataformapara esta aventura.
Según un estudio de Ipsos MediaCT publicado ayer por The Times, el45% de los compradores potencialesdel iPad estarían interesados en verla información a través de él y casi latercera parte ya usa aplicaciones deperiódicos.
«El iPad es la línea por la que va elfuturo. Se van a ver unas aplicacio-nes deslumbrantes», explica Pedro J.Ramírez, director de EL MUNDO,en una entrevista en el último núme-ro de la revista Capital. «El papelsiempre va a tener sus ventajas paraquienes nos hemos educado en esacultura. Pero habrá lectores a los queno les apetecerá bajar al quiosco y loleerán en el iPad, el iPhone o el orde-nador».
Para Ramírez, «se van a generarmuchos lectores por estos sistemas».«Con el paso del tiempo», añade,«aumentará la proporción de perso-nas que compra la prensa en quios-cos virtuales como Orbyt. Si a esto leunimos el poder del idioma español,todo ello nos permitirá incrementarel número de suscriptores en el ex-tranjero, desde Buenos Aires a Cali-fornia».
«El iPad será una experiencia sinprecedentes en el mundo de la im-presión y de internet», reflexionabaayer en The Times el analista deCCS Insight Paolo Pescatore.
O��������>Explosión iPad, el ingenio deApple llega a las tiendas.
¡Ya lo tengo! Por tanto, alguien lo habrá di-cho antes. La Economía –es decir, el Capita-lismo, el Sistema- ha llegado a su momentovanguardista. Esto es la crisis.
El siglo XX trajo a las artes plásticas, ala música y, finalmente, a la cocina, el finde lo representativo y de lo figurativo. Ladesconfiguración y la deconstrucción. Im-presionismo, surrealismo y abstracción,por resumir. Ese proceso –signo de la evo-lución de los tiempos- acaba de alcanzara la Economía. Ya no es narrativa, no eslegible, no es inteligible.
Estamos, con cien años de retraso, en ple-na vanguardia económica: lo incompren-sible. De momento. Impulso, intuición,sueño, trazo espontáneo, improvisación,performance, mancha… frente a lo queestábamos acostumbrados: representa-ción ordenada y legibilidad.
La Economía es, ahora, una mezcla dePicasso, Dalí, Tàpies y Jackson Pollock.Por hablar de pintura. Vive su máximomomento creativo y rompedor. El Estadodibuja una cara reconocible, el Mercadoañade un ojo en la frente, los inversoresponen un trozo de tela en cualquier sitio ylos especuladores añaden con un sprayunas manchas de colores sobre todo elconjunto. Y otros agentes espontáneos, enplan hapenning, se desnudan frente alcuadro o lo cortan a tijeretazos.
Momento histórico. No es que estuviéra-mos muy preparados para la irrupción de laVanguardia en el arte, pero es que no esta-mos nada preparados para su irrupción enla Economía. Esto no hay quien lo entienda.
Los socialistas actúan, por necesidad, co-mo si no fueran naturalistas. Y los conser-vadores, partidarios de cierto barroquismoespontaneista, piden orden clasicista. Estántodos como cabras. No es para menos. Laoleada vanguardista que empuja a la Eco-nomía les ha dejado en bragas.
Los cuadros o la música contemporá-
neos han sido, poco a poco, un asunto di-gerible. Estaban fuera de nosotros. Y, abuen ritmo, hemos ido teniendo gente ca-paz que, con mayor o menor convicción,nos lo han ido explicando con buena lite-ratura. Incluso hemos aceptado que una
tortilla de patatas no parezca tortilla y nosla sirvan en un vaso para chupitos.
Pero con la Economía –la máxima Van-guardia, empiezo a creer, porque es queva sola, la tía, con un empuje rompedorque asombra y acojona- pasa otra cosa:somos nosotros los que estamos dentrodel cuadro o de la sinfonía. No es quecontemplemos, desde afuera, el desordeno el caos de formas, es que estamos den-tro: somos una nariz que no entiende a sucara, o un golpe de color que no com-prende porque se posa en una nube que,en principio, parece una nube, pero esuna pestaña.
Con el arte vanguardista pasó lo que pa-só –incomprensión, en su momento-, peronos lo fueron aclarando. Ahora, como esta-mos dentro del disloque y la apoteosis de loincomprensible, no sólo no acabamos deentender, sino que somos un punto de co-lor en un conjunto indescifrable, creadopor un loco con la ayuda de otro que le lle-va la contraria. Vanguardia. Crisis.
Economía yvanguardia
Hemos aceptado que unatortilla de patatas no parezcatortilla y nos la sirvan en unvaso para chupitos
LA BALSADE LA MEDUSA
MANUEL HIDALGO
EL MUNDO en Orbyt recibe lallegada del iPad con 10.138 abonados● Cuenta con 42.918 registros y es líder entre las aplicaciones más descargadas● La tableta de Apple agota sus existencias en España en sólo una mañana
Uno de los primeros compradores del iPad levanta el ‘gadget’, ayer, en Madrid. / ROBERTO CÁRDENAS
En la tienda madrileña K-tuin regalaban a cada comprador de un iPad la suscripción a Orbyt por un mes. / SERGIO ENRÍQUEZ