EL MODELO DE AJUSTE-PERSONA ENTORNO COMO HERRAMIENTA PARA DIAGNOSTICO E INTERVENCIÓN EN DEPORTISTAS
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EL MODELO DE AJUSTE PERSONA – ENTORNO COMO UNA HERRAMIENTA DE
DIAGNÓSTICO E INTERVENCIÓN DE ESTRÉS EN DEPORTISTAS
Linares Olivas Oliverio Leonel
Torres Camuñez Gabriela
Universidad Juárez del Estado de Durango
Facultad de Psicología y Terapia de la Comunicación Humana
Introducción
La actividad física y deportiva es uno de los principales pilares en que se fundamenta una
sociedad sana, con mejor futuro y salud para sus habitantes. Ya sea hacia el desempeño
de alto rendimiento en deportistas profesionales, así como para la planeación de las
actividades físicas de un colegio, el profesionista del deporte requiere de habilidades que
le faciliten su labor.
En este capítulo se propone un modelo de evaluación y de intervención para el manejo de
los factores que obstaculizan el adecuado desempeño de aquellas personas que realizan
algún tipo de actividad física. En México, hemos sido testigos de granes hazañas por
parte de deportistas destacados, como Joaquín Capilla en la década de 1940 y 1950,
Rafael Osuna, en la década de los sesenta. También destacan Fernando Valenzuela en
béisbol, Julio César Chávez, Hugo Sánchez quien hasta ahora ha sido el único
pentapichichi mexicano en el fútbol español. Notables mujeres como Rosario Espinoza en
Tae Kwon Do, Paola Espinoza en clavados, Ana Gabriela Guevara en atletismo y Lorena
Ochoa en el golf. Pero por otro lado, en deportes tan populares y en equipo, como el
fútbol, la selección nacional ha dejado mucho qué desear para la afición mexicana.
Hay diversas hipótesis de tipo psicológico y sociológico que destacan. Por ejemplo, Alan
Riding (1985) reflexiona sobre el individualismo asociado al éxito en mexicanos para la
competencia, pero a su fracaso en actividades grupales. Otras reflexiones apuntan a
situaciones externas como las malas condiciones y pobre apoyo en que entrenan los
deportistas. O incluso a situaciones personales, como la baja autoestima, pobre
motivación, bajo autocontrol, y por supuesto inadecuada estrategia de afrontamiento ante
situaciones de gran presión y estrés en las justas deportivas.
En este capítulo proponemos un modelo integral que puede ser una herramienta de
aplicación en diversos deportes, para atletas de alto rendimiento así como para la
actividad deportiva lúdica o de aquella que es parte del sistema escolar.
El modelo de Ajuste Persona – Entorno (FIT)
Podemos darnos cuenta que en la actualidad gran parte de las personas padece síntomas
relacionados con el estrés asociado a sus actividades profesionales. Es por este motivo
que resulta necesario y de gran utilidad evaluar las características personales y del
ambiente en las que se desempeña una persona. Para llevar a cabo dicha evaluación se
han propuesto diferentes modelos. Una de las principales propuestas es el Modelo de
Ajuste Persona – Entorno (FIT en adelante) de French, Rodgers y Cobb (1974) que se
muestra en la figura 1.
A dicho modelo se le han hecho aportaciones teóricas y metodológicas. Entre las
principales podemos encontrar las de French, Caplan y Harrison (1982), Dawis y Lofquist
(1984), Levi (1972), McGrath (1976) y Pervin (1967). Cada uno de ellos ha enriquecido el
modelo y ha realizado aplicaciones en diversos campos, sobre todo, los de tipo laboral.
Figura 1
Modelo FIT de ajuste Persona – Entorno aplicado al desempeño.
French, Rodgers y Cobb (1974), (adaptado por Linares & Torres, 2015)
French, Rodgers y Cobb (1974) consideran que el estrés y sus consecuencias surgen
debido a un desajuste entre las necesidades objetivas y subjetivas del individuo y sus
propias habilidades para dar solución a distintas demandas o situaciones problemáticas.
Esto, en combinación con la forma en que percibe el ambiente en el que desarrolla su
actividad y por otro lado, las demandas de la misma. Lo anterior aplica para diversas
situaciones en la vida de las personas y el ámbito deportivo no es la excepción (Márquez,
2006). Nosotros, hemos adaptado el último elemento del modelo para enfocar la
evaluación en términos de desempeño y no sólo en salud como originalmente han
propuesto estos autores. A continuación se explicarán cada uno de los elementos del
modelo FIT.
Conceptualización de la persona (P) y el entorno (E)
El modelo distingue, de forma más amplia, entre la persona objetiva y subjetiva, así como
del entorno objetivo y subjetivo. Entre las características de la persona (P) figuran tanto
necesidades como capacidades. La persona objetiva (PO) se refiere al individuo tal y
como es. Sus capacidades, aptitudes, actitudes, habilidades, rasgos, tipo de personalidad
y atributos físicos. Todos ellos ya expresos en la conducta o incluso como características
potenciales. Desde el nacimiento, cada persona tiene una carga genética programada
para desplegar ciertos atributos durante el desarrollo en el ambiente. Es a lo que en
psicología llamamos temperamento y que Pittaluga (1954) recupera muy bien de un texto
de A. Gesell sobre el desarrollo normal y patológico del niño:
“El infante humano es un parásito patéticamente inútil de la cultura, un novicio
notorio. Y con todo es también un brillante innovador. Aquí hay una paradoja, que puede
divertir pero que no debe confundir.
Un niño no es solamente personificación específica de un futuro adulto; es
una personificación genérica de venerable pasado de la especie humana.
Representa una vasta multitud de testigos ancestrales, comprimida dentro de una
individualidad particular. Es el heredero de las edades. Su sistema nervioso es el
portador de una inmensa serie de adaptaciones evolutivas, por medio de las
cuales la raza consolidó sus más esenciales realizaciones. Estas realizaciones son
ahora la propiedad común de la humanidad; pero en otros tiempos eran
creaciones. La evolución de la especie humana ha sido un proceso creado en
escala cósmica. El organismo infantil como custodio común de este proceso revive
en compresión telescópica su inmemorial facultad creadora. Una vez más
interpreta en su pequeño teatro una serie fluida de bosquejos dramáticos de su
biografía filogenética. Hace de novo lo que la raza ya ha hecho. Actúa como un
creador porque básicamente es un re – creador de lo que sucedió hace mucho, en
otra época. Es un innovador porque es una ensayista. En ello reside la paradoja:
novicio – genio. La infancia es prefacio y conclusión a la vez” (Pittaluga, 1954, p.
44).
De este modo, los atributos de la persona objetiva (PO) pueden ser tanto
características heredadas, inmodificables, como también, potencialidades para desarrollar
en función de las oportunidades y limitaciones del ambiente.
Por otro lado, el modelo FIT remarca la percepción que la persona tiene de sí misma. A
esto le llamamos Persona Subjetiva (PS). Kluckhohn, Murray y Schneider (1953) llamaron
a éste fenómeno apercepción. Que es la evaluación de las propias habilidades, rasgos y
atributos bajo la influencia de la historia personal, los deseos e otros significativos como la
familia y personas relevantes, las expectativas, deseos (aspiraciones) y frustraciones
bajo las cuales una persona se ha desarrollado. Por ejemplo, si alguna persona tiene un
concepto negativo de sí, su apreciación estará focalizada y exaltada en los atributos
negativos reales o imaginarios. Por supuesto eso puede ser una limitante para enfrentarse
a las demandas del ambiente. Por otro lado, si la persona se ve a sí misma como alguien
que desafía los retos, que no se intimida y que reconoce de mejor forma sus virtudes,
puede tener mejor pronóstico en el afrontamiento de los problemas (Molinero, Márquez &
Salguero, 2012). La narración que hace una persona de sí misma, es entonces, el
resultado de la gama de combinaciones que se pueden dar entre los atributos reales,
objetivos y cómo la persona los percibe. Sean estos devaluados como en el caso de la
depresión, o sobrevalorados como en el trastorno narcisista de la personalidad (Pallarés &
Rosel, 2001). A tal combinación y al juicio resultante se le llama exactitud de la auto –
percepción, dicha autopercepción está sujeta a la información que se obtiene por medio
de distintas fuentes, tanto sensoriales como sociales.
Siguiendo con la exposición del modelo FIT, los elementos del entorno de igual forma
figuran entre lo objetivo y subjetivo. El Entorno Objetivo (EO) se refiere a los eventos y
características físicas y sociales que se dan en el ambiente del individuo, mientras que el
Entorno Subjetivo (ES) se refiere a las situaciones interpretadas por la persona.
Es posible que en un ambiente deportivo determinado, como un gimnasio, existan
diferentes niveles de equipamiento. Objetivamente podemos medir si uno de ellos cuenta
con más elementos, aparatos y calidad de las instalaciones. Evidentemente los
escenarios que son desarrollados con un mayor presupuesto tienden a contar con
mejores instalaciones, más modernas y con la última tecnología. Este sería el Entorno
Objetivo, lo que realmente tiene cada escenario, la infraestructura, tamaño modernidad e
incluso el equipo administrativo que opera el espacio deportivo. También se refiere a la
red de apoyo con que cuenta la persona u que describiremos más adelante.
Sin embargo, la manera en que cada persona va a evaluar o valorar como indica Lazarus
(1999) el entorno, es particular. Una persona muy exigente puede pensar que las
instalaciones son pobres y que a pesar de la alta tecnología y modernas instalaciones,
tiene carencias en algunos aspectos. Por el contrario, otra persona puede pensar que las
instalaciones son muy útiles e incluso esto puede motivar su deseo de mejorar. Esto tiene
implicaciones en la valoración del propio éxito de parte de cómo se percibe el ambiente.
Tal valoración del entorno objetivo se llama Entorno Subjetivo (ES). Por ejemplo
Chamarro, Rovira y Fernández (2009) encontraron que en un grupo de deportistas de
deporte de riesgo (alpinismo), la evaluación que cada uno hacía del riesgo (entorno)
modificaba su nivel de motivación, autoeficacia y perspectiva de éxito. Ya Bandura (1986)
en su modelo de teoría social cognitiva ha propuesto que el comportamiento está
influenciado tanto de aspectos personales así como también de elementos propios de la
situación. Esto armoniza con el modelo de Kurt Lewin de la persona en un momento dado.
Donde la conducta es el resultado del espacio vital que está compuesto por las
condiciones de la personas y las del ambiente (Lewin, 1935). Siguiendo con Bandura, hay
tres tipos de ambientes. El ambiente impuesto que corresponde al ambiente objetivo, el
ambiente elegido y el ambiente construído. Las personas no sólo reaccionan ante el
ambiente como indicaba el conductismo radical. Más bien, la gente construye ambientes
de forma autogenerada. Así, la relación que existe entre la persona y el ambiente llega a
ser subjetiva por las percepciones distorsionadas del individuo, por los procesos
cognitivos de construcción social y por la limitación de acceso a información objetiva
(Bandura, 1999). La combinación del ambiente y de la persona percibidos afecta la
naturaleza y calidad de la motivación, bienestar y en última instancia el desempeño.
Ajuste Entono y Persona Objetivos: estilos de afrontamiento y apoyo social
El afrontamiento hace referencia a la forma en que las personas ponen en marcha sus
herramientas de pensamiento, conductuales, emocionales, sociales y afectivas para
resolver una situación o dar respuesta a una demanda del ambiente (Sandin & Chorot,
2002). Todas estas herramientas representan recursos de diversa índole y la forma en
que están constituidos los recursos tanto personales como del entorno son determinantes
en la construcción de las estrategias de afrontamiento de los deportistas. El modelo FIT
indica que estos dos factores constituyen la red de apoyo en la que se sostiene una
persona al momento de dar solución a alguna demanda (De Roda & Moreno, 1996; Reis,
1984). Incluso las redes de apoyo funcionan como un mecanismo de amortiguador ante
las demandas del ambiente (Cohen & Willis, 1985). Al final de cuentas sabemos que no
sólo los factores intrapsíquicos son determinantes en la solución de problemas. Las
personas moldean sus ambientes, así como son moldeadas por ellos. Las teorías
dinámicas han enfatizado en papel de la madre y el vínculo madre-hijo. Winnicott ha
sustentado toda una teoría del Apoyo (Support), en la explicación del desarrollo de la
personalidad.
Diversas teorías psicológicas de diversas escuelas han retomado el valor del apoyo social
y de la interacción social. En el concepto de Apoyo Social se debe de tomar en cuenta al
menos tres aspectos (Barrón, 1996):
1. Incluye varios niveles de análisis: comunitario, redes sociales y relaciones íntimas.
El apoyo social es la ayuda accesible a un sujeto a través de los lazos sociales de otros
sujetos, grupos y comunidad global. A nivel comunitario, el apoyo social proporciona una
sensación de pertenencia e integración social. Las redes sociales aportan un sentido de
unión con los demás; se suelen incluir todos los contactos sociales que mantienen las
personas, así como sus propiedades: densidad, tamaño y homogeneidad. Las relaciones
íntimas son las más ligadas el bienestar y la salud.
2. Se distinguen en su estudio varias perspectivas: estructural, funcional y contextual.
a. La perspectiva estructural examina las redes y los contactos que tiene la
persona, es importante notar que las redes pueden generar conflictos, esto puede ser un
estresor o lo que se ha denominado como estrés asociado a la red. Se toma en cuenta el
tamaño de la red, en la cual a mayor tamaño mejor bienestar y salud. La densidad se
refiere a la interconexión entre las personas que forman parte de la red, a este respecto
parece que las redes menos densas fomentan el bienestar. La reciprocidad corresponde
al grado en el que los recursos de la red son intercambiados de manera equivalente. La
homogeneidad se entiende la semejanza y congruencia entre los miembros de la red, las
personas que forman parte de redes homogéneas tienen interacciones reforzantes.
b. La perspectiva funcional incluye el apoyo emocional, que hace referencia a
la disponibilidad de alguien con quien hablar, e incluye aquellas conductas que fomentan
los sentimientos de bienestar afectivo. El apoyo material incluye las acciones o materiales
proporcionados por otras personas y que sirven para resolver problemas. El apoyo
informacional de refiere al proceso a través del cual las personas reciben informaciones,
consejos o guía relevante que les ayude a comprender su mundo o ajustarse a los
cambios que ocurren en él.
c. La perspectiva contextual implica el momento en que se da el apoyo, sus
características, duración y finalidad.
3. Se diferencia entre aspectos objetivos y subjetivos de dichas transacciones. El
tema del apoyo social percibido y el real es un debate de actualidad. Para Barrón (1996)
tanto el apoyo social percibido como el real son importantes. El modelo de Ajuste
Persona-Entorno enfatiza de la percepción que puede tener una persona en la evaluación
de las demandas ambientales y de las capacidades para resolverlas. De manera similar,
“percibir que existe apoyo social disponible, aunque sea falso, aumenta el bienestar
psicológico, es decir, aunque no se reciba como tal puede tener, esa percepción, efectos
beneficiosos para las personas...lo ideal sería que existiese ese apoyo y la persona lo
recibiera así, sin embargo el apoyo social real y percibido son inconsistentes” (Barrón,
1996; pág. 21).
La evaluación del apoyo social en la estrategia de afrontamiento por parte del profesional
del deporte es determinante ya que permite valorar los recursos con que cuenta el
deportista. Recursos físicos, sociales, operacionales y afectivos. Las personas con una
red más cohesionada y amplia tienen mejores perspectivas de afrontamiento (Berra,
Muñoz, Vega, Silva, & Gómez, 2014).
Otro de los elementos clave se refiere a la forma en que la persona se orienta hacia las
demandas deportivas (que tal vez se han convertido en estresores). Lazarus y Folkman
(1984) indican que no es posible establecer una relación causal entre estresores y estrés,
de ahí que cada persona experimente diferentes niveles de estrés y diferentes reacciones.
Y por lo tanto diversas formas de afrontamiento. Los factores implicados en este proceso
son:
Motivación: la importancia que el sujeto da a la situación
Cognición: valoración de las implicaciones que pueden tener los hechos y
circunstancias
Afrontamiento: estrategia de hacer frente a la situación a partir de la evaluación
cognoscitiva. Es de dos tipos: centrado en el problema, que intenta modificar la
situación y centrado en la emoción, que se refiere al cambio de actitud ante la
situación.
Para Folkman y Lazarus (1985), el estrés está determinado por la interacción entre
estresores y reacción al estrés. La evaluación cognoscitiva acerca de: a) la situación
estresante; b) sus capacidades para resolverla o ser superado por la misma (evaluación
primaria y secundaria), las estrategias de afrontamiento adoptadas y su grado de
eficiencia. Generalmente se entiende que hay dos estrategias generales. La primera
centrada en la emoción y la otra centrada en las soluciones. Esto da una combinación de
ocho estrategias que según los autores son las más consistentes.
1. Afrontamiento focalizado en el problema
2. Ensoñación o afrontamientos fantásticos
3. Distanciamiento
4. Enfatización de lo positivo
5. Auto-culpación
6. Reducción de la tensión
7. Auto aislamiento
8. Búsqueda de apoyo social
Según Folkman y Lazarus (1985), las estrategias 2-7 están centradas en la emoción, la 1
en las soluciones y la 8 es una estrategia mixta.
La evaluación de las estrategias de afrontamiento, en particular a los recursos,
corresponde a las mediciones antropométricas, de salud y condición física. Check – list
de las instalaciones deportivas y del ámbito del hogar e incluso financiero del deportista.
Por otro lado a las evaluaciones psicométricas como estilos de afrontamiento,
personalidad y aptitudes corresponden a la evaluación de la Persona Objetiva.
Ajuste Entono y Persona Subjetivos: Mecanismos de defensa
El modelo FIT llama mecanismos de defensa a la forma en que la persona integra la
percepción de los elementos percibidos de sí mismo como del ambiente. Aunque se
podría confundir con la terminología psicoanalítica, este elemento del modelo hace
referencia a la valoración subjetiva (valga la redundancia) de la persona al verse a sí
misma y al ambiente.
Lazarus (2000), llama valoración al resultado cognitivo y afectivo que hace una persona al
evaluar la combinación entre demandas y recursos. Recordemos que el modelo FIT hace
énfasis no sólo en los recursos objetivos, si no en los que la persona toma en cuenta. La
evaluación de esta sección se basa en el auto reporte que cada deportista hace de una
situación determinada. La percepción del riesgo por ejemplo, y la expectativa de éxito en
una actividad o competencia determinada.
Nicolás (2009) haciendo referencia al ámbito deportivo, señala que la autoconfianza se
utiliza con frecuencia para referirse a la percepción que tiene la persona sobre su
capacidad para enfrentarse a una determinada tarea. Según Bandura (1999), la auto
eficacia es un concepto que engloba los juicios de cada individuo sobre sus capacidades,
en base a los cuales organizará y ejecutará sus actos de modo que le permitan alcanzar
el rendimiento deseado. A este respecto, Gould, Greenleaf, Lauer, y Chung (1999)
realizaron una evaluación a 63 deportistas de alto rango, casi el 90 % de ellos manifestó
que tuvieron alto nivel de autoconfianza. Los deportistas que llegan a destacar en el
deporte que practican, muestran de manera consistente una fuerte creencia sí mismos y
sus capacidades, tal y como lo demuestra como el tenista Jimmy Connors de la siguiente
manera:
“Se trata de no pensar nunca en forma negativa sobre uno mismo. Seguramente
es posible que el otro jugador al que uno se enfrenta sea duro y que puede habernos
derrotado la última vez que jugamos. Pero en el minuto que se comienza a pensar en
estas cosas, uno está muerto. Salgo a jugar cada partido convencido de que voy a ganar.
Se trata de eso”. (Weinberg 1988, p, 127)
Desempeño
En la última parte del modelo FIT la combinación de las diversas interacciones entre los
modos de afrontamiento y los mecanismos de defensa crean un nivel de tensión
resultante. En términos positivos, reacciones de reto o eustrés asociados a un mejor
desempeño. Y en términos negativos de ansiedad y distrés que perjudican el desempeño.
El propósito de la evaluación en deportistas a través del modelo de ajuste tiene la
finalidad de recuperar la mayor parte de elementos que tienen interjuego en el
desempeño. Desde aspectos objetivos del ambiente, hasta la forma en que el deportista
los percibe y valora. Como resultado, pretendemos que con este modelo se dé una mejor
valoración a los atributos propios y a un mejor reconocimiento de los recursos y
limitaciones que existen para desempeñar mejor la actividad deportiva. Ello, podrá
generar estrategias de solución enfocadas en una visión de reto y en un mejor manejo de
los estresores. La ruta crítica a seguir en este modelo, es la propuesta de evaluación a
través de diversas técnicas que propondremos en las subsecuentes publicaciones. A
continuación, expondremos brevemente el modelo de intervención en deportistas que se
basa en la teoría de la conducta planeada.
Propuesta de modelo de intervención en deportistas
Como resultado de la evaluación a partir del modelo de ajuste en atletas se pueden
obtener diversos ámbitos de acción que al final de cuentas se resumen en la ejecución del
atleta, en su conducta y en última instancia sus resultados. El modelo de la conducta
planeada de Ajzen (1991) se ha ocupado con éxito en deportistas mexicanos,
particularmente en actividades deportivas de combate (Oliva, Calleja & Hernández, 2012).
La teoría de la conducta planeada postula que las actitudes junto con las normas sociales
percibidas y los sentimientos de control determinan conjuntamente las intenciones que a
su vez pueden convertirse en comportamientos (ver Fig. 2).
Figura 2. Modelo de Ajzen (1991) de la conducta planeada aplicada al ejercicio
En la figura 2 se observa que el primer componente de actitudes hacia el comportamiento
indica el grado en que la persona se orienta hacia la actividad física. Las actitudes
positivas, de acercamiento o agrado hacia la actividad son necesarias para realizar las
acciones. Aquí yace el concepto de satisfacción. Una actividad placentera tiende a ser
ejecutada y en términos de Ley de Efecto, a ser repetida. Sin embargo, el simple agrado
de la actividad no está asociada a la acción.
Como vemos, la norma subjetiva se refiere a las expectativas que una persona supone de
su propia conducta pero de parte de otros significativos. Es decir, qué tanto cree acerca
de las expectativas de los otros. Pero también que cree de sí misma. Es lo que en el
modelo FIT corresponde al elemento persona subjetiva y entorno social subjetivo.
Otro elemento es el control percibido, asociado a la autoeficacia. Es decir, qué tanto la
persona supone que tiene el control de la situación en su poder. O bien, si éste está
supeditado a otras circunstancias y otras personas. Evidentemente, cuando un deportista
cree que el oponente es mejor, el control percibido es menor. Por otro lado, cuando el
deportista asume que se encuentra ante una situación de reto y que recupera y evalúa
mejor sus fortalezas, el autocontrol es mejor.
Estos tres elementos: actitudes, norma subjetiva y control percibido influyen en el grado
de intención de la conducta. A medida que los elementos son más congruentes la
intención de la conducta es mayor y por la tanto, la acción. Las estrategias de intervención
serán alimentadas de la información de provenga del modelo FIT. Podrán estar enfocadas
en el análisis para el aprovechamiento de los recursos y apoyo social disponible, de las
propias capacidades e incluso de las potencialidades a desarrollar por parte del atleta.
Para concluir, este modelo de evaluación e intervención se encuentra en una fase de
desarrollo y prueba de parte de tesistas de la Facultad de psicología y terapia de la
comunicación humana de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Consideramos
que un modelo integral de evaluación e intervención, pese a su complejidad y dificultades,
representa un reto que de forma multidisciplinaria debemos tomar en nuestras manos.
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