El inaceptable costo de los malos jefes

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ARTICULO DEL MES

El inaceptable costo de los malos jefes

MATERIA: CONTROL ESTADISTICO DEL PROCESO

PROFESOR: LIC. GERARDO EDGAR MATA ORTIZ

ALUMNO: ROLANDO FERNANDO ECHAVARRÍA VELAZQUEZ

GRADO: 3

SECCION: A

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Este ensayo trata sobre el impacto que tienen los malos jefes en sus colaboradores y sobre los graves problemas que se generan en las grandes empresas, instituciones y naciones, pues los gobiernos tienen un porcentaje tal vez mayor de malos jefes que las empresas privadas.

Entre más jerarquía es decir entre más poder tiene un mal jefe, mayor la magnitud de problemas que va ocasionar. En el caso de los países, como es lógico, el mal liderazgo de sus gobernantes y altos funcionarios tiene costos mucho más elevados y trascendentes, pues sus desaciertos afectan a toda la población y el pueblo que en vez de progresar se vuelve algo retrogrado.

Qué resultados ocurren cuando un jefe sea cual sea su cargo (gerente presidente, general etc. etc.), obtiene malos resultados si bien es cierto que entre más libertad y poder se le otorgue a esa persona más grande es el daño que causara por su gran incompetencia.se llego a una conclusión generalizada, con bastante lógica que dice que la primera razon de ser de un jefe, la fundamental, es la eficiencia de sus subordinados. Esto quiere decir que un jefe es dependiente la mayoría de las veces de la eficacia de sus subordinados lo cual quiere darnos a entender que sin el trabajo, la eficiencia, la seguridad y eficacia de sus subordinados el jefe no sería nada. , un jefe eficaz debe crear el ambiente y hacer todo lo que este a su alcance para que quienes están bajo su mando como lo son los subordinados se desempeñen en forma sobresaliente. Es decir, que sean altamente productivos, que tengan definidos con precisión sus objetivos y metas los alcancen; que aporten creatividad, ingeniedad e iniciativa para encontrar mejores maneras de realizar su trabajo y que contribuyan a la empresa con lo mejor de ellos mismos. Para que el subordinado se desempeñe en forma destacada, es indispensable que tenga un ambiente de trabajo viable, pues solo así podrá desempeñar su trabajo con entusiasmo y dedicación. El factor que más impacta el ambiente de trabajo es la calidad del liderazgo del jefe. La respuesta de empleados y ejecutivos de múltiples organizaciones coincide en que el ingrediente más importante es el jefe, aun por arriba de la compensación. También es necesario que el jefe los incentivé de ciertas formas para que el subordinados saque provecho de su máximas capacidades que posee como trabajador y como persona eso es indispensable para que todo este en equilibrio perfecto desde los altos mandos pasando por los mandos medios hasta los mandos bajos, en otras palabras, no hay duda que el liderazgo de los jefes, sus habilidades gerenciales, su trato, su integridad y su calidad personal –rasgos que siempre son percibidos por los colaboradores– influyen contundentemente en cómo se siente el personal en su trabajo y en cómo lo desempeña. Así que un jefe o líder que tiene unas características y maneras muy malas de relacionarse o bastante ostiles siempre será muy difícil que todo siga según lo planeado refiriéndose al plan social con los subordinados y las relaciones que mantiene con ellos así como el trato y es que como dice el dicho entre más poder tienes más quieres pero es una cosa que sucede muy a menudo en las grandes empresas o consorcios y porque no decirlo hasta con los jefes de estado sucede.

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Una empresa vale lo que contribuye su gente

En el articulo nos platica de un ejemplo tratándose de este importantísimo tema de que las empresas no solo son números datos, entradas, salidas, capital, acciones etc. si no que las empresas van mas allá de eso que sin el capital humano las personas que laboran allí no serian nada.

El ejemplo que nos propone el artículo es el siguiente:

El señor Antonio Ariza Cañadilla, cuando “sólo” era el gerente general de Pedro Domecq México, en los años sesenta del siglo mandó grabar una pieza promocional de escritorio con la frase “Una empresa vale lo que vale su gente”. El liderazgo de don Antonio era tal que lograba que todos y cada uno de sus entusiastas colaboradores contribuyeran invariablemente con su 100% para realizar su visión, porque la hacían propia. Su liderazgo era tan inspirador que transformaba a personas estrictamente promedio en colaboradores fuera de serie. Hacía de hecho que la gente “valiera” más. De ahí que los resultados que logró sean ejemplo de éxito empresarial.

La realidad, es que los integrantes de la mayoría de las organizaciones podrían aportar mucho más, pero sus jefes lo impiden. Por eso la mención en el sentido de que una empresa vale tanto como su gente contribuya.

Se menciona también como ejemplo la importante y famosa encuesta

Harris Poll a 23.000 ocupantes de puestos clave en empresas importantes, que transcribe Stephen Covey en su nuevo libro “The 8th Habit: From Effectiveness to Greatness.

Solo 37% dicen tener una idea precisa de lo que su empresa pretende lograr.

Uno de cada cinco está entusiasmado con su equipo de trabajo y con las metas de la empresa.

Solo la mitad terminan la semana satisfechos con el trabajo que hicieron. Solo 15% considera que la empresa les facilita cumplir sus objetivos. Solo 15% considera tener un ambiente de plena confianza. Solo 17% piensan que su organización impulsa la comunicación abierta

y el respeto por opiniones diferentes, lo que resulta en nuevas y mejores ideas.

Solo 10% piensa que se pide rendición de cuentas a los integrantes de la empresa.

Solo 20% confían totalmente en la empresa para la que trabajan. Solo 13% expresan tener confianza y relaciones de total colaboración

con otros grupos o departamentos.

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La Baja competitividad

Competitividad es una palabra de uso frecuente. El término se utiliza para medir desde la economía de países hasta el posicionamiento de las empresas. Las organizaciones “profesionales” trabajan incansablemente para mejorar su competitividad como el medio crucial para crecer y mejorar la penetración en sus mercados. Para visualizar competitividad es útil ejemplificar el desempeño de operarios en una planta productiva desmotivados o no inspirados por un mal jefe.