El hampa y la crisis financiera, Mátalos suavemente · perficie, al no creer en lo que cuen-ta...

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2 | espectáculos | Jueves 6 de diciembre de 2012 mátalos suavemente (Killing them softly, estados uni- dos/2012; hablada en inglés). ★★ regular. dirección : Andrew Dominik. guión: Andrew Dominik, basado en la novela Cogan’s Trade, de George Higgins. fotografía : Greig Fraser. edición: Brian Kates. elenco : Brad Pitt, Scoot McNairy, Ben Mendelsohn, James Gandolfini, Richard Jen- kins, Vincent Curatola, Ray Liotta, Sam Shepard, Slaine. distribuidora: Alfa Films. duración : 97 minutos. E l cine estadounidense de los setenta fue grande y perdu- rable por diversos motivos, no solamente por tener como eje fundamental a una sociedad en conflicto, convulsionada, golpea- da desde diversos ángulos (crisis 1971-1973, con rebotes posterio- res). En Mátalos suavemente, de ínfulas setenteras, el australiano Andrew Dominik –el de Chopper y la pretenciosa El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford– hace un ejercicio de simula- ción y adaptación. La novela ori- ginal (Cogan’s Trade, de George V. Higgins) transcurría en Boston en 1974, pero Dominik sitúa la acción de su película en la Nueva Orleáns post Katrina durante la crisis finan- ciera de 2008. La historia es sim- ple: un golpe a un garito de juego manejado por mafiosos y las pos- teriores represalias. Vemos el tra- bajo de ladrones, asesinos a sueldo e intermediarios, y apenas se ven mujeres en la película. No hay mu- cho más, pero con materiales de base no mucho más complicados se hicieron grandes policiales en los setenta: Prime Cut, Charley Va- rrick, The Seven-Ups, entre muchas otras. Pero Dominik no confía en la historia ni en su relato. Tal vez, a juzgar por su cine espástico, no confíe en la narrativa en absoluto, aunque no se decida a abandonar- la con coraje. Y entonces recarga y recarga el estilo. Y hasta logra un festival de la exageración en un ac- tor de buenos antecedentes como James Gandolfini. Y riega todo con unos montajes pretendidamente cancheros, de ángulos múltiples y ralentis que harían sonrojar a los menos inspirados imitadores de Tarantino del siglo pasado. El can- cherismo de Dominik es viejo: un personaje se droga con heroína y las imágenes y los sonidos (inclui- dos fragmentos de la canción de Lou Reed) son dignos de MTV de 1990. Dedicarse a mostrar planos cercanos de vómitos bajo la lluvia y de masa encefálica fuera de su lugar es, a estas alturas del gore, Estilismo con mensaje cine infantilismo cinematográfico, un capricho. ¿Y Brad Pitt? Entra a la pelícu- la después de un rato, con Johnny Cash –un narrador mucho más fluido que Dominik– de fondo. Tiene una filosa conversación con Richard Jenkins –uno de esos ac- tores cruciales, con la eficiencia como base innegociable– mien- tras el descalabro del barroquis- mo estético toma un descanso. En ese momento, el relato parece encaminarse. Pero la ilusión dura poco: enseguida vuelven el exhibi- cionismo del montaje y el regodeo en cualquier elemento inflado de autoimportancia, como toda la línea Gandolfini y sus intermina- bles conversaciones con Pitt, o las reflexiones de Pitt sobre los asesi- natos y unas cuantas cosas más. Sobre el final, por si no hubiera machacado una y otra vez con discursos de George W. Bush y el en ese entonces candidato Obama, Dominik cree que no quedó claro “el mensaje” de su película y lo di- ce una vez más, de manera lineal y a prueba de distraídos. Si el cine de los setenta podía ser sofisticado de forma seca y brutal para con- tar la crisis del capitalismo desde su corazón, Dominik prueba que al trabajar solamente sobre la su- perficie, al no creer en lo que cuen- ta sino meramente en repetir algo que está claro desde el principio, la narrativa se estanca bajo la vana búsqueda de la creación de climas y el estilismo de cáscara moderna. El periplo es vacío, pero sin angus- tia: el tedio se impone. Y lo que se pretende crítico se reduce al conte- nido de una pancarta verbalizado justo antes de los créditos.ß Javier Porta Fouz cine P robablemente el mayor de- fecto que expone Despedida de soltera –rara y malograda mezcla de Qué pasó ayer y Damas en guerra– sea que no distingue lo gracioso de lo simplemente ordina- rio o procaz. Este enredo que Leslye Headland trajo del off Broadway al cine y corresponde al capítulo de la gula en su proyecto dedicado a los siete pecados capitales tiene mucho de vulgaridad y bastante poco de gracia. Gira en torno de una boda, claro, y pone en escena a las ex com- pañeras de secundaria que serán las damas de honor de la novia más inesperada: la obesa y mansa Bec- ky, que de ser la candidata menos pensada para llegar al altar antes que sus amigas resulta la primera favorecida por el azar. Las especia- lidades de las chicas –aparte de los tragos, el sexo y las drogas, a los que dedican sus principales energías y despedida de soltera (bachelorette, ee.uu./2012, hablada en inglés). ★★ regular. dirección y guión: Leslye Headland. fotografía: Michal Doug Emmett. música: Michael Wandmacher. edición: Jeffrey Wolf. dise- ño de producción: Richard Hoover. elenco: Kirsten Dunst, Isla Fisher, Lizzie Ca- plan, Rebel Wilson, Hayes MacArthur, James Mardsen, Adam Scott. distribui- dora: Energía. duración: 86 minutos. calificación: para mayores de 16 años. Las chicas también se divierten casi todas sus conversaciones– son la maledicencia y la diversión a costa de otros, incluso sus amistades. Y la oportunidad de ponerlas en práctica llega con la despedida de soltera que se encargan de preparar. La pobre Becky quiere una fiesta tranquila; como podrá imaginarse, las tres ex compañeras no están muy de acuer- do, ya que lo menos que puede espe- rarse de comedias como ésta –y ese objetivo parece estar todo el tiempo presente en la mente de la libretis- ta y directora– es el atrevimiento, la crudeza y la desfachatez indispen- sables para demostrar que han sido capaces de llegar más lejos en esos terrenos que los más celebrados exponentes de esta rendidora “in- corrección”. Total que, además de las espera- das borracheras y sus desagradables consecuencias y de la esperada dosis de desenfreno sexual, la fiesta deriva en otras complicaciones, como por ejemplo el casi irrecuperable estado del vestido de la novia, corolario de una de las muchas salvajes ocurren- cias de sus temibles damas de honor. Habrá que moverse a toda velocidad y tener la suerte de encontrar la ayu- da indispensable para que la repara- ción se haga a tiempo y Becky pueda tener su boda, mientras las otras tres se las arreglan para encarrilar un poco su actualidad afectiva. Más allá del desenfado con el que Lizzy Caplan, Rebel Wilson, Isla Fis- her, Kirsten Dunst y el resto del elen- co se prestan al juego, y de alguna es- porádica situación risueña, lo difícil en Despedida de soltera es encontrar algún rasgo de verdadero ingenio. Esa carencia, en todo caso, intenta ser compensada, sin demasiada for- tuna, por la velocidad impuesta a la acción.ß Fernando López Foto: energia Las damas de honor buscan fiesta Pitt y James Gandolfini, en una de las escenas del film premios sur. El film de Ávila fue distinguido en diez categorías Infancia clandestina , la gran ganadora El hampa y la crisis financiera, eje de Mátalos suavemente estreno. Brad Pitt, protagonista, pero también productor del film, asegura que decidió aprovechar su lugar en Hollywood para apoyar a directores que considera valiosos, como Andrew Dominik Según Dominik, “los personajes son típicos de las películas de crimen, pe- ro también tienen un lado cómico”. Al respecto, Pitt –que estuvo en el balneario de la Costa Azul acompa- ñado por Angelina Jolie– opinó: “Los puntos de vista que se expresan en el film no tienen por qué ser necesaria- mente los míos, pero interpretar a un asesino me incomoda menos que encarnar a un racista. El film puede resultar algo cínico y extremo, sobre todo en un país dividido como el mío, pero es muy poderoso y provocativo en su retrato de época”. “El libro original describe en de- talle el mundo del hampa de una manera simple, con unos perso- najes maravillosos, pero cuando comencé a adaptarlo, me di cuenta de que también explicaba de algu- na manera la crisis del capitalismo Viene de tapa y la relación de los estadouniden- ses con el dinero. Es una historia completa sobre un tema que no se termina nunca, un problema cícli- co y recurrente”, añadió Dominik, de 45 años. Consultado sobre las caracte- rísticas de su extremo personaje, Pitt opinó que “Jackie Cogan es un asesino profesional que trata de matar a sus víctimas suave- mente, para que ese final no sea demasiado doloroso. Porque esas personas tienen que morir, no im- porta cómo. En este sentido, es una mirada sobre un negocio que en muchos casos puede resultar bas- tante cruel”. Dominik confesó que “me en- canta la violencia en las pelícu- las –crecí y me formé viendo las historias de gángsters de Martin Scorsese– porque es la mejor ma- nera de exponer situaciones dramá- ticas. Este es un film sobre la culpa y los rasgos de humanidad dentro del ambiente criminal, incluso con su aspecto absurdo, por momentos cercano al humor negro, que irrum- pe en los momentos más inespera- dos. Allí surgen las contradicciones, los matices, las múltiples facetas que hacen de esta historia una experien- cia apasionante”. Pitt también se refirió a su apo- yo –como actor y productor– a la incipiente carrera de Dominik en Hollywood: “Desde hace algunos años me puse como objetivo apro- vechar mi lugar de privilegio en la industria para potenciar a directo- res que me parecen valiosos, más allá de que sus films puedan resul- tar o no buenos negocios. Mi activa participación en este proyecto va en ese sentido”.ß Foto: alberto pizzoli/aFp Junto al director, Andrew Dominik Viene de tapa Ganadores Foto: télaM Natalia Oreiro estuvo acompañada por su marido, Ricardo Mollo. El último Elvis, ópera prima de Armando Bó (nieto), se llevó siete premios, entre ellos, el de actor re- velación para el protagonista, John McInerny; fotografía, para Javier Juliá; dirección de arte, para Daniel Gimelberg, y música original para Sebastián Escofet. Las acacias, de Pablo Giorgelli, fue la ganadora en el rubro mejor ópera prima y también por su labor en ese film fue premiada Hebe Duarte, co- mo actriz revelación. En la categoría de mejor guión adaptado fueron premiados Pau- la Hernández y Leonel D’Agostino por Un amor (basada en Un amor para toda la vida, de Sergio Bizzio) y el premio a la mejor película docu- mental fue para Tierra sublevada 2: Oro negro, de Fernando “Pino” Sola- nas, y el premio a la mejor película extranjera fue para Hugo, de Martin Scorsese. Proyectos En la ceremonia se rindió home- naje también a actores, técnicos y directores fallecidos este año, mientras en vivo acompañó John McInerny interpretando “Help Me Make It Through The Night”, de El- vis Presley. Juan José Campanella, presi- dente de la Academia, aprovechó la ocasión para contar algunas de las actividades que se llevarán a cabo desde la entidad que él pre- side. Contó que los esfuerzos de la entidad están dirigidos a conectar al cine con el público y destacó que “el cine argentino debe hacer una tarea de formación de audiencia”, al mencionar que este año si bien aumentó el público en las salas, el porcentual de cine argentino dis- minuyó. Dijo que en un futuro, la Academia de Cine tendrá una gran sede, pero no especificó dónde. Sí fue más preciso al anunciar que en marzo se creará un sitio de des- cargas legales de cine nacional, a precios que permitan competir con la piratería. También anunció que, con el apoyo del Incaa, a lo largo de tres años se otorgará una serie de cuarenta becas para la formación de animadores en 3D de primer nivel.ß Foto: alFa

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2 | espectáculos | Jueves 6 de diciembre de 2012

mátalos suavemente (Killing them softly, estados uni-dos/2012; hablada en inglés). ★★ regular. dirección : Andrew

Dominik. guión: Andrew Dominik, basado en la novela Cogan’s Trade, de

George Higgins. fotografía : Greig Fraser. edición: Brian Kates. elenco :

Brad Pitt, Scoot McNairy, Ben Mendelsohn, James Gandolfini, Richard Jen-

kins, Vincent Curatola, Ray Liotta, Sam Shepard, Slaine. distribuidora:

Alfa Films. duración : 97 minutos.

E l cine estadounidense de los setenta fue grande y perdu-rable por diversos motivos,

no solamente por tener como eje fundamental a una sociedad en conflicto, convulsionada, golpea-da desde diversos ángulos (crisis 1971-1973, con rebotes posterio-res). En Mátalos suavemente, de ínfulas setenteras, el australiano Andrew Dominik –el de Chopper y la pretenciosa El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford– hace un ejercicio de simula-ción y adaptación. La novela ori-ginal (Cogan’s Trade, de George V. Higgins) transcurría en Boston en 1974, pero Dominik sitúa la acción de su película en la Nueva Orleáns post Katrina durante la crisis finan-ciera de 2008. La historia es sim-ple: un golpe a un garito de juego manejado por mafiosos y las pos-teriores represalias. Vemos el tra-bajo de ladrones, asesinos a sueldo e intermediarios, y apenas se ven mujeres en la película. No hay mu-cho más, pero con materiales de

base no mucho más complicados se hicieron grandes policiales en los setenta: Prime Cut, Charley Va-rrick, The Seven-Ups, entre muchas otras. Pero Dominik no confía en la historia ni en su relato. Tal vez, a juzgar por su cine espástico, no confíe en la narrativa en absoluto, aunque no se decida a abandonar-la con coraje. Y entonces recarga y recarga el estilo. Y hasta logra un festival de la exageración en un ac-tor de buenos antecedentes como James Gandolfini. Y riega todo con unos montajes pretendidamente cancheros, de ángulos múltiples y ralentis que harían sonrojar a los menos inspirados imitadores de Tarantino del siglo pasado. El can-cherismo de Dominik es viejo: un personaje se droga con heroína y las imágenes y los sonidos (inclui-dos fragmentos de la canción de Lou Reed) son dignos de MTV de 1990. Dedicarse a mostrar planos cercanos de vómitos bajo la lluvia y de masa encefálica fuera de su lugar es, a estas alturas del gore,

Estilismo con mensaje

cine infantilismo cinematográfico, un capricho.

¿Y Brad Pitt? Entra a la pelícu-la después de un rato, con Johnny Cash –un narrador mucho más fluido que Dominik– de fondo. Tiene una filosa conversación con Richard Jenkins –uno de esos ac-tores cruciales, con la eficiencia como base innegociable– mien-tras el descalabro del barroquis-mo estético toma un descanso. En ese momento, el relato parece encaminarse. Pero la ilusión dura poco: enseguida vuelven el exhibi-cionismo del montaje y el regodeo en cualquier elemento inflado de autoimportancia, como toda la línea Gandolfini y sus intermina-bles conversaciones con Pitt, o las reflexiones de Pitt sobre los asesi-natos y unas cuantas cosas más. Sobre el final, por si no hubiera machacado una y otra vez con discursos de George W. Bush y el en ese entonces candidato Obama, Dominik cree que no quedó claro “el mensaje” de su película y lo di-ce una vez más, de manera lineal y a prueba de distraídos. Si el cine de los setenta podía ser sofisticado de forma seca y brutal para con-tar la crisis del capitalismo desde su corazón, Dominik prueba que al trabajar solamente sobre la su-perficie, al no creer en lo que cuen-ta sino meramente en repetir algo que está claro desde el principio, la narrativa se estanca bajo la vana búsqueda de la creación de climas y el estilismo de cáscara moderna. El periplo es vacío, pero sin angus-tia: el tedio se impone. Y lo que se pretende crítico se reduce al conte-nido de una pancarta verbalizado justo antes de los créditos.ß Javier Porta Fouz

cine

Probablemente el mayor de-fecto que expone Despedida de soltera –rara y malograda

mezcla de Qué pasó ayer y Damas en guerra– sea que no distingue lo gracioso de lo simplemente ordina-rio o procaz. Este enredo que Leslye Headland trajo del off Broadway al cine y corresponde al capítulo de la gula en su proyecto dedicado a los siete pecados capitales tiene mucho de vulgaridad y bastante poco de

gracia. Gira en torno de una boda, claro, y pone en escena a las ex com-pañeras de secundaria que serán las damas de honor de la novia más inesperada: la obesa y mansa Bec-ky, que de ser la candidata menos pensada para llegar al altar antes que sus amigas resulta la primera favorecida por el azar. Las especia-lidades de las chicas –aparte de los tragos, el sexo y las drogas, a los que dedican sus principales energías y

despedida de soltera (bachelorette, ee.uu./2012, hablada en inglés). ★★ regular. dirección y guión: Leslye Headland. fotografía:

Michal Doug Emmett. música: Michael Wandmacher. edición: Jeffrey Wolf. dise-

ño de producción: Richard Hoover. elenco: Kirsten Dunst, Isla Fisher, Lizzie Ca-

plan, Rebel Wilson, Hayes MacArthur, James Mardsen, Adam Scott. distribui-

dora: Energía. duración: 86 minutos. calificación: para mayores de 16 años.

Las chicas también se divierten

casi todas sus conversaciones– son la maledicencia y la diversión a costa de otros, incluso sus amistades. Y la oportunidad de ponerlas en práctica llega con la despedida de soltera que se encargan de preparar. La pobre Becky quiere una fiesta tranquila; como podrá imaginarse, las tres ex compañeras no están muy de acuer-do, ya que lo menos que puede espe-rarse de comedias como ésta –y ese objetivo parece estar todo el tiempo presente en la mente de la libretis-ta y directora– es el atrevimiento, la crudeza y la desfachatez indispen-sables para demostrar que han sido capaces de llegar más lejos en esos terrenos que los más celebrados exponentes de esta rendidora “in-corrección”.

Total que, además de las espera-das borracheras y sus desagradables consecuencias y de la esperada dosis de desenfreno sexual, la fiesta deriva en otras complicaciones, como por ejemplo el casi irrecuperable estado del vestido de la novia, corolario de una de las muchas salvajes ocurren-cias de sus temibles damas de honor. Habrá que moverse a toda velocidad y tener la suerte de encontrar la ayu-da indispensable para que la repara-ción se haga a tiempo y Becky pueda tener su boda, mientras las otras tres se las arreglan para encarrilar un poco su actualidad afectiva.

Más allá del desenfado con el que Lizzy Caplan, Rebel Wilson, Isla Fis-her, Kirsten Dunst y el resto del elen-co se prestan al juego, y de alguna es-porádica situación risueña, lo difícil en Despedida de soltera es encontrar algún rasgo de verdadero ingenio. Esa carencia, en todo caso, intenta ser compensada, sin demasiada for-tuna, por la velocidad impuesta a la acción.ß Fernando López

Foto: energiaLas damas de honor buscan fiesta

Pitt y James Gandolfini, en una de las escenas del film

premios sur. El film de Ávila fue distinguido en diez categorías

Infancia clandestina, la gran ganadora

El hampa y la crisis financiera, eje de Mátalos suavementeestreno. Brad Pitt, protagonista, pero también productor del film, asegura que decidió aprovechar su lugar en Hollywood para apoyar a directores que considera valiosos, como Andrew Dominik

Según Dominik, “los personajes son típicos de las películas de crimen, pe-ro también tienen un lado cómico”. Al respecto, Pitt –que estuvo en el balneario de la Costa Azul acompa-ñado por Angelina Jolie– opinó: “Los puntos de vista que se expresan en el film no tienen por qué ser necesaria-mente los míos, pero interpretar a un asesino me incomoda menos que encarnar a un racista. El film puede resultar algo cínico y extremo, sobre todo en un país dividido como el mío, pero es muy poderoso y provocativo en su retrato de época”.

“El libro original describe en de-talle el mundo del hampa de una manera simple, con unos perso-najes maravillosos, pero cuando comencé a adaptarlo, me di cuenta de que también explicaba de algu-na manera la crisis del capitalismo

Viene de tapa y la relación de los estadouniden-ses con el dinero. Es una historia completa sobre un tema que no se termina nunca, un problema cícli-co y recurrente”, añadió Dominik, de 45 años.

Consultado sobre las caracte-rísticas de su extremo personaje, Pitt opinó que “Jackie Cogan es un asesino profesional que trata de matar a sus víctimas suave-mente, para que ese final no sea demasiado doloroso. Porque esas personas tienen que morir, no im-porta cómo. En este sentido, es una mirada sobre un negocio que en muchos casos puede resultar bas-tante cruel”.

Dominik confesó que “me en-canta la violencia en las pelícu-las –crecí y me formé viendo las historias de gángsters de Martin Scorsese– porque es la mejor ma-

nera de exponer situaciones dramá-ticas. Este es un film sobre la culpa y los rasgos de humanidad dentro del ambiente criminal, incluso con su aspecto absurdo, por momentos cercano al humor negro, que irrum-pe en los momentos más inespera-dos. Allí surgen las contradicciones, los matices, las múltiples facetas que hacen de esta historia una experien-cia apasionante”.

Pitt también se refirió a su apo-yo –como actor y productor– a la incipiente carrera de Dominik en Hollywood: “Desde hace algunos años me puse como objetivo apro-vechar mi lugar de privilegio en la industria para potenciar a directo-res que me parecen valiosos, más allá de que sus films puedan resul-tar o no buenos negocios. Mi activa participación en este proyecto va en ese sentido”.ßFoto: alberto pizzoli/aFpJunto al director, Andrew Dominik

Viene de tapa

Ganadores

Foto: télaM

Natalia Oreiro estuvo acompañada por su marido, Ricardo Mollo.

El último Elvis, ópera prima de Armando Bó (nieto), se llevó siete premios, entre ellos, el de actor re-velación para el protagonista, John McInerny; fotografía, para Javier Juliá; dirección de arte, para Daniel Gimelberg, y música original para Sebastián Escofet.

Las acacias, de Pablo Giorgelli, fue la ganadora en el rubro mejor ópera prima y también por su labor en ese film fue premiada Hebe Duarte, co-mo actriz revelación.

En la categoría de mejor guión adaptado fueron premiados Pau-la Hernández y Leonel D’Agostino por Un amor (basada en Un amor para toda la vida, de Sergio Bizzio) y el premio a la mejor película docu-mental fue para Tierra sublevada 2: Oro negro, de Fernando “Pino” Sola-nas, y el premio a la mejor película extranjera fue para Hugo, de Martin Scorsese.

ProyectosEn la ceremonia se rindió home-

naje también a actores, técnicos y directores fallecidos este año, mientras en vivo acompañó John McInerny interpretando “Help Me Make It Through The Night”, de El-vis Presley.

Juan José Campanella, presi-dente de la Academia, aprovechó la ocasión para contar algunas de las actividades que se llevarán a cabo desde la entidad que él pre-side. Contó que los esfuerzos de la entidad están dirigidos a conectar al cine con el público y destacó que “el cine argentino debe hacer una tarea de formación de audiencia”, al mencionar que este año si bien aumentó el público en las salas, el porcentual de cine argentino dis-minuyó. Dijo que en un futuro, la Academia de Cine tendrá una gran sede, pero no especificó dónde. Sí fue más preciso al anunciar que en marzo se creará un sitio de des-cargas legales de cine nacional, a precios que permitan competir con la piratería. También anunció que, con el apoyo del Incaa, a lo largo de tres años se otorgará una serie de cuarenta becas para la formación de animadores en 3D de primer nivel.ß

Foto: alFa