El grito del alma

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El grito del alma La música, ¡oh la música! Creéis entenderla, Pero no aceptáis su esencia. Nos habla de los mundos de otros seres, De los retorcidos sentimientos del creador, De los acaecimientos de su existencia, En un torno de locura y demencia, ¡El oyente debe ser inspirado! No sé cómo no sentís, Vais por los lares de un mundo que tropieza, Andáis en un país de ignorancia, La música es sabiduría de la inspiración divina Que nos da el mundo en su riqueza. Por qué no la gozáis, Vagáis con un talento a vuestros oídos, Que ya están tan rotos, Que solo oyen ruido, Pues no saborean. ¡Deleitar la melodía se ha vuelto rareza! ¡Esencia de la música no es!

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Una especie de grito prolongado en contra de la superficialidad de estas generaciones nuevas hacia la música.

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El grito del alma

La música, ¡oh la música!

Creéis entenderla,

Pero no aceptáis su esencia.

Nos habla de los mundos de otros seres,

De los retorcidos sentimientos del creador,

De los acaecimientos de su existencia,

En un torno de locura y demencia,

¡El oyente debe ser inspirado!

No sé cómo no sentís,

Vais por los lares de un mundo que tropieza,

Andáis en un país de ignorancia,

La música es sabiduría de la inspiración divina

Que nos da el mundo en su riqueza.

Por qué no la gozáis,

Vagáis con un talento a vuestros oídos,

Que ya están tan rotos,

Que solo oyen ruido,

Pues no saborean.

¡Deleitar la melodía se ha vuelto rareza!

¡Esencia de la música no es!

La música es todo sentimiento

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Que envuelve de paz y sencillez,

Es un incesante pensamiento.

Ella os grita y solo veis el odio,

No veis el motivo,

Solo veis lo nítido.

La música es el alma del compositor,

La huella de su dedo,

La saliva de su boca;

Es el deleite en sus mejillas

O el quebrantar en sus ojos.

La música son sonidos ordenados

En un ritmo en el tiempo

Más detrás se encuentra:

Los símbolos de la humanidad,

Las locuras de la incertidumbre

Y las magnificencias

De aquellos mundos que se perdieron,

Los sueños que ya han sido,

Los manjares que serán,

¡Es la esencia del poeta,

La maravilla del artista!