El fútbol y las lesiones meniscales

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El fútbol y las lesiones meniscales Robert Roig Requena INTRODUCCIÓN El objetivo de este trabajo es analizar las lesiones meniscales ocurridas durante la práctica del fútbol y su mecanismo lesional. También se valorarán los diferentes test empleados por los fisioterapeutas en un primer momento para objetivar y evaluar dicha lesión y, por último, se propondrá una metodología adecuada para prevenir las lesiones meniscales, siempre tomando como referencia diferentes artículos científicos de investigación. En la actualidad, el deporte del fútbol es, con diferencia, el deporte más practicado en el mundo, por ello, existen un gran número de lesiones en practicantes de este deporte, ya sean aficionados o profesionales (se asume que un aficionado lo practica unas 50 horas al año, mientras que el profesional llega a las 500 17 ). En 2000 se estimó que había cerca de 240 millones de jugadores de fútbol, de ellos cerca de 200.000 profesionales que vivían de ello 22 . Es de sabida importancia que las lesiones en el mundo del fútbol tienen una gran repercusión en cuanto al dinero que se necesita para recuperar al jugador y otros aspectos económicos y deportivos de gran importancia en el mundo del fútbol profesional. Asimismo, las lesiones meniscales también tienen una gran repercusión en los futbolistas aficionados, ya que les impide practicar su deporte favorito (incluso otros de características similares) y otras complicaciones propias de una lesión de gravedad (rehabilitación, restricción de movilidad, otras patologías, etc). Por último, por lo que respecta a posibles patologías relacionadas con la rotura de menisco, diferentes estudios afirman que existe un mayor riesgo de sufrir osteoartritis a largo plazo en personas a las que se les haya sometido a meniscectomía (tanto parcial como total) 17 . Una meniscectomía parcial puede dar lugar a osteoartritis, pero puede haber síntomas de degeneración de cartílago con una buena funcionalidad, siendo el riesgo de padecerla unas 4 veces mayor que en personas sin lesión de menisco 1, 9 .

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El fútbol y las lesiones meniscales

Robert Roig Requena

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo es analizar las lesiones meniscales ocurridas durante

la práctica del fútbol y su mecanismo lesional. También se valorarán los diferentes test

empleados por los fisioterapeutas en un primer momento para objetivar y evaluar

dicha lesión y, por último, se propondrá una metodología adecuada para prevenir las

lesiones meniscales, siempre tomando como referencia diferentes artículos científicos

de investigación.

En la actualidad, el deporte del fútbol es, con diferencia, el deporte más

practicado en el mundo, por ello, existen un gran número de lesiones en practicantes

de este deporte, ya sean aficionados o profesionales (se asume que un aficionado lo

practica unas 50 horas al año, mientras que el profesional llega a las 50017). En 2000 se

estimó que había cerca de 240 millones de jugadores de fútbol, de ellos cerca de

200.000 profesionales que vivían de ello22.

Es de sabida importancia que las lesiones en el mundo del fútbol tienen una

gran repercusión en cuanto al dinero que se necesita para recuperar al jugador y otros

aspectos económicos y deportivos de gran importancia en el mundo del fútbol

profesional. Asimismo, las lesiones meniscales también tienen una gran repercusión en

los futbolistas aficionados, ya que les impide practicar su deporte favorito (incluso

otros de características similares) y otras complicaciones propias de una lesión de

gravedad (rehabilitación, restricción de movilidad, otras patologías, etc).

Por último, por lo que respecta a posibles patologías relacionadas con la rotura

de menisco, diferentes estudios afirman que existe un mayor riesgo de sufrir

osteoartritis a largo plazo en personas a las que se les haya sometido a meniscectomía

(tanto parcial como total) 17. Una meniscectomía parcial puede dar lugar a

osteoartritis, pero puede haber síntomas de degeneración de cartílago con una buena

funcionalidad, siendo el riesgo de padecerla unas 4 veces mayor que en personas sin

lesión de menisco 1, 9.

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PALABRAS CLAVE

Meniscal injuries, soccer, football, sport, prevention, knee lesions,meniscal

lesions, proprioception y proprioceptive training.

MATERIAL Y MÉTODOS

Para realizar el presente trabajo se han buscado artículos científicos en la base

de datos PUBMED, así como también se han consultado libros para recopilar

información sobre anatomía y biomecánica principalmente.

Como criterios de exclusión se han elegido parámetros tales como aquellos

artículos que hablaban de animales, artículos anteriores al año 1997 o publicaciones

que no hicieran referencia o citaran la lesión meniscal en el deporte del fútbol.

La estrategia de búsqueda en PUBMED se ha hecho mediante la combinación

de las palabras clave anteriormente citadas. Los resultados obtenidos y las

combinaciones utilizadas son:

- “Meniscal injuries AND soccer”:

o 40 artículos obtenidos, de los cuales se han utilizado 7 para

realizar el trabajo.

- “Meniscus AND soccer”:

o 42 artículos obtenidos, de los cuales se han utilizado 3 para

realizar el trabajo.

- “Meniscus AND sport”:

o 484 resultados, aunque por la cantidad se ha optado por

revisar los review (66), de los cuales se han utilizado 3 para el

trabajo.

- “Meniscal lesions AND prevention”:

o 14 artículos encontrados, de los cuales se ha empleado uno

para el trabajo.

- “Knee AND football”:

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o 490 artículos, pero se han repasado los review (44), de los

que se ha empleado 1 para el trabajo.

- “Knee lesions AND soccer”:

o 33 artículos encontrados, de los que ha servido uno para el

trabajo.

- “Knee AND soccer”:

o 632 artículos, con 53 review, de los que han servido 4 para el

trabajo.

- “Common football injuries”:

o 71 review, de los que un artículo solamente se ha empleado

para el trabajo.

- “Prevention AND knee lesions”:

o 117 artículos, aunque se han utilizado 2 para el trabajo.

- “Proprioception AND meniscal injuries”:

o 12 artículos, de los cuales se han empleado 5 para el trabajo.

- “Proprioceptive training AND knee”:

o 92 artículos, 3 de ellos para el trabajo.

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Robert Roig Requena

EL MENISCO EN LA ARTICULACIÓN DE LA RODILLA

Los cóndilos femorales reposan de manera incongruente sobre la superficie de

la tibia. La rodilla necesita de otras estructuras para mantenerse estable (estática y

dinámicamente)12.

Los meniscos son dos fiborcartílagos semilunares situados entre los cóndilos

femorales y la meseta tibial, siendo una estructura muy especializada en la rodilla. Sin

ellos se producirían cambios degenerativos1. La no concordancia de las superficies

articulares de fémur y tibia se compensa por la anteposición de los meniscos25. Están

conectados a la plataforma tibial periféricamente con los ligamentos coronarios, al

fémur por los ligamentos de Humphre y Wrisberg y a la rótula por los ligamentos

menisco-rotulianos12.

Los meniscos tienen forma triangular, para aumentar la superficie de contacto

entre una esfera (cóndilo) y un plano (meseta tibial)25. Tienen 3 caras:

Superior: Cóncava, en contacto con los cóndilos.

Periférica: Cilíndrica.

Inferior: Casi plana, para adaptarse a la plataforma tibial.

Imagen tomada de Kapandji AI25

El menisco medial tiene forma de “C” y el lateral de “O”12. El menisco externo

forma un anillo casi completo, donde los cuernos están muy próximos25.

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Vista superior de los meniscos. 12

Inserciones del LCP y del LCA en los meniscos19

Los meniscos están conectados con diferentes estructuras en la rodilla, estas

son25:

- Cápsula articular a la periferia del menisco.

- Cuernos a la meseta tibial.

- Los cuernos anteriores están unidos por el ligamento yugal o

transverso.

- Alerones menisco-rotulianos.

- Ligamento lateral interno conectado al menisco interno.

- Ligamento lateral externo separado del menisco externo por el

tendón del poplíteo, que envía una expansión fibrosa al borde

posterior del menisco.

- El tendón del semimembranoso envía una expansión fibrosa al

menisco interno.

- El ligamento cruzado posterior está unido al cuerno posterior del

menisco externo por el ligamento meniscofemoral (Wrisberg)8.

- El ligamento cruzado anterior está unido al cuerno anterior del

menisco interno.

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Imagen tomada de Kapandji AJ25

Por otra parte, los dos meniscos están sujetos a la tibia a través del cuerno

anterior y posterior, entre otras estructuras1.

Los meniscos no siempre están en la misma posición ni en la misma situación

entre los cóndilos y la meseta tibial, se mueven durante la flexo-extensión de rodilla y

las rotaciones tibiales. El menisco interno es menos móvil que el externo por

diferentes motivos, está unido más firmemente a la cápsula articular, está unido

directamente al ligamento lateral interno1, 10, 12.

Durante el movimiento de los meniscos intervienen factores pasivos y activos.

El factor pasivo es que los cóndilos femorales empujan los meniscos hacia delante. De

entre los activos, durante la extensión, los meniscos van hacia delante por los alerones

menisco-rotulianos, tensos por el ascenso de la rótula, que arrastra el ligamento yugal.

Durante la flexión, el interno va hacia atrás por la expansión del semimembranoso y

también por la tensión del LCA en su inserción en el cuerno anterior; a su vez, el

externo también hacia atrás por la expansión del poplíteo.25

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Imagen tomada de Kapandji AJ 25

Los meniscos retroceden de forma desigual durante la flexión, el menisco

externo retrocede 2 veces más que el interno y durante la rotación tibial, también se

desplaza 2 veces más 1,25.

En la rotación tibial, los meniscos también se desplazan. El menisco que va

hacia delante es el del lado de la rotación, empujado por el cóndilo y retenido por el

ligamento menisco-rotuliano10. En la rotación externa, el menisco externo es

impulsado hacia la parte anterior de la glenoide externa y el interno hacia la parte

posterior. En la rotación interna, el menisco interno avanza y el externo retrocede.

También los meniscos se desplazan (el externo se desplaza el doble también) a la vez

que se deforman en torno a sus puntos fijos (los cuernos).25

Principalmente, los meniscos están compuestos de colágeno tipo I,

conformando una malla en la que también hay proteoglicanos y ácido hialurónico. La

concentración de agua en los meniscos es del 74%, siendo en el cartílago hialino

articular superior, del 79%. Otra diferencia con el cartílago hialino articular es que este

tiene una mayor cantidad de proteoglicanos 1, 7, 19, 25. Quitando la concentración de

agua, la mayor parte del menisco es colágeno, siendo su concentración del 22%

aproximadamente (de esta cantidad, el 90% del colágeno es de tipo I)7. Por otra parte,

las diferentes regiones del menisco son de diferentes tipos de células: en el tercio

interno predominan los condrocitos y los fibrocondrocitos y en el externo los

fibroblastos 12. La mayoría de las fibras tienen una disposición circunferencial. Este

tejido tiene una resistencia natural a la compresión, lo cual es un ejemplo de la función

principal de los meniscos.1

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En cuanto a la irrigación de los meniscos, hay que destacar que solo entre el 10

y el 30% externo del menisco posee una buena irrigación. En la parte interna se recibe

mucho menos, lo cual es una de las causas de la pobre curación del menisco12. Esta

parte externa, el perimenisco, que es la vascularizada, es la que se puede curar, el

resto, que es avascular, se nutre por difusión, ya que es permeable a los nutrientes del

líquido sinovial1, se nutren y lubrican a través del cartílago articular12. También, los

cuernos están más vascularizados que el cuerpo. En el momento de nacer, la mayor

parte del menisco está vascularizada, aunque con el crecimiento, esta vascularización

llega solo al tercio externo19.

Circulación intrínseca de los meniscos por la Arteria Media de la Rodilla8

El menisco está inervado por la rama posterior articular del nervio tibial, siendo

las zonas más inervadas la de los cuernos y la zona periférica del cuerpo meniscal 3.

Los meniscos tienen terminaciones nerviosas como mecanorreceptores de tipo

I y III en el cuerpo meniscal y terminaciones nerviosas libres en los cuernos. Estas

estructuras también se encuentran en los ligamentos insercionales (Wrisberg y

transverso o yugal), lo cual provee de una importante información propioceptiva

relacionada con la posición de la articulación 3, 19. Los mecanorrecptores presentes en

el menisco son corpúsculos de Pacini (que informan sobre aceleración y deceleración),

Ruffini (informa sobre la posición estática de la articulación) y Golgi (reflejo protector

de inhibición)3. Hay estudios que demuestran la presencia de órganos propioceptivos

en los meniscos, en los que se muestra que los pacientes con una meniscectomía

parcial tienen un déficit propioceptivo 1, 3, 12.

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El rol fundamental de los meniscos está en la asimilación de las cargas.

Biomecánicamente, en extensión, al menos el 50% de las fuerzas axiales son

transmitidas a través de los meniscos. En flexión, los meniscos transmiten del 85 al

90% de las fuerzas axiales12. Según Aalgard H y Verdonk R, la principal función de los

meniscos es transmitir la carga y absorber choques. Los meniscos transmiten del 50 al

90%, más en flexión. Esta resistencia se basa en las fibras de colágeno en forma

circunferencial y en las inserciones anatómicas de los cuernos meniscales. También

existen otras funciones como contribuir a la estabilidad cuando hay una deficiencia en

el ligamento cruzado anterior, participar en la propiocepción de la rodilla (como se ha

dicho anteriormente) y lubricar mejor la articulación 1.

Influencia de los meniscos en la distribución de la carga. A sin y B con menisco. Tomado de Cailliet8

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LAS LESIONES DE MENISCO EN EL FÚTBOL

En primer lugar, se define que el jugador lesionado es aquel que se pierde una

sesión de entrenamiento o partido. Depende también de la frecuencia de entrenes-

partidos y también de la parte lesionada/deporte. Según la National Athletic Injury

Registration System, una lesión se considera lesión si limita la participación al menos el

día siguiente al suceso. 16

En fútbol, entre el 30 y el 35% de las lesiones son de rodilla11, aunque este

porcentaje difiere según el estudio que se observe (de entre el 18% al 35%) 16, 27. En

otro artículo se registraron 19.530 lesiones deportivas durante un periodo de 10 años,

de las cuales 7.769 fueron de rodilla (39’8%), siendo las lesiones meniscales el 14’5%

del total de lesiones (10’8% del interno y 3’7% del externo), siendo la estructura más

lesionada de la rodilla el ligamento cruzado anterior. De esas 7769 lesiones de rodilla,

3482 fueron un trauma interno de rodilla, siendo el LCA la estructura más afectada,

seguido a continuación del menisco medial o interno (24%), el menisco lateral o

externo tiene una incidencia del 8% del total de lesiones internas de rodilla en el

estudio. Por otra parte, las lesiones de menisco en combinación con otras también son

muy frecuentes, sobre todo las lesiones de menisco interno junto con ligamento

cruzado anterior y ligamento lateral interno26. Jensen PK, Jensen PR y Larsen E, en

artículo, han analizado a 69 jugadores profesionales de fútbol, de los cuales había 49

lesiones de rodilla y 29 de tobillo. Del total de las 49 lesiones de rodilla, 17 eran roturas

de menisco y 2 roturas de menisco junto con LCA23. Otros artículos afirman que entre

el 61 y el 90% de las lesiones en el fútbol ocurren en la extremidad inferior (excepto los

porteros). La incidencia de lesiones en fútbol está entre las 10 y las 35 por cada 1000

horas de juego (aunque no se especifica si se incluyen entrenamientos o solo

competición)17. Por otra parte, según Dvorak J y Junge A, las lesiones de rodilla son el

18% del total de las que suceden durante la práctica del fútbol16. En cuanto al

porcentaje de las lesiones meniscales, también se difiere (como se ha podido observar

anteriormente), como por ejemplo algunos autores que afirman que el 8% del total de

lesiones, siendo el 59% las ocurridas durante el juego, siendo todas ellas sin contacto14,

no obstante, en otro artículo se dice que el 59% de las lesiones en la extremidad

inferior son sin contacto. Según Chivers M y Howitt S en su estudio, entre el 75 y el

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90% de las lesiones de menisco en el deporte ocurren en fútbol, baloncesto, béisbol,

en deportes donde hay rápidos cambios de dirección y acciones explosivas12. Por

último, hay un estudio que afirma que durante la competición de fútbol, hay de 4 a 6

veces mayor riesgo de lesión, siendo del 26 al 59% lesiones sin contacto alguno (en

giros y carrera)18.

A modo de resumen, a continuación se muestra una tabla con la información

anteriormente citada:

Chivers M, Howitt S 12

75% - 90% de las lesiones de menisco ocurren en

deportes como fútbol o baloncesto

Carlonas R, Heidt R, Sweeterman LM, Tekulve F, Traub J 11

30 a 35% de las lesiones en fútbol son de rodilla

Klaus S, Majewski M, Susanne H 26

39’8% del total son lesiones de rodilla, el 45% de ellas

son trauma interno de rodilla (45% LCA, 24% MM y 8%

ML)

Dvorak J, Junge A 17

61 a 90% lesiones en fútbol son en extremidad inferior

Kramer J, Scheurecker G 27

70 a 90% lesiones en fútbol son de mm.ii., del 28 al 30%

en la rodilla.

Jensen PK, Jensen PR, Larsen E 23

44 lesionados de rodilla de gravedad en fútbol

profesional, de ellos 17 roturas de menisco y 2 junto

con LCA

Chomiak J, Dvorak J, Junge A, Peterson L 14

8% lesiones de gravedad en fútbol son de menisco, la

mayoría sin contacto y el 59% durante el juego

Hong Y, Wong P 22

59% de las lesiones de mm.ii. son sin contacto

Dvorak J, Junge A 18

26 al 59% de las lesiones en fútbol son sin contacto

SINTOMATOLOGÍA

En cuanto a los síntomas de la lesión meniscal, como resumen, serán

principalmente la inflamación secundaria a hemartrosis, la limitación del ROM en

flexión (cuando un menisco se rompe, la parte lesionada no sigue los movimientos

normales y se encasilla entre el cóndilo y la tibia, bloqueando la rodilla en flexión), el

dolor en la interlínea articular y un chasquido audible o palpable al intentar flexionar la

rodilla12, 25.

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En un estudio de Heikkilä J y cols. se analiza la frecuencia del déficit de

extensión de la rodilla (un síntoma de la lesión meniscal, la limitación del ROM en

flexión, aunque no la única patología que puede darlo). Se concretó que 1’1 de cada

10000 habitantes tenían un déficit en la extensión de la rodilla, de ellos, el 42% era a

causa de lesiones deportivas, siendo el fútbol el más común. De entre las posibles

causas que provocan este déficit se cita que las roturas de menisco, de LCA y la

dislocación patelar son las más frecuentes, aunque la más común es la rotura de

menisco, que se interpone entre los cóndilos femorales y la tibia (83% el medial y 17%

el lateral, del total de las roturas). En dicho artículo, se expone que de 78 pacientes

que presentaban déficit de extensión, 33 lo eran por lesión deportiva, siendo 8 de ellos

de fútbol y 4 roturas de menisco. 21

MECANISMO LESIONAL

Los movimientos de rodilla pueden ocasionar lesiones meniscales cuando estos

no siguen los desplazamientos de los cóndilos sobre las glenoides, “se ven

sorprendidos” en una posición anormal y son aplastados.25

Las lesiones ocurren por una combinación entre torsión y carga axial. Durante

la rotación interna y externa tibial, el cuerno posterior del menisco interno se lesiona

por tracción, ya que está conectado a lo largo de la cápsula medial de la rodilla12, 27.

Por otra parte, según Kapandji AJ, el menisco interno es desplazado hacia el centro de

la articulación bajo la convexidad del cóndilo interno, el esfuerzo de enderezamiento le

sorprende y queda pellizcado. Esta lesión es muy común en futbolistas, sobre todo en

caídas con la pierna flexionada, por una distorsión de rodilla asociada a una lateralidad

externa y una rotación externa de rodilla25 (como se observa en la imagen).

Otro mecanismo lesional es por extensión brusca de rodilla. No hay tiempo

para que uno de los meniscos se desplace hacia delante y, cuando más fuerte se

extienda la rodilla, más encasillado quedará el menisco entre cóndilo y glena

(especialmente el interno, ya que es menos móvil) 10, 25.

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Por otra parte, las lesiones ligamentos también dan con cierta frecuencia

lesiones meniscales. En una rotura del LCA, el cóndilo interno, al no estar retenido

hacia atrás provoca un cizallamiento del asta posterior del menisco interno.

Distorsión de rodilla junto con rotación externa y lateralidad externa. Tomado de Kapandji AJ25

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EXAMINACIÓN FÍSICA DE LAS ROTURAS DE MENISCO

Históricamente, el test de McMurray y el test de compresión de Apley han sido

los más empleados y mejor valorados. No obstante, hay artículos que ponen en duda

la fiabilidad y precisión de los diferentes test.

Recientemente, en un estudio de Chivers M y Howitt S, se llegó a la conclusión

que el test de Thessaly tiene una mayor precisión que los anteriores, no obstante, es

posible no llegar a completarlo por el dolor que produce20.

El test de Thessaly es un test con carga, en el que se reproduce la transmisión

de carga dinámica en la rodilla. El paciente se coloca en apoyo unipodal sobre la pierna

lesionada y debe rotar la rodilla y el cuerpo a un lado y otro (primero con la rodilla a 5°

y después a 20°, mientras, el examinador aguanta al paciente para que no sufra

caídas.12

Test de Thessaly. Tomado de Chivers y Howitt12

En otro artículo, se concluye que el test de Thessaly a 20° de flexión tiene una

precisión del 61% para el menisco interno y del 80% para el externo. El test de

McMurray tiene un 57% para el interno y un 77% para el externo. Por último, el test de

Joint Line Tenderness tiene una precisión del 81% para el interno y del 90% para el

menisco externo. No obstante, como ya se supondrá, en este estudio se concluye que

la mejor prueba para comprobar una lesión meniscal es la artroscopia, y de los test

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físicos de exploración, en fase aguda, el más indicado es el Joint Line Tenderness, por la

inflamación y el dolor en esta fase. 20

Boucher T, Cleland J y Meserve B afirman que el test de Joint Line Tenderness es

mejor test que los de McMurray y Apley, siendo también el test de Thessaly más

preciso que estos dos6. No obstante, según el artículo de Cook C y cols., los test de

Apley, McMurray y Thessaly no son muy certeros en cuanto al diagnóstico de la rotura

de menisco15.

Joint Line Tenderness. Tomado de www.youtube.com

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El fútbol y las lesiones meniscales

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PREVENCIÓN DE LAS LESIONES MENISCALES

En el fútbol, las lesiones ocurren por muy diferentes causas, tanto intrínsecas

como extrínsecas 11, 17:

- Inestabilidad articular.

- Descompensaciones.

- Mecánica alterada.

- Causas psicológicas: Tiempo de reacción retardado.

- Lesiones antiguas y rehabilitación deficiente: El factor intrínseco más

importante para posteriores lesiones.

- Nivel de juego y posición.

- Entrenamiento y equipamiento.

- Terreno de juego.

- Reglas del juego y fair play del contrario.

Para prevenir las lesiones, es necesario actuar el máximo posible sobre los

factores anteriormente nombrados. Desde el punto de vista de este trabajo, el trabajo

de prevención se centrará exclusivamente sobre las causas intrínsecas de lesión del

deportista.

Según un estudio de Carlonas R y cols., se propuso una sesión específica en

chicas antes de cada entrenamiento en un equipo de fútbol, durante 7 semanas, con

una frecuencia de 3 sesiones semanales de una duración de unos 20 minutos. Dicho

entrenamiento constaba de ejercicios de condicionamiento aeróbico específicos del

deporte, trabajo pliométrico (en progresión, unidireccional, bidireccional, en foam,

etc), trabajo de fuerza, de agilidad y de flexibilidad. Las futbolistas entrenaban en un

tapiz rodante con gran pendiente, ya que ello permitía que controlaran mejor la pelvis

y dieran zancadas con gran contundencia, fortaleciendo la articulación de la rodilla. En

el grupo entrenado hubo un 14% de lesiones en total, mientras que en el no entrenado

las lesiones se incrementaron hasta el 34% (incluyendo 3 lesiones meniscales).11

En otro estudio, Banzer W y cols., propusieron un programa de entrenamiento

neuromuscular que incluía ejercicios de equilibrio, de fuerza, trabajo de pliometría, de

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El fútbol y las lesiones meniscales

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agilidad y diferentes ejercicios específicos del deporte (al menos 10’ en una sesión por

semana). Se concluyó que todo este entrenamiento específico era efectivo en la

reducción de la incidencia de lesiones deportivas, que un programa de multi-

intervención reduce las lesiones agudas de rodilla en un 54%. 2, 5

En una revisión de Kannus P, Kujala U y Parkkari J se revisaron diferentes

métodos de entrenamiento para prevenir la incidencia de lesiones deportivas. En

cuanto a las lesiones de rodilla, Caraffa y cols. Propusieron ejercicios de propiocepción

en futbolistas (con disco de propiocepción y diferentes ejercicios en progresión) con el

resultado de que las lesiones de ligamento cruzado anterior disminuyeron en un 87%

(hay que recordar que el LCA se lesiona muchas veces de modo similar al menisco

medial, incluso es frecuente que se lesionen conjuntamente). Por otra parte, Hewett

propuso un entrenamiento de pliometría específica, reduciendo las lesiones de LCA de

un 0’43 por cada 1000 a un 0’12.24

Otros autores proponen un programa de multi-intervención durante 20

miuntos al menos 3 veces por semana, incluyendo ejercicios de propiocepción en

dificultad creciente.18

Axe M, Fitzgerald GK, Snyder-Macklar L proponen ejercicios de perturbaciones

mediante actividades funcionales, en múltiples direcciones y siempre de manera

controlada. Como argumentación afirman que la estimulación de los

mecanorreceptores de las estructuras de la articulación incrementan la actividad

gamma de manera que se incrementa la sensibilidad de la musculatura asociada de la

rodilla. Ese aumento de la sensibilidad de los husos musculares puede ser resultado de

un elevado estado del músculo para responder a fuerzas de perturbación aplicadas a la

articulación, lo cual aumentaría la estabilidad de la rodilla. 4

Por último, hay un estudio de Cholewicki J y cols. que se basa en que las chicas

tienen mayor riesgo de sufrir lesiones de rodilla que los chicos. Para prevenir esto,

proponen un entrenamiento basado en la propiocepción del core. El core son todas

aquellas estructuras pasivas de la columna toracolumbar y pelvis activas como la

musculatura del tronco y abdomen. La estabilidad del core depende del control

neuromuscular del tronco en respuesta a fuerzas internas y externas, incluidas las

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generadas en partes distales, tener una gran estabilidad del core implicaría una gran

capacidad para mantener la posición del tronco después de una perturbación.13

Muchas maniobras del fútbol, como correr, saltar, realizar cambios rápidos de

dirección, son inestables y requieren un buen control neuromuscular para mantener la

estabilidad. Déficits en la propiocepción aumentan el riesgo de sufrir lesiones de

rodilla. En este estudio se concluyó que el entrenamiento propioceptivo del core en

chicas disminuía el número de lesiones en las chicas, aunque las diferencias no eran

significativas en los chicos. 13

CONCLUSIONES

No cabe duda de que las lesiones meniscales son relativamente frecuentes en

el fútbol, con todo lo que ello implica. Por tanto, es de vital importancia prevenir al

máximo la incidencia de este tipo de lesiones (y de las demás, por supuesto). Por otra

parte, también es necesario realizar correctamente maniobras de exploración física

para conocer en un primer momento el alcance de dichas lesiones, con test fiables y

específicos.

Por lo que respecta a las maniobras de exploración, las más conocidas y

empleadas son el test de compresión de Apley y el test de McMurray. No obstante,

sobre ser las más utilizadas, diferentes artículos muestran y exponen que no son las

más fiables y precisas, que hay otras al alcance del fisioterapeuta que pueden llegar a

ser mejores si se realizan correctamente, como el test de Thessaly y el Joint Line

Tenderness 12, 15, 20. Se concluye que el mejor test es una combinación de todas las

maniobras anteriores, así habrá un mayor porcentaje de acierto en cuanto al

diagnóstico de la lesión de menisco20.

En cuanto a los diferentes métodos de prevención de las lesiones de rodilla y

más específicamente las meniscales, los autores coinciden en que el entrenamiento

neuromuscular suele ser beneficioso, aunque no todos coinciden en cómo realizarlo.

Hay artículos que muestran que la actuación más adecuada es un programa de multi-

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intervención que incluya entrenamiento pliométrico, de agilidad, de fuerza, de

condición física específica del fútbol y también de equilibrio. 2, 5

Otras propuestas exponen que el entrenamiento propioceptivo del core es muy

eficaz, aunque estas mejoras solo son aplicables a las futbolistas, ya que en los chicos

no se aprecia mejora alguna 13.

Para concluir, para prevenir la incidencia de las lesiones meniscales en los

futbolistas (según las coincidencias de todos los artículos detallados), será necesario

proponer a los jugadores un entrenamiento específico antes de realizar su sesión

cotidiana de entrenamiento, empezando ya en la pretemporada. Estas sesiones

específicas deberían tener una duración de unos 15 ó 20 minutos y realizarse con una

frecuencia de 2 a 3 por semana. Se incluirían en estas sesiones ejercicios tales como: 2,

4, 5, 13, 18, 24

- Ejercicios de agilidad en dificultad creciente, que impliquen cambios

de dirección, saltos, giros y otras acciones propias del fútbol.

- Ejercicios de pliometría en un grado de dificultad ascendente y en

diferentes superficies.

- Ejercicios de fuerza de todo el miembro inferior y core.

- Ejercicios de equilibrio unipodal con acciones específicas del fútbol,

también de propiocepción del core.

- Los ejercicios de condición física específica del fútbol ya se realizarán

durante toda la temporada en la sesión ordinaria de entrenamiento.

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El fútbol y las lesiones meniscales

Robert Roig Requena

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