El eclipse de la familia

16
Propósitos y Contenidos de la Educación Básica Maestra: Elvira Acosta Carreón Tema: “El Eclipse de la familiaEquipo # 3: García Martínez, Liliana González Cruz, Evangelina López Cruz Cristina Ramírez Almanza, Sandy Rivera Marroquín, Juan Francisco San date Flores, Erick B.

Transcript of El eclipse de la familia

Propósitos y Contenidos de la Educación BásicaMaestra: Elvira Acosta CarreónTema: “El Eclipse de la familia”

Equipo # 3:

García Martínez, LilianaGonzález Cruz, Evangelina

López Cruz CristinaRamírez Almanza, Sandy

Rivera Marroquín, Juan FranciscoSan date Flores, Erick B.

El modelo de autoridad

en la familia tradicional

de nuestras sociedades ha sido

el padre, una figura cuya dimensión

temible y amenazadora

“ aunque también afectuosa y justa”

EL ECLIPSE DE LA FAMILIA

Carmine Ventimlglia, investiga que la mayoría

de los padres actuales de Italia no tienen como modelo de relación ideal

la que tuvieron con sus padres, sino la que mantuvieron con sus madres:

“quiero ser buen padre… como mi madre lo fue conmigo”

Quizá el reto ilustrado actual sea proponer y asumir un tipo de padre con suficiente autoridad para gestionar el miedo, pero también con la tierna solicitud domestica y abnegada, que ha caracterizado el papel familiar de la madre.

Los adelantos de la protección social de madres divorciadas o solteras ha facilitado en países del norte de Europa y

Estados Unidos una decadencia de la autoridad paterna.

Postman señala:Que el causante de esta separación

fue precisamente la televisión. El problema no escriba en que

la televisión no eduque lo suficiente, sino en que educa demasiado

y con fuerza irresistible. Las dos principales fuentes de información,

eran por un lado los libros, que exigían un largo aprendizaje y por otro las lecciones orales de padres y maestros.

Los modelos de conducta y de interpretación del mundo que se ofrecían al niño no podían ser elegidos voluntariamente ni rechazados, porque carecían de alternativa. Solo llegados ya a cierta madurez y curados de la infancia iban enterándose de que existían más cosas en el cielo y en la tierra de las que hasta entonces se les había permitido conocer.

Las verdades de la carne (el sexo, las enfermedades, la muerte…)

y la las verdades de la fuerza (la violencia, el dinero, la ambición…)

se hurtaban antes a las miradas infantiles cubriéndolas con un velo de recato o

vergüenza que solo se levantaba poco a poco.

La identidad infantil consistía en ignorar esas cosas o manejar fábulas acerca de ellas. El niño crecía en una obscuridad acogedora, levemente intrigado por esos temas sobre los que aun no se les respondía del todo,

pero la televisión rompe tabúes y los niños

ven en la pantalla escenas de sexo y matanzas,

pero también asisten a agonías en hospitales, se enteran de que los políticos mienten y

estafan.

Para ver la televisión no hace falta aprendizaje alguno: se acabó la trabajosa barrera que la alfabetización imponía ante los contenidos de los libros.La televisión ofrece modelos de vida, así como también tiende a reproducir los mecanismos de socialización primaria empleados por la familia y por la iglesia. Lo propio de la televisión es que opera cuando los padres no están y muchas veces para distraer a los hijos de que los padres no están.

La tarea actual de la escuela resulta doblemente complicada. Por una parte, tiene que encargarse de muchos ejemplos de formación básica de la conciencia social y moral de los niños que antes eran responsabilidad de la familia.

El maestro antes podía jugar con la curiosidad de los alumnos, deseoso de llegar a penetrar en esas misteriosas

dudas o historias. Pero ahora los niños llegan ya hartos de mil noticias y visiones

que no les ha costado nada adquirir.

Y sin embargo esta nueva situación educativa, aunque multiplique las dificultades en el cambio de los maestros, también abre posibilidades prometedoras para la formación oral y social de conciencia de los futuros ciudadanos.

En demasiadas ocasiones, los padres no educan para ayudar a crecer al hijo sino

para satisfacerse modelando a la imagen y semejanza

de lo que ellos quisieran haber sido, compensando así

carencias y frustraciones propias.

POR SU ATENCIÓN …¡GRACIAS!