El dolor de las cortadas suple el dolor del corazón

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El dolor de las cortadas suple el dolor del corazón Maribel Zagaceta Sarmiento La orientadora me comentó un caso de autolesión en la escuela. Manifestó su preocupación por la reincidencia de la estudiante y su temor porque esta práctica se extienda a los demás grupos. Además, me dio información de otros estudiantes que la pra cti can. No es la pri mer a e! que esc uc" o "a bla r de au tol esion es corporales, pero s#, me sorprende gratamente el inter$s de la orientadora por at en de rl os . %i er tament e er a un aspect o que no esperaba en cont rar en el transcurso de la inestigación, surgió espontáneamente en el traba&o de campo. 'e este encuentro fortuito surgieron las entreistas con las estudiantes cuyos casos gloso en torno a cuatro subt#tulos. (stos surgen de los relatos de los estudiantes y se relacionan con sus "istorias de ida. )inalmente a modo de conclusiones, presento algunas ideas que abren pistas para profundi!ar en la inestigación. Te sientes relajada como que te quita el dolor *na ma+ana de enero del -/, una a una, seis estudiantes llegan a la sala de orientación. Se miran unas a otras y con naturalidad manifiestan su disposición de conersar sobre sus experiencias de autolesión. 0regunto si se conocen, tres responden que s#, las otras tres niegan con moimientos de cabe!a. Les pido me ayuden a ubicar las sillas en c#rculo. 0ara lograr espacio empu&amos los cuatro esc rit orios "acia la pared sin cambiar su di rec ció n. Sa camos las si llas y las ubicamos en c#rculo. (stando ya sentadas, Li! inicia la conersación manifestando que iene a colaborar con su testimonio porque ya de&ó de cortarse "ace un a+o. Le doy las gracias y continuamos con la conersación1 Liz: 2o "ace un a+o que ya no lo "ago, me cortaba en mi cuarto y aqu# en la escuela. %uando mi abuelita los martes y &uees se quedaba a doblar turno, yo aproec"aba para cortarme porque me quedaba sola. %uando no "ab#a maestro. %on el mantel de la mesa me tapaba y cortaba y pues yo lo "ac#a

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El dolor de las cortadas suple el dolor del corazón

Maribel Zagaceta Sarmiento

La orientadora me comentó un caso de autolesión en la escuela. Manifestó su

preocupación por la reincidencia de la estudiante y su temor porque esta práctica

se extienda a los demás grupos. Además, me dio información de otros estudiantes

que la practican. No es la primera e! que escuc"o "ablar de autolesiones

corporales, pero s#, me sorprende gratamente el inter$s de la orientadora por 

atenderlos. %iertamente era un aspecto que no esperaba encontrar en el

transcurso de la inestigación, surgió espontáneamente en el traba&o de campo.

'e este encuentro fortuito surgieron las entreistas con las estudiantes cuyoscasos gloso en torno a cuatro subt#tulos. (stos surgen de los relatos de los

estudiantes y se relacionan con sus "istorias de ida. )inalmente a modo de

conclusiones, presento algunas ideas que abren pistas para profundi!ar en la

inestigación.

Te sientes relajada como que te quita el dolor 

*na ma+ana de enero del -/, una a una, seis estudiantes llegan a la sala de

orientación. Se miran unas a otras y con naturalidad manifiestan su disposición de

conersar sobre sus experiencias de autolesión. 0regunto si se conocen, tres

responden que s#, las otras tres niegan con moimientos de cabe!a. Les pido me

ayuden a ubicar las sillas en c#rculo. 0ara lograr espacio empu&amos los cuatro

escritorios "acia la pared sin cambiar su dirección. Sacamos las sillas y las

ubicamos en c#rculo. (stando ya sentadas, Li! inicia la conersación manifestando

que iene a colaborar con su testimonio porque ya de&ó de cortarse "ace un a+o.

Le doy las gracias y continuamos con la conersación1

Liz: 2o "ace un a+o que ya no lo "ago, me cortaba en mi cuarto y aqu# en la

escuela. %uando mi abuelita los martes y &uees se quedaba a doblar turno,

yo aproec"aba para cortarme porque me quedaba sola. %uando no "ab#a

maestro. %on el mantel de la mesa me tapaba y cortaba y pues yo lo "ac#a

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porque mi papá me prometió muc"as cosas, y no las cumplió y se fue.

0refirió a su esposa que a m#, pues yo por sentir el cari+o de mi papá pues

"ac#a eso, pero llegó el momento que no lo "all$ sentido "acerlo. 'ec#a

sigue lo mismo, qu$ gano con cortarme si no eo cambios. 0ues ya decid# no

"acerlo y ya ni me "a llegado la locura de "acerlo.

Patricia1 2o me corto en mi cuarto, lo "ago cuando me siento mal. Me sent#a

bien al cortarme, ya me dol#a al siguiente d#a. Me dec#a por qu$ lo "ice si no

soluciono nada "aciendo eso. Lo empec$ "acer en segundo al terminar el

ciclo escolar. 2a casi un a+o.

Vicky1 2o lo "ago aqu# en la escuela, en el ba+o. 3gual como dice ella, te

sientes rela&ada. %omo que te quita el dolor.

Mercedes: 2o me empec$ a cortarme cuando falleció una t#a que la quer#a

muc"o y siempre estue más apegada a ella que a mi mamá. La quer#a más

que a mi mamá. Me sent#a sola porque ya no ten#a con quien estar. Al

fallecer ya no fue lo mismo. Me sent#a triste y me expresaba cortándome. Se

te olida todos los problemas. Me cort$ en mi casa y aqu# en la escuela. 2o

sent#a eno&o porque ella me prometió arias cosas que no se cumplieron y

tambi$n sent#a triste!a. 4asta a"orita ya no lo "e "ec"o, pero tengo miedo

de oler "acerlo.

Pamela: 2o lo aprend# en la primaria, me ense+ó una amiga. 5en#a la locura

de cortarse. *n d#a llegu$ con el o&o amoratado y me di&o que quien me

"ab#a pegado, le di&e que mi papá, le expliqu$ todo y me di&o acompá+ame al

ba+o. Se empe!ó a cortar y me di&o "a!lo para que est$s más tranquila.

5oda#a lo sigo "aciendo, me encierro en mi cuarto. A eces lo "acemos en

el ba+o o nos quedamos en el salón a"# deba&o de la mesa, cuando no "ay

profesor. 2o lo "ago por mi papá. %uándo yo me salgo y me oy a la calle,

me pega y a mi "ermano que "ace lo mismo no lo dice nada, luego me

encierro en mi cuarto y me empie!o a cortar. (so, por eso me corto.

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Gisela. 2o la 6ltima e! que lo "ice fue aqu# en la escuela. %omo ella dec#a,

cuando se tiene cora&e y te cortas ya despu$s no sientes nada. La 6ltima e!

fue como en noiembre, ya lo de&$ de "acer.

Los puntos de ista de las estudiantes sobre la autolesión corporal, permiten

conectar el signo autolesio con emociones que emergen de sus relatos. (n estos

relatos aparecen emociones como la triste!a y la rabia que los estudiantes

canali!an a tra$s del corte. 5al es el caso, que Mercedes inadida por la triste!a

busca en los cortes una #a para calmarse y olidar los problemas7 8isela por su

parte, calma su cora&e autolesionándose.

%omo se indica en el párrafo anterior, de una forma bastante expl#cita, la

autolesión aflora como una salida inmediata a una carga emocional demasiado

intensa para ser tolerada 9Mosquera, --:;7 por e&emplo, 0atricia dice que se

siente bien al cortarse y <ic=y lo confirma al expresar que se siente rela&ada y sin

dolor. 0ara ella, es más fácil tolerar el dolor f#sico que el dolor emocional.

 A"ora bien, en todos los casos el ob&etio de la autolesión es acabar con el dolor y

el sufrimiento interior, liberar la tensión que sienten como consecuencia de la rabia

y la confusión que retumba en sus cabe!as 9Mosquera, --:;. Ante la incapacidad

de tolerar y erbali!ar lo que sienten respecto a la indiferencia y el abandono del

padre 9Li!;, la triste!a y el eno&o por la p$rdida de un ser querido 9Mercedes;,

abusos expl#citos y falta de afectiidad 90amela;, estas personas encuentran en la

autolesión corporal una #a de escape. La disminución de la tensión y la

tranquilidad que experimentan al cortarse, probablemente "ace que estos

comportamientos se repitan con mayor frecuencia. (stas prácticas, si bien les

genera una sensación de aliio inmediato, no contribuye a resoler los conflictos

que desencadenan las autolesiones, ni les sire en el aprendi!a&e de estrategias

que les ayuden a mane&ar y tolerar sus emociones. Más bien, refuer!a la conducta

agresia como estrategia de afrontamiento.

5ambi$n, las narratias eidencian que las estudiantes son conscientes del da+o

que se generan con las autolesiones7 por e&emplo, Li! y 0atricia dicen que ya no

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tiene sentido que lo sigan "aciendo pues no solucionan nada. No obstante,

Mercedes a6n queriendo de&ar de "acerlo, tiene miedo reincidir y 0amela siente un

deseo irrefrenable de continuar cortándose. Se sienten incapaces de parar. (sto

eidencia que la autolesión es una conducta aprendida en la que existe un

componente emocional que necesita ser regulado y frenado 9Mosquera, --:;.

Muéstrele su mueca nia

%omo se e, las ra!ones de esta forma de iolencia que per&udican al s# mismo

son comple&as, precisamente porque an más allá del acto y del indiiduo mismo.

0ues, como se deduce de los relatos, constituyen una forma de "acer frente al

dolor relacionado con las relaciones interpersonales. 0or eso, mi preocupación

constante por recuperar los significados en los que se sit6a la acción. %on estas

ideas en mente, me diri&o a la sala de la subdirección en busca de la orientadora,

la encuentro en compa+#a de una maestra, me saluda amablemente y me

presenta a quien lo acompa+a, ella es la nuea subdirectora. 3nmediatamente, le

explica la ra!ón de mi presencia 9inestigación y ob&etios;. La subdirectora,

efusiamente con o! alta y en presencia de un grupo de estudiantes me dice

maestra "ay muc"os problemas de conducta iolenta de los estudiantes, describe

casos y menciona sus nombres. Le manifiesto que "emos coordinado con laorientadora para conersar con las estudiantes. (n ese momento ingresan dos de

ellas. La subdirectora interiene1 ?&usto es de ella de la que estoy "ablando, a er 

ni+a mu$strale tu mu+eca@. La estudiante lo mira fi&amente sin "acer ning6n

moimiento. Mu$strele su mu+eca ni+aB,  repite. La estudiante se descubre la

mu+eca 9la llea cubierta con un sweater   fucsia y una cinta de colores;. ?<e

maestra, esta ni+a tan bonita pero "ay de los problemas en que se mete, pelea

por todo7 pero, lo bueno que al final siempre nos busca y a"# estamos@. La

estudiante sonr#e, le pregunto si desear#a en alg6n momento platicar conmigo,

responde que s#. La subdirectora uele a interenir1 Ay maestra estas c"amacasB

interrumpo dici$ndole a la estudiante que coordinar$ y lo llamar$ despu$s.

La estudiante a la que se refiere la subdirectora la llamar$ )abiana, tiene

actualmente catorce a+os y ie con su papá y su mamá. (llos, "ace cuatro a+os

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que llean una ida tormentosa. Se pelean continuamente por la infidelidad del

padre quien tiene un "i&o fuera del matrimonio. Al preguntarle por las marcas que

llea en las manos, )abiana dice1

(s que cuando cortamos con el c"ao, pus si me dolió muc"o, pues si oy a

ser sincera, al principio no lo tomaba en serio, y despu$s le fui tomando

cari+o y me dolió que cortara y me "ice su nombre. (s que estue triste 9se

queda callada frotando las cicatrices;. Solo me cort$. (sta C 9se+ala con su

dedo #ndice su mu+eca; la "ice cuando estábamos peleados pero luego

cuando cortamos lo "ice todo el nombre, lo "ice en mi casa con un cuc"illo,

incluso, s# com#a, pero no le tomaba sabor a la comida y casi no me

arreglaba, porque a m# me gusta arreglarme muc"o, estaba muy deprimida.

Las l#neas gruesas me "ice en distinto momentos cuando cortamos.

9)abiana;

)abiana recurre a la autolesión como un medio para canali!ar su triste!a. 8raba

en sus mu+ecas con dolor y sangre el sufrimiento que le genera la ruptura

sentimental 9er figura ;. 0aradó&icamente busca aliiar su dolor con más

sufrimiento. Dui!á, para ella es más fácil tolerar el dolor externo que ese mar de

sentimientos que se a"ogan en lo más profundo de su ser. 'espu$s de todo, lapiel de los antebra!os le permite, en cada cortada, gritar "acia fuera. Aunque,

cada cortada duele y sangra, la "erida se puede curar.

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Figura 1: Cortes en el antebrazo

Las marcas grabadas en las mu+ecas de )abiana "ablan de una serie de

episodios problemáticos. %ada corte simboli!a un "ec"o no resuelto. As# le#do, los

cortes son mensa&es dirigidos al otro para que reaccione ante el dolor interno que

no puede erbali!ar. (n cada corte manifiesta lo mal que se siente y reclama

ayuda y una me&or atención. (sto ? 9F; tiene sentido si lo emos como una

conducta aprendida, una forma de regular las propias emociones 9F;@ 9Mosquera,

--:, p. /;.

4asta aqu#, "emos isto cómo los testimonios sobre la autolesión corporal

conectan el signo autolesio con emociones como la triste!a y la rabia. (l caso

que describo a continuación alude a la canali!ación del sentimiento de culpa

tra$s de episodios autolesios.

Me lastimo para no sentirme culpa!le

 Al escuc"ar el timbre que anuncia el recreo, ba&o del segundo piso en compa+#a

de una madre de familia con quien dialogu$ aproximadamente una "ora sobre los

cortes que se inflige su "i&a. Me despido de ella. <eo en la oficina del frente a la

subdirectora y la prefecta, esta 6ltima me pregunta y a"ora a qui$n quiere que

aya a er. Menciono el nombre de la estudiante con quien preiamente nos

pusimos de acuerdo para dialogar. La prefecta dice en un ratito la traigo, cru!a el

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patio a paso ligero y sube corriendo las escaleras. (n cinco minutos

aproximadamente regresa con la estudiante que llamar$ Sof#a. La subdirectora

conersa en o! ba&a con una maestra tutora, esta se acerca y me ofrece la sala

de laboratorio diciendo ?maestra yo soy su tutora de Sof#a y puede traba&ar en el

laboratorio, enga conmigo@. Me despido de la subdirectora y doy gracias a la

prefecta. 2a en el salón, la maestra tutora dice ?2o las de&o, oy a regresar dentro

de una "ora, si sale antes me aisa para cerrar@.

Sof#a tiene / a+os, sus padres ien separados desde cuando ten#a nuee a+os.

(lla ie con su mamá, pero actualmente sus padres enfrentan una demanda de

diorcio y están disputándose la casa y los "i&os. Sof#a asiste a la )undación

%arlos Slim a recibir terapias y la ayuda de un psicólogo. (lla dice que no tiene

palabras para expresar el dolor que siente por "aber ofendido a su compa+era,

por eso se lastima, para no sentirse tan culpable. <eamos su testimonio.

2o lo "ice empe!ando las clases por problemas familiares y esta e! con el

problema de Li! me cort$ aqu# 9muestra la mu+eca;. 5engo cinco cortes. La

primera e! lo "ice para saber lo que se sent#a y porque ten#a problemas

familiares. Hueno lo "ice con Li!, ella se cortaba las piernas. (lla era mi

amiga, un d#a llegó con las piernas cortadas y ella me contaba todo, a losdemás no les dec#a nada. (lla tambi$n tiene problemas familiares. La

segunda e! me cort$ porque me sent#a mal por lo que "ab#a "ec"o, no

quer#a cargar con todo, no quer#a sentir, me sent#a muy mal con lo que "ab#a

"ec"o. Me sent#a muy mal porque todos me miraban y ayB no es que lo

di&iste, eres mala amiga, eres mala, entonces pues. 5ambi$n me sent#a mal

porque sangraba y me dol#a, pero me sent#a más aliianada. Hueno, yo dec#a

s# lo insult$, lo acepto, pero yo tambi$n me siento mal, no solamente es ella.

0ienso que ellos no e#an que yo tambi$n me siento mal, entonces me

cortaba para demostrarles que yo tambi$n me sent#a mal, que yo me

arrepiento y me siento mal porque algunos compa+eros me de&aron de

"ablar. 9Sof#a;

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Sof#a utili!a su cuerpo como medio para comunicar lo que no puede expresar con

palabras. (l corte y la sangre que emana de su cuerpo agredido son los signos

isibles del dolor que llea dentro. Siente que &unto a la sangre que emana de los

cortes, sale tambi$n, el sentimiento de culpa que no tolera y quiere desaparecer.

La necesidad de castigo que atrapa a Sof#a puede deberse a la carencia de

recursos para identificar y erbali!ar sus sentimientos y gestionarlos. (sta presión

se acumula tanto que la autolesión se conierte en álula de escape. 0ero este

fluir ? 9F; es temporal y a la e! prooca culpa, por lo que olemos a la idea del

c#rculo1 culpaJnecesidad de castigoJautolesiónJculpa por comportamiento extra+oJ

ergKen!aJtiempo de tregua yo reflexión con posible petición de ayuda y, sino la

piden, uelta a empe!ar 9F;@ 9Mosquera, --:, p. E/;.

"istoria de un tormento: las marcas #ra!adas en !razos y piernas

5ambi$n, es importante er lo que "ay detrás del discurso de las estudiantes que

"an decidido de&ar atrás las experiencias de autolesión. 0or esta ra!ón, opt$ por 

profundi!ar en la conersación que sostuimos con Li! en el grupo focal. Li!, tiene

catorce a+os. Su padre estuo en el reclusorio aproximadamente oc"o a+os. (lla

lo iba a isitar desde los cuatro a+os, primero en compa+#a de su mamá, pero esta

decidió formar un nueo "ogar. 'esde ese entonces, Li! isitaba a su padre en

compa+#a de su abuelita. 4ace un a+o que su papá recobró su libertad, le "i!o

muc"as promesas y ninguna las cumplió. Li! se siente sola y defraudada.

(n el transcurso de la entreista, "ay momentos en que Li! parec#a olidar por 

completo que estaba siendo grabada. (sta es la sensación que tue por la

naturalidad con la que me contaba su "istoria de autolesión. 0ara Li!, los cortes

son una forma de "acer isible su dolor. *n dolor que nos remite a experiencias de

sufrimiento. No tiene un recuerdo preciso de cuándo empe!ó a autolesionarse.

0ero, s# se acuerda de cómo empe!ó todo y de cómo se sent#a1

9F; aproximadamente "ace tres a cuatro meses que yo estue por primera

e! en la sub dirección porque me cortaba los bra!os y las piernas 9F; Lo

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"ac#a sola en mi cuarto, ya tiene muc"o que lo "ac#a1 seis a siete meses. La

primera e! me cort$ en las dos piernas y ya despu$s comenc$ con los

bra!os, pero, en los bra!os era rayitas una o dos 9se+ala con su dedo pulgar 

su mu+eca y "ace el ademán de cortar; pero, en las piernas me pas$. A6n

quedan las cicatrices. (n mi casa las "ice dos eces y luego aqu# en el salón.

(staba as# olteada y me "ice una cuando no "ab#a maestro. Mis

compa+eros estaban en su rela&o, no me ieron yo estaba as# olteada,

bueno primero estaba acostada y me leant$ y sent# esa ansiedad y me cort$

la pierna. 5en#a sue+o, luego se me empe!aron a enir muc"os recuerdos, y

s#, lo "ice porque me sent#a sola, porque mi papáF cuando estaba en la

cárcel me dec#a1 amos "acer las cosas &untos, te oy a llear a tal lado. 2

pues todo lo que me di&o no era erdad. 2o ya lo i todo, no cumplió. (se d#a

que me cort$ record$ que mi abuelita me di&o1 fui por el mercado y i a tu

papá con su pare&a, quise reclamarle, pero no tiene caso, ser#a darle ra!ón

de que no puedes iir sin $l. 56 debes de seguir adelante. 0ues s#, pero eso

que "aya preferido a su noia que a m#, eso fue lo que me orilló "acerme

esto. 9Li!;

La conducta autolesia de Li! es la expresión más isible del sentimiento de

triste!a que lo acongo&a y, el contexto familiar, el motor que engrana su dolor 

emocional con el dolor f#sico que siente en cada corte. Las marcas grabadas en

sus bra!os y piernas cuentan la "istoria de su tormento. (ste "ec"o, eidencia la

comple&idad de los condicionantes de las prácticas autolesias. No se puede

culpabili!ar y etiquetar a Li! como la 6nica responsable de sus sufrimientos,

puesto que más allá de su indiidualidad con comportamientos poco

conencionales o extra+os "ay un contexto que lo condiciona. Al respecto

Saucedo Camos 9-;, sostiene que no es posible comprender a las personas apartir de "ec"os yo conductas aisladas, se tiene que considerar el dinamismo, el

momento y sus interacciones con los demás.

(n tal sentido, el contexto que "a marcado profundamente la ida de Li!, está

dibu&ado en el con&unto de circunstancias que rodean su "istoria, como la

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separación de sus progenitores, el prolongado encarcelamiento de su padre, el

abandono y la carencia de afectiidad. (sa intrincada "istoria "ace que el bullir de

sus emociones, que no puede controlar ni erbali!ar, emer&an desde su interior y

estallen esparciendo sangre y más dolor.

 Afortunadamente, Li! "a comprendido que los conflictos que afronta no se

resuelen autolesionándose. Aqu#, "a sido importante la preocupación de la madre

y la ayuda que le "a brindado la orientadora. 5ambi$n, la reflexión de Li! en el

sentido que relata a continuación1

9F; ya a"ora s$ que es una tonter#a de que con cada cortada te desa"ogas,

que el dolor de las cortadas lo suples con el dolor del cora!ón y as#, pues yo

ca# en eso y comet# la tonter#a de cortarme, es una tonter#a y solo te causas

da+o y s#, se sent#a feo cada e! que me cortaba. Sent#a muc"o dolor y

ardor encima, o sea muc"o dolor de cabe!a y as#, pero bueno, con el corte

me distra#a y se me olidaba mis problemas, pero no. A"ora me desa"ogo

llorando, ya de cortarme ya no, ser#a darme otro problema más, otro dolor,

abrir otra "erida y oy a quedar marcada. 2a lo de mi papá pues ya. %omo

me di&o la maestra 9menciona el nombre de su tutora; ya $l está por su lado,

si t6 le interesaras $l te buscar#a, te "ablar#a al menos, pero ni eso, as# quepara que ocasionarme un dolor por alguien que no me quiere. (lla di&o que lo

mismo "ac#a su papá y eso no la detuo para llegar a ser profesionista. Sus

palabras me aclararon muc"as cosas, y as# pues, s# me da triste!a que mi

papá ya no me busque, pero yo debo seguir adelante y no de&arme caer por 

algo as#. 2a si $l quiere buscarme, digo adelante, pero ya deprimirme por $l,

ya no, porque lo que me "ice fue muy malo y triste a la e!. 9Li!;

(n Li! emos que los cortes son ya ep#grafes que le recuerdan su padecimiento.

Son la memoria esculpida en sus bra!os y piernas que en d#as aciagos le sirieron

de medio expresio para canali!ar emociones que no pod#a pronunciar con

palabras. La orientadora de la escuela, la madre y otros miembros de su familia

ayudaron a Li! a trocar esta "istoria de autolesiones. Cetomando a

Hronfenbrenner 9:I;, se podr#a decir que se incrementó el potencial eolutio de

-

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los entornos 9escuela y familia; que conforman el mesosistema en el que se

inserta Li!. 0ues, los comportamientos adecuados que la familia y la escuela, a

tra$s de la orientadora, demandan a Li!, sumado a la participación de esta en las

diadas y actiidades promoidas por ambos entornos, "an contribuido a que Li!

recupere la confian!a en s# misma, a tolerar la incertidumbre y a expresar 

abiertamente sus emociones.

$onclusiones

(n suma, en todos los casos de autolesión aqu# glosados subyacen factores

ambientales, cognitios, afectios y conductuales. (stos factores, seg6n als"

9%omo se citó en Mosquera, --:; &uegan de manera interrelacionada en la

eclosión de prácticas de autolesión. La dimensión ambiental alude a los factores

sociales que inciden en la manifestación de conductas de automutilación, sobre

todo en personas que proienen de "ogares disfuncionales con iencias de

maltrato f#sico y emocional. %omo "emos isto, las estudiantes que participaron en

los diálogos proienen de familias desestructuradas cuya carga familiar recae

generalmente en la madre. La ausencia del padre y la irresponsabilidad en el

cumplimiento de su rol genera sentimientos de triste!a y eno&o en sus "i&as.

5ambi$n, le&os de proteger y acompa+ar en la formación de sus "i&as, en arios delos casos, asumen el rol de ictimarios7 de este modo, proocan trastornos y

fomentan la confusión en sus "i&os, quienes al no poder expresar en libertad sus

emociones recurren a cortar su cuerpo para expresar el dolor que no lo pueden

manifestar de otro modo.

Otro componente importante es el clima que se ie en la escuela. Las peleas

frecuentes entre compa+eras y la carencia de espacios para el diálogo y la

solución pac#fica de los conflictos, "ace que las estudiantes que ya tienen serios

problemas en sus familias, desa"oguen sus emociones lacerando su propio

cuerpo. A este clima faorece las reiteradas inasistencia de los maestros, ya que el

ac#o que generan se llena con agresiones de todo tipo. 5ambi$n, las estudiantes,

aproec"an estos ac#os para infligirse con toda libertad cortes en sus bra!os y en

sus piernas.

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 Asimismo, en cada acto de autolesión subyacen componentes cognitios

importantes. Sucede que en todas las "istorias aqu# narradas yacen

interpretaciones diersas sobre los "ec"os relacionados con sus idas7 por 

e&emplo, ya no le intereso a mi noio, mi papá no se interesa por lo que me está

sucediendo o le presta más atención a mi "ermana, no entienden que yo tambi$n

sufro. 5ambi$n, &uega la generación de los episodios autolesios la creencia que

con los cortes y el fluir de la sangre sale tambi$n el dolor interno o tengo que

castigarme porque soy culpable del da+o que le caus$ a mi compa+era. (n suma,

no son capaces de encontrar otra #a para regular sus propias emociones.

(strec"amente ligada a la explicación anterior están las manifestaciones de

afectiidad. Las estudiantes responden a las tensiones emocionales agrediendo su

propio cuerpo. Mosquera 9--:; se+ala que en ocasiones las personas se

autolesionan porque tienen la necesidad de comunicar sus sentimientos y no

encuentran palabras que les permitan expresar la intensidad de su sufrimiento. (n

algunas de ellas, las emociones son demasiado intensas y dolorosas para ser 

manifestadas y no "an aprendido a identificarlas y expresarlas de manera

adecuada, tolerarlas y aceptarlas

 Asimismo, en todos los casos los episodios autolesios se producen despu$s desituaciones conflictias, sentimientos de ira, soledad y triste!a. Las estudiantes

temen manifestar abiertamente sus sentimientos y recurren a la autolesión como

medio que les ayuda a mane&ar estados de ánimo que no pueden tolerar. As#,

despu$s de cada experiencia de autolesión experimentan una extra+a

sensaciones de calma. (sta termina cuando el fantasma del conflicto uele

aparecer en sus idas. 3ngresan as# a un circulo icioso, cuyo comportamiento solo

pueden comprender con la interención de un especialista o un grupo de apoyo.

 As#, en algunos casos las relaciones de respeto y comprensión en la familia, la

escuela y la interención de especialistas "a sido clae para que las estudiantes

comprendan su "istoria de ida. 0or e&emplo, Li! cambió paulatinamente su

percepción sobre la autolesión. Al inicio lo entend#a como un asunto personal y

sus respuestas fueron irónicas, ?9F; "ac#a como que si le aliera@, explicó su

7/25/2019 El dolor de las cortadas suple el dolor del corazón

http://slidepdf.com/reader/full/el-dolor-de-las-cortadas-suple-el-dolor-del-corazon 13/13

madre. 5iempo despu$s, se+ala la estudiante ?9F; me di cuenta que me cortaba a

lo menso 9F;@ (sto eidencia que la estudiante paulatinamente construye una

nuea concepción de las autolesiones.

%e&erencias

Hronfenbrenner, *. 9:I;. La ecología del desarrollo humano. Experimentos en

entornos naturales y diseñados. (spa+a1 0aidós.

Mosquera, '. 9--:;. La autolesión: El lenguaje del dolor.  Madrid, (spa+a1

0l$yades.

Saucedo Camos, %. 9-;. La indisciplina y la iolencia en las escuelas, una

isión desde la psicolog#a cultural. (n A. )urlan, Reflexiones sore la

!iolencia en las escuelas 9pp. >GJE>;. M$xico1 Siglo PP3.

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