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El discurso académico del profesor.
Funciones de la entonación en la
conferencia universitaria
Madeleyne Bermúdez Sánchez
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© Madeleyne Bermúdez Sánchez, 2021
© Sobre la presente edición: Editorial Feijóo, 2021
Edición y corrección: Miriam Artiles Castro
Atribución-NoComercial-SinDerivadas CC BY-NC-ND
Libro arbitrado por pares académicos
ISBN 978-959-312-446-1
Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas
Carretera a Camajuaní km 5 ½, Santa Clara, Villa Clara, Cuba. CP 54830
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A la memoria del eminente fonetista cubano, Manuel Costa Sánchez, ejemplo de
investigador, sencillez y autenticidad.
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ÍNDICE
Prefacio............................................................................................................................................... 6
CAPÍTULO 1. EL ESTUDIO DE LA ENTONACIÓN EN EL DISCURSO ............................. 8
1.1. Las funciones discursivas de la entonación. Visión desde diferentes escuelas ................. 8 1.1.1. Las escuelas inglesa y francesa ....................................................................................... 9 1.1.2. La tradición hispánica .................................................................................................... 11
1.2. Entonación y estructura del discurso oral ................................................................... 14 1.2.1. Entonación y estructuración tópica del discurso. Definición de paratono .................. 16
1.2.1.1. Características acústicas de los paratonos ................................................................ 18
1.2.2. Entonación y estructura del discurso. Los estudios sobre el español coloquial .......... 19 1.2.3. Enunciados y unidades entonativas en el discurso oral ............................................... 21
1.3. La función focalizadora de la entonación .................................................................... 24 1.3.1. Formas de marcación prosódica del foco ...................................................................... 28
1.4. La función comunicativa de la entonación ................................................................... 31 1.4.1. El acto de habla y su interpretación como unidad comunicativa del discurso ............ 31 1.4.2. El significado de la entonación. Principales enfoques para el estudio de sus valores
comunicativos ........................................................................................................................... 34 1.4.2.1. El estudio de los actos de habla interaccionales (AHI) desde una perspectiva
dimensional (modal e ilocutiva) ............................................................................................ 37
1.5. El discurso académico como género. Definición y características generales ................. 42 1.5.1. La clase o lección magistral ........................................................................................... 44 1.5.2. Interfaz discurso-pragmática-prosodia en el discurso académico oral. Algunos
antecedentes .............................................................................................................................. 46 CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA PARA EL ESTUDIO DISCURSIVO DE LA
ENTONACIÓN ............................................................................................................................... 51
2.1. Del sistema al discurso en el estudio de la entonación. Un enfoque epistemológico basado
en el pensamiento de la Complejidad ................................................................................. 51
2.2. Categorías para el estudio ........................................................................................... 53 2.3.1. Técnicas para la recogida de la muestra, la conformación y el análisis del corpus .... 56
2.3.1.1. La fase perceptiva ..................................................................................................... 57
2.3.1.2. La fase acústica. Diseño del análisis experimental .................................................. 58
2.3.1.3. La fase de análisis semántico-pragmático ................................................................ 64
CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE LA ENTONACIÓN EN EL DISCURSO ACADÉMICO
DEL PROFESOR ............................................................................................................................ 66
3.1. La función demarcativa de la entonación. Su relación con la estructura jerárquica del
discurso académico oral ..................................................................................................... 66 3.1.1. El valor del tono en la delimitación de los paratonos del discurso del profesor .......... 66 3.1.2. La variación de la intensidad como rasgo demarcativo entre paratonos ..................... 71
5
3.1.3. El valor de la duración de las vocales finales y las pausas como marcas de fin de
paratonos .................................................................................................................................. 72 3.1.4. La estructura interna de los paratonos. La demarcación de los enunciados ............... 74
3.1.4.1. Valor del tono, la intensidad, la duración vocálica y las pausas en la demarcación de
los enunciados ....................................................................................................................... 76
3.1.5. La segmentación del enunciado: características acústicas de las unidades entonativas
................................................................................................................................................... 81 3.1.5.1. Los enunciados declarativos. Estructuración en unidades entonativas. ................... 82
3.1.5.2. Estructura interna de los enunciados interrogativos ................................................. 90
3.2. La función focalizadora de la entonación en el discurso académico. Formas de marcación
del foco .............................................................................................................................. 92 3.2.1. Comportamiento del tono en la marcación del foco. Niveles tonales, acentos tonales y
tonos de frontera ....................................................................................................................... 94 3.2.2. Comportamiento de la intensidad y el tiempo en la marcación del foco ...................... 99
3.3. La función comunicativa de la entonación. La expresión del significado ilocutivo-modal
de los AHI del profesor .................................................................................................... 103 3.3.1 AHI enunciativos ........................................................................................................... 104 3.3.2 AHI interrogativos ......................................................................................................... 106 3.3.3 AHI valorativos.............................................................................................................. 109 3.3.4 AHI exhortativos ........................................................................................................... 112 3.3.5 AHI apelativos ............................................................................................................... 115
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................. 118
ANEXOS ......................................................................................................................... 127
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Prefacio
En el contexto de la lingüística hispánica, las últimas décadas del siglo XX y lo que va del
XXI han significado un renacimiento en el interés científico hacia los estudios de la
entonación española y la prosodia en general.
Paulatinamente se ha superado la inercia y el desdén que impuso durante muchos años el
mito de la complejidad y la falta de sistematicidad de estos fenómenos y hoy abundan las
publicaciones y foros científicos dedicados a la descripción de los rasgos entonativos de
nuestra lengua y sus variantes geolectales.
Sin embargo, la exploración de los estudios realizados sobre entonación española actual,
permite apreciar un interés casi unánime entre los investigadores por describir solamente el
conjunto de patrones melódicos que se realizan en diferentes regiones hispanohablantes. Se
olvida, por tanto, en la mayoría de los casos, que conocer el funcionamiento de una lengua
implica ir más allá del establecimiento de sus unidades paradigmáticas, aquellas que han sido
codificadas socioculturalmente y que constituyen el sistema o código; significa indagar en el
uso que de ellas hacen los hablantes de acuerdo con las necesidades comunicativas que
emanan de su subjetividad y de las condiciones que impone cada proceso de interacción
humana.
El sistema, conjunto de unidades lingüísticas en relación de oposición distintiva y
significativa en la estructura paradigmática y codificadas socioculturalmente —tal y como lo
acuñaron a principios del siglo pasado los lingüistas praguenses— interacciona
constantemente con el uso que hacen de él los hablantes en situaciones comunicativas
concretas, en las cuales multiplica y enriquece sus formas y funciones.
Se parte en esta obra del criterio de que en una clase es de vital importancia que el alumnado
reconozca cuándo se ha iniciado un nuevo tópico o cuándo ha concluido una idea, cuándo se
trata de información nueva, relevante, aclaraciones o alusiones al propio discurso del
profesor. En su interacción con el docente el estudiante debe reconocer si este le demanda
algún tipo de información que supone conocida, o pide su opinión sobre determinado tema o
si quiere comprobar su nivel de comprensión. La linealidad del discurso oral «obligará a
quien enseña a utilizar una serie de recursos para marcar los diversos tipos de información
7
de tal modo que el auditorio, compuesto por estudiantes, perciba qué tipo de información está
recibiendo en cada momento» (Poch, 2001, p. 245).
Por tanto, en el discurso académico de la clase los fenómenos y rasgos prosódicos del habla
(entonación, tempo, pausas, etcétera) son esenciales, pues —a pesar del auge de las
tecnologías digitales y el empleo de la multimodalidad en la enseñanza— el principal medio
que emplea el docente para transmitir su mensaje, con fines esencialmente didácticos, sigue
siendo su propia voz.
El libro está estructurado en 3 capítulos: El estudio de la entonación en el discurso,
Metodología para el estudio discursivo de la entonación y Funciones de la entonación en el
discurso académico del profesor.
El CAPÍTULO 1 contiene el análisis crítico-bibliográfico de las principales publicaciones sobre
el tema estudiado, así como la definición del marco teórico de la investigación. Se inicia con
un recorrido por las diferentes concepciones sobre las funciones de la entonación en el
discurso; luego se ofrece un análisis teórico de cada dimensión funcional (funciones
demarcativa, focalizadora y comunicativa) de la entonación desde diferentes autores y
escuelas lingüísticas, hasta precisar el enfoque y aparato conceptual que se maneja en la tesis.
El CAPÍTULO 2 presenta los fundamentos epistemológicos del estudio y la metodología
empleada para el análisis de las funciones discursivas de la entonación. Se precisan las
categorías y su operacionalización, las técnicas para la recogida de la muestra y conformación
del corpus, las características de los informantes, así como los procedimientos y técnicas para
la aplicación de los métodos en cada fase de la investigación.
El CAPÍTULO 3 recoge los resultados del análisis de las funciones de la entonación en las tres
dimensiones: demarcativa, focalizadora y comunicativa. Se ofrece, además, un amplio
número de ejemplos y datos (cualitativos y cuantitativos) que comprueban e ilustran los
fenómenos discursivos descritos.
Madeleyne Bermúdez Sánchez
Santa Clara, 2020
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CAPÍTULO 1. EL ESTUDIO DE LA ENTONACIÓN EN EL DISCURSO
1.1. Las funciones discursivas de la entonación. Visión desde diferentes escuelas
Tradicionalmente, la entonación ha sido definida y estudiada como un fenómeno prosódico
dependiente de las variaciones tonales (frecuencia fundamental) al nivel del enunciado o del
discurso (Navarro Tomás, 1968; Gili Gaya, 1978; Martínez Celdrán, 1998; Cantero, 2002,
Quilis, 1993). Algunos autores (Hidalgo, 2006b, García, 1996a, 1996b), sin embargo, lo
conciben como un fenómeno acústicamente complejo, que surge de la interacción de varios
rasgos suprasegmentales (melodía, acento, duración vocálica, pausas), asociados a la
variación de tres parámetros físicos (frecuencia fundamental (F0), intensidad y tiempo). Esta
investigación se adscribe al segundo criterio, por lo que entonación se define como un
fenómeno prosódico complejo que depende de la interacción dinámica de un conjunto de
rasgos suprasegmentales relevantes en el discurso oral (García, 1996a; Hidalgo, 2006b;
Bermúdez, 2018).
Uno de los aspectos más controversiales en el estudio del suprasegmento entonativo y que
ha provocado el desinterés de muchos que se aferran a la idea de su difícil sistematización,
tiene que ver con la variedad de funciones que este cumple de manera simultánea en el
discurso. Por un lado, existen múltiples funciones vinculadas al elemento melódico y por el
otro, todas estas funciones actúan simultáneamente, lo que nos enfrenta al problema de
delimitar cuál de ellas es prioritaria en cada circunstancia (Quilis, 1981).
Algunos autores (García Riverón, 1985, 1989, 1998; Cantero y Ruiz, 2011) advierten que
estas funciones actúan interrelacionadas y se manifiestan de diferente modo, de ahí la
necesidad de filtrar una u otra función de la entonación durante el proceso de análisis y
además de filtrar, tener en cuenta la interacción de estas funciones, lo cual permite explicar
su coestructuración compleja.
En la tradición de estudios entonológicos es variada la manera en que la indagación de estas
funciones ha sido encarada y no son pocas las propuestas tipológicas, ni los modelos de
análisis, aun cuando sea posible encontrar algunas constantes. Es menester, por tanto, en aras
de tener una visión completa de este tópico y trazar una línea teórica propia que se ajuste al
análisis propuesto, realizar un bosquejo por diferentes escuelas y autores.
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1.1.1. Las escuelas inglesa y francesa
En el estudio de la funcionalidad discursiva de la entonación, la tradición inglesa (Halliday,
1967, 1985; Brazil, Coulthard y Johns, 1980; Brazil, 1997; Brown, Courrie y Kenworthy,
1980; Tench, 1990, 1996) ha tenido una actividad prolífica. Desde mediados del siglo pasado
abundan las propuestas indagatorias sobre el sistema entonativo del inglés y sus valores en
la estructuración y significación del discurso oral. Dentro de estos Halliday (1967, 1985) es
uno de los autores más citados y seguidos, al proponer un modelo que abarca la exploración
de varios niveles funcionales de la prosodia en el discurso.
Para este autor la entonación guarda un vínculo estrecho con la semántica del discurso, por
su capacidad para organizar la información. De ahí que establece la pertinencia de tres
subsistemas prosódicos que interactúan y conforman una tríada funcional: tonality, tonicity
y tone. La primera se refiere a su cualidad demarcativa de unidades de información en el
discurso, con valor semántico y gramatical; la segunda advierte sobre su capacidad para
focalizar la información relevante e indicar la secundaria; y la tercera se dirige a destacar el
valor comunicativo de la entonación al atribuir a la cláusula diferentes tipos de funciones
discursivas, de acuerdo con la intencionalidad del hablante en cada contexto.
Basándose en este modelo, Tench en trabajos posteriores (1990, 1996) realiza una propuesta
abarcadora que divide las funciones discursivas de la entonación en seis tipos, que nombra
niveles de significado o roles discursivos. Estos son: la capacidad de segmentar el discurso
en trozos, de manera que sea comprensible para el hablante (organización de la
información)1, la facultad de expresar el propósito del hablante con lo que dice (función
comunicativa), la determinación de la actitud del hablante o la expresión de estados
emocionales (función actitudinal), la delimitación de la estructura sintáctica de la cláusula
(función sintáctica), la capacidad de integrar unidades discursivas complejas que marcan el
inicio y el fin de un tópico o tema discursivo (función textual) y la capacidad de distinguir
un estilo particular de cada género discursivo (función especificadora del género).
1 Esta función incluye las categorías de tonality y tonicity de Halliday, ya que considera que organizar la
información requiere de su división en piezas y su integración en secuencias coherentes (tonality), así como
la determinación de qué información debe ser prominente dentro de cada pieza de información (tonicity), lo
cual lleva a dividir la estructura informativa en nueva (tonic) y dada.
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Asimismo, en las escuelas inglesas de Birmingham y Edinburg se propusieron
simultáneamente sendos modelos (Brazil et al, 1980; Brown et al, 1980) que sentaron las
bases para la descripción de las funciones de la entonación en la estructuración del discurso.
Partiendo de una concepción jerárquica de la estructura del discurso oral, Brazil propone tres
sistemas prosódicos (tono, clave y terminación), que utiliza para explicar el valor de la
entonación a nivel de unidades tonales y en la organización de unidades superiores:
secuencias tonales y cadenas de secuencias tonales.
Por su parte, el modelo de Brown et al (1980) —más parecido al de Halliday y Tench—,
destaca el accionar de la entonación en cinco sistemas funcionales: la expresión del
significado afectivo o actitud, la estructuración del discurso en su dimensión interactiva, la
estructuración tópica del discurso, la delimitación de la estructura informativa de la cláusula
(determinación de tema, rema y foco) y la expresión de significados intencionales o
ilocutivos.
Una mirada conclusiva a los aportes de las escuelas referidas, permite destacar dos principios
que se tomarán como base para esta investigación: la entonación tiene un nivel de actuación
en la dimensión organizadora del discurso que apunta a la estructuración semántica e
informativa de sus unidades; por otro lado, su relación con el significado del discurso permite
discretizar unidades de sentido ilocutivo y modal, bien diferenciadas a través del
comportamiento de la prosodia.
La Entomología francesa ha contribuido también sustancialmente al estudio de la entonación
discursiva. Centrados fundamentalmente en el coloquio, Morel (1995, 1997, 2002a, 2002b),
Morel y Danon-Boileau (1998) y Seonet (2002), proponen un modelo explicativo de la
grammaire de l’intonation y dan cuenta del valor de los índices suprasegmentales en la
organización del discurso oral. Dividen las funciones de la entonación en dos tipos: icónica
y convencional. La primera hace alusión a su valor demarcativo, pues «elle découpe le
continuum de la parole en constituants homogènes» y la segunda, se relaciona con la función
actitudinal. «La fonction d’expressivité est, quand à elle, iconique : elle manifeste les
émotions du sujet» (1998, p. 9).
De esta manera, dentro de los valores convencionales (objeto fundamental del estudio) de los
índices suprasegmentales señalan la indicación de los cambios de turno de habla, la
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identificación de los párrafos orales, el reagrupamiento de sus constituyentes y la indicación
de su valor informativo (tema, rema, foco), el énfasis sobre información relevante, entre
otros.
1.1.2. La tradición hispánica
A principios de la pasada centuria, Navarro Tomás (1968) realiza un estudio exhaustivo de
las funciones de la entonación en diferentes contextos discursivos y propone una tipología
entonativa abarcadora, apoyada en un análisis melódico del habla detallado y de carácter
experimental (no impresionista). Divide la entonación en cuatro tipos generales: la
entonación lógica, la entonación volitiva, la entonación emocional y la entonación
idiomática. A partir de aquí —dentro de las tres primeras— describe un conjunto de variantes
entonativas, según el comportamiento de su tonema (cadencia, anticadencia, semicadencia,
semianticadencia y suspensión), la distribución dentro de la frase y —adelantando categorías
de análisis de la pragmática— la intención comunicativa del hablante.
Por su parte, Antonio Quilis (1993) considera que la entonación es «el vehículo lingüístico
ideal para transmitir las más diversas informaciones, que, aunque en el proceso de
comunicación vayan tremendamente mezcladas, el oyente descodifica automáticamente
(…)» (p. 425). Distingue así, tres niveles funcionales de la entonación: uno lingüístico, otro
sociolingüístico y otro expresivo.
En el nivel lingüístico incluye las funciones integradora, distintiva y delimitadora. La
primera se refiere a la capacidad de la entonación de integrar secuencias de palabras en
enunciados con valor comunicativo. La función distintiva se refiere a su valor opositivo y,
por tanto, la posibilidad de distinguir entre enunciados declarativos e interrogativos
(entonación lógica de Navarro Tomás). Por último, la función delimitadora alude a su
relación con la sintaxis del enunciado, por su capacidad para distinguir diferentes tipos de
estructuras sintácticas (función demarcativa distintiva) o delimitar sus elementos
constituyentes (función demarcativa no distintiva).2
2 Tomás Navarro Tomás (1968, pp. 50-53), aunque no declara explícitamente una función demarcativa de la
entonación sí hace alusión a la manera en que las unidades melódicas permiten distinguir entre las partes de
la frase: prótasis y apódosis, subordinante y subordinada, elementos de una enumeración, elementos
coordinados, etcétera.
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En el nivel expresivo llama la atención sobre la modificación acústica de los patrones
comunicativos básicos (enunciativos e interrogativos) que dan lugar a variantes expresivas
como la afirmación enfática, la pregunta pronominal enfática, con matiz de cortesía, la
pregunta reiterativa, confirmativa, imperativa y la exclamación.
El nivel sociolingüístico (en parte coincidente con la entonación idiomática de Navarro
Tomás) refiere la relación de los rasgos entonativos con las características individuales y
sociales de los hablantes, como el origen geográfico, el medio social y el grado de cultura.
Otro entonólogo español, Cantero Serena (2002), propone una tipología de las funciones
entonativas que sostiene varios de los tipos señalados por Quilis, pero reorganiza las
dimensiones o niveles funcionales en general. Este autor distingue entre entonación
prelingüística, referida las funciones demarcativa, integradora, focalizadora e idiomática;
entonación lingüística, que atribuye al suprasegmento un significado estrictamente
fonológico distintivo (no conceptual, semántico, ni pragmático); y entonación
paralingüística (fonoestilística), donde incluye la información expresiva o afectivo-
emocional, volitiva y pragmática; para el autor, parcialmente convencionales y, por tanto,
no sistematizables en la lengua.
En un trabajo posterior, Cantero y Ruiz (2011), propugnan el carácter complejo de la
entonación discursiva, dadas las diferentes dimensiones de su funcionalidad y deslindan
aquellas funciones que pertenecen al código, por su autonomía y estabilidad y las que no
forman sistema por su carácter variable y dependiente del contexto. Aquí incluyen dentro de
la entonación paralingüística, la expresión de las emociones y la afectividad (entonación
emocional para Tomás Navarro Tomás), la entonación de foco y la entonación de cortesía
(coincidente con la entonación volitiva de Navarro Tomás).3
Otra de las propuestas de la tradición hispánica es la de Hidalgo Navarro (1997, 1998, 2000,
2001, 2006a, 2006b, 2016), quien organiza las funciones de la entonación en dos niveles:
sintagmático (entonación prelingüística y paralingüística [entonación de foco] de Cantero) y
3 Para Cantero y Ruiz (2011), estas funciones no forman parte del código de la lengua por su carácter dinámico
y variable según el contexto, sin embargo, conforman códigos semiestables para determinadas comunidades
de hablantes. En su terminología «códigos sociolingüísticos».
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paradigmático (entonación lingüística y paralingüística [entonación emocional y valores
pragmáticos).
En el eje sintagmático la prosodia permite delimitar grupos de entonación (función
demarcativa e integradora); tales grupos se identifican en la unidad subacto (2006a). En el
eje paradigmático, la combinación de subactos deriva en la unidad acto, curva entonativa
asociada a un valor comunicativo adecuado al contexto.
Asimismo, para este autor los actos adquieren valores comunicativos neutrales conmutables
como la aseveración, interrogación y volición (Función Modal Primaria)4. Por otro lado,
también se oponen por su valor pragmático y expresivo, ligado a la subjetividad del hablante
y al contexto (Función Modal Secundaria).
Como puede apreciarse, en la lingüística hispánica subayace la idea global de que la
entonación tiene funciones que apuntan a la estructuración del discurso (función
demarcativa-integradora) y a su significación (función distintiva, expresiva, lingüística o
paralingüística). Con respecto a la función lingüística, coinciden los autores en atribuirle un
nivel de significación primario, de carácter lógico, objetivo y opositivo, que permite
distinguir entre la enunciación, la interrogación y en algunos casos, la volición. Y, por otro
lado, se reconoce un valor expresivo, relacionado con la subjetividad del hablante y sus
intenciones en un contexto comunicativo concreto (función pragmática), pero de difícil
sistematización y, por tanto, perteneciente a una dimensión no lingüística.
Otra mirada a estos fenómenos apunta, sin embargo, un grado de sistematización de los
significados entonativos (modales, ilocutivos o pertenecientes al plano de lo emotivo o
afectivo) en la lengua y en el discurso. Para García Riverón el estudio de los valores
comunicativos requiere de la asunción de un enfoque complejo, «una perspectiva más amplia,
que tenga en cuenta durante la pesquisa los diferentes medios de expresión de la lengua (…)
y sus posibles interacciones» (2005, p. 157). 5
Según García Riverón (1985, 1996a, 1998), las funciones entonativas se organizan —y en
esto coincide Hidalgo— en los ejes sintagmático y paradigmático de la lengua. Incluye el
4 Estos valores coinciden con la entonación lógica de Navarro (1968), la función lingüística distintiva de
Quilis (1993) y la entonación lingüística de Cantero (2002). 5Un análisis más exhaustivo sobre el enfoque del modelo cubano con respecto al estudio del significado de la
entonación se desarrolla en un epígrafe posterior. (1.4. La función comunicativa de la entonación).
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valor organizador de la información del enunciado y el discurso (determinación de tema,
rema, focalización o actualización) en el primero; y en el eje paradigmático, estudia las
funciones semántico-pragmáticas atribuibles a la entonación, ya sea de manera autónoma o
resultado de los procesos de interacción semiótica que se suceden en el discurso. Describe
así, dieciocho unidades entonativas del sistema cubano, cuyos significados contribuyen a
formar unidades de sentido (modal, ilocutivo) recurrentes en el discurso: enunciación neutral
(con advertencia, con obviedad, con ruego), interrogación total (con asombro, de
corroboración), interrogación parcial (categórica), interrogación con incógnita omitida, no
conclusión (enumerativa, causal), expresión de gran cantidad y vocativo (llamada a
distancia).
Teniendo en cuenta las propuestas teóricas sobre el tema y ajustados a los propósitos de esta
investigación, se analizarán las funciones entonativas en ambos ejes: sintagmático y
paradigmático. Para el estudio del primero, se tomarán como base los criterios acerca del
valor estructurador de la entonación a nivel textual, en la demarcación de los tópicos y
enunciados del discurso; a nivel del enunciado, en la integración de sus constituyentes
informativos, fundamentalmente en la marcación del foco. En el eje paradigmático se
analizará el significado semántico-pragmático de la entonación académica en base a su
capacidad para formar actos de habla interaccionales, unidades de sentido (ilocutivo y modal)
que se realizan de manera recurrente y estable en situaciones comunicativas concretas de este
tipo de discurso.
De manera que, en los subsiguientes epígrafes se ahondará en las categorías para el estudio
de la entonación en las dos dimensiones: estructuradora y significativa.
1.2. Entonación y estructura del discurso oral
Uno de los valores que está presente en la mayoría de las tipologías al uso acerca de la
funcionalidad discursiva de la entonación es, precisamente, su poder para segmentar el
discurso en unidades de habla coherentes y agruparlos según valor semántico e informativo
dentro de este. Los estudios sobre el tema se han movido desde la indagación a nivel de la
sintaxis y la estructura informativa del enunciado (o la cláusula) hasta su incidencia en la
conformación de unidades superiores, supraenunciativas y, por tanto, en la organización de
los tópicos del discurso.
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La escuela de La Sorbonne ha sido prolija en el estudio sobre la función estructuradora de la
entonación. Su modelo se basa fundamentalmente en demostrar el valor demarcativo de los
índices suprasegmentales en la estructuración interna de una unidad del discurso que
nombran parágrafo oral (Morel y Boileau, 1998).
Chaque paragraphe se compose à son tour d’un ou plusieurs constituants. Un
paragraphe comprend au moins un rhème. Ce rhème est régulièrment, en français,
précédé d’un ou plusiers préambules, qui sont des segments à valeur thématique et
modale. De plus le paragraphe, dans certain condition, être de structure ternaire: le
rhème est alors suivi d’un postrhème (p. 21).
Para estudiar el valor demarcativo de la prosodia parten de la medición y explicación del
valor de F0, intensidad, duración y las pausas de silencio y a cada uno atribuyen funciones
discursivas específicas: inicio o fin de parágrafo, cambios de turno, relación entre las partes
informativas de un parágrafo, etcétera.6
En el caso del inglés, varios autores han estudiado la relación de los suprasegmentos con la
estructura interna de los enunciados. En Pierrehumbert y Hirschberg (1990) se asocian dos
rasgos entonativos (acento tonal y acento de frase) con la determinación de los constituyentes
de la cláusula. Por su parte, Tench (1990, 1996) le atribuye a la entonación un poder
desambiguador de estructuras sintácticas con unidades léxicas similares, por lo que permite
distinguir entre cláusulas transitivas e intransitivas, simples o compuestas, relativas
restrictivas o no restrictivas, el valor de los argumentos, etcétera.
Con respecto a la relación entre entonación y sintaxis en español, se insiste en destacar que
la entonación «delimita los enunciados y segmenta el continuum del discurso en un
determinado número de unidades, por razones fisiológicas, por razones de la compresión del
mensaje (…) o por motivos lingüísticos» (Quilis, 1981, p. 377 y ss.). En este sentido, en
algunas investigaciones (Quilis, 1993; Pamies y Amorós, 2005; Mora, Domínguez y
Martínez, 2009; Cabedo, 2011; Teira e Igoa, 2011; Domínguez, Martínez y Mora, 2015) se
6Para interpretar los datos acústicos obtenidos se identifica el registro entonativo de cada locutor a partir de
una media tonal entre el punto más alto (niveau 4) y el punto más bajo (niveau 1). Luego se trazan dos
niveles intermedios (2 y 3). De manera que quedan 4 niveles tonales: una franja alta (por encima de la media
tonal), que incluye los niveles 3 y 4; y una franja baja (por debajo de la media tonal), que incluye los niveles
1 y 2.
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reconoce el valor de la entonación para distinguir diferentes tipos de enunciados o sus
constituyentes sintáctico-semánticos internos.
En estos trabajos se analiza la relación entre entonación y estructura de la cláusula o
enunciado, su delimitación y constituyentes internos. Sin embargo, en un trabajo reciente,
Fernández y Martínez (2017) demuestran el valor de la F0 para distinguir entre el discurso
reportado (con estilo directo e indirecto) y el discurso no reportado del español de Mérida.
Una peculiaridad de este estudio ―no frecuente en los estudios hispánicos― es el interés por
comparar los reportes con los fragmentos previos y posteriores, de donde se deriva un poder
demarcativo de la prosodia a nivel supraenunciativo, al permitir establecer los límites entre
el reporte y el discurso propio del hablante.
Otro nivel de análisis corresponde al poder de la entonación para delimitar estructuras que
desarrollan un tópico o tema del discurso. Son unidades conformadas por una concatenación
de enunciados, de cuya organización interna y delimitación dan cuenta recursos léxicos,
morfosintácticos y también prosódicos.
1.2.1. Entonación y estructuración tópica del discurso. Definición de paratono
La evolución de los estudios británicos y franceses sobre el valor segmentador de la prosodia
en relación con el criterio de jerarquía de las unidades de habla en el discurso, conduce a la
definición de una unidad intermedia entre el enunciado y el texto, el paratono, secuencia tonal
o parágrafo oral, según sea el término empleado en cada escuela. El estudio de estas unidades
se ha realizado fundamentalmente en el ámbito del discurso coloquial, en los niveles
interactivos (de coenunciación) y monológicos. A los propósitos de este trabajo conviene
abordarlo fundamentalmente —en un primer análisis— desde la perspectiva del emisor.
En la lingüística inglesa se desarrollan paralelamente dos modelos para el estudio de la
entonación y la estructura textual: uno en la escuela de Birmingham (Brazil et al., 1980) y
otro en la escuela de Edinburgh (Brown et al., 1980). Sin embargo, es este último modelo el
que más claramente estudia las funciones de la prosodia en la delimitación del paratono como
unidad tópica.
Según su propuesta, los niveles tonales, la intensidad, las pausas y algunos elementos léxicos
y expresiones contribuyen a organizar la secuencia de tópicos y subtópicos que se abordan
en paratonos «a short sequence of units beginning with a stressed peak high in the speaker’s
17
voice range (…) It seems to us clear that these do reflect the speaker´s organisation of the
discourse into subtopics related to the main ongoing topic» (Brown et al., 1980, p. 26).
En esta definición se alude al tópico o tema global, entendido como aquello de lo que trata
un texto o una parte de este (van Dijk, 1985, 1996; Brown y Yule, 1993). Es necesario
distinguir esta categoría del tópico o tema de la cláusula o enunciado, que será analizada en
la función focalizadora. El tópico o tema del enunciado es una unidad dentro de su estructura
informativa; el tópico discursivo refleja las diferentes contribuciones de los enunciados al
discurso y su coherencia, analizable en estructuras de nivel superior como paratonos o todo
el texto. Sin embargo, estas se deben ver relacionadas, pues la elección de los enunciados
está condicionada por la significación global. Como afirman Tomlin et al. (1997): «(…) el
tema del nivel clausal es de algún modo un reflejo local de alguna unidad discursiva del nivel
superior» (p. 142).
Ahora, los rasgos que se analizan en el modelo de Edinburg para el estudio prosódico del
discurso son:
Clave (Key): En esencia, su definición coincide con la de Brazil et al. (1980, p. 38). Nivel
tonal de la unidad con respecto al rango tonal del hablante, que se percibe sobre la sílaba
tónica inicial.
Contorno (Contour): Representa la variación del tono al interior de la unidad tonal y
distinguen tres tipos (p. 63): contorno neutral (con cimas de prominencia equivalentes;
aparece en posiciones no iniciales y no finales de paratono); contorno inicial (marcado por
una elevación del tono en el primer pico, usado para marcar el inicio de un tópico o un
subtópico) y contorno final (máxima altura o movimiento sobre la cima final de la unidad
tonal).
Altura tonal (Pitch height): Nivel tonal con respecto a la media del hablante. Puede ser
elevado (boost); cima (peak); disminuido o bajo (depress).
Tono terminal (Teminal-tone): Movimiento del tono al final de la unidad. Puede ser bajo o
no bajo.
Para medir el valor de estas categorías se traza una media del rango tonal del hablante entre
los dos extremos (el nivel tonal más alto y el nivel tonal más bajo). Luego se hallan dos
18
niveles intermedios entre el nivel más bajo y la media (nivel 1) y entre el nivel más alto y la
media (nivel 2). Así, el nivel 1 representa el tono bajo (por debajo de la media) y el nivel 2,
un nivel tonal por encima de la media. La línea tonal del hablante puede acercarse también a
los niveles extremos (peak) con diferentes valores discursivos.
1.2.1.1. Características acústicas de los paratonos
El paratono, como articulación prosódica, representa la organización del discurso del
hablante en «unidades discursivas, que se agrupan alrededor de un tópico y se demarcan en
el habla a través de indicadores prosódicos» (Tench, 1996, p. 23).
Lehiste (1979) realiza los primeros estudios sobre la estructura prosódica de estas unidades
complejas del discurso (parágrafos fonológicos en su terminología) y sobre la percepción de
sus límites. Así, define como estructura paragráfica típica una sílaba inicial en tono alto y un
nivel tonal también alto para la unidad entonativa inicial; descenso gradual del tono sobre las
unidades entonativas sucesivas.
Según Brown y Yule (1993), al comienzo de un paratono el hablante emplea una expresión
introductoria para anunciar aquello de lo que va a hablar. Hace esta expresión
fonológicamente prominente. El final de un paratono puede venir marcado por un tono
descendente, pérdida de amplitud (intensidad) y una pausa prolongada.
Se distinguen prosódicamente, también, paratonos mayores, que siguen a una pausa tópica
(prolongada) y se caracterizan por cimas elevadas, y paratonos menores que siguen a una
pausa de contorno (breve) y pueden comenzar con cimas tonales bajas (Brown et al., 1980).7
El final de un tópico aparece, así, marcado por una disminución del rango tonal del hablante,
(consúltese también Pierrehumbert y Hischberg, 1990) por la prolongación de la pausa, el
descenso de la intensidad y también por una disminución del tiempo de la última unidad
(Tench, 1996).
Por otra parte, según Brown y Yule (1993) en la delimitación de los tópicos discursivos el
proceso que debe seguirse no es el de definir lo tópico, sino el de describir aquello que se
7Partiendo de esta teoría Couper-Kulen (1983) introduce los conceptos de macroparatono y microparatono
(coincidente con paratono mayor y paratono menor). El primero con inicio alto, se cierra con uno o más
tonos bajos y normalmente va acompañado por un núcleo descendente en el rango tonal del hablante; a
menudo desciende la intensidad y hay pausa prolongada. El microparatono tiene un comienzo alto, medio o
bajo y tono bajo final, pero no necesariamente con núcleo descendente (Tench, 1990, p. 403).
19
reconoce como cambio de tópico: entre dos fragmentos de discurso que posean dos tópicos
diferentes, debe haber algún punto que marque el cambio de un tópico al siguiente.
Con respecto a los medios de expresión formales que indican cambios de tópico en el caso
del paratono, se refieren al empleo de una expresión introductoria para anunciar aquello de
lo que se pretende hablar (topicalización), acompañada de una clave tonal inicial alta. Por
tanto, cuando el hablante cambia de asunto, el tono de las cimas (sílabas tónicas iniciales de
cada unidad entonativa) y la línea de base ascienden.
En resumen, la escuela de Edinburg define el paratono como unidad supraenunciativa que
permite organizar el discurso en tópicos y subtópicos, cuyas marcas prosódicas de
delimitación están dadas por el comportamiento del nivel tonal del hablante con respecto a
su rango tonal, la intensidad y la duración de las pausas. Así, el inicio de un tópico se marca
por niveles tonales altos en las sílabas tónicas iniciales; los finales se expresan por un
descenso del nivel tonal, pérdida de intensidad y el uso de pausas prolongadas (fin de
paratonos mayores) o medias (fin de paratonos menores).
1.2.2. Entonación y estructura del discurso. Los estudios sobre el español coloquial
En el estudio de la entonación española son aún escasos los intentos por explicar las funciones
de la prosodia más allá del enunciado o la cláusula. Entre los pocos existentes es, sin
embargo, justo resaltar los trabajos de Hidalgo Navarro (1997, 2001, 2006a) sobre el valor
estructurador de la entonación en el coloquio. Este autor distingue dos niveles de análisis: el
DIALÓGICO, dentro del cual analiza unidades como el diálogo (como unidad máxima), el
intercambio (sucesión de intervenciones), la intervención (unidad dialogal mínima); y el
MONOLÓGICO, que, partiendo de la intervención como unidad máxima, es segmentada en
enunciados o actos y unidades tonales o subactos.
Además, siguiendo a Brown et al. (1980) y Tench (1990, 1996), reconoce un nivel de
actuación demarcativa de la prosodia más allá de la intervención, a la que llama función
discursivo-textual y que se ocupa de la delimitación de unidades tópicas del discurso, los
paratonos.
Tomando como base, en parte, los modelos de las escuelas de Edinburg y la Sorbonne,
propone un estudio discursivo de la entonación basado en el nivel tonal del hablante con
respecto a la media, la desviación tonal al final de la unidad entonativa, y las pausas como
criterios demarcativos fundamentales de las unidades del discurso oral.
20
Se trata de encontrar diversas claves prosódicas con valor demarcativo que actúan en la
conformación de las unidades de habla (grupos de entonación, enunciados y paratonos). Así,
partiendo del criterio de jerarquía discursiva (Pike, 1945; Halliday, 1967, Brown et al., 1980;
Tench, 1990) toma como unidades de habla las siguientes (Hidalgo, 1997, p. 80-81):
Unidad tonal (grupo de entonación). Delimitada por sílaba tónica nuclear y por
pausa, es decir, unidades definidas por pausa (UDP).
Enunciado: Delimitado por pausa y la presencia de una función ilocutiva.
Paratonos: Delimitado por tonos terminales bajos, pausa prolongada, con
alargamiento de sílaba prepausal y pérdida ostensible de amplitud. Desarrolla un
tópico discursivo y puede aparecer opcionalmente iniciado con expresión tópica en
clave alta o cerrado con expresión tópica final en tono bajo.
El análisis de las marcas prosódicas con valor demarcativo (1997) le permitió arribar a las
siguientes conclusiones:
1. En el español coloquial la pausa demarcativa del paratono es de duración larga,
aunque existen comportamientos desviantes motivados por la relación semántica
entre los tópicos, la irrupción de un nuevo interlocutor o la irrupción de factores
extralingüísticos que interrumpen el tópico.
2. Los paratonos se demarcan a través de un sistema de clave alta y terminación baja
de F0, aunque puede haber casos desviantes por razones expresivas o enfáticas.
3. La pausa no constituye un factor determinante en la delimitación de la unidad
enunciado.
4. La F0 final de los enunciados aseverativos finales o no finales de turno resulta
ligeramente inferior a los rangos tonales. En los enunciados interrogativos absolutos
predominan los finales superiores y en los parciales los inferiores.
5. El comportamiento de F0 final de la unidad enunciado es menos precisa que la del
paratono.
Claramente se trata de un estudio del discurso coloquial que no parte de un sistema de
unidades entonativas previamente definido con criterios semántico-pragmáticos, de ahí la
naturaleza de algunas de sus conclusiones. El valor final del enunciado lógicamente no puede
ser regular, pues va a depender de su fuerza ilocutiva, la elección de la unidad entonativa que
21
lo cierra y la dirección de su tonema. Por otro lado, el nivel tonal de cierre de una unidad va
a depender de su posición en la estructura sintagmática (ya sea final o interior de paratono)
y no de la inflexión final.
Por último, este modelo, aun cuando se basa en el sistema de análisis discursivo del nivel
tonal con respecto al registro tonal del hablante, solo establece una media entre los puntos
máximo y mínimo y no establece niveles intermedios, por lo que quedan fuera de la
descripción variaciones tonales que pudieran tener diferentes comportamientos y valores en
la estructuración del discurso, como la diferencia entre el nivel tonal bajo de final de paratono
y final de enunciado y los diferentes niveles de anticadencia.
A pesar de esto, en un trabajo posterior de Hidalgo (2006a) se desarrollan ideas importantes
sobre el poder estructurador de la prosodia sobre las cuales se indagará en esta investigación:
a través de la entonación el hablante indica al oyente cuál es la información relevante de entre
el continuum discursivo; el hablante minimiza prosódicamente lo que no resulta pertinente a
la situación discursiva (se articula parentéticamente, en tono más grave e intensidad más
baja); el hablante marca prosódicamente los cambios temáticos, ya sean matizaciones
derivadas de temas previos, ya sean temas completamente (p. 31).
Como se ha visto, el análisis demarcativo de la entonación parte, en principio, de un poder
estructurador de la organización jerárquica del discurso, criterio que se tomará en cuenta para
su estudio en el discurso académico. Así, el texto se conforma de paratonos, estos a su vez
de enunciados y estos últimos, de unidades de entonación. Los criterios demarcativos de las
unidades tópicas del discurso (paratonos) han quedado claros en este epígrafe; conviene
ahora definir las categorías enunciado y unidad entonativa.
1.2.3. Enunciados y unidades entonativas en el discurso oral
La categoría de enunciado contribuye a explicar los elementos lingüísticos en cuanto a su
capacidad para formar unidades comunicativas. Primeramente, en el ámbito de la filosofía
del lenguaje, la gramática y la pragmática, se le definía por oposición a la oración, en tanto
esta última se consideraba una unidad de la lengua, abstracta, independiente del uso y de los
hablantes y frente a ella, el enunciado se definía como una unidad de significado contextual:
«(…) actualización de una oración, unidad del discurso, emitida por un hablante concreto en
una situación concreta» (Escandell, 1993, p. 33).
22
Sin embargo, definiciones posteriores han insistido en apuntar el carácter no oracional de
esta unidad, teniendo en cuenta que cualquier secuencia lingüística producida por un hablante
específico puede alcanzar un significado ilocutivo en una situación comunicativa concreta
(Herrero, 1997).
Como unidad del discurso oral resultan pertinentes aquellas definiciones que lo analizan en
su doble condición de estructura comunicativa y prosódica. Así, cuando se alude a la función
integradora de la entonación se hace referencia precisamente a su capacidad de transformar
palabras de unidades apelativas en unidades comunicativas, esto es, enunciados. Es decir,
«cada palabra, o sucesión de palabras, se convierte automáticamente en un enunciado cuando
se pronuncia con una cierta forma de entonación» (Quilis, 1993, p. 426).
En esta investigación se parte de la definición que maneja Hidalgo (1997) para quien el
enunciado es «una unidad comunicativa mínima, producida en un contexto real, por un
hablante específico y con una intención comunicativa precisa» (p. 26). Este posee dos rasgos
distintivos: comunicatividad (información que brindan los rasgos lingüísticos del enunciado
en interacción con los elementos contextuales) y rasgos prosódicos (patrón melódico con el
que interactúa y presencia de pausa).
En un trabajo posterior introduce este autor la categoría de acto (Hidalgo, 2006a) y lo define
como «unidad estructural monologal inmediatamente inferior a la intervención, con
capacidad para ser aislable en un contexto dado» (p. 138). Sus rasgos identificativos son —
de ahí su equivalencia con el enunciado—: un valor modal completo, una única función
ilocutiva específica y una unidad melódica, ya que su curva entonativa resulta completa en
sí misma.
Para este autor cada acto se divide en subactos y estos últimos coinciden con los grupos de
entonación, de modo que la prosodia es índice seguro para la segmentación de un acto en dos
o más subactos. El grupo de entonación es, pues, el segmento mínimo del habla reconocible
en la conversación.
Es así que se llega a las unidades prosódicas mínimas del discurso, las unidades entonativas,
también nombradas grupos de entonación, curvas de entonación, grupo fónico, unidad tonal,
patrones entonativos, etcétera. Estas unidades han sido definidas siguiendo criterios formales
23
(pausas e inflexiones de la voz) o semántico-pragmáticos (por su valor comunicativo en un
contexto dado).
Para Navarro Tomás (1968) la unidad melódica se define —pensamiento superior incluso a
posturas posteriores— por su naturaleza acústica y semántica, pues es la «porción mínima
del discurso con forma musical determinada, siendo al propio tiempo una parte por sí misma
significativa dentro del sentido total de la oración» (p. 38).
Los límites de la unidad melódica coinciden en español con los del grupo fónico,
tradicionalmente segmentado por pausas. Sin embargo, apunta el propio autor que las
divisiones entre estos grupos no van siempre marcadas por verdaderas pausas, sino que el
paso de una unidad a otra se manifiesta solamente por la depresión de la intensidad, por el
retardamiento de la articulación y por el cambio más o menos brusco de la altura musical.
Basándose en este criterio Quilis (1993) distingue entre grupos fónicos (porción del discurso
comprendida entre dos pausas) y grupos de entonación (parte del discurso comprendida entre
pausas o inflexiones de la voz).
Por último, desde la visión de García Riverón (1996a, 1998, 2005), las unidades entonativas
tienen una naturaleza acústica y significativa (concepción semejante a la de Navarrro), en
tanto son unidades con valor opositivo y distintivo en la lengua y a las cuales —como se
expresó anteriormente— puede atribuírseles significados relativamente estables y autónomos
o dependientes de procesos de interacción con otros medios semióticos de expresión en el
discurso.
De manera que, García Riverón (1996a, 1998) propone la discretización de unidades
entonativas o entonemas, entendidas como unidades acústicas mínimas, segmentables en el
discurso, que comportan un haz de rasgos distintivos, que les permiten tener una proyección
paradigmática (a través de oposiciones fonológicas), aunque se realizan en el eje
sintagmático.
Distingue esta autora entre entonemas (unidades entonativas que al conmutarse aportan
nuevos significados al enunciado, pero surgen de oposiciones semánticas incompatibles en
un mismo contexto discursivo); variantes de entonema (unidades entonativas que introducen
nuevos significados al ser conmutadas en el mismo contexto, pero sin romper la lógica del
24
discurso); y realizaciones de entonema (unidades entonativas, cuya conmutación no tiene
valor distintivo, pues no introducen cambio de significado).
Teniendo en cuenta que al emplearse estas unidades en los distintos discursos, suelen
producirse realizaciones acústicas diferentes, se introduce la categoría de realizaciones
discursivas8 para hacer referencia a unidades entonativas recurrentes y estables en
determinado tipo de discurso, con estructuras acústicas diferentes de las canónicas y el mismo
significado.
A modo de resumen, puede notarse que en el estudio de la entonación uno de sus valores más
citados y explorados ha sido su poder demarcativo y estructurador del discurso, por su
capacidad de segmentar —ya sea por pausas, inflexiones tonales o acentos— el continuum
de habla en unidades mínimas (unidades entonativas) que comportan una estructura melódica
y constituyen a su vez, segmentos informativos y semánticos. Asimismo, la integración de
estas unidades permite conformar estructuras más complejas con valor semántico y
comunicativo, como los enunciados y paratonos.
1.3. La función focalizadora de la entonación
Otra de las funciones que se le atribuye a la entonación es la de destacar a través de
determinadas prominencias —tonales, acentuales, de tiempo— la información más relevante
dentro del enunciado o el discurso, considerada dentro de la teoría sobre la estructura
informativa, como foco.
Es en la Escuela de Praga donde se hicieron las primeras contribuciones teóricas a la
definición de las unidades informativas de la oración, introduciendo nociones como
perspectiva funcional de la oración y funciones informativas. Vilém Mathesius (1964), al
referirse a la división actual (según su criterio, diferente de la división formal) de la oración,
advierte que esta se compone de un punto de partida o fundamento, o sea, todo aquello que
es conocido o presupuesto en una situación dada (tema) y el núcleo (rema), todo lo que el
hablante informa sobre el punto de partida. Ambas funciones forman parte de lo que se
denomina estructura informativa de la oración, cuyo estudio es asumido con fuerza
8 Estas realizaciones pueden ser de entonemas o de variantes de entonema, siempre que se trate de curvas
fonéticamente diferentes, pero con el mismo significado. Esta investigación arrojó realizaciones discursivas
de los entonemas de enunciación neutral, no conclusión e interrogación neutral que se repiten en el discurso
académico, como se analizará en el epígrafe 3.1.5.
25
posteriormente por la gramática funcionalista (Dik, 1978; Givón, 1990). Partiendo de estas
consideraciones, Dik (1978) define la existencia de tres niveles funcionales en la oración: las
funciones semánticas (agente, meta, receptor, etcétera.), las funciones sintácticas (sujeto,
objeto) y las funciones informativas (tema-apéndice, tópico-foco).
El análisis de las funciones informativas representa una organización motivada por la
adecuación del hablante a su interlocutor, ya que involucra las necesidades informativas del
oyente. En este sentido, Jiménez (1986) y Gutiérrez (1997) señalan que todo mensaje está
fabricado y ordenado en función de lo que el emisor piense que el destinatario necesita saber,
por lo que la estructura informativa representa una forma superior de organización del
enunciado destinada a satisfacer las necesidades informativas del que escucha. Con similar
concepción, Lambrecht (1994) define la estructura de la información como «[el] componente
de la gramática en el cual las proposiciones (en cuanto representaciones de un estado de
cosas) se equiparan con estructuras léxico-gramaticales, según los estados mentales de los
interlocutores, quienes usan e interpretan tales estructuras como unidades de información en
contextos discursivos dados» (como se citó en Morales, 2010, p. 6).
Con respecto a las unidades que conforman la estructura informativa, en consonancia con los
postulados de Mathesius (1964), otras escuelas y autores sostienen la existencia de la
dicotomía entre la información conocida o presupuesta y la información nueva (nombradas
con diversidad terminológica tema/rema, soporte/aporte, tópico/comentario, presuposición/
foco o tópico foco).
Para Halliday (1967, 1985) —criterio que se sigue en esta investigación—, el tema es el
elemento acerca del cual predica el resto de la cláusula (información conocida o dada). En
cuanto al rema, lo define como información nueva o desconocida.9
Zubizarreta (1999), por otra parte, establece dos dicotomías diferentes: tema/comentario y
presuposición/foco. La primera queda definida según el enfoque tradicional de la estructura
lógica de la oración: el tema es «aquello de lo cual trata la oración» y el comentario es «lo
que se dice sobre el tema» (p. 4218). En cambio, la distinción presuposición/foco, alude a la
9 Gutiérrez (1997), siguiendo a Mendenhall (1990), adopta los términos soporte y aporte para referirse también
a la distinción entre la información conocida y la información novedosa.
26
información conocida o presupuesta y la nueva, no presupuesta o no compartida por los
interlocutores (tema y rema en la terminología de Halliday).
Otra unidad dentro de la estructura informativa es el foco, elemento puesto de relieve con
respecto al resto de la oración; este se ha visto tradicionalmente asociado a la información
nueva, por considerarse informativamente más relevante. Así, dentro de la lingüística inglesa
(Halliday, 1967, 1985; Brown et al., 1980; Tench, 1990) el foco coincide con lo nuevo, en el
sentido de que aquella información que el hablante presenta como una parte no recuperable
del discurso precedente. En las estructuras no marcadas (foco neutro), la última palabra en el
grupo tonal se considera marcada como nueva por el tonic (acento nuclear). En los casos
marcados, el tonic aparece en otras sílabas de la cláusula y el resto de la información es
considerada como dada.
Teniendo en cuenta la extensión, se distingue entre 2 tipos de foco: foco ancho (broad focus),
y foco estrecho (narrow focus). El primero se presenta cuando toda la unidad entonativa
puede ser considerada información nueva y, por tanto, el foco es neutro; el segundo, cuando
alguna unidad no final es resaltada como nueva y el resto se considera como información
conocida, por lo que se trata de estructuras marcadas por la focalización (Ladd, 1980; Tench,
1990).
Zubizarreta (1999), al igual que otros autores (Halliday, 1967; Kalustova, 1984; García,
1985, 1987, 1998; Tench, 1990; Stopar, 1917) y teniendo en cuenta el contexto, distingue
entre dos tipos de foco: el foco informativo o neutro y el foco contrastivo. El primero es el
que se relaciona con la parte más informativa de la oración, es decir, el rema. Este se
identifica a través de una pregunta previa que permite identificar el alcance del foco (si se
trata de todo el enunciado, un constituyente o una palabra)10. La focalización contrastiva11, en
10 Cfr. en García Riverón 1998, reseña del trabajo de O. M. Kalustova sobre el papel de las estructuras
sintácticas en la expresión de énfasis sintagmáticos, comunicativos y contrastivos. 11 El foco contrastivo se analiza aquí como negación de una presuposición en contextos asertivos. Por ejemplo:
El gato se comió un ratón (no un canario). En los enunciados interrogativos inquisitivos García Riverón
(1985) distingue dos planos de análisis: el plano vertical, compuesto por los elementos que conforman la
estructura de la incógnita, entre los cuales se establece una relación paradigmática y el plano horizontal,
compuesto por los elementos conocidos del enunciado. Para la autora, los elementos del plano horizontal
pueden ser actualizados (o focalizados) contrastivamente en determinadas situaciones comunicativas. Por
ejemplo, si se tienen tres tipos de mermelada y se pregunta: ¿Quién quiere mermelada de guayaba? (no de
mango o ciruela). Aquí se actualiza de guayaba, en contraposición con los otros dos tipos.
27
cambio, expresa contraste, oposición e identificación de uno de los constituyentes de la frase
respecto a otro subgrupo conceptual presente o implícito en el discurso.
Sin embargo, en la presente investigación se comparte el criterio de que el foco puede
coincidir o no con la información nueva. Tal y como sostiene Dik (1978), el foco presenta
información acerca de la diferencia en la información pragmática entre hablante y oyente y
no necesita ser nueva. El hablante puede focalizar la información para acentuar su
importancia o reactivarla en la memoria del oyente. Esta visión del foco se adecua a la
siguiente definición de Gutiérrez (1997), que tiene un carácter más general: «punto en el que
confluyen los vectores intencionales del emisor (…) constituye una llamada de atención al
interlocutor con el fin de que advierta la carga semántica de una magnitud» (Gutiérrez, 1997,
p. 34).
Ahora, con respecto al foco prosódico, también Dorta (2008) concluye que no se relaciona
siempre con información nueva y aun relacionándose con ella parece responder más al interés
por destacar el contenido de aquellos elementos que se consideran más relevantes por la
información que transmiten. En esta investigación, además, se añade el estudio del foco
prosódico en estructuras discursivas superiores al enunciado, es decir, en los paratonos. Así,
este se define como toda palabra, parte del enunciado o del discurso que se encuentre
destacada prosódicamente respecto de su entorno (Dorta, 2008; Bermúdez, 2018).
Para la identificación del foco se ha utilizado en varios trabajos experimentales en español
(Dorta y Toledo, 1992, 1997; Toledo y Martínez Celdrán, 1992, 1994; Martín Butragueño,
2001) la tradicional prueba de la interrogación12, que sirve de contexto previo y motiva en el
hablante la realización del foco. Los resultados obtenidos permitieron comprobar que el foco
puede tener distinta extensión. Así, toda una oración puede estar focalizada (foco neutro o
normal, según Halliday, 1967) o puede estarlo una parte de la oración (foco ancho) o una
palabra dentro de esta (foco estrecho) (Dorta, 1998). También se ha distinguido entre foco
simple, cuando aparece un solo elemento focalizado y foco dual, cuando se focaliza un
elemento al inicio y otro al final de la oración (Dorta y Hernández, 2006).
12 Algunas investigaciones aplicando esta técnica experimental arrojan la ausencia de focalizaciones o la
dificultad para distinguir el foco por medios prosódicos, de ahí que se concluya que solo en la comunicación
espontánea, podrían registrarse estrategias de focalización relacionadas con cambios en la información
nueva o dada, así como con los intereses ilocutivos de los informantes (Dorta, 2006, p. 93).
28
1.3.1. Formas de marcación prosódica del foco
Es bastante general la afirmación de que la prosodia permite delimitar la estructura
informativa de la oración o enunciado. Al respecto, los lingüistas de Praga (Mathesius, 1964;
Daneš; 1974; Firbas, 1972) al analizar la estructura de la frase en relación con las intenciones
comunicativas del hablante, apuntan que la carga semántica va aumentando desde el inicio
hasta el final, lo cual se asocia con el incremento de la prominencia prosódica.
Por su parte, Tench (2006) —siguiendo a Halliday— llama la atención sobre la importancia
de la entonación para marcar la información más relevante:
(…) there is also another important aspect to the organization of information, and that
is the decisión as to what should be prominent in any piece of information (…) this
information structure within the intonation unit is hardled by tonicity: the location of
the tonic (p. 17).
Desde esta perspectiva se considera, por tanto, el foco como el «el fragmento del enunciado
producido por el hablante con mayor relevancia prosódica o prominencia» (Güemes et al.,
2016, p. 130).
Al respecto, dentro de la lingüística hispánica, Tomás Navarro Tomás (1968) advierte la
existencia de un tono enfático que llega a alterar la forma regular del principio de la unidad
melódica, con lo cual se resaltan el valor semántico de preposiciones, conjunciones, artículos,
adverbios, normalmente átonos.
En otro interesante trabajo, en este caso sobre el español de Chile, Silva (1984) parte de la
premisa de que el contorno tonal juega un papel relevante para determinar los distintos usos
de la estructura léxico-gramatical en el discurso. Así, refiere el empleo de construcciones
sintácticas en posición preverbal, que al aparecer separadas del resto de la oración por una
pausa y un cambio entonacional, se les asigan un lugar prominente con valor de tópico
adjunto.
También es imprescindible mencionar el estudio de Canellada y Kuhlmann Madsen (1987)
sobre la focalización en español, en el que se destaca el valor de la prominencia de intensidad,
de frecuencia fundamental y el aumento de la duración vocálica para marcar la palabra clave
de la frase, señalando el elemento nuevo dentro de esta. Además, se señala el valor de la
29
división en grupos fónicos como recurso focalizador y la presencia del núcleo informativo
inmediatamente después de una anticadencia.
Sin embargo, a pesar del valor de los rasgos entonativos en español para marcar el foco, en
otros trabajos de tipologías comparativas (Bolinger, 1954; García Riverón, 1983, 1985.
Chela-Flores, 1986) se ha advertido el hecho de que lo que algunas lenguas como el inglés o
el ruso focalizan o actualizan por medios prosódicos, en español puede realizarse por medios
sintácticos o incluso puede inferirse de la situación comunicativa.
Ahora bien, varios estudios experimentales han permitido explorar los rasgos prosódicos que
permiten la marcación del foco, así como su percepción por parte de los oyentes.
Aplicando el modelo de la métrica autosegmental Pierrehumbert y Hirschberg (1990),
analizan la distribución de los acentos tonales en relación con la focalización. Al respecto
concluyen que todos los tipos de acento son usados para transmitir información al oyente
acerca de cómo el contenido proposicional del enunciado es usado para modificar su
creencia. Así, un acento alto (H⃰) comunica que el elemento resaltado es tratado como nuevo
y, por tanto, añadido a las creencias del oyente. El acento bajo (L⃰) marca un elemento que se
intenta destacar, pero que no forma parte de lo que se predica.
Con este mismo modelo Martín Butragueño (2001), a partir de un cuestionario de 50 entradas
(prueba de la interrogación) analiza la construcción prosódica de la estructura focal en
español, con informantes mexicanos. El análisis experimental le permitió colegir que el foco
prosódico de una oración se resalta por medio de una prominencia tonal. En la oración
declarativa se pueden utilizar tres mecanismos: marcar como H⃰ un acento nuclear que se
esperaba fuera L⃰, hacer lo mismo con un acento no nuclear o subdividir el grupo melódico
introduciendo nuevos tonos de juntura. Además, se advierte que una oración puede tener más
de un foco prosódico, a condición de que el enunciado se divida en varios grupos melódicos
(pp. 4-5).
Sin embargo, en varios trabajos experimentales del foco en español (Toledo y Martínez
Celdrán, 1994) y Dorta y Toledo (1992, 1997) en los que se usa la prueba de interrogación,
se concluye que esta técnica no provoca la realización de focos prosódicos y no influyeron
en la realización de prominencias tonales.
30
Es por ello que Dorta (2008) asume una concepción más amplia del foco prosódico —criterio
al cual se adscribe esta investigación— cuando advierte que este puede estar marcado por
cualquier parámetro (F0, I, T). La condición es que la prominencia prosódica sea perceptible
para el oyente, pues el hablante focaliza con una finalidad determinada y esta debe ser captada
para garantizar la eficacia del acto comunicativo.13
Con respecto a los índices acústicos que marcan el foco, concluye que la altura tonal actúa
prácticamente siempre y raramente lo hace por sí sola, sino que los focos aparecen marcados
por la F0 y la I o por F0, T e I, en este orden de prioridad. Por otra parte, una misma oración
puede tener varios focos y esto determina muchas veces la delimitación de los grupos
melódicos. Todos los focos se caracterizan por ser H⃰, puesto que la mayor prominencia se
localiza en el acento y se corrobora que puede darse un acento tonal suplementario en una
sílaba normalmente átona, sin que se produzca división melódica.
En la entonología cubana varios trabajos de García Riverón (1976-77, 1983, 1985, 1998)
indagan sobre el fenómeno de la focalización (actualización en su terminología) en los
enunciados interrogativos, con enfoque de investigación tipológica. Primeramente, parte del
principio de que la actualización (foco) es un fenómeno comunicativo en el cual no
interviene, por lo general, un solo medio de expresión.14
Al comparar la actualización de la incógnita en lengua rusa y española, García Riverón
(1985,1987) concluye que en lengua rusa existe una supremacía de los medios entonativos
de actualización de la incógnita, mientras que la correlación de medios de expresión en
español se inclina hacia el uso de medios de expresión léxico-gramaticales. Además, también
se destaca el hecho de que, a diferencia del ruso, en español la incógnita puede quedar
13 Esta idea corrobora la importancia del método perceptual en la identificación del foco en corpus espontáneo,
tal como se hará en la presente investigación. 14Dentro de las oraciones interrogativas con pronombre estudia, sobre todo, la actualización contrastiva y
refiere como formas de marcación la separación en grupos fónicos, que puede interactuar con otros de
naturaleza léxico-sintáctica como la repetición del elemento puesto de relieve y la concentración de la
entonación interrogativa en el segundo grupo fónico (Y tú/ ¿quién eres tú?). También se destaca el uso de
la partícula, pero para acentuar el significado contrastivo (Pero él/ ¿por qué callaba él?) y la utilización de
varios medios fónicos como el reforzamiento articulatorio y la pronunciación fragmentada o silabeo. (¿Y
aquí cuando se ce-na?).
31
implícita cuando no se concreta por medios lingüísticos (formales); en estos casos se eleva
el papel de la situación para identificar lo conocido o presupuesto y lo nuevo.
1.4. La función comunicativa de la entonación
Otra de las dimensiones de análisis de la funcionalidad entonativa ha sido su valor en la
expresión de los valores comunicativos de los actos de habla del emisor. En el ámbito de la
filosofía del lenguaje, Searle (1979) llamaba la atención sobre el valor de la entonación como
marcador de la fuerza ilocutiva de los actos de habla, por su capacidad para desambiguar la
verdadera intención comunicativa de los hablantes. Así, la entonación contribuye a
trasformar las oraciones en enunciados, dando lugar a actos de habla. En este sentido cumple
la función de contribuir a revelar la intención comunicativa del hablante (Molina, 2014).
Esta es una idea retomada por varias teorías dentro de la filosofía del lenguaje y aplicadas a
los estudios pragmáticos, como por ejemplo en la Teoría de la Relevancia (Sperber y Wilson,
1986, 1994), en la cual se destaca el valor de este suprasegmento del habla como instrumento
de comunicación ostensiva, toda vez que permite cumplir el Principio de Relevancia Óptima:
el hablante intenta lograr el mayor efecto posible con el menor esfuerzo cognitivo de
procesamiento posible (Trujillo, 2001).
Según Sperber y Wilson, para entender un enunciado primero tiene el destinatario que
descodificar los signos lingüísticos y después tiene que cubrir el hueco entre lo que el
hablante ha dicho y la intención comunicativa haciendo inferencias. Para la realización de
esas inferencias, el oyente se vale del contexto comunicativo, del lenguaje corporal y de la
entonación. Según Molina (2014), del Principio de Relevancia Óptima se deduce que la
entonación contribuye a que el mensaje sea relevante porque transmite una cantidad de
información a la que el oyente da prioridad por encima de otras (como la semántica) para
descodificar con facilidad el mensaje. Por lo tanto, la entonación no solo orienta, sino que
determina el que el oyente interprete una intención u otra.
1.4.1. El acto de habla y su interpretación como unidad comunicativa del discurso
El significado de los enunciados emitidos por los hablantes en la comunicación ha generado
no pocos estudios a partir de la segunda mitad del siglo pasado. Motivados sobre todo por
interrogantes filosóficas a propósito de los complejos procesos de producción e
interpretación en la comunicación verbal, se generó una importante teoría para explicar la
32
manera en que los hablantes ejecutan acciones a través del lenguaje, la Teoría de los Actos
de Habla.
Sus generadores fueron los filósofos del lenguaje corriente John Langshaw Austin (1962) y
su discípulo, John Roger Searle (1979)15, quienes partieron de un principio básico: «hablar
es hacer». Quiere decir que cuando un hablante dice algo, conjuntamente con el acto de emitir
una palabra o una oración —una secuencia acústica con un determinado significado—,
ejecuta otras acciones como ordenar, amenazar, aceptar, admitir, protestar, bendecir, felicitar,
etcétera. Estas acciones se realizan en el discurso verbal a través de enunciados, por lo que
todo enunciado conforma actos de habla y son estos y no las palabras u oraciones —unidades
abstractas de la lengua— las verdaderas unidades de la comunicación lingüística.
La relación enunciado-acto de habla permite explicar el carácter intencional del discurso,
pues se conjugan en estas categorías lo que el hablante dice y lo que quiere decir. Siguiendo
esta perspectiva se considera el acto de habla como una unidad dinámica del discurso.
Representa la realización de acciones verbales que se expresan a través de enunciados con
un contenido intencional determinado. Su realización está determinada por factores
pragmáticos como los usuarios, sus intenciones comunicativas y los factores contextuales y
referenciales (Curbeira, 2003).
Al respecto, Caballero (2014) insiste en la importancia de considerar la relación dialéctica
entre el componente informativo y accional para la descodificación de los actos de habla.
Sobre este punto sostiene:
Si el decir implica el hacer, el contenido general del decir, que se identifica y se
distingue del contenido del hacer, se puede generalizar en la noción de “unidad de
información y acción”, en la cual la especificidad del decir se manifiesta como
información o semiosis. Esta unidad se revela en el hecho de que el componente
accional solo puede ser identificado mediante la descodificación del componente
informativo de la expresión. (p. 5)
Precisamente, al definir la estructura de los actos de habla, Austin (1962, pp. 141-144) refiere
que están formados por una tríada de actos que se dan simultáneamente: acto locucionario
15 La obra original Speech Acts. An Essay in the Philosophy of Language, data de 1969. Para este trabajo se
consultó la versión en castellano de 1979, Actos de Habla. Un ensayo de filosofía del lenguaje.
33
(la enunciación de ciertos ruidos, de ciertas palabras con cierto significado), acto
ilocucionario (el acto que se realiza al decir algo, expresa el contenido intencional del
enunciado) acto perlocucionario (el acto que se realiza por haber dicho algo).
De los tres, se les ha concedido mayor importancia en los estudios subsiguientes a los actos
ilocucionarios, por definir la intención comunicativa de los enunciados y permitir la
elaboración de taxonomías de los actos de habla, esfuerzo al que se sumaron Austin y sus
principales seguidores.16
Sin embargo, más que explicar las clasificaciones propuestas, conviene a este trabajo
adentrarse en otra cuestión teórica importante: la relación entre el acto locucionario y el
ilocucionario en la producción y comprensión de los actos de habla.
El propio Austin (1962, pp. 115-130) dentro de las primeras distinciones que realiza divide
los actos de habla en dos tipos: actos de habla realizativos explícitos y realizativos implícitos
o primarios. Entiende por los primeros, aquellos cuyo acto ilocucionario se expresa
literalmente en la estructura proposicional del acto locucionario; por los segundos, aquellos
cuya fuerza ilocucionaria no se expresa literalmente, sino que ha de inferirse.
Estas ideas iniciales fueron luego profundizadas por Searle (1977), quien elaboró un aparato
terminológico meticuloso para el estudio del segundo tipo de actos de habla, a los cuales
llama actos de habla indirectos.
Así, explica Searle: «En los actos de habla indirectos el hablante comunica al oyente, más de
lo que efectivamente dice, apoyándose en el sustrato mutuo de información compartida, tanto
lingüística como no lingüística, junto con los poderes generales de raciocinio e inferencia
que posee el oyente» (1977, p. 25).
Son, por tanto, actos de habla que presentan dos actos ilocucionarios, un acto ilocucionario
secundario, expresado literalmente en la estructura superficial del enunciado (acto
locucionario), y un acto ilocucionario primario, no literal, únicamente deducible de las
condiciones del contexto —información compartida por los interlocutores—.
16 Austin (1962) elaboró la primera clasificación de los actos de habla, precisamente basado en la naturaleza
de su fuerza ilocucionaria, luego Searle (1969) hizo una contrapropuesta, en muchos puntos coincidente con
la anterior, pero esta vez específicamente clasifica los actos ilocucionarios. A partir de allí se producen otras
clasificaciones de estos actos, como las de Labov y Fanshel (1977) y la de Bach y Harnish (1979).
34
Esta última intención, también llamada ilocución primaria, solo aparece en el acto de habla
de forma implícita, a través del uso de determinados actos locucionarios, cuyos marcadores
apuntan literalmente hacia otras intenciones explícitas.
Desde la perspectiva del analista del discurso, la interpretación de esta clase de ilocuciones,
solo es posible con una información pragmática de las condiciones de su emisión. Esto es, el
conocimiento de la situación comunicativa y el sustrato de la información factual
mutuamente compartida entre el hablante y el oyente.
Sin embargo, Haverkate (1987), al estudiar la cortesía en el plano ilocutivo, llama la atención
sobre ciertos tipos de actos de habla (directivos según Searle), considerados indirectos dada
la dualidad simultánea de sus actos ilocutivos, pero que, al asociarse convencionalmente en
el discurso a determinadas funciones, se establece una regla pragmática que hace innecesaria
la información contextual para su descodificación. Este es el caso, por ejemplo, de las
preguntas de petición (¿Puedes abrir la ventana?). Se trata, por tanto, de actos de habla
convencionalizados, cuyo carácter indirecto no se justifica. Esta es la base del principio de
sistematización de los actos de habla interaccionales que propugna el modelo cubano y que
se sigue en esta investigación.
1.4.2. El significado de la entonación. Principales enfoques para el estudio de sus valores
comunicativos
Aunque muchos autores han referido ya la importancia de la entonación para la transmisión
del contenido intencional de los mensajes en la oralidad, lo cierto es que en la práctica
investigativa no abundan las indagaciones sobre este aspecto de la prosodia.
Dentro de la tradición inglesa, sin embargo, Paul Tench (1990) insiste en la necesidad de
considerar los valores comunicativos dentro de las dimensiones del significado entonativo.
Con respecto a estos, refiere su capacidad para distinguir el significado modal de enunciados
declarativos, interrogativos y exclamativos y señala la importancia de reconocer un rango
más ancho de funciones comunicativas, asociadas a sus funciones discursivas en la expresión
de los actos de habla.
Este autor (1990) relaciona la dirección de la inflexión final del tono (fall or rise) con
determinados valores pragmáticos. Así, un tono descendente (fall) representa el control sobre
los otros y el conocimiento. El hablante sabe y dice, o asume autoridad e influye en las
35
acciones de los otros o expresa sus propios sentimientos en la interacción social. Por otra
parte, un tono final ascendente representa deferencia del hablante, pues no sabe y pregunta,
o le deja al destinatario la decisión final de la acción, o considera sus sentimientos en la
interacción social.
En la entonología española la mayoría de los autores refiere un valor lingüístico de la
entonación, entendida como función distintiva de la significación modal de los enunciados
(Quilis, 1993; García Riverón, 1996a, 1998, 2005; Hidalgo, 1997, 2001; Prieto, 2002) y
asocian la entonación solo con tres modalidades básicas: enunciación, interrogación y
volición (entonación lógica para Navarro Tomás).
Bajo estas premisas, en Cantero (2002) y Cantero y Ruiz (2011) se le atribuye al
suprasegmento un valor puramente fonológico (distintivo), que consiste en las relaciones de
oposición que se establecen entre las unidades fonológicas, cuyos rasgos melódicos permiten
distinguir unidades de otro nivel; mientras, se relega al plano de lo paralingüístico los matices
intencionales, expresivos y emocionales.
De manera que insiste el autor en el carácter no autónomo de los significados actitudinales o
pragmáticos expresados por la entonación, pues una descripción de estos significados implica
necesariamente una descripción de las condiciones de uso, de las normas de adecuación y de
los contextos situacionales.
Otro es el criterio de Prieto (2002), quien apunta que en general, las descripciones
tradicionales de la entonación tienden a simplificar excesivamente su función semántica, ya
que «el conjunto de contornos que no se corresponden con las tres modalidades oracionales
canónicas se agrupan, a manera de cajón de sastre, con la rúbrica de entonación emocional o
expresiva» (pp. 96-97).
La complejidad del significado entonativo, por su carácter variable en los procesos
semióticos interaccionales que se producen en la oralidad, es catalogado por la autora como
un fenómeno de polisemia entonativa, entendida como el hecho que hace que una misma
forma melódica exprese significados diversos, según el contexto pragmático en que se
encuentre, o la estructura léxico-gramatical con la que interactúe.
Por su parte, Ballesteros (2011, 2013) critica el modelo de Análisis Melódico del Habla de
Cantero cuando afirma que entiende el signo a la manera del dualismo saussureano (relación
36
binaria y abstracta entre significante y significado), lo que le impide apreciar el carácter
complejo del significado entonativo. De esta manera, concluye:
Ciertamente, las variaciones melódicas del nivel paralingüístico de la entonación no
modifican la comprensión del contenido en un primer y rudimentario nivel de
significación, pero, en la comunicación, no solo importa la transmisión de
información codificada; tan importante es la información como el objetivo que se
pretende lograr al hacerlo: amenazar, advertir, reprochar, ser amable, etcétera (2013,
p. 50).
Otro de los autores que dentro de la lingüística hispánica han estudiado el significado de la
entonación a nivel discursivo es Hidalgo Navarro, para quien —como ya se había
advertido— la entonación en el eje paradigmático permite distinguir los significados modales
de los enunciados (1996b, 1997, 2000), tanto aquellos que tienen un carácter objetivo, general
(Función Modal Primaria) y que dividen los enunciados en enunciativos, interrogativos e
imperativos, como aquellos valores modales subjetivos, dependientes del estado de ánimo
del hablante o su intencionalidad comunicativa específica (Función Modal Secundaria).
En trabajos posteriores, Hidalgo (2001, 2006b) advierte la interacción de la prosodia con otros
medios expresivos lingüísticos y extralingüísticos y alude a la posibilidad de la entonación
de formar sistema o código, en tanto se presenta como un conjunto regular y convencional
de patrones entonativos que el hablante puede elegir para expresar de manera consciente
determinados significados en el discurso.
Para Hidalgo (2006a; 2006 b), sin embargo, las funciones modales —tanto primaria como
secundaria— tienen un carácter pragmático, ya que su interpretación definitiva viene dada
por el contexto de uso y, sobre todo, por la intención comunicativa del hablante.
En una de sus últimas publicaciones sobre el tema (2017), propugna la relación de su modelo
(autonombrado interactivo-funcional) con el Análisis Melódico del Habla de Cantero (2002),
y en el establecimiento de los engarces, deja clara su postura a favor del valor estrictamente
distintivo de la entonación: «El significado entonativo es la aliedad entre unidades
entonativas» (p. 134). Asimismo, considera el resto de los significados (expresivos,
ilocutivos) propio de las estructuras con las cuales la entonación interactúa (palabra o
enunciado) y dependientes del contexto.
37
García Riverón, siguiendo otra perspectiva, en sus reflexiones acerca del significado de la
entonación (1998, 2002, 2005, 2008, 2013) —criterio al que se suma esta investigadora—,
entiende el significado como «cualquier información que emana del sistema de la lengua o
de su devenir discursivo, información codificada o convencionalizada y sistematizable bien
sea dentro de los niveles lingüísticos o en los procesos de interacción de estos niveles en el
discurso» (1998, p. 34).
Así, el modelo cubano (García Riverón, 1996a, 2005) se distingue de los anteriores por la
definición de unidades entonativas (o patrones) que conforman un sistema entonativo
dinámico y complejo. A estas unidades se les atribuyen significados semántico-pragmáticos
relativamente autónomos o emergentes de procesos interaccionales multisistémicos, con
diferentes grados de sistematización y, por tanto, analizables teniendo en cuenta diferentes
criterios epistemológicos: el significado codificado en el sistema de la lengua, derivado de la
entonación y con independencia del resto de los medios expresivos; el significado que emerge
de la interacción sistemática entre la entonación y determinadas estructuras léxico-
gramaticales, parcialmente codificados por el uso (postura semejante a la de Haverkate,
1986); y el significado estrictamente pragmático por su dependencia de los procesos
inferenciales que emanan del contexto.
Precisamente, esta investigación se apoya en una concepción compleja de los significados
entonativos proveniente de este modelo para el estudio de la entonación, por lo que conviene
profundizar en sus postulados fundamentales.
1.4.2.1. El estudio de los actos de habla interaccionales (AHI) desde una perspectiva
dimensional (modal e ilocutiva)
La asunción de un enfoque complejo en el estudio del significado entonativo parte del
principio de que los fenómenos de la lengua y el lenguaje son el resultado de los procesos
interaccionales humanos que se producen en la praxis discursiva. Por lo que para García
Riverón (2005) se impone partir de una concepción dialéctica de las relaciones entre el
sistema y el discurso, a la manera de los lingüistas praguenses. «La lengua es habla, según
nos enseña Coseriu, y es un producto del hombre en sus interacciones, vivencias sociales y
culturales, integradas desde la subjetividad de este» (p. 157).
38
Para esta autora, la solución a la polémica sobre el grado de autonomía o dependencia del
significado entonativo con respecto a las estructuras léxico-gramaticales, se encuentra,
precisamente, en asumir, «una perspectiva más amplia, que tenga en cuenta durante la
pesquisa los diferentes medios de expresión de la lengua (…) y sus posibles interacciones»
(2005, p. 157).
De manera que, para tratar de sistematizar los hechos prosódicos toma como unidad de habla
(unidad asumida en el presente estudio) el acto de habla interaccional, cuyo valor ilocutivo
y comunicativo en general se origina de la interacción de varios medios de expresión
lingüísticos (incluida la entonación) y quinésicos. Estos actos de habla interaccionales, al
repetirse con cierta estabilidad y sistematicidad en determinadas situaciones comunicativas,
pueden sugerir significados convencionales, codificados en el sistema de la lengua y en el
discurso. Queda así definido como «un signo complejo, que comporta la interacción de los
medios de expresión (léxicos, gramaticales, prosódicos y quinésicos)» (García, 1998, p.
77).17
En varios trabajos que abordan el significado de los AHI (García, 1998, 2005; García, Losada
y Pardo, 2008; García y Marrero, 2013) se demuestra que las unidades del sistema entonativo
cubano forman actos de habla interaccionales que se engarzan con las categorías lógicas de
Saber, Poder, Deseo y confluyen con Unidades Constantes de Sentido (UCS) de base
semántico-pragmática, definidas en el discurso (Valoración, Lealtad, Determinación, Interés,
Aprecio y Expresividad).18
Desde esta perspectiva, se agrupan los AHI en torno a 5 atractores semánticos (campos
semántico-pragmáticos a los que se asocia de manera estable la entonación): de lo
enunciativo, de lo interrogativo, de lo valorativo, de lo exhortativo y de lo apelativo. (García,
1998, 2005, 2013; García, Losada y Pardo, 2008). A continuación, se sintetizan las
17Los criterios anteriores son retomados por Hidalgo (2001) cuando afirma que los recursos prosódicos,
paralingüísticos y quinésicos pueden utilizarse en la comunicación para desatar conscientemente múltiples
efectos pragmáticos y/o expresivos. Así, basándose precisamente en la definición de acto complejo o acto
de habla interaccional, muestra en este trabajo, a través de una cala descriptiva aleatoria, la necesidad de
tener en cuenta la participación de los rasgos prosódicos en la delimitación pragmática del significado de
los enunciados orales reales en la conversación. 18 Estas unidades fueron definidas por Losada (2003) en un estudio dimensional (semántico-pragmático) del
discurso, tomando como material factual dos cuentos de Alejo Carpentier. El análisis le permitió elaborar
una matriz de rasgos semánticos, a partir de la propuesta inicial de Caballero, L.
39
definiciones propuestas en dichos trabajos y se engarzan con las taxonomías de actos de habla
tradicionales.
AHI de lo enunciativo: actos en los cuales el emisor trata de transmitir una información al
destinatario sobre la afirmación o negación de algo o alguien que conoce cabalmente (rasgo
modal de certidumbre o desconocimiento nulo del emisor). Estos AHI engarzan con la UCS
de Determinación19 (García Riverón, 2005; García Riverón, Losada y Pardo, 2008). Coincide
con los actos asertivos o representativos de Searle (1979), cuya función es la de representar
un estado de cosas pasadas, presentes, futuras e hipotéticas: afirmar, describir, narrar,
etcétera.
AHI de lo interrogativo: actos en los cuales el emisor trata de recabar información sobre
algo (alguien) que desconoce cabalmente (rasgo de certidumbre o grado de desconocimiento
máximo). Este AHI se engarza también con la UCS de Determinación (García Riverón, 2005;
García Riverón, Losada y Pardo, 2008). Se incluye en el grupo de los actos directivos de
Searle (1979), utilizados para conseguir que el oyente haga algo que pide el hablante: pedir,
demandar (respuesta), etcétera.
AHI de lo valorativo: actos en los cuales el emisor expresa al destinatario una valoración
ante un objeto (referente) que es intencionalmente considerado (estrategia comunicativa e
ilocutiva) y ubicado en una escala de valores gramaticales y semánticos lingüísticamente
estructurada. Se considera como modalidad semántica de la Valoración y se engarza con la
UCS de Valoración. (Caballero, 2002b, 2014; García Riverón, 2005; García, Losada y Pardo,
2008). Coincide con el grupo de los actos veredictivos de Austin (1962) y se incluye como
una clase dentro de los representativos de Searle (1979).
AHI de lo exhortativo: Actos en los que el emisor incita al destinatario para que ejecute
alguna acción o para que deje de hacerla. Están relacionados con las prácticas de Poder. Se
engarzan con la UCS de Lealtad (manipulación) y Expresividad. (García Riverón, 2005;
García, Losada y Pardo, 2008). Se incluyen como una clase de los actos directivos de Searle
(1979).20
19 Para ver definición de estas categorías consúltese Losada (2003); García, Losada y Pardo (2008). 20Se relaciona, a su vez, con las categorías de control-deferencia, que emplea Tench (1996) para explicar este
tipo de funciones discursivas.
40
AHI de lo apelativo: actos en los cuales el emisor produce un efecto en el destinatario para
llamar la atención de este; para comenzar, mantener o finalizar la relación de co-locución. Se
engarzan con la UCS de Expresividad (García Riverón, 2005; García, Losada y Pardo, 2008).
Se incluyen como un tipo dentro de los directivos de Searle (1979).
Como apuntan García Riverón, Losada y Pardo (2008), estos campos o dominantes
semántico-pragmáticas emergen de procesos interaccionales del sistema de la entonación de
Cuba en el discurso oral, por lo que el estudio semántico-pragmático de las unidades
entonativas en el discurso académico, tomará como referente teórico esta tipología. Sin
embargo, dados los objetivos de este trabajo, orientado específicamente al estudio de la
modalidad semántica, se definen las macrocategorías partiendo de la propuesta inicial de
Caballero (2002b)21 y se estudia la manera en que estas se expresan a través de los actos
ilocutivos de cada tipo de AHI.
Se parte para este análisis de la concepción dimensional del significado (Caballero, 2002 b)
según la cual este emerge de la confluencia entre tres tipos de contenido: interactivos
(ilocutivos, perlocutivos y de estrategias discursivas vinculadas a la intención), modales (de
posición subjetiva psicológica de los hablantes ante lo que se dice en el discurso) y
referenciales (objetivos y orientados a los referentes)22.
Para Caballero (2002 b), la modalidad es el correlato en la lengua de la posición psicológica
o actitud que asumen los hablantes ante lo que dicen y puede estar expresada por medios
léxicos o por otros medios lingüísticos y paralingüísticos (entonación, gestos, mímica). En
su criterio, dicha categoría semántico-funcional se expresa tanto en las unidades sistémicas,
como en las discursivas.
Asimismo, declara que los sujetos en su hacer discursivo expresan sus posiciones modales
que se corresponden con determinadas macrocategorías semánticas, las cuales pueden
21 Estas macrocategorías han sido reformuladas y aplicadas al estudio de categorías morfosemánticas y el
discurso —sobre todo literario— en posteriores trabajos (Losada, M., 2003; Galbán, A. M., 2003, 2014;
Ayala, I.M., 2004; González, M., 2017, entre otros).
22 En esta investigación solo se analizará el contenido ilocutivo y modal de los AHI. En futuros trabajos será
necesario continuar profundizando en todas las dimensiones del significado, incluyendo la dimensión
referencial.
41
coexistir en un mismo enunciado; estas son: la Certidumbre, la Valoración, el Interés, la
Afectividad, la Expresividad y la Lealtad (Caballero, 2002 b; Galbán, A. M., 2003, 2014).
La Certidumbre expresa la posición subjetiva ante lo dicho sobre la base de la seguridad
como valor pragmático, que se traduce desde la perspectiva «cognoscitivo-discursiva» como
conocimiento seguro, claro y evidente de las cosas (se manifiestan, además, los valores
contarios seguridad/inseguridad) y en la «perspectiva volitiva» a partir de la firmeza, o
decisión (valores contrarios decisión/indecisión). Se agregan a estos los rasgos de
categoricidad/problematicidad, incluidos en las matrices de rasgos semánticos (Losada,
2003) y aplicadas al estudio del discurso oral (García, Losada y Pardo, 2008), por la
importancia de la prosodia en la expresión de estos valores en los actos de habla.
La Valoración se expresa a través de la atribución o reconocimiento de determinados valores
en un objeto focalizado, que se clasifica en una escala de valores axiológicos o
paramétricos.23 Se expresa a través de los contrarios bueno (valoración con balance positivo)
/malo (valoración con balance negativo), nociones generalizadoras que permiten entender
todos los posibles valores que se atribuyen a los objetos focalizados.
El Interés se expresa poniendo de manifiesto cómo los objetos y fenómenos de la realidad
provocan o no concentración de la atención y/o estímulo para realizar determinada acción.
Dentro de esta macrocategoría se han discretizado dos perspectivas: Caballero (2002b), a
partir de la oposición de valores contrarios interés-obligación, deseo/conminación, define la
perspectiva «volitivo-accional», en la cual el sujeto modalizador despierta motivaciones para
el hacer del interlocutor. Galbán (2003) agrega a esta, la «perspectiva de atención», a partir
de la oposición de valores contrarios interés/desinterés y en la que el sujeto despierta el
interés de alguien por prestar atención a algo.
La Afectividad permite expresar los sentimientos afectivos que los objetos y fenómenos de
la realidad despiertan en el sujeto (amor/odio, afecto/desafecto, agrado/desagrado).
23Caballero, L. (2002 b, 2014) distingue tres tipos de actantes valoradores, según el tipo de acto de habla
valorativo: evaluador (emisor que posee un estatus reconocido socialmente desde el cual atribuye valores
estándares o paramétricos a un objeto, que pueden tener trascendencia para el objeto valorado), apreciador
(emisor que sin tener en cuenta estatus social somete a consideración un objeto para emitir una valoración
de carácter abierto e inofensivo), jerarquizador (emisor que emite una valoración sobre un objeto,
estableciendo un orden jerárquico de este con respecto a otro o a un grupo de objetos).
42
La Expresividad se pone de manifiesto a través de la expresión del estado emocional del
hablante ante los objetos y hechos de la realidad desde una doble perspectiva: «modo de
expresión» (a través de los contrarios desbordamiento/contención) y «tono emocional» (a
través de los contrarios satisfacción/ insatisfacción).
Por último, la Lealtad se expresa a través de los valores de sinceridad/insinceridad,
buena/mala intención, ingenuidad/astucia. Desde la perspectiva «cognoscitivo-intelectual»,
los sujetos modalizadores miden el nivel cognoscitivo-intelectual de sus interlocutores y
emplean o no la astucia para lograr los fines propuestos.
Estos valores se precisan en el análisis discursivo-contextual de los actos de habla
interaccionales, a partir de la información que emerge de tres tipos de contexto: lingüístico,
situacional y sociocultural.
Se entiende por contexto lingüístico todo el entorno configurado por los medios lingüísticos
en que se ubica un enunciado; el contexto situacional o situación comunicativa es el conjunto
de datos accesibles a los participantes de la comunicación que se encuentran en el entorno
vivencial inmediato; y el contexto sociocultural es el conjunto de condicionamientos sociales
y culturales que afectan el comportamiento verbal (Curbeira, 2003).24
1.5. El discurso académico como género. Definición y características generales
El término discurso involucra la concepción de un campo complejo, cuyo estudio contempla
la interacción de diferentes disciplinas como la lingüística, la psicología y la sociología. Para
van Dijk (2000) este abarca tres dimensiones principaless: el uso del lenguaje, la
comunicación de ideas y la interacción en situaciones sociales. Estas no se oponen, ni se
excluyen entre sí, pues desde la dimensión lingüística, estudiar la manera en que los hablantes
usan el lenguaje, implica tener en cuenta los factores sociales y culturales que condicionan
el acto comunicativo y las operaciones mentales que se expresan en el discurso a través de
24A pesar de la diversidad y complejidad de los factores que conforman el contexto, se destaca la influencia
de la situación comunicativa en la determinación de los sentidos e interpretación de los AHI, como signos
lingüísticos. Para García Riverón (1998) el entorno en el que se producen determinados actos pueden
constituir situaciones tipificadas, que se representan en el subconsciente de los hablantes de determinada
comunidad de habla, por lo que define situación-signo como un entorno ideal, generalizado, que ocupa un
lugar en la conciencia de los hombres, en oposición a la situación (material) de la comunicación.
43
enunciados y actos de habla con disímiles valores, determinados por la intencionalidad y la
actitud psicológica de los emisores y receptores.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, en la presente investigación se asume el discurso
como el «proceso noético-semiótico de interacción social en el que se realiza la unidad
dialéctica de emisión y recepción de información real o ficcional» (Curbeira, 2007, p. 211).
El discurso académico ha sido definido como un género discursivo amplio que integra
diversas tipologías textuales, unidas por el propósito de divulgar la actividad científica de
forma oral o escrita. En otro sentido más específico se insiste sobre todo en su carácter
didáctico, por el hecho de ser producido principalmente en ámbitos sociales relacionados con
la enseñanza y se estudia bajo las denominaciones de discurso pedagógico, discurso en el
aula, discurso didáctico, etcétera. (Sinclair y Coulthard, 1975; Cazden, 1991; Vázquez,
2001a).
Las clases o lecciones magistrales son los textos a través de los cuales se materializa este tipo
de discurso y constituyen —independientemente de las tipologías de clases emergentes con
la incorporación de la NTIC— una vía de divulgación científica donde se privilegia el canal
de transmisión oral, de ahí que los recursos fónicos —entre ellos la entonación—, constituyan
medios de expresión fundamentales para su desarrollo.
Tarabay (2002) hace alusión a la diversidad de enfoques desde los cuales puede ser estudiado
este discurso, y sobre todo insiste en el punto de vista lingüístico y pedagógico. Para la autora,
este género se caracteriza por poseer un conjunto de rasgos contextuales como el estatus
comunicativo de discurso segundo, es decir, discurso que reseña o sintetiza otros textos; el
lugar social, constituido por diferentes ámbitos de la institución académica; la intención
comunicativa de carácter didáctico; la relación entre los participantes, que los puede situar
en estatus similar o diferente, según se trate de una comunicación de experto a experto o de
experto a menos experto y el canal de transmisión prioritario: oral o escrito.
En otro trabajo, Elejalde (1998) define el estilo del discurso académico como un esquema
discursivo rígido y conservador, a diferencia de los discursos literarios. Se trata de buscar la
justeza y consistencia lógica de la demostración y se estructura en función de la intención
persuasiva del autor, es decir, de la argumentación.
44
Por otra parte, al estudiar este discurso, se ha insistido sobre todo en la necesidad de
desarrollar una competencia lingüística que permita entenderlo y producirlo de manera
eficaz, al tratarse de un discurso racional, con alto grado de abstracción, donde las palabras
del lenguaje cotidiano pueden adquirir sentidos particulares, con una gran concentración de
términos propios de las distintas disciplinas y una sintaxis muchas veces dirigida hacia
operaciones lógicas e intelectuales (Giammateo, s.a.).
1.5.1. La clase o lección magistral
La clase constituye el medio más común de transmisión de información en el ámbito
académico. En el contexto internacional suele utilizarse el término lección o lección
magistral, este último más empleado en los predios académicos universitarios. En el contexto
cubano, coincide con la conferencia como forma de enseñanza. Empleando el término más
general, se define la lección magistral como «cierto tipo de acontecimiento comunicativo
propio de los ámbitos docentes, cuya finalidad consiste, sobre todo, en transmitir información
concerniente a algunas de las materias objeto de estudio académico» (Ortega, 2001, p. 15).
Dentro los rasgos generales que tipifican a este tipo de texto como forma expresión del
discurso académico oral, Ortega señala los siguientes:
La persona que enseña transmite la información en cuestión, y quienes aprenden
constituyen el grupo destinatario.
La transmisión de información se lleva a cabo mediante ciertos usos comunicativos
previamente establecidos social y culturalmente.
A quienes enseñan corresponde el privilegio de organizar la exposición, mantener el
turno de la palabra, cederlo; mientras que para quienes aprenden quedan reservadas
la captación de información y dadas ciertas circunstancias, la posibilidad de
intervenir.
ESTRUCTURA DE LA CLASE
En este tipo de texto es imperativo que la información se transmita de manera ordenada y
lógica, para que se cumpla el objetivo fundamental: su adecuada comprensión y, por tanto,
aprendizaje de los contenidos. Es una demanda entonces, la capacidad de comunicación del
profesor, para quien la superestructura de la clase es una realidad psicológica desde el
45
principio. En su forma ortodoxa, existe un esquema idealizado en su cabeza, esquema que se
realiza más o menos acertadamente en cada situación particular (Cazden, 1991).
Tras la observación de numerosas clases magistrales, Ortega (2001) propone un esquema
general que se ajusta a la superestructura más extendida de la clase en la mayoría de los
ámbitos y niveles de enseñanza. Considera así como partes generales, el preámbulo, dirigido
a establecer contacto entre los participantes, a través de saludos, comentarios personales,
avisos, etc.; planteamiento del tópico general, que incluye recapitulación y determinación
del tema de la clase; explicación, conformada por una secuencia de tópicos particulares que
se despliegan para explicar el contenido; interacción previa al cierre de la lección, con
carácter conclusivo, aclarador de lo expuesto; y cierre de la lección, parte que incluye
recomendaciones, advertencias, agradecimientos y despedida.
Este esquema se corresponde, en gran medida, con la estructura general de la conferencia
universitaria en Cuba, aunque esta se simplifica en tres partes que contienen las anteriores:
introducción (preámbulo y planteamiento del tópico general), desarrollo (explicación) y
conclusiones (interacción previa al cierre y cierre de la lección).
Aunque como plantea van Dijk (1980) en su estudio de la semántica del texto, la
superestructura textual determina, en buena medida, la naturaleza de las macroestructuras
semánticas que contiene, no es interés de este trabajo explorar la delimitación de las partes
generales, sino la manera en que se organiza el discurso del profesor en su interior con la
concurrencia de determinadas marcas prosódicas de delimitación de los tópicos, subtópicos
y enunciados del discurso.
Con respecto a esto Cazden (1991) y Álvarez (2008) se basan en una estructura jerárquica de
las unidades del discurso en el aula establecida por Sinclair y Coulthard (1975). Así, en su
dimensión secuencial o sintagmática la lección tiene una estructura jerárquica conformada
por tres fases: apertura, instrucción y clausura. Estas, a su vez, están formadas por conjuntos
temáticos relacionados (CTR) y estos por secuencias básicas de iniciación, respuesta y
evaluación (IRE)25 (1991, p. 48).
25 Se parte de una concepción dialógica de la comunicación del profesor en la que siempre se produce este
esquema básico.
46
Ahora, la unidad menor a nivel de discurso es el acto, constituido por una cláusula o cláusulas
subordinadas. Según Sinclair y Coulthard (1975) existen diferentes tipos de actos, como
iniciador, elicitación, comprobación, acto directivo o informativo, pista, indicación,
respuesta, comentario. Uno o varios actos conforman los intercambios o secuencias básicas
(IRE) (como se citó en Álvarez, 2008, p. 257).
Esta manera de analizar el discurso en el aula se engarza en muchos puntos con la propuesta
de jerarquización de las unidades del discurso oral de Brown et al. (1980). La confluencia
entre ambos modelos permite construir un esquema de la macrosemántica de la clase en la
que intervienen criterios temáticos, prosódicos y lingüísticos en general.
Así, se toma en este estudio la clase (conferencia universitaria) como texto para indagar en
su estructuración semántica interna, tomando como base el criterio de estructuración
jerárquica del discurso oral y con una perspectiva monologal, en tanto interesa estudiar, sobre
todo, el discurso del profesor.
Por tanto, en su organización sintagmática interna, la clase está conformada por paratonos,
unidades melódicas complejas que permiten desarrollar los tópicos y subtópicos del discurso
(coincidente con CTR del modelo de Sinclair y Coulthard); estos, a su vez, se componen de
enunciados que expresan diferentes tipos de actos de habla y estos, por unidades entonativas
(entonemas, variantes de entonema o realizaciones).
Siendo así, se trata de comprobar en este estudio la manera en que los rasgos prosódicos en
interacción con otros medios expresivos permiten delimitar las partes e integrarlas
jerárquicamente en un continuum melódico y semántico complejo.
1.5.2. Interfaz discurso - pragmática - prosodia en el discurso académico oral. Algunos
antecedentes
Algunos estudios —aunque escasos— han dado fe de la importancia de la prosodia en la
estructuración del discurso académico, la construcción de los actos de habla del profesor y
en la conformación de determinadas estrategias comunicativas (con valor didáctico, dada la
naturaleza de este tipo de discurso).
Siguiendo a Brazil et al. (1980) Pickering (2004) analiza la estructura de los párrafos orales
y su relación con el desarrollo de los tópicos en el discurso de profesores norteamericanos y
chinos. Parte de una concepción jerárquica del discurso formado por cadenas de secuencias
47
tonales (secuencias tonales alrededor de un mismo tópico discursivo), secuencias tonales y
unidades tonales. Al analizar el comportamiento del nivel tonal en correspondencia con las
categorías de clave y terminación en las cadenas de secuencias tonales, concluye que las
marcas prospectivas o iniciales más empleadas son clave alta, con frase lexical; clave media
o alta con marcador textual; clave alta con expresión tópica. Las marcas retrospectivas o
finales son: terminación baja y recapitulación, enunciados declarativos; terminación baja con
marcador; pausa de silencio u oralizada con terminación baja.
Las cadenas de secuencias representan movimientos semánticos del discurso del profesor:
«moments where the teacher moved from “telling something” to “talking about telling
something” or “to asking somthing” » (p. 28).
Las secuencias tonales son unidades intermedias de estructura prosódica entre la cadena de
secuencias y la unidad tonal. «Estas difieren de la cadena de secuencias en que pueden
comenzar con clave alta, media o baja» (p. 30).
Estas unidades distinguen dos tipos de contenidos en el discurso del profesor: principal y
secundario. La información principal contiene el contenido informativo de la presentación,
mientras que la información secundaria incluye apartes o paréntesis relacionados con la
organización de la clase.
En Álvarez (2005) se describen los contornos de los grupos entonacionales del discurso de
una docente, con el objetivo de determinar las características que adoptan en relación con
algunos aspectos pragmáticos como partículas de iniciación, continuidad, completud
(término de la autora) y actos de habla de aseveración, órdenes, peticiones, sugerencias y
distintas clases de preguntas.
Para ello se trabaja con una muestra grabada conformada por 5 clases de lengua y se
selecciona una para el análisis experimental, de la cual se segmentan las oraciones y los
grupos entonativos. Se trata de un trabajo de preferencia centrado en la descripción acústica,
sin profundizar en el significado pragmático, pero se parte de la hipótesis de la vinculación
entre los contornos entonativos y la expresión de los actos de habla, por lo que permite
fundamentar acústicamente el valor de esta como marcador de fuerza ilocutiva y otros valores
discursivos relacionados con la intención del hablante, como el de iniciar, continuar o cerrar
una idea de la clase.
48
En otro trabajo sobre la prosodia en la clase (Mora, 2006) se realiza un estudio empírico
sobre las funciones de la prosodia como estrategia didáctica. Se parte de la teoría de los actos
de habla, pero no se indaga en los valores ilocutivos ni en la manera en que la entonación
contribuye a expresarlos, sino que a modo de intervención se provocan deliberadamente
algunos cambios prosódicos (de tono, intensidad, pausas, tempo) para comprobar el efecto
en la recepción de los contenidos, centrado solo en el efecto perlocucionario de prestar mayor
o menor atención a lo que se dice. Los resultados obtenidos no se fundamentan con métodos
científicos apropiados de la entonología y el estudio del discurso en general.
Otro estudio impresionista sobre el valor de la prosodia en el discurso académico es el de
Poch Olivé (2001), quien analiza el valor del tempo, la duración de las pausas, los
movimientos tonales, los cambios de volumen en la puesta de relieve de información nueva,
o en la expresión de distintos tipos de informaciones tales como las enumeraciones,
información de ayuda o apoyo, recapitulaciones, opiniones o información evaluada, etcétera.
Se llega a conclusiones sobre el uso del tempo lento en la información nueva, la elevación
del tono o la intensidad para enfatizar contenidos de la clase, el uso de patrones suspendidos
para las enumeraciones y otros aspectos, pero solo se basa en análisis perceptuales y no se
aplican técnicas y métodos de descripción acústica que permitan demostrar científicamente
los resultados.
Por su parte, en un trabajo que constituye antecedente inmediato de esta investigación, Dorta
y Hernández (2006) a manera de hipótesis no comprobadas con estudios descriptivos, sino a
partir de la experiencia, sugieren formas de utilización de la focalización y el reajuste tonal26
para destacar las partes o contenidos nuevos de la clase y para llamar la atención del alumno,
partiendo de la clásica superestructura de la clase dividida en introducción, desarrollo y
conclusiones.
A su juicio, en la introducción el discurso del profesor se ha de manifestar dentro de un tono
normal. Predominan los focos neutros y aunque pueden darse focalizaciones estrechas estas
solo reactivan información dada.
26 Se define este fenómeno como elevación del tono en algún punto del discurso, respecto del final del discurso
precedente, como frontera prosódica entre ambas partes. Por lo que se trata del valor demarcativo del nivel
tonal, aspecto que se analizará en esta investigación a través de métodos experimentales.
49
En el desarrollo el contorno melódico debe presentar mayores oscilaciones y mayor número
de focalizaciones de la información nueva. También se alude al valor del reajuste tonal en
interacción con determinados marcadores textuales para marcar los límites entre la
introducción y el desarrollo o entre epígrafes diferentes en el desarrollo.
En las conclusiones deben predominar las focalizaciones amplias para recordar determinados
aspectos de la clase. El profesor debe utilizar el reajuste tonal y la focalización para llamar
la atención del estudiante, por su tendencia a disminuir en esta parte. Estos pueden interactuar
con marcadores discursivos con valor conclusivo y apelativo, tales como ¿eh?, ¿sí?, ¿no?,
etcétera.
Las ideas anteriores, fruto de un estudio impresionista del valor de la prosodia en el discurso
del profesor, servirán como hipótesis de la investigación que se propone, y habrán de ser
comprobadas o no en un amplio corpus discursivo y con la aplicación de métodos acústicos
experimentales.
Ahora bien, en los trabajos que anteceden a esta investigación, referidos a la prosodia de los
enunciados interrogativos en el discurso académico (Bermúdez, 2006, 2007, 2012) se
propone un estudio exhaustivo, con métodos y técnicas de investigación entonológica,
basados en un modelo de análisis comunicativo y discursivo de la entonación.
A partir de un corpus amplio de enunciados interrogativos, extraídos de una muestra
espontánea de conferencias universitarias, se analiza el comportamiento acústico y la
funcionalidad pragmática de este tipo de enunciados en la construcción de AHI
esencialmente indirectos (Bermúdez, 2012), que apuntan formalmente a la formulación de
preguntas, pero en los cuales subyacen funciones ilocutivas asociadas a lo apelativo (llamada
de atención) o lo exhortativo (pedir, ordenar) o lo enunciativo (informar, aseverar,
caracterizar, explicar, expresar el avance discursivo, etcétera).
En trabajos más recientes (Bermúdez, 2016, 2017) se esboza un modelo de análisis discursivo
de la entonación, con base en los presupuestos de la escuela de Edinburgh y en el enfoque
del modelo cubano, fundamentado en el pensamiento de la Complejidad. Se analiza así, el
discurso académico oral como un proceso comunicativo en el que la entonación cumple
simultáneamente funciones en la dimensión estructuradora y significativa. Se parte, además,
50
del concepto de interacción para demostrar el carácter complejo de los actos de habla y la
naturaleza dinámica, no lineal del sistema entonativo en la actividad discursiva.
Finalmente, se comprueba la efectividad del modelo en una cala empírica de 20 paratonos a
partir de cuyo análisis acústico se demostró el valor de las marcas prosódicas en la
organización tópica del discurso, en la marcación del foco y en la expresión de las estrategias
e ilocuciones del profesor en la clase.
Los resultados —aún preliminares— obtenidos en los trabajos citados, habrán de completarse
en la presente investigación, a partir del análisis de un amplio corpus de datos, lo cual
permitirá demostrar la validez y eficacia de los métodos, técnicas y fundamentos teóricos
para el análisis discursivo de la entonación que aquí se propone.
51
CAPÍTULO 2. METODOLOGÍA PARA EL ESTUDIO DISCURSIVO DE
LA ENTONACIÓN
2.1. Del sistema al discurso en el estudio de la entonación. Un enfoque
epistemológico basado en el pensamiento de la Complejidad
Los modelos al uso para el estudio de la entonación en el discurso ofrecen metodologías
efectivas para diseccionar el todo en sus partes y estudiar rigurosamente la sustancia fónica
que constituye el significante de la prosodia en el continuum del habla. La concepción del
discurso oral como una estructura de unidades jerárquicamente organizadas y la idea de la
coestructuración de sistemas prosódicos que ejecutan al mismo tiempo diferentes funciones,
son principios válidos tomados de las escuelas inglesas y francesas (Halliday, 1985; Brazil
et al. 1980; Brown et al., 1980; Tench, 1996; Morell y Danon-Boileau, 1998) aplicadas al
estudio de la conversación en español (Hidalgo, 1997, 1998, 2000, 2001, 2006a) y que
servirán de base también para el estudio que se propone.
Sin embargo, aun cuando todos aceptan el valor comunicativo y expresivo de la entonación,
el estudio del significado se queda la mayoría de las veces en los valores modales generales
de enunciación, interrogación y volición, asociados convencionalmente en el español
coloquial a los actos de preguntar, afirmar, ordenar, pedir, etcétera. Otros significados
emergentes en diferentes tipos de discurso, como resultado de la interacción de la prosodia
con otros medios expresivos en situaciones comunicativas concretas, quedan relegadas a una
dimensión considerada paralingüística, que cae en el ámbito de la fonopragmática, por su
carácter variado, asistemático y dependiente del contexto.
La metodología que se propone para este estudio, sin embargo, parte de una concepción
compleja del significado de la entonación, que en primer lugar se basa en la relación
dialéctica entre el sistema y el discurso, por lo que permite explicar la manera en que las
unidades entonativas convencionales, codificadas en la lengua (probada la autonomía relativa
de sus significados) y en el discurso coloquial, adquieren nuevas formas y significados en
otros géneros discursivos, en este caso, el discurso académico.
En segundo lugar, se entiende el significado con un carácter semántico-pragmático, que
incluye lo actitudinal (modal) e ilocutivo, dependiente de las intenciones y la posición
subjetiva del hablante, pero que, al mismo tiempo, puede alcanzar diferentes grados de
52
convencionalización en el discurso, al constituir actos de habla interaccionales (resultado de
la interacción de la entonación y las estructuras léxico-gramaticales) relativamente estables,
recurrentes, que el hablante descodifica con facilidad en determinadas situaciones
comunicativas. Esta manera de ver el objeto es lo que determina su carácter complejo, pues
permite hablar de un significado dinámico, que emerge de procesos interaccionales que se
actualizan constantemente en la praxis discursiva.
De ahí la relación con el concepto de emergencia del pensamiento de la Complejidad, que
se refiere a la aparición de estructuras nuevas que surgen de la interacción de los componentes
del sistema (Soldevilla, cit. García, 2018; Ballesteros, 2014a). Así, la Complejidad consiste
en explicar el surgimiento de dichas entidades, que nacen de la actividad coordinada de las
partes (Ballesteros y Torregrosa, 2012; Morin, cit. Ballesteros, 2014a). Desde esta
perspectiva, se analiza el significado como un fenómeno que emerge de la interacción de
todos los niveles del lenguaje y del contexto (interior y exterior) de los usuarios. Basándose
en los criterios de García (1998, 2002) sobre el estudio del significado de la entonación,
subraya Ballesteros (2013):
La entonación no es la mera suma aditiva de sus partes, sino que se estructura con
procesos dinámicos que se despliegan de acuerdo con la jerarquía fónica y confluyen
produciendo entidades fonológicas que son representaciones abiertas que permiten la
expresión de los diversos sentidos (p. 53).
En síntesis, se propone una metodología para el estudio de la entonación en el discurso, de
fundamento dialéctico y en correspondencia con los principios del pensamiento de la
Complejidad, en tanto se parte de un sistema entonativo dinámico, complejo, no lineal (el
sistema entonativo cubano), que se definió a través de métodos cualitativos y cuantitativos,
lo cual permitió segmentar unidades de entonación que emergen en los diferentes discursos,
atendiendo a su capacidad distintiva y significativa (García Riverón y Marrero, 2013, p. 71).
La asunción de un enfoque complejo en el análisis de la entonación, permite, además, superar
la mera descripción fonética de las unidades aisladas, para explicar las condiciones
discursivo-contextuales que propician su uso en la comunicación oral: su incidencia en la
organización de unidades discursivas superiores, tales como enunciados y paratonos
(macroestructura tópica del discurso); en la identificación del foco en los enunciados y
53
estructuras supraenunciativas (paratonos), así como en la formación de patrones
interaccionales (coestructuración de sistemas prosódicos, léxicos, gramaticales,
extraverbales) que constituyen unidades de sentido en el discurso, los actos de habla
interaccionales (AHI).27
2.2. Categorías para el estudio
Este estudio parte de las funciones discursivas de la entonación, referida a las funciones de
la entonación en la estructuración y significación de los discursos orales. En esta
investigación se analiza, específicamente, en el discurso académico del profesor.
Se consideran las funciones discursivas de la entonación en los dos ejes del habla:
sintagmático y paradigmático. Dentro del primero, se atiende al poder estructurador de la
entonación de las unidades semánticas e informativas del discurso, organizadas
jerárquicamente en niveles que interaccionan y se correlacionan (unidad entonativa,
enunciado, paratono), por lo que se analiza específicamente su función demarcativa e
integradora. Dentro del segundo, se analiza el significado semántico-pragmático de las
unidades entonativas en la construcción de actos de habla interaccionales del profesor, es
decir, su función comunicativa. Por último, se analiza la función focalizadora de la
entonación, que pertenece a ambos ejes, pues la identificación del foco, implica poner de
relieve una parte de la estructura informativa del enunciado o del discurso y al mismo tiempo,
es un fenómeno dependiente de la intencionalidad del hablante.
Para el estudio de estas funciones se parte de la necesidad apuntada por varios autores de
deslindar en cada momento el objeto de estudio, sin perder de vista sus posibles interacciones.
Las subcategorías que se tendrán en cuenta para analizar las funciones discursivas de la
entonación se operacionalizan de la manera siguiente:
Función demarcativa e integradora: Para su estudio se parte de un sistema de unidades que
conforman la estructura del discurso académico oral; su organización jerárquica, a los efectos
epistemológicos, se representa del siguiente modo:
27 Aun cuando se parte de la necesidad de analizar la interacción de los códigos (lingüísticos y no lingüísticos),
la presente investigación no incluirá, por el momento, el estudio de los gestos. Sino que se analizan los
rasgos entonativos en interacción con otros niveles meramente lingüísticos.
54
Se define el texto como una unidad comunicativa resultado del proceso discursivo, que posee
un carácter intencional y una estructuración semántica, sintáctica y pragmática (Curbeira,
2007; González, 2017). Se estudia en esta investigación la clase (específicamente la
conferencia universitaria) como tipología textual y se analiza cómo funciona la prosodia
entonativa en su estructuración interna en paratonos, enunciados y unidades entonativas.
Siguiendo a Brown et al. (1980) se concibe el paratono como la unidad enunciativa máxima,
identificable en el discurso oral, el cual representa la organización de la información que se
transmite en subtópicos relacionados con un tópico continuo principal.
Los paratonos se dividen en enunciados; esta categoría se define como la unidad
comunicativa mínima, producida en un contexto real, por un hablante específico y con una
intención comunicativa precisa. (Hidalgo, 1997, p. 26). Por tanto, al ser una unidad de sentido
ilocutivo, emergente en un contexto dado, se emplea para realizar actos de habla.
Teniendo en cuenta el criterio de interacción de varios medios de expresión en la
conformación del significado de los actos de habla, García (1998, 2002, 2003) emplea el
término acto de habla interaccional, que se forma de la interacción de varios medios
expresivos, incluyendo la entonación. Pueden estar formados por una unidad entonativa o
por varias, en cuyo caso conforma un enunciado y un acto de habla complejo, pero
identificable por responder a una única intención comunicativa (Hidalgo, 2006a).
Las unidades entonativas, a su vez, se definen como unidades acústicas mínimas,
segmentables en el discurso, delimitadas por pausas o inflexiones tonales y poseen un
carácter distintivo y significativo. Para su identificación se toma como referente el sistema
texto (la clase)
paratonos
enunciados
unidades
entonativas
55
entonativo de Cuba (García, 1996a, 1998) con sus posibles realizaciones discursivas (Ver
anexo 2).
El análisis acústico de la entonación en el discurso implicó la medición de determinados
parámetros físicos para comprobar su función en la estructuración de estas unidades. Se
midieron en este caso en cada unidad entonativa los siguientes: frecuencia fundamental o F0
(Hz), intensidad (db), tiempo vocálico final (s) y pausa (s). El procedimiento seguido y las
variables dependientes analizadas se explicarán en el epígrafe que detalla la fase acústica del
análisis.
Función focalizadora: Se refiere al valor de la entonación en la focalización de información
relevante según la intencionalidad del emisor, por lo que se estudia específicamente el foco
prosódico, definido según criterio de Dorta (2008) como toda palabra o parte de un enunciado
que esté destacada prosódicamente respecto de su entorno; la condición es que la prominencia
sea perceptible para el oyente. A esto se añade la posibilidad de analizar el foco prosódico a
nivel discursivo, es decir, se agrega la prominencia de un enunciado con respecto al paratono
en que se encuentra inserto (Bermúdez, 2018).
De manera que no se analiza el foco neutro, sino solo aquellos casos en que se destaque por
alguna prominencia prosódica una parte del enunciado o este en el paratono. Según su
extensión se consideran el foco ancho (cuando se focaliza una parte del enunciado mayor que
la palabra o el enunciado dentro del paratono) y el foco estrecho (cuando se focaliza una
palabra).
Según su función pragmática se tiene en cuenta la relación entre el foco y la estructura
informativa a nivel de enunciado o paratono (foco informativo), cuando se focaliza algún
elemento conocido o nuevo, pero con la intención de resaltar su contenido. También se tiene
en cuenta el foco contrastivo (cuando se focaliza un elemento en contraste con otros
explícitos o implícitos en el discurso).
Según el número de focos se analizan el foco simple (se produce un solo foco dentro del
enunciado), dual (se produce uno al inicio y otro al final) y se introduce la categoría de foco
múltiple (se producen varios focos en un mismo enunciado).
Para determinar los rasgos prosódicos de marcación del foco se miden los indicadores
acústicos frecuencia fundamental (tono), intensidad y tiempo en cada unidad focalizada y se
56
contrastan los datos con los valores medios del enunciado o paratono, según se explica en el
epígrafe 2.3.1.2 de este capítulo.
Función comunicativa: Se refiere al valor de la entonación en la construcción de los
significados intencionales y modales de los actos de habla interaccionales del discurso
académico (significado semántico-pragmático). Se analiza aquí la interacción de las unidades
entonativas con otros medios de expresión verbales y las condiciones discursivo-contextuales
para determinar el significado ilocutivo de los AHI y la manera en que se relacionan con las
macrocategorías semánticas modales de Certidumbre, Valoración, Interés, Afectividad,
Lealtad y Expresividad.
Para ello se asume la concepción dimensional del significado de Caballero (2002b, 2014),
entendida como una entidad en la que confluyen contenidos modales, ilocutivos,
referenciales y constructivo-gramaticales (cit. Galbán, 2014). En esta investigación se
analizan solamente los AHI desde la dimensión ilocutivo-modal y con atención a los recursos
léxico-gramaticales y prosódicos de los enunciados a través de los cuales se expresan estos
actos en el discurso académico del profesor.
2.3.1. Técnicas para la recogida de la muestra, la conformación y el análisis del corpus
Para el estudio se parte de una muestra inicial (aleatoria intencional por criterios) conformada
por 10 conferencias académicas, grabadas y filmadas de manera directa y con un tiempo de
duración de 900 minutos en total. La filmación se realizó con una cámara de video Sony
(2000 x Digital Zoom / 40 x Optical Zoom). Las clases versaron sobre variadas materias
(gramática, comunicación, psicología clínica, historia del periodismo, literatura, física, bases
de datos, suelos). Los criterios de selección de los informantes fueron:
1. Profesores con categorías docentes principales (Auxiliar o Titular).
2. 10 años o más de experiencia docente.
3. Por razones de viabilidad de la investigación se seleccionaron profesores de la
Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, donde trabaja la propia
investigadora.
En total se filmaron 10 profesores (5 mujeres y 5 hombres) de diferentes especialidades y
carreras de la Educación Superior. (Ver anexo 3)
57
Teniendo en cuenta que en la presente investigación no se analizaron los recursos
extraverbales, fue necesario aislar el audio de las filmaciones con el software AnyMP4 Video
Converter Platinum (versión 6.1.12).
2.3.1.1. La fase perceptiva
El primer paso en este tipo de estudio lo constituye el análisis perceptivo, con la
correspondiente aplicación del método auditivo. Es un método esencial en el análisis de la
entonación, pues permite otorgarles valor lingüístico a los datos físicos, ya que no puede
perderse de vista que los rasgos analizados deben provocar algún efecto perceptivo en los
destinatarios. La aplicación de este método permitió a la investigadora la segmentación a
priori de las unidades del discurso (paratonos, enunciados, unidades entonativas) y la
identificación de los entonemas, variantes y realizaciones del sistema, incluyendo sus
posibles realizaciones discursivas en este tipo de texto oral. La segmentación de estas
unidades se realizó con el software Wave Lab, en su versión 9.5.
Con la aplicación del método auditivo se segmentó un total de 100 paratonos (10 por cada
informante) que se sometieron a un segundo análisis auditivo para determinar los tópicos y
segmentarlos en enunciados y unidades entonativas. Los 100 paratonos fueron transcritos en
archivos txt y en cada uno se identificó fin de enunciado y tipo de unidades entonativas.28
El análisis perceptivo posibilitó, además, identificar —según audición de la investigadora—
los focos prosódicos en la muestra, los cuales fueron segmentados y aislados en archivos
.wav independientes en sus contextos verbales. La validez de tal análisis fue corroborada con
una encuesta de percepción a 10 sujetos ajenos a la investigación, pero con cierto
adiestramiento en el análisis auditivo, ya que han cursado la asignatura Fonética Española en
la Maestría en Estudios Teórico-Metodológicos del Español Actual de la Facultad de
Humanidades, en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas.
La encuesta se diseñó de la manera siguiente: 29
28Se utilizan barras oblicuas // para indicar fin de enunciado y entre corchetes [ ] se coloca el tipo de unidad
entonativa según sistema cubano. (García, 1996a) 29 Véase estructura de la encuesta aplicada en el Anexo 4.
58
1) Se les dio a los 10 encuestados un material impreso con los enunciados y paratonos
de la muestra, en los cuales aparecían señalados en negrita los 82 focos previamente
identificados.
2) Luego de escuchar el audio de cada enunciado o paratono (3 repeticiones de cada uno,
equivalentes a 249 estímulos auditivos), debían responder (sí o no) si los elementos
señalados estaban resaltados por alguna prominencia.30
3) Luego se les pidió marcar con una x los elementos que no estuvieran resaltados y con
un círculo los que a su juicio sí lo estuvieran, aunque no aparecieran en negrita.
Es necesario aclarar que, en la explicación inicial durante la aplicación de este instrumento,
no se aportó la información de que la encuesta buscaba corroborar un análisis auditivo
previamente realizado por el investigador, por lo que, para los encuestados, no se trataba de
verificar la identificación de estos elementos como focos, sino únicamente de marcarlos
como destacados prosódicamente o no. La posibilidad de escuchar el mismo estímulo tres o
más veces y la opción de marcar otros elementos, además, les permitía señalar otros focos
dentro del enunciado.
La aplicación de esta encuesta permitió corroborar el análisis perceptivo de la investigadora,
pues los elementos señalados tuvieron entre un 87 y 100 % de reconocimiento como focos.
Solo dos focos de la muestra tuvieron entre 50 y 60 % de reconocimiento.
2.3.1.2. La fase acústica. Diseño del análisis experimental
La segunda etapa es el análisis acústico, que hubo de realizarse según los objetivos del
estudio en cada dimensión funcional. Para analizar la función demarcativa e integradora, se
tomó una muestra de 50 paratonos (50 % de la muestra segmentada perceptivamente), que, a
su vez, están conformados por 337 enunciados y 1 246 unidades entonativas.
Se tuvieron en cuenta las siguientes variables dependientes (rasgos suprasegmentales) con
valor demarcativo:
EN EL ANÁLISIS DE PARATONOS Y ENUNCIADOS
30 Dada la complejidad y amplitud de la muestra, para evitar cansancio y confusiones en el análisis perceptivo,
este se aplicó por partes en diferentes sesiones y se dividió en dos grupos de 5 sujetos auditores cada uno.
59
Nivel Tonal: (altura melódica) dependiente de las variaciones de F0 de la voz del hablante.
Su análisis en el discurso tiene un valor relativo, dependiente del registro tonal de cada
hablante (Brown et al., 1980; Morel y Boileau, 1998). Este se obtiene a partir de una media
entre el nivel tonal más alto (nivel 4) y el nivel tonal más bajo (nivel 1). Luego se trazan dos
niveles tonales intermedios (2 y 3). Esto permite definir 4 niveles tonales y dos franjas: baja
(por debajo de la media tonal) y alta (por encima de la media tonal). Los valores tonales se
miden en Hz en los dos lugares más importantes a los efectos de la función demarcativa:
punto de ataque (primera sílaba de la unidad entonativa) y punto final (última sílaba de la
unidad entonativa).
Reajuste tonal: Representa el reacomodo de la frecuencia fundamental (F0) entre dos
puntos: el valor de la F0 (tono) asciende o desciende en relación con puntos de F0 anteriores
(Garrido-Almiñana, 1999; Cabedo, 2011). Se analiza en este trabajo el reajuste tonal entre la
última sílaba de una unidad (paratonos y enunciados) y la primera de la siguiente. Este
reajuste puede ser ascendente o positivo, si la primera sílaba de una unidad tiene un valor
frecuencial superior a la anterior; o puede ser descendente o negativo, si su valor frecuencial
es inferior. Los valores de reajuste tonal se expresan en porcentajes relativizados, según
modelos de estilización recientes (Cantero, 2002; Cantero y Font, 2009). Para ello se obtienen
los valores absolutos en Hz y se realiza el cálculo del reajuste (porcentaje de cada valor
absoluto respecto del anterior) utilizando el programa de cálculo numérico Excel, a través de
una regla de tres: (F0 inicial-F0 final)*100/F0 final.31
Variación tonal: Movimiento del tono en el interior de las unidades entonativas,
fundamentalmente en el tonema o inflexión final. La dirección del tonema puede ser
descendente (cadencia o semicadencia), ascendente (anticadencia o semianticadencia),
circunflejo (ascendente-descendente o descendente-ascendente) o en suspensión.
Intensidad: Valor de la intensidad inicial y final de cada unidad. Al igual que con el tono se
analiza el reajuste de los valores de intensidad entre el inicio de una unidad y el final de la
anterior. Los valores se obtienen en decibeles (db) y se llevan a porcentajes relativizados (con
31 Se toma como umbral psicoacústico diferencial de frecuencia, el valor de 1,5 st (Pamies et al., 2002). Esto
llevado a porcentajes de variación equivale aproximadamente —según cálculos de la propia autora— a más
de un 7 % de variación con respecto al punto anterior.
60
el mismo procedimiento). Se toma como umbral diferencial de intensidad (mínimo aumento
de intensidad perceptible) los valores entre el 5 % y el 10 % de variación (Quilis, 1981).32
Tiempo vocálico final: Representa la duración de la última vocal de cada unidad analizada,
expresada en segundos (s).
Unidad entonativa: En la metodología que se propone, a diferencia de las anteriores, se parte
de un sistema de unidades entonativas definido previamente, cuya estabilidad y codificación
han sido probadas en el español de Cuba.
Dichas unidades entonativas constituyen estructuras acústicas estables y recurrentes que se
asocian sistemáticamente a determinados significados semántico-pragmáticos, de manera
autónoma o en interacción con otros medios expresivos.
Estas se segmentan del discurso siguiendo criterios fonéticos (pausas e inflexiones tonales)
y se definen a través de un sistema de oposiciones fonológicas que permiten distinguir entre
tres tipos de unidades: entonemas (E), variantes de entonema (VE) y realizaciones de
entonema (RE). Las dos primeras surgen de oposiciones distintivas, pues permiten cambiar
el significado de los enunciados. La diferencia entre ellas es que, al realizarse la conmutación
en el discurso, los entonemas no son compatibles en un mismo contexto y las variantes de
entonema sí son intercambiables, aunque introduzcan otros matices de significado. Así, por
ejemplo, el entonema 1 (E-1), definido en el español de Cuba como enunciación neutral, es
conmutable con variantes de entonema como VE-1a, con matiz de advertencia o VE-1b, con
matiz de obviedad.
Por otra parte, las realizaciones de entonema (RE) son estructuras acústicas diferentes que al
conmutarse no provocan cambio de significado, por lo que surgen de oposiciones no
distintivas y se definen como realizaciones acústicas de una misma unidad fonológica
(entonema o variante de entonema).
Por tanto, se toma la unidad entonativa (E, VE o RE) como rasgo prosódico con valor
demarcativo, pues el hablante puede hacer uso consciente e intencional de determinados tipos
de unidades para iniciar o cerrar tópicos o marcar partes constituyentes de un enunciado y,
32 Basándose en la ley de Weber «es la relación que existe entre el más pequeño aumento de I perceptible y
la intensidad anterior del sonido, sensiblemente constante a intensidades y frencuencias medias (100 a 4.000
cps)» (Quilis, 1981, p. 76).
61
por tanto, indicar continuidad. En la transcripción de los paratonos, estos se segmentan en
unidades entonativas y se identifican según la nomenclatura descrita. El sistema de unidades
del español de Cuba se consigna en el anexo 2; a continuación, se exponen las de uso
recurrente en el discurso académico.
Entonema 1 (E-1): enunciación neutral (tonema de cadencia).
Variante de entonema 1a (VE-1a): enunciación con matiz de advertencia (tonema
circunflejo descendente-ascendente).
Entonema 2 (E-2): interrogación neutral con pronombre o adverbio (tonema de
anticadencia).
Variante de entonema 2a (VE-2a): interrogación categórica (tonema de cadencia).
Entonema 3 (E-3): interrogación neutral absoluta (tonema circunflejo ascendente-
descendente).
Entonema 4 (E-4): interrogación neutral con incógnita omitida (tonema de anticadencia).
Variante de entonema 4a (VE-4a): interrogación inconclusa (tonema de anticadencia).
Entonema 5 (E-5): enunciación de no conclusión (tonema de anticadencia).
Variante de entonema 5a (VE-5a): no conclusión ejemplificadora o enumerativa (tonema
de cadencia).
Por último, en la muestra se identificaron realizaciones acústicas de los entonemas 1, 3 y 5
que no implican cambio de significado, por lo que se definen como realizaciones discursivas
de estos entonemas y se representan siguiendo la nomenclatura del sistema, por ejemplo, RE-
1 (realización del entonema 1).
Pausa: Se analizaron las pausas de silencio y se midió su duración en segundos (s).
Atendiendo a la media de duración de las pausas se determina su valor en la delimitación de
paratonos, enunciados y unidades entonativas. Para analizar el valor de la duración, se divide
la pausa —según lo que reflejan los datos— en tres tipos: cortas (hasta 1s), largas (entre 1,1
y 3 s) y muy largas (+ de 3 s).
62
Para la aplicación del análisis acústico se midió el 50 % de la muestra (50 paratonos), 5 de
cada informante. En total esto equivale a la medición de 1 246 unidades entonativas. Para
ello se utilizó el programa PRAAT (versión 5.1.23). Los datos obtenidos se tabularon con el
programa Excel de Microsoft.
Por su gran magnitud, el análisis de los datos acústicos requirió en ocasiones la aplicación
del método de análisis estadístico: se calcularon las medias de los valores acústicos
obtenidos y se compararon utilizando la prueba estadística T para igualdad de medias, con el
programa estadístico SPSS.33
EN EL ANÁLISIS DE LA UNIDADES ENTONATIVAS
Otro tipo de análisis corresponde al comportamiento acústico de las unidades entonativas del
sistema en este tipo de discurso, de donde se pudo determinar hasta qué punto mantienen o
se alejan de su realización canónica en el sistema, es decir, qué tipo de rasgos tienen un valor
estilístico, propio de este tipo de discurso. Para ello se toma una muestra de unidades
identificadas perceptivamente, se les aplicaron las técnicas de control perceptivo para
cerciorarse de que fueran iguales y se midió manualmente la totalidad de sus segmentos
tonales, con el fin de poder describir el comportamiento de F0, expresado en semitonos (st).
La descripción de la curva se realiza siguiendo el modelo cubano (García, 1996 b) que, basado
en el método de análisis por configuraciones, describe el movimiento tonal en el segmento
pretónico, el cuerpo del entonema, centro de entonación e inflexión final o tonema. Para la
comparación de las realizaciones discursivas obtenidas con las unidades del sistema, solo se
analizó, por el momento, la dirección del tonema.
EN EL ANÁLISIS ACÚSTICO DE LA FOCALIZACIÓN
El estudio de la focalización se realizó atendiendo a los tres parámetros acústicos (F0, I, T)
que se midieron en el segmento focalizado y se contrastaron con las sílabas contiguas o los
valores promedio del enunciado o paratono para comprobar que realmente se hubiera dado
33 Ante un conjunto de valores numéricos asignados a diferentes grupos (I inicial de paratono y de unidad
entonativa, por ejemplo.) esta prueba permite comparar las medias y según la varianza determinar la
independencia o no de estos grupos, es decir, si pertenecen a la misma población o a poblaciones diferentes
(Cabedo, 2011).
63
determinada prominencia con respecto al resto y determinar el nivel de participación de cada
rasgo en la marcación prosódica del foco.
Tono: Para el análisis del valor del tono se tuvieron en cuenta los acentos tonales y los tonos
de frontera según el modelo métrico autosegmental (Pierrehumbert, 1980; Sosa, 1999,
Beckman et al, 2002, Dorta Ed., 2013; Dorta Ed., 2018).34
En el modelo autosegmental la melodía se describe a partir de la sucesión de dos tipos de
tonos: un tono alto (H) y un tono bajo (L), alineados sobre las sílabas acentuadas. Estos
pueden representarse en forma de secuencias monotonales o bitonales.35 Se utilizan, así:
/L*/: cuando la tónica queda baja.
/H*/ cuando la tónica queda alta o en pico y no se produce valle anterior.
/L*+H/ cuando la tónica queda baja o en ascenso, pero en este último caso, sin que le preceda
una distancia significativa del valle.
/L+H*/ cuando se da un ascenso de la F0 desde un valle hasta la tónica.36
Luego de medir el tono a través de medios instrumentales se les asignan valores fonológicos
contrastivos de la manera siguiente: un tono H lo será si es más alto que el precedente y L si
presenta una altura tonal menor. 37
Además de las secuencias tonales se representan también los tonos de juntura, que
representan el movimiento tonal al final de la unidad entonativa, después de la última sílaba
acentuada. Para la representación del foco estos son importantes, pues se parte de la hipótesis
de que uno de los recursos focalizadores en español es precisamente la división del enunciado
en unidades entonativas diferentes, lo que significa el uso de tonos de juntura. Para este
estudio se utilizan:
34Este modelo es de uso extensivo en la descripción de la focalización prosódica en español, por lo que
emplearlo permitiría la comparación posterior con los resultados obtenidos en esta investigación. 35Este modelo ha sido sometido a varias revisiones. La propuesta realizada por Beckman et al., (2002) para
la descripción del español, ha sido revisada posteriormente por diferentes autores. En esta investigación se
utilizan las propuestas más actualizadas de Dorta (ed) (2013); Dorta, (2017) en prensa y Dorta (Ed.) (2018),
ya que han sido aplicada, además, en el estudio de la variante cubana del español. 36El modelo incluye también las variantes [¡H+L*] y [L*+!H] cuando se da un ascenso anterior o posterior a
la tónica, pero que no llega a los 1,5 st de diferencia. 37Se considera el umbral psicoacústico de 1,5 st (Pamies Bertrán et al., 2002) para determinar la significación
perceptiva de las variaciones tonales.
64
/%H/- /H%/: cuando el inicio o final de la F0 se sitúa significativamente por encima del tono
medio del hablante (TM).
/%M/-/M%/: cuando la F0 inicial o final se encuentren en el TM o muy próxima sin que la
diferencia alcance el umbral de 1,5 st. Aquí se incluyen las variantes [%MH]-MH%] (F0 con
trayectoria ascendente, pero sin llegar a superar el umbral respecto del TM) y [%ML]-[ML%]
(F0 con trayectoria descendente, pero no significativamente por debajo del TM).
/%L/-L%/, cuando el inicio o final de la F0 se encuentren significativamente por debajo del
TM.
Intensidad: Se analiza su comportamiento contrastivo con respecto a los segmentos
contiguos (teniendo en cuenta el umbral diferencial mínimo del 5 %) con el objeto de
determinar su participación en la construcción del foco prosódico. Se considera como marca
de foco la I cuando se produce una prominencia que supera la media de la unidad entonativa
y el valor de las vocales contiguas.
Tiempo: La prolongación del tiempo vocálico como marca de foco se determina a partir del
tiempo vocálico medio (TVM) del enunciado, que se calcula a través del promedio de los
valores obtenidos en cada sílaba. De manera que un valor por encima de la media puede
indicar una prolongación de la vocal que responde a una intención focalizadora.
Otro rasgo que permite la marcación del foco a nivel discursivo y que se relaciona con el
tiempo, es el tempo elocutivo o velocidad del habla. Se expresa a través de la duración
promedio de las vocales de una unidad del discurso, y se calcula dividiendo la duración total
de la unidad entre el número de sílabas (Becerra e Igoa, 2013; Perea, 2017). Si se produce un
promedio de duración vocálica superior al de todo el enunciado o del paratono, esto significa
una ralentización o disminución del tempo de este, que puede responder a una intención
focalizadora.
2.3.1.3. La fase de análisis semántico-pragmático
El último paso del análisis corresponde al estudio del significado semántico-pragmático de
las unidades de entonación que han sido identificadas como recurrentes en este tipo de
discurso. Como ya se ha visto, se trata de demostrar su uso en la construcción de actos de
habla interaccionales (AHI) (emitidos por el profesor) y determinar en cada caso los
65
significados modales e ilocutivos que expresan en su interacción con la información
pragmático-contextual. Para ello se siguen los siguientes pasos.
a) Identificar los tipos de AHI que se producen en la muestra, a partir de la interacción
entre las unidades de entonación y las estructuras léxico-gramaticales en cada
contexto.
b) Analizar la relación entre lo que se dice y la información que emana del contexto para
determinar los actos ilocutivos (dimensión ilocutiva) asociados a cada tipo de AHI.
c) Analizar la relación entre ilocuciones secundarias y primarias en la construcción de
actos de habla indirectos.
d) Explicar la relación entre los actos ilocutivos y las macrocategorías semánticas
modales y valores modales del hablante (sujeto modalizador y actante ilocutivo) y/o
los destinatarios, en este tipo de discurso.
66
CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE LA ENTONACIÓN EN EL DISCURSO
ACADÉMICO DEL PROFESOR
3.1. La función demarcativa de la entonación. Su relación con la estructura
jerárquica del discurso académico oral
El estudio realizado determina el funcionamiento de los índices acústicos suprasegmentales
(tono, intensidad, duración de vocales finales y pausas) en la delimitación y organización
jerárquica de las unidades del discurso académico oral: paratonos, enunciados y unidades
entonativas. La identificación perceptiva (corroborada acústicamente a posteriori) de las
unidades entonativas en cada paratono —según el sistema de la variante cubana— y la
medición de los índices acústicos al inicio y el final de cada unidad permitió determinar los
rasgos suprasegmentales con función demarcativa.
3.1.1. El valor del tono en la delimitación de los paratonos del discurso del profesor
El estudio del tono a partir de la medición de los valores frecuenciales (expresados en Hz) al
inicio y final de cada paratono, permitió distinguir un valor demarcativo de este indicador
que se expresa a partir de la variación del nivel tonal, el reajuste tonal entre el final de un
paratono y el inicio del siguiente, la elección de determinados tipos de unidades entonativas
y la dirección del tonema de dichas unidades. Además, pudo constatarse la interacción de
estos rasgos prosódicos con otros de índole léxica y sintáctica en la función de marcar el
inicio y el fin de estas unidades.
El análisis de la muestra arrojó que el inicio de un paratono en el discurso académico se
marca por el uso de niveles tonales por encima o por debajo de la media tonal de cada
hablante. De los 50 paratonos estudiados 24 (48 %) se realizan en franja alta (7 en N4 y 17
en N3) y 26 (52 %) en franja baja (20 en N2 y 6 en N1), por lo que puede determinarse la
elección prioritaria de niveles tonales que se encuentran cercanos a la media, ya sea por
encima o por debajo, sin un predominio significativo de uno con respecto al otro. El uso de
niveles tonales elevados es un claro indicador del inicio de un nuevo tópico; los niveles
tonales bajos se deben a la presencia de otras marcas (léxicas y sintácticas) para iniciar el
tópico o por tratarse de un subtópico subordinado al anterior (paratono menor). Esto puede
apreciarse en los siguientes ejemplos.
Informante 2. Paratono 1: Tópico (Introducción de la clase y presentación del tema)
67
(N3)(239.4)Porque [RE-5d] hoy vamos a ver las irregularidades verbales[E-1] y:: [E-5] la
clasificación de los verbos [RE-5a] que eso ya ustedes lo tienen adelantado[RE-5c] de cuando dimos
la oración[E-1](N1)(165.1)//
Paratono 2: Tópico (Aclaración sobre el tópico)
(N2)(191.4)Bueno[E1] (N3)(243) las irregularidades verbales[E1]//Bueno [E-1]primero hay que
hablar[RE-5c] de regularidad[RE-5c] y después de irregularidad[E-1]// pero ya les digo[RE-5b]esto
es recordar[RE-5b] porque yo estoy segurísima de que ustedes lo dominan bastante bien[RE-5b]de la
enseñanza precedente[E1](N1)(155.2)//
Informante 1. Paratono 4. Tópico: Presentación de un autor.
(N2)(266.5)Por cierto [RE-5c] hay un investigador contemporáneo [RE-5c] que a mí me gusta// [RE-
5a] me GUSTARÍA que ustedes revisaran [RE-5a] su obra//[RE-5c] que es el profesor[RE-
5b]Teodoro Milow [RE-5c]// Teodoro Milow [RE-5a] es profesor [RE-5a] actual de la universidad
del sur de la Florida [RE-5c] en Miami[RE-5b]//PERO es la persona que ofrece [RE-5a] una [RE-
5a]clasificación de los trastornos de personalidad [RE-5a]que es tomada [RE-5a]en [RE-5a]el DCM4
[RE-5a] y en el CI10 [E-1]// Los trabajos de TM fueron [RE-5a]citados[RE-5c] en nuestro medio
[RE-5b]por Fernando González[RE-5b] //Si ustedes buscan [RE-5a] la obra de Fernando González
[RE-5b] Personalidad, Modo de vida y salud [RE-5c] van a ver [RE-5a](N2)(194.7)//
Paratono 5. Tópico: Ideas del autor con respecto a la personalidad.
(N2)(228.6)¿Y qué plantea Milow [RE-5a] con respecto [RE-5a] a la personalidad? [VE-2a]// Plantea
[E-5] que la personalidad se ENFERMA[RE-1]// Porque miren este es otro dilema// [RE-1] algunos
autores señalan [RE-5a] de que la enfermedad no afecta la personalidad [E-1]// Nosotros no podemos
hablar de una enfermedad mental[RE-5d] si no tenemos en cuenta [RE-5d] la afectación de la
personalidad [E-1]// Y destaca [RE-5b] que [RE-5a] cuando usted va a analizar[RE-5c]clínicamente
[RE-5d]a un enfermo[RE-5a] tiene que ver[RE-5a] sus reacciones más TÍPICAS [RE-1]// es decir
sus sentimientos [VE-5a] sus emociones [VE- 5a] cómo andan los procesos psíquicos [VE-5a]qué
procesos están más afectados [VE-5a](N2)//(214.2)
Como puede apreciarse, en los ejemplos del informante 2 el primer paratono coincide con la
introducción de la clase, seguido por un paratono menor, cuyo tema se subordina al anterior
(subtópico): la presentación del tema. La clase comienza en un tono elevado (N3), sin
embargo, el segundo paratono inicia con un nivel por debajo de la media del hablante, pues
se trata de un paréntesis o especie de aclaración, que además se introduce con el marcador
68
bueno. Sin embargo, el segundo entonema del enunciado, interactúa con un sintagma (las
irregularidades verbales) que tiene un valor topicalizador e inicia con una elevación tonal
hasta N3.
En el informante 1, sin embargo, se aprecia la realización de dos paratonos consecutivos que
se inician con un tono por debajo de la media (en N2). El primero, representa una información
parentética, pues se alude a un autor que aborda el tema sobre el que se habla. El segundo, se
inicia con un enunciado interrogativo que introduce el tópico (Ideas del autor sobre
personalidad), por lo que el uso de una marca sintáctica de inicio de paratono, incide en la
elección de un tono bajo.
Como ha podido apreciarse, el inicio de un paratono puede marcarse también por el uso de
marcadores textuales (bueno, bien, entonces, ahora, etcétera.), en cuyo caso pueden usarse
niveles tonales bajos, aunque esto no constituye una norma, ya que el uso de un tipo de marca
no excluye la otra. El hablante puede hacer interactuar el uso de un marcador textual con una
elevación tonal como marcas de inicio. También se emplean frases introductorias con valor
topicalizador, como los enunciados interrogativos y también de modalidad enunciativa,
generalmente expresados con un E-1 (entonema de enunciación neutral). Esto puede verse
en los siguientes ejemplos:
(N2)(246.2)Vamos a ver [RE-5a] la tematización// [E-1] Vamos a ver [E-1]// El concepto [E-5] de
tematización// [E-1] (paratono 4, informante 3)
(N2)(145.5)Segundo aspecto que habíamos visto [E-1] precisamente es [RE-5d] el agua [E-1]
(paratono 3, informante 9)
(N4) (394.8) Bien [E-1] como dice la temática [RE-5a] tenemos en la clase de hoy [RE-5b] la tarea
(RE-5b) de abordar [RE-5a] algunos fenómenos que se dan en el mundo de la comunicación [RE-5c]
que tiene que ver directamente [RE-5a] con la imagen//[E-1] (paratono 1, informante 4)
(N3)(316.9)Bueno [E-1] vamos en primer lugar entonces a e: (RE-5a) detenernos en nuestra primera
temática// [E-1] es decir la temática que hemos propuesto (RE-5a) características de las técnicas
proyectivas// [E-1] (paratono 3, informante 5)
(N3)(289.6)Ahora [E-1] la otra característica diríamos en importancia es que es un que son software
de código abierto [RE-1] (paratono 4, informante 7)
69
Las marcas de fin de paratono tienen un carácter más sistemático en este tipo de discurso.
Como puede apreciarse en los ejemplos anteriores, generalmente se emplea un enunciado
con modalidad enunciativa que interactúa con el entonema 1 (enunciación neutral) con
tonema de cadencia y descenso final del tono al nivel 2 o 1, lo cual es un claro indicador del
cierre de un tópico. Del total de paratonos, 40 (80 %) termina con E-1 (37 en N1, 3 en N2) y
3 con una realización de este entonema (RE-1), con tonema circunflejo. Además, 5 de los
paratonos medidos38 cierran con un enunciado interrogativo total (con E-3, interrogación
neutral) que marca el fin del tópico, al tiempo que comprueba su comprensión. Un paratono
cierra con VE-5a (informante 2) y otro con RE-5a; en ambos casos se trata de la ausencia del
cierre de la idea.
Ahora, el rasgo más evidente de demarcación entre los paratonos lo constituye el reajuste
tonal, es decir, el porcentaje de variación entre el final de un paratono y el inicio del siguiente,
pues aunque los niveles tonales de inicio y fin sean cercanos o incluso dentro del mismo
nivel, la diferencia tonal se hace evidente como un indicador de cambio de paratono.
Los valores obtenidos reflejan de forma mayoritaria un reajuste ascendente o positivo, lo cual
significa que el fin de un paratono tiene un tono menor que el inicio del siguiente. Esto
constituye una marca de delimitación evidente entre un paratono y otro.
En 29 (93.5 %) de los 31 valores de reajuste tonal obtenidos este tiene un valor positivo. Los
valores más significativos se encuentran en los informantes 1, 2, 3, 6, 7 y 8, con reajustes
tonales muy elevados (173.6, 123.7; 300.5; 105; 177.8; 125.3; 208; 264.2 respectivamente),
lo cual indica que se producen descensos muy pronunciados del tono al final del paratono
(generalmente por debajo de 100 Hz) y elevaciones pronunciadas al inicio del siguiente.
Es necesario aclarar que en este tipo de análisis el nivel tonal resulta irrelevante, pues los
niveles se calculan a partir de la media de cada paratono y aquí se analiza el reajuste tonal
entre paratonos distintos. Quiere decir que puede tratarse de paratonos que terminen e inicien
en el mismo nivel tonal y, sin embargo, presenten reajustes tonales significativos. Esto lleva
38 Este es un fenómeno muy común en este tipo de discurso y que se aprecia en mayor medida en la totalidad
de la muestra. El valor discursivo de esta clase de enunciados interrogativos será analizado con profundidad
en el apartado dedicado al significado de los actos de habla.
70
a considerar este indicador como mucho más productivo que el nivel tonal a la hora de indicar
los límites entre un paratono y otro en el discurso.
El nivel tonal da la medida de cómo se comporta el tono al inicio y al final de los paratonos,
según la estructura tonal de estos, pero el reajuste tonal permite evidenciar mucho mejor la
intervención del tono como un marcador de cambio de tópico discursivo.
Por ejemplo, en el informante 1, los paratonos 2 y 3 presentan un reajuste tonal muy
significativo (173.6 %), sin embargo, el 2 termina en N1 y el 3 comienza en N2, ambos por
debajo de la media tonal del hablante.
Lo mismo ocurre en el informante 6, pues los paratonos 3 y 4 tienen un reajuste tonal de 105
% y el primero termina en N1 y el segundo comienza en ese mismo nivel.
Esto quiere decir que ambos rasgos pueden actuar por separado y es el reajuste tonal el
principal indicador de cambio de paratono. Sin embargo, también pueden interactuar ambos
rasgos, como se aprecia en los siguientes ejemplos.
Paratono 2: Tópico: Aclaración sobre el tópico
Bueno[E1] las irregularidades verbales[E1]//Bueno [E-1]primero hay que hablar[RE-5c] de
regularidad[RE-5c] y después de irregularidad[E-1]// pero ya les digo[RE-5b]esto es recordar[RE-
5b] porque yo estoy segurísima de que ustedes lo dominan bastante bien[RE-5b]de la enseñanza
precedente[E1](N1)(155.2)// (final de paratono 2, informante 2)
Paratono 3. Tópico: Definición de irregularidad verbal
(N3)(347.2)¿Cuándo yo sé que un verbo es regular? [VE-2a] //Fundamentalmente [RE-5c] el verbo
es regular [RE-5c] cuando conserva [RE-5c] los mismos elementos [RE-5b] pero sobre todo el mismo
SONIDO (RE-1)// (inicio de paratono 3, informante 2)
Paratono 1. Tópico: Introducción de la clase. Rememoración.
Les queda de estudio independiente agenda setting (E-1)// En la próxima clase (RE-5c) evaluación
escrita (E-1)// ¿Está claro? (E-3)// Bueno (E-1) vamos a seguir (E-1)// (N1)(85) (final de paratono 1,
informante 3)
Paratono 2. Tópico: Presentación del nuevo tema.
71
(N4)(340.1)Hoy [RE-5c] vamos [RE-5a] a partir de la agenda setting [RE-5c] que fue la primera [RE-
5c] de las teorías [RE-5c] que habló sobre la opinión pública [RE-5b] ¿sí?[E-3] (inicio de paratono 2,
informante 3)
Entre los dos primeros paratonos, pertenecientes al informante 2, se produce un reajuste tonal
elevado de 123.7 % y esto interactúa con la diferencia de niveles tonales (N1-N3).
En el segundo ejemplo, perteneciente al informante 3, ocurre un fenómeno semejante, pues
se produce un reajuste tonal de 300.5 % y, además, la diferencia de niveles tonales es
significativa (N1-N4).
3.1.2. La variación de la intensidad como rasgo demarcativo entre paratonos
De la misma manera que es posible hablar de un reajuste del tono cuando se produce una
variación de F0 entre dos puntos en el tiempo, sean o no sucesivos, el mismo fenómeno
ocurre con la intensidad. Esta variación de la intensidad también permite establecer límites
entre los paratonos del discurso académico, cuando el reacomodo se produce entre la última
sílaba de un paratono y la primera del siguiente.
Al analizar la diferencia se puede notar que en la mayoría de los casos (87, 5%) se produce
un reajuste ascendente de la I. En 23 se produce una diferencia que supera el 10 % y en 8 el
5 %. En solo 4 casos se produce un reajuste descendente. Nótese cómo en los informantes
1, 3, 5, 6, 8, 9 y 10 se producen reajustes entre 15 y 20 % de diferencia.
De manera que, en concordancia con los estudios previos del paratono, puede decirse que en
el discurso académico el límite entre un paratono y otro se marca también por un descenso
de la I, seguido de un ascenso en la primera sílaba del paratono siguiente.
En cuanto a los valores de I de inicio y fin de paratonos, se compararon estadísticamente con
los valores interiores de paratonos. En este caso se busca determinar si estos parámetros
tienen un comportamiento singular en los paratonos, y, por consiguiente, constituyen marcas
prosódicas con valor demarcativo de estas unidades en el discurso. Las tablas que se muestran
contienen una versión sintetizada de los resultados arrojados por SPSS de las pruebas T para
igualdad de medias, provenientes de los valores de I inicial y final de paratonos e I inicial y
final de unidades entonativas interiores.
72
Prueba de
Levene para
igualdad de
varianzas
Prueba T para igualdad de medias
Intensidad
final
F Sig t df. Sig.
(bilateral)
Diferencias de
media
Error típ. de
la diferencia
Se asume
igualdad de
varianzas
0,89 0,766 3,827
99
.000 4,21
1,10097
En principio se observa en los resultados estadísticos de cada grupo que la I inicial es superior
en los paratonos y la I final también muestra un descenso con respecto a las unidades
entonativas interiores.
La hipótesis H0 es que las medias son iguales, pero como la significación bilateral en ambos
casos da 0.000 <0.05, entonces se rechaza H0 y se acepta H1: las medias de intensidad inicial
y final de paratonos y unidades entonativas interiores son diferentes.
A partir de este resultado estadístico se analizan las diferencias, pero comparando los valores
medios de estos parámetros por informantes.
En la mayoría de los casos el valor de la intensidad es mayor al inicio de los paratonos, con
excepción de los informantes 3 y 7. Tampoco existe una regularidad en cuanto al
comportamiento de la I final. Los informantes 3, 6, 7 y 8 muestran un valor de I al final de
los paratonos ligeramente inferior que en las unidades interiores, sin embargo, en los
informantes 1, 2, 4 y 5 se muestra un valor superior de la I.
3.1.3. El valor de la duración de las vocales finales y las pausas como marcas de fin de
paratonos
Con respecto a la duración de las vocales y de las pausas de silencio se analiza si existe un
valor ostensivamente diferente entre su duración en los límites finales y en el interior de los
paratonos que permita comprobar la hipótesis ya defendida en trabajos anteriores de que al
final de los paratonos se produce un alargamiento de las vocales finales y pausas prolongadas.
Para ello se comparan estadísticamente los valores medios de las vocales finales, obtenidos
al final de los paratonos, con los obtenidos en las unidades entonativas. No se incorpora a
73
este análisis la duración de las pausas, pues como se verá, su comportamiento es muy variable
y depende de factores situacionales.
Los resultados de la prueba estadística que se muestran en la siguiente tabla corroboran la
hipótesis H0 de que el valor de las vocales finales de paratonos no refleja diferencias
significativas con respecto al de las vocales finales de unidades entonativas, con un
significado bilateral de 0, 085>0,05.
Prueba de
Levene para
igualdad de
varianzas
Prueba T para igualdad de medias
Intensidad
final
F Sig t df. Sig.
(bilateral)
Diferencias de
media
Error típ. de
la diferencia
Se asume
igualdad de
varianzas
0,866 0,354 1,738
98
0,085
0,02820
0,01623
El análisis comparativo por informantes arrojó que en 6 de los informantes la duración de las
vocales finales interiores supera la de las vocales finales de paratono y en dos coinciden, por
lo que el alargamiento de la vocal final no es un criterio demarcativo evidente en los
paratonos del discurso académico.
En cuanto a las pausas, los resultados muestran que el 96 % de los paratonos del corpus
termina con pausa de silencio, lo cual es un claro indicador del valor de la pausa en su
demarcación. Sin embargo, el análisis de su duración reveló que al final de los paratonos
predominan las pausas cortas (52 %), seguidas de las largas (36 %) y en solo 4 paratonos se
producen pausas muy largas. Por lo que el uso de una pausa prolongada no es tampoco una
marca definitiva de fin de esta unidad.
Asimismo, al comparar estos resultados con la duración de las pausas interiores se comprueba
que la duración de las pausas en el discurso académico es muy variable y depende de factores
discursivos y situacionales, tales como el uso de un acto de habla directivo (pregunta,
petición, etcétera.) que supone la espera de una reacción de los estudiantes, una vacilación
expresiva o el acto de escribir en la pizarra.39
39Esto será analizado más adelante en apartado dedicado a la estructura interna de los paratonos.
74
Por tanto, puede concluirse que los rasgos acústicos de mayor productividad en la
demarcación de los paratonos del discurso académico son el reajuste tonal y de intensidad.
El inicio de los paratonos puede marcarse por niveles tonales en franja alta o baja y
predominan los niveles 2 y 3, es decir, aquellos que se encuentran más cercanos a la media
del hablante. También se usan frases topicalizadoras en interacción con entonemas
enunciativos, marcadores textuales y enunciados interrogativos para iniciar un tópico. El
final de los paratonos se caracteriza mayoritariamente por el uso del E-1 con tonema
descendente y niveles tonales muy bajos, con predominio de N1.
Entre el final de un paratono y el inicio del siguiente se produce un reajuste de los valores
tonales y de intensidad. Mayoritariamente se produce un descenso del tono y la intensidad,
seguido de un ascenso de estos indicadores al iniciar un nuevo paratono.
La duración vocálica y las pausas no son marcas concluyentes de fin de paratonos, pues
muestran valores semejantes a los de su interior. Además, el uso de las pausas es muy variable
y dependiente de otros valores discursivos.
3.1.4. La estructura interna de los paratonos. La demarcación de los enunciados
Los enunciados son unidades que contienen un sentido e intencionalidad completas, por lo
que el oyente los reconoce perceptivamente atendiendo a estos criterios de naturaleza
semántica. Relacionado con esto, el uso de determinadas unidades entonativas contribuye a
destacar estos significados y determinan cuándo se ha cerrado una unidad de sentido.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede afirmar que el cierre de un enunciado estará
determinado fundamentalmente por la unidad entonativa que se emplee para expresar su
intencionalidad, estas unidades entonativas finales tendrán el peso del significado total del
enunciado.
En la muestra analizada se segmentaron, usando los criterios perceptivos y semánticos, 337
enunciados, de los cuales el 65,4 % termina con un entonema de enunciación neutral (E-1) y
tonema de cadencia, y el 13,7% con una realización del entonema enunciativo (RE-1), que
—como se verá— tiene un tonema circunflejo. Ambos indican el cierre de una idea e
intencionalidades que entran del campo semántico de lo enunciativo. Lo más común dentro
de este tipo de discurso —según se aprecia en la muestra— es que los enunciados declarativos
estén divididos por varias unidades entonativas de no conclusión (entonema 5 y 5
75
realizaciones discursivas) que dejan inconclusa la idea hasta su cierre con el entonema 1.40
Esto se ilustra en los siguientes ejemplos.
Si solo existe una corriente de conducción [RE-5d] esa corriente de conducción [RE-5b] estará
asociada a un campo magnético [E-5] cuyo rotacional es este [E-1]// (paratono 3, informante 8)
En segundo lugar vamos a ver [RE-5a] clasificación de las técnicas proyectivas [RE-1]// (paratono 2,
informante 5)
Vistos estos aspectos [RE-5a] vamos a pasar a los ensayos [RE-5a] que nosotros habíamos hablado
ya en la clase anterior [RE-5b] pero hoy vamos ya a [RE-5a] detallarlos [E-1]// (paratono 4,
informante 9)
Hay que decir con respecto al cartel publicitario [RE-5c] que desde… como de la publicidad [RE-5d]
desde que el hombre conoció [RE-5c] la grafía [RE-5a] o sea [RE-5a] que inventó la:: la:: el alfabeto
[E-5] ha [E-5] confeccionó carteles publicitarios (RE-1)// (paratono 2, informante 4)
El realismo crítico [RE-5c] es una tendencia [RE-5e] ahora más adelante la definiremos [RE-5b] pero
es una tendencia que se da simultáneamente junto con el Romanticismo [E-1] //(paratono 1,
informante 10)
En solo 3 casos de los enunciados medidos estos cierran con unidades entonativas que
expresan valores no neutrales como la advertencia, expresada con la variante de entonema
1a.
No es que el verbo sea irregular [E-1] es que tiene determinadas irregularidades [RE-5e] en
determinado tiempo [VE-5a] modo [VE-5a] número [E-5] y persona [VE-1a]// (paratono 3
informante 2)
Fíjense que esto desde la primaria [RE-5c] a nosotros nos están enseñando esto [VE-1a] // (paratono
4, informante 2)
Aunque de manera excepcional, se producen aseveraciones inconclusas, enumeraciones
inconclusas que no cierran con E-1. A modo de ejemplos, analícense los siguientes casos.
…es decir sus sentimientos [VE-5a] sus emociones [VE- 5a] cómo andan los procesos psíquicos [VE-
5a] qué procesos están más afectados [VE-5a] (fin del paratono)// (paratono 5, informante 1)
40Sobre el entonema de no conclusión y sus realizaciones discursivas se tratará más adelante.
76
Cuáles fueron los dos métodos que nosotros analizamos [RE-5d] para [RE-5a]e:: determinar [RE-5d]
la resistencia cortante EN el laboratorio// [VE-2a] (contesta estudiante) CO::RTE directo [RE-5a]
//(escribe en la pizarra) Vamos a recordar [RE-5d] lo que vimos [RE-5d] y vamos a hacer énfasis en
lo que vimos [E-1](paratono 5, informante 9)
En el primer ejemplo se aprecia una enumeración que concluye el enunciado y el tópico, pero
no se cierra, sino que el último elemento de la serie mantiene el mismo entonema (VE-5a) de
los interiores. Este es un caso de enumeración inconclusa.
En el segundo caso el profesor utiliza la RE-5a para confirmar la respuesta de un estudiante;
el uso de esta unidad entonativa (con tonema de suspensión) hace suponer que continuará la
idea, sin embargo, el hecho de escribir en la pizarra la deja inconclusa.
Dentro del campo semántico de lo interrogativo los enunciados cierran con varios tipos de
entonemas, pero el más frecuente dentro de la muestra es la VE-2a (40 %), que presenta un
tonema de cadencia que le aporta un matiz categórico al enunciado. También se usan el E-3
y una RE-3, la VE-4a, el E-4 y el E-2.41
Estos enunciados también pueden aparecer segmentados por otras unidades entonativas con
valor de no conclusión. Véanse los ejemplos.
Muchachos [RE-5a] ¿qué es [RE-5a] la agenda [E-5] setting?[VE-2a]// (paratono 1, informante 2)
A ver ¿cuáles de ustedes consideran [RE-5e] que es precisamente [RE-5d] la posición epistemológica
[RE-5d] sobre la cual se sustentan [RE-5a] estas pruebas?// [VE-2a] (paratono 4, informante 5)
¿Qué plantea Milow con respecto [RE-5a] a [RE-5a] la conducta [E-5] humana [VE-2a] //(paratono
4, informante 1)
3.1.4.1. Valor del tono, la intensidad, la duración vocálica y las pausas en la demarcación
de los enunciados
NIVEL TONAL Y REAJUSTE TONAL
El inicio de los enunciados se produce mayoritariamente (67.3 %) en franja baja (71 en N1,
156 en N2), aunque la muestra indica que hay un grupo considerable de enunciados (32.7 %)
41Sobre el valor semántico-pragmático de estas unidades en el discurso académico se ahondará en epígrafe
dedicado al valor comunicativo de la entonación.
77
que comienza en franja alta (81 en N3 y 29 en N4). De manera que este indicador es muy
variable.
Al final de los enunciados, sin embargo, debido al empleo mayoritario de entonemas con
valor enunciativo neutral (E-1) los niveles tonales muestran una tendencia regular al
descenso, por lo que se emplean con mayor frecuencia niveles tonales por debajo de la media
del hablante (87, 5 %). Del total de enunciados, 207 terminan en N1 y 88 en N2. Solo 39
terminan con niveles por encima de la media (31 en N3 y 8 en N4).
Sin embargo, como al inicio de los enunciados la tendencia es a usar niveles bajos también,
el reajuste tonal muestra diferencias menos significativas que entre paratonos distintos, lo
cual evidencia la relación jerárquica entre estas unidades.
El análisis comparativo de los resultados de ambos tipos de reajustes, permite apreciar
diferencias significativas. Entre enunciados se produce un reajuste tonal en muchos casos
negativo (37% del total de valores obtenidos) lo cual significa que el final de un enunciado
tiene un valor tonal superior al inicio del siguiente, por lo que a diferencia de lo que ocurre
entre paratonos, los límites pueden marcarse también por un descenso tonal al inicio de un
nuevo enunciado.
Otra diferencia es que entre paratonos todos los valores de reajuste superan el 15 % de
variación, mientras que entre enunciados hay un 22.6 % del total que no sobrepasa el 10 %,
por lo que entre enunciados pueden darse variaciones muy poco significativas, cosa que no
ocurre entre paratonos distintos.
El análisis por informantes permite colegir que en la mayoría de estos es más frecuente el
uso de un reajuste positivo, con ascenso tonal al inicio de un nuevo enunciado, sin embargo,
en los informantes 5 y 6, son mayoritarios los negativos, y en los informantes 3 y 4 es muy
parejo el uso de uno u otro tipo de reajuste tonal.
LA INTENSIDAD
El comportamiento de la intensidad muestra que estadísticamente las medias de I inicial de
enunciados son diferentes de las de I inicial de las unidades entonativas interiores, con un
valor de significado de 0, 03 y 0,02<0, 05. Sin embargo, el promedio de I inicial en los
enunciados no refleja valores superiores con respecto a la I inicial de las UE interiores (en el
78
90 % de los informantes muestra valores iguales o inferiores), por lo que no es posible hablar
de un aumento de este indicador como rasgo evidente de inicio de enunciado.
Tampoco se aprecia un valor significativamente inferior de I final de los enunciados, como
marca de cierre. Solo en el informante 10 se aprecia un valor de I final de los enunciados
muy inferior a las UE interiores. Además, las pruebas estadísticas también arrojaron que el
valor de intensidad final no refleja diferencias significativas en unidades entonativas y
enunciados, con un significado de 0,155>0.05.
Por otra parte, el reajuste de I entre enunciados al igual que sucede con el reajuste tonal es
muy variable, pues hay un 78 % de casos con reajuste positivo, pero solo un 46 % supera el
umbral perceptivo de diferencia del 5 %, por lo que no es concluyente su uso como rasgo
demarcativo.
LA DURACIÓN DE LAS VOCALES FINALES Y LAS PAUSAS
Como ya se ha demostrado antes, el valor de la duración de las vocales finales es igual al
final de los paratonos y en su interior, por lo que siendo los enunciados unidades interiores
de paratonos, tampoco se distingue un alargamiento de vocales como rasgo demarcativo de
enunciados.
El análisis de los valores de esta variable al final de los enunciados y al final de las unidades
entonativas permite apreciar claramente que no existen diferencias significativas en cuanto
al promedio de duración de las vocales finales. Nótese en la siguiente tabla cómo incluso en
los informantes 2, 4, 6, 8, 9 y 10 el promedio de duración vocálica final de enunciados es
inferior al de duración vocálica final de las UE.
79
Tabla comparativa de valores de duración vocálica final y pausas entre
enunciados y unidades entonativas.
En cuanto al comportamiento de las pausas predomina el uso de la pausa de silencio al final
de un enunciado (85 %); solo el 15 % de los enunciados de la muestra no aparecen separados
por pausa. En cuanto a la duración predominan las pausas cortas (63, 5 %), seguida de las
largas (16 %) y las pausas muy largas se emplean de manera excepcional para separar
enunciados (0.6 %)
Se aprecia que, en sentido general, las pausas finales de enunciados son más prolongadas que
las pausas entre UE. Sin embargo, esto es un rasgo muy variable, que depende sobre todo de
la situación comunicativa. En situaciones en las que el profesor expone el contenido es común
el uso de pausas cortas, sin embargo, en situaciones interactivas en las que utiliza enunciados
interrogativos, el acto de habla directivo exige el uso de una pausa más prolongada para
esperar la respuesta de los estudiantes. Véanse los siguientes ejemplos:
En la clase anterior [E-1]{0.2} ¿de qué hablamos? [VE-2a]//{2.1} A ver [RE-5a] {2,2} la agenda
setting [E-1]//{0.3}¿Qué es la agenda setting?[VE-2a]//{2.8} Vamos a ver[E-1]//{2.7}Muchachos
[RE-5a]{0.2} ¿qué es [RE-5a] la agenda [E-5]{0.2}setting?[VE-2a]{1.1}A ver [RE-5a] (contestan
estudiantes) Y como concepto [RE-5b]{0.07} ¿qué es la agenda setting? [VE-2a]//{0.4} Como
concepto [RE-5a] como definición [RE-5b] {4.4} Veo que han estudiado muchísimo [E-1]// (paratono
1, informante 3)
Informante
T. vocálico
final de UE
tiempo
vocálico final
de enunciado
pausa final
de UE
pausa final
de
enunciado
1 0.1 0,1 0.6 0,7
2 0.1 0,09 0.2 1,8
3 0.09 0,1 0.5 1
4 0.1 0,09 0.5 0,8
5 0.1 0,1 0.6 1,5
6 0.08 0,06 0.6 1,3
7 0.1 0,1 0.7 1,3
8 0.1 0,08 0.5 0,8
9 0.1 0,09 1.6 3,2
10 0.1 0,06 0.3 0,5
80
Hoy [RE-5c] {0.2} vamos [RE-5a] {0.2}a partir de la agenda setting [RE-5c]{0.2} que fue la primera
[RE-5c] {0.2}de las teorías [RE-5c]{0.09} que habló sobre la opinión pública [RE-5b] ¿sí? [RE-
3]//{0,5} Fue la primera que trazó ELEMENTOS de cómo funcionaban los medios de comunicación
[E-1]//{0.6} y de cómo se reflejaban los temas [RE-5a] dentro de la política de los medios de
comunicación [RE-5c]{0.6} surgen [RE-5b]{0.2} una cantidad de hipótesis y de teorías al respecto
[RE-5b]{0.2} DE conformación de esa opinión pública[E-1]//{0.9}(paratono 2, informante 3)
Al comparar los ejemplos anteriores (dos paratonos sucesivos de una misma informante),
puede notarse el uso de pausas largas y muy largas detrás de los enunciados interrogativos y
otros con valor apelativo como vamos a ver, a ver. Claramente se trata de una situación en la
que la docente precisa comprobar conocimientos anteriores y al realizar las preguntas de
comprobación, realiza pausas más extensas como signo de que espera una respuesta.
En el segundo ejemplo, sin embargo, se aprecia el uso de pausas cortas para separar unidades
entonativas interiores, enunciados e incluso al final del paratono, en el que se aprecia un
ligero aumento de la pausa, pero sin llegar siquiera al segundo. Se trata de una situación
comunicativa en la que la docente solo expone a través de enunciados declarativos.
También la prolongación de las pausas puede deberse a un alto en el discurso, ya sea por
vacilación, para organizar el discurso o por realizar otra actividad, como sucede en el
siguiente ejemplo en el que el profesor realiza una pausa muy extensa para escribir en la
pizarra.
Por ejemplo [E-1]// {0.6}¿Cuáles fueron los dos métodos que nosotros analizamos [RE-5d] para (RE-
5a){0.3}e:: determinar [RE-5d]{1.1}la resistencia cortante en el laboratorio [VE-2a]//{8}(contesta
estudiante) CO::RTE directo [RE-5a]//{42} (escribe en la pizarra) vamos a recordar [RE-5d]{1.6}
lo que vimos [RE-5d]{0.1} y vamos a hacer énfasis en lo que vimos [E-1]//{1.3}(paratono 5,
informante 9)
Por tanto, puede concluirse que la pausa corta se puede emplear tanto para separar enunciados
como sus unidades entonativas interiores. Las pausas largas y muy largas son más comunes
detrás de enunciados interrogativos o apelativos. También pueden aparecer cuando el
profesor interrumpe la explicación por una vacilación expresiva o para escribir en la pizarra,
pero en estos casos no cumple una función demarcativa de las unidades de su discurso.
81
De este epígrafe se concluye que el rasgo más evidente de fin de enunciado lo constituye el
uso de una UE que marca el fin de una idea e intencionalidad. Se usan con mayor frecuencia
entonemas enunciativos (E-1 y RE-1) con tonemas de cadencia y circunflexión; y entonemas
con valor interrogativo: interrogación categórica con tonema de cadencia (VE-2a),
interrogación neutral con tonema circunflejo (E-3); interrogación neutral con tonema de
anticadencia (VE-4a, E-4 y E-2).
3.1.5. La segmentación del enunciado: características acústicas de las unidades
entonativas
Como se ha analizado anteriormente, las unidades más pequeñas en las que el hablante divide
su discurso, son las unidades entonativas (según la terminología que se emplea, entonemas,
variantes de entonemas y realizaciones de entonema). En el discurso del profesor estas
divisiones son más frecuentes y esto hace que se ralentice el habla, se enfaticen los elementos
que conforman los enunciados y se garantice una mejor comprensión de los destinatarios, lo
cual es una prioridad en este tipo de discurso, dada su naturaleza didáctica y la complejidad
de los temas e ideas que se abordan.
Tomando como referencia el sistema entonativo del español de Cuba, luego de un análisis
auditivo y acústico de la muestra, se han identificado en el discurso académico 9 unidades
entonativas diferentes. Las de uso más frecuente son el E-1, enunciación neutral (19,8 %) y
el E-5, enunciación de no conclusión42 (56.3 %), dada la naturaleza declarativa de la mayoría
de los enunciados. Además, se han identificado realizaciones discursivas de estos entonemas,
que mantienen el mismo valor semántico-pragmático, pero con estructuras acústicas
diferentes. Así, se ha determinado el uso de una realización del E-1 (RE-1) y 5 realizaciones
del E-5 (RE-5a, RE-5b, RE-5c, RE-5d, RE-e) con diferentes grados de recurrencia en la
muestra. Las más frecuentes son las realizaciones a, c y d y en menor medida se realizan las
realizaciones b y e.
Ahora, ambos tipos de entonema participan en la construcción de los enunciados declarativos
con diferente distribución sintagmática. El E-5 y sus realizaciones interactúan con los
constituyentes sintácticos e informativos interiores y el E-1 y la RE-1, de forma general,
42 Por el momento se incluyen en esta cifra todos los entonemas de no conclusión, incluyendo las
realizaciones, cuyo análisis se realizará más adelante.
82
cierran el enunciado y con esto también en la mayoría de los casos, el paratono. En la muestra
medida el 88.7 % de los E-1 se utilizan para cerrar paratonos y enunciados y solo el 11.3 %
en grupos interiores; la RE-1 se utiliza en un 100 % para cerrar enunciados y paratonos, nunca
aparece en unidades interiores.
También dentro de la modalidad enunciativa se emplea la VE-5a para separar los elementos
interiores en una enumeración.
Dentro de los enunciados interrogativos se emplea con mayor frecuencia la VE-2a (40 %),
de interrogación categórica, seguida del E-3(18 %) y en menor medida la VE-4a, E-2 y E-4
También se ha identificado una realización del E-3 (RE-3).
3.1.5.1. Los enunciados declarativos. Estructuración en unidades entonativas.
En el discurso académico un enunciado declarativo puede coincidir con una sola unidad
entonativa cuando no tiene divisiones internas. Estos usos son muy escasos y se dan
fundamentalmente en enunciados reactivos (AHI valorativos)43, para aprobar o desaprobar
una respuesta del estudiante o repetirla. Véanse los ejemplos:
Esto es importantísimo [RE-5b] porque hay a veces una confusión entre los estudiantes [RE-5c]
cuando [RE-5a] (interviene estudiante) Correcto [E-1] cuando se dan determinados cambios en el
lexema [RE-5c] (informante 3)
Y entonces para la primera persona del presente del indicativo [RE-5a]¿Yo tengo?[VE-4a] (contesta
estudiante) Muero [E-1] (informante 3)
Otro estudiante [E-5] que pueda precisar qué es el funcionamiento neurótico [E-1] (contesta
estudiante) ¿Qué más? [VE-2a] (contesta estudiante) El síntoma capital es la ansiedad [E-1] Muy
bien [E-1] (informante 2)
¿Qué es la agenda setting? [VE-2a] (contestan estudiantes) Y como concepto [RE-5a] como
definición [RE-5b] Veo que han estudiado muchísimo [E-1] Han dedicado mucho tiempo al
estudio [E-1](informante 3)
También se emplean estos enunciados declarativos de una sola unidad con fines
demarcativos: al inicio de los paratonos o enunciados con un carácter topicalizador, o en el
cierre.
43Este término se toma de la NGLE (2009).
83
Entonces [E-1] hoy vamos a comenzar ya el estudio del realismo crítico [E-1] (informante 10)
En la próxima clase [RE-5c] evaluación escrita [E-1] ¿Está claro?[E-3] Bueno [E-1] Vamos a
seguir[E-1] (informante 3)
El cubismo [VE-5a] el surrealismo [VE-5a] y [E-5] finalmente ya en el siglo XX[RE-5a] el pop art
[E-1] Bien [E-1]
Por ejemplo [E-1] ¿Cuáles fueron los dos métodos que nosotros analizamos [RE-5d] para [RE-5a]
determinar [RE-5d] la resistencia cortante en el laboratorio? [VE-2a]
En este último ejemplo, el enunciado interrogativo (con la VE-2a) adquiere un carácter
topicalizador, pues introduce el tema que se abordará en el paratono y se introduce con un
enunciado declarativo (Por ejemplo) que adquiere el valor de marcador de inicio.
Ahora, lo más característico de este tipo de discurso es que los enunciados declarativos se
segmenten internamente en otras unidades entonativas, con valor de no conclusión (E-5 y sus
realizaciones discursivas) El uso de estas unidades determina que se deje la idea inconclusa
hasta su cierre con el E-1.
Los entonemas de no conclusión separan diferentes tipos de estructuras al interior del
enunciado. Su uso es muy variable y cambia de un hablante a otro.
El entonema 5 mantiene su estructura acústica canónica, con tonema de anticandencia. Pero,
además, alterna con otras realizaciones en este tipo de discurso. Compárense los siguientes
gráficos que representan el comportamiento del tono en dichas unidades.
84
Fig. 1. Comportamiento del tono en el entonema de no conclusión (E-5) y sus
realizaciones discursivas.
El último gráfico representa la estructura tonal característica del E-5 canónico que muestra
un ascenso escalonado del tono a partir del centro de entonación (última sílaba tónica ti) y
continúa un ascenso pronunciado en la sílaba postónica; como muestra la figura este ascenso
puede ser de más de 10 st de diferencia con respecto al cuerpo del entonema.
En las realizaciones nótese que el movimiento del tono varía: en RE-5a asciende a partir de
la primera sílaba tónica, se mantiene recto en el cuerpo y termina con un tonema en
suspensión. En la RE-5b asciende el tono también en la primera tónica, pero realiza un
movimiento cóncavo en el cuerpo, pues comienza una ligera cadencia (menos de 3
semitonos) desde la sílaba pretónica hasta el final. Aun el descenso final de la F0, se
diferencia del E-1 en el nivel tonal que este alcanza: en E-1 el descenso del tono es mucho
mayor, siempre por debajo de la media del hablante (puede llegar a ser 0, por el
ensordecimiento de vocales finales), mientras que en la RE-5b se produce una semicadencia
que termina en un tono todavía por encima de la media del hablante.
85
En la RE-5c se mantiene un movimiento recto en el cuerpo, pero se produce una circunflexión
del tono en el centro de entonación; asciende el tono en la última sílaba tónica y luego
desciende a partir de esta propia sílaba y continúa en la postónica.
La RE-5d es la que tiene una estructura tonal más parecida al E-5, por la anticadencia que se
produce en su parte final. El análisis auditivo indicó que no se perciben igual y el análisis
acústico arroja que la diferencia está en el punto de inflexión de la anticadencia y en la forma
del tonema. En el E-5 el ascenso comienza en el centro de entonación y continúa hasta la
última sílaba. En esta realización el ascenso comienza en la última sílaba. También en otros
casos el ascenso comienza en el centro de entonación, pero se mantiene en suspensión en la
postónica. Véase en los siguientes ejemplos que la diferencia entre la tónica y la postónica
no llega al semitono (13.7-13.2) o se mantiene en el mismo valor.
Fig.2. Comportamiento del tono en segmentos paroxítonos de la RE-5d.
Por último, la RE-5e se caracteriza también por un final circunflejo, pero descendente en el
centro de entonación y ascendente en la sílaba postónica. En segmentos oxítonos el descenso
se produce en las sílabas pretónicas y el ascenso en el centro de entonación, como muestra el
siguiente gráfico.
Fig. 3. Comportamiento del tono en segmentos oxítonos de la RE-5e.
86
Todas estas realizaciones se utilizan mayoritariamente en el interior de los enunciados y
aunque se perciben acústicamente como unidades distintas, su significación se asocia a la no
conclusión de la idea, por lo que se establece una dependencia semántica entre las partes del
enunciado. El análisis de la frecuencia de empleo de estas unidades permite comprobar el
uso predominante de la RE-5a (37,2 %), con tonema de suspensión, seguido de las
realizaciones 5d, con tonema de anticandencia (21 %) y 5c, con tonema circunflejo (20,7 %)
Su función demarcativa de las partes del enunciado se manifiesta de muy diversas maneras,
pues son varios los elementos que segmentan. Dentro de ellos se encuentran los siguientes:
Marcadores discursivos de inicio de enunciado. En este uso alternan las RE-5 con el
E-1:
Entonces [RE-5a] en un primer momento [RE-5d] como siempre hacemos [RE-5a] es importante
contextualizar [RE-5c] este movimiento [E-1] (informante 10)
Entonces [RE-5a] este primer aspecto [RE-5d] yo pienso que ya lo hemos abordado [RE-5b] pero lo
vamos a resaltar [RE-5d] la influencia de esos factores [RE-5a] que intervienen [RE-5d] o que actúan
sobre la resistencia cortante de los suelos arcillosos [E-1]. (informante 9)
Bien [RE-5d] hasta aquí [RE-5d] las dos [RE-5a] o la expresión de la ley [RE-5a]de las ecuaciones
de Maswel [RE-5c] (informante 8)
Bien [E-1] en Perú [RE-5b] de donde es la revista Amauta [RE-5b] una de las protagonistas [RE-5a]
de la época de madurez[RE-5a] de la Vanguardia[RE-5c] (interrumpe estudiante) (informante 6)
Bueno [E-1] las irregularidades verbales [E-1] Bueno [E-1] primero hay que hablar[RE-5c] de
regularidad[RE-5c] y después de irregularidad[E-1] (informante2)
Como puede apreciarse en los ejemplos anteriores, en un enunciado se segmentan al mismo
tiempo varios tipos de constituyentes. Lo común es que se produzcan más de dos unidades
entonativas interiores que pueden llegar incluso a segmentar unidades léxicas
independientes. Esta segmentación obedece sobre todo a un propósito retardatario del tempo
de la elocución, que, por una parte, facilita la comprensión de los destinatarios, y por otra, da
tiempo al profesor para organizar mentalmente sus ideas.
El sujeto, el verbo y los complementos de la estructura sintáctica del enunciado.
87
Esto [RE-5a] va a tener una estrecha relación [RE-5e] con las condiciones de drenaje [E-1]
(informante 9)
Allí[E-5]los principales poetas[RE-5a]serían[E-5]Miguel Otero Silva[RE-5a] que es venezolano[E-
1] y una::[RE-5a] un narrador muy importante después [RE-5b] para el mundo[RE-5c] que será [RE-
5d] Arturo Buslar---[E-1] (informante 6)
Ahora[E-1] vamos entonces a ver [RE-5c]en primer lugar[E-5]siguiendo[RE-5e]la perspectiva de
Perbi [RE-5c]cuál es el sustrato[RE-5e]teórico-metodológico[RE-5e]de las técnicas que se
agrupan[RE-5e]en esta categoría que hemos nombrado[RE-5c] técnicas[E-5] proyectivas[E-1]
(informante 5)
Porque cuando vamos a hablar[RE-5c] del cartel publicitario[RE-5c]hay que arrancar[RE-5a] de que
su despegue[VE-5a] su consagración se inicia[E-5]con la aparición en Europa de las llamadas[RE-
5d]vanguardias[RE-5d]artísticas[E-1] (informante 4)
Si ustedes buscan [RE-5a] la obra de Fernando González [RE-5b] Personalidad Modo de Vida y
Salud[RE-5a] van a ver[RE-5a]que hace referencia sistemática[RE-5c] a las ideas de Milow. [E-1]
(informante 1)
Nótese en estos ejemplos cómo se segmentan casi todos los constituyentes sintácticos del
enunciado, lo cual retarda sobremanera el tempo elocutivo. Se separan en unidades
entonativas diferentes el sujeto, los complementos y/o atributos del verbo (o formas no
personales del verbo) e incluso el sustantivo núcleo del adjetivo.
También se nota la tendencia a separar los elementos remáticos del enunciado. Esta es una
función asociada a la función focalizadora, que será abordada en un próximo epígrafe.
Elementos de una serie enumerativa.
En los enunciados enumerativos los elementos de la serie se separan con la VE-5a canónica
y también con realizaciones del entonema 5. Véanse los ejemplos.
Existe dibujo[E-5] y dibujo libre[VE-5a]dibujo humano[VE-5a]dibujo de un árbol [VE-5a]dibujo de
un animal[VE-5a]pero todas entran dentro de[E-5] dibujo[E-1] (informante 5)
Pero[RE-5a]es un hecho digamos[RE-5a]que no trasciende tanto no tiene[RE-5a] tan gran peso[RE-
5a]como lo fue el momento ya a finales del siglo XIX y principios del siglo XX[RE-5a] con la
incorporación al mundo de la comunicación social[VE-5a] y al periodismo[VE-5a]del cartel[RE-5d]
el grabado[VE-5a]la fotografía[RE-5d] y el cine[E-1] (informante 4)
88
Y ahora vamos a estudiar [RE-5a] una reacción diferente[E-1]una reacción diferente que es
polémica[VE-5a]y compleja[VE-5a]a la hora de teorizarla[RE-5c]porque para algunos autores[RE-
5c]ella sigue siendo parte del romanticismo[RE-1] (informante 10)
Conectores (preposiciones, conjunciones, relativos) y artículos
Antes yo quería destacar [RE-5a] que [RE-5a] realmente [RE-5c] las investigaciones en este
campo[RE-5d]son investigaciones[RE-5d] que[RE-5a] se han venido desarrollando durante
siglos[RE-1] //pero han [E-5] tomado [RE-5d] una connotación[RE-5c] científica[VE-5a] con [RE-
5a] herramientas [VE-5a] con elementos [VE-5a] que [RE-5a]distinguen el campo del saber[RE-
5e]hace apenas [RE-5b]tres décadas [E-1]// (informante 1)
Y [E-5] además [RE-5c] de la rapidez del cambio de vector en función magnética de [RE-5a] lleva
inherente [RE-5d] un [RE-5a] campo [RE-5a] eléctrico [RE-5d] que [RE-5a] NO ES [RE-5e] un
campo eléctrico conservativo [RE-5d] no es [RE-5d]un campo eléctrico rotacional [RE-5d] y que
todo lo contrario [RE-5b] es un campo eléctrico [RE-5a] tiene un valor[RE-5a] IGUAL [RE-5a] con
fines contrarios a la rapidez de... [E-1]// (informante 8)
Pero [RE-5e] para [E-5] caracterizar estas pruebas a mí me gusta [E-5] partir siempre del
conocimiento anterior que ustedes tienen [RE-1]// (informante 5)
Porque fueron los pintores [RE-5c] los primeros [RE-5c] que retomaron [RE-5c] la técnica del cartel
[RE-5b] para [RE-5e] darle vida a esa forma de comunicación [RE-1]// y le imprimieron [RE-5a] las
nuevas concepciones [RE-5a] que [RE-5a] sobre el arte sobre la pintura se estaban dando en Europa
[E-1]// (informante 4)
Desde el punto de vista de la estructura prosódica interna del enunciado, se aprecia que se
coexisten el E-5 y sus realizaciones, cuyas inflexiones finales en suspensión, anticadencia,
circunflexión o semicadencia constituyen marcas de continuidad hasta el último elemento
del enunciado.
Es usual que se usen en el penúltimo grupo, antes de cerrar el enunciado, el E-5 o sus
realizaciones RE-5d y RE-5e. Esto hace que al final del enunciado se produzca una
anticadencia seguida de un E-1, cuya cadencia final cierra la idea.
Aunque como se ha visto, la mayoría de los enunciados declarativos cierran con E-1, existe
un grupo de estos enunciados que cierran con una realización de este entonema (RE-1), que
fue hallado en casi todos los informantes (se exceptúan los informantes 2 y 9). Esta
89
realización discursiva se diferencia del entonema 1 en que su parte final no es de cadencia,
sino que el movimiento de F0 realiza una circunflexión final. Esta se manifiesta ascendente
en la última sílaba tónica y descendente en la postónica en segmentos paroxítonos. En
segmentos oxítonos (muy escasos en la muestra) el ascenso puede comenzar en la sílaba
pretónica, continuar en la tónica dónde se produce también el descenso final. Compárense
los gráficos siguientes y nótese cómo en el E-1, a diferencia de la RE-1, el descenso del tono
es pronunciado al final y puede comenzar incluso desde el propio cuerpo del entonema. El
ejemplo muestra un caso de ensordecimiento de las vocales finales, por lo que la F0 se hace
0. Esto es muy frecuente también en este tipo de discurso y se produce al final de enunciados
y paratonos.
RE-1. Segmento paroxítono
RE-1. Segmento oxítono
Fig. 4. Comportamiento del tono en la RE-1 con respecto
al entonema de enunciación neutral (E-1)
90
3.1.5.2. Estructura interna de los enunciados interrogativos
Los enunciados interrogativos se forman en el discurso académico con una variedad de
unidades entonativas que refuerzan su significado intencional, asociado a la realización de
actos directivos. Estas unidades, en su mayoría, mantienen su estructura acústica canónica
(tal y como se describen en el sistema cubano) y pueden interactuar con los enunciados de
manera independiente, en cuyo caso coincide el enunciado con la unidad entonativa, o pueden
coexistir con otras unidades que segmentan el enunciado en partes. Al igual que sucede en
los enunciados declarativos, la unidad entonativa con valor interrogativo cierra el enunciado.
El profesor, en el afán de que sus receptores comprendan cada uno de los elementos de la
interrogación, divide el enunciado en partes que se perciben como unidades entonativas
diferentes.44
Así, la muestra analizada indica que se separan en unidades entontivas interiores los
siguientes elementos.
Las oraciones subordinadas, la preposición de su término, el sustantivo núcleo del
complemento preposicional.
¿Cuál será la tesis principal [RE-5e] que se defiende [RE-5c] con [RE-5a] el uso [E-5] de estas
técnicas? [VE-2a] (informante 5)
¿Qué plantea Millow [E-5] con respecto [RE-5a] a [RE-5a] la conducta humana? [VE-2a] (informante
1)
¿Qué entienden ustedes [RE-5a] por [RE-5a] el cartel publicitario? [VE-2a] (informante 4)
Los elementos de una interrogativa disyuntiva: 45
¿Es proyectiva [E-5] o no es proyectiva? [VE-2a] (informante 5) (informante 5)
¿Es software libre [E-5] o no? [VE-2a] (informante 7)
44Al referirse a este fenómeno Tomás Navarro Tomás (1968) declara que favorece el aumento de unidades el
hecho de realzar y avalorar los elementos semánticos de la frase e influyen en esta división circunstancias
de orden lógico y emocional.
45Se ha tomado el término interrogativa disyuntiva de la NGLE (2009). Navarro Tomás las describe como
preguntas alternativas, conformadas por varios núcleos semánticos, uno de los cuales deberá ser confirmado
por la respuesta. Según el propio autor, cada uno de estos núcleos constituye un grupo melódico: el último
termina con descenso final, mientras que los anteriores con ascenso (pp. 166-168).
91
El tema del enunciado ya sea pospuesto o antepuesto a la incógnita.
¿Y cómo se producen [VE-2a] esos efectos cognitivos a largo plazo? [VE-2a] (informante 5)
¿Qué otro tipo de irregularidad [VE-2a] nosotros conocemos? [VE-2a] (informante 2)
¿La agenda setting [RE-5a] de qué hablaba? [VE-2a] (informante 3)
¿La agenda setting [E-1] qué es la agenda setting? [VE-2a] (informante 3)
Complementos antepuestos
En la clase anterior [E-1] ¿de qué hablamos? [VE-2a] (informante 6) (informante 3)
Y entonces por ejemplo para la primera persona del presente del indicativo [RE-5a] ¿yo tengo? [VE-
4a] (informante 2)
En relación con la selección de las unidades interiores, puede observarse que el profesor elige
el E-5 y sus realizaciones, pero también puede utilizar el E-1 y la VE-2a, ambas con tonemas
de cadencia. Estas se emplean fundamentalmente para separar el tema de enunciado de la
incógnita.
El uso de la anticadencia (E-5), la circunflexión (RE-5c, RE-5e) o el tonema suspendido (RE-
5a) es muy variable en la muestra. Como puede verse, se prefiere la anticadencia (E-5) para
separar los elementos de una interrogativa disyuntiva. Pero en el resto de los casos se elige
indistintamente una u otra unidad.
Por último, debe hacerse referencia a una realización discursiva del E-3 identificada en la
muestra. Esta se utiliza en forma de muletilla o apéndice interrogativo, al final de los
enunciados declarativos y tiene un valor fático o confirmativo. Véanse los ejemplos.
Ya ustedes estudiaron la Gestalt [E-1] ¿verdad? [RE-3] (informante 5)
Habíamos visto que el Romanticismo era una reacción al mercado cultural [E-1] una manera [RE-5a]
una posición de los escritores [RE-5a] para reaccionar contra el mercado [RE-5c] y para reaccionar
contra el hecho de ser maestros del placer [RE-5d] y [RE-5c] serviles[RE-5d] ¿no? [RE-3] a ese
mercado en general[[E-1] (informante 10)
Si se analizan los gráficos siguientes pueden comprobarse las diferencias del movimiento
tonal en esta unidad con respecto al E-3.
92
Fig. 5. Comportamiento del tono en la RE-3 con respecto al entonema de
interrogación neutral (E-3)
El E-3 realiza en un movimiento circunflejo que comienza con el ascenso en la última sílaba
tónica y el descenso en la postónica. En la RE-3, en cambio, se produce un ascenso sostenido
del tono, por lo que describe un tonema de anticadencia.
3.2. La función focalizadora de la entonación en el discurso académico. Formas
de marcación del foco
El estudio del foco prosódico se realizó a partir del análisis perceptivo y acústico de los 337
enunciados segmentados en los paratonos. De estos se aislaron únicamente aquellos casos en
los que el foco perceptivamente se asociara a una prominencia prosódica, ya fuera con fines
informativos o contrastivos. En todos los elementos focalizados se midió el comportamiento
de F0, I y T.
En la muestra se identificaron un total de 82 focos prosódicos, coincidentes en un 77,5 % con
unidades léxicas dentro del enunciado (foco estrecho) y un 22, 5 % con un constituyente
sintáctico de este (foco amplio). Además, se comprueba la ocurrencia de varios focos dentro
de un mismo enunciado, pues el 25 % presenta más de un foco (dos o más).
Desde el punto de vista de la relación entre el foco y las condicionantes pragmáticas que lo
generan, debe decirse que en este tipo de discurso la focalización se asocia al interés del
profesor por destacar los elementos informativos del enunciado, pero no siempre se focaliza
la información nueva (rema), sino que la intención del hablante es destacar el contenido
(nuevo o dado) de aquellos elementos que considera más importantes dentro del enunciado
o el paratono. Véanse los siguientes ejemplos:
93
Estos tres pintores franceses [RE-5a] estos tres pintores [RE-5a] estos tres pintores franceses [RE-5a]
son los más representativos [RE-5d] de este [RE-5a] aRRANque (73.6) diferente que va teniendo el
Cartelismo con la incorporación de las Vanguardias Artísticas. (informante 4)
En este ejemplo puede apreciarse la realización de un foco estrecho en el sustantivo arranque,
que no constituye información nueva, pues hace alusión a un fenómeno del que se viene
tratando en todo el tópico, el auge del Cartelismo. Esta palabra se percibe acústicamente
reforzada por un aumento de la I hasta los 73.6 db, por encima de la media del enunciado,
acompañado de un reforzamiento articulatorio de la vibrante.
Sino que también [RE-5c] precisamente por OTRA (444.2) (75) característica que tienen estas
pruebas[RE-5c] y es que generalmente asumen un enfoque GLOBAL (385.2)[RE-5c]de la
personalidad[RE-5c]estas técnicas también cuentan dentro de sus basamentos[RE-5c]características
o postulados[RE-5c]principios[RE-5c]teóricos[RE-5c]de la[E-5](381.6) GESTALT [E-1]
(informante 5)
En este caso se trata de un enunciado largo en el que se realizan tres focos estrechos. El
segundo se utiliza para destacar un elemento remático del enunciado (enfoque global). Sin
embargo, el primer foco y el último solo buscan enfatizar el contenido de estas palabras: otra,
para enfatizar que se trata de una nueva característica y Gestalt, por ser el tópico del paratono,
aunque al mismo tiempo constituye la parte informativamente más relevante en el enunciado.
Prosódicamente los dos primeros focos reciben una prominencia del tono por encima de la
media del hablante; en el primero se acompaña de un pico de intensidad por encima de la
media en la sílaba acentuada de la palabra. El último elemento se focaliza por la separación
en una unidad entonativa aparte, precedida de una anticadencia pronunciada (H%), que
termina en un tono por encima de la media del hablante, lo cual perceptivamente llama la
atención sobre el elemento que le sigue.
Ahora, el análisis de los indicadores acústicos reveló el uso mayoritario de la prominencia
tonal (68.2 %) para marcar el foco, seguido del aumento de la intensidad (58.5 %) y en menor
medida, del tiempo vocálico (24.3 %). Estos indicadores actúan separados, pero también se
combinan para marcar el foco. La siguiente tabla muestra cómo se comportan estos
indicadores.
94
Índices aislados Índices en interacción
Índices acústicos +F0 +I +T +F0+I +F0+T +I+T +F0+I+T
Cantidad de focos 20 17 4 25 9 4 2
Porcentaje 24.3 % 20.7 % 6,1% 30,5% 10.9 % 4.8 % 2,4%
Tabla 1. Valor de frecuencia de indicadores acústicos en la marcación del foco
Como puede apreciarse la incidencia de la prominencia tonal es superior al resto de los
índices acústicos. La mayoría de los focos se realiza con aumento del tono o de la intensidad,
solos o combinados. En menor medida se producen los focos con alargamiento del tiempo.
3.2.1. Comportamiento del tono en la marcación del foco. Niveles tonales, acentos tonales
y tonos de frontera
Al analizar el nivel tonal de los elementos focalizados, se establece cómo se marca el foco
dentro del rango tonal del hablante, con lo cual se busca determinar el valor discursivo de
estos, más allá del enunciado, teniendo en cuenta que se insertan en una estructura semántica
e informativa superior, el paratono, y su realce prosódico por encima de la media de dicha
unidad responderá al interés del profesor por poner de relieve la información que considera
más importante dentro del tópico que se explica. Desde el punto de vista pragmático, los
mecanismos de focalización prosódica constituyen recursos procedimentales de
comunicación ostensiva que facilitan la comprensión de los destinatarios (estudiantes).46
En la muestra analizada la mayoría de los elementos focalizados (56,6 %) se expresan en un
nivel tonal elevado (N4), es decir, el más alto dentro del rango tonal del hablante. También
pueden aparecer en un N3 (43, 3%), pero siempre por encima de la media. Esto quiere decir
que el hablante eleva significativamente el nivel tonal cuando pretende realzar una palabra,
una expresión o un enunciado dentro del tópico. Esto puede apreciarse en los siguientes
ejemplos.
46 Los elementos lingüísticos dentro de la Teoría de la Relevancia (Sperber y Wilson, 1995; Wilson y Sperber,
2004) intervienen en la interpretación de los enunciados de dos maneras: como recursos que codifican los
conceptos y expresan el contenido semántico de las proposiciones, o como recursos que permiten combinar
tales conceptos con el contexto y construir la interpretación. La focalización prosódica se ubica entre los
recursos procedimentales, ya que ayuda a construir la interpretación del enunciado destacando los elementos
informativamente relevantes según la intención del emisor.
95
¿CUÁNDO (N4,386.6) YO SÉ (N3,376.8) QUE UN VERBO ES (N3,354) REGULAR?// [VE-2a]
FUNDAMENTALMENTE (N4,419.5) [RE-5c] el verbo es regular [RE-5c] cuando CONSERVA
(N3,360) [RE-5c] los MISMOS (N4,433.5) elementos [RE-5b] pero sobre todo el MISMO (N4,434.3)
SONIDO (N3,361.4)// [RE-1] (paratono 3, informante 2)
Y es importante que sepan que en este tipo de trastorno [RE-5a] la persona [E-5]
Mantiene la CRÍTICA (N4, 260.2) (RE-5b) de su situación [RE-5b] SUFRE (N4, 312.4) por la
presencia de la sintomatología// [E-1] (paratono 2, informante 1)
En estos ejemplos se aprecia la intención de los hablantes por focalizar la información nueva
dentro de los enunciados y para ello realizan una elevación de la altura tonal por encima de
la media, en los niveles 3 y 4.
En el primer ejemplo, el primer enunciado se percibe focalizado en su totalidad con respecto
al resto del paratono, pues el primer pico se expresa en un nivel 4 y luego se desarrollan otras
dos elevaciones tonales en un nivel 3 en el rango del hablante, ambas al final de los verbos:
la primera al final del verbo de la oración subordinante (sé) para separarla de la subordinada;
y la segunda, al final del verbo de la subordinada (es), para separarlo del atributo. Este
enunciado interrogativo adquiere un valor topicalizador, ya que introduce el tema del
paratono (los verbos irregulares) y la explicación del profesor.
En el siguiente enunciado se focalizan varias palabras (fundamentalmente, conserva, mismo,
sonido) que concentran la información remática del paratono y todas aparecen expresadas en
un nivel 4 dentro del rango del hablante. En el segundo ejemplo también se focalizan las
palabras crítica y sufre, pertenecientes al rema, con una elevación tonal hasta el nivel 4.
En cuanto a los acentos tonales se determinó que casi todos los focos se caracterizan por ser
H*; esto significa que la mayor altura tonal del segmento focalizado se localiza en la sílaba
tónica. La variante más empleada en este tipo de discurso es el esquema bitonal L+H*
(79.2%), ya que en la mayoría de los casos se produce un valle precedente, cuya diferencia
con el pico de la sílaba tónica supera el umbral perceptivo de 1, 5 st. En los siguientes gráficos
se ilustra este fenómeno.
L+H*
Para que la opinión pública HAble sobre esos temas (informante 3)
96
L+H*
Para obtener efectos inmeDIAtos en el público (informante 10)
Fig. 6. Acento tonal L+H*en la marcación del foco prosódico
También puede expresarse el foco como un esquema monotonal H* (7.2 %) cuando no le
antecede ningún valle al pico. En este caso la focalización está dada por una elevación en el
nivel tonal que afecta no solo a la tónica, sino a sus vecinas. Obsérvese el siguiente ejemplo.
H*
Es que TIENE determinadas irregularidades
97
Fig. 7. Acento tonal H* en la marcación del foco prosódico
En solo dos casos se identificó el pico tonal asociado al foco en una sílaba átona, antecedida
también por átonas. Se trata de convertir en tónica una sílaba normalmente átona, a través
del esquema L+H*.47 Véase un ejemplo.
L+H*
Y me TO do lógicos de la Gestalt
Fig. 8. Acento tonal L+H* en sílaba normalmente átona
Otro de los mecanismos que se emplean en este tipo de discurso para marcar el foco (19
focos, 23.1 %) es la segmentación en una unidad entonativa diferente. Se usan en estos casos
47 Como se afirma en Pamies y Amorós (2005) en el modelo AM la localización del pico tonal se define
siempre con respecto al acento, por lo que este sistema resulta limitado para representar casos en los que la
mayor prominencia se localice en las átonas, sin tónicas vecinas.
98
una anticadencia pronunciada, con tono de juntura H% (31.5 %), tonemas en suspensión con
nivel final cercanos a la media, con tono de juntura M% (47.3 %) y tonemas circunflejos con
final descendente, pero en un tono final en N2, no muy por debajo de la media, es decir,
ML% (21 %). Estos tonos de juntura pueden interactuar directamente con el foco o con
elemento anterior, para llamar la atención sobre él. Véanse los ejemplos:48
Y en tercer lugar [RE-5e] vamos a intentar por lo menos hoy [RE-5c] presentarles [E-5] como una
H%
Técnica proyectiva por excelencia [RE-5c] y de mayor reconocimiento internacional [E-5] el
RORSCHACH [E-1] (informante 5)
Aquí se emplea un tono de frontera H% para llamar la atención del oyente sobre el foco,
coincidente con el rema.
De ma yor re co no ci mien to in ter na cio nal EL RORSCHACH
Fig. 9. Separación del foco en UE independiente, antecedido de tono de juntura H%
L+H*M% L+H* M%
Para que la opinión pública solo se REFIERA [RE-5a] a los TEMAS [RE-5a] que le interesa [RE-5a]
a los medios de comunicación[RE-5d] dar[E-1] (informante 3)
Aquí se emplea un tono de frontera M% para segmentar el foco del resto del enunciado.
48 Estos gráficos han sido extraídos directamente del Praat para mostrar la conexión entre los dos indicadores.
En azul se muestra la curva de F0 y en amarillo la de I.
99
So lo se RE FIE RA a los TE MAS
Fig. 10. Separación del foco en UE independiente antecedido de tono de juntura M%
H+L*ML% L+ H* ML%
el verbo es REGULAR [RE-5c] cuando CONSERVA [RE-5c] (informante 2)
Aquí se emplean tonos de frontera descendentes cercanos la media. El primer foco muestra
el único caso en la muestra medida de acento tonal H alineado con la pretónica.
El verbo es RE GU LAR cuan do CON SER VA
Fig. 11. Separación del foco en UE independiente con tono de juntura ML%
3.2.2. Comportamiento de la intensidad y el tiempo en la marcación del foco
La intensidad es otro de los indicadores acústicos que inciden en la marcación del foco. En
los casos registrados en la muestra esta se manifiesta a través de un aumento en el elemento
focalizado que supera significativamente la media de la unidad (8 % de diferencia como
100
promedio)49 y, además, un pico que puede o no coincidir con la sílaba acentuada, pero que sí
muestra una elevación con respecto a las sílabas vecinas. Analícense los siguientes ejemplos:
Hay alteraciones de carácter cuantitativo Predominan síntomas afectivos
(Informante 1.IM: 64.2) (Informante 1: IM: 62.7)
Fig. 12. Elevación de la I como marca de foco prosódico
En estos casos se produce una focalización encima de la palabra que inicia la unidad
entonativa coincidente con el verbo. Para ello se eleva la intensidad de las sílabas iniciales +
de 6 decibeles por encima de la media del segmento (10 % de diferencia aproximadamente)
y + de 3 db con respecto a la sílaba que le sigue (5 % de diferencia aproximadamente). Nótese
en el primer ejemplo que se ha producido otro pico de intensidad con valor focalizador en la
primera sílaba del sustantivo del sintagma preposicional, con valores por encima de la media
(7 db) y de las sílabas vecinas.
La tendencia a focalizar más de un elemento puede darse incluso dentro de una unidad
entonativa que integra un enunciado. Véase el siguiente ejemplo.
49En el anexo 19 se consigna una tabla que recoge los valores de I en los focos estudiados en comparación
con la IM de la unidad en la que se inserta y la diferencia entre ambos valores, expresado en decibeles y
porcentajes.
101
Fig. 13. Focos múltiples marcados por ascenso de I
Dentro de las políticas de los medios de comunicación IM: 72
Aquí puede notarse el aumento de la intensidad con respecto a la media en tres sílabas de la
unidad que, además, muestran claramente una diferencia con respecto a sus sílabas vecinas.
Este indicador contribuye a que se perciban estas unidades como focalizadas dentro de la
unidad entonativa.
Ahora, como ya se expuso, la intensidad también interactúa con la F0 para marcar el foco
(30,4 %). Se trata de elementos focalizados en los cuales se produce al mismo tiempo una
prominencia tonal y de intensidad. Puede suceder que el pico de I no sea el más alto del
segmento; sin embargo, se percibe el foco por la interacción con la prominencia tonal. Esto
puede notarse con claridad en los siguientes gráficos:
El Rorschach que es el que vamos a estudiar HOY
U na po si ción es peCÍ fi ca del Ro man ti cis mo
102
Les in SISto en es to tam bién
Fig. 14. Interacción de pico de FO e I en la marcación del foco prosódico
Nótese la ocurrencia de otros picos de I en cada segmento, incluso por encima del valor del
foco. En estos casos se corrobora la interacción entre ambos indicadores en la percepción del
elemento focalizado.
Ahora bien, en cuanto al tiempo, se aprecia una tendencia a marcar el foco de dos maneras
diferentes: por un alargamiento de la vocal tónica de la palabra focalizada (68.4 %) o por un
retardamiento del tempo elocutivo (31.5 %) con respecto al resto del enunciado (foco
estrecho) o al enunciado anterior (foco amplio). Véanse los siguientes ejemplos:
No es que el verbo sea irregular [E-1] es que TIE::NE (422.7) {0.4} determinadas [RE-5e] en
determinado tiempo [VE-5a] modo[VE-5a]número[E-5] y persona[VE-1a] (TVM:0.1)(Informante 3)
Pero hoy vamos ya a [RE-5a] detallarlos [E-1] para ver CÓ::MO (81.6){0.3} me da respuesta a mi
problema de resistencia cortante de los suelos arcillosos[E-1] (TVM: 0.09) (informante 8)
En estos ejemplos se percibe acústicamente un alargamiento del tiempo de la vocal tónica
(por encima de la media de duración vocálica del enunciado) que contribuye a la marcación
del foco, aunque este indicador interactúa con una elevación del tono en el primer caso y de
la I en el segundo. En el primer ejemplo se produce un foco contrastivo (único de la muestra)
encima del verbo tiene, que se hace evidente en el contexto verbal previo (No es que sea
irregular…) En el segundo ejemplo se utiliza para resaltar el adverbio relativo cómo que
constituye el rema del enunciado. Ahora bien, los siguientes ejemplos reflejan el uso de la
disminución del tempo como marca de foco.
Para yo reconocer que haya irregularidad tiene que haber [RE-5d] cambio [E-5] de sonido [E-1]
porque TODO (456) CAMBIO [RE-5c] DE GRAFÍA [RE-5c] no constituye una I-RRE-GU-LA-RI-
DAD [E-1]. (informante3)
103
Y es una posición [RE-5c] INTERMEDIA [RE-5b] entre el Romanticismo y el folletín [RE-5d] ante
el mercado cultural [E-1] (informante 10)
En las tablas anteriores se aprecia un aumento del promedio de duración vocálica
(equivalente a la disminución del tempo elocutivo) en el segmento focalizado con respecto
al resto del enunciado o del enunciado previo. Además, nótese el uso de la división silábica
del foco (sustantivo irregularidad) como otro mecanismo que contribuye a la ralentización
del tempo.
De manera que, a modo de síntesis pueden resaltarse como mecanismos de focalización
prosódica en este tipo de discurso, en primer lugar, la prominencia del tono (a niveles por
encima de la media del hablante); el uso de acentos tonales con esquemas L+H* y H* y la
división en unidades entonativas diferentes con tonos de frontera H%, M% y ML% antes del
foco o en interacción con este. También se aprecia el uso de picos de intensidad por encima
de la media, que pueden actuar solos o en interacción con la prominencia del tono. Se
producen, por último, focos marcados por un alargamiento de la sílaba tónica en focos
estrechos o un retardamiento del tempo elocutivo en focos estrechos o amplios. El tiempo
raramente actúa solo, sino que interactúa con la prominencia del tono o la intensidad para
marcar el foco.
3.3. La función comunicativa de la entonación. La expresión del significado
ilocutivo-modal de los AHI del profesor
En este apartado se analiza el valor comunicativo de la entonación como una de sus funciones
principales en el discurso.
Enunciado previo Enunciado focalizado Todo cambio de grafía
Sílabas 11 23 8
tiempo 1.8 4.7 3.0
promedio 0.1 0.2 0.4
Enunciado foco
Sílabas 32 4
tiempo 6.6 1.5
promedio 0.2 0.4
104
Para ello se determinan los actos de habla interaccionales que forman en sus posibles
interacciones con las diferentes estructuras léxico-gramaticales y las condiciones discursivo-
contextuales de su realización en la clase. Luego se establecen los engarces con las
macrocategorías semánticas modales (Certidumbre, Valoración, Interés, Afectividad,
Lealtad y Expresividad), a través de los rasgos o atributos modales que adopta el sujeto
modalizador (profesor) ante lo que dice y, en determinadas situaciones, los rasgos que puede
provocar en los destinatarios (estudiantes), a los cuales dirige su discurso.
El análisis ha permitido colegir que las unidades entonativas descritas conforman actos de
habla interaccionales que se agrupan en los 5 atractores semántico-pragmáticos definidos en
el sistema entonativo cubano. Ahora, la naturaleza compleja y no lineal de estos AHI
determina que una misma realidad prosódica (en términos estrictamente fonéticos) se utilice
para expresar diversos tipos de actos, por lo que se asocian a diferentes categorías y atributos
modales en el discurso, los cuales también se manifiestan como fenómenos de márgenes
difusos.
3.3.1 AHI enunciativos
Este tipo de AHI es muy frecuente en el discurso académico de la clase, más en la conferencia
por su naturaleza expositiva. El profesor domina cabalmente unos contenidos relacionados
con determinado tópico y los transmite a sus destinatarios (estudiantes), por lo que se
emplean para expresar la creencia o certeza sobre algo. Según la naturaleza de sus
ilocuciones, derivadas de la interacción con las condicionantes contextuales de la clase
(contexto verbal y situacional), se distinguen los actos de informar, afirmar o negar,
reafirmar, explicar, caracterizar, especificar, comentar, concluir, describir, ejemplificar,
argumentar y rememorar. El contenido ilocutivo común a estos actos permite agruparlos
alrededor de las siguientes fórmulas realizativas50: a) alguien manifiesta a alguien un alto
grado de seguridad respecto de algo; b) alguien causa que alguien manifieste un cambio en
cuanto al grado de certidumbre sobre algo (contenido de la clase).
Prosódicamente, los enunciados que expresan este tipo de actos de habla cierran con las
unidades entonativas de enunciación neutral (E-1 y RE-1) y se emplean, sobre todo, en la
50 Término tomado de la tesis de doctorado de Guadalupe Reina Rodríguez (1992) sobre la imperatividad en
español y que hace referencia al objeto ilocutivo común a varios tipos de actos de habla de mandato.
105
exposición de la información primaria de los tópicos. El uso de estos entonemas que terminan
con descenso del tono pronunciado, le confieren un carácter categórico a la mayoría de los
actos enunciativos. A continuación, se consignan algunos ejemplos.
Como ustedes se darán cuenta [RE-5c] yo estoy diciendo que esta tendencia surge simultáneamente
[RE-5c] a lo ya estudiado [RE-5c] (afirmación) y eso quiere decir que las determinantes
sociohistóricas a las cuales nos vamos a enfrentar [RE-5d] son exactamente las mismas [E-1]
(explicación) (informante 10)
Es decir [E-1] a través de la tematización [RE-5d] es que se va a formar la opinión pública [RE-5c]
en cada una de las sociedades [VE-5a] a partir de lo que difunden [RE-5a] de lo que establecen los
medios de comunicación [E-1] (explicación) (informante 3)
La presencia del equipo es esa caja...// [E-1] (afirmación) esa caja tiene dos partes [E-1] una parte que
está fija [E-5] y una parte [RE-5a] que es móvil// [E-1] (descripción) puede colocarse una piedra
porosa// [E-1](descripción) por acá arriba puede colocarse otra piedra porosa//[E-1](descripción) y
puede que no se coloque piedra porosa// [E-1] (descripción) Estamos hablando entonces de las
condiciones del drenaje// [E-1] Puede o no tener drenaje// [E-1] (conclusión)¿Está claro?[E-3]
(informante 9)
La Gestalt recuerden que defiende [RE-5d] Gestalt precisamente quiere decir el cierre de una
estructura [E-1] mental//[E-1] (rememoración) por lo tanto [E-5] si estamos hablando de una
estructura [E-5] básicamente el principio fundamental que defiende la Gestalt [RE-5d] es el carácter
holístico [E-5] de esas [RE-5d] estructuras [RE-5d] mentales// (E-1) (afirmación) Por lo tanto [RE-
5c] estas pruebas también se nutren [RE-5a] de [E-5] la Gestalt// [E-1] de los postulados teóricos [RE-
5d] y metodológicos de la Gestalt// [E-1] (conclusión)(informante 5)
En este tipo de AHI se expresa fundamentalmente la macrocategoría modal de Certidumbre:
el sujeto modalizador manifiesta un conocimiento claro y seguro del contenido que expone,
por lo que adopta los valores modales de alto grado de seguridad y categoricidad (desde la
perspectiva cognoscitiva-discursiva)51. Desde la perspectiva volitiva, el profesor asume el
rasgo modal de decisión, que se fundamenta en el rol que asume en la conferencia (dadas
determinadas normas sociales y culturales que establecen su posición jerárquica superior en
dicho contexto), de persona que posee las prerrogativas de transmitir la información que ha
51 El rasgo de problematicidad es muy escaso en la muestra, solo se expresa en situaciones en que el profesor
alude a criterios u opiniones de algunos autores y refiere una visión parcial, no definitiva de determinado
fenómeno.
106
considerado que los destinatarios necesitan conocer, recordar o enfatizar con respecto a
determinado tópico.
Por otra parte, en situaciones comunicativas de interacción entre profesor y estudiantes, se
utilizan estos actos con la intención de reafirmar las respuestas de los estudiantes, por lo que
aquí se enlaza la categoría semántica modal de Certidumbre con la de Valoración, pues el
sujeto modalizador cuando reafirma la respuesta del estudiante repitiéndola para el resto del
auditorio, al mismo tiempo la da como acertada o correcta y asume el atributo modal de
aprobación.
¿Qué técnicas proyectiva ustedes conocen?// [VE-2a] Completamiento de frase [E-5] dentro de
completamiento de frase se trabaja mucho cuál?// [VE-4a] (contesta estudiante) El Roter// [E-1]
(reafirmación)A ver [E-4]// La técnica de los diez deseos o RANDI// [RE-5d] (aceptar-reafirmar) A
ver [E-4] ¿cuál más?// [VE-4a] Los tres miedos [VE-5a] las tres roñas [VE-5a] y las tres
alegrías//[RE-1] (reafirmación) frases incompletas también//[RE-1] (reafirmación) ¿Cuarto
excluido será proyectiva?// [VE-4a] (contesta estudiante) No es proyectiva//[E-1] (reafirmación)
(informante5)
3.3.2 AHI interrogativos
Vistos los enunciados interrogativos aislados de su contexto, pueden ser interpretados como
AHI de preguntas, con alto grado de desconocimiento del emisor (duda), por lo tanto,
asociados a la categoría semántica modal de Certidumbre a través del atributo modal de
inseguridad del profesor, quien se convierte en un actante ilocutivo indagador. Este tipo de
actos se utilizan en situaciones comunicativas muy limitadas en la muestra, generalmente al
inicio de la clase o después de alguna interacción, para indagar sobre información secundaria,
no asociada al contenido de la conferencia, como se aprecia en los siguientes ejemplos:
¿El nombre suyo completo?// (VE-4a) (pregunta) (informante 1)
¿Tú eres el 1?// (E-3) (pregunta) (informante 1)
Sin embargo, al analizar los AHI en situaciones relacionadas con la exposición de los tópicos,
se produce un cambio sustancial en su naturaleza semántico-pragmática, pues se revelan
como actos de habla indirectos (con ilocución secundaria de pregunta), la mayoría de las
veces con un grado nulo de desconocimiento de la incógnita expresada en el enunciado y,
107
por lo tanto, con ilocuciones primarias muy diversas: comprobar, incitar52 a la participación
y reflexión, llamar la atención sobre el tópico del discurso o sobre el cierre de este, confirmar
el aprendizaje. Estos actos, según su contenido ilocutivo, se agrupan alrededor de la siguiente
fórmula realizativa: alguien experimenta el deseo o interés porque alguien se sienta
comprometido u obligado a demostrar sus conocimientos sobre algo, participar en algo o
prestar atención a algo.
De manera que, en estos casos se asocian también a la categoría modal de Certidumbre, pero
el sujeto modalizador adquiere los atributos modales de seguridad o seguridad ambigua,
decisión y categoricidad, pues desde su posición de conocedor evidente, busca comprobar el
estado cognoscitivo de los estudiantes, de ahí el uso mayoritario de la VE-2a, que es una
unidad entonativa con inflexión final descendente y significado de interrogación categórica.
También se emplean la VE-4a (con inflexión ascendente del tonema) sobre todo cuando la
incógnita se coloca al final del enunciado. La anticadencia en estos casos refuerza el valor
ilocutivo de incitación, provocando la reacción de los estudiantes.
En los actos interrogativos indirectos de pregunta-comprobación, se expresa la categoría
modal de Interés, pues el sujeto modalizador, desde su estatus jerárquicamente superior,
asume un atributo de controlador, a su vez relacionado con el interés de comprobar el estado
cognoscitivo de los estudiantes sobre un contenido ya impartido, por lo que hace que los
destinatarios sientan obligación o compromiso de responder.
¿Qué técnicas proyectiva ustedes conocen?// [VE-2a] (pregunta-comprobación) Completamiento
de frase [E-5] ¿Dentro de completamiento de frase se trabaja mucho cuál?// [VE-4a] (pregunta-
comprobación) (contesta estudiante) El Roter// [E-1] (informante 5)
Nosotros en español tenemos 3 tipos de irregularidades// [E-1] A ver ¿cuáles son?// [VE-2a]
(pregunta- comprobación) (estudiantes a coro) Anjá// [VE-1b] (informante 2)
¿Quién me recuerda qué cosa es la implementación cliente servidor?// [E-2] (pregunta-
comprobación) A ver Iván// [E-2] ¿Qué cosa es [RE-5a] que se implementa la arquitectura cliente
servidor en un software?// [VE-2a] (pregunta-comprobación)
52 En otros trabajos (Cestero, 2001a, 2201b, Sinclair y Coulthard, 1975) se ha empleado el término elicitación
(proveniente del inglés elicit ‘causar o provocar una reacción o respuesta ante un estímuloʼ) para referirse a
las preguntas que provocan la participación o reflexión del interlocutor; en este se ha preferido emplear el
término incitación, registrado con significado similar en los diccionarios de la lengua española.
108
En los actos de habla indirectos de pregunta-incitación, unida a la categoría de Certidumbre,
a través de los rasgos de seguridad y decisión, se expresa la de Lealtad, pues el sujeto
modalizador adquiere el atributo de astuto, cuando mide el nivel cognoscitivo-intelectual de
sus interlocutores y emplea el acto interrogativo como una estrategia para incitarlos a la
reflexión, con lo cual los involucra en la explicación del tópico. También se expresa la
categoría de Interés, pues desde la perspectiva volitivo-accional, el sujeto modalizador
despierta motivaciones, provoca el hacer del interlocutor, en este caso, su reflexión sobre
determinados temas.
A ver ¿cuáles ustedes consideran [RE-5e] que es precisamente [RE-5d] la posición epistemológica
[RE-5d] sobre la cual se sustentan (RE-5a) estas pruebas// [VE-2a] (contesta estudiante) (pregunta-
incitación) muy bien //[E-1] (informante 5)
¿Cuarto excluido será proyectiva?// [VE-4a] (pregunta-incitación) No es proyectiva//[E-]) Tú te
vas a convencer hoy por qué [E-5] al final tú mismo me vas a decir por qué no la incluimos como
técnica proyectiva// [E-1] (informante 5)
Y entonces por ejemplo para la primera persona del presente del indicativo [RE-5a] ¿yo tengo? [VE-
4a] (estudiante) (pregunta-incitación) Muero [E-1] (informante 2)
Quién me puede decir [RE-5a] ¿qué entienden ustedes [RE-5a] por [RE-5a] el cartel publicitario//
[E-1] ¿Qué ideas le da esa palabra?// [VE-2a] (pregunta-incitación) (informante 6)
En los actos interrogativos indirectos de pregunta-topicalización, el profesor tiene un grado
nulo de desconocimiento de la incógnita (alto grado de seguridad) y ni siquiera demanda
respuesta de los estudiantes, sino que él mismo la proporciona; la interrogación adquiere,
entonces, una función organizativa del discurso del propio profesor. De manera que aquí la
categoría modal de Certidumbre se asocia a la de Interés (desde la perspectiva de atención),
pues el sujeto modalizador provoca que los destinatarios sientan motivación o interés por
prestar atención hacia determinado objeto (tópico).
¿Cuándo yo sé que un verbo es regular?// [VE-2a] (pregunta-topicalización) Fundamentalmente
[RE-5c] el verbo es regular [RE-5c] cuando conserva [RE-5c] los mismos elementos [RE-5b] pero
sobre todo el mismo sonido// [RE-1] (informante 2)
¿Y qué plantea Milow [RE-5a] con respecto [RE-5a] a la personalidad?// [VE-2a] (pregunta-
topicalización) Plantea [E-5] que la personalidad se enferma// [RE-1](informante 1)
109
¿Cuál es [RE-5d] el efecto magnético de una corriente [RE-5c] o de un campo [RE-5b] eléctrico
cambiante? [E-2] (pregunta-topicalización) Generar [RE-5a] un campo magnético de la misma
naturaleza de la ---// [E-1] (informante 8)
Por último, un grupo de actos interrogativos se emplean con el doble propósito de confirmar
la comprensión y marcar el cierre de un tópico. En estos casos la categoría de certidumbre se
manifiesta a través del atributo de seguridad ambigua, pues el sujeto modalizador supone
que se ha comprendido y que es posible pasar a otro tópico, pero precisa confirmación de los
estudiantes. Por otra parte, se asocia a la categoría de Interés, en tanto llama la atención de
los estudiantes sobre el cierre de un tópico y el inicio de uno nuevo. Prosódicamente se
realizan con el entonema de interrogación neutral (E-3), que conforma enunciados
interrogativos totales.
Les queda de estudio independiente agenda setting// (E-1) En la próxima clase [RE-5c] evaluación
escrita//[E-1] ¿Está claro?[E-3]// (pregunta-confirmación) Bueno [E-1] vamos a seguir//[E-1]
(informante 3)
Cuando yo le aplico una carga [RE-5d] esa agua se va a mover muy lentamente// [E-1] ¿Estamos de
acuerdo? //[E-3] (pregunta-confirmación) (informante 9)
Cuando digo desarrollado [RE-5b] es porque ustedes verán que existen diferentes [RE-5e] sistemas
[RE-5e] de calificación del Rorschach [RE-5b] ya aprobados internacionalmente desde hace [RE-5d]
algunas [RE-5d] décadas// [E-1] ¿Estamos? //[E-3] (pregunta-confirmación)
3.3.3 AHI valorativos
En el discurso académico estos AHI son comunes, pues el profesor, desde su posición de
conocedor cabal de los contenidos y por el control que ejerce sobre los hechos y situaciones
en la clase (rasgos modales de seguridad y decisión de la macrocategoría de Certidumbre)
realiza valoraciones evaluadoras de las respuestas de los estudiantes; apreciativas y
jerarquizadoras de los temas y contenidos que aborda (macrocategoría de Valoración).
Estos AHI se definen según su contenido ilocutivo, a través de las siguientes fórmulas
realizativas: a) alguien hace una evaluación positiva o negativa de las respuestas o conductas
de alguien; b) alguien hace una apreciación de las cualidades o atributos de alguien o algo;
alguien hace una jerarquización (ordenadora, comparativa o singularizadora) de algo.
110
Se expresan estos actos a través de enunciados declarativos que interactúan con el E-1
(enunciación neutral con inflexión final descendente), por lo que no existe una unidad
entonativa asociada específicamente a la valoración.
Los actos evaluadores constituyen generalmente evaluaciones normativas simples. Se dirigen
fundamentalmente a las respuestas y actitudes de los estudiantes en situaciones de interacción
con el profesor, quien desde su posición de actante ilocutivo (evaluador) les atribuye un valor
determinado: acertado-desacertado, más o menos acertado, correcto-incorrecto, bueno-
malo. Por tanto, se manifiestan en el profesor los valores modales de aprobación-
desaprobación, severidad -flexibilidad.
En estos actos se manifiestan también las macrocategorías modales de afectividad y
expresividad, pues cuando el sujeto evaluador aprueba o desaprueba una actitud de los
estudiantes, al mismo tiempo se expresan rasgos modales afectivos de agrado-desagrado,
afecto-desafecto y expresivos de satisfacción-insatisfacción o enojo ante el objeto evaluado.
¿Qué es la agenda setting?//[VE-2a] Vamos a ver//[E-1].Muchachos [RE-5a] ¿qué es [RE-5a] la
agenda [E-5] setting?// (VE-2a) A ver [RE-5a] (contestan estudiantes) Y como concepto [RE-5b]
¿qué es la agenda setting?// [VE-2a] Como concepto [RE-5a] como definición// [RE-5b] (no hay
respuesta)Veo que han estudiado muchísimo//[E-1] Han dedicado mucho tiempo al estudio// (ironía,
evaluación normativa simple con balance negativo) [E-1] ¿Qué es la agenda setting?// [VE-2a] Les
queda de estudio independiente agenda setting// [E-1] En la próxima clase [RE-5c] evaluación
escrita//[E-1] ¿Está claro?// [E-3] (informante 3)
Nótese en este ejemplo cómo la profesora, al formular una pregunta y no recibir la respuesta
esperada, expresa un enunciado en cuya estructura superficial se aprecia el acto ilocutivo de
evaluación con balance positivo (elogio) hacia la actitud de los estudiantes, sin embargo, esta
se interpreta como un enunciado irónico (con significado contrario), al tener en cuenta las
condiciones pragmáticas (situación comunicativa), las cuales apuntan a que cuando un
profesor pregunta sobre algo que ya ha impartido, esto supone la obligación del estudiante
de responder para demostrar su conocimiento. Esto es más evidente para el estudiante cuando
el profesor emplea un entonema de interrogación categórica como la VE-2a. De manera que,
si el estudiante no responde el profesor evalúa la actitud como negativa, mala o desfavorable
(reproche, crítica negativa).
111
La expresión de dicha evaluación implica la manifestación de rasgos modales de afectividad
(desagrado, desafecto) y expresividad (insatisfacción, enojo). Esto se pone en evidencia en
los enunciados posteriores en los que vuelve a formular la pregunta y da por concluido el
tema con la amenaza de una evaluación escrita en la próxima semana. Por tanto, también se
evidencia la asunción por parte del profesor de los rasgos modales de insinceridad y mala
intención de la macrocategoría de Lealtad, por el uso de un enunciado irónico y el acto de
amenaza.
A continuación, se ofrecen otros ejemplos de actos ilocutivos de evaluación en los que esta
se manifiesta a través de un adjetivo, adverbio o una interjección.
Quién me puede decir [RE-5a] ¿qué entienden ustedes [RE-5a] por [RE-5a] el cartel publicitario [VE-
2a] ¿Qué ideas les da esa palabra?// [VE-2a] Greta [E-1](contesta una estudiante) ¿Qué es para ti?//
[VE-2a] Correcto// [E-1] (evaluación normativa simple con balance positivo) (informante 4)
A ver ¿Cuáles ustedes consideran (RE-5e) que es precisamente (RE-5d) la posición epistemológica
(RE-5d) sobre la cual se sustentan (RE-5a) estas pruebas// (VE-2a) Muy bien //(E-1) (evaluación
normativa simple con balance positivo)(informante 5)
Nosotros en español tenemos 3 tipos de irregularidades// [E-1] A ver ¿cuáles son?// [VE-2a]
(estudiantes a coro) Anjá// [VE-1b] (evaluación normativa simple con balance positivo)
(informante 2)
Nótese cómo el uso de la interjección indica la aceptación de la respuesta como acertada o
correcta, por lo que se asocia indirectamente al acto ilocutivo de evaluación con balance
positivo. Se ponen de manifiesto en estos ejemplos valores modales de Valoración
(aceptación) Afectividad (agrado), de Expresividad (satisfacción) y de Lealtad (buena
intención).
También se realizan en este tipo de discurso actos valorativos apreciadores en los que el
sujeto modalizador atribuye determinadas cualidades o calificativos a los objetos que se
expresan en el contenido de la clase, de acuerdo con su alto grado de conocimiento sobre
este.
Porque miren este es otro dilema// [RE-1] (apreciación intelectiva) Algunos autores señalan [RE-
5a] de que la enfermedad no afecta la personalidad// [E-1] (informante 1)
112
Y se sigue insistiendo (RE-5c) porque se cometen todavía muchísimos errores en la conjugación [E-
1] verbal/ /[E-1] (apreciación intelectiva) (informante 2)
Y ahora vamos a estudiar [RE-5a] una reacción diferente// [E-1] Una reacción diferente que es
polémica [VE-5a] y compleja [VE-5a] a la hora de teorizarla [RE-5c] (apreciación intelectiva)
(informante 10)
Fundamentalmente [RE-5c] el verbo es regular [RE-5c] cuando conserva [RE-5c] los mismos
elementos [RE-5b] pero sobre todo el mismo sonido// [RE-1] Esto es importantísimo// [RE-5b]
(apreciación intelectiva) (informante 2)
Por último, los actos valorativos también expresan en el discurso académico valoraciones
jerarquizadoras, sobre todo cuando el sujeto modalizador y actante ilocutivo les atribuye
mayor o menor relevancia a ciertos aspectos del contenido por encima de otros.
Estos tres pintores franceses [RE-5a] estos tres pintores [RE-5a] estos tres pintores franceses [RE-5a]
son los más representativos [RE-5d] de este [RE-5c] arranque diferente que va teniendo el cartelismo
[RE-5c] con la incorporación de las vanguardias artísticas//[E-1] (jerarquización singularizadora)
(informante 4)
Bueno (E-1) primero hay que hablar (RE-5c) de regularidad (RE-5c) y después de irregularidad// (E-
1) (jerarquización ordenadora) (informante 2)
Ya yo les adelantaba [RE-5c] que en Centroamérica y el Caribe la vanguardia [RE-5c] es [RE-5a] de
mucho menos influencia [RE-5c] y mucho más atrasada [RE-5a] que el caso [RE-5a] de México [VE-
5a] Argentina [RE-5a] y Chile.//[RE-1] (jerarquización comparativa explícita) (informante 6)
3.3.4 AHI exhortativos
Como se ha visto, este tipo de actos se conecta en el discurso académico con los actos
interrogativos, ya que el profesor utiliza la interrogación como un mecanismo (actos de habla
indirectos) que le permite estimular la participación de los estudiantes en la clase, instándolos
a la reflexión, la expresión de sus opiniones y, por otro lado, obligándolos a demostrar sus
conocimientos sobre temas estudiados.
Además de estos actos de habla indirectos (interrogativos-exhortativos), el profesor hace uso
de otros para expresar los actos ilocutivos ordenar, sugerir y pedir respuesta de los
113
estudiantes o la realización de determinada acción.53 Según el contenido ilocutivo de tales
actos se definen a través de las siguientes fórmulas realizativas: a) alguien manifiesta interés
o motivación porque alguien haga algo; b) alguien causa que alguien se sienta conminado u
obligado a hacer algo.
Generalmente se usan actos de habla fonéticamente enunciativos sin rasgos expresivos
perceptibles (interactúan con E-1 o RE-1), que en su estructura léxico-gramatical presentan
verbos volitivos del tipo me gustaría que, quisiera que. Estos verbos se conjugan, en
ocasiones, en pospretérito, lo cual es un mecanismo de atenuación de la orden (la fuerza
impositiva disminuye), como estrategia de cortesía verbal.
No obstante antes [RE-5a] me gustaría que Evans [RE-5c] me caracterizara de forma general los
trastornos neuróticos// [RE-1] (orden atenuada) (informante 1)
Pero [RE-5e] para [E-5] caracterizar estas pruebas a mí me gusta [E-5] partir siempre del
conocimiento anterior que ustedes tienen [RE-1] (petición atenuada) (informante 5)
Por cierto [RE-5c] hay un investigador contemporáneo [RE-5c] que a mí me gusta// [RE-5a] me
gustaría que ustedes revisaran [RE-5a] su obra //[RE-5c) (sugerencia) que es el profesor (RE-5b)
Teodoro Milow// (RE-5c) (informante 1)
En otros casos, la orden puede poseer un alto grado de imposición, aunque no es lo más
común en los ejemplos de la muestra. Sucede, como en el ejemplo siguiente, cuando aparece
en una situación de mandato antecedida por una evaluación con balance negativo de la
conducta de los estudiantes.
Les queda de estudio independiente agenda setting// (E-1) (orden) En la próxima clase (RE-5c)
evaluación escrita//(E-1) (información con matiz de amenaza). (informante 2)
53 En el estudio de la prosodia de los actos de mandato en el español de Cuba (sistema que se toma como
referente en este estudio), García Riverón (1998) parte de la tipología que propone García Rodríguez (1992),
según los siguientes rasgos distintivos: 1) tipos de orientación de la acción (hacer/no hacer), que permite
distinguir entre órdenes y prohibiciones; 2) intensidad del mandato, grado de imposición o ausencia de
fuerza impositiva, que distingue tres clases: a) órdenes, prohibiciones, advertencias y amenazas; b)
peticiones y sugerencias; c) ruegos y súplicas; 3) Carácter explícito o no de las consecuencias de realizar
o no la acción, que distingue las sugerencias (consecuencias positivas) de las advertencias y amenazas
(consecuencia negativas); 4) carácter explícito del beneficiario de la acción, que distingue entre ruegos y
peticiones (el hablante como beneficiario) y sugerencias (el oyente como beneficiario); y 5) grado de
inmediatez de la realización de la acción (puntos en una escala de tiempo en que ha de realizarse la acción),
que se asocia con la fuerza impositiva y distingue entre mandatos impositivos como las órdenes (futuro
puntual inmediato) y no impositivos, como las peticiones (futuro puntual no inmediato).
114
Tanto las peticiones como las órdenes están orientadas a que los estudiantes realicen alguna
acción dentro de la clase; se trata de que participen exponiendo sus conocimientos sobre el
tema o expresando sus opiniones y reflexiones. Por tanto, los márgenes entre los beneficiarios
de tales acciones son difusos, puesto que la participación de los destinatarios favorece el
desarrollo de la conferencia (el profesor como beneficiario), pero al mismo tiempo contribuye
a estimular la atención de los estudiantes y moviliza su pensamiento sobre el tema (el
estudiante como beneficiario). También hay que destacar que se trata de acciones que han de
realizarse en un futuro puntual inmediato (en la propia conferencia), aunque la sugerencia
puede indicar la realización de acciones más alejadas en el tiempo.
Por otra parte, también se emplean en la conferencia expresiones con valor exhortativo como
vamos a ver, a ver o vocativos, inmediatamente después o antes de los actos interrogativos
para demandar o pedir la respuesta. Estas expresiones interactúan con E-1 (tonema de
cadencia), con RE-5a (tonema de suspensión) o con entonemas interrogativos como E-2 o E-
4 (tonema de anticadencia), por lo que pueden ser prosódicamente muy variadas.
Quién me recuerda qué cosa es la implementación cliente servidor// [E-2] A ver Iván// [E-2]
Vamos a ver// [E-1] Muchachos [RE-5a] ¿qué es [RE-5a] la agenda [E-5] setting?// (VE-2a) A ver
[RE-5a] (contestan estudiantes) (informante 3)
A ver [E-1] ¿Cuál más?// [VE-2a)] ¿eh? [VE-4a] La composición también es una técnica proyectiva//
[RE-1] Cual de autovaloración// [VE-4a]. A ver [E-4] Bueno [RE-1] el Rorschach// [RE-1]
(informante 5)
En la muestra estudiada son escasos los actos de advertencia. La entonación con matiz de
advertencia (VE-1a del sistema) se utiliza para llamar la atención sobre determinados
aspectos de la clase, aunque también se emplea para hacer que los destinatarios realicen
alguna acción, como se evidencia en el siguiente ejemplo.
Les advierto algo (VE-1a) esto tienen que sistematizarlo para poder (E-5) enfrentar situaciones (VE-
5a) identificarlo (VE-5a) porque hay una variedad de trastornos// (E-1) (advertencia)
La amenaza —hallada en un solo ejemplo— se asocia a un acto evaluativo de reproche y se utiliza
para anunciar una acción futura como reacción ante el hecho evaluado.
En los AHI exhortativos el emisor manifiesta una actitud psicológica de interés
(macrocategoría semántica de Interés) hacia el accionar de los estudiantes. Por tanto, se
115
expresan en ellos los rasgos modales de interés o deseo del emisor y conminación, obligación
o compromiso de los destinatarios.
Ahora, desde la perspectiva del emisor (profesor) en el discurso académico, el empleo de
actos de habla exhortativos, refleja la asunción del atributo modal de astucia (macrocategoría
de Lealtad), ya que el docente hace un uso consciente y voluntario de estos tipos de actos de
habla con la intención de provocar la acción de los destinatarios.
En el caso específico de la orden o peticiones atenuadas, también se manifiesta el valor modal
de astucia, puesto que el emisor emplea la cortesía verbal como estrategia para no coartar la
libertad de los destinatarios con la rispidez de la orden y lograr su propósito.
Por último, el uso de la estrategia de cortesía verbal se asocia a la macrocategoría de
Expresividad, desde la perspectiva «modo de expresión», pues se ponen de manifiesto los
valores modales de contención o moderación del emisor, lo cual supone autocontrol de las
emociones al atenuar la intensidad de la orden, al tiempo que provoca la asunción del valor
modal de compromiso en los destinatarios.
3.3.5 AHI apelativos
A través del uso de actos de habla apelativos el profesor organiza y estructura los tópicos de
su discurso; se manifiesta, por tanto, como un sujeto modalizador que posee dominio
completo del esquema general que ha concebido para su exposición, por lo que tales actos
constituyen estrategias comunicativas destinadas a orientar a los destinatarios sobre lo que
se abordará en cada parte y estimular su atención (acto ilocutivo de topicalización).
Ahora [E-1] vamos entonces a ver [RE-5c] en primer lugar [E-5] siguiendo [RE-5e] la perspectiva de
Perbi [RE-5c] cuál es el sustrato [RE-5e] teórico- metodológico [RE-5e] de las técnicas que se
agrupan [RE-5a] en esta categoría que hemos nombrado [RE-5c] técnicas [E-5] proyectivas// [E-1]
(topicalización)
Vamos a ver [RE-5a] la tematización// [E-1] Vamos a ver// [E-1] (topicalización) (informante 3)
Pero tenemos un tercer autor [RE-5e] de quien estuvimos hablando en la clase pasada [RE-5e] que es
Balzac [RE-5e]//(topicalización) (informante 10)
Vamos a ver entonces rápidamente también [RE-5c] lo que sucede en Centroamérica y el Caribe [E-
1] (topicalización) (informante 6)
116
Este tipo de actos se conecta en el discurso académico con los interrogativos (actos
interrogativo-apelativos), pues como ya se analizó, se emplean con el valor ilocutivo primario
de topicalizar en situaciones comunicativas concretas de la clase. En este sentido, son actos
indirectos, formalmente interrogativos, pero con una ilocución primaria de carácter apelativo.
El valor ilocutivo de tales actos permite definirlos a través de la fórmula realizativa: alguien
causa que alguien experimente interés-motivación para prestar atención por algo.
A través de ellos manifiesta el profesor los rasgos semánticos de seguridad (desde la
perspectiva cognoscitivo-discursiva) y decisión (desde la perspectiva volitiva), por lo que se
relacionan aquí con la macrocategoría semántica modal de Certidumbre.
Por otra parte, el uso de actos apelativos permite hablar de sujetos modalizadores (profesor)
interesados en provocar la concentración de la atención de sus destinatarios sobre
determinado aspecto del discurso, por lo que se asocian también a la macrocategoría
semántica de Interés (desde la perspectiva de atención), que se manifiesta a través de los
rasgos modales de interés y deseo del emisor e interés y motivación de los destinatarios.
Además, aunque aparecen subordinados semántico-pragmáticamente a otros actos en el
discurso, se emplean algunas expresiones (marcadores textuales) con valor apelativo que
llaman la atención sobre el inicio de un tópico. En este caso se destacan bueno, bien, entonces,
ahora, por ejemplo. Estas interactúan de forma general con el E-1.
Bueno [E-1] nos faltaría entonces por ver dos grupos// [E-1] (informante 5)
Bueno [E-1] las irregularidades verbales// [E-1] Bueno [E-1] primero hay que hablar [RE-5c] de
regularidad [RE-5c] y después de irregularidad// [E-1] (informante 2)
Bien [E-1] como dice la temática [RE-5a] tenemos en la clase de hoy [RE-5b] la tarea [RE-5b] de
abordar[RE-5a] algunos fenómenos que se dan en el mundo de la comunicación [RE-5c](informante
4)
Bien [E-1] En Perú [RE-5d] de donde es la revista Amauta [RE-5d] (informante 6)
Por ejemplo// [E-1]¿Cuáles fueron los dos métodos que nosotros analizamos [RE-5d] para [RE-5a]e::
determinar [RE-5d] la resistencia cortante en el laboratorio// [VE-2a] (informante 9)
Entonces [E-1] hoy vamos a comenzar ya el estudio del realismo crítico// [E-1] (informante 10)
117
Ahora [E-1] la característica de objeto [RE-5b] que también está presente en este gestor [RE-5c]
también vamos a analizarla [RE-5d] porque ya que lo estamos estudiando [RE-5c] sería desperdiciar
(RE-5a) esta:: sinopsis// [E-1] (informante 7)
Por último, se considera que las unidades entonativas de no conclusión (E-5 y sus
realizaciones) que interactúan con los elementos interiores de un enunciado, adquieren un
valor apelativo, en tanto permiten dejar la idea inconclusa y llamar la atención sobre la
continuidad de la elocución. Estas unidades entonativas no constituyen por sí solas actos de
habla interaccionales, como ya se ha visto, sino que interactúan con actos enunciativos,
interrogativos, valorativos y exhortativos.
A modo de conclusión se destaca el uso de las unidades entonativas de enunciación neutral
(E1 y RE-1) para expresar —según interacción con determinadas estructuras léxico-
gramaticales y el contexto— AHI enunciativos, valorativos, exhortativos y apelativos, a
través de los cuales pueden expresarse en interacción dentro de un mismo acto, las categorías
semánticas modales de Certidumbre, Valoración, Interés, Afectividad y Expresividad.
Las unidades entonativas con valor interrogativo (VE-2a, E-4, VE-4a) se utilizan en
interacción con enunciados interrogativos parciales (con pronombre o adverbios
interrogativos) para formar actos de habla indirectos, en los cuales se expresan los actos
ilocutivos de comprobación, incitación y topicalización. Asimismo, interactúa la unidad
entonativa E-3 con enunciados interrogativos generales (sin pronombre o adverbio) para
marcar el fin de un tópico y expresar el acto ilocutivo de confirmación. En los AHI
interrogativos se expresan las categorías semánticas modales de Certidumbre, Interés y
Lealtad.
118
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127
ANEXOS
Anexo 1. Aparato conceptual Acentos tonales: unidades fonológicas que representan los niveles tonales
asociados a los acentos léxicos de la unidad entonativa, a partir de dos niveles
extremos: el alto (H) y el bajo (L) (Dorta, 2018).
Acto de habla: Unidades dinámicas de discurso. Acciones verbales que se
expresan a través de enunciados con un contenido intencional determinado. Su
realización está determinada por factores pragmáticos como los usuarios, sus
intenciones comunicativas y los factores contextuales y referenciales (Curbeira,
2003).
Acto de habla interaccional: Signo complejo que comporta la interacción de
varios medios expresivos (léxicos, gramaticales, sintácticos y prosódicos) y se
repiten con cierta estabilidad y sistematicidad en determinadas situaciones
comunicativas (García Riverón, 1998, 2008).
Acto de habla indirecto: actos de habla que presentan dos actos ilocucionarios,
un acto ilocucionario secundario, expresado literalmente en la estructura
superficial del enunciado (acto locucionario), y un acto ilocucionario primario, no
literal, únicamente deducible de las condiciones del contexto (Searle, 1977).
Análisis del discurso: Desde una perspectiva lingüística se entiende como el
estudio del uso del lenguaje en la comunicación en relación con los contextos
comunicativos (Brown y Yule, 1993).
Campo tonal: La zona comprendida entre los sonidos más agudos y más graves.
Su extensión puede variar según condiciones individuales, estados afectivos y
énfasis de la dicción (Gili Gaya, 1978).
Clase o lección magistral: cierto tipo de acontecimiento comunicativo propio de
los ámbitos docentes, cuya finalidad consiste, sobre todo, en transmitir
información concerniente a algunas de las materias objeto de estudio académico.
Esta manera de concebir la clase responde a las características de la conferencia
como forma de enseñanza (Ortega, 2001; Bermúdez, 2018).
Contexto lingüístico: entorno configurado por los medios lingüísticos en que se
ubica un enunciado (Curbeira, 2003).
Contexto situacional: conjunto de condiciones tanto objetivas como subjetivas,
presentes en el entorno vivencial inmediato de los participantes al producirse la
interacción comunicativa (Curbeira, 2003).
Contexto sociocultural: conjunto de condicionamientos sociales, culturales e
históricos que afectan el comportamiento verbal que deberá adecuarse a las
diferentes circunstancias en las que transcurre la comunicación de acuerdo con las
normas aceptadas por la comunidad lingüística (Curbeira, 2003).
Dimensión modal: aquella que refleja los rasgos noéticos que tienen que ver con
la posición psicológica asumida ante lo que se dice en el discurso y se materializa
128
en la lengua que les sirve de sostén material y semántico para vehicular la
subjetividad en la actividad comunicativa socializada (Galbán, A. M., 2014,
p.281).
Dimensión ilocutiva: aquella que refleja los rasgos que transmiten los contenidos
intencionales interactivos de los actos de habla (Galbán, A. M., 2014, p.281).
Dimensión referencial: aquella en que se enmarcan los rasgos de los referentes,
sean reales o imaginados, considerados por los agentes del decir y que se
caracterizan por una serie de grupos de rasgos, a saber: constitutivos, relacionales,
de dominio y taxonomizadores (Galbán, A. M., 2014, p. 281).
Dimensión constructivo-gramatical: aquella que partiendo de los rasgos
semánticos da cuenta de las reglas sintácticas y morfológicas que intervienen en
la formulación de los enunciados (Galbán, A. M., 2014, p. 281).
Discurso: Proceso noético-semiótico de interacción social en el que se realiza la
unidad dialéctica de emisión y recepción de información real o ficcional
(Curbeira, 2007).
Discurso académico: acto comunicativo destinado a la transmisión de
información científica con propósito didáctico y que se desarrolla a través de la
clase como tipología textual (Sinclair y Coulthard, 1975; Cazden, 1991; Vázquez,
2001; Bermúdez, 2018).
Emergencia: Surgimiento autorganizado de lo local a lo global de un
comportamiento que aporta o confiere características cualitativamente nuevas a
una dinámica compleja en un contexto espacio temporal determinado. Se trata de
la aparición de estructuras nuevas que surgen de la interacción de los componentes
del sistema (Soldevilla, cit. García Riverón, 2018).
Enunciado: unidades comunicativas mínimas, producidas en un contexto real,
por un hablante específico, y con una intención comunicativa precisa (Hidalgo,
1997).
Entonación: Fenómeno prosódico complejo que depende de la interacción
dinámica de un conjunto de rasgos suprasegmentales relevantes en el discurso oral
(Hidalgo, 2006b; Bermúdez, 2018).
Entonema: Unidad entonativa que surge de oposiciones distintivas
semánticamente incompatibles en un mismo contexto discursivo (García Riverón,
1996).
Estilización de la curva: procedimiento que permite eliminar la variabilidad
individual o toda aquella que no sea relevante, teniendo en cuenta la relevancia
perceptiva de la variación entre dos valores de frecuencia. Este procedimiento
permite ajustar los valores absolutos en Hz a medida relativas (porcentajes o
semitonos), teniendo en cuenta el modo logarítmico con que los humanos
percibimos la frecuencia (Garrido, 1991; Martínez Celdrán, 1998).
Estructura informativa: forma superior de organización del enunciado destinada
a satisfacer las necesidades informativas del que escucha (Jiménez, 1986;
Gutiérrez, 1997).
129
Foco: punto en el que confluyen los vectores intencionales del emisor. Constituye
una llamada de atención al interlocutor con el fin de que advierta la carga
semántica de una magnitud (Gutiérrez, 1997).
Foco prosódico: toda palabra, parte de un enunciado o del discurso que esté
destacada prosódicamente respecto de su entorno; la condición es que la
prominencia sea perceptible para el oyente (Dorta, 2008; Bermúdez, 2018).
Foco ancho: se focaliza una parte del enunciado (Dorta, 1998).
Foco estrecho: se focaliza una palabra dentro del enunciado (Dorta, 1998).
Foco neutro: se focaliza toda la oración (Halliday, 1967).
Foco simple: se focaliza un solo elemento dentro del enunciado (Dorta y
Hernández, 2006).
Foco dual: Se focaliza un elemento al inicio y otro al final del enunciado (Dorta
y Hernández, 2006).
Foco múltiple: Se focalizan varios elementos en el mismo enunciado (Bermúdez,
2018).
Función comunicativa: Se refiere al valor de la entonación en la construcción de
los significados intencionales y modales de los actos de habla interaccionales del
discurso (Bermúdez, 2018).
Función demarcativa-integradora: capacidad de la entonación para segmentar
el discurso en unidades acústicas mínimas con valor semántico e informativo
(unidades entonativas) e integrarlas en la conformación de unidades más
complejas. (Hidalgo, 1997; Bermúdez, 2018).
Funciones discursivas de la entonación: funciones de la entonación en la
estructuración y significación de los discursos orales. Estas se realizan en el eje
sintagmático (valor estructurador de las unidades semánticas e informativas del
discurso) y en el eje paradigmático (valor distintivo y significativo de las unidades
entonativas en la construcción de los actos de habla interaccionales) (Bermúdez,
2018).
Función focalizadora: Se refiere al valor de la entonación en la focalización de
información relevante según la intencionalidad del emisor (Prieto, 2001, Dorta,
1998, 2008; Bermúdez, 2018).
Intensidad: potencia acústica que se transmite a través de una superficie. Se
calcula a partir de la amplitud de la onda sonora, entendida como la potencia de
la presión de la onda (Quilis, 1993).
Interacción: Intercambio de información entre componentes (o intervinientes) en
una dinámica. Es flujo recíproco de información (Soldevilla, cit. García Riverón,
2018).
Marcas prosódicas de foco: Rasgos prosódicos que actúan en la marcación de
los focos del enunciado y el discurso (Bermúdez, 2018).
Modalidad semántica: Hecho de posición subjetiva y, por tanto, de una actitud
conformada ante el objeto que se manifiesta en el contenido de la enunciación
(Caballero, 2002b).
130
Nivel tonal: (altura melódica) dependiente de las variaciones de F0 de la voz del
hablante. Su análisis en el discurso tiene un valor relativo, dependiente del registro
tonal de cada locutor (Brown et al., 1980; Morel y Boileau, 1998).
Pausa: ausencia de voz (pausas de silencio) o prolongación de ciertos sonidos
vocálicos o consonánticos (pausas oralizadas o llenas) (Hidalgo, 2006b).
Paratono: unidad enunciativa máxima, identificable en el discurso oral, el cual
representa la organización de la información que transmite en subtópicos
relacionados con un tópico continuo principal (Brown et al., 1980).
Polisemia entonativa: capacidad de la unidad entonativa de expresar diversos
significados, según su interacción con diferentes estructuras y el contexto (Prieto,
2001).
Prosodia: Fenómeno fónico complejo derivado de la participación de recursos
suprasegmentales diversos, esencialmente la melodía, el acento, las pausas y el
ritmo (Llisterri, cit. Hidalgo, 2006b).
Rasgos suprasegmentales o prosódicos: rasgos pertinentes que caracterizan
trozos determinados de la cadena hablada no coincidentes siempre con un fonema
(Alarcos, 1975).
Reajuste tonal: Representa el reacomodo de la frecuencia fundamental (F0) entre
dos puntos: el valor de la F0 (tono) asciende o desciende en relación con puntos
de F0 anteriores (Garrido-Almiñana, 1999; Cabedo 2011).
Reajuste de intensidad: Reacomodo de la intensidad (I) entre dos puntos. Su
valor asciende o desciende en relación con puntos anteriores (Bermúdez, 2018).
Realización de entonema: Unidad entonativa que constituye estructuras
acústicas diferentes que al conmutarse no provocan cambio de significado, por lo
que surgen de oposiciones no distintivas y se definen como realizaciones acústicas
de una misma unidad fonológica (entonema o variante de entonema) (García
Riverón, 1996a).
Registro tonal del hablante: Campo tonal en que se mueve el tono de voz del
hablante. Cada persona tiene su tono normal de voz, es decir, la nota que dentro
de su registro individual se produce con más naturalidad y menor fatiga.
Alrededor de ella se producen los movimientos ascendentes y descendentes de su
habla (Gili Gaya, 1978; Bermúdez, 2018).
Rema: información novedosa, supuestamente desconocida por el interlocutor
(Halliday, 1967).
Sistema complejo, dinámico no lineal: sistema compuesto por un conjunto de
elementos que se relacionan bajo un criterio estable de interacción. Se define el
lenguaje como sistema complejo al estar formado por diferentes niveles y las
propiedades globales no pueden obtenerse linealmente desde las propiedades de
los niveles inferiores (Ballesteros, 2014a)
Significado dimensional: una entidad en que aparecen estrechamente vinculados
contenidos modales (de posición subjetiva psicológica de los hablantes ante lo
que se dice en el discurso), interactivos (ilocutivos, pelocutivos y de estrategias
vinculadas a la intención), y referenciales (relativos a la dimensión objetiva, de
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objetivización, por su orientación hacia determinados referentes, que pueden ser
reales o imaginados, creados en el desarrollo de la noesis y la enunciación, que se
realizan gracias a valores o recursos constructivos gramaticales. De ahí que se
hable de 4 dimensiones: la modal, la ilocutiva, la referencial y la constructivo-
gramatical (Caballero, 2002 b; Galbán, 2014).
Tema: información conocida, supuesta o supuestamente conocida.
Tempo elocutivo: Velocidad del habla o de la emisión de una determinada
expresión lingüística. Depende de la duración promedio de las vocales de una
unidad del discurso o de la cantidad de unidades entonativas en que se segmenta
(Becerra e Igoa, 2013; Perea, 2017; Bermúdez, 2018).
Teoría de la complejidad: Conocida también como pensamiento complejo o de
la complejidad, es una orientación o actitud general hacia el mundo que
implementa un pensamiento relacional en forma de redes donde la centralidad del
sujeto cognoscente haga del ejercicio racional una hermenéutica. Aborda la
unidad del todo múltiple para establecer la raíz de la emergencia de unidades
nuevas que surgen de la actividad coordinada de las partes (sistemas complejos)
(Morin, cfr. Ballesteros, 2014a).
Texto: Unidad comunicativa resultado del proceso discursivo, que posee un
carácter intencional y una estructuración semántica, sintáctica y pragmática
(Curbeira, 2007).
Tiempo: correlato acústico de la cantidad como parámetro físico; duración de la
persistencia de un sonido. (Quilis, 1993)
Tonema: inflexión final de la curva, compuesta por los tonos que suceden a la
última sílaba tónica (Navarro Tomás, 1968; Martínez, 1998).
Tono (F0): altura musical del sonido. Es el correlato acústico de la frecuencia
fundamental como parámetro físico (frecuencia más baja de la onda sonora,
dependiente de la vibración de las cuerdas vocales). Se calcula en hertzios (Hz) o
ciclos por segundo (c.p.s.) (Quilis, 1993).
Tono de juntura: unidades fonológicas que representan los niveles tonales
asociados a las fronteras de la unidad entonativa (Dorta, 2018).
Tópico o tema discursivo: aquello de lo que trata un texto o una parte del texto,
expresable en forma de sintagma o proposición (Brown y Yule, 1993).
Umbral diferencial de intensidad: valores mínimos de variación de la intensidad
perceptibles por el oído humano. (Quilis, 1981)
Umbral psicoacústico diferencial de frecuencia (F0): Valores mínimos de
variación de frecuencia fundamental perceptibles (Pamies et al., 2002).
Unidad entonativa: unidad acústica mínima segmentable en el discurso y
delimitada por pausas o inflexiones tonales. Tienen un carácter distintivo y
significativo (García Riverón, 1996a).
Variación tonal o contorno: Movimiento del tono en el interior de las unidades
entonativas. (Brown et al., 1980; Cantero, 2002)
Variante de entonema: Unidad entonativa que surge de oposiciones semánticas
compatibles en un mismo contexto discursivo (García Riverón, 1996a).
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Anexo 2. Sistema entonativo del español de Cuba (definición semántico-pragmática y
movimiento tonal de las curvas) Movimiento tonal