El directivo coach Players of Life Marzo 2013

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1 MARZO 2013 TRABAJO El directivo coach TIMONEL DE LA CALIDAD, PRODUCTIVIDAD Y COMPETENCIA EN EL TRABAJO Por Patricio A. Pimentel y Eugenio M. Pimentel Asociados en intervenciones y proyectos, basados en la metodología Las 4 Inteligencias, de su propia creación H ace algún tiempo un grupo de connotados autores escribió El nuevo paradigma de los negocios, en él se presenta una investigación realizada con 100 capitanes de diversas organizaciones, en la cual se les pide que determinen el nivel de importan- cia de la calidad de vida en el trabajo en las organizaciones modernas: 80% señaló que es alta. También se les solicitó referir la ma- nera en que distribuían su tiempo personal: solo 20% dedica tiempo a actividades rela- tivas al desarrollo profesional y coaching de sus colaboradores, o a la mejora planeada de la calidad de vida en el trabajo en sus organizaciones. A lo largo de este proceso el líder directivo, en su actuación como coach, deberá operar prácticamente a todos los niveles lógicos del pensamiento: Explorando obstáculos y oportunidades en el medio ambiente. Explicitando hipótesis sobre las restricciones o inadecuaciones en los comportamientos que entorpecen la creación del nuevo ambiente. Invitando e instando al desarrollo de competencias. De inteligencia social, interacción efectiva, retroinformación, diálogo, trabajo en grupo y construcción social compartida, así como de enfoque a metas-objetivos-resultados definidos, y proyectados con claridad y precisión. Incidiendo sobre el desarrollo de nuevas creencias y valores, relativos a la construcción de nuevos ambientes sociales. Gestando visiones comunes y compartidas que contengan proyecciones claras y definidas de futuros idealizados. Esta obra refleja lo que la experiencia nos ha enseñado y probado en infinidad de ocasiones, y desde hace mucho tiempo: que la ecuación para que los directivos- coaches logren ambientes de trabajo más humanos y efectivos es: Clara visión de los objetivos y creación de un modelo sistémico para conseguirlos. Comunicación y retroinformación precisa y específica, a todos los implicados, utilizando un lenguaje directo y sencillo para crear alineación en el sentido común y compartido. Trabajo en grupo con buena comunicación y motivación, cohesivo, entusiasta, con participantes que desempeñen roles claros y definidos, y un sentido de propósito común y compartido. Valoración del personal a través de medios que faciliten su participación e implicación, y el flujo activo de opiniones, sugerencias e ideas. Directivo-coach que asigne tiempo y energía al proceso de mejora de la calidad de vida, atención y coacheo personal a todos los implicados. Lo anterior generará un entorno de tra- bajo en que las personas se sienten relevan- tes, valiosas y apreciadas; y por lo tanto, se implicarán de manera dispuesta y activa en la aventura de la cocreación de un ambien- te de trabajo digno, respetuoso y produc- tivo. Todo directivo que asuma su respon- sabilidad de convertirse en el arquitecto, constructor y coach de una nueva, mejor y más participativa cultura organizacional, deberá tener en cuenta que éste no es un trabajo finito, ni fácil o rápido; sino una aventura cotidiana e interminable, que en lo personal, habrá de asumir con alta dis- posición y energía. Los nuevos directivos-coaches que nuestra sociedad demanda, no son los observadores de los cambios sociales, organizacionales e individuales que se presentan en sus empresas, sino los principales gestores, impulsores y administradores del mismo, vía el coacheo activo de sus colaboradores, con las siguientes características: Llaman a las nuevas actitudes, comportamientos, competencias y procedimientos, y su puesta en marcha. Nuevos educadores del talento. Acompañantes de sus colaboradores. Sembradores y cultivadores de valores. Catalizadores de la participación de su personal. Malabaristas que mantienen en perfecto equilibrio la atención y el respeto al ser humano, y la búsqueda de las metas y objetivos del negocio. Creadores de resultados contributivos y valiosos para la organización y la sociedad en que opera. Productores de satisfacción laboral. Un ejemplo para su comunidad.

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1 MARZO 2013

TRABAJO

El directivo coachTimonEl dE la calidad, producTividad y compETEncia En El Trabajo

Por Patricio A. Pimentel y Eugenio M. PimentelAsociados en intervenciones y proyectos, basados en la metodología Las 4 Inteligencias, de su propia creación

Hace algún tiempo un grupo de connotados autores escribió El nuevo paradigma de los negocios, en él se presenta una investigación realizada con 100 capitanes de

diversas organizaciones, en la cual se les pide que determinen el nivel de importan-cia de la calidad de vida en el trabajo en las organizaciones modernas: 80% señaló que es alta. También se les solicitó referir la ma-nera en que distribuían su tiempo personal: solo 20% dedica tiempo a actividades rela-tivas al desarrollo profesional y coaching de sus colaboradores, o a la mejora planeada de la calidad de vida en el trabajo en sus organizaciones.

A lo largo de este proceso el líder directivo, en su actuación como coach, deberá operar prácticamente a todos los niveles lógicos del pensamiento:

Explorando obstáculos y oportunidades en el medio ambiente.

Explicitando hipótesis sobre las restricciones o inadecuaciones en los comportamientos que entorpecen la creación del nuevo ambiente.

Invitando e instando al desarrollo de competencias. De inteligencia social, interacción efectiva, retroinformación, diálogo, trabajo en grupo y construcción social compartida, así como de enfoque a metas-objetivos-resultados definidos, y proyectados con claridad y precisión.

Incidiendo sobre el desarrollo de nuevas creencias y valores, relativos a la construcción de nuevos ambientes sociales.

Gestando visiones comunes y compartidas que con tengan proyecciones claras y definidas de futuros idea lizados.

Esta obra refleja lo que la experiencia nos ha enseñado y probado en infinidad de ocasiones, y desde hace mucho tiempo: que la ecuación para que los directivos-coaches logren ambientes de trabajo más humanos y efectivos es:

Clara visión de los objetivos y creación de un modelo sistémico para conseguirlos.

Comunicación y retroinformación precisa y específica, a todos los implicados, utilizando un lenguaje directo y sencillo para crear alineación en el sentido común y compartido.

Trabajo en grupo con buena comunicación y motivación, cohesivo, entusiasta, con participantes que desempeñen roles claros y definidos, y un sentido de propósito común y compartido.

Valoración del personal a través de medios que faciliten su participación e implicación, y el flujo activo de opiniones, sugerencias e ideas.

Directivo-coach que asigne tiempo y energía al proceso de mejora de la calidad de vida, atención y coacheo personal a todos los implicados.

Lo anterior generará un entorno de tra-bajo en que las personas se sienten relevan-tes, valiosas y apreciadas; y por lo tanto, se implicarán de manera dispuesta y activa en la aventura de la cocreación de un ambien-te de trabajo digno, respetuoso y produc-tivo. Todo directivo que asuma su respon-sabilidad de convertirse en el arquitecto, constructor y coach de una nueva, mejor y más participativa cultura organizacional, deberá tener en cuenta que éste no es un trabajo finito, ni fácil o rápido; sino una aventura cotidiana e interminable, que en lo personal, habrá de asumir con alta dis-posición y energía.

Los nuevos directivos-coaches que nuestra sociedad demanda, no son los observadores de los cambios sociales, organizacionales e individuales que se presentan en sus empresas, sino los principales gestores, impulsores y administradores del mismo, vía el coacheo activo de sus colaboradores, con las siguientes características:

Llaman a las nuevas actitudes, comportamientos, competencias y procedimientos, y su puesta en marcha.

Nuevos educadores del talento. Acompañantes de sus colaboradores. Sembradores y cultivadores de valores. Catalizadores de la participación de su personal. Malabaristas que mantienen en perfecto equilibrio la

atención y el respeto al ser humano, y la búsqueda de las metas y objetivos del negocio.

Creadores de resultados contributivos y valiosos para la organización y la sociedad en que opera.

Productores de satisfacción laboral. Un ejemplo para su comunidad.