El Cristo de Casablanca

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Breve historia de la construccion del Cristo de la Habana ubicado en Casablanca asi como algunos datos sobre su autora Gilma Madera

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CIUDAD DE LA HABA�A

EL CRISTO DE CASABLA�CA

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La bahía de La Habana es uno de los sitios más hermosos

de la capital cubana. Barcos de distinto porte, desde

mínimas lanchas hasta grandes cargueros, recorren suscaribeñas aguas. Justo

a la entrada de ese

bolsón marino, y como

si quisiera bendecir a

cada uno de sus más de

dos millones de

habitantes, una estatua

de Jesucristo, en

actitud derecogimiento, se yergue, majestuosa, y domina la ciudad

que se distingue por su cegadora luz, sólo concedida a las

naciones del trópico.

Conocida como el Cristo de La Habana, la estatua de Cristo

se eleva 50 metros sobre el nivel del mar, lo que permite

divisarla desde diferentes puntos de la ciudad.Obra de la entonces joven

escultora Gilma Madera (

fallecida el 21 de febrero del

2000), el monumento religioso

forma parte de un conjunto

arquitectónico

cuatricentenario de granvalor histórico: las fortalezas de los Tres Reyes del Morro,

San Salvador de la Punta, la Real Fuerza y San Carlos de la

Cabaña, baluartes que defendieron a La Habana, en

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pasados siglos, de la codicia de potencias extranjeras y de

piratas y corsarios.

Se realizó una convocatoria para realizar la obra y Gilma

presentó su boceto que fue

el seleccionado. Así se

trasladó a Carrara, Italia,

pues la obra se talló allí

debido a que el mármol de

esta región austral es de los

mejores del mundo".

Como artista sumamente

celosa quiso darle al Cristo

la austeridad, el amor y la

fuerza que lo colocaron al lado de los pobres de la tierra,

como dijera Martí.

Fue en la navidad, el 25 de diciembre de 1958, cuando fue

develada la estatua del Cristo.

Con sus 15 metros de altura y un pedestal de 3, aparece de

pie, con una mano en el pecho y la otra en alto, en actitud

de bendecir. El Cristo de La Habana, es desde la mestiza

expresión de su rostro y de sus formas, uno de los símbolos

de La Habana, el registro de noches y días sobre el mar es

canto entre el amor, la fe, y la vida.

Para esculpirlo no empleó ningún modelo, sino que se

inspiró en su ideal de belleza masculina: ojos oblicuos,

labios pulpusos, en sintonía con el mestizaje racial en este

pedazo del mundo. Se esculpió en Roma y allí bendecido

por el Papa Pío XII. 2

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En la escultura de 320 toneladas de peso, se emplearon 600

de mármol blanco de Carrara el mismo utilizado en los

monumento del Cementerio de Colón y la conformaron 67

piezas hechas en las canteras de esa localidad italiana.

Pasó dos años en su encomienda en aquella famosa tierra,

desde cuyas cercanías salió material para las

construcciones del imperio romano en época de Julio

César.

Los 200 000 pesos que ganó en el concurso los empleó para

comprar el mármol. Llevó con ella el boceto triunfador:

una figura de tres metros hecha con una amalgama de

yeso.

Muy responsable con su trabajo, envió a Cuba las 67 piezas

perfectamente protegidas. Pagó un seguro por cada una de

ellas, y trajo además un bloque de mármol previendo algún

accidente.

Años después tuvo que utilizarlo para corregir el daño

hecho por un rayo a la cabeza de la escultura.

Dirigió al grupo de hombres que

auxiliados por una grúa colocó

cada pieza en su lugar.

A la majestuosa obra le dejó los

ojos vacíos, para que diera la

impresión de mirar a todos desde

cualquier lugar donde se colocara

una persona a observarle.

Los tan llevados y traídos pies de

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la figura monumental son los de la propia Gilma, por eso

calzan unas sandalias de meter el dedo a la usanza de la

época, en lugar del calzado de la antigüedad.

Quien sabe si ella lo ideó así para hacerlo aún más terrenal

y cercano a quienes llegan al hermoso mirador para

deleitarse con obra tan imponente y observar inigualables

vistas de la ciudad, sobre todo de noche, cuando parece que

todas las estrellas han viajado a la tierra.

Hasta la hermosa figura, venerada por los habaneros,

llegan las voces, olores, músicas, ruegos de amor, a los que

el paciente Cristo otorga

sus bendiciones, con la

certeza divina de que

serán acogidas por

nobles, simpáticos y

creyentes humanos.

La imagen fue alcanzada

por rayos tres veces -en

los años 1961, 1962 y

1986- antes de que se fuese ubicado un pararrayos.

Sentarse a los pies del Cristo de La Habana un día

cualquiera, a cualquier hora, puede ser una experiencia

inolvidable. Entre barcos que salen o entran a la bahía, o

con la llama siempre encendida en la refinería de petróleo,

si se mira al cielo en pleno día se puede ver la luna, y en la

noche no faltarán estrellas fugaces, aviones, meteoritos,

estaciones satelitales e incluso ovnis que exalten la

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imaginación si se mira al cielo acompañado por la blancura

infinita del Cristo de La Habana. �o es posible olvidar al

niño que alguna vez fuimos si vemos a los que juegan hoy a

los pies del monumento. Seremos siempre los mismos, pero

nunca miraremos igual.

Gilma Madera nació el 18 de septiembre a las 2:25 am,

nombrada Lilia Gilma Madera Valiente o flor del campo

como significa, en lengua zipa.

Este acontecimiento tiene lugar en la Finca "La Victoria",

ubicada en el barrio de Bermejales, municipio de San

Cristóbal, comprada por Severiano Madera García,

natural de Asturias, provincia de Oviedo, España en 2800

pesos oro español con una extensión de 11 caballerías, 3 de

ellas dedicada al cultivo del tabaco, el resto a la ganadería y

a la plantación de madera preciosa.La solvencia económica de

la familia permitió al

matrimonio enviar a sus

hijos a la capital, para

realizar sus estudios.

Así Lilia Gilma Madera

cursó sus primeros grados

en el Centro Gallego,

posteriormente pasó a la

escuela del hogar donde se titula en junio de 1936 de

maestra en Economía Doméstica. En mayo de 1937 es

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autorizada para ejercer esta profesión en el grupo III de la

Escuela Primaria Superior �o.4 de distrito escolar del

centro de La Habana donde prestó servicio, como maestra

de la cátedra de Economía Doméstica durante 25 años.

El dominio de la lengua inglesa le permitió ejercer como

profesora de Idioma por 8 años en la Secundaria Félix

Varela en la FOC Enrique Zalanaga y Antonio Maceo.

La superación fue una constante preocupación para Gilma

Madera por eso realizó cursos de verano en Pedagogía en

La universidad de La Habana y de inglés en Columbia

University �ew York.

Fue una artista simpática y locuaz, estudió en la Academia

de San Alejandro de ahí partió a �ueva York, México y

Europa siempre ávida de conocimientos y en busca de la

experimentación.

�umerosas fueron las exposiciones en las que participó y

los reconocimientos por su maestría, en el Salón de

Escultura del Círculo de Bellas Artes, en la II Exposición

de Arte Hispanoamericano de La Habana, 1954, en Salones

�acionales; en galerías de Madrid, Tampa, �ueva York,

entre otros.

Por parques de poblados habaneros, como los de Gûines,

Managua, Bejucal, se encuentra la huella de esta mujer,

monumentos como "El Pacto del silencio" dedicado a la

familia Pérez ubicado en el Cacahual, los relieves de

Carlos J Finlay, Miguel de Cervantes, William

Shakespeare y su extraordinario Cristo de La Habana son

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el resultado de la entrega de una artista, de una mujer que

a pesar de interrumpir su labor creadora en 1960 por la

glaucoma, no cesó en su empeño por contribuir al

desarrollo de la cultura en su país, convirtiéndose en una

promotora cultural, puso a disposición de su tierra todo su

talento y conocimiento.Siempre tras la figura de Martí,

aunque siempre será el de bronce, que hizo y coloco sobre

la cordillera de la Sierra Maestra, en lo alto del Turquino.

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Fuentes: Monografia.comEstudio Protony;Revista Excelencia

Edición y elaboración: Luis Britonoviembre 2012

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