El Chaltén, senderos de la Patagonia extrema

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S 4 Clase Ejecutiva DESTINOS Argentina A LOS PIES DEL MACIZO FITZ ROY SE YERGUE, CON PORFÍA, EL CHALTÉN. CONSIDERADO LA CAPITAL NACIONAL DEL TREKKING, ES UN POBLADO PRÓXIMO A LAGO DEL DESIERTO QUE, A 20 AÑOS DE SU FUNDACIÓN, ESTRENA SU PRIMER HOTEL INTERNACIONAL. AQUÍ, EL SERVICIO ELÉCTRICO ES UNA CONQUISTA RECIENTE, LOS CELULARES CARECEN DE SEÑAL Y EL ACCESO A INTERNET DEPENDE DE LOS CAPRICHOS DEL VIENTO. VECINO DEL PARQUE NACIONAL LOS GLACIARES INVITA A REALIZAR CAMINATAS SOBRE ESAS MASAS DE GÉLIDA ETERNIDAD Texto: Andrea del Río Fotos: Gentileza Hotel Los Cerros y Andrea del Río Son el santo y seña. Las agujas graníticas del macizo Fitz Roy encarnan –luego de cruzar durante cuatro horas la austera estepa patagónica– la referencia de civilización más próxima cuando la mirada se ha cansado de observar poco más que amarillentos arbustos achaparrados y cuando el espíritu clama por un mojón que le ofrezca remanso frente a tanta des- bordante inmensidad. Atrás quedó El Calafate y los 220 kilómetros de la ruta que, por tramos, muta en serpenteante camino de ripio o en mera huella de guijarros suel- tos. Es un itinerario agitado que supone aferrarse, durante 150 kilóme- tros, al asiento de las intrépidas 4x4 que unen la ciudad más conocida de Santa Cruz con un paraje que, hasta hace 20 años, era apenas conocido por los montañistas más avezados. La sensación de ahogo que provoca el vacío del paisaje se ve mitigada, aquí y allá, por esporádicas visiones de los lagos Argentino y Viedma. Y pronto comienza, entre los viajeros, la competencia por ser el primero en avistar alguna escurridiza manada de choiques (ñandúes petisos), una lie- bre contemplativa o un águila mora suspendida en el cielo índigo. De pronto, la voz de alerta. A lo lejos, alguien hace señas enfáticas. Con cada curva del camino, paradójicamente, se divisa menos y la inquietud se instala: ¿habrá ocurrido un accidente?, ¿estará cortada la ruta?, ¿será que simplemente está pidiendo un aventón? Enseguida, la duda deja lu- Los senderos de la Patagonia extrema

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A los pies del macizo Fitz Roy se yergue, con porfía, la capital nacional del trekking. Su proximidad con el Parque Nacional Los Glaciares es una invitación irresistible a realizar caminatas sobre esas masas de gélida eternidad.

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S4 ◆ Clase Ejecutiva

DESTINOS ◆ Argentina

A LOS PIES DEL MACIZO FITZ ROY SE YERGUE, CON PORFÍA,

EL CHALTÉN. CONSIDERADO LA CAPITAL NACIONAL DEL

TREKKING, ES UN POBLADO PRÓXIMO A LAGO DEL DESIERTO

QUE, A 20 AÑOS DE SU FUNDACIÓN, ESTRENA SU PRIMER HOTEL

INTERNACIONAL. AQUÍ, EL SERVICIO ELÉCTRICO ES UNA

CONQUISTA RECIENTE, LOS CELULARES CARECEN DE SEÑAL Y EL

ACCESO A INTERNET DEPENDE DE LOS CAPRICHOS DEL VIENTO.

VECINO DEL PARQUE NACIONAL LOS GLACIARES INVITA A

REALIZAR CAMINATAS SOBRE ESAS MASAS DE GÉLIDA ETERNIDAD

Texto: Andrea del RíoFotos: Gentileza Hotel Los Cerros y Andrea del Río

Son el santo y seña. Las agujas graníticas del macizo Fitz Roy encarnan–luego de cruzar durante cuatro horas la austera estepa patagónica– lareferencia de civilización más próxima cuando la mirada se ha cansado deobservar poco más que amarillentos arbustos achaparrados y cuando elespíritu clama por un mojón que le ofrezca remanso frente a tanta des-bordante inmensidad. Atrás quedó El Calafate y los 220 kilómetros de la ruta que, por tramos,muta en serpenteante camino de ripio o en mera huella de guijarros suel-tos. Es un itinerario agitado que supone aferrarse, durante 150 kilóme-tros, al asiento de las intrépidas 4x4 que unen la ciudad más conocida deSanta Cruz con un paraje que, hasta hace 20 años, era apenas conocidopor los montañistas más avezados. La sensación de ahogo que provoca el vacío del paisaje se ve mitigada,aquí y allá, por esporádicas visiones de los lagos Argentino y Viedma. Ypronto comienza, entre los viajeros, la competencia por ser el primero enavistar alguna escurridiza manada de choiques (ñandúes petisos), una lie-bre contemplativa o un águila mora suspendida en el cielo índigo. De pronto, la voz de alerta. A lo lejos, alguien hace señas enfáticas. Concada curva del camino, paradójicamente, se divisa menos y la inquietudse instala: ¿habrá ocurrido un accidente?, ¿estará cortada la ruta?, ¿seráque simplemente está pidiendo un aventón? Enseguida, la duda deja lu-

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gar a la perplejidad: en lo alto de una loma-da calva aparece una “chata”, como los habi-tantes de tierra adentro insisten en denomi-nar a sus sofisticadas camionetas rurales. Y depie, sobre la caja del vehículo, se distinguecon total nitidez al hombre en cuestión... ha-blando, despreocupadamente, por celular.Resulta que se trata de una postal habitual enestos lugares agrestes, donde es preciso reco-rrer varios kilómetros para aprovechar algúncapricho de la geografía que permita comu-nicarse con el poblado más cercano. Enton-ces, se instala en el alma la certeza de habercruzado, más que latitudes, los portales haciauna dimensión inexplorada.Pronto, las depresiones del terreno y el ca-racoleante trazado de la ruta desembocanen El Chaltén, un oasis poblado por apenas 300almas, donde el viento se enseñorea con sober-bia y, en ocasiones, también con saña. Allí, a lospies del Fitz Roy –un monte de 3.405 metrosque se desprende de la cordillera austral– semuestran, en todo su intimidante esplendor, las

fuerzas en tensión en todo paraje patagónico: labravura de la naturaleza y el tesón del hombre.Porque unas pocas casas, hosterías y comerciosde distinta laya se esparcen, sin orden aparente,en un trazado urbano que semeja una maquetaincompleta. Y el viento, democrático, azota to-das y cada unas de esas construcciones en sudescenso furibundo por ese cañadón –antiguacuenca glaciar– a cuya vera confluyen los ríosDe las Vueltas y Fitz Roy. Así es la instantánea que se graba en la retina apoco de llegar a esta villa turística fundada el 12octubre de 1985 como un hito de soberanía enesos años en que la Argentina y Chile se dispu-taban la posesión de Lago del Desierto y elcampo de hielos continentales integrado porlos glaciares Viedma, Upsala y Moyano. Hoy,como entonces, el pueblo más joven del país esel destino elegido por andinistas de todo el

mundo, ávidos por conquistar la cumbre delFitz Roy, uno de los montes más difíciles de es-calar ya que sus paredes son de una verticalidadque quita el aliento. Quizás sea por su compleja accesibilidad o porlo básico de su oferta de servicios pero, lo cier-

to, es que todo en El Chaltén sabe a gesta.

CAMINANTE GLACIAR

Todos los caminos salen de El Chaltén: sende-ros que se inmiscuyen en los bosques milena-rios de lengas, ñires y coihues que tiñen la mi-rada de ocres de catálogo; huellas que abrevanen los márgenes irregulares de lagos de aguasprístinas o de chorrillos cantarines; trochas es-carpadas que conducen a cimas reas o a glacia-res turquesa. Sin dudas, se trata de un destinono apto para quienes asocian vacaciones condescanso. Porque aquí nadie puede encarar unaexcursión con el ánimo de ser un mero especta-dor: hay que disponer la mente y el cuerpo paracaminar varias horas por día, para desgarrarse laropa con alguna rama rebelde, para ensuciarselas manos tomándose de alguna roca que ayudea culminar el ascenso. Pero, especialmente, con-

viene estar preparado para descubrir, a cadapaso, un paisaje extremo, casi irreal.Entre las opciones de montaña, y con di-verso grado de dificultad, se alistan activi-dades tales como trekking, escalada, andi-nismo, cabalgatas, pesca deportiva y raf-ting. Las excursiones más recomendables,prestadas por la compañía Fitz Roy Expe-diciones, son: Cabalgata a laguna Torre,que discurre a lo largo del valle del río FitzRoy; Hike a Mirador Cerro Torre, una ca-minata de 4 horas que atraviesa antiguosbosques con notables panorámicas del ce-rro Torre y del macizo del Fitz Roy; y La-go del Desierto y río de las Vueltas, un cir-cuito de todo el día que se inicia con unanavegación hasta la Punta Norte del lago,

seguida de una caminata hacia el mirador Cen-tinela y, luego, el Refugio Cóndor. Pero la experiencia realmente imperdible e inol-vidable es el ice-trekking sobre el glaciar Vied-ma. La aventura comienza con una navegaciónpor el lago homónimo: partiendo del Puerto de

Bahía Túnel, es una delicia dejarse mecer porsus aguas verde esmeralda, de una consistenciacremosa. Pero no todo es contemplación. Ha-brá que probarse y ajustarse, una y mil veces,tantas como sea preciso, las correas que sujeta-rán los grampones a las botas. De pronto, unmurmullo de asombro: con displicencia, porbabor, pasa flotando un bloque de hielo cente-nario que, según el cálculo de los guías, mide15 metros tan sólo sobre la superficie, y que lu-ce veteado como si un pintor de escaso pulsohubiera derramado sobre él su paleta de celes-tes y marrones. Llega, entonces, el momentode desembarcar en el promontorio rocoso. Trasuna caminata, a veces casi en cuclillas, por laspiedras desnudas, se produce el encuentro, ca-ra a cara, con el glaciar Viedma, que le pone elcuerpo a una sucesión de gamas de colores frí-os que dan cuenta de las intensas presiones a las

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que es sometido. Y es irreprimible el impulsode estirar la mano para tocar esa porción cruel-mente helada, de miles de años de antigüedad.Entonces, sí, será el momento de calzarse losgrampones y aprender a caminar. Sucede que,sobre la superficie traicioneramente resbaladizay cruelmente irregular de un glaciar, convieneafirmar cada pisada antes de dar la siguiente, en-carar los ascensos y descensos de costado y endiagonal y flexionar las rodillas todo el tiempo.Cuando se pierde el miedo al resbalón, la mira-da se enseñorea con un paisaje donde se suce-den cuevas inverosímiles y grietas subyugantes,que abisman. Entonces, impera el silencio. Y to-dos los aventureros, al unísono, ofrecen su res-peto callado a la magnificencia de un campo gé-lido que los confronta, irremediablemente, conla propia finitud.

REFUGIO CINCO ESTRELLAS

Por estos días, y en coincidencia con los festejospor el vigésimo cumpleaños de El Chaltén, abri-rá sus puertas oficialmente el Hotel Los Cerros.Se trata del primer establecimiento de lujo en elparaje, y lleva la firma de la familia Biquard, tam-bién propietaria de Los Notros, un hospedajecinco estrellas que se erige en las barbas mismasdel Glaciar Perito Moreno, en El Calafate.

En una lomada desde la cual se domina todo elpoblado, el hotel luce su presencia fantasmal: sudiseño arquitectónico, en armonía con la natu-raleza circundante, apela a la utilización de pie-dra natural y madera para confundirse con elpaisaje. Íntimo y exclusivo, el hotel ofrece tansólo 44 habitaciones decoradas con una delica-da combinación de materiales rústicos y tecno-logía que garantiza el máximo confort. Ade-

más, cada cuarto regala vistas panorámicas queembotan los sentidos, especialmente en las ho-ras inciertas del amanecer o el atardecer, cuandoel viento sopla inclemente y la luz inventa tonosinverosímiles que tiñen los macizos graníticospróximos. Los momentos de descanso, al regre-so de las excursiones, pueden escurrirse leyendoen el salón, al pie del crepitante hogar; dejandovagar la mente en el microcine, regalándole unmimo al cuerpo en la sala de hidromasaje, o hus-meando algunas de las artesanías chic en la bou-tique. Además, para reponer fuerzas, la chef Lo-rena Papasergio –quien también comanda losfuegos en Los Notros– pergeñó una carta de co-cina de autor donde se resaltan los sabores bási-cos y elementales de cada producto autóctono.Así, se puede optar por una peculiar ensalada dequinoa y langostinos, seguida por una truchagrillé con puré de hinojos y almendras tostadas,para culminar con un papillote de frutas frescas.Y, por supuesto, hay opciones más contunden-tes, como el cordero patagónico o la carbonadade liebre, ideales para reponer energías. Así, elmaridaje entre manjares culinarios y confort dealto nivel, definen una propuesta hotelera inédi-ta en un paraje donde el sentimiento de estar ha-ciendo patria, a cada paso, es contundente,emocionante...inolvidable. ◆

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DESTINOS ◆ Argentina

◆ Aéreos: Las principales compañías poseen vuelos regula-res o charters hasta el Aeropuerto Internacional El Calafate,que rondan los $ 600◆ Traslados: Desde El Calafate, se pueden contratar combisque conducen, directamente, a El Chaltén. Algunas de lasprestadoras son Cal-Tur (02902 491-842), Chaltén Travel(491-833) y Los Glaciares (491-158) ◆ Comisión de Fomento de El Chaltén.Tel: (02962) 493-011 ◆ Parque Nacional Los Glaciares, Seccional Lago Viedma.Tel: (02962) 493-004 ◆ Alojamiento: Hotel Los Cerros. Bajo la modalidad All In-clusive, se puede acceder al desayuno buffet americano, al-muerzo y cena a la carta, y happy hour. Además, se incluyela recepción en el Aeropuerto de El Calafate con vehículos

propios y los circuitos: Full Day Lago del Desierto y Río delas Vueltas, Ice-Trekking sobre el Glaciar Viedma, Half DayHike a Mirador Cerro Torre, Half Day Hike a Laguna Capri, Mi-rador Cerro Fitz Roy, Cabalgata a Laguna Torre y Cabalgata acampamento base Río Blanco. En todos los casos, com-prende: traslados terrestres, tickets de navegación, comidasy los elementos necesarios para las excursiones (exceptolos de uso personal como ropa, lentes, guantes, calzado).Las tarifas, por cuatro noches, base doble, por persona, conimpuestos incluidos son: Chaltén, u$s 1.064; Superior, u$s1.153; Premium, u$s 1.242. Reservas: 4814-3934. Sitioweb: www.loscerrosdelchalten.com.◆ Excursiones: www.experiencepatagonia.com,www.fitzroyexpediciones.com.ar◆ Información en la web: www.elchalten.com

Datos útiles

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