El Camino del Amor - Introducción
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El Camino del Amor
El camino del amor
Una vía para desnaturalizar la violencia
Graciela Aldana de Conde y
Equipo de Gestión del Conocimiento e Innovación de la Fundación Plan
Fundación PlanCalle 71 No. 13-47Teléfono (571) 3454099www.plan.org.coBogotá. Colombia
Presidente Fundación PlanGabriela Bucher BalcázarVicepresidente de Conocimiento y Gestión de la InnovaciónEliana M. Restrepo Chebair
Gerentes RegionalesShirley Navarro. CartagenaEzequiel Mosquera. SincelejoMartha Espinosa. TumacoJames Martínez. Cauca-ValleBetty Moreno. Chocó
Discusión y elaboración del Informe sobre los resultados de la investigaciónGraciela Aldana de Conde
Propuesta: El camino del AmorGraciela Aldana de Conde
Proyecto de Investigación: Prevención de las Violencias en la EscuelaCoordinacion e Investigación Nacional Andrés Prieto NavarroAsesoria Técnica NacionalGabriela Luna AvilaEliana M. Restrepo ChebairCoordinación e Investigación LocalOrlando Arcieri. Oficina CartagenaShirley Sierra. Oficina SincelejoTeresa Cuesta. Oficina TumacoAndrés Prieto. Oficina Cauca y ValleElias Cordoba y Nazaria Ruiz. Oficina ChocóAsesoría estadísticaJorge Ortiz, Óscar Montealegre y Omar Ortega
Dirección EditorialMarta Diva Villegas TrujilloCoordinación EditorialJuan Carlos Giraldo SaavedraCorrección de estiloClaudia Patricia Fonseca SochaMarlon Fidel Carrero RamírezDiseño y diagramaciónMaría Paula Forero Díaz
Dibujos de la Galería de los MiedosNiños y niñas participantes en los talleresIlustración del mandala Niño JM GiraldoIlustraciones de los arquetipos y árbol de causas y consecuenciasJota Camargo
ImpresiónPanamericana Formas e Impresos S.A.Impreso en Colombia
ISBN: 978-958-8637-12-9
Esta publicación es el resultado de la investigación realizada por la Fundación Plan durante los años 2009 y 2010, en 84 sedes educativas localizadas en 19 municipios de Colombia, ubicadas en los departamentos de Bolívar, Sucre, Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño, con una población escolar de 36.000 niños y niñas.
Ninguna parte de este libro podrá ser reproducida o transmitida en forma alguna o por ningún medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación o almacenamiento de información y sistema de recuperación sin la previa autori-zación por escrito de la Fundación Plan.
Primera edición: Diciembre de 2011©
CAUCA Y VALLE DEL CAUCA# Jorge Eliécer Gaitán# Santa Ana# La Gran Colombia# Manuel María Villegas# Santa Martha# Yolombó# Cañutico# La Paila# Cosechas# Cascajero# San Joaquín# La Balsa# San Francisco# San Gregorio/Bello Horizonte# Munchique# Concepción Palacios# Timba# San Miguel# Altos de París# San Pedro ClaverCARTAGENA - BOLÍVAR# Membrillal# Las Latas# El Ceibal# Bayunca# Tierra Baja# San José Claveriano# Lázaro Martínez# Liceo de Bolívar# La Paz# Fernando de la VegaARJONA - BOLÍVAR.# Arturo Ramírez# Benjamín Herrera
MALAGANA - BOLÍVAR# Técnico de Malagana# El CampoVILLANUEVA - BOLÍVAR# Nuestra Señora del Carmen# Etelvina Vásquez# Villanueva# Corazón a CorazónTURBACO - BOLÍVAR# Bella Vista# Buena EsperanzaTUMACO - NARIÑO# General Santander# La Comba# Panamá# Tres Cruces# Integrada RM Bischoff# Olaya Herrera# Viento Libre# Liceo Nacional Max Seidel# Morrito# Tumac# La Florida# Bocas de Curay# Soledad Curay# Olivo Curay# La Brava# Cortadura# Peña Colorada# Tangareal del Mira# Viguaral# Las BrisasSAMPUÉS - SUCRE# Luis G. Portacio# Millán Vargas
# Mariscal Sucre# Calle LargaQUIBDÓ - CHOCÓ# La Gloria# Ernesto Samper Pizano# Luis Gonzalo Perea# Divino Niño# Niño Jesús# San Vicente# Obapo# Brisas del Poblado# Francisco Córdoba# San MartínBAHÍA SOLANO - CHOCÓ# Luis López de Mesa# DUMA# Normal Santa Teresita
RÍO QUITO - CHOCÓ# Antonio AnglésTADÓ - CHOCÓ# La UniónISTMINA - CHOCÓ# Eduardo Santos# Pueblo Nuevo # Diego Luis Córdoba de Varones de Istmina# Diego Luis Córdoba de Niñas de IstminaCONDOTO - CHOCÓ# María Auxiliadora
Fundación Plan reconoce la participación de niños, niñas, jóvenes y comunidades educativas de las sedes escolares que contri-buyeron para el desarrollo de la presente investigación.
Primera parte 21
IntroducciónLa realidad de la población afrodescendiente en Colombia 25
CARACTERIZACIÓN DE LA VIOLENCIA EN
ESCUELAS DE LA REGIÓN AFROCOLOMBIANA 26
ABORDAJE METODOLÓGICO 26
Capítulo IAsomándonos al fenómeno de las violencias 28
CLARIFICANDO TÉRMINOS 28
Aproximación conceptual 28
Violencias visibles e invisibles 29
Capítulo IIAbordaje metodológico 33
ENFOQUE INVESTIGATIVO 33
MOMENTOS METODOLÓGICOS 35
CONTEXTO SOCIO-ESPACIAL DEL ESTUDIO 38
Capítulo IIILos caminos del desamor 45
LAS VIOLENCIAS MÁS
PRESENTES EN LAS ESCUELAS 45
Encuesta general 45
Muestra de la encuesta 46
CARACTERIZACIÓN DE
LAS VIOLENCIAS ESCOLARES 46
Niños y niñas como agentes activos,
sujetos de bullying, actores de la violencia 48
Niños y niñas como objeto de bullying
o receptores de violencia 50
Castigo físico y psicológico hacia
los y las estudiantes 71
Discriminación social 81
Abuso sexual 93
Inducción al consumo de sustancias psicoactivas 99
Violencia por pandillas 101
Capítulo IV Hacia el fortalecimiento del guerrero luminoso 109
LA CONSULTA ESCOLAR 109
¿A qué le temen niños, niñas y jóvenes? 109
Comprendiendo el miedo 109
La galería de los miedos 110
Los 10 miedos más frecuentes 112
TAN CERCA DEL AMOR,
TAN LEJOS DEL MIEDO 126
Causas de los miedos 127
Consecuencias de los miedos 127
CONTENIDO
SÍNTESIS DE LOS RESULTADOS
DE LA INVESTIGACIÓN 130
Frente a la naturalización
de la violencia: cuidar la inocencia 130
En cuanto a la escalada del bullying :
fortalecer el empoderamiento 130
Erradicar el castigo físico y psicológico:
el respeto como fundamento de las relaciones 130
Abuso sexual: escuelas protectoras 130
Discriminación: celebrar la diversidad 131
Transformar el miedo en confianza y coraje 131
Actividades y herramientas útiles
para identificar, tratar y prevenir el bullying 131
Capítulo VGiros y transformaciones 136
PRIMER GIRO 138
Un cambio de énfasis – Renovar la mirada
SEGUNDO GIRO 139
Disposición a reinventarse – Siempre innovadores
TERCER GIRO 139
Desnaturalizar la violencia – La convivencia
en el amor
CUARTO GIRO 141
Instaurar una ética del autocuidado – Antídoto
para la soledad
QUINTO GIRO 142
Consolidar climas creativos – Aprender sin miedo
SEXTO GIRO 143
El empoderamiento: mecanismo de desarrollo
personal e institucional – Celebrar la vida
SÉPTIMO GIRO 144
Refundar la escuela – Construcción colectiva
Galería de los miedos 145
Segunda parte 217
Capítulo VILa propuesta: el camino del amor 221
¿POR QUÉ EL AMOR ES EL VERDADERO
ANTÍDOTO CONTRA LA VIOLENCIA? 221
EL CAMINO DEL AMOR 222
La Llamada 222
Portal de ingreso para El Camino del Amor 224
Eros y Tánatos 227
Emprender El Camino 229
Los arquetipos: aliados internos 229
Fundamentos para el trabajo con arquetipos 231
Principios metodológicos para
trabajar los arquetipos 233
Arquetipos a despertar en El Camino del Amor 235
Epílogo Desnaturalizar la violencia y refundar la escuela 277
Presentación
Hablar de Colombia en el imaginario de muchas perso-
nas es referirse a un país violento. Y no es para menos,
durante los últimos cincuenta años Colombia ha estado
inmersa en una espiral de violencias que abarca diver-
sos tópicos de su realidad social, política y económica.
Las expresiones de esta dinámica han conllevado la
aparición de un sinnúmero de reflexiones académicas
relacionadas con las causas y consecuencias del con-
flicto armado, el desplazamiento forzado, la inequidad
en la distribución de la riqueza y los sistemas de exclu-
sión social, entre otros.
Este libro es un aporte altamente significativo al
tema. Ha sido escrito a partir de una mirada honesta y
reflexiva de la realidad educativa y social presente en re-
giones del país con poblaciones afrocolombianas, en las
cuales existen violencias invisibles producto del aban-
dono estatal, desconocimiento por parte de la sociedad
civil de su identidad, y una discriminación social no re-
conocida, pero vigente y actuante en todos los planos:
educativo, económico, político y cultural.
Debemos reconocer que pocas reflexiones han pro-
fundizado en la forma como la violencia hace su aparición
en el entorno escolar y en las consecuencias que esto tie-
ne en la vida de niños y niñas1. Las aproximaciones con
las que se cuenta en la actualidad, las cuales han sido
adelantadas principalmente por universidades y ONG2,
ofrecen una visión de las dinámicas en algunas escuelas
de zonas urbanas, y muestran la precaria revisión y abor-
daje de la problemática por parte de los entes estatales
encargados de administrar la educación en el país.
Aunque es importante reconocer los avances del
Ministerio de Educación Nacional en los últimos años
a través del Programa de Competencias Ciudadanas, el
cual se articula en torno a tres ejes: convivencia y paz;
participación y responsabilidad democrática, y plurali-
dad, identidad y valoración de las diferencias, también se
debe agregar que es necesaria una mejor articulación del
Ministerio con sus Secretarías para potencializar estas
iniciativas a nivel regional. Las instituciones educativas,
que tienen por mandato de ley la responsabilidad de pro-
Es posible operar una transformación, una sanación, que
libere nuestra realidad interior y nos permita tener relaciones
sanas con nosotros mismos, con los demás y con el entorno.
Claudio Naranjo
piciar la creación de gobiernos escolares y manuales de
convivencia, y garantizar la generación de competencias
para la ciudadanía como parte de los planes de forma-
ción, se sienten un tanto a la deriva, sin estrategias de
acompañamiento efectivas.
Esto comprueba que no bastan las disposiciones de
ley para generar entornos de protección y convivencia
pacífica para niños y niñas. Asimismo, es innegable que
es importante avanzar en una lectura reflexiva y actuali-
zada de la escuela y sus actores que nutra la acción pe-
dagógica, transforme las relaciones de poder y convoque
a docentes, padres, madres y estudiantes en torno a un
objetivo común.
La imagen de la escuela de antaño, especialmente
de las zonas rurales del país, con una identidad basada
en el miedo a la autoridad, el respeto hacia el docente y
un currículo ortodoxo e inflexible, en el cual a los niños y
las niñas solo se les llevaba a asimilar una gran cantidad
de contenidos teóricos de poca aplicación a su realidad,
ha quedado atrás, dando paso a una escuela en donde
convergen múltiples realidades. Desde las promovidas
por el Estado para profesionalizar el servicio, crear ma-
llas curriculares e instaurar elementos para la gestión
participativa y democrática, hasta las que inciden en la
dinámica interna de la escuela como consecuencia del
accionar de los grupos armados, el desplazamiento, la
pobreza, el resquebrajamiento de los núcleos familiares
e incluso la tecnología, cuyos efectos en la educación de
hoy no se pueden desconocer.
Desde esta perspectiva, la escuela como expresión
dinámica del contexto social es un espacio en permanen-
te creación que se nutre de los imaginarios, las acciones
y las relaciones que cotidianamente tejen los docentes,
los niños, las niñas, las madres y los padres de familia.
Por ello, se considera un escenario social con una alta
conflictividad, en donde priman las lógicas de poder ba-
sadas en el uso de la fuerza y existe un bajo aprecio por
los referentes de autoridad. Allí se manifiestan diversas
prácticas y relaciones basadas en una violencia presen-
te durante las últimas generaciones, que ha propiciado
el fenómeno de su naturalización y que es preciso retar
pues puede convertirse en el principal obstáculo para la
transformación personal y social.
Consciente de esta problemática, durante los años
2009 y 2010, la Fundación Plan en Colombia, en alianza
con Plan Alemania, apoyó la realización de una inves-
tigación de carácter participativo que involucró a do-
centes, padres, madres y estudiantes de 84 sedes esco-
lares de cinco regiones del país3. La mayoría de estas
escuelas (76) se encuentran ubicadas en comunidades
afrocolombianas del país, y las restantes en zonas en
donde hay presencia de población indígena. Esta par-
ticularidad permitió realizar una caracterización de la
realidad educativa de dichas poblaciones en Colombia,
con base en variables sensibles como la etnia, el géne-
ro y la perspectiva de derechos, identificando los planes
vitales de las comunidades afro e indígenas, las diná-
micas de construcción diferencial de género, las formas
de participación y de relación con otros pares y adultos,
las formas de expresión y los elementos culturales que
pueden estar generando formas de discriminación de
diferente tipo.
La comprensión de las situaciones de violencia pre-
sentes en estas escuelas, a las que asisten niños y niñas
mayoritariamente afrocolombianas, partió de analizar la
manera como estudiantes, docentes, padres y madres
de familia dimensionan y comprenden la magnitud y el
impacto de esta violencia en la cotidianidad de la vida
escolar. Dada la multiplicidad de imágenes que puede
ofrecernos la aparición de prácticas violentas en la es-
cuela, debemos aclarar que hablamos de “las violencias
escolares”, entre las que se destacan fenómenos como
el acoso escolar o bullying, el castigo físico/psicológico,
el abuso sexual, la discriminación, e incluso el maltrato
a docentes.
Animados por la necesidad de emprender una bús-
queda de opciones de transformación personal y cultural
participativa, convocamos a los diferentes actores de las
escuelas donde se llevó a cabo este ejercicio de caracteri-
zación de las principales violencias escolares, para asumir
de manera conjunta una indagación acerca de los facto-
res culturales, pedagógicos e inter-generacionales que
dan cuenta de las principales expresiones de violencia.
Asumimos como metodología la investigación ac-
ción participativa, pues como plantea Gloria Pérez Serra-
no, “la principal riqueza que caracteriza la investigación-
acción es la sistematización, comprensión y mejora de
la realidad, orientada a la capacidad de transformación y
cambio de la realidad social, lo cual constituye y justifica
su razón de ser, especialmente en el caso de la investiga-
ción acción participativa”4.
Por otra parte, con el fin de enmarcar esta investiga-
ción en sintonía con las políticas de Plan de trabajar con
comunidades vulnerables en las cuales factores como la
discriminación hacia las comunidades afrodescendien-
tes e indígenas, la pobreza y el descuido estatal hacia
la niñez y la juventud se ven reforzados por tradiciones
de exclusión de la mujer y los niños de la vida social,
se seleccionaron los siguientes énfasis5: la perspectiva
de género, por considerar que las niñas representan el
elemento más vulnerable en estas poblaciones; la pers-
pectiva de ciclo vital para comprender qué dispositivos
culturales generan y mantienen la violencia a través de
las diferentes etapas del desarrollo, y la perspectiva afro-
descendiente, dado que esta población ha sido sistemá-
ticamente excluida y olvidada; lo anterior para compren-
der las singularidades que asumen las violencias visibles
e invisibles en relación con estos tres factores.
Mediante técnicas de trabajo que incluyeron en-
cuestas a niños y niñas, dibujos sobre miedos, encuestas
y talleres a docentes, grupos focales de padres y madres,
cartografía social y festivales culturales de integración
comunitaria fue posible realizar, bajo el liderazgo de los
comités de dinamización que se organizaron en cada es-
cuela, una aproximación general a las violencias escola-
res en estos contextos particulares del país, de las que a
la fecha no existían reportes ni estadísticas significativas.
Este libro consta de dos partes: en la primera se des-
criben los fundamentos conceptuales y metodológicos de
la investigación; se recogen las tendencias generales de
las modalidades de violencia que se presentan en el ám-
bito escolar indagando por los tipos de violencia predo-
minantes según la edad, el ciclo vital y el género, y cómo
se manifiestan de manera particular en cada una de las
regiones, según sus singularidades culturales y sociales. Esta primera parte también incluye conclusiones
importantes acerca de las principales violencias de los
maestros y las maestras hacia niños, niñas y jóvenes;
reflexiones en torno a cómo se percibe el docente a su
vez como receptor de violencias y como agente activo de
las mismas y, finalmente, presenta percepciones de los
padres y las madres de familia acerca de los principales
cambios en el comportamiento de niños, niñas, maes-
tros, maestras y ellos mismos en cuanto a las diferentes
modalidades de violencia, así como su opinión acerca de
temas como el castigo y la sexualidad, entre otros.
Por último, se presenta una caracterización de los
miedos más notorios presentes en niños, niñas y jóve-
nes, y su relación con las diferentes modalidades de
violencia estudiadas, y se proponen siete giros o trans-
formaciones significativas orientadas a enfrentar la pro-
blemática identificada, generando procesos de transfor-
mación en las escuelas.
En la segunda parte del libro se abordan los con-
ceptos de la propuesta denominada “El Camino del
Amor – Una vía para desnaturalizar la violencia”, que
busca poner el amor a sí mismo, al otro, a la naturaleza,
a los espacios que nos albergan y a la tarea de ense-
ñar y aprender como factor equilibrador por excelencia
frente al maltrato, el irrespeto y el inadecuado ejercicio
del poder que subyace a la violencia. Adicionalmente,
se plantean lineamientos tendientes a erradicar el mie-
do y la violencia como formas de relación y estrategias
pedagógicas, para darle paso a relaciones basadas en
el conocimiento y cuidado de sí y de los demás, y a la
consolidación de ambientes protectores que propicien
un clima creativo donde sea posible aprender con con-
fianza y crecer sin miedo.
Quisiéramos resaltar la valiosa participación de
todo el equipo de investigación y asistencia técnica y
trabajo comunitario de Plan, de nuestros aliados en las
escuelas, educadores, padres y madres de familia y de
las comunidades, de los niños y de las niñas, los y las
adolescentes y jóvenes que nos confiaron sus preocupa-
ciones y valientemente nos contaron sus experiencias y
sus percepciones sobre sus miedos y las violencias que
ocurren en su entorno escolar, aportándonos también
luces para imaginarnos y construir conjuntamente ca-
minos educativos.
Finalmente, a Graciela Aldana de Conde, nuestra
gran aliada y guía vital, por su sabiduría y por ser una
persistente caminante por el camino del amor.
Gabriela Bucher BalcázarPresidente
Fundación Plan
1 Ver Chaux, Enrique, Buscando pistas para prevenir la violencia urbana en Colombia: conflictos y agresión entre niños y adolescentes de Bogotá. Revista Estudios Sociales, 2002.
2 Hederich Martínez, Christian et al., Aprender, enseñar, convivir. La coti-dianidad escolar y el logro educativo. Educación compromiso de todos. La violencia en los colegios de Bogotá. Bogotá, Secretaría de Gobierno, 2006.
3 Las 84 sedes educativas se encuentran localizadas en 19 municipios de Colombia, ubicados en los departamentos de Bolívar, Sucre, Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño. Su población escolar es de 36.000 niños y niñas.
4 Pérez Serrano, Gloria, La investigación acción en la Educación formal y no formal. Salamanca, Departamento de Didáctica, Organización Escolar y Métodos de Investigación, Universidad de Salamanca, 1993.
5 Fundación Plan cuenta con una política de igualdad de género cuyo objeti-vo es promover y practicar activamente la igualdad de género en todos los ámbitos de su quehacer institucional y operacional. Esta política incluye el trabajo sistemático en la reducción de todas las prácticas culturales y estructurales que limitan el ejercicio de los derechos de la mujer y la igualdad de género, incluyendo la prevención y la respuesta a la violencia, la explotación sexual y el abuso.
Prólogo
Procesar e introducirme de lleno en los resultados de la
investigación realizada por los coordinadores de las Uni-
dades de Programa de la Fundación Plan: “Prevención de
la violencia en las escuelas afrodescendientes”, la cual
dio origen a este libro, representó un reto personal y
profesional muy significativo pues me puso en contacto
con la forma creciente como la violencia se ha deslizado
en la cotidianidad de los colombianos, quienes hemos
construido un relato acerca de nuestro ser social según
el cual somos una nación violenta —como si tuviéramos
un gen especial que nos hace violentos—. Así, hemos
caído en una especie de profecía de autocumplimiento
destructiva que nos dificulta avanzar hacia una sociedad
más justa, equitativa y democrática.
Si bien es cierto que negar la violencia no es la solu-
ción, puesto que no tomamos medidas para denunciarla
y erradicarla, naturalizarla lo es aún menos pues es una
forma de aceptarla y ratificarla como mecanismo de rela-
ción validado y justificado socialmente.
En efecto, permitir que la violencia se considere un
rasgo definitorio de nuestra identidad, y llegar incluso a
considerarla como deseable cuando se presenta en los
niños y las niñas, es olvidar que el comportamiento vio-
lento —como la mayor parte de los comportamientos
sociales— es aprendido, y que para definir límites frente
al abuso de los otros no se necesita la violencia, sino la
construcción de climas donde la subjetividad cambiante
del ser humano se pueda expresar, así como la consoli-
dación de organizaciones y relaciones sociales basadas
en el respeto y la complementación y no en la exclusión.
Si a la naturalización de la violencia se unen la so-
breexposición de hechos violentos a través de los medios
de comunicación, y las situaciones de inequidad social
en las que sobreviven la mayoría de los habitantes en
las regiones donde se realizó la investigación, así como
una gran parte de nuestro país, podemos afirmar que lo
que sí tenemos sin lugar a dudas los colombianos es una
historia de violencias de muy diversa índole y un entorno
también violento que exige no un relato que autoafirme
la destructividad sino, por el contrario, uno que reafirme
la capacidad creativa, laboral, de sacrificio y coraje de los
colombianos para superar las dificultades.
La primera parte de este libro: “Caracterización de
las violencias en las escuelas afrocolombianas”, da cuen-
ta de la fundamentación conceptual de las diversas for-
mas de violencia estudiadas, las bases metodológicas,
los instrumentos y los resultados de la investigación, así
como de una ampliación conceptual de la principal for-
ma de violencia presente en las escuelas: el bullying.
Igualmente, en esta primera parte del libro se dan
a conocer los principales miedos de los niños, las niñas
y los jóvenes, así como algunos de sus dibujos, y los
miedos característicos de las diferentes regiones parti-
cipantes. Se muestra también qué realidades escolares
y familiares develan, y cuál es el impacto de las diversas
modalidades de violencia en los niños y las niñas partici-
pantes en el estudio.
Esta exploración sobre los miedos de los niños y las
niñas se llevó a cabo en el componente de la investigación
denominado “La consulta escolar”, el cual fue especial-
mente revelador de los mecanismos a través de los cuales
el miedo se convierte en un elemento socializador sin pre-
ver su impacto demoledor en la confianza, la autoestima,
la alegría de aprender y el desarrollo armónico de niños,
niñas y jóvenes, así como en el establecimiento de rela-
ciones intergeneracionales constructivas y estimulantes.
Igualmente, este trabajo nos contacta con la fuerza expre-
siva y la creatividad con la que niños y niñas narran su
mundo a través de la pintura, transformándolo y enrique-
ciéndolo con su imaginación. Es tal la riqueza de este ma-
terial que solo logramos asomarnos a sus manifestaciones
expresivas siendo mucho lo que aún queda por indagar.
El Capítulo V —último de la primera parte— es un
puente entre la problemática detectada y las más impor-
tantes transformaciones o giros propuestos como una
forma de concretar algunos de los principales cambios
culturales, los nuevos énfasis pedagógicos y los pilares
estructurales que está requiriendo el repensar la escuela
en este siglo XXI.
Finalmente, en la segunda parte del libro se encuen-
tra la propuesta que hemos denominado “Camino del
amor”, la cual surgió en la exploración de nuevas opcio-
nes, al descubrir que el amor es el aglutinante por exce-
lencia, ya que no puede haber amor sin respeto y sin re-
conocimiento del otro, y la violencia es ante todo un acto
de profundo irrespeto por el ser y la vida, es un irrumpir
despiadado en la cotidianidad, cuyos efectos en la so-
brevivencia, en la posibilidad de habitar con dignidad y
confianza los diferentes entornos y crecer con seguridad
y alegría, son profundos.
Los desarrollos conceptuales del Camino del amor se complementaron con abordajes prácticos que posibi-
litan aplicarlo en la cotidianidad de las familias y las es-
cuelas, apropiárselo y seguir desplegándolo con el aporte
de todos los actores involucrados en la educación.
En efecto, el amor es la energía que equilibra y de-
vuelve la armonía a las relaciones y los entornos signa-
dos por la violencia, puesto que el amor es aceptación
de la perfecta imperfección propia y del otro; el amor es
interés por el bienestar propio y del otro; es el amor a
nosotros mismos el que nos ayuda a hacer valer nuestros
puntos de vista y expresarlos con firmeza y confianza, y
el que nos posibilita reconocer el error cuando nos equi-
vocamos; nos ayuda a desarrollar hábitos de autocuida-
do y a poner límites cuando vemos vulnerados nuestros
derechos; es el amor hacia nuestro trabajo el que nos
hace buscar formas nuevas de enfrentar los retos y asu-
mir con pasión y compromiso las tareas cotidianas.
Es el amor a nuestro país el que nos debe motivar
a mejorar las condiciones de inequidad en las que viven
la mayoría de nuestros compatriotas, con la conciencia
de que tenemos un destino y unas lecciones comparti-
das por aprender, entre las que indudablemente la inclu-
sión, la empatía, el perdón, el respeto y la valoración de
la diversidad, así como la gratitud por todos los dones,
talentos y la biodiversidad con que hemos sido tan pródi-
gamente bendecidos, constituyen un camino común que
debemos emprender.
Agradezco a Gabriela Bucher Balcázar, Presidente
de la Fundación Plan en Colombia, por su confianza al
delegarme la escritura de este libro a partir de la investi-
gación adelantada por Plan Colombia. Por su compren-
sión y apoyo en el desarrollo del proceso y por su conta-
gioso entusiasmo en la búsqueda de opciones creativas
para los niños, niñas y jóvenes de nuestro país.
A Eliana Restrepo, maravillosa coequipera en el
análisis y decantación de los resultados de la investiga-
ción, por su apoyo, aliento y efectiva colaboración a lo
largo de las diferentes etapas que recorrimos juntas para
finalizar este empeño. Gracias a su amor incondicional
por los niños, niñas y jóvenes, a su compromiso con el
desarrollo de las escuelas participantes y a su confianza
en la posibilidad de liderar procesos de innovación so-
cial, logramos honrar la voz de todos los actores, sortear
los obstáculos y darle vida a este libro.
A Andrés Prieto, coordinador de la investigación
“Prevención de las violencias en escuelas de la región
afrodescendiente”; al equipo de Coordinadores de las
Unidades de Programa: Nazaria Ruiz, Orlando Arcieri,
Shirley Sierra, Sara Erazo y María Teresa Cuesta, quie-
nes generaron tanto la propuesta investigativa como
el proceso participativo de planeación y ejecución de
estrategias de intervención en las escuelas. Gracias a
su capacidad de trabajo y compromiso, las 84 escuelas
participantes hicieron suyo el proyecto y generaron un
verdadero cambio cultural orientado a erradicar las prin-
cipales problemáticas detectadas en la investigación.
A Gabriela Luna por su apoyo constante y por el
inteligente, cálido y constructivo acompañamiento.
A Elías Córdoba quien me contagió el amor por su
tierra y su gente y me abrió las puertas a un encuentro
con el Chocó que dejó una huella perdurable en mi alma.
Al grupo de expertos: Jorge Ortiz, estadístico, y a
Camilo Schumacher, Mónica Tobón, el Taita Orlando
Gaitán, Johana Amaya Panche y Raúl Alejandro Delgado,
quienes en la primera fase de análisis de los datos contri-
buyeron a trazar líneas de indagación muy valiosas.
A Sasha ter Hoeven un reconocimiento especial por
sugerir la inclusión en el texto de la mirada de los niños
y de las niñas a través de sus dibujos, participando acti-
vamente en su selección y aportando valiosas ideas para
interpretarlos.
Mi gratitud especial a Mónica Tobón, con quien
desarrollamos una propuesta de intervención para las
escuelas participantes en la investigación, por las muy
estimulantes sesiones de intercambio, las cuales me
ayudaron a tener siempre presentes las escuelas y las co-
munidades en el desarrollo y concreción de la Propuesta
del camino del amor aplicada a la escuela.
A Marta Diva Villegas, editora de este libro, un reco-
nocimiento especial por hacer más grata y fluida la lectu-
ra y la comunicación con los lectores y lectoras a través
de su mirada amorosa y creativa.
Un agradecimiento de corazón a los lectores cuyas
inteligentes y constructivas retroalimentaciones hicie-
ron el texto más legible y coherente: Marcela Hossie,
Lina Conde y Luz Elena Aldana. A Alberto Conde, por su
interlocución permanente y profunda durante el proceso
de construcción de este libro.
Escribir El Camino del Amor me permitió redescu-
brir grandes y olvidadas verdades:
La paz es una consecuencia del amor.
El miedo se conjura con amor.
La inocencia se cultiva con amor.
Las verdaderas transformaciones se inspiran en el amor.
El amor es el camino que siempre nos trae de regreso
a casa.
Graciela Aldana de Conde