El BALNEUM DE FUENTE ÁLAMO (Puente Genil)
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EL BALNEUM DE FUENTE ÁLAMO (1ª parte: el estanque circular. El frigidarium)
El presente artículo forma parte de mi divulgación personal sobre las
excavaciones que a lo largo de los últimos cuarenta años he ido llevando a cabo en diversos yacimientos de las provincias de Sevilla y Córdoba. En
este caso Fuente Álamo, de Puente Genil (Córdoba). Artículos como el presente y como los que seguirán en días sucesivos
tienen como objetivo dar a conocer de una forma asequible los resultados de mis trabajos en arqueología y no tienen por que ser incompatibles con estudios de mayor profundización científica, como los que actualmente realizo sobre el yacimiento en cuestión, que también serán colgados en
este blog una vez que las instituciones responsables los hayan publicado.
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Una de las principales aportaciones de la larga campaña que he tenido el honor
de dirigir en el yacimiento arqueológico de Fuente Álamo, en Puente Genil
(Córdoba) desde octubre de 2005 a mayo de 2009 ha sido el descubrimiento
de una fase anterior, y mucho más antigua, que la que conocíamos desde
hacía décadas.
Tras veinte años de abandono e incuria del yacimiento, con honrosas
excepciones que a pesar de la inversión y el esfuerzo al final no sirvieron para
nada, el ayuntamiento me encargó un proyecto que en principio estuvo
programado para seis meses y que se prolongó durante cuatro años. Campaña
muy dilatada a pesar de la cual su interrupción obedeció a criterios
estrictamente administrativos, impuestos por la Consejería de Cultura,
contrarios a mi voluntad y sin haber redondeado los resultados espectaculares
que se estaban obteniendo.
Como complemento a la larga memoria de excavación que redacté a la
finalización de la excavación 2005-2009, que puede consultarse en este mismo
blog, y de los trabajos que a partir de ahora iré publicando en diversos órganos
de difusión, tengo la intención de ofrecer informaciones de síntesis que ayuden
a comprender la verdadera entidad de este yacimiento, uno de los más
interesantes de la arqueología rural romana de la provincia de Córdoba y
probablemente la villa rústica más espectacular de toda la provincia Baetica.
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Porque es precisamente bajo el epígrafe de “Villa romana de Fuente Álamo”
como ha sido catalogado por la Consejería de Cultura dentro de la
consideración de Bien de Interés Cultural.
Durante la actuación de 1985 habíamos puesto al descubierto una planimetría
esencial de la pars urbana de dicha villa y ha sido la información derivada de
aquellas excavaciones la que ha dado los mimbres para hacer el cesto de
dicha declaración. Pero a pesar de los elocuentes resultados de aquella
campaña no habíamos rebasado cronológicamente los límites arqueológicos
que diseñaban una ocupación residencial importante, de época tardoantigua,
por emplear un término, forzado donde los haya, pero muy utilizado
últimamente. La cronología del siglo IV, propuesta para los mosaicos que
habíamos puesto al descubierto tanto en la breve actuación de 1982 como en
la más larga de 1985, aceptada prácticamente por unanimidad, no dejaba de
ser un lugar común y un cierto estereotipo cronológico, dado que la mayor
parte de las villas rurales romanas de Hispania tienen su floruit precisamente
en dicha centuria. A pesar de la coincidencia general de la comunidad científica
que valoró a posteriori de mi primera publicación los resultados obtenidos en
1982 y 1985 en Fuente Álamo, a partir del estudio de los mosaicos y de la
interesante aportación del profesor Daviault sobre la epigrafía del nilótico,
Fuente Álamo seguía planteando interrogantes. La cronología tuvo una cierta
dosis de intuición y se desconocía tanto la secuencia interna del propio edificio
como la probable existencia de una fase previa a la construcción de la villa. Y
ello por la elemental razón de que en ningún caso en las excavaciones
anteriores a 2005 se había rebasado el plano de los suelos de la vivienda,
como tampoco conocíamos con propiedad el terminus ante quem del
yacimiento. Sabíamos que tras el abandono, el edificio, que habíamos fechado
en el siglo IV, lo que supondría otorgar una vida efímera, experimentó una
fase de envilecimiento durante la Tardoantigüedad y Alta Edad Media, pero
desconocíamos el antes y el después de dicho momento.
Por otra parte, el contexto superficial nos venía indicando tradicionalmente que
debió existir una fase anterior a la que marcaba la villa y además del paisaje
rural de Fuente Álamo nunca habían desaparecido algunas estructuras
emergentes que presumiblemente pertenecían a instalaciones hidráulicas
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romanas, lo que no dejaba de ser de la más pura lógica ya que, si por algo se
caracterizaba el lugar, era precisamente por la abundancia de agua, cuyo
aprovechamiento como abastecimiento municipal ha durado hasta fechas
relativamente recientes.
Desde los años 70 del pasado siglo, en que empecé a interesarme por el
yacimiento, venía observando la existencia a cielo abierto de estructuras que
encajaban en todo con la ingeniería hidráulica romana, quizás puestas al
descubierto por excavadores clandestinos que merodeaban por allí.
Imagen tomada en los años 70 en la que puede advertirse una estructura revestida de opus signinum, con la característica moldura de las obras hidráulicas romanas. Posteriormente estos restos, situados en la ladera sur de la cárcava del arroyo, se fueron ocultando por efecto de las escorrentías y cuando volvieron a descubrirse durante la campaña de 2005-2009 aparecieron cubiertos por un estrato limoso-arenoso de 30 cm, acumulado de forma natural durante tan corto período. Por otra parte, afloraban aquí y allá del yacimiento estructuras de opus
incertum, también presumiblemente hidráulicas, que nunca se habían soterrado
o que quizás hubiesen sido puestas a la luz por las excavaciones
decimonónicas de los señores Pérez de Siles y Aguilar y Cano, historiadores
de gran solvencia que se acercaron a la arqueología local como uno más de los
capítulos de la historia de Puente Genil.
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Esas estructuras, situadas en ambas márgenes del arroyo, próximas al mismo,
presentaban un alto grado de indefinición y sobre todo de adscripción
cronológica y funcional. Alguna de ellas había sido incluso parasitada en época
contemporánea, como apoyo a una de las arquetas construidas para el
abastecimiento de agua a la población.
Durante los trabajos de 2005-2009 continuaba presente ese añadido que se ha
eliminado y ha podido integrarse el muro romano en la arquitectura del
balneum que hemos puesto al descubierto hasta donde ha sido posible.
Una de las estructuras de opus incertum cuyas cotas superiores asomaban en la superficie del yacimiento antes de las excavaciones de los siglos XX y XXI
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El asterisco señala una arqueta del antiguo abastecimiento municipal de agua que había sido adosada a un muro del estanque oriental del balneum y que ha sido retirada durante la campaña de 2005-2009. El criterio seguido durante la campaña de referencia ha permitido conocer la
secuencia romana completa de Fuente Álamo al excavar tanto extramuros del
cierre occidental de la villa, en lo que habíamos proyectado como Área A, bajo
el plano de oecus, puesto al descubierto en 1985, en el Área D, situada al
exterior por el Este de las estructuras de la villa y en las inmediaciones del
arroyo, donde también permanecían estructuras emergentes, de la misma
fábrica que las anteriores y pertenecientes con toda probabilidad a obras
hidráulicas.
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La peana de un olivo centenario, incrustada en el interior de una estructura de opus incertum revestida de signinum cuyas cotas superiores siempre habían permanecido emergentes. Tras su excavación, la retirada del olivo y el descubrimiento del entorno se ha identificado como el estanque inferior de un probable ninfeo o una gran fontana asociada al balneum. Con esta metodología de excavación, se han identificado con todas las
garantías los restos de un balneum cuya construcción se inicia a mediados del
siglo I y que perdura hasta mediados del siglo II, experimentando
posteriormente un proceso de abandono que dura alrededor de una centuria
tras la que se construye una villa privada, que acaba por enmascarar los restos
del balneario, reaprovechando parte de sus materiales o amortizándolos bajo la
nueva edificación.
Se trató de un establecimiento de baño público, justificado por la abundancia
de un agua a la que probablemente sacralizaron y le concedieron propiedades
salutíferas, que no posee. Su ubicación casi equidistante de dos poblaciones
romanas de nombre conocido, como Ipagrum (Aguilar de la Frontera), al Norte
y Ostipo (Estepa), al Sur le da sentido histórico a este establecimiento que,
como todo el Valle del Genil, se integró dentro de los límites del Conventus
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Iuridicus Astigitanus y que experimenta una secuencia interna de refacciones y
ampliaciones al ritmo que iba aumentando la clientela.
De que existió un capítulo indígena previo a la llegada de los romanos hay
suficientes indicios por más que no se hayan detectado hasta ahora, con
garantías, nada más que algunos elementos materiales sueltos en el registro
arqueológico de los estratos más profundos. Sería una muestra más de la
tendencia romana de no hacer fundaciones ex novo. Debió tratarse de una
comunidad tardoibérica que serviría de peonaje a los nuevos dueños para la
construcción del balneum y en cuyos ajuares se integraban elementos como
éstos:
Cerámica de tradición ibérica de la U.E. C.46 (al exterior de la zona norte del balneum), en coexistencia con cerámica romana de la 1ª mitad del siglo I.
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Pondus de tradición ibérica de la U.E. C.97
Con estos antecedentes, unos colonos, probablemente de origen itálico
establecen en Fuente Álamo un balneario que a juzgar por sus dimensiones
debió ser público, puesto que tampoco hemos encontrado suficientes
elementos de hábitas, con excepción de las estancias que se le asocian al
frigidarium. El hecho se produce hacia mediados del siglo I de la Era Cristiana
(época de la dinastía Julio-Claudia) a juzgar por el registro, escaso pero
elocuente, recuperado en la zanja de cimentación de una de las estancias
asociadas al estanque circular y en otros estratos basales.
Aunque iré ampliando la información sobre este establecimiento presento ahora
a modo de síntesis la planimetría que se ha podido conocer del balneario,
abandonado a mediados del siglo II y sellado por la villa que se le superpone a
mediados del s. III. Con estos datos, el Conjunto Arqueológico de Fuente Álamo es todo un ejemplo de arqueología superpuesta de época romana.
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Planimetría del balneum con indicación de las partes que se analizan en el presente artículo
Uno de las partes del balneum de mayor interés es la gran piscina de planta
curva que apareció bajo el plano de la villa y seccionada por su mitad, a pesar
de lo cual se pudo determinar su diámetro de 16 m. y una rosca conservada de
181º, lo que imposibilita considerarla semicircular. Está fabricada con
caementicium, revestido con incertum y tendría una capacidad en torno a los
200.000 l. Tiene un banco corrido a todo lo largo de la base, junto al paramento
vertical, que serviría para practicar el baño sentado. El desarrollo completo de
esta piscina alcanza la línea del arroyo por lo que se deduce que éste hubo de
estar entubado o al menos canalizado bajo tierra. No se observan las mínimas
trazas de haber estado cubierta, lo que sería particularmente complicado dadas
las dimensiones, por lo que estamos ante un gran estanque a cielo abierto que
debió funcionar como piscina para el baño. Como el frigidarium.del balneum.
La posibilidad de que fuese un estanque decorativo con plantas ha quedado
descartada con los análisis de polen efectuados sobre el sedimento de la base.
Por el exterior presenta señales de haber tenido una ambulatio con cubierta
soportada por ladrillos columnarios y se le adosan dos estancias construidas
Estanque circular (frigidarium)
Estancia 1
Estancia 2
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con una diferencia de 30-50 años, a las que habría que añadir alguna otra que
apenas se insinúa bajo el plano de la villa y otra a la que debió pertenecer un
mosaico del que únicamente tengo referencias inconcretas de que fue
excavado clandestinamente en la zona próxima al estanque.
La cronología de esta construcción se deduce por unos fragmentos de
cerámica sudgálica recogidos en la zanja de cimentación de la estancia 1, que
fechan todo el conjunto hacia mediados del siglo I. La estancia estuvo
construida con tapial, con un grueso revestimiento que al desprenderse de la
Parte de la piscina circular que se desarrolla bajo el plano de la villa y al exterior del muro de cierre oriental de ésta. Se le adosa la estancia 1, pavimentada de mosaico y situada en posición radial respecto al estanque.
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pared inició la fase de soterramiento del edificio a costa de sus propios
materiales. Parte de estas desconchaduras, formando una torta de
aproximadamente 1 m de anchura, fue dejada in situ para facilitar el trabajo de
los restauradores, y ahí permanece pese al tiempo transcurrido (desde agosto
de 2006).
Este mosaico denota una ejecución perfecta, con dibujo geométrico y una traza
que da impresión de tridimensionalidad. Presenta dos alfombras de distintas
dimensiones, lo que avala la hipótesis de que la estancia debió tratarse de un
cubiculum para los bañistas. La alfombra superior sería el espacio destinado al
lectus.
Dada la ausencia de antecedentes en la zona y la cronología de éste y del
siguiente mosaico es de suponer que debieron ser ejecutados por artistas
formados en los círculos itálicos, la propia Roma o el norte de África.
Durante la segunda mitad del siglo I el balneario de Fuente Álamo debió estar
en pleno funcionamiento hasta el punto de quedarse pequeño para recibir la
afluencia de visitantes. Es por eso por lo que se construye un nuevo cubículum,
(estancia 2) en este caso descentrado respecto al estanque, de dimensiones
casi cuadradas e incluso montado sobre parte de la ambulatio. Se trató de una
Estancia 1 del balneum. Se accede desde el estanque circular a través de una puerta doble de la que se han conservado las quicialeras. El mosaico presenta una perfecta ejecución con dibujos geométricos y doble alfombra.
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solución urgente para atender la demanda creciente de bañistas y se utilizó la
misma técnica del tapial revestido de un grueso de pintura parietal.
Propuesta infográfica de Juan Alberto Aguilar sobre el balneum de Fuente Álamo con las dos estancias que se asomaban a la lámina de agua.
Un momento de la excavación de la estancia 2 del balneum con el mosaico ya despejado y restos de pintura parietal
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Esta nueva estancia, de finales del siglo I, quedó completamente amortizada
por el edificio residencial que se le superpone. Su excavación aportó una
ingente cantidad de desconchones de la pared, cuyo estudio a cargo de José
Miguel Bascón, uno de los participantes en la excavación, nos ha dado una
lectura que, aprovechada por Juan Alberto Aguilar, otro de los participantes, ha
servido para la reconstrucción infográfica que presento a continuación:
CONTINUARÁ…
Representación virtual de la estancia 2 del balneum según Juan Alberto Aguilar.