El Auge Del Capitalismo de Estado- Eduardo Crespo

4
1 Domingo, 19 de mayo de 2013 El auge del capitalismo de estado Por Eduardo Crespo * Desde hace algunos meses en la revista The Economist se est de!atiendo una tendencia internacional "ue la pu!licaci#n caratula con t$tulos del tipo% &El ascenso del capitalismo de Estado'( &)a vuelta de la mano visi!le'( &)a era del li!re mercado ha llegado a su in'( &)eviatn vuelve'+ la me-or de todas% &El retorno de la historia'+ Del intercam!io se hicieron eco otras pu!licaciones como .usiness /ee , inancial Times y oreign airs+ dems, varios li!ros dedicados a este tema ya son !est sellers+ Como sucede actualmente con tantos otros asuntos, lo "ue motiva este de!ate es el ascenso econ#mico chino y los serios interrogantes "ue este proceso le plantea al discurso econ#mico dominante de las 4ltimas d5cadas+ l pensamiento li!eral se le complica interpretar un mundo cada d$a ms permeado por la econom$a china y las asiticas en general+ 6e trata de organi7aciones h$!ridas "ue com!inan ormas de propiedad incompati!les con el paradigma dominante+ De estas ormas, la ms su!versiva e irritante es la empresa p4!lica+ En el per$odo 2003 2010, un tercio de toda la inversi#n e8tran-era directa registrada en econom$as emergentes ue e-ecutado por empresas estatales y el porcenta-e va en aumento+ Estas compa $as ganan licitaciones para o!ras de in raestructura en todos los continentes y simultneamente ad"uieren, a veces con la ayuda de ondos so!eranos del Estado, empresas privadas e8tran-eras+ En el ran ing de las 2000 mayores empresas del mundo "ue pu!lica la revista or!es se incorporaron 120 empresas estatales desde 200: hasta 2009+ 6on estatales las 13 mayores compa $as de petr#leo y gas del mundo, valuadas por sus reservas+ China l contrario de lo "ue proclama el pensamiento econ#mico dominante, las elevadas tasas de inversi#n chinas no encuentran su e8plicaci#n en la id$lica rugalidad de la &5tica con uciana', sino en las decisiones de sus #rganos estatales y empresas p4!licas "ue son responsa!les por apro8imadamente un ;0 por ciento del total+ )as empresas p4!licas y mi8tas, por otra parte, representan alrededor de la mitad del Producto .ruto no agr$cola del pa$s+ )a compa $a estatal china t$pica act4a a escala glo!al sin desatender criterios de renta!ilidad privados, coti7a en .olsa y es administrada por una gesti#n pro esionali7ada+ )os me-ores graduados

description

El Auge Del Capitalismo de Estado- Eduardo Crespo

Transcript of El Auge Del Capitalismo de Estado- Eduardo Crespo

4

Domingo, 19 de mayo de 2013El auge del capitalismo de estadoPorEduardo Crespo *Desde hace algunos meses en la revista The Economist se est debatiendo una tendencia internacional que la publicacin caratula con ttulos del tipo: El ascenso del capitalismo de Estado; La vuelta de la mano visible; La era del libre mercado ha llegado a su fin; Leviatn vuelve. Y la mejor de todas: El retorno de la historia. Del intercambio se hicieron eco otras publicaciones como Business Week, Financial Times y Foreign Affairs. Adems, varios libros dedicados a este tema ya son best-sellers. Como sucede actualmente con tantos otros asuntos, lo que motiva este debate es el ascenso econmico chino y los serios interrogantes que este proceso le plantea al discurso econmico dominante de las ltimas dcadas.Al pensamiento liberal se le complica interpretar un mundo cada da ms permeado por la economa china y las asiticas en general. Se trata de organizaciones hbridas que combinan formas de propiedad incompatibles con el paradigma dominante. De estas formas, la ms subversiva e irritante es la empresa pblica. En el perodo 2003-2010, un tercio de toda la inversin extranjera directa registrada en economas emergentes fue ejecutado por empresas estatales y el porcentaje va en aumento. Estas compaas ganan licitaciones para obras de infraestructura en todos los continentes y simultneamente adquieren, a veces con la ayuda de fondos soberanos del Estado, empresas privadas extranjeras.En el ranking de las 2000 mayores empresas del mundo que publica la revista Forbes se incorporaron 120 empresas estatales desde 2004 hasta 2009. Son estatales las 13 mayores compaas de petrleo y gas del mundo, valuadas por sus reservas.ChinaAl contrario de lo que proclama el pensamiento econmico dominante, las elevadas tasas de inversin chinas no encuentran su explicacin en la idlica frugalidad de la tica confuciana, sino en las decisiones de sus rganos estatales y empresas pblicas que son responsables por aproximadamente un 50 por ciento del total. Las empresas pblicas y mixtas, por otra parte, representan alrededor de la mitad del Producto Bruto no agrcola del pas. La compaa estatal china tpica acta a escala global sin desatender criterios de rentabilidad privados, cotiza en Bolsa y es administrada por una gestin profesionalizada. Los mejores graduados de las universidades chinas son mayoritariamente acaparados por estas corporaciones.Exceptuando el caso de los recursos naturales, donde est en juego la apropiacin de rentas, el ascenso de este capitalismo de Estado no coincide en esta ocasin con un asalto al sector privado. El avance de estas compaas, al contrario de lo que pregona el discurso dominante, impulsa la inversin y le da sustento a la innovacin privada. En este nuevo capitalismo, las firmas de particulares se integran en las redes que tienen por centro instituciones estatales como universidades, centros de investigacin pblica, fuerzas armadas. El capitalismo chino es una formacin social pragmtica que an preserva varias herramientas de las economas socialistas, como la capacidad de planificacin en base a planes quinquenales. El padre del modelo, Deng Xiaoping, lo resumi con maestra en su clebre frase: No importa que el gato sea blanco o negro, mientras pueda cazar ratones.Aunque los rasgos de este modelo sean ms pronunciados en China que en otros pases, sus caractersticas fundamentales van ganando terreno en varias otras regiones del planeta, delineando una tendencia mundial.Estamos ante un cambio de poca. Esta polmica sobre el modelo chino, o asitico, no es equiparable a las pequeas rencillas sobre cuestiones fiscales o cambiarias que entretuvieron a la mayora de los economistas argentinos en las ltimas dcadas. Tampoco refiere a una mera cuestin distributiva. Este debate atae a conceptos fundamentales como el Estado y el Mercado. Tambin pone en tela de juicio, despus de mucho tiempo en la prensa dominante mundial, las claves que sustentan la riqueza de las naciones y el ascenso de estas en la escala del poder geopoltico mundial.Los reproches que a estas formas de capitalismo oponen algunos editorialistas en las publicaciones referidas son monumentos a la tenacidad ideolgica. En trminos empricos es poco lo que pueden objetar al dinamismo chino. Las remanidas alusiones a la corrupcin y al clientelismo estatistas suenan poco crebles en vista de los escndalos asociados con la ltima crisis internacional y del insolente aumento de la desigualdad que acompa las polticas neoliberales en todo el planeta. No se puede reivindicar la transparencia de un rgimen social que slo favorece a una minora.En trminos tericos, tampoco se sostiene la tesis de que las empresas pblicas absorben recursos que seran mejor utilizados por el sector privado. Como en el idlico mundo de la ortodoxia prevalece el pleno empleo, todo recurso utilizado en una determinada actividad necesariamente es retirado de las otras. En el mundo real, por el contrario, todo nuevo recurso que se emplea en una actividad contribuye a emplear otros recursos en otras actividades.Estados UnidosLas peculiaridades de la experiencia asitica obligan a repensar la relacin Estado-Mercado en todas las latitudes. En los debates sobre modelos de desarrollo es comn que se seale a Estados Unidos como un prspero contraejemplo de laissez faire y de intervencin estatal mnima. Sin embargo, cuando se realiza un escrutinio ms exigente, surgen evidencias suficientes para afirmar que el Estado norteamericano practica la poltica industrial ms ambiciosa y exhaustiva del mundo.El complejo militar-industrial-cientfico-acadmico de este pas domina la frontera cientfica internacional desde la creacin del Big Science (ciencia mayor o ciencia a gran escala), la compleja red institucional que vincula la defensa nacional con la investigacin bsica y las compaas industriales. Entre sus principales conquistas est el adaptar los resultados de la investigacin fundamental para transformarlos en tecnologa civil con destino comercial. Esta densa red de universidades, laboratorios y centros de investigacin, que operan junto a entidades civiles y militares, es una herencia de la Segunda Guerra Mundial y sus emprendimientos tecnolgicos colosales, como el clebre Proyecto Manhattan del que surgieron las primeras bombas atmicas. Sus actividades luego se extendieron sobre el conjunto de la economa (y la poltica) norteamericana mediante el financiamiento directo o indirecto de toda actividad cientfica considerada estratgica.Desde la postguerra resulta difcil si no imposible identificar algn sector competitivo de la economa estadounidense que no haya surgido de esta malla institucional. Invitamos al lector a preguntarse: cules son las innovaciones bsicas desarrolladas en exclusividad por el sector privado? En este caso, la particularidad de Estados Unidos no es que la injerencia del Estado all sea mayor o menor que en otros pases, sino que invariablemente son empresas privadas las que acaban recogiendo los frutos comerciales del impulso pblico a la innovacin. Los analistas que hablan de un estado mnimo en Estados Unidos parecen no advertir que el aparato militar norteamericano est presente en casi todos los rincones del planeta.Leviatn en Estados Unidos no vuelve. Nunca se fue.Amrica del SurDurante el auge neoliberal, en cambio, las elites de Amrica del Sur en distintos grados aceptaron desmantelar las instituciones desarrollistas. Incluso en el pas donde el desarrollismo lleg ms lejos, Brasil, Fernando Henrique Cardoso, en un discurso de 1994 a instancias de asumir como presidente, declar que llegaba para terminar con la Era Vargas. Esta etapa se extendi desde los aos 30 hasta la crisis de la deuda externa de los aos 80 y se distingui por una generalizada intromisin estatal en la economa y por la creacin de grandes empresas y organismos pblicos. Veinte aos despus es forzado preguntarse: qu sera de la economa brasilea sin Petrobras, Vale, Embraer, Embrapa y el Bndes, creaciones todas de esa era de desarrollismo estatista que deba ser sepultada?Y en el caso argentino las preguntas no son diferentes. Adems de todo aquello que tenemos como un regalo de la naturaleza, qu nuevas actividades le debemos a la iniciativa privada desde que empezaron a soplar los vientos privatistas? Incluso el mismsimo paquete tecnolgico del boom exportador argentino, la soja transgnica y el herbicida todo terreno, no fue gestado por nuestros irritados agricultores, sino por un proveedor del ejrcito estadounidense, beneficiario del comprenacional yanqui.Es relevante enfatizar que la importancia de la injerencia pblica nunca refiere a un dilema entre empresarios malos versus Estado bueno. Se trata de una cuestin de velocidades. Los grandes saltos que impone el desarrollo capitalista, como la innovacin fundamental, o la superacin del subdesarrollo por un pas o una regin, requieren de tareas hercleas, que si se dejan al arbitrio de la iniciativa privada, o bien demandan siglos para ejecutarse o jams se concluyen.Habran florecido la comunicacin satelital, la energa nuclear, las computadoras o Internet, en un mundo organizado por sinceros admiradores de Vargas Llosa?Cabe interrogarse por las tareas pendientes en Amrica del Sur. Si an aspira a alcanzar el desarrollo industrial, la inclusin social y la integracin regional, como procesos duraderos y sustentables, la regin no tendr ms alternativa que subirse a la nueva ola desarrollista y abandonar las premisas privatistas del pasado que an siguen pesando en las interpretaciones y en las polticas que se ejecutan (o se dejan de ejecutar) en el presente.En cambio, si opta por continuar en la direccin (ms cmoda) que impone el mercado, lo ms probable es que sigamos avanzando, pero a paso de tortuga, como proveedores de materias primas para el capitalismo de Estado que nos arrastra desde Asia* Licenciado en Ciencia Poltica y en Economa de la UBA y profesor de la Universidad Federal Fluminense de Ro de Janeiro, Brasil.