El Ambiente Del Aprendizaje
-
Upload
soy-hostil -
Category
Documents
-
view
6 -
download
1
description
Transcript of El Ambiente Del Aprendizaje
14-10-2015
Universidad Autónoma del Carmen Facultad de Ciencias de la Salud
Dependencia Académica de Ciencias de la Salud P.E. Lic. en Psicología Clínica.
AMBIENTES DE APRENDIZAJE Una mirada a la construcción de una propuesta de intervención educativa.
Carmen Anabel Reza Estevez PSICOLOGÍA DEL APRENDIZAJE MTRA. ALEJANDRA DOMÍNGUEZ E.
EL AMBIENTE DEL APRENDIZAJE
CONCEPTUALIZACIÓN
El término “ambiente del aprendizaje” está constituido intrínsecamente por las
relaciones didácticas que vinculan los procesos de enseñanza-aprendizaje, las funciones
pedagógicas de los educadores, las posturas activas-pasivas de los educandos, entre otras.
También integra la fundamentación de la importancia del diseño arquitectónico de los
espacios diseñados para que tenga lugar un proceso educativo y los estímulos que en éste
deban existir para ser interiorizados por aquellos atores que intervienen en dicho proceso.
De este modo, es necesario definir unos conceptos importantes como son el de la
enseñanza y el aprendizaje, el cual es considerado como un proceso sistemático y
organizado para transmitir conocimientos, habilidades y experiencia a través de diferentes
medios y métodos, pudiendo ser éstos expositivos, de observación o de experimentación,
entre otros. Por aprendizaje se considera el proceso por medio del cual se pueden adquirir
conocimientos de alguna cosa, tomar en la memoria conceptos o propiedades acerca de
éstas cosas y tener la capacidad de recuperarlos en el futuro en base a estímulos
(Hernández, 2002)
Desde esta perspectiva, se puede entender que en el proceso de enseñanza-
aprendizaje es el profesor quien enseña y el alumno quien aprende, sin embargo los
paradigmas actuales conducen a pensar que estos roles se intercambian durante este
proceso, pudiendo el alumno ser artífice del descubrimiento de nuevos conceptos contando
con el profesor como "facilitador" de este proceso, por ejemplo, recordemos la propuesta de
David Ausbel respecto al aprendizaje significativo.
La real academia española de la lengua (RAE) define el ambiente como las
condiciones o circunstancias físicas, sociales, económicas, entre otras, de un lugar, reunión,
de una colectividad o una época. También lo define como la actitud de un grupo social o de
conjunto de personas respecto a alguien o algo. Sin embargo, en lo referente al ámbito
educativo, durante muchos años el arquitecto que proyectaba el diseño de la escuela (como
espacio físico) fue considerado como creador del ambiente de aprendizaje, mientras que el
profesor solo disponía, dotaba y adornaba ese ambiente físico que le había sido legado. Los
profesores veían al ambiente de aprendizaje como una especie de escenario para la
enseñanza y aprendizaje, un fondo placentero, pero inerte, para la vida de la clase
Los ambientes de aprendizaje fueron concebidos originalmente como “todos aquellos
elementos físicosensoriales, tales como la luz, el color, el sonido, el espacio, el mobiliario,
etc., que caracterizan el lugar donde un estudiante ha de realizar su aprendizaje. Este
contorno debe estar diseñado de modo que el aprendizaje se desarrolle con un mínimo de
tensión y un máximo de eficacia” (Husen y Postlethwaite (1989) citado por Hernández
(2002)).
Pero existe otro modo de ver le ambiente de aprendizaje y el papel del profesor en su
creación dentro de una instalación arquitectónica. Esta nueva opción reconoce al entorno
dispuesto por el profesor como una influencia activa y penetrante en las vidas de los niños y
profesores a lo largo del día escolar, en los procesos de enseñanza y aprendizaje, el entorno
físico dispuesto por el enseñante posee dos funciones. Proporciona el lugar para el
aprendizaje y al mismo tiempo, actúa como participante en la enseñanza y el aprendizaje.
En concordancia con la definición de la RAE, el ambiente aquí es considerado como las
condiciones integrales del medio y las actitudes del grupo que en él se desenvuelve.
Como bien menciona Hernández (2012), en la actualidad hay diversas maneras de
concebir a un ambiente de aprendizaje en la educación formal que contemplan no solamente
los espacios físicos y los medios, sino también los elementos básicos del diseño donde se
lleva a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En la bastedad de literatura que habla sobre este tema, es posible diferenciar al menos
cinco componentes principales que lo conforman los espacios de aprendizaje y que son
considerados como elementos clave durante el diseño de dichos entornos, y son: el entorno
físico, el aprendiz, el asesor-educador-profesor-guía, los contenidos educativos y los medios
de información, comunicación y transmisión.
CARACTERÍSTICAS DE LOS AMBIENTES DEL APRENDIZAJE
Dentro del entorno físico del aprendizaje, destacan dos elementos principales; la
instalación arquitectónica y el ambiente dispuesto. Ambos son esenciales e interactúan para
fortalecer o limitar la contribución del entorno a la conducta y desarrollo del aprendizaje en
los alumnos. Cada uno contiene características específicas, por ejemplo, la instalación
arquitectónica proporciona el lugar donde tienen su desarrollo la interacción entre las
personas y los materiales dentro del proceso de aprendizaje, establece el espacio básico del
entorno y organiza el acceso a los espacios externos y a los recursos, determinando las
condiciones básicas de la luz, temperatura y la intrusión o la separación entre grupos.
Proporciona calidades como el color, la textura, el nivel y la suavidad o la dureza de los
espacios que cabe disponer para el aprendizaje de los niños, lo que es elemental en las
escuelas de nivel preescolar o guarderías.
Actualmente los diseños arquitectónicos de los espacios escolares están basados en
los programas educativos, considerando los paradigmas con los cuales se rige una institución
educativa, ofreciendo ambientes que armonizan con tales programas. En semejantes
construcciones el desarrollo del entorno dispuesto por el profesor se halla bien respaldado
por el ambiente, a condición de que sus planes y métodos se acomoden estrechamente a los
programas que fueron estudiados. Pero incluso cuando se logra la más estrecha
acomodación posible entre la construcción y el estilo del programa, la disposición
arquitectónica solo puede atender a algunas de las funciones del entorno físico para el
aprendizaje; no constituye en sí misma el entorno de aprendizaje.
Y ellos son así porque las inhalaciones arquitectónicas son generalizadas y, dentro
del marco temporal del año escolar, suelen ser estáticas. Las instalaciones arquitectónicas
se hallan concebidas en términos de una previsión generalizada de conductas, actividades,
niveles de funcionamiento de los estudiantes propósitos docentes y estilos asociados con el
método educativo que sigue la escuela, de esta forma, es común que en ciertas instituciones
educativas, por ejemplo las universidades como la UNACAR, el espacio arquitectónico sea
solamente un elemento complementario que sirve como soporte para el desarrollo del
proceso de enseñanza-aprendizaje que se realiza en función de la libertad de cátedra con
cada uno de los docentes que interactúa con un mismo grupo de alumnos, y que este mismo
espacio, sea compartido a lo largo del ciclo escolar, por diversos grupos de alumnos en
función de sus propios horarios.
Incluso en las mejores instalaciones, los profesores deben desarrollar aún más el
entorno generalizado en beneficio de propósitos y grupos específicos. Aunque aptitudes, las
destrezas o los intereses de los aprendices se modifiquen bastante a lo largo del curso
escolar, la instalación arquitectónica no cambia para realizar adaptaciones diarias,
inmediatas y a corto plazo en los esquemas de organización espacial y distribución de
material. La instalación solo puede proporcionar los lugares en que tengan lugar las
adaptaciones diarias del entorno dispuesto.
La disposición arquitectónica es el comienzo del ambiente de aprendizaje y forma del marco
dentro del cual el profesor establece el entorno dispuesto. Debe complementarse con el
trabajo continuo de dotación y organización del espacio y de los materiales para los que
aprenden y en respuesta a su desarrollo.
El entorno de aprendizaje puede ser poderoso instrumento docente a disposición del
profesor o puede constituir una influencia no dirigida, tanto sobre las conductas de los
profesores, como sobre las de los aprendices. Aunque son pocos aún los estudios formales
sobre la influencia del entorno en el proceso de enseñanza-aprendizaje, la experiencia del
docente, le indica de manera empírica, el enorme peso que éste tiene dentro del aula, sea
cual fuere la edad de los alumnos o el grado de formalidad-escolarización de los programas.
Los profesores pueden enseñar a través del ambiente y de sus materiales, para ello,
los materiales deberán estar a su disposición, evitando en lo posible tener que prescindir del
tiempo en el proceso de enseñanza-aprendizaje debido a los trámites que debe realizar para
obtener el material necesario para su clase. Por ejemplo, la solicitud de proyectores en el
caso de la UNACAR. Así, el docente libera parte de su tiempo de la gestión y puede dedicarse
más a las interacciones productivas con los aprendices.
El ambiente puede tomar la posición activa de educador o “enseñante”, por ejemplo,
cuando los profesores logran disponer y colocar fácilmente materiales de aprendizaje de
modo que desempeñen un papel activo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La
exhibición de materiales uno al lado del otro sugiere considerablemente la posibilidad de
relacionarlo de algún modo, las combinaciones de materiales también pueden indicar
actividades. Este tipo de aplicación del ambiente en el proceso de enseñanza, exige un
dominio del profesor sobre los temas a manejar, las capacidades del grupo con el que trabaja
(fortalezas, aptitudes, debilidades, oportunidades) así como una elevada capacidad de
integración de los conceptos y relaciones entre los mismos. Los alumnos son menos aptos
para establecer conexiones entre materiales ampliamente separados y para combinarlos en
las actividades de aprendizaje, a no ser bajo la dirección del profesor.
Por ejemplo, en el caso de escuelas primarias particulares es posible encontrar
algunos letreros o insignias con referencias escritas, o pintarrones dispuestos en las áreas
tradicionalmente reservadas a los materiales manipulativos como un modo de estimular
destrezas básicas mientras los niños emplean esos materiales concretos, de esta forma no
es necesaria la colaboración presencial del profesor en el momento en que el niño logra
realizar la tarea que se busca por medio de las instrucciones descritas en los carteles. Los
profesores pueden emplear la organización espacial para diseñar ambientes que estimulen
la interacción del lenguaje, protejan a un niño trabajando, o alienten la investigación en grupo.
Algunos aspectos del trabajo del profesor, como la sugerencia de actividades y la
estimulación de conexiones de ideas, pueden ser ampliados a través de la organización de
materiales y del espacio. La disposición del ambiente puede operar en asociación con las
interacciones más directas del enseñante con los alumnos.
En esta exigencia, Ocampo (2005) menciona que el profesor o docente de cualquier
nivel educativo, debe cubrir cuatro tareas principales en la disposición de la tarea básica del
entorno del aprendizaje:
Organización espacial (hablando del diseño/espacio arquitectónico) disponer los
muebles para crear espacios para el movimiento y las actividades de aprendizaje.
Por ejemplo, cuando la profesora Alejandra dispone que el grupo se siente
formando un círculo y realiza una actividad donde la interacción grupal es
fundamental para la retroalimentación e integración de contenidos temáticos.
Dotación para el aprendizaje (contenidos, actividades, recursos, herramientas) es
la tarea de seleccionar, reunir y hacer los materiales y el equipo y colocarlos en el
entorno para que los alumnos tengan acceso directo a ellos. Esta tarea por
ejemplo, la realizan los cuerpos académicos dentro de la Facultad de Ciencias de
la Salud, seleccionando las lecturas y recursos pertinentes para cada contenido
temático dentro de la malla curricular del programa educativo.
Disposición de los materiales (usos y asignación de los materiales disponibles) es
el proceso de decidir en donde colocar las dotaciones de ambiente y cómo
combinarlas y exhibirlas. Por ejemplo, la disposición de los libros, juegos,
materiales lúdicos y de estímulo dentro de un aula de prescolar.
Organización para los propósitos especiales. Esto implica disponer todo el entorno
para promover los fines de instrucción del programa del ambiente. es la tarea
ambiental que emplea todo el conocimiento del enseñante en lo que se refiere a
disposiciones y acontecimientos en clase. Mediante el empleo de todo el principio
disponible para el diseño de un ambiente eficaz, el profesor opta por aquellos
arreglos que mayor probabilidad de atender a las necesidades de los individuos a
los propósitos especiales del profesor en los que importa el aprendizaje de los
aprendices. Ello requiere tanto una clara comprensión de los principios
ambientales como poner en claro los resultados deseados respecto al aprendizaje,
las expectativas de las conductas y las necesidades de los que aprenden.
Todas estas tareas se combinan para producir disposiciones ambientales interactúales
que afecten a la mayoría de los acontecimientos y conductas en el entorno. Al mismo tiempo,
el modo en que se realiza cada tarea influye más directamente en un determinado grupo de
acontecimientos. La planificación, organización y dotación parecen ser tareas docentes
omnipresentes. Cada una requiere algún conocimiento básico para proporcionar orientación,
establecer propósitos, aclarar problemas e identificar soluciones potenciales. Sin embargo,
en el caso de aquellos profesores que dedican sus esfuerzos a atender a niños escolares, la
situación respecto al diseño del ambiente cobra especial importancia en razón de las
diferencias de tallas, roles, esquemas de movilización y espaciales de adultos y de niños en
el entorno de aprendizaje.
Siendo una misma aula, niños y adultos ocupan un espacio diferente, perciben entornos
distintos y captan de modo diverso los contenidos del ambiente. El ambiente de los niños
consiste en los espacios que pueden ocupar los materiales que pueden ver o alcanzar.
Incluye también los espacios, materiales, trayectorias e información percibidos cuando se
desplazan a través del ambiente o lo exploran visualmente. El entorno de los niños no incluye
el espacio por encima de su cabezazo cualquiera de las superficies u objetos que contiene.
Para mayor parte de los niños de las escuelas elementales, un estante o librero con una
altura de 1.20m funciona como una pared, siendo que para el adulto, representa solamente
una división. De este modo el ambiente del niño no incluye una panorámica del entorno total
con sus subdivisiones del espacio. Cuando exploran o se mueven a través del ambiente, los
niños pueden advertir un gran volumen de material impreso sin percibirlo como información.
El entorno de los adultos consiste en el espacio que pueden observar u ocupar, los
materiales que pueden ver y alcanzar y también los almacenados fuera de su visión. Incluye
todos los espacios, materiales, movimientos, trayectorias e información que los adultos
pueden percibir cuando exploran o se desplazan a través del ambiente. Los adultos pueden
percibir la información impresa, una panorámica del ambiente y los objetos o superficies a un
metro de distancia aproximadamente, por encima del nivel visual. El entorno del adulto no
incluye las superficies verticales con acceso al nivel de la rodilla o los muros de 1,20 metros
que bloquean la visión de espacios o pasos. Todos los detalles de la distribución de los
espacios en relación a su funcionalidad están especificados en los manuales de ergonomía
y deben ser considerados para la creación del ambiente de aprendizaje.
Es importante la distinción del entorno del adulto y del niño. Con objeto de prever las
conductas problemas cuna de los niños operen en el ambiente de aprendizaje, los profesores
deben sustraerse al entorno del adulto para obtener penetrar en el infantil y percibir el
espacio, los materiales y la información como hace el niño. Los enseñantes solo podrán
realizar esta tarea colocándose en los lugares en donde los niños trabajan y se mueven en
el entorno desde el nivel del ojo infantil. Solo entonces será capaz de entender los efectos
de las disposiciones ambientales sobre los alumnos.
CONCLUSIÓN
Respecto a la acomodación, administración, ambientación, selección y distribución de
los recursos físicos, virtuales y la generación de un entorno que permita realizar el proceso
de enseñanza-aprendizaje de manera óptima y que en el mejor de los casos, desarrolle la
generación de nuevos conocimientos asociados de manera incluyente y permanente en el
acervo del aprendiz, no será suficiente con que los profesores sean capaces de una aclara
visualización del espacio, e incluso es posible que les resulte difícil tomar en consideración
las nuevas ideas acerca de la organización espacial, tras haber pensado siempre conforme
a ciertas maneras tradicionales respecto a la disposición de la clase, o sobre las herramientas
disponibles. Por ejemplo, es común que las nuevas tecnologías sean una herramienta de
productividad y un motor de búsqueda de contenidos temáticos en las aulas universitarias
actuales, por lo que, hoy en día, sería muy complejo que el profesor determinara la
prohibición del uso del celular o tableta dentro del aula, ya que no solamente es utilizado
como un distractor (Facebook, juegos, whatsapp). Tales hábitos de pensamiento procederán,
quizás, de las aulas de su niñez o de anteriores experiencias docentes, pero rara vez son
visiones consientes del entorno actual. Los profesores que reconocen estos esquemas de
pensamiento y abordan luego la organización del espacio con una concepción nueva, hayan
a menudo posibilidades de disposición y una flexibilidad espacial que quizás no había
considerado antes, lo que potencia su capacidad de transmisión de conocimiento y aumenta
la posibilidad de que el conocimiento que transmite sea introyectado de forma significativa
por los estudiantes, además de comprometerlos en la participación activa de la adquisición
de nuevos conocimientos.
Los espacios educativos en la actualidad, deben gestionar una posición de
compromiso educativo con su entorno local, nacional e internacional, ofreciendo a sus
estudiantes un ambiente educativo centrado en él mismo y su aprendizaje; convirtiéndolo en
el protagonista de las actividades educativas que los docentes diseñan para lograr los
objetivos académicos.
La autogestión del aprendizaje, por otro lado, es un modelo que debiera ser el eje
rector de la forma como un estudiante se desempeña en ambientes donde su aprendizaje es
el centro de las actividades instruccionales.
El compromiso es bidireccional, aunque la función gestora recae en el rol del
educador, es imposible imaginar al aprendiz como un ente carente de historicidad que
solamente llega al aula a recibir información, y mecho menos real, suponer que solo por eso,
el sujeto aprenda y aprehenda.
Referencias
Hernández Sánchez, J. A. (21 de enero de 2002). Universidad de las Américas Puebla. Obtenido de
Colección de Tesis Digitales:
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lis/hernandez_s_ja/portada.html
Ocampo Salazar, J.E. (2005) Creación de ambientes de aprendizaje, cap. II, Universidad Pedagógica
Nacional, México.
Otálora Sevilla, Y. (15 de abril de 2010) Diseño de espacios educativos significativos para el desarrollo
de competencias en la infancia, Universidad del Valle de Colombia, CS No. 5, pp.71-96, Cali,
Colombia.
Góngora, J.J. (2012) La autogestión del aprendizaje en ambientes educativos centrados en el alumno,
Instituto Tecnológico de Estudio Superiores de Monterrey. México.