El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo...

9
1 Antología poética CHARLES BAUDELAIRE 5 10 15 El albatros Por divertirse suelen a veces los marineros cazar a los albatros, aves de envergadura que siguen el rumbo como indolentes viajeros del barco que navega sobre el amargo abismo. Apenas son echados en la cubierta ardiente, esos reyes del cielo, torpes y avergonzados, abaten tristemente sus grandes alas blancas cuerpos que caen cual remos abandonados. ¡Oh alado viajero, qué inseguro y débil! ¡Antes tan hermoso, qué grotesco ahora! Un marinero con su pipa le ha quemado el pico, mientras otro se burla de su renqueante estado. El poeta es igual que ese príncipe aéreo que frecuenta tormentas y desdeña los rayos; y entre mofas y risas exiliado en la tierra sus alas de gigante le impiden caminar.

Transcript of El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo...

Page 1: El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una

1

Antología poética CHARLES BAUDELAIRE

5

10

15

El albatros

Por divertirse suelen a veces los marineros cazar a los albatros, aves de envergadura que siguen el rumbo como indolentes viajeros del barco que navega sobre el amargo abismo. Apenas son echados en la cubierta ardiente, esos reyes del cielo, torpes y avergonzados, abaten tristemente sus grandes alas blancas cuerpos que caen cual remos abandonados. ¡Oh alado viajero, qué inseguro y débil! ¡Antes tan hermoso, qué grotesco ahora! Un marinero con su pipa le ha quemado el pico, mientras otro se burla de su renqueante estado. El poeta es igual que ese príncipe aéreo que frecuenta tormentas y desdeña los rayos; y entre mofas y risas exiliado en la tierra sus alas de gigante le impiden caminar.

Page 2: El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una

2

5

10

Correspondencias La Naturaleza es un templo de pilares vivientes que dejan salir a veces sus palabras confusas; el hombre lo atraviesa entre bosques de símbolos que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una tenebrosa y profunda unidad, vasta como la luz, como la noche vasta, sonidos, colores y perfumes se responden. Hay perfumes tan frescos como carne de niño, suaves como el oboe, verdes como praderas y hay otros, corrompidos, estridentes, triunfantes, que poseen la expansión de cosas infinitas, son el almizcle, el ámbar, el incienso, el aloe, que llevan al arrebato del alma y los sentidos.

5

10

El enemigo

Mi juventud fue solo tenebrosa tormenta, de rutilantes soles y de gozo surcada; relámpagos y lluvias hicieron tal destrozo que apenas en mi jardín quedan ya frutos. Hoy mis ideas han llegado al otoño y necesito la pala y el rastrillo para igualar de nuevo las anegadas tierras donde el agua cava agujeros como tumbas. ¡Quién sabe si las nuevas flores que anhelo llegarán a brotar en las playas desoladas y una mística savia les devolverá el vigor! ¡Dolor!, ¡dolor! El tiempo devora la vida y un oscuro enemigo nos roe el corazón; la sangre que perdemos le sirve de alimento.

Page 3: El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una

3

5

10

La vida anterior Habité largo tiempo bajo espaciosos pórticos que los soles marinos teñían de destellos, y cuyos grandes pilares, rectos y majestuosos, parecían en la noche grutas de basalto. Las olas arrollaban imágenes del cielo, mezclando de manera mística y solemne los pujantes acordes del vuelo de su música con el color del poniente reflejado en mis ojos. Fue allí donde viví las voluptuosas calmas, en medio del azur, de las olas, de los esplendores, de los desnudos esclavos, impregnados de aroma, que oreaban mi frente con sus palmas, pues su único esmero era hacer más intenso el doliente secreto que me hacía languidecer.

5

10

15

El hombre y el mar

¡Para siempre, hombre libre, a la mar tú amarás! es tu espejo la mar; mira, contempla tu alma en el vaivén sin fin de su oleaje, amarga en el abismo de tu espíritu. Gozas sumergiéndote en el fondo de tu imagen; con ojos y brazos la estrechas, y tu pasión se distrae por momentos de su propio rumor, el salvaje e indomable resonar de sus quejas. Sois a la vez oscuros y discretos: hombre, nadie sondeó el fondo de tus simas, mar, nadie conoce tus íntimas riquezas. ¡Con qué celoso afán guardáis vuestros secretos! Y en tanto van pasando los siglos incontables sin piedad ni remordimiento os combatís, pues amáis vehementes el caos y la muerte, ¡oh eternos luchadores, oh hermanos implacables!

Page 4: El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una

4

5

10

La belleza

Soy hermosa, ¡oh mortales!, como un sueño de piedra, y mi pecho, de materia inmortal y callada, está hecho para inspirar amor en los poetas, a los que uno tras otro he torturado. Reino en el azul como una incomprendida esfinge; uno al blancor de los cisnes mi corazón de nieve; detesto el movimiento que altera mi línea y como nunca lloro, jamás tampoco río. Los poetas, deslumbrados por mi altisonancia –que parezco tomar de los grandes monumentos– consumen sus días en austeras cavilaciones; mientras tengo, para fascinar a tan dóciles amantes, puros espejos que hermosean las cosas: ¡mis ojos, tan profundos como eternas centellas!

Page 5: El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una

5

5

10

El gato Ven, hermoso gato mío, a mi corazón enamorado, no me claves las uñas de tu pata y deja que me hunda en tus hermosos ojos, mezclados de metal y de ágata. Cuando mis dedos peinan suavemente tu cabeza y tu elástico lomo, cuando mi mano se embriaga de placer al palpar tu cuerpo eléctrico, a mi amante parece que aguardo. Su mirada como la tuya, animal amigo, profunda y fría, hiere como filo y, de los pies a la cabeza, un aire sutil, un peligroso aroma, merodea alrededor de su cuerpo moreno.

5

10

Tristezas de la luna

Esta noche la luna sueña con más pereza, como sobre cojines tendida una dama que acaricia con mano distraída y ligera, antes de adormecerse, el contorno de sus senos. Sobre su suave espalda de deslizantes nubes, desfalleciente se entrega a prolongados éxtasis, paseando su mirada sobre visiones blancas, que ascienden al azul igual que floraciones. Cuando sobre el mundo su languidez ociosa, deja rodar alguna lágrima furtiva, un piadoso poeta, enemigo del sueño, en su mano recoge esa lágrima fría como un fragmento de ópalo desafiante y la guarda en su corazón, lejos del sol.

Page 6: El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una

6

5

10

15

Spleen Soy un rey que reinara en un país lluvioso, rico, mas impotente, joven envejecido, que despreciando las reverencias de sus preceptores, se aburre con sus perros y con las otras bestias. Nada puede distraerle, ni la caza, ni el halcón, ni su pueblo muriendo al pie de su palacio. La mente de este enfermo no logra distraerse ni con la canción grotesca del bufón favorito; su lecho blasonado en tumba se transforma, y las cortesanas, para quienes todo príncipe es bello, ya no saben encontrar el impúdico tocado que arranque una sonrisa del joven esqueleto. El sabio que le fabrica el oro jamás pudo extirpar de su ser tanto mal corrompido; ni los baños de sangre que perpetrara Roma e imitan los ancianos poderosos se recuerdan, lograron despertar el vigor de este príncipe, por quien en vez de sangre, corre el agua verde del Leteo.

5

10

15

El sabor de la nada

¡Espíritu abatido, luchador en otros tiempos!, la Esperanza, cuyas espuelas atizaba tu ardor, ¡ya no quiere cabalgar en ti! Échate sin pudor, como un viejo caballo de torpes cascos. Resígnate, corazón mío; duerme cual vencido animal. Espíritu caído, ¡agotado!, para ti ya no cuentan ni el amor ni la lucha, viejo pícaro. ¡Placeres, no tentéis más al corazón sombrío! Adiós, cantos, suspiros… La flauta se ha callado. ¡Primavera adorable, has perdido tu perfume! El Tiempo me devora minuto tras minuto, como la nieve inmensa a un cuerpo ya sin vida; contemplo desde lo alto la redondez del mundo y no hallo en todo él dónde abrigarme. Avalancha, ¿quieres arrastrarme en tu caída?

Page 7: El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una

7

5

10

La destrucción

El demonio a mi lado acecha en tentaciones; como aire impalpable lo siento en torno a mí; lo respiro, lo siento quemando mis pulmones, llenándolos de un culpable deseo. Toma a veces la forma, sabiendo que amo el arte, de la más seductora de todas las mujeres; con pretextos y disculpas antojadizas acostumbra mis labios a nefandos placeres. Cada vez más, me aleja de la dulce mirada de Dios, dejando mi alma jadeante, fatigada en medio de las negras llanuras del Tedio. Pone ante mis ojos, llenos de confusiones, heridas entreabiertas, espantosas visiones... La destrucción preside este corazón mío.

Page 8: El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una

8

5

10

La muerte de los amantes Poseeremos lechos colmados de aromas, divanes profundos como sepulcros, y extrañas flores en los búcaros abiertas para nosotros bajo el cálido cielo. Usando a porfía sus llamas postreras nuestros dos corazones serán como antorchas inmensas que reflejarán su doble destello en nuestros dos espíritus gemelos. Un atardecer de rosa y azul místico, intercambiaremos un solo relámpago cual largo sollozo grávido de adioses; y más tarde, un Ángel, entreabriendo puertas vendrá a reanimar, leal y jubiloso, los apagados espejos y las llamas muertas.

Page 9: El albatros - personal.iesvegadelturia.espersonal.iesvegadelturia.es/alosantos/web1516/...que lo contemplan con familiar mirada. Como difusos ecos que a lo lejos se mezclan con una

9

5

10

15

20

El río Leteo Ven a mi pecho, alma sorda y cruel, tigre adorado, monstruo de aspecto indolente; quiero enterrar mis temblorosos dedos en la espesura de tu tupida melena; sepultaré mi cabeza entristecida en tu falda colmada de perfume, respiraré, como una flor marchita, el suave relente de mi amor difunto. ¡Quiero dormir!, ¡dormir más que vivir! En un sueño, como la muerte, dulce, estamparé mis besos sin descanso sobre tu hermoso cuerpo pulido como el cobre. Para ahogar mis sollozos apagados, nada iguala el abismo de tu lecho; el poderoso olvido habita entre tus labios y fluye por tus besos el Leteo. A mi destino, desde ahora mi dicha, le seguiré ciegamente; condenado inocente, mártir dócil, cuyo fervor se aviva en el suplicio. Para ahogar mi rencor, libaré el nepente y la cicuta amada del delicioso pezón que corona ese pecho que jamás contuvo un corazón.

5

10

Epígrafe para un libro condenado Lector apacible y bucólico, hombre de bien, ingenuo y sano, arroja este libro saturnal, melancólico y orgiástico. Si no cursaste tu retórica con Satán, el decano astuto, ¡tíralo!, nada entenderás o me juzgarás enloquecido. Pero si tu mirada, sin dejarse hechizar sabes sumir en los abismos, léeme y has de amarme, amigo…; alma curiosa que padeces y en pos vas de tu paraíso, ¡apiádate de mí…!, ¡o te maldigo!