Educación en Valores y Democracia

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EDUCACIÓN EN VALORES Y DEMOCRACIA El tema de los valores, sobre todo de la educación en valores morales, ha sido una inquietud permanente de la humanidad; una preocupación del pasado, una demanda exigente del presente y un reto constante del futuro para que los proyectos y aspiraciones de desarrollo personal social y las decisiones que se tomen para ello, no pierdan su sentido primero, que es la realización del hombre y su comunidad. Sin embargo, entendemos que esta preocupación por la educación en valores, requiere de un sustento práctico que permita trascender del mundo de las ideas, al mundo de las conductas. Los valores por los que optamos, sólo se hacen evidentes en la convivencia, en la forma en que interactuamos, en el encuentro con el otro; desde el espacio micro-social que es la familia, hasta el espacio del ejercicio ciudadano. La democracia como construcción social, es el marco en el que se hacen realidad los valores que aspiramos desarrollar. Lo que estamos viviendo en el mundo, pero sobre todo en nuestro país, es una fuerte crisis ética cada vez más globalizante, multidimensional, que atraviesa y afecta todas las esferas de nuestra vida pública y privada. Nuestra definición como nación y sociedad que busca vivir en democracia, muestra contradicciones que cuestionan nuestra manera de entender y vivir valores que afirmamos. Lo evidencian los hechos mostrados recientemente en el informe presentado por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, la poca credibilidad en las instituciones, las consecuencias de la corrupción en el ámbito político, y algunos rasgos presentes en la vida escolar como en el núcleo familiar. Es necesario enfrentar decididamente esta crisis. Creemos que una herramienta fecunda para lograrlo es el campo educativo escolar, donde nos encontramos como personas y 1

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EDUCACIÓN EN VALORES Y DEMOCRACIA

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EDUCACIN EN VALORES Y DEMOCRACIA

EDUCACIN EN VALORES Y DEMOCRACIAEl tema de los valores, sobre todo de la educacin en valores morales, ha sido una inquietud permanente de la humanidad; una preocupacin del pasado, una demanda exigente del presente y un reto constante del futuro para que los proyectos y aspiraciones de desarrollo personal social y las decisiones que se tomen para ello, no pierdan su sentido primero, que es la realizacin del hombre y su comunidad.

Sin embargo, entendemos que esta preocupacin por la educacin en valores, requiere de un sustento prctico que permita trascender del mundo de las ideas, al mundo de las conductas. Los valores por los que optamos, slo se hacen evidentes en la convivencia, en la forma en que interactuamos, en el encuentro con el otro; desde el espacio micro-social que es la familia, hasta el espacio del ejercicio ciudadano. La democracia como construccin social, es el marco en el que se hacen realidad los valores que aspiramos desarrollar.Lo que estamos viviendo en el mundo, pero sobre todo en nuestro pas, es una fuerte crisis tica cada vez ms globalizante, multidimensional, que atraviesa y afecta todas las esferas de nuestra vida pblica y privada. Nuestra definicin como nacin y sociedad que busca vivir en democracia, muestra contradicciones que cuestionan nuestra manera de entender y vivir valores que afirmamos. Lo evidencian los hechos mostrados recientemente en el informe presentado por la Comisin de la Verdad y la Reconciliacin, la poca credibilidad en las instituciones, las consecuencias de la corrupcin en el mbito poltico, y algunos rasgos presentes en la vida escolar como en el ncleo familiar. Es necesario enfrentar decididamente esta crisis. Creemos que una herramienta fecunda para lograrlo es el campo educativo escolar, donde nos encontramos como personas y como colectivo, desde los inicios de nuestra vida. La sociedad pone su esperanza de vida y de desarrollo en ella. La escuela establece un tejido social de relaciones para la convivencia que permite el crecimiento de las personas. Para desarrollarnos plenamente, todas y todos necesitamos vivir y convivir en armona, encontrarnos con otros, necesitamos organizarnos para tener un ambiente que nos permita vivir en colaboracin al interior de un ambiente democrtico. La escuela, que duda cabe, puede y tiene la responsabilidad de contribuir a este propsito.

1. POR QU EDUCAR EN VALORES Y EN DEMOCRACIA HOY EN EL PER?

Afirmamos que nuestra aspiracin como sociedad es el desarrollo humano, desde el marco de un desarrollo sostenible que posibilite la coexistencia de todos y todas.

Sin embargo, algunos acontecimientos cotidianos en todos los mbitos sociales, desde las instituciones hasta el ncleo familiar, nos llevan a evidenciar una crisis en la vivencia de la democracia y los valores:

La intolerancia que no permite un intercambio humano respetuoso y desprejuiciado, ms bien, discriminador y excluyente. Muestra de ello son las posturas polticas extremistas como la de Sendero Luminoso y el MRTA que marcaron la historia del Per en las dcadas pasadas, pero tambin pautas de convivencia permitidas en muchas instituciones que privilegian la discriminacin y la marginacin excluyendo a muchos peruanos por razones de raza, gnero, condicin econmica, educativa, creencias, etc. La escuela en muchos casos muestra an tener un rol reproductor de la discriminacin. Los resultados de estudios realizados por Save the Children sobre percepciones y actitudes frente a la discriminacin de nios, pertenecientes a 6 departamentos del Per -San Martn, Piura, Junn, Cuzco, Ayacucho y Lima-, fueron muy reveladores. Se muestra que las expectativas de los maestros hacia los alumnos resultan ser tambin fuente de discriminacin.Los estudiantes lo perciben y expresan de diversas formas:Los inteligentes se sientan adelante, los burros atrs. Los directores y maestros deciden quienes son ms inteligentes (Adolescente urbano-Junn).Mi profesora da todas las preferencias a una compaera porque es su nia ejemplo. Para ella las dems no valen nada (Nia urbana de Lima).Mi amiga sali embarazada y el director la expuls del colegio diciendo que iba a ser un mal ejemplo para los dems (Adolescente rural de Junn).

La violencia y el autoritarismo como ejercicio de poder, que se impone y controla. Esto se evidencia en el mbito familiar, en el trato, en la pareja y con los hijos; en la escuela cuando aprueba y hace prctica una relacin vertical y autoritaria entre sus agentes sin reflexin y anlisis; en la comunidad, en situaciones que mereciendo sancin, son soslayadas prevaleciendo la impunidad.

La desigualdad de gnero, evidente no slo en la desigualdad de oportunidades para hombres y mujeres sino sobre todo en el poco acceso de las nias en zonas rurales, a la educacin escolar, por privilegiarse una cultura que educa a las mujeres para la maternidad y la vida domstica.

La crisis de valores morales, donde la viveza ha reemplazado a la honestidad, de las maneras ms sutiles y cotidianas, a las ms complejas y dainas como la evidencia de corrupcin en el ejercicio de lo pblico, desde Montesinos a la coima y la estafa, y en espacios aparentemente simples como el transporte pblico. La escuela no est ajena a esta situacin, en ella podemos reconocer una crisis tico-moral que se evidencia en una educacin excluyente que no respeta las diferencias, es homogenizadora en el currculo y discriminadora en el trato, permisiva a situaciones de violencia y a los actos de inmoralidad (venta de notas, abuso sexual, maltrato fsico, psicolgico, etc.), pero al mismo tiempo la escuela se constituye en una herramienta y factor interpelador y formador de una nueva sociedad.Merece prestar atencin a los medios de comunicacin que en este tiempo han jugado un rol importante en la creacin de una conciencia colectiva de la crisis de valores. Nos ha permitido constatar la corrupcin flagrante a todo nivel, evidenciar cmo se corrompe el poder, cmo se compra y vende la conciencia, cmo la palabra pierde su vala y sentido, cmo se negocia el manejo psicosocial, cmo se enmarca la informacin desde la oferta y la demanda de quienes conducen un programa o una empresa de comunicacin. El oportunismo, el sensacionalismo, la primicia, se han apoderado y han deteriorado el sentido de los medios de comunicacin y del comunicador.La escuela cumple un rol fundamental en los pases, pero no es la nica responsable de la formacin del hombre y de la nueva sociedad Asume su responsabilidad de manera compartida con los otros rganos vivos de la sociedad encaminando su accionar a la creacin de una ciudad educadora.

El desarrollo y cultivo de los valores son una necesidad, un derecho, una obligacin, una responsabilidad de las instituciones que se dedican a la formacin: escuela, familia, medios de comunicacin, sociedad, gobierno, estado.Entendemos que la razn primera y ltima de la educacin en democracia y valores es la persona. Ella necesita desarrollarse, es su razn principal como sujeto, como ser individual, pero tambin como ser colectivo que demanda y exige procesos educativos que vayan ms all de lo establecido, de lo formalizado. La persona se hace y se transforma a lo largo de toda su vida; toda transformacin tiene un norte que orienta, que perfila a la persona. En este sentido, los valores como aspiracin de totalidad juegan un rol importante en el desarrollo humano.2. QU SIGNIFICA EDUCAR EN VALORES Y EN DEMOCRACIA?Esta pregunta nos invita a pensar sobre el modelo educativo y los valores que queremos promover.Toda persona ya sea como ser humano, ser vivo, tiene una forma nica de ser a partir de la cual puede descubrir y reconocer que el otro es igualmente valioso, puede amar esa calidad de persona y aprender que esa otra persona tiene derechos, responsabilidades y obligaciones.

Plantear una educacin en valores es sealar la preocupacin de la educacin por reencontrar la razn primera y ltima de su misin: hacer crecer a la persona hacia su desarrollo pleno.Si hacemos una lectura de la realidad podemos constatar que es necesario resaltar algo que la educacin ha dejado de lado y que es imprescindible que sta retome sus principios originales.

Hoy la realidad nos reta a nosotros educadores, a promover desde la escuela, la vivencia de los valores que nos ayuden a recuperar la centralidad de la persona, creemos que es fundamental promover un ambiente de confianza que crea en las posibilidades de crecimiento y de transformacin del otro, que respete las diferencias. Se hace necesario generar actitudes abiertas y transparentes de comunicacin, lazos de solidaridad y colaboracin en una tensin permanente de bsqueda de la verdad y la vivencia de la dignidad en todo su sentido.Pensamos que deben ser pilares centrales en una educacin democrtica, sin negar otros temas que pudieran ser considerados, el desarrollo de la autoestima, la participacin, la convivencia y resolucin democrtica de conflictos y la equidad de gnero. En ellos se asienta el modelo de educacin que se intenta como respuesta para la constitucin de una escuela democrtica, con vocacin de avanzar hacia una sociedad tambin democrtica.

La autoestima es la suma de la confianza y el respeto que hemos de sentir por nosotros mismos y refleja el juicio de valor que cada uno hace de su persona para enfrentarse a los desafos que presenta nuestra existencia. La autoestima es la visin ms profunda que cada quien tiene de s mismo, es la aceptacin positiva de la propia identidad y se sustenta en el concepto de nuestra vala personal y de nuestra capacidad. La autoestima es pues, la suma de la autoconfianza, del sentimiento de la propia competencia y del respeto y consideracin que nos tenemos a nosotros mismos.

Se entiende la participacin como la intervencin de personas o grupos de personas en la discusin y toma de decisiones que les afectan para la consecucin de objetivos comunes, compartiendo para ello mtodos de trabajo especficos. Participar implica, por tanto, la integracin colectiva y democrtica en un grupo con el propsito de alcanzar determinados objetivos, y tomar parte activa en cada una de las fases que afectan el funcionamiento del equipo.

La convivencia se define como la organizacin del grupo desde el respeto mutuo y la determinacin y aceptacin de unas normas, que tengan en cuenta al mismo tiempo el funcionamiento ms satisfactorio del grupo y las necesidades de cada uno de sus miembros. Es una situacin dinmica ya que las normas de convivencia son perfectibles y modificables en cualquier momento.

La propuesta de educacin en democracia supone la promocin, defensa y recuperacin de una educacin en valores mnimos, entendidos como garanta de convivencia en sociedades pluralistas y democrticas. Esta exigencia pedaggica de mnimos no puede entenderse jams como una propuesta de un modelo de persona. Ha de entenderse como la garanta de una construccin personal en la que influirn otros agentes educativos adems de la escuela. La iglesia, las organizaciones polticas, el mundo del trabajo y el de los sindicatos, los medios de comunicacin, los modelos de connotacin moral que presentan los lderes sociales, culturales y polticos, y, por supuesto, los iguales y la familia, incidirn sobre la infancia y adolescencia procurando la reproduccin y conservacin de sus matrices de valores de forma natural, lgica en ocasiones e incluso, legtima en algunas de ellas.

Estos mnimos son valores morales, es decir, valores que, a diferencia de otros, dependen de la libertad humana, slo pueden referirse a seres humanos, y contribuyen a hacer ms humana nuestra convivencia social. Nos estamos refiriendo a valores como libertad, justicia, solidaridad, igualdad y honestidad.

Es necesario que la escuela, entendida como institucin de aprendizaje por excelencia, est impregnada de los valores que pretendemos sean apreciados por las personas que en ella aprenden. Para ello, las relaciones interpersonales entre el profesorado, otros profesionales de la educacin y entre los propios estudiantes deben estar gobernadas u orientados por los criterios antes mencionados. Todo ello no slo supone un esfuerzo importante por ofrecer recursos metodolgicos al profesorado, sino que adems, requiere un perfil de profesor y profesora con vocacin y, sobre todo, compromiso profesional con responsabilidad social..

La equidad de gnero: mirada preferente que es necesario dar al problema de gnero -componente cultural fundado sobre una diferenciacin basada en la desvaloracin de la mujer frente al varn. La incorporacin de la mujer al mundo del trabajo, de la educacin y a otras instancias del acontecer pblico no se ha traducido necesariamente en beneficios ni oportunidades iguales para todos ni en la eliminacin de discriminaciones de gnero. La equidad slo ser lograda si se consigue tener xito en ofrecer a todos un nivel bsico comn de escolaridad con calidad, incluyendo a las nias especialmente las del rea rural, quienes por tradicin son postergadas en privilegio de los nios. El objetivo en materia de equidad es que las nias culminen con xito la educacin escolar, haciendo que la escuela se convierta en un espacio accesible, acogedor y propicio al aprendizaje de las nias.

Muchas escuelas han asumido el reto de educar en democracia y valores, no se quedan en enunciados de un ideario sino que se plasman en la prctica cotidiana. Podemos mencionar por ejemplo, al C.E. 171- Juan Velasco Alvarado del AH. Jos Carlos Maritegui de San Juan de Lurigancho, en el cual se elabor un programa de desarrollo de valores para ser trabajado de todas las reas curriculares enfatizando el respeto, la responsabilidad, la solidaridad y la vida en democracia. En Matemtica se trabaj la Balanza de la vida en la que los alumnos identificaban los aspectos negativos y positivos de sus vidas, luego hicieron asociaciones, relaciones, ecuaciones e igualdades; en Comunicacin publicaron una revista con diferentes artculos, dibujos que aludan a la distorsin de valores a travs de los medios de comunicacin social; se promovi el cuidado y valoracin de su cuerpo a travs del rea de Educacin Fsica, y as las otras reas desarrollaron actividades singulares. En otros casos como la experiencia de escuelas de Fe y Alegra y escuelas estatales en Lima y Ayacucho, y el proyecto de Educacin Democrtica de CIDE - colegio Jos Antonio Encinas, se han validado recursos metodolgicos que posibilitan prcticas educativas y climas relacionales en el aula, basados en los pilares antes sealados. Con estas experiencias pueden mostrarse las grandes posibilidades que tiene la escuela para abordar desde todas las reas la promocin de los valores y no reducirlas a una responsabilidad de los tutores y de la direccin.

3. CULES SON LOS FACTORES QUE FAVORECEN Y OBSTACULIZAN LA EDUCACIN EN VALORES Y LA DEMOCRACIA?Desde las diversas experiencias institucionales TAREA, EDUCA, CISE,CIDE, IPNM, podemos sealar los siguientes factores, que segn el entendimiento y la prctica que tengamos de ellos, sern favorables o sern un obstculo: La Gestin de la escuela con criterios ticos: la gestin se basa en procesos de maduracin y valoracin colectiva por eso debe ser planificada y conducida de manera coherente con esos planteamientos. Si la escuela es capaz de disear e implementar procesos de aprendizaje dirigidos a sus alumnos, ha de ser una escuela que reflexiona sobre sus propios procesos y en tanto lo hace, estar propiciando un espacio tico. Cabe preguntarse: Son nuestras escuelas espacios de construccin en funcin de la realidad local? Son espacios que facilitan el trabajo colectivo y la toma de acuerdos y responsabilidades conjuntas? El sentido de autoridad: el ejercicio de la autoridad es un acto al servicio de lo colectivo y de la promocin de procesos educativos renovadores. Tiene gran repercusin pues define los estilos, las apreciaciones, la dinmica de una comunidad, de ah que no pase desapercibido. Por ello decimos que el sentido de comunidad se puede ver fortalecida o resquebrajada desde el sentido de autoridad, puede hacer posible una marcha a favor o en contra de una educacin en valores.Las prcticas educativas estn frecuentemente sustentadas en el ejercicio de una autoridad legal, desde donde se desarrollan las relaciones verticales, autoritarias, dominantes, que traen como consecuencia en los estudiantes actitudes de dependenciasumisin o reaccin. La ascendencia es mnima, lo que se observa es un sometimiento por temor, que genera una pobreza en la capacidad de autocontrol.La actitud de servicio y la coherencia del educador es por el contrario un camino que va progresivamente generando en el estudiante, el dativo de autoridad moral al maestro. Este tipo de autoridad propicia la autonoma porque se reconoce en l una persona ntegra, este maestro alienta por tanto, la madurez e independencia del alumno, ayuda al desarrollo de una conciencia interna. Se es autoridad para hacer crecer, no para controlar el crecimiento. El sentido de participacin y comunicacin: El valor de la palabra como fuerza tica da una expresin de identidad, por su capacidad de ser puente y fuente de relacin, de encuentro. La palabra explcita valores y valoraciones.Muchas veces nos encontramos que anteponemos el valor de los hechos antes que el dilogo o la comunicacin. El afn de la eficiencia nos lleva a no ser tolerantes y a perder calidez humana, se evita reflexionar ante la fuerza de los hechos. El encuentro del pensar con el hacer creativo y concertado se hace urgente. Recuperarlo demanda un proceso de reaprendizaje, de revaloracin a todo nivel y en mltiples instancias. Cada vez estamos enseando pero tambin, aprendiendo, a ser ms lejanos y ajenos a lo pblico, a aquello que atae al bien comn, a quin le importa hoy que al otro le suceda algo o se vea afectado por algo? La solidaridad, la responsabilidad social se diluye o es negada porque resulta ms cmodo y facilista el no comprometerse, el no meterse y es que lo comn se est fragmentando, se privatiza y mal usa.Resulta difcil percibir los procesos de participacin y de cooperacin que son los que construyen y reconstruyen la colectividad. Recuperar el sentido de la participacin, es recuperar la capacidad de deliberacin, de dilogo, de discusin de lo pblico, de compromiso en lo que nos es comn, sobre la base del reconocimiento de la persona y de los otros.Los aspectos mencionados anteriormente pueden ser considerados como obstculos si no estn presentes en la dinmica escolar y de all la necesidad de recuperar su autntico sentido. Si estn presentes han de ser considerados como potentes dinamizadores de cambio y de un mejoramiento incesante.

Encontramos experiencias educativas creadoras de nuevas relaciones y nuevos procesos. El C.E. Ramiro Prial de San Juan de Lurigancho realiz una experiencia colectiva de fortalecimiento de la identidad personal y cultural con el Proyecto Se quin soy, no lo dudo, mis padres son mi orgullo. Los estudiantes tomaron conciencia del valor de las costumbres y tradiciones heredadas de sus ancestros.La reflexin se hizo involucrando a todas las reas acadmicas. En matemticas se parti de investigar la forma de vida para llegar a recrear restos arquitectnicos utilizando el sistema geomtrico y numrico y tambin los quipus. En el rea de comunicaciones se recrearon cuentos tradiciones y canciones que los alumnos y sus familias trajeron de sus lugares de origen y en su lengua materna. En ciencia tecnologa y ambiente se prepararon platos con alimentos autctonos. En el rea de estudios sociales se present un mdulo itinerante de turismo que relacionaba los restos arqueolgicos locales con la vida familiar de los antiguos pobladores. Idiomas elabor trpticos sobre diversos temas culturales. Educacin Fsica rescat juegos recreativos tradicionales de la poca incaica, colonial y republicana, Educacin artstica prepar danzas autctonas. A travs de esta actividad colectiva se logr que los alumnos tomaran conciencia de ser herederos de una gran riqueza cultural, cientfica y tecnolgica que formaba parte de su propia identidad. Se foment la participacin organizada de los padres de familia, recuperando sus experiencias y conocimientos, integrndose a las actividades pedaggicas de la escuela, Los profesores vivenciaron una experiencia de trabajo en equipo interdisciplinario.Se concret un currculo cuyos contenidos tenan significatividad para los estudiantes, un currculo distinto, abierto al saber cotidiano, al saber de la identidad cultural propia, al saber popular, al saber de la socializacin. Saberes por mucho tiempo relegados y excluidos, aduciendo que son saberes primarios, primitivos e intrascendentes. Prejuicio enraizado en una racionalidad positivista que sostiene que lo que otros piensan y crean, no tiene rigor cientfico, evitndose as que no se eleve la experiencia cotidiana al nivel del saber abstracto y universal.

4. CMO EDUCAR EN VALORES Y DEMOCRACIA?Al haberse declarado la Educacin Peruana en Emergencia Educativa queremos entender que se trata de una voluntad firme y una decisin poltica, de impulsar procesos de participacin y corresponsabilidad, en la tarea de educar integralmente a todas y todos.El involucramiento multisectorial y del conjunto de actores sociales, es fundamental para garantizar de manera ms sostenida, que la educacin de calidad para todas y todos es una utopa ms posible que probable. Tal como se seala en la exposicin de la Presidenta del Consejo de Ministros ante el Congreso de la Repblica, en julio pasado, los objetivos a lograrse en el mediano y largo plazo, seran: Frenar el deterioro en la calidad de la educacin y revertirlo; Priorizar la educacin bsica; Enfatizar en la formacin continua y actualizacin de maestros; Evaluar y reparar la infraestructura escolar.Estas expectativas implican abordar y considerar diversos aspectos para ser logrados.Estimamos que la calidad de la educacin pasa por:Identificar los niveles de rendimiento escolar o aprendizajes alcanzados por los estudiantes. Los resultados de las pruebas nacionales e internacionales en las reas de comunicacin, matemtica, ciencia y ambiente sealan serias deficiencias en nuestros alumnos y docentes. Priorizar el logro de la comunicacin. La comprensin lectora es necesaria y urgente y puede alcanzarse sin desdear otros aprendizajes. El ejercicio de una ciudadana humana, diferente a la que estamos hoy habituados, o habitundonos, que necesita de una formacin tico moral slida y sostenida en la que todos somos responsables. Desarrollar capacidades de comunicacin y comprensin lectora con los contenidos explcitos de una educacin en valores y en especial de valores morales, teniendo en cuenta los procesos de maduracin y desarrollo de los estudiantes.Hemos constatado que las relaciones entre los miembros de la organizacin escolar son fuente importante de formacin en valores, de imitacin y ejercicio de la prctica democrtica. Impactan ms en las y los estudiantes lo que viven, perciben con sus sentidos y sobretodo cuando encuentran correspondencia entre el obrar y la palabra. Por ello se hace urgente: Una gestin participativa, transparente y tica: esta evidencia nos estara indicando que tenemos que atender con especial inters las formas de participacin y organizacin que se favorecen en la escuela, cuidar el clima de relaciones entre docentes, directores, alumnos, padres de familia, pues es una fuente principal de conflictos que, en muchos casos, entorpece los procesos de cambio. Una prctica pedaggica que considera cuatro entradas que la experiencia nos seala:a)Desarrollo de estrategias dentro del aula (hora de OBEtutorahora de reflexin): estrategias dirigidas al autoconocimientoestrategias dirigidas al autocontrolestrategias dirigidas al desarrollo de la socializacin-estrategias dirigidas a la comprensin y transformacin de la realidad.b) Prcticas educativas y de gestin que promuevan el ejercicio de la convivencia y el aprendizaje democrtico, desde los proyectos institucionales: contenidos transversalesclima institucionalcapacitacintrabajo con padres de familia etc.c)Formacin docente en valores morales: generacin de espacios reflexivosgrupos de estudiointercambio de experiencias.d) Procesos organizativos: redes educativas con gestin participativa, democrtica, colaborativa, colegiada, representativa, cogestionaria; organizaciones estudiantiles; intercambios de experiencias.

Es importante contar con propuestas prcticas y tericas que tornen en realidad las grandes aspiraciones sealadas. El contar en el aula as como en la gestin administrativa y pedaggica, recursos prcticos, es de mucha utilidad para evidenciar que es posible transformar las formas de interactuar, en otras ms satisfactorias y gratificantes.

As por ejemplo, en una de las experiencias de CIDE en escuelas estatales de Lima y Ayacucho, se llevaron a la prctica algunos recursos de gestin que posibilitaron climas saludables creados a partir de la posibilidad de participar en la gestin pedaggica, en la resolucin de conflictos en los distintos niveles en los que se presenten. El rol de la direccin escolar se vio transformada a partir de la posibilidad de resignificar su sentido en el encuentro con los docentes, la creacin de espacios de escucha e intercambio con los y las alumnas en lugar del tedioso momento semanal de formacin.

As mismo los y las docentes lograron evidenciar cambios y revalorar a los nios y nias, a partir de la prctica de recursos en el aula, tales como:

El nio y la nia del da o la noticia personal, recursos que favorecen la autoestima y la identidad, poniendo atencin central al ser de cada uno y cada una.

La asamblea semanal, recurso para la participacin, el debate y la bsqueda de acuerdos que tiendan a una convivencia democrtica, que ponga en evidencia la vivencia de valores como la honestidad, la solidaridad y la responsabilidad.

La escalera del conflicto, recurso que permite el anlisis, la reflexin y la resolucin de los conflictos presentados en el aula, con una mirada ms objetiva y un criterio de justicia en las decisiones que se tomen como consecuencia.

Las responsabilidades, recurso que favorece la participacin equitativa en las diversas tareas que requieren atenderse en el aula, independientemente del ser varones o mujeres.

Ms all de estos mbitos al interior de la escuela, es importante considerar la interaccin con la comunidad, aportando de acuerdo a las fortalezas con que ella cuenta y vinculndose con ella como soporte frente a sus necesidades de acuerdo a las instancias organizativas existentes (DEMUNA, Municipio, Centros de Salud, Mesas de trabajo y Redes Interinstitucionales).

Finalmente el tema de la educacin en valores y en democracia es amplio y controversial pero a la vez, convocante, proactivo porque nos desafa permanentemente a estar alertas, a reencontrar los sentidos de nuestro propio ser personal y comunitario y en este proceso construir pas.

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