Economía de la violencia colombiana

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Paula Andrea Cabrera11CNMColegio Jefferson17 de noviembre de 2010

Economía de la violencia colombiana

En este ensayo se busca demostrar que existe una interrelación entre la violencia y el desarrollo económico del país. Si bien el país ha estado marcado por la violencia, estudios recientes han demostrado que el desarrollo económico del país ha jugado un papel crucial en la violencia y ésta ha condicionado tan particular desarrollo. En pocas palabras, se quiere entender como en Colombia existen una serie de variables de carácter económico que tienen efectos en los determinantes de la violencia, lo que nos permitirá dar una explicación alternativa a ambos fenómenos.

Cotte y Cotrino [2006], establecen que variables como la pobreza, el conflicto armado, el narcotráfico, la exclusión política, desequilibrios sociales, la falta de oportunidades y desigualdades económicas constituyen “causas objetivas” de la violencia, las cuales están fuertemente ligadas a la economía nacional. Fenómeno que se produce cuando la sociedad ve obstaculizado su desarrollo debido a las limitaciones de un Estado débil e ineficiente que no logra fomentar la legalidad, la igualdad, la resolución de conflictos sociales, el bien colectivo sobre el individual y la ciudadanía. Un Estado cuyas políticas públicas no están dirigidas al desarrollo de su población.

Colombia; un país violento, una sociedad altamente subversiva, ligada al narcotráfico, la delincuencia común y los ejércitos armados al margen de la ley. Desde el último siglo, los niveles de homicidios han aumentado exponencialmente (90 muertes por cada 100.000 habitantes), mostrando que la violencia hace parte de nuestro común, y peor aún, este fenómeno ha ido empeorando sustancialmente. Somos una sociedad con un crecimiento de acciones criminales, un flujo de conocimiento delictivo, cultura del dinero fácil y resolución violenta de conflictos. Esta violencia a su vez se expresa en el homicidio, las lesiones personales, el maltrato, el desplazamiento masivo de personas y el abandono de la actividad productiva e intelectual; dejando una sociedad devastada y un desarrollo retrasado.

Estudios demuestran que (Fajnzylber et al. 1998) la desigualdad en el ingreso aumenta el crimen y tiene efectos positivos sobre el aumento de la tasa de homicidios. Es decir que cuanto más grande sea la desigualdad, será más grande la población que se dedique a actividades ilegales; provoca un aumento en las actividades delincuenciales y, por lo tanto, esto se traduce en más violencias. A mayor desigualdad, mayor violencia, mayor inestabilidad socio-política y, por último, menor crecimiento económico. Ejemplo de ello se presentó cuando la caída del PIB, aumentó la desigualdad y el desempleo en el país.

Otra de las “causas objetivas” de la violencia, es la pobreza. Se ha demostrado que una de las causas de la criminalidad y la violencia es concentración de la riqueza (Montenegro y Rivas 2005, Cotte 2004), pues la desigualdad lleva a mayores niveles de pobreza y por lo tanto existirán con mayor frecuencia actividades de insurgencia violenta con el propósito de alcanzar condiciones deseables de calidad de vida. Garay (2002) demuestra el desequilibrio en los niveles de crecimiento económico, llevan al aumento de los indicadores de pobreza e indigencia, inequidad, exclusión social, desempleo y precariedad de los a servicios del Estado.

La desigualdad y la pobreza llevan a la sociedad a un comportamiento criminal, es explicado por medio de “economía del crimen”, en la cual se establece que los criminales siempre actúan bajo los incentivos existentes y a consecuencia de la falta de oportunidades y desigualdades de la sociedad en la que están

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inmersos. Esta violencia se da de tres tipos: violencia social (delincuencia común), los grupos al margen de la ley y el narcotráfico.

Fallas importantes en el funcionamiento del Estado Colombiano han llevado a que grupos de la población se sientan excluidos, discriminados y olvidados, por lo que deciden organizarse con el fin de se apropiarse de lo que el Estado les ha negado y acumular de de riqueza a través de la fuerza. Estas organizaciones de guerrillas “revolucionarias” al margen de la ley, han sido, son y serán una de las expresiones de violencia más devastadoras para nuestro país. En 1995 el 93% de los homicidios se concentraron en regiones donde existe presencia de grupos armados y únicamente un 12% de las muertes violentas ocurrieron en sitios libres de la influencia de estos grupos.1A pesar de haber surgido con ideas revolucionarias, son en realidad “estrategias de organización armada para conseguir fines políticos, territoriales y económicos. Utilizan la violencia sistemática para ganar el control de la población y el intercambio mercantil para asegurar la supervivencia en condiciones de amenaza e incertidumbre.” Hirshleifer [2003:15-20].

Prueba de ello es la concordancia entre el aumento de los niveles de desigualdad y de violencia política. Lo que se muestra con el surgimiento de las guerrillas simultáneamente los niveles de distribución del ingreso aumentaban negativamente. Los frentes guerrilleros pasaron de 14 en 1980 a 102 en el 2002, mientras que alrededor de la misma época el ingreso de la población más pobre del país cayó 30%, mientras que la población con mayores ingresos los aumentaron 5%.

Estos grupos acuden a una economía ilegal, capital necesario para asegurar su supervivencia y constituir una amenaza social importante. Actividades ilegales como el narcotráfico y los secuestros que les permiten lucrar, incrementando los niveles de violencia y desigualdad sustancialmente. En conclusión, a través de las guerrillas se evidencia como se fortalece la economía ilegal del país, debilitando la economía legal, retrasando su desarrollo.

Es indudable que existen una relación entre el tráfico de drogas, los grupos armados al margen de la ley, la pobreza y la continua violencia que se vive en Colombia. Por un lado, la proliferación tanto de los cultivos ilícitos, como del narcotráfico, están asociados con indicadores de pobreza, pues se da especialmente en zonas donde los índices de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), Línea de Pobreza (LP), Línea de Indigencia (LI), etc. (Pérez 2005: 6), están por encima del nacional. Por otro lado, el narcotráfico, especialmente el cultivo y tráfico de cocaína, alimentan la violencia, según Echeverri y Partow (1998) las tasas de homicidios en Colombia se han elevado, por el surgimiento y consolidación del narcotráfico.

Analizar el fenómeno de la violencia, por medio de herramientas económicas, permite tener una visión completamente nueva de dicho fenómeno. Si bien es cierto que la economía no se ve afectada por pequeños periodos de conflicto, no sucede lo mismo en el caso de un conflicto prolongado como el de nuestro país, lo que lleva a reducir el crecimiento económico y los beneficios del mismo a largo plazo.

Mostrando esta clara interrelación estudios han concluido: 1. La probabilidad y el tamaño del castigo tienen un efecto negativo en todos los tipos de crimen (Ehrlich 1973, Vandaele 1978, Myers 1980). 2. En las actividades legales, una baja ganancia proporciona generalmente un efecto negativo en el crimen (Myers 1980). 3. El efecto en la desigualdad de la renta es positivo en la mayoría de los casos (Ehrlich 1973, Vandaele 1978) 4. El desempleo tiene un efecto positivo en relación con el crimen (Willis 1983).2

1 MARTINEZ, Astrid. Economía, crimen y conflicto. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia: marzo de 2001 [Consulta: 20 de octubre de 2010]. URL <http://redalyc.googlebooks.mx/pdf/952/95260208.pdf revisado: 20 de octubre de 2010.>

2 COTTE POVEDA, Alexander. Crecimiento, desigualdad y pobreza: un análisis de la violencia en Colombia. Universidad La Salle. Bogotá, Colombia: 2006 [Consulta: 20 de octubre de 2010]. Revista de Investigación, julio-

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Las altas tasas de criminalidad están directamente ligadas a la deserción escolar de jóvenes en el país, causando la disminución del capital humano, pues la mano de obra no calificada afecta negativamente el crecimiento económico. Con el aumento de la violencia, aumenta la incertidumbre y reduce el horizonte vital de los agentes económicos, reduciendo así el descuento de las inversiones de capital humano. Se contraen consigo las inversiones de capital a largo plazo, producto de la disminución del horizonte temporal durante el cual se debe amortizar dichas inversiones, por el miedo a la pérdida o destrucción de los activos productivos. Otro fenómeno es las fugas de capital al extranjero, lo que ocasiona pérdidas en el desarrollo de la industria domestica, reduciendo las oportunidades de empleo y la productividad de las industrias.

Las actividades ilegales también contribuyen a la distorsión de precios relativos, producto de las economías subterráneas y el lavado de dinero ilegal en un país donde la tasa de criminalidad es tan alta, es “necesario” realizar una inversión más alta en el ministerio de protección y justicia, descuidando otras áreas vulnerables del país como lo son la educación y la economía, que bien podrían suplir las necesidades básicas de las comunidades más vulnerables del país.

Los estudios realizados, tratando de demostrar los costos de la violencia para el país, son bastantes variados y contradictorios, por lo que la tarea de cuantificar los costos es imposible al plantearnos como seria la economía colombiana en un contexto pacifico. Sin embargo al hablar de cifras podemos citar que: “Badel (1999) estima la factura implícita de la violencia urbana entre 1991 y 1998 en 2.1% del PIB anual y el coste del conflicto armado en 2.4%. Por su parte Granda y Rojas (1995) concluyen que el coste del conflicto armado en el periodo de 1991-1994 ascendió al 4.6% del PIB anual, y a un nivel mas especifico Parra (1998) estima que la tase del aumento de homicidios en 1% reduce la tasa de inversión privada en 0.66%.”3

Podemos concluir que la violencia ha sido un lastre la economía nacional. Sus impactos han sido puramente negativos, por lo que podríamos catalogar a la violencia como una de las principales causas del bajo desarrollo económico de Colombia, siendo un país tan rico tanto natural como humanamente. Nada positivo debe tener los altos índices de criminalidad y delincuencia, pocos esfuerzos no solo por parte del Estado sino de los colombianos de destinan en el desarrollo la industria, la inversión de capital o a promover prosperidad del mercado nacional; sin embargo se presenta una relación opuesta en la que el desarrollo económico ha sido una de las causas del alto nivel de criminalidad en nuestro país, pues la violencia, sea cual sea la situación, siempre se presenta donde por causas económicas, no hay oportunidades sino para las clases altas. Tristemente vivos en un país donde la brecha entre clases es abismal y poco se lograra en poner los intereses individuales sobre los colectivos.

A manera de reflexión podríamos preguntarnos ¿cuáles son las expectativas de desarrollo económico del país cuando se llegue a la paz? Por ahora sabemos que es difícil remediar en un abrir y cerrar de ojos, lo impactos de un conflicto tan prolongado. Sin embargo debemos cambiar la cultura de violencia por la de paz, para poder si quiera logar empezar un cambio positivo en nuestro país, que permita un desarrollo económico adecuado.

Tanto desde lo teórico como desde lo empírico, la evidencia presentada apunta a que en el país se configuran una serie de interrelaciones en la que la evolución de la violencia a lo largo del tiempo está determinada por aspectos socioeconómicos, demográficos, el conflicto armado y la presencia del Estado

diciembre, año/vol. 6, número 002. pp. 209-222. URL <http://redalyc.uaemex.mx/pdf/952/95260208.pdf>

3Ibíd.

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en algunas regiones del país. Igualmente se pudo comprobar que las variables asociadas con las causas objetivos de la violencia tienen incidencia en el conflicto actual que se vive en el país.

BIBLIOGRAFÍA

• MARTINEZ, Astrid. Economía, crimen y conflicto. Universidad Nacional de Colombia.

Bogotá, Colombia: marzo de 2001 [Consulta: 20 de octubre de 2010]. URL <http://redalyc.googlebooks.mx/pdf/952/95260208.pdf revisado: 20 de octubre de 2010.>

• COTTE POVEDA, Alexander. Crecimiento, desigualdad y pobreza: un análisis de la

violencia en Colombia. Universidad La Salle. Bogotá, Colombia: 2006 [Consulta: 20 de octubre de 2010]. Revista de Investigación, julio-diciembre, año/vol. 6, número 002. pp. 209-222. URL <http://redalyc.uaemex.mx/pdf/952/95260208.pdf>

• COTTE POVEDA, Alexander. Una explicación de las causas económicas de la violencia

en Colombia. Universidad de La Salle. Grupo de Investigaciones en Violencia, Instituciones y Desarrollo Económico. Bogotá, Colombia: 2002 [Consulta: 20 de octubre de 2010]. URL: <http://www.ucpr.edu.co/desarrollohumanoypaz/old/modulos/encuentrosnacionales/lasotrasviolencias-laotrapaz/aALEXANDER_COTTE_POVEDA.pdf.>