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Las ideas, afirmaciones y opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente las del Centro de Formación para la Integración Regional (CEFIR). Las traducciones al idioma español de las ponencias de Antoine Bousquet, Jacob Kol, Marc Vuijlsteke y Carlos Chiarelli no han sido revisadas por los autores. Tabla de Contenido

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Las ideas, afirmaciones y opiniones expresadas por los autores son de su exclusiva responsabilidad y no representan necesariamente las del Centro de Formacin para la Integracin Regional (CEFIR).

"Integracin Regional: la Formacin Superior y la Formacin Continua"

"Integracin Regional: la Formacin Superior y la Formacin Continua"Las traducciones al idioma espaol de las ponencias de Antoine Bousquet, Jacob Kol, Marc Vuijlsteke y Carlos Chiarelli no han sido revisadas por los autores.

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41Tabla de Contenido

Valentin KLOTZQu relevancia tienen la educacin superior y la formacin como herramientas de apoyo para la integracin regional? La perspectiva europeap. 3

Flix PEARequerimientos que la integracin regional plantea en materia de educacin superior y formacin: una visin estratgica desde la perspectiva latinoamericanap. 10

Horst GREBELa relevancia de la educacin superior en la presente etapa de la integracin latinoamericanap. 16

Antoine BOUSQUETLa cooperacin en educacin y en formacin factor de integracin regional: la experiencia europeap. 22

Gustavo RODRIGUEZ OSTRIAProgramas y acciones de educacin postgradual en integracin regional. La experiencia latinoamericanap. 32

Carmen GARCIA GUADILLALos postgrados en los pases del Grupo de Ro y del MERCOSUR: algunos elementos cuantitativosp. 41

Jacob KOLIntegracin regional y educacin universitariap. 48

Marc VUIJLSTEKEIntegracin regional y educacin: el Colegio de Europa en Brujasp. 56

Jorge BROVETTOLa experiencia latinoamericana en materia de cooperacin acadmica interinstitucionalp. 61

Salomn CABEZASLa experiencia latinoamericana en materia de cooperacin acadmica interinstitucionalp. 65

Carlos CHIARELLIEl grupo ARCAM en el proceso de integracin del MERCOSUR: papel de la Universidadp. 68

Martn AROCENACules son los desafos, dimensiones y modalidades de la formacin sobre integracin regional?. La experiencia de formacin a travs del INTALp. 71

Luis YARZABALComentarios al panel sobre redes de cooperacin acadmicap. 76

Julieta LEIBOWICZPotencialidad de los apoyos informticos en formacin flexible y a distanciap. 80

Nicolas DUBOIS El Colegio de Europa, laboratorio de educacin para la integracin europea?p. 94

QUE RELEVANCIA TIENEN LA EDUCACION SUPERIOR Y LA FORMACION COMO HERRAMIENTAS DE APOYO PARA LA INTEGRACION REGIONAL? La Perspectiva EuropeaValentin KLOTZDepartamento de Actividades Sectoriales (Administracin Pblica), Organizacin Internacional del Trabajo (OIT), Ginebra, SUIZAEs para mi a la vez un honor y un gran placer poder dirigirme a ustedes, como representante de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT), en esta sesin inaugural del Seminario-Taller "Integracin Regional: la Formacin Superior y la Formacin Continua".Quisiera ante todo agradecer a los organizadores de este seminario por haberme invitado a participar y al mismo tiempo transmitirles el cordial saludo del Director General de la OIT, Sr. Michel Hansenne, quien les desea el mejor de los xitos en vuestras importantes labores.El tema escogido para este seminario es a la vez complejo y fascinante. Como representante de una organizacin universal y tripartita, pero con fuertes estructuras regionales, y habiendo personalmente vivido y trabajado para la OIT tanto en Amrica Latina como en Europa, creo poder hablar a ustedes sobre este tema desde una perspectiva mundial pero tambin regional. Estas dos perspectivas, y estoy profundamente convencido de esto, no se contradicen; por el contrario se complementan y fortalecen mutuamente. Esto vale tanto para los aspectos polticos como econmicos y sociales de los procesos de integracin regional y mundial, que podemos observar hoy en todas partes del mundo.Esta complementariedad ya haba sido constatada hace ms de 50 aos por Winston Churchill en un discurso pronunciado en Zurich en septiembre de 1946. En ese discurso Churchill desarroll su visin de los Estados Unidos de Europa. A la vspera de la fundacin de las Naciones Unidas en ese mismo ao, Churchill quiso anticiparse a un posible conflicto que podra surgir entre esa nueva organizacin y su idea de una Europa unida, y en ese contexto dijo:"No existe ninguna razn por la cual una organizacin regional europea debera entrar, de una manera u otra, en conflicto con la organizacin mundial (de las Naciones Unidas). Yo creo que, por el contrario, la agrupacin ms grande solamente puede sobrevivir si puede respaldarse sobre grupos naturales y estrechamente ligados entre s."La verdad de estas palabras de Churchill ha sido confirmada posteriormente tanto a nivel de la integracin europea como la de otras regiones, como la vuestra en Amrica Latina, y la integracin mundial que se ha acelerado en estos ltimos aos.Antes de abordar mi tema, permtanme detenerme un momento en esta regin de Amrica Latina que me es muy querida, y donde los procesos de integracin econmica y tambin social se han acelerado ltimamente. Otros colegas, hablarn en este seminario de la integracin en Amrica Latina y del papel que juegan la educacin y la formacin en ese proceso. Como representante de la OIT me es particularmente grato poder evocar por mi parte los numerosos lazos de fraternidad, de solidaridad y de cooperacin que nos han unido con los pases de Amrica Latina desde el comienzo de nuestras labores en 1919. En efecto, la mayora de los pases latinoamericanos son miembros fundadores de la OIT y nos han acompaado y apoyado, junto con los dems pases que se nos han unido posteriormente, en nuestra lucha comn por la paz y la justicia social. Y en todos estos aos la OIT ha desempeado una labor nica de promocin y de coherencia social en este continente, a travs de la harmonizacin de la legislacin social y laboral basada en las normas internacionales del trabajo, del fortalecimiento de los sistemas de administracin de trabajo, de seguridad social, de formacin profesional y en general de formacin de funcionarios de los Ministerios de Trabajo, del personal de los servicios de empleo, de los inspectores laborales, de los representantes empresariales y sindicales.La OIT tambin ha prestado su cooperacin a los esfuerzos de integracin regional en Amrica Latina, tanto en el contexto del Pacto Andino - pienso en particular en el Convenio Simn Rodrguez de Integracin Socio-laboral - como en el contexto del Mercado Comn del Sur (MERCOSUR).Un papel muy importante han jugado en este contexto la Oficina Regional de la OIT para Amrica Latina y el Caribe y los grandes centros regionales de la OIT en Amrica Latina. Hoy da, estos centros han sido reemplazados por nuestros equipos multidisciplinarios en varias partes de la regin, con excepcin del Centro Interamericano de Formacin Profesional (CINTERFOR), que continua siendo el centro de excelencia en todo lo que concierne a la formacin profesional, la creacin y fortalecimiento de los centros nacionales de formacin profesional, la normalizacin y certificacin de competencias, el fortalecimiento de los sistemas nacionales de formacin gracias a la cooperacin entre los pases, y muchos otros aspectos de esta importante materia.Los pases latinoamericanos, sus gobiernos, organizaciones empresariales y sindicales han hecho aportes muy significativos a los trabajos y programas de la OIT. Pienso en particular en las contribuciones, ideas y proposiciones de las delegaciones tripartitas de vuestros pases a las actividades normativas de nuestra organizacin. Estos aportes y contribuciones han enriquecido sustancialmente el contenido de las normas internacionales del trabajo. Pero tambin se han hecho aportes importantes en el rea de la cooperacin tcnica, en el fomento del empleo y de la formacin profesional, la creacin de pequeas y medianas empresas y muchas otras reas. Y as, fue la Conferencia Interamericana de la OIT la que lanz en 1966 el Programa de Empleo de Ottawa, precursor del Programa Mundial de Empleo que fue adoptado aos ms tarde por la Conferencia Internacional del Trabajo. Asimismo fue en Amrica Latina donde se origin la as llamada cooperacin tcnica horizontal, a travs de la cual expertos provenientes de un pas en desarrollo asisten a otros pases en desarrollo en la realizacin de proyectos y programas de la cooperacin tcnica. No poda dejar de mencionar estos aportes y ejemplos de cooperacin, dado que han jugado tambin un papel importante en la integracin social tanto a nivel regional como internacional de nuestra aldea planetaria.1. LA INTEGRACION EUROPEA Y LA FORMACIONPero volvamos a Europa y al tema que me ha sido propuesto desarrollar en este seminario. Este tema tiene por objetivo analizar la relevancia que tienen la educacin y la formacin como herramientas de apoyo para la integracin regional en la perspectiva europea.La evaluacin precisa de esa relevancia es ciertamente muy difcil, dado que el impacto de la educacin o de la formacin no puede ser fcilmente aislado del impacto de otros factores de la integracin regional. As, por ejemplo, los eventos polticos de 1989/90 que llevaron al derrumbamiento del muro de Berln y a la desaparicin de la lnea de demarcacin que separaba a Europa occidental de Europa oriental, han tenido tambin profundas repercusiones sobre los procesos de integracin en este continente. En Europa occidental, este proceso continu con una cierta dinmica, ya que la Comunidad Europea, ahora Unin Europea, continu expandindose en 1995 con la adhesin de pases, que hasta ese entonces se consideraban neutrales: Austria, Finlandia y Suecia. En Europa central y oriental se pudo observar al principio, por el contrario, un proceso de desintegracin. La desaparicin del ente poltico Unin Sovitica tuvo como consecuencia casi inmediata la declaracin de independencia de las repblicas que la conformaban. Si a este fenmeno se aade la desintegracin de Yugoslavia y la separacin de Checoslovaquia en dos Estados independientes, el mapa poltico de Europa central y oriental tena en 1992/93 un aspecto muy diferente al de 1989.Esta evolucin europea tambin repercuti en el sistema de las Naciones Unidas y sus organismos especializados, ya que todos estos nuevos pases independientes decidieron ser miembros de nuestro sistema. Es as como, en la OIT, hemos acogido en los ltimos aos ms de 15 nuevos Estados miembros europeos. La Conferencia Regional Europea, que en 1989 contaba 34 Estados miembros, creci en 1993 a 51 Estados miembros, todos ellos provenientes de Europa central y oriental y de Asia central.Actualmente existen varios grados de integracin regional en Europa, en particular por el hecho de los acuerdos europeos, que son los acuerdos de pre-adhesin para los futuros miembros. Pero el proceso de integracin regional en la Unin Europea pone en marcha polticas comunes, integradas, y dentro de poco una moneda nica. Esto significa que la formacin debe estar a la altura del fortalecimiento permanente de la Europa misma. Cuando hay un mayor avance en la integracin regional, mayor debe ser la formacin ligada a la preparacin de esa integracin que debe ser duradera.2. CUALES SON LAS IMPLICACIONES DE ESTOS PROCESOS POLITICOS SOBRE LA PERSPECTIVA EUROPEA DE LA EDUCACION Y DE LA FORMACION COMO HERRAMIENTA DE INTEGRACION REGIONAL?La idea de perspectiva me conduce a evocar ante todo el caso de los pases susceptibles de adherirse a la Unin Europea, es decir los pases de Europa central y oriental. Esa perspectiva europea es, como ustedes saben, de una actualidad candente, dado que hace referencia implcitamente a la fecha de adhesin de esos diferentes Estados y al desafo considerable que representa para ellos la adaptacin de sus dispositivos de formacin a los estndares occidentales. Estos pases reconocen claramente la importancia que reviste la educacin y la formacin para su integracin en la Unin Europea. Es as que en un seminario que tuvo lugar en Ginebra en 1996 sobre la ampliacin de la Unin Europea, el ex-Ministro de Economa y Finanzas de Polonia, Sr. Leszec Balcerowicz, deca que la primera condicin de alcanzar econmicamente a la Europa de los 15 era, segn l, un buen sistema de educacin.Para mejor comprender qu papel jugar en adelante la formacin en la integracin regional europea, hay que preguntarse tambin retrospectivamente sobre el papel que han jugado hasta ahora la educacin y la formacin, en especial la formacin profesional como instrumento de sobrevivencia econmica, como medio de promocin social y tambin como herramienta indispensable de construccin del edificio europeo.3. LA FORMACION PROFESIONAL Y SU PAPEL EN LA INTEGRACION EUROPEA: LA RETROSPECTIVAYa durante la llamada guerra fra, uno de los pocos temas sobre el cual se pudo discutir sin polmicas ideolgicas entre Europa occidental y Europa oriental en el seno de la Conferencia Regional Europea de la OIT fue la formacin profesional. Esto se explica por el hecho de que la formacin profesional concierne a los trabajadores y a los empleadores de todos los pases, independientemente de su orientacin ideolgica. Los empleadores estn interesados en tener una mano de obra calificada, dado que con un personal calificado y bien formado pueden aumentar la productividad en sus empresas y su competitividad en el mercado laboral; los empleadores tambin necesitan ms y ms una mano de obra calificada que pueda manejar los equipos tcnicos y maquinarias cada vez ms sofisticados que estn siendo instalados en empresas y oficinas. Los trabajadores necesitan la capacitacin y la formacin para poder desarrollar sus aptitudes, estar en mejores condiciones de encontrar un puesto de trabajo, mantener el que tienen, protegerse contra el desempleo o ser promovidos a puestos superiores; por otra parte tambin necesitan capacitacin y formacin para poder adaptarse a los cambios tecnolgicos y a las transformaciones estructurales que se producen en la economa. Los gobiernos, en fin, estn interesados en aumentar a travs de la formacin la movilidad de los trabajadores y su productividad; dado que as se mejoran sus posibilidades de competir con sus productos en los mercados regionales y a nivel mundial.La Conferencia Internacional del Trabajo adopt en 1975 un Convenio (Nm. 142) y una Recomendacin (Nm. 150) sobre la orientacin profesional y la formacin profesional en el desarrollo de los recursos humanos. Estos instrumentos prevn la adopcin de polticas y programas completos y coordinados en el campo de la orientacin y formacin profesionales, que debern alentar y ayudar a todas las personas en un pie de igualdad y sin discriminacin alguna, a desarrollar y utilizar sus aptitudes para el trabajo en su propio inters y de acuerdo con sus aspiraciones, teniendo presentes al mismo tiempo las necesidades de la sociedad. Estas polticas y programas debern ser establecidos en estrecha relacin con el empleo y tener en cuenta, entre otras cosas, las necesidades, posibilidades y problemas en materia de empleo, tanto a nivel regional como nacional. En cuanto a la Recomendacin 150, establece que la cooperacin internacional en este campo debera incluir la preparacin y difusin de documentos y material bsico de orientacin (ver para. 75 (f) de la Recomendacin). Estos dos instrumentos internacionales han sido de particular relevancia desde su adopcin para las actividades de la OIT en materia de orientacin y de formacin profesionales.En Europa occidental, el derecho a la formacin profesional y a la orientacin profesional ya haban sido consagrados en la Carta Social Europea, adoptada en 1961 en el marco del Consejo de Europa. Esta Carta, que posteriormente fue actualizada, fue elaborada en estrecha cooperacin con la OIT y se inspira ampliamente en los convenios y recomendaciones internacionales de nuestra organizacin. En materia de formacin profesional, la Carta prev tambin medidas especiales en vista a la reconversin profesional de los trabajadores adultos, y una serie de facilidades para el ejercicio de ese derecho por parte de los trabajadores.En la Unin Europea, la educacin y la formacin son consideradas desde hace mucho tiempo como pilares importantes de la integracin. Es as que entre los cinco objetivos asignados a los fondos estructurales, dos hacen alusin explcitamente a la formacin. El primer objetivo, consagrado a las regiones en retraso de desarrollo establece como prioridad la valorizacin de los recursos humanos para los programas de aprendizaje y de formacin. El segundo objetivo relativo a las zonas en perspectivas de desarrollo industrial, pone el acento sobre la formacin profesional.La Carta comunitaria de derechos sociales fundamentales de 1989, que no debe ser confundida con la Carta Social Europea que evoqu anteriormente, enuncia doce grandes principios; entre ellos se encuentran el derecho de ejercer toda profesin en el pas de la Comunidad Europea de su eleccin y el derecho a la formacin profesional. El objetivo no es llegar a una harmonizacin, sino organizar la convergencia y hacer a los sistemas sociales de los Estados miembros compatibles entre ellos, a fin de evitar eventuales distorsiones de competencia. Sin embargo, en el rea social de la educacin y de la formacin, como en otras reas en las que la Unin no dispone de competencias exclusivas, es el principio de subsidiaridad el que se aplica, es decir que las instancias europeas no intervienen sino cuando su accin es ms eficaz que la de los Estados miembros actuando de manera aislada.El desarrollo de los recursos humanos tambin figura entre los objetivos de la Unin Europea y de sus Estados miembros inscritos en el protocolo social anexado al Tratado de Maastricht de 1991. En ese marco el Consejo de Ministros de la Unin Europea adopt en septiembre de 1994 una directiva sobre la informacin y la consulta de los asalariados en las empresas transnacionales. Para su aplicacin en las empresas, la directiva da la prioridad a la negociacin colectiva. Finalmente, el Consejo Europeo de Essen en 1994 defini cinco prioridades para el empleo y para luchar contra el desempleo: desarrollar la formacin; dar un crecimiento ms creativo de empleos; reducir los costos indirectos del trabajo no calificado; mejorar el funcionamiento del mercado del trabajo; y reforzar la accin en favor de los jvenes y de los desempleados de larga duracin. Tambin aqu se ve que la formacin debe jugar un papel central.4. CUALES HAN SIDO LAS DIVERSAS ACCIONES LIGADAS A LA FORMACION PROFESIONAL EN EUROPA?En primer lugar hay que constatar que el mercado de trabajo europeo no tiene el mismo dinamismo que la Europa comercial y financiera. Es por eso que ha sido creada la red Eures (European employment service), lanzada en 1992 por la Comisin Europea a fin de favorecer la movilidad geogrfica y profesional. Varios millares de ofertas de empleo circulan as sobre el territorio europeo. Tambin existen los Eures transfronterizos, puestos en marcha a iniciativa de las regiones con la ayuda de las instancias comunitarias. Estos sistemas parecen demostrar que las acciones de formacin deberan estar orientadas cada vez que sea posible hacia las profesiones que tienen una vocacin europea, a fin de maximizar las oportunidades de los buscadores de empleo.Varias directivas europeas han sido ya adoptadas en reas como la de la libre circulacin de los trabajadores o la igualdad de trato entre hombres y mujeres, que son tambin de gran inters para la OIT y en cuya concepcin nuestra organizacin tambin ha participado. En materia de formacin profesional, al lado del programa Erasmus, la Unin ha lanzado diversos programas tales como el COMETT, FORCE, EUROTECNET o LINGUA, que favorecen los intercambios y el aprendizaje de lenguas extranjeras. El futuro de Europa es en primer lugar el de los jvenes europeos. La intensificacin de la integracin europea pasa necesariamente por la formacin europea de los jvenes. As, y esto ser seguramente desarrollado por otros ponentes aqu, el programa SOCRATES permitir a ms de un milln de ellos, es decir el 10 por ciento de los estudiantes de Europa, realizar sus estudios en otro pas en el curso de los aos 1995-1999.Los Estados miembros han construido, por lo dems, sector por sector, el reconocimiento de actividades profesionales, y siete directivas sucesivas han reconocido los diplomas de profesiones reglamentadas de mdico, enfermero, dentista, veterinario, partera, arquitecto y farmacutico. Sin embargo, dado que este reconocimiento por sector ha probado ser muy lento, los Estados miembros han buscado un sistema general de reconocimiento a travs de dos directivas, de 1988 y 1992. Esos dos textos reposan sobre el principio de la confianza mutua: si en su pas de origen una persona est calificada para ejercer una profesin reglamentada, otro pas miembro debe reconocer que su formacin es suficiente para ejercer la misma profesin en su territorio.Otro ejemplo, ms actual, de accin de formacin al servicio de la integracin europea es el sector de las telecomunicaciones. Ustedes saben que ese sector est en vas de liberalizacin acelerada en el plano mundial y que por su parte Europa ha previsto una apertura total a la competencia de ese sector en 1998. Los operadores de servicios de telecomunicaciones deben preparar al conjunto de su personal a ese choque cultural que representa en particular la posicin central acordada a los clientes, por lo que esa formacin concierne sobre todo el contacto con la clientela y las nuevas tecnologas. Para las empresas europeas, la formacin continua de sus empleados constituye una condicin para mantener su competitividad. Al mismo tiempo, el contenido de la formacin est orientado totalmente hacia la integracin europea, dado que la mayor parte de las redes de transmisin de la voz, de datos y de la imagen estn entrelazadas entre s. En el sector de servicios de telecomunicaciones, la seleccin de los empleados reposa sobre las capacidades de polivalencia y de motivacin por la formacin continua.5. LA DIMENSION SOCIAL DE LA INTEGRACION EUROPEAEl fortalecimiento de la Unin Europea tiene que hacerse, a nuestro parecer, tambin a travs de la introduccin de una dimensin social y de la adaptacin de las sociedades europeas a la era post-industrial. Las reestructuraciones del aparato industrial y la expatriacin de la produccin han producido en los ltimos aos en Europa un trastorno del mercado de trabajo y una alza dramtica de las tasas de desempleo. Ese fenmeno es comn a los pases europeos. Esta situacin exige una poltica social comunitaria, dado que no habr desarrollo econmico durable sin una cohesin social. Nosotros en la OIT hemos insistido sobre este aspecto en todos los foros regionales e internacionales, en particular con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y tambin ante la nueva Organizacin Mundial del Comercio. Nuestra insistencia ha sido finalmente oda y los aspectos sociales de la mundializacin de la economa son hoy da tambin tomados en consideracin por las instancias internacionales comerciales y financieras.A nivel europeo se ha discutido mucho sobre el espacio social europeo, que ha sido paulatinamente concretizado por el Acta Unica Europea, el Consejo Europeo de Hanover y en el Tratado de Maastricht de 1991. La formacin profesional ha recibido una atencin particular en estos documentos; es as que el Consejo Europeo de Hanover fija entre otras cosas que la realizacin del gran mercado debe venir acompaada de la mejora de la formacin profesional en todos los Estados. Al mismo tiempo expres su deseo de que se cumplan las condiciones necesarias para un reconocimiento mutuo de las calificaciones acadmicas. El dilogo social, un factor decisivo de cohesin social, tambin se ha fortalecido a nivel europeo por el protocolo social anexado al Tratado de Maastricht.Sin embargo, donde sin duda Europa no ha avanzado suficientemente es en el rea de la movilidad de los trabajadores entre los Estados miembros, a pesar de que esta libertad es la ms fundamental para los trabajadores y tambin para los empleadores. Su realizacin parece ser ms difcil que las otras libertades fundamentales, es decir la libre circulacin de bienes, servicios o de capitales. Y la formacin, o mejor dicho su falta o no harmonizacin con la de otros pases miembros, ha constituido a menudo un obstculo en la va de la libre circulacin y del libre establecimiento de los trabajadores. Es ste un aspecto que reviste una importancia crucial por el hecho que en un mercado de trabajo unificado por una moneda nica, los asalariados podrn comparar sus salarios y sus condiciones de trabajo con los de los asalariados de otros Estados miembros. Es por eso que se puede esperar que la negociacin colectiva asuma ms y ms una dimensin europea y esa nueva dimensin debera ser integrada en nuestros programas de formacin destinados a los sindicatos y a los empleadores.6. LA FORMACION DE LOS RESPONSABLES DE LA POLITICA SOCIAL Y LABORAL: EL PAPEL DE LA OIT INCLUIDO EL DEL CENTRO DE TURINLa formacin de los interlocutores sociales reviste una importancia primordial en el proceso de integracin regional y para asegurar la cohesin social. La Organizacin Internacional del Trabajo ha desarrollado desde mucho tiempo ya, un conjunto de cursos de formacin de representantes sindicales y empresariales, como tambin de funcionarios de pases en desarrollo y, en los ltimos aos, de pases en transicin. As, con el apoyo de la Oficina Regional de la OIT para Europa y del Equipo Multidisciplinario de la OIT para Europa Central y Oriental en Budapest, y en particular del Centro Internacional de Formacin de la OIT en Turn, se han organizado en el transcurso de los ltimos aos toda una serie de cursos de formacin en favor de los pases de esa regin. Estos programas tienen por objetivo el apoyo al proceso de transicin y de la democratizacin a travs de la formacin de administradores y de cuadros encargados de poner en marcha las reformas econmicas y sociales en esos pases. La administracin del trabajo, las relaciones profesionales, la solucin de conflictos laborales, los sistemas de formacin profesional, la seguridad social y el desarrollo de pequeas y medianas empresas constituyen los principales sectores de intervencin. Esos programas han sido concebidos de tal manera que puedan responder a las necesidades de formacin especfica de los pases de Europa central y oriental, necesidades que se sitan, a corto o a largo plazo, en una perspectiva de adhesin a la Unin Europea.Nuestro Centro Internacional de Formacin en Turn acoge a becarios de todo el mundo y contribuye as por medio de la formacin sobre la aplicacin de las normas internacionales del trabajo y sobre el fomento de las relaciones industriales y la administracin laboral, a la integracin regional y mundial. Por lo dems, elCentro de Turn coopera con una vasta red de instituciones de Europa central y oriental. As han sido asociados al proceso de formacin centros de formacin y de educacin, institutos de investigacin, empresas, sociedades de asesoramiento y organismos gubernamentales. Todos los programas han sido puestos en marcha en estrecha colaboracin con los departamentos tcnicos de la sede de la OIT, los cuales han aportado su competencia tcnica y apoyo tanto en la preparacin como durante la implementacin de las actividades. En lo que respecta a la administracin de trabajo, por ejemplo, un curso financiado por "Alpe Adria", un organismo italiano, ha reunido participantes croatas, eslovenos y hngaros para estudiar los sistemas de informacin y de anlisis del mercado de trabajo. De manera similar, con el apoyo del gobierno alemn y en colaboracin con el Ministerio de Trabajo de Polonia ha sido organizado un programa de formacin para los cuadros de las oficinas de empleo de Bielorusia y Ucrania, a fin de reforzar el papel y la estructura de esos servicios esenciales del mercado de trabajo. Tambin en el Centro de Turn, un programa financiado por la Unin Europea consagrado al empleo y a los gastos sociales, ha permitido a representantes de los Ministerios de Trabajo y de Finanzas de Eslovaquia familiarizarse con los modelos informticos para la gestin previsional. En el rea de la formacin profesional, una serie de cursos de formacin de instructores han sido realizados en el marco de un programa de desarrollo de la formacin de adultos en Polonia, financiado por el Banco Mundial y finalmente, un curso de formacin de formadores para la administracin fiscal de Estonia ha sido conducido en el marco del programa PHARE de la Unin Europea.Cabe finalmente mencionar aqu que, el Secretario General de las Naciones Unidas ha confiado al Centro de Turn la misin de acoger la escuela de cuadros (Staff college) de todo el sistema de Naciones Unidas. Uno de los principales objetivos de esa nueva institucin es dar a los funcionarios internacionales una cultura comn basada sobre la polivalencia y los mtodos modernos de gestin.7. LA FORMACION ADMINISTRATIVA Y EL PAPEL DE LA FUNCION PUBLICALa formacin de funcionarios de los diversos Estados europeos para la integracin es muy importante dado que la construccin europea implica una cooperacin muy estrecha entre las administraciones. La Comisin Europea percibe frecuentemente a un pas a travs de su funcin pblica. El Instituto Europeo de Administracin Pblica en Maastricht ha asumido un papel clave en la formacin de funcionarios europeos y ha incluido desde hace algunos aos tambin a los funcionarios de Europa central y del Este en sus programas de formacin.Por nuestra parte, como ya lo dije antes, hemos emprendido desde hace muchos aos un vasto programa de formacin de funcionarios del sistema de la administracin del trabajo, incluido el personal de servicios de empleo y de la inspeccin del trabajo, as como de los servicios de conciliacin y de arbitraje. Esta formacin basada en las normas internacionales de trabajo ha contribuido a dar una cultura comn en el campo social a los funcionarios de las administraciones europeas como de otras partes del mundo.Tratndose de la formacin, considerada como una herramienta que permite reforzar la integracin europea, quisiera compartir con ustedes una serie de observaciones que me ha inspirado un reciente coloquio organizado por el Euro-Institut de Kehl (Alemania), al cual tambin fue invitada la OIT. El Euro- Institut es un organismo especializado en primer lugar en la cooperacin transfronteriza entre Alemania y Francia, y que se ha diversificado en materia de formacin intercultural en Europa. Ese coloquio tena por tema las transferencias de conocimientos entre el oeste y el este de Europa en materia de formacin de funcionarios territoriales. Las discusiones mostraron claramente que en ese rea no son los formadores o los programas de formacin los que faltan, sino ms bien los funcionarios territoriales (o elegidos locales), debido a circunstancias polticas particulares y por el hecho de que algunos pases de Europa central y oriental son tan pequeos como ciertas regiones de otros Estados europeos. Tambin se observ que todos los textos comunitarios en materia de formacin debern ser transpuestos en el derecho interno de los futuros adherentes. Por otra parte se constat que en esos pases ciertos sectores esenciales en materia de formacin han sido descuidados; as por ejemplo, en Rumania hasta hace algunos aos no haba ms de 60 juristas por promocin.Lo que se puede concluir de ese coloquio es que la formacin de funcionarios pblicos en un pas en transicin es inseparable de su estructura poltica. La nueva organizacin administrativa y democrtica debe existir antes que los programas de formacin sean lanzados. Por lo dems creo que es arriesgado de esperar que la formacin por s sola conduzca a un cambio poltico o de sociedad.Por lo dems, la transferencia de "know-hoW en materia de formacin de funcionarios pblicos es frecuentemente difcil, y esto por varias razones. Primero, existen diferencias considerables de madurez entre los sistemas polticos o de administracin pblica. La transposicin de sistemas de formacin o de instituciones "llave en mano" no marcha, dado que cada sistema est ligado a una evolucin histrica y a una organizacin nica de los poderes pblicos. Segundo, a fuerza de pensar demasiado en la eficacia del sistema administrativo en relacin con la Unin Europea, uno se aleja de las necesidades fundamentales de los pases interesados. Este es un problema que tambin se ha producido en los pases miembros de la Unin Europea, con la integracin forzada que representa la introduccin de la moneda nica. Tercero, se necesitan ms formadores que profesores; hay que realizar la ingeniera de la transmisin del "know-how" antes de invertir en el "know-how" mismo, dado que ste es ms y ms accesible gracias a las nuevas tecnologas.A pesar de la urgencia de la integracin para ciertos pases, una formacin eficaz, de naturaleza interdisciplinaria, que es la caracterstica de los expedientes europeos, es necesariamente una formacin de larga duracin. Hay que tomarse el tiempo para poder preservar un derecho al error en la organizacin administrativa. Una formacin eficaz es tambin una formacin que rene, en lo posible, a funcionarios de Europa del Este y de Europa occidental, y que permite estudiar casos prcticos, a fin de familiarizar a los funcionarios con situaciones concretas en los procesos de decisin europeos.En conclusin, yo insistira en dos ideas esenciales.La primera es que en materia de formacin con una perspectiva de integracin regional, los procesos mundiales y regionales se refuerzan mutuamente. Pienso, y creo haberles mostrado como las acciones de la OIT han estado destinadas, primero a preparar la creacin de Europa y despus de haber sido creada la misma, a fortalecer los dispositivos de formacin europea en vista de la integracin regional. Por ltimo, tambin estoy convencido que el proceso de integracin regional reposa, ms y ms, en la formacin de los interlocutores sociales y en el fortalecimiento de lo que ha sido convenido en llamar la Europa social.REQUERIMIENTOS QUE LA INTEGRACION REGIONAL PLANTEA EN MATERIA DE EDUCACION SUPERIOR Y FORMACION: Una Visin Estratgica desde la Perspectiva LatinoamericanaFlix PEAProfesor del Maestrado de Integracin de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y del Maestrado del MERCOSUR de la Universidad de Buenos Aires (UBA), ARGENTINA1. UMBRAL DEL SIGLO XXI: NUEVAS REALIDADES E INTEGRACION EN AMERICA LATINAAl igual que todos los rdenes de la vida social, la educacin superior y la formacin de recursos humanos, en sus distintos niveles, enfrentan en los pases latinoamericanos requerimientos originados en las nuevas realidades que caracterizan el umbral del siglo XXI. Preparar mujeres y hombres para la dinmica de cambio de un mundo en profunda transformacin cultural y tecnolgica -comparable slo a las revoluciones que en su momento significaron la invencin de la imprenta y la de la mquina a vapor- es quizs el gran desafo que tienen que encarar en plazos cortos, los sistemas educativos, incluyendo el nivel universitario, de la regin.Una dimensin particular de este desafo surge del hecho de que la regin ha encarado una nueva etapa de sus procesos de integracin, requiriendo ella recursos humanos especialmente adaptados a la dinmica de cambio, tanto para la funcin gubernamental, como para la dirigencia poltica y sindical, y en particular, para la actividad en empresas con estrategias regionales.En la medida que son concebidos como proyectos conjuntos de desarrollo y no slo como instrumentos limitados a promover el libre comercio entre las partes, los actuales procesos de integracin tienden a incorporar explcitamente la educacin y la formacin de recursos humanos como una cuestin central de la agenda comn. As lo ha hecho por ejemplo el Mercado Comn del Sur (MERCOSUR), estando su desarrollo a cargo de las reuniones peridicas de Ministros de Educacin.Ello es ms importante an cuando la puesta en comn de mercados y de recursos est orientada a sustentar los esfuerzos internos de consolidacin de la democracia, de transformacin productiva en un contexto de cohesin social y de insercin competitiva en la economa globalizada. En estos casos la educacin, especialmente la superior, y la formacin de recursos humanos pasa a ocupar un lugar central en la estrategia comn de los socios, siendo ellas una de las razones del trabajo conjunto que encaran.Entre las nuevas realidades que marcan la agenda de fin de siglo, sobresalen las originadas en los fenmenos de la apertura de las sociedades -en su triple dimensin poltica, econmica y cultural- de la regionalizacin y de la globalizacin. Crecientemente en la regin latinoamericana predominan sistemas abiertos y democrticos, proclives a trabajar juntos con pases de su contexto contiguo y regional, y a insertarse competitivamente en la economa mundial.Entender la naturaleza y el alcance de estos fenmenos desde una perspectiva de cada uno de los pases, e incluso de cada una de sus regiones internas, es tarea esencial de la Universidad del fin de siglo. Pero es tambin fundamental a la hora de trazar una estrategia orientada a colocar la educacin superior y la formacin de recursos humanos en funcin de los objetivos comunes que han decidido compartir en distintos esquemas de integracin los pases latinoamericanos.Desde la perspectiva del tema de este informe, cabe resaltar que la transformacin que se est operando en la regin se refleja en una revitalizacin y a la vez renovacin conceptual, estratgica y metodolgica de los procesos de integracin, especialmente en el MERCOSUR, y en las Comunidades subregionales Andina, Centroamericana y del Caribe.El cambio operado a partir de la dcada de los ochenta en el relacionamiento recproco entre pases latinoamericanos, dentro del marco de los acuerdos de integracin econmica y en cierta medida en los de libre comercio, reconoce varias fuentes que han sido interpretadas correctamente por el liderazgo poltico democrtico. Ellas son internas a cada uno de los socios, y externas, originadas en la evolucin del sistema internacional poltico y econmico.En el caso del MERCOSUR, por ejemplo, la principal -no nica- fuente interna es la de las profundas transformaciones operadas en cada uno de los pases socios, por comenzar en la Argentina y en el Brasil. Ellas los llevan gradualmente a percibirse mutuamente como sociedades que enfrentan similares desafos y que comparten valores -"like-minded countries". En tal sentido, la lgica de la integracin en la regin es la resultante del triple proceso de consolidacin democrtica, de transformacin productiva para superar un alto grado de obsolescencia tecnolgica relativa y de insercin competitiva en el escenario econmico mundial. Los tres procesos interactan en sus causas y se alimentan recprocamente.El desarrollo de valores culturales propios de sociedades abiertas, especialmente la tolerancia, la moderacin y el respeto del otro, comienza a permear las polticas externas de cada uno de los pases latinoamericanos, incluyendo, en particular, las dirigidas hacia su contexto contiguo. La creacin de un entorno regional de estabilidad y paz pasa a ser no slo una consecuencia de los cambios de actitudes y valores internos, sino un valor en s mismo, funcional a lo que cada pas necesita para modernizarse e insertarse competitivamente en el mundo. La regin inmediata es entonces vista como un "hbitat" favorable a los esfuerzos internos de democratizacin, apertura y competitividad. Cumple funciones similares a las que se observan en las democracias y modernizaciones nacientes de Europa de la inmediata post-guerra, y luego en las del Mediterrneo y en las de Europa del Este.La principal fuente externa de cambio, que est operando en toda la regin latinoamericana como en el resto del mundo, es la de las grandes tendencias internacionales del fin de siglo.En primer lugar, el fin de la guerra fra elimina en la regin latinoamericana factores de tensin que durante dos largas dcadas incidieron en la vigencia de la democracia, con su consiguiente repercusin en el clima del relacionamiento poltico entre los pases vecinos.En segundo lugar, la creciente multipolaridad del sistema internacional genera un mayor grado de permisibilidad para el desarrollo de polticas de alianzas mltiples en la insercin internacional de pases intermedios como son, en el caso del MERCOSUR, la Argentina y el Brasil.En tercer lugar, la globalizacin de la economa mundial -fuertemente impulsada por el efecto acumulativo de factores econmicos y tecnolgicos, que inciden en el acortamiento de las distancias econmicas y fsicas, en los flujos de bienes, servicios e inversiones, y en las estrategias y modalidades organizativas de los competidores globales, tanto financieros como industriales- genera una nueva combinacin de desafos y oportunidades para economas emergentes, acelerando la velocidad en el desplazamiento de ventajas competitivas y aumentando el valor estratgico de los accesos asegurados a los mercados mundiales. La Organizacin Mundial del Comercio es una de las principales resultantes del realineamiento institucional del mundo del fin de siglo: su aporte deber ser el de reglas de juego efectivas para el comercio y la competencia econmica en un mundo multipolar globalizado.En cuarto lugar, se acenta la tendencia a la conformacin de grandes bloques econmicos, que responden a la definicin de regionalismo abierto, esto es, que se visualizan como aportes a la construccin de un multilateralismo no discriminatorio de alcance global. Comienzan a distinguirse en este mundo de bloques, los que son expresin de "regiones naturales", esto es con contigidad geogrfica-econmica-cultural de fuerte raz histrica (Unin Europea, MERCOSUR, las Comunidades subregionales Andina, Centroamericana y del Caribe, el Tratado de Libre Comercio de Amrica del Norte (North American Free Trade Agreement, NAFTA), la Asociacin de Naciones de Asia Sudoriental (Association of South East Asian Nations, ASEAN), de los que son la resultante de alianzas ms amplias orientadas a lograr objetivos que no pueden ser alcanzados an a nivel global, como es el caso claro de la Cooperacin Econmica de Asia y Pacfico (Asia Pacific Economic Cooperation, APEC) -es decir, las regiones GATT-plus-. Estas ltimas tienden a ser ms heterogneas en su composicin -por ejemplo la participacin de Chile y Per en la APEC, junto con China y Australia-, y su perfil est claramente definido por objetivos de libre comercio y no necesariamente por objetivos polticos, sean estos explcitos como en la Unin Europea, o implcitos como en el caso del NAFTA.Examinemos al respecto el caso del MERCOSUR. Las tendencias observadas en los planos antes mencionados incidieron directamente en la decisin poltica, adoptada en 1990, de crear el MERCOSUR y de encarar en conjunto consultas y negociaciones con los Estados Unidos, en el mbito de lo que luego se denominara el acuerdo "4 + 1". La metodologa de integracin empleada estuvo fuertemente influenciada por la experiencia negativa acumulada durante el perodo de la ALALC-ALADI (Asociacin Latinoamericana de Libre Comercio-Asociacin Latinoamericana de Integracin) -muchos pases, perfil poltico bajo, facilidad en diluir o dilatar los compromisos bsicos, apertura comercial restringida y "a la carta"-, y por la positiva del perodo del PICAB (Programa de Integracin y Cooperacin Argentino-Brasileo), iniciado en 1986 -pocos pases fuertemente comprometidos a trabajar juntos, acciones concentradas en cuestiones y sectores de alto efecto multiplicador, participacin directa de funcionarios nacionales con competencia en los respectivos temas y, sobre todo, seguimiento personal de los propios Presidentes, basado en un alto grado de comunicacin recproca-.Desde el comienzo en 1986 y luego ms an, a partir de 1990, la integracin en el mbito del MERCOSUR tiene un fuerte perfil poltico. La democracia primero, y luego la necesidad de potenciar la capacidad negociadora en el frente externo, constituyen fuerzas motoras del trabajo conjunto que explica el inters de los Presidentes en participar directamente en el impulso del proceso.Como ha ocurrido en otros casos de regiones naturales, como son las Comunidades subregionales Andina, Centroamericana y del Caribe, el punto de partida en la construccin del MERCOSUR es el inters nacional de cada uno de los socios. Este es el prisma a partir del cual se analiza en cada caso la conveniencia o no de asociarse. Chile, por ejemplo, decidi en 1990 que no le convena participar de lo que sera el MERCOSUR, como antes haba tambin decidido alejarse del Grupo Andino. Lo importante es recordar siempre que en este tipo de procesos voluntarios los socios deciden trabajar juntos porque entienden que les conviene. Y lo hacen mientras sigan entendiendo que es ms conveniente ser de la partida que quedarse afuera. No es slo una conveniencia econmica, medible por ejemplo en trminos de participacin en el comercio recproco o en la atraccin de inversiones. Es, por el contrario, una conveniencia definida desde una visin estratgica de insercin de cada pas en un mundo altamente competitivo, a la vez globalizado y regionalizado. Comprender al otro, en sus motivaciones profundas, en la lgica de su vida poltica, econmica y cultural, en los factores que explican el comportamiento de sus principales fuerzas sociales, se transforma, en esta perspectiva, en uno de los principales requerimientos que esta nueva realidad de integracin plantea a la Universidad, a sus institutos de investigacin, a sus programas de formacin de tcnicos y de profesionales.El MERCOSUR y las Comunidades subregionales Andina, Centroamericana y del Caribe son parte, por lo tanto, del fenmeno contemporneo de procesos de integracin voluntarios entre naciones soberanas. Son ellos la resultante de pactos voluntarios, con mayor o menor grado de formalizacin, entre naciones soberanas que, compartiendo una regin geogrfica e histrica, deciden trabajar juntas, preservando un margen para el ejercicio discrecional de sus polticas externas y econmicas, y poniendo en comn el acceso a sus mercados y a sus recursos, en forma sistemtica, a fin de alcanzar objetivos comunes valorados, tanto en el plano econmico -ms bienestar- como en el poltico -paz y democracia, capacidad negociadora internacional-. Las tcnicas para abrir sus respectivos mercados pueden variar, siendo las ms utilizadas dentro del marco del artculo XXIV del GATT las distintas variantes de zonas de libre comercio, de unin aduanera y de mercado comn.En esta visin dinmica del MERCOSUR y de los otros procesos latinoamericanos, la integracin no es concebida en funcin de un producto final, en el que un nuevo todo sustituya a las anteriores partes. No se trata de que una nueva unidad autnoma de poder sustituya algn da las preexistentes. No es un proceso de federalizacin poltica. Se trata por el contrario de un proceso continuo e incremental de trabajo conjunto, en el que cada parte conserva su individualidad en el marco de una visin de conjunto de naturaleza estratgica (dimensin existencial) y de reglas de juego y disciplinas comunes (dimensin operativa). Es un gran esfuerzo de sinergia multinacional, orientado a potenciar, en un proyecto comn, realidades e identidades nacionales. Supone el reconocimiento por cada socio de la importancia que el otro tiene para su propio proyecto nacional.Al ser as, la creacin de comercio y de oportunidades de inversin son una condicin necesaria pero no suficiente. El proyecto comn se sustenta y se torna eventualmente en irreversible en la medida en que todos los aspectos de la vida social de cada comunidad nacional queden involucrados por la nueva dimensin regional. De ah la importancia que adquiere para el propio proyecto econmico su dimensin cultural -entendida en un sentido amplio de modos de vida de una sociedad, de sus valores e intereses, de sus formas de pensar y de manifestarse espiritualmente-, expresada en el desarrollo de un denso tejido de interacciones entre las sociedades civiles y de sus instituciones.Esta dimensin social y cultural del MERCOSUR hace a un aspecto central del proyecto poltico y econmico, que es el de su legitimidad interna en cada una de las comunidades nacionales. Es en la medida que el proyecto comn sea percibido como de ganancias mutuas por las grandes mayoras de cada socio, que podrn absorberse las naturales tensiones que produce el trabajo conjunto, particularmente frente a eventuales desigualdades en la distribucin de costos y beneficios, medidas por ejemplo en las corrientes de comercio o en la localizacin de inversiones. Por el contrario, un proyecto de integracin de baja legitimidad interna en uno de los socios es mucho ms vulnerable a situaciones circunstanciales de conflictos de intereses econmicos. Por ello, educacin y cohesin social comienzan a delinearse gradualmente como hilos conductores que permiten enhebrar el tejido de sustentabilidad social a los esfuerzos requeridos por tales objetivos.2. REQUERIMIENTOS EN MATERIA DE EDUCACION Y FORMACION DE RECURSOS HUMANOSEl diagnstico antes efectuado sobre la naturaleza de los cambios que se estn operando en las sociedades latinoamericanas y en sus entornos externos, y sobre sus repercusiones en el planteamiento estratgico y en la metodologa de la integracin regional, facilita el anlisis de los nuevos requerimientos que se plantean en el campo de la educacin superior y de la formacin de recursos humanos.Son requerimientos que imponen una sinergia constante entre gobiernos e instituciones de la sociedad civil, especialmente universidades y empresas, y una interaccin sistemtica entre polticas de competitividad, de cultura y educacin, y de desarrollo cientfico y tecnolgico. Es en la articulacin sistemtica entre distintos planos de accin que se define la calidad de una estrategia nacional para enfrentar el siglo XXI y, en su caso, la de un proceso de integracin regional.En parte, tales requerimientos son consecuencia de la apertura de las sociedades y de las exigencias que resultan de la necesidad de competir en un mundo globalizado. Es decir que se plantean an cuando un pas no forme parte de un acuerdo formal de integracin regional.En este plano, tres son en nuestra opinin los principales requerimientos que se observan:a. investigar y comprender, desde una perspectiva nacional, los impactos en todos los rdenes de la vida social, incluyendo los modos de insercin en el mundo, que se producen como consecuencia de la opcin por sociedades abiertas, democrticas y solidarias, que pretenden competir en un mundo en el que se transnacionalizan la produccin y la comercializacin de bienes y la prestacin de servicios;b. formar recursos humanos, en todos los niveles, con la aptitud necesaria para captar la dinmica del cambio interno y global en un contexto mundial marcado por una aceleracin en el desplazamiento de las ventajas competitivas; y con la capacitacin y las habilidades que hoy en da se requieren para trabajar y operar en economas abiertas a la competencia econmica a escala mundial, y en sistemas polticos democrticos que slo podrn sustentar con eficacia los esfuerzos internos de transformacin productiva en un clima creciente de solidaridad social; yc. interactuar en forma dinmica con los otros sectores de la vida social, especialmente el gobierno y los sectores de la produccin, configurando una dinmica triangular orientada a colocar la capacidad intelectual de un pas en funcin del esfuerzo conjunto de transformacin productiva e insercin competitiva en la economa mundial.Educar para una sociedad democrtica, solidaria e inserta competitivamente en la economa global, implica una renovacin profunda de programas de estudio y de mtodos de enseanza, que permitan capitalizar al mximo las corrientes de ideas y de desarrollo cientfico y tecnolgico, originados en cualquier parte del mundo. Implica adems extraer todo el provecho posible de las constantes innovaciones que se estn operando en el campo de las tecnologas de la informacin.La Universidad del siglo XXI tiene que tener una alta sensibilidad a los procesos de cambio de todo el mundo y no slo de la sociedad en la que se inserta, formndose y formando recursos humanos aptos para una competencia econmica global, en la que la principal ventaja competitiva consiste precisamente en la capacidad para agregar valor intelectual y conocimiento a los procesos productivos, de comercializacin y de prestacin de servicios.Otros requerimientos especficos surgen de la naturaleza, de los planteamientos estratgicos y de las metodologas que caracterizan en este fin de siglo a los procesos de integracin regional.En el plano de la integracin, entonces, pueden distinguirse tres requerimientos prioritarios, adicionales a los antes mencionados:a. investigar desde una perspectiva nacional, e incluso propia de la regin en la que opera dentro de un pas una Universidad, los desafos y oportunidades que se abren como consecuencia de la decisin poltica soberana de compartir con otro u otros pases recursos y mercados en un proyecto comn de alcance estratgico, lo que implica un conocimiento profundo del potencial del pas y de su regin, en el marco del respectivo proyecto de integracin;b. profundizar el conocimiento del otro u otros, esto es, el estudio sobre todos los aspectos significativos de la vida interna -no slo la economa- de los socios con los cuales a la vez se ha decidido trabajar juntos y se ha aceptado compartir un espacio de cooperacin y de competencia; yc. interactuar a travs de proyectos conjuntos con otros centros universitarios, tanto en el plano docente como en el de la investigacin, sean ellos del propio pas como de los pases asociados.La experiencia europea es en este plano de gran valor, tanto en el plano de las redes de investigaciones como en los programas de intercambio de docentes y estudiantes. Esta necesidad se acrecienta una vez que el respectivo proceso de integracin ingresa a la etapa de la libre circulacin de personas y del libre establecimiento de empresas de un pas en el otro. Pero an en una etapa menos avanzada, la Universidad no puede quedar ajena al proceso de desarrollo creciente de redes de produccin y de comercializacin a escala regional que resulta de la integracin econmica.3. UNA MODALIDAD CONCRETA DE COOPERACION EN EL CAMPO DE LA EDUCACION SUPERIORLas Universidades y otros centros de formacin superior de los pases latinoamericanos no han sido una excepcin a la introversin que ha caracterizado las sociedades en las que se insertan con respecto, si no al mundo industrializado, al menos al contexto contiguo regional. La cooperacin con centros universitarios de otros pases latinoamericanos ha sido por lo general una excepcin.La apertura a la cooperacin intrarregional se est dando, como los propios procesos de integracin, a travs de pasos graduales e incrementales. Sin embargo, se observa ya una aceleracin de las acciones de cooperacin, en parte como consecuencia de la propia dinmica que han introducido los fenmenos de apertura, de regionalizacin y de globalizacin.Pero un factor que puede contribuir a esta aceleracin es precisamente el de la revolucin que se est produciendo en materia de tecnologas de informacin. La generalizacin de Internet brinda un instrumento concreto para el desarrollo de redes de cooperacin inter-universitaria, en todos los planos de la investigacin y de la docencia.Es el campo de los estudios de post-grado orientados al mejor conocimiento recproco entre intelectuales y universitarios de los pases socios de un proceso de integracin, el que ms se presta a una accin inmediata de gran efecto multiplicador. En una reciente reunin realizada en diciembre de 1996 en Fortaleza, en ocasin de la Cumbre del MERCOSUR, un grupo de intelectuales invitados a reflexionar sobre cmo lograr que el MERCOSUR trascienda las relaciones econmicas y se inserte activamente en la agenda de las respectivas opiniones pblicas, se identifica el intercambio de profesores y la cooperacin a nivel de post-grado como uno de los campos ms fructferos para la integracin cultural de esta regin.Experiencias como la que ha desarrollado en los ltimos aos la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) de Buenos Aires, con su maestrado de integracin que se dicta simultneamente en ciudades argentinas y del Sur del Brasil, con la Universidad del Sur de Santa Catarina (UNISUL) y con la Universidad Luterana del Brasil en Rio Grande do Sul (ULBRA) abren, de multiplicarse, un campo muy fructfero de cooperacin en el campo de la educacin superior.La idea consiste en colocar a un grupo de post-graduados de distintos mbitos del MERCOSUR a profundizar, desde la ptica de distintas disciplinas, sus conocimientos no slo sobre los procesos de integracin y su insercin en los compromisos ms amplios que surgen de la Organizacin Mundial del Comercio (OMC), sino sobre lo que ellos implican para la regin en la que los respectivos participantes se insertan en su vida profesional. Esta orientacin se refleja en los trabajos de tesis que deben efectuar un aporte al impacto del MERCOSUR en su regin, e incluso en su ciudad, y al aprovechamiento de las oportunidades que se han abierto.Esta experiencia incipiente podra significar, de extenderse en forma sistemtica, que cientos de profesionales estn preparndose simultneamente en distintos centros universitarios, desarrollando trabajos de investigacin sobre cuestiones de valor prctico para sus respectivas comunidades.El intercambio de profesores y de estudiantes, la conexin va Internet de quienes participan en distintas localidades del mismo ejercicio de post-grado, la difusin de los trabajos que se realicen, pueden contribuir al desarrollo de una red de profesionales y universitarios, preparados para participar activamente en el asesoramiento a gobiernos y empresas que operan en el mbito del MERCOSUR.Lo ms importante es que un ejercicio de este tipo permite formar profesionales sensibles al conocimiento y comprensin de los otros pases socios, y permite adems el tejido de relaciones personales entre docentes y profesionales de distintos pases. Extender estas experiencias a todo el MERCOSUR y al resto de Amrica Latina puede ser un campo propicio para la cooperacin europea con la integracin regional. ElCEFIR puede, en tal sentido, junto con otras instituciones, como por ejemplo el INTAL (Instituto para la Integracin de Amrica Latina y el Caribe), desempear un papel central en el desarrollo de metodologas y programas de estudio para concretar esta red regional de estudios de post-grado en materia de integracin econmica, ayudando a capitalizar las ventajas y oportunidades originadas en las nuevas tecnologas de informacin, y en un momento histrico nico para concretar la vieja aspiracin latinoamericana a la integracin regional.LA RELEVANCIA DE LA EDUCACION SUPERIOR EN LA PRESENTE ETAPA DE LA INTEGRACION LATINOAMERICANAHorst GREBE LOPEZDirector, Fundacin Milenio, La Paz, BOLIVIA1. Considero acertado el planteamiento de Flix Pea en sentido de que la academia latinoamericana enfrenta dos desafos fundamentales: entender los cambios, primero, y ajustarse a la velocidad y profundidad de dichos cambios, luego (1).Entre los cambios en curso, no cabe duda que la globalizacin constituye el elemento ms relevante. Al respecto parece oportuno tomar en cuenta que mientras que Europa es un actor central de la globalizacin, Amrica Latina ha venido perdiendo presencia en los escenarios globales, sea que se midan las corrientes de produccin, de comercio, de inversin internacional o de generacin de conocimientos cientficos y tecnolgicos.En segundo lugar, si se observa el trayecto recorrido en los ltimos 40 aos, se perciben importantes diferencias en cuanto a los procesos de integracin desplegados en Europa y Amrica Latina, respectivamente.Ambos hechos traen aparejadas exigencias muy diferentes en cuanto a la formacin profesional y a la educacin superior en materia de integracin.2. El desarrollo del proceso de integracin en Europa se caracteriza, en primer lugar, por el hecho de que se lleva a cabo a partir de una sistemtica acumulacin de cultura integracionista por parte de la ciudadana, acompaada por una destacable creacin de instituciones nacionales y comunitarias que se fortalecen recprocamente en la conformacin de una base institucional convergente hacia el mercado nico europeo.En segundo lugar, desde los primeros acuerdos sobre el acero y el carbn se observa un avance sistemtico en la incorporacin de nuevas esferas a la dinmica integracionista.En tercer lugar, se trata de un proceso de creciente cooperacin y entrelazamiento entre economas industrializadas.Cuarto: la expansin y profundizacin en los niveles y grados de integracin es gradual y orgnica.Quinto: la agregacin paulatina de nuevos pases se procesa sin ruptura en el acuerdo fundamental entre Francia y Alemania.Llama la atencin, por ltimo, el carcter centrpeto que tiene el proceso europeo, lo cual se expresa en el hecho de que los pases que se incorporan, lo hacen a partir de su adhesin al proceso iniciado por los seis pases fundadores.3. En Amrica Latina, en cambio, la experiencia integracionista se procesa, en primer trmino, a partir de diversos mecanismos que fueron estableciendo los diversos grupos de pases en Centroamrica, en el Caribe, en el rea andina, en Amrica del Sur y recientemente tambin con Amrica del Norte. A ello se suman ahora adems los diversos acuerdos bilaterales que han proliferado en los ltimos aos.Segundo: esta diversidad de geometra se expresa a su turno en una variedad de mecanismos institucionales, alcances de los compromisos y profundidad de los acuerdos.Tercero: el proceso latinoamericano se caracteriza tambin por el hecho de que se han experimentado diversas rupturas y largas etapas de estancamiento, que no han propiciado la construccin de la confianza recproca que es imprescindible en estos casos.Cuarto: en sus inicios, pero de manera ms acentuada en las dcadas de los 60 y 70, la integracin latinoamericana fue impulsada por el voluntarismo estatal, en el contexto del modelo de desarrollo de industrializacin sustitutiva de importaciones, que requera a la sazn de mercados ampliados entre pases colindantes, con miras a superar las limitaciones de los respectivos mercados internos.Quinto: debido a este carcter notoriamente estatista, se puede afirmar que las primeras fases de la dinmica integracionista en la regin no contaron con el concurso y la participacin de los empresarios, y tampoco fueron acompaadas por los estratos intelectuales, cuyo eje de atencin primordial estaba referido al cambio social antes que a la integracin regional.Por ltimo, el rasgo que probablemente influye en mayor medida, est relacionado con la presencia de fuertes tendencias centrfugas, que operaron y operan con distinto grado de intensidad segn discurra el proceso especfico de integracin y los pases que lo promueven.Sin menoscabo de todo esto, desde comienzos de la presente dcada se observa un nuevo impulso, que est relacionado con los imperativos de la transformacin de la economa mundial, cada vez ms exigente en cuanto a la competencia y a la apertura de mercados. Sin embargo, este proceso no est exento de problemas y obstculos, los cuales tienen que ver con la persistencia de condiciones estructurales de atraso econmico, de desigual avance en materia de reformas econmicas, as como con la maraa jurdica e institucional en que debe desenvolverse.A pesar de todo eso, parece fundado pensar que ms temprano que tarde se lograr vencer dichas dificultades en virtud de la fuerza creciente que viene adquiriendo la lgica de la complementacin y el acercamiento, lo cual es particularmente ostensible en el caso del Mercado Comn del Sur (MERCOSUR). Esto no debe llevar sin embargo a desconocer que, a diferencia del proceso europeo, la experiencia de integracin en Amrica Latina muestra hasta ahora un aumento de las diferencias entre los diferentes pases as como al interior de ellos. Como ya se ha reconocido tantas veces, en Amrica Latina se hace manifiesta una gran desigualdad social, que se acenta en la fase recesiva del ciclo y no disminuye cuando existe expansin y auge econmicos. Por consiguiente, si la integracin ha de convertirse en un objetivo apetecido por las sociedades, ser necesario que contenga impulsos orientados a mejorar la distribucin del ingreso y de las oportunidades.Amrica Latina muestra adems un persistente dficit comercial que adquiere cada vez ms caractersticas estructurales y tiene que financiarse con ingreso de capitales, lo que trae consigo un cuadro complejo de entrelazamiento entre los aspectos comerciales y financieros del relacionamiento externo.4. Como es sabido, en este momento existen mltiples negociaciones que se llevan a cabo en forma simultnea a nivel bilateral, subregional, regional y hemisfrico. Frente a esta diversidad de escenarios de negociacin, se observa un gran dficit de negociadores con destrezas apropiadas.En este contexto, habida cuenta de las orientaciones de la dinmica integracionista en curso, se requiere incorporar a los empresarios, que --como ya se hizo notar ms arriba-- no participaron como protagonistas en las etapas anteriores de la integracin latinoamericana.Se requiere asimismo fortalecer al Estado para que est en condiciones de hacer lo que el mercado no puede hacer, y corregir lo que el mercado hace mal. Esto se ve reforzado por el hecho de que la integracin implica incorporar una dimensin adicional en las responsabilidades del Estado: la regulacin colectiva del mercado ampliado; la vigilancia sobre los efectos de la integracin respecto de la equidad social, y el control de los impactos del mercado ampliado sobre el uso de los recursos naturales, as como de los posibles perjuicios sobre el medio ambiente.Tanto empresarios como gobiernos tienen necesidades diferenciadas en cuanto a las modalidades de capacitacin y asimismo respecto de los contenidos de dicha capacitacin y entrenamiento.En todo caso, las negociaciones con los Estados Unidos son sin duda las ms complejas, y donde menos experiencia tienen los gobiernos de la regin. Adems de otros requisitos importantes, ac es necesario crear mecanismos y foros para organizar y preparar una atmsfera prenegociadora, tomando en cuenta que no hay tradicin sobre la materia y no se puede aprovechar tampoco la experiencia europea, que no incluye --al menos hasta ahora-- la relacin entre economas maduras avanzadas y subdesarrolladas.5. A los fines de establecer algunos criterios sobre las necesidades de educacin superior, formacin continua, entrenamiento y capacitacin en integracin, conviene examinar en primer lugar los distintos sectores sociales que ejercen demanda o podran hacerlo en el futuro.Al respecto, es necesario tomar en cuenta, en primer lugar, que las reformas del Estado en curso traen consigo la necesidad de contar con un nuevo tipo de operadores pblicos. Resulta indispensable disponer de una dotacin importante de investigadores y de profesionales que trabaje con el sector pblico y lo asesore en materias tales como: la formulacin de polticas nacionales, de carcter econmico, poltico y social, relacionadas con la insercin econmica externa; el ejercicio de la competencia regulatoria del Estado; la preparacin de planteamientos y procedimientos de negociacin externa, que concilien diferentes intereses nacionales y propongan bases de accin internacional concertada; la elaboracin de proyectos de integracin en el campo de la infraestructura, tomando en cuenta los nuevos parmetros en que discurre la integracin regional y el relacionamiento con los mercados mundiales; la regulacin de los flujos de financiamiento, tecnologa e inversiones para apoyar el comercio de bienes y de servicios; el establecimiento de un ambiente efectivo de seguridad jurdica, nacional, regional y hemisfrica, a travs del fortalecimiento de los sistemas judiciales nacionales y de mecanismos apropiados de solucin de controversias en el plano regional y hemisfrico; la exploracin de escenarios prospectivos y opciones estratgicas de desarrollo regional; la creacin del marco jurdico e institucional, nacional, regional y hemisfrico, indispensable para promover la dinmica de integracin.En segundo lugar, las nuevas orientaciones de la poltica econmica y el repliegue del Estado a la funcin regulatoria, colocan a la empresa privada ante desafos inusuales. De una parte, con la privatizacin de los sectores de telecomunicaciones, transporte y energa, se han incorporado en muchos pases las empresas transnacionales como actores determinantes en estas actividades, lo que traer consigo inevitablemente su ingreso en la competencia econmica regional, acompaado tambin de una creciente participacin en el diseo y ejecucin de la poltica de integracin.Por otra parte, se requiere un nmero significativo de investigadores y profesionales que asesoren al sector empresarial pequeo y mediano de la regin en temas como los siguientes: la preparacin de estrategias empresariales modernas, ajustadas a la naturaleza del actual sistema internacional y a las condiciones creadas por las nuevas polticas econmicas y los nuevos instrumentos de integracin y cooperacin regional y hemisfrica; la elaboracin de planes de accin que les permitan aprovechar efectivamente las ventajas potenciales de los nuevos mercados; el mejoramiento y la actualizacin de sus sistemas de organizacin para incrementar sustantivamente su competitividad, y la creacin de canales dinmicos de comercializacin internacional y establecimiento de mecanismos de apoyo a la exportacin.En tercer lugar, los trabajadores tienen a su vez demandas especficas de conocimientos respecto de la defensa de sus intereses en el contexto de las nuevas determinaciones que actan sobre el mercado laboral.Por ltimo, como no puede ser de otra manera, los sectores acadmicos estn ante la exigencia de acomodar la docencia y la investigacin a dichas demandas, siendo a la vez una fuente independiente de nuevas exigencias en trminos de sus propias necesidades de formacin y capacitacin para ejercer con propiedad las tareas que le son especficas, entre las cuales no puede pasarse por alto el ejercicio de la crtica.En este sentido, los temas ms propiamente universitarios parecen estar relacionados con las siguientes cuestiones: cmo se incorpora el tema de la integracin en el currculum de las carreras a nivel de pregrado; cmo se estructuran las diferentes posibilidades de especializacin a nivel de postgrado, y bajo qu modalidades la universidad puede contribuir al adiestramiento y entrenamiento de los negociadores pblicos y privados.6. En cuanto al contenido temtico de las demandas que ejercen los distintos sectores involucrados, es necesario considerar que las grandes transformaciones tecnolgicas y las mutaciones en el comercio mundial han incorporado nuevos temas en las negociaciones multilaterales. Se trata de una nueva dimensin, mucho ms amplia que la tradicional de la integracin latinoamericana, limitada casi exclusivamente a los problemas de la circulacin de bienes. Ahora se agregan los problemas del comercio de conocimientos (en el rgimen de propiedad intelectual), de inversiones y de servicios y problemas sociales y polticos, como el medio ambiente, el costo de la mano de obra, las migraciones, el narcotrfico y la institucionalidad poltica.Sobre cada uno de estos temas, los pases de Amrica Latina y el Caribe tienen diferencias significativas de intereses, lo que se traduce en exigencias mucho mayores que en el pasado respecto de la investigacin y anlisis de las diferentes opciones, tarea que debe cumplirse en el plano acadmico e intelectual, antes de que se convierta en la posicin negociadora de los diferentes pases.Esto viene al caso sobre todo si se toma en cuenta la enorme desigualdad existente entre los pases de las Amricas, sea que se tome en consideracin el tamao geogrfico, el volumen de la poblacin, la dotacin de recursos naturales o el nivel de desarrollo econmico. En este contexto, se comprende fcilmente la importancia de que cada pas cuente con polticas y estrategias de Estado que propicien su participacin en el proceso integracionista.Para eso es menester hacer trabajos previos desde el campo intelectual, a fin de que se identifiquen los diferentes intereses y opciones en juego. Si bien las negociaciones mismas son procesos que requieren importantes dosis de reserva, el ejercicio diplomtico debe estar respaldado por esfuerzos analticos y soportes intelectuales, que en muchos pases de la regin no estn todava disponibles. En efecto, sobre todo los pases medianos y pequeos suelen carecer de formulaciones socialmente consensuadas respecto de sus intereses estructurales y potenciales efectivos en materia de integracin.Precisamente como consecuencia del agotamiento del anterior modelo de desarrollo, existe en muchos pases una suerte de vaco conceptual en relacin al tipo de pas que desean construir en efecto las mayoras con efecto estatal. Y esto en cotejo con el tipo de proyecto que es posible en realidad vis-a-vis los grandes cambios internacionales.Tambin es necesario hacer mencin de la informacin que es necesario proporcionar a la dirigencia poltica, y en particular a los parlamentarios, cuyo papel en los actuales procesos de integracin tendra que ser creciente, como lo muestra la propia experiencia europea.Por ltimo, resulta interesante hacer mencin en este contexto de la propuesta formulada por el Presidente Snchez de Lozada en la reciente Cumbre de las Amricas sobre Desarrollo Sostenible en el sentido de que en simultneo con la negociacin de la zona de libre comercio que debe perfeccionarse hasta el ao 2005, los pases del hemisferio formulen y aprueben tambin un tratado sobre desarrollo sostenible. Es obvio que de ac se derivan importantes interrogantes que tendran que ser despejadas por el trabajo intelectual y las investigaciones especficas de la academia latinoamericana.7. Conviene examinar brevemente la situacin de las instituciones que proporcionan lo que podramos denominar la oferta en materia de educacin superior relacionada con la integracin.Recordemos para comenzar que, respondiendo a las exigencias de formacin de recursos humanos de alto nivel para la gestin de las polticas del Estado y la investigacin, que demandaba el modelo de desarrollo que se impulsaba a la sazn en la regin, a partir de los aos cincuenta y sesenta se establecieron instituciones de formacin de postgrado, cuyos exponentes ms relevantes fueron la FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales), el ILPES (Instituto Latinoamericano de Planificacin y Estudios Sociales), El Colegio de Mxico y el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, para citar los casos ms conocidos.El denominador comn de dichos programas consista en que docentes y alumnos tenan dedicacin exclusiva. El pensum acadmico estaba fuertemente influenciado por las corrientes intelectuales latinoamericanas que se articulaban en torno de las ideas de la CEPAL (Comisin Econmica para Amrica Latina y el Caribe) primero y de los enfoques de la dependencia ms adelante.La mayor parte de estas instituciones tena un carcter marcadamente latinoamericanista, lo que se deba en buena medida a la presencia de profesores y alumnos que provenan de diversos pases de la regin.Por otra parte, hacia fines de los aos sesenta se establecen los primeros postgrados en ciencias sociales en las universidades de la regin, los cuales incorporaban tambin materias relacionadas con las relaciones internacionales y la integracin, en los cnones y caractersticas del modelo de integracin caracterstico de la poca.Muy distinta es la situacin imperante en la actualidad. En efecto, la educacin superior atraviesa por una profunda crisis originada en las dificultades del sistema universitario pblico para acomodarse a las nuevas exigencias de formacin, investigacin y extensin, planteadas por los cambios internacionales y las transformaciones sociales internas.Frente a las dificultades de las universidades pblicas, manifiestas particularmente en el nivel de pregrado, se observa en casi todos los pases de la regin una gran proliferacin de universidades privadas, por un lado, y de una gran variedad de cursos de postgrado, por otro. En ese contexto, tambin han surgido diferentes cursos de diplomado y maestra en temas relacionados con la integracin en sus variados aspectos. Sin embargo, dichas estructuras y modalidades acadmicas slo limitadamente estn en condiciones de responder a los desafos derivados de las transformaciones globales, y en muy pocos lugares se practica un seguimiento reflexivo sobre los marcos en que se desenvuelven las relaciones econmicas internacionales y los procesos de integracin subregional, regional y hemisfrica.Como la dinmica de la integracin regional se interrumpe en los aos 80, asimismo parece interrumpirse el esfuerzo de formacin e investigacin que acompaaba al establecimiento de acuerdos y mecanismos. En ese contexto, instituciones regionales tradicionales como la FLACSO, el ILPES y otros similares, se han debilitado.En esto se ponen de manifiesto diferencias profundas respecto de la experiencia en Europa, que fue un proceso ms acumulativo y sin grandes virajes en el paradigma central que gui la construccin de la integracin.Muy pocas instituciones acadmicas facilitan el intercambio de experiencias y visiones modernas, sea por carencias de financiamiento o por prdida de convocatoria. Las publicaciones disponibles son en general de circulacin local.La gran variedad de cursos y postgrados disponibles obedece por regla general a la necesidad de proporcionar respuesta a un nuevo tipo de demanda de profesionalizacin, antes que al suministro de un cuerpo renovado de conocimientos que permita establecer estrategias y polticas de largo aliento.Al mismo tiempo se constata una suerte de explosin de diversos mecanismos de postgrado, actualizacin y reciclaje, los cuales obedecen en general a demanda de conocimientos y destrezas por parte de clases medias y profesionales con cierta capacidad de pago.8. La presentacin de Flix Pea contiene un explcito reconocimiento de la revitalizacin y a la vez de renovacin conceptual, estratgica y metodolgica de la integracin en Amrica Latina. Sobre ese teln de fondo sus reflexiones principales estn relacionadas con las exigencias que se derivan respecto del postgrado universitario.En forma concreta, me parece que sus propuestas principales se pueden resumir en los siguientes trminos: el establecimiento de un mecanismo concreto para la interaccin de un grupo de postgraduados, incluyendo la coordinacin en cuanto a trabajos de tesis de grado; el intercambio de profesores y estudiantes, respaldado por un uso creciente de instrumentos tecnolgicos como Internet. Sobre estas bases se podra avanzar ulteriormente hacia la conformacin de una red de profesionales y universitarios con gran potencial para asesorar a los gobiernos y a las empresas, y la sugerencia de que el CEFIR apoye con metodologas y programas de estudio a la conformacin de una red regional de estudios de postgrado en materia de integracin econmica.Sobre el particular, considero que se trata de propuestas muy dignas de tomarse en cuenta. Sin embargo, no me parece que deba absolutizarse el empleo de las tecnologas de comunicacin modernas, puesto que ellas no sustituyen el necesario contacto personal entre docentes y alumnos, as como entre investigadores, que es caracterstico de la universidad.Por tanto, parece conveniente considerar adicionalmente mecanismos como las becas, para facilitar el intercambio de estudiantes con miras a promover la intersubjetividad necesaria para forjar valores y percepciones compartidas. En este sentido, puede servir de modelo el Programa SOCRATES, que pretende que alrededor del 10 por ciento de los estudiantes de Europa realice sus estudios en otro pas que el suyo en el curso de los aos 1995 a 1999 (2). En cuanto a los docentes, se podra explorar la posibilidad de organizar apropiadamente el uso del ao sabtico para realizar investigaciones en universidades que se incorporen en un esfuerzo de esta naturaleza.En segundo lugar, la cultura de la integracin se transmite haciendo que la materia de integracin sea transversal a todas las carreras y disciplinas. Adems se requiere un esfuerzo de investigacin sobre las distintas historias nacionales desde una ptica de integracin, lo que reclama a su turno la creacin de una instancia de coordinacin acadmica y metodolgica, que permita superar paulatinamente los enfoques de hostilidad que caracterizan a muchas historias nacionales respecto de sus vecinos inmediatos. Como resultado de todo esto, la enseanza de la historia nacional en la escuela debera orientarse hacia el cambio de actitud hacia los pases vecinos, acompaada adems de una enseanza especial de la historia latinoamericana.En tercer lugar, como nos recuerda, Valentin Klotz, no es pertinente la transposicin de sistemas de formacin o de instituciones bajo la modalidad "llave en mano", dado que cada sistema est vinculado a su tradicin histrica e institucional. Adems, es necesario tomarse todo el tiempo para poder ejercer el derecho a error en la organizacin administrativa, y tenemos que recordar que la integracin tiene como cimientos a los interlocutores sociales tradicionales (el Estado, los empresarios y los trabajadores), a los que tendra que incorporarse en el futuro tambin el sector acadmico e intelectual con sus contribuciones culturales e intelectuales propias.Por todo esto, me parece imprescindible considerar el establecimiento de una "instancia regional de segundo piso", que alimente en trminos tericos y metodolgicos a las actividades de las instituciones nacionales que hoy por hoy realizan el trabajo de formacin y capacitacin en Amrica Latina. El CEFIR tendra que examinar si est en condiciones de satisfacer dicha necesidad de contar con un ncleo de alta excelencia acadmica que proporcione los contenidos a los miembros secundarios de esa amplia red a la que se hace referencia en los trabajos comentados.NOTAS1. Vase la ponencia correspondiente de Flix Pea.2. Vase la ponencia respectiva de Valentin Klotz.LA COOPERACION EN EDUCACION Y EN FORMACION FACTOR DE INTEGRACION REGIONAL: La Experiencia EuropeaAntoine BOUSQUETInspector General de la Administracin de la Educacin Nacional, Pars, FRANCIA"Cuando una idea corresponde a la necesidad de una poca, deja de pertenecer a los hombres que la inventaron y es ms fuerte que los que soportan su influencia". (Jean Monnet en "Memorias", p. 10).Esta cita de Jean Monnet que ilustra el advenimiento y el desarrollo de Europa puede aplicarse tambin a la cooperacin comunitaria, en el rea de la educacin y de la formacin, y explicar su dinamismo propio.El tratado de Roma, de marzo de 1957, encaraba la competencia comunitaria slo en el campo de la formacin profesional y como consecuencia obligada de la implementacin de la libre circulacin y de la construccin econmica.Los principales beneficiarios eran, por lo tanto, los trabajadores que deban poder circular y trabajar en toda la Comunidad, y sus hijos que deban poder acceder a la enseanza y a la formacin profesional en las mismas condiciones que los ciudadanos nacionales. Sin embargo, el tratado no alcanz a reconocerle a la Comunidad la capacidad de implementar una poltica comunitaria en las reas de la educacin y de la formacin, del mismo modo en que haba implementado una poltica agrcola comn.Los nicos sectores abiertos a la Comunidad, lo fueron por medio de los artculos relativos al reconocimiento profesional de los ttulos (art.57) y a "la determinacin de principios generales para la implementacin de una poltica de formacin profesional que pueda contribuir al desarrollo tanto de las economas nacionales como del mercado comn." (art.128). Esto dio lugar a textos muy importantes, la decisin concerniente a la determinacin de principios generales para la implementacin de una poltica de formacin profesional, del 2 de abril de 1963, o las directivas sobre el acceso a ciertas profesiones reglamentadas particularmente en el sector de la salud o en las profesiones jurdicas, que an estn vigentes y que conservan toda su pertinencia, a pesar de la evolucin considerable que han tenido las sociedades y las economas europeas.Aunque la educacin haya sido la gran ausente del tratado, una vez terminada la segunda guerra mundial, la Europa de la educacin fue parte importante de las preocupaciones de los Estados europeos. Recin en los aos cincuenta, la divisin del trabajo y las prioridades diplomticas, militares y econmicas permitieron que el Consejo de Europa asumiera la responsabilidad de descifrar los sectores de la educacin y de la cultura y pusiera en marcha formas de cooperacin multilateral que, ms all de las clsicas relaciones bilaterales, demostraron la adhesin de los Estados a un proyecto basado en el sentimiento de un patrimonio y un porvenir comunes. A partir de la adopcin de la carta cultural de 1954, la accin del Consejo de Europa en los sectores de la cooperacin lingstica, universitaria, de formacin de docentes, de reconocimiento de ttulos etc. ha sido considerable a pesar de la escasez de medios de esa organizacin internacional.As, en los primeros aos de la construccin de la Europa Comunitaria, la accin de la Comunidad, orientada esencialmente hacia la formacin profesional, se inscribe dentro de un plan de acompaamiento de las polticas comunes.A partir de los aos 80 Europa cambia de rostro. La diversidad lingstica y cultural del conjunto crece a causa de la llegada de nuevos Estados. El proyecto poltico se afina con la adopcin del Acta Unica. La reflexin Comunitaria (Consejo Europeo de Miln, 1985) aborda el tema de la Europa de los ciudadanos y reafirma la necesidad de contribuir a la emergencia de la ciudadana europea, utilizando los sistemas educativos y de formacin. Las tres instituciones comunitarias participaron en este proceso. La Corte de Justicia solicitada para solucionar diferendos jurdicos resolvi en sentido favorable para el desarrollo de la cooperacin educativa. Asimilando formacin universitaria y formacin profesional, en lo concerniente al acceso a la universidad (resolucin Gravier) el Tribunal proporciona una base jurdica que permite el surgimiento de los grandes programas de apoyo a la cooperacin entre instituciones de enseanza superior.Las etapas principales son las siguientes: 1974-1976. Por medio de dos resoluciones los Ministros de Educacin definen las estructuras, el contenido y las modalidades de la cooperacin en el sector educativo. Estas resoluciones son la base de referencia, pues nada esencial ha cambiado hasta el da de hoy.1985-1995. El Consejo Europeo de Jefes de Estado y de Gobierno adopta el informe Adonnino sobre la Europa de los ciudadanos. El Consejo de Ministros, a propuesta de la Comisin, establece los grandes programas de cooperacin comunitaria en el campo de la educacin y de la formacin, a saber:COMETT, en 1986, que organiza la cooperacin entre universidad y empresa a fin de permitir que los estudiantes aprendan el mundo de la empresa durante su formacin y que la empresa se beneficie con los resultados de la investigacin universitaria. Existe pues un doble aspecto de transferencia de la innovacin tecnolgica hacia la empresa y de formacin de los estudiantes por parte de la empresa.ERASMUS, en 1987, que organiza la cooperacin entre las universidades y apoya la movilidad de estudiantes y docentes, que permite a los estudiantes, seguir cursos integrados a su carrera en otra universidad de otro Estado miembro, y a los docentes ir a ensear a otra universidad de otro Estado miembro. Se trata de introducir lo que llamamos la dimensin europea en la educacin. Este es un doble objetivo: permitir el dominio de la diversidad cultural y lingstica por parte de un nmero creciente de altos funcionarios que la Comunidad Econmica necesita para su desarrollo y su influencia internacional, pero tambin organizar los primeros pasos de una convergencia de los sistemas educativos y de formacin.LINGUA, en 1989, es un programa orientado ms especficamente hacia el aprendizaje de los idiomas de la Comunidad. Se trata de permitir que el mayor nmero de estudiantes y de alumnos de la enseanza, tanto general como profesional, se beneficien con una oferta de enseanza de idiomas muy diversificada y, al mismo tiempo, de mejorar la competencia de los profesores lingistas y de los que ensean su disciplina en un idioma extranjero. Este programa fue puesto en marcha porque la diversidad lingstica y cultural es uno de los rasgos que caracterizan a este conjunto que constituye la Unin Europea, que seguramente se fortalecer en los prximos aos. Actualmente, existen 11 idiomas oficiales (son considerados idiomas oficiales aquellos idiomas en los que se firman los acuerdos). En la accin comunitaria, no se han integrado los idiomas regionales cuyo status jurdico es diferente segn cada Estado.En 1992, el Tratado de la Unin Europea estabiliz la cooperacin educativa y de formacin proporcionndole una base jurdica explcita. Adems, confirmando toda la experiencia adquirida en cooperacin, le asigna un nuevo objetivo a la accin de la Comunidad: contribuir a una educacin y a una formacin de calidad.Este nuevo objetivo que se inscribe en los dos artculos 126 y 127, se agrega a los dos precedentes, el acompaamiento de las polticas comunitarias y la educacin a la ciudadana europea por medio de la dimensin europea de la educacin y de la formacin. Este objetivo debe ser alcanzado utilizando instrumentos de tipo cooperativo, es decir, medidas de estmulo que excluyan toda armonizacin de los contenidos y de las estructuras educativas y de formacin.Adems, la Comunidad slo est autorizada a intervenir si demuestra que su accin es necesaria y no excede los medios necesarios para alcanzar los objetivos del tratado, y si aporta una plus vala con respecto a la misma accin emprendida por los Estados miembros tomados individualmente. Esta es la traduccin del principio de subsidiaridad inscrito en el artculo 3B del Tratado de la Unin Europea.El Proyecto Comunitario no es, por lo tanto, organizar la integracin de los sistemas