Domingo 20 de febrero

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Mt 5,38-48 (Domingo 20 de febrero, 7º del tiempo ordinario, ciclo A) Dijo Jesús a sus discípulos: Sabéis que está mandado: "Ojo por ojo, diente por diente". Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; al que te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo." Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto. Sí, hay cosas que, no sabemos por qué ni por quién, pero están mandadas, y una es: el “ojo por ojo y diente por diente”… ¿¿Qué vas a decir??... ¿Qué no hagamos frente a quién? ¿Que le presentemos la otra? ¿Que le demos también la capa? ¿Encima dos? ¿Cualquiera que sea? ¿Y si abusan? ¿¿A ver qué vas a decir ahora??... ¡Pero, si a los amigos y hermanos ya es a veces difícil! ¿Por qué? Bueno, si es sólo rezar... ¿Hijos de Dios? ¿Crees que merece tanta pena? ...¡ya! ...¡ya! En eso tienes razón. Claro. Tienes razón también. Sí. ¿Perfectos? ¿Crees que merece tanta pena? a. ¿Qué es lo que hoy “está mandado”, socialmente hablando? ¿Cuál es la versión actual del “ojo por ojo y diente por diente”..., por lo menos? b. Este evangelio es exagerado, demasiado exagerado; quizá sea propio del amor la exageración, la desproporción... ¿Qué pensar de esto? c. ¿Qué significa para mi rezar por otros? d. Lo suyo es que un hijo tenga cosas de sus padres. La propuesta de “ser perfectos como vuestro Padre...”, ¿por qué no sopesarla despacito? (¡se trataría de ir por la vida con un corazón parecido al de Dios!)

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7º ciclo A

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Mt 5,38-48 (Domingo 20 de febrero, 7º del tiempo ordinario, ciclo A)

Dijo Jesús a sus discípulos: Sabéis que está mandado: "Ojo por ojo, diente por diente". Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; al que te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo." Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

Sí, hay cosas que, no sabemos por qué ni por quién, pero están mandadas, y una es: el “ojo por ojo y diente por diente”… ¿¿Qué vas a decir??... ¿Qué no hagamos frente a quién? ¿Que le presentemos la otra? ¿Que le demos también la capa? ¿Encima dos? ¿Cualquiera que sea? ¿Y si abusan? ¿¿A ver qué vas a decir ahora??... ¡Pero, si a los amigos y hermanos ya es a veces difícil! ¿Por qué? Bueno, si es sólo rezar... ¿Hijos de Dios? ¿Crees que merece tanta pena? ...¡ya! ...¡ya! En eso tienes razón. Claro. Tienes razón también. Sí. ¿Perfectos? ¿Crees que merece tanta pena?

a. ¿Qué es lo que hoy “está mandado”, socialmente hablando? ¿Cuál es la versión actual del “ojo por

ojo y diente por diente”..., por lo menos? b. Este evangelio es exagerado, demasiado exagerado; quizá sea propio del amor la exageración, la

desproporción... ¿Qué pensar de esto? c. ¿Qué significa para mi rezar por otros? d. Lo suyo es que un hijo tenga cosas de sus padres. La propuesta de “ser perfectos como vuestro

Padre...”, ¿por qué no sopesarla despacito? (¡se trataría de ir por la vida con un corazón parecido al de Dios!)