Dom Junio 18 de 2017 - Editorial SAN PABLO...

2
“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias. Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos. Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp. Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.cl Impresor: B & B impresores. Tel.- 227578500 - Los Lingues 750, Quilicura. Año XLII, Nº 2.218 Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (S) 18 de junio de 2017 Lu 19: 1Cor 6, 1-10; Sal 97, 1-4; Mt 5, 38-42. San Romualdo, abad (ML) Ma 20: 2Cor 8, 1-9; Sal 145, 2. 5-9; Mt 5, 43-48 (Sta. Florentina) Mi 21: 2Cor 9, 6-11; Sal 111, 1-4. 9; Mt 6, 1-6. 16-18. O bien (LS): 1Jn 5, 1-5; Sal 15, 1-2. 5. 7-8. 11; Mt 22, 34-40 San Luis Gonzaga, r. (MO) Ju 22: 2Cor 11, 1-11; Sal 110, 1-4. 7-8; Mt 6, 7-15. San Paulino de Nola, o. (ML). Santos Juan Fisher, o. y Tomás Moro, mrs. (ML) Vi 23: Deut 7, 6-11; Sal 102, 1-4. 6-8. 10; 1Jn 4, 7-16; Mt 11, 25-30. Misas vespertinas: VIGILIA DEL NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA (S) Jer 1, 4-10; Sal 70, 1-6. 15. 17; 1Ped1, 8-12; Lc 1, 5-17. SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (S) (S. Marcial/ S. José Caffaso) 24: Is 49, 1-6; Sal 138, 1-3. 13-15; Hech 13, 22-26; Lc 1, 57-66. 80. NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA (S) Do 25: 12º durante el año Jer 20, 10-13; Sal 68, 8-10. 14. 17. 33-35; Rom 5, 12-15; Mt 10, 26-33.(S. Guillermo) Dios Nos Habla Cada Día D esde que caminaba por el de- sierto, Dios se ocupó de alimen- tar a su pueblo, pero llegada la plenitud de los tiempos, la verdadera comida y la verdadera bebida se manifestaron en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo. De esta manera, se volvió a hacer patente el amor intenso y fiel de Dios, que se hace carne y alimento para nosotros. Porque el amor, sí, el amor, al fin y al cabo, es el único alimento que nutre por completo el cuerpo y el espí- ritu. Por eso, la Iglesia vive de la Euca- ristía. Por eso, la insistencia casi a porfía de la misa dominical, incluso ir cada vez que se pueda. El memorial de la Pascua del Maestro, junto a su mandato de ce- lebrar este rito en su memoria está tan vigente como aquella primera vez en que Jesús mismo presidió la Cena Ju- día, con sus Apóstoles, como asamblea orante y celebrativa. Es asombroso y grato caer en la cuenta del valor tan inmensurable de la celebración eucarística, por eso es inevitable, la adoración en su presen- cia permanente en la Sagrada Forma Eucarística. No, la Eucaristía no es una obligación. Es la reacción normal de toda persona que se sabe bendecida por Dios, sanada de las dolencias de la vida, y necesitada de su amor cotidiano que sana nuestras heridas. La Eucaristía tiene en su fuente al amor dadivoso de un Dios que no solo se deja tocar, sino que penetra en cada uno de nosotros. El amor generoso del Dios que se ex- pande y se intensifica personal e ínti- mamente en el interior y nos impulsa a lo bueno. Por eso, la Eucaristía se vive plenamente cuando salimos del templo a testimoniar, como la Virgen, diciendo: ¡El Poderoso ha hecho en mí, grandes cosas, Santo es su nombre! COMISIÓN NACIONAL DE LITURGIA EL DOMINGO MAYO - JUNIO 2017 00200721 ¿MISA…? ¿TODOS LOS DOMINGOS…? CAMINAR CON LOS JÓVENES Acompañar a los jóvenes exige salir de los propios esquemas preconfec- cionados, encontrándolos allí donde están, adecuándose a sus tiempos y a sus ritmos; significa también tomarlos en serio en su dificultad para descifrar la rea- lidad en la que viven y para transformar un anuncio recibido en gestos y pala- bras, en el esfuerzo cotidiano por construir la propia historia y en la búsqueda más o menos consciente de un sentido para sus vidas. SÍNODO DE LOS OBISPOS XV ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional DOCUMENTO PREPARATORIO Dom Junio 18 de 2017.indd 3 31-01-17 12:16

Transcript of Dom Junio 18 de 2017 - Editorial SAN PABLO...

“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp.Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626,Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.clImpresor: B & B impresores. Tel.- 227578500 - Los Lingues 750, Quilicura.

Año XLII, Nº 2.218 Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (S) 18 de junio de 2017

Lu 19: 1Cor 6, 1-10; Sal 97, 1-4; Mt 5, 38-42. San Romualdo, abad (ML)

Ma 20: 2Cor 8, 1-9; Sal 145, 2. 5-9; Mt 5, 43-48 (Sta. Florentina)

Mi 21: 2Cor 9, 6-11; Sal 111, 1-4. 9; Mt 6, 1-6. 16-18. O bien (LS): 1Jn 5, 1-5; Sal 15, 1-2. 5. 7-8. 11;

Mt 22, 34-40 San Luis Gonzaga, r. (MO)

Ju 22: 2Cor 11, 1-11; Sal 110, 1-4. 7-8; Mt 6, 7-15. San Paulino de Nola, o. (ML). Santos Juan Fisher, o.

y Tomás Moro, mrs. (ML)

Vi 23: Deut 7, 6-11; Sal 102, 1-4. 6-8. 10; 1Jn 4, 7-16; Mt 11, 25-30. Misas vespertinas: VIGILIA DEL NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA (S)

Jer 1, 4-10; Sal 70, 1-6. 15. 17; 1Ped1, 8-12; Lc 1, 5-17. SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (S)

(S. Marcial/ S. José Caffaso)

Sá 24: Is 49, 1-6; Sal 138, 1-3. 13-15; Hech 13, 22-26; Lc 1, 57-66. 80. NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA (S)

Do 25: 12º durante el año Jer 20, 10-13; Sal 68, 8-10. 14. 17. 33-35; Rom 5, 12-15; Mt 10, 26-33.(S. Guillermo)

Dios Nos Habla Cada Día Desde que caminaba por el de-sierto, Dios se ocupó de alimen-

tar a su pueblo, pero llegada la plenitud de los tiempos, la verdadera comida y la verdadera bebida se manifestaron en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo. De esta manera, se volvió a hacer patente el amor intenso y fiel de Dios, que se hace carne y alimento para nosotros. Porque el amor, sí, el amor, al fin y al cabo, es el único alimento que nutre por completo el cuerpo y el espí-ritu. Por eso, la Iglesia vive de la Euca-ristía. Por eso, la insistencia casi a porfía de la misa dominical, incluso ir cada vez que se pueda. El memorial de la Pascua del Maestro, junto a su mandato de ce-lebrar este rito en su memoria está tan vigente como aquella primera vez en que Jesús mismo presidió la Cena Ju-día, con sus Apóstoles, como asamblea orante y celebrativa.

Es asombroso y grato caer en la cuenta del valor tan inmensurable de la celebración eucarística, por eso es inevitable, la adoración en su presen-cia permanente en la Sagrada Forma Eucarística. No, la Eucaristía no es una obligación. Es la reacción normal de toda persona que se sabe bendecida por Dios, sanada de las dolencias de la vida, y necesitada de su amor cotidiano que sana nuestras heridas. La Eucaristía tiene en su fuente al amor dadivoso de un Dios que no solo se deja tocar, sino que penetra en cada uno de nosotros. El amor generoso del Dios que se ex-pande y se intensifica personal e ínti-mamente en el interior y nos impulsa a lo bueno. Por eso, la Eucaristía se vive plenamente cuando salimos del templo a testimoniar, como la Virgen, diciendo: ¡El Poderoso ha hecho en mí, grandes cosas, Santo es su nombre!

Comisión naCional de liturgia

EL DOMINGO MAYO - JUNIO 2017

00200721

¿MISA…? ¿TODOS LOS DOMINGOS…?

CAMINAR CON LOS JÓVENES

Acompañar a los jóvenes exige salir de los propios esquemas preconfec-cionados, encontrándolos allí donde están, adecuándose a sus tiempos y a sus ritmos; significa también tomarlos en serio en su dificultad para descifrar la rea-lidad en la que viven y para transformar un anuncio recibido en gestos y pala-bras, en el esfuerzo cotidiano por construir la propia historia y en la búsqueda más o menos consciente de un sentido para sus vidas.

SÍNODO DE LOS OBISPOS XV ASAMBLEA GENERAL ORDINARIALos jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional DOCUMENTO PREPARATORIO

Dom Junio 18 de 2017.indd 3 31-01-17 12:16

“Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y Yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y Yo en él. Así como Yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente”.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión¿Cuál debiera ser nuestra actitud ante la Eucaristía? ¿Cómo podríamos expresar mejor nuestra adoración a Dios con noso-tros? ¿Cómo prolongo la Eucaristía cele-brada, con mi misión en el mundo de hoy?

6. Oración UniversalM. Oremos intensamente a Nuestro Se-ñor que nos escucha y se ha hecho ali-mento para nosotros. Digamos:

R. Jesús Pan de vida, escúchanos.

1.- Por el Santo Padre y nuestro obispo, para que, como pastores de su rebaño, estén siempre procurando que los más heridos de la vida puedan ser alimenta-dos con el pan eucarístico. R.

2.- Por quienes se ocupan de gobernar nuestro país y sus dirigentes políticos, para que siempre velen por el bien co-mún, y que en las próximas elecciones primarias procuremos elegir personas con una conciencia clara de los valores del Evangelio. R.

3.- Por los más necesitados, enfermos postrados y hermanos que viven en el do-lor, para que nunca falten manos que pro-curen llegar a ellos con el Pan de Vida. R.

4.- Por nuestra comunidad celebrante, para que la Eucaristía sea el centro de

nuestra vida espiritual y la fuente de todo nuestro servicio pastoral a los más aleja-dos de su Iglesia. R.

(Se pueden agregar otras peticiones de la comunidad)

M. Permítenos Señor, experimentar siem-pre en nosotros los frutos de tu reden-ción. Escucha nuestra plegaria elevada a ti, con fe y devoción. Porque tuyo es el poder el honor y la gloria, por los siglos de los siglos.

Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la comunión a los enfermos.

M. Qué alegría es poder reunirnos en torno a tu Palabra, Señor, y compartir el alimento que sostiene nuestra vida. Digamos:

R. A ti Pan de vida, te alabamos.

1.- Gracias Señor, porque como lo hiciste con Israel en el desierto, hoy sigues ali-mentando a tu pueblo. R.

2.- Gracias Señor, porque en la Eucaristía has dejado para nosotros el fundamento de nuestra Comunión. R.

3.- Te agradecemos porque nos permites alimentarnos con tu Cuerpo, Señor, y así ser alimento para la vida del mundo. R.

4.- Te agradecemos por nuestros minis-tros, que nos motivan para que podamos reunirnos en torno a ti, degustar tu Pala-bra y alimentarnos con la Eucaristía. R.

M. Gracias, Señor, porque has querido que seamos tu pueblo santo y que salga-mos al encuentro de los hermanos. Por eso, confiadamente te decimos: Padre nuestro...

Sugerencias de cantosCanta Iglesia/ Pan y Vino sobre tu altar/ Peregrinos de Emaús/ Madre de los pobres.

¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! Él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de ti. R.

Él asegura la paz en tus fronteras y te sacia con lo mejor del trigo. Envía su mensaje a la tierra, su palabra corre velozmente. R.

Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus manda-mientos. R.

4. Segunda Lectura 1Cor 10, 16-17

Pablo subraya el hecho de que al recibir todo el alimento eucarístico, se produce el fundamento de nuestra unidad, partici-pación y comunión en la caridad.

Lectura de la primera car-ta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto. Hermanos: La copa de bendi-ción que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la San-gre de Cristo? Y el pan que

partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, forma-mos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio Aleluia. “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente”, dice el Señor. Aleluia.

5. Evangelio Jn 6, 51-58 Lo vivido en la sinagoga de Cafarnaúm es memoria para una comunidad ya acos-tumbrada a celebrar la Eucaristía. Es la fe que despierta Jesús en él como el Cristo encarnado, y es un llamado permanente a la fe en Cristo presente sacramentalmente en el tiempo de la Iglesia.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que Yo

daré es mi carne para la Vida del mundo”. Los judíos discutían entre sí, diciendo: “¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?” Jesús les respondió:

1. AmbientaciónSi tanto insistimos en ser una Iglesia en salida, ¿para qué reunirnos cada semana en nuestros lugares de culto? Y es que, como afirmaron los primeros cristianos antes de morir mártires, por ser sorpren-didos celebrando clandestinamente la misa: “Es que sin la Eucaristía no pode-mos vivir” (49 mártires de Abitina). No po-demos misionar, ni podemos proclamar el evangelio en un mundo tan necesitado de amor…

2. Primera Lectura Deut 8, 2-3.14-16

Israel supo de hambre caminando a la tierra prometida. ¿Somos capaces de sentir hoy “hambre de Dios” en nuestra vida? Dios se ocupa de alimentar a su pueblo, lo mismo que hoy.

Lectura del libro del Deu-teronomio. Moisés habló al pueblo diciendo: Acuérdate del largo camino que el Se-ñor, tu Dios, te hizo recorrer por el desierto durante esos

cuarenta años. Allí él te afligió y te puso a prueba, para conocer el fondo de tu co-razón y ver si eres capaz o no de guar-dar sus mandamientos. Te afligió y te hizo sentir hambre, pero te dio a comer el maná, ese alimento que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que el hombre no vive solamente de pan, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. No olvides al Señor, tu Dios, que te hizo salir de Egip-to, de un lugar de esclavitud, y te condujo por ese inmenso y temible desierto, entre serpientes abrasadoras y escorpiones. No olvides al Señor, tu Dios, que en esa tierra sedienta y sin agua, hizo brotar para ti agua de la roca, y en el desierto te ali-mentó con el maná, un alimento que no conocieron tus padres.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Sal 147, 12-15. 19-20

R. ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!

Ciclo A - Color Blanco

Dom Junio 18 de 2017.indd 5 31-01-17 12:16