Documento Capitular Final 2011[1]

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MISIONEROS CLARETIANOS PROYECTO MISIONERO DE LA PROVINCIA DE PERÚ-BOLIVIA DOCUMENTO CAPITULAR Chaclacayo, del 3 al 7 de enero de 2011 1

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MISIONEROS CLARETIANOS

PROYECTO MISIONERO DE LA PROVINCIA DE PER-BOLIVIA

DOCUMENTO CAPITULAR Chaclacayo, del 3 al 7 de enero de 2011

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Presentacin

Queridos hermanos: El Gobierno General en el Consejo celebrado el da 17 de enero de 2011 ha examinado y aprobado las actas y conclusiones de nuestro I Captulo Provincial celebrado del 3 al 7 de enero del presente ao. Deseamos que el Proyecto de Vida y Misin que ha sido aprobado en el Captulo se desarrolle y se concrete en los proyectos comunitarios y en los planes pastorales de nuestras actividades para que sea verdaderamente efectivo. Cuidemos particularmente la pastoral vocacional, haciendo que nos impliquemos personal y comunitariamente en ella; y pongamos particular atencin a la Opcin por la Comunidad. Esto redundar en un mejor servicio al Pueblo de Dios desde nuestro carisma misionero.

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Somos, ante todo, fruto de un don de Dios al que queremos responder personal y comunitariamente. El Captulo General de 1979 nos sita en la perspectiva correcta: recuperar la propia identidad claretiana, crear una verdadera comunin de vida y accin apostlica y alcanzar la autntica disponibilidad para la misin no es cosa que se logre por decreto, ni por la mera informacin, ni siquiera por el estudio, aunque ste se hace de todo punto imprescindible. Es necesario resituarse en el centro de nuestra experiencia vocacional (MCH 128). Si escuchamos de nuevo la llamada de Dios y dejamos que gue nuestros procesos interiores, viviremos nuestra vocacin con gozo y sentido renovados (HAC 29).

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I NUESTRA VISIN DE LA REALIDADEstos son los diferentes aspectos de la realidad que nos afectan directa o indirectamente en nuestra vida misionera. 1. En este momento de nuestros pases: a) La Situacin econmica En la realidad de nuestros pases se constata la existencia de una mayora de la poblacin en situacin de pobreza, aproximadamente el 80 %. El mayor porcentaje de ella en situacin de pobreza extrema. La desigualdad econmica en que vive la poblacin es notoria, debido a la desigual distribucin de la riqueza, entre los sectores ms pudientes y los ms pobres. b) La Situacin Poltica Ambos pases se rigen por las reglas de la democracia. Pero viven situaciones polticas muy diferentes. Mientras que en el Per, desde hace diez aos, se ha mantenido una continuidad de la vida democrtica y alternancia en el poder entre conservadores y socialdemcratas (con sus altibajos), en Bolivia se ha dado un vuelco radical, con el protagonismo de un solo partido, de carcter indigenista y estatista, respaldado notoriamente por los sectores pobres de la poblacin, y que acapara todas las instancias del poder estatal, poniendo en riesgo la democracia. c) La situacin social Ambos pases son pluriculturales y multitnicos. En ellos se est produciendo una corriente de revalorizacin de las minoras tnicas. Anhelan ser reconocidos y valorados en su especificidad y que todos reciban un mismo trato, hasta lograr la integracin en la sociedad, superando la exclusin de estos grupos sociales. El fenmeno de la migracin afecta por igual a ambos pases, con sus consecuencias de desintegracin de la familia y desorientacin de nios y jvenes que ven amenazado su futuro. Est agravndose cada vez ms, el fenmeno de la violencia social y el desprecio por la vida y la justicia, manifestado en distintas formas de violencia, malos tratos a nios y a mujeres, (infanticidio, feminicidio). El abandono de los ancianos, las violaciones, la delincuencia, las venganzas justicieras y asesinatos y las bandas internacionales que se dedican al narcotrfico y a la trata de personas. La corrupcin de las instituciones del estado y de las personas aqueja a ambas sociedades y es un verdadero cncer que destruye la vida social4

y las relaciones personales e institucionales. Haciendo inviable un estado de derecho. En medio de esta realidad vemos a instituciones, grupos y personas que optan por la defensa de la vida, la lucha por los derechos humanos y la mejora de las condiciones de vida, ms humana y digna para todos. d) Desafos que nos plantea la situacin econmica, poltica y social: Esta problemtica nos exige estar atentos a los signos de los tiempos, y descubrir en ellos el llamado del Seor para responder con fidelidad a su Palabra y a los requerimientos que nos plantea este momento de cambio, econmico, poltico y social. En cualquier sistema es un desafo educar a las personas en valores, sin los cuales no es posible construir una nueva sociedad, un mundo ms humano y solidario, con personas renovadas, inspirados en los valores que debemos inculcar desde el evangelio. Debemos promover tambin la defensa del Estado de derecho, la democracia, la justicia, el libre ejercicio del derecho de expresin y opinin, y todos aquellos derechos que protegen a la persona humana y la convivencia social. Nos comprometemos a vivir eficazmente la opcin por los pobres, sea en un sistema de economa social de mercado o de socialismo comunitario. e) Nuestra postura como claretianos En el caso de Per se mantienen distintas posturas frente a la situacin poltica y econmica del pas. Observamos cierta apata a la hora de comprometernos en las acciones de justicia y paz. En cuanto a Bolivia, muchos estn de acuerdo con los objetivos que se persigue con el proceso de cambio desatado en el pas que, por otro lado, coincide en buena parte, sin pretenderlo, con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia. Pero se muestran en desacuerdo con los medios y el modo de llevar a cabo estos cambios. Esta diferente visin de las cosas ha llevado a una polarizacin en pro o en contra del sistema que se quiere implantar. 2. En este momento eclesialA partir del anlisis de la realidad de la Iglesia LA, que se ha dado en Aparecida (Cap. II). Y de nuestra propia experiencia misionera, hemos hecho la revisin de la problemtica eclesial de nuestros pases que nos plantea algunos desafos importantes para tener en cuenta en nuestra misin:

a) La religiosidad en cuanto que abre a la persona a la transcendencia y a la relacin con Dios, est arraigada en la prctica de nuestros pueblos y se expresa en signos, costumbres y creencias que han sido transmitidos de generacin en generacin. (Aparecida, Nos, 100; 264) b) El divorcio entre la fe y la vida y la poca participacin en la vida eclesial son elementos comunes en el caminar de nuestras Iglesias. Se constata la falta de agentes pastorales cualificados (sacerdotes,5

religiosos/as, laicos) en nuestras Iglesias locales, de modo especial en el interior de nuestros pases. c) La difusin de los movimientos no catlicos y de sectas nos lleva a reconocer la existencia de algunas carencias de la Iglesia respecto de la comunin, participacin, calor humano y expresin festiva de la fe. Vemos aqu un llamado a la tolerancia y al dilogo religioso. (Aparecida N 100, h). d) Presencia de los nuevos movimientos eclesiales (carismticos, cursillistas, movimiento familiar cristiano, Legin de Mara) en la mayora de nuestras parroquias a los cuales se les acompaa y encauza en la labor pastoral. (Aparecida N 100, e). e) Asistimos al progresivo debilitamiento de las CEBs en las que tantas esperanzas haba depositado la Iglesia Latinoamericana. Hay un nuevo inters por la reflexin bblica pero que todava no acabamos de aprovechar. (Aparecida 178-180) f) Esta realidad religiosa nos hace ver que necesitamos insertarnos ms en las Iglesias locales y sus proyectos pastorales, as como en el proceso de la Iglesia Latinoamericana y la Misin Continental. La evangelizacin en comunin eclesial es una de las exigencias de nuestra misin. Necesitamos renovar la opcin por una evangelizacin misionera que se dirija preferentemente a los pobres, los alejados y los menos evangelizados. A la vista del avance de los movimientos no catlicos y de las sectas, debemos cuestionarnos sobre el tipo de evangelizacin que desarrollamos en nuestros lugares de apostolado. En particular la catequesis de iniciacin cristiana y la educacin de la fe de los miembros de la Iglesia. 3. En este momento de nuestra Provincia a) Las personas En la actualidad somos nueve postulantes, un misionero novicio, seis misioneros en formacin, tres misioneros hermanos y sesenta y dos misioneros ministros ordenados: dos diconos, cincuenta y ocho presbteros y dos obispos. Cuatro de los cuales pertenecen a otros Organismos, tres estn en otros Organismos y uno est con permiso de ausencia comunitaria. Estamos en la Provincia claretianos de ocho pases de cuatro continentes, y el promedio de edad es de 54.8. La mayora de nosotros estamos felices y nos sentimos realizados como personas, religiosos y misioneros en las comunidades en que estamos y en los trabajos que hacemos. El sentido de pertenencia es fuerte en la mayora. Aunque algunos de nosotros desarrollan el apostolado en proyectos propios. No falta entre nosotros quienes prefieren vivir acomodndose a las circunstancias. Se advierte en algunos, la falta de entusiasmo y de pasin por anunciar a Cristo y su evangelio. Otros han descuidado su propia formacin y actualizacin orientadas a realizar unos servicios misioneros de ms calidad. Para responder a estas carencias que afectan a la vivencia de nuestra vocacin hemos iniciado6

juntamente con toda la Congregacin, el Proyecto formativo espiritual de la Fragua en la vida cotidiana. La realidad de nuestra Provincia est poniendo de manifiesto que es imprescindible tener en cuenta los datos demogrficos del personal de la Provincia para reconocer nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y no comprometernos en hacer cosas que superan nuestra capacidad. Vemos necesario que la insercin de los jvenes misioneros en las comunidades de la Provincia y en sus actividades pastorales requiere una atencin especial. Y que hemos de poner ms empeo en la integracin fraterna, teniendo en cuenta las naturales diferencias generacionales, culturales y de formacin. b) Las comunidades En nuestras comunidades predominan las buenas relaciones y existe un nivel aceptable de colaboracin mutua en los trabajos misioneros. El estilo de vida de las comunidades es sencillo. No obstante, el individualismo epocal se ha infiltrado tambin entre nosotros. Los dinamismos de animacin comunitaria funcionan en todas las comunidades, pero con desigual calidad, fidelidad y eficacia. Esta realidad nos invita a seguir construyendo la vida comunitaria, a pesar de las inevitables diferencias, reforzando los momentos diarios de oracin en los que nos identificamos como comunidad misionera, orando por la vida , el trabajo, y el envo de nuevos misioneros y asumiendo los proyectos pastorales comunes. Es necesario discernir los proyectos pastorales personales. Fortalecer la vida comunitaria es una prioridad. Con la novedad de las casas formativas interculturales se abre una oportunidad para elaborar proyectos comunitarios en los que se tome en cuenta la vida de los misioneros, ms all de las diferencias. Se nos plantea tambin el desafo, a mediano plazo de ir dando pasos para un mayor acercamiento y compromiso de la Provincia con la Misin del Norte de Potos (Provincia de Euskal Herria).

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4. Dimensin Pastoral a) Parroquias: En Bolivia hay seis parroquias, son urbanas tres y tres, son o cuentan, con zonas de misiones. Estas ltimas son las que disponen de personal ms joven. Las parroquias urbanas estn ubicadas en las ciudades ms importantes del pas: La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Tarija. Las zonas de misiones estn situadas en los departamentos de Tarija (Bermejo y Santa Ana) y el Beni (Guayaramern). En Per, tenemos cuatro parroquias urbanas (tres en Lima y una en Arequipa). Una de las de Lima se encuentra en una zona donde la marginacin y exclusin social es grande. Casi todas nuestras parroquias tienen un Plan Pastoral y un Consejo Parroquial de Pastoral. La catequesis est bien organizada en sus distintos niveles. Se cuenta con un buen nmero de catequistas y se procura atender a su formacin. En la mayora de nuestras parroquias ha crecido la sensibilidad por la promocin de la justicia y se presta atencin a personas vulnerables (enfermos, pobres, ancianos abandonados, mujeres, nios) a travs de los grupos de accin social. Las pastorales sectoriales estn mejor organizadas. Normalmente se ofrecen espacios para la insercin de los jvenes de post-confirmacin en la vida de las parroquias. Reconocemos que nos cuesta el trabajo en equipo. Necesitamos una mejor coordinacin con los laicos. La misin compartida sigue siendo ms un anhelo que una realidad. No encontramos el camino para incorporar a los jvenes, que terminan el catecumenado, a la comunidad adulta y las responsabilidades pastorales. No contamos con los planes y los medios de formacin adecuados en los distintos niveles de nios, jvenes y adultos. Es notable la carencia de CEBs (Comunidades eclesiales de base) y otras pequeas comunidades cristianas que lleven a la Parroquia a ser una verdadera red de comunidades plurales (Aparecida N 179). En algunas parroquias no est organizada la pastoral bblica ni los grupos de lectura orante de la Palabra. Esta realidad nos hace ver que necesitamos esforzarnos por realizar un trabajo coordinado, en equipo en todas las reas pastorales de la Parroquia y con la comunidad. Que hemos de prestar mayor atencin a la formacin continua e integral, de los jvenes y catequistas de nuestras parroquias. Y tomar como objetivo fundamental de la pastoral parroquial la formacin de una comunidad de comunidades.

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b) Pastoral educativa En Bolivia dirigimos un Colegio Parroquial con 450 alumnos. En Per tenemos tres colegios (Lima-Maranga, Huancayo, Trujillo) con un aproximado de 3,500 alumnos. Se destaca como positivo, la oferta de una educacin de calidad y el intento de desarrollar nuevos modelos de pastoral educativa integral, con dimensin claretiana. Se cuenta con un ideario que presenta el objetivo de una educacin en valores y una formacin humana cristiana integral para alumnos, padres de familia y profesores. Se desarrolla la misin compartida con los laicos, principalmente con los profesores que desempean con dedicacin y profesionalismo las variadas responsabilidades que se les encomienda. Se ha realizado un taller de formacin con profesores nuevos para conocer el carisma claretiano y crecer en identidad. Se cuenta con un Proyecto Educativo Institucional en cada Colegio. Los Colegios mantienen proyectos de solidaridad concretos con sectores marginados de la poblacin. No contamos con un Proyecto de Pastoral de los Colegios. No ha habido continuidad en el rea de pastoral, lo cual no ha permitido desarrollar una lnea de trabajo. Predomina el personalismo en detrimento de la Pastoral de Conjunto y las lneas comunes. Los talleres para profesores nuevos en los Colegios no han tenido continuidad. A la vista de esta realidad creemos necesario formar el equipo de pastoral de los colegios en forma estable, integrado por claretianos y laicos, que elaboren el Proyecto pastoral de los Colegios claretianos, tomando las iniciativas que ya estn en marcha, y lo pongan en prctica. c) Pastoral Bblica Hay un intento de animar esta pastoral de manera coordinada a travs del SEBICLAR. Destacamos los intentos positivos de algunas comunidades por organizar talleres de formacin bblica y grupos de lectura pastoral de la Biblia. Constatamos que nos falta implementar la pastoral Bblica en la Provincia. Teniendo en cuenta esta situacin debemos promover y fortalecer el rol de coordinacin de SEBICLAR en toda la Provincia. Y dar impulso a la creacin o consolidacin de grupos de pastoral y animacin Bblica en las distintas posiciones misioneras. d) Justicia Paz e integridad de la Creacin Las obras de promocin social, las ayudas a la Misin, talleres de reflexin y toma de conciencia para el cuidado de la creacin, que tiene relacin con este apostolado. Se ha intentado poner las bases de esta pastoral mediante la formacin de equipos en las parroquias y la coordinacin y colaboracin entre ellos.9

Constatamos que nos falta implementar esta pastoral en la nueva Provincia. Consecuentes con esta realidad debemos asumir la responsabilidad compartida con otros claretianos y con los laicos para promover iniciativas y actividades de concientizacin en este nuevo campo de apostolado. e) Pastoral de Medios de Comunicacin Social La parroquia de Bermejo cuenta con emisora de radio y un canal de televisin local. Tambin la parroquia de Guayaramern tiene canal de televisin. En Bolivia se cuenta con un claretiano que ha culminando su preparacin en medios de Comunicacin social. Reconocemos que a travs de los medios de comunicacin social se presta un buen servicio a la poblacin y en el caso de la radio, especialmente, a las comunidades campesinas, tan dispersas. Carecemos de un equipo de personas dedicadas a la elaboracin de programas propios en orden a la evangelizacin. No hay una articulacin de este campo con las otras reas pastorales. A la vista de esta realidad debemos tomar conciencia de este importante medio de evangelizacin para llegar a las zonas ms alejadas de nuestra misin y a los alejados de la Iglesia; y promover en la formacin de los jvenes estudiantes, y en las distintas reas de pastoral, la capacitacin y utilizacin de las TIC para la evangelizacin. f) Pastoral de zonas de misin1 Las misiones cuentan con una larga historia de servicio al pueblo, dando preferencia a los ms pobres, a los excluidos y a los menos evangelizados. La presencia misionera de los Claretianos en misiones de frontera: Atalaya (Per), Bermejo, Guayaramerin (Bolivia). La atencin a las comunidades campesinas, de indgenas y mestizos en la amazonia, que son numerosas: 60 en Bermejo, 46 en Santa Ana, 30 en Guayaramern y 54 en Atalaya. El acompaamiento y la preparacin de jvenes en el albergue Corazn de Mara de Atalaya Conscientes de esta situacin sentimos la necesidad de fortalecer un proyecto de misin que tenga en cuenta la dimensin integral de la evangelizacin. g) La Misin Compartida Los equipos de pastoral y los consejos parroquiales, son un espacio privilegiado para la Misin. Los movimientos, grupos y asociaciones que hay en las distintas posiciones pastorales son reflejo de las iniciativas por seguir en la senda de la misin compartida. Se fomenta la corresponsabilidad con los profesores y padres de familia, en particular en los Colegios. Hay comunidades de Seglares claretianos presentes en nuestras Parroquias, con su propia organizacin y compartiendo con nosotros la misin. Contamos con muchos voluntarios en las obras pastorales de la Provincia.1

Hace referencia a lo que anteriormente se conoca como Iglesias en formacin.

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A la vista de esta situacin creemos que es necesario promover en la etapa de formacin las actitudes que favorezcan el trabajo en equipo, la cooperacin y el dialogo en la elaboracin y realizacin de los proyectos pastorales. Y que el equipo de Gobierno y todos los claretianos de la Provincia asuman el compromiso de una misin compartida con todo lo que implica, de valorar y acoger otros carismas e iniciativas, sin perder lo propio. h) Revisin de posiciones La revisin de posiciones tiene como objetivo fortalecer o crear nuevas posiciones de carcter ms misionero. A la hora de revisar las posiciones hay que tener en cuenta algunos factores para no confundir la utopa con la realidad (edad, salud, formacin y mentalidad de las personas). Adems hay que tener en cuenta si una posicin, que puede ser asumida por otros agentes de pastoral, est siendo un buen campo para la iniciacin pastoral de los formandos, que suscite nuevos evangelizadores, que ofrezca posibilidades de pastoral juvenil vocacional o que contribuya a la autofinanciacin de la Provincia, aunque ciertamente hemos de tener algunas posiciones apostlicas que no se autofinancien y necesiten apoyo de las dems comunidades. La mayora de las comunidades consideran que debemos continuar en las posiciones actuales. Si bien algunos piensan en la posibilidad de dejar alguna posicin aplicando los criterios sealados. 5. Dimensin Formativa a) Pastoral Juvenil vocacional Desde hace 10 aos llevamos trabajando en este campo en forma continuada, con personas responsables en cada comunidad, pero sin los frutos vocacionales esperados y/o deseados. Se ha hecho un trabajo en conjunto y un itinerario vocacional por etapas para acompaar a los vocacionables. Se nota que hay carencias en el acompaamiento de los jvenes aspirantes, previo al ingreso en la casa formativa, es deficiente. No hay una corresponsabilidad de parte de los miembros de cada comunidad para asumir la pastoral vocacional como cosa de todos. El deficiente testimonio de personal y de nuestras comunidades influye en la escasa respuesta vocacional. La falta de testimonio vocacional, por nuestra parte, dificulta el llamado de otros a compartir una misma vocacin. Esta realidad nos cuestiona particularmente y nos lleva a tomar conciencia de la importancia vital de esta etapa de la formacin que es la llamada y el discernimiento vocacional. Y la necesidad de dedicar personas, tiempo y medios para el acompaamiento de los jvenes con inquietudes vocacionales.11

b) Formacin inicial Contamos con estructuras formativas estables y consolidadas: Postulantado, Noviciado, Estudiantado. Funciona el Consejo de Formacin y tenemos los Proyectos de Formacin de acuerdo a las normas y orientaciones congregacionales para estas etapas formativas. Tambin los estudiantes que se incorporan a la formacin inicial llegan de diferentes lugares con sus peculiaridades propias culturales e intelectuales. La dificultad para el nombramiento de formadores por la falta de personas capacitadas y dispuestas para asumir esta tarea, en particular entre los claretianos de la generacin intermedia. No se ha logrado inculcar y afianzar la fidelidad y la perseverancia vocacional de los formandos. Esta realidad nos plantea como urgencia la elaboracin el Plan de Formacin para la nueva Provincia. Y continuar con la Formacin de Formadores y el trabajo en equipo de los mismos. c) Formacin continua: Se han dado oportunidades para la formacin especializada renovacin personal en la Provincia. y de

Creemos que hay poco hbito de lectura y estudio en cada uno de nosotros. Se dejan pasar oportunidades para la renovacin personal. Falta de personas preparadas y con liderazgo para responder a las necesidades de la accin pastoral. La carencia de un plan de formacin continua y de especializaciones que responda a las opciones y necesidades pastorales de la Provincia y la Congregacin. Esta situacin nos hace ver claramente que cada claretiano debe asumir como propia la responsabilidad de no abandonar la formacin. Necesitamos capacitarnos siempre para renovarnos espiritualmente y mejorar nuestro servicio apostlico. El proyecto de la fragua en la vida cotidiana que recientemente se ha iniciado es un medio privilegiado que nos ha de ayudar a vivir nuestra identidad y profundizar nuestra vocacin misionera, como nos sugiere el Documento del ltimo Captulo General: Hombres que arden en Caridad. 6. Dimensin econmica La economa de la Provincia es estable y autosuficiente. Se cubren los requerimientos de formacin, servicios y de comunin de bienes entre las comunidades y con el Gobierno General. Se cuenta con un plan contable diferenciado para las comunidades y las actividades. Se han dado pasos para la diversificacin de ingresos y optimizar el uso y aprovechamiento econmico del patrimonio de la Provincia. No vivimos en radicalidad el voto de pobreza y no hemos asumido la corresponsabilidad en la economa de la provincia a travs de la12

claridad y la transparencia en la utilizacin personal de los medios que la comunidad pone a nuestra disposicin. Ante esta realidad creemos que cada Claretiano debe tomar conciencia de la adecuada utilizacin de los bienes y de la corresponsabilidad en la administracin de los mismos, viviendo con austeridad

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II MISIONEROS QUE ARDEN EN CARIDADLa Congregacin ha nacido para evangelizar y vivir esta misin requiere de hombres que arden en caridad. Por ello expresamos, desde nuestra identidad, que ser Misioneros Hijos del Inmaculado Corazn de Mara es el modo concreto de ser hombres, cristianos, religiosos, ministros ordenados y apstoles (HAC 34). Lo que a continuacin se propone debe ser asumido como parte de nuestro estilo de vida misionera. Mstica Claretiana La Congregacin en el Captulo General de 1985, se preocup ante todo por la persona del claretiano, su espiritualidad y su mstica misionera, convencida, como se deca entonces, de que sin claretianos, nada hay claretiano (cf. CPR 10-11). Aquel Captulo se propuso muy seriamente como objetivo prioritario la animacin de la espiritualidad misionera del claretiano (CPR 51-59). El reciente Captulo de 2009 ha retomado esa misma preocupacin. En cuanto misioneros, el punto de partida de una espiritualidad consistente pasa por conocernos a nosotros mismos, cultivar las bases humanas de nuestra personalidad y desarrollar los propios talentos. Se trata en definitiva de volver a nacer (HAC 43). Jess es la pasin que nos impulsa y el camino que seguimos, como l buscamos la gloria de de Dios y la salvacin del ser humano, orando, trabajando y sufriendo (HAC 46). Encendernos en la oracin como Claret, nos impulsar a trabajar y sufrir por el Evangelio. Tomando como paradigma la definicin del misionero en la que Claret suea un misionero ardiendo en llamas de amor a Jesucristo y de pasin por la evangelizacin, el Captulo de 2009 ha vuelto a insistir en la vida espiritual y en las fuentes que la alimenta, como la Palabra de Dios, la eucarista y la oracin; propone cuidar con esmero la dimensin teologal y mstica de nuestra vocacin (cf. HAC 46, 54). Misin claretiana Nuestras Constituciones dejan claro que somos un Instituto verdadera y plenamente apostlico (CC 5), al servicio de la Iglesia como ministros de la Palabra (CC 6) mediante el cual anunciamos a Cristo y la Buena Nueva del Reino. Este servicio especfico dentro del pueblo de Dios ha de inspirar a cada misionero y es adems la fuente de inspiracin y el criterio fundamental para la seleccin de las obras apostlicas (Dir.101). Este servicio de la Palabra no se limita a la predicacin, sino que se traduce en signos del Reino como nuestra vida en comunin, compromisos de solidaridad, defensa de la vida, la paz, la justicia, la creacin y en otros gestos de amor con los ms necesitados. Para vivir con mayor intensidad y conviccin la llamada a evangelizar necesitamos recordar quines somos y a quien pertenecemos. Esto14

requiere volver continuamente a la definicin del misionero que nos devuelve el entusiasmo que necesitamos para arder, abrasar y encender a todo el mundo en el fuego del divino amor (cf. HAC 32). Caractersticas de la misin claretiana Necesitamos plantearnos la misin desde la clave del amor como missio Dei missio inter gentes y misin compartida (cf. HAC 58). Resaltamos algunas caractersticas de nuestro servicio misionero recogido de nuestro patrimonio congregacional: Estilo de nuestra Misin Nuestro estilo de misin est configurado por una serie de opciones que la acompaan, animan y configuran siempre en cualquier actividad apostlica que realicemos. Las Constituciones (48-49) destacan tres caractersticas de nuestro estilo de misin: La intuicin para captar lo ms urgente, oportuno y eficaz para prestar nuestro servicio; sentido de disponibilidad para realizar la misin en cualquier lugar del mundo y sentido de catolicidad para inculturarnos all donde trabajemos. El Directorio (nn. 111-117) recoge las opciones de principio que seala el Captulo General de 1979 (MCH): Misionera segn el espritu de Claret, opcin que manifestar sobre todo a la hora de elegir los destinatarios de la misin; inculturada en los grupos humanos que evangelizamos; proftica y liberadora para ayudar a los destinatarios de nuestra misin a salir de toda clase de alienaciones y opresiones; desde la perspectiva de los pobres y necesitados y multiplicadora de lderes evangelizadores. b) Sujetos o destinatarios de nuestra misin En gran medida la eleccin de los destinatarios de nuestra misin brota de las opciones de principio antes mencionadas. El Captulo General de 1967 sealaba hasta 11 sujetos preferenciales de la misin. Las Constituciones (n. 48), redactadas despus de este Captulo, sealan nicamente dos: los ms necesitados de evangelizacin y los agentes de evangelizacin. El Documento Capitular de 1979, tan decisivo en la relectura de nuestra misin, seal cinco, que recogi despus el Directorio (n. 116): Los que no han recibido el anuncio del Evangelio, los pobres, los jvenes, la familia y los nuevos evangelizadores. El documento capitular de 2009 nos convoca a avivar nuestra conciencia de ser enviados, trabajar apostlicamente de forma renovada, hacer con otros creando redes, infundir creatividad en nuestra accin misionera invitar a otros a seguir esta vocacin (cf.HAC 57). c) Medios y estructuras de nuestra Misin Tanto las opciones de principio como la eleccin de los destinatarios de nuestra misin han de caracterizar a todas nuestras estructuras y medios de evangelizacin e igualmente el compromiso de suscitar y15

consolidar comunidades de creyentes (CC 47). Nuestro Directorio (nn. 126-134) considera vlidos para realizar la misin claretiana los siguientes medios y estructuras de evangelizacin: El servicio itinerante de la Palabra a travs de las misiones populares renovadas, de los ejercicios espirituales y otros modos de predicacin; los medios de comunicacin social, tan valorados por el Fundador; la palabra escrita, tanto de divulgacin como de especializacin; la educacin cristiana en centros propios o ajenos, medio muy apto para el servicio misionero de la Palabra; las parroquias, que deben tener como objetivo prioritario la creacin de pequeas comunidades cristianas para ser una comunidad de comunidades. Nuestro ltimo Captulo General (cf. HAC 61) nos anima a crear y cualificar nuestra accin misionera a travs del testimonio que hace creble nuestra misin con la coherencia de vida y el fomento de las virtudes de la humildad, la vida pobre y austera, la generosidad, la mansedumbre y la acogida cordial; la creacin de equipos misioneros, especializados, creativos e itinerantes; el fortalecimiento de la animacin y la pastoral bblica; el compromiso con la justicia, la paz y la integridad de la creacin y la evangelizacin a travs de las tecnologas de la informacin y la comunicacin.

III LA CARIDAD DE CRISTO NOS URGEDios nos llama a travs de la Iglesia y del Espritu del Concilio Vaticano II a compartir los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres (GS 1). Sentimos el llamado a ser discpulos y misioneros segn nuestra peculiar forma de vida y nuestro estilo carismtico (HAC, 3). En consonancia con las orientaciones de la Iglesia y del ltimo captulo General inspiradas en nuestro carisma fundacional queremos hacer de nuestra Provincia, una comunidad claretiana, que ardiendo en caridad, se comprometa a vivir, anunciar y extender el Reino de Dios desde la opcin por los pobres y alejados, que fueron para Jess los primeros destinatarios de la Buena Nueva.

A.- EspiritualidadMstica misionera La Congregacin nos pide hoy: Desarrollar con especial esmero la dimensin teologal y mstica de nuestra vocacin misionera, tomando muy en cuenta, personal y comunitariamente, las fuentes de nuestra espiritualidad que alimentan en nosotros el fuego misionero: la Palabra, la Eucarista, la oracin y la piedad cordimariana (HAC 54). Nos proponemos las siguientes lneas de accin:

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a) Motivaremos la elaboracin del

proyecto personal, revisndolo peridicamente y contando con el adecuado acompaamiento personal (cf. HAC 54.5 y 55.1).

b) Garantizaremos los espacios y tiempos necesarios para que cada uno de los miembros de la comunidad pueda cuidar su vida espiritual, especialmente, para dedicarnos al proyecto congregacional la fragua en la vida cotidiana. c) Cultivaremos una espiritualidad misionera de oyentes y servidores de la Palabra (cf. EMP 22,23) acogindola, vivindola y compartindola al estilo de Mara.d) Daremos

a la Eucarista, la importancia decisiva que ha de tener en nuestra vida. Libres de toda rutina, procuraremos vivir intensa y gozosamente el encuentro eucarstico con el Seor Resucitado. Celebraremos frecuentemente el sacramento de la reconciliacin en el cual se significa el espritu de una verdadera conversin. (HAC 55; CC 38) la Provincia.

e) Participaremos cada ao en los ejercicios espirituales organizados por f) Participaremos en los Encuentros con Claret programados por el

Gobierno General. g) Cultivaremos en cada uno de nosotros el sentido de disponibilidad misionera y de pertenencia a la Congregacin procurando una mirada ms universal que no atienda solo a nuestro propio organismo (HAC 64,6) Comunidad misionera La Congregacin nos pide hoy: Lograr que nuestras comunidades sean signo de la presencia del Reino estando configuradas por sus valores de comunin, fraternidad, solidaridad y servicio, tanto hacia dentro, como en su relacin con el pueblo y que de ese modo sean "el primer hecho de misin" y el "primer acto proftico" (EMP 18-19). Nos proponemos las siguientes lneas de accin: a) Optaremos personalmente por la comunidad y la sentiremos como nuestra nueva familia.b) Desarrollaremos

actitudes que nos ayuden a vivir en familia: fraternidad y acogida mutua, humildad, sinceridad, correccin fraterna, reconciliacin, aprecio mutuo, inters y preocupacin por el hermano (HAC 56,1), cuidando los espacios que favorezcan la acogida clida, la comunicacin profunda, la oracin y la recreacin compartidas (HAC 56, 2).

c) Combatiremos las tendencias desintegradoras de la comunidad: individualismo, egosmo, afn de protagonismo, la competencia y la murmuracin.

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d) Desterraremos todo tipo de prejuicios por razn de pas, formacin,

cultura e historia para avanzar en la integracin de las comunidades de la Provincia y sentirnos una sola familia misionera.e) Nos

ayudaremos mutuamente en la vivencia de los consejos evanglicos asumidos por la causa del Reino mediante los votos. (Cf EMP 21). un estilo de vida sencillo, austero, en coherencia con nuestro voto de pobreza y nuestra opcin por los pobres y necesitados.

f) Llevaremos

g) Cultivaremos la disponibilidad misionera para ser enviados a cualquier comunidad. h) Prestaremos la debida atencin a los hermanos mayores velando por sus necesidades y cuidados. i) Facilitaremos la integracin de los jvenes en las comunidades en los primeros aos de ministerio (HAC 55,7) destinndolos a las comunidades ms adecuadas y proporcionndoles el acompaamiento que necesiten. j) Cuidaremos la elaboracin del proyecto comunitario de vida misionera. Y como lo pide nuestra legislacin (Dir. 431), lo presentaremos a la aprobacin del gobierno provincial. En l se programaran todos los puntos sealados en ese mismo nmero del Directorio.k) Elegiremos o nombraremos

para el servicio de superiores locales personas con capacidad de coordinacin y animacin, y que dediquen prioritariamente su tiempo a animar el espritu misionero de la comunidad, armonizar la vida comn y la misin y atender a las personas (PTV 71.3). La reunin de superiores deber ser una instancia de formacin y animacin para su servicio a la comunidad.l)

Promoveremos en la Provincia la apertura a la realidad multicultural que la caracteriza, Desarrollando actitudes que faciliten la convivencia, el respeto, el dilogo y la apertura a lo diferente (cf. HAC 56.7-8). a cultivar el sentido de pertenencia comunitaria, provincial congregacional. y

m) Fomentaremos encuentros y propondremos los medios que ayuden

B.- FORMACION

18

Pastoral Juvenil Vocacional Claretiana La Congregacin nos pide hoy: Desarrollar una pastoral juvenil vocacional cualificada y entusiasta, como prioridad de prioridades, implicando en ella a todos los miembros y comunidades de la Provincia. Nos proponemos las siguientes lneas de accin:a) Asumiremos la PJVC, como prioridad de prioridades, para el caminar

de la Provincia.b) Liberaremos a algunas personas encargadas del secretariado de la

PJVC, en la medida de lo posible, dedicados a la Pastoral vocacional a tiempo completo, proporcionndoles los medios para ello.

c) Daremos forma estable a la labor vocacional sea como secretariado

o prefectura. Una instancia con las garantas de un funcionamiento adecuado.d) Elaboraremos el Proyecto de Pastoral Juvenil Vocacional de la

Provincia, adultos.

incluyendo en el mismo la situacin

de los jvenes

e) Cuidaremos

de la formacin y acompaamiento de los jvenes aspirantes segun Itinerario Vocacional. Estableceremos espacios y tiempos para el dilogo y acompaamiento personal, para retiros de discernimiento, para los encuentros y convivencia con la casa de formacin. Procuraremos el contacto con nuestras comunidades, convirtindolas en casas de acogida vocacional.

f) Promoveremos las iniciativas para convocar a los jvenes, dedicando

personas para ello y comprometiendo a las comunidades locales en el caminar vocacional claretiano.

g) Iniciaremos

la formacin de agentes de Pastoral Vocacional en los distintos lugares donde hay presencia claretiana, que ayuden a poner en marcha la PV.

Formacin inicial (HAC 63) La Congregacin nos pide hoy: Cuidar con especial esmero la formacin inicial, tan decisiva para el futuro de la Provincia y de la misin claretiana. Nos proponemos las siguientes lneas de accin:19

a) Los estudios de los misioneros en formacin se realizaran en aquella institucin que ofrezcan una mejor preparacin acadmica y que permitan seguir su proceso formativo en la mejor de las circunstancias posibles. b) El Gobierno Provincial discernir que instancias formativas puede organizar para situaciones que no estn dentro del marco formativo actual. c) La Prefectura elaborar el Plan de Formacin de la Provincia. d) Cuidaremos el ao de pastoral y la formacin encaminada a la profesin perpetua (incluido el segundo Noviciado) y la preparacin a las rdenes, teniendo una estructura adecuada para el acompaamiento, las actividades y que ayude a la formacin del enviado. Cuidaremos especialmente el envo, la integracin en las comunidades y el acompaamiento de los que estn en los que estn en los cinco primeros aos de su iniciacin a la vida apostlica. f) Seguiremos apoyando y colaborando en el Noviciado del Cono Sur ubicado en nuestra Provincia.e)

Formacin Continua y Especializada. La Congregacin nos pide hoy: Preparar a los misioneros para responder a las necesidades de nuestros destinatarios, en los diferentes aspectos que la accin pastoral comprende, brindndoles una formacin slida, altamente cualificada y actualizada. Nos proponemos las siguientes lneas de accin:a) Promoveremos las especializaciones de acuerdo con las necesidades

y opciones de la Provincia y la Congregacin.b) Llevaremos a cabo estas especializaciones teniendo en cuenta, las

motivaciones, cualidades e inclinaciones de los misioneros.c) El Gobierno Provincial elaborara un plan de Formacin continua y

especializaciones de los miembros de la Provincia. d) Cada misionero conceder a la lectura y al estudio el lugar que han de tener en nuestras vidas (cf. CC56) y que la comunidad facilite condiciones y recursos para ello (cf. HAC 55.2). Es necesario seguir potenciando los cauces, medios y procesos de formacin continua.

C- APOSTOLADO Necesitamos avivar nuestra conciencia de ser llamados y enviados a trabajar apostlicamente de forma creativa, renovada, en misin compartida, y en solidaridad proftica con los empobrecidos. (cf. HAC 57).

20

15.-Renovar nuestra opcin por los pobres y excluidos (cf. EMP14.2; 48; 49.1; HAC 2c; 57, 3).

La Congregacin nos pide hoy: Hacer ms real y verdadera la centralidad de la opcin por los pobres en nuestra vida y en nuestro servicio misionero, tanto a nivel personal, como comunitario. Asumiendo como prioridad la solidaridad proftica con los pobres, los excluidos y los amenazados en su derecho a la vida (PTV 40) de modo que esto repercuta en nuestros estilo de vida personal y comunitaria, en nuestra misin apostlica y en nuestras instituciones (cf. HAC 3.a; 58,3). Nos proponemos las siguientes lneas de accin:a) Seguiremos

impulsando en cada una de nuestras posiciones nuestro servicio a los pobres y haremos de ellos, sin excluir a nadie, los sujetos preferenciales de nuestros servicios ministeriales (cf. PTV 52.1)

b) Optaremos en todas las posiciones y de manera especial en las zonas de misin por una evangelizacin de carcter integral. c) Asumiremos en todas nuestras posiciones compromisos de defensa de la vida, la justicia, la paz y la integridad de la creacin. d) Priorizaremos en todos los proyectos de nuestras posiciones apostlicas iniciativas de evangelizacin y de atencin a las familias permanentemente amenazadas por la desintegracin (cf. HAC 2 c). e) Denunciaremos la violencia, en todas sus formas, y apoyaremos a quienes trabajan por erradicarla (HAC 2a), ejerciendo el ministerio de la consolacin con las vctimas de la violencia (cf. EMP 43; 59.4).f) Preveremos con generosidad en los presupuestos comunitarios ayudas

para la defensa de la vida y la prctica ordinaria de la solidaridad y evaluaremos su cumplimiento. 16.- Optar por una evangelizacin inculturada, proftica y liberadora La Congregacin nos pide hoy: Reavivar nuestra opcin por una evangelizacin inculturada, proftica, liberadora y en misin permanente, que insistentemente nos han reclamado los ltimos Captulos Generales (cf. MCH 167-172; EMP 33.4; 45; HAC 58,3). Nos proponemos las siguientes lneas de accin: a) Respetaremos y apoyaremos a nuestros pueblos, procurando conocer su historia y sus culturas con toda la riqueza y los valores que ellas tienen.b) Fomentaremos el dilogo de carcter intercultural, ecumnico e

interreligioso (cf. HAC 58, 2).c) Apoyaremos a las etnias minoritarias en su proceso de desarrollo y en

su plena integracin en la vida de los pases. d) Expresaremos el Evangelio, la vida cristiana y la liturgia desde las culturas de nuestros pueblos (cf. EMP 45) y prestaremos atencin a la21

religiosidad popular, rescatando todo lo que tiene de positivo y tratando de purificarla y enriquecerla con los valores evanglicos. Denunciaremos profticamente la corrupcin reinante en la vida pblica y en todos los poderes del Estado y del Orden Pblico (cf. EMP 44). f) Desarrollaremos planes formativos de catequesis para los nios y jvenes de nuestras misiones.e) g)

Creemos que la presencia claretiana en el Norte de Potos responde a la prioridad por la solidaridad proftica con los empobrecidos (HAC 58.3) y afirmamos la validez que hoy da sigue teniendo este proyecto para toda la congregacin. Por lo tanto apostamos para iniciar y desarrollar un proceso de mutuo acercamiento y conocimiento que pueda concluir en la futura integracin de la Misin del Norte de Potos en nuestra Provincia de Per-Bolivia.

17.- La misin compartida (PTV 35-37; 65-66. HAC 57; 58, 4) La Congregacin nos pide hoy: Asumir como prioridad la misin compartida aceptando las consecuencias que esto tiene en nuestra espiritualidad, en la pastoral vocacional, en los procesos formativos, en la vida comunitaria, en el trabajo apostlico y en las instituciones de gobierno y economa (PTV 37). Nos proponemos las siguientes lneas de accin:a) Viviremos la misin compartida al interior de la comunidad, teniendo

presente que toda obra apostlica tiene que quedar enmarcada en el mbito comunitario y en apertura universal, aun aquellas que puedan ser llevadas a cabo por una sola persona (Dir. 105). b) Viviremos y trabajaremos en comunin con la Iglesia local desde nuestro carisma. c) Promoveremos la participacin activa de otros agentes de evangelizacin en las diferentes instancias pastorales del organismo, tanto a nivel Provincial como en el de las posiciones apostlicas. Haciendo que los agentes de pastoral participen en la elaboracin, desarrollo, seguimiento y evaluacin de los proyectos pastorales, como verdaderos compaeros de camino y no como simples ayudantes. d) Procuraremos la participacin de los laicos en los rganos de reflexin y la toma de decisiones, segn nuestro derecho. e) Acogeremos en nuestras comunidades a las personas con las que compartimos la misin, respetando las caractersticas y el estilo de vida que deben tener tanto las comunidades claretianas como los laicos.f) Acompaaremos a los laicos en su formacin cristiana y en su capacitacin para la misin que les corresponde en la Iglesia y en la sociedad.

g) Apoyaremos el desarrollo del Movimiento de Seglares Claretianos invitando a integrarse en l a quienes estn en sintona con su carisma y quieran comprometerse en la evangelizacin. (cf. EMP 33.3).22

h) Los claretianos tenemos que formarnos en la misin compartida. Es

una llamada fuerte al trabajo en equipo y a un hacer con otros en todas las actividades pastorales. i) Tendremos presente que hay instancias distintas a las propias donde vivir la misin compartida. 18.Pastoral bblica La Congregacin nos pide hoy: Promover la pastoral bblica, que convierta nuestras posiciones en verdaderas escuelas de la Palabra (pastoral y animacin bblica) y dinamice nuestra evangelizacin en todas sus expresiones (cf. HAC 59.1.2.). Nos proponemos las siguientes lneas de accin: a) Trabajaremos en una organizacin ms sistemtica de la pastoral Bblica. b) Optaremos por una Lectura Orante, Comunitaria, Ecumnica de la Biblia, asumiendo la opcin de CICLA. animacin bblica en la pastoral. (cf. HAC 59,3)d) Promoveremos la creacin de centros bblicos por zonas geogrficas

Popular

y

c) Privilegiaremos el acompaamiento de itinerarios de fe desde la

y/o posiciones pastorales. 19.- Pastoral EducativaLa Congregacin nos pide hoy:

Revisar profundamente y actualizar nuestros proyectos pastorales, aprovechando al mximo nuestra presencia en la educacin (HAC 60.1). Nos proponemos las siguientes lneas de accin. a) Crearemos el equipo de pastoral educativa. b) Elaboraremos el Plan pastoral educativo para los Colegios. 20.Justicia Paz e Integridad de la Creacin (HAC 61,7) La Congregacin nos pide hoy: Potenciar en nuestra Provincia la dimensin de JPIC. Nos proponemos las siguientes lneas de accin:a) Daremos a conocer y reforzaremos la Comisin de de Justicia, Paz e

Integridad de la Creacin.b) Crearemos

en cada comunidad local la pastoral de JPIC. Participaremos en instancias locales y nacionales que promuevan esta realidad.

21.Procura La Congregacin nos pide hoy:23

Consolidar la estructura organizativa y el funcionamiento de la Procura. Nos proponemos las siguientes lneas de accin:a. Promoveremos la animacin misionera y solidaria de la Provincia. b. Asumimos la Procura como instancia en la que se canalizan los

diversos proyectos de las posiciones (transparencia econmica, informacin del proceso de desarrollo, etc.) c. Buscaremos cauces operativos para la institucionalizacin de los aspectos que configuran la Procura.

22.Medios de comunicacin y nuevas tecnologas (HAC 2.c; 61.4). La Congregacin nos pide hoy: Aprovechar y promover ms los medios de comunicacin y las nuevas tecnologas como medios de evangelizacin y formacin. Nos proponemos las siguientes lneas de accin:a) Los Claretianos y agentes de pastoral se irn cualificando en el uso de

las nuevas tecnologas y de los medios de comunicacin social para un mejor servicio misionero.b) Potenciaremos los medios de comunicacin con los que se cuenta. c) Aprovecharemos la plataforma telemtica de la Congregacin para la

formacin de CMFF y agentes pastorales. 23.Revisin de posiciones La Congregacin nos pide hoy: Que todas nuestras posiciones, estructuras y medios de apostolado respondan a las caractersticas claretianas de nuestro estilo de evangelizar, tanto en lo que se refiere a opciones como a sujetos preferenciales de nuestra misin. Proponemos las siguientes lneas de accin:a) Elaboraremos

el proyecto pastoral de cada una de nuestras posiciones, resaltando las caractersticas propias de la misin claretiana en cuanto a opciones de principio, que orientan nuestra accin evangelizadora y en cuanto a los sujetos preferenciales de nuestra misin. (HAC 2.c; 4,g; 46)

b) Revisaremos peridicamente nuestras posiciones, teniendo en cuenta los criterios sealados. c) El Gobierno Provincial har una revisin de posiciones en profundidad de modo procesual durante el primer trienio. D- ECONOMIA Y COMUNICACIN DE BIENES 24.Asuntos econmicos. La Congregacin nos pide hoy: Gestionar los bienes desde criterios claretianos de pobreza, austeridad y Administracin, consolidando la comunicacin de bienes y buscando una coordinacin ms efectiva de nuestros recursos, para responder a24

los desafos econmicos de la Provincia al servicio de la misin. Proponemos las siguientes lneas de accin: a) Utilizaremos los bienes materiales en conformidad con las exigencias de la pobreza misionera, con criterios de austeridad, solidaridad, laboriosidad y transparencia.b) Elaboraremos

el presupuesto de la comunidad con los criterios sealados en nuestros documentos.

c) Promoveremos la transparencia a travs de la informacin clara, cierta, oportuna y suficiente en la rendicin de cuentas mensuales. d) Reforzaremos la comunin de bienes dentro de la Provincia entregando cada fin de ao el remanente del ejercicio y dando nuestra cuota anual de ayuda al gobierno provincial.e) Seguiremos implementando el sistema contable de la economa para

llegar a una mejor centralizacin de nuestra economa.f) Cuidaremos que ninguna casa de la Provincia carezca de lo necesario

para desarrollar con normalidad su vida y su misin. La Administracin Provincial, acudir subsidiariamente, en apoyo de aquellas comunidades que despus de haber realizado todo el esfuerzo necesario no puedan alcanzar su financiacin.g) Constituiremos

el Consejo de Economa funcionamiento sea eficaz. (Directorio n 548)

haciendo

que

su

h) Buscaremos apoyo profesional para una posible diversificacin de ingresos durante el sexenio.

i)

Actuaremos previsoramente tomando las medidas que sean convenientes para la provisin y diversificacin de fondos, y as hacer frente a futuras contingencias que pudieran darse en la Provincia. un fondo para cubrir las actuales o potenciales obligaciones por carga sociales de los empleados u otras obligaciones. de la Provincia a lo largo del sexenio

j) Crearemos

k) Realizaremos el inventario de bienes de todas las casas y actividades

l) Capacitaremos tcnicamente a algunos claretianos para ecnomos, comenzando desde la formacin inicial. m) Daremos a conocer los presupuestos de las distintas prefecturas y secretariados. n) Estudiaremos las distintas alternativas para los seguros mdicos y pensiones de los misioneros en Per y en Bolivia. ) Estaremos atentos a las necesidades de la Congregacin. E. DECISIONES CAPITULARES.

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a) Los Escrutadores Provinciales son los Superiores de las Casas de Magdalena del Mar y de San Miguel, junto al Superior Provincial, siendo suplentes sus respectivos Vicarios. b) Los Superiores Locales son nombrados por el Gobierno Provincial. c) Los Vicarios y Ecnomos son nombrados por el Gobierno Provincial. d) La Junta Permanente estar formada por cinco miembros que sern nombrados por el Gobierno Provincial en base a un sondeo a todos los miembros de la Provincia. e) El Gobierno Provincial designar dos delegados para el siguiente Captulo Provincial. f) Los Superiores locales sern nombrados por un mximo de tres trienios consecutivos. g) Las vacaciones en el pas de origen para los extranjeros sern dos meses cada dos aos. Y un mes al ao para los originarios de los dos pases que conforman la Provincia.

INDICE26

Presentacin I. NUESTRA VISIN DE LA REALIDAD 1. En este momento de nuestros pases 2. En este momento eclesial 3. En este momento de nuestra Provincia 4. Dimensin pastoral 5. Dimensin formativa 6. Dimensin econmica

Pgs. 02 03 04 05 06 08 09 10 10 10

II. MISIONEROS QUE ARDEN EN CARIDAD 7. Mstica claretiana 8. Misin claretiana 9. Caracterstica de la misin claretiana III. LA CARIDAD DE CRISTO NOS URGE A. ESPIRITUALIDAD 10. Mstica 12 11. Comunidad misionera 12 B. FORMACION 12. Pastoral Juvenil Vocacional Claretiana 13. Formacin inicial 14. Formacin continua y especializada

misionera

13 14 14

C. APOSTOLADO 15. Renovar nuestra opcin por lo pobres y excluidos 15

16. Optar por una evangelizacin inculturada, proftica y liberadora 16 17. La misin compartida 18. 17 19. Pastoral Educativa 20. Justicia, Paz e Integridad de la creacin 21. Procura27

16 Pastoral bblica 17 18 18

22. Medios de comunicacin y nuevas tecnologas 23. 18 Revisin de posiciones

18

D. ECONOMIA Y COMUNCACION DE BIENES 24. Asuntos Econmicos 19

E. DECISIONES CAPITULARES

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