División Norteamericana 1er trimestre...

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División Norteamericana 1 er trimestre 2015

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División Norteamericana1er trimestre 2015

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA2 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

Bienvenido a un nuevo año, un nuevo trimestre, y una nueva División en la cual enfocar nuestra atención y nuestras oraciones.

DIVISIÓN NORTEAMERICANA La División Norteamericana

incluye a Canadá, Estados Unidos de América, y sus territorios de Guam y la Isla Wake, los Estados Federados de Micronesia, las Bermudas, y varias posesiones insulares.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día nació y creció en Norteamérica, donde fue organizada oficialmente en 1863. Hoy la Iglesia Adventista cuenta con más de 18 millones de miembros, y tiene presencia en 216 países en más de 900 idiomas.

Pero el crecimiento de la iglesia en Norteamérica, al igual que en gran parte de Europa y Australia, se ha frenado. Hoy la División Norteamericana (DNA) tiene poco más de un millón de miembros, que comprende menos del seis por ciento de la membresía mundial de la iglesia.

Este trimestre estaremos ofreciendo emocionantes historias procedentes de algunas de las partes más remotas de esta División. Desde las cálidas islas tropicales de Guam y Micronesia, al fresco y hermoso Estado de Alaska, y las montañas y los ríos de los Apalaches, veremos la mano de Dios moviéndose de manera

Estimado dirEctor dE la EscuEla sabática: contEnido

ALASKA

5 Una estrella guía ................................................................ 3 de enero

7 Encuentro con Jesús en el campamento ............................. 10 de enero

9 Corazones transformados ................................................ 17 de enero

11 “La dama del campamento” y “el hombre del campamento” .... 24 de enero

13 Algo más profundo........................................................... 31 de enero

VIRGINIA OCCIDENTAL

15 Más puertas abiertas ....................................................... 7 de febrero

17 Ellos merecen una oportunidad ...................................... 14 de febrero

19 Un gran corazón ......................................................... 21 de febrero

21 El experimento de la bondad ........................................ 28 de febrero

GUAM/MICRONESIA

23 De la desesperación a la esperanza: 1a parte .............. 7 de marzo

25 De la desesperación a la esperanza: 2a parte ................. 14 de marzo

27 Los zapatos de sábado ................................................ 21 de marzo

RECURSOS

29 Programa del decimotercer sábado ................................ 28 de marzo

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 3

Bienvenido a un nuevo año, un nuevo trimestre, y una nueva División en la cual enfocar nuestra atención y nuestras oraciones.

DIVISIÓN NORTEAMERICANA La División Norteamericana

incluye a Canadá, Estados Unidos de América, y sus territorios de Guam y la Isla Wake, los Estados Federados de Micronesia, las Bermudas, y varias posesiones insulares.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día nació y creció en Norteamérica, donde fue organizada oficialmente en 1863. Hoy la Iglesia Adventista cuenta con más de 18 millones de miembros, y tiene presencia en 216 países en más de 900 idiomas.

Pero el crecimiento de la iglesia en Norteamérica, al igual que en gran parte de Europa y Australia, se ha frenado. Hoy la División Norteamericana (DNA) tiene poco más de un millón de miembros, que comprende menos del seis por ciento de la membresía mundial de la iglesia.

Este trimestre estaremos ofreciendo emocionantes historias procedentes de algunas de las partes más remotas de esta División. Desde las cálidas islas tropicales de Guam y Micronesia, al fresco y hermoso Estado de Alaska, y las montañas y los ríos de los Apalaches, veremos la mano de Dios moviéndose de manera

poderosa a través de su pueblo en la DNA.

Además de las historias y la información proporcionada en esta revista trimestral, también queremos recordarle que otras extraordinarias historias misioneras están a su disposición totalmente gratis en nuestro nuevo DVD de Misión. Su iglesia debe recibir uno gratis cada trimestre. Además, también puede descargar las historias en vídeo (y las revistas trimestrales) en: www.adventistmission.org/resources.

Por favor, recuérdele a la gente que, además de dar su ofrenda del decimotercer sábado en el último sábado del trimestre, también están invitados a dar otras ofrendas de Misión Adventista en cualquier momento en nuestro sitio seguro de Internet:

Estimado dirEctor dE la EscuEla sabática: contEnido

OPORTUNIDADESLa ofrenda de decimotercer sábado de este trimestre apoyará los siguientes proyectos:

• Construcción de casas de baño con duchas e inodoros en el Campamento Polaris, cerca de Dillingham, Alaska.

• Realización de 35 reuniones de evangelización de forma simultánea en la Asociación Mountain View, Virginia Occidental, EE.UU.

• Proporcionar gimnasios para las escuelas adventistas en la Misión de Guam y Micronesia.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA4 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

una EstrElla guía La vida no era fácil durante la década de 1930

en el pueblo de Humptulips, al oeste del Estado de Washington. Situado junto al río Humptulips en la península Olímpica, el pueblo había visto días mejores para los pescadores comerciales que trataban de ganarse la vida.

A la familia Moody la vida se le dificultó tanto en Humptulips que decidieron seguir al hermano de la señora Moody a Alaska, donde, según él, la pesca era buena y se ganaba más dinero. Los seis miembros de la familia empacaron y viajaron los cuatro mil kilómetros desde Humptulips hasta la frontera con Canadá, y luego a través de la Columbia Británica y el Yukón antes de dirigirse hacia el oeste hasta la ciudad fronteriza de Dillingham, en Alaska. Desde Dillingham se dirigieron hasta el río Wood, para finalmente llegar a las costas remotas del lago Aleknagik.

Aunque Aleknagik es una palabra yupik que significa “camino equivocado a casa”, la fa-milia Moody encontró un buen lugar para establecerse al lado del lago, donde construyeron una pequeña cabaña de troncos. El señor Moody y el hijo mayor llevaron su gran bote de pesca hacia la bahía de Bristol, sede de la mayor fuente mundial de salmón rojo, mientras la señora Moody cuidaba a los tres niños más pequeños en el hogar.

Lamentablemente, solo unos meses después de instalarse en su nuevo hogar, la tragedia golpeó a la familia Moody. Cuando el padre y el hijo mayor se dirigieron río arriba desde Dillingham, de alguna manera terminaron atrapados por la rápida corriente y se ahogaron, dejando a la madre viuda con sus dos hijos menores y su hija.

UNA FAMILIA DE FEDebido a su fe, la madre siguió reuniendo a sus hijos para la adoración, y los sábados se

reunían con el tío y su familia. Durante la semana, la señora Moody administraba el nego-cio de pesca de la familia con la ayuda de sus dos hijos menores: Lloyd, de catorce años; y Roland, de trece.

“Crecimos rápido –recuerda Roland–. Nuestra madre y nuestra hermana pequeña nos ayudaban”.

Como tenían que ayudar a su familia a sobrevivir, Lloyd y Roland contaban con poco tiempo para estudiar, ya que trabajaban como pescadores comerciales cerca de su casa. Cuando salieron de la adolescencia, los jóvenes aún no habían terminado en la escuela pú-blica rural. Cada mañana, Roland, que ahora tenía veinte años, prendía el fuego en la estufa de madera de la escuela para que el lugar estuviera caliente cuando los estudiantes llegaran.

Durante esas madrugadas Roland no solo calentó el aula, sino también tuvo la oportunidad de conocer a la maestra más joven y bella de la escuela, la señorita Jackie. A finales de año se casaron y establecieron su hogar a orillas del lago Aleknagik.

www.adventistmission.org/give [en inglés].

¡Gracias por todo su esfuerzo en promover el esfuerzo misionero, que constituye el corazón del adventismo!

¡Que el Señor le bendiga!Gina Wahlen, editora

Consejero: Carlyle Bayne. Director: Pablo Marcelo Claverie. Redactor de la edición castellana: Ekel Collins. MISIÓN (Informe Misionero Mundial), edición para Jóvenes y Adultos, es una publicación trimestral editada por su propietaria, la Asociación Casa Editora Sudamericana, para el Depto. de Escuela Sabática de las divisiones Sudamericana e Interamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Impresa mediante el sistema offset, en talleres propios de Av. San Martín 4555, B1604CDG Florida Oeste, Buenos Aires, República Argentina. Domici-lio legal: Uriarte 2429, C1425FNI, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Primer trimestre del año 2015 (enero-marzo de 2015). Año 106, nº 1 –107459–

REGISTRO NACIONAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL

Nº 5146927

CORREO ARGENTINOSuc. Florida (B) y

Central (B)

IMPRESO EN LA ARGENTINA FRANQUEO A PAGARCuenta Nº 10272

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Alaska 3 de enero

una EstrElla guía La vida no era fácil durante la década de 1930

en el pueblo de Humptulips, al oeste del Estado de Washington. Situado junto al río Humptulips en la península Olímpica, el pueblo había visto días mejores para los pescadores comerciales que trataban de ganarse la vida.

A la familia Moody la vida se le dificultó tanto en Humptulips que decidieron seguir al hermano de la señora Moody a Alaska, donde, según él, la pesca era buena y se ganaba más dinero. Los seis miembros de la familia empacaron y viajaron los cuatro mil kilómetros desde Humptulips hasta la frontera con Canadá, y luego a través de la Columbia Británica y el Yukón antes de dirigirse hacia el oeste hasta la ciudad fronteriza de Dillingham, en Alaska. Desde Dillingham se dirigieron hasta el río Wood, para finalmente llegar a las costas remotas del lago Aleknagik.

Aunque Aleknagik es una palabra yupik que significa “camino equivocado a casa”, la fa-milia Moody encontró un buen lugar para establecerse al lado del lago, donde construyeron una pequeña cabaña de troncos. El señor Moody y el hijo mayor llevaron su gran bote de pesca hacia la bahía de Bristol, sede de la mayor fuente mundial de salmón rojo, mientras la señora Moody cuidaba a los tres niños más pequeños en el hogar.

Lamentablemente, solo unos meses después de instalarse en su nuevo hogar, la tragedia golpeó a la familia Moody. Cuando el padre y el hijo mayor se dirigieron río arriba desde Dillingham, de alguna manera terminaron atrapados por la rápida corriente y se ahogaron, dejando a la madre viuda con sus dos hijos menores y su hija.

UNA FAMILIA DE FEDebido a su fe, la madre siguió reuniendo a sus hijos para la adoración, y los sábados se

reunían con el tío y su familia. Durante la semana, la señora Moody administraba el nego-cio de pesca de la familia con la ayuda de sus dos hijos menores: Lloyd, de catorce años; y Roland, de trece.

“Crecimos rápido –recuerda Roland–. Nuestra madre y nuestra hermana pequeña nos ayudaban”.

Como tenían que ayudar a su familia a sobrevivir, Lloyd y Roland contaban con poco tiempo para estudiar, ya que trabajaban como pescadores comerciales cerca de su casa. Cuando salieron de la adolescencia, los jóvenes aún no habían terminado en la escuela pú-blica rural. Cada mañana, Roland, que ahora tenía veinte años, prendía el fuego en la estufa de madera de la escuela para que el lugar estuviera caliente cuando los estudiantes llegaran.

Durante esas madrugadas Roland no solo calentó el aula, sino también tuvo la oportunidad de conocer a la maestra más joven y bella de la escuela, la señorita Jackie. A finales de año se casaron y establecieron su hogar a orillas del lago Aleknagik.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA6 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

CAMPAMENTO POLARIS: LA ESTRELLA GUÍA Después de casarse, Roland y Jackie

comenzaron a buscar maneras de alcanzar a la comunidad nativa de Alaska, así que decidieron construir una escuela adventista del séptimo día en su propiedad junto al lago. La llamaron “La Escuela Misionera” y en ella en-señaban desde el primer grado hasta el octavo. Los alumnos y los padres estaban encantados, y a la escuela llegaban niños de lugares tan lejanos como Nome, atraídos por la escuela misionera. Los Moody construyeron dos dormitorios para poder dar cabida a los niños. Además, dieron inicio a una congregación que con el tiempo construyó la primera iglesia adventista del séptimo día de Aleknagik.

A medida que la escuela creció, Roland y Jackie desearon ofrecerles más a sus alumnos, así que abrieron un campamento. “Simple-mente, no teníamos ningún lugar para llevar a los niños pequeños en el que pudieran realizar sus actividades –recordó Roland–, y a los niños les encanta estar afuera”. Llamaron al nuevo lugar “Campamento Polaris”, en alusión a la estrella polar.

Roland Moody le compró varias casas de madera vieja a Crick Cannery, que había cerrado su negocio. Seguidamente transportó estas casas a través de la bahía de Bristol hasta Aleknagik, y luego casi veinte kilómetros hasta el Campamento Polaris. Más de sesenta años después, estas viejas casas donde se enlataban productos alimentarios siguen siendo usadas cada verano por los niños en el occidente de Alaska.

LA CONTINUACIÓN DEL MINISTERIO DEL CAMPAMENTO

Durante décadas, Roland y Jackie Moody disfrutaron recibiendo a los niños y transpor-tándolos en barcazas hasta el campamento. Cada año, el último sábado del campamento, la Iglesia Adventista Aleknagik prepara una fiesta para los niños, y realiza el viaje de hora y media en barcaza hasta el Campamento Polaris, donde disfrutan de un sábado especial junto al lago con los campistas. Después de que Jackie murió, Roland se casó con Beverly, quien ayudó a continuar las tradiciones del campo Polaris.

Con los años, el campamento se ha convertido en un ministerio vital para los jóvenes del oeste de Alaska. Muchos de los niños que asisten al campamento vienen de hogares disfuncionales en donde la pobreza, el alcoholismo y el abuso son la norma. A menudo exclaman que venir al campamento es el mejor momento del año, ya que es un lugar donde se sienten amados, aceptados y atendidos.

Aunque Roland y Beverly ya se jubilaron y ahora viven en Walla Walla, Washington, el ministerio del Campamen-to Polaris continúa. Tú puedes ser parte de este ministerio especial para los niños de Alaska contribuyendo con las ofrendas del decimotercer sábado de este trimestre.

CÁPSULA INFORMATIVA• La expresión “nativo de Alaska” se refiere

a los habitantes originarios de Alaska, incluyendo a los aleutas, los esquimales y otros grupos indígenas.

• Alaska se convirtió oficialmente en el Estado número 49 de los Estados Unidos el 3 de enero de 1959.

• Alaska es el Estado más grande de ese país y dobla en tamaño a Texas. De norte a sur, mide aproximadamente 2.250 kilómetros, y de este a oeste mide cerca de 4.345 kilómetros.

• Casi un tercio de Alaska se encuentra dentro del Círculo Polar Ártico.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 7

Roland Moody le compró varias casas de madera vieja a Crick Cannery, que había cerrado su negocio. Seguidamente transportó estas casas a través de la bahía de Bristol hasta Aleknagik, y luego casi veinte kilómetros hasta el Campamento Polaris. Más de sesenta años después, estas viejas casas donde se enlataban productos alimentarios siguen siendo usadas cada verano por los niños en el occidente de Alaska.

LA CONTINUACIÓN DEL MINISTERIO DEL CAMPAMENTO

Durante décadas, Roland y Jackie Moody disfrutaron recibiendo a los niños y transpor-tándolos en barcazas hasta el campamento. Cada año, el último sábado del campamento, la Iglesia Adventista Aleknagik prepara una fiesta para los niños, y realiza el viaje de hora y media en barcaza hasta el Campamento Polaris, donde disfrutan de un sábado especial junto al lago con los campistas. Después de que Jackie murió, Roland se casó con Beverly, quien ayudó a continuar las tradiciones del campo Polaris.

Con los años, el campamento se ha convertido en un ministerio vital para los jóvenes del oeste de Alaska. Muchos de los niños que asisten al campamento vienen de hogares disfuncionales en donde la pobreza, el alcoholismo y el abuso son la norma. A menudo exclaman que venir al campamento es el mejor momento del año, ya que es un lugar donde se sienten amados, aceptados y atendidos.

Aunque Roland y Beverly ya se jubilaron y ahora viven en Walla Walla, Washington, el ministerio del Campamen-to Polaris continúa. Tú puedes ser parte de este ministerio especial para los niños de Alaska contribuyendo con las ofrendas del decimotercer sábado de este trimestre.

Alaska 10 de enero

EncuEntro con JEsús En El campamEnto

Travis no sabía qué hacer con su compañero de campamento. A los doce años, Logan era el chico más rudo de la cabaña, y quería estar a cargo de todo y de todos. Una noche, Logan decidió que no iría a dormir, así que Travis y su consejero idearon un plan.

–Está bien –le dijeron al obstinado campista–, puedes quedarte despierto siempre y cuando leas la Biblia. A Logan le pareció buena idea, pero les dijo que él no tenía Biblia. De hecho, jamás había leído la Biblia. Así que, el consejero le prestó a Logan su Biblia, y ayudado por la luz de la luna y una linterna el niño se encontró por primera vez con los héroes del Génesis.

–La verdad es que encontré historias bien interesantes –le dijo Logan por la mañana.Le había gustado especialmente la historia de José, e hizo muchas preguntas, sorprendido

de que José hubiera podido ser capaz de hacer todo lo que hizo.“Aunque la actitud de Logan seguía siendo ruda, los engranajes ciertamente habían

comenzado a girar a través de su interés”, recordó Travis. “Fue muy divertido ver el cambio que tuvo lugar en él durante la semana.”

SE NECESITA MUCHA ORACIÓNLa mayoría de los niños que vienen al Campamento Polaris no conocen la Biblia. Travis

recuerda un tiempo en el que solo un campista conocía la historia de David y Goliat. “Atendíamos niños que no provenían de hogares cristianos, y que no conocían la Biblia. Se necesita mucha oración para alcanzar a esos niños, y para saber cómo llegar a ellos”.

Travis, un estudiante del último año de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Walla Walla, comenzó a trabajar en el Campamento Polaris en 2011. Aparte de consejería, ha impartido una variedad de clases, incluyendo wakeboarding y modelismo espacial.

“Cada verano disfruto muchísimo, y es por eso que siempre regreso –dice–. He aprendido mucho sobre la confianza que debo tener en Dios, porque hay situaciones que no estás seguro cómo manejar durante la semana, pero se logran. Al ver las cosas en retrospectiva, me doy cuenta de que incluso las cosas difíciles fueron positivas. Definitivamente, se trata de aprender a confiar en Dios.

“Creo que ahora estoy mucho más preparado para cuando me encuentre con situaciones repentinas. He aprendido a ser flexible y fluir con la corriente, y a estar listo para lo que sea, porque uno no sabe lo que va a pasar después”.

UNA LUZ EN EL MUNDO Heather Ueeck creció en Delta Junction, un pequeño pueblo ubicado al final de la

Autopista de Alaska. Cuando era niña, a Heather le encantaba ir al campamento cada verano y llevar un registro de sus experiencias, enumerando sus actividades diarias. Al

Francis

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA8 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

principio, escribió: “Y por supuesto teníamos que hacer el culto, lo cual me parecía tonto”.

Pero, a medida que pasaron los años, los servicios de adoración en el campamento comenzaron a cobrar más significado para Heather. Algo que la impresionó en uno de estos servicio fue una ilustración hecha con una vela y un globo. “Pusieron un globo sobre una vela encendida, y el globo explotó de inmediato. Luego pusieron agua en otro globo y lo sostuvieron sobre la vela, ¡y este no explotó! El presentador explicó que nosotros somos como el globo y que el agua representa a Cristo. Si tenemos a Cristo en nosotros, él nos tranquiliza, y nos da paz y fuerza. Él es un recurso al que podemos aferrarnos”.

Y SIGUEN REGRESANDOHeather ahora trata de transmitir estas

enseñanzas a los campistas cuando trabaja

en el Campamento Polaris. “Los niños no son adventistas, y no vienen de las mejores familias. No están acostumbrados a la disciplina, a la estructura, y a que alguien se ocupe de ellos. A menudo se portan mal. A veces parece como si odiaran el campamento, pero no dejan de regresar. A pesar de sus luchas, en el fondo se dan cuenta de que en realidad nos preocupamos por ellos”.

Heather admite que trabajar en el Campamento Polaris le ha enseñado paciencia. “Mi trabajo consiste en llevar a los niños a Dios. La paciencia y la flexibilidad son importantes, así como la confianza en Dios. Me ha dado una herramienta fuerte para hacer frente a las situaciones que se presentan en mi vida, que es aprender a lidiar con las cosas que el mundo nos lanza. Me ha permitido ser agradecida por aquellos que me han servido, y me ha hecho querer ayudar a otros y ser una luz en el mundo”.

El Campamento Polaris necesita modernizar sus instalaciones, adquiriendo por ejemplo “cabañas a prueba de osos”, dice Heather. Y ahora que los Moody se han ido, la única manera de transportar a los niños al campamento es haciendo varios viajes de hora y media en un bote pequeño. Los baños y las duchas incluyen dos anexos, un sauna de vapor y las heladas aguas del lago Aleknagik.

“Yo he vivido en Alaska toda mi vida –dice Heather–, y el Campamento Polaris es el más aislado en el que he estado. Pero, es sin duda un lugar en el que uno se puede sentir muy cerca de Dios. Realmente me encanta ese apartado lugar”.

CÁPSULA INFORMATIVA• La Asociación de Alaska de los Adventistas

del Séptimo Día fue fundada en 1901, 58 años antes de que Alaska se convirtiera en uno de los Estados de los Estados Unidos.

• La Asociación de Alaska cubre el territorio más grande de todas las asociaciones adventistas en el mundo. Muchas de las áreas de la Asociación son accesibles únicamente por barco o por avión.

• Hasta el año 2014, había 3.842 miembros adventistas en Alaska, y 29 iglesias adventistas.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 9

en el Campamento Polaris. “Los niños no son adventistas, y no vienen de las mejores familias. No están acostumbrados a la disciplina, a la estructura, y a que alguien se ocupe de ellos. A menudo se portan mal. A veces parece como si odiaran el campamento, pero no dejan de regresar. A pesar de sus luchas, en el fondo se dan cuenta de que en realidad nos preocupamos por ellos”.

Heather admite que trabajar en el Campamento Polaris le ha enseñado paciencia. “Mi trabajo consiste en llevar a los niños a Dios. La paciencia y la flexibilidad son importantes, así como la confianza en Dios. Me ha dado una herramienta fuerte para hacer frente a las situaciones que se presentan en mi vida, que es aprender a lidiar con las cosas que el mundo nos lanza. Me ha permitido ser agradecida por aquellos que me han servido, y me ha hecho querer ayudar a otros y ser una luz en el mundo”.

El Campamento Polaris necesita modernizar sus instalaciones, adquiriendo por ejemplo “cabañas a prueba de osos”, dice Heather. Y ahora que los Moody se han ido, la única manera de transportar a los niños al campamento es haciendo varios viajes de hora y media en un bote pequeño. Los baños y las duchas incluyen dos anexos, un sauna de vapor y las heladas aguas del lago Aleknagik.

“Yo he vivido en Alaska toda mi vida –dice Heather–, y el Campamento Polaris es el más aislado en el que he estado. Pero, es sin duda un lugar en el que uno se puede sentir muy cerca de Dios. Realmente me encanta ese apartado lugar”.

Alaska 17 de enero

corazonEs transformados Recuerdo cuando tenía ocho años y no podía

ir al “Campamento Junior” (así llamaban los lugareños al Campamento Polaris) porque era demasiado joven. Yo iba cuando dejábamos a mi hermana mayor y su primo, pero cuando tenía que subirme de nuevo en el bote para regresar me ponía a llorar. ¡Deseaba tanto poder quedarme en el campamento con todos los demás niños! Se divertían tanto, había estructuras, había buena vibra... ¡Y yo quería ser parte de eso!

Cuando cumplí 9 años, finalmente conseguí ir al campamento, ¡y me encantó! Fui todos los veranos hasta que tuve 16 años. Aunque tuve muchas experiencias en el Campamento Junior, una que realmente sobresale ocurrió el verano cuando tenía 14 años.

HISTORIAS DE FANTASMASTodos estábamos en la cabaña, y algunos de los chicos querían contar historias de

fantasmas. Fue alrededor de las doce y media de la noche, y yo les dije que quería dormir, pero igual comenzaron a contarlas. Nuestro consejero estaba dormido, así que no sabía lo que estaba pasando. Después de un rato, las cosas comenzaron a ponerse realmente espeluznantes. Uno de mis amigos estaba sentado en la esquina muy callado. Luego de que contaron la última historia de fantasmas, se levantó de un salto y corrió hacia el otro lado de la cabaña, donde yo estaba. El único rayo de luz que entraba a través de la puerta brillaba sobre mi litera, y él quería estar ahí a mi lado.

–Chad –dijo–, no sé que pasa, pero estoy realmente asustado. Algo me pasa.Yo también estaba asustado, y dije:–¡Busquemos una Biblia!Comencé a leer la Biblia con él, y otro amigo se nos unió en la litera; también estaba

asustado. Continué leyendo historias de la Biblia, pero noté que mis amigos seguían con miedo, así que pregunté:

–Jim, ¿tienes una Biblia?Dijo que sí. Sin saber qué más hacer en ese momento, le dije que la abriera y la

colocara en su pecho. Seguí leyendo textos de la Biblia, pero ellos seguían asustados, así que les sugerí que saliéramos.

ÁNGELES EN LAS MONTAÑAS A la luz de la luna pudimos ver el lago Aleknagik, y las enormes montañas que nos

rodeaban. Mientras miraba las cumbres de las altas montañas, recordé una historia bíblica que había aprendido cuando era niño: la historia de cuando el siervo de Eliseo tuvo miedo al verse rodeados por el enemigo. Eliseo oró para que Dios abriera los ojos de su siervo. Al recordar esa historia, de repente les dije a mis amigos:

–¡Miren! ¡Fíjense en las siluetas de las montañas! ¡Todos los ángeles están en estas montañas!

Jervis e Yvonne

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA10 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

Pude ver a mis amigos calmarse. Regresamos a la cabaña y nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente me sentí conmovido, como si Dios me hubiera utilizado realmente para ayudar a otros. Pensé: No puedo creer que yo haya sido parte de esto. Soy demasiado joven. Pero ahora, cuando miro hacia atrás, me doy cuenta de que fue en ese momento cuando la obra de Dios comenzó en mí, allí en el Campamento Polaris. Y fue allí cuando, independientemente de lo que Satanás trató de hacer para desanimarnos, haciéndonos creer que él tenía el poder incluso en un campamento bíblico, Dios me conquistó esa noche.

VIDAS TRANSFORMADASEl equipo del Campamento Polaris

también influyó en mí. Un día, una miembro

del equipo llamada Mónica, me dijo:–Chad, tú tienes una bonita voz.

Deberías cantar.Nadie me había dicho nunca eso en mi

vida. Gracias a eso es que yo canto hoy. Y, como consecuencia de lo ocurrido

aquella noche con los ángeles en la montaña, actualmente soy un ministro del evangelio. El Campamento Junior cambió radicalmente mi vida.

El Campamento Polaris está bastante deteriorado, pero sé que se está tratando de conseguir fondos para reconstruirlo. Ese lugar ha cambiado la vida de muchas personas aquí, en Alaska; ¡la vida de gente de la comunidad!

Hace poco estuve pescando a unos ciento sesenta kilómetros de distancia, y aún ahí escuchaba hablar solo cosas buenas del Campamento Polaris. Creo que si nos proponemos mejorarlo, acondicionarlo mejor para los niños, seguirá siendo un lugar transformador de vidas, como fue transformada la mía. Y, quién sabe, tal vez otro residente de esta parte de Alaska se convierta en pastor adventista del séptimo día o en misionero, según lo que Dios disponga. De lo único que estoy seguro es de que la obra de Dios no ha terminado. Y esa semilla fue plantada en mi corazón en el Campamento Polaris.

Chad Angasan, un nativo inuit/aleuta, es un pionero de Misión Global que se desempeña como pastor en el pueblo de Togiak, Alaska.

CÁPSULA INFORMATIVA• Con más de seis mil metros sobre el nivel del

mar, el monte McKinley, que se encuentra en el interior de Alaska, es el punto más alto de América del Norte.

• El perro Malamute de Alaska es un perro de trineo fuerte y cubierto de pelo. Este fue desarrollado como raza por un grupo de esquimales llamado los mahlemiut.

• La palabra Alaska tiene su origen en la palabra esquimal Alakshak, que significa “grandes tierras”, o “península”.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 11

del equipo llamada Mónica, me dijo:–Chad, tú tienes una bonita voz.

Deberías cantar.Nadie me había dicho nunca eso en mi

vida. Gracias a eso es que yo canto hoy. Y, como consecuencia de lo ocurrido

aquella noche con los ángeles en la montaña, actualmente soy un ministro del evangelio. El Campamento Junior cambió radicalmente mi vida.

El Campamento Polaris está bastante deteriorado, pero sé que se está tratando de conseguir fondos para reconstruirlo. Ese lugar ha cambiado la vida de muchas personas aquí, en Alaska; ¡la vida de gente de la comunidad!

Hace poco estuve pescando a unos ciento sesenta kilómetros de distancia, y aún ahí escuchaba hablar solo cosas buenas del Campamento Polaris. Creo que si nos proponemos mejorarlo, acondicionarlo mejor para los niños, seguirá siendo un lugar transformador de vidas, como fue transformada la mía. Y, quién sabe, tal vez otro residente de esta parte de Alaska se convierta en pastor adventista del séptimo día o en misionero, según lo que Dios disponga. De lo único que estoy seguro es de que la obra de Dios no ha terminado. Y esa semilla fue plantada en mi corazón en el Campamento Polaris.

Chad Angasan, un nativo inuit/aleuta, es un pionero de Misión Global que se desempeña como pastor en el pueblo de Togiak, Alaska.

Alaska 24 de enero

“la dama dEl campamEnto” y “El hombrE dEl campamEnto”

La mayoría de los habitantes de Aleknagik, Alaska, no conocen a Debbie y a Ken Reiswig por sus nombres reales. Conocidos como “la dama del campamento” y “el hombre del campamento”, los Reiswig han estado a cargo del Campamento Polaris y sus campistas durante los últimos veinte años.

Originarios del Estado de Washington, Debbie y Ken viajaron al norte de Alaska como misioneros de sostén propio hace varios años. Tiempo después, la Asociación les pidió que ayudaran en la iglesia Aleknagik, y fue entonces cuando se involucraron con el campamento.

“Ken y yo somos como los cuidadores –dice Debbie–. Ken es también el tesorero del campamento y yo soy la directora de la Junta [del campamento]”. Pero los Reiswig son mucho más que eso, ya que mantienen una presencia continua durante todo el año, para que los niños disfruten del Campamento Polaris apenas una semana del año.

Cuando el campamento no está alquilado, los niños de la comunidad muchas veces vienen a casa de los Reiswig y acampan afuera. “Ellos son como nuestros hijos –afirma Debbie–. Todos han estado en nuestra casa. Algunos oficialmente y otros no. Pero siempre han estado ahí. Algunos porque hay que cuidarlos de emergencia, o simplemente porque quieren... nuestras puertas siempre están abiertas”.

Muchos de los niños ven a Ken y a Debbie como una pareja de adultos estables y recurren a ellos cuando hay alguna crisis, grande o pequeña, seguros de que “la dama del campamento” y “el hombre del campamento” harán todo lo posible para ayudar.

EL CAMINO ENCONTRADO“Una vez se me acercó un chico –recuerda Debbie– que no podía pagar el costo del

campamento en ese entonces, que era de doscientos dólares. Cada semana venía con unas pocas monedas que había ganado lavando automóviles. A veces compraba un par de barras de caramelo y las vendía a sus amigos. Luego se me acercaba y sacaba las monedas (nunca billetes) de los bolsillos y las ponía sobre mi escritorio. Yo le llevé la cuenta, y logró reunir cada centavo hasta que completó la cuota del campamento”.

El campamento también cuenta con un fondo de becas limitado, con un capital inicial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Anchorage (Alaska). Para poder recibir fondos de la beca, el niño tiene que escribir una carta explicando por qué él o ella quiere ir al campamento. Además, debe tener dos cartas de su comunidad que indican por qué el niño debería asistir al campamento.

Un día, varios meses antes del campamento, Debbie miró por la ventana de su oficina y notó que había un niño escondido en los arbustos junto a la cerca. El niño permaneció allí durante un par de horas hasta que Debbie salió a ver lo que estaba

Jeremy

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA12 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

haciendo. Muy tímidamente sacó un pequeño paquete de papel de su bolsillo, se lo entregó a Debbie y salió corriendo.

Al abrir el paquete, Debbie encontró una carta escrita a mano. El chico quería desesperadamente venir al campamento, pero no tenía dinero, y sus padres no tenían dinero. En cuatro páginas de papel de cuaderno, el chico le abrió su corazón a “la dama del campamento”, explicando por qué quería asistir al campamento ese año. “¡Hablaba de las canciones, las fogatas, las personas que se preocupaban por él –dijo Debbie–, y de que ‘las chicas eran las más lindas’!” Debbie encontró una manera, y el niño finalmente pudo asistir.

“Más o menos en abril, los niños comienzan a llegar en tropel a mi oficina preguntando si va a haber campamento. Me preguntan si les puedo dar una planilla de registro. Preguntan por los requisitos y si yo los puedo ayudar a entrar al campamento. Al ver a todos esos niños cada año, pienso en que, aunque no siempre es divertido, siempre es muy gratificante. De hecho, nunca había hecho algo en mi vida tan gratificante. Estos niños son como pequeñas esponjas que absorben cada gotita de amor”.

LAS NECESIDADES DEL CAMPAMENTOEl Campamento Polaris recibirá una

parte de las ofrendas del decimotercer sábado de este trimestre para construir una instalación independiente para baños con duchas e inodoros. Los Reiswig piensan que esto definitivamente “infundirá entusiasmo”, ya que las instalaciones actuales han estado en uso desde que el campamento comenzó hace muchas décadas.

En cuanto a proyectos futuros, el campamento tiene la esperanza de contar algún día con una casa de campo más grande. “No tiene que ser de lujo, sino solo un poco más grande para que sea más fácil dar cabida a todos (ver fotos de la casa de campo actual en nuestra página de Internet en: www.adventistmission.org/resources).

“Si tuviéramos mejores instalaciones, probablemente podríamos recibir más niños en el campamento, y el campamento podría utilizarse unas cuantas semanas más durante el verano, e incluso hasta en el invierno.

“Gracias por su generoso apoyo”.

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LAS NECESIDADES DEL CAMPAMENTOEl Campamento Polaris recibirá una

parte de las ofrendas del decimotercer sábado de este trimestre para construir una instalación independiente para baños con duchas e inodoros. Los Reiswig piensan que esto definitivamente “infundirá entusiasmo”, ya que las instalaciones actuales han estado en uso desde que el campamento comenzó hace muchas décadas.

En cuanto a proyectos futuros, el campamento tiene la esperanza de contar algún día con una casa de campo más grande. “No tiene que ser de lujo, sino solo un poco más grande para que sea más fácil dar cabida a todos (ver fotos de la casa de campo actual en nuestra página de Internet en: www.adventistmission.org/resources).

“Si tuviéramos mejores instalaciones, probablemente podríamos recibir más niños en el campamento, y el campamento podría utilizarse unas cuantas semanas más durante el verano, e incluso hasta en el invierno.

“Gracias por su generoso apoyo”.

Alaska 31 de enero

algo más profundo Como enfermera en el Campamento Polaris,

una de mis cosas favoritas es mezclarme con los niños, escuchar las historias que cuentan, las preguntas que hacen, y ver la emoción en sus caras cuando están aprendiendo cosas nuevas que no pueden llegar a hacer en ningún otro lugar. Es maravilloso verlos disfrutar de su experiencia en el campamento. Afuera del campamento no tienen muchas oportunidades de ser creativos, más que dibujar. Así que, hacemos un montón de artesanías aquí, dándoles oportunidades para que creen cosas con sus manos. La mayoría no tiene la oportunidad de practicar deportes de agua, así que les encanta nadar y andar en canoas en el lago Aleknagik.

Durante el año escolar, muchos niños no tienen mucho que hacer fuera de la escuela. Según lo que dicen, no hay mucho que puedan hacer en sus casas. No juegan en grupos. Andan solos en bicicleta. Muchos solo se sientan y no hacen nada.

Pero en el campamento, una de las cosas que más sorprende a los niños, incluso más que las actividades, es el hecho de que haya personas en quienes pueden confiar, que los aman y están dispuestos a hablar con ellos de Jesús, al que presentan como un amigo que siempre está ahí, incluso cuando están solos. Esta es una experiencia común entre los niños que asisten al campamento: aprender que Jesús puede ser su amigo, que es alguien a quien pueden recurrir, con quien pueden hablar, y que puede ayudarlos cuando están felices o tristes, o cuando tienen un problema.

NECESIDAD DE CALOR Como enfermera del campamento, también me preocupo por el bienestar físico

de los niños. El campamento ha estado aquí mucho tiempo, y las puertas de la casa de campo y muchas de las cabañas tienen grandes ranuras por debajo y por encima. El viento entra a través de ellas, así que los niños a veces sienten el frío. Algunas veces llueve, y los niños se mojan. La única manera de calentarse es apiñándose alrededor de la estufa, pero no hay espacio para todos. A veces uno no se da cuenta de cómo el calor puede tener un efecto en los niños, pero cuando hace mucho frío, lo primero que tenemos que hacer es tratar de calentarlos. En la actualidad, no tenemos instalaciones con duchas o baños separadas (excepto la makai, que es un sauna calentado con leña), por lo que tener una instalación con baños con duchas de agua caliente marcará una gran diferencia.

LO MEJOR DEL AÑOPero, a pesar de las penurias y las dificultades, su semana en el campamento es

realmente la mejor semana del año para estos niños. Sin duda en muchos otros campamentos los niños dicen que no se quieren ir, pero aquí, en el Campamento

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA14 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

Polaris, lo escuchamos todo el tiempo. A menudo hacen comentarios como: “No quiero regresar a casa. Me gustaría poder quedarme aquí para siempre”, o: “Esto es lo más divertido que he vivido. No quiero irme a casa”.

Sus miradas dicen lo que hay en sus corazones. Afirman que hay algo detrás de sus palabras. Son miradas que no solo expresan: “Me estoy divirtiendo, y no quiero dejar de divertirme”, sino algo más profundo que se puede ver en sus ojos.

Recientemente, cuando me preguntaron qué le diría a alguien que viene al Campamento Polaris por primera vez, respondí que se reuniría con un fantástico grupo de niños que tal vez son los niños más necesitados que alguna vez ha conocido. Que debe venir con mente y corazón abiertos, consciente de que no va a disfrutar de lujos, sino que la recompensa la recibirá en su corazón. Debe estar preparado para enfrentar preguntas que nunca ha tenido que responder, y a vivir una experiencia que le hará evaluar su propia relación personal con Cristo.

El Campamento Polaris es un ministerio especial, y sería maravilloso que aquellos que no son del lugar pudieran ver y apreciar lo que hay aquí, y la gran obra que se está realizando con los niños.

Uno de los proyectos de la ofrenda del decimotercer sábado de este trimestre consiste en construir una instalación de baños con duchas e inodoros en el Campamento Polaris. Usted puede marcar una verdadera diferencia en este proyecto misionero al dar generosamente en la ofrenda del decimotercer sábado.

más puErtas abiErtas

En Bridgeport, Virginia Occidental, la única iglesia adventista en el condado Harrison se reúne cada sábado en un templo presbiteriano. A pesar de que aún no cuentan con su propia iglesia, los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Central de Hills están, sin duda, edificando relaciones.

En respuesta a los correos de la Escuela Bíblica “Discover”, la Iglesia Central de Hills ha recibido más de trescientas solicitudes de estudios bíblicos, únicamente del condado Harrison. El pastor James Volpe y los treinta miembros de la iglesia están haciendo su mejor esfuerzo para mantenerse al día. Algunos de los miembros más activos son Ángela, de 21 años; Heather, de 20; y Lee, de 22.

“Íbamos conduciendo de casa en casa –recuerda Heather–, entregando las dos primeras lecciones y preguntándole a la gente si quería tener visitas personales o seguir las lecciones a través del correo. Una de las señoras que conocimos solicitó que volviéramos, así que Ángela y yo decidimos que lo haríamos. Estudiamos con ella cada semana.

“Ese invierno, su hijo se suicidó. Dejamos de hacer estudios bíblicos, pero seguimos visitándola. La ayudamos el Día de Acción de Gracias y el de Navidad. A veces visita la iglesia”. Heather y Ángela han reanudado los estudios bíblicos con esta señora.

Aunque Lee no da estudios bíblicos, permanece activo organizando los envíos. “Yo me aseguro de que las lecciones terminadas sean evaluadas y devueltas, para que cada quien pueda comenzar la siguiente lección. Si pasa un mes y no hemos tenido respuesta de alguien, tratamos de establecer contacto con la persona”.

Si bien los miembros de la Iglesia Central de Hills han brindado su apoyo, los jóvenes de la iglesia han disfrutado especialmente de su participación.

“Nuestro grupo de jóvenes se ha vuelto mucho más fuerte –dice Ángela–. Yo siempre quise involucrarme de alguna manera, pero no sabía cómo hacerlo”.

“Creo que esta es una de las primeras veces que podríamos poner en práctica todas las cosas que escuchamos cada semana. Podríamos, de hecho, ser parte de algo y ver crecer a la iglesia”, añade Lee.

Heather cree que dar estudios bíblicos personales es uno de los mejores métodos para el crecimiento de la iglesia y el compromiso espiritual. “Todos los jóvenes estaban juntos entregando las lecciones. Una vez que Ángela y yo comenzamos a dar estudios bíblicos, lo disfruté. Me hizo crecer espiritualmente.

CÁPSULA INFORMATIVA• La Asociación de Alaska opera tres

campamentos: el Campamento Lorraine (en la Isla Vank), el Campamento Tukuskoya y el Campamento Polaris.

• Visite la página en Internet de los campamentos de Alaska en: www.alaskacamps.org para ver fotos tomadas en los campamentos.

• Vea historias del Campamento Polaris en: www.adventistmission.org/dvd.

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Recientemente, cuando me preguntaron qué le diría a alguien que viene al Campamento Polaris por primera vez, respondí que se reuniría con un fantástico grupo de niños que tal vez son los niños más necesitados que alguna vez ha conocido. Que debe venir con mente y corazón abiertos, consciente de que no va a disfrutar de lujos, sino que la recompensa la recibirá en su corazón. Debe estar preparado para enfrentar preguntas que nunca ha tenido que responder, y a vivir una experiencia que le hará evaluar su propia relación personal con Cristo.

El Campamento Polaris es un ministerio especial, y sería maravilloso que aquellos que no son del lugar pudieran ver y apreciar lo que hay aquí, y la gran obra que se está realizando con los niños.

Uno de los proyectos de la ofrenda del decimotercer sábado de este trimestre consiste en construir una instalación de baños con duchas e inodoros en el Campamento Polaris. Usted puede marcar una verdadera diferencia en este proyecto misionero al dar generosamente en la ofrenda del decimotercer sábado.

Virginia Occidental 7 de febrero

más puErtas abiErtas

En Bridgeport, Virginia Occidental, la única iglesia adventista en el condado Harrison se reúne cada sábado en un templo presbiteriano. A pesar de que aún no cuentan con su propia iglesia, los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Central de Hills están, sin duda, edificando relaciones.

En respuesta a los correos de la Escuela Bíblica “Discover”, la Iglesia Central de Hills ha recibido más de trescientas solicitudes de estudios bíblicos, únicamente del condado Harrison. El pastor James Volpe y los treinta miembros de la iglesia están haciendo su mejor esfuerzo para mantenerse al día. Algunos de los miembros más activos son Ángela, de 21 años; Heather, de 20; y Lee, de 22.

“Íbamos conduciendo de casa en casa –recuerda Heather–, entregando las dos primeras lecciones y preguntándole a la gente si quería tener visitas personales o seguir las lecciones a través del correo. Una de las señoras que conocimos solicitó que volviéramos, así que Ángela y yo decidimos que lo haríamos. Estudiamos con ella cada semana.

“Ese invierno, su hijo se suicidó. Dejamos de hacer estudios bíblicos, pero seguimos visitándola. La ayudamos el Día de Acción de Gracias y el de Navidad. A veces visita la iglesia”. Heather y Ángela han reanudado los estudios bíblicos con esta señora.

Aunque Lee no da estudios bíblicos, permanece activo organizando los envíos. “Yo me aseguro de que las lecciones terminadas sean evaluadas y devueltas, para que cada quien pueda comenzar la siguiente lección. Si pasa un mes y no hemos tenido respuesta de alguien, tratamos de establecer contacto con la persona”.

Si bien los miembros de la Iglesia Central de Hills han brindado su apoyo, los jóvenes de la iglesia han disfrutado especialmente de su participación.

“Nuestro grupo de jóvenes se ha vuelto mucho más fuerte –dice Ángela–. Yo siempre quise involucrarme de alguna manera, pero no sabía cómo hacerlo”.

“Creo que esta es una de las primeras veces que podríamos poner en práctica todas las cosas que escuchamos cada semana. Podríamos, de hecho, ser parte de algo y ver crecer a la iglesia”, añade Lee.

Heather cree que dar estudios bíblicos personales es uno de los mejores métodos para el crecimiento de la iglesia y el compromiso espiritual. “Todos los jóvenes estaban juntos entregando las lecciones. Una vez que Ángela y yo comenzamos a dar estudios bíblicos, lo disfruté. Me hizo crecer espiritualmente.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA16 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

“Tuvimos un seminario [de evangelización] en la zona, pero los estudios bíblicos y el trabajo de calle ayudaron a nuestra iglesia a crecer. Se abrieron muchas puertas más”.

CÁPSULA INFORMATIVA• A lo largo de tres años (2012, 2013,

2014), cada hogar en Virginia Occidental recibió un correo con una tarjeta de invitación para solicitar estudios bíblicos.

• Para el año 2014, las iglesias de la Asociación Mountain View habían recibido más de diez mil solicitudes de estudios bíblicos.

• Los pastores, los obreros bíblicos y los laicos de la Asociación Mountain View agradecen sus oraciones y su apoyo a través de la ofrenda del decimotercer sábado, que los ayudará a llegar a las miles de personas de su territorio que anhelan conocer a Dios a través de su Palabra.

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“Tuvimos un seminario [de evangelización] en la zona, pero los estudios bíblicos y el trabajo de calle ayudaron a nuestra iglesia a crecer. Se abrieron muchas puertas más”.

Virginia Occidental 14 de febrero

Ellos mErEcEn una oportunidad

Cuando Dan Jacko no está ocupado ayudando a la gente a aprender a caminar de nuevo, está ayudando a los miembros de su iglesia en su caminar espiritual. El pastor Dan es fisioterapeuta profesional, y también se desempeña como pastor laico en la Asociación Mountain View en el distrito de dos iglesia de Elkins y Parsons, Virginia Occidental. También es profesor de Biología y Química en la secundaria de la Escuela Adventista Highland en Elkins. Su esposa, Cheryl, es educadora y enfermera, y trabaja como directora del preescolar y la escuela primaria. Su hijo Jeremy enseña Biblia, matemáticas e historia.

Convencido de que su misión es importante, cada dos años el pastor Dan lleva a sus alumnos y a los miembros de la iglesia en un viaje misionero. Hasta el momento, han estado en México, Panamá, Honduras y Costa Rica.

En Costa Rica, construyeron una iglesia durante el día, y presentaron reuniones de evangelización y escuelas bíblicas vacacionales en cuatro iglesias durante las noches. A pesar de tener su agenda copada, el pastor Dan se quedó impresionado por la dedicación del pastor en Costa Rica, que lidera seis iglesias y no tiene un automóvil con el cual movilizarse.

El pastor Dan y sus miembros no solo construyen iglesias en el extranjero. También lo hacen en casa, donde recientemente completaron su propia iglesia y escuela, ubicada en un terreno de dos hectáreas, y están completamente libres de deudas.

ABRUMADOS CON TANTAS SOLICITUDES El desafío más reciente para el pastor Dan y la iglesia de Elkins, compuesta por

ochenta miembros, es mantenerse al día con las muchas peticiones de estudios bíblicos que reciben de su comunidad. Entre 2013 y 2014, hicieron tres envíos por correo que cubrieron todo el Estado de Virginia Occidental invitando a recibir el curso “Discover”, de La Voz de la Profecía. La respuesta fue abrumadora: diez mil personas mostraron su interés en recibir estudios bíblicos. De ese número, más de doscientas procedían de la zona de Elkins/Parsons.

“Algunos estudios se imparten personalmente –explica el pastor Dan–, y otros son enviados por correspondencia. Estos son luego evaluados por los miembros de nuestra iglesia”. Las iglesias son responsables de la compra de las lecciones y del envío de las lecciones a los estudiantes a través del correo.

“Lo que hace que esta zona sea más que un campo misionero –dice el pastor Dan– es que uno se encuentra con una gran cantidad de personas que dicen: ‘Yo creo en esto’, pero si sus familias no están de acuerdo, simplemente no hacen el compromiso”.

Sin embargo, el pastor Dan y las pequeñas iglesias que dirige consideran

Jerome

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a la predicación en su territorio como una misión importante, y están dispuestos a dedicar el tiempo, el esfuerzo y los fondos necesarios para ayudar a que esta misión tenga éxito.

HAY REGLAS Dos miembros de la Iglesia Elkins

que ya han influido positivamente en su barrio son Paul y Christie Brown. Cuando los Brown se mudaron a una zona menos privilegiada de Elkins, no sabían que su casa se convertiría en un imán para los jóvenes.

“A mí siempre me ha llamado la atención trabajar con la juventud –dice Paul–, así que cuando los niños del barrio querían jugar con nuestros hijos en la casa se lo permitíamos, pero les decíamos que había reglas:1. Debe haber respeto. Deben tratarse

a ustedes mismos y a los demás con respeto, sin humillaciones y sin malas palabras.

2. No mentir. El que mienta va para afuera.

3. Asuntos de salud y dietéticos. Cero drogas, alcohol, o carne inmunda”. Una vez que los jóvenes aprendieron

acerca de los alimentos puros y los impuros, intentaron compartir lo aprendido con sus familias. “El abuelo podría estar cocinando una marmota –dice Paul–, pero los niños decían: ‘No! No vamos a comer eso!’ ”

MUDARSEAl poco tiempo, los visitantes les

preguntaban a los Brown si se podían mudar con ellos. “Brayden pasa todos los fines de semana en nuestra casa –dice Paul–. Es su refugio de los sábados, y lo aleja de su casa”. Durante

la semana, Brayden trata de evitar estar con su abusivo padrastro alcohólico tanto como le sea posible.

Hunter y Wyatt son otros dos que pasan más tiempo con los Brown que en sus casas. Ambos están pasando por situaciones difíciles, y se sienten seguros con Paul y Cindy, a quienes consideran sus padres sustitutos.

“Yo me esfuerzo por tratar a todos los niños como si fueran mis hijos –dice Paul–, porque ellos merecen también una oportunidad”. Eso incluye el suministro de ropa, bicicletas y otros artículos. “Incluso la camioneta pickup la compramos debido al número de niños que estamos cuidando; una manera de poder traerlos y llevarlos a la escuela”.

Con permiso de los padres, los Brown han llevado a Brayden y a Hunter a los Conquistadores y a la iglesia, e incluso están pagando para que ellos puedan asistir a la escuela de la Iglesia Adventista. Lamentablemente, la madre de Wyatt no dio permiso para que participara en estas actividades, pero para Brayden y Hunter la experiencia ha sido transformadora. El 2 de noviembre de 2013, ambos niños, junto con Payton, el hijo de los Brown, fueron bautizados en la Iglesia Adventista de Elkins.

“Hemos vivido aquí desde hace tres años –dice Paul–, y mi esposa está convencida de que el Señor nos ha puesto en este lugar. No es el lugar que nosotros hubiéramos elegido, pero estamos seguros de que el Señor nos trajo aquí”.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 19

la semana, Brayden trata de evitar estar con su abusivo padrastro alcohólico tanto como le sea posible.

Hunter y Wyatt son otros dos que pasan más tiempo con los Brown que en sus casas. Ambos están pasando por situaciones difíciles, y se sienten seguros con Paul y Cindy, a quienes consideran sus padres sustitutos.

“Yo me esfuerzo por tratar a todos los niños como si fueran mis hijos –dice Paul–, porque ellos merecen también una oportunidad”. Eso incluye el suministro de ropa, bicicletas y otros artículos. “Incluso la camioneta pickup la compramos debido al número de niños que estamos cuidando; una manera de poder traerlos y llevarlos a la escuela”.

Con permiso de los padres, los Brown han llevado a Brayden y a Hunter a los Conquistadores y a la iglesia, e incluso están pagando para que ellos puedan asistir a la escuela de la Iglesia Adventista. Lamentablemente, la madre de Wyatt no dio permiso para que participara en estas actividades, pero para Brayden y Hunter la experiencia ha sido transformadora. El 2 de noviembre de 2013, ambos niños, junto con Payton, el hijo de los Brown, fueron bautizados en la Iglesia Adventista de Elkins.

“Hemos vivido aquí desde hace tres años –dice Paul–, y mi esposa está convencida de que el Señor nos ha puesto en este lugar. No es el lugar que nosotros hubiéramos elegido, pero estamos seguros de que el Señor nos trajo aquí”.

Virginia Occidental 21 de febrero

un gran corazón“¡Le dispararon a mi perro! –le dijo Brayden

llorando a su amigo Payton–. Me gustaría que hablaras en su funeral”.

Payton tenía doce años, y nunca había participado en un funeral, pero como deseaba ayudar a su amigo, le dijo que haría lo que pudiera. “Planeé todo el asunto –dijo–. El perro fue enterrado en mi jardín. Brayden y yo cavamos la tumba”. Después de ofrecer unas palabras, los chicos echaron el plato del perro, el collar y el juguete chillón antes de rellenar la tumba.

Cuando Payton y su familia se mudaron al vecindario, Payton se hizo amigo de Brayden y se enteró de las luchas que este enfrentaba en su casa. “Yo le dije que era cristiano y compartí mis creencias con él –dijo Payton–, y entonces él me dijo: ‘¡Me gustaría probar eso!’ ”

Brayden comenzó a pasar más tiempo en la casa de Payton, y a menudo se quedaba a dormir, especialmente los viernes, para poder ir con Payton y su familia a la iglesia al día siguiente. Al poco tiempo, Hunter, el primo de Brayden, también quiso quedarse con Payton. “Así que, alojaba a tres personas en mi habitación”, cuenta Payton.

Aunque la habitación de Payton es pequeña, su corazón es grande. Él se hizo amigo de otro vecino llamado Wyatt, cuyo padre se suicidó. A los trece años, Wyatt había sido expulsado de varias escuelas públicas, y su madre no sabía qué hacer con él. Payton pasó tiempo con Wyatt, y lo invitó a ir a los Conquistadores y a la iglesia junto con los otros chicos, pero la madre de Wyatt no permitió que su hijo participara.

Durante los siguientes tres años Payton compartió su fe con Wyatt, y un día después de enterarse de que tal vez se mudarían, Wyatt les entregó a Payton y a su hermana, Stormy, una nota. La nota tiene tanto valor para Payton que la mantiene en la caja fuerte de la familia.

“Queridos Payton y Stormy: Antes de que se vayan, quiero darles las gracias. Cuando ustedes llegaron, yo

estaba descarriado. Dejé de ir a la iglesia y no pensaba regresar. Payton: cuando nos hicimos amigos, yo estaba tratando de hacerme el duro, pero por dentro quería ser más como tú. Cuando llegaron los tiempos difíciles y perdí a mi padre, hablar contigo fue un consuelo. Aprendí de Dios a través de ti. Eras y sigues siendo un héroe, una inspiración y un modelo a seguir para mí. Tus padres deben estar muy orgullosos de ti, sabiendo que me ayudaste a encontrar a Jesús”.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA20 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

EL TESTIMONIO DE BRAYDEN La familia Brown produjo un efecto

tan duradero en Brayden que él también quiso compartir su testimonio:

“Paul Brown y su familia son una verdadera bendición para mí. Hace unos años, cuando se mudaron, mi abuelo de crianza le preguntó a Paul si podía cortar la grama de su jardín. Paul le dijo que sí, y pronto establecí una conexión con su familia y descubrí lo agradables que son. Sus hijos, Payton y Stormy, son muy alegres y amigables. Su madre, Christie, es muy agradable y siempre está ahí para ayudarme.

“Un día le pregunté a Payton por qué nunca estaban los sábados. Me parecía extraño que no podía hacer ningún trabajo para ellos en ese día. Payton me invitó a ir a la iglesia con ellos. Me gustó, pero después de un tiempo me enfrié. Seis meses más tarde regresé, pero esta vez para quedarme.

“Me uní al Club de Conquistadores. En una ocasión en la que estábamos regresando de un campamento, Payton, mi primo Hunter y yo estábamos hablando de la escuela. A Hunter y a mí no nos gustaba nuestra escuela porque había muchas peleas. Hunter mencionó que le gustaría poder ir algún día a una universidad cristiana. Payton le preguntó: ‘¿Por qué no te inscribes en una escuela cristiana?’ A nuestros padres les gustó la idea, y estuvieron de acuerdo en dejarnos ir a la Escuela

Adventista Highland, aquí en Elkins, y Paul encontró unos patrocinadores para nosotros. La escuela me gusta mucho. Los maestros y el personal son muy agradables, y los compañeros son amables y no pelean.

“Un día, mientras íbamos a la iglesia, Payton dijo que quería ser bautizado. Hunter y yo decidimos que queríamos ser bautizados con él. Así que, tomamos estudios bíblicos juntos y fuimos bautizados el 2 de noviembre de 2013.

“Los miembros de la iglesia son las personas más agradables que he conocido. Siempre están ahí para uno. Y hay algo en las predicaciones del pastor Don que hace que me identifique con ellas. Me gusta mucho la gente de aquí. Son como la familia que siempre he querido.

“Tener la posibilidad de venir aquí y aprender sobre la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha sido una bendición para mí. Nadie más en mi familia es adventista. No entienden por qué ahora no hago algunas cosas que solía hacer. Mi padrastro no puede entender por qué ahora no como carne de cerdo si toda mi vida la he comido. De hecho, confieso que al principio fue difícil dejarla, pero me alegro de haber podido hacerlo. He visto un cambio en mi peso y en mi personalidad. Todo ha estado mejor desde que me bauticé”.

Miranda Starr, directora y profesora en la Academia Parkersburg en Virginia Occidental, quiso hacer un experimento con sus alumnos de primer y segundo grados.

“En la clase de Biblia estábamos estudiando acerca de la bondad, y la forma en que esta se contagia –dice ella–. Queríamos ver si realmente pasa”.

Entonces Miranda tuvo una idea: ¿Por qué no ir a Eagle Pointe, un hogar de ancianos local, donde los estudiantes podrían practicar sus habilidades de lectura y hacer amistad con los residentes? “Esto era algo que siempre había querido hacer –admite–. Nos gusta cantar, pero [me preguntaba] ¿qué otra cosa podíamos hacer por ellos, de manera que pudiéramos entablar relaciones?” Entonces, otra idea se les ocurrió: los niños podrían practicar sus habilidades de lectura leyéndoles en voz alta a los residentes de Eagle Pointe.

Miranda compartió su idea con la clase, y todos los niños se emocionaron y se sintieron motivados a leer. En enero, ya los estudiantes estaban leyendo lo suficientemente bien como para hacerlo por su cuenta.

FELICES DE COMPARTIR “Cada dos viernes vamos a Eagle Pointe –explica Ben, de ocho años–. Le cantamos

a todo el grupo, y les leemos a los residentes”.“No fue difícil escoger una pareja –comenta Reagan, de siete años–. Veíamos

a los residentes, ¡y elegíamos al que nos gustaba!”Los alumnos también podían escoger el libro o los libros que querían leerles a sus

parejas, e intercambiar libros con otros alumnos al terminar el suyo.Los niños leen y al mismo tiempo desarrollan amistades. “El nombre de mi

pareja es Jane –dice Sofía, de seis años–. Yo le leí algo relacionado con las huellas de los animales, y también acerca de un zorro rojo. ¡Ella me contó que una vez tuvo un zorro como mascota!”

Los residentes disfrutan claramente de las visitas, al igual que los jóvenes lectores. “Me gusta ver a los residentes sonreír”, dijo Ben.

Los estudiantes de tercer a octavo grado también participan en el ministerio en Eagle Pointe. “Me gusta mucho ir allí –dice Ryleigh, de nueve años–. Yo le leo a un abuelito que se llama Mark. Él siempre se alegra de verme, y me dice: ‘Dios te ama’. Me gustaría poder ir más a menudo, porque él me cae muy bien”.

En agradecimiento por las visitas de los niños, Eagle Pointe celebró un banquete en su honor, y le entregó una placa de reconocimiento a Miranda Starr: “Niños

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 21

Adventista Highland, aquí en Elkins, y Paul encontró unos patrocinadores para nosotros. La escuela me gusta mucho. Los maestros y el personal son muy agradables, y los compañeros son amables y no pelean.

“Un día, mientras íbamos a la iglesia, Payton dijo que quería ser bautizado. Hunter y yo decidimos que queríamos ser bautizados con él. Así que, tomamos estudios bíblicos juntos y fuimos bautizados el 2 de noviembre de 2013.

“Los miembros de la iglesia son las personas más agradables que he conocido. Siempre están ahí para uno. Y hay algo en las predicaciones del pastor Don que hace que me identifique con ellas. Me gusta mucho la gente de aquí. Son como la familia que siempre he querido.

“Tener la posibilidad de venir aquí y aprender sobre la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha sido una bendición para mí. Nadie más en mi familia es adventista. No entienden por qué ahora no hago algunas cosas que solía hacer. Mi padrastro no puede entender por qué ahora no como carne de cerdo si toda mi vida la he comido. De hecho, confieso que al principio fue difícil dejarla, pero me alegro de haber podido hacerlo. He visto un cambio en mi peso y en mi personalidad. Todo ha estado mejor desde que me bauticé”.

Virginia Occidental 28 de febrero

El ExpErimEnto dE la bondadMiranda Starr, directora y profesora en la

Academia Parkersburg en Virginia Occidental, quiso hacer un experimento con sus alumnos de primer y segundo grados.

“En la clase de Biblia estábamos estudiando acerca de la bondad, y la forma en que esta se contagia –dice ella–. Queríamos ver si realmente pasa”.

Entonces Miranda tuvo una idea: ¿Por qué no ir a Eagle Pointe, un hogar de ancianos local, donde los estudiantes podrían practicar sus habilidades de lectura y hacer amistad con los residentes? “Esto era algo que siempre había querido hacer –admite–. Nos gusta cantar, pero [me preguntaba] ¿qué otra cosa podíamos hacer por ellos, de manera que pudiéramos entablar relaciones?” Entonces, otra idea se les ocurrió: los niños podrían practicar sus habilidades de lectura leyéndoles en voz alta a los residentes de Eagle Pointe.

Miranda compartió su idea con la clase, y todos los niños se emocionaron y se sintieron motivados a leer. En enero, ya los estudiantes estaban leyendo lo suficientemente bien como para hacerlo por su cuenta.

FELICES DE COMPARTIR “Cada dos viernes vamos a Eagle Pointe –explica Ben, de ocho años–. Le cantamos

a todo el grupo, y les leemos a los residentes”.“No fue difícil escoger una pareja –comenta Reagan, de siete años–. Veíamos

a los residentes, ¡y elegíamos al que nos gustaba!”Los alumnos también podían escoger el libro o los libros que querían leerles a sus

parejas, e intercambiar libros con otros alumnos al terminar el suyo.Los niños leen y al mismo tiempo desarrollan amistades. “El nombre de mi

pareja es Jane –dice Sofía, de seis años–. Yo le leí algo relacionado con las huellas de los animales, y también acerca de un zorro rojo. ¡Ella me contó que una vez tuvo un zorro como mascota!”

Los residentes disfrutan claramente de las visitas, al igual que los jóvenes lectores. “Me gusta ver a los residentes sonreír”, dijo Ben.

Los estudiantes de tercer a octavo grado también participan en el ministerio en Eagle Pointe. “Me gusta mucho ir allí –dice Ryleigh, de nueve años–. Yo le leo a un abuelito que se llama Mark. Él siempre se alegra de verme, y me dice: ‘Dios te ama’. Me gustaría poder ir más a menudo, porque él me cae muy bien”.

En agradecimiento por las visitas de los niños, Eagle Pointe celebró un banquete en su honor, y le entregó una placa de reconocimiento a Miranda Starr: “Niños

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA22 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

Voluntarios del Año: Academia Parkersburg. Ustedes han dado calor a los corazones de muchos a través de su cariño y su cuidado. Son estrellas del voluntariado”.

Al reflexionar sobre el “experimento de la amabilidad”, Miranda y los alumnos afirman que fue todo un éxito. “La bondad fue mutua. Nosotros tratamos de llevarles alegría, pero ellos nos dieron más a nosotros”.

CÁPSULA INFORMATIVA• El mayor árbol de sicómoro del mundo se

encuentra en la bifurcación del río Elk en Webster Springs, Virginia Occidental. Casi el 75 por ciento de Virginia Occidental está cubierto de bosques.

• Uno de los primeros puentes colgantes del mundo fue construido en Wheeling, Virginia Occidental, en noviembre de 1849.

• El primer ferrocarril eléctrico del mundo fue construido entre Huntington y Guyandotte, Virginia Occidental.

• La señora Minnie Buckingham Harper, miembro de la Cámara de Representantes del Estado en 1928, fue la primera mujer afroamericana en pertenecer a un cuerpo legislativo en los Estados Unidos.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 23

Voluntarios del Año: Academia Parkersburg. Ustedes han dado calor a los corazones de muchos a través de su cariño y su cuidado. Son estrellas del voluntariado”.

Al reflexionar sobre el “experimento de la amabilidad”, Miranda y los alumnos afirman que fue todo un éxito. “La bondad fue mutua. Nosotros tratamos de llevarles alegría, pero ellos nos dieron más a nosotros”.

Guam 7 de marzo

dE la dEsEspEración a la EspEranza: 1a partE

Yo apenas tenía cuatro años cuando mi madre murió. Era demasiado pequeño para entender la muerte, pero sabía que algo andaba mal. Mi infancia fue infeliz. Por mucho que lo intentaba, no podía complacer a mi padre. Él me prestaba poca atención. Cuando tenía nueve años me fui de casa, y me quedé con amigos y familiares hasta que me pusieron en una serie de hogares de crianza.

Cuando era adolescente, estuve en un reformatorio durante tres años. Allí conocí a un chico muy alto, que era un excelente jugador de baloncesto. Comenzamos a hablar, y cuando le dije mi nombre me miró sorprendido. Me dijo que éramos primos.

“Tu mamá y mi papá eran hermanos”, me aseguró. Casi no podía creerlo. Nunca había conocido a la familia de mi madre, y no sabía que tenía tías, tíos y primos de su lado.

Mi primo me llevó a su casa a conocer a mi familia, y en la casa había más y más parientes que querían verme. Durante la conversación, me enteré de que mi madre murió debido a complicaciones producidas por las palizas que mi padre le daba.

Fui liberado del reformatorio y me fui a vivir con mi tío. A veces iba a casa de mi padre a ver a mi hermano y mi hermana menores. Una vez estando cerca de la casa, vi a mi padre tomar a mi hermano pequeño y lanzarlo contra la pared. Cuando corrí y traté de detenerlo, cogió una tabla y me golpeó con ella.

Mi ira contra mi padre fue creciendo. Él era un hombre querido y respetado en la isla de Guam, pero nadie fuera de nuestra familia sabía lo que él era en casa.

Yo me negué a depender de otra persona. La secundaria la completé solo, y trabajé para comprarme mi propia ropa. Cuando me gradué, me uní a la Guardia Nacional, para poder salir de la isla. Dos años más tarde, pedí que me transfirieran a la Infantería de Marina, donde logré alcanzar el rango de sargento.

Me casé, y tuve tres hijas con mi esposa. Mi trabajo me mantuvo lejos de casa durante mucho tiempo, y se me hizo difícil mantener mi matrimonio, debido a mi temperamento y mis ausencias. Finalmente, nos divorciamos. Me sentí muy herido y vacío por dentro. Una vez más me quedé sin familia, y me sentí completamente solo.

INSATISFECHOAunque tenía una exitosa carrera en la Infantería de Marina, aún me sentía

insatisfecho. Ya nada me importaba, y decidí que la vida no valía la pena, así que un día tomé mi rifle y me fui a la playa para acabar con mi vida.

Llegué hasta una roca que estaba en el agua y me senté con mi arma a pensar en mi vida fracasada. Después de estar un rato sentado, un policía se acercó. Al parecer, notó que

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA24 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

yo estaba contemplando suicidarme, así que se metió en el agua y llegó hasta donde yo estaba. Alcé el rifle y le advertí que se mantuviera alejado.

El agente retrocedió. A los pocos minutos, mi coronel de la base de la Marina llegó y me ordenó que bajara el arma. Yo me negué. Entonces, llegó mi papá. Cuando lo vi caminando hacia mí, me puse el cañón del arma en la boca y apreté el gatillo. Hubo una explosión, y caí hacia atrás de la roca.

Todos corrieron y me sacaron del agua. Estaba vivo. Examinaron el arma, y encontraron que la bala se había atascado a mitad de camino en el cañón.

Cuando mi padre vio lo que había pasado, se marchó.

Después de esto, fui expulsado de la Infantería de Marina. Ahora sí que no tenía nada. No tenía trabajo, ni familia, y odiaba a mi padre. Sentí que mi vida no tenía sentido.

CÁPSULA INFORMATIVA• Junto con Guam, Micronesia incluye la

Mancomunidad de las Islas Marianas del Norte, la República de las Islas Marshall, los Estados Federados de Micronesia y Palaos.

• Guam, un territorio de los Estados Unidos, es la mayor de las islas y la más poblada, considerada la “puerta de acceso” a Micronesia y un centro para la región.

• La Mancomunidad de las Islas Marianas del Norte es un Estado Libre Asociado que consta de catorce islas justo al norte de Guam y, junto con Guam, forma el archipiélago de las Islas Marianas.

• Los Estados Federados de Micronesia y Palau son dos naciones insulares independientes y juntos componen las naciones del archipiélago de las Islas Caroline.

• La República de las Islas Marshall es también una isla independiente, ubicada aproximadamente a dos mil cuatrocientos kilómetros al este de Guam, y se compone de muchas pequeñas islas de baja altitud y atolones.

Un día intenté suicidarme de nuevo. En la sala de emergencias del hospital, conocí al Dr. Nozaki. Las enfermeras le habían informado que yo era suicida.

–No hay esperanza para este tipo –le dijeron–. En cualquier momento va a tener éxito y se va a matar.

–No digan eso –escuché decir al Dr. Nozaki–. Vamos a salvar su vida.

El Dr. Nozaki curó mis heridas, y me desperté en una habitación del hospital. Miré a mi alrededor y vi una Biblia sobre la mesa. La aparté de mi vista y traté de volver a dormirme. Cuando me desperté, vi otra Biblia en la mesa. La tomé y la aparté también. Para cuando dejé el hospital una semana después, ya había quitado seis Biblias de la mesa de noche. Cuando me iba, el Dr. Nozaki me instó a leerla, pero le dije que no estaba interesado.

–Lee solamente el libro de Juan –me dijo.Dada su insistencia, acepté leer Juan. No sé por qué, pero me llevé las seis Biblias a casa. Y leí Juan, y tuve que admitir que

me pareció interesante. El Dr. Nozaki no se olvidó de mí cuando salí del hospital. Me llamaba todos los

días, me visitaba, y se aseguraba de que tuviera comida y ropa. Yo me preguntaba por qué alguien tendría tanto interés en mí cuando ni siquiera mi propia familia se preocupaba por mí.

Me di cuenta de que el Dr. Nozaki lo hacía de corazón, y con el tiempo aprendí a confiar en él. Comencé a tomar estudios bíblicos con él, y mi vida comenzó a cambiar. Me invitó a su iglesia, y aprendí que Jesús realmente me ama. Aunque me tomó un tiempo hacerlo, finalmente entregué mi vida a Dios. Un día volví a la roca donde había tratado de suicidarme y le di gracias a Dios por salvarme la vida. Seguí estudiando, me bauticé, y me convertí en un adventista del séptimo día.

PAZ Aún me sentía solo, pero ahora sabía que no estaba verdaderamente solo, porque

Dios estaba conmigo. Por primera vez en mi vida, sentí paz.Empecé a pasar más tiempo con mis hijas, y cuando el doctor Nozaki me instó a

reconciliarme con mi ex esposa, me pareció una buena idea. Al ver los cambios en mi vida, ella decidió darme la oportunidad, y nos volvimos a casar en la casa del Dr. Nozaki. Yo estaba feliz de tener otra oportunidad con mi familia.

Pero las cosas no siempre fueron perfectas, y mi relación con Dios estaba lejos de serlo. Necesitaba trabajar, y luché contra la tentación de jugar sóftbol en sábado. De

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 25

yo estaba contemplando suicidarme, así que se metió en el agua y llegó hasta donde yo estaba. Alcé el rifle y le advertí que se mantuviera alejado.

El agente retrocedió. A los pocos minutos, mi coronel de la base de la Marina llegó y me ordenó que bajara el arma. Yo me negué. Entonces, llegó mi papá. Cuando lo vi caminando hacia mí, me puse el cañón del arma en la boca y apreté el gatillo. Hubo una explosión, y caí hacia atrás de la roca.

Todos corrieron y me sacaron del agua. Estaba vivo. Examinaron el arma, y encontraron que la bala se había atascado a mitad de camino en el cañón.

Cuando mi padre vio lo que había pasado, se marchó.

Después de esto, fui expulsado de la Infantería de Marina. Ahora sí que no tenía nada. No tenía trabajo, ni familia, y odiaba a mi padre. Sentí que mi vida no tenía sentido.

Guam 14 de marzo

dE la dEsEspEración a la EspEranza: 2a partE

Jesse Laguna es profesor de educación física a nivel intermedio

y secundario en la Academia Adventista de Guam.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA26 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

hecho, durante un tiempo dejé de asistir a la iglesia para jugar. Entonces me di cuenta de que Dios era más importante para mí que el sóftbol. Dios obró nuevamente por mí, y me solicitaron que entrenara al nuevo equipo de sóftbol de la clínica adventista.

Mi vida estaba tomando forma, pero aún faltaba una pieza. Nunca había podido reconciliarme con mi padre. El Dr. Nozaki me instó a hablar con él antes de que fuera demasiado tarde. Fue difícil, pero hice las paces con él antes de que muriera. En su funeral, tuve la oportunidad de compartir la manera en que mi fe en Dios salvó mi relación con mi padre terrenal.

Si Dios me pudo salvar a mí, puede salvar a cualquiera.

Una joven mujer entró en la tienda de zapatos donde yo trabajaba. Al verla la reconocí, ya que su familia era cliente habitual del lugar. Pero había algo diferente en ella, aunque me tomó un tiempo darme cuenta de qué era. Ella no llevaba nada de maquillaje ni joyas. Sin embargo, parecía brillar con luz propia.

Yo le saqué algunos zapatos para que se los probara, y hubo un par que le gustaron, pero no había de su tamaño.

–No hay problema –le aseguré–. Podemos ordenarlos y los tendremos en la tienda dentro de tres días.

Becky ordenó a los zapatos, y yo le dije que los tendría para la tarde del miércoles.–Fabuloso –dijo ella–. No los necesito hasta el sábado.

LOS ZAPATOS DESAPARECIDOS Becky regresó la tarde del miércoles, pero los zapatos no habían llegado. Le pedí disculpas por

la molestia y le aseguré que estarían al día siguiente. Sin embargo, cuando llegó el envío el jueves, los zapatos de Becky no estaban. Rápidamente llamé por teléfono a la empresa y les pregunté qué había pasado. El gerente explicó que los zapatos seguramente llegarían al día siguiente.

Cuando Becky pasó a buscar sus zapatos, le expliqué el problema, y ella amablemente aceptó mi disculpa.

–Yo no vivo lejos –dijo–. Puedo venir mañana. ¿Estás segura de que los zapatos llegarán mañana? –preguntó–. Los necesito para el sábado en la mañana.

El viernes, cuando Becky llegó, la saludé con la cara roja. El envío no había llegado aún. La insté a que esperara unos minutos, que seguramente el conductor llegaría en cualquier momento. Pero Becky dijo que tenía que regresar a casa.

–¿Por qué necesita los zapatos mañana? –le pregunté, tratando de retrasar su partida. –Voy a tocar el órgano, y mis zapatos están bastante viejos. Era el momento de comprar un

nuevo par –respondió simplemente.Becky esperó unos minutos más, pero dijo que tenía que irse. A pesar de que era muy

educada, yo sabía que estaba decepcionada. De nuevo le pedí disculpas por el retraso. Apenas quince minutos después de que ella salió de la tienda, el conductor llegó con los zapatos y una lista de excusas de por qué se le hizo tan tarde. Rápidamente llamé por teléfono a Becky y le dije que sus zapatos habían llegado, y la invité a volver a recogerlos.

Pero, para mi sorpresa, Becky respondió:–Está bien. Me pondré mis zapatos viejos mañana y recogeré los nuevos el sábado en la noche.

UNA EXTRAÑA NEGATIVA Traté de animarla a venir a buscar los zapatos esa noche, pero ella insistió en que no.

Finalmente colgué, decepcionado y frustrado por no haber podido entregar los zapatos a tiempo.Imaginen mi sorpresa cuando Becky entró en la tienda unos minutos más tarde para

asegurarme de que ella no estaba en absoluto enfadada porque los zapatos no habían llegado a tiempo, y de paso decirme que estaba impresionada por mis esfuerzos para resolver el problema. Luego volvió a salir.

CÁPSULA INFORMATIVA• La Misión de Guam y Micronesia fue

organizada en 1948 y reorganizada en 2012, cuando fue transferida de la División de Asia y del Pacífico Sur a la División Norteamericana.

• La Misión de Guam y Micronesia tiene 20 iglesias y una membresía de 4.773 personas. La población de su territorio es de 410.000 habitantes (cifras de 2014).

• La Misión de Guam y Micronesia tiene dos clínicas, una en Guam, y la otra en Saipan. La Misión también opera las escuelas ubicadas en las islas de Chuuk, Majuro, Ebeye, Guam, Palau, Pohnpei y Yap.

• La Misión posee y opera dos estaciones de radio, conocidas como JOY FM (KSDA-FM y KORU-FM), que transmiten desde Guam.

• La Misión de Guam y Micronesia posee y administra “Simply Food”, una exitosa tienda y restaurante de comida vegetariana en Guam.

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 27

hecho, durante un tiempo dejé de asistir a la iglesia para jugar. Entonces me di cuenta de que Dios era más importante para mí que el sóftbol. Dios obró nuevamente por mí, y me solicitaron que entrenara al nuevo equipo de sóftbol de la clínica adventista.

Mi vida estaba tomando forma, pero aún faltaba una pieza. Nunca había podido reconciliarme con mi padre. El Dr. Nozaki me instó a hablar con él antes de que fuera demasiado tarde. Fue difícil, pero hice las paces con él antes de que muriera. En su funeral, tuve la oportunidad de compartir la manera en que mi fe en Dios salvó mi relación con mi padre terrenal.

Si Dios me pudo salvar a mí, puede salvar a cualquiera.

Guam 21 de marzo

los zapatos dE sábadoUna joven mujer entró en la tienda de zapatos

donde yo trabajaba. Al verla la reconocí, ya que su familia era cliente habitual del lugar. Pero había algo diferente en ella, aunque me tomó un tiempo darme cuenta de qué era. Ella no llevaba nada de maquillaje ni joyas. Sin embargo, parecía brillar con luz propia.

Yo le saqué algunos zapatos para que se los probara, y hubo un par que le gustaron, pero no había de su tamaño.

–No hay problema –le aseguré–. Podemos ordenarlos y los tendremos en la tienda dentro de tres días.

Becky ordenó a los zapatos, y yo le dije que los tendría para la tarde del miércoles.–Fabuloso –dijo ella–. No los necesito hasta el sábado.

LOS ZAPATOS DESAPARECIDOS Becky regresó la tarde del miércoles, pero los zapatos no habían llegado. Le pedí disculpas por

la molestia y le aseguré que estarían al día siguiente. Sin embargo, cuando llegó el envío el jueves, los zapatos de Becky no estaban. Rápidamente llamé por teléfono a la empresa y les pregunté qué había pasado. El gerente explicó que los zapatos seguramente llegarían al día siguiente.

Cuando Becky pasó a buscar sus zapatos, le expliqué el problema, y ella amablemente aceptó mi disculpa.

–Yo no vivo lejos –dijo–. Puedo venir mañana. ¿Estás segura de que los zapatos llegarán mañana? –preguntó–. Los necesito para el sábado en la mañana.

El viernes, cuando Becky llegó, la saludé con la cara roja. El envío no había llegado aún. La insté a que esperara unos minutos, que seguramente el conductor llegaría en cualquier momento. Pero Becky dijo que tenía que regresar a casa.

–¿Por qué necesita los zapatos mañana? –le pregunté, tratando de retrasar su partida. –Voy a tocar el órgano, y mis zapatos están bastante viejos. Era el momento de comprar un

nuevo par –respondió simplemente.Becky esperó unos minutos más, pero dijo que tenía que irse. A pesar de que era muy

educada, yo sabía que estaba decepcionada. De nuevo le pedí disculpas por el retraso. Apenas quince minutos después de que ella salió de la tienda, el conductor llegó con los zapatos y una lista de excusas de por qué se le hizo tan tarde. Rápidamente llamé por teléfono a Becky y le dije que sus zapatos habían llegado, y la invité a volver a recogerlos.

Pero, para mi sorpresa, Becky respondió:–Está bien. Me pondré mis zapatos viejos mañana y recogeré los nuevos el sábado en la noche.

UNA EXTRAÑA NEGATIVA Traté de animarla a venir a buscar los zapatos esa noche, pero ella insistió en que no.

Finalmente colgué, decepcionado y frustrado por no haber podido entregar los zapatos a tiempo.Imaginen mi sorpresa cuando Becky entró en la tienda unos minutos más tarde para

asegurarme de que ella no estaba en absoluto enfadada porque los zapatos no habían llegado a tiempo, y de paso decirme que estaba impresionada por mis esfuerzos para resolver el problema. Luego volvió a salir.

Dwight McKeever vive con su familia en la isla

de Guam.Samaritano

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA28 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

–Pero ¿y los zapatos? –le pregunté.Me dijo que no había venido a recoger los

zapatos y que volvería por ellos la noche del sábado. Me ofrecí a prestarle el dinero para los zapatos, pero ella sonrió y se negó.

–No te preocupes –dijo–. Voy a venir mañana a buscarlos.

Entonces, salió de la tienda. Me quedé totalmente confundido. ¿Por

qué no se lleva los zapatos ahora?, me pregunté. Tenía que saber la respuesta. Salí corriendo de la tienda y alcancé a Becky.

–Por favor, dígame por qué no se lleva los zapatos hoy –le pregunté–. Los quería para mañana, y ahora ha venido y no se los lleva. No tiene ningún sentido.

Ella vaciló, y luego dijo: –Soy cristiana. –Yo también soy cristiano. ¿Qué tiene

que ver el cristianismo con no llevarse los zapatos hoy? –le dije ahora más confundido.

–Si eres cristiano –respondió ella con una sonrisa–, entonces sabes que los Diez Mandamientos dicen que hay que recordar el día del sábado para santificarlo. Eso significa que no hay que comprar, o vender o trabajar en el día de reposo de Dios.

–Pero hoy es viernes –le dije con convicción–. El sábado religioso no es sino hasta el domingo.

–No –dijo nuevamente sonriendo–. El sábado es el séptimo día de la semana, no el primer día. Revisa tu calendario.

La invité a volver conmigo a la tienda de zapatos, donde tenía un calendario en el escritorio. Caminamos de regreso a la tienda, y le señalé el calendario.

–¿Ve? –le dije con confianza.Entonces miré de nuevo. El sábado era el

séptimo día, no el domingo. ¿Cómo pude haber pasado esto por alto durante 25 años?, pensé. Entonces, le dije:

–Pero igual hoy es viernes, no sábado. Usted aún puede llevarse sus zapatos.

UNA INVITACIÓN A ENTENDER –Voy a esperar a comprar los zapatos hasta

mañana en la noche –dijo ella–. Es un poco más complicado que eso, pero la Biblia lo explica bastante bien. ¿Estás interesado en aprender acerca de ello? El servicio de la iglesia en el que voy a tocar mañana es, de hecho, un seminario de Apocalipsis presenta-do por un pastor invitado. Él va a hablar de profecías bíblicas, e incluirá un estudio completo sobre el tema del sábado y el domingo. Si no tienes miedo de saber la verdad de la Biblia, me gustaría que vinieras.

–No, no tengo miedo –le dije con valentía–. De hecho, el libro de Apocalipsis es totalmente confuso, y nunca he oído a nadie tratar de explicar todos los símbolos, las bestias, los reinos, y todo lo demás. Sí, creo que voy a ir.

A la mañana siguiente me fui en mi motocicleta hasta la casa de Becky y seguí a su familia a la iglesia. En un momento del camino, pensé: ¿Qué estás haciendo siguiendo a unos extraños hacia una reunión religiosa en una iglesia de la que nunca has oído hablar? Esto podría ser una aburrida pérdida de tiempo, o peor. ¡Incluso podría ser una secta! Luché con estos pensamientos durante varios minutos. Incluso pensé: Gira en la siguiente salida y olvida esta tontería.

Le pedí a Dios que me ayudara a decidir, y de repente una abrumadora sensación de paz se apoderó de mí. Me decidí a participar en el seminario. Las verdades de la Biblia que aprendí allí me sorprendieron, y pasé los siguientes siete años tratando de refutarlas. ¿Cómo podían estar equivocados tantos guardadores del domingo?, razoné. Pero, cuanto más estudiaba, más me daba cuenta de que no podía argumentar contra las verdades de la Iglesia Adventista. Finalmente, no pude negar la verdad durante más tiempo. Dejé de resistirme, y me hice adventista.

Alabo a Dios por una joven mujer que se negó a comprometer su fe y comprar los zapatos que tanto quería. Su fe me llevó a conocer verdades bíblicas de las que nunca había oído hablar, y que son muy preciadas para mí en la actualidad. Estaré eternamen-te agradecido a esta joven mujer.

programa dEl dEcimotErcEr sábado

Participantes: Un narrador y cuatro personas, todas mujeres jóvenes. [Nota: Los participantes no tienen que memorizar sus partes, pero sí estar familiarizados con el material. Practique para que los participantes se sientan cómodos].

Narrador/Entrevistador: Nuestra ofrenda del decimotercer sábado irá a algunas de las partes más remotas de la División Norteamericana: Guam/Micronesia, Alaska, y las montañas Apalaches de Virginia Occidental. Si bien hemos escuchado historias de cada una de estas áreas, hoy vamos a escuchar una entrevista en el Campamento Polaris, en Alaska. Esta conversación tuvo lugar entre Laurie Falvo, de la Oficina de Misión Adventista de la Asociación General, y tres mujeres jóvenes que se desempeñan como consejeras en el campamento: Katie Purvis, que ha trabajado en el campamento durante los últimos cuatro años, y Katie Fry, Krisi Koliadko y Talea Shupe, que comenzaron el verano pasado (2014).

Entrevistador: ¿Cuántos de los niños en el campamento Polaris son adventistas?

Katie P.: Cerca del cinco al diez por ciento.

Entrevistador: ¿Cuántos vienen de alguna otra confesión cristiana?

Katie P.: Tal vez un sesenta por ciento, pero hay una extraña combinación de

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 29

mañana en la noche –dijo ella–. Es un poco más complicado que eso, pero la Biblia lo explica bastante bien. ¿Estás interesado en aprender acerca de ello? El servicio de la iglesia en el que voy a tocar mañana es, de hecho, un seminario de Apocalipsis presenta-do por un pastor invitado. Él va a hablar de profecías bíblicas, e incluirá un estudio completo sobre el tema del sábado y el domingo. Si no tienes miedo de saber la verdad de la Biblia, me gustaría que vinieras.

–No, no tengo miedo –le dije con valentía–. De hecho, el libro de Apocalipsis es totalmente confuso, y nunca he oído a nadie tratar de explicar todos los símbolos, las bestias, los reinos, y todo lo demás. Sí, creo que voy a ir.

A la mañana siguiente me fui en mi motocicleta hasta la casa de Becky y seguí a su familia a la iglesia. En un momento del camino, pensé: ¿Qué estás haciendo siguiendo a unos extraños hacia una reunión religiosa en una iglesia de la que nunca has oído hablar? Esto podría ser una aburrida pérdida de tiempo, o peor. ¡Incluso podría ser una secta! Luché con estos pensamientos durante varios minutos. Incluso pensé: Gira en la siguiente salida y olvida esta tontería.

Le pedí a Dios que me ayudara a decidir, y de repente una abrumadora sensación de paz se apoderó de mí. Me decidí a participar en el seminario. Las verdades de la Biblia que aprendí allí me sorprendieron, y pasé los siguientes siete años tratando de refutarlas. ¿Cómo podían estar equivocados tantos guardadores del domingo?, razoné. Pero, cuanto más estudiaba, más me daba cuenta de que no podía argumentar contra las verdades de la Iglesia Adventista. Finalmente, no pude negar la verdad durante más tiempo. Dejé de resistirme, y me hice adventista.

Alabo a Dios por una joven mujer que se negó a comprometer su fe y comprar los zapatos que tanto quería. Su fe me llevó a conocer verdades bíblicas de las que nunca había oído hablar, y que son muy preciadas para mí en la actualidad. Estaré eternamen-te agradecido a esta joven mujer.

28 de marzo

programa dEl dEcimotErcEr sábado

Participantes: Un narrador y cuatro personas, todas mujeres jóvenes. [Nota: Los participantes no tienen que memorizar sus partes, pero sí estar familiarizados con el material. Practique para que los participantes se sientan cómodos].

Narrador/Entrevistador: Nuestra ofrenda del decimotercer sábado irá a algunas de las partes más remotas de la División Norteamericana: Guam/Micronesia, Alaska, y las montañas Apalaches de Virginia Occidental. Si bien hemos escuchado historias de cada una de estas áreas, hoy vamos a escuchar una entrevista en el Campamento Polaris, en Alaska. Esta conversación tuvo lugar entre Laurie Falvo, de la Oficina de Misión Adventista de la Asociación General, y tres mujeres jóvenes que se desempeñan como consejeras en el campamento: Katie Purvis, que ha trabajado en el campamento durante los últimos cuatro años, y Katie Fry, Krisi Koliadko y Talea Shupe, que comenzaron el verano pasado (2014).

Entrevistador: ¿Cuántos de los niños en el campamento Polaris son adventistas?

Katie P.: Cerca del cinco al diez por ciento.

Entrevistador: ¿Cuántos vienen de alguna otra confesión cristiana?

Katie P.: Tal vez un sesenta por ciento, pero hay una extraña combinación de

algunas creencias cristianas con otras creencias tradicionales y sobrenaturales.

Krisi y Katie F.: El chamanismo es muy frecuente en los pueblos nativos. Están muy conectados con el mundo espiritual.

Katie P.: Esto me perturba, pero estos niños son conscientes desde una edad muy temprana de que hay algo más de lo que vemos a simple vista, otros seres y presencias. En una ocasión, durante la adoración nocturna en la cabaña, una niña dijo que ella no creía que iba a estar en el cielo. Cuando le pregunté por qué, dijo: “Porque hay una presencia oscura que viene y conversa conmigo en las noches. Él guarda todos mis secretos y siento que es la única persona que no dirá nada”. Yo le dije que ella podía hablar con Jesús y que él guardaría todos sus secretos.

Entrevistador: Casi suena como si tuviera una amistad con este ser. Como que confiara en él.

Katie P.: Sí. Algunas de las chicas hablaron de haber ido al bosque en la noche y ser confrontadas por quienes ellas llamaban “las pequeñas personas”. Yo les expliqué que existe el bien y existe el mal en el mundo, y que Jesús puede vencer a la oscuridad. Empezaron a darse cuenta de que Jesús realmente podía ser su amigo. Desde esa conversación, todas las chicas de mi cabaña se duermen más fácilmente

Nota para el director de la Escuela Sabática: Lo invitamos a elegir un himno, seguido de la oración, la bienvenida y el programa. Recoja la ofrenda misionera, seguido de una oración final. También puede recordarles a los asistentes que tal vez no están preparados para dar hoy su ofrenda que pueden darla en línea de manera segura en nuestro sitio de Internet: www.adventistmission.org/ give [en inglés]. ¡Gracias!

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA30 MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA

en la noche. Es como si toda la atmósfera del grupo estuviera más abierta a Jesús.

Entrevistador: ¿Ha experimentado ver a los niños escuchar historias de la Biblia sabiendo que seguramente es la primera vez que escuchan esas historias?

Katie P.: Todas las noches antes de ir a la cama les leemos historias. Durante mi primer año aquí, yo andaba tratando de encontrar algo interesante para ellos, pero luego me di cuenta de que lo único que realmente querían era historias de la Biblia. Cuando les leo historias de la Biblia, se mantienen callados, sentados y prestando atención. Realmente disfrutan escucharlas.

Entrevistador: ¿Se muestran abiertos espiritualmente?

Katie P: Mucho. Creo que es debido a que sus situaciones son mucho más extremas que las de un montón de otros chicos, y se dan cuenta de que la vida no es fácil. Su vida no consiste únicamente en divertirse con sus amigos. Pasan gran parte de su tiempo con personas que toman alcohol. En casa pasan hambre, pues no tienen lo suficiente. Pero en el campamento se alimentan, y nos ayudan en lo que pueden, y se dan cuenta de que hay ayuda práctica proveniente de Jesús. Y la reciben con amor. Sí, son muy abiertos.

Entrevistador: Así que, su primera experiencia con el amor de Dios podría llegarles de parte de ustedes.

Krisi: Básicamente. Es la parte práctica del amor de Dios, como compartir ropa abrigada y cobijas. Aquí vino una niña con el único par de zapatos que tenía: unas zapatillas negras. Las usaba en todas partes, incluso en el agua. Ella no tenía otros, así que le di un par de mis chancletas. Ahora ella es más feliz y se lleva mejor con los otros niños, porque sus pies ya no le duelen.

Entrevistador: Háblenos un poco

de lo que sabe sobre la vida que estos niños llevan en sus hogares.

Katie P.: Cuando conversamos en la cabaña, hacemos un círculo con nuestros sacos de dormir y nos sentamos en el suelo. Los niños cuentan historias, y casi todas involucran alcohol. Dicen cosas como: “Un día en que mis padres estaban borrachos...”, o “Mi tío un día estaba borracho y chocó la motonieve”, o “Estábamos jugando al escondite, pero tuvimos que parar porque mi papá estaba enojado y borracho”. Y hablan de estas cosas como si fuera algo normal, sin importancia.

Entrevistador: ¿Cree usted que algunos de estos niños son víctimas de abuso?

Katie P.: Sí. Mi mamá trabaja para la Gobernación del Estado [de Alaska] y lidia con todo este tema del alcoholismo. La tasa de suicidios es alta. La tasa de abusos es alta, y esa es otra realidad que debemos afrontar en los campamentos: cómo tratar con niños que han sido abusados o maltratados. También hay una gran cantidad de casos de niños que se autoflagelan. Tuvimos a una campista que venía todos los años, pero lamentablemente un día nos enteramos de que se suicidó. La noticia fue devastadora para nosotros. Las chicas en la cabaña se pusieron a hablar de ello, y trajeron a colación el tema de cortarse o hacerse daño uno mismo. Dijeron que “esa es solo una manera de demostrar que uno está listo para ir al cielo”.

Entrevistador: Así que, “ir al cielo” ¿es un eufemismo para suicidarse?

Katie P.: Sí. Yo no estaba muy segura de qué responderles. Me tomó por sorpresa.

Krisi: Creo que es como un efecto dominó. Si comienza en una generación, continúa. He escuchado historias de

MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS DIVISIÓN NORTEAMERICANA 31

de lo que sabe sobre la vida que estos niños llevan en sus hogares.

Katie P.: Cuando conversamos en la cabaña, hacemos un círculo con nuestros sacos de dormir y nos sentamos en el suelo. Los niños cuentan historias, y casi todas involucran alcohol. Dicen cosas como: “Un día en que mis padres estaban borrachos...”, o “Mi tío un día estaba borracho y chocó la motonieve”, o “Estábamos jugando al escondite, pero tuvimos que parar porque mi papá estaba enojado y borracho”. Y hablan de estas cosas como si fuera algo normal, sin importancia.

Entrevistador: ¿Cree usted que algunos de estos niños son víctimas de abuso?

Katie P.: Sí. Mi mamá trabaja para la Gobernación del Estado [de Alaska] y lidia con todo este tema del alcoholismo. La tasa de suicidios es alta. La tasa de abusos es alta, y esa es otra realidad que debemos afrontar en los campamentos: cómo tratar con niños que han sido abusados o maltratados. También hay una gran cantidad de casos de niños que se autoflagelan. Tuvimos a una campista que venía todos los años, pero lamentablemente un día nos enteramos de que se suicidó. La noticia fue devastadora para nosotros. Las chicas en la cabaña se pusieron a hablar de ello, y trajeron a colación el tema de cortarse o hacerse daño uno mismo. Dijeron que “esa es solo una manera de demostrar que uno está listo para ir al cielo”.

Entrevistador: Así que, “ir al cielo” ¿es un eufemismo para suicidarse?

Katie P.: Sí. Yo no estaba muy segura de qué responderles. Me tomó por sorpresa.

Krisi: Creo que es como un efecto dominó. Si comienza en una generación, continúa. He escuchado historias de

adolescentes que beben y luego se van hacia la tundra, y mueren de hipotermia.

Katie P.: Muchos de estos niños son criados por sus abuelos porque sus padres son alcohólicos. Crecen muy inestables y comienzan a tener hijos desde muy jóvenes. Entonces sus padres crían a esos niños. Pero, aun con todos sus problemas, todavía muestran un sentido de amor hacia los demás. Cuando estábamos hablando de la niña que se suicidó, hubo muchas lágrimas. Una chica sacó su brazo de su saco de dormir y abrazó a la chica que tenía al lado. Hay mucha tristeza, pero aún son capaces de mostrar fortaleza.

Entrevistador: ¿Por qué está aquí y por qué cree que el Campamento Polaris es importante?

Katie F.: Aquí estos niños reciben la luz de Jesús que no consiguen en sus casas, o en cualquier otro lugar.

Krisi: La misión principal es influir en estos niños para Cristo. Me encanta verlos ser felices porque estamos aquí.

Katie F.: Yo supe del Campamento Polaris durante mi último año en la secundaria. Ya había trabajado en otro campamento en mi Estado. En ese campamento el agua era muy fría (como aquí) y los niños se quejaban mucho. ¡Pero en el Campamento Polaris los niños son muy positivos! ¡Ellos simplemente se meten al agua! Se muestran felices de estar aquí. Me encantan los niños, y también mostrarles cómo es la vida con Jesús, porque muchos de ellos no tienen la más mínima idea de esto.

Katie P.: El Campamento Polaris es un campamento misionero porque es mucho más extremo que otros campamentos. No tenemos grandes instalaciones ni otros atractivos, y básicamente lo que hacemos es estar en el bosque y en la playa con los

niños, compartiendo a Jesús con ellos. Yo sé cómo son algunos de los pueblos de este lugar, y eso me impulsó a estar aquí, pues tengo una gran pasión por mi Estado [Alaska] y por sus niños. Quise venir a trabajar aquí porque sé que hay una necesidad.

Entrevistador: ¿Diría usted que estos niños están sedientos de amor?

Katie P.: Por supuesto. Tienen grandes necesidades. Si usted viera cómo buscan acercarse a uno para recibir un abrazo. Y los chicos más grandes buscan que los consejeros jueguen fútbol con ellos y los enfrenten.

Talea: Yo siempre quise trabajar en el campamento y marcar la diferencia en la vida de un niño, así que por eso estoy aquí. Un día después de la clase, una chica me abrazó y me dijo: “¡Muchas gracias! Me he divertido mucho. Te veré mañana”. Pensé: Increíble... si el Campamento Polaris no estuviera aquí, no sé qué harían estos niños. Aquí se pueden escapar de todos los problemas que tienen en sus casas, pueden relajarse, divertirse y ser niños.

Narrador/Entrevistador: Hoy tenemos la maravillosa oportunidad, a través de la ofrenda del decimotercer sábado, de ayudar al Campamento Polaris en su ministerio especial para los niños de Alaska. Además, podemos asociarnos con nuestros hermanos y hermanas en Virginia Occidental para llevar la verdad bíblica a la gente de los Apalaches. Por último, podemos ayudar a los niños de la escuela en Micronesia a tener un gimnasio en el que puedan jugar durante la inclemente temporada de lluvias. Por favor, den generosamente en esta ofrenda tan especial. ¡Gracias!