Ditirambos

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Poemas latinoamericanos

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“La pintura es poesía silenciosa, y la poesía es pintar con el regalo de la palabra.”

Simónides De Ceos

Lujuria

Padre, he venido a confesarme.He venido buscando el perdón compasivo de Dios.

Anoche estuve pecando.

He violado la última inocencia que quedaba en míprofané el altar de mi Dios con mis perversiones

se me antojó pecar y calmé mi instinto.

Una y otra vez, una y otra vez toda la noche.Padre, he venido para que me perdone en nombre de Dios.

Anoche ignoré el crucifijo en la paredy ante los ojos de aquel Cristoenrojecí mis carnes sudorosas.

Olvidé el castigo eterno y créeme que me arrepiento.A él lo dejé pecar en mí una y otra vez,hasta que la noche daba a luz al alba.

Lo dejé pecar en mí, mientras desafiabala mirada impotente del Cristo sobre mi cama.

Tengo miedo de las llamas del infiernoy vengo a usted en busca del perdón de mi padre.

Anoche la lujuria me mostraba el cielo sin moriry él desgarraba mis carnes en la oscuridad intacta.

No corría en mí la abstinencia culpableFuimos uno en la máxima expresión humana.

Tal vez el fruto de mi traición a Dios vagueen mi vientre maldito.

Yo no lo quiero, no quiero a ese hijo de la perdición.

Me arrepiento de ese grito de libertadque de mis labios brotaba.

A él lo dejé pecar en el templo santo.

Yo solo busco el perdón de Diosy vengo a usted en busca de consuelo.

Padre…¿Qué castigo merece esta oveja descarriada?castígueme usted tan puro y castoen su trono sagrado de inquisidor.

Castigue usted a esta sierva desviada,¡Oh! Usted que no tiene pecados en su sombra,

júzgueme y señáleme en nombre de Cristo.

Cualquier castigo será bien recibido.

Usted tan libre de pecado, lánceme la primera piedra.

A través de usted tan fiel seguidor de su doctrina…ruego el perdón compasivo de Dios.

La Mano pecadora

Encaminar una mano sudorosaencaminar mis dedos

bajo mi vientrey descubrir con ellos cada plieguecada centímetro de espeso paraíso,

de carne hirviendo,el deseo incontenible creando un sudor lento,

explorando agitada ese recintoentre las pálidas piernas

la respiración resumiendo en un gemidoque atraviesa los labios culpable y clandestino.

Hacer ese sonido mudo de alguienque entre las sábanas y sus dedos

se está gozando el cieloy se lo traga entero en retenidos suspiros,

en gemidos detenidos.

Y esta misma mano pecadoraque mi entrepierna explora

dejando actuar dentro y fuera mi demasía lujuriahumedeciendo la entrada al abismo,es con la que mi demencia escribo.

Y palpar…el lugar que urge un frotedonde todos hemos alguna vez perdido el juicio

apuñalando con los dedos,de mujer, mi instinto

con tal perversiónabrirme paso al delirio.

Cerrar los ojos para no encontraralgún orgasmo maldito

sino a mis fantasías apretarlo,pegarlo al pijama y a las sábanas

dejando mi olor a sexosobre el colchón tendido.

Sueños

En silencio.Como si hubiese muerto.

Como si el cerebro me lo devoraran los sueños.

No tienes que decir nadaes así como lo he imaginado.

El viento, el cielo, el horizonte. Todo.Así es como lo soñé.

Así es como lo pensaba.El sol chocando en las montañas

como ahora, bullicioso atardecer de silencios.

El viento transporta tu voz como a mi encuentro.

Pero no debería, no debería.Así no es como se supone que son los sueños

ellos no son reales,ellos son solo sueños.

Eres

Eres el fuego que no creé nunca.Lejos de aquí retoñas mi angustia.

Sonando campanas muertaseres el ser que mi piel aún pregunta.

Como el vivir que no vivo nuncay el manantial de palabras impredecibles.

Alfa y omega de mis lágrimas.

Tu, tan sutil y dolorosotembloroso y fugaz

agitando mi corazón de vidrio líquidoeres la luz que no veo nunca

y la esperanza que no me llegael sonido clandestino que oigo en mi soledad

y mi corazón que grita al llorar:eres el dolor que aún me punza.

Eres el objeto de todas mis dudas

la luz de mi oscuridad que aún puedo ver alumbrar

el que me aviva y el que me derrumbay en la sombra…

una sombra parecida a mícomo el cadáver intacto de una tumba.

El que me despertó para seguir mi luchael que hablando,

de mi pensamiento hizo una laguna.

El que escribiendo,me animó a retomar mis ahuyentadas palabras.

Sino

¿Cuando se detendrá esta máquina fabricante de miserias?¿Qué soleado día las cucarachas heredaran el mundo?

¿Nostradamus?¿A dónde va a parar este estercolero?

No se necesita ser vidente,para adivinar el destino de esta desgracia.

¿Y a qué le temes?Si la única finalidad de la vida es la muerte,

es lo único tangible,real.

Desgasta la camándula,con el roce de tus dedos

sucios por el dineroy purificados por la masturbación,

es inevitable.

Repite infinitamente un salmo,no hay quien te escuche.

Dios es un mocososentado en una letrina.

Acude a la cita.

Yo por mi parte,me embriagaré,

copularé hasta saciarme,tomaré la mayor cantidad de anestesia

para no sentir este zumbido.

El que viviendo redujo mis miedoseres el rey de mis silencios.

El que existiendoretomó en mí la dulzura.

El que viniendo a míme hundió en su penumbra

El que besándomeme hizo pisar la luna.

Eres el cerrajero de mi almami paz y mi angustia.

El que en la muerte me hizo sentir viva,llenó mi alma vacía

Y me rescató de la tumba.

Ana María [email protected]

Resurrección

¿Qué contienen tus besos que me atrapan?

¡Tú, Cristo!Que te resucitaste vanidoso por la humanidad,

sacrificaste tu vida en vano.

Yo, por el contrario,me resucito en los labios de mi hechicera

sin más propósito que saborearsus labios dulces y húmedos.

Tú, sueñas con otro, lo sé;no importa, yo no gobierno tus sueños.

cuando muero, pienso que sueñas conmigo,

Igual séque vendrás desnuda a mi cama,rozarás mi piel con tu tibia mano

y al primer parpadeo,me rescatarás del letargo.

Te invito a lo alto de esta montaña gris,lleva vodka y una silla

y así, verás conmigo la destrucción,creación.

Vol.1.0.

Juego a ser poetacomo podría jugar al artista,

al caminante.

Mi juguete se quebróy ahora

lo remiendo con versos.

Algunos quieren ver el juguete en la basura,desean que los buitres

hagan círculos alrededor de mi cuerpo descompuesto.

Y al final sé,que el juguete no pertenece a nadie,

ni lo fabrican en masa en el sudeste asiático.

Juguemos juntos,con nuestro juguete.

El papa genera desplazamiento.

Acaricie el puñal,suavemente lo guie a mis entrañas.

Se sumergió sigiloso,en lo más profundo.

Llego el delirio,el hambre,

el afán de saciarla, conciencia.

La luz,nunca habito en mi de nuevo,

no la necesito, nunca la necesite¿Acaso realizo procesos fotosintéticos?

No.

Yo vivo cómodo en la sombra,en la esquina del aula de clase.

En la adolescencia,escapaba con frecuencia al limbo.

Contaba almas confundidas,como lo hace

aquel imbécil que no disfruta su insomnio.

Hace poco intente ingresar,halle un letrero:

propiedad privada, no pase.supe que el papa

no vio rentable el negocio de las almas.

Decidió, en cambio,sembrar allí canola transgénica.

Sin más opción,busque refugio en la oscuridad,

donde soy plenohasta el día de hoy.

Agonizando con mis cucarachasinhalando baygon.

XII

Yo que nací entre los hombres, me declaro ajeno a todo lo de ellos, a pesar de mis rasgos físicos, soy un alma en constante caída al precipicio de la desesperación, de la inmensa inmiscuida de los seres humanos, en esa gran masa de seres voluptuosos y fáciles, con una prostituta como

razón.Soy el alma perdida entre ustedes que no me ven, entre ustedes que ocul-tan todo tras los mantos de las risas y las carcajadas falsas, tras las corti-nas de la tristeza inmutable del ser. Yo, ese ser, minúscula parte del sol, sol de pensamientos, me declaro en contra de mi amiga: la muerte, pues yo decido mi hora y decido no morir mas que de desprecio por sentirme como un ser despavorido por el vació que conlleva existir sin respuesta a

un para qué hacerlo.

OH!! Señora muerte,yo que te reclamo en este momento

ven y hazte presente.

Laberinto del ser, infinito vacío,porque yo aquí vine,

y como hombre de palabrassiento este gran hastío.

Harto del mundo y su perorataharto del hombre,

quien a su vez parece más una rata.

De suma impaciencia me creéahora me descreo de toda creencia,

para poder asirme a mi mismoy tirar al lodo esta impotencia.

Tiempo después de estar aquí,viviendo entre moradores de tiempo,

viendo todo lo que perdíy todo lo que no encuentro…

Quien me dará la razón,razón de estar, razón de ser.

porque no hay más que miseriapara entregar a montón…

XI

Éramos siete, pero en realidad fuimos cuatro los que vivimos, los que sentimos la intima conexión con el ser, los que se embriagaron de ella. Mientras la madre tierra hacia de las suyas nosotros solo éramos cuatro

borrachos, felices de la vida, de la realidad que vivíamos en ese momento infinito, donde el elixir de la vida recorría y hervía en nuestros cuerpos.

Nuestras carcajadas servían para arrullar los muertos del cementerio próximo a nosotros, donde el que mejor la paso fue el difunto reciente, el cual todavía era dueño de su cuerpo y disfruto con nosotros de la mágica velada. Pudo ser el calor de la muerte, tan cerca, tan hermosa, la que nos guió esa noche y nos enseño el camino al sentir el mundo, a la inanición del hombre mismo, a la embriaguez de la mente, al desapego de la razón

y la aprehensión de lo mundano con el yo propio.

Te volví a ver, OH Muerte, te volví a ver espiándome entre los pinos, decidiendo mi hora, decidiendo por que lo harías y como; preguntando la causa de mi felicidad momentánea en el infinito. Te vi mientras te retor-

cías a carcajadas por los actos inexplicables en los que nos habías en-contrado; no solo estábamos muertos, estábamos tan vivos que decidiste colarte en nuestro juego, decidiste ser parte del acto y sentirte viva. Yo

solo sentía tu abrazo en mi inconsciencia, solo sentí que me guiaste hasta que mi cuerpo se derrumbo entre gritos, fuego, magia, estulticia y lujuria,

lujuria a la vida, a la locura, a la implacabilidad de lo bello.

Tú, hermosa Muerte, a quien doy regalo de todo lo bello, doy regalo de lo bueno y lo malo inexistente, esperare tu llamado, esperare aquí sen-tado, sabiendo que algún día me necesitaras para guiar a otros, como lo

has hecho hasta ahora. Mientras eso llega, yo estoy,

yo estaré entre murallas de la cegues del hombre, mientras me llamas yo estaré con mi bastón, acompañado solo por el silencio, la soledad y el

vacío de la sociedad.

Fundamentos para la transferencia de calor

Teniendo en cuenta que el hombre es de sangre caliente, se debe frotar suave y a no exponer a charlas, ni discusiones sin fin ni razón.

No se debe exponer a un cráter hacia el infinito, pues le volverá loco, y pensara.... no deberá acercarse a otro ser, pues copulara y enfermara,

volviéndose un sexomano u ninfómana, y vivirá.

En situaciones de extremo calor, exprimir hasta enfriar, luego dejar pensar coherentemente, para encontrar el centro de él mismo con el todo,

desatando su cólera y recibiéndola con suma pasión.

Dejad volar, dejad que nos de calor la vida, la vida solitaria, que nos de calor la soledad, para dejarla como mujer amada. Que su calor nos deje ver la dedición del todo con nosotros, y por que se fue. que nos lleve a la nada, para saber donde estar, para conocer a los hombres con calor infinito. que se mude con nosotros, para saber que la realidad son mil

cosas, mil cosas incontables.

Que explote, para vivir nada, saber nada, y nada. así soñaríamos que alguien está soñando con nosotros, mientras sueña que estoy soñando que alguien me está soñando. Sabríamos el lugar y porque regresar, para no

pensar, pues el pensar solo deja lo terrorífico de la realidad....

Gabriel Jaime [email protected]

Autor: Heyber Muñoz

Estaba muerto

Estaba muerto,con todo y con nada, me sentía igual.

Si; yo estaba muerto.

Un vacio infinito rastrillaba mi alma a sus adentros,la nada rodia mis huesos

los mascaba.

Mis carnes, pútridas, hediondas a nada,sin carroñero que gustase de ellas.

Ahhhgg…¡Tanto como la disfruto yo ahora!

Luego de que yo mismo fuesequien las dejo podrir y las repudio.

¡Ahora las como y las saboreo!las como y las saboreo.

¿y de mi esencia?

GALLINAZO

Ya hace tiempo…

Ya hace tiempo,creía estar a un paso delante de lo que el destino me deparaba,

siempre convencido de que todo es un libre albedrío.Y ahora…

Que calamidad…¡Que discordancia!Que contrariedad.

Siempre buscando un misterio en los misterios,donde las cosas más absurdas, se les consideran enigmas.

Mirando más allá,meditando,

meditando lenta y atentamente algunas señales.

Las señales, ¡las señales!Las señales son de mi propio ingenio.

¿Mi propio ingenio?¿Ingenio?......

Pues si.Ya todo ha estado escrito.

Todo se ha leído una y otra vez,en multitud de tiempos,

de formas,de espacios,

de estados y también en multitudes deformes y a deshoras.

Y se busca siempre en exteriores un reflejo,un universo paralelo,

una especie de seguridad,¡COMO SI LA PROPIA NO FUERA SUFICIENTEEE!

I

Yo no sé como es la ciudadsiempre he vivido en el camposé de los grillos, de las tuzas,

de la ardilla de mi árbol.

De aquella lechuza a la que cantamos,que voltea presumida y con desdeño nos mira,

mientras mi hermano y yo reímos.

Hermanito, yo quiero conocer la ciudad, le digopero ni subiendo a la copa de mi árbol

podemos verla, dicen que está muy lejos.

Cuando sea grande quiero ir a la ciudadmientras, haré una bolsa, la ataré a una vara

y atraparé las mariposas que paran en los mastuersos.

Después, las dejaré irque sean libres

como yo lo quiero ser.

II

El sueño del infinitoen que aparecen los rostros con el soplo del dragón ¨x¨,

engullendo, o escupiendo almas masticadas.remoliendo encuentros y desencuentros

amistades y relaciones; trabajo de Sísifo,esferas con falsos reflejos.

Vivo en piso treinta y nueve,pero siempre estoy abajo.

Cuidad grande, calles largas amistades cortas.Llevo tres horas en el coche,

te extraño, pero necesitaría tres horas más para verte,será mejor un beso virtual, acariciando el teclado de la computadora,

que el estrés.

La ciudad es una hidra de millones de cabezascarentes de agua.... aunque sin agua ya se están ahogando.

Cada quien lucha por su vida,aferrándose a un salvavidas creado por su alucinación,

escasas de alimento y oxígeno.Monstruo cuyos pies son serpientes que se devoran a sí mismas,

que en su cuerpo concentra la sangre en su corazón,olvidando las venas de sus extremidades.

Mi sueño de fantasía, se volvió una pesadilla.Veo ojos sin luz,

indigentes en las calles,ladrones orgullosos,ruidos estruendosos,

árboles negros,hierbas que se aferran a grietasextrañando su color original.

Así vivimos.Corriendo todo el tiempo, cometiendo falta.

Si alguien cae, lo pisamos.Sentimientos de papilla, masa amorfadonde se disuelven rostros y palabras.

Mas, en mis sueños, encuentro mi infanciaa mi ardilla, sobre mi árbol.

Subo a lo más alto del edificio,pero, aquí no hay campo.

México prehispánico

Adoré los molesmanche mi ropa

aprendí el náhuatlcorreteé a los guajolotes,

se hicieron universales el chicle y el papalote.

La coyolxauhqui me aflige,Mictlantecutli me asusta,

Nezahualcoyotl me enamora,la consigna de Cuauhtemoc me motiva

el romance de Meztli y Tonatiu me fascina.

Danza del viento con plumas,pies ligeros, músculos fuertes

humo con aroma que trae recuerdos.

Papel de árbol, sangre de nopalhuesos que caben en una vasija,

conejo en vientre de luna.

Ana Lilia Morales Tepetlixpa, México

No suicidio invital

Tropiezo a tropiezo voy practicando mis nudos,sembrando horcas sobre desolados pasillos ,

socavando a mi cráneo y sus laberintos liberando huesos, engusanado sepulcro...

¿Como puede morir aquel que nunca ha vivido?aquí están mi carne y mi voz que es un verso mudo,sueño en no profundo eternos retornos no mundo...

No soy, nadeo, contra ärgé o contra sido;

Tal vez disonancia acaso no-mbre impronunciado,no muerto suicida, “solo” ad absurdum reductio,antes del vacío está mi credo maldito, maldito...

Callejones sin salida cerrarán este Hadode negaciones, de errores, de lo injusto,

sembrando horcas sobre abandonados pasillos.

Sobre el gemido trasegar de la muerte y sus dominios

Ahí esta la muerte arrastrándosecomo un anciano moribundo que se resiste a su último movimiento.

Camina recorriendo sus mazmorras,su sombra inunda lentamente

los laberintos sin salida de muros agrietados,

arruinados y enmohecidos desde el nacimiento de la tierra.

Su hoz la anticipa y la anuncia, con un susurro de desiertos,

su voz es el Azif lleno de secretos,dotado del eco flébil y desesperanzado de millares de fantasmas que le siguen.

El fuego de las antorchas que habitan el calabozo,

tiembla cuando su rostro se presentadesde el fondo del lejano comienzo

de sus insondables catacumbas,como un rezo de espectros penantes

y condenados al terror de los mortales.

Ecos... ecos...ecos...

esas son las visiones que tenemos de la muerte,igual a piedras lanzadas hacia un pozo sin fondo,

infinito como la agonía de los vivos.

Ahora el filo ansioso de puertas que se abren

y gritos que no pueden escucharse,los humanos son las voces que se quedan

los demonios los que han logrado marcharse.

La sala de los ecos

…Es la sala de los ecos,góticamente abovedada,

con sus suelos trasmutadosen etéricas cascadas.

Como si no sostuvieransus techos irrecordables,

con sus muros atardecidosy sus lánguidos pilares.

Encima de sus cúpulasnunca, algo humano ha sido

ni sus tronos ni sus leyes,sus miserias y castigos.

El sonido se dislocalas palabras se disuelveny sus mentiras no llegana estas alturas celestes.

El templo de informes vocescon sus fauces descarnadasy sus ojos de espanto reta,sentidos, materia y nada.

Logra guardar sus silenciopor el miedo de lo vivo

pues al que logra violarlalo persiguen sus latidos.

Como una magra concienciacomo el deseo del veneno,las cicatrices del tiempoun cadáver en el lecho.

Que busca sus espalday le besa detrás de la cabeza.

Cada culpa y cada miedocada odio, cada recuerdo.

Le acarician con dedosde fantasma la cordura

hilando escalofríostejen hábilmente la locura.

Nadie abandona la sala de los ecosNadie sin decidirse a morir primero.

Juan Camilo Restrepo Estrada (Asmodeo)[email protected]

Desarmonía preestablecida

¡Un poco más!¡Un poco más!¡Un poco más!

Un poco más del veneno de esta relación antigua,un poco mas de música que nace en pensamiento,

un poco mas de tragedia, origen del emblema de mi obra.

¡No me dejes!¡No me dejes!¡No me dejes!

Desarróllate en mi cuerpo como virus que se expande,ábrete como flor macabra en forma de símbolos enfermos,danza en juegos múltiples de orgias y guerras constantes.

¡Azar es creador!Desborda las fronteras del encierro de este yo determinado.

¡Azar es destructor!Irrupción del sinsentido que no puede circunscribir ni a un sujeto.

¡Azar es creador!Una persona.

¡Azar es destructor!Un objeto.

¡Azar es creador!Contrapone ante mi mismo la imagen inicial de mi conciencia.

Nocturno incierto de una noche inconcreta

Escribir por escribir,o escribir por vivir,

describir el que sentir,si se tiene el sentir.

¿Pero si no siento nada?

!Renuncia!!Renuncia!

Y vi tus felinos ojos de fuego,reptantes, en la media noche siniestra.

!Mi llanto, mi llanto!

Caen gotas del cielo,palabras estériles,

faltantes de encanto.

Paraíso perdido

He caminado entre la vida sin esperanzas y muerto,entre oscuros caminos de alegorías ficticias,

entre sombras, monstruos y serpientes,aves, leones y criaturas no vivientes.

He visto la semilla del pecado,donde nace el árbol de la vida,

he visto luz en las sombrasy sombras en la oscuridad.

He encontrado la entrada al paraíso,rodeado de mujeres, rosas y vino,

sin remordimientos, tristezas o pesares,solo con libertad, única dueña de mis cantares.

Sigo cantando a la llama jadeante,danzante, se encuentra mi corazón,sigo danzando con la luna brillante,

apasionado, ebrio de locura, canta mi corazón.

Olvidando….

Escribir es dibujar,dibujar es producir fronteras,producir fronteras es delinear,

delinear es delimitar,delimitar es personalizar,

personalizar es individualizar,individualizar es esculpir,

Esculpir es pintar.

Al final de todo, tan solo ha quedado mi sangre sobre la piedra,un movimiento indefinido en el espacio en forma de letra,

incesante, confuso, atemporal, deseos múltiples, imágenes soñadoras.

Escritor soñando el olvido que refleja,reflejo olvidado del escritor soñando,

sueño reflejado del escritor olvidando, olvidando, olvidando….

Ebrio (imagen final)

Son aquellas locuras,es esta embriaguez,el dios hecho vino,

Dionisio de las largas fiestas,Baco de los tragos largos,

sexualidad desatada,orgias esperadas,

danza, danza, danza…

Sin ningún fundamento primero,sin ninguna justificación para la existencia,

sin finalidad,sin destino,

sin una misión,corre el vino en forma de rio en el devenir de mi garganta.

Lord Klisgor

Inspirada

Buscando inspiraciónme encontré 200 pesos.

¡Maldito dinero representado por la abstracción total del número!Me inspiraste repudio nauseabundoy unas ganas incontenibles de llorar.

Te voy a gastar en un cigarrillopara frenar este grito angustioso que me produces

y para contaminarme los pulmonesno para alimentar mi avaricia.

Una cuerda,un veneno para ratas,

una gran cantidad de pastillas,¡nada puedo comprar con 200 pesos!

hasta para matarme te necesito,porquería.

Todo este mundo se desespera por abarcarte,por acumularte,

yo sólo quisiera tener la voluntad de olvidarte,pero cuando buscaba inspiración,

te reíste de mí y brillaste.

Por lo menos inspiraste,estas inútiles palabras de rechazo.

Egoístas compasiones

No me soporto.Pesa sobre mí el sopor de ser.

Solo deseo desaparecerme de tus ojos,que dejes de ver esta cara lánguida

reflectora sólo de la tristeza de sentirme viva.

Perdona mi pasividad,la existencia me conmina a perdermeen el desasosiego de no entenderla.

Y me aplastan más estos laberintos embriagantes de desesperanza,en vez de sonreírte escondiendo el dolor de mi fatídico ser.

El vértigo a caer me llama,me corroe lentamente,

y no encuentro descanso a las lágrimasque derramo en silencio

por verme aun aquí,aburriéndote con mis lamentaciones.

Egoístas compasionesde este insignificante soplo de vida que porto.

Desatadura

Acompañantes del soy,deseo abandonarlos.

Quiero ser nada¡¿Puedo permitirme sólo esto?!

¿Por qué me obligan a rendir cuentas?

Siendo nada podré serlo todo,romperé las ataduras que me arrastran tras ser alguieny extasiaré mi ser en la innecesidad de determinarlo.

[email protected]

Culpable

Extraño e incomprendido.¡Eres culpable!

Te arrastra un abismo de indecible tristeza.¡Eres culpable!

Caminas taciturno marcado por Plutón.¡Eres culpable!

Duermes sobre la primigenia asimetría.¡Eres culpable!

Sigues esperando por el coro sagrado, el dulce cuerpoY el exótico desfile arrebatador.

¡Eres culpable!

Ocioso.¡Eres culpable!

Ejerces con excelencia la pereza y la lujuria,levitas sobre la acción.

¡Eres culpable!

El amor te culpa, el odio te culpa,los pequeños ojos te culpan,

el mundo te culpa,tu mismo te culpas,

eres una culpa.

Anciano, joven, mosco, rata,padre, academia,

ciudades, ríos, valles,beso esperado,

semen flotante entre el mar,santo, demonio, amante,

amor que me aflige,vida trémula.

¡Todos son culpables!

La Dama Verde

En esa media noche, se abrían los cielos purpúreos y brillantes,ascendían ondulaciones energéticas de una dama verde,

espesa y ardiente.

La dama deseosa, habitaba en la entrada,quería invadirme con cada centímetro y poro de su cuerpo,

amarme hasta la locura.

De su vientre emergía un paraje etéreouna travesía interminable:

¡Caímos estallamos, nos liberamos de la materia!

¡Caímos estallamos, la mortalidad no era nuestra dueña!

¡Soplaba el fuego, éramos divinos!

¡Caímos, despertamos, volvimos a ese cuerpo y a esa muerte!

Pálidos armazones…

Pálidos armazones, silencios perturbantes,no te esfumes y fija la vista en el camino,

los sórdidos ademanes se perdieron en el tiempo.

¡Has mutado antigua criatura,te has convertido en el extraño que tanto anhelabas!

Los dioses se deleitan en singular festín devorando tu carne.Pálidos, inocuos, inconsecuentes son ustedes,

Se astillan en vanas realidades.

¿Qué tan brillante son sus ideales?¿Qué nuevos espejismos los deslumbrara?

Hacen de la vida una vacía burlay de la muerte un vulgar miedo artificial,

de oropel, de falsas joyas son sus glorias y designios,si supieran los horrores del devenir,

no estarían como puercos engullendo la basura que les ofrece el mundo.

Pálidos son los muertos que no saben que lo están,pálidos, incestuosa es su ambición y culposos sus delirios,

nisiquiera escuchan los ecos de los viejos cantosy las eufóricas danzas han depravado los dulces bosques.

¡Pero calla!¡Calla espíritu, calla demonio, calla profeta,que la ignorancia en su propio fango perece!

Progreso

Gracias, cielos maquinales,bestia inmensa, sórdida y cruel.

Hemos entrado dulcemente en tu pulmón,como vida para la muerte,

como sangre para el vampiro.

Somos figurillas casi invisibles e insignificantes,ante tu gran y único ojo maligno,

sabemos morir pacientemente,en tu lecho de metal oxidado,

como gangrena que roe la carne,como ciegos que van al abismo.

“Desafio la perfeccion,la simetría de lo absoluto,vio el reino del rebelde de las virtudes inversas….”

[email protected]

Desquiciado

Estoy aquí esperando que se agote toda la pacien-cia de estar solo y escuchando otras soledades inesperadas. Escucha como lames tus pensamientos distorsionados, creo que la lo-cura empieza por soledades despiadadas que acaban fabricando neuro-nas desorbitadas y carcomidas, como si fueran muebles rústicos y sucios. Pero eso sólo lo pienso así, no se si sea la verdad ni me interesa la cali-dad del razonamiento o el grado de desorden mental que contenga. No comparto la idea de ser un acompañado inútil que estará siempre cumpliendo con un rol social que nadie quiere cumplir sin ser forzado. Así empieza esta historia que no espero que sea leída por nadie sensato, pues ellos son los que han construido un supuesto mundo de reglas que llevaron a la insensatez y a la imbecilidad disfrazada de buena voluntad. Tampoco quiero que estas notas desordenadas, sean interpreta-das por los eruditos personajes de escritorios de caoba o de met-al oxidado que creen descifrar hasta los sueños más profun-dos, los temores más lejanos, los ruidos más distorsionados o bellos y, hasta lo que los perros piensan antes de morir atropellados. Sé que cualquiera que lea esto descifrará mi estado mental y se dará cuenta que evidentemente estoy desquiciado, pero si la locura fuera mala, los momentos más intensos de mi vida no los hubiera pasado de una manera despreocupada y fingiendo la cordura sin problemas. La locura es brillantez y sueños desarticulados pero famélicos y escudriña-dos de una manera en que los que son cuerdos no lo podrán hacer jamás. Estaré algún día bien y no caminaré más en las cornisas, ya no más sueños de ave silenciosa e inmóvil, por eso escribo con desorden, pues siempre alguien indica lo que debes hacer y hoy sólo quiero demostrar que no pasa absolutamente nada si escribo lo que en el momento vaya saliendo al paso de mi mente. Los críticos de quién sabe que, jamás se enteran de ello y entonces me río de todo aquel que escribe, sueña, tra-baja, come, viste, actúa y finalmente muere para que los críticos y la gente sensata hable bien de ellos y pasen con perfecta estupidez a ser los es-túpidos más famosos de la historia… hagámosles pues un monumento.

La vida se desmitifica

La vida se desmitifica, se pierde la magia de lo viejo, se pierde en un torbellino lleno de obviedades insanas a la creatividad, se pierde en los nubarrones de la racionalidad que se dice perfecta y sin embargo ocasiona imperfecciones.

La vida se desmitifica, algo ocasiona que los atardeceres, noches luminosas, aguaceros indómitos, sean tan naturales, sin chiste, sin magia. Algo ocasiona la pasividad horrorizante, que se an-tepone al querer descubrir algo. Todos nos conformamos con lo ya descubierto, nunca dudamos para no ser llamados estúpidos.

La vida se desmitifica y lo creativo y original suele ser llamado con más frecuencia y sin piedad, producto de la locura, producto del resentimien-to social, producto de sueños de una noche en que el día nos trató mal.

La vida se desmitifica y lo más cómodo es volverse “zombie”, lo mejor es acatar todo, no grites nada… no digas verdades, no descubras nada, todo está descubierto, no sueñes, no te preocupes… solo mira tranquila-mente lo que pasa y serás eternamente feliz, aunque eternamente inútil.

México D.F. Julio de 1998

David MoralesMéxico D.F

Morir así

Morir así, como un día lo vi morir,

al amigo que relámpagos y miradasdivino lanzó en mi oscura juventud.

Atrevido y profundo,un bailarín en la batalla;

el más risueño entre los luchadores,el más serio entre los vencedores,

manteniendo un destino sobre su destino,duro, meditabundo, premeditante:

estremeciéndose porque vencía,exultante porque muriendo vencía:

dando ordenes mientras moría-y ordenaba que se aniquilase...

Morir así,Como un día lo vi morir

Venciendo, aniquilando...

¡Sólo loco!, ¡Sólo poeta!

Cuando la luz se va desvaneciendocuando ya el consuelo del rocío

se filtra en la tierrainvisible, inaudible

-pues delicado calzado llevael consolador rocío, como todo dulce consuelo-

entonces recuerdas, recuerdas tu, ardiente corazóncuan sediento estuviste

de celestiales lagrimas y gotas de rocío,abrasado, cansado, sediento,

mientras en sendas de amarilla hierbamalignas miradas del sol crepuscular

por entre negros árboles en torno a ti corrían,deslumbrantes, malintencionadas, abrasadoras miradas del sol.

¿Tú el pretendiente de la verdad?” -así se mofaban-. ¡no! sólo un poeta!

un animal astuto, saqueador, rastrero,que ha de mentir,

que premeditadamente, intencionadamente,ha de mentir

multicolor larvado,larva el mismo,presa el mismo,

¿es eso el pretendiente de la verdad?...

Sólo loco! Sólo poeta!Solo un multicolor parloteo

multicolor parloteo de larvas de locotrepando por mendaces puentes de palabras

sobre un arco iris de mentirasentre falsos cielos

deslizándose y divagando.¡sólo loco! ¡sólo poeta!

¿Es eso el pretendiente de la verdad?

No inmóvil, rígido, liso, frío,convertido en estatua,

pilar de dios;no erigido ante templos

atalaya de dios: ¡no! Hostil eres a tales modelos de virtud,

mas recogido estas en el desierto que en los templos,audaz como los gatos

saltas por todas las ventanasy en toda ocasión

husmeas la selva virgentu que por selvas vírgenes

entre fieras de coloreados pelajespecadoramente sano y bello y multicolor corrías,

con lascivos belfos,feliz con el escarnio, feliz en el infierno, feliz y sanguinario,

ladrón furtivo, mentiroso corrías...

O semejante al águilaque fija su mirada largo tiempo en los abismos

en sus abismos...-oh, girar como ella

hacia abajo, hacia el fondo, hacia adentro,hacia cada vez mas profundas profundidades!

Y entoncesde repente

vuelo verticaltrazo precipitado

caer sobre corderoshacia abajo, voraz,ávido de corderos,

odiando toda alma de corderos,odiando rabiosamente todo lo que parezca

virtuoso, borreguil, de rizada lana,necio, satisfecho con leche de oveja...

Así, aguileñas, leopardinas,son las añoranzas del poeta,

son tus añoranzas entre miles de larvas,¡tú, loco!, ¡tú, poeta!

Tú que al hombre considerastanto dios como oveja

al dios desgarrar en el hombrecomo a la oveja en el hombre

y desgarrando reírEn esto consiste tu felicidad!

felicidad leopardina y aguileñafelicidad de loco y de poeta!”

Cuando la luz se va desvaneciendoy la hoz de la luna

ya se desliza verde y envidiosaentre rojos purpúreos

-enemiga del díay sigilosamente a cada paso

las guirnaldas de rosassiega, hasta que se hunden

pálidas en la noche:

así caí yo mismo alguna vezdesde mi desvarío de verdaddesde mis añoranzas de día

cansado del día, enfermo de luzcaí hacia abajo, hacia la noche, hacia las sombras,

abrasado y sedientode una verdad.

¿recuerdas aun, recuerdas tu, ardiente corazón,que sediento estuviste?

¡sea yo desterradode toda verdad!

¡Sólo loco! ¡Sólo poeta!

Friedrich Nietzschewww.nietzscheana.com.ar

Banquete

Sentir que existo entre los vivos,sentirme todos siendo yo,

ponerme en los ojos grises de la mujer que vende sus artesaníasy en las ramas del árbol que encima de ella se agita.

Un día me tocará ser árbol y todas las plantas,también puedo llegar a ser la vendedora y todas las mujeres

y los animales y los hombres.Así me siento vivo y me pongo contento.

Les sonrió cuando el ánimo me lo permite,acaricio las plantas porque no les he visto oídos,

las personas son mas esquivas, aun asía algunas les hablo y regalo caricias.

Sonrió por eso mismo de sentirme en el planeta,tal vez un día sea extranjero y me sentaré en frente de mí-yo-ahora

recibiré un saludo mudo que pagaré con igual gestocomo en efecto en este instante está sucediendo.

Dice un gato que hay solo dos clases en la sociedad naturalla cual componemos todos los vivos

están los que tienen más cenas que apetito,con los cuales no me apetece comer

y los que tienen más apetito que cenasa los que les dejo un banquete de palabras

porque no solo alimento orgánico necesitamos los vivos.

Tierra ensangrentada

Metrallo lleva a sus niños a un parque de diversiones mortal,iglesias, flores, velas, llantos son la atracción principal

y un carrito de cuatro ruedas con un cajón de madera encima.ésa iglesia alza su torre al nororiente de la ciudad,una rosa cae al hueco donde comenzará la cena,

él es el plato, creí que la rosa crecería hasta la superficiepues vi muchos rectángulos coloridos al llegar a esa montaña,

cobijas de tierra rectangulares quitando calor y limpiando huesos.

No he ido a muchas misas, no quiero amigos imaginarios,no encuentro lo divertido de ver un señor raspado con sus manos ensan-

grentadas,la Madre Antigua es la creadora de vida, en quien medio creo pero tam-bién es ella quien se traga las carnes con los animales que de entre su

tierra saca,paisajes de montañas donde los ojos se llenan de roja sangre

en presentaciones de gotas o charcos, con el movimiento de un índice los oídos se inundan de disparos,

y todos los cuerpos buscan un refugio para evitar que el plomo les robe su calor.

Windows

¿Ventanas?¿red, Internet, globalización?

¡Maquinas! ¡Sistema! ¡Control!

Democratización del computador,digitalización de la vida,

adormecimiento de Hardwareengüevonamiento de Software

¡Realidades audiovisuales!Acá innumerables plantas, hojas secas,

espontáneas bolsas plásticas traídas por el viento,árboles que no cobran un peso, dólar o euro

a las aves turistas o residentes,viento frío y tranquilidad de principio de año.

Allá números, unos y ceros a su antojoteclados, pantallas y la posibilidad constantede hablar con todo el mundo y decirle Nada.

Ésta ventana no tiene gran cosa adentrohemos tirado el mundo por ahí

y nos quedamos solos en frente de ella.

Saudade

Siento una cosa en el estomago,de venida para la universidad estuve tiritando,

puede ser el Ron Jamaica, puede ser no haber desayunado,puede ser la vuelta del sol.

ayer en clase estuve algunos ratos ido,fue un día muy gris ese que los gringos llaman Wednesday

venteó bastante, llovió duro más tardeademás mis ropajes no eran apropiados para tanto frío.

No se que tengo, como dolor de estomagotambién pensé que era el guayabo,

tal vez por lo mismo he pensado que es hambre,a veces frío, ganas de tinto con chocolate, ya van varios.

¡Hartazgo! Ganas de vomitarme entero,Ojala un impulso de mí garganta echara la lengua para afuera

deseo de que salgan de mí todas las papilas gustativassaboreando así éste aire isleño con olor a marihuana y café,

que salga también el esófago, estomagointestinos y todo el mí interior.

Y que en un momento el colon hale de mi traseroasí yo me salgo desde adentro quedando en negativo

y quitándome esta sensación de la garganta,así podré ser todo lo contrario de lo que he sido, un yo al revés.

De todos modos adentro de cada uno queda,a mí se me encajó en la garganta

ahí está, desde ahí me habla,¡Pero vaya uno a entender lo que dice una garganta!

Noel Días [email protected]

Para la celebración de los dionisíacos en Atenas

¡ Oh dioses del Olimpo, bajad vuestras miradas sobre este coro y enviad-nos vuestros preciosos favores, vosotros que en Atenas sagrada habitáis ese centro de la ciudad que frecuenta la muchedumbre y donde humea el

incienso, la ilustre Agora decorada por todas las artes.

Recibid estos ramos de violetas, estas flores primaverales y en cambio sonreíd a aquel que, colmado de gloria, viene del santuario de Júpiter para cantar ahora al dios coronado de hiedra que los mortales llaman

Bromio y Emboas, el hijo del más poderoso de los inmortales y de una mujer tebana. En Nemea, en la Argólida, el adivino no deja de coger los ramos nacientes de la palmera, cuando las flores entreabren sus senos y las plantas de sabia divina sienten el embalsamado aliento de la prima-vera; entonces las amables matas de violetas se esparcen sobre la tierra inmortal, entonces las rosas coronan nuestras cabezas y el coro une su voz a los acentos de la flauta para cantar a Semele, la de frente ceñida

con pequeñas cintas.

Antiguamente los hombres cantaban interminables ditirambos con el rudo acento de los dioses.

“El hombre de talento es aquel que lo hace todo por instinto”.Píndaro

Musil y la crítica a la razón moderna[1]

De nuevo la atención de Ulrich se concentra en la figura enigmática de Moosbrugger, en su tosco semblante de asesino que se había desvanecido ya de la mente de la gran mayoría de los ciudadanos que al respecto habían dejado de ser “estimulados” por la prensa. La apatía del rudimentario asesi-no, su cabello ensortijado dejado al arbitrio del viento y su viaje tranquilo en una carroza cuyo guía era el mismo brazo de la ley contrastan con la du-reza de las disposiciones que a propósito de su condena se estaban tomando y que, al parecer, indicaban que la ley se tomaría el trabajo de vengar a la prostituta que exhaló su ultimo aire en los rudos brazos de Moosbrugger. Para él la pena de muerte apenas si hería su orgullo de presidiario pero en modo alguno le asustaba; no temía a la muerte puesto que se había liberado del deseo de vivir, lo que en algunos casos puede resultar una gran ventaja.

Por otra parte, Walter, Clarisse y Ulrich se ven inmersos en un debate cuyo aroma es el de una época que se convulsiona, que ve a su razón contraerse sobre sí misma, empequeñecerse al tiempo que su conocimien-to crece y se multiplica en proporciones gigantescas. Arnheim, acom-pañado de su inacabable lista de atributos es el objeto principal de la discusión. Sus conocimientos, algo así como victorias pírricas al decir de Ulrich, enriquecen a una época que se ufana de ellos al tiempo que le dificultan la producción de “hombres enteros, buenos y normales”. Para él no cabe duda de que hay ciertas paradojas en el especialismo de la época, ciertas inconsistencias que atrofian el espíritu de quien osten-ta con orgullo sus vastos conocimientos en una reducida área del saber.

Ni siquiera el bueno de Arnheim, depositario de una vasta gama de saberes, es suficiente para unir lo que el tiempo ha dividido, lo que ha sido fragmentado, quizás, de manera irremediable. Para Walter, en cambio, el panorama en lugar de desértico se torna rico en adelantos y posibilidades para el espíritu y, bajo el influjo de los libros de Arnheim y a pesar de admitir cierto diletantismo, se opone a Ulrich en su concepción del estado de los saberes y de los hombre.

[1] Memoria del Seminario sobre el Amor y la Muerte, “Luís Antonio Restrepo”:

Clarisse tímidamente se inclina a la posición de Ulrich, pero no lo deja saber sin ambigüedades. Entre tanto, Ulrich arrecia su posición y plantea que la época actual es un periodo de transición que podría du-rar hasta el fin de los días del planeta; no saber afrontarlo en manera alguna justifica que los hombres adoptemos la posición de infantil miedo ante la oscuridad que se expande abruptamente en toda la habit-ación. El “creciente racionalismo” que parecía la solución a todos los problemas humanos se ha quedado sin sentido gracias a sus excesos, ha perdido su fuerza a pesar de que se expande como una peste, inundan-do todas las esferas de la vida con un paraíso que en algunos genera un miedo indescriptible, pero que casi siempre es admitido sin disensión.

Las marcadas diferencias de esta discusión nada trivial quedaron re-sueltas gracias a los efectos de la “simpatía” sobre el pensamiento… No obstante, Walter sintió que el triunfo del incomprendido le acompañaba cuando, con astucia y cobardía sentenció: “Me da la sensación de que la consecuencia de todo esto será una orgía desenfrenada de la fantasía.”

Las lentes privilegiadas para estos capítulos han sido designadas: “La irracionalidad y la razón que termina en excesos.” Su expositora tomó como centro de la presentación la densa discusión entre Walter y Ul-rich: dos concepciones opuestas acerca de la racionalidad de la ép-oca que no son tratadas, a pesar de las diferencias, de un modo ma-niqueo. No obstante, se evidencia una crisis, un momento de ruptura en una época que se fragmenta y fragmenta consigo todo aquello que la compone, en especial a sus saberes, expandiendo con sus adelan-tos una atmósfera de “opacidad”, un airecillo turbio cuyo efecto en los hombres que inexorablemente le respiran no es otro sino el de dejar pen-etrar en sus pechos los dilemas, triunfos y fracasos de la modernidad.Hombres fragmentados, escindidos y de apariencia unívoca transi-tan en la densa y gris ciudad que hoy damos en llamar el “progreso” de los tiempos. La fisura, el umbral en el cual el hombre moderno se sitúa ante el universo tiene una dosis de angustia que se expande con tenacidad pero que es casi imperceptible, incluso para las inteligen-cias especializadas: nada ni nadie podrá unificar de nuevo las incon-tables islas que han irrumpido del océano del conocimiento humano,

desde cada una de las cuales el mundo se muestra infinito e inconmensu-rable como si en ellas hubiera una montaña cuyo túnel cavado descendiera más allá de los aposentos de lucifer; el saber mismo no comprende la total-idad del hombre y el mundo que le rodea, pues sus contornos se difuminan en un horizonte que no acaba y la fuerza de su luz es poca en comparación con las tinieblas a las que se enfrenta. Sumado a ello, los tiempos del Adán que todo lo nombra han quedado atrás y la confusión con respecto al mundo tanto como al hombre mismo no es aclarada por ningún saber: el bien y el mal; el arriba y el abajo; el principio y el final son conceptos que se diluyen con demasiada facilidad. La especialización de los saberes al tiempo que los ha potenciado en particular, ha agravado en ellos la fisura que impide cada vez más al hombre un panorama general, una amplitud en el mirar. Entre tanto, Arnheim con sus atributos enciclopédicos se ha empecinado en tratar de unificar un conocimiento que desborda a la razón de un solo hombre, evocando con ello una empresa de cierto cariz quijo-tesco, de aquellas que galopan un caballo en contravía de un mundo cuya velocidad golpea y mata lentamente mientras se recobra el juicio perdido. Ni Arnheim, ni Ulrich podrán unificar el saber científico; el saber humano, por su parte, es interpretado en algunos círculos como la esperanza de unificación por medio de las subjetividades, pero incluso allí las fisuras se han extendido y el cambio vertiginoso de los tiempos nos muestra en una situación distinta a la de los hombres y mujeres de hace cinco mil años.

Asimismo, esbozada esta crítica a la razón y a sus excesos que en la pretensión de conocimiento y orden absolutos ha demostrado su inca-pacidad de “abarcarlo todo”, ha develado el cinismo latente a formas de vida invadidas por la racionalización y la mecanización en todas las es-feras cotidianas hasta el punto de construir un paraíso terrenal que pro-duce escozor, la imagen de un mundo opuesto, “de una orgía desen-frenada de la fantasía”, no resolvería tampoco la fisura sino que, por el contrario, contribuiría al desconcierto, a la expansión de la angustia del sinsentido. Bajo ambos “falsos opuestos” el telón del absurdo se cierne sobre la humanidad. La posición trágica de la vida moderna nos sitúa entonces ante dos caminos de cuya elección el destino del hombre en la tierra será decidido: mirar a la verdad con toda su dureza y tratar de construir un camino acorde con sus posibilidades o, por el contrario,

dar inicio al infantil llanto que invade la habitación al compás de las ti-nieblas. Reconocer el absurdo que subyace a todas las acciones huma-nas no es, por sí mismo, un impedimento para afirmar la vida, todo lo contrario, valorar la lucha por la existencia incluso a pesar de la cruda verdad del reino de la muerte es una posibilidad abierta; la otra con-siste en gozar de los privilegios de Moosbrugger, es decir, despojarse del deseo de vivir como si de una pesada carga se tratase y entregarse a las virtudes de la muerte sin resistencia, con impávida entereza e in-diferencia ante el abandono del reino de los laboriosos mortales.

El absurdo se ha levantado como un coloso en el horizonte de las acciones humanas; ha sembrado el desconcierto, la duda, la angustia y el hastío. La razón se endureció para hacer frente a la ausencia de Dios, no obstante, su dureza la hizo vulnerable a la fragmentación y la escisión de sus logros apareció minúscula ante la gran promesa que había hecho; ahora yace en trozos difuminados en la ancha tierra, en donde la humanidad como un in-menso hormiguero en ebullición se expande y se contrae como si estuviera a punto de estallar, como si cada uno de los individuos no sólo viera con espanto al gran coloso del absurdo sino que ante la posibilidad de construir un sentido huye, corre en desbandada, como si el exceso de sentido pre-tendido en tiempos anteriores hubiese causado una indigestión colectiva, una esquizofrenia que es el aroma que expelen los tiempos modernos .

Robert Musil: “El hombre sin atributos”, Capítulos 53: Moosbrugger es trasladado a otra prisión y 54: “Ulrich se muestra reaccionario en una conversación con Walter y Clar-isse”

Responsable: Juan Camilo Arias, expositora: Isabel Salazar. Corporación Cultural Estanislao Zuleta