Director: Sergio Simpson Matagalpa, Nicaragua, Abril 2011

Pizza Venezia, 8 abril 2011.

Presentación del libro en Matagalpa

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El evento

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Douglas Stuart Howay, Sergio, y Roberto Stuart Almendárez. (Foto cortesía: Humberto Rivera, Revista Vox Populi.)

El nonagenario narrador costumbrista Reinaldo Guido Molina,

Presidente del Grupo de Intelectuales Amigos de la UNAN - Matagalpa,

al cual pertenece el autor del libro presentado.

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Cuando Sergio me invitó a participar en la presentación de su libro “Reflexiones críticas desde el

Sandinismo” me sentí contento y profundamente agradecido. Primero, porque conozco a Sergio desde

hace 25 años y esta sería una oportunidad para reflexionar sobre sus ideas políticas. Segundo porque me

da la oportunidad de hacerlo en Matagalpa, la ciudad donde nací y donde viví los mejores años de mi

infancia y mi juventud. Tercero, porque me da la oportunidad de compartir con amigos y conocidos, per-

sonas a quienes guardo aprecio y cariño. Y cuarto, pero no menos importante, porque me da la oportuni-

dad de compartir, por primera vez, un espacio como este con mi padre, el profesor Douglas Stuart

Howay.

Sergio no anda con muchas vueltas y dice lo que piensa sin dificultad. En el libro se destacan va-

rios hilos conductores de su pensamiento político. Si me lo permiten, quisiera comentar cinco de ellos:

Primero. Que la lucha por los derechos económicos y sociales, no puede hacerse a costa de sacrificar los

derechos civiles y políticos de la ciudadanía, ni a costa de comprometer la laicidad del Estado, el Estado

de derecho y cualquier otra conquista propia de la democracia republicana.

Segundo. Que aunque dentro del FSLN quedan los símbolos y la liturgia de los años 80, se está vaciando

su sentido revolucionario, en la medida que el partido responde a personas y no a estrategias colectivas

-en lo que podría ser el inicio de una dinastía-; y que sus estructuras (Asambleas, Congresos) carecen de

contenido y de capacidad deliberante.

Tercero. El peligro que representa el

culto a la personalidad de dirigentes

vivos en la forja de un partido revo-

lucionario en detrimento del legado

de los mártires; que se supone de-

ben ser el faro que ilumine las tare-

as del presente y contribuya a orien-

tar la conducta de sus militantes.

Cuarto. Que resulta inaceptable que

un militante revolucionario, para

favorecer la victoria de su partido,

violente la voluntad popular, im-

pugnando o amañando resultados

electorales.

Quinto. Que no puede verse como

normal que mientras el FSLN en su

regreso al poder se presenta como una propuesta socialista y solidaria; es visible el repentino enriqueci-

miento de importantes cuadros y dirigentes.

Si buscamos el bien común, la política debe ser un escenario de diálogo y debate.

Comentarios al libro: “Reflexiones críticas desde el sandinismo”

Roberto Stuart Almendárez

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Al margen de si estamos o no estamos de acuerdo con todos o algunos de estos hilos conductores

y otros argumentos que Sergio presenta en los 35 artículos que forman parte de este libro, quisiera desta-

car lo que para mí es un hecho de enorme relevancia. Que al escribir este libro, Sergio está ejerciendo su

derecho a tener un criterio y una voz propia. Al mismo tiempo que reivindica su adhesión al sandinis-

mo, se opone a quedarse preso de los designios oficiales, porque él defiende el sandinismo como una

causa y no como la obediencia a un dirigente.

Entre muchos otros méritos que Sergio tiene, quiero destacar el de no haberse prestado a ser caja

de resonancia ni de la aburrida propaganda oficial, ni de la superficial publicidad de los sectores pudien-

tes tradicionales, que cuestionan todo cambio por el temor a que eso signifique la pérdida de sus privile-

gios.

Ser una persona así, y sobre todo, ser un

periodista así, tiene sus costos. Quienes osten-

tan el poder económico y político, cobran esta

independencia limitando el acceso a los recur-

sos y a la información. Sin embargo, da gusto y

sirve de ejemplo cuando alguien prefiere man-

tenerse fiel a sus convicciones y a su manera de

ver el mundo, antes que comprometer sus prin-

cipios y callar.

Porque debemos reconocer que vivimos

tiempos en que las cosas no han sido ni son

fáciles para las personas como Sergio, que han

hecho de la crítica aguda un ejercicio cotidiano,

que se oponen al autoritarismo y que denuncian

a quienes en nombre de causas justas se han

enriquecido sin pudor.

Podría decirse que Sergio ha engrosado un viejo ejército de luchadores sociales que no aceptan

que haya contradicción entre derechos económicos y libertad. La revolucionaria marxista Rosa Luxem-

burgo, lo definió de manera magistral: “La libertad, sólo para los miembros de gobierno, sólo para los

miembros del Partido, aunque muy abundante, no es libertad del todo. La libertad es siempre la libertad

de los disidentes. La esencia de la libertad política depende no de los fanáticos de la justicia, sino de los

efectos vigorizantes y benéficos de los disidentes. Si "libertad" se convierte en "privilegio", la esencia de

la libertad política se habrá roto”.

Eran tiempos en que la izquierda se debatía en un intenso debate teórico. Simplificándolo al extre-

mo, podríamos decir que a un lado estaban quienes proponían un modelo de revolución dirigida por un

partido único encabezado por líderes imprescindibles, y ejecutada por un tendido de organizaciones de

masas, satélites del partido, que facilitaban la conducción de la sociedad y el control y sometimiento de

quienes pensaban diferente. Del otro lado, estaban quienes creían posible un socialismo emancipador del

ser humano, desburocratizado y respetuoso de las minorías. Un socialismo en manos de la gente, no de

caudillos infalibles ni de burocracias partidarias.

Han pasado cien años desde entonces, pero debemos reconocer que en el mundo y en Nicaragua,

este debate aún sigue vigente.

Es común que algunas personas justifiquen su pasividad frente a los abusos del poder, bajo el ar-

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gumento de que no vale la pena luchar porque las cosas al final no cambian. En lo personal, prefiero su-

marme a ese otro estilo de vida que representa Sergio Simpson, el de los inconformes que luchan porque

las cosas se hagan correctamente. Porque, como decía José Saramago: “Los únicos interesados en cam-

biar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay”.

No hay que minimizar el hecho de que las personas como Sergio sean o seamos una minoría. Mar-

garet Mead, la famosa antropóloga estadounidense que nació y vivió en los momentos más convulsos del

siglo pasado, lo dijo de manera contundente: "No

duden jamás de la capacidad de tan solo un grupo

de ciudadanos conscientes y comprometidos para

cambiar al mundo. De hecho siempre ha sido así".

El único camino para que las sociedades me-

joren y puedan ofrecer oportunidades para todos y

todas, es que sus ciudadanos defiendan y amplíen

sus derechos. Atrás dejamos los tiempos coloniales

en que los indios, esclavos y serviles vivían de los

favores de los poderosos. Ahora somos ciudada-

nos, somos sujetos de derechos y no objetos de

favores, y es nuestro deber ejercer esa condición.

El rol de Sergio es doblemente importante.

Al mantener viva su voz, sirve de referencia para

quienes tienen una voz propia que no han querido despertar. Al fomentar la pluralidad de ideas y pensa-

mientos en el debate político, empuja al debate en un terreno –la política-, cuya esencia es el diálogo y el

intercambio de las ideas, como mecanismo para encontrar las mejores soluciones para el ejercicio del

gobierno. Solo el debate y el diálogo pueden hacer que la política se oriente hacia el bien común. Porque

el diálogo reduce las posibilidades de que nos equivoquemos al momento de identificar las verdaderas

prioridades que tiene la sociedad. Por eso sería terrible el futuro de Nicaragua, si fracasa una política

dialogante y se imponen las tendencias que quieren convertir la política en un espacio para monólogos,

consignas, dedazos y aclamaciones.

Esto que hace Sergio desde su condición de periodista, exponer abiertamente sus ideas, someterlas

al rigor de la crítica y defenderlas, es una manera de defender sus derechos ciudadanos. Y eso es lo que

todos debemos hacer como individuos y como miembros de nuestras organizaciones sociales: mantener

y ampliar nuestros derechos ciudadanos.

Debemos hacerlo por nuestro bien y por el bien de Nicaragua. John Keane, un politólogo austra-

liano que ha dedicado su talento a profundizar sobre la importancia que tiene la sociedad civil para la

democracia y viceversa, lo describió de manera premonitoria: “Una sociedad civil auto organizada, plu-

ralista e independiente es un requisito indispensable de la democracia. Quien promueva la unificación

de sociedad civil y Estado pone en peligro la revolución democrática. Un poder estatal sin obstáculos

sociales es siempre peligroso e indeseable porque estimula el despotismo”.

Felicidades Sergio por esta nueva obra y mi gratitud por darme la oportunidad de acompañarte y

celebrarlo.

Gracias amigas y amigos por su amable y generosa atención.

Matagalpa 8 de abril del 2011

Foto cortesía de Humberto Rivera.

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Buenas noches hermanos, invitados

especiales, todos, incluyéndome entre uste-

des; pues, en este asunto de las letras y de

las ideas, es meritorio reconocer el esfuerzo,

la actitud valiosa de quienes dedican un poco

de su tiempo para estos menesteres. Esta

noche el principal invitado es nuestro amigo y

hermano “Sergio Simpson”, quien nos pre-

senta al recién nacido hijo suyo “Reflexiones

críticas desde el Sandinismo”, un libro que

recoge comentarios políticos publicados du-

rante el período comprendido del 2006 –

2011, entregados por diferentes medios de

comunicación nacional, incluyendo lo novedoso de la comunicación electrónica (Redes sociales de co-

municación etc.…) Artículos o comentarios que en su momento han causado polémica entre hombres y

mujeres de la familia Sandinista, ya que en los círculos oligárquicos de derecha simplemente avizoran

una oportunidad que les permite jalar agua para su molino; porque este tipo de opiniones se presta para

ello, siempre y cuando lo permitamos con la pasividad o con el rechazo al debate de ideas.

Pretendemos que durante el desarrollo de este encuentro, los presentes hagamos uso del dere-

cho constitucional de libertad de opinar, debatir, mirándonos a los ojos, que prime la madurez necesaria

y ello permita obtener resultados que coadyuven y estimulen en los jóvenes, así como en personas inte-

resadas, a luchar en el campo de las ideas y las letras y ser parte activa y consciente en las trasforma-

ciones sociales, políticas y estructurales de la sociedad nicaragüense. En lo personal hago un llamado

para que la crítica y/o la opinión contraria o adversa sea la antesala de una proposición constructiva.

En el bregar de la vida nos damos cuenta de que para quienes poseen el espíritu, nada es tan

negro que te lleve a la total desesperanza, ni nada es tan blanco, tan puro, que este mundo no permita

la existencia del pecado y de los errores que en el quehacer cotidiano todo ser humano comete, errores

que cobran dimensión de acuerdo a su tipología y al concepto de lo bueno y de lo malo que tiene la

persona que juzga (concepto confeccionado desde el pensamiento griego).

Comentario al libro

“REFLEXIONES CRÍTICAS DESDE EL SANDINISMO”, del Hermano Sergio Simpson.

Edgard Rivas Choza

Edgard fotografiado por Roberto Stuart.

Alguien me decía que este libro, lo debería presentar una persona de derecha; de manera parti-

cular, pienso que desde esa posición estaríamos discriminando, limitando, prejuiciando, actuando con-

trariamente a los méritos de cualquier autor que venga a contribuir con su obra al acervo político ideoló-

gico y cultural de nuestra sociedad. No, para mí esta obra nos ofrece la oportunidad de confrontar de

manera positiva la diversidad pensática del ser humano, y específicamente de los que nos encontramos

en esta importante actividad. Este libro está lleno de matices que oscilan entre lo blanco y lo negro. Si el

mundo fuese solamente gris, permanecería estancado, y seguiríamos pensando que la tierra es cuadra-

da.

Las utopías son necesarias, como el combustible

que mueve una máquina que te llevará al destino desea-

do, a la meta que anhelamos, sabiendo que en el camino

encontraremos muchos obstáculos, que cometeremos

diversos errores que pueden costarnos la vida, y con

ello la posibilidad de llegar al lugar esperado; pero habla-

mos de utopías con fundamento generalizado, para que

pueda ser aceptada como eje de discusión en el campo

ideológico.

Este libro está cargado de críticas abiertas; y puedo pensar que son francas y desinteresadas; sin

embargo, el autor tendrá que aclararnos su intención.

El libro “Reflexiones críticas desde el Sandinismo”, entiendo que pretende, y así lo espero:

promover el la discusión sana bajo la oportunidad de aclararnos y señalarnos horizontes para seguir

andando, trabajando, construyendo el mundo mejor que esperamos, conscientes de que este modelo

de mundo no nos espera a la vuelta de la esquina, quizá ni siquiera lleguemos a mirar de largo el mun-

do prometido, porque usted y yo de alguna u otra manera hemos pecado, lo importante es seguir an-

dando, con la seguridad que tenía Carlos Arroyo Pineda, cuando en un fragmento de sus escritos

apunta: “La vida nuestra no es sino un canto a la lucha, y algún hueso nuestro estará presente en

la columna vertebral de la nueva sociedad”.

Es difícil construir una columna que resista los embates de la naturaleza, los embates de fuerzas

fuereñas o extranjeras, o de aquellos que sólo tienen en el suelo patrio el cuerpo y la carne que consu-

me, mientras su alma vaga extasiada ante las luces de cualquier país extraño. Es muy difícil. Pero si

esta columna en su fundación está revestida del aporte de nuestros huesos, lo mejor de nuestro pensa-

miento y de nuestras voluntades, entonces construiremos la sociedad justa que buscamos.

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Para caminar hacia el desarrollo, siempre será necesario contar con las voces alzadas; las que

no deben condenarse, sino hacerlas escuchar, pues es de sabios hacerlo. Opiniones objetivas con ca-

pacidad de hacer un balance del ayer, y el hoy. Felicito a Sergio por su voz (aunque disentimos, por

razones quizás de forma y algunas de fondo); en ella habrá elementos acertados y desacertados con

las que podemos comulgar, aceptar o rechazar, de acuerdo al pensamiento de cada quien (individual o

colectivo). Partiendo del respeto a los demás, por principios cultivados en mi vida, yo no soy quién para

juzgar el pensamiento valioso del prójimo; porque a como dice el poeta mexicano JAIME SABINES

(México, 1926 - Ciudad de México, 1999)

“No quiero convencer a nadie de nada.

Tratar de convencer a otra persona es

indecoroso, es atentar contra su libertad

de pensar o de creer o de hacer lo que le

dé la gana ...

yo quiero sólo enseñar, dar a conocer,

mostrar, no demostrar.

Que cada uno llegue a la verdad por sus

propios pasos, y que nadie le llame

equivocado o limitado.,

(Quién es quién para decidir: “esto es así”,

si la historia de la humanidad no es más,

que una historia de contradicciones y de

tanteos y de búsqueda).

Si a alguien he de convencer algún día,

ese alguien he de ser yo mismo.

Convencerme de que no vale la pena

llorar, no afligirse, ni pensar en la

muerte.

“La vejez, la enfermedad y la muerte”

de Buda, no son mas que la muerte y la

muerte es inevitable. Tan inevitable

como el nacimiento.

Con mi amiga, pintora y poeta, Anabel Velásquez.

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Lo bueno es vivir del mejor del modo

posible; peleando, lastimando,

acariciando, soñando (pero siempre se

vive del mejor modo posible).

Mientras ya no pueda respirara bajo el agua,

o volar (pero de verdad volar, yo solo, con mis brazos)

tendrá que gustarme caminar sobre la tierra,

y ser hombre, no pez, ni ave.

No tengo ningún deseo de que digan

Que la luna es diferente a mis sueños”

Los invito a leer este libro, gracias Sergio, gracias hermanos.

Dejo con ustedes a su autor.

Con integrantes del Grupo Literario Heptágono; agachado entre Ana Ingrid Rodríguez (Izq.), y Fáti-

ma Villalta; en los extremos Luis H. Rodríguez (Izq.) y Fernando Monge; y María Woo, mi amiga

querida quien viajó desde Managua. (Foto de Luis Enrique Castrillo).

Comunicación para el desarrollo

Idea, es una de las publicaciones del Centro de Comunicación y Estudios Sociales (CESOS), cuya misión es el estudio y la comunicación para contribuir al desarrollo humano. Realizamos investigaciones, videos,

escribimos revistas y libros impresos y electrónicos, diseñamos publicidad y campañas de comunicación

social. Andamos en todo lo que signifique criticar, motivar y proponer una vida mejor material y emocional-

mente. Con oficina en Managua y Matagalpa, para movernos por todo Nicaragua.

http://sergiosimpson.ysublog.com periodicosergiosimpson@yahoo.com.mx

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