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  • SOBRE EL CONCEPTO DE EXTREMISMO POLTICO

    Por ROSARIO JABARDO

    SUMARIO

    INTRODUCCIN.LA DISCUSIN TERMINOLGICA Y LA DELIMITACIN DEL FENMENO EXTRE-MISTA.LOS COMPONENTES DEL EXTREMISMO POLTICO.LAS FORMAS ACTUALES DF.I. EXTRE-

    MISMO POLTICO.CONCLUSIONES.

    INTRODUCCIN

    Aunque el trmino extremismo poltico viene siendo muy utilizado en los crcu-los acadmicos y durante los ltimos aos ha sido muy difundido por los medios decomunicacin, todava no se ha establecido un consenso definitivo sobre el signifi-cado preciso del concepto, existiendo asimismo una gran controversia terminolgica.Qu entendemos por extremismo poltico? En base a qu criterios lo definimos,lo acotamos y establecemos una tipologa? En las prximas pginas se prestaratencin a estos interrogantes con objeto de aportar algunas reflexiones que ayudena entender mejor el fenmeno y a dirimir la traba de voces gramaticales que subyaceen la aproximacin al mismo. En primer lugar se abordan los orgenes del trminoy los diversos vocablos aplicados al fenmeno que han contribuido a conformar unaenorme Torre de Babel (1) en la pugna semntica. En segundo trmino, se analizanlas componentes del extremismo poltico que permiten delimitar de forma operativael objeto de estudio. Las diversas tipologas utilizadas para enunciar las formas delfenmeno, as como la formulacin de una propuesta de clasificacin integradora delas mismas, constituyen el tercer apartado del trabajo. Para finalizar, se expresarnalgunas conclusiones sobre este fenmeno que constituye, en gran parte de los casos,un notable problema social en las sociedades que lo experimentan.

    (I) Afirmacin que retomo de la utilizada por Piero Ignazi con respecto a la extrema derecha, quebien puede ser empleada, asimismo para el extremismo poltico en general; vase PIERO ICNAZI: L'extremadestra n Europa, II Mulino, Bologna, 1994. pg. 31.

    281Revista de Estudios Polticos (Nueva poca)Nm. 102. Octubre-Diciembre 1998

  • LA DISCUSIN TERMINOLGICA Y LA DELIMITACIN DEL FENMENO EXTREMISTA

    Retomando la tica aristotlica y su influencia en la cultura occidental extremis-mo supone la anttesis del equilibrio entre razn y virtud. Si esta afirmacin latrasladamos al plano del comportamiento poltico, el ideal aristotlico pasa por lamoderacin, el centralismo y, en buena medida, el mantenimiento del statu quo. Conposterioridad, la dimensin de los valores polticos y la ideologa vendra represen-tada en un eje de coordenadas que engloba el espacio de la derecha y el de laizquierda como las dos categoras que representan espacialmente la diversidad deopiniones y las organizan en funcin de cualquier punto cardinal o bien como dosdimensiones que orientan los juicios de los electores (2). Atendiendo a esta ordena-cin geomtrica del espacio poltico, el extremismo, ya sea de izquierda o de derecha,supone la ubicacin espacial en uno de los puntos ms alejados del centro delcontinuo ideolgico, es decir, del centro normativo del poder; en suma, del idealaristotlico. Pero cules son los factores que determinan esta ubicacin en losextremos? Acaso son los objetivos polticos, los fines perseguidos, por el hecho deser maximalistas? Son ms bien los procedimientos, los medios utilizados para suconsecucin? Es el extremismo poltico una mera etiqueta identificativa o remiteal comportamiento poltico de una comunidad cualquiera?

    Ante formas de accin poltica de cuyas declaraciones programticas, actitudesy conductas se desprende una posicin favorable a la utilizacin de procedimientosviolentos para la consecucin de objetivos polticos, los cientficos sociales y loscomunicadores tienden a utilizar diversos vocablos para remitir a un mismo hechosocial. As, en ocasiones, se ha identificado con un vocablo que remite a la ideologaque se propugna, a colectividades que utilizan medios y procedimientos de accin

    (2) Puede verse. RENE RMOND: Les Droites en Frunce. Aubier, Pars. 1982, pg. 30: as como eltrabajo de Piero Ignazi que ha confirmado que durante los ltimos veinte aos las categoras derecha eizquierda han conservado su validez a los ojos de los ciudadanos de la Comunidad Europea, siendo estadicotoma la utilizada para autoidentificarse ideolgicamente, vase L'estrema destra in Europa, IIMulino, Bologna, 1994, pgs. 13 y ss. En la misma lnea, Luca Ricolfi ha sealado que El anlisis dela geometra del espacio electoral (...) muestra invariablemente que a) el espacio electoral no es unidi-mensional, sino bidimensional; b) una de las dos dimensiones que orientan los juicios de los electorescontina siendo el eje tradicional izquierda-derecha, recogido de un texto pendiente de publicacin deLUCA RICOI.FI por FRANCO FERRARESI en Mmacee alia democrazia, Feltrinelli, Miln, 1995, pg. 19.Tambin se encuentra una perspectiva similar en LUCA RICOLFI: La geometria dello spazio elettorale inItalia, Rivista Italiana di Scienza Poltica, vol. XXIII, nm. 3, 1993, pgs. 432-474. Igualmente relevan-tes son las trabajos que se citan seguidamente: J. F. LAPONCE: Left and Right. The Topography ofPoliticalHerceptions, University of Toronto Press, Toronto, 1981; R. INGLEHART y H. D. KLINOEMANN: PartyIdentification, Ideolgica! Preference and the Left-Right Dimensin among Western Mass Publics,pgs. 243-273, en I. BUDGE, I. CREWE y D. FARI.II-: (eds.): Party Identification and Beyond, Wiley, NuevaYork, 1976. Para la Comunidad Europea, vase J. VAN DETH y P. GEURTS: Valu Orientation, Left-RightPlacement, and Voting, European Journal of Political Research, vol. XVII, 1989, pgs. 17-34; J. D.HUBER: Vales and Partisanship in Left-Right Orientations: Measuring Ideology, European Journal ofPolitical Research, vol. XVII, 1989, pgs. 599-621.

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    poltica semejantes pero que no comparten el mismo ideario poltico. En este sentidocabe, en primer lugar, distinguir entre el trmino con el que se designa el fenmenoy aquel otro que remite a la ideologa. En el primer caso, con el trmino extremismopoltico se hace referencia a un fenmeno social. ste alude al comportamientopoltico de una colectividad, de cuya actitud y conducta se desprende la justificacinimplcita o explcita del uso de la violencia y el quebrantamiento del sistema legalvigente en una comunidad poltica cualquiera. En esta lnea, se presupone el fracasode todas las vas legales alternativas para obtener unos fines polticos que, por logeneral, aunque no necesariamente, son de carcter maximalista. Adopta diversasformas en sus manifestaciones y se ha desarrollado de Norte a Sur y de Oriente aOccidente, con independencia del tipo de sistema poltico presente en la sociedad enla que ste haya surgido. En la poca contempornea ha recabado para s granatencin de los cientficos sociales, si bien no se circunscribe a este perodo histrico.

    En cuanto a los vocablos que, remitiendo a un ideario poltico, se utilizan paramencionar el fenmeno, cabe recordar que el extremismo poltico hara referencia aun rechazo de las reglas de juego de una comunidad poltica, al no reconocerse enlos fines, en los valores, en los medios y en las instituciones vigentes en la vidapblica (3) y para cuya modificacin se rechaza la gradualidad, la parcialidad, lanegociacin y el consenso. En esta acepcin, la literatura poltica ha acercado eltrmino extremismo al de radicalismo creando en muchos casos gran confusin,dado que el extremismo poltico no slo hace referencia a un ideal maximalista deobjetivos, sino, y ms importante, de procedimientos. De ah, que se defina enmuchos casos a los extremistas como radicales o revolucionarios. Es frecuente queen las enciclopedias de ciencia poltica o de sociologa no aparezca el trminoextremismo, si bien se haga referencia a l dentro de otros conceptos, como el deradicalismo (4). La literatura poltica ha tendido a adjetivar como radical a todos

    (3) SILVANO BELLIGNI: Extremismo, pgs. 608-609 en NORBERTO BOBBIO, NICOLA MATTENCI yGIANFRANCO PASQUINO (eds.): Diccionario de Poltica, Siglo XXI, Mxico, 1981.

    (4) En propiedad, este ltimo trmino define un conjunto de ideas surgidas en Inglaterra en elsiglo XVIII, difundidas despus en toda Europa, que pretendan dar paso a la renovacin de la sociedadcivil y el ordenamiento poltico a travs de profundas transformaciones legales, polticas y econmicas,entre cuyos medios para su obtencin se aceptaban la propaganda y la agitacin. Por ello, y a consecuenciade la gran influencia del radicalismo en el pensamiento occidental haciendo referencia a la utilizacinde mtodos no legales o a vas no institucionales para la obtencin de unos fines, se afirma que losextremistas polticos obran de forma radical y en ocasiones revolucionaria. En el siglo XIX, el amplioproceso de renovacin contenido en la filosofa social del radicalismo ingls se pone en prctica a travsde la violacin del sistema legal vigente, llegando a reformar de manera considerable las institucionesbritnicas. Entre los objetivos del radicalismo ingls que se materializaron en el siglo xix, tras profundasagitaciones sociales, cabe destacar: la aprobacin por el Parlamento de la reforma electoral de 1832, larenovacin de las restricciones al comercio y a la industria, el reordenamiento del sistema judicial, laabolicin de la prohibicin de las organizaciones obreras, la aparicin de los primeros servicios de saludpblica y el sistema universal de educacin primaria. Sobre el radicalismo ingls, puede verse: ALKREDCOOBAN: The Debate on the French Revolutian, Black, Londres, 1950; JOHN STUART MILL: Utilitarism.Liberty, and Repressive Government, i. M. Dent, London, 1950; JOHN STUART MILL: Sobre la libertad,

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    aquellos movimientos o grupos que propugnaban un extremismo de ideas y entrecuyos medios para su obtencin abogaron por la utilizacin de vas no institucionalesde accin poltica o las pusieron en prctica ubicadas al margen del sistemalegal vigente de una comunidad poltica cualquiera. Siendo esto as podemos consi-derar el radicalismo como una variante de extremismo poltico. E! radical es unextremista poltico como lo fueron en Francia los republicanos puros o jacobinos.No se trata de elementos diferentes, sino de expresiones diversas de un mismofenmeno, ya que ste como fenmeno social puede existir bajo una multiplicidadde formas.

    Dependiendo de la orientacin de los fines que se persiguen, la literatura basada enla Historia de las Ideas ha tendido a utilizar asimismo trminos como fascismo, nacio-nalpopulismo, totalitarismo, entre otros, para hacer referencia a las actitudes y compor-tamientos antidemocrticos y antiplurales que conllevan (o abogan por) la utilizacin dela violencia e infraccin del sistema legal vigente. En buena medida, esta orientacin defines ha primado sobre los procedimientos para hacer referencia al fenmeno. Por ello,hoy en da, se tiende a denominar, por ejemplo, como neofascistas a un conjunto deorganizaciones de diversa ndole que comparten un repertorio de prcticas o procedi-mientos antidemocrticos, si bien sus orientaciones ideolgicas, aunque, en ciertos casos,relativamente cercanas en un eje derecha-izquierda, no se correspondan entre s.

    Algo similar ocurri con el trmino radical, en un sentido distinto al anterior-mente empleado para la acepcin radicalismo. Aunque en sus orgenes tuvo unaconnotacin positiva que haca referencia a un conjunto de ideas de orientacinizquierdista y progresista. Posteriormente, sera aplicado a los movimientos socialesde orientacin derechista (5) y, concretamente, para aludir a una predisposicin

    Alianza Editorial, Madrid, 1986: JOHN PLAMENATZ: Mill's Ulilitari.sm, reprinted with a study ofthe EnglishUtilitarians. Basil Blackwell, Oxford, 1949; GKORGE RUD: The Crowd in History. A Study of PopularDisturbances in Frunce and England, 1730-1848, Wiley, New York, 1964; FRANCIS SHEPPARD: London1808-1870. The Infernal Wen, Secker & Warburg, London, 1971; JOHN STRVENSON y ROLAND QUINAULT(eds.): Popular Protest and Public Order. Six Studies in British History. 1790-1920, Gcorge Alien &Unwin, London, 1974.

    (5) En este sentido fue aplicado a las organizaciones de dicha tendencia especialmente en los EstadosUnidos, primero por la psicologa social y, poco despus, en esta acepcin, por otras disciplinas. En lamisma lnea se introdujo en otros idiomas. Por ejemplo, en Alemania, tras la II Guerra Mundial, comoen otros pases europeos, se implanta el trmino radicalismo para hacer referencia, especialmente, a lasorganizaciones de orientacin derechista que abogaban por la puesta en prctica de procedimientosubicados al margen del sistema legal vigente. No obstante, el vocablo extremismo fue incorporado enAlemania en detrimento del anterior en los informes realizados por el Ministerio de Interior para hacerreferencia al activismo poltico que quebrantaba el ordenamiento jurdico, independientemente de laorientacin ideolgica del mismo. A este respecto puede consultarse: U. BACKES y E. JESSE: Totalitaris-mus, Extremismus, Terrorismus, Leske & Budrich, Opladen, 1984. En cuanto a los anlisis simtricos delextremismo de orientaciones ideolgicas opuestas, midiendo el grado de alejamiento de estos grupos conrespecto a los valores del gobierno parlamentario en este pas, puede verse: U. BACKES y E. JESSE:Extremismusforschung ein Stiefkind der Politikwissenschaft, en W. MICHALKA (ed.): Extremismusund streitbare Demokratie, Kohlhammer, Stuttgart, 1987, pg. 11.

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    psicolgica ms que a un conjunto de valores identificativos (6). No obstante, siprestamos atencin no tanto a la orientacin ideolgica de los fines perseguidos, queen algunos casos puede crear cierta confusin terminolgica, sino a los procedimien-tos utilizados para hacerlos efectivos, a las actitudes y los comportamientos, eltrmino que parece adecuarse mejor es el de extremismo poltico. Si aceptamos queel fenmeno hace sobre todo referencia a los medios, comportamientos y actitudes,y no tanto al carcter de los fines perseguidos, independientemente del lugar questos puedan ocupar en una escala ideolgica derecha-izquierda, entonces se podraconcluir que el vocablo extremismo parece ser el ms neutral (7), el ms adecuadoal carecer de una carga ideolgica, a menudo peyorativa, que s est presente en otrosvocablos ya referidos, as como para evitar confusiones, en parte lingsticas, origi-nadas por un uso indiferenciado de los mismos (8). En esta acepcin, el carcter delos comportamientos y las actitudes que se mantienen con respecto al sistema polticovigente, as como el tipo de procedimientos de accin poltica que se practican odefienden para la obtencin de fines polticos, marcan los criterios para adjetivarcomo extremista a un individuo o a un colectivo, con relativa independencia de lanaturaleza de las demandas planteadas, factor ste utilizado tradicionalmente paraubicaren los puntos terminales del continuo ideolgico tanto a sujetos plurales comoindividuales. Con esta interpretacin tambin salvamos los problemas que planteandeterminadas declaraciones programticas que no se ajustan con precisin ni en ladimensin tradicional de derecha, as como tampoco en la de izquierda.

    LOS COMPONENTES DEL EXTREMISMO POLTICO

    En sntesis, es posible sostener que la definicin de extremismo poltico se basaen la combinacin de tres elementos constitutivos clave. En primer lugar, implicaviolacin de los procedimientos legales existentes en una comunidad poltica bajola presuncin del fracaso de todas las vas legales alternativas. En segundo trmino,esta accin extralegal se ampara en la obtencin de unos fines polticos que gene-ralmente, aunque no de manera necesaria, son de orientacin maximalista. Para su

    (6) El radicalismo de derecha americano durante las ltimas dcadas vino a identificar un estadoemocional o una predisposicin psicolgica de ciertos sectores sociales originada por la inestabilidad delstatus socioeconmico y no por un tipo de accin poltica, un movimiento conservador (y fuertementeamicomunista) contra la hegemona poltico-cultural del new deal americano. En el primer caso, cabemencionar DANIEL BELL: The New American ftight, Criterion Books, Nueva York, 1955; SEYMOUK M.LIPSET y EARL RAAB: The Polilics ofUnreason. Right Wing Exstremism in America 1790-1977. Universityof Chicago Press, Chicago, 1978. En el segundo, vase J. L. HIMMELSTEIN: TO the Right. The Transfor-mation of American Conservatism. University of California Press, Berkeley, 1990.

    (7) KLAUS VON BEYME: Right-Wing Extremism in Post-War Europc, pgs. 1-17, West EuropeanPolilics, vol. 11, 1988, pg. 3. As como R. WASSERMANN (ed.): Terrorismos contra Rechtsstaat, Lu-therhand, Darmstadt, 1976.

    (8) FRANCO FERRARESI: Minacce alia democrazia, Feltrinelli, Miln, 1995, pg. 21.

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    consecucin se acepta la adopcin de medidas de fuerza, lo que lleva consigo lajustificacin implcita o explcita del uso de la violencia. Por ltimo, los extremistaspolticos tienden a considerar ilegtimo el orden sociopoltico existente y para com-batirlo no se duda en la utilizacin de mtodos violentos y extralegales, aduciendola ilegitimidad del orden vigente y la futura llegada de un orden nuevo.

    Las principales componentes del fenmeno se han retomado de diversas pro-puestas analticas que, por el contrario, y dependiendo de los casos, han optado porotorgar un mayor peso a variables identificativas concretas y no a la simbiosis de losdiversos factores aludidos anteriormente. As, por ejemplo, Eric Hobsbawm equiparael trmino revolucionario al de extremista, como un intelectual que rechaza cualquiercompromiso con el statu quo, que proclama un cambio fundamental en la sociedadbajo el aparente fracaso de todas las vas alternativas (legales) para obtenerlo (9).Martin Seymour Lipset y Earl Raab, en un trabajo muy elaborado sobre la derecharadical americana, definen el extremismo como la tendencia a rebasar los lmites delos procedimientos normativos que definen el proceso poltico democrtico. Demodo que no sena tanto una cuestin de posicionamiento en una escala ideolgicaque, como ya he sealado, tambin lo es, como de procedimientos, algo que seesfuerzan por aclarar en su trabajo (10). Para Lipset, el extremismo poltico suponela violacin de procedimientos que garantizan el pluralismo, entendido ste comoprocedimientos normativos democrticos. Para Silvano Belligni, por otra parte, elextremismo es un verdadero modelo de accin poltica adoptado por un movimiento,por un partido o por un grupo poltico que rechaza las reglas del juego de unacomunidad poltica y que actan para modificarlas radicalmente (11).

    Estas breves aproximaciones son un botn de muestra de la diversidad en ladelimitacin del fenmeno. Ni Hobsbawm ni Belligni, a diferencia de Lipset, serefieren de forma exclusiva a la violacin de los procedimientos legales en un sistemademocrtico, algo que en Lipset parece fundamental. Sin embargo, parece verosmilsostener que independientemente de los procedimientos legales de un sistema pol-tico que sirven como referencia, lo caracterstico del extremismo es el hecho deviolarlos o de abogar por su quebrantamiento, est o no fundamentado el sistemapoltico en valores o principios democrticos. Lo que s resulta tambin del todo

    (9) As puede deducirse de los comentarios del autor en torno a las reglas de la violencia, los rebeldesy la revolucin, si bien, en la mayor parte de los casos, el trmino que prefiere el autor es el de rebelde,disidente y/o revolucionario. Vase ERIC J. HOBSBAWM: Revolucionarios. Ensayos contemporneos. Ariel,Barcelona, 1978, pgs. 294 y ss.

    (10) Hago referencia a la obra de SEYMOUR MARTIN LIPSET y EARI. RAAB: La poltica de la sinrazn.El extremismo de derecha en los Estados Unidos, 1790-1977, Fondo de Cultura Econmica, Mxico,1981, pgs. 20 y 22. Tambin aborda la cuestin de los movimientos sociales extremistas, haciendoreferencia a sus bases sociales, en SEYMOUR M. LIKSET: El hombre poltico. Las bases sociales de lapoltica, Tecnos, Madrid, 1987, pgs. 113-152 y 121 y ss.

    (11) As es abordado este fenmeno en SILVANO BELLIGNI: Extremismo, pgs. 608-609, en OR-BERTO BOBBIO, NICOLA MATTENCI y GIANFRANCO PASQUINO (cds.): Diccionario de Poltica, Siglo XXI,Mxico, 1981.

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    relevante, y que Lipset apunta certeramente, es el hecho de que el extremismopoltico en regmenes democrticos es antiplural, algo que subraya en su definicina la hora de asegurar que el extremismo reprime cualquier diferencia y disensin, ytiende a tratar como cosa ilegtima a toda segmentacin y ambivalencia. En estesentido no se puede entender el extremismo poltico en sistemas democrticos sinsealar que el fenmeno expresa una actitud intolerante, si entendemos sta comorechazo a la negociacin y al consenso, al acuerdo de la mayora, al mercado abiertode ideas, palabras y actitudes polticas (12). En cierta medida la implantacin omagnificacin de la falta de pluralismo implcita en el extremismo poltico recuerdaa la descripcin del monismo elaborado por William Kornhauser (13), as como hacereferencia al rechazo de los ms preciados valores democrticos como reglas para eljuego poltico que aseguran la participacin de todos los ciudadanos y que sustentaa la democracia liberal. Aqu hay que matizar que en aquellas sociedades no demo-crticas, el fenmeno no tiene necesariamente que expresar actitudes antipluralistaso intolerantes, a diferencia de las sociedades democrticas en las que el fenmenos denota claramente ese carcter antiplural.

    Por ltimo, entendido tambin como modelo de accin poltica, ste no slo semanifiesta en movimientos sociales u organizaciones clandestinas, como sostienenLipset, Kornhauser e, incluso, Hobsbawm, sino que es ampliable, en algunas ocasio-nes, a grupos de inters y partidos polticos, si bien aqu se manifiesta de formaepisdica u ocasional. En la actualidad, est presente en muy diferentes reas geo-grficas con independencia del tipo de rgimen poltico que profesen las sociedadesen las que se ha manifestado.

    LAS FORMAS ACTUALES DEL EXTREMISMO POLTICO

    A la hora de establecer una tipologa de esta accin poltica se pueden apuntardiversos criterios de clasificacin. Inicialmente, podemos distinguir si la accin esllevada a cabo por individuos o por colectivos. En el primer caso, es posible encontrara individuos que manifiesten comportamientos y actitudes extremistas aisladamente.Es decir, que sus actitudes y comportamientos no se articulen dentro de un marco

    (12) SEYMOUR M. LIPSET y EARL RAAB: IM poltica de a sinrazn, op. cit., pg. 22.(13) Merece la pena destacar algunas impresiones del autor respecto este fenmeno: el extremista

    debe hallarse profundamente alienado del complejo de reglas que limitan y equilibran la puja por diversosvalores (...) lo cual significa que es fundamentalmente hostil al orden poltico. No puede compartir esesentimiento de afinidad personal y de adhesin a las instituciones que conduce a hallar soluciones pacficasa los conflictos polticos. En otro momento, haciendo referencia a los movimientos totalitarios sealaese extremismo es lo que les vuelve tan amenazadores para la poltica democrtica y la libertadindividual. Vase en WILLIAM KORNHAUSER: Aspectos polticos de la sociedad de masas, Amorrortu,Buenos Aires, 1959, pg. 46. En cuanto al concepto de monismo en Kornhauser, que Lipset retoma ensu obra sobre el extremismo de derecha en los EE.UU., puede verse WILLIAM KORNHAUSER: op. cit.,pgs. 102-107.

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    organizativo estructurado (14). Por contra, el extremismo poltico entendido comoforma de accin colectiva hace referencia a un sujeto plural que, articulado bajodiferentes organizaciones o estructuras, ejerce un comportamiento y unas actitudesque de forma implcita o explcita suponen el quebrantamiento del sistema legalvigente de una sociedad cualquiera y la utilizacin (o defensa) de la violencia comoprocedimiento para la conquista de unos fines ubicados en la esfera de lo poltico.Este segundo caso ha suscitado tanto mayor inters en la comunidad cientfica comopreocupacin entre las lites que detentan el poder. Establecer una tipologa sobrelas diversas formas del extremismo poltico entendido como accin colectiva yvinculado con un modelo de politeya en el que hay actores colectivos cuya partici-pacin en la toma de decisiones polticas y ejecucin de las mismas difiere notable-mente (15) facilita en gran parte la comprensin y delimitacin del mismo.

    A partir de aqu, un primer criterio de diferenciacin se fundamenta en elcomportamiento que los grupos extremistas mantienen con respecto al orden polticoexistente. Siguiendo esta lnea encontramos un extremismo poltico insurgente, quepretende modificar sustancialmente el orden poltico vigente y, llevado a su mximaexpresin, destruirlo para construir un orden poltico y administrativo nuevo. Si elobjetivo perseguido es el de preservar o mantener un orden poltico existente, peroque se percibe amenazado por determinados sectores de la poblacin, podemosadjetivarlo como extremismo poltico vigilante (16).

    Un segundo criterio que ha sido aplicado a distintas configuraciones de la accincolectiva hace referencia a la orientacin de la movilizacin que protagonizan. Silos extremistas introducen en la esfera poltica nuevas demandas, o bien algunas yaexistentes pero situadas en posicin subordinada, la accin colectiva denotar uncarcter proactivo. Por el contrario, si las demandas expresan la defensa o reforza-miento de influencias e intereses establecidos, el carcter reactivo define esta accincolectiva (17).

    (14) Los magnicidios son un claro ejemplo del extremismo poltico practicado por individuosdesvinculados de una accin colectiva de este carcter. En el anarquismo del siglo xix podemos encontrarejemplos de la manifestacin del extremismo poltico individual. Si bien, en unos casos, el terror promo-vido desde el anarquismo responda a cieno movimiento semiestructurado de oposicin, en forma deaccin colectiva, en otros muchos casos, individuos con cierta afinidad a las orientaciones anarquistaspusieron en prctica un comportamiento poltico extremista sin vinculacin alguna con organizacionesclandestinas vanguardia del movimiento. Ya fuese en el siglo xix, como en la actualidad, cuando estosucede, resulta verdaderamente complicado discernir entre lo que es propio del extremismo polticoindividual y de la delincuencia comn.

    (15) Vase el concepto de accin colectiva y los diversos grupos que operan en una politeya en lalucha por el acceso al poder. CHARLES TILLY: From Mobilizaiion lo Revolulion, New York, 1978, cap. 5.

    (16) Esta tipologa que hace referencia a la relacin que los extremistas mantienen con la estructurade poder existente se ha retomado de la establecida para el terrorismo por ALEX P. SCHMID y JANNY DEGRAAF: Violente as Comunication: Insurgeni Terrorism and lie Western News Media, North HollandPublising Company, Amsterdam, 1982.

    (17) Esta tipologa ha sido retomada de la obra de Charles Tilly, cuando distingue las diversas formasde accin colectiva: competitiva, proactiva y reactiva, vase CHARLES TILLY: op. cil., cap. 5.

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  • SOBRE EL CONCRPTO DE EXTREMISMO POI.lTICO

    Por ltimo, cabe recordar la distincin tradicional aplicada para distinguir entreaquellos extremistas que pretenden ensanchar las lneas de poder y aquellos otrosque persiguen su estrechamiento o el mantenimiento del status quo con sus ventajasy privilegios adquiridos. Este criterio que apunta al grado de participacin de laciudadana en la toma de decisiones polticas ha sido ampliamente utilizado paradiferenciar entre el extremismo poltico de orientacin izquierdista y el de orienta-cin derechista. Durante largo tiempo, al extremismo de derecha se le defina por suconservadurismo para distinguirlo de la derecha moderada. Si bien an durante elsiglo xix, esta ltima clasificacin poda establecer lneas de divisin entre un casomoderado y otro extremista, lo cierto es que los acontecimientos que tienen lugar enel siglo xx, en concreto los regmenes fascistas de Italia y Alemania, pusieron demanifiesto que esta clasificacin tena algunas limitaciones. En el espacio de laderecha (18) conviven sectores bien diversos, desde el liberal al contrarrevoluciona-rio, desde Burke a De Maistre o Corts. Los ultraconservadores, como la DerechaRadical americana representada, por ejemplo, por la John Birch Society o el movi-miento del senador McCarthy, difieren considerablemente del fascismo, el nazismoo el nacionalpopulismo, de la derecha autoritaria. El hecho de que sectores ubicadosen el espacio de la derecha no tuviesen que estar opuestos necesariamente a laimplantacin de cambios polticos y que algunos movimientos extremistas de dere-cha contemporneos aboguen por la implantacin de ciertos programas socialesprogresistas (19) y que defiendan valores espirituales, antimateriales, antiburguesesy anticonservadores han provocado que el eje ideolgico conservador-liberal no seatan esclarecedor como en el pasado (20). No obstante, para algunos autores ste esel eje que ms esencialmente distingue el ala izquierda y del ala derecha (21).

    De modo similar, la propia evolucin de nuestras sociedades ha puesto demanifiesto que el eje derecha-izquierda tambin ha dejado de mostrar con claridadla diversidad de comentes y tendencias polticas. La derecha se identificaba con losintereses de los propietarios y el mantenimiento del orden tradicional, con la jerar-

    (18) El espacio de la izquierda no deja de ser igualmente diverso, tendencias democrtico-liberales,radicales, autoritarias. Una amalgama de postulados y prcticas muy variadas que, sin embargo, tiendena situarse en un nico grupo en el que la distancia con respecto al centro normativo del poder, en muchoscasos, se determina por el grado de enfrentamiento con ste.

    (19) Al respecto, KLAUS VON BEYME: Right-Wing Extremism in Post-War Europe, op. cit., pg. I.(20) Sin embargo, y haciendo referencia al estrechamiento o ensanchamiento de las lneas de poder,

    en Seymour M. Lipset se pueden encontrar tres tipos de extremismo: el de izquierda, el de derecha y elde centro: como ejemplo cita el comunismo, el autoritarismo y el fascismo. Esto es as en El hombrePoltico, op. cit., pg. 113. No obstante, en una obra posterior SEYMOUR M. LIPSET y EARI. RAAB: Lapoltica de la sinrazn, op. cit., pg. 38, slo distinguen entre extremismo de derecha e izquierda.

    (21) ste es el caso de Seymour M. Lipset y Earl Raab. Aunque reconocen que este eje no defineautomticamente al extremismo, es claro que las posiciones extremas en cualquier eje conducen alextremismo de procedimiento, es decir al monismo. Encontrarse en la punta de cualquier eje significa,por definicin, estar separado del centro normativo del poder y de la ideologa, y puede plantear riesgode frustracin que, es de suponer, conduce al impulso monista. Vase SEYMOUR M. LIPSET y EARL RAAB:La poltica de la sinrazn, op. cit., pg. 38.

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    qua. Por otro lado, la izquierda se identificaba con los intereses del pueblo, los delproletariado, con el cambio social en pro de la igualdad. Pero ya en el siglo xx elconflicto entre proletarios y burgueses perdera centralidad, ganando terreno elconflicto entre intereses y valores de la sociedad posindustrial, es decir, materialismofrente a posmaterialismo (22). De forma que hoy en da un partido como el FrenteNacional francs, surgido en la sociedad posindustrial, defiende, entre otras cuestio-nes, ciertos valores propios del posmaterialismo y que, en principio, deberan serpatrimonio de la izquierda diferentes de los de la derecha tradicionalista y legiti-mista, irrespetuosos con la jerarqua oficial y tradicional, y no por ello deja de serun partido de extrema derecha. El Movimiento Social Italiano (hoy Alianza Nacio-nal), por el contrario, afianzado en su identidad originaria, la ideologa fascista, ysin renunciar a sus referentes histricos tambin lo identificamos como un partidode extrema derecha (23). As pues, aunque el criterio de ubicacin geomtrica en elespacio poltico puede ser til para orientar una clasificacin de las formas delextremismo, en ningn caso debera ser ste el nico factor para determinar sucarcter puesto que la derecha y la izquierda no son ni atemporales ni monolti-cas (24), y supondra obviar la complejidad de nuestras sociedades.

    Por el contrario, si los criterios que ya han sido utilizados en diversas propuestasanalticas se agrupan entre s, sera posible establecer una clasificacin amplia ycomprensiva cuyo punto de apoyo no es unidimensional y permite delimitar susmanifestaciones en sociedades complejas (25). La tipologa bidimensional propuestapara el extremismo poltico supera la clsica distincin poltica y analtica entrederecha e izquierda, resolviendo los problemas de clasificacin de aquellos casos

    (22) Sobre esta perspectiva, PIERO IGNAZI: op. cit. En cuanto a la dicotoma materialistas/posmate-rialistas, R. INGI-EHART: The Silent Revolution, Princeton University Press, Princeton, 1977. Con respectoa la prdida de centralidad de la fractura de clase, S. M. LIPSRT y S. ROKKAN: Cleavage Structure, PartySystems and Voter Alignments: An Introduction, pgs. 1-64, en S. M. LIPSET y S. ROKKAN (eds.): PartySystems and Voter Alignments, Free Press, Nueva York, 1967. En cuanto al anlisis de las percepcionesy comportamientos polticos de la clase obrera, JOS FLIX TEZANOS: Crisis de la conciencia obrera,Alhambra-Mezquita, Madrid, 1982.

    (23) Otra muestra de la dificultad para clasificar las manifestaciones del fenmeno atendiendoexclusivamente al eje derecha-izquierda lo constituyen, por ejemplo los grupos como los de Tercera Va,alternativa al capitalismo y al comunismo. Aunque generalmente se les clasifica como de extrema derecha,La Terza Potizionc (del italiano Franco Freda) que encontr la alternativa en el maosmo como revolucinsocial y nacionalista o, en Alemania, el sector cercano a la revista Aufhruch, que han fusionado anacionalrevolucionarios y marxistas-leninistas, nos hace ver que la realidad es mucho ms intrincada quela clsica dicotoma entre derecha-izquierda.

    (24) Vase el estudio, para el caso espaol, realizado por Luis ARRANZ: Historia y Poltica, NuevaRevista, nm. 41, 1995, pgs. 81-93.

    (25) A este respecto, cabe mencionar la caracterizacin que sobre el terrorismo poltico ha realizadoFernando Reinares y que ha orientado la propuesta aqu descrita para el caso del extremismo poltico;vase FERNANDO REINARES: Estado, Democracia Liberal y Terrorismo Poltico, Revista Estudios Pol-ticos, nm. 16, 1993, pgs. 113-132; as como Caractersticas y Formas del Terrorismo Poltico enSociedades Industriales Avanzadas, Revista Internacional de Sociologa, Tercera poca, nm. 5, 1993,pgs. 60-76.

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  • SOBRE EL CONCEPTO DE EXTREMISMO POLTICO

    que por su ideologa o por su propia puesta en prctica no se ajustan a los modelosclsicos. Tambin facilita en cierta medida el anlisis transcultural, as como salvaalgunos inconvenientes a la hora de comparar las manifestaciones del fenmeno enperodos histricos diversos. En suma, con esta tipologa la interpretacin del extre-mismo poltico se refuerza puesto que permite encajar en la aproximacin al fen-meno tanto la orientacin de la movilizacin que protagonizan como la dimensinactitudinal dinmica de los grupos que disputan un espacio de influencia poltica. Enningn caso la tipologa propuesta se opone o tropieza con el elemento ideolgicocomo factor a valorar en la interpretacin del fenmeno, sino que lo supera a la horade establecer los rasgos fundamentales para hacerlo operativo, sin por ello marginarla manifiesta relevancia que ste puede adquirir a otra escala analtica.

    Siguiendo esta lnea y asociando los elementos descritos anteriormente, en laactualidad, encontramos, en primer lugar, un extremismo poltico de carcter insur-gente o vigilante, pero habitualmente reactivo, al que la clasificacin tradicionaldenomina de orientacin derechista (26). En segundo trmino, podemos encontrarun extremismo poltico insurgente y proactivo, al que habitualmente se le adjetivacomo de orientacin izquierdista (27). Desde finales de la II Guerra Mundial hastalos aos ochenta el extremismo de carcter insurgente y proactivo (de orientacinizquierdista) cobr un gran protagonismo internacional, fuerza y virulencia. Seexpandi con rapidez por muy diversos entornos geogrficos y sistemas polticos.Hoy en da, es el extremismo poltico de carcter insurgente y reactivo el quemonopoliza la atencin de los medios de comunicacin y el que se manifiesta enmuy diversas reas geogrficas. En Europa Occidental, donde los canales democr-ticos de participacin poltica estn plenamente consolidados, sin embargo, ste seha reforzado notablemente, superando, cuando menos, una etapa previa de anquilo-samiento, aunque denote todava escasa articulacin y gran fragmentacin organiza-tiva (28). En la Europa Oriental, donde todava el acceso de la ciudadana a la tomade decisiones polticas se est conformando, el fenmeno tambin se ha hechopresente y, por ltimo, en el mundo rabe evidencia gran dinamismo.

    (26) Como ejemplos del extremismo derechista y de carcter insurgente y reactivo, puede recordarseal Frente Nacional francs, el Movimiento Social Italiano, el Vlaams Blok belga, as como a FuerzaNueva, Frente Nacional o Alianza Nacional en Espaa. En cuanto a ejemplos de la misma orientacin,pero vigilantes y reactivos, se puede citar a la mayora de los Escuadrones de la Muerte que actuaron yactan en gran parte de Amrica Latina. En Espaa, la organizacin Defensa Universitaria, fundada en1963 y reorganizada en 1969 bajo el nombre Guerrilleros de Cristo Rey, responde a esta ltima categora.

    (27) ste sera el caso, por ejemplo, en Espaa, de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primerode Octubre (GRAPO) o el Frente Revolucionario Antifascista y Patritico (FRAP), entre otros. En estegrupo tambin cabe destacar a los Weathermen americanos, las Brigadas Rojas italianas, o la Fraccindel Ejrcito Rojo alemana.

    (28) FRANCO FERRARESI: op. cit., pg. 370.

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  • CONCLUSIONES

    Cuando en una politeya surgen formas de accin poltica de cuyas declaracionesprogramticas, actitudes y conductas se desprende una posicin favorable a la utili-zacin de procedimientos extralegales, entre los que destaca la justificacin implcitao explcita del uso de la violencia para la consecucin de objetivos polticos, lesaplicamos el trmino extremismo poltico. Este vocablo abarca la amplia dimensindel fenmeno social descrito, en detrimento de otras voces gramaticales que, por elcontrario, solamente enfatizan alguno de sus aspectos.

    Esta forma de accin poltica supone la violacin de los procedimientos legalesde participacin poltica de la comunidad en la que emerge bajo la presuncin delfracaso de todas las vas legales alternativas. Con este comportamiento se pretendenconquistar o reforzar ciertos fines ubicados en el mbito poltico que suelen seraunque no necesariamente de carcter maximalista. Para su obtencin se justi-fica (practica o amenaza con) el uso de la violencia, aduciendo la falta de legitimidaddel orden poltico y administrativo vigente, proponiendo la instauracin de unonuevo.

    El extremismo poltico se ha desarrollado en muy diversos mbitos geogrficosy perodos histricos. Las diferentes formas en que ste se ha manifestado puedenser ordenadas atendiendo tanto a la actitud y al comportamiento mantenidas frentea la estructura de poder existente como al carcter de la orientacin de la moviliza-cin que protagonizan. En el primer caso, distinguimos entre aquellas manifestacio-nes que tienen por objeto modificar sustancialmente el orden poltico y administra-tivo vigente (y llevado a su mxima expresin sustituirlo por otro nuevo), insurgen-tes; y entre las que persiguen preservar o mantener intereses y privilegiosestablecidos que se perciben amenazados; esto es, vigilantes. En segundo trmino,cuando estas manifestaciones introducen en la esfera poltica demandas nuevas, o enposicin subordinada, afirmamos el carcter proactivo de la accin poltica. Si, porel contrario, las demandas se relacionan con el reforzamiento de influencias eintereses establecidos, lo calificamos como reactivo.

    Esta ordenacin de las manifestaciones del extremismo poltico da lugar a cuatrocategoras identificativas (insurgente proactiva, insurgente reactiva, vigilante proac-tiva y vigilante reactiva) que permiten encuadrar las distintas expresiones del fen-meno, superando as el eje unidimensional clsico basado en la ideologa, cuyacapacidad delimitadora es reducida en determinados anlisis. La tipologa propuestapermite combinar elementos propios de la ideologa con otros caractersticos delcomportamiento poltico colectivo, de modo que la capacidad interpretativa y ope-rativa de la tipologa se ampla.

    Cuando nos aproximamos al final de siglo perviven tanto la controversia termi-nolgica que gravita entorno al fenmeno extremista como las discusiones tericasen cuanto a una definicin inequvoca del mismo. La inexistencia de un marcoterico consolidado a este respecto, sin embargo, no ha sido obstculo para explorarsus orgenes, causas y evolucin. En este escenario, delimitar el objeto de estudio

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  • SOBRE EL CONCEPTO DE EXTREMISMO POLTICO

    continua siendo hoy una tarea pendiente para la investigacin de relevante impor-tancia tanto a nivel cientfico como social.

    Con objeto de intentar contribuir a una mejor comprensin del extremismopoltico, a lo largo de estas pginas se ha descompuesto el concepto en los elementosfundamentales que lo conforman, a fin de clarificar su significado y su dimensin.A ello se suma el establecimiento de unos criterios clasificadores operativos que,desde esta perspectiva, parecen facilitar la construccin de aproximaciones tericasvalidables empricamente, con objeto de confrontar y diferenciar aquellas manifes-taciones propias del extremismo poltico y aquellas otras que remiten a otros fen-menos sociales. La definicin y tipologa propuestas permiten, de forma integrada,identificar las variables bsicas que conforman el fenmeno en una realidad socialdinmica y compleja sin descartar otras propuestas analticas utilizadas hasta lafecha.

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