DIALÉCTICA ESPECULATIVA y DIALÉCTICA CIENTÍFICA · cIerto material y enunciar algunos problemas....

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20 UNIVERSIDAD DE rvlEXICO La relación real que existe entre la la sociedad civil y el Estado, es conSiderada por Hegel como actividad conceptual, del Estado (de la Idea). La famIlia y la sociedad civil son presupuestos del Estado, pero son presupuestos activos. Con la filosofía es- peculativa de Hegel sucede todo lo con. trario: como la Idea ha sido transfor. mada en el sujeto activo de las relacio. nes que determinan el Estado, los ver- daderos sujetos de esas relaciones, los su. jetos reales -la familia, la sociedad civil el libre arbitrio-, se han reducido papel de meros "espectadores", única. mente son considerados "como momentos objetivos de la Idea". Sintetizando: Marx piensa que los "sujetos reales", que los vercladeros factores de la historia, son vistos por Hegel no en su realidad efec- tiva, en su concreción, en su existencia propia, sino como derivados o predicados de la Idea, y ésta, además, como algo hipostasiado o personificado. De esta ma· nera se disuelve en la nada la realidad de los reales factores de la historia y se sustituye por la "realidad" mistificada de la Idea. Es verdad que para Hegel estos hechos, estos factores de la historia -la realidad empírica-, son racionales, lo mismo que para Marx. Pero la raciona- lidad no les viene de su propia estruc- tura y naturaleza -la realidad empírica no es en raeional-, sino que esa racio- nalidad se manifiesta en ellos como re- sultado, como trasunto de la Idea. El hecho no es en sí, sino que tiene un sig- nificado ajeno a mismo, que le viene de fuera. Es, en suma, un resultado mis· tico. Para Marx, la familia y la sociedad ci- vil son partes reales del Estado, de las formas de existencia del Estado. Ellas son el agente o sujeto activo. A diferencia de Hegel, según hemos visto, para quien la familia y la sociedad civil son actuadas por la Idea: no es su propia vida, su dinámica interna quien las une y las hace un Estado, sino al contrario, es la vida de la Idea que las convierte en Estado. No se autodeterminan, sino que son de- terminadas. La base natural de la fami- lia y la base artificial de la sociedad ci- vil, son conditio sine qua non de la exis- tencia del Estado. Pero en Hegel el con- dicionante es condicionado; el determi- nante, determinado; el productor, pro- ducto de su producto. Lo que es real es convertido en fenómeno, de lo que se sigue que la Idea no tiene otro contenido que un simple fenómeno. Es decir, la Idea, en última instancia, no tiene otra finalidad que la pura finalidad lógica. "En este párrafo (262) -afir- ma Marx--, está depositado todo el mis- terio de la filosofía del Derecho y de la filosofía hegeliana en general". La transición de la familia y de la sociedad civil al Estado político, según Hegel (266), consiste en lo siguiente: que el espíritu de estas esferas, que es en el espíritu del Estado, se relaciona con- sigo mismo, y en tanto es su propia esen- cia, es real en sí. El tránsito de unas a otro no se deriva de la esencia específica de la familia, etc., y de la esencia especí- fica del Estado, sino de la relación uni- versal de necesidad y libertad. Es el mis- mo tránsito que se efectúa en la lógica, de la esfera del ser a la esfera del con· cepto. El mismo tránsito que se opera en la filosofía de la naturaleza, de la na- turaleza inorgánica a la vida. Son siem· pre las mismas categorías que animan tanto a una esfera como a la otra. Lo que distinto el verdadero proceso a través del cual debemos entender el Estado y los elementos que lo integran. Los ele- mentos del Estado se presentan, en todo momento, como determinados y "media- tizados" por circunstancias concretas, rea- les, y como condicionados por el "libre" arbitrio de los individuos. Entre la fa- milia y la sociedad civil -integradas por individuos concretos-, y el Estado, exis- te una relación real. Y esto, que es un hecho, es anunciado en cambio, por la Eilosofía especulativa de Hegel, como Marx joven (t'etrato anónimo) una "manifestación", como un "fenó- meno". trama real de circunstancias y de declsl.o.nes concretas del hombre, queda en la "especulación"; las medzaclOnes ¡'eales son reducidas a sim- ple manifestación de una "mediación" que ejecuta la "Idea" por misma y a espaldas de la realidad -"atrás del te- lón"-, dice Marx. En el misterio de la especulación, añadimos nosotros. En con- realidad no .se expresa por SI misma, SIno que ha Sido convertida en una realidad distinta y espuria. Los hechos -el "vulgar empirismo-, no tie- nen .com? .ley propio espíritu y su p,ropla logu:,a, smo un espíritu y una loglca extranos. El modo de su existen- cia no dado partir de sus propias determmaclOnes, smo por los designios de una instancia ajena y extraña. De esta manera, concluye Marx, la Idea es convertida en el sujeto del proceso, cuan- do en verdad no es sino su predicado. Y aún más: esta Idea, convertida por He- gel arbitrariamente en sujeto, es sustan- ·cializada, hipostasiada, personificada. ESPECULATIVA CIENTÍFICA y DIALÉCTICA DIALÉCTICA (Apuntes para un estudio de la metodología marxista)* Por Víctor FLORES OLEA E N EL PRÓLOGO a la segunda edición de El capital, escrito en 1873, nos dice Marx: "Hace cerca de treinta aíios, en una época en que todavía es- taba de moda aquella filosofía, tuve ya ocasión de criticar lo que había de mis- tificación en la dialéctica hegeliana". Marx se remite aquí, sin duda alguna, a su escrito de juventud Crítica del Dere- cho Público de Hegel, elaborado hacia 1843. 1 Esta obra, posiblemente la más técnica de las de su juventud, tiene una particular importancia en la historia del desarrollo intelectual de Marx. En ella, no solamente han sido expuestos por vez primera los lineamientos más generales de lo que posteriormente será la teoría marxista, sino que, también por primera vez, Marx opone un nuevo modo de pen- sar, una personal concepción del mun- do, tanto al sistema hegeliano (yen ge- neral a las formas de pensamiento idea- lista), como a la "izquierda hegeliana", en la que participó activamente durante sus aíios de estudio en Berlín. Dicho escrito de juventud es especial- mente fecundo en descubrimientos me- todológicos. En él aparecen las premisas más generales de lo que más tarde Marx llamaría la dialéctica científica (en la Miseria de la filosofía, 1847), para dis- tinguirla de aquella otra, construida por Hegel, apriorista y especulativa, que Marx considera llena de mistificaciones y de constitucionales peticiones de prin- cipio. En forma por demás abreviada, intentaremos el comentario de algunos pasajes de la Crítica (en especial los que se refieren a los parágrafos 262 a 269 de la obra de Hegel, que tratan del trán- sito de la familia y de la sociedad civil al Estado) ,2 procurando poner de relie- ve el "estilo" de pensamiento que se anuncia en ellos, así como el "concepto de la realidad y de la metodología cien- tífica que condujo a Marx a "volver de revés" la dialéctica hegeliana y a fun- dar el materialismo dialéctico. . entiende la familia y la so- CIedad CIvIl (262) -dice Marx-, como esferas del concepto del Estado, como es- feras de la finitud del Estado, como su propia finitud. El concepto del Estado se divide en ellas y las presupone, y esto lo hace para "salir de su idealidad como espíritu real infinito por sí". La llama- ?a real (el espíritu como espíritu real) es representada por Hegel SI actuara según un principio de- termmado y con una intención determi- nada y preestablecida. En estas afirma- ci.o!,!es -continúa Marx-, queda de ma- mflesto claramente el misticismo lógico, panteísta, del sistema de Hegel. Es muy Estas páginas no son otra cosa que pri· mera aproximación a uno de los temas que abarca el estudio de la metodología marxista. procurado, simplemente, poner en orden un cIerto material y enunciar algunos problemas. El desarrollo amplio y la discusión de esos pro· blemas -en particular el de las relaciones Marx- Hegel-, así como el de otros conectados con el estudio de la metodología marxista, es ma· teria de un libro en preparación.

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20 UNIVERSIDAD DE rvlEXICO

La relación real que existe entre lafami~ia, la sociedad civil y el Estado, esconSiderada por Hegel como actividadconceptual, imagi.n~ria, del Estado (dela Idea). La famIlia y la sociedad civilson presupuestos del Estado, pero sonpresupuestos activos. Con la filosofía es­peculativa de Hegel sucede todo lo con.trario: como la Idea ha sido transfor.mada en el sujeto activo de las relacio.nes que determinan el Estado, los ver­daderos sujetos de esas relaciones, los su.jetos reales -la familia, la sociedad civilel libre arbitrio-, se han reducido aípapel de meros "espectadores", única.mente son considerados "como momentosobjetivos de la Idea". Sintetizando: Marxpiensa que los "sujetos reales", que losvercladeros factores de la historia, sonvistos por Hegel no en su realidad efec­tiva, en su concreción, en su existenciapropia, sino como derivados o predicadosde la Idea, y ésta, además, como algohipostasiado o personificado. De esta ma·nera se disuelve en la nada la realidadde los reales factores de la historia y sesustituye por la "realidad" mistificada dela Idea. Es verdad que para Hegel estoshechos, estos factores de la historia -larealidad empírica-, son racionales, lomismo que para Marx. Pero la raciona­lidad no les viene de su propia estruc­tura y naturaleza -la realidad empíricano es en sí raeional-, sino que esa racio­nalidad se manifiesta en ellos como re­sultado, como trasunto de la Idea. Elhecho no es en sí, sino que tiene un sig­nificado ajeno a sí mismo, que le vienede fuera. Es, en suma, un resultado mis·tico.

Para Marx, la familia y la sociedad ci­vil son partes reales del Estado, de lasformas de existencia del Estado. Ellas sonel agente o sujeto activo. A diferencia deHegel, según hemos visto, para quien lafamilia y la sociedad civil son actuadaspor la Idea: no es su propia vida, sudinámica interna quien las une y las haceun Estado, sino al contrario, es la vidade la Idea que las convierte en Estado.No se autodeterminan, sino que son de­terminadas. La base natural de la fami­lia y la base artificial de la sociedad ci­vil, son conditio sine qua non de la exis­tencia del Estado. Pero en Hegel el con­dicionante es condicionado; el determi­nante, determinado; el productor, pro­ducto de su producto. Lo que es real esconvertido en fenómeno, de lo que sesigue que la Idea no tiene otro contenidoque un simple fenómeno. Es decir, laIdea, en última instancia, no tieneotra finalidad que la pura finalidadlógica. "En este párrafo (262) -afir­ma Marx--, está depositado todo el mis­terio de la filosofía del Derecho y de lafilosofía hegeliana en general".

La transición de la familia y de lasociedad civil al Estado político, segúnHegel (266), consiste en lo siguiente:que el espíritu de estas esferas, que es ensí el espíritu del Estado, se relaciona con­sigo mismo, y en tanto es su propia esen­cia, es real en sí. El tránsito de unas aotro no se deriva de la esencia específicade la familia, etc., y de la esencia especí­fica del Estado, sino de la relación uni­versal de necesidad y libertad. Es el mis­mo tránsito que se efectúa en la lógica,de la esfera del ser a la esfera del con·cepto. El mismo tránsito que se operaen la filosofía de la naturaleza, de la na­turaleza inorgánica a la vida. Son siem·pre las mismas categorías que animantanto a una esfera como a la otra. Lo que

distinto el verdadero proceso a travésdel cual debemos entender el Estado ylos elementos que lo integran. Los ele­mentos del Estado se presentan, en todomomento, como determinados y "media­tizados" por circunstancias concretas, rea­les, y como condicionados por el "libre"arbitrio de los individuos. Entre la fa­milia y la sociedad civil -integradas porindividuos concretos-, y el Estado, exis­te una relación real. Y esto, que es unhecho, es anunciado en cambio, por laEilosofía especulativa de Hegel, como

Marx joven (t'etrato anónimo)

una "manifestación", como un "fenó­meno".

~a. trama real de circunstancias y dedeclsl.o.nes concretas del hombre, quedavola~IlI~ada en la "especulación"; lasmedzaclOnes ¡'eales son reducidas a sim­ple manifestación de una "mediación"que ejecuta la "Idea" por sí misma y aespaldas de la realidad -"atrás del te­lón"-, dice Marx. En el misterio de laespeculación, añadimos nosotros. En con­s~cue.ncia, I~ realidad no .se expresa porSI misma, SIno que ha Sido convertidaen una realidad distinta y espuria. Loshechos -el "vulgar empirismo-, no tie­nen .com? .ley s~ propio espíritu y sup,ropla logu:,a, smo un espíritu y unaloglca extranos. El modo de su existen­cia no ~es e~ dado ~ partir de sus propiasdetermmaclOnes, smo por los designiosde una instancia ajena y extraña. Deesta manera, concluye Marx, la Idea esconvertida en el sujeto del proceso, cuan­do en verdad no es sino su predicado. Yaún más: esta Idea, convertida por He­gel arbitrariamente en sujeto, es sustan­·cializada, hipostasiada, personificada.

ESPECULATIVACIENTÍFICAy

DIALÉCTICADIALÉCTICA

(Apuntes para un estudio de la metodología marxista)*

Por Víctor FLORES OLEA

EN EL PRÓLOGO a la segunda ediciónde El capital, escrito en 1873, nosdice Marx: "Hace cerca de treinta

aíios, en una época en que todavía es­taba de moda aquella filosofía, tuve yaocasión de criticar lo que había de mis­tificación en la dialéctica hegeliana".Marx se remite aquí, sin duda alguna, asu escrito de juventud Crítica del Dere­cho Público de Hegel, elaborado hacia1843. 1 Esta obra, posiblemente la mástécnica de las de su juventud, tiene unaparticular importancia en la historia deldesarrollo intelectual de Marx. En ella,no solamente han sido expuestos por vezprimera los lineamientos más generalesde lo que posteriormente será la teoríamarxista, sino que, también por primeravez, Marx opone un nuevo modo de pen­sar, una personal concepción del mun­do, tanto al sistema hegeliano (yen ge­neral a las formas de pensamiento idea­lista), como a la "izquierda hegeliana",en la que participó activamente durantesus aíios de estudio en Berlín.

Dicho escrito de juventud es especial­mente fecundo en descubrimientos me­todológicos. En él aparecen las premisasmás generales de lo que más tarde Marxllamaría la dialéctica científica (en laMiseria de la filosofía, 1847), para dis­tinguirla de aquella otra, construida porHegel, apriorista y especulativa, queMarx considera llena de mistificacionesy de constitucionales peticiones de prin­cipio. En forma por demás abreviada,intentaremos el comentario de algunospasajes de la Crítica (en especial los quese refieren a los parágrafos 262 a 269 dela obra de Hegel, que tratan del trán­sito de la familia y de la sociedad civilal Estado) ,2 procurando poner de relie­ve el "estilo" de pensamiento que seanuncia en ellos, así como el "conceptode la realidad y de la metodología cien­tífica que condujo a Marx a "volver derevés" la dialéctica hegeliana y a fun­dar el materialismo dialéctico.. Heg~l. entiende la familia y la so­

CIedad CIvIl (262) -dice Marx-, comoesferas del concepto del Estado, como es­feras de la finitud del Estado, como supropia finitud. El concepto del Estadose divide en ellas y las presupone, y estolo hace para "salir de su idealidad comoespíritu real infinito por sí". La llama­?a J~ea real (el espíritu como espíritumftmt~, real) es representada por Hegelcom~ SI actuara según un principio de­termmado y con una intención determi­nada y preestablecida. En estas afirma­ci.o!,!es -continúa Marx-, queda de ma­mflesto claramente el misticismo lógico,panteísta, del sistema de Hegel. Es muy

• Estas páginas no son otra cosa que pri·mera aproximación a uno de los temas queabarca el estudio de la metodología marxista.~e procurado, simplemente, poner en orden uncIerto material y enunciar algunos problemas.El desarrollo amplio y la discusión de esos pro·blemas -en particular el de las relaciones Marx­Hegel-, así como el de otros conectados conel estudio de la metodología marxista, es ma·teria de un libro en preparación.

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importa a Hegel es solamente encontrar,para las determinaciones individualesconcretas, las correspondientes determi­naciones abstractas. "Hegel -nos dice~farx (269) -, no desarrolla su pensa­miento según el objeto, sino más biendesarrolla el objeto según su pensamien­to apriori, según un preconcepto".

El resultado general de la crítica de}farx a Hegel, podría resumirse en lossiguientes pasajes: "Lo importante esque Hegel hace en todas partes de laIdea el sujeto y del sujeto propiamentedicho, real... el predicado" (267). Yagrega: "El alma de los objetos, en Hues­lI~O caso del Estado, está ya preparada,predestinada por su propio cuerpo, elcual no es verdaderamente sino una apa­riencia. El concepto es el hijo de la Idea,en Dios padre; el principio activo, deter­minante, diferenciador. La Idea, el con­repto, son aquí abstracciones personifi­cadas" (269). Y todavía aí'íade: "El con­tenido concreto, la determinación real,aparece como formal; la determinaciónformal, absolutamente abstracta, apa­rece como el contenido concreto. La esen­cia de las determinaciones no consiste enque pueden ser consideradas como deter­minaciones del Estado, sino en que sonconsideradas, en su forma más abstracta,como determinaciones lógico-metafísi­cas. No es la filosofía del derecho lo queconstituye el verdadero interés... Elelemento filosófico no es la lógica ele lacosa, sino la cosa de la lógica. La lógicano sirve para probar al Estado, sill~ elEstado para probar la lógica" (270).

Para Hegel, según el análisis crítico de}Iarx, la estructura y significado de larealidad no se encuentra a través delanálisis concreto de esa realidad, sinoque su estructura y significado le son da·dos de "fuera", apriorísticamente. Larealidad, en última instancia, es el re­sultado de una determinación ab.l'tm.ctade la Idea; es una simple alegoría de estaúltima. Esta operación lógica, en conse­cuencia, es incapaz de iluminar el serespecífico de la realidad, con sus deter­minaciones concretas. Tal operación"cognoscitiva", que Hegel practica, esincapaz de conocer el objeto con sus ca­racterísticas efectivas, mundanas, histó­ricas; en suma, es incapaz de lograr elverdadero conocimiento. Si todo esto esexacto, habría que concluir que el pen­samiento hegeliano, desde el punto devista metodológico, es estéril e ineficazfrente a la realidad objetiva de las cosas.

Al método dialéctico de Hegel, es­peculativo y apriorístico, Marx oponeun método histórico-concreto, m¡ís cien­tífico, más apto para conocer las deter­minaciones efectivas de la realidad: "Asíla crítica verdaderamente filosófica de laconstiución actual del Estado -nos diceMarx-, no se contenta con mostrar lascontradicciones existentes, sino que lasexplica, comprenele su génesis, su nece­sidad. Las toma en su peculiar signifi­cado. Pero esta comprensión no consis­te, como Hegel piensa, en reconocer portodos laelos las determinaciones del con­cepto puro, sino en concebir la ló~ica

específica del objeto específico" (305­306-307) .

Es evidente, en este lugar, el primerencuentro de Ñ[arx joven con un nuc­va método, dialéctico-científico, dialér­LÍco-experimental, a que será uno de lospilares del materialismo dialéctico. Poreso hemos afirmado que la Crítica delDerecho Público de Hegel, es clave paraentender algunas de las categorías gno-

seológicas que Marx habría de desalro­llar más adelante: v. gr.: la de "abstrac­ción determinada" o "abstracción con­creta", que utiliza en la Introducción. de1857 a la Crítica de la Economía Poli­tica. En la obra de juventud que veni­mos comentando, Marx opone a Hegella noción de "concepto específico" del"objeto específico", después de haber re­chazado los "conceptos puros" que cons­tituyen la dialéctica hegeliana, en tantodialéctica "mistificada" y, por consi­guiente, en cuanto forma del movimien­to que se actualiza en y por la Idea, esdecir, en la abstracción, a base de deter­minaciones "g-enériras" no concretas oespecíficas.

El sentido m¡ís profundo ele la críticade Marx, no es tanto el haber puesto derelieve la vacuidad de las abstraccionesapriorísticas -su no referencia a conte­nidos concretos-, sino sobre todo en ha­ber demostrado que tales abstracciones,no obstante que hacen referencia a con­tenidos reales, dejan sin conocer esoscontenidos. Dichas abstracciones aprioriexpresan determinaciones que de algu­na manera se refieren a la realidad, ysin embargo siguen siendo determina­ciones no explicadas, no digeridas, no"interiorizadas".

Hrgt'!.· - deterlllil/ffciól/ fflis/rac/a"

feuerbarh.- "Marx ha ido /litis lejos"

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,\ proposlto de las diferencias funda­mentales quc distinguen a ambas dia­lécticas, la de Hegel (espeeulativa y mis­tificada), )' la de Marx (concreta e his­tórica), nos dice N icolao Merker: "ladiferencia consiste en que la primera (ladialéctica hegeliana), es una particularestructura de construcción I{¡gira misti­ficada, u or?;anismo lógico sólo en apa­riencia móvil y adecuado para explicarla realidad, pero en realidad pleno deun contenido no explicado y, por tanto,acrítico y sin control para los fines delconocimiento; y en que la segunda es,ciertamente, un "volver de revés" la pri­mera, pero de tal modo <¡ ue no se con­forma simplemc'IItc con contemplar latransformación del objeto del movimien­to hegeliano (la Idea), en un sujeto di­verso (la naturaleza, la historia, el hom­bre) , manteniendo por entero el esque­ma de aq ue! movimiento y asumiéndolo,por así decirlo, con el signo algebraicoigual pero contrario; sino nl;Ís bien, enque requiere la necesaria sustitución delsujeto, del portador del movimiento, dela crítica de las eventuales aplicacionesde la dialéctica Ilegeliana y de la ins­tancia de una dialéctica determinada,siendo entonces coincidente con la es­tructura de la ley científica, y separán­dose de las aporías que exige la dialéc­tica mistificada". ~

En su crítica a la dialéctica especu­lativa de Hegel, mistificada y mistifica­dora, Marx entendió perfectamente queel idealismo hegeliano es, antes que nada,IIna concepción del mundo que parte delespíritu, y por consiguiente, que es unaconcepción del munelo dualista, que haseparado al espíritu de su conexión na­tural. Una vez individualizado y perso­nificado el espíritu, y considerado comou n valor pe)' se, se escinde y opone a lanaturaleza, a la realidad. Y en su es·fuerzo por conciliar los térmi~os de estaconcepción del mundo dualista, Heg-elincorpora la naturaleza al espíritu. Lanaturaleza es considerada entonces comoun resultado del espíritu, de la Idea, lacual, por otra parte, se mueve. y evolu­ciona en virtud ele una fuerza mmanen­te (la contradicción, la oposición de loscontrarios, la dialéctica). El caráctermetafísico del idealismo hegeliano que­da patente en esta operación ló?;ic',l deescindir e! mundo y de dar realldadesencial y primaria al espíritu. Pero esmetafísica no sólo la concepción del mun­do, sino el método de Hegel, su dialéc­tica, porque su "operar" tiene lugar ex­clusivamente en el seno del espíritu, dela Idea. Las contradicciones son contra­dicciones del espíritu consigo mismo. Elproceso de su~omp?sición y des~omposi­ei('Ill, de sus afIrmaCIOnes y negacIOnes, esun proceso de composición y descompo­sición lógicos. Las contradicciones soncontradicciones lógicas y no contradic­ciones reales que se verifican en la his­'"or"ia real de los hombres reales.

En su esfuerzo crítico, por el contra­rio, Marx se empei'ia en "descubrir" laconexión natural del espíritu. El venla­dero sujeto de la historia es el hombrereal; el espíritu -el cielo- sólo se ex­plica satisfactoriamente en su ("onexiúncon el hombre -con la tierra-: "al con­u'ario de la filosofía alemana que delcielo desciende a la tierra, aquí se subede la tierra al cielo".:¡ "Para Hegel, elmovimiento del pensamiento, que él per­sonifica con el nombre de Idea, es eldemiurgo de la realidad, la cual es sola­mente la forma fenoménica de la Idea,

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Para mí, al contrario, el movimiento delpensamiento no es más que el reflejodel movimiento real, transformado ytransportado al cerebro del hombre". (¡

Es evidente que Marx ha ido muchomás lejos que Feuerbach en su críticaa Hegel. En efecto, Feuerbach se limi­ta a demostrar cómo un pensamiento abase de determinaciones abstractas esgnoseológicamente incapaz de conocerel ser, el objeto. Haciendo a un lado elcarácter abstracto que tienen para Feuer­bach el ser y el objeto, podemos afirmarque éste se ha concretado a indicar cómoen Hegel el sujeto se convierte en pre­dicado y el predicado en sujeto; es de­cir, cómo Hegel ha transformado la "vul­gar empirie" en especulación. Marx, encambio, por este mismo camino llegamucho más lejos: descubre el segundomomento de la construcción hegeliana,tan grave o más que el primero: el cam­bio de la especulación en "empirie", elllevar la "cosa de la lógica" a la "lógicade la cosa"; el encontrar en la historiareal la historia del concepto. No es ex­traño, claro est,í, que Hegel descubrierala "realidad en acto de la idea moral ob­jetiva" en el Estado prusiano de Fede­rico Guillermo IlI. 7

Por lo que hace a la aplicación con­creta de la crítica general de la dialéc­tica hegeliana, recordemos brevementelas observaciones demoledoras de Marxsobre lo que llama la "mentira sancio­nada" del "moderno Estado represen ta­tivo", que se ostenta como "representa­ción popular", y que en verdad no esmás que representativo y popular declase. El moderno Estado representativoes una "mentira sancionada" porque laclase no puede ser representante delnegocio general, del pueblo, del interésde toda la comunidad. Marx pone derelieve el "formalismo" dominante en elDerecho Público burgués -crítica quemantiene toda su actualidad-, con lassiguientes palabras: "el Estado constitu­cional es el Estado en que el interés es­tatal, en cuanto real interés del pueblo,existe sólo formalmente... El interésdel Estado sólo formalmente tiene rea­lidad en tanto interés del pueblo, y sólopuede tener esa realidad formal. Tal Es­tado se ha convertido en una mera for­malidad, en el haut goút de la vida po­pular, en una ceremo¡úa. El elemento declase es la mentira sancionada, legal,de los Estados constitucionales: que elEstado es el interés del pueblo, o queel pueblo es el interés del Estado. Estamateria se descubrirá en el contenido(es decir: los intereses realmente prote­

gidos, afirmados, legalizados, son los in­tereses de la burguesía) ... ella (laburguesía) , se ha establecido como poderlegislativo (la forma) , precisamente por­que el poder legislativo tiene a lo uni­versal como su contenido ..." (301). Omejor ~licho, debería tenerlo: el poderlegislativo se ostenta como contenidouniversal porqüe históricamente fue elvehículo de las reivindicaciones burgue­sas contra la monarquía absoluta; supe­rado ese momento histórico, el poderlegislativo se ha convertido en una sim­ple forma del. interés general. En la ac­tualidad, el poder legistivo es el "refle­jo" de la clase dominante; es decir, supretendida universalidad no es más queuniversalidad formal.

Irónicamente nos dice Marx: "Es unprogreso de la historia que ha cambiadolas clases polí ticas en clases sociales, de¡¡¡QUa que, corno los cristianos son igua-

les en el cielo y desiguales en la tierra,así los singulares miembros del puebloson iguales en el cielo de su mundo polí­tico y desiguales en la existencia terres­tre de la sociedad".

Para completar esta imagen abreviadade la dialéctica especulativa de Hegely de la dialéctica científica que Marx leopone, nos referiremos a la Mise1'ia de lafilosofía, en sus partes conducentes, es­crito por Marx para "responder" al Sis­lema de las contradicciones económicaso Filosofía de la miseJ'ia, de P. 1- Proud­han.

La Miseria de la filosofía consta dedos partes fundamentales: la primeraestá dirigida contra el economista Proucl­hon; la esgunda contra el filósofo Proud­hon. El plan de la obra está anunciadopor Marx desde el prefacio: "En Francia,él (Proudhon), tiene el derecho de serun mal economista, porque es conside­rado como un buen filósofo alemán. EnAlemania, en cambio, tiene el derechode ser un mal filósofo porque pasa porser uno de los mejores economistas fran­ceses. Nosotros, en nuestra doble condi­ción de alemanes (filósofos), y de eco­nomistas, estamos obligados a protestarpor ese doble error. El lector compren­derá como en este ingrato trabajo repe-

. tidamente hubimos de dejar en segundoplano la crítica del señor Proudhon poraquella de la:l¡-]05ófía' alemana (hege­liana) y concedernos, también, algunasobservaciones sobre economía políticaen general". 8

La parte que en especial nos interesaes la segunda, que lleva por título Lametafísica de la economía política, dedi­cada al análisis crítico de la metodolo­gía utilizada por Proudhon en sus tra­bajos. Marx, al estudiar a Proudhon entanto filósofo, no puede menos que re­ferirse en última instancia a Hegel, aun­que éste, según palabras de Marx, apa­rece en Proudhon' "reducido a las másmezquinas proporciones".

"Nosotros no hacemos una historia se­gún el orden de los tiempos -dice Marxtranscribiendo a Proudhon-, sino segúnla sucesión de las ideas. Las fases o ca­tegorías económicas se manifiestan unasveces contemporáneamente, otras no. Deigual manera las teorías económicas tie­nen su sucesión lógica y su serie en elentendimiento: y es este orden que nosjactamos haber descubierto". Y continúaMarx: "Decididamente el señor Proud­hon ha querido impresionar a los fran­ceses lanzándoles al rostro frases casihegelianas. Nosotros, por tanto, debemosarreglar cuentas con dos hombres: conProudhon, primero; después con He­gel". 9

Marx afirma que las relaciones deproducción de la burguesía, la divisióndel trabajo, el crédito, la moneda, etc.,son consideradas por los economistas co­mo categorías fijas, inmutables, eternas.Proudhon, que ha encontrado en sum~ndo esas c~tegorías ya formuladas, yaeXistentes, es lIlcapaz de explicarnos có­mo se han formado, cuál es la génesis deesas categorías, de esos principios, de esasleyes e ideas. Los economistas, cuandomucho, pueden explicarnos de qué ma­nera tiene lugar la producción dentrode unas ciertas relaciones, pero son im­potentes para explicar cómo se han pro­ducido dichas relaciones; es decir, sonimpotentes para explicar el movimientohistórico que las ha generado. Es porello que Proudhon, quien ha tomadolas reladones de producción de la bur-

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guesía como principios o categorías abs­tractos, no tiene más que poner en ur­den esas categorías en el pensamiento,para "explicarnos" su naturaleza. El ver.dadero material de los economistas, nosdice Marx, no es otro que la vida activay actuante de los hombres; el materialde Prouelhon, en cambio, no es otro quelos dogmas de los economistas. Desdeel momento en que lo que interesa noes el movimiento histórico que ha dadoorigen y explica las relaciones de pro­ducción -las categorías de la economíano son otra cosa que la expresión teóri­ca de esas relaciones-, sino más bien lascategorías en sí, como ideas o pensa·mientos espontáneos, independientes delas relaciones reales de producción, seestá obligado a localizar su "origen" enel movimiento de la Razón Pura. "¿Có­mo la razón pura, eterna, impersonal,origina estos pensamientos?, se preguntaMarx. Si tuviésemos la audacia del se­ñor Proudhon en materia de hegelianis­mo -continúa-, diríamos: ella se dis­tingue en sí misma de ella misma. ¿Quécosa significa ésto? Desde el momentoen que la razón impersonal no tienefuera de sí ni terreno en que apoyarse,ni objeto al que oponerse, ni sujeto conel cual componerse, se ve obligada alsalto mortal, poniéndose, oponiéndose ycomponiéndose. .. la tesis, la antítesis,la síntesis. Para quien no conozca el len­guaje hegeliano, repe~iremos la .f?rmulasacramental: afirmaClón, negaclOn, ne­gación de la negación." 10 En otras pa­labras: en Hegel, el movimiento dialéc­tico es movimiento de la razón, en símisma y por sí misma: la razón se afir·ma a sí misma, después se "niega" en elanúlisis ele sí misma, y por último, su­pera en la síntesis la contradicción queha surgido del análisis (puramente in­telectual). La razón se recobra a sí mis­ma, se afirma en la contradicción, tomaconciencia de sí. Proceso, sin embargo,que se desarrolla como puro pr.oceso ló­gico, intelectual, en el dommlO de larazón pura.

Si este es el métoelo con el que operaneconomistas como Proudhon, no debesorprendernos que toda la realidad ~ossea presentada por ellos como una Sim­ple categoría lógica. Si a fuerza de abs­tracción hemos convertido las "cosas" encategorías lógicas, no tenemos sino quehacer abstracción de los caracteres par­ticulares, específicos, de cada uno de losmovimientos de la historia, para llegaral estado abstracto del movimiento, esdecir, al movimiento pummente formal,a la fórmula puramente lógica del mo­vimiento. Si encontramos en las catego­rías lógicas la sustancia de todas las co­sas, podemos también sostener que lafórmula lógica del movimiento es el mé­todo absoluto, capaz de explicar no sola­mente la naturaleza y estructura de larealidad, sino el movimiento de la mis­ma. Marx nos dice que es precisamentede ese método que Hegel habla en lossiguientes términos: El método es la fuer­za absoluta, única, suprema, infinita, ala cual ningún objeto puede resistir, esla tendencia de la razón a Teconocerseella misma en todas las cosas (Lógica,vol. 111) . Si cada objeto es reducido a sucategoría lógica y todo movimiento, to­do acto real y concreto de producción,es reducido al método, debemos con­cluir que toelo el enjambre de productosy de actos de producción, de objetos yde movimientos, no es otra cosa que me­tafísica aplicada. "Lo que Hegel ha efe,·

Page 4: DIALÉCTICA ESPECULATIVA y DIALÉCTICA CIENTÍFICA · cIerto material y enunciar algunos problemas. El desarrollo amplio y la discusión de esos pro· blemas -enparticular el de las

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tuado respecto de la religión, del dere­cho ete., el señor Proudhon intenta ha­cerl~ respecto de la economía política." 11

Si aplicáramos este método a las catego­rías tle la economía política, concluye;\Iarx, lo que obtendríamos es la lógica\' la metafísica de la economía, pero noía riencia de la economía. El paralelismoentre los métodos de Hegel, para quien"totlo lo que ha sucedido y sucede es, nim;ís ni menos, lo que sucede en su pro­pio razonamiento", y de Proudhon, paraquien "no hay historia según el ordentle los tiempos, sino sucesión de las ideasen el entendimiento", es perfectamenteclaro.

Para Marx, las categorías económicasson la expresión teórica, la abstraccióntle las relaciones sociales de producción.Proudhon, en cambio, no ve en esas re­laciones sociales otra cosa que la encar­nación de principios, de categorías ló­gicas. Su método lo ha llevado a hiposta­sial' esas categorías y a tomarlas por ver­daderos cntes reales. Proudhon "ha com­prendido que los hombres fabrican elpaila, la tela, las sedas, dentro de deter­minadas relaciones de producción. Perono ha comprendido que cstas relacionessociales determinadas son producto dclos hombres, exactamente como lo sonla tela, el lino, etc.". Y tampoco ha en­tendido que "los mismos hombres queestablecen relaciones sociales conformea su productividad material, producentambién los principios, las ideas, las ca­tegorías, conforme a sus relaciones so­ciales. Por consiguiente, dichas catego­rías son tan poco eternas como las rela­ciones que expresan. Ellas son productoshistóricos, transitorios".12 Y más aún:"Los cconomistas tienen una manera sin­gular de proceder. Para ellos no existensino dos clases dc instituciones ... Lasinstituciones del feudalismo son institu­ciones artificiales, las de la burguesíainstituciones naturales." Es precisamentepor esa razón que para los economistasburgueses "hubo historia, pero ahora noexiste más". 13

En estas observaciones críticas deMarx, sobre lo que debe ser el métodopropio de la economía, y en general delas Ciencias Sociales -método que Marxno desarrollaría y aplicaría en todo sualcance sino hasta El Capital-, queda dcmanifiesto, una vez más, la improceden­cia científica y la esterilidad cognoscitivade la especulación, de la dialéctica es­peculativa, debido a sus puntos de par­tida apriol"i, a sus peticiones de princi­pio, y en fin, a su incapacidad para des­cubrir y analizar las determinacionesconcretas de la realidad. Una de lasgrandes enseñanzas de Marx, en materiade metodología, consiste en afirmar quesólo hay una manera de aproximarnosefectivamente a la historia real -a lahistoria que se vcrifica "cn orden altiempo"-: el conocimiento dc los hc­chos por vía expcrimental, científica; elanálisis riguroso de los "componentes"de la realidad, en dondc las hipóstasissean sustituidas por las hipótesis y losapriori por las prevenciones experimen­tales.

NOTAS

l El manuscrito de Marx (K,-itik des Hegel­sehen Staatsreehts) , fue publicado por primera"ez en 1927, en el primer volumen de la edicióncrítica del Instituto Marx-Engels de Moscú. Endicho escrito incompleto, Marx emprende lacrítica, parágrafo por parágrafo (del 261 al:11:1). de la Filosof;" del Dererho <le Heg-el:

llI,ís exactamente, de ,aquella parte de la obrade Hegel que trata de la Constitución internadel Estado. La conocida Contribución a la crí­tiel/ de la filosofia del derecho de Hegel (Zu,­Kritik de,- Hegelsehen Reehtsphilosophie) , des­tinada a servir de introducción a la critica ge­neral dc la teoría del Estado y del Derecho deHegel, fue publicada en los "Anales franco­alemanes" (1-11, Paris. febrero de 1844).

2 Nos hemos servido de la edición italiana(Critica della filosofia Hegelill1/1l del Di,-il.tllPubblieo. Ed. Rinascita. 1950, Roma) y de lafrancesa (Critique de la Philosopllie de [,Elat,de Hegel. A_ Costes, 1948, Paris). En el texto.nos concretaremos a sella lar el número dcl pa­rágrafo comentado por Marx.

3 "La observación empírica debe, en cadacaso particular, empíricamcnte y sin ningunamistificación o especulación, mostrar la conexiónentre la estructura social y política con la pro­ducción. La estructura social y el Estado surgencontinuamente del proceso vital de individuosdeterminados, pero de los individuos, no comoellos puedan aparecer a su propia reprcsenta­ción o en la de los otros, sino tal como ellosson "ealmente; es decir, como actúan, producenmaterialmente, tal como son activos dentro de

PLANETASPor .lohn LEAR

"LA ASTRONOMíA ha pasado por. tres grandes revoluciones du-

rante los últimos cuatrocientosaños. La primera fue la revolución deCopérnico, que cambió la posición dela tierra, colocándola a ISO millone:1de kilómetros del centro del sistema so­lar. La segunda ocurrió en 1930, cuan­do por' los trabajos de R. J. Trumpleren el Observatorio Lick, nos dimoscuenta de quc el sistema solar no est<Íen el centro dc la Vía Láctea, sino auna distancia de 30,000 años luz, en lInaespiral relativamente opaca. La terceraestá ocuriendo ya, y queramos o no, te­nemos que tomar parte de ella. Quedaexpresa en la siguiente pregunta: "¿Es­tamos solos en el universo?"

"Por intuición, todos pcnsamos que lahumanidacl es algo único, algo que sólocxiste en la tierra; y que todos los fc-

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limites, prcsupuestos y condiciones materialesdeterminadas independientemente de su volun­tad." (K. Marx. Idéologie AI/emll/ule, A. Cos­tes, 1953. Paris, pp. 155-156.)

4 !\Ilcolao Merker. Vlla disClIssiolle SIII/adialettica. en "Societ""', NQ 5, oclttbre, J956.

!; K. Marx, op. cil., p. 157.(i K. Marx. Prólogo de 1873 a la ~" edición

de El Capilal.7 "Mi af;ín científico me llevó a climinar

dc la filosofía todo lo que usurpa ese nombrey a demostrar la adecuación de la filosofía conaquellos principios fundamelllales que el Es­tado necesita. y en primer t","mino con aquellosque bajo el gobierno dc S. M. cl Rey y bajola dircccióu de Su Alteza. han conscrvado, otenido la suertc de conservar el Estado prusianoal que IlIC honro en pertcnecer." (Carta dc Hc­gcl al ministro Hardemherg sobrc la Filosofíadel De,-ecllO.)

R K. Marx. Mishe de la j,I,illl.HJj,llic. 1\. Cos-tcs. 19!}O. Paris, p. 125.

!l Op. cil., pp. 120-121.10 Op. cil.., pp. 121-122.11 01'. cit., pp. 122-123-121.I~ 01). eil., pp. 127-128.13 (1). cit., p. 14:1.

nómenos del universo lo son para nues­tm placer y bcneficio. Pero cl gran nú­mero de astros que deben tener planetasen sus órbitas, los muchos biólogos quehan llegado a la conclusión de que lavida es una propiedad inherente a al­gunos tipos de moléculas mezcladas, oagregados de moléculas, la semejanzaentre los elementos químicos que se pre­sentan en todo el universo, la luz y elcalor emitidos por astros de tipo solar,y la existencia de agua no sólo en laTierra sino en Marte y Venus, nos obli­gan a examinar nuestro pensamiento."

"En toda la historia de la ciencia, elhombre ha sido capaz de diferenciar cla·ramente las leyes que cleterminan laspropiedades de la materia muerta y lasque implica el reconocimiento de inte­ligencia. Desde luego, hace ya tiempoque se han reconocido los efectos indi­rectos de organismos vivos sobre mate­rias muertas. Sabcmos que la abundan­cia de oxígeno en el aire es biogenésica,como también lo es la composición dela mayor parte dc la superficie sólidade la tierra. Y hacemos conjeturas encuanto a que la escasez de oxígeno en