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    Las plantaciones de caf sombra son sistemas agroforestales que combinan la produccin agrcola con el cuidado ambiental para mantener la capacidad de los bosquesde proveer servicios. Un estudio de valoracin ambiental de la zona ha considerado laprovisin de un bien (lea) y tres servicios ambientales: a) proteccin de la produccinde agua y control de inundaciones; b) estabilizacin y mantenimiento de suelos, y c)mantenimiento de la biodiversidad. El estudio no considera el servicio ambiental defijacin de carbono por la utilizacin como combustible de la lea resultante de laspodas anuales.

    Se estima una produccin de madera por hectrea de 14 m3/ha/ao, con un valor de 4dlares por m3 (56 dlares/ha/ao). El valor de los otros tres servicios ambientales es de21 dlares/ha/ao. Por tanto, el valor total es de 77 dlares/ha/ao.

    Cuadro 5

    ESTIMACIN DE LOS DAOS AMBIENTALES

    Cuadro 4

    VALOR DE LOS SERVICIOS AMBIENTALES DE LOS BOSQUES

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    Anexo XIV

    EL SISTEMA DE ZONAS DE VIDA

    Desde hace muchos aos se ha reconocido la relacin entre clima y vegetacin; de ahque varios investigadores, con el fin de ubicar geogrficamente los diferentes hbitat ybiomas naturales, hayan tratado de crear un sistema de clasificacin ecolgica mundial.Los factores fsicos ambientales (suelos, nutrimentos, patrones de clima, iluminacin,estacionalidad, humedad), invariables o cclicos y caractersticos de una regin, sondeterminantes para los ecosistemas naturales con los que se identifica biolgicamenteesa zona. Sobre la base de estos parmetros ambientales, o de este determinismo ambiental, es que parte el mtodo para el establecimiento de las zonas de vida de L.Holdridge. Mediante este sistema se reconocen las unidades naturales discretas, de talforma que pueden diferenciarse fcilmente en el campo, ya sea por la vegetacin natural original o por alteraciones notables en sta. Su aplicacin es posible en cualquierparte del planeta, ya que se basan en parmetros universales que se pueden medir confacilidad en cualquier regin, y con la misma exactitud, y llevarse al modelo en unmismo formato.

    Las ventajas de este sistema son:

    1. Expresin cartogrfica til de las diferentes categoras o formaciones vegetales que componen una comarca, regin, pas o continente, en todas susvariaciones latitudinales, altitudinales, incluyendo influencias climticas, edficas, hidrogrficas, etctera.

    2. Determinacin de la calidad y el potencial de los servicios de los ecosistemasde determinadas zonas (por ejemplo, produccin de agua y captura de dixido de carbono).

    3. Pronstico de un posible impacto ambiental y la degradacin del ambiente porefecto de algn desarrollo o por determinados eventos naturales de granfuerza.

    4. Seleccin de los lugares que brindan mejores oportunidades para actividadesespecficas en materia agrcola, forestal y pecuaria (planificacin del uso dela tierra).

    5. Identificacin de las comunidades naturales existentes, resaltando la importancia relativa de su conservacin.

    6. Prediccin de escenarios biogeogrficos producidos por cambios en el climay la temperatura global.

    Los principales elementos de anlisis del Sistema de Zonas de Vida (Holdridge, 1979)son: a) expresin del factor calor por medio de la biotemperatura; b) uso de una progresin logartmica en los incrementos del calor y la precipitacin para expresarcambios significativos en las unidades de vegetacin natural; c) determinacin de larelacin directa entre biotemperatura y evapotranspiracin potencial (humedad) y larelacin entre humedad y evapotranspiracin real, y d) relacin directa entre evapotranspiracin real y productividad biolgica (Tosi, 1997), la cual se vincula ntimamente con los servicios ambientales.

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    El Sistema de Zonas de Vida expresa, en resumen, la relacin entre el ambiente fsico yel conjunto de la biota terrestre organizada en unidades con tres niveles jerrquicos, asaber:

    Nivel 1: Bioclima o zona de vidaNivel 2: Asociacin vegetal o ecosistemaNivel 3: Estado sucesional (cubierta vegetal presente)

    Por tanto, el sistema se basa en que ciertos grupos de ecosistemas o asociaciones vegetales presentan una correspondencia clara con determinados mbitos de temperatura, precipitacin y humedad, de tal forma que puedan definirse estos parmetros climticos para agruparlos de manera objetiva y balanceada. A estas agrupaciones, Holdridge las denomin zonas de vida, es decir, conjuntos naturales deasociaciones (segundo orden en su sistema jerrquico), cada una de la cuales incluye unacadena de unidades de paisaje o medios ambientales diferentes (que abarcan desde pantanos hasta cimas divisorias de aguas). Al mismo tiempo, las zonas de vida comprenden divisiones igualmente balanceadas de los tres factores climticos principales, es decir: calor, precipitacin y humedad. Holdridge reconoce que se puedendiferenciar estas asociaciones segn los pisos altitudinales que se encuentran en elrelieve de una regin. De esta categorizacin resulta una multiplicidad (consistente conla realidad) de ecosistemas potenciales o asociaciones vegetales dentro de cada una delas 120 zonas de vida o bioclimas que podran cubrir la superficie del planeta. Las asociaciones vegetales han sido modeladas en 10 categoras generales que se presentan a continuacin:

    - Una asociacin climtica- Tres asociaciones atmosfricas

    * Asociaciones por temperatura (clida, fra)* Asociaciones de humedad (seca, hmeda)

    - Cinco asociaciones edficas

    * Asociaciones de humedad (seca, seca-hmeda, hmeda)* Asociaciones de fertilidad (frtil, estril)

    - Asociacin hdrica

    Ms an, cada uno de esos sistemas incluye un variadsimo mbito de posibles etapassucesionales, hasta llegar a un estado de clmax o, segn las perturbaciones, disturbiospor fenmenos naturales o intervenciones antrpicas. De esta manera, considerandotodos los niveles, la vegetacin de cada uno de los estados sucesionales que se encuentran bajo un conjunto de condiciones se describe en trminos fisionmicos y noflorsticos.

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    Validacin del sistema. El Sistema de Zonas de Vida se ha validado en grandes reas deltrpico y subtrpico, de las cuales se han hecho mapas a partir de slo unos cuantosdatos meteorolgicos y estableciendo la relacin del clima con la vegetacin y el patrnde uso de la tierra. As, todos los pases de Amrica Central, Bolivia, Colombia,Repblica Dominicana, Ecuador, Hait, Jamaica, Paraguay, Per, Puerto Rico, SantaLuca y Venezuela, cuentan con mapas ecolgicos realizados a partir del Sistema deZonas de Vida. Tambin los tienen Australia, Brasil, Mxico, Mozambique, Nigeria,Tailandia, Timor, Papa Nueva Guinea y los Estados Unidos, estos ltimos en un nivelpreliminar, de macroescala o parcial. En la mayora de los pases, los mapas vienenacompaados por una memoria descriptiva y explicativa.

    1. Determinacin de la zona de vida con datos climticos

    En este sistema, las zonas de vida se definen con base en los valores promedio anualesde calor (biotemperatura), precipitacin, humedad y altura sobre el nivel del mar. Lasdefiniciones son:

    Biotemperatura: la temperatura promedio anual en grados centgrados que estil para el crecimiento de las plantas. Se estima que sta oscila entre 0oC y 30oC.Precipitacin: el valor usado es el promedio anual de agua, en milmetros, quecae en forma de lluvia, nieve o granizo.Humedad: es determinada por la relacin entre temperatura y precipitacin,independientemente de otras fuentes de humedad. La medida que funcionaadecuadamente se llama relacin de evapotranspiracin potencial (enmilmetros), la cual se obtiene multiplicando el factor 58.93 por labiotemperatura.

    a) Segundo y tercer nivel del Sistema de Zonas de Vida

    Holdridge defini las zonas de vida con base en parmetros de aplicacin mundial,como la biotemperatura, la precipitacin y la humedad. Sin embargo, en el nivel delpaisaje local, la influencia de otros factores ambientales juegan un papel importante enla determinacin de los ecosistemas en la actualidad. Estas condiciones sirven de marcoa las asociaciones que constituyen el segundo nivel del sistema e incluyen, por ejemplo, el tipo de suelo, el patrn de distribucin de la precipitacin, los regmenes dehumedad del suelo, la ocurrencia de vientos fuertes cargados de humedad o no y la presencia de neblina frecuente. El efecto de uno, o varios de estos parmetros, hace queel sitio parezca como si estuviera ms a la izquierda o la derecha, arriba o abajo dedonde est el punto en el diagrama de zonas de vida.

    La composicin florstica, la estructura y la fisonoma de la vegetacin de una regin opas en general disminuye en variedad conforme se asciende a las formaciones de mayoraltura en una misma latitud; por ejemplo, si se compara el bosque hmedo tropical conel subalpino cerca del ecuador terrestre. Tambin se observa un fenmeno similar con-forme disminuye la precipitacin y aumenta la estacionalidad dentro de un piso latitu-dinal; por ejemplo, si se comparan el bosque seco tropical basal con el bosque muyhmedo tropical del mismo piso.

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    Dentro de una zona de vida o formacin, los factores limitantes condicionan o posibilitan el desarrollo de diversas asociaciones: manglares, zonas costaneras rocosas,lagunas, bosque anegable, laderas secas, colinas ventosas y una variedad ms de sistemas.

    Se reconocen cuatro clases bsicas de asociaciones (con posibles combinaciones entres): las climticas, las edficas, las atmosfricas y las hdricas. Las asociaciones climticas ocurren cuando tanto la precipitacin y su distribucin mensual como labiotemperatura son normales para la zona de vida, no hay aberraciones atmosfricas como vientos fuertes o neblinas frecuentes y el suelo conforma la categora zonal.Las asociaciones edficas se presentan cuando las condiciones del suelo son ms (omenos) favorables que el suelo normal (suelo zonal) para la zona de vida donde stasocurren. Las asociaciones atmosfricas son aquellas en donde el clima se aparta de lonormal para el sitio. Las asociaciones hdricas se observan en terrenos cenagosos, dondeel suelo est cubierto de agua durante todo el ao o parte de ste. La categora incluyereas con aguas dulces, salobres y marinas, pero lgicamente excluye todas las reas deaguas profundas.

    En general, las asociaciones hacen que la fisonoma de la vegetacin parezca ms hmeda o ms seca de lo normal para la zona de vida. Por ejemplo, una asociacin edfica frtil con suplemento adicional de agua de un bosque hmedo tropical (bosquede galera) tiene un rea basal similar al bosque muy hmedo tropical; por otra parte, seda el caso de un sitio que, aunque se le clasifique como bosque seco tropical, da laimpresin de ser un bosque tropical muy seco; esto se debe a la existencia de un climamonznico, con un suelo vertisol que es muy hmedo en la poca de lluvias y se seca yagrieta en el verano.

    El tercer nivel del sistema contempla los cambios temporales de los ecosistemas, ya seanproducto de la sucesin natural o introducidos por el hombre o los animales. El Sistemade Zonas de Vida cataloga dichos cambios como de estado sucesional, los cuales, debidoa su corta duracin, reciben el mismo tratamiento que el de uso de la tierra.

    Debe tenerse cuidado con las diferencias aparentes entre la vegetacin existente en elterreno y el nombre de la zona de vida. Sucede en algunos casos que el nombre de lazona de vida corresponde a la vegetacin original de la asociacin climtica del lugar ylo que se encuentra all en el momento del levantamiento de campo puede ser algn estado sucesional o una asociacin diferente a la climtica. La duda aparente sobrevieneporque no se est aplicando el nivel apropiado del sistema. Donde quiera que la vegetacin haya sido alterada por las actividades humanas, por ejemplo, la nomenclatura de la zona de vida se considera como predictiva de la vegetacin potencial (o ideal) si ese territorio hubiese conservado su hbitat original.

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    BIBLIOGRAFA

    Fournier, L. A. (1972), Algunas observaciones sobre la nomenclatura de los pisos altitudinales en el Sistema de Zonas de Vida de Holdridge, Turrialb 22(4) 468-469.

    Grenke, W., W. H. Hatheway, T. Liang y J. Tosi (1971), Forest environments in tropicallife zones: A pilot study, Pergamon Press, Oxford.

    Holdridge, L. R. (1979), Ecologa basada en zonas de vida, Editorial IICA, San Jos,Costa Rica, 1a. edicin.

    Jimnez-Saa, H. (1993), Anatoma del Sistema de Ecologa Basada en Zonas de Vidade L. R. Holdridge (indito), Curso Internacional de Ecologa Basada en Zonas de Vida,San Jos, Costa Rica, 22 de febrero al 13 de marzo de 1993, Centro Cientfico Tropical,San Jos, Costa Rica.

    Tosi, J. (1997), An ecological model for the prediction of carbon offsets by terrestrialbiota, Occasional Papers, No. 17, Tropical Science Center, San Jos, Costa Rica.

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    II. EL IMPACTO DE LOS DESASTRES SOBRE LAS MUJERES

    1. Introduccin

    El enfoque de gnero es nuevo en el Manual para la evaluacin del impacto social,econmico y ambiental de los desastres. Su inclusin se debe a mltiples razones, entreellas, el reconocimiento de que hombres y mujeres acusan efectos propios de su sexofrente a las situaciones de desastre. Ante esa realidad es preciso tener claro el enfoquede gnero para poder apoyar a la mujer a que enfrente el desastre y potenciar sus capacidades para sobrellevar tales situaciones. Asimismo, la manera de abordar las tareas o proyectos de reconstruccin adquiere caractersticas distintas en correspondencia con las desigualdades de sexo vigentes en la sociedad latinoamericanay caribea.

    En efecto, en un programa de reconstruccin, as como existen proyectos diseados pararestablecer la produccin de determinado sector, es preciso disponer tambin de proyectos que se orienten a la atencin de las necesidades especficas de grupos vulnerables de la sociedad afectada. Esto, sin duda, facilita no solamente la recuperacin econmica sino tambin la del tejido social. En tal sentido, determinar elimpacto sobre las mujeres de un pas o regin afectados por un desastre resulta indispensable al momento de disear acciones y proyectos que contribuyan a reducir sucosto de oportunidad y aumentar su capacidad de recuperacin. Por otra parte, los desastres deben ser vistos como una oportunidad para lograr mejores condiciones devida, lo que incluye un trabajo por una mayor equidad entre los sexos. Es decir, la reconstruccin no debe considerarse como un simple proceso de reposicin de lo perdido, sino tambin como una oportunidad para la realizacin de acciones que disminuyan la vulnerabilidad de los grupos ms desfavorecidos, favorezcan la equidadentre los sexos y mejoren las condiciones de vida de las mujeres.

    Cabe recordar que una de las consecuencias de un desastre es la descapitalizacin de lasmujeres y la disminucin de su participacin en las actividades productivas de los sectores formal e informal. Las mujeres sufren los efectos de las prdidas o los daosdirectos en vivienda y medios de produccin, a la vez que acusan costos de oportunidad relativamente elevados en trminos de la prdida de sus ingresos por tenerque dedicarse temporalmente a tareas de emergencia, rehabilitacin y reconstruccin noremuneradas, adems de que aumenta su trabajo reproductivo1 como el cuidado delos hijos debido al cierre temporal de las escuelas cuando stas se usan como alberguespara los damnificados, el cual tampoco representa un ingreso.

    1 El trabajo reproductivo se define como aquellas actividades de la mujer necesarias para la renovacin de lafuerza de trabajo (cuidado infantil, formacin de futuras generaciones de recursos humanos, alimentacin, entreotras); las actividades referidas a la disponibilidad actual de una fuerza laboral productiva (cuidado y limpiezade los hogares, alimentacin, atencin y cuidado personal en el mbito del hogar y comunitario), as como laatencin a la fuerza laboral que por edad, enfermedad o discapacidad (cuidado de nios, enfermos y ancianos)no aporta activamente al trabajo productivo.

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    Al respecto es preciso reconocer que, dentro del costo de vida del hogarindependientemente de quien ocupe la jefatura del mismo, la mujer efecta aportestan importantes como los del hombre. En efecto, la mujer que no tiene empleo remunerado obtiene ingresos para el hogar a travs de diversas actividades del sectorinformal trabajo vinculado con la economa de patio o con micro o pequeasempresas ubicadas dentro del mismo hogar que le permiten compatibilizar las tareasproductivas con las reproductivas. Si se valorizara el producto de tales actividades noestn incluidas dentro de la contabilidad nacional, seguramente que el aporte monetario entre sexos al hogar sera ms equilibrado.

    Si bien el tema de gnero debe abordarse en forma transversal a lo largo de toda la evaluacin del impacto tanto en las divisiones sectoriales como en la espacializacindel dao, en esta versin revisada del manual se ha optado por incluirlo en dos partes.La primera incluye en cada sector social, econmico y ambiental una seccin adicional acerca de la forma de evaluar el impacto que los desastres tienen especficamente sobre las mujeres. La segunda conforma un captulo aparte que permiteobtener una primera estimacin del impacto diferenciado de un desastre sobre lasmujeres parte de cuyo trabajo no queda registrado en las cuentas nacionales, y quetiene por objeto contribuir a orientar hacia ellas los proyectos de reconstruccin.

    Resulta obvio que ser preciso tener en cuenta, y sealarlo as en el documento respectivo de evaluacin, que esta ltima evaluacin transversal no es estrictamentecomparable con la evaluacin global que se haga acerca del impacto econmico deldesastre, por cuanto como ya se indic anteriormente existen algunos parmetrosvlidos para la evaluacin referida al impacto diferenciado sobre las mujeres que noestn contemplados en la contabilidad nacional. Adicionalmente, ser preciso sealarque se podra producir una doble contabilidad al sumar el impacto sobre las mujeres conlos impactos sectoriales, por cuanto los primeros ya estaran contabilizados en los segundos.

    2. El impacto global del desastre sobre la mujer

    Como ya se seal previamente, cada sector deber producir informacin lo ms pormenorizada posible para poder evaluar el impacto global del desastre sobre lasmujeres. Dicho de otra forma, cada sectorialista deber proporcionar al encargado de laevaluacin del tema de la mujer datos que permitan efectuar el anlisis del efecto global del impacto sobre ella en el pas o regin afectado por el desastre.

    Se describe en seguida la metodologa para llevar a cabo una medicin del impacto global sobre la mujer de un desastre de cualquier origen. Al igual que en los dems sectores del manual, se clasifican los daos en directos (sobre los acervos) e indirectos(sobre los flujos econmicos).

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    a) Daos directos

    La cuantificacin de los daos directos para el caso de la mujer se refiere a todos losacervos que ella posee, es decir, a las prdidas o daos en su vivienda, cuando ella espropietaria del hogar; el mobiliario y equipamiento domsticos, tambin en el caso deque ella sea la duea; los equipos y maquinaria que utilice para su produccin, sea enpequeos talleres o en micro y pequeas empresas basadas en el hogar; los acervos quepueda tener en los sectores productivos; los animales de crianza, plantaciones o cultivosde economa de patio,2 y los inventarios de la produccin almacenados en la viviendao sitios adyacentes.

    Las estimaciones referentes a estos acervos perdidos o daados, propiedad de lasmujeres, provendrn directamente de las evaluaciones sectoriales de daos al sector privado, en las que se habr incluido la separacin de los daos por sexo. Por esa razn,el evaluador del tema de la mujer deber referirse a los captulos correspondientes acada sector relevante, y cooperar directamente con cada uno de los sectorialistas en talesestimaciones y desagregaciones.

    b) Daos indirectos

    En el rubro de los daos indirectos ha sido preciso innovar para poder estimar la totalidad del impacto de los desastres sobre las mujeres. Si bien el manual contemplamtodos para estimar la mayor parte de los daos indirectos, siempre que se sigan lasinstrucciones referentes a la separacin de los daos por sexo, existen algunos queataen exclusivamente a las mujeres en tanto que tienen que ver con el aumento del trabajo reproductivo que se genera a raz de un desastre y sus secuelas, y que generalmente est a su cargo.

    Son cuatro los componentes principales del dao indirecto para el caso de la mujer: laprdida del empleo productivo que realiza fuera de su hogar; la prdida de produccine ingreso en el hogar, que se refiere tanto a prdidas o daos a la economa de patiocomo a las micro y pequeas empresas que la mujer maneje desde el hogar; el aumento en el trabajo reproductivo, y otros daos de tipo financiero que tambin se presentan cuando la mujer tiene deudas o financiamiento no completamente saldado.

    i) Prdida de empleo e ingreso productivo fuera del hogar. Se trata en este casode la prdida temporal de trabajo remunerado que la mujer realiza fuera decasa, sea en labores domsticas, industriales o comerciales, e incluso de carcter tcnico, profesional o ejecutivo. Tales interrupciones temporales seproducen como consecuencia directa de los daos en los sistemas formales deproduccin, y su duracin depende del perodo requerido para el restablecimiento o reconstruccin de aqullos.

    Nuevamente, las estimaciones para este rubro deben basarse en la evaluacin sectorialo la referente al empleo, y el evaluador deber cooperar con los especialistas en losdems sectores para facilitar la desagregacin de los daos por sexo.

    2 La economa de patio incluye la crianza de aves y ganado menor, y su aprovechamiento a travs de huevos,leche y derivados, etc., as como la cosecha de rboles frutales y pequeos sembrados de subsistencia ubicadosen torno a la vivienda.

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    De cualquier manera, el clculo para este tipo de daos se obtiene del nmero de das osemanas de interrupcin de labores remuneradas y el salario unitario promedio de cadaestrato de ingreso, ocupacin o profesin. Los salarios unitarios deben ser los mismosque se utilicen para cada uno de los sectores, cuyas fuentes se describen en los captulos correspondientes. Obviamente, el perodo de interrupcin de labores debe sercoincidente con el utilizado para el anlisis de los dems sectores.

    ii) Prdida de produccin e ingreso en el hogar. En este apartado se trata de estimar la interrupcin temporal de la produccin y la obtencin de ingresosde la mujer en el hogar, independientemente de si ella ocupa la jefatura delmismo. Estas prdidas temporales se refieren tanto a las correspondientes a laeconoma de patio, como a las de las pequeas y medianas empresas que lamujer opere desde su hogar.

    Algunas estimaciones acerca de las prdidas temporales en la economa de patio las llevan a cabo por lo general tanto el especialista en vivienda como el especialista en elsector agropecuario. Es preciso en este caso asegurar que en dicha estimacin el especialista efecte, en cooperacin con el especialista en gnero, la evaluacin de aquellas prdidas que corresponden a cada sexo y estimar conjuntamente el perodorequerido para la recuperacin de la actividad. Adems, ser preciso levantar una muestra representativa de las mujeres afectadas para determinar si las estimaciones realizadas por los sectorialistas cubren todos los rubros que componen la economa depatio o si, por el contrario, ser preciso realizar estimaciones adicionales para completarlas.

    La evaluacin de las prdidas de produccin en el caso de las micro y pequeas empresas formales normalmente la realizan los especialistas en materia de industria,comercio y servicios. El especialista en empleo coopera estrechamente con los anteriores con objeto de estimar o medir el desempleo o las prdidas temporales deingreso debidas a la interrupcin temporal de la produccin. El evaluador del tema de lamujer deber trabajar en estrecha cooperacin con aqullos para facilitar la separacinde estos daos indirectos por gnero. Al igual que en el caso de la economa de patio,convendr realizar un muestreo entre las mujeres afectadas con el propsito de asegurarque se haya incluido toda la prdida, o para determinar si es necesario complementar lasestimaciones de los sectorialistas con estimaciones adicionales provenientes delmuestreo.

    En cuanto a las prdidas de produccin en las micro y pequeas empresas informales delas viviendas destruidas o afectadas debe producirse una similar cooperacin entre elespecialista en el tema de la mujer y los especialistas en materia de industria, comercioy servicios. La forma de estimacin o medicin de tales prdidas se describe en los captulos correspondientes, y el perodo de recuperacin de dicha produccin debe estimarse de forma coordinada con los referidos especialistas.

    iii) Aumento en el trabajo reproductivo. Las situaciones de desastre siempre traenconsigo un aumento en el trabajo reproductivo no remunerado de la mujer, quepara ella significa un mayor desgaste tanto fsico como emocional, cuyacuantificacin es preciso realizar con el propsito de disponer de informacinsobre el impacto total del desastre sobre la mujer.

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    Esta tarea habr de recaer en el especialista en gnero, apoyado segn serequiera por el resto de los miembros de la misin de evaluacin, tanto en lo que respecta ala provisin de informacin sobre las actividades de cada sector y la forma en que sehan visto afectadas, como tambin y muy especialmente en lo tocante a ladefinicin de la duracin del perodo en que se mantendr la situacin anmala que resulta enuna mayor carga reproductiva para la mujer.

    La estimacin del aumento en el trabajo reproductivo de la mujer debe partir de unasituacin de base que es preciso establecer para cada caso particular (incluso puedendarse patrones distintos de trabajo reproductivo dentro de un mismo pas), dependiendode las costumbres o las condiciones ambientales y espaciales urbanas y rurales, porejemplo de las zonas afectadas por el desastre. Ser preciso identificar un listado delas actividades preponderantes en materia de trabajo reproductivo. Ello supondr larevisin de literatura, discusiones con especialistas locales en el tema, e inclusomuestreos rpidos cuando ello sea factible. En caso de no haber tal informacin cuantitativa, ser necesario realizar un muestreo entre las mujeres afectadas para teneruna idea al respecto, o dar por hecho que ellas destinan al menos ocho horas diarias adicho trabajo no remunerado.

    Posteriormente, ser preciso determinar mediante muestreos representativos o estimaciones el nuevo patrn de actividades reproductivas que la mujer debe realizarcomo resultado del desastre. Ello supondr, adems de las actividades usuales de lalnea de base previamente establecida, la realizacin de nuevas actividades vinculadascon la atencin de la emergencia, la rehabilitacin y la reconstruccin, as como laampliacin de la duracin de otras que ya realizaba de antemano.

    Ejemplos tpicos del primer caso esto es, de trabajos reproductivos durante las etapasposdesastre son la cooperacin en trabajos voluntarios en los campos de refugiados,el tiempo empleado en las colas para la recepcin de alimentos, el cuidado de losenfermos, las campaas de control de epidemias, etc. En cuanto a los segundos mayortiempo destinado a tareas que realiza en su hogar cabe considerar el acarreo del aguadebido al dao en los suministros normales del lquido, la recoleccin de lea cuandolos incendios forestales daan las fuentes de abasto normales, preparacin colectiva dealimentos en los campamentos de refugiados, el cuidado de los nios que no estnasistiendo a la escuela debido al dao en los planteles, y la adquisicin de bienes querequieren de transporte pblico por caminos en mal estado, entre otros.

    Mediante una comparacin entre el tiempo destinado a actividades o trabajo reproductivo en la situacin posdesastre y el empleado en una situacin normal, o debase, ser posible determinar el aumento con las desagregaciones o especializacionespertinentes en el tiempo diario de trabajo reproductivo. ste es el valor incrementalque se puede atribuir con validez a los efectos del desastre, y ser preciso expresarlo entrminos monetarios.

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    Una forma si bien no la nica de expresar en trminos monetarios el tiempo delaumento en el trabajo reproductivo de la mujer es equipararlo con el valor del trabajoproductivo, con alguna modificacin. Por ejemplo, utilizar el salario promedio mensualde la mujer discriminado al menos en urbano y rural y dividirlo entre 30 das deocho horas cada uno, en promedio, en lugar de los 22 das laborables.

    Ahora bien, para determinar el monto total del aumento en el trabajo reproductivo de lamujer debido al desastre es preciso estimar los perodos en que se mantendr la situacinde anormalidad, que sin duda sern distintos para cada actividad, zona o sector dependiendo del tipo y la gravedad de la afectacin. El especialista en gnero debercooperar muy estrechamente con todos y cada uno de los sectorialistas para determinaro estimar con la mayor precisin posible los diferentes factores que determinarn laduracin de las distintas situaciones que aumentan el trabajo reproductivo de la mujer.3

    Una vez determinado el valor del mayor tiempo de trabajo reproductivo y los perodosdistintos para las diferentes situaciones de recuperacin posdesastre, ser posible estimar el costo indirecto total que supone el aumento de dicho trabajo femenino vlidamente atribuible al desastre.

    Cabe sealar algo que es preciso evitar para no incurrir en una doble contabilidad. Setrata del caso en que, debido a un desastre, una mujer o grupo de mujeres que residen enel lugar de trabajo se ven obligadas a interrumpir su trabajo productivo y emplear sutiempo exclusivamente en realizar trabajo reproductivo. Cuando esto sucede, es precisotener en cuenta solamente el dao indirecto que implica la prdida de ingreso debido ala suspensin temporal del trabajo remunerado, el cual sin duda habr sido ms alto queel ingreso obtenido por el mayor trabajo reproductivo al que debe dedicarse temporalmente.

    iv) Otros daos indirectos. Con frecuencia ocurren situaciones en las que lamujer, en su afn por generar mayores ingresos para la familia o por mejorarsu calidad de vida y la de los suyos, adquiere bienes mediante crditos formales o informales. Tales bienes pueden afectarse o perderse completamente ante los efectos de un desastre, y seguir como saldos nopagados de los prstamos.

    En estricto rigor, al contabilizarse la prdida de tales bienes como parte de los daosdirectos sobre el acervo familiar o la vivienda como suele hacerse por parte de losespecialistas en vivienda, comercio, industria y servicios, segn sea el caso no es vlido agregar a ello la cifra del saldo insoluto del crdito, para no incurrir en una doblecontabilidad. Ello no obstante, s resulta vlido contabilizar los intereses en los que, pormora en el pago del saldo de la deuda, se incurra a lo largo del perodo en que la mujerno logra recuperar sus ingresos normales. Incluso, tambin cabe contabilizar los msaltos intereses en que pudiera incurrirse en caso de refinanciarse la deuda para incluirtanto el saldo pendiente anterior como una nueva adquisicin de bienes para reponer losque se perdieron, en la parte correspondiente al primer componente (el de los bienes perdidos).

    3 Algunos ejemplos a tener en cuenta en este caso seran el tiempo requerido para recuperar el suministro elctrico o de agua, para rehabilitar las viviendas sean stas rurales o urbanas y las escuelas, etc., por serestos factores los que determinan el mayor tiempo que la mujer destina a tareas reproductivas.

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    El anexo XIV presenta un ejemplo de evaluacin del impacto de un desastre sobre lamujer, aprovechando informacin obtenida durante los recientes terremotos en El Salvador.

    3. Fuentes de informacin

    La informacin bsica acerca de la participacin de la mujer en las diferentes actividades sociales y econmicas de un pas se incluye, por regla general, los censossobre poblacin. En muchos de los pases de la regin latinoamericana y caribea se haniniciado ya los censos correspondientes a la dcada del ao 2000. Si los resultados detales censos recientes no estuvieran disponibles, se recomienda buscar informacin enlas ms recientes encuestas de hogares que se realizan peridicamente en los pases dela regin. Adicionalmente, en algunos pases se dispone de encuestas sobre el uso deltiempo, las cuales proporcionan informacin discriminada por sexo. La informacin delos censos de las encuestas (de hogares) se encuentra en las Direcciones Nacionales deEstadstica.

    Una segunda fuente local de informacin sobre la participacin de la mujer en las actividades de desarrollo es el Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) que anualmente publica el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que puedeobtenerse en las oficinas locales del mismo PNUD.

    Finalmente, las universidades y las organizaciones que promueven la igualdad degnero en cada pas por lo general poseen amplia informacin documental relevantepara este tipo de anlisis. El especialista en gnero deber tambin acudir a ellas pararecopilar cualquier informacin adicional relevante e incluso para lograr su cooperacinen las encuestas rpidas que sea necesario realizar durante la evaluacin.

    En cuanto a fuentes internacionales, es posible obtener informacin bsica sobre el temaen los Anuarios Estadsticos que publica la CEPAL, con la ventaja de que se trata deinformacin comparativa entre diferentes pases que se procesa empleando procedimientos comunes. Informacin adicional sobre poblacin y sus caractersticasaparece en las publicaciones y en la pgina web del Centro Latinoamericano deDemografa (CELADE). De particular relevancia ser el Sistema de Indicadores deGnero que mantiene la Unidad de la Mujer en la CEPAL, la cual brinda informacinacerca de los indicadores a nivel de pases. ste puede ser consultado en la pginahttp://www.eclac.cl/mujer/.

    El programa Redatam del CELADE es una herramienta que, empleando la informacinde los censos y/o de las encuestas de hogares de un pas o cualquiera de sus divisionesgeogrfico-polticas, permite determinar la distribucin de cualquier variable que sedesee analizar. Su fcil aplicacin y gran utilidad para las evaluaciones del impacto delos desastres ha quedado demostrada en los recientes casos de inundaciones enVenezuela de 1999 y de terremotos en El Salvador de enero y febrero de 2001.

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    Anexo XV

    EJEMPLO DE EVALUACIN DE UN CASO REAL

    La siguiente es una evaluacin del impacto global de los terremotos de enero y febrerode 2001 en El Salvador. Para realizarla se tom como base la informacin disponible enlos documentos elaborados por la CEPAL para cada uno de los eventos,4 as como laobtenida mediante un muestreo realizado por una consultora en materia de gnero quecooper en el mismo trabajo de la CEPAL.5

    1. Estimacin de los daos directos

    La estimacin de los daos directos se realiz con base en la evaluacin de los especialistas en cada sector afectado, as como de informacin obtenida mediante unaencuesta a mujeres afectadas. Con el propsito de prorratear el valor de tales daossegn el gnero, se recurri a diversos procedimientos y fuentes de informacin, comose describe brevemente a continuacin.

    a) Vivienda

    Para asignar un valor al dao directo sobre el acervo de la vivienda correspondiente alas mujeres, se adopt el criterio de identificar el monto de los aportes de cada sexo alingreso total del hogar en vez de intentar obtener cifras acerca de la propiedad de cadavivienda afectada. El proceso para hacer esto habra requerido de un perodo demasiadolargo y no necesariamente habra representado con justicia la forma como se ha financiado el costo del hogar. Se determin con base en un estudio previo que, parael pas, el aporte femenino al hogar es en promedio igual o mayor que el masculino enel 49% de los hogares del rea urbana y en el 56.6% de los correspondientes a las zonasrurales.

    Al disponerse del monto del dao directo sobre las viviendas urbanas y rurales, as comosobre su mobiliario, enseres y equipamiento, y mediante la aplicacin de los coeficientesanteriores, fue posible estimar que las prdidas en el acervo de la vivienda aplicable alas mujeres alcanzaba cifras de 146.1 millones de dlares. Es preciso sealar que, debidoal procedimiento de valoracin de los acervos asociados a la vivienda que utiliza lametodologa de la CEPAL, entre 70% y 80% del acervo de la economa de patio ya estincorporado en los daos del sector vivienda, por lo cual debe tenerse cuidado en noduplicarlo ms adelante.

    4 CEPAL (2001), El terremoto del 13 de enero de 2001 en El Salvador; Impacto socioeconmico y ambiental(LC/MEX/L.457), Mxico, 21 de febrero, y CEPAL (2001), El Salvador: Evaluacin del terremoto del martes 13de febrero de 2001 (LC/MEX/L.457/Add.2), Mxico, febrero.

    5 Arenas Ferriz, ngeles (2001), Estimacin de daos en actividades productivas realizadas por mujeres queperdieron su vivienda y en el valor sombra de su trabajo en las tareas de emergencia y rehabilitacin y reconstruccin, Madrid, Espaa.

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    b) Industria, comercio y servicios

    En este caso se recurri a las estadsticas disponibles en el pas acerca de la participacin de las mujeres en la propiedad de los establecimientos industriales, decomercio y de servicios. As, se determin que la mujer era duea del 40% de la microy pequea empresa industrial, del 60% del comercio y del 71% de los servicios. En lorelativo a la gran industria y la maquila, la propiedad es exclusivamente masculina.

    Nuevamente, una vez que los especialistas de cada uno de estos sectores efectuaron estimaciones acerca de las prdidas de acervo en cada uno de los subsectores o actividades en los que las mujeres tienen una participacin de importancia, se procedia aplicar los factores porcentuales correspondientes. El monto del dao total sobre elacervo en estos sectores aplicable a ellas ascenda a los 117 millones de dlares.

    c) Economa de patio

    En este caso particular, que comprende el acervo domstico de las mujeres para producirbienes tanto para autoconsumo como para venta ocasional, se estima un porcentaje relativamente alto en el sector vivienda, para el caso de las reas urbanas, y en el sectoragropecuario, para el de las zonas rurales.

    Los especialistas del sector vivienda y del agropecuario estimaron las prdidas de acervos productivos en el hogar y en animales domsticos. Sin embargo, un anlisis pormenorizado que tuvo en cuenta la informacin proporcionada por la encuesta realizada entre las mujeres afectadas, revel que el acervo correspondiente a la denominada economa de patio no estaba incluido dentro de las estimaciones sectoriales, y que alcanzara un valor cercano al 20% de los daos en el acervo deenseres y equipamiento del hogar en el sector vivienda, ms un porcentaje similar de losdaos en materia de stock de ganado menor. Por ello, se decidi adoptar una prdidadirecta de este acervo por un monto de 37.7 millones de dlares.

    2. Daos indirectos

    a) Prdida de empleo e ingreso fuera del hogar

    Gracias al trabajo conjunto del especialista en empleo y los dems especialistas sectoriales, se dispuso de informacin acerca del nmero de empleos que se perdierona causa del terremoto. Adems, en el Informe sobre Desarrollo Humano para el ao2000, elaborado por el PNUD, se obtuvo informacin sobre la participacin de la mujeren cada uno de los sectores productivos y su ingreso mensual promedio. Adems, lainformacin que se obtuvo por el muestreo que realiz la especialista en el tema de lamujer proporcion datos adicionales especialmente los relativos a las empleadas delhogar que perdieron su trabajo y permiti corroborar y complementar en algunoscasos las estimaciones hechas por los especialistas de cada sector.

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    Concretamente se dispuso de informacin acerca del empleo perdido por las mujeres enel sector agropecuario vinculado concretamente con las actividades cafetaleras y pesqueras y en la maquila. En el caso de las empleadas del hogar que residen en elmismo fue preciso efectuar estimaciones ms gruesas basadas en el supuesto de que un15% de las empleadas de los 150 660 hogares destruidos habra perdido su empleo,cifras que fueron corroboradas con los resultados de la muestra. En cada caso, se empleel monto del salario mensual, urbano o rural, segn fuese necesario. Todo ello a lo largode un perodo de cinco meses, estimado como requerido para la rehabilitacin y lareconstruccin ms inmediata.

    El desglose fue como sigue:

    Por lo tanto, el total de ingresos por empleo remunerado de las mujeres se estim en 34.7millones de dlares.

    b) Prdida de produccin en el hogar

    En el caso de este rubro fue preciso hacer una combinacin de informacin suministrada por las estimaciones sectoriales en torno a produccin perdida en algunosrubros, con la obtenida en el muestreo que se efectu entre mujeres afectadas.

    Concretamente, la estimacin de la prdida de produccin en la economa de patio sehizo con base en la informacin obtenida en la encuesta, luego de asegurar que la mismano estaba ya incluida en los clculos realizados por los especialistas en los sectores productivos. Se estim que dicha prdida de produccin futura sera de 25 millonesdurante un perodo de cinco meses.

    En lo referente a la estimacin de las prdidas en actividades productivas en el hogarvinculadas a los pequeos talleres o microempresas que las mujeres operan desde susviviendas, el mtodo fue similar. Con base en informacin obtenida de la encuesta amujeres afectadas se lleg a una primera estimacin de 91.8 millones, la cual se redujoen el monto ya medido y contabilizado por el especialista encargado de los sectores decomercio, industria y servicios en lo referente a micro y pequeas empresas ubicadasfuera del hogar (24 millones). De esa forma fue posible determinar la produccin perdida a lo largo de cinco meses en este tipo de produccin casera, en un monto de 67.8millones.

    En cuanto al aumento en el trabajo reproductivo de las mujeres afectadas, la estimacinprovino de los datos de la encuesta. En primer lugar, se determin que las mujeres salvadoreas destinan en promedio ocho horas diarias al trabajo reproductivo, tanto enel sector urbano como en el rural, adems del que dedican a las actividades productivas.