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    LA SOCIEDAD-TEOS'OFICAfundada en New York en 1875 por

    - H. P. BLAVATSKYLa Sociedad nn se cree capaz de establecer inmediatamentela f raternidad universal. S610se propane crear el micleo de se-mejante cuerpo. Muchos de sus miembros creen que el conoci-miento de Jas religiones y de las filosofias del mundo revelaran,junto con el principio cormin y fundamental que las unifica, es a"identidad espiritual de todas.Ias almas con la super-alma", 1 0cual constituye la base de laverdadera fraternidad; y muchostambien creen que la comprension de las fuerzas mas sutiles de 1 anaturaleza y del hombre, confirmaran la misma idea.Su organizaeion es enteramente antisectaria, sin credo, sindogma y sin ninguna autoridad que la ensefie 0 imponga. Tam-poco se hace responsable de las opiniones de sus miembros, dequienes se espera que observen hacia las creencias de los demasla misma tolerancia que desean para las propias,Se adopt6, por la Convenci6n de la Sociedad, celebrada enBoston en abril de 1895, 1aresoluci6n siguiente:"La Sociedad Teos6fica, por sus delegados y miembros reuni-dos en Convencion, proc1ama, por este medio, su fraternal volun-tad y sentimientos benevolos hacia todos los estudiantes de Filo-sofia y miembros de Jas Sociedades Teos6ficas, como quiera ydonde quiera que se encuentren. Y asi mismo proclama y afir-rna, con las referidas personas y sus organizaciones, su sincerasimpatia y acuerdo en todos los asuntos teos6ficos, excepto en 1 0que respecta a gobierno y en punto administrativo ; y los invitaa 8U correspondencia y cooperacion."Ofrece espontanearnente sus servicios, y envia sus mas fer-vientes saludos, a todos los hombres y mujeres de cualquier cas-

    ta, color, raza y creencia religiosa, que aspiren a 1a adquisicidnde 1a paz, de Ia cultura, de la simpatia desinteresada de los unosa J.Js otros, de l conocimiento del hombre y de Ia naturaleza, parala elevacion y el progreso de Ia raza humana."Declarando su confraternidad, une su mana a la de todaslas religiones y cuerpos religiosos, cuyos esfuerzos se dirijan ala purificaci6n del pensamiento del hombre y al mejoramiento desus costumbres. Y tendran gratitud, a las sociedades cientificasy a los investigadores de la sabiduria en cualquier terreno, y seancuales fueren los medios que consideraren [usto seguir, por aque-110sdescubrimientos y revelaciones de la Verdad que sirven paraproclamar 0 confirmar UDa base cientijica de la etica".Y finalmente, invlta a formar parte entre sus miembrosa

    todos los que, buscando en adelante 'ida mas eJevada, desean co-nocer e1 sendero de ella.

    Il R E V I S T f 1 T [ O S O f J G ~P U B L lG f lD A P O R L A ' R A M ~ " lJ E N E Z U E L~ "

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    S U M f \I \ IOPaginas

    Introducci6n f1 un terna, O. Niniceo. _ ; " 257Los Disdpulos, C. A. G " _ -. . 268Fragmentos, Cave . ~ . 275Cartes que me han a}rudado,W. Q. Judgf! 283

    "Ilne escultura que falta Iabrar, JUlin de Sales. ' 289Sobre la pantalle del tiempo (Un fragmento del uQuar~terly~.-T.) ............ ' 293Preguntas y Respuestas. . . . . . 294Ecos y Notas .. '.' ... " 297

    ~~ . ~ . ~~u ~ fi [ i n a [ ~ n t r a l l~ [a l ~ ~J a R a m a est a abierta todas 1115eches, especialmente 105mier-

    ~

    coles y loSsabados, rnenos loS domingos, de 7 II10 ,Y ~a sus reuniones, estudlos, & , puede aslst lr todo el que10desee, sin necesidad de previa presentaci6n ni per-tenecer II l a 50ciedad .-Es un punto de reun i6n para

    ~

    todo lnvestlgador sincero de loS problemas de la vida, ~.donde se expone todo g~nero de opinlones, de unmodo com pietamente libre y ampl io, como ha deser10 compatible con el ideal de bondad y toleran-

    ~

    cia que son de libertad y cul tura bien entendldas, ~Hay una Biblioteca orientalista bastante ex-tensa para el estudio de los concurrentes.

    d t J . Il!!!Jl d b

    ~

    E INVITA a los miembros II enviar preguntas 0 respues-tas a preguntas, oplnlones y notas sobre asuntos !eos6ficoS.Cuida ran de escr ibi r c1a ramen te , en s610 una plana de papel.Hacemos ej(tensiva esta invitaci6n IIeuantos aspiren a cono-ce re l concepto teos6f ico Ice rca de eualquier mater ia de f ilo -sofia, 0 religi6n, 0 de los rnuchos problemas de la vida. Dirl:ni;~I:~il~~~I~a m a ' W ~ n e l u ~ I a "[ A R A [ A t

    J.t..

    ,DHARmA

    PUBLICACION TRIMESTRAL REDAttlON Y ADMINISTRAtiON,NORTE 3. NUMERO38.

    CARACASCD

    SUSCRIPCION ANUAL: B 5.00

    OR ANO DE L ARAMA "VENEZUELA"

    CDSUSCRIPCION ANUAL: B 5.00

    SEGU nD A EPO afI" Dl og U OD op li ll il li t p rl SO la a lg oo D p oe d e e st er p or , ob it la o p l0 1 6 u d e IU rs lr a , Io p la e o oc lu e la " .

    I). P . B b ll t' R TSKY .A exception de los documentos oficiales, la Rama "Venezuela", de laS. T., como tal, no es responsable de las opiniones 0 declaraciones quepublique esia Reuista, sea quien [uere quien las autorice.

    Ario IV Caracas: octubre de 1916. Nurn.15

    In trodu ct ion a un tem aO. Niniceo.

    Hay una pregunta que cada quien se viene haciendo a la simpleobservaci6n del espectaculo de la vida humana: por que leyes se distri-buye, en UDamedida injusta al parecer, el sufr imiento, 0 los favores dela fortuna, en el mundo. Ese cuadro que se exhibe, a todo ojo, resaltacon los caracteres mas inverosimiles. Sugiere una contradicci6n que salea nuestro paso en el vecino, en la familia, en la ciudad, y que sorpren-demos en nosotros mismos con la desconcertante impresi6n de una para-doja, sin que nos sea posible descubrir el hila que complica y ordena sutrama. El malogro en el apto, el logro en el inepto: qui en descifra el con-trasentido? Y en efecto, conocemos a muchos de felices capacidades, deinteligencia nutrida y discreta, de voluntad perseverante, que no encuen-tran sino el fraeaso en su intento de ocupar un sitio c6modo entre.sussemejantes, y de convert ir en propicias las circunstancias adversas que 10rodean. Proyectan planes bajo el del iberado esmero del estudio, eligiendocuidadosamente los mas indispensables detalles de la previs i6n; y contodo, en la bora de su cumplimiento, interviene rornpiendolos el podersecreto de una resistencia desconocida. Esta escena se desarrolla a diaricy forma la experiencia de muchas almas. Otros nacen en el dolor y asi

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    258 DHARMA DHARMA 259van hasta la muerte, y comparecen a ilustrar este caso 10 mismo el indi-viduo obscuro que los mas bri llantes caracteres espiri tuales. Otros mar-chan por una via que sienten no ser la suya, la de su fntima predilecci6n.Experimentan la emoci6n de un condenado a trabajos forzados, y pro-longando esta actitud consumen la existencia en un duro conflicto entresu corazon y el linaje de su destino. Parecen sujetos, y hasta 10 pre-sienten, por la magia de una fuerza que en vano tratan de remover ydestruir. Esto merece, sin duda, meditacion. Son escrituras que se leenen cualquier espacio de la humanidad. Por el contrario, otros con facul-tades medianas y hasta inferiores, sobrepujan victoriosamente el nivelordinario, con el notable rasgo de que llegan al exito mas halagador sinIa previa preparacion reflexiva, met6diea, calculada. Avasallan, ocupansituaciones prosperas con la espontaneidad de algo que les pertenece,como si ellas solo fuesen una prolongacion natural de su hacienda 0 desu derecho de sefiorfo incontrastable. En este reparto, que cae bajo eldominio cotidiano de nuestros ojos, no se atiende a la virtud que sefatiga entre sus fuentes de lagrimas sin poderlas secar, ni al artista debelleza y excelsitud que, a la postre, muere sin pan ni domicilio, ni alavaro sordido que no sabe de caridad, ni a esos fieros amos de sociedadesque en la cima de los gobiernos hieren y trastornan el orden moral comouna viva y siniestra negacion de justicia, de verdad, de humanidad. Estosson algunos colores de la tela, pero los juzgamos suficientes para renovarla pregunta formulada en el comienzo de este articulo: d6nde esta lamane que distribuye esos diversos papeles, que obliga al mendigo atocar a la puerta del rico en demanda de limosna, y al grande en exce-lencias de alma a erguir, casi siempre, en la columna de su Pretorio,bajo el azote, el tronco desnudo? Esta interrogaci6n cuenta una largaedad, a 10 menos en la historia de la filosofia occidental, sin que, de eselado, se haya oido nunca la palabra que responda. Sin embargo, venimosa responder. Hace algunos afios que esta la Teosofia respondiendo con ellibro y el peri6dico, y la solemne dignidad de su organizaci6n interns-cional.

    Pero para que nuestro tema apunte a un hito aceptable se imponela necesidad de convenir en el principio de las reencarnaciones del almahumana a traves de las edades, 0 en esto: que hemos vivido multitud deveces, anteriormente , de la manera que vivimos en esta cession del tiem-po y del mundo. Permitasenos unas Iigeras notas sobre este particular,a proposito de abordar con algun conocimiento la vasta cuestion delKarma.

    Cuando Descartes erigio su doctrina sobre la celebre senten cia : Yopienso, luego soy, dedujo de la absoluta cert idumbre de su pensamientoIa seguridad de que exist ia, pero l imite su sintesis fi losofice a1 momentopresente. Cuando mas tarde los progresos experimentales de la cienciademostraron la indestructioi lidad y conservaci6n de la energia, eviden-ciando en esta fecha y en esta parte del globo el clasico versiculo de lacul tura oriental : no hay existe-icia posible para 10que DO existe ni puededejar de existir 10 que existe, permitieron afirmar esta conclusion: Yo soy,Iuego fui. Si la nada no se encuentra ni en el principio, ni en el medio,ni en el fin de las cosas, yo he sido, yo sere. Si la existencia de la energiase manifiesta por medio de las formas de la materia, no repugna a labuena logica que la existencia de mi pensamiento se manifieste por me-dio de mi cuerpo. Las formas se desvanecen y la energia persiste. Talel Ego que realiza cuerpo tras cuerpo el programa de Ia evolucion, en laindestructibilidad y conservacion de las energias mentales. Si 10 queexiste hoy lIens los tiempos, me basta saber que yo pienso, es decir, quetengo una existencia interna, una psiquis, para proc1amar la verdad desu pasado y de su futuro. Si en los diferentes departamentos de la natura-leza la vida renaee y se revela, con significaci ones cada vez mas ricas,'8 traves de las formas cada vez mas perfectas, la vida, en su aspecto es-piritual y psiquico, viene descubriendo el secreto de sus posibilidadesrnaravillosas a traves del organismo humano, cada vez mas complejo ysensitivo. Sirva este rapido bosquejo para avanzar en nuestro propositosobre

    I < a r m a1\0 se concibe una existencia sin que se perciba, a Ia vez, una accion,

    Dice un filosof'o que todo existe activarnente, el alma, el guijarro, el sol,la planta. Esto explica la facilidad con que fue descartado de los domi-nios del movimiento filos6fico 10 que se llamo acaso, la nada, el reposoabsoluto, por cuanto fueron palabras que no encerrando ningun sentidode act ividad, negaban, por 1 0 tanto, la condicion esencial de toda existen-cia. Karma quiere decir accion, y por este motivo, claro esta, se extiendea todas las esferas del ser. Expresa el modo como obra la dinamica de lavida, en su tendencia incesante de mantener la harmonia en 10metafisicoy t :l equil ibrio en el orden de las cosas materiales 0 sensibles.

    Cuando una raza, una nacion, una familia, un individuo, en el generode sus actividades propias, perturban la harmonia de la Ley, entoncesKarma, 0 la vida en acci6n segun la frase sintetica de Mitchell, reaccio-na automaticamente sobre el punto de donde se origino la perturbacion,

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    260 DHARMA DHARMA 261para restablecer alii mismo la necesidad y la bondad de su equilibrio.En este proceso no se nota nada de arbitrario, sino unicamente la maneraespontsnea como opera la Ley para readquirir su condic i6n harmoniosaen la naturaleza. La ciencia en 1 0 f isico, def ine ese proceso cuando des-cubre el principio de que toda acci6n provoca una reacci6n igual y contra-r ia. Y nuestra doctr ina, en 10 meta fisico, 10 define con el nombre de ley deretribucion. Registremos un caso. Si introduzco un cuerpo en el agua deun estanque, tendre que , de modo sirnultaneo, las capas liquidas alte ra -das reacc ionan sobre el cuerpo, en un movimiento espontaneo por reco-brar su nivel. Aqui se ve, en este caso corriente, que la reacci6n dura,con exactitud absoluta, 10 que dura la perturbaci6n. Una y otra midenigual intensidad y cesan a Ia vez. Molecula a molecula la causa desequili-bradora es neutralizada por el efecto equilibrador. Tampoco se nota enla sencillez de este ejemplo nada de arbitrario, ni de milagroso, ni de in-comprensible. Si ahora, a prop6sito de darle mayor c1aridad a nuestratesis, dotamos aquel cuerpo de los atributos de la conciencia y del librealbedrlo, no sera dific il suponer que sen tira contra su impulso, de modoconstante, la presi6n de una fuerza que oprirnira su deseo, sus fines dequebrantamiento del orden etico universa l. La presi6n asumira los tonosdel dolor para su egofsrno contrarrestado. La cantidad de la culpa de ter-minara Ia cantidad de dolor en una justeza infalible, no mas pero tam-poco menos. Este ajustamiento del efecto a la causa, grado a grado, se -guira hasta que e l dolor, en su designio equitativo a la vez que misericor-dioso, 10despierte a la percepci6n de la extraviada ac tividad de su librealbedrio. Y juntamente con ese despertamiento encontrara, al cabo, en-riquecida su naturaleza con una experiencia que no tenia , y elevada, porconsiguiente, a una nueva visi6n de la vida. Tal la noble significaci6n deldolor en el conflicto entre nuestra voluntad egoista, interesadamenteagresiva, y e l amor y la harmonia que constituyen la propia esencia de luniverse. Esperamos que se traduzca este esbozo, en extremo rnuy breve,de c6mo procede Karma en la evoluci6n del individuo, del pueblo, de Iahurnanidad; de como nace el sufrimiento y de como en cada cruz se rea-liza el suceso de una positiva redenci6n. Porque el grupo 10 mismo queel individuo, revelandose en su perpetuo dinamismo psjquico, emiten pen-samientos, ejecutan actos, ya en favor, ya en contra, del altruismo, delb ien, de la be lleza, de nuestra profunda y radiante reintegraci6n espiri-tuaI en la totalidad human a ; y la Ley, a Ia vez, en Ia estricta medida, reac-ciona sobre aquellos nucleos dinamicos con la alegrla de l bien 0 con elfuego purif icador de la pena.

    Ya aqui nos hallam os, a nuestro parecer, en capacidad de tomar denuevo nuestra mirada sobre el reparto de beneficios y desgracias entrelos hombres, porque, al menos, agitan ahora nuestras manos una antor-cha , cuya luz cae de Ileno sobre toda la amplitud del espectaculo.

    Los que rlen y los que lloran ; los que no aprenden otra lecci6n nisaben otra cosa que arar la tierra, sujetos al trecho an6nimo de su cor-tijo, y los que rigen su generac.on desde la pubJicidad de un sitio em i-Dente; los que buscan Iuz para todos, lIenos de un ensueiio generoso, yel tirano que victima a su pueblo, entre estos matices que contrastan y seentrelazan de mil maneras cubriendo la verdadera economia del conjun-to de los humanos, nnos y otros, los que pasan cantando, los tristes, loscapaces junto con los ineptos, han sido los artifices de st mismos. Cadaquien se labr6 el aspecto que necesitaba, conquist6 un grado, pis6 ade-lante en su brecha , 0 cayo sobre las espinas 0 los cardos de su peregrina-cion. Cada quien prepar6 en su garganta, ahora uno 0 muchos milenios,en las viejas curvas de 10pasado, el grito de sus angustias de hoy. Cadaquien ha Ilamado a las puertas de la vida, y en la misma Jengua del lla-mamiento, Ia vida les ha respondido. Verdad hab16 un ilustre escritorcuando dijo que el hombre crece a la semejanza de las obras que ejecuta.Ampliemos un poco mas estas l ineas.

    Somos en cuanto a nuestro cuerpo, en cuanto a nuestro tempera-mento, oportunidades, pos ibilidades, ambiente dornest ico y ftnico, el pro-ducto de los pensamientos y actos de nuestras reencarnaciones anter iores.Somos Ia substancia revelada, daf iina 0 sana, de la c1ase de simiente,sana 0 dafiina , que ayer sembrarnos. Somos tan s610, en nuestro aspectode Egos renacidos, una herencia, una cosecha, el rem ate de un perfectoproceso de germinacion, de crecimiento y fruct if icaci6n. Nacimos, ahora,s610 por vir tud de haber engendrado anteriorrnente causas de atraccioneste rrestres. Brotamos, asi, del suelo antiguo para formar el circulo de ne-cesidad del grana fecundado al grana reproducido. Cada renacimiento ,por 10 tanto, constituye la concreci6n psiquica, corp6rea, con sus cir-cunstancias ambientes, de vir tudes y pecados de previos renacimientos,de suerte que somos en sl amargura y dulzura, dolor y placer, segi in laespecie de cultivo hecho. Asimismo, por analogo procedimiento, las obrasde nuestra conducta en 10 presente se concre taran en una entidad pslqui-ca, forma organics y medio ambiente futuros. Y mientras tanto, comocarecen de instrumento que las manifieste en sus efectos karmicos, seconservaran latentes en espera de la oportunidad de encamar y renacer.

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    Tal vez se pregunte el lector si el hombre ordinario, el incorporadoen la evoluci6n de la masa coml in, puede escapar a su Karma dominante ,maduro 0activo, rnodificandolo en el senti do de evadirlo 0 de atenuar elrigor de su cumplimiento, H. P. Blavatsky responde en esta forma cate-g6r ica: "Como vernos , pues, Karma es la ley de admirable just icia, leyque no yerra, que recornpensa 0castiga a cada cual con una imparcialidadabsoluta. No hay favori tismo. Ninguna oracion, ninguna intervenei6n detercero puede modificar en un apice su acci6n; y siendo Karma la causay el efecto, a nadie mas que a nosotros mismos debemos culpar , si durantenuestra actual existencia encontramos el sufrimiento y la adversidad".Y en la Doctrina Secreta asegur6 que "el hombre, ,. no puede escapar asu destino dominante .; , . .

    Tambien responde W. Q. Judge: "Las causas karmicas puestas ya enmovimiento, hay que dejarlas obrar basta su termino , , ."

    Tambien responde el profesor Mitchell: "Nuestros habitos y medioambiente son igualmente el Karma de nuestro pasado. Nuestras vidas noson campos virgenes en los que no se haya sembrado antes simiente algu-na, sino campos de rica y exuberante vegetaci6n, de cosechas que crecende muchas clases de siernbras anteriores. Sobre la semilla plantada no te-nemos ya ningun poder de elecci6n. Podemos arran car Ia planta 0 aguar-dar su cosecha , pero no podernos cambiar la naturaleza del fruto. Comoa cada momenta estamos sembrando para el futuro, de igual modo veni-mos cosechando del pasado. 'No te engafies: de Dios nadie se burla, por-que sea 10 que un hombre sembrare, eso mismo cosechara', Nuestros ac-tos retornan sobre nosotros y quedan registrados interiormente en nues-tros liabitos y exteriormente en nuestro medio. Ambos son de nuestralibre elecci6n y creaci6n, puesto que su causa inicial fue escogida ycreada por nosotros. Tarnbien son la eleccion y creaci6n de Dios, puestoque son los efectos de la acei6n de la vida sobre estas causas; y esta ac-ci6n es siempre beneficiosa".

    Tenemos, pues, que no puede modificarse ni en un apice la acci6nkarmica, segun Blavatsky; 0 hay que dejarlas obrar basta su termino,segun Judge; 0 no puede cambiarse la natura leza de su fruto, segun Mit-chell,

    Primero: porque por medio de sus leyes se manifiesta la voluntadde Dios, y esta no se ataca sin convertimos de nuevo en transgresores,sino que se acoge con el reconocimiento y la alegr ia en el corazon;

    Segundo: porque el Karma significa una reparaci6n de la eticauniversal, una fina lidad de justic ia y misericordia, y un motivo de eleva-ci6n para el hombre; y

    Tercero: porque nuestras acc iones presentes carecen de la concre-ci6n de una forma pslquica y corp6rea para manifestarse, ya que no hayKarma activo 0 maduro a menos que haya un instrumento que 10 revele ;y nuestra psiquis y nuestro cr e.po actuales 5610 con c retan los actos ypensamientos del pasado para beber basta la ult ima gota el caliz quepedimos a la Ley,

    Sin duda, quien comprenda a Karma y 10 arne, ya sinti6 en su cora-zo n el gozo de una promesa espir itual .

    Otro punto de v istaAquella sentencia de Jesus tan conocida: "Haz a otro 10 que quieras

    que te hagan a ti", no obstante de hallarse concebida en terminos perso-nales, insinua la generosa advertencia de que debemos comprender a losdemas, 10 mismo que a nosotros, en la extensi6n de un concepto igual dearnor 0 de justicia. Y ast, queda triunfando en el rnerito moral de eseconcepto, el principio de la solidaridad humana. Hay esto, pero tarnbienalgo mas. Parece significar, a la vez, que la naturaleza de nuestra conduc-ta con el projimo pautara necesariamente la aplicaci6n y observaci6n deuna conducta sernejante con nosotros; y a la luz de este otro criterio massutil, el dicho de Jesus acrece su simple va lor de consejo benevolo hasta laimportancia r trascendencia de una ley de la "ida. Estudiemos el asunto.Cuando un individuo dana a otro, con la mente, con la palabra 0 con losactos, demuestra a las claras, que adolece de imperfecci6n en ese lade desu caracter interno, }' que, por consiguiente, necesita fortalecer su partedebil hasta el grado de que lIegue a poseer la cualidad sensitiva y percep-tiva que Ie advierta de manera honda , su responsabilidad y la presenciadel dolor en el mal que haee. Con poco esfuerzo se comprendera que eseindividuo hiere por deficiencia. Integrado en el plan de la evoluci6n,pide desde luego, reclama por raz6n de su sordera 0 ceguedad moral,una nueva experiencia, algo mas de arnplirud en el conocimiento de sfmismo, un progreso bastante que Ie de la conciencia de sus actos. Y eneste momento cae sobre sus asperezas, para desbastar y pulir, la sabia ysegura lima de la Ley. Obligado a a limentarse de sus propias obras apren-dera, al fin, a dulcificar la substaneia de su vida y a ver en la salud delmundo la fuente de la suya. Desde el salvaje hasta el sabio, en la gran

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    264 DHARMA DHARMA 265escala, desde et primitivo que defiende su condici6n embrionaria en elamparo del bosque, 0 de la cueva, hasta el brillo puro del mistico, elhombre ha venido creando voluntad, emociones, pensamientos, alargandoel area de su destino al comer del arbol de la ciencia del bien y del mil;ha tenido que subir la cuesta enorme de 10 externo a 10 interno, constre-fiido, renacimiento tras renac imiento, a retira r su pie del dolor del pea-do; y desde este punto de vista la senten cia de Jesus abre 1a profundagravedad de 1a siguiente significaci6n: "Haras a otro 10 que neces itasque te hagan a ti",

    Conviene advert ir para poner elaros los terminos, que interpretamosesta senten c ia desde el terreno personal donde la situ6 e l glorioso nazs-reno. Y otra vez despliegan su esplendor magnifico las leyes Iuirmicasen su constante tendencia equilibradora, regeneradora, purificadora, esea-c ia de la evolucion, guardianes infalibles de los fines de l espiritu en losmovimientos de la humanidad. Los Maestros trabajan de acuerdo consus leyes. Ellos son los hijos de la Ley, de la gran madre a cuyo amorhemos crecido hasta aqul, a cuyo amor creceremos hasta transmutar eopoderes espirituales las fuerzas del mundo psiquico. No crea nadie quepueden suspenderse en su favor, por algun medio, los efectos karmicos,porque esto equivale a negar Ia sabiduria de Dios y la necesidad y verdadde su realizaci6n; 0 equivale a 10 menos, a no comprender a Karma eosu beneficio y misericordia.

    Refiere Juan, el evangelists, que cuando Pedro hiri6 a Marco, elMaestro Ie dijo: "Mete tu espada en la vain a : la copa que el Padre meha dado, no la tengo que beber?"

    Y el Dhammapada, que nos trae la palabra de Budha, escribe estesevero trozo de sabiduria : "No hay en este mundo, ni en el aire, ni en elmar, ni en el seno de las montafias, un lugar donde pueda uno desemba-razarse del mal que ha hecho ... Si un hombre habla u obra con un malcoraz6n, el dolor ira tras el como la reeds del carro tras el pie de la bestiaque 10 arrastra",

    10matematieo, Rollo cuyas paginas y capitulos ya estaban escri tos cuandoreapareci6 en Ia euna, 10 ven vivirlos todos, en escala sucesiva, hastadesaparecernuevamente de la t ierra, sin que Ie hubiera s ido dado cambiarninguna de las cif ras de su i tinerario inevi table. Lo ven crecer, ampliar-se basta su plena revelaci6n de energia y de forma, 1uego decaer y morir,reproduciendo, con 1anatural idad de una planta fecundada, las raices, lashojas, la Horte l fruto de su arbr ; generador, el pasado. No triunfa en estoel fatalismo, en cuyo enunciado domina el contrasentido de la irrespon-sabilidad? Si en las artes, 0 la ciencia, 0 la guerra, 0 la industria, voyandando a 10largo de vias preestablecidas, impotente de "afiadir un codomas a 1amedida de mi vida", con f orme al decir estricto y categ6rico deJeslis. no se coneluye de tales premisas que s610 desempeiio una meraf unc ion au toma ti cs en 1a dinarnica de mi generacion ?

    En cuanto se conoce ya, por 10 que precede, sobre la doctrina deKarma, se encontrara, con poco esfuerzo, la contestaci6n a las preguntasanteriores. Si pasa inadvertida, tal vez se deb a a su misma sencillez.Cuando alguno ejecuta una mala obra, nadie se atreverA a negar quehizo libremente esa eleccion ; cuando por virrud del Karma la obra rebotacontra e l, nadie tampoco dudara que 5610entra a disfrutar de los efectosde su misma Iibertad. Libre en su condici6n ofens iva Ilega hasta experi-mentar la amargura de su of ens a en su condici6n de paciente. Eligi6 eldolor a l e legir el mal. EI hombre representa un centro unico de atracci6npara el genero de conducta que observa en sus nexos con las otras almas,segun queda dicho. Y el oprobio 0 el honor de esa conducta torn a a sucentro magnetico, con la fija precisi6n con que una piedra, disparada alvado,vuelve al centro de la tierra. Se dira que la caida de la piedra esfatal. Conven id o ; pero se convendra asimismo que la calda es la simpleconsecuencia del acto libre de haberla disparado. Pero parece que elegoismo, el negro poder que preside el lado malo de nuestra naturaleza,se rebela contra el castigo de su ofensa a la ley sagrada que fun d e en suuniversal idad el origen harmonioso de todas las almas . Pero Ia piedra cae,sin embargo, y el sufr imiento de la culpa vuelve al coraz6n del malhechor .Nada ni mas justo, ni mas sabio, ni que vierta mayor suma de 1uz sobrela presencia de Dios en la bondad de la vida. Sepase, pues, que de labrie-go, de poeta, 0 rey, 0martir, sobre el cada lso de los reos 0 envuelto en lagrandeza generosa de los redentores, surge el hombre de si mismo, comouna propia expansion de su sefiorio inviolable . Su harapo de mendigo, 0su ninica de santidad, e l los teji6, al poner la tristeza 0 la sana alegria en18faz de la vida. As! erea, renueva, trastorna , eleva 0 degrada su destino

    fl fatalismoNos adelantamos a los que puedan pensar que de todo el conjunto de

    ideas ya expuestas se desprende la afirmaci6n desesperante del fatalismo.Quizas se apoyen, para semejante sentir, en que el hombre carece demedios para escapar a su destino dominante 0 maduro. En efec to, 10veodesarrollarse, termino a termino, con la exact itud imperat iva de un c41cu-

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    266 DHARMA DHARMA 267y el de los demas; pero yerra si cree que puede haber algun sitio en eluniverso que Ie asegure la impunidad de sus actos, 0donde no a1cance laomnipotencia de] aliento divino.

    La Liberaci6n

    Voto,o por un sincero Jlamamiento de la Ley, el Karma latente sale afue-ra como a una magica evocaci6n, y se precipita sobre el ne6fito en elsendero angosto de que hablan los iniciados. Este magnifico drama 10narran, con nombres e imageries diversas, las leyendas rel igiosas. Todaslas semillas que duermen en el suelo de largos milenios preterites, ger-minan, crecen, decaen en una violenta y maravil losa exhaustaci6n, con-forme a] grado de voluntad que e: n.:6fito aplique, hora tras hora, a susilencioso acendro interno de amor , de alegria, de paz, de tolerancia, decar idad, de Ie, de mansedumbre, de ternplanza. Se recordara que estosson los frutos de oro puestos por Pablo de Tarso en su carta a los gal a t as.La raz6n del drama es sen c illo de comprender. Somos dual, esto es,nos recomponen el plano psiquieo y el espiritual. Con la materia del pri-mero hemos fabrieado nuestros habi tos, idiosincracias, mental idad , sen-timientos, egoismos, todo cuanto suefian nuestras vanidades. Norma yvertice nuestro, sentimos alii la embriaguez y delirio de nuestra propiaglorificacion, hasta el grado de dibujamos unicos, gran des, radiantes,ypor esto mismo como separados, en una contraccion suma de soberbiapersonal, de las otras almas que junto con la nuestra tienen la raiz divinaen el mismo surco. AIIf, en ese plano, se invierten los valores de] espl-r itu; y con tales elementos, aleves y corrupt ib les, hemos construido enel transcurso de los siglos un yo hosco, egolatrico, adonde van nuestrasofrend as mas caras, a quien nombran nuestras ensefianzas la concienciainferior, y por su dilatada edad nombra el Apostol el hombre viejo, elperpetuo transgresor. Cada hombre es ese hombre, contra quien impeleKarma, unas tras otras, sus rnareas dolorosas. Cuando nace, pero delcorazon, el anhelo de vencerlo y someterlo, se inicia el drama terr ible, eldrama cuyos colores de un sugerente poder magnif ico se conserva en latradicion de los pueblos religiosos. EI hombre viejo, el yo pslquico, tll,yo, la masa humana ordinaria de ilusion y dolor, se agita, entonces, enresguardo de su imperio que consol idan los siglos, y promueve el hechizode sus tentaeiones, 0 la c61era de sus turbas aturdidas, contra el anhelointrepido, contra la voluntad despertada que, por una estrecha puerta,busea en su auxilio la alianza y la espada del esplritu. A medida que elyo fascina 0 ataea , los efectos karrnicos van fundiendo la podre pslquicaen sus fuegos vivos; y hay en la lucha suf rimiento tan intenso que muer-de en las propias raigambres de la vida que hasta entonces hemos vivido.Deseifremos, ahora, el slmbolo formidable de Gethsemanl y de la Cruz.

    No tejemos un suefio mistico. Hablamos verdad. Referimos un aeon-tecimiento real, la historia silenciosamente int ima, escrita con la sangre

    A sicomo un fuego vivo reduce la lena a cenizas, asi tambien , A riuna,el fuego de la sabidurla reduce a cenizas toda clase de acciones ... Nohay en toda la t ierra un purificador comparable ala sabiduria. El perjec-c ionado por el Yoga 10 encuentra en si mismo,

    Este versiculo, de cuya hondura asci en de un soplo inmortal, 10leemos en el capituo IV del Bhagavad Gila. Atesora uno de los grandessecretos del discipulado esoterico , si interpretamos bien las ensefianzasorientales. Concede a la sabiduria, la de las cosas espirituales, el poderde exhaustar el Karma de la personalidad, de consumir todas las acciones,todo el pasado transgresor. Y en este otro caso reaparece la voluntad,como nunea radiante , en sus infin itas posib il idades de energla creadoray transformadora, por encima de la personalidad domada u obediente.

    Para adquirir una vision adecuada de este aspecto de nuestra tesis,conviene dividir al hombre en dos categorias: el ordinario, el que obrasegun la carne, que espera eliminar en el largo decurso de las edades lasuma de acciones de todos sus renacimientos, y el extraordinario queaspira, mediante int repidos esfuerzos heroicos de purificaci6n , obrandosegun el esplritu, reducir a cenizas aquella sum a de acciones, ora enpoeas vidas, 0 en una, 0 en un dia, a la medida de la violencia con quequiera conquistar su celeste heredad. De ambos modes se salda la cuentacon la Ley, s610 que el hombre extraordinario despues de resistir todo elempuje de su destine en la manera resignada de job, el idumeo; despuesde lavar sus pies en la sangre del corazon, deja muer tos los deseos, lospensarnientos, las emociones, las rebeld ias de su naturaleza inferior, yentonces, resueitando de entre esos muertos, sube por sobre la linea co-rmin de la gente de su raza a la resplandeeiente excelsitud de los redi-midos y de los redentores. Esa batalla se libra en el interior del hombre,entre su carne y su espiritu. En la biografia de algunos santos, en la delos caracteres singulares que se han movido haeia Dios, se renueva elmismo drama, el trance del huerto obscuro y solitario de Gethsemanf conel caliz que no se aparta de los labios, con las gran d es gotas de sangreque, para repetir la tremenda pintura del Evangelic de Lucas, caen hastala tierra. En este trance, gracias al poder misterioso contenido en un

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    26 8 DHARMA DHARMA 269

    C . P I. G .

    Se presume que hay siete gran des divisiones de estos discfpulos,cada una con sus poderes y funciones propias, caracterizada cada una conalgin hecho notable en el Iogro de la conquis ta del yo. Tenemos que con-tentarnos con la decJaraci6n de que el mayor l imite de desarrollo tocanteal cual somos capaces de comprender algo, abarca los dos, 0 cuando mas,los tres grados inferiores. Para dar una idea de 10 que significa Ia per-fecci6n, existe una tradici6n de qur en un cie rto punto del Sendero, t ienelugar una iniciaci6n en la que el candidato se sume en una profunda yprolongada rnedi taci6n, durante la cua l cesan todas las funciones exte -riores. Si en alguna parte de su natura leza queda un s610 atomo de egois-mo, de interes 0 voluntad personal, pasa a otros pIanos de existencia ynunea mas despierta, 0 torna de nuevo al mundo. Este caso no se debea un asunto de lucha, 0 voluntad. EI candidato no tiene elecci6n. La Leyobra automaticamente . Por fortuna no se pasa por esta prueba hasta queel discipulo no sea ciertamente bastante capaz. Por 10 tanto no tenemospor que preocuparnos.

    EI verdadero disclpulo, 0 10 que en Oriente se llama el chelado,principia cuando un hombre entra en consciente comunicacion con suMaestro. Antes de esto, es un chela lego, 0 a prueba, 0 para emplear ter-minos occidenta les, un futuro discipulo. Un santo cri st iano puede 0 noser un discfpulo en este sentido tecnico. Ello depende de si ha adquiridoo no, 81 presente, los poderes 0 facuItades que Ie permiten la conscientecomunicaci6n con el Maestro. Este es un asunto de hecho, no de juicio uopini6n, y las gentes no pueden considerarlo a menos que posean Ia mis-ma facultad. Hasta entonces les he dado tener creencias 0 pareceres sobrela condici6n de los dernas , pero no conocimiento. Importa tratar este temaporque es la esencia del discipulado.

    Antes de todo conviene que se entienda cJaramente que, al yo ha-blar de la facultad 0 poder que permite a uno comunicarse con los Maes-tros, toco un asunto de caracter 0 elevacion moral, mas bien que de laadquisici6n de una facuItad 0 poder. Esto ultimo es e l resuItado de la con-quista espiritual, Ia recompensa del dominio propio, la primera granmeta de la vida religiosa. Serla un gran error no tener en cuenta esaidea basica en todo cuanto se diga acerca del lado mecanico 0 descrip-t ivo del discipulado. El discipulado constituye una vida, una condici6n deexistencia 0 la conversi6n en algo que no se era antes, y los medios em-pleados para esa conversi6n es la conquista de l yo inferior. Y este yo, elhombre na tural, el viejo Adan, no puede ser un disc fpulo. Tenemos quedesembarazarnos de el y convert irnos, has ta cierto punto, en nuestro ver-

    del coraz6n, que dice del paso de las almas valerosas hacia la sabiduriaguardada en sus camaras secretas. Y cuando esta sabiduria es nuest ra,Pablo nos llama el Hombre Nuevo. En este estado de conciencia se nosnombra tambien los vencedores del dolor, porque et gran culpable baside vencida y restablecida la harmonia de Ia Ley. Y limpio el campo dela cizaiia que sembr6 el enemigo, recordemos a] Cristo con su palabraprofunda:Yo hare n u eva s t od a s las cosas.

    los Dlscfpulos

    Los Disclpulos de la Gran Fraternidad de los Maestros se dividenen dos grados generales: los que saben que 10 son y los que no 10 saben,La ultima c la se , na tu ra lmen te, cuenta mayor numero de miernbros , puestoque incluye a toda persona devota y re ligiosa que deIibe radamente t ra tade vivir una vida mas elevada, que cree en alguna de las muchas reli-giones reconocidas, pero que todavia no tiene un conocimiento cons-ciente de la Logia. Tales personas pueden seguir a un Maestro, como elcri st iano sigue a Jesus de Nazare th, y obtener un grade considerable deprogreso antes de que conozea la presente constituei6n del mundo espir i-tual , su caracter j erarquico, su condici6n legal, l as relac iones que t ienesu Maest ro con e lla. Esto, despues de todo, carece de importancia hastatanto no se Ilegue al punto en que la falta de sernejante conoeimientoseria una barrera para e l futuro progreso.

    La primera clase de discfpulos, los que saben que 10 son, se elevandesde el hombre ordinario que se convierte en miembro de la SociedadTeos6fica, que aprende 10 que se re fiere a los Maestros y al d is cl pu lo , Yque entra en el Sendero con sinceridad y fervor, hasta seres espiritualesde la mas grande elevaci6n moral, de tremendos poderes, que tienen,poco menos, l a misrna talla de los Maestros. Todo 1 0 que podemos decirde estos ultimos es que no sabemos 10 bastante para dis tinguirIos de losMaestros. Se hallan tan por encima de nosotros en desarrollo, en caractersublime, en sabiduria y poder, que se fund en en la gran masa de vidaespiri tual, con la que nos es dado ponernos en contac to, pero no segregarni califlcar,

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    270 DHARMA DHARMA 271dadero yo interno, antes de que el disclpulado pueda ser una posib iJidad.En otras palabras, e l yo in terno es el discipulo.

    Ahora bien, el yo inferior y el yo interno siempre existen, en estaforma, simultaneamente. De aquf nace Ja lucha que nos es a todos tanconocida, a ,cuya eesacion sobreviene la paz, sobreviene s610cuando el yoinferior, como tal, queda eliminado y venimos a ser unicamente el yointerne. Esta lucha por conseguir la victor ia dura largo tiempo, puestoque abarca el periodo que se extiende desde que ocurre el primer des-per tamiento de vida espiritual, y pasando a traves de todos los grades deld iscipulado, hasta el complete dominio del yo inferior, de su purificaciony transmutacion, 0 en una palabra, hasta que cese de existir como tal,aun cuando Jas fuerzas y poderes que residian en ~I se convierten enparte valiosa y esencial del yo interno. Se dice que el proceso completenecesita, por 10 menos, siete encarnaciones, pero a fin de que esto nomotive desaliento en los aspirantes, conviene adver tir que cualquieraque hoy en dia haga el es fuerzo con la mas ferviente sinceridad, proba-blemente 10 haya hecho ya en varias vidas, y cosecha, ahora, el bene-fic io de previas adquisic iones. EI elemento tiempo no se fija. Cada planode conciencia tiene su propia medida del tiempo, y no es posible dismi-nuir el periodo requerido.

    Otro punto importante que debe tenerse en cuenta se contrae a larelacion que existe ent re el yo inferior y el in terno 0 espi ritu. En artlculosanteriores de esta serie, se sugir i6 que el objeto genera] de la evoluci6nen este punto de la escala c6smica-y esto qui ere decir durante esteManvantara, 0manifestacion de los mundos de esta cadena-era adquirirla conciencia del yo. Para poder adquirir esta conciencia el alma teniaque verse reflejada en un espejo-su personalidad-en donde observaray estudiara sus propios poderes, dones, cualidades, tal como funcionabanen todos los aspectos de la vida humana. Por 10tanto , lenta , dolorosamen-te creo la personalidad, la educ6 y desarro1l6 y la elevo hasta que pudomanifestar a lgo, por 1 0 menos, de los poderes que el la posela : conciencia,voluntad, deseo, mente, emociones, etc. Con todas estas posesiones, ymuchas otras, hizo a la personalidad a su semejanza; y a prop6sito deque fuera completa esta copia de sf mismo, Ie di6, adernas, la liber tad deelegir entre el bien y el mal, 0 el l ibre albedrio. EI proceso de creacl6ny formacion necesita de la m itad de tode un perlodo de manifestaci6n, ya medida que se desarrollo, el alma aprendio gradualmente a verse talcomo en efecto era, como otros pcdrlan verla, a ver sus poderes y fun-ciones obrar normalmente y adernas jay! perversa y anormalmente. Per -

    que la personaJidad, dotada de conciencia, una parte de 1a conciencia dela lma, con poderes y habi lidades para ejecutar muchas cosas, d isfrutandotambien del libre albedr io, pronto se sali6, como si dijeramos, de curso, yprincip io a violar y desobedecer las Jeyes de la vida. Ignoro si era necesa-rio que esto sucediera 0no. Muy posib le que el a lma no hubiera adquiridoplena conciencia propia sin una experiencia di recta y personal y sin co-nocimiento, por 10tanto, del mal ; c pisible que no fuera la desobedienciauna experiencia necesaria. En to do caso no hay cuds de que Is rebeldiade lu personalidad fue mucho mas alla de 10 preciso, mas alla de los finesdel plan universal, y que, de consiguiente, la evolucion en la tierra seatraso muchos cientos de miles de afios.

    Volviendo de nuevo al alma, poco a poco logro el objeto de todo elproceso evolucionario, esto es: la conciencia propia. Entonces Is maneraexterior de expansion se detuvo y comenz6 a retroceder. Esta parte deluniverso alcanz6 su maxima expresion exterior 0 inferior y principio ainvolucionar. El Sendero sefialo el regreso del hogar. Las almas de loshombres, una vez adquir ida la conciencia de sf , tornaron hacia su divinoorigen, enriquecidas de nuevos dones. Tenian que deshacer 10 hecho, Yreabsorber las fuerzas y poderes con que habian dotado a sus personali-dades. Tenian que recobrar la personalidad creada para su uso. EI disci-pulado, segun 10 conocemos, representa solo una etapa en este viaje, y esde especial interes para nosotros porque constituye la etapa que hemosrendido y la siguiente cosa que tenemos que hacer. He dicho que puedealcanzarse en siete vidas, pero esto no da, en verdad, una verdaderaidea del proceso general, porque la masa cornun de la humanidadnecesita de cientos si no de miles de vidas para completar aquellaetapa, y hay quienes jarnas la rendiran, Quiero decir con esto ultimo quealgunas personal idades se vuelven tan malas, tan completamente depra-vadas, tan destituidas de toda virtud, 0 gracia redentora, que todas las al-mas responsables de elias se ven obligadas a abandonar la obra y a sepa-rarse definitivamente, para siempre. Estas aim a s han fracasado en elcumplimiento de los fines de este Manvantara, y tienen que intentarlo denuevo en el siguiente periodo de la manifestaci6n universal. Las perso-nalidades asi abandonadas por sus almas, son los recJutas de la LogiaNegra, y viven por un tiempo mas 0 menos largo en proporcion ala sumade fuerza y vitalidad que retuvieron en el momento de la separaci6n.Gradualmente se van desintegrando en el curso de unas pocas encarna-ciones, 0 pueden permanecer como poderes de las tinieblas, del mal, has-ta el termino del Manvantara, pereciendo entonces, porque dejaran de

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    272 DHARMA DHARMA 273ser los planes de exis tencia donde funcionan. Por 10 t anto, la inmortali -dad, considerada desde el punto de vi sta de la personalidad, no es en ab-soluto una cosa cierta. Tiene que ganarse por el esfuerzo, el sacriflcie,la obediencia. Hay muchos hombres y mujeres sin alma, particularmenteen una ~poca como ~s ta, en que el materialismo abunda, en que el egols -mo, la satis faccion personal, la ambicien, resultan los unicos motivosdet erminantes de las acciones de muchas personas . Se ha dicho, sin em-bargo , que el a lma nunca abandona el esluerzo de salvar su personalidadmientras esta retenga una sola chispa de desinteres, de aspiracion, debien , que soplada cuidadosamente, pueda tornarse en l lama que consumael mal.El alma desciende de 10 divino, es un rayo de la Super-alma y sudestino f inal la l Ieva a fundirse en 10divino. Su Sendero , a ese fin, se abrea traves del Maestro que esta ala cabeza de su rayo. Asi, pues, la unioncon el Maestro consti tuye el ideal de toda alma, de todo discipu lo. Porqueel discipulado signifi ca solo un nombre que se da a esa parte de es te granviaje dilatado del alma que regresa a su divino origen, 10 que nos inte-resa directamente. No interesa directamente a la mayor parte de los seresbumanos, porque no estan preparados para eUo.Pero es uno de los hechosde la vida que conviene que el principiante comprenda, porque evitartmucho esfuerzo mal dirigido, muchos desagrados Y desalientos. La mayo-ria de las personas no quieren ser discfpulos , no tratan de serlo. Pecos 10tratan de ser. Estas son las que nos interesan y para quienes es te articulose escribe, para quienes este peri6dico se publ ica, para quienes se fund6la Sociedad Teos6flca, para quienes el movimiento teos6fico ha continuadode siglo en siglo. Mas no quiero decir, por esto, que no nos in teresa lamasa general de 1a humanidad. Si nos interesa. Constit uye ella nues trotema constan te hasta que tambien se convierta en d iscfpu l0 Y en discfpuloadelantado; pero esto esta lejos aun, y hay comparativamente muy pocosque podemos hacer por e lla hasta que no logremos el poder y sabiduria delos d iscipulos adelantados. La unica forma pract ice de ayudar a los demssconsiste en completar nuestra propia regeneracien 10 mas promo posib le .Esto tambien 10debemos tener presen te , No pretendo afi rmar, desde Iue-go, que carecemos de capacidad para trabajar en beneficio de los ot rosbasta que no seam os discipulos aprovechados . Seria ir demasiado lejos.Cada quien puede y debe ayudar a los que se hallan en condiciones infe-riores en la escala evolucionaria. Es ta clase de servicio representa unaley de l a vida, una de las regl as fundamentales del discipulado mismo;

    pero, no obstante eso, para servir eficazmente necesi tase saber c6mo yten~r el poder ~: hacerlo, P~r .10 tanto, el primer deber del dis::ipuloest riba en adquir ir ese conocimiento y poder necesar ios.

    Antes de esto, aun cuando nuestras intenciones son excelentes y la Ie ylas to~a en cuenta, nuestra accicn, entonces, puede igualmente hacertan t~ b ien como mal , y la ley benefica y compasiva necesita venir a co-rregl~ y reparar el daiio, impidiendo que nuest ras bi en intencionadasestup ld:ces o~asionen un perjuicio posit ive a aquel los a qu ienes t ra tamosde servir. Exis te un periodo en que inevitablernente perdemos toda con-fianza y en que no hacemos, por temor, absolutamente nada en el sentidode ayudar a los demas.

    . Como ejemplo, t6mese al d ia , los estab lecimientos comple tamenterecientes de obreros , llenos de un deseo altruista y genuino de ayudar alos de~as, y :onvencidos, a fondo, de c6mo hacerlo, puesto que hanaprendido lecciones de 6lan tropia, economia, c iencia socia l. Se encuen-t ran p lenos de teor las y pre ju ic ios. De aqui que 10 primero que necesitanapren~er es que realrnente no saben nada, y que muchas de las cosasqu: ejecutan perjudican, de modo positivo, a aquellos que con tanto en-tusiasmo se esfuerzan en ayudar. Imposible lograr que de mil , novecien-tos n.oventa y nueve comprendan esto. Ven a hambr ientos, y d if ic ilmenteco.nclben de que pueda ser impropio alimentar los. Y citan los preceptos:ahme~ta al harnbriento, visit a al enfermo, consuela al afJ igido. Asuntocornplicado es te que tal vez es te en apt itud de expl icarlo mejor valien-dome de 0n:a analog ia de significacion opuesta. Consideremos la agr icul-tura, p :ofesl6n de las mas ant iguas y extensas. Es tambien una en la queel ,ha~lto, la costumbre, los metodos heredados y anti cuados tienen sun:as hbre preponderancia. Hasta hace rnuy pocos afios no se habla de-d. lcado al prob lema sino una escasa atencion , Pen saba el agr icul tor prac-nco ~ue Ie. ba~ taba 10que sabia. Ahora tenemos escuelas y colegios queensenan cientlficamente Ja agricultura, muchos buenos Iibros sobre ela~unto. ' ~ una rapida y creciente rnasa de conocimientos que estan a ladisposicion de los que quieran aprender. La mayoria de los agricultoresse hallan. c~ntentos en continuar sus viejos rnetodos, y se burlan del nue-vo conocrmiento y del cul tivador que 10 adquiere. Demos el caso de queuno d~ ello s lI~gue incidentalmente a comprender, sin embargo, su ig-no:ancla, y comienza a investi gar. Pronto se da cuenta de que hace, pocomas 0 menos .mal, todas las cosas. El primer sentimiento que Ie acometees el de parahzar, de ser posible, el trabajo, e ir a la escuela hasta apren-der a desempeiiarlo efi cazmente, pues de no cumplir es te program a, con

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    tinuaria privando a la ti erra de elementos necesarios que Ie costa rla mu-chos afios de costosa labor restituir. Este representa al que quiere serdiscfpulo, despie rto r ecientemente . Comprende que no sabe 10 bast antepara realizar un buen trabajo; y por 10 tanto, durante cierto t iempo, bas-ta saber mas, limita sus energlas a Ia adquisici6n de conocimientos ; ya medida que empieza a entender los pocos principios fund amentales,ensaya prudentemente sus primeras t imidas exper iencias, cobrando C O D -fi anza en proporci6n a l aumento de experienc ia. Ahora bien , no porqueesto sea asi y porque const ituya un correcto proceder de parte de l l abra -dor excepc iona l, podemos hacer la observacion general de que todo cul-tivo debe abandonarse hasta que todos los labradores se ilustren en suprofesi6n. Es mucho mas conveniente para la extensa masa de elIoscontinuar su trabajo 10 mejor posible, aplicando sus viejos metodos dis -pendiosos y deficientes, antes que abstenerse en absoluto de todo. As ftarnbien con los socialistas. EI excepcional que entre ell o s se muestrecapaz de adquirir rnetodos super iores, se Ie ensef iara la verdad, se tratanide que comprenda su ignorancia y e l perjuicio que. ocasiona, y la conve-niencia de la cesacion de la activa faena hasta que haya cumplido elap rendizaj e. Pero al mismo t iempo es muy correcto, muy justo, de acuer-do con la Ley Divina que la mayorla de tales soc ial istas contimien desem-pefiando su tarea 10 mejor posible, realizando sus ideales aunque estre-chos y sus metodos aunque errados . Ambas cosas , verdaderas y correctas ,no se contradicen como a primera vista podria aparecer el caso. La vidaespir itual abunda en semejantes paradojas , pues estamos continuamenteconsiderando sucesivas significaciones de conocimientos, a cuya luz, cosasverdaderas y justas para unos no 10 son para otros. EI unico cr ite rio defi -nitivo es que cada quien se siga por su visi6n de justicia. Es cuantoesperan y reclarnan, de los hombres, el Universo y sus poderes espiri-tuales.

    FragmentosPor Cave.

    IIIDe todos los misterios de la vida human a el mas profundo e incorn-

    prendido es el misterio de l dolor. Para muchos de nosot ros consti tuye e lmisterio de la vida misma, y ciertamente sera el ultimo que penetrare-mos , porque aquel que 10 comprende supera al hombre y esta atravesandolos umbrales de la Divinidad.

    . Los tipos human os mas se lectos y superiores son, de ordinario, aque-1105 que han encontrado el dolor mas diffcil de comprender. Juzgan almundo fi sico a la luz de su propia compasi6n, y se alarrnan penosamentede la enorrne suma de miseria que el Poder Divino 0 la Ley permiten,seguros de que si ell os pudieran, no Ia consentirian ni un instante. Asi,pues, rechazando el lado superior de sus naturalezas semejantes con-t rad!cciones e inconsecuencias, muchos han rehusado, con los mejoresrnonvos, creer en una Providencia directora 0 en una futura existenciay de aqui su entera consagrac i6n al mej oramiento de las presentes con-diciones. Logico y natural; y un incesante por que viene elevandose entodos los siglos desde los corazones afligidos y desde las mentes turbadas.Y hasta ahora parece que los cielos no han respondido, y que todos losade lantos de la ciencia, todos los progresos de las a rtes y de las indust riashan errado al tocar las causas de nuest ra perplej idad. 6Que respuesta te -nemos para esta pregunta tanto tiempo incontestada?

    No hay mucho que decir, porque las palabras s610 se contraen a lamente, y Ia mente carece de medios para sondear las profundidades delespir itu. No dudo, sin embargo, que Ia verdadera respuesta bri lla escri tac~n grandes caracteres en toda la creacion, pero en gerogHficos descono-c idos por nosotros hasta hoy , puesto que su piedra de Roset ta permanecetodavia sin descubrir. EI hombre tiene rendida una larga jomada en elcamino de la evoluci6n, pero cornparandola con 10 que falta, aparececomo nada e l espacio ya recorrido. Si nos die ramos cuenta de ese hecho,obtendriamos una paciencia mas f irme y una esperanza mayor .

    Nunca han faltado indicaciones acerca del modo como debe buscarsela soluci6n de nuestro problema, y los de intu ici6n despie rta que las hanpercibi~o y seguido, en~ontraron evidenternente algunas signif icaci ones yaclaraciones, y han dejado mensajes cuyo senti do, con todo, aparecen

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    tan enigmatico a los inteligenc ias ordinarias como el misterio mismo.No obstante, consideremos con simpatta, y por cortos momentos, algu-nos de ellos. Lo que puede hacer mas dificil nuestra tarea es que loserrados conceptos previos a iiadan a Ia confusi6n su contingente. En losprimeros dias de la Iglesia cristiana , por ejemplo, los hombres creyeroncomprender la significaci6n de algunos de aquellos slmbolos, de suerteque obraron, respecto de ell os, con el entusiasmo de su joven fe, s610para descubrir mas tarde cuan equivocados se hal laban ; y, por tal motivo,los mismos sfmbolos vinieron a par ticipar del descredi to y r idicule de sufalsa comprensi6n.

    Debemos, 10 mas posible, tratar de despojamos de prejuicios, ypermitir un fresco soplo de elevadora inspiraci6n que anuncie el adve-nimiento de la aurora. Lo primero que parece surgir, de manera invaria-ble, de aquella masa de testimonio, tanto por su alarmante naturalezacomo porque todos estan de acuerdo en ello, sean cuales fueren las otrasdiferencias que pueden existir, expresa una cabal contradicci6n, nadamenos que esto: el Dolor es Alegria. Pocos se dispondran a seguir en unalinea de investigacion cuyo primer enunciado, en su esencia y forma, re-sulta, por completo, tan i l6gico. Y, s in embargo, tal la direcci6n por dondedebemos ir, la indicada, sin vacilar, por los santos, los profetas, los mar-ti res, los videntes de todos los t iempos y de todas las religiones.

    Estudiemos la naturaleza del hombre. No diferimos en cuanto suduaJidad, cualesquiera que sean las otras distinciones que aceptemos 0no, y esta dualidad se manifiesta por su elevada e inferior naturaleza, por10 q ue tiende al bien y 10 q ue tiende al mal, 0 como dicen otros, por elespfritu y la carne. Estas dos naturalezas parecen hallarse en incesanteoposici6n y constituyen un verdadero campo de batalla, cuyo resultado,de la Indole que sea, se ofrece sin interes para muchos. Pero dada esadual naturaleza Gno sera posible que las experiencias y emociones de Javida produzcan efectos igualmente divergentes de uno y otro lado, yque 10que es Dolor para la una, es para la otra Alegrfa?

    No estan dispuestos a admitir esto los que carecen de experienciasobre la vida espiri tual ; y, con todo, t ienen la significaci6n del test imoniode todos los santos, a menudo expresado en subido colorido y lenguajeextravagante, con figuras tan exageradas de ret6rica que resultan grotes-'cas a nuestros mas expertos ofdos. Y no obstante ello, murieron cente-nares, y murieron alegremente; y merece tomarse en cuenta, no importa10 que pueda ser su exterior expresi6n, la fe que permite a un hombreelevarse sobre una lenta tor tura y sent il ' regocijo en ella.

    Una cosa parece cie rta: de que antes de la posibilidad de semejanteestado se requiere un pleno cambio de todos los puntos de vista ordina-rios de Ja vida y de la feJicidad; porque sirve de testimonio a esto lalarga lista de santos en cuanto a que cada uno de ellos eligio el sufri-:miento y 10 abraz6 ansiosamente como el d6n mas precioso dado por Diosal hombre. "EI dolor es necesario a la santidad" escribe uno. Dice otro:"Como el querubin, el sufrimiento :Ieva a Dios que es llevar la Iuzmisma ... el alma que persevera en su paciencia es, tarde 0 temprano,dotado de un poder maravilloso, y term ina convirt iendose en invencible",Esto indica, desde luego, que el Dolor constituye el despertador e inicia-dor de la vida mas elevada, el medio por el que adquirimos los donesde la vida espiritual, la ayuda por la que nos redimirnos de 10 que sim-b61icamente I1amamos "came"; y de este modo entramos en un estado su-perior de conciencia, en una plenitud de poder e ihiminaci6n que nosda la alegrla de la bienaventuranza. .

    Hoy, este divino extasis, esta alegr ia del Dolor, se considers m6rbida;sin embargo todos los grandes instructores la inculcan con su vida y sudoctrina. eSomos, acaso, nosotros mas sabios que elIos? La sombra dela Cruz cae sobre la vida humana, y por la voluntad divina asf permane-cera hasta que los hombres acepten su significado. Entonces sabran que,en verdad, era una sombra producida por el resplandor que brota delmundo espiritual. Supongo imposible para c ierta clase de naturalezascomprender 10 tan conocido entre discfpulos de cierto grado: que el de-leite del sacrificio es tan grande que necesitan cuidadosarnente ser apar-tados de el, para evira r Que 10 consuman por gozo antes que impersonal-mente, y as! crezcan en vicio mas bien que en virtud.

    Nos mostrarfamos prudentes si nos dierarnos cuenta de que nuestropunto de vista radica en la mater ia, 0 que juzgamos la Alegria y el Dolorsegun la carne, no segun el esplritu, pues entonces avanzarlamos un im-portante paso hacia una apreciacion mayor de nuestra dificultad. "Nos-otros que gritamos y nos larnentamos, cuando Dios nos toea severamente,c6mo comprenderemos a San Juan de la Cruz cuando nos dice que debe-mos amar la tribulac i6n mas que todas las cosas buenas, y hallamos sa-satisfechos en los sufr imientos de Cristo, y que hay aImas que pasartangustosamente por las agonlas de la muerte para entrar mas hondamenteen Dios. Asi, es una bendicion saber que tales deseos son posibles alhombre". Y s i esta al alcance de un hombre, por que no de todos, de ti yde mi? En ese pensamiento se esconde una inspiraci6n, un sonido seme-jante a las puertas que se abren de la prisi6n, un relampago del Cielo.

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    en palabras asuntos elevados, estos pierden su vida y significaci6n, yvienen a ser tan frios y muertos como las palabras que los contienen, sinningun poder de energia, desprovistos de toda posibilidad de despertar alalma. No obstante 10 dicho, la continua siiplica es porque estos asuntosse expongan claramente, .ajenos a fantasias, reducidos hasta a una f6r-mula matematica. Y en efecto, existe la posibilidad de su expresi6n enterminos y figuras matematicas, ;Jero en aquellos planos y divisiones delas matematicas donde los estudiantes deben ejercitar los mas elevadospoderes de la imaginaci6n, una facultad que han poseldo en alto gradetodos los gran des matematicos. Asi, repito, la traducci6ndel lenguajeinterno en lenguaje ordinario resulta tan dificil como poner una propo-sici6n de Euc1ides en palabras adecuadas a la comprensi6n de un nino.A 10 mas a que aspiro, por 10 tanto, se reduce a aproximarme al caso,sin que se olvide que las palabras mas claras son las mas faltas deespiritu. Pero desde que la necesidad existe se impone el esfuerzo parallenarla. Y nada se pierde si ese esfuerzo falla, pero lograra sus fines siuna sola alma se acerca mas a los Protectores de la humanidad, uobtiene una visi6n mas amplia de la vida, a la cual todos, al cabo, seranconducidos, 0 una visi6n mas amplia del sendero que todos a su tiempopisaran .

    EI chelado tiene dos divisiones lIamadas el "chelado a prueba" y el"chelado aceptado". Estos terminos serviran como cualesquiera otros.Tarnbien el "chelado a prueba" tiene dos divisiones principales, efectosde dos estados de meditaci6n. De modo que 10 primero en tratarse ver-sara sobre el tema de la meditaci6n. No sospecho en toda la amplitud delpensamiento y del estudio teosoficos ningun asunto de mayor importanciaque este, y a la vez tan poco comprendido. Se Ie define como la "cesa-ci6n de la actividad externa del pensamiento". Esta cualidad parece amuchos una absoluta negaci6n, porque la mayorta de la gente vive en sucerebro, identificados con su propia conciencia, incapaces de concebiruna condicion exclusiva de cierta elase de actividad mental. Claro semuestra para tales personas el primer paso: deben aprender a meditar.Y, asl, mucha importancia se le da a la meditaci6n diaria, porque hastaque un hombre no medite diaria y regularmente no puede seguir ade-lante. En esto descansa el principio del chelado, y en 10 que de esto sedesprende. EI primer esfuerzo, pues, ha de ser elegir un tiempo fijotodos los dlas, y concentrar la mente sobre alguna cosa, algo de natu-raleza espiritual y elevada que de alimento a] alma, aun cuando en elprincipio esto presentara, mas que otra cosa, el caso de una disciplina

    eNo representara esta parte de nuestra herencia, la herencia de lossantos resplandecientes, par te de ese maravi lloso conjunto de sabidurfay poder a que conduce el proceso gradual de] tiempo, no de sombra ensombra, sino de gloria en gloria, preparado para nosotros por un Amory una Sabiduria que se dilatan mas alia del entendimiento nuestro? Deseguro que los designios de Dios hacia fa humanidad serian insignifi-cantes si pudieramos comprenderlos.

    La Alegria, ta l como Ia conocemos, muestra una bella cosa color deiris, hecha de un rayo de sol en la neblina, que ni podemos tocar, ni do-minar en 10mas minimo, y que en cualquier momento se desvanece antenuestra mirada complacida , para nunca volver. No constituye esto un ob-jeto digno de un alma inmortal . Aceptemos, s i as! 10 deseamos, los suefiosy mirajes hermosos, ya que forma parte de nuestro deber, en verdad,anotar y apreciar cada experencia que la vida nos envia, sabiendo quecada una de elias trae un mensaje para nuestra instrucci6n y elevaci6n.

    Pero no las lIamemos Alegria, ese nombre sagrado que encierra laesenc ia de Dios misrno, slmbolo de nuestra deifica herencia, promesa deinfinita satisfaccion en nuestro anhelo por ella, y cuya divina nostalgialIeva nuestra esperanza mas preciada.

    Las relaciones entre el .Maestro y el disclpulo, y la educaci6n y luchaa ]0 largo del sendero que conduce a las alturas del adeptado, tienen uninteres profundo, Sugieren pensamientos que sirven a las mentes, en lasfiebres e inquietudes de la vida, a manera de sitios de reposo, frescos ysornbreados,o de un sorbo de agua para los labios sedientos. Pero aunquernuchos buscan fielmente, los mas sinceros part icipan de] descuido comunde Ia epoca , y no advierten, cuando 10 encuentran, el mismo indicio quehan perseguido tanto tiempo. Asi, pues, no es para los que comprenden,sino para los que no comprenden, para quienes escribiremos constante-mente, confiando en que, de ese modo, puedan percibir una nueva pre-sentaci6n, en que resuene en sus oidos intern os una "nueva voz que clam aen el desierto". Mucho se nos ha dicho sobre este asunto, pero pococomprendido. Su incomprensibil idad depende, a menudo, de 10 extrafiodel tema, tambien porque esta escrito en ese lenguaje interno, lenguajedel alma, que muy contados se hallan en aptitudes de Jeer, y casi imposi-ble de traducir a] habla del dla, Porque el verdadero lenguaje eonsisteen vibraciones e imagenes, y nuestra habla ordinaria const ituye una cosa.de forma fija y de memoria. De suerte que cuando intentamos expresar

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    mental, porque se dificulta Ia absoluta reconcentraci6n de. la mente, parala que se requiere, de ordinario, mucho tiempo, perseverancia y pacien-cia. Pero cuando semejante requisito se cumple, cuando el hombre, acausa de su practica diaria, aprende a concentrar su mente sobre unobjeto dado, logra durante su perlodo de meditaci6n ese estado cons-ciente de la verdadera meditaci6n, esto es, "la cesaci6n de la actividadextema del pensamiento". En esta condici6n se maneja a la mentecomo un instrumenio, quedando separada la conciencia del hombre. Deesta suerte el hombre adquiere un estado superior de conciencia que,cuando se convierte en habito, le permite entrar en comunicaci6n con losMaestros, y con todos los que funcionan en los mas elevados pianos delser. AI principio aprende a desernpefiar esta tarea en tiempo determi-nado; y gradualmente lIega, luego, a desempefia rlo siempre, de maneraque, en el verdadero sentido, medita constantemente. EI legitimo centrode la conciencia no se pierde jarnas, no importa de que modo sean em-pJeados el cuerpo 0 la mente. Esta se convierte en instrumento, y en vezdel hombre identificarse con su naturaleza, conduce su ac tividad sin quese pierda la conciencia del verdadero "Yo" sobre ella.

    Este est ado de continua meditaci6n constituye el segundo grado;porque cuando el discipulo 10 alcanza encuentra a su A1aestro esperando,y, por 10 tanto, lIega a ser un "chela aceptado". Bajo el titulo del "che-lado a prueba" no he discutido la purificacion, porque creo que va unidaa ese grado como un sine qua non, y nada hay que 10 pueda conseguirtanto como la meditaci6n. "Con forme piensa un hombre asi viene a ser".Brota del coraz6n la virtud sobre la cual se medita. Si se medita sobreel Maestro nos convertimos a su semejanza, a la semejanza del hombreperfeccionado. Y ninguno cuyos pensamientos discurren puros y altossiempre, incurrira en Ia culpa de actos mezquinos, ni bajos, ni pecarni-nosos. Por 10 tanto, los dos esfuerzos de la meditaci6n y de su practica,o el de vivir 10 que se piensa, constituye la pteparacion para el chelado 0~I grado probatorio. Y todo esto tiene que lograrse completamente solo,sin ayuda alguna. Conforme el nino debe aprender a comer y a alirnen-ta rse por si mismo, aunque en toda c ircunstancia 10 ayudaria y salvartael amoroso cuidado que 10 rodea, 10 mismo oeurre con el ne6fito en ocul-tismo (a quienes San Pablo lJam6 "los nifios en Cristo"). Hay ciertospasos que el ne6fito debe dar solo, ciertas cosas en las cuales ningunopuede ayudarlo, por gran des que fueren el amor y la compasi6n queanhelarfan prestarle auxilio. Y por causa de que, mientras esos pasosDO sean dados, ni ejecutadas esas ciertas cosas por s610 el ne6fito, el

    Maestro no podra hacer nada en su ayuda, tiene que realizarse su corn-pleta significaci on, y afrontarse y aceptarse.Porque no Ilegaremos hastalos A1aestros en tanto que no penetremos su plano. Al penetrarse, halla-mos al Maestro esperando.

    Y esta no es unafigura de ret6rica como algunos 10 han creido.Cuando se llega hasta el propio Espiritu, se llega, en verdad, hasta elMaestro, porque el "Esplri tu-Mr estro es uno", y del Espiritu se habla,a menudo, como del Maestro. Y los Maestros son hombres vivientes, queenseiian y educan regularmente al chela, en la forma que un preceptoreduca a un discipulo cualquiera. Por tal motivo se necesita de la fe.Porque con dificultd se obtiene comunicaci6n con aquellos de cuya exis-ten c ia se duda, y despues de cierto punto el auxilio y enseiianza del Ins-tructor interesan esenc ialmente para el ulterior desarrollo espiritual.Hasta que este punto no se coriquiste, e l hombre tiene que trabajar solo,dependiendo, de modo exclusivo, el tiempo de esa labor del que nece-sita para adquirir las condiciones indicadas. Aun a riesgo de aparecerfastidioso debo repetir esto una y otra vez, porque nadie muestra corn-prenderlo, y todos, por ello, se lamentan de uno u otro modo, 10 que noharian si reconocieran 10 inevi table del caso. Por consiguiente, este sen-dero es, en verdad difjcil , porque al formularse la primera peticion a laLey, al realizar el primer esfuerzo hacia otra vida, ciertas pruebas de se-guro, saldran al encuentro. Esa pet icion y ese esfuerzo originan dos inevi-tables resultados. Por una parte el chela despierta toda su naturaleza,cuanto tiene en e lla, de malo 0 de bueno, 10 atrae a la superficie; y asl seencuentra asediado por centenares de faltas y tentaciones que nunca cono-ci o anteriormente. Por otra parte, su peticion a la Ley atrae a la Ley sobresi. Antes de que adquiera la condicion de chela aceptado, su Karma ante-r ior debe descender sobre su vida y exhaustarse moderadamente. De modoque en eI momento preciso de su esfuerzo por observar una condici6n me-jor y mas pura, provocara sobre el t ribulaciones, dif icul tades, t ris tezas ycargas de toda especie; y en medio de este conflicto y de esta lucha escuando debe aprender por si mismo, sin ayuda, el dominio de la mentey del coraz6n, y entrar en ese estado mas espiritual conocido como con-tinua meditaci6n.Bienaventurado el que prosiga, sin flaquear, hasta el fin. Tal laLey justa y misericordiosa; y Iacilmente se ve que debe ser asl y no deotro modo. En el curso gradual del tiempo, en la ordenada progresi6nde las edades, todos sabran y adquiriran esas condiciones, lentamente,paso a paso ascendiendo la escala de la vida. Pero aquel que, a viva

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    28 2 DHARMA DHARMA 283fuerza, resuelve recoger su herencia ahora, debe esperar tan 5610 unfiero combate , porque toma de un golpe 10 que logran otros en una laborde siglos.

    Poco se ha dicho del chela aceptado. eY que necesidad hay de eso?1 maestro ins truye a sus diseipulos entonces, y aquel los que permanecenfuera de ese estado, se mostrarian prudentes si se ajustaran a las necesi-dades y aspiraciones de su propia condicion. Los l ibros orientales nos ha -blan de cuatro divisiones, y las nombran. Despues que se pasan, es elhombre "mas que hombre", y si elige bien en el gran dia de elecci6nentonces Ia voz inarticulada de toda la naturaleza rornpera en mil tonespara pregonar : "REGOCIJAOS, OH CRIATURAS DE MYALBA. UNPEREGRINO REGRESA 'DE LA OTRA ORILLA'. UN NUEVO ARHANHA NACIDO".

    (arias que me han ayudado.Vo l, I I.

    W . Q, Judge.(C om pila da s p or T ho me s G re en y J as p er N i emand ),

    IXNo se que escribir porque me he rnantenido ocupado con la gente.

    Tengo ansiedad con motivo de mis conferencias no preparadas todavfa.Natura lmente no puedo contestar a muchos de sus argumentos, porqueguardo mis reservas, y por esta razon no les contestare, Y en efecto, medoy a pensar con frecuencia cuan delicioso seria no hablar ni escribir .No soy persona competente en la Iabricacion de esas frases flnas quetanto gustan. Por supuesto que eso no altera mis verdaderos sent imientos,porque los niiios son niiios y no haeen, de ordinario, otra cosa que nine-rlas. Deseo olvidar y perdonar a todos estos nifios y a todos esos aetosde nifierias, Hagamoslo asi, probemos 10 mas posible que somos hermanosverdaderos, acercandonos de este modo, a la verdad, Y por rnedio desemejante esfuerzo venceremos al enemigo del Maestro: por el incesanteesfuerzo silencioso.

    Espero todavia que salga usted, tarde 0 temprano, mejor y mas fuer-teo Se que as! sucedera y de ningiin modo 10 veo muerto. Alienta ustedmenos esperanzas para sf que para otros. Pero, en cambio, posee ustedla voluntad, el ardor de luehar hasta el ultimo momento. Quisiera verlosa todos para infundirles un poco mas de esplritu, es dec ir, hablar tan solocon ustedes, puesto que ustedes no necesitan mucho de valor ...

    Frecuentemente yo Ie oigo a EI ahora. Aquella terrible enfermedadme despej6 . .Med ice que debe evitarse el mucho apuro. Y que no debodejarme arrastrar por Ia corriente. Me pi de que Ie diga a usted que ustedposee una rapidez natural que importa que sea guiada por usted mismoy que el mejor rnetodo consiste en esperar despues de una carta y endormir sobre un plan. Dice tamb ien EI ... (no estoy consciente de esto,pero EI debe saberlo) que alimenta usted un deseo sutil de ser el primeroen promover 0 proponer un buen plan 0 acto. No permita que ese deseo10 arroJIe, sino proceda despacio en este sentido. Creo eso un buen con-sejo, por la razon adicional de que uno puede algunas veees percibir unplan del cerebro de otro.

    Vida y esperanza inmortal son la tonica de la Teosofia. Nuestras ver-dades mas claramente definidas son el eterno progreso y la eterna ale-gria. Cuando nuestros libros hablan del sensualista, 0 del hombre demundo, pintan este sendero de esfuerzo como uno de angustia, y cierta-~ente tal ~era para el hasta que despierte a la vida su naturaleza supe-rior. Y 10 pmtan de ese modo, no para traerlo a su seguimiento, sino paraprevenirlo, invitandolo a esperar hasta que el eterno progreso de lasedades 10 eleve a otro deseo y a otro sentido de la vida. Puede pareeerduro decirlo, pero toda esa angustia y agonla pertenece al verdadero no-vicio, a quien aun no ha dado su primer paso. Se nos aconseja "crecercomo creee la f1or, inconsc ientemenre, pero ardiendo en ansias por abrirsu alma a Ia luz", y no por un doloroso proceso de desarraigarniento.Esta agonia es un "eterno fantasma de horror" que hemos construidonosotros mismos. Lo real signifiea "fe, esperanza , arnor", el "canto de I.vida". ~a vida misma habla, y nunea esta silenciosa. Y su lenguaje no es,como tu, que eres sordo, puedes suponer, un grito, sino un canto" ..

    Triste, 5 61 0 1 0 efimero. Todas las cosas brevemente vividas lIevan ensf el segura signo de 10 perecedero. Confortemonos con ese pensamientoen nuestras tristezas; ya la Teosofia se Ie comprende erradamente si seIe atribuye enseiiar que el dolor es ilusi6n. Es sombra de la realidad quees Alegria.

    -+-

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    284 DHARMA DHARMA 285Veo que los grupos se estan reuniendo. Continue y trate por todos

    los medios posibles de que no se formen partidos, y que 5610una buenapersistente lealtad y trabajo sea el motivo pr incipal . Y no a pa rte a n ad iede su coraztin,

    Debo pedir una acti tud mlis serena en este t iempo. Es absolutamen-te necesaria.'Una palabra de afecto a . . ? La he enviado. He enviado muchas.No las he enviado a manera visible simplemente, sino de la otra manera.

    Que podria decir? No se, En 10 que envie puse todo mi coraz6n. eCiertoque .. esta conmigo y por mi? Como uso palabras cuando 10 que tengocomprometidas son las propias f ibras de mi coraz6n? Cual entonees fueraIa utilidad de mi filosofia si cuando pareeia tan cerca la muerte de . ..yo s610 hubiera cumplido ellujo de meras palabras? E50 no puedo hacer-10. Si trato de hacer lo, entonces resul tan las palabras simples tonterias ,mentiras 0 cosas irreales, porque no 10puedo hacer, no obstante )0 Iacilque pareee a otros. Nuestra verdadera vida no radica en palabras de amor,de odio 0 indiferencia, sino en las ardientes profundidades del coraz6n. Yen esas profundidades esta ... y estaba. Se podra decir mas? No, imposi-ble, Y hasta esto mismo es poco y mal dicho.

    Cierto que cada vez mas el efecto de mi filosofia se afirma mas enmi, como la suya en usted, y asi con todos nosotros, Esto es ver con mispropios oj os a mas de 10 que oigo en boca de otros, tocante al mismoasunto. j Que mundo y que vida! Sin embargo, nacimos solos y tenemosque morir solos, salvo que en el Espacio Eterno todos somos uno y nuneadesapareee !a Real idad Unica.

    La ambici6n sube poco a poco. Sube cada vez mas alto, y destruirstodas las cosas, porque los fundamentos son debiles. Al fin el Maestrovencera. Tomemos, pues, hondo aliento y afiancernonos en donde esta-mos. Y no preeipi temos nada. La eternidad nos acompaiia en todo tiempo.No hallo la manera de expresar como torna mi corazon hacia todos us-tedes. Usted sabe esto, mas una pa!abra bastara : Canfianza. Esto fue 10que dijo H. P. B. eNo 10 s abia ella, aeaso? Quien se alza mas grandeque nuestra antigua y valiente "Viejeeita"? Ah, si ella estuviera aqul,que estrago! Deseo saber, de cualquier modo, c6mo ella, 0 el, 0 quiensea, considera este asunto. Y supongo que sonreiran ante todas nuestrasluchas.

    Ademas, entre la tempestad y Ia bonanza, el calor 0 el frio, cereao le jos, entre amigos 0 enemigos, es la misma la Obra Unica.

    xMi querido compafiero:

    Recibi su larga carta y tambien su aviso. Todo cuanto puedo decir deella es que viene grandernente esplendida, maravillosamente precisa. Ypermltame, ahora, que le devuelva este aviso. .. que Ie probata que nose halla usted estacionado .. Est" muy bien que uno se encuentre dentrode la rapida corriente de la catarata , como segen afirma usted, estoy yo,pero que importa eso cuando no percibo un aviso como el que ustedme da? Gracilis. Significa una lIamada de trompeta surgida del pasado.Tal vez le ensefie eso mismo en algun tiempo y ahora me 10 devuelve.Cuando escribi en mi carta que, en igual periodo, podia hacer mas en elKali Yuga que en cualquiera otra edad, expuse todo 10que usted dice aun-que ignorando que 10habia hecho. En esta oportunidad, una clara luz sevier te sobre el asunto y 10 yeo patentemente. Pero no tema. Ha llegadousted a serme tan familiar que me permiti dejar escapar algunas de lascosas que de vez en cuando siento. Pero Ie aseguro a usted que no permitoque se me presenten siempre asi. Ciertamente que ha demostrado ustedque su lugar esta "donde ellargo rollo 10encuentra esperando".

    eNo empieza usted a comprender mas y mas las cosas? eNo per-cibe usted las cosas sin que haya quien se las diga?

    Mi amigo Urbano me ha mosrrado una carta de .. quien, hall andose a oscuras a consecueneia de "arias causas, no percibe luz alguna.Esto parece simplemente, Ie dije yo, el cuadro del desaliento, Sabemosque la luz nos queda delante, y la experiencia de otros nos demuestraque la hora mas oscura precede al amanecer. Le dije tamb ien que lasalmas fuertes se prueban, de ese modo, invariablemente, porque avan-zan en la senda bacia la luz. En el Epico Finlandes se habla de horr iblesserpientes y de brilJantes lanzas que custodian a cierto lugar. Y asi esen efeeto.Pero aunque tal es Ia verdad, tamb ien tengo que decirle que debe,en 10posible, ensayar el intento de mejorar las circunstancias. Hare claro10 q ue quiero decir. EI vive ahora como usted, en medio de gente decreencia opuesta. A su alrededor viven elementales que, si pudieran, in-culcarian Ia sospecha y la descon fianza hacia aquellos que eI reverencia;pero como no logran esto, trataran de causar males fisicos 0 de agravarpresentes males. En su caso, estos elementales han conseguido parcial.mente producir oscuridad ... Pues bien ... aunque no se encontrase exac-tamente en ese caso, mientras continue enfermo 10 rodearan los que in-

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    286 DHAR~~A DHARlI\A 287ter ionnente deploran sus ereencias . y por esta raz6n los elementa lesexisten allf y rifien con los de . trayendo la desesperacion y dismi-nuyendo la fuerza, etc. Y digo . que esas circunstancias conviene quese mejoren de vez en cuando; porque se que, trasladado a otro lugarpropicio, se restablecerla inmediatamente. A este fin Ie he escrito paraque proceda a un cambio tan pronto como pueda.

    Importa altamente que no se respond a a los ataques. Procure que Iagente se consagre a la obra desatendiendose de las hostilidades que reci-ben. Las fuerzas opuestas provocan la tension de los nervios, a pro~si to de irr itarnos a algunos 0 a todos para que contestemos con enojos ynos precipitemos en nuevas locuras, Trate tan s610 de perfeccionar elt rabajo ya ejecutado, de organizar otros nuevos y de infundirles energia.De otra manera quedarlan nulas las influencias beneficas producidas portodos los miembros de la Sociedad Teos6fica.

    Anime a ... y desde el punto de vista suyo, indique le c6mo distinguirentre la intel igencia y Ia mente espiri tual . Ensefiele el medio de descubrirsu voluntad espiritual y de deponer un poco la actitud mental que asumea menudo. No cite los ejemplos particulares de sus propios errores, sinodetal les de su propia exper iencia interna. Le hara provecho.

    Los Upanishads: "subsistiendo" significa aqui no que el yo existepor raz6n de la comida, sino que, a manera de manifestaci6n, produ-ciendo la visibi lidad del cuerpo y permit iendole funcionar, este yo sub.siste en aquel estado por medio de la comida que emplea. Realmente esatraducci6n aparece invertida y debe leerse a mi entender, asl: "EI yoexiste proximo al corazon y engendra Ia existencia del cuerpo por causade la eomida que toma para su subsistencia". Continua referencia sehace al prineipio de que si el yo no estuviera alli, el euerpo no existiria.Sf: tarnbien signifiea que el yo procura aires vitales de la comida eu}'.asimilac i6n se realiza por la vida unica. Porque sabe usted que si DOtomaramos alimento moriria Ia unidad material de Ia trinidad, siendo elyo defraudado en sus esperanzas, y entonees tendrla que conseguir otrocuerpo para probar de nuevo. Porque eno se Ie permite a cada personaformar un habito 0 un caracter en esa unidad material que Ie sirve demedio al ser encarnado para conocerse a sf mismo? Esto logrado no vivi-rem os, entonees, a la manera de otras personas; pero.. aun en este caso,e l yo debe subsistir mientras se manifieste por el alimento, aunque estealimento sea de diferente condici6n, correspondiente a l nuevo estade.Hasta los Devas subsisten por medio del aJimento. Usted sabe que "ellosentran en el color, 0 sonido, 0 saber del saerificio, se elevan en ese color

    etc., y por 451viven". VigiJe las palabras .. querido. Son trampas. Atra-pe ideas que yo comprendere por el contexto que no estan comprendidasen las significaciones ordinarias. .

    Estoy l leno de trabajo, pero tambien de valor , y siento la ayuda quemellega del debido lugar.

    Adelantamos de grado en grado, de ano en afio. No importa quieno que nos atraiga exter iormente Sornos todos per tenecientes al yo.

    Por siempre, y despues, suyo.Xl

    A .. ,Hay un parrafo en una carta que no esta explicado por J. Niemand

    y que, sin embargo, necesita de explicacion, por ser la eonsecuencia deuna err6nea idea suya, Pregunta usted: "Puedo ayudar a estos e lementa-les ignorantes dandoles instruccion mental? Lo he ensayado, pero sinexito",En todos aquellos casos producidos por los elementales, usted nopuede. Los elementales no son ignorantes, Saben justamente 10 poco 0mucho que usted mismo sabe, y la mayorla de ellos sabe generalmentemas. Ignora usted que son ref lectores? Simplemente reflejan 0 Ia propiamente de usted, 0 la estrata mental producida por la epoca, Ia raza y lanaci6n donde se revive. Su accion es invariablemente automatica einconsciente. No se preocupan por 10 que usted Jlama "instruccion men-tal". No Ie escuchan.

    Sabe usted como oyen eJIos y el idioma que entienden? No es elIenguaje humane ni tampoco el pensamiento ordinario contenido en eldiscurso mental. Esto es para todos elIos letra muerta.

    S610 se cornunican por medio de las correlaciones de los colores yde los sonidos; pero mientras usted se dirige a elIos, los pensamientostoman Ia vida de los elementales que se precipitan e integran en los talespensamientos.

    No trate, por 10 tanto, de hablarles demasiado, porque les hariasaber que pueden requerir de usted algun favor 0 privilegio, 0 vinierana unfrse le, puesto que para hacerlos comprender necesitan conocerle, yuna placa fotografica no olvida.

    No los tema, ni retroceda ante ellos con horror ni antipatia. EI tiern-po de la prueba debe cumplirse. Job tuvo que esperar el termino de su

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    ' . DHARMA 28 928 8 DHARMAperiodo hasta que desaparecieran todas sus calamidades y amarguras.Antes de ese t iempo nada pudo hacer,

    Mas, no hemos de permanecer de ociosos ni impacientarnos. Hemos desufrir estas pruebas, atrayendonos, mientras tanto, nuevos y buenos ele-mentales para asi tener, segun la frase occidental, un fondo sobre el cuaJgirar una vez que el t iempo de la prueba haya pasado completamente.

    Niemand ha explicado bien los otros puntos. Lea ambos conjunta-mente.Por ultimo, conozca esta ley escrita en los muros del templo de Ia

    sabiduria:Has recibido, da generosamente. Una vez que has consagrado los

    pensamientos de tu vida a la gran fuente de energla a que son, al igual,conducidos los elementales y las almas, y que origina la pulsaci6n denuestros corazones, no puedes nunca pretender que retrocedan, Busca,pues, esa devoci6n mental de dar esforzadamente. Porque escrito esta enla ley que debemos darla 0 perderlo todo. Conforrne necesi tas de ayudamental, Ia necesitan tarnbien otros que, entre tinieblas, vagan en buscade la luz".

    Un a e sc ultu ra que fa lta la bra rJuan de Sales.

    t

    Entre los tantos puntos que hoy se investigan y discuten, hay Unollamado a rnerecer particularrnente el estudio de los gobiernos y de lospueblos, po r la urgencia e i mpo rt a . ci a de su soluci6n en 1 0 que toca a losintereses de 10 eontemporaneo y de 1 0 futuro. Nos referimos a la escuela.

    Nadie se atrevera a negar, con justicia, la eficacia capitalisima de supapel 0 la magnitud de su area de acci6n en la modern a psicologla. Hastaparece, a veces, la semiIla de estos siglos occidentales en el lujo de susflorecimientos. Pero, con todo, se exhibe def iciente, sobremanera, para eldesempefio de finalidades superiores en cuanto al ennoblecimiento, a larobustez genuina, al preciso acendro espiritual que requieren, a modo demovi l 0 indispensable resorte, las generaciones. Facil es notar que aquel ladeficiencia proviene de 10 limitado 0 de 10c ircunscrito de su program a ;y este program a de lineas estrechas ha constituido, sin embargo, en afiosextensos, la forja necesaria y obligada de toda l a c iv i li za c ion que nosllena,

    Ese programa queda comprendido en este verbo: intelectualizar. Laescuela, pues, en las enorrnes proporciones de su capacidad dominadora,s610 intelectualiza. A esto se contrae, desde las estaciones menos claraso mas remotas de la historia, su maravillosa fundici6n de culturas, ex-cepto unas que otras organizaciones educadoras que, a trechos, resplan-decen con inconfundible dignidad entre los antiguos. Y el sistema de in-telectualizaci6n ha venido ensanchando sus lindes de influencia hastaadquirir el interes avasaIJador de nuestros dias, este desarrollo sin pre-cedente que da la t6nica de un cicIo en el proceso de las razas.

    Y bien eque quiere decirse con esto? Vamos a verlo. Queremos sim-plemente decir que la escuela, tal como ahora funciona, reduce su tareaa modelar, a enriquecer la inteligencia sin tener en mientes las otras fa-cultades del hombre; y creemos que debiera asumir los tonos de unacuesti6n de actualidad la de saber si aquel crecimiento en una sola linease reaJiza 0 no en detrimento de los otros valores del alma humana. Con-viene saber, ademas, 1 0 que significa la inteligencia, su merito intrinseco,los efectos de su predominio exclusivo al combinar y regir, con manosde duefio, los movimientos del progreso; y si este progreso producido res-ponde a un estado deseable 0 aceptable en la suerte del mundo. Venga lapregunta a condensar nuestro punto de vista.3

  • 8/4/2019 Dharma - Octubre 1916

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    290 DHARMA DHARMA 291eEl cultivo del intelecto implica la supresi6n de 10 malo 0, por et

    contrario, 10reafirma dotandolo de multiples posibiIidades de exito? e.Serinteligen te, evidencia un heche espiritual? eLa conducta depende de 1amente 0 es una revelaci6n del caracter? Cuando se trasciende el niveldel ignorante y se adquieren conocimientos sobre cualquier ramo de estu-dio, e l simple caso e limina de nuestra naturaleza aquellas tendencias in-feriores que van a herir, a fondo, 1asustanc ia mas noble , mas elevada deun medio colectivo cualquiera? De ningun modo. La exper iencia demues-tra que la mayor 0 menor intelectual izaci6n del individuo no modif ica laindole de su natura leza , sino, antes bien , esta vigoriza su actuaci6n conlos recursos mentales de que dispone. La miseria, los gran des gritos deangustia, los cuadros atormentados en que rompen, a menudo, las agita-ciones sociales G no seran fruto de la inteligencia? Un analisis despreve-nido de la cantidad y calidad de los problemas que acumulan su sombratumultuosamente sobre nuestras cosas, no pondran en nuestros labios ladeclaraci6n de que e l intelecto, en su soberanla de poder preeminente,luce en la caja del alma moderna con la vanidad de una joya falsa?

    Existe hoy, para pedirle a la historia, uno de sus ejemplos de maspuro relieve, un poderoso imperio donde el intelec tualismo despliega elexponente mas alto, quizas, de su violen to desarrollo. La multiplicidadde sus centros de enseiianza l1enan sus ciudades en una fecunda organi-zaci6n previsiva y genia l, hasta moverse en e l centro mismo de toda nues-tra cultura con el aparato 16gico de una sola rnaquina. No hay cifra in-telectual que no este escri ta en sus dest inos. Comercio, industr