SEMANALDEVOCIONAL

“Mi responsabilidad es amar a otros, no buscar queotros me amen.”

Robert Cleaver Chapman

S E M A N A D E L 1 0 A L 1 6 D E D I C I E M B R E

J U A N 1 9 : 2 3 - 3 0DOMINGO

¿Tragedia o triunfo? El relato minucioso de Juan provee detalles que solo un testigo ocular puede dar. ¡Su perspectiva es de conquista, no de calamidad! Al igual que en ocasiones anteriores (2:22; 12:38), Juan percibió y entendió ciertos incidentes como el cumplimiento de una profecía hecha siglos antes. Además del apóstol, había un puñado de mujeres valientes que desafiaban el peligro de asociarse con Jesús. Cuando el escenario proponga momentos de crisis, no pierdas la calma (Sal.61:1-2). Ellas no eran inmunes a los problemas, los veían con perspectiva. ¿Quieres eso para ti? Quédate junto a la cruz; no distante, dudando o velando por tus propios intereses ¡Eso sería una tragedia! Aún sobre la cruz, Jesús pensó más en los dolores de otros que en los suyos y las cosas más sencillas que concernían a su hogar. Él sabía que ya todo estaba consumado (palabra clave empleada tres veces; vv.28, 30) ¡La deuda por el pecado ha sido una vez y por todas completamente pagada! Es el triunfo del crucificado (Col.2:14-15). ¿Qué significa el calvario para ti? “Frente a la cruz, se tienen dos alternativas: huir de ella o morir sobre ella…” A.W. Tozer.

J U A N 1 9 : 3 1 - 4 2LUNES

Jesús había muerto, pero el odio de los judíos parece inmortal. ¿No da escalofríos ver tanta indiferencia y religiosidad? Pero no debieron haberse preocupado por el destino del cuerpo de Jesús; no iba a quedar en la cruz en el día de reposo ¡ni tampoco en la tumba el primer día de la semana! Y aún más, Salomón declara “los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener” (2 Cr 6:18). Los detalles post-mortem son ultrajantes ¡Pero Juan ve otra vez el cumplimiento profético! (Nm.9:12; Zac.12:10). Y añade expresamente que el suyo es el testimonio de un testigo ocular, y que él personalmente garantiza que es cierto. A pesar de tanta afrenta, Jesús recibió una sepultura honrosa, según la costumbre, y en una tumba nueva de un hombre noble (¡Jesús la dejaría como nueva!). Este no fue un sepelio común y corriente, las vidas de Juan, Nicodemo y José fueron profundamente conmovidas. La cruz hizo la diferencia. ¿Es esa la experiencia fresca y actual de tu fe? Huye de la indiferencia religiosa y la preocupación por la “gran solemnidad”. ¡Que tu alma vuelva a estremecerse al ver su costado abierto!

J U A N 2 0 : 1 - 1 0MARTES

¿Estás preparado para correr? ¡La reflexión de hoy te dejará sin aliento! Todos corren estremecidos esta gran carrera: María Magdalena, Pedro y Juan. En la línea de llegada no hay una cinta de ceremonia ¡Hay una gran piedra sacada quitada de su lugar y un sepulcro vacío! Esto conmocionaría a cualquiera, no solamente a María Magdalena, que intenta deducir los hechos. ¿Qué es lo que vieron ellos? ¡Evidencia! Fueron testigos oculares de las pruebas de la tumba vacía y los lienzos puestos. La mención de los lienzos y el sudario no tiene como fin dar datos exactos ni místicos, sino probatorios: estaba todo menos el cuerpo. ¿Qué significa eso? ¡Todo estaba en orden en el sepulcro! ¡Pero también en el universo! Pues “era necesario que el resucitase de los muertos” (v.9). La muerte no tenía ni la más remota oportunidad de retener a nuestro Señor (Hch. 2:24). ¿Te cuesta entender esto? No te aflijas, a ellos también les costó, pero creyeron. ¡Deja que tu fe vibre y rebalse de convicción irresistible! ¡Cristo está vivo! ¡Corre a dar la noticia!

J U A N 2 0 : 1 1 - 1 8MIERCOLES

Más despacio, no censures el llanto de María Magdalena señalando sus dudas o confusión. ¿Nunca derramaste lágrimas frente a una tumba? No es emocionalmente sencillo quedarse solo y desconsolado. Esos instantes de perplejidad le impidieron ver las cosas acertadamente. Pero cuando Jesús la llamó en su lengua materna (arameo) la revelación gloriosa del Cristo resucitado invadió su mente (hubo 11 apariciones de Jesús registradas después de la resurrección y antes de la ascensión, 10 se relatan en los Evangelios). ¿Pasas por un tiempo de lágrimas? No dejes que te ciegue la gloria ¡Aparta tus ojos de la tumba, mira a tu lado! Ahí está el “maestro” (Raboni es la forma aramea de Rabí, interpretada para los lectores griegos). En vez de permitir que ella se quedara allí, Jesús le envió en una misión: ve a mis hermanos. Antes los había llamado siervos, discípulos y luego amigos. Pero ahora, hermanos. ¿No era este su momento de mayor gloria y el de mayormiseria de sus discípulos? ¡Bendita misericordia! El te tiene en cuenta igual (Sal.40:17). El susurra tu nombre y seca tus lágrimas.Póstrate en su presencia; te está esperando.

J U A N 2 0 : 1 9 - 3 1JUEVES

Ese mismo día de la resurrección (el primer día de la semana según el N.T.: Mt.28:1; Hch.20:7; Ap.1:10) Jesús ya se había manifestado cuatro veces (Jn.20:11-18; Mt.28:8-10; Lc.24:13-32; 33-35). La sección de hoy registra la quinta y última aparición del día; sucedió de noche, en la reunión del miedo (v.19). Miedo. ¿Conoces a ese enemigo paralizador del cristiano? Pero te recuerdo uno peor que no se rinde: la incredulidad. ¡Ese era un día glorioso y habíatestimonios oculares del Cristo resucitado! Pero unos tenían “miedo” y otro dijo “no creeré” ¿Son esas tus luchas a puerta cerrada? Tranquilo, no hay noche oscura que su presencia no pueda convertir en regocijo; escúchale decir “paz a vosotros” (Jn.14:18-19; 15:11; 16:20-24). Cristo les dio pruebas inconfundibles de su identidad y de su misión cumplida. ¿Tenían ellos todavía el derecho de llamarse apóstoles? ¿Podían ejercer autoridad en la compañía de los creyentes? Cristo les dio autoridad en relación con el cumplimiento a la misión evangelística y anticipando Pentecostés. El Salvador resucitado pronunciapalabras de aliento. La Biblia dice que eres “bienaventurado”. Que tus palabras sean “¡Señor mío y Dios mío!”.

J U A N 2 1 : 1 - 1 4VIERNES

Muchos consideran este capítulo como una posdata o epílogo (última parte anexada a un escrito en la cual se refieren sucesos que son consecuencia de la acción principal). Este es el relato más extenso que hay sobre una aparición del Señor. Juan emplea otra vez el verbo “manifestar” (18 veces en sus escritos). Aunque cronológicamente no fue la 3° manifestación pública del Cristo resucitado (v.14), sí lo fue en referencia al círculo íntimo de los discípulos. ¿Otra vez en Galilea? No te sorprendas, el Señor había prometido encontrarse con ellos allí (Mt.28:7, 10). ¿Pero porqué estaban pescando? ¿No había quedado claro el derecho de reiniciar sus actividades espirituales? ¿No recordaban la comisión que se les había dado (20:21)? No bajes el pulgar tan rápido. La vida cotidiana avanza y pisa fuerte ¿Nunca te marcó la agenda? A ellos también; además tenían que sustentarse. ¡Pero Dios suele ocuparse de eso antes! (v.9) ¿Prefieres seguir el paso de lo cotidiano? ¡La manifestación del Dios poderoso no es cosa del pasado! Sucede cada mañana, cuando va “amaneciendo” (v.4). Levanta la vista “¡Es el Señor!”

J U A N 2 1 : 1 5 - 2 5SABADO

Todos somos Pedro. ¿Nunca sentiste la humillación de haberle fallado al Señor? ¿Ese recuerdo te doblega haciéndote considerar incapaz? Entonces estás pasando por la lección de la desconfianza, la limitación y fragilidad humana. Esta escuela es dura, pero el Maestro no. Permite que te conduzca suavemente pero confirmeza a reconocer tu error y ser restaurado. El triple desafío (vv.15, 16, 17) de Jesús parece diseñado como un paralelo para compensar su triple negación. Pero el examen final solo tiene una pregunta: “¿Me amas?” Pedro apenas tenía fuerza para responder ¡Era otra persona! No promete, no ostenta su lealtad, no se compara ni se siente superior. Únicamente afirma su lealtad del momento, sin atreverse a recurrir a nada que haya en sí mismo. Así es como dejas el paso libre para que tu vida glorifique a Dios (v.19).Todos somos Pedro; como aquel que declaraba su lealtad y comparaba con los demás o como este, que se aferra al Señor sin confiar en sí mismo. ¿Con cuál de los dos aspectos de su vida te identificas más? ¿Quieres escuchar otra vez “sígueme” (v.19)? Pregunta primero por la escuela de Pedro.