“DESPROFESIONALIZACIÓN DEL DOCENTE QUE DESEMPEÑA …
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UNIDAD 094 CENTRO
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A la Universidad Pedagógica Nacional,
A mis Profesores y Amigos, A mi Madre, mis Hermanos: Pepe y Manuel,
Y en especial a Annia, Mi Hija y Compañera,
Por alentarme a continuar por la Hermosa Trayectoria De ser Maestra.
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Í N D I C E Página
PRESENTACIÓN 4 CAPÍTULO I. DIAGNÓSTICO. 1.1 Descripción y caracterización de la Inspección 11 Escolar 1.2 Actividades que realiza el maestro de apoyo 17 1.3 Profesión y profesionalización docente 22 1.4 Elementos para una propuesta 27 CAPÍTULO II. MARCO TEÓRICO. 2.1 Política Educativa 31 2.2 Contexto educativo: Currículum, la función 37 de la escuela y el rol de los profesores 2.3 La profesión docente: formación, actualización y 41 superación profesional del maestro 2.4 El profesor y la gestión escolar 49
2.5 La profesionalización del docente: un propósito 54 del Proyecto Escolar
2.6 ¿Por dónde empezar? Dirección y liderazgo 59 CAPÍTULO III. DISEÑO 3.1 Diseño del Proyecto de Innovación 65 3.2 Plan de trabajo 70 CAPÍTULO IV. APLICACIÓN 4.1 Metodología 73 4.2 Cronograma 75 4.3 Registro 84 CAPÍTULO V. VALORACIÓN 5.1 Valoración 124 5.2 Conclusiones 130 ANEXOS 131
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BIBLIOGRAFÍA 132
PRESENTACIÓN
Este trabajo es producto del proceso de formación y de reflexión que
posibilitó la Universidad Pedagógica Nacional sobre mi práctica docente, y
a partir de ahí, determinar la forma de revalorarla a través de la
innovación.
Después del largo proceso de observación y análisis de los problemas que
se presentan en la supervisión de escuelas secundarias diurnas y
particulares en la que me desempeño como apoyo técnico, decidí inscribir
mi proyecto en el ámbito de la gestión escolar. Esto en congruencia con las
premisas planteadas para elegir este tipo de proyectos, es decir,
“primero, que el orden y las prácticas institucionales impactan significativamente la calidad del servicio educativo que ofrecen las escuelas y segunda, que es posible gestionar un orden institucional más apropiado para un servicio de calidad, a partir de modificar de forma intencionada las prácticas institucionales que se viven en la escuela mediante la construcción de gestión escolar... A partir de estas consideraciones, se plantea que la manera de transformar el orden institucional radica en la redefinición permanente y crítica de las ‘prácticas institucionales’... (por lo que) la alternativa más viable para mejorar el orden institucional que se vive en las escuelas, radica en la construcción del proyecto escolar, en permanente redefinición crítica y colectiva de las prácticas institucionales por los sujetos que las generan y que son afectados por ellas...”1
La desprofesionalización de los docentes surge desde el momento en que
como profesionales de la educación dejamos de tener la posibilidad de ser
precisamente eso, profesionales de la educación, es decir, desde que
ingresamos al servicio, la normatividad y las viejas formas de “ser maestro”
son una regla para poder conservar el empleo y cierta estabilidad en el
centro escolar; los espacios de crecimiento y desarrollo profesional se ven
limitados por el “deber ser” y por la dinámica de nuestro medio, plagada de
1 JESÚS ELISEO RÍOS DURÁN y otros: Características del proyecto de Gestión Escolar, pág. 97.
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burocratismo, simulación y convencionalismos, para sólo ser
reproductores de procedimientos, costumbres y formas de enseñanza, con
la consecuente enajenación de nuestra tarea y compromiso como
educadores.
En esta sociedad capitalista globalizadora, en la que la división del trabajo
es cada vez mayor, la actividad de cada individuo es también más
especializada, enajenada y controlada por normas y reglamentos. En este
marco, los docentes llegamos a perder la dimensión del contexto en el que
se da la práctica educativa, nos limitamos a actuar y a cumplir rutinaria,
mecánica e irreflexivamente con nuestro trabajo. Este nivel de alienación
nos conduce a aceptar el orden de las cosas sin cuestionarlo, cayendo en
la contemplación aún de nuestra propia identidad, intereses y
compromisos como educadores.
En el desarrollo de este trabajo se pretende describir, desde diferentes
ámbitos, pero sobre todo desde el pedagógico, la problemática que
enfrentamos los profesores ante la desprofesionalización, producto de la
política educativa y del control que ejerce la institución a través del
currículum, la normatividad y la reglamentación.. La desprofesionalización
del trabajo docente debemos situarla entonces, en el análisis de lo social,
lo político, lo económico, lo cultural y lo pedagógico, a partir del impacto
de la globalización en el ámbito educativo con la firma del Acuerdo
Nacional para la Modernización de la Educación Básica en 1992; de aquí
la ubicación de profesionalización docente a través de la revaloración de su
función social.
El punto de partida para incidir y transformar las condiciones en las que
se da el hecho educativo, es el análisis profundo y reflexionado de su
contexto, entendido éste como el conjunto de relaciones, interacciones y
factores que componen y determinan la estructura de los diferentes
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ámbitos, es decir, los espacios en que nos desempeñamos en la vida
cotidiana, los cuales se acotan en actividades concretas como la actividad
docente, y específicamente de un profesor que sale del aula para fungir
como apoyo técnico-pedagógico en una supervisión escolar de escuelas
secundarias oficiales y particulares.
Considero importante describir enseguida la estructura de las
inspecciones y en particular, de la inspección en que laboro, su ubicación
en la estructura institucional, así como las características generales,
profesionales y organizacionales de quienes trabajamos en estas
instancias, así como de la forma y las condiciones en que se desarrolla la
práctica de un maestro en este ámbito. Todo esto me lleva necesariamente
a plantear la problemática de la desprofesionalización de que somos objeto
los docentes, y de esta manera arribar a una propuesta o alternativa de
solución a la problemática específica de desprofesionalización que enfrenta
el maestro de apoyo técnico-pedagógico en la supervisión.
Para fundamentar la necesidad de profesionalización del quehacer
docente, se parte de los planteamientos de la política educativa en los
últimos doce años; se analizará el papel que se atribuye al maestro en los
documentos rectores (Acuerdo Nacional para la Modernización de la
Educación Básica, Ley General de Educación y Programa Nacional de
Educación 2001-2006), que en este sentido se refieren a la importancia
que tiene el maestro como centro de la transformación que se pretende
llevar a cabo en educación. Pero igualmente importante resulta contextuar
la práctica docente en relación con el currículum, la función de la escuela
y el papel del maestro, sobre todo en relación a su formación, actualización
y superación profesional, partiendo de diferenciar la situación real y las
condiciones específicas en que el maestro desempeña su actividad, de los
propósitos establecidos por la institución.
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En relación al maestro que ejerce en otros ámbitos distintos al salón de
clases, se hace indispensable ubicar la problemática en el ámbito de la
gestión escolar, por lo que se aborda este tema como parte del proceso por
el que pasan tanto el maestro de grupo como los equipos directivos y de
supervisión, ya que es la actividad del aula en la que la mayoría ha
adquirido la experiencia que les permite, con sus limitantes, desenvolverse
en otras actividades que requieren de competencias y conocimientos no
adquiridos durante su formación.
En este sentido, en la nueva concepción de gestión escolar se aborda,
como una necesidad, el cambio radical de los centros escolares en el
marco de los planteamientos oficiales, como una alternativa de
profesionalización docente cuyas consecuencias deben reflejarse en la
posibilidad de generar aprendizajes significativos para alumnos y docentes,
en una nueva cultura de comunicación, de participación y de interacción,
y por ende, en una mejor calidad educativa. Sin embargo, este proceso que
se ha iniciado con la introducción del Proyecto Escolar en las escuelas
secundarias, se ha visto obstaculizado por diversos factores, entre los que
se destaca la función y el liderazgo del equipo directivo.
En el caso particular de las instancias de supervisión, pareciera que todo
se reduce a la transmisión de disposiciones y a llevar y traer oficios,
mensajes y materiales diversos de una instancia a otra, como si la
cuestión pedagógica sólo fuera competencia de los maestros en sus aulas,
la organización y funcionamiento de las escuelas, de la de los directores, y
el inspector sólo fuera un visitador, un invitando especial a eventos
escolares o un litigante cuando surgen conflictos.
Cuestionar el funcionamiento de las supervisiones, al menos el de la que
conozco desde hace casi siete años y de algunas otras por medio de otros
compañeros de apoyo, no significa la descalificación del trabajo de quienes
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nos desempeñamos ahí, sino asumir una actitud crítica con base en el
análisis de la realidad y en la propuesta de innovación de la UPN, por lo
que después de llevar a cabo todo este trabajo, con mayor seguridad puedo
afirmar que podemos hacer algo más que simplemente ir funcionando.
Si bien parto de los elementos para una propuesta surgida del diagnóstico
realizado en un primer momento, en el que mis expectativas eran muy
dispersas y superaban las condiciones reales para poder llevarlas a cabo, a
partir de la recuperación teórica (que tal vez sea bastante amplia, pero que
me ayuda a aclarar el problema de la desprofesionalización docente), la
aplicación, el registro y la valoración de un plan de trabajo en el que se
introdujeron muchas modificaciones, este proyecto de innovación pretende
recuperar los espacios en los que el profesor puede tener la posibilidad de
entrar en comunicación con quienes compartir sus inquietudes y
encontrar respuestas a sus problemáticas.
La propuesta de innovación involucra principalmente al maestro de apoyo
en su ámbito de competencia más inmediato, esto es, en la relación que
establece con los directores, tomando como punto de partida la propuesta
oficial de construcción del Proyecto Escolar, para así hacer trascender su
actividad, esto es, transformando su quehacer de simple transmisor de
disposiciones y oficios, para incidir en la autocapacitación y actualización
de los directivos, de quienes depende en gran medida, la posibilidad de
transformar la forma de “hacer escuela”, en términos de Pilar Pozner de
Weinberg.
Como se puede observar en el plan de trabajo aplicado, en la medida en
que se logre transformar las juntas de Consejo Técnico Directivo en
espacios de reflexión y análisis colegiado, en los que se llegue a debatir en
términos teóricos que apoyen la actividad directiva, se estará avanzando
en el propósito de profesionalizar el quehacer del maestro de apoyo, que se
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verá reflejado en el de los directivos a su vez, en la transformación de su
quehacer en las juntas de Consejo Técnico Escolar en sus escuelas, y en
síntesis, en la transformación de las prácticas institucionales tradicionales
que caracterizan a estas instancias.
Finalmente, es pertinente aclarar que si bien esta acción innovadora puede
parecer muy ambiciosa ya que pretende que la función del supervisor y el
equipo de apoyo se transforme y trascienda a las escuelas, existen
muestras de que está rindiendo sus frutos, es decir, en las visitas
realizadas a las juntas de Consejo Técnico que a lo largo del ciclo escolar
2002-2003 se llevaron a cabo en los planteles, se observó un esfuerzo por
transformar estos espacios para atender las necesidades de capacitación y
actualización de los docentes, ya que a pesar de las resistencias
encontradas en la figura del inspector, de algunos de los directivos y de
algunos profesores, los centros escolares están en el proceso de retomar
estos espacios para el análisis y discusión de los problemas que aquejan a
cada comunidad escolar; los directores y los mismos maestros proponen y
exponen temas que consideran importantes para reforzar su tarea,
debaten en términos teóricos y prácticos, conviven, se conocen y se
identifican, cuestiones ausentes y evitadas tradicional e intencionalmente
durante mucho tiempo en las comunidades de educación secundaria.
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CCaappííttuulloo II DDiiaaggnnóóssttiiccoo
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1.1 DESCRIPCIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LA INSPECCIÓN ESCOLAR
La supervisión escolar en la que me desempeño como apoyo técnico-
pedagógico, se encuentra radicada en la Escuela Secundaria Diurna No.
4, “Moisés Sáenz”, la cual se ubica en la Colonia Santa María La Ribera,
Delegación Cuauhtémoc. Es una zona muy transitada, igual que todas
las del Centro Histórico de la Ciudad de México, llena de comercios,
bancos, vendedores ambulantes y mercados, además de una estación del
metro, sitios de taxi, paraderos de microbuses, una unión de camiones
de carga que tiene estacionados sus camiones permanentemente a un
costado de la escuela.
Alrededor del plantel se encuentran otras tres escuelas secundarias
diurnas, la secundaria Anexa a la Normal Superior, una escuela
secundaria para trabajadores matutina y una nocturna, el CENDI No. 30,
varias escuelas de preescolar y de primaria oficiales y particulares, el
Centro Mascarones de la UNAM, la biblioteca pública “Sor Juana Inés de
la Cruz”, el Centro de Actualización del Magisterio y el Centro de
Maestros “Valentín Gómez Farías”, por lo que en los horarios de entrada
y salida de las escuelas no es posible en ocasiones, transitar por la
banqueta debido a las multitudes estudiantiles, de padres de familia, de
profesores y trabajadores.
La Secundaria No. 4 tiene dos edificios, uno de ellos de construcción
moderna, en el que están las aulas, el auditorio, las canchas, etc., en
general, es en donde se concentran casi todas las actividades escolares;
y el otro, de construcción colonial, en el que se encuentran los
laboratorios, el consultorio médico, el departamento de Orientación
Educativa, la sala de maestros, los sanitarios para los maestros, la sala
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de Edusat, la sala de Red Escolar, las oficinas de las secundarias de los
tres turnos (matutino, vespertino y nocturno), una sala de juntas -
impresionante por su gran espacio, su mobiliario antiquísimo y la
colección de fotografías de todos los que han sido directivos de esta
secundaria desde su fundación hace ya más de setenta y cinco años-, y
las dos inspecciones, una de escuelas secundarias para trabajadores y la
otra, en la que yo trabajo, de escuelas secundarias diurnas y
particulares. Esta última tiene un espacio suficientemente amplio para
los que ahí laboramos y para recibir a todos los que acuden por alguna
razón.
El nivel socioeconómico de la población de la zona en la que se encuentra
esta escuela es heterogéneo, ya que en las colonias que la rodean hay
zonas en las que abundan las vecindades en contraste con unidades
habitacionales, edificios antiguos de departamentos igual que casas-
habitación, estas últimas reflejan una posición económica desahogada.
Por otra parte, es una zona en la que la inseguridad es una preocupación
de sus habitantes y de quienes desarrollan sus actividades en esta área
de la Delegación Cuauhtémoc, pues con frecuencia son víctimas de
asaltos, y en el caso de los alumnos, son abordados por vendedores de
drogas o por grupos de jóvenes delincuentes de las mismas colonias de
los alrededores, e incluso, de otras más lejanas, pero que aquí se
concentran por tener alumnos conocidos en la escuela, lo que provoca
riñas frecuentes, amén de que en el jardín que está enfrente de la
escuela, siempre se encuentra un nutrido grupo de indigentes.
Este es el medio físico y social en el que se encuentra enclavada la
supervisión escolar en que laboro; el hecho de estar ubicada en un lugar
tan céntrico, en una escuela con tanta tradición y tener a su cargo otras
similares, provoca que sea un lugar muy frecuentado y lleno de actividad;
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siempre hay eventos de diversa índole (culturales, sociales, políticos,
cursos para maestros, sede de exámenes de carrera magisterial, de
preparatoria abierta, etc.); es también, un lugar de reunión de las
autoridades educativas, de la delegación política o de organizaciones
sociales y vecinales.
La supervisión escolar en cuestión es conocida como Zona Escolar
XXVIII, la cual depende directamente de la Coordinación Regional No. IV,
que abarca las Delegaciones Azcapotzalco y Cuauhtémoc, y de la
Coordinación Sectorial de Educación Secundaria. Tiene bajo su
responsabilidad a catorce escuelas secundarias, siete oficiales
(Secundaria 2, matutina y vespertina, Secundaria 4, matutina y
vespertina, Secundaria 11, matutina y vespertina, y Secundaria 103) y
siete particulares (Colegio Reina María, Colegio Elizabeth Brock, Colegio
Williams, Escuela Inglesa Kent, Escuela Justo Sierra, Colegio Colbert e
Instituto Juventud), distribuidas en las Colonias Santa María La Ribera,
Centro, Juárez, Arenal, San Rafael y Cuauhtémoc.
La población que asiste a estas escuelas proviene de diferentes estratos
socioeconómicos, aunque a las escuelas particulares asisten alumnos
que, en su mayoría, cuentan con mejores posibilidades económicas –que
no socioculturales- que los que ingresan a las escuelas oficiales. Hay
muchas similitudes en cuanto a la estructura de unas escuelas y otras,
como por ejemplo, la organización vertical, la autoridad y el poder que
otorga la jerarquía, el perfil de la planta docente, el plan de estudios, el
desapego de los padres, la formación de los estudiantes bajo esquemas
educativos tradicionales, entre otros.
Pero también hay diferencias marcadas, como las condiciones materiales,
laborales y los recursos con que cuentan ambas modalidades, las cuales
son superadas por las escuelas particulares, en cierta medida favorables
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al proceso educativo, pero generalmente desfavorables a las condiciones
laborales, una prueba de ello son los continuos cambios en la planta
docente, debidos a múltiples factores, principalmente a la contratación
temporal a que son sujetos los profesores para evaluar su desempeño
profesional. De igual manera se presentan situaciones de drogadicción,
alcoholismo, reprobación y deserción escolar, aunque en las escuelas
particulares es mayor la atención que se presta a estos problemas;
cuentan con más recursos humanos y profesionales, y por otro lado, su
relación mercantil -empresa-cliente- con la comunidad los obliga a
cumplir con el compromiso adquirido con los padres de familia. (Ver
Anexo No. 1, Datos Estadísticos).
La función de las inspecciones es la supervisión y el apoyo a los planteles
a su cargo en los aspectos técnico-administrativos y pedagógicos, sin
embargo, esto es relativo, pues los supervisores, en su mayoría, son
profesores que hace mucho tiempo que dejaron el aula y cuyos esquemas
se inscriben en los modelos tradicionales de la supervisión como
sinónimo de fiscalización y de intermediarios administrativos entre las
instancias superiores y las escuelas.
Por otro lado, es un cargo normativamente considerado escalafonario,
pues es ocupado por un maestro que ha ascendido a subdirector, a
director, a jefe de clase hasta llegar a supervisor, nivel máximo del
escalafón, sin embargo, en muchos casos estos cargos son otorgados en
comisión aún no contando con los puntos escalafonarios reglamentarios,
igual sucede con algunos directores y subdirectores adscritos a esta zona
escolar.
Por otra parte, en las supervisiones existen otras personas adscritas y a
las que se les considera personal de apoyo, constituido por los maestros
de apoyo técnico, las secretarias y el personal de asistencia de servicios. El
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caso que nos ocupa es el de los profesores adscritos en estas instancias,
pues es uno de esos nombramientos que son creados de acuerdo al
momento político vigente y que no se incorporan normativa ni legalmente a
la estructura administrativa; los profesores adjuntos a las inspecciones
escolares, profesores de apoyo técnico-pedagógico, o profesores
secretarios, formas como se denomina a quienes siendo profesores,
normalistas o no, habiendo ejercido la docencia o no, que sin otro requisito
que el ser seleccionados por el supervisor en la mayoría de los casos, se
incorporan al equipo de supervisión.
Esta función surgió a raíz de una conquista sindical de los supervisores
hace aproximadamente nueve años (1994), pues la sobrecarga de trabajo
era imposible de realizar por una sola persona, sobre todo si se toma en
cuenta que los supervisores, en general, son maestros con no menos de
cuarenta años de servicio.
A partir de la rezonificación en 1998 se modificó, y más bien se reglamentó
la estructura de la inspección, pues durante aproximadamente siete años,
podían haber tantos profesores de apoyo como el supervisor lo
determinara, lo que permitía también la presencia de profesores radicados
por el tiempo necesario para ayudarlos a evadir alguna sanción de carácter
jurídico o bien, después de haber tenido algún problema en su plantel, se
les reubicaba en alguna otra escuela o actividad, sin tener que
desempeñar ninguna función relacionada con la inspección, simplemente
hacían acto de presencia para cubrir su horario, esto último sólo en
algunos casos. A partir de la reestructuración de 1998 se incrementaron
las inspecciones de 57 a 101 y se limitó el número de profesores de apoyo
hasta completar noventa horas/clase, una secretaria y un asistente de
servicios, aunque con sus excepciones.
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El proceso para cumplir con la disposición en esta oficina para reducir el
número de horas de los maestros de apoyo a 90, fue un tanto difícil, ya
que ningún maestro quería regresar a grupos. Como yo había sido la
última en llegar, me correspondía ser reubicada; además, las relaciones
interpersonales y laborales sobre todo con el inspector, no eran cordiales.
Por otro lado, no había sido seleccionada por él, sino que me enviaron del
sindicato en acuerdo con la coordinación por no haber grupos disponibles
en ninguna escuela; de cualquier manera, yo reunía los requisitos así
como también la disposición voluntaria para cambiar de centro de trabajo.
Pero el proceso se dio como de manera natural; uno de los maestros aceptó
su promoción a subdirector comisionado, otros dos se fueron a las oficinas
centrales, y de los dos que estaban radicados, uno fue reubicado en una
escuela con todas sus horas concentradas en la Red Escolar y el otro en
las oficinas centrales.
De esta manera, ya sólo quedamos dos maestros de apoyo técnico, mi
compañero que es un maestro de 65 años, quien destina buena parte de
su tiempo como acompañante del inspector, y yo, pero como entre los dos
no completamos las 90 horas autorizadas a las inspecciones, el inspector
comisionó también a una maestra que trabaja en una de las secundarias
de la zona y en la que tenía seis horas de servicio.
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1.2 ACTIVIDADES QUE REALIZA EL MAESTRO DE APOYO
El docente que se desempeña como apoyo en una supervisión escolar,
abandona totalmente el aula para dedicarse a una actividad
principalmente de carácter administrativo, y sin embargo, no especificada
en ningún lado∗, pareciera que el supervisor ha adquirido dos o tres
profesores que hagan todo lo que es necesario hacer en una oficina de
supervisión, lo que implica una diversidad de tareas que van desde la
mensajería hasta la toma de decisiones, esto último de manera relativa,
pues siendo una categoría no especificada en el organigrama (Ver Anexo
No. 2) ni en ninguna norma, no existe un límite en cuanto a sus
responsabilidades.
El maestro de apoyo debe sujetarse a las decisiones, a la personalidad, a la
concepción del puesto y/o al estado de ánimo del supervisor,
condicionadas a su vez por la organización de la estructura educativa y
por las disposiciones, muchas veces espontáneas, o por necesidades del
servicio de las instancias superiores; por ejemplo, debe ser capaz de
desempeñarse como secretaria o bien de actualizar, guiar y orientar a
otros profesores en las diferentes escuelas que conforman la zona escolar;
puede desempeñarse al servicio de los directivos de las escuelas o puede
aparecer como responsable de investigaciones, proyectos, cursos o en
puestos emergentes, sustituyendo a un maestro, a un subdirector o a un
director.
∗ Cabe aclarar que la función de apoyo técnico-pedagógico del maestro que labora en las oficinas centrales de la Coordinación Sectorial de Educación Secundaria, que es propiamente de asesoría y diseño de actividades encaminadas al desarrollo profesional de los docentes, no corresponde a las que desempeña el maestro de apoyo técnico que trabaja en las inspecciones, aunque el nombre del cargo sea el mismo.
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Un ejemplo de ello, es que desde hace poco más de tres años
aproximadamente, piden un apoyo de inspección para formar parte del
grupo de capacitadores de la Coordinación Regional; de lo que se trata es
de tener maestros para dar cursos con valor a carrera magisterial. El
problema es que la capacitación, además de darse en “cascada”, también
es al “vapor”, y tanto la capacitación como la impartición de cursos son
sabatinas, por lo que, aún cuando nos dicen que esto es obligatorio para
las inspecciones, nos hemos negado hasta ahora, a participar, con la
consecuente llamada de atención al inspector, quien tampoco puede
obligarnos por tratarse de un día no hábil.
Hace un año (2002), el inspector me dijo que le dieron la orden de enviar a
dos apoyos para tomar un curso de capacitación de seis días, para que en
el mes de enero se impartiera los sábados; nuevamente me negué. El
inspector me dijo, visiblemente molesto, que a pesar de que era obligatorio,
él daría la disculpa de que estudio los sábados; le hice saber que yo no me
negaría si la Subdirección de Apoyo Técnico Complementario nos diera la
opción de elegir los tiempos, pues ellos siempre se quedaban a cargo de los
cursos entre semana, en tanto que a los maestros de apoyo técnico nos
imponían los sabatinos; por otro lado, que no podía ser obligatorio puesto
que estaban disponiendo de días no laborables. Me dijo que aún así, el
problema era que otra vez lo sancionarían por quedar mal.
Otro ejemplo, es el del curso-taller del Proyecto Escolar, desde el ciclo
escolar 2001-2002 generalizado, por disposición oficial, a todas las
escuelas secundarias; este curso debía ser impartido por los jefes de clase
a los directivos, sin embargo, el nuevo Coordinador Sectorial dispuso que
los maestros de apoyo técnico de las inspecciones nos encargáramos de
hacerlo.
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El problema, nuevamente, era nuestra ignorancia e inexperiencia en este
tema; citaron a inspectores y maestros de apoyo a mediados del mes de
julio a una capacitación de cuatro días, impartida por compañeros de la
Subdirección de Apoyo Técnico Complementario, quienes también habían
recibido una capacitación similar por parte de personal de la Subsecretaría
de Servicios Educativos en el D.F. La capacitación se dio cuando ya había
empezado el período de receso de verano, sin embargo, tuvimos que
quedarnos una semana más para prepararnos, ya que el curso debíamos
impartirlo a todos los directores y subdirectores de las escuelas de la zona
escolar una semana antes de que se iniciaran las actividades de agosto.
Puedo decir que, a pesar de todas las limitantes que enfrentamos y la
resistencia de los participantes, logramos interesar y sobre todo,
sensibilizar a los directivos para que aceptaran echar a andar el proyecto
en sus escuelas e impartir el curso-taller, y cuando los visitamos me pude
percatar, con mucha satisfacción, de la importancia que tiene que tanto
directivos como maestros, retomemos estos espacios, en los que es posible
la promoción personal y el desarrollo profesional desde nuestros ámbitos
de desempeño.
Por otra parte, el profesor que labora en la supervisión también tiene que
ver con una diversidad de actividades, tales como: la atención a directivos,
profesores, padres de familia o alumnos que acuden en busca de
información, orientación y solución a sus problemas. Es el encargado de la
organización, seguimiento y realización de concursos y proyectos a lo largo
del ciclo escolar; asesora, recibe y distribuye becas y documentación para
el proceso de carrera magisterial. Asimismo, desde la oficina o
personalmente, sirve de enlace entre las Coordinaciones Sectorial y
Regional, los directivos y los maestros designados como responsables de
algún proyecto; debe contar con los conocimientos teóricos y normativos
suficientes para solucionar conflictos, tanto de índole pedagógico, como
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laboral o jurídico; participa en la organización, conducción y desarrollo de
las juntas de Consejo Técnico Directivo y como apoyo en las juntas de
Consejo Técnico Escolar en las escuelas que así lo solicitan.
Un factor importante que hay que mencionar es que, aún con la
implantación del Proyecto Escolar, la intervención del maestro de apoyo en
cuanto a actividades de carácter técnico o pedagógico es limitada, ya que
la cultura que prevalece en estas instancias es la de ser intermediarios y/o
enlaces con carácter meramente administrativo, es decir, recibir y
transmitir disposiciones, documentos y/o materiales. Esta situación se
reproduce en las juntas de Consejo Técnico Escolar y Directivo, ya que se
reducen a la lectura de oficios, entrega de materiales, difusión de nuevas
disposiciones, invitaciones a participar en eventos diversos, y a lo sumo, a
la discusión de procesos administrativos por la sobrecarga de trabajo, con
la siempre apresurada intención de terminar lo más pronto posible, dadas
las múltiples ocupaciones que directivos y maestros deben cumplir en sus
escuelas.
Otro aspecto de esta problemática, es que somos profesores que pasamos
a ser considerados como personal de confianza, y esto es en un doble
sentido: en cuanto a la discreción que debemos guardar en relación con
las actividades, decisiones o irregularidades cometidas en esta instancia, y
en cuanto a que nuestros derechos sindicales y laborales no son
respetados, pues están supeditados a la relación personal que entablamos
directamente con nuestro jefe inmediato: el inspector.
Esto varía de inspección a inspección: en algunos casos se negocia el
horario de labores, sin embargo, casi siempre esto está sujeto a los
imprevistos que pueden surgir cotidianamente, inclusive en fines de
semana o períodos vacacionales. En algunas de estas instancias, se
autorizan los permisos económicos y se respetan las incapacidades
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médicas, en otras, es mejor “pedir perdón que pedir permiso”. Puede ser
que se establezcan formas de control de asistencia, como firmar en una
libreta o un registro clandestino llevado por el inspector o por alguien de
su total confianza, y se sancione al maestro administrativamente de
acuerdo a reglamento por faltas y retardos, pero en la mayoría de los
casos, la sanción es verbal y se compensa con sobrecarga y mayor tiempo
de trabajo. En este aspecto es importante señalar que, puesto que el
inspector otorga el beneficio de no actuar administrativamente como un
“favor”, el maestro de apoyo queda cada vez más comprometido con él,
tanto en el aspecto laboral como en la relación interpersonal y moral. Hay
que mencionar que, aunque no es el tema que nos ocupa, todo lo anterior
es igualmente aplicable en el caso de las secretarias y el personal de
asistencia de servicios.
Todo esto puede representar una ventaja o una desventaja para el
maestro de apoyo técnico a diferencia del maestro de grupo, según se
trate, y es así porque también algunos de los profesores en inspección
gozan de todas las prerrogativas y favores de los inspectores, pues fueron
elegidos para “jubilarse en el servicio”, es decir, para descansar de la
actividad escolar y pasar a ser acompañantes, representantes o choferes
de los inspectores, con la consecuente sobrecarga de trabajo para los otros
integrantes de la supervisión.
Lo anterior se proyecta en una percepción distorsionada de los demás
docentes, los que están en escuela, pues para ellos estar en una
inspección se trata de una distinción, de un privilegio, un ascenso, el logro
de un mayor prestigio, e incluso, la obtención de mejores ingresos
económicos (esto último totalmente falso), significa ya no dar clases, ni
lidiar con adolescentes, padres de familia, directivos o jefes de clase; no
tener que checar tarjeta, ni llevar avance programático, y en fin, es una
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posibilidad de alejarse de la problemática que encierra el estar frente a
grupo, por lo que para muchos profesores es un puesto codiciado.
No con esto se quiere decir que el trabajo del maestro de apoyo técnico
pedagógico sea deplorable, sino que, además de presentar una
problemática distinta y específica del contexto en que se da, converge,
como veremos más adelante, con la problemática del docente de grupo,
quien debe aspirar a ampliar su ámbito de ingerencia más que
simplemente buscar una actividad que lo aleje de la práctica docente.
Hasta aquí podemos afirmar que se trata de un profesor despojado de su
personalidad profesional, que actúa bajo la constante supervisión del
inspector quien fiscaliza y sanciona o aprueba, cada una de las actividades
que realiza; de un profesor que aunque no está normativamente incluido
en la estructura, existe en los hechos y debe observar las reglas tanto
institucionales como las impuestas por la formación y personalidad del
inspector.
1.3 PROFESIÓN Y DESPROFESIONALIZACION
DOCENTE
Los referentes antes descritos respecto al maestro de apoyo, constituyen el
punto de partida para considerar esta problemática como posible objeto de
investigación a través de las siguientes reflexiones:
¿Por qué se habla de desprofesionalización? ¿De que manera enfrenta el
problema de la desprofesionalización el maestro de grupo o en actividades
administrativas, como es el caso del maestro de apoyo? ¿Se presenta este
fenómeno en puestos jerárquicamente superiores? ¿Es suficiente haber
23
sido maestro de grupo para desempeñar adecuada y eficientemente estas
funciones? ¿En qué grado influye la formación personal en las decisiones
y, por tanto, en el rumbo que toman las soluciones a los problemas que se
presentan en estas instancias? ¿Qué tipo de formación debe tener un
maestro con el tipo de responsabilidades propias de una inspección? ¿Es
el maestro de apoyo parte del personal de confianza de la SEP? ¿Cuál es el
apoyo que le brinda la institución? ¿Su actividad se inscribe en la gestoría
escolar? ¿Qué significa ser apoyo técnico-pedagógico?
Dar respuesta a estas cuestiones nos lleva a varias reflexiones, empezando
por aclarar por qué me refiero a la desprofesionalización de nuestro
quehacer. Al mencionar la profesión docente, lo primero que se nos viene a
la mente es la actividad que se lleva a cabo en el salón de clases, a la
interacción entre maestro y alumnos, al acto de enseñar a través del cual
los niños y los adolescentes se desarrollan y adquieren conocimientos,
hábitos y estrategias de aprendizaje. Sin embargo, el quehacer del maestro
está condicionado por diversos factores que van más allá del ámbito del
aula y que inciden drásticamente en sus procesos y por lo tanto, en sus
resultados.
En apariencia y ante la sociedad, es el docente el responsable directo del
aprendizaje de los alumnos que tiene a su cargo, puesto que es él quien
está en contacto y actividad constante con ellos, sobre todo hoy en día, en
que las sociedades son cada vez más complejas y por lo tanto, atribuyen
mayores responsabilidades a la escuela. Todo esto es cierto si nos
referimos a la responsabilidad que adquiere el maestro al prestar el
servicio educativo, pero la realidad que enfrenta es mucho más delicada.
La profesión y la profesionalización magisterial son dos cuestiones
íntimamente relacionadas pero diferentes; esto es, la profesión docente es
aquella que ejercemos todos los que, bajo la categoría de maestros,
24
laboramos en el sistema educativo. La profesionalización, en cambio,
debemos entenderla como un proceso en el que el maestro, en formación o
en servicio, adquiere los elementos teóricos y metodológicos para que su
actividad pueda trascender, para pasar de ser un mero reproductor de los
viejos esquemas, un ejecutor, mediador o transmisor del conocimiento
contenido en el currículum, a ser un maestro generador, creativo e
innovador de su práctica docente, un sujeto analítico, reflexivo, crítico y
autocrítico, incidiendo con ello a la transformación de su realidad.
Sin embargo, las estructuras sociales e institucionales, así como los
medios de control implementados sobre la práctica docente, han
contribuido a crear y mantener alienado el trabajo de los profesores a
través del currículum como instrumento que modela y determina su
quehacer educativo, pues se convierte en gestor de unas metas y unos
fines determinados por otros y que reclama en ellos, única y
limitadamente, la competencia necesaria para cumplir eficaz y
eficientemente con los resultados especificados en el currículum.
Por otra parte, es común pensar a la práctica docente como una actividad
autónoma, determinada por la libertad que tiene el profesor en la elección
y la toma de decisiones en el salón de clases; esto es cierto, pero sólo
dentro de los parámetros marcados por la estructura escolar, la
organización y la política institucional. Estos obstáculos al crecimiento
profesional del docente, es a lo que me refiero cuando hablo de
desprofesionalización, y que José Gimeno Sacristán sustenta claramente
cuando se refiere a que del
“…margen de autonomía que el sistema educativo y curricular deje en manos de los profesores es el campo en el que ellos desarrollarán su profesionalidad. Eso es una opción y el resultado de situaciones históricas, marcos políticos y prácticas administrativas y de un nivel de capacitación en el profesorado. La autonomía de cada profesor individualmente considerado o la de la profesión como
25
grupo de profesionales es preciso verla dentro del marco de determinantes de la práctica.”2
Si de esta forma enfrenta la desprofesionalización el maestro en el aula,
cuando este mismo maestro pasa a desempeñar actividades consideradas
en el ámbito de la gestión educativa, es decir, cuando asciende a puestos
directivos, de supervisión y de apoyo técnico-pedagógico, su actividad
requiere de competencias muy específicas tales como perfil profesional,
experiencia docente, conocimiento de cuestiones metodológicas,
psicopedagógicas y de análisis sociohistórico educativo, además de tener
iniciativa, creatividad, criterio para la toma de decisiones, manejo
adecuado de las relaciones humanas, capacidad para organizar y dirigir
grupos, actitud de respeto, compromiso y responsabilidad, en síntesis,
cualidades de liderazgo.
La experiencia nos demuestra que este perfil sería el deseable, pero
tomemos en cuenta que, en general, quienes llegan a estas posiciones son
profesores que han pasado gran parte de su vida en el aula, que no tienen
una formación de este tipo, ni obtienen una preparación previa para
desempeñar cada una de las muchas y variadas actividades que deben
realizar como gestores; su ámbito de acción es más amplio y diferente al
del aula, pero, sin embargo, su autonomía tiene fronteras; por ejemplo, la
actividad de un inspector, al igual que el maestro en su salón de clase,
está determinada por la vigilancia y el control de instancias
jerárquicamente superiores, por cumplir y hacer cumplir la normatividad y
las disposiciones de una institución a la que debe lealtad, por parámetros
de acción que deben responder a los establecidos oficialmente; lo mismo
sucede con la actividad de los directores y de los subdirectores, pues se
trata de una vigilancia en cascada, de tal forma que no se transgredan las
reglas estipuladas por el sistema educativo y todos cumplan con la
2 José Gimeno Sacristán y Ángel I. Pérez Gómez. El currículum moldeado por los profesores, p. 112.
26
responsabilidad de que se imparta una educación con la calidad y la
eficiencia “adecuadas”, a fin de alcanzar los objetivos educativos
planteados por el currículum.
Podemos afirmar con esto entonces, que la actividad de estos actores
educativos, también moldeada por el currículum, los desprofesionaliza
dado que tampoco tienen un marco de autonomía ni un nivel preparación
y de capacitación encaminada a su profesionalización, pues se convierten
en meros ejecutantes de disposiciones tomadas por otros, que no
corresponden a las necesidades educativas reales y que se ven obligados a
cumplir y a hacer cumplir con la máxima eficiencia, lo que los lleva al
mismo tiempo, dentro de los márgenes que su ámbito se los permite, a la
toma de decisiones en forma unilateral, a usar, o más bien abusar del
poder que el cargo les otorga, y, en resumen, a contribuir a la
desprofesionalización de los otros maestros y a la suya propia.
Algo similar ocurre con el maestro de apoyo a la inspección, cuyo ámbito
de desempeño es amplio en el sentido de las tareas que realiza, pero
limitado en cuanto a su campo de acción, autonomía, toma de decisiones y
posibilidades de desarrollo profesional; al igual que los anteriormente
descritos, es también un maestro cuya experiencia se circunscribe a la
obtenida en el aula, pero que debe contar con ciertas características y
competencias para el desempeño eficaz y eficiente de las tareas que le son
asignadas; su actividad está íntimamente vinculada al logro de los
propósitos educativos, sin embargo, está sujeto a las exigencias y
limitantes institucionales a través del poder y el control que ejercen sobre
él, la figura del inspector, de los directivos y de todas las instancias
superiores a la supervisión escolar. Todo ello lo desprofesionaliza y lo
despersonaliza, pues ni es líder educativo ni ejerce la práctica docente,
sino una especie de comodín que debe responder a disposiciones
superiores, sean de carácter técnico o pedagógico. Por otro lado, no cuenta
27
más que con sus competencias personales y su experiencia ya que no
recibe ningún apoyo por parte de la institución para su actualización y
superación profesional, simplemente va funcionando de acuerdo a las
necesidades que se presentan cotidianamente en la supervisión.
1.4 ELEMENTOS PARA UNA PROPUESTA
Una vez descritos los contextos social, institucional y de la práctica en que
se presenta la problemática del maestro de apoyo técnico-pedagógico, cabe
la reflexión de la posibilidad que tendría para incidir en la transformación
o, al menos, en la modificación de la forma de hacer las cosas, es decir, en
la forma de solucionar los problemas, de tratar a las personas, de concebir
a los centros educativos, de que su actividad deje de ser la de transmisor
de disposiciones de una instancia a otra, y, en síntesis de que su actividad
trascienda el ámbito de lo meramente administrativo.
Considero que es el propio maestro quien debe empezar por revalorar y
reconceptualizar su quehacer, aprovechando las áreas de influencia en las
que se desarrolla, y en este sentido, se presentan a continuación, algunos
elementos para conformar una propuesta a modo de sugerencias o formas
de solución, pero que sin embargo, pueden encontrar obstáculos si no se
manejan como partes integrantes de un proceso de cambio; en sí, estos
elementos son un primer intento reflexivo a fin de distinguir
concientemente las dificultades de nuestro quehacer y buscar formas de
superarlas:
1. La definición orgánica, legal y normativa, de las funciones que debe
desempeñar el maestro de apoyo técnico-pedagógico, a fin de que se
28
arribe por méritos académicos y profesionales probados, lo que
mínimamente significará el reconocimiento, el respeto y un rescate de
sus derechos sindicales, laborales y profesionales.
2. La incorporación legal a la estructura administrativa tendrá
necesariamente que redituarle a este maestro, todo tipo de estímulos,
pues al igual que los profesores que salen del aula, tiene que
desempeñarse en otros ámbitos que requieren de competencias
personales y profesionales diferentes.
3. La actualización y la superación profesional, en una actitud analítica,
crítica y reflexiva, que son en definitiva una responsabilidad que
debemos asumir personal y colectivamente, tiene que ser una exigencia
que debe ser impulsada por los maestros y solventada por la
institución.
4. La impartición de cursos, sean con fines de ser validados para carrera
magisterial o para reforzar la construcción del Proyecto Escolar,
constituyen espacios de profesionalización que deben ser aprovechados,
ya que brindan oportunidad a la promoción personal y al desarrollo
profesional desde este ámbito de desempeño en particular.
5. Ser enlace entre instancias, debe posibilitar el encauzamiento y la
dirección de las disposiciones de las autoridades, de tal forma que sean
redituables y benéficas para las comunidades escolares, buscando la
relación, el acuerdo y la participación de los interesados, es decir, ser
portavoz de las opiniones, inconformidades, sugerencias y propuestas
emanadas de las escuelas hacia las instancias superiores.
6. La obligatoriedad del Proyecto Escolar en todas las escuelas significa la
posibilidad de entrar en contacto directo con los directivos y profesores
y, por lo tanto, la necesidad de revalorar y profesionalizar nuestro
quehacer docente de manera conjunta.
7. Todo esto implica un proceso de cambio en la cultura del ser maestro,
de lo que educar significa y de la concepción de quién soy yo y quiénes
son los demás, que prevalece en el sistema educativo. Este cambio debe
29
operarse tanto en lo profesional como en el ámbito de las
interrelaciones, pues si aceptamos que los procesos son hechos por
seres humanos, las relaciones y la dinámica que se da entre ellos, es
primordial.
Aunque todos estos aspectos son partes que integran todo un proceso de
cambio, debemos considerar que algunos de ellos salen de nuestro ámbito
de competencia. Tal es el caso de la definición orgánica, legal y normativa
de funciones, así como la incorporación legal a la estructura
administrativa, que dependen de la política educativa. Sin embargo, sí
puede incidirse directamente en los procesos propios de nuestra práctica
docente, esto es, en la construcción de una nueva cultura de desarrollo
profesional a través de una reconceptualización de nuestro quehacer, de
asumir la responsabilidad de nuestra actualización, capacitación y
superación profesional, todo lo cual implica, necesariamente, un cambio
de actitud, un “transformar transformándonos”.
30
CCaappííttuulloo IIII MMaarrccoo TTeeóórriiccoo
RReeffeerreenncciiaall
31
2.1 POLÍTICA EDUCATIVA
La desprofesionalización del docente, sus implicaciones y consecuencias,
como todos aquellos problemas que aquejan a nuestro sistema educativo,
tiene sus orígenes en los planteamientos políticos para la organización y el
desarrollo social, es decir, las tendencias y características específicas con
las que una sociedad se organiza, el modelo de sociedad que se formula en
tanto proyecto económico, político y cultural, las cuales están
estrechamente ligadas a los proyectos educativos.
Así pues, en el marco de la globalización durante el gobierno de Salinas de
Gortari, se plantea la Modernización del Estado Mexicano, cuyas
propuestas quedan sintetizadas en la Reforma del Estado y el Liberalismo
Social, y en los que se encuentra la dirección que habría de tomar la
educación a partir de entonces. Es a través de la firma del Acuerdo
Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) en 1992,
como queda constituido, por una parte, un pacto político inscrito en la
larga tradición política corporativa de nuestro país, y por otra parte, señala
la necesidad de realizar “una gran transformación del sistema educativo” -
que aparece nuevamente en el discurso del gobierno de Ernesto Zedillo y
en el de Vicente Fox-, y que podemos interpretar a través de sus líneas
estratégicas:
“1) La reorganización del sistema educativo, que se ha propuesto consolidar un auténtico federalismo educativo y promover una nueva participación social (descentralización a nivel nacional o federalización educativa); 2) La reformulación de los contenidos y materiales educativos...que se normó por objetivos precisos que incluyeron el fortalecimiento de la lectura, la escritura, el aprendizaje de las matemáticas y el reestablecimiento del estudio sistemático de la historia, la geografía y el civismo; 3) La revaloración de la función social que desempeña el maestro: a) la formación del maestro, b) la actualización permanente, c) el salario profesional, d) el fomento de su vivienda, e) el establecimiento de la
32
carrera magisterial, f) la renovación del aprecio social por su trabajo.”3
Por principio de cuentas hay que reconocer algunos avances en la
concepción que articula esta propuesta, por ejemplo, la necesidad de
revalorar la función magisterial. Sin embargo, más allá de los
planteamientos, preocupa la materialización de éstos en acciones, pues ha
sido evidente que el obstáculo para la realización de verdaderos cambios es
el “tiempo político”, es decir, la vigencia sexenal, ya que los errores
cometidos están muy relacionados con este aspecto.
Por mencionar algunos, podemos referirnos a las acciones en torno a la
reformulación de contenidos y materiales educativos que, por algún motivo
no claramente explicitado, se decide cambiar los planes de estudios en los
diferentes niveles de la educación básica, bajo la débil argumentación de
que los programas vigentes tenían ya casi veinte años de haber entrado en
vigor y mostraban deficiencias. Pero, hasta donde se sabe, no existió una
evaluación seria que diera cuenta de los avances y/o retrocesos de
aquellos planes, los resultados de sus enfoques, las experiencias, positivas
o no, que dejaron en la formación de los alumnos.
Tampoco existía una argumentación consistente para fundamentar el
cambio de áreas por asignaturas, las que en 1972 fueron satanizadas, aún
a pesar del planteamiento de los maestros por conservarlas; pero en el
nuevo proyecto se dijo que el cambio se daba en virtud de que se consideró
la opinión de los maestros, sólo que tuvieron que pasar veinte años para
ello.
Por otro lado, más que un cambio curricular radical a corto plazo, era
prioritario trabajar más hacia la formación del maestro en servicio y sobre
3 Alberto Arnaut, La federalización educativa en México, 1889-1994, pp. 323-328.
33
las condiciones materiales del trabajo docente, ya que las nuevas
orientaciones pedagógicas se incorporan a la práctica educativa de manera
paulatina, es decir, se requiere de un largo proceso para ser asimiladas y
que se vean reflejadas en el trabajo docente.
Sin embargo, lo importante fue entonces mostrar que “se estaba haciendo
algo” antes de que culminara el sexenio, y los resultados son evidentes,
todavía hoy: la desarticulación entre los niveles de educación básica;
carencia de un planeamiento curricular global coherente que articule los
cambios en los diferentes niveles educativos; en ningún nivel se
profesionaliza, capacita ni actualiza al maestro; Carrera magisterial
constituye un proceso selectivo y discriminatorio; en las aulas prevalece la
enseñanza tradicional con “adaptaciones” a los nuevos programas de
estudio, más no una transformación de la dimensión pedagógica; en
funciones administrativas, por ascenso o no, el maestro depende de su
experiencia y sus competencias personales para desempeñarlas; y, en
general, es patente que el nuevo modelo educativo no ha respondido a las
expectativas sociales ni individuales, pues ni la educación es totalmente
gratuita -mucho menos con programas como el de la Nueva Escuela
Urbana, Proyecto Escolar y la Escuela Pública de Calidad-, ni tiene acceso
a ella toda la población, ni ha conseguido el desarrollo independiente del
país y tampoco ha eliminado las desigualdades sociales, pues al contrario,
en el marco de la globalización, se han agudizado.
Es en la Ley General de Educación, publicada en 1993, en donde se
reglamentan todas estas propuestas de transformación al sistema
educativo, que por demás está puntualizar, sólo han quedado, en su
mayoría, en el discurso oficial. Por cuanto a la atención de los docentes, en
su Artículo 20, establece:
34
“Las autoridades educativas, en sus respectivos ámbitos de competencia, constituirán el sistema nacional de formación, actualización, capacitación y superación profesional para maestros, que tendrá las finalidades siguientes: I. La formación, con nivel de licenciatura, de maestros de educación inicial, básica -incluyendo la de aquéllos para la atención de la educación indígena- especial y de educación física; II. La actualización de conocimientos y superación docente de los maestros en servicio, citados en la fracción anterior; III. La realización de programas de especialización, maestría y doctorado, adecuados a las necesidades y recursos educativos de la entidad, y IV. El desarrollo de la investigación pedagógica y la difusión de la cultura educativa...”
Y más adelante, en relación a la revaloración del trabajo docente, en su
Artículo 21 enuncia:
“El educador es promotor, coordinador y agente directo del proceso educativo. Deben proporcionársele los medios que le permitan realizar eficazmente su labor y que contribuyan a su constante perfeccionamiento...El Estado otorgará un salario profesional para que los educadores de los planteles del propio Estado alcancen un nivel de vida decoroso para su familia; puedan arraigarse en las comunidades en las que trabajan y disfrutar de vivienda digna; así como para que dispongan del tiempo necesario para la preparación de las clases que impartan y para su perfeccionamiento profesional. Las autoridades educativas establecerán mecanismos que propicien la permanencia de los maestros frente a grupo, con la posibilidad para éstos de ir obteniendo mejores condiciones y mayor reconocimiento social.”4
El gobierno actual, en el Programa Nacional de Educación 2001-2006,
plantea un Enfoque Educativo para el Siglo XXI en el que precisa que para
el 2025 “la educación mexicana será: equitativa con buena calidad,
pertinente, incluyente, formativa y en sentido integral”5, y para lograrlo
nuevamente reconoce que “el docente es, sin duda, el factor más
importante en cualquier avance sostenido hacia una educación de buena
calidad para todos”6; que “los profesores, así como los cuadros directivos
de todos los tipos, niveles y modalidades, tendrán un perfil idóneo y un
4 LEY GENERAL DE EDUCACIÓN. Diario Oficial de la Federación, México 13 de julio de 1993. p.8 5 PROGRAMA NACIONAL DE EDUCACIÓN 2001-2006, p. 72. 6 Op.cit. p. 43.
35
fuerte compromiso con sus alumnos y con las funciones que tengan
asignadas. Maestros y académicos se asumirán como profesionales
responsables, acostumbrados a rendir cuentas y gozarán del respeto y
reconocimiento de la sociedad. Toda persona que trabaje en el sistema
educativo contará con las condiciones adecuadas para ello, y percibirá una
remuneración apropiada a su responsabilidad y desempeño.”7
No cabe duda que se trata de un proyecto a largo plazo, pues a casi dos
años (septiembre de 2001) de haber emitido este documento, y a más de
dos años de haber iniciado sus gestiones, no observamos cambios que
podamos considerar favorables, ni en el sentido de atender a la formación,
actualización y superación profesional, ni mucho menos en cuanto a un
salario digno, sí en cambio debemos entender que claramente expresa que
la responsabilidad de superación profesional debe ser asumida por cada
docente, además de que habla de una remuneración “apropiada” en base a
la responsabilidad y desempeño de cada quien, lo que significa que se
seguirá violentando la disposición constitucional de “salario igual a trabajo
igual”, y que continuará la discriminación y selección salarial establecida
con carrera magisterial.
Hasta aquí hemos abordado el planteamiento educativo desde una visión
normativa que contiene, en definitiva, los objetivos que oficialmente ha
pretendido, al menos en el discurso, la política educativa en los últimos
tres gobiernos, siendo evidente que desde la reforma introducida en 1993,
se repite y se da continuidad al planteamiento de centrar los esfuerzos en
la revaloración y profesionalización de la tarea magisterial, pero, sin omitir
la responsabilidad que corresponde a los profesores de asumir el
compromiso que implica su actividad docente. El discurso está aún muy
alejado de lo que sucede en la práctica: no podemos negar que ha habido
el planteamiento de una reforma educativa, que si bien se modificó el 7 Op.cit. p. 73.
36
currículum con todas sus implicaciones, seguimos funcionando bajo los
mismos esquemas verticales, tradicionalistas y anquilosados, con un
presupuesto ridículo comparado con otros rubros en los que se invierte el
gasto público; los recursos materiales, humanos y financieros son los
mismos, o acaso se han deteriorado; y las condiciones laborales se apegan
cada vez más a la lógica de la racionalización, el eficientismo y la
competitividad.
La legalidad de la política educativa desde el discurso oficial escapa de
nuestra competencia, pues su soporte está fundamentado en lo que hoy en
día está en boga: la equidad, la justicia social, la pertinencia y la inclusión,
entre otros aspectos que apuntan a la formación integral del ser humano.
Debemos conocer el contexto en el que se da cualquier problemática que
enfrentamos en el medio educativo, para, de esta manera, ubicarnos en la
dimensión macrosocial y de definición política en la que podemos
encontrar los orígenes y las respuestas a nuestra situación actual. Es
necesario entonces, pasar a un análisis en un nivel más específico, es
decir, en el ámbito mismo del hecho educativo, en términos de la
institución educativa, S.E.P., el rol del currículum y de la escuela.
37
2.2 CONTEXTO EDUCATIVO: CURRÍCULUM, LA FUNCIÓN DE LA ESCUELA Y EL ROL DE LOS
PROFESORES.
Referirnos al currículum como una propuesta que responda al mismo
tiempo a las necesidades educativas reales en nuestro país y, por otra
parte, a los factores políticos, económicos e ideológicos del sistema social
que lo determinan, resulta incompatible en la práctica.
Si bien desde nuestra función como profesores no tenemos participación
alguna en el Diseño curricular, la adquisición de los elementos teóricos y
metodológicos para realizar un análisis crítico de los planes y programas
de estudio vigentes en la educación básica, debería ser uno de los
propósitos en la formación y la actualización de los docentes con el fin de
incidir en la transformación verdadera de la realidad educativa.
A los profesores se nos habla de innovación, de creatividad, de apropiación
de nuestra materia de trabajo, y, en fin, de cumplir con nuestra
responsabilidad y compromiso como educadores, sin embargo, contamos
con los elementos mínimos indispensables, tanto teóricos, pedagógicos
como materiales, para poder llevar a cabo nuestra labor. Superar nuestro
propio nivel, sumergido en la doxa las más de las veces, significa una toma
de conciencia para buscar los medios que nos acerquen al conocimiento,
análisis y reflexión de nuestra tarea, pero sobre todo para incidir en
nuestra práctica misma, ámbito inmediato de nuestra competencia.
Por otra parte, en el contexto de la Modernización Educativa, se discutió el
papel que correspondía a la escuela como transmisora de conocimientos
en una sociedad cambiante. Se consideró que la escuela estaba rezagada
respecto del avance científico, pero además imposibilitada de transmitirlo
38
en su totalidad, por lo que a partir de entonces, se establece que la función
de la escuela es dotar al alumno de habilidades básicas para que pueda
acceder al conocimiento, además de facilitarle los medios y el tiempo
necesarios para su desarrollo personal, sin embargo, la interpretación de
lo “básico” ha sido en el sentido de lo “elemental mínimo necesario” para
las grandes mayorías.
En el discurso actual, según el Programa Nacional de Educación 2001-
2006, el currículum vigente de primaria y secundaria incorpora como
nuevo enfoque el dar prioridad al desarrollo de “competencias y actividades
en el proceso de desarrollo de los estudiantes”, sin embargo, la difusión de
este documento ha sido muy limitada, pues si no ha llegado a las
instancias intermedias (coordinaciones, supervisiones, sectores y
direcciones), mucho menos a los profesores, quienes necesariamente
deberían conocer en teoría, al menos, las innovaciones propuestas, de lo
contrario, ¿quién se supone que debe llevarlas a cabo?
La escuela cumple entonces con un rol socializador determinado por
múltiples factores del momento histórico, por lo que referirnos al
currículum significa abordar un tema controvertido e ideologizado, y por lo
tanto, con fines políticos e ideológicos definidos por el sistema social al
cual debe responder. Por otra parte, en el currículum se describe la
concreción de las funciones de la escuela y la forma particular de
enfocarlas para un determinado nivel o modalidad educativa, por lo que en
él se relacionan los principios propuestos y la realización de los mismos en
la práctica, tomando en cuenta que el currículum “es contexto de la
práctica al tiempo que (es) contextualizado por ella”.8
Ahora bien, de acuerdo con J. Gimeno Sacristán9, de la forma en que está
8 José Gimeno Sacristán y Ángel I. Pérez Gómez. Aproximaciones al concepto de currículum, p. 25. 9 José Gimeno Sacristán y Ángel I. Pérez Gómez. “La selección cultural del currículum”, pp. 30.59.
39
configurado el currículum, del formato que fue considerado como el más
apropiado para determinado nivel educativo, depende la forma pedagógica
de los contenidos, los que definitivamente, actúan sobre alumnos y
profesores, es decir, modelan y determinan la práctica del proceso
educativo. El formato o códigos que dan forma a los contenidos provienen
de opciones políticas y sociales, de concepciones epistemológicas, de
principios pedagógicos o psicológicos y de principios organizativos, en
ocasiones contradictorios y desvinculados unos de otros, pero que
necesariamente reflejan y contienen la política educativa en turno. Un
ejemplo claro son los actuales programas de estudio en educación
secundaria, cuyo sustento teórico se encuentra en el constructivismo, pero
que al estar estructurados por asignaturas y por cursos anuales, propician
la especialización, la taylorización de tiempos y formas de la práctica
docente, la concepción de homogeneidad de los intereses y necesidades de
los estudiantes, la parcelación del conocimiento, la actividad aislada de los
profesores, y consecuentemente, la desprofesionalización del magisterio y
la frustración de las expectativas que de la escuela tienen los alumnos, sus
padres y la sociedad, y, en síntesis, el resultado es una cultura parcelada y
discriminatoria, si no es que hasta una visión y una concepción del mundo
distorsionada.
A partir de estas reflexiones podemos entender la complejidad que encierra
la formulación del currículum, necesariamente cimentada en los
verdaderos propósitos que encierra la política educativa si retomamos el
hecho de que los planteamientos políticos para la organización y desarrollo
social, están íntimamente ligados a los proyectos educativos y se plasman
en ellos de manera clara o velada, como sucede en nuestro país.
Debe quedar claro que las estructuras escolares y los medios de control
implementados sobre la práctica docente, han contribuido a crear y
mantener alienado el trabajo de los profesores, pues el currículum, como
40
instrumento que modela y determina su quehacer educativo no les
pertenece. “Más bien, gestionan un currículum cuyas metas y fines están
en su mayor parte determinados por otros. La enseñanza como gestión del
currículum desprofesionaliza a los profesores y les reclama la competencia
necesaria para hacer que sus alumnos se dirijan de forma efectiva a lo
largo de una ruta predeterminada. (Glitin, 1987).”10
Por otra parte, es común pensar a la práctica docente como una actividad
autónoma, determinada por la libertad que tiene el profesor en la elección
y toma de decisiones en el salón de clases, esto es cierto, pero dentro de
los parámetros que le permite la estructura escolar, la organización y la
política institucional. Vamos entrando ya al terreno de la práctica docente,
en el que habrá que responder a varias cuestiones: ¿La calidad de la
enseñanza depende de la calidad de formación del profesorado? ¿En qué
medida están relacionadas? Estos son los dos aspectos en torno a los que
gira el tema central del Seminario “Formación docente y calidad de la
educación”, presentado por J. Gimeno Sacristán en la Universidad de
Valencia en abril de 198811, y del que a continuación se retoman los
planteamientos centrados en el quehacer docente y su profesionalización.
10 Gimeno, Op.cit. p. 112. 11 José Gimeno Sacristán. Profesionalización docente y cambio educativo, en: Andrea Alliaud y Laura Duschatzky (compiladoras) Maestros. Formación, práctica y transformación escolar, pp. 113-144.
41
2.3 LA PROFESIÓN DOCENTE: FORMACIÓN, ACTUALIZACIÓN Y SUPERACIÓN
PROFESIONAL DEL MAESTRO.
J. Gimeno Sacristán12 afirma que si cualquier tipo de conocimiento
mantiene relaciones con el contexto en el que se genera, entonces, en
definitiva, el pensamiento educativo referido a temas que tienen relación
con la práctica no puede reducirse a la formación y práctica docentes, a la
actuación autónoma de los profesores, sin tomar en cuenta el contexto
histórico, su significación cultural, los aspectos institucionales,
organizativos, curriculares, los intereses de clase (rentabilidad de la
educación, modelos de comportamiento, etc.).
La práctica pedagógica es una acción institucionalizada, cuya razón de
existir está predeterminada, considerando, además, que hay carencia de
un sistema de control eficaz acerca de la calidad de la educación que dé
información sobre el funcionamiento y objetivos del sistema educativo a los
agentes sociales y profesionales, por lo que el debate sobre la calidad de la
educación se convierte en una discusión ideológica que carece de acuerdos
mínimos para establecer la plataforma desde la cual se plantea el debate.
Por otra parte, la definición de la formación del profesorado desde
parámetros cuturales, coordenadas sociopolíticas, modelos pedagógicos,
etc., que nos han llevado al “profesor ideal”, significa una construcción
ideológica también, pues está relacionada con los valores dominantes de lo
que la situación de que se trate exige en ese momento. Hoy en día en
nuestro país se habla de la calidad de la educación en términos
estadísticos o de competencia para adquirir recursos financieros
(Programa Escuelas de Calidad), lo que orienta a la expansión educativa
12 Ibidem.
42
también en términos cuantitativos, aún cuando ésta no responda a las
necesidades educativas reales, sino a soluciones rentables que sólo
proporcionan los aprendizajes instrumentales básicos de sobrevivencia, y
que sólo reflejan al mismo tiempo, la deficiente preparación de los
docentes, tanto en su formación como en su actualización.
J. Gimeno Sacristán, en el seminario de referencia, destaca los siguientes
aspectos como fuente de indefinición de la profesionalidad del profesor
inmerso en una cultura pedagógica contradictoria:
1. El hecho de que las capas de población que acceden a los sistemas
escolares son cada vez más heterogéneas y cuyas necesidades están
también cada vez mas diversificadas, y que sin embargo, son sometidas
a sistemas educativos con modelos pedagógicos muy institucionalizados
y esclerotizados, lo que conlleva a considerar un modelo flexible de
capacitación en el que el profesor pueda adaptarse a condiciones muy
diversas y atender intereses sociales bastantes diversificados.
2. La extensión de funciones que cumple la escolarización hoy en día,
pues el papel de la escuela va más allá de desempeñar el papel de
proporcionar una cultura intelectual determinada; como consecuencia
de la evolución social y del carácter socializador de la escuela, y por lo
tanto, de la necesidad de atender al desarrollo de la personalidad
global del alumno (valores, formas de comportamiento, de sentir, de
percibir el mundo, etc.), la formación del profesor tiene al menos cuatro
consecuencias:
a) El currículum ampliado reclama competencias profesionales en la toma
de decisiones en cada situación en particular.
43
b) La atención a las necesidades del desarrollo personal de los alumnos,
prepararlos para la vida, lo que se ve dificultado por la heterogeneidad
de los alumnos y la contradicción de los contenidos.
c) Se idealiza un discurso pedagógico alejado de las condiciones reales de
trabajo, de preparación y de la selección de profesores. Muchas veces la
calidad de la enseñanza depende de las fases de la enseñanza que
Jackson (1968) llamó preactiva y postactiva, que suelen quedar fuera
del tiempo laboral retribuido de los profesores.
d) Debe ejercer funciones cada vez más complejas, en ámbitos de
intervención donde los criterios acerca de cuáles son y cuáles no son
los procedimientos correctos para una educación de calidad se
convierten en inciertos y muy discutibles (el ámbito invisible de la
pedagogía, según Bernstein, 1983).
3. La inseguridad epistemológica en la que hoy se encuentra el
conocimiento pedagógico: ¿qué tipo de teoría es la considerada como
más útil para la formación de los profesores?
“La profesionalidad de los docentes viene definida por los modelos pedagógicos coherentes con una determinada función social, por las condiciones de su trabajo, determinadas a su vez por la peculiar estructura del sistema educativo y por las opciones metodológicas y epistemológicas de tipo pedagógico, que no son independientes de categorías sociales, políticas y morales. Entonces, a una profesionalidad objeto de alternativas diversas, apoyada en conocimientos controvertidos, en función del papel social a desempeñar dentro de proyectos educativos cada vez más complejos, le corresponde, obviamente, una coherente indefinición en cuanto a los métodos de formación y el que éstos sean también discutibles y controvertidos.”13
4. El profesor es, en realidad, sólo un servidor público dentro de un
sistema escolar
“que le da un currículum definido, unas coordenadas temporales de trabajo, un papel y unas condiciones para realizarlo de las que resulta difícil salirse en la mayoría de los casos; depende
13 Op.cit. pp. 198-199
44
inexorablemente de los materiales pedagógicos que traducen los contenidos curriculares en una secuencia determinada; la creciente complejidad de la enseñanza y de los curricula, con la consiguiente dificultad para estructurar ambientes de aprendizaje adecuados, lleva a una desprofesionalización de los profesores, al no dominar las condiciones de su trabajo: la desprofesionalización técnica conlleva el desarme intelectual del práctico.”14
Se enfrenta a esquemas cerrados en los que el papel institucional que
de forma dominante se da al profesor y al especialista en educación, es
el de técnico que trabaja con eficacia dentro de unas condiciones o
realidades dadas, pero en mucha menor medida alguien que cuestiona
la dirección del sistema y sus fines.
“La innovación educativa no es un mero problema de cambio en las metodologías pedagógicas enraizadas en los profesores, sino un problema que afecta al cambio de condiciones de trabajo del docente, lo que implica las estructuras de la escuela, la política curricular, los medios para llevar un determinado currículum a la práctica, y optar por los paradigmas del pensamiento pedagógico coherentes con una perspectiva liberadora de los profesionales de la educación para que actúen críticamente en el sistema educativo y respecto de su propia práctica profesional. Todo ésto nos conduce a plantear el problema del nivel educativo más conveniente para formar al profesorado.”15
5. La formación inicial es de bajo impacto, es sólo una fase de iniciación:
“es el contacto progresivo con la práctica lo que realmente impregna al profesor del saber práctico profesional efectivo en la acción. En realidad cabría hablar de varios procesos o fases de socialización profesional: la prolongada vivencia que como alumnos tienen antes de optar a ser profesores; la fase de formación inicial, en donde se pueden afianzar o reestructurar las pautas de comportamiento adquiridas como alumno, y la tercera, es la inserción profesional en el contexto real como profesional independiente, en donde se da un progresivo acercamiento entre las pautas personales del profesor y las dominantes en la institución escolar, pues la práctica docente no es una práctica básicamente decidida personalmente, sino que está fuertemente institucionalizada.”16
14 Op.cit. pp.199-200. 15 Op.cit. p.201 16 Op.cit. p. 202
45
6. “La práctica de enseñanza o de educación institucionalizada tiene una
doble caracterización: por un lado, es una práctica
multicontextualizada, y segunda, resulta difícilmente controlable
mientras transcurre.”17 Se destacan las situaciones ambientales
educativas sobre las que la competencia profesional consiste en tener
cierto dominio de las mismas con esquemas intelectuales complejos que
faciliten su entendimiento. Pero, ¿en qué contextos debe el profesor
tener capacidad de decisión? Es una decisión más política que técnica,
sin embargo, el profesor necesita una competencia profesional que le
permita accionar desde el microcontexto de las tareas escolares, hasta
el macrocontexto social exterior, para lo que es necesario dotarlo de
estrategias de análisis, reflexión y de decisión ante situaciones
complejas; no existen recetas, “de poco sirven las destrezas
esquemáticas y los principios rígidos, pues sólo la capacidad de la
reflexión en la práctica, ayudado por la teoría y opciones de valor
clarificadas, pueden cambiar la práctica en la medida en que ésta
depende de los profesores.”18
En definitiva son la inserción en la práctica y el perfeccionamiento en
ejercicio los momentos considerados de formación decisiva, para la
conexión teoría-práctica, por lo que no pueden olvidarse dos principios
generales que tienen múltiples repercusiones:
a) La profesionalidad ligada al currículum. “El principal requerimiento que
institucionalmente se les hace a los profesores es el desarrollo de la
cultura contenida en el currículum; se trata de una función social e
institucionalmente asignada que la pedagogía a veces autodenominada
17 Op.cit. p.203 18 Op.cit. p.206
46
progresista suele olvidar.”19 Partiendo de la hipótesis del valor educativo
y social de la cultura como contenido de la enseñanza, entonces la
formación y el perfeccionamiento de profesores debe ser útil para la
práctica en la medida en que les proporcione esquemas prácticos, es
decir, modelos de actividades o tareas ligadas a un determinado
contenido. Los esquemas prácticos o tareas son los elementos nucleares
que constituyen la práctica, teniendo la utilidad múltiple para los
profesores de organizar toda la actividad profesional, cumplir con las
exigencias del currículum, mantener un tipo de acción prolongada en el
tiempo, controlar la conducta de los alumnos dentro de unos límites y
de acuerdo con el patrón de conducta que es inherente a cada tarea;
que la actividad sea rutinaria o no depende de la variabilidad,
originalidad y rigidez en esos esquemas prácticos. Es en el ámbito de la
práctica, a la comunicación social de la experiencia por socialización,
en una relación dialéctica, en que la teoría y la práctica, es decir las
tareas académicas dominantes, el currículum a desarrollar y las
condiciones de la práctica establecen una relación que llega al hallazgo
de un equilibrio estable. No se trata de proporcionarle “recetas
pedagógicas” a cada maestro, sin embargo, la urgencia para desarrollar
la práctica se las exige; ¿qué tipo de “recetas”? Se propone un esquema
práctico, una estructura moldeable, con “la suficiente flexibilidad como
para poder adaptarla a situaciones diversas, aplicarla con distintos
alumnos, dentro de peculiares ambientes organizativos, incorporando
materiales diversos y alternativos, instrumentarla con contenidos
diversos, etc.,”20 a los que inevitablemente, aportará elementos
idiosincráticos.
b) La comunicación de la teoría con la práctica a través de los profesores.
19 Ibidem. 20 Op.cit. p. 209.
47
“El profesor posee muchas teorías inconexas, desarticuladas, inestables, compuestas de elementos incoherentes y hasta contradictorios entre sí, adquiridas en el curso de su experiencia como alumno, como aprendiz de profesor, como profesor y como miembro de una cultura. Ese bagaje de teorías implícitas o creencias pedagógicas es el componente real de la racionalidad pedagógica de la que el profesor dispone en su práctica... por lo que cualquier intento de que teorías formales exteriores a su mentalidad o principios pedagógicos diversos impregnen su práctica tiene que pasar por la transformación de ese conocimiento subjetivo que sirve para mantener la coherencia personal con unos determinados esquemas prácticos, debe contribuir a diseñar esquemas prácticos de actuación y engarzar con los esquemas teóricos idiosincráticos del profesor. La formación a nivel teórico será útil en la medida en que se provoque un diálogo entre las creencias pedagógicas que sustentan a nivel subjetivo las propias prácticas, con otras creencias personales que se proyectan en los problemas pedagógicos y con los conocimientos formalizados que pueden ayudar a aclarar, diferenciar, pulir y ordenar el propio pensamiento: cuando la dialéctica de transformación de los esquemas teóricos se vertebre con la que se establece en los esquemas prácticos...”21
o bien, cuando esos esquemas teóricos se correspondan en una relación
dialéctica con los saberes prácticos y pedagógicos de la realidad
educativa del profesor.
Todos estos elementos de análisis dan cuenta de la estrecha relación que
existe entre la formación docente, la práctica docente y el currículum entre
los multifactores que menciona J. Gimeno Sacristán, sin embargo, es
necesario precisar que si bien está enfocado al quehacer en el aula, este
mismo proceso impacta también en los docentes que llegan a ocupar otros
puestos, llámense de apoyo técnico pedagógico, inspección, subdirección,
dirección o jefatura de enseñanza, pues todos estos giran en torno a la
gestión del currículum, experiencia por la que, en general, pasaron antes
de desempeñar otras funciones.
Sin ir muy lejos, nuestra experiencia docente da cuenta de que nuestra
actuación no es autónoma, no puede considerarse que los resultados
21 Op.cit. pp. 210-211.
48
educativos dependan únicamente de cada profesor, aunque no podemos
negar que el rol que nos toca desempeñar como uno de los sujetos del
proceso de enseñanza y aprendizaje, es realmente importante. Sin
embargo, son diversos los factores que influyen y condicionan la forma en
que se da la relación educativa.
Debemos partir del contexto histórico en el que tiene lugar la educación,
esto es, la política educativa ya antes ubicada en el marco de la
globalización y de la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de
la Educación Básica. Aún cuando en esta reforma una de las prioridades
contempladas se refiere a la profesionalización del magisterio, en la
práctica siguen presentes las incongruencias al respecto. Con ésto
confirmamos la indefinición de la profesionalización del profesor, es decir,
los modelos pedagógicos, la rigidez del currículum, en cuyo diseño no
interviene el profesor, la formación inicial y la actualización, las
condiciones materiales y laborales de las escuelas, el control de la
institución, el carácter selectivo y limitante de carrera magisterial, entre
otros, son aspectos que determinan el carácter educativo en nuestro país
y, desde luego, nuestra propia práctica docente.
Ahora bien: ¿De qué manera se desprofesionaliza al maestro que
desempeña actividades diferentes a las del “gis y el borrador”? ¿Tienen
mayor autonomía el inspector, el jefe de clase, el director, el subdirector y
el apoyo técnico-pedagógico? Este último, ¿puede también ser considerado
en el ámbito de la gestión educativa?
49
2.4 EL PROFESOR Y LA GESTIÓN ESCOLAR.
En los últimos tiempos se ha puesto de moda hablar de “gestión” en el
ámbito de la escuela, término que más bien escuchábamos en el contexto
administrativo y que estaba referido a las actividades realizadas por
quienes se encontraban de alguna manera relacionados con instancias
diferentes o ajenas a la escuela. En materia educativa, si bien conserva el
sentido original de su significado, es decir, la “acción y efecto de
administrar, hacer diligencias conducentes al logro de un negocio o de un
deseo cualquiera”22, se hace necesario conceptualizarlo desde la
perspectiva escolar, ya que hemos hablado de que el maestro “gestiona” un
currículum; en los diferentes Manuales del Director, tanto de Educación
Preescolar, Primaria y Secundaria, leemos acerca de las funciones que los
directivos deben desempeñar como “gestores”, y que los inspectores, jefes
de clase y otros funcionarios, son considerados como gestores educativos.
La Gestión Escolar “ha sido caracterizada como la acción permanente de
racionalización y aplicación oportuna y pertinente de recursos, tanto
materiales como humanos, para el logro de objetivos educativos definidos
en un contexto normativo, histórico y culturalmente determinados."23
Concepto que abarca tanto la función que desempeña el maestro en el
salón de clases como la del director o el supervisor en sus respectivos
ámbitos de competencia, sin embargo, hay diferencias entre la gestión que
desempeñan unos y otros, ya que
“al identificar las orientaciones que tiene una labor gestora, puede hablarse de distintos tipos de gestión: • Gestión normativa, la cual está orientada a definir y hacer cumplir determinadas funciones plasmadas en documentos con
22 Gran Diccionario Enciclopédico Universal. 23 La Gestión como quehacer escolar, p. 6
50
carácter oficial, jurídico. • Gestión participativa, está orientada a incorporar a director y profesores como parte de un mismo grupo, en el que se propicie la coparticipación con un sentido humanístico y social. • Gestión administrativa, está centrada en la realización de trámites como medio de relación entre autoridades, los maestros y la escuela.”24
Si bien esta conceptualización y clasificación de la gestión escolar puede
ser considerada como la que principalmente orienta la actual propuesta de
reorganización y toma de decisiones en la escuela a partir de los procesos
de descentralización y desconcentración, aún se caracteriza por la
ejecución de disposiciones dictadas desde el nivel central.
Este bien puede ser el inicio de un proceso encaminado a “construir una
nueva forma de hacer escuela y una nueva modalidad de organización”25
en donde se reconstruya y recupere el sentido y el valor de la vida escolar;
en donde estudiantes, profesores, equipo directivo y padres de familia,
sean los protagonistas del quehacer educativo; en donde el centro de la
actividad sea la generación de aprendizajes de calidad para todos los
miembros de la comunidad y se resignifiquen las prácticas pedagógicas.
“El desafío, por lo tanto, es dinamizar los procesos y la participación de los actores que intervienen en la acción educativa. Para ello la Gestión Escolar: • Interviene sobre la globalidad de la institución. • Recupera la intencionalidad pedagógica y educativa. • Incorpora a los sujetos de la acción educativa como protagonistas del cambio educativo. • Construye procesos de calidad para lograr los resultados buscados.”26
Se trata de una nueva concepción de los actores educativos,
principalmente del ser directivo o integrante del equipo directivo de una
24 Op.cit. p.15. 25 Pilar Pozner de Weinberg. La Gestión Escolar, p. 8. 26 Pozner de Weinberg. Op.cit.. p. 9.
51
escuela, esto es, tener la capacidad de desprenderse de la obsesión de
tener todo el poder de decisión y de administrar recursos, y en su lugar,
considerar las diferentes dimensiones que dan sentido a la escuela como
organización, de una manera integral, consciente, transformadora y
participativa: “La Gestión Escolar para no ser una construcción arbitraria
y aislada, necesariamente tendrá que reconocer su pertenencia a un
ámbito social específico, reconocerse como organización social. Así, la
Gestión Escolar no se asienta sólo en su propio espacio pedagógico y
logístico, sino que fundamentalmente parte de un dominio social que le da
sentido y contundencia como proyecto de transformación de los seres
humanos.”27
En realidad, poder dar un único concepto de Gestión Escolar sería
reduccionista, una especie de receta a cumplir, y de lo que se trata, es de
que aceptemos que los viejos esquemas estructurales y organizativos de
las instituciones escolares están siendo rebasados por la dinámica social,
y que si bien hay que considerarla en los diferentes niveles, como
“una de las instancias de toma de decisiones acerca de las políticas educativas de un país... del proceso que realiza las políticas educacionales en cada unidad educativa adecuándolas a su contexto y a las particularidades y necesidades de su comunidad educativa...del conjunto de acciones, relacionadas entre sí, que emprende el equipo directivo de una escuela para promover y posibilitar la consecución de la intencionalidad pedagógica en-con-para la comunidad educativa”28,
habría que aceptar que en todos los casos se refiere a procesos humanos,
lo cual implica concepciones, cambios, necesidades o resistencias
específicas y particulares de cada comunidad escolar.
Desde esta perspectiva, la profesionalización del docente se vincula
27 Pozner de Weinberg. Op.cit. p. 10 28 Ibid
52
necesariamente a esta nueva forma de concebir el espacio escolar, es
decir, la participación de los maestros y directores no puede permanecer
anquilosada en la mera ejecución de directrices emanadas del poder
central, o en el cumplimiento de programas cuyos contenidos no
contemplan la realidad de la vida escolar, de la socialización y los valores
presentes en la formación de los estudiantes como personas y
ciudadanos; por lo que la Gestión Escolar se debe entender como la
dirección participativa de la escuela, es decir, que la toma de decisiones es
una tarea colectiva que tiene lugar en la escuela y que implica
principalmente a los protagonistas de la educación.
Entender a la Gestión Escolar como una tarea que compete a la escuela,
implica ir más allá del tradicional concepto de la escuela como centro de
sabiduría y conocimiento; significa asumir la responsabilidad que tienen
todos los actores educativos, desde sus diferentes contextos de
desempeño, en la toma de decisiones y, consecuentemente, en los
resultados del tipo de organización en que deriva la escuela como
producto de sus acciones. Es decir, la escuela que se tiene es la
cristalización, el reflejo de las características, concepciones y acciones de
todos y cada uno de los sujetos educativos, así como de los procesos que
intervienen entre éstos:
“En la gestión escolar la autoorganización muestra cómo la organización se forma a partir de sus capacidades internas y mantiene su identidad en el tiempo, a la vez que transforma sus estructuras y sus acoplamientos con otros sistemas sociales. Así entendida, la gestión escolar es autónoma, porque da a la escuela, la zona, el sistema y las instancias correspondientes la posibilidad de decidir sus quehaceres; es cohesiva, pues busca la unidad de las partes, y crea identidad, porque todos hacen suyo el proyecto. Es igualmente flexible, ya que permite actuar libremente a todos los sujetos; adaptable, porque da respuesta a cualquier problema educativo donde sea que se presente, y heterodoxa, dado que sus respuestas siempre son singulares y ajenas a lo rutinario y conocido.”29
29 Aurora Elizondo Huerta, La nueva escuela, I. Dirección, liderazgo y gestión escolar. p. 122-123.
53
Este nuevo concepto de Gestión Escolar es posible con la participación
comprometida y corresponsable de actores educativos y comunidad, con
un liderazgo compartido, con la creación de ambientes que favorezcan la
comunicación y las relaciones interpersonales, y
“si se ponen en práctica dos acciones básicas: • La elaboración de un PROYECTO de la institución, que determine la orientación del proceso y que será la herramienta intelectual fundamental que orientará al conjunto de la institución. • El desarrollo de EQUIPOS DE TRABAJO, ya que la Gestión Escolar es el arte de organizar los talentos presentes en la escuela...”30
Pero por otro lado, hay que considerar que
“en su fundamento, el proyecto es de naturaleza FILOSÓFICA Y POLÍTICA y, posteriormente es PROGRAMÁTICO. Es decir, a partir de la traducción ESTRATÉGICA de los fines e intencionalidades (filosóficos y políticos) en objetivos y medios, se construye así una fuerza coherente de acción o programa organizacional.”31
No se trata, por lo tanto, de hacer nuevamente planes que en teoría
sean aprobados por las autoridades externas a los planteles, aunque estos
sean ajenos, contradictorios o incoherentes con la realidad escolar como
hasta hoy sucede, sino de que cada centro escolar se plantee con claridad
lo que pretende hacer, en virtud de qué valores, objetivos y metas decide
una determinada forma de organización, una programación, métodos y
formas de evaluación que den coherencia al proyecto, tomando en cuenta
el pluralismo existente en la propia comunidad, y por ende, sea el
resultado del consenso de todos sus integrantes.
30 Pozner de Weinberg, Op.cit. p. 13. 31 Ibid.
54
2.5 LA PROFESIONALIZACIÓN DEL DOCENTE: UN PROPÓSITO PRIMORDIAL DEL PROYECTO ESCOLAR
Ahora bien, hoy en día, en que se ha puesto de moda hablar de elevar la
calidad educativa, transformar a las instituciones escolares en escuelas de
calidad, etc., el Proyecto Escolar como una estrategia de la Gestión Escolar
que sustente los procesos escolares y como estrategia de comunicación y
motivación de los actores educativos, puede resultar viable, siempre y
cuando se asuma como un compromiso colectivo y se considere como “la
oportunidad de articular la vida de la escuela, los acontecimientos de cada
día, las situaciones problemáticas, las urgencias, la participación de los
distintos actores, en un TODO coherente”32, que necesariamente conducirá
a una autorevaloración y reformulación de nuestra actividad docente.
A partir del ciclo escolar 2001-2002 se ha generalizado institucionalmente
en las escuelas secundarias el Proyecto Escolar con la propuesta de ser un
instrumento para cambiar la escuela desde la escuela misma,
considerándola con una identidad propia, y en la que el compromiso de los
directivos, de los profesores, de los alumnos y de los padres de familia se
transforme y se conjunte en la unión de esfuerzos para buscar el
mejoramiento de la calidad de la educación, teniendo como parámetro a la
escuela misma.
Si así lo consideramos, el Proyecto Escolar puede ser la “punta de lanza”
en la transformación de nuestras escuelas, si los maestros actuamos con
responsabilidad y compromiso, es decir, sin entrar en la dinámica de
competencia por obtener los raquíticos beneficios económicos que han
burocratizado y corrompido esta alternativa, y sí en cambio, si tomamos la
dirección de esta apertura a la participación en nuestros propios planteles,
32 Pozner de Weinberg, Op.cit. p. 14
55
promoviendo prácticas educativas acordes con las características y
necesidades específicas de maestros y alumnos.
Mejorar la calidad educativa debe ser la tarea principal del magisterio, más
aún que en realidad, y en el discurso oficial así se considera, en el centro
de este proceso está el equipo humano que labora en las escuelas y
“...de este equipo humano, de su proceso de crecimiento personal y profesional, y de las relaciones que este equipo logre establecer entre sí, con sus alumnos y con la comunidad a la que sirve, dependerá la capacidad que la escuela tenga de mejorar la calidad del servicio que imparte. Desde luego, el desarrollo profesional de los docentes se encuentra al centro de este proceso.”33
Pero igualmente importante es retomar del planteamiento oficial, esa
mayor autonomía en la toma de decisiones, la autogestión en las
comunidades escolares, que hoy se considera como fundamental para
lograr la calidad educativa desde la escuela, la que de alguna manera
depende de, pero a la vez produce, el desarrollo profesional de los docentes
y de los directores.
En realidad, con la introducción del Proyecto Escolar se ha tenido que
cuestionar necesariamente la centralización en la toma de decisiones, la
función de la escuela, de los directivos, de los consejos escolares, la
participación de diferentes sectores sociales, las múltiples relaciones que
se establecen en la escuela, así como la legitimidad en la definición de las
metas, por lo que podemos afirmar que nos encontramos en un proceso de
definición y de vencimiento de resistencias que nos ha llevado ya al
reconocimiento de que no todo está bien, como mucho tiempo se
pretendió maquillar a la realidad y a los resultados educativos, cultura de
la que todavía seguimos apropiados por comodidad.
33 SCHMELKES, Sylvia. Conferencia presentada en el II Simposio México-EEUU sobre Desarrollo
56
De aquí que la función del proyecto, en la complejidad de la estructura
escolar, signifique dotar de sentido a las acciones que se establecen
colegiadamente, como una estrategia de reflexión y acción que aglutine a
todas las instancias de la comunidad, encaminada a buscar respuestas al
“para qué” y al “qué educación”, sin reducirlo, por otro lado, a un
documento con propósitos u objetivos educativos incongruentes e
inconexos con la realidad, sino que considere los principios relacionados
con los intereses y necesidades de los involucrados, y por lo tanto,
coherente con las percepciones, opiniones y acuerdos entre éstos.
En el centro de este proceso está el elemento humano, por lo que de
acuerdo con Pilar Pozner de Weinberg,
“Un proyecto se imagina, se sueña, se motiva, se comunica, se comparte, se sostiene, se implementa, se evalúa, se regula, se reajusta... es el espacio en el que la institución define su cultura propia y construye los cimientos de su historia, dándole identidad y coherencia, en el que las actividades internas de evaluación y regulación promueven el cambio y la innovación”34,
Lo que se traduce en la valoración de la vida escolar, de tal manera que los
involucrados le encuentran sentido a las múltiples acciones cotidianas que
cada uno de ellos realiza, pues participan activamente en su diseño,
puesta en marcha y realización.
Este es un proceso que requiere de desprendernos de esa identidad como
docentes construida “sobre restos fósiles”35, en términos de Beltrán
Llavador, dejando de justificar nuestras actuaciones profesionales en la
formalización de los conocimientos y de la normatividad:
Profesional del Maestro. p. 1. 34 Op.cit. p.14 35 BELTRÁN Llavador, Francisco y Ángel San Martín Alonso. “Diseñar la coherencia escolar. Bases para el proyecto educativo”. Madrid, Ediciones Morata, S.L., 2000. p. 87
57
“Nuestra apuesta, (de los autores), es la de la colegialidad, es decir, la de construir unos procedimientos que, respetando las peculiaridades de rasgos culturales diferenciados y desde el reconocimiento de la licitud de las diferentes apuestas educativas, restablezcan la coherencia del trabajo docente”.36
Los proyectos escolares deben ser entonces la vía a través de la cual un
centro escolar puede proyectarse a sí mismo, de construir un espacio que
albergue la pluralidad, de decidir hacia dónde y cómo conseguir las metas
que se propone alcanzar por medio de la colegialidad y la capacidad de
interlocución y debate, y en el que los profesores amplien sus saberes
profesionales, resignifiquen su tarea educativa y con ello acrecienten su
profesionalidad.
Sin embargo, habrá que considerar que en la escuela, como en cualquier
organización social, está presente la diversidad de quienes en ella se
desempeñan con características también diversas en cuanto a
percepciones, actitudes, creencias, hábitos, expectativas, mentalidades,
motivaciones, etc., por lo que el proceso para poder conformar un equipo
pedagógico, es decir, un grupo de docentes y directivos que definan metas
comunes, debe pasar por fases progresivas de maduración, evolución y
transformación, lo que implica prioritariamente, el reconocimiento del
capital humano con que cuenta, su problemática, sus limitaciones, así
como las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) del
contexto en el que se pretende incidir.
Por lo tanto,
“el equipo y su manera de trabajar es el espacio donde es posible gestar la responsabilización, la autonomía, el intercambio y la apertura a la comunidad escolar toda... La integración de un equipo es un proceso o son múltiples procesos que se dan en múltiples etapas o fases a partir de una intencionalidad explícita de un equipo directivo... su integración requiere una finalidad muy clara,
36 Beltrán, Op.cit. p. 88.
58
una red de personas sensibles con capacidad para expresarse sobre su quehacer de manera propositiva y reflexiva. Y además requiere de la claridad del equipo directivo para formar y crear las condiciones necesarias para su desarrollo, desplegando, de esta manera, una verdadera pedagogía de la autonomía.”37
Aquí hemos arribado a un asunto central: cada actor educativo tiene un
rol, una responsabilidad y una función en el equipo al que pertenece que
no puede ser asumida por nadie más que por cada uno de ellos, pero cuyo
actuar ha de estar articulado con el de los otros para poder concretar la
acción pedagógica diseñada y de esa manera cumplir el fin que se
proponen, sin embargo, en nuestro medio, la coordinación, la claridad de
propuesta y la capacidad de liderazgo del equipo directivo juega un papel
determinante, y es así porque, por un lado, en los esquemas
institucionales se atribuyen a estos actores educativos las múltiples
responsabilidades que implica una organización escolar, y por otra parte,
como en cualquier otro equipo, se requiere de la dirección
que conduzca el proyecto educativo con convicción y capacidad.
37 Pozner de Weinberg, Op.cit. p. 23
59
2.6 ¿POR DÓNDE EMPEZAR? DIRECCIÓN Y LIDERAZGO
Debemos aceptar que no estamos ante una tarea sencilla que además no
depende de decisiones e intenciones particulares, y que, si reconocemos
que “las dos principales exigencias que un sistema eficiente de formación
de recursos humanos impone a los educadores, esto es, el compromiso con
una educación de calidad y la capacidad para administrar en forma
autónoma y responsable los establecimientos y recursos a su cargo,
ilustran la urgente necesidad de profesionalizar a los docentes”38, es en el
equipo directivo y en los profesores en quienes se debe incidir
prioritariamente.
En la actualidad, en la mayor parte de las escuelas, los directivos no
cuentan con una preparación que les permita dirigirlas en un clima
organizacional armónico, integrado y participativo que favorezca el trabajo
de los docentes, ya que su acceso a estas funciones ha dependido durante
mucho tiempo generalmente de la antigüedad más que de una decisión
profesional, de sus competencias profesionales o de un proceso de
capacitación y certificación, lo que dificulta aún más la ya difícil labor del
liderazgo en los centros escolares. La visión de un liderazgo burocrático, centrado en el ejercicio del poder y el
ejercicio de una gestión administrativa burocrática, como el que prevalece
en la mayoría de los directivos, representa un obstáculo ante cualquier
planteamiento de cambio, sobre todo porque dentro de éste, se requieren
características que apoyen las innovaciones y las transformaciones ante
los nuevos contextos y retos educativos, lo que implica por lo tanto,
requerir de los directivos características nuevas en los estilos de liderazgo.
38 Pozner de Weinberg, Op.cit. p.24
60
Sin embargo, no podemos hablar de un modelo general de líder directivo,
pues éste será en función de cada contexto y las problemáticas que lo
caracterizan, sin embargo, en términos generales
“Se ha definido el liderazgo efectivo como el proceso de conducir a un grupo de personas en una determinada dirección por medios no coercitivos... En las instituciones educativas, el liderazgo directivo es la clave para compatibilizar los objetivos institucionales con los objetivos personales del cuerpo docente y aquellos de los padres y los alumnos. En este delicado equilibrio de intersubjetividades, el papel del directivo es una pieza esencial en los procesos actuales de transformación educativa... Kotter (1988) define sólo un estilo de liderazgo al que denomina liderazgo efectivo y afirma que los orígenes del líder tienen una base en sus capacidades innatas, la influencia de su primera infancia, su educación formal y su experiencia profesional. Pero el concepto más moderno con relación a su aplicabilidad en el proceso de reforma educativa es el liderazgo transformacional (Bass, 1988) que sostiene que para alcanzar un liderazgo de este tipo, se requiere un conjunto de factores como: • Carisma. Es la capacidad de entusiasmar, de transmitir confianza y respeto, de hacer sentir orgullo por el trabajo. • Consideración individual. Prestar atención personalizada a los colaboradores que necesitan formación y consejo. • Estimulación intelectual. Favorecer la aparición de nuevos enfoques a viejos problemas, hacer hincapié en la inteligencia, racionalidad y resolución de problemas. • Inspiración. Relacionado con el carisma, significa que transmitir inspiración aumenta el optimismo y el entusiasmo. • Tolerancia psicológica. Supone usar el sentido del humor para indicar equivocaciones, para resolver conflictos de los docentes con otras personas, de manejar momentos duros, clarificar un punto de vista, etcétera.”39
Si bien en esta cita se caracterizan los rasgos que se consideran
fundamentales para la nueva función de liderazgo del equipo directivo, y el
acceso a la función de director de escuela debería considerar “la
posibilidad de separar la carrera de director de escuela de la docente, con
requisitos iniciales adicionales, un límite de edad máxima de entrada y un
desarrollo paralelo, y no secuencial, a la carrera docente”,40 sabemos,
39 Juan Manuel Manes.Gestión Estratégica para Instituciones Educativas. p. 24 40 CEPAL-UNESCO, Educación y conocimiento: eje de la transformación productiva con equidad. p. 182
61
como se dijo más arriba, que la mayoría de los centros escolares están
encabezados por docentes que cumplieron con la antigüedad necesaria y
que no cuentan con las competencias específicas para desempeñarse con
características que se inscriben en el terreno del liderazgo aquí descrito,
pero que es en ellos en quienes recae la responsabilidad institucional y
social de la dirección de las escuelas.
Se hace necesario entonces, diseñar y operar programas de capacitación
de directores en servicio que los introduzca en las nuevas concepciones de
la Gestión Escolar, en los que desarrollen sus capacidades de
organización, planificación, coordinación y evaluación; pero asimismo,
programas de sensibilización y capacitación que les permitan gestionar el
surgimiento de un clima organizacional favorable para el trabajo en equipo
pedagógico, esto es, en la medida en que más que líderes idóneos, sean
más éticos y humanos, su actitud podrá estar enfocada a
“que se desarrolle un sentido de pertenencia y se constituya el ‘nosotros’ como nota de identidad; que propicie espacios de intercambio y comunicación que posibiliten la interacción entre distintos puntos de vista, y la construcción posterior de criterios comunes; que valore al docente como persona y pueda incluir en su participación su bagaje de criterios, motivaciones, experiencias; que se organicen procesos de formación y capacitación a partir de la práctica que se desarrolla; que el estilo de participación posibilite el aporte de todos en las distintas instancias de identificación y solución de problemas, así como en la proposición de estrategias para solucionarlos; que exista un clima institucional abierto al aprendizaje y a la reflexión de todos los miembros, que facilite la producción intelectual y el logro de los objetivos propuestos; que la concepción de la práctica educativa valore a los docentes como generadores de conocimiento y saber para construir sus prácticas, y no sólo como aplicadores de teorías y ordenanzas generales; y que cada miembro del equipo tenga una función propia, pero no enquistada sobre sí mismo, evitando así se generen roles rígidos y permanentes.”41
41 Pozner de Weinberg, Op.cit. pp. 25-26
62
Desde esta perspectiva, replantear el trabajo directivo, la
profesionalización del quehacer de estos actores educativos en el marco de
la gestión escolar, se impone como tarea primordial y como condición para
el funcionamiento de las escuelas como organizaciones que respondan a
las expectativas de todos los que en este contexto interactúan. En este
sentido
“Es importante establecer cuatro tareas primordiales para renovarlo (el trabajo directivo) en el caso de la educación básica, tareas que se desprenden del modelo emergente de gestión escolar: Impulsar, en el marco de la normatividad vigente, las
acciones creativas de profesores, directivos y asesores técnicos, a fin de incrementar su efectividad en la aplicación de las normas establecidas para el logro de objetivos en las tareas cotidianas internas. Asesorar a directores y profesores, olvidando la vieja idea de
que el directivo es ‘profesor de profesores’ y el profesor un ‘profesional de escasa calificación profesional’, en busca de una nueva forma de ser directivo, cuyo discurso principal sea ‘trabajar con las escuelas en búsqueda conjunta de la mejora continua de la efectividad de la enseñanza, entendida como la satisfacción que se da a las demandas de educación escolar que plantean los ciudadanos en particular y la sociedad en general’. Al tiempo que es necesario actualizar el estilo de ‘dirigir’, es
preciso rescatar y dar otro enfoque a los campos de actividad asociados a funciones de planificación, que han sido característicos de la ‘dirección’ y que han perdido significación. Por último, con fundamento en los avances actuales de las
teorías de la organización y considerando la necesidad de asociar la actualización profesional de los profesores a la calidad de la enseñanza, resulta imprescindible desarrollar un sistema de evaluación que, con garantías de objetividad y equidad, asuma la responsabilidad de apreciar la eficacia de quienes desempeñan funciones docentes y directivas.”42
Todo este análisis, partiendo de los planteamientos de la política educativa
para poder contextuar la situación en que se presentan las nuevas
propuestas de “hacer escuela”, esto es desde una visión diferente de la
Gestión Escolar y de la participación de los protagonistas educativos, así
como del ámbito de desempeño que en particular se ocupa esta propuesta
42 Elizondo Huerta, Op.cit. pp. 120-121
63
de innovación, me conduce a considerar la posibilidad de incidir en los
cuerpos directivos y de supervisión, sin pretender sustituir la
responsabilidad de cada uno de ellos ni la capacidad del sistema
educativo en lo que a su actualización se refiere, el propósito se dirige a
rescatar los espacios de discusión y de crecimiento profesional, en este
caso las reuniones de Consejo Técnico, en las que se logre un proceso
permanente de análisis y crítica de las prácticas institucionales y de la
construcción del Proyecto Escolar, relación que debe propiciar revertir el
proceso de desprofesionalización en el que nos encontramos, de tal manera
que dialécticamente, todos los que participemos, directores, supervisor y
apoyos técnicos, entremos en un proceso de crecimiento profesional al
revalorar y resignificar nuestro quehacer y en el que la escuela sea
considerada como un espacio en el que todos aprendemos.
64
CCaappííttuulloo IIIIII DDiisseeññoo
65
3.1 DISEÑO DEL PROYECTO
La generalización del Proyecto Escolar en las escuelas secundarias a partir
del ciclo escolar 2001-2002 (Anexo No. 3), abre las posibilidades para
proyectar un plan de acción dirigido a los directores y subdirectores de las
catorce escuelas que conforman la zona escolar, ya que de la misma
institución emana la propuesta de aprovechar los espacios designados
para la realización de las Juntas de Consejo Técnico Directivo en la
inspección, dejando de ser juntas meramente informativas para
transformarlas en juntas caracterizadas por la participación colegiada, la
interacción, el intercambio de experiencias, la exposición, el análisis, la
reflexión, la crítica y la autocrítica.
El proceso de cambio inició en el ciclo escolar 2001-2002, con el primer
curso-taller en el que se difundió el Proyecto Escolar, pues fue este hecho
el que permitió la introducción de una innovación: reunir a los directivos y
al personal de inspección en un trabajo diferente al acostumbrado trabajo
administrativo, en un grupo en el que se estaba discutiendo en términos
teóricos, en el que se nos presentaba una propuesta de planeación
novedosa y en el que salieron a relucir las resistencias, las dudas, los
temores y la falta de credibilidad hacia las propuestas de autonomía y
autogestión que ahora nos proponía el sistema educativo. Sin embargo, no
puede decirse que se logró el convencimiento y la total aceptación de la
propuesta, pero sí en cambio inició un proceso de sensibilización y de
cuestionamiento abierto a los viejos esquemas de trabajo.
Se pretendió continuar con el proceso, pero la sobrecarga de trabajo
administrativo distraía las intenciones de centrarnos en temas
relacionados con el Proyecto Escolar, aún así, se implementaron
66
actividades que mantuvieran vivo el interés por la propuesta, tales como la
lectura de pequeños textos y las presentaciones, aunque esporádicas, de
los avances de los proyectos; en síntesis, nos hizo falta una programación
sistemática y coherente que pudiera aportar elementos teórico-
metodológicos que enriquecieran nuestros conocimientos respecto al
Proyecto Escolar.
El propósito en el ciclo escolar 2002-2003 fue continuar con el proceso,
aprovechando la experiencia obtenida en el año escolar pasado y con base
en la propuesta de innovación que es objetivo de esta Licenciatura en
Educación, pero ahora considerando un plan de acción encaminado a la
actualización y capacitación, tanto de directivos como de quienes
desempeñamos funciones de apoyo-técnico en las supervisiones escolares.
El punto de partida es el Plan de Trabajo Anual que elaborado en la
supervisión escolar como parte de las responsabilidades del maestro de
apoyo técnico en esta instancia, pero en forma intencionada para iniciar la
aplicación de este proyecto de innovación; este plan, de acuerdo con las
disposiciones recibidas de la Coordinación Regional, desde que se
generalizó el Proyecto Escolar en las escuelas secundarias, suponía ser
una especie de síntesis de los que realizan las catorce escuelas oficiales y
particulares que conforman la zona escolar, lo que resultaba incongruente
considerando las particularidades de cada comunidad educativa con su
propia identidad, con fortalezas y debilidades propias, y por lo tanto, con
necesidades específicas, por lo que, además de un diagnóstico cuantitativo
y cualitativo de la zona escolar, en términos generales se planteó el
impulso a las siguientes estrategias de apoyo por parte de la supervisión:
1) Elevar la calidad de la educación, teniendo como parámetro a la
escuela misma en la búsqueda de un mejoramiento constante en los
resultados educativos.
67
2) El trabajo colegiado, participativo, integrado y la unión de
esfuerzos para lograr centros educativos de calidad, reconociendo
las particularidades, debilidades y fortalezas de cada escuela, y a las
escuelas como comunidades educativas con una identidad propia.
3) Un liderazgo profesional, académico y participativo de los
Directivos, que proponga alternativas, que promueva la
comunicación, la colaboración, la participación, el aprendizaje y el
crecimiento profesional.
4) El impulso a la actualización y superación de los docentes y
directivos, ya que del desarrollo profesional depende en gran
medida la visión que se tiene de la planeación y la metodología a
seguir en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y que debe verse
reflejada en los resultados de aprendizaje de los estudiantes.
5) El mejoramiento de las relaciones interpersonales del equipo
humano como una de las necesidades prioritarias en el logro de la
comunicación en todos y entre todos los niveles; en este sentido la
formación y el fortalecimiento de valores constituye uno de los
propósitos básicos en la aspiración de convertir los planteles de
educación secundaria en escuelas de calidad que cuentan con un
ambiente de colaboración y respeto.
6) El aprovechamiento óptimo de los recursos humanos, físicos,
materiales y didácticos a fin de satisfacer en la medida de lo
posible, las necesidades educativas en cada uno de los planteles,
procurando la creación de ambientes favorables al proceso
enseñanza-aprendizaje.
7) El diagnóstico continuo y el análisis permanente de las
necesidades de la escuela, las conductas de las personas y sus
interacciones, es decir, el seguimiento y la evaluación, como
estrategias que mantengan vivo el interés, la colaboración y la
participación de la comunidad en el Proyecto Escolar.
8) El desarrollo integral de nuestros estudiantes como tarea
68
fundamental de la escuela, la que debe brindarles las ayudas
pedagógicas suficientes, colectivas e individuales, que propicien el
aumento en su autoestima, el sentimiento de propiedad y
pertenencia respecto de su centro escolar, la adquisición de los
conocimientos fundamentales, el desarrollo de habilidades
intelectuales básicas, valores y actitudes necesarios para alcanzar
una vida personal y familiar plena y comprometida con su medio
social y con su país.
9) La transformación del trabajo en el aula a través del
establecimiento de las aulas por asignatura, como un propósito de
innovación de la práctica educativa que logre la participación activa
de los adolescentes y les permita realmente la construcción del
conocimiento y la aplicación de sus aprendizajes en su vida
cotidiana.
10) La relación y comunicación permanente con los padres de
familia, con otras escuelas y con la comunidad, a fin de buscar la
integración y la influencia de la escuela en el contexto en que se
encuentra ubicada.
Este Plan de Trabajo de la Supervisión fue presentado a los directores de
las escuelas para su consideración, sin embargo, dada la formalidad y la
costumbre de aceptar las utopías que generalmente se plasman en este
tipo de documentos, no hubo comentarios que pudieran enriquecerlo.
Por otro lado, al realizar un análisis de los Proyectos Escolares de cada
escuela, en términos generales, se pudo concluir que:
- No son producto de un análisis y discusión suficientes como para
considerarlos producto de acuerdos tomados en colectivo, sino más
bien, como la validación de una propuesta originada en la dirección de
la escuela y/o de un grupo de profesores cercanos a ésta.
69
- El origen de los problemas (reprobación, malos hábitos, indisciplina,
impuntualidad, falta de valores, deserción, etc.) son atribuidos
principalmente a los alumnos y a sus padres.
- En todos los proyectos se aprecia la intención de apego a la
normatividad y la verticalidad en la toma de decisiones.
- La colegialidad sólo se da en términos de discusión de contenidos y
para asumir compromisos específicos de acuerdo con la asignatura que
se imparte y la manera en que se “colaborará” con el Proyecto Escolar.
- Términos como la autonomía, la democracia, la autogestión, la
definición de educación, la diversidad cultural, etc. no forman parte de
sus discursos.
- Se trata de un documento que ayuda a “salir del engorroso paso
administrativo” que significa para las escuelas su elaboración.
- Y, sin embargo, al visitar los planteles, se puede observar el interés y
entusiasmo (en algunos profesores) por impulsar e involucrar a los
demás en sus proyectos; en algunos casos hay avances significativos.
El Plan de Trabajo de la supervisión y los Proyectos Escolares de las
escuelas constituyen, entonces, las premisas sobre las que se pretende
incidir en la problemática que constituye la desprofesionalización de los
docentes, en este caso de directivos, supervisor y apoyos técnicos, y puesto
que se trata de intentar modificar de forma intencionada las prácticas
institucionales tradicionales en este grupo colegiado, es en el marco
normativo en el que se inscribirá este Plan de Trabajo que pretende
innovar los espacios destinados a los Consejos Técnicos y los que por
mucho tiempo, se han ocupado para la lectura de oficios, la transmisión
de disposiciones y para la discusión de asuntos generales, justificando así
la realización de las juntas.
De esta manera, la estrategia consistirá en utilizar las diez juntas
autorizadas en el ciclo escolar sin la presencia de alumnos en las escuelas
70
secundarias como espacios de discusión, debate, reflexión y por lo tanto,
de profesionalización de los docentes en las escuelas, lo cual debe gestarse
en las juntas de Consejo Técnico de Directivos que se tengan en la
inspección en las que se aplicará el Plan de Trabajo para esta propuesta de
innovación, de tal manera que se vea reflejado en una nueva cultura de
organización , de interacción y por lo tanto, en la construcción del proyecto
de cada centro escolar.
3.2 PLAN DE TRABAJO
PROBLEMÁTICA:
El proceso de desprofesionalización en que se encuentra sumergida la
actividad de los profesores que desempeñan funciones directivas, de
supervisión y de apoyo técnico, con la consecuente burocratización de la
actividad educativa.
OBJETIVO:
Transformar los Consejos Técnicos Escolares y Directivos en espacios de
discusión y de crecimiento profesional a través de la construcción del
Proyecto Escolar, para de esta manera lograr mejores resultados
educativos.
ESTRATEGIA:
Fortalecer e incidir en la sensibilización y capacitación del inspector, de los
directivos y apoyos técnicos a través de un proceso permanente de
análisis, reflexión, crítica y discusión en los Consejos Técnicos de
Directivos, tanto de las problemáticas específicas que enfrentan en sus
centros escolares, como de elementos teóricos y metodológicos que
conduzcan a una autocrítica y a la necesidad de cambiar las viejas
71
prácticas institucionales, empezando por romper con los propios esquemas
y resistencias.
TIEMPOS ESTIMADOS:
En el ciclo escolar 2002-2003, en las diez juntas de Consejo Técnico
autorizadas para las escuelas, y que se pretende sean igualmente
programadas para los directivos en la inspección.
RECURSOS NECESARIOS:
- Humanos: Inspector, directores, subdirectores, apoyos técnicos y
conferencistas.
- Materiales: Proyectos Escolares de cada escuela, materiales impresos
de análisis y discusión, espacios para realizar las juntas (inspección o
escuelas).
ESTRATEGIA DE EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO:
El avance y más bien la evolución del proceso de cambio sólo podrá ser
evaluado a través de la participación y la disposición demostrada por
directivos, inspector y apoyos técnicos durante las sesiones o juntas que
se realicen, esto puede resultar subjetivo en el discurso, sin embargo, en la
medida en que en las juntas de Consejo Técnico realizadas en sus centros
escolares se introduzcan innovaciones, la evaluación y seguimiento pueden
realizarse de una manera más objetiva, aunque cabe mencionar que
estaremos refiriéndonos más bien a una valoración de la forma en que esta
propuesta impacte en las comunidades escolares, lo cual será posible en la
medida en que se avance en la construcción del proyecto de escuela.
72
CCaappííttuulloo IIVV AApplliiccaacciióónn
73
4.1 METODOLOGÍA
El contexto en el que se aplicará esta propuesta de innovación se
caracteriza por ser un ámbito en el que la organización y estructura
institucionales pueden representar un obstáculo para ponerse en práctica
como se ha planeado; me refiero a que se trata de incidir en el nivel de
supervisión, directivos y apoyos técnicos en quienes el orden, la
normatividad y las disposiciones se acatan verticalmente, tomando
siempre en cuenta los juegos de poder y los intereses que en estos niveles
se presentan.
Esta realidad obliga a la introducción de la innovación de manera velada, y
más bien cobijada por los planteamientos oficiales, sobre todo
fundamentada en el Proyecto Escolar, obligatorio en las escuelas
secundarias a partir del ciclo escolar 2001-2002, esto es, sin contar con la
anuencia de los participantes, pero aprovechando la coyuntura de haber
sido los apoyos técnicos de las inspecciones los encargados de capacitar a
los directivos en el curso-taller de Proyecto Escolar que oficialmente se
impartió en ese momento.
Por las características del contexto ya mencionadas, la metodología en la
aplicación de esta propuesta estará principalmente fundamentada en la
introducción de temas relacionados con los distintos aspectos teóricos y
metodológicos de la Gestión Escolar y de la construcción del Proyecto
Escolar, ésto a partir del curso-taller que se realice al inicio del ciclo
escolar 2002-2003.
74
La lectura, exposición, discusión y análisis de estos temas en el seno de
las juntas de Consejo Técnico de Directivos, nos proporcionarán elementos
para la evaluación y seguimiento de los proyectos escolares en cada una de
las escuelas, esto es, en un análisis colegiado realizado entre autoridades
de distintas realidades escolares, en el que unos y otros, hagan
aportaciones, intercambien experiencias y enriquezcan la construcción de
sus proyectos particulares, y a su vez, en las juntas de Consejo Técnico en
sus centros escolares, en la colegialidad con sus docentes.
El proceso debe realizarse de tal manera, que ellos como autoridades se
convenzan de que no se trata de exponer sus proyectos como “la autoridad
superior los quiere escuchar”, ocultando los obstáculos, las dificultades y
dudas que se les presentan a cada momento, o evitando los
cuestionamientos al sistema educativo que de la reflexión, el análisis y el
debate necesariamente se deriven; se trata de que en este espacio den
rienda suelta a sus propuestas de cambio y venzan sus propias
resistencias.
La metodología a seguir pues, no puede estar enmarcada en una misma
dirección, sino que dependerá de la apertura, la receptividad y motivación
que se logre a lo largo del ciclo escolar, de la dinámica misma que se
establezca en estas reuniones colegiadas, con la limitación de poder llevar
a cabo este proceso sólo en los Consejos Técnicos que se realicen y en la
interacción y acercamientos que personalmente y de manera particular, se
puedan establecer con el supervisor, los directivos y los apoyos técnicos.
75
4.2 APLICACIÓN DEL PROYECTO DE INNOVACIÓN CRONOGRAMA
FECHA
TEMÁTICA
ACTIVIDAD
PROPÓSITO
EVALUACIÓN 8 de agosto de 2002 9 de agosto de 2002
-Curso-Taller Proyecto Escolar. -“El papel del líder como promotor del cambio” -“La comunicación como base del liderazgo” Importancia del Proyecto Escolar. Diseño del Proyecto Escolar.
-Presentación del Curso-Taller -Técnica de integración “Refranes” -Tipos de liderazgo: representación por equipos. -Lectura: “Dirección y Liderazgo” -Comentarios. -Cuestionario sobre comunicación. -Exposición -Análisis grupal -Exposición, análisis y evaluación de los proyectos aplicados en el ciclo escolar 2001-2002 -Recapitulación del proceso y de los elementos para el diseño del Proyecto Escolar.
Reforzar en los directivos el conocimiento y comprensión de los elementos que integran su Proyecto Escolar, así como reconocer en este marco sus funciones técnico-pedagógicas y administrativas.
-La evaluación del curso-taller se realizará a través de un cuestionario que refleje el impacto que cause entre los participantes. -En el desarrollo de las actividades, se verá la disposición e interés que muestren los participantes. -La evaluación de los contenidos sólo puede considerarse a mediano o largo plazo, en cuanto los directores muestren modificaciones en sus relaciones con los profesores, sobre todo en lo que a participación en la toma de decisiones se refiere.
76
APLICACIÓN DEL PROYECTO DE INNOVACIÓN CRONOGRAMA
FECHA
TEMÁTICA
ACTIVIDAD
PROPÓSITO
EVALUACIÓN
9 de septiembre de 2002.
-“La expresión oral en la escuela secundaria” Creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.
Revisión del Taller de Actualización 2002-2003 del PRONAP (Programa Nacional para la Actualización Permanente). Exposición y análisis de los documentos: “Decreto por el que se crea el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación” y “Compromiso social por la calidad de la educación”.
Reflexionar, con base en la experiencia y la revisión de algunos docum(Talleres Generales de Actualización 2001-2002, Plan y Programas de Estudio 1993, Plan Anual y Avance Programático del ciclo escolar anterior), acerca de la importancia de promover la expresión oral en los alumnos, para acordar un plan de acción que contribuya a mejorar su práctica docente.
entos
Conocer los fines con los que fue creado el Instituto Nacional para laEvaluación de laEducación.
Los directores retroalimentarán la próxima reunión con los puntos de vista de los maestros, producto de la presentación de estos documentos en la Junta de Consejo Técnico Escolar.
77
APLICACIÓN DEL PROYECTO DE INNOVACIÓN CRONOGRAMA
FECHA TEMÁTICA ACTIVIDAD PROPÓSITO EVALUACIÓN
20 de septiembre de 2002.
-La Reprobación. -La Reprobación. -Lineamientos para la Organización y Funcionamiento de las Escuelas Secundarias.
Lectura del documento “La Reprobación”, análisis y discusión. -Análisis de los acuerdos tomados en las diferentes escuelas para el abatimiento de la reprobación. -Lectura y análisis del documento “Lineamientos para la Organización y Funcionamiento de las Escuelas Secundarias.
-Orientar y valorar nuestra acción educativa de manera colegiada en el seno del Consejo Técnico Directivo con el fin de mejorar los resultados educativos. -Compartir, en el Consejo Técnico Directivo, las estrategias implementadas en cada escuela para abatir la reprobación. - Conocer los lineamientos vigentes para este ciclo escolar, así como sus modificaciones con respecto al ciclo escolar anterior.
-Este será un tema de discusión en las juntas de Consejo Técnico Escolar y enviarán un documento informativo de los acuerdos que se tomen para abatir la reprobación. -El análisis comparativo de los resultados obtenidos en los siguientes tres períodos de evaluación, deberán reflejar el impacto de las estrategias implementadas.
78
APLICACIÓN DEL PROYECTO DE INNOVACIÓN CRONOGRAMA
FECHA
TEMÁTICA
ACTIVIDAD
PROPÓSITO
EVALUACIÓN
4 de noviembre de 2002. 12 de diciembre de 2002.
-Programa Escuelas de Calidad (PEC) -Carrera Magisterial -Liderazgo en el Siglo XXI
-Exposición y discusión de las Reglas de Operación e Indicadores de Gestión y Evaluación del Programa Escuelas de Calidad. -Comentar el cuestionario resuelto que contiene la información más relevante del PEC. -Evaluación del Factor Desempeño Profesional, 12ª. Etapa, a través de la exposición de la planeación realizada para este ciclo escolar. -Presentación de los temas abordados en San Miguel Regla los días 21, 22 y 23 de noviembre de 2002: a) “El trabajo” b) “Autoestima” c) “Liderazgo y Gestión
Escolar” d) “Vuelo de Gansos” e) “Liderazgo Insitucional” f) “PEC III”
-Dar a conocer a los Directores los requisitos operativos y técnico-pedagógicos que deben cubrir los planteles escolares interesados en incorporarse al PEC. -Evaluar la planeación realizada en cada una de las escuelas secundarias. - Compartir las experiencias de los cinco directores que asistieron a San Miguel Regla en el seno del Consejo Técnico Directivo.
-Los resultados de esta actividad se podrán observar en la decisión que tomen las escuelas en el Consejo Técnico Escolar para participar en el PEC.
79
APLICACIÓN DEL PROYECTO DE INNOVACIÓN CRONOGRAMA
FECHA
TEMÁTICA
ACTIVIDAD
PROPÓSITO
EVALUACIÓN
23 de enero de 2003
-Proyecto Escolar -Programa de Educación Preventiva contra las Adicciones (PEPCA) -Proyecto Escolar
-Presentación de los Proyectos Escolares de la Escuela Secundaria No. 2, “Ana María Berlanga”, turno vespertino y de la Escuela Secundaria y Preparatoria “Justo Sierra”. -Análisis y comentarios. -Exposición de los propósitos del PEPCA -Análisis y comentarios -Presentación de los Proyectos Escolares de la Escuela Secundaria No. 4, "Moisés Sáenz”, turno vespertino, y de la Escuela Inglesa Kent. -Análisis y comentarios
-Conocer los Proyectos Escolares de todas las escuelas de la zona escolar y compartir experiencias. -Que los directores conozcan el programa y sensibilizarlos para que permitan que el personal de Servicios de Apoyo Educativo (Orientadores, Trabajo Social, Médico Escolar y Prefectura) así como los profesores responsables del mismo, asistan a los diferentes eventos convocados por la Dirección de Higiene. -Conocer los Proyectos Escolares de todas las escuelas de la zona escolar y compartir experiencias.
80
APLICACIÓN DEL PROYECTO DE INNOVACIÓN CRONOGRAMA
FECHA
TEMÁTICA
ACTIVIDAD
PROPÓSITO
EVALUACIÓN
-Reuniones de Evaluación y de Proyecto Escolar - “Integración de Equipos de Trabajo.”
-Exposición de las actividades realizadas en las reuniones llevadas a cabo hasta esta fecha en cada una de las escuelas, con base en tres preguntas: 1) ¿Cuáles han sido los resultados obtenidos en las reuniones que se han llevado a cabo hasta la fecha? 2) ¿Cuáles han sido las dificultades que han enfrentado en estas reuniones? 3) ¿Qué temas han abordado? -Cuestionario acerca de la situación actual del grupo de trabajo. -Exposición del tema “Los equipos en el ámbito escolar” -Análisis y comentarios. -Cuestionario para diagnosticar los problemas que un grupo puede tener con la planeación y conducción de sus reuniones. -Exposición del tema “Planeación y conducción de reuniones” -Análisis y comentarios.
- Reflexionar y compartir las experiencias obtenidas de las reuniones realizadas en las escuelas hasta esta fecha. -Reflexionar críticamente acerca del rol de los directores para integrar equipos de trabajo, así como de la importancia que tiene la planeación y la conducción adecuada de las reuniones de trabajo a fin de que se obtengan resultados benéficos.
81
APLICACIÓN DEL PROYECTO DE INNOVACIÓN
CRONOGRAMA
FECHA
TEMÁTICA
ACTIVIDAD
PROPÓSITO
EVALUACIÓN
18 de marzo de 2003 - Proyecto Escolar - Gestión Escolar
-Presentación de los Proyectos Escolares de la EscuelaSecundaria No. 11, “Adriana García Corral”, turno matutino, y de la Escuela Particular No. 459, “Elizabeth Brock”.
-Conocer los Proyectos Escolares de todas las escuelas de la zona escolar y compartir experiencias.
- Análisis y comentarios. - Exposición y análisis del documento “Gestión Estratégica para Instituciones Educativas”: a) “Marketing y planificación
estratégica educativa: Un acuerdo entre el afuera y el adentro”.
b) “Liderazgo directivo: Un requisito inequívoco.”
c) “Autoridad y delegación eficaz: Una pareja inseparable.”
d) “Empowerment: ¿Es posible delegar el poder?
- Analizar y reflexionar acerca de la importancia de la planificación estratégica vs la planificación normativa; los estilos y características del liderazgo educativo; el significado de la autoridad y el proceso de delegación; y la importancia de la participación de los docentes en la gestión institucional.
82
APLICACIÓN DEL PROYECTO DE INNOVACIÓN CRONOGRAMA
FECHA
TEMÁTICA
ACTIVIDAD
PROPÓSITO
EVALUACIÓN
13 de mayo de 2003 - Proyecto Escolar - “Innovación y cambio en los centros escolares”.
- Presentación de los Proyectos Escolares de la EscuelaSecundaria No. 11, “Adriana García Corral”, turno vespertino, y de la Escuela Particular No. 200, Colegio “Reina María”.
- Conocer los Proyectos
Escolares de todas las escuelas de la zona escolar y compartir experiencias.
- Análisis y Comentarios. - Lectura y exposición por equipos del documento “Innovación y cambio en los centros escolares”, de Serafín Antúnez. - Contraste entre lo que dice el autor y lo que se hace en las escuelas.
- Propiciar la reflexión respecto de la importancia que tiene la innovación en la satisfacción de las expectativas de quienes trabajan en el centro escolar y de los directores, siendo estos últimos los elementos claves para promover o impedir los cambios.
83
RReeggiissttrroo
84
4.3 REGISTRO
8 DE AGOSTO DE 2002.
CURSO-TALLER “PROYECTO ESCOLAR”
PROPÓSITO: Reforzar en los directivos el conocimiento y comprensión
de los elementos que integran un Proyecto Escolar, así como reconocer en
este marco sus funciones técnico-pedagógicas y administrativas.
Fueron convocados todos los directores y subdirectores de las escuelas
secundarias oficiales y particulares que integran la Zona Escolar en las
instalaciones de la Secundaria No. 4; la mayoría llegó puntual a la cita y el
curso-taller dio inicio con la bienvenida a los asistentes por parte del
inspector, quien les habló de la disposición oficial para llevar a cabo esta
actividad y de que los trabajos estarían a cargo de los profesores de apoyo
de la supervisión. Llevamos a cabo una técnica de integración llamada
“Refranes”, que consiste en tarjetas con refranes incompletos, alusivos a la
educación (Cállate o te doy...tu “estate” quieto; La letra...con sangre entra;
Un hombre sin libros...es como un cuerpo sin alma; El que no sabe...es
como el que no ve; Mire, don Higinio si la educación es cara....ya verá lo
que cuesta la ignorancia; La instrucción te hace caballero...y la falta de
ella, te convierte en sirviente; Los hijos son...reflejo de los padres; Hay que
consentir a los niños...y dejarlos hacer lo que se les de la gana; Lo
importante es el juego...no el juguete). Aún cuando la mayoría de los
maestros se conocen, tienen pocas oportunidades de convivir más de
cerca, por lo que se les pidió que una vez que encontraran a su
complemento de acuerdo al refrán que les tocó, platicaran durante unos
minutos a fin de conocer algunos detalles con los que pudieran
presentarlos a los demás (nombre, cargo, escuela, preparación, antigüedad
85
en el servicio, pasatiempos, familia, etc.). Esta actividad sirvió para
“romper el hielo”, pues al principio algunos profesores se mostraban
totalmente inexpresivos y al entrar en comunicación con otras personas
surgieron situaciones que propiciaron un clima de más confianza.
Continuamos con la exposición del tema “El papel del líder como promotor
del cambio”, para lo cual hicimos primero la caracterización de cinco
personalidades negativas del líder: Esquizoide, Obsesiva, Paranoide,
Narcisista, Psicópata; los profesores formaron cinco equipos y les pedimos
que ensayaran un “sketch” en los que representaron cada una de estas
personalidades; fue muy divertido, pero a la vez muy productivo, ya que
utilizaron situaciones y prácticas que son muy comunes en las escuelas
como es el caso del director que todo lo quiere controlar o el caso extremo,
el que tiene como lema el “dejar hacer, dejar pasar”; del directivo que se
siente perseguido o en peligro ante la más mínima expresión de los
maestros; o bien, de alguien que se sobrevalora, es hiperdependiente y a
la vez despreciativo y explotador en sus relaciones con los demás.
Después de las representaciones hechas por los equipos, se hizo una
reflexión grupal en la que en general, los maestros coincidieron en que, no
de forma tan extrema, todos tienen un poco de cada una de las
personalidades representadas, dependiendo de las diversas situaciones a
las que están expuestos debido a las múltiples relaciones que establecen
con los diversos sectores de la población escolar. La lectura del documento
“Dirección y Liderazgo” de Aurora Elizondo Huerta, ayudó a centrar la
discusión en las diferentes dimensiones (pedagógica, social, política y
administrativa) que debe abarcar la función directiva.
Pasamos al receso. Ya habíamos acordado con el inspector que era
importante organizar un desayuno para recibir a los directivos, por lo que
para esa hora ya estaba todo dispuesto. Estos momentos son importantes
86
para relajar y romper con la formalidad de las reuniones, ya que es cuando
los maestros entran en contacto de manera más natural. En realidad,
desayunar y festejar los cumpleaños con un pastel y cantando las
mañanitas en las ocasiones en que nos reunimos, se ha hecho una
costumbre en la zona escolar, lo cual ha permitido un mayor acercamiento
entre todos.
El siguiente tema a tratar fue el de “La comunicación como base del
liderazgo”; iniciamos con la resolución de un cuestionario en forma
individual; este cuestionario consta de 40 preguntas que invitan a la
reflexión respecto a las formas y niveles de comunicación que
establecemos con quienes trabajamos; posteriormente incluye un cuadro
de evaluación en el que de acuerdo a la puntuación obtenida se pueden
evaluar la autoestima, la capacidad para escuchar, la claridad de
expresión, la capacidad para expresar los sentimientos constructivamente
y el grado de apertura para con los demás. Después de haber resuelto el
cuestionario individualmente y de manifestar sus impresiones en equipo,
se pasó a una discusión grupal en la que algunos maestros no estuvieron
de acuerdo en poder generalizar, pues mucho depende del interlocutor;
otros manifestaron que este cuestionario ayuda en mucho a la reflexión de
nuestras actitudes cuando entramos en relación con los demás, por lo que
lo consideraban apropiado para aplicarlo a los profesores de sus escuelas.
Aprovechando la diversidad de opiniones respecto a la comunicación,
inicié con la exposición de “El proceso de comunicación (Algunos enfoques
teóricos)”, también de Aurora Elizondo, en donde se enfatiza el enfoque
interaccionista de la comunicación, es decir, que la recepción del mensaje
no es un proceso pasivo; requiere una actitud activa por parte del escucha,
además de que todo proceso de comunicación está mediado por el
concepto que cada persona tiene de sí misma, por la forma en que ésta
interpreta la realidad y sus experiencias.
87
Este primer día de actividades fue muy productivo ya que la participación
y la buena disposición fue general, sobre todo de los directivos de escuelas
particulares y de los más jóvenes, quienes lo hicieron con mucho
entusiasmo conforme iban transcurriendo las diferentes actividades y se
iba creando un ambiente de confianza y de colaboración.
9 DE AGOSTO DE 2002.
Iniciamos con una plática informal acerca del Proyecto Escolar, mientras
llegaban todos los participantes; les solicitamos que se ubicaran en
equipos para discutir las siguientes preguntas; ¿Cómo entiende el Proyecto
Escolar?, ¿Qué elementos lo conforman?, ¿Qué puedo aportar al Proyecto
Escolar desde mi función como directivo(a)?, ¿Cómo iniciar el diagnóstico
en la escuela?, ¿Quiénes, cómo, cuando y dónde participan?, ¿Cómo
precisar los problemas de la escuela?, ¿Cómo impactó el Proyecto Escolar
en su comunidad?, ¿Cuáles, considera usted, que fueron los principales
problemas enfrentados con la introducción del Proyecto Escolar en su
escuela?
Al empezar la exposición del primer equipo, inevitablemente entramos en
las demás preguntas, por lo que, aunque de manera guiada, fue como una
lluvia de ideas. El Proyecto Escolar se sigue entendiendo como una
disposición oficial más ante la que hay que cumplir; en este sentido
insistimos en rescatar y aprovechar la autonomía que a través de este
instrumento puede dar a las escuelas la oportunidad de planificar y
proyectar sus propósitos en base a realidades.
Repasamos también el esquema que contiene los elementos que conforman
el documento; en esta parte hicieron la observación de la necesidad de
adaptar la estructura del documento a las características de cada escuela,
por ejemplo, en la Escuela Justo Sierra, que cuenta con 18 grupos por
grado y una gran cantidad de personal docente, de apoyo educativo y
88
administrativo, se elaboran miniproyectos, todos encaminados a “lograr
que la escuela asuma de manera colectiva la responsabilidad de los
resultados de aprendizaje de sus alumnos y se comprometa con el
mejoramiento continuo del aprovechamiento escolar”.
En cuanto a las aportaciones que como directivos pueden hacer al
Proyecto Escolar, aterrizamos en que una de las habilidades primordiales
en un directivo es el liderazgo, labor nada fácil que requiere mucho
compromiso del directivo, pues impone la necesidad de dirigir un proyecto
educativo definido y coherente. Posteriormente, hablamos de la necesidad
de involucrar, estimular e impulsar la participación de todos y cada uno de
los maestros, como inicio de un proceso en el que deban participar los
alumnos, los padres de familia y la comunidad en general, pues en la
medida en que hagan suyo el proyecto será el compromiso y el nivel de
participación de cada quien.
Este tema nos llevó a tratar la importancia del diagnóstico, el cual es
prioritario en cualquier planeación, ya que constituye el punto de partida
para definir quiénes somos, con qué recursos contamos, hacia dónde
queremos ir, qué intereses comunes compartimos, cuáles son nuestros
puntos de vista, etc., y de esta manera establecer cuál o cuáles son las
problemáticas que enfrentamos, siendo prioritario el tomar en cuenta la
participación y aportaciones de todos los profesores, en las que
evidentemente habrá una diversidad de opiniones y en donde la función de
los directivos será la de propiciar los puntos de acuerdo, tratando de no
excluir o descalificar ninguna intervención de los maestros. Los directivos
se muestran un tanto escépticos en relación con la posibilidad de contar
con el “apoyo” de todo el personal docente; en realidad, algunos de ellos
tienen poca confianza en las capacidades de los maestros o bien,
manifiestan temor de compartir el poder al permitir que los profesores
participen en las tomas de decisiones (textualmente dijeron: “el poder no
89
se comparte, se ejerce”).
Al respecto expresaron las experiencias que les dejó la introducción del
Proyecto Escolar en el ciclo 2001-2002 que en general fueron de
resistencia al principio, pero que hubo buena disposición del personal para
llevarlo a cabo; en la mayoría de las escuelas, el proyecto fue producto de
las propuestas de los profesores, sin embargo, en dos de ellas, aunque no
lo expresaron así los directores, sabemos por los maestros que fue
impuesto; los resultados fueron calificados como buenos y en dos escuelas
particulares como excelentes, pues rebasaron las metas propuestas
(Colegio Williams y Escuela Justo Sierra); esta actividad fue muy
productiva en cuanto al intercambio de experiencias positivas y también
de los obstáculos que enfrentaron en el proceso, pero coincidieron en que
el ciclo escolar que está por iniciar, ya cuentan con más elementos e
información para obtener mejores resultados educativos.
Después de un receso, que en esta ocasión estuvo acompañado por
tamales, atole, café y pan dulce, pasamos entonces a la revisión del Taller
de Actualización 2002-2003 del PRONAP, “La expresión oral en la escuela
secundaria”. Como sólo contábamos con un ejemplar, preparamos
material en rotafolios y fotocopiado para explicarles el propósito de este
taller, el cual deberán incorporar en las reuniones de inicio de curso con
los profesores los días 14, 15 y 16 de agosto, es decir, a partir de las
diferentes actividades sugeridas en el taller, sensibilizar a los profesores de
todas las asignaturas y no sólo a los de Español, de la importancia que
tiene el favorecer el desarrollo de la expresión oral para el aprendizaje de
las distintas materias del plan de estudios, y acordar entonces un plan de
acción en cada escuela que contribuya a mejorar la práctica docente en el
ámbito de la expresión oral.
Debido a que no contamos con el tiempo necesario, es decir las tres
90
sesiones que propone el taller, sólo se realizaron las siguientes actividades:
1) exposición del contenido y propósitos del taller, 2) lectura de material
fotocopiado del cuadernillo del taller, 3) preparación y exposición por
equipos de un texto oral, 4) propuestas para la elaboración del plan de
acción y para llevar a cabo el taller con los profesores en las escuelas.
En un principio algunos profesores manifestaron que: “es algo que de
alguna manera todos los maestros hacen en sus clases”; “¿y cuándo vamos
a planificar las actividades propias de estas juntas al inicio del ciclo
escolar?”; “debemos entender que esta propuesta es para uniformar el
Proyecto Escolar, o ¿cómo vamos a integrarlo?”; “deberían abrir este curso
en los Centros de Maestros para que los docentes acudan obligatoriamente
a tomarlo, y no cargarnos más de trabajo ya que tenemos inscripciones,
atención a padres de familia, exámenes extraordinarios, etc., etc.”.
Sin embargo, a partir de que desarrollamos las actividades, sobre todo
cuando participaron en la situación comunicativa que presentaron por
equipos, se propiciaron reflexiones respecto de la importancia que tiene
que cada uno de los maestros experimente y analice sus propios niveles y
habilidades de expresión oral y de esta manera, incorporar a su práctica
de enseñanza las estrategias que permitan a docentes y alumnos mejorar
sus habilidades comunicativas, así como de la importancia de que surja
un plan de acción en el seno del trabajo colegiado, todo lo cual dejó claro
que no se trata de “uniformar” los Proyectos Escolares en todas las
escuelas, sino de revalorar la función del desarrollo de la comunicación
oral para la obtención de mejores resultados educativos.
Por otra parte, sugirieron que, debido a la cantidad de actividades a
realizar en estos tres días, utilizarían un sólo día para abordar los puntos
más significativos del taller como son: 1) Análisis de los resultados
obtenidos el ciclo escolar anterior, 2) Exposición de los propósitos del
91
taller, 3) Elaboración y exposición de un texto oral por colegios, 4)
Elaboración de un listado de habilidades que es indispensable desarrollar
en los alumnos, y 5) Elaboración del Plan de Acción.
Finalmente, se establecieron compromisos en cuanto a reorientar los
Proyectos Escolares en este ciclo escolar en el sentido de retomar las
experiencias del año pasado, los temas discutidos en este curso-taller,
sobre todo en relación a la participación de los profesores en el fomento de
la expresión oral y de impulsar el trabajo colegiado, la actualización y la
capacitación de los maestros, aprovechando los espacios que oficialmente
están autorizados para este año, es decir, las diez juntas de Consejo
Técnico Escolar con suspensión total de labores, en las que se planifiquen
actividades que propicien la reflexión, el análisis, la evaluación continua y
la reorientación de las acciones programadas en el Proyecto.
En síntesis, se mostraron entusiasmados y participativos durante el curso-
taller, al final del cual solicitamos sus comentarios y sugerencias respecto
a la actividad, los que fueron entregados por escrito y en los que
expresaron:
“La integración del equipo de directivos permite el crecimiento de todos”;
“El ejercicio sobre liderazgo provocó la reflexión sobre las actitudes que
tenemos con respecto al personal que dirigimos”; “Fue muy interesante el
cuestionario sobre comunicación”; “El tema del Proyecto Escolar permitió
intercambiar puntos de vista y detectar los aspectos que deberán
trabajarse con mayor cuidado”; “Faltó bibliografía”; “Retomar conceptos ya
vistos y otros nuevos nos permitió primeramente recordar y posteriormente
seguir aprendiendo. Una comunidad de aprendizaje es básica en estos
tiempos de constante cambio”; “Faltó centrar las actividades para evitar
dispersar las opiniones, aunque hubo buena planeación y excelente
comunicación”; “Fue un taller ameno y sobre todo nos llevamos nuevos
92
conocimientos”; “Siempre que asisto a este tipo de actividades con mis
compañeros directivos y el personal de apoyo de la inspección, salgo con
un nuevo conocimiento o quizás un concepto mejorado de mi actividad
diaria. Son talleres de reflexión y de intercambio de experiencias dentro de
un marco de cordialidad y trabajo sano”, “Fue mi primer contacto con
personal Directivo, esta experiencia realmente fue muy enriquecedora, me
permitió intercambiar puntos de vista y escuchar las vivencias en
diferentes centros de trabajo.”; “Siempre resultará fructífero el escuchar
las experiencias de directivos de otras escuelas; éstas se adaptarán de
manera parcial o total a las demás, según sus propias características,
necesidades y recursos. Además es reconfortante que se sienta el apoyo de
todos los compañeros”; “Esta actividad permitió la participación de todos
los asistentes, constituyó una retroalimentación”; “Estoy seguro de que los
temas tratados, nos llevarán a seguir mejorando nuestra labor educativa”;
“El propósito fue alcanzado aún a costa de redosificar los tiempos; el
material de fotocopiado debe ser mejorado en su presentación, búsquense
una reproducción externa y solicítenos cooperación; buena conducción y
respeto a las aportaciones de todos los que intervenimos”; “Siempre es
necesario tener unos momentos de reflexión respecto a nuestra actividad,
nos hace mucho bien.”; “Estas actividades son muy provechosas,
dinámicas y con información que me hace pensar y modificar lo que no
estoy haciendo bien, me gusta mucho asistir ya que el ambiente es
excelente, aprendo mucho y me enriquecen mucho las experiencias de mis
compañeros. Muchas gracias por preocuparse por nosotros”; “Durante el
ciclo escolar 2001-2002 en el plantel se trabajó el Proyecto de forma
autónoma a pesar de los obstáculos que tuvimos que resolver. Debido a
que fue imposible coordinar, organizar y planear actividades que
impactaran al plantel por las situaciones presentadas, en alto grado de
dificultad por el turno matutino, la inspección y la coordinación regional.
Sugerencia: permitir a la comunidad escolar organizar y trabajar de
acuerdo a la gestión escolar, que propone la organización y planeación de
93
acciones de acuerdo a las necesidades reales de la institución. Respeto y
atención a los turnos vespertinos.”
9 DE SEPTIEMBRE DE 2002. En esta ocasión la Junta de Consejo Técnico Directivo se llevó a acabo en
las oficinas de la inspección y se abordaron dos temáticas: la creación del
Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y La Reprobación.
El primer tema estuvo basado en la exposición primero, y después en el
análisis de dos documentos: “Decreto por el que se crea el Instituto
Nacional para la Evaluación de la Educación” y “Compromiso Social por la
calidad de la Educación”, ambos publicados el 8 y 9 de agosto de 2002,
respectivamente, para lo cual preparé material en rotafolios en los que se
destacaron: la descripción, el propósito, los ámbitos y la estructura del
Instituto; el marco normativo, los propósitos y principios comunes y las
responsabilidades específicas de quienes suscriben el Compromiso Social,
en el que se justifica la creación del Instituto como una necesidad para dar
impulso a un proceso de amplia participación de la sociedad en la tarea
educativa, una corresponsabilidad entre la sociedad y los distintos órdenes
de gobierno.
Después de una breve introducción, inicié con la exposición, durante la
cual no hubo ninguna interrupción, pues todos los maestros se mostraban
sorprendidos ya que desconocían estos documentos, aunque algunos de
ellos ya habían escuchado comentarios del tema; previamente el inspector
me había dicho que me limitara únicamente a exponer lo que decían los
documentos sin que en el proceso introdujera mis puntos de vista
personales, sin embargo, el proceso mismo obligó a entrar en el análisis y
el intercambio de puntos de vista, puesto que yo estaba dirigiendo la
actividad y sólo yo en la inspección había leído en su totalidad los
94
documentos; las participaciones de los directores se pueden resumir como
sigue:
“Entre los firmantes del compromiso social se encuentran instancias que
han combatido tradicionalmente la educación pública”, “¿de qué manera
van a colaborar en la mejora de la calidad educativa el sector privado y la
iglesia por ejemplo?”, “es cínico que la prensa, las televisoras, la religión y
demás, estén metidos en esto; mucho harían en no estorbar”, “se supone
que el proyecto escolar plantea la autonomía y la autogestión, contrarias
al control administrativo que esto significa”, “plantean un diagnóstico
miope, no consultaron a los maestros como lo afirman, por lo que es
preocupante quienes lo determinan”, “el Instituto ya está creado y como
siempre somos los últimos en enterarnos, lo que procede conocer sus
lineamientos y darlo a conocer a los maestros para saber a qué le tiramos
en un futuro próximo.”
Cabe mencionar que las intervenciones de los directores de escuelas
oficiales y particulares fueron igual de nutridas, sin embargo, el inspector
les dijo que la única intención era conocer un documento que yo había
conseguido en alguna parte y que si bien era válido expresar inquietudes y
puntos de vista, no podíamos guiarnos por las especulaciones, que
debíamos esperar a que lo echaran a andar y a que llegaran las nuevas
disposiciones. Ante este comentario, los maestros se limitaron a aceptar la
necesidad de analizar cuidadosamente los documentos y a difundirlo en la
próxima junta de Consejo Técnico Escolar en sus escuelas.
Durante el receso que siguió a continuación, festejamos los cumpleaños de
algunos directores con un pastel, café y las mañanitas, sin embargo, en
este momento de dispersión, continuaron los comentarios y dudas del
tema tratado.
95
Poco después pasamos al siguiente tema: “La reprobación”, el cual fue
iniciado por el inspector dando lectura a los puntos contenidos en las
hojas de rotafolio: concepto de reprobación y de evaluación, factores que
influyen en la reprobación, puntos de reflexión y como propuesta, la
necesidad de actualización, capacitación y superación profesional.
Como no había comentarios, propuse que echáramos un vistazo a un
documento que previamente había preparado y que contiene los resultados
finales obtenidos en cada escuela en el ciclo escolar pasado, para después
dar lectura a un documento de reflexión; con estos dos documentos, según
lo había planeado, daríamos inicio al tema. En este documento se plantea
la necesidad de revalorar la acción educativa de manera colegiada en el
seno de los Consejos Técnicos Directivos y Escolares, a fin de reflexionar
respecto a los procesos que se llevan a cabo en las escuelas y en cada
salón de clase. Con base en autores como Gilberto Guevara Niebla, David
Ausbel, Celso Antunes, José María Domínguez Rodríguez y Margarita
Pansza González, se pone a discusión la necesidad, las causas y la
caracterización de la reprobación, pues se afirma por ejemplo, que la
reprobación constituye un factor de frustración, de agresión a la
inteligencia, a las potencialidades y al desarrollo de los estudiantes, que
muchas personas han visto truncadas sus posibilidades de continuar
estudiando por no cubrir los requisitos mínimos necesarios para aprobar
incluso materias como educación física, formación cívica y ética o
educación ambiental, que en nuestros sistemas de enseñanza no se toman
en cuenta las diferencias individuales y ante esta realidad, pareciera que la
solución más inmediata lo constituyen las calificaciones y no la evaluación
de los progresos individuales.
Las participaciones no se hicieron esperar, pero no fueron en relación a las
reflexiones contenidas en el documento, sino en cuanto a que hay muchos
distractores que provocan que los maestros no cumplan con los programas
96
de estudio; se centraron en que continuamente hay suspensiones de la
actividad académica, ya sea porque se invita a los maestros a participar en
actividades que los hacen salir de las escuelas, se les exige su
participación en muchos concursos y que esto provoca que maestros y
alumnos tengan que abandonar sus clases, con el consecuente desfase en
su avance programático, y aún hubo quien mencionó el exceso de formatos
estadísticos.
Traté de centrar el tema preguntando qué estrategias se implementaban en
sus escuelas para abatir la reprobación, y nuevamente hablaron de la falta
de apoyo por parte de los padres de familia, de la falta de responsabilidad
y de hábitos de estudio por parte de los alumnos, y en fin, de que algunos
profesores simplemente se negaban a aceptar la evaluación continua y que
ellos, como directores, les hacían hincapié en el cumplimiento del Acuerdo
200.
En realidad, había pocas condiciones para continuar la discusión ya que
por un lado, habíamos tenido varias interrupciones por parte de la
secretaria para dar algunos avisos que ella consideró importantes en ese
momento (visitas extraescolares, envío de documentación por parte de
algunas escuelas que se habían atrasado), y por otra parte, que algunas
directoras (dos maestras de escuelas oficiales) se mostraban apáticas
respecto del tema, pues además de sus expresiones de fastidio, de repente
decían expresiones como “es obvio”, “la reprobación existe igual que la
aprobación”, “reprueba el que no cumple”; otros maestros, miraban
constantemente el reloj, por lo que creí conveniente cerrar la discusión,
sugiriéndoles abordar el tema en su próxima junta de Consejo Técnico
Escolar y retomarlo en la próxima junta de directores, teniendo como base
de discusión el concepto que de reprobación tenían sus profesores, así
como las estrategias acordadas colegiadamente para disminuir la
97
reprobación. Aceptaron con gusto y se comprometieron a traerlo por
escrito.
20 DE SEPTIEMBRE DE 2002.
Esta junta estaba programada para los primeros días de octubre, sin
embargo tuvo que adelantarse debido a que por fin llegaron los
Lineamientos para la Organización y Funcionamiento de las Escuelas
Secundarias que supuestamente debían haber sido analizados antes de
que iniciaran las clases, y por disposición superior, se citó a junta
extraordinaria en las instalaciones de la Secundaria 4. Como el inspector
decidió dar lectura a todo el documento y los directores se aburren con
este tipo de actividades, propuse al inspector dar seguimiento al tema de
La Reprobación, por lo que los directores fueron avisados de que debían
llevar el resultado del tratamiento del tema con sus profesores.
Así que iniciamos con este tema y en esta ocasión las participaciones
fueron muy enriquecedoras. Dio inicio el director de la escuela particular
Justo Sierra exponiendo que: “Mejor prefiero opinar sobre los altos índices
de reprobación, porque sobre la reprobación solamente podría decir que ha
existido y existirá. Los altos índices de reprobación manifiestan un
problema profundo, multicausal y las causas pueden ser internas y
externas a la escuela: el desempeño de la gestión escolar, el empleo de la
metodología de enseñanza por parte de los profesores, la infraestructura
física del inmueble, el clima de la escuela en cuanto a cultura
organizacional, seguridad de los estudiantes, grado de aceptación entre los
alumnos y entre alumno y maestro, el grado en que los profesores
impulsan el desarrollo de sus alumnos, producto de que estén convenidos
de que el ser humano es modificable y puede acceder a niveles cada vez
más altos de desarrollo, la historia de vida de los estudiantes, el grado de
desarrollo cultural de la familia, el nivel socioeconómico, las características
propias de la personalidad del estudiante. No es sencillo hablar de un
98
tema tan difícil para la educación en el mundo. He tratado de reflexionar
acerca de muchas de las causas que pueden influir en el éxito académico,
pero si me pidieran centrar más el análisis, diría que la escuela puede
marcar la diferencia, no hay nada como la experiencia de aprendizaje
mediado que llevamos a cabo los educadores en el centro, ello puede
incluso superar todas las influencias externas que presentan los alumnos
y sobre las cuales no podemos influir directamente. No considero que sea
un problema en la comunidad Justo Sierra, sin embargo, hay asignaturas
en las que debemos trabajar más, fundamentalmente en Matemáticas, por
la importancia que tiene en la predicción del éxito académico de nuestros
adolescentes. Ello lleva al trabajo más cercano con los profesores y sobre
todo, a la inversión de recursos económicos en la capacitación de los
mismos.”
Continuó la directora de la Secundaria No. 11, quien dio lectura a un
documento (la maestra tiene 89 años de edad), en el que informó que los
maestros se reúnen por grados para analizar los resultados obtenidos,
intercambian observaciones e información sobre los casos de alumnas que
tienen tres asignaturas reprobadas o más, proponen estrategias como el
tratamiento del tema en el Taller de Orientación a Padres de Familia,
principalmente en el sentido del descuido y abandono por parte de estos a
las alumnas, así como el apoyo que reciben por parte de USAER para la
atención de alumnas de primer grado con necesidades educativas
especiales. Concluyó con las estrategias acordadas: 1) adecuación de
contenidos curriculares de las diferentes asignaturas, y 2) adaptación de la
metodología adecuada respetando los diferentes ritmos de aprendizaje.
En su análisis, la directora de la Secundaria No. 2, atribuyó las causas de
la reprobación a la falta de interés y el ausentismo en algunas alumnas, a
los cambios de turno y de plantel que generan inestabilidad en los
registros de cada profesor; las estrategias: trabajar dinámicas grupales,
99
explotar al máximo los recursos con los que cuentan, ejercicios para
reafirmar temas con juegos interactivos que les permitan desarrollar
habilidades mentales y verbales para una mejor solución a los problemas,
así como trabajos extraclase.
Para este momento se rompió esta dinámica, pues algunos profesores
estuvieron en desacuerdo de hablar de los síntomas del problema dejando
de lado su origen: “querámoslo o no, la reprobación es la consecuencia de
que los maestros desconozcan la didáctica de la asignatura que imparten y
la enseñanza siga siendo tradicionalista”; “es el resultado de un sistema de
enseñanza inadecuado”; “las actividades escolares, los planes y los
programas de estudio, las estrategias de evaluación, etc., no consideran
las condiciones particulares del alumnado"; “aceptemos que es un
problema que implica e incluye el fracaso del maestro, de los recursos
empleados, de la metodología, de la voluntad e interés del alumno y del
apoyo brindado por los padres de familia”; “los profesores necesitan
conocimientos en torno de la evaluación del aprendizaje”; “es un problema
que surge como consecuencia de una mala organización o planeación del
trabajo en el aula”; “el sistema de evaluación general en el sistema
educativo es obsoleto porque siguen explorándose resultados o productos,
lo más valioso es el proceso de construcción de los aprendizajes, sin
embargo, predomina la estimación cuantitativa y no se considera lo
cualitativo y el espíritu de competencia discrimina el desarrollo de las
habilidades cognitivas”; “es un problema que se puede evitar mediante la
planeación”; “es uno de los principales problemas que aqueja a nuestro
sistema educativo por la falta de compromiso social de los educadores,
quienes no tienen claro el significado de la educación, de los propósitos de
la asignatura, con lo que se descuida el aprendizaje obtenido, además de
la falta de cultura de planeación que motive a los alumnos y la escasa
participación de los padres de familia”.
100
Creo que en esta ocasión se cumplió el propósito de debatir acerca de este
problema, pues conforme iban participando yo iba anotando las ideas en el
pizarrón, y finalmente nos centramos, no en visiones simplistas, sino en
esencia en la necesidad de sensibilizar a los docentes en cuanto al
compromiso educativo, con su propia actualización, la importancia de la
comunicación y el intercambio de experiencias pedagógicas en la
reuniones colegiadas, en las que se reflexione qué es la evaluación, qué y
como estamos evaluando, cuál es nuestro concepto de educación y la
importancia de conocer los enfoques, metodologías y contenidos de los
programas de estudio, aprovechando las reuniones de Consejo Técnico
Escolar como espacios de profesionalización en los que los temas a tratar
se centren en cuestiones pedagógicas que apoyen la superación de las
dificultades particulares de cada comunidad escolar.
Antes del siguiente tema de la reunión, pasamos al receso con un
espléndido desayuno ofrecido por el inspector, después del cual se dio
lectura a los Lineamientos para la Organización y Funcionamiento de las
Escuelas Secundarias. A pesar de que son pocas las modificaciones,
algunos profesores comentaron que es saludable retomarlos para tener
presentes los aspectos sustanciales de la política educativa del actual
gobierno, en cuanto a los cuatro ejes establecidos para el sistema de
educación básica de calidad, es decir, 1) crear escuelas de calidad, 2) la
cobertura con equidad, 3) el fomento a la participación social y vinculación
institucional y 4) la administración al servicio de la escuela.
Realmente fueron dos aspectos los que provocaron mayor inquietud: el
primero de ellos en relación a la creación de escuelas de calidad, pues
consideran preocupante el que se pretenda ampliar los horarios de las
escuelas secundarias sin antes dotarlas de los recursos materiales y
humanos necesarios como ocurrió en algunas de las escuelas en las que se
piloteó este proyecto el año escolar pasado; pero, por otro lado, el hecho de
101
entrar en la competencia por obtener recursos a través del Programa
Escuelas de Calidad, ya que esta será la única forma en que puedan
obtener los recursos que año con año han ido recortándose, hasta tal vez
desaparecer; el otro aspecto fue relacionado con la calidad educativa
también, pues algunos directores, los menos, están en contra de que se
realicen diez juntas de Consejo Técnico al año y con suspensión de
labores, ya que consideran que esto va en detrimento del aprendizaje de
los niños y de la pretendida calidad de la educación; aunque otros
directores mencionaron que si se planifican, estas suspensiones pueden
redundar mucho en beneficio de la población estudiantil y de los mismos
docentes.
En conclusión, creo que el propósito de ir transformando estos espacios de
reunión de directores en lugares de reflexión y análisis crítico va ganando
terreno.
4 DE NOVIEMBRE DE 2002.
En esta reunión de Consejo Técnico se planearon dos temas: el Programa
Escuelas de Calidad (PEC) y la evaluación del Factor Desempeño
Profesional, 12ª. Etapa de Carrera Magisterial, por lo que únicamente se
convocó a las escuelas secundarias oficiales y al director de una de las
escuelas particulares que sabemos es director de una escuela primaria
oficial y conoce con amplitud el PEC, por lo que solicitamos su apoyo con
el fin de ayudarnos a esclarecer las dudas que allí surgieran.
Todos teníamos alguna referencia del PEC, sin embargo, habiendo sido
convocadas únicamente las escuelas primarias en el 2000-2001, y en el
ciclo escolar pasado las telesecundarias, nos encontrábamos ajenos al
tema, y en esta ocasión era urgente tratar el asunto, pues de manera
urgente están convocando a las secundarias generales y para trabajadores
a participar en este ciclo escolar debido a que existe un presupuesto
102
adicional para que puedan ingresar otras 140 escuelas. Así que
inspectores y personal de apoyo fuimos convocados a una reunión a la
región en donde únicamente nos entregaron las Reglas de Operación e
Indicadores de Gestión y Evaluación del Programa de Escuelas de Calidad
y se nos pidió invitar a dos escuelas de cada zona a participar.
Con base en el documento “Reglas de operación...” elaboré algunas
láminas para poder explicar (y explicarme) el PEC, en ellas abordamos
principalmente la descripción del programa, sus propósitos, la población a
quienes va dirigido, la explicación de quién y cómo se manejan los
recursos que recibe la escuela, en qué se invierten y los compromisos
adquiridos por quienes se incorporan al PEC.
Durante la exposición, los maestros se mostraban poco interesados por el
programa, sin embargo, después empezaron a surgir dudas respecto al
proceso de incorporación y sobre todo a la evaluación y seguimiento por
parte de instancias internas y externas que se encargan de vigilar el
cumplimiento de las reglas establecidas. El Profr. Héctor, director invitado,
entonces les dio una breve y clara explicación de lo que es el PEC e hizo
una reseña del proceso por el que había pasado su escuela primaria para
incorporarse al programa: “En realidad no es algo extraordinario, sin
embargo, sí implica asumir compromisos, pero son compromisos que
ustedes se marcan a través de las metas que establecen en sus proyectos
escolares, y no más. Resulta que ya estamos ‘siscados’ por tanta carga
administrativa, pero en este sentido, vale la pena ya que de esta manera
estamos procurando mayores recursos, y tal vez los únicos en un futuro
no muy lejano, para nuestras escuelas. El problema de convencer a los
maestros para que acepten participar en el PEC, depende de cómo ustedes
lo planteen, si lo hacen convencidos de lo que están haciendo, con
seguridad y claridad, pueden lograrlo.”
103
Pasamos después a la toma de decisiones, es decir, voluntariamente dos
escuelas debían autoproponerse para participar; el inspector fue
preguntando a uno por uno de los directores, quienes se negaron a
participar debido a la sobrecarga de trabajo en sus escuelas, a la premura
con que se les estaba pidiendo tomar la decisión y cubrir los requisitos (el
próximo 21 de noviembre), a la posibilidad de que sus maestros no
aceptaran, entre otros argumentos. Fue entonces cuando la directora de la
Secundaria No. 4, turno matutino, dijo: “Voy a citar a una junta
extraordinaria para planteárselo a los maestros, pero yo creo que sí
participamos.” Y el director de la misma escuela en el turno vespertino: “Yo
también participo, así podremos coordinar esfuerzos en el mismo
inmueble”. Resuelto el asunto de tener dos escuelas que participaran, el
inspector pasó al siguiente tema.
Es preocupante que ante un asunto de tal trascendencia y que pronto
afectará a todas las escuelas, pues a estas alturas no se ha entregado
ningún recurso de los que año con año se dan a las escuelas, se adopten
tales actitudes evasivas y al final de cuentas, pensar que es asunto
solamente de las dos escuelas que se van a echar encima otro
compromiso.
Se dio un pequeño receso en el cual se ofreció café y pastel para festejar
dos cumpleaños, sin embargo, durante este tiempo, se mencionó que la
siguiente actividad sería la Evaluación del Factor Desempeño Profesional,
por lo que se les pidió que sugirieran el mecanismo para proceder a la
evaluación, recordándoles que en este primer momento se lleva a cabo una
autoevaluación y una coevaluación de los primeros tres indicadores, los
cuales se refieren al proceso de planeación de las actividades a realizar en
este ciclo escolar, exponiendo ante el Órgano de Evaluación, de manera
breve, las actividades realizadas para cumplir con los aspectos en
cuestión.
104
Tal vez con razón, pero en realidad es porque los maestros simplemente
sienten la obligación de cumplir con el requisito de estar presentes, una de
las maestras argumentó que si el inspector ya conocía su Proyecto Escolar,
ya se había discutido en reuniones anteriores de todo lo que hacen en sus
escuelas y ya era muy tarde, que entonces resultaba ocioso volver a
abordar temas ya tratados, ante lo cual el inspector comentó: “si ustedes
están de acuerdo, podemos entonces dar por evaluado este primer
momento”, y los directores accedieron gustosos diciendo: “claro maestro,
todos tenemos 5 en cada uno de los aspectos”.
Si bien los argumentos de la maestra son válidos por lo engorroso que
resulta el proceso de carrera magisterial, también es cierto que estos
espacios podrían ser muy productivos en cuanto al intercambio de
experiencias, la interacción entre iguales, en este caso entre directivos,
para poder buscar soluciones conjuntas a las diferentes problemáticas y la
multiplicidad de responsabilidades que enfrentan en su cargo.
12 DE DICIEMBRE DE 2002.
Nuevamente la cita fue en la Secundaria No. 4. Iniciamos la reunión con el
tema “Liderazgo en el Siglo XXI”. Cinco directores de escuelas oficiales
asistieron a San Miguel Regla los días 21, 22 y 23 de noviembre, invitados
por la Coordinación Sectorial de Educación Secundaria, y como
contábamos los materiales, sugerí al inspector que en esta junta estos
maestros socializaran en el Consejo Técnico, los temas que allá trataron:
El Trabajo, Autoestima, Liderazgo y Gestión Escolar, Vuelo de Gansos,
Liderazgo institucional y PEC III.
La directora de la Secundaria No. 4 preparó el salón de computación para
que se les facilitara la exposición a través de los CD’s que contenían todos
estos temas. Las presentaciones de los cinco maestros, bueno en realidad
105
de cuatro, pues uno de ellos se disculpó por no asistir, fueron bien
preparadas y expuestas con mucho entusiasmo; la actitud de los maestros
fue de interés por los temas y de respeto a los expositores, aunque cabe
mencionar que una maestra, tal vez sin notarlo, interfería las exposiciones
cada vez que hablaba en su celular, lo que provocaba dispersión y
distracción de los presentes, y la otra maestra, seguramente por su ya
muy avanzada edad, se la pasó durmiendo.
Al terminar las exposiciones, el Inspector pidió un aplauso para los
maestros y los felicitó por su trabajo, dando así por terminada la actividad.
Intervine proponiendo un espacio para, al menos, dar oportunidad a
aquéllos que tuvieran alguna duda o comentario. Como fue un tanto
forzado, pues el inspector ya había decidido terminar, solo dos maestros
comentaron: “Sería bueno contar con la bibliografía en que están basados
los temas del CD, o si pudieran ustedes proporcionarnos algunos otros
materiales, se los agradeceríamos.” “Creo que este material puede sernos
de gran utilidad si lo trabajamos con los maestros.” La respuesta fue que
en el evento no les proporcionaron más información que la contenida en
los CD’s y lo que ya antes habían escuchado en sus exposiciones, pero que
era buena idea llevar estos temas a los maestros de sus escuelas.
Pasamos entonces a la presentación de los Proyectos Escolares de la
Secundaria No. 2, turno vespertino y de la Secundaria Particular Justo
Sierra. La primera les distribuyó un disquette que contenía en varias
pantallas, los aspectos más importantes del proyecto y que se puede
resumir de la siguiente manera: el proyecto se llama “ El respeto“ y su
objetivo es lograr el respeto como un compromiso sensibilizador de la
comunidad escolar, que permita el desarrollo integral de las alumnas; sus
estrategias están diseñadas por período, de tal manera que en el primer
período tratan con los valores universales y la importancia de practicarlos
en su vida diaria, en el segundo, la autoestima y uso adecuado del
106
lenguaje, en el tercero, el respeto a su escuela y personas del ámbito
educativo, en el cuarto, respeto a la comunidad y a la familia, y en el
quinto, el respeto y cuidado a la naturaleza.
Todos los colegios diseñaron su plan de trabajo considerando la
incorporación de estos temas, sin embargo, falta compromiso y aún
cuando están dando continuidad al proyecto implementado el año escolar
pasado, hace falta sensibilizar a los docentes para “tomarlo con mayor
seriedad”; esta escuela está incorporada la proyecto SEC’21, que son las
escuelas que han sido dotadas de aulas de medios y de computadoras y
televisores en cada salón como apoyos didácticos, además de la
capacitación que están recibiendo los profesores desde el año pasado,
razón por la que sienten que el Proyecto Escolar representa una carga de
trabajo adicional.
La directora y el subdirector están trabajando con los docentes en las
juntas de Consejo Técnico con base en la teoría acerca de la personalidad
de Carl Rogers, para buscar mayor aceptación por parte de los docentes.
No hubo comentarios por parte de los demás directores, por lo que
pasamos a la exposición de la Escuela Justo Sierra.
El director y la subdirectora expusieron su proyecto en equipo; se trata de
una escuela secundaria con 18 grupos por grado y una gran cantidad de
personal docente y administrativo, por lo que se elaboraron miniproyectos,
todos enfocados a buscar mejores resultados educativos, con calidad, en
cada una de las asignaturas y la formación integral de los alumnos.
Nuevamente no hubo comentarios, pero resulta interesante porque
durante las exposiciones los demás profesores toman nota de lo que les
parece útil o bien de aquellas ideas que podrían retomar para proponerlo
en sus respectivas escuelas. La intención es compartir experiencias, tal vez
en futuras exposiciones los demás maestros se atrevan a hacer preguntas,
107
y digo se “atrevan” porque algunos directores me han comentado que no
intervienen porque no desean ser cuestionados cuando les toque su turno.
No hubo receso debido a que se consideró que esta reunión nos tomaría
alrededor de dos horas, aunque en realidad fueron casi tres. Llegamos
entonces al último punto de la reunión, el Programa de Educación
Preventiva contra las Adicciones (PEPCA); esta vez preparé material para
usarlo en el retroproyector; aunque el programa lleva ya alrededor de
cuatro años, algunos directores lo confunden con otros programas porque
desconocen sus propósitos, así que en esta primera exposición (pues
pretendo darle seguimiento, reproduciendo los cursos a los que he
asistido) me enfoqué a la explicación del objetivo del programa, de sus
sustentos teóricos y de una actividad en la que participaron todos los
asistentes; fue agradable, pues salimos de la formalidad y la rutina para
pasar a experimentar la necesidad de percibirnos, ya no como directores o
apoyos o inspector, sino como seres humanos en un espacio de la tierra,
conviviendo y viéndonos unos a otros como personas sin cargo alguno.
La actividad consistió en solicitarles que en una hoja en blanco iniciaran
un dibujo con cualquier motivo con el que se identificaran, después
pasarían la hoja a la persona de la derecha, quien le pondría algún otro
rasgo al dibujo, y así sucesivamente hasta que cada dibujo llegara
nuevamente a su dueño; les pedí que lo observaran y determinaran si las
aportaciones de los demás habían completado o desviado sus intenciones
originales de representarse; concluí comparando la actividad con la forma
en que recibimos a los alumnos, si tomamos o no en cuenta sus
expectativas, lo que cada uno de nosotros le aporta en el proceso educativo
y después de concluido el nivel educativo, el perfil con el que egresan.
La intención fue involucrarlos en un primer momento con el programa,
para sensibilizarlos en la necesidad de permitir a su personal de apoyo
108
educativo (orientadores, trabajo social, prefectura) y profesores, asistir a
las diferentes actividades que realiza la Dirección de Salud Escolar, desde
donde se impulsa la adopción del programa, que no es ajeno a los
propósitos educativos ni a los proyectos escolares, sino que de este
programa se pueden tomar ideas y estrategias para propiciar el interés y la
participación de la comunidad para la creación de mejores ambientes en la
escuela.
Concluí la actividad explicando que el programa está sustentado en “el
desarrollo de habilidades sociales y en la promoción y fomento de valores
que fortalezcan en los alumnos la capacidad de discernimiento para hacer
frente a problemas sociales que puedan limitar su desarrollo armónico. Se
incorpora al proceso educativo a través de actividades curriculares y
extracurriculares que promueven la comunicación asertiva, el manejo de
afectos, el desarrollo de la autoestima y el ejercicio de valores entre los
escolares, con la finalidad de formar un pensamiento crítico que les facilite
la toma de decisiones por convicción, de una manera consciente y
reflexiva.” Uno de los directores que participa en el programa expuso
entonces las ventajas que representa el involucrar al personal docente y a
los padres de familia en este tipo de actividades, por lo que los invitó a
participar.
23 DE ENERO DE 2003.
En esta reunión de Consejo Técnico, realizada en la Secundaria No. 4, se
presentaron los Proyectos Escolares de la Secundaria No. 4, turno
vespertino, y de la Escuela Inglesa Kent. La reunión estaba programada a
las 9:00 e inició alrededor de las 9:40 debido a que la mayoría de los
maestros llegaron tarde, incluidos los expositores; el director de la
Secundaria No. 4, turno vespertino, tiene otros compromisos por lo que
con frecuencia no asiste a las reuniones o lo hace parcialmente y ya nos
había avisado que después de su exposición se retiraría; al segundo de
109
ellos le tuvimos que llamar por teléfono y confesó que había olvidado que
tenía junta.
El director de la Secundaria No. 4 dio inicio a la exposición de su proyecto,
“Desarrollo de las competencias comunicativas en la escuela”; se auxilió de
material elaborado en acetatos a través del cual explicó con amplitud el
diseño de su proyecto, ya que su escuela está participando en el Programa
Escuelas de Calidad, en el que esperan ser aceptados ya que esto ha
motivado, sobre todo a los docentes, a adquirir el sentido de pertenencia y
de apropiación del proyecto que se han propuesto llevar a cabo en esta
escuela. Expuso que prioritariamente se trata de buscar mejorar los
ambientes y las relaciones entre todos los miembros de la comunidad a
través de diferentes estrategias que impulsen la solución de los conflictos a
través de la comunicación y el respecto, para de esta manera incidir en los
problemas de drogadicción, violencia y agresión que enfrentan en esta
escuela.
Al terminar su exposición, el inspector lo felicitó y solicitó a todos los
presentes que le brindaran un aplauso, sin embargo, a pesar de que
algunos maestros levantaron la mano para hacer alguna pregunta o
comentario, el inspector dijo: “bueno maestros, sabemos que este señor
está haciendo su mejor esfuerzo ya que hace poco tiempo que está al
frente de una institución como es la Secundaria 4; ¡nada fácil!, por lo que
podemos entender las fallas que persisten hasta el momento, pero que
estamos seguros que buscará la forma de mejorar en beneficio de los niños
y de los maestros, ya que todos le damos un voto de confianza a su
capacidad para conducir adecuadamente la institución”. Comentario con
el que se dio por terminada la participación del director, quien enseguida
se retiró del lugar, disculpándose por tener otras actividades que le
impedían continuar en la reunión.
110
Hay mencionar que las relaciones entre el director y el inspector no han
sido nada cordiales desde la llegada del maestro a la escuela, pues si bien
se encontró con muchas dificultades y obstáculos en la escuela, tampoco
ha recibido mucho apoyo de parte del inspector, lo que ha propiciado un
distanciamiento y hasta un rechazo a la instancia de supervisión, amén de
que reacciona impulsivamente en ocasiones, en otras con resentimiento y
en otras más con enojo, sobre todo cuando algún maestro, padre de
familia o alumno se dirige a esta instancia a solicitar apoyo u orientación
en los problemas que se les presentan con el director. Cuando se
presentan estos problemas casi siempre los tratamos los maestros de
apoyo con el director, ya que nos ha externado que se siente perseguido y
presionado por la actitud del inspector y de la secretaria.
Tocó el turno a la Esuela Inglesa Kent. El ambiente quedó un tanto
“pesado”, pero el Director de esta escuela, quien se caracteriza por su buen
carácter, entusiasmo y capacidad de atraer la atención, se hizo cargo de
reencauzar la reunión. A través de su proyecto, se ha logrado mejorar el
uso del idioma en el trato cotidiano entre los alumnos y se ha reforzado la
correcta expresión oral a través de exposiciones en los salones de clase y el
fomento a la lectura, ya que un problema que consideraron prioritario en
un principio, esto es, el tipo de lenguaje “soez” utilizado entre los alumnos
aún enfrente de los profesores, los ha llevado aprovechar en ellos la
capacidad de desarrollar las habilidades de expresión oral en sus clases, lo
que ha sido apoyado por la mayoría de los profesores, quienes se han
preocupado por desarrollar estrategias que mejoren la comunicación entre
éstos y los alumnos.
Mencionó que aún les falta mucho por hacer, pero que se sienten
satisfechos de que a más de un año de haber iniciado su proyecto,
empiezan a ver resultados que se pueden considerar muy satisfactorios.
No hubo comentarios ni preguntas de los profesores, por lo que pasamos
111
al receso y al agradable y relajante momento del desayuno, esta vez
organizado por personal de la inspección.
Al iniciar el tema “Reuniones de Evaluación y de Proyecto Escolar” con un
cuestionario de tres preguntas que se pretendía fuera discutido en equipos
o de manera grupal, una directora, bastante molesta y levantando la voz
me dijo: “Oye, ¿de qué se trata? ¿no que estamos de acuerdo con la
simplificación administrativa? Esta información te la enviamos por escrito
después de cada junta, entonces ¿por qué tenemos que volver a hacerlo
ahora? Antes de poder contestarle a la maestra, el inspector me dijo que
por favor le diera prisa a las actividades y que fuera breve porque los
maestros ya estaban cansados, sin embargo, expuse al grupo que la
actividad nada tenía que ver con el trabajo administrativo, que si bien los
informes que envían a la inspección los conocemos quienes allí laboramos,
de lo que se trataba era de que en trabajo colegiado se compartieran los
resultados, las dificultades, las estrategias de trabajo, los temas abordados
e incluso, considerar la posibilidad de que los maestros expositores o
conferencistas de sus escuelas pudieran hacer aportaciones en otros
planteles de la zona, además de que esta actividad nos introduciría al tema
“Integración de equipos de trabajo” que iba a ser expuesto a continuación.
Después de un breve silencio, uno de los maestros pidió la palabra para
reforzar mi planteamiento y sugerir que para obviar tiempo, si es que de
eso se trataba, sin que se dejara de lado la actividad porque la consideraba
importante, se llevara a cabo en grupo, permitiendo que quien quisiera
hacer aportaciones, lo hiciera con toda libertad; otro profesor participó en
el mismo sentido, por lo que les pregunté si había alguna objeción para
continuar adelante, a lo que respondieron que continuáramos.
La actividad fue muy provechosa ya que, incluso por parte de la maestra
que protestó, las participaciones fueron activas y propositivas, aunque en
112
varias ocasiones, esta misma maestra cuestionaba hasta las preposiciones
que incluía en lo que iba anotando en el pizarrón como resultado de las
participaciones de los maestros; aún así, la mayoría de los maestros se
mostraron interesados en lo que se hacía en las otras escuelas para
realizar sus juntas y sobre todo, para mantener vivo el interés de los
maestros y propiciar su participación, no sólo con su asistencia, sino
aprovechando sus capacidades, preparación y conocimientos para
enriquecer los contenidos tratados en estas reuniones, y con ello,
responsabilizarse de su autocapacitación y comprometerse con las
problemáticas específicas del centro educativo.
Fue causa de polémica el número de reuniones autorizadas con
suspensión de labores, ya que dos directoras, consideran que tantas
suspensiones van en detrimento del aprendizaje de los niños y provoca
cuestionamientos hacia la escuela por parte de los padres de familia, por
lo que solicitaron al inspector que fuera portavoz ante las autoridades para
que el próximo año se reduzca el número de reuniones o bien, se continúe
como en el pasado, es decir, llevando a cabo las juntas sin suspender las
actividades.
Sin embargo, otro de los directores expuso que en congruencia con el
Proyecto Escolar, la autonomía y la autogestión, la propuesta oficial de
diez juntas al año debía estar en función de las necesidades de cada
plantel, puesto que en su escuela estas actividades han resultado muy
redituables y que incluso habría otras comunidades escolares en las que
se hicieran necesarias más reuniones, a fin de que los maestros pudieran
realmente involucrarse en su autocapacitación y en la definición de qué
educación están brindando a la población estudiantil.
Después de otras participaciones en el mismo sentido, dando ejemplos de
los cambios positivos que han resultado de estas reuniones, por consenso,
no hubo acuerdo en la solicitud de las maestras.
113
Procedimos a continuar las actividades con base en el texto “Integración de
Equipos de Trabajo”, de Aurora Elizondo en “La Nueva Escuela II”;
iniciamos con la resolución individual de un cuestionario para reflexionar
acerca de la situación actual en un grupo de trabajo, en este caso, el
Consejo Técnico Directivo; continuamos con la exposición del tema “Los
equipos en el ámbito escolar”, enfatizando las diferencias entre un grupo y
un equipo de trabajo, así como las características y propuestas que sugiere
la autora para integrar estos últimos.
Preguntamos por qué fallan las reuniones, provocando una lluvia de ideas
que no estaban muy alejadas de los planteamientos de la autora, pero que
sin embargo, al exponerles la importancia del papel que cómo directivos
juegan en la organización y del proceso de conducción del grupo, entramos
en la reflexión de la necesidad de tomar en cuenta los intereses del grupo a
través de lo que en el texto se maneja como la “capacidad de leer al grupo
para reconocer los problemas y efectuar los ajustes necesario”; concluimos
con otro cuestionario para diagnosticar los problemas que un grupo puede
tener con la planeación y conducción de sus reuniones, después del cual,
entramos en la autocrítica de las fallas y aciertos de estas reuniones de
directivos que llevamos a cabo.
Aunque con mucha cordialidad, algunas de las críticas fueron dirigidas a
la inspección, estas actividades dieron pauta a la reflexión de lo que se
hace en las escuelas, sin embargo, no faltaron participaciones en las que
se culpa principalmente a los maestros de las fallas de las reuniones en las
escuelas. Manifestaron su interés por sondear la apreciación de los
maestros a través de la aplicación de estos cuestionarios en sus escuelas
para así mejorar la calidad de las reuniones y con ello, buscar la
integración de verdaderos equipos de trabajo.
114
18 DE MARZO DE 2003.
Hubo muchas situaciones por las que no nos reunimos por un espacio de
casi dos meses, entre ellas, la realización de las Juntas de Academia en
todas la escuelas del D.F., inventarios y desalojo de bienes en las escuelas,
concentración de la mayoría de los concursos en estas fechas, pero sobre
todo, al inspector le dieron la indicación de que se evitaran las reuniones
debido a un conflicto en la Coordinación Sectorial, que más bien, según
trascendió, fue un conflicto en el que resultó afectado el Coordinador
Sectorial.
Nos dimos cita en la Escuela Inglesa Kent, ya que así fue acordado en la
junta anterior, y en esta ocasión el turno de presentación de los Proyectos
Escolares correspondió a la Escuela Secundaria No. 11, “Adriana García
Corral”, turno matutino, y a la Escuela Particular No. 459, Colegio
“Elizabeth Brock”.
Empezó la directora de la Secundaria No. 11, una maestra de 89 años, que
la verdad, todos esperábamos que fuera la subdirectora quien expusiera,
sin embargo, venía preparada con rotafolios a los que dio lectura para
exponer su trabajo. El proyecto “Una ventana hacia la luz”, tiene como
propósito propiciar la formación integral de las alumnas de los tres grados
a través de la comprensión lectora, a través de diversas estrategias
metodológicas que incidan en el aprovechamiento escolar de las alumnas.
Como no cuentan con biblioteca, buscaron el espacio físico para
implementarla, complementando esta actividad con la lectura de
periódicos y revistas, sin embargo, mencionó que falta apoyo por parte de
los padres de familia para el cumplimiento de tareas, disminuir el
ausentismo, el uso adecuado del tiempo libre, la consolidación de valores y
por ende, se continúa trabajando en todas las asignaturas, con las
deficiencias en la lectura. Al terminar su exposición, el inspector pidió un
115
aplauso a la maestra y nadie hizo comentarios.
Cuando iba a dar inicio a su exposición el Director del Colegio “Elizabeth
Brock”, solicité a los presentes un espacio para escuchar al Director del
Colegio Williams, quien me había comentado que había renunciado y
quería presentar al nuevo Director. Fue una situación que nos dejó a todos
sin habla, pues sabemos que este profesor, aún contando con una gran
capacidad, entusiasmo, juventud e iniciativa para innovar en su escuela,
además de ser autor de libros de texto, tenía graves dificultades con el
dueño de la escuela. Después de que el maestro de manera muy breve, se
despidió de la zona escolar y presentó al nuevo Director, quien es muy
joven y es hijo del dueño, el inspector le dirigió unas palabras en las que le
hizo saber que era lamentable perder a tan buen elemento y compañero,
pero que estaba seguro que entre sus docentes había logrado sembrar el
compromiso y la responsabilidad de educar, además de que estábamos
seguros de que continuaría con esta importante labor en dondequiera que
prestara sus servicios. Fue muy conmovedor, pues el profesor en ese
momento lloraba y no se hicieron esperar las palabras de reconocimiento,
de apoyo y los abrazos por parte de todos los presentes. Solicitó entonces
al inspector retirarse, pues tenía ya otros compromisos que cumplir.
El Director del Colegio “Elizabeth Brock”, también muy joven y con menos
de un año en sus funciones, inició su exposición; se notaba un poco
nervioso, sin embargo, pronto se recuperó. Su proyecto tiene como
propósito abatir al máximo la reprobación de los alumnos, por lo que su
principal actividad ha girado en torno al apoyo que se brinda a los
maestros en el uso adecuado de técnicas de estudio, dinámicas grupales y
materiales didácticos, así como en relación a su preparación profesional y
de actualización.
Mencionó que a un año de haber iniciado el Proyecto Escolar, el problema
116
se ha transformado, pues ya no son materias en las que hay altos índices
de reprobación, sino alumnos con varias materias reprobadas, por lo que
se les ha asignado un asesor por grado, a quienes se les remunera su
tiempo, con lo que asumen el compromiso que antes de esto, no asumían
de la misma forma. Centra toda la problemática en la falta de
comunicación e integración entre los profesores, el abuso de la exposición
en las clases, deficiencia en el manejo de los propósitos de las asignaturas
y en consecuencia, no son el punto de partida para la planeación de las
clases, por lo que están trabajando en la conformación del Consejo Técnico
como órgano de discusión y toma de decisiones; realizan una reunión
semanal con los asesores y se llevan a cabo reuniones de autocapacitación
e intercambio de experiencias, en las que se discute colegiadamente para
la prevención de la reprobación.
Al concluir su intervención, sólo hubo un comentario de una escuela
oficial, en el sentido de que desafortunadamente en estas escuelas no es
posible motivar a los maestros económicamente, ni tampoco llamarlos a
reuniones en fines de semana, ante lo que los demás guardaron silencio.
Pero a pesar de que persisten este tipo de comentarios y de resistencias a
buscar formas de lograr cambios en las escuelas, todos los participantes
siempre están tomando nota de lo que les parece interesante de cada una
de las exposiciones.
En el receso, mientras compartíamos el desayuno ofrecido por el Director
de la Escuela Inglesa Kent, los comentarios giraron en torno a la renuncia
del Director del Colegio Williams, muy en corto, pues el profesor que fue
presentado como nuevo director andaba simplemente por ahí, sin
integrarse al grupo a pesar de que fue invitado a compartir con los demás,
mostrándose incómodo, sorprendido, ajeno o acaso desubicado, pues
sabemos que no es profesor.
117
Continuamos la reunión con la exposición de varios temas contenidos en
el documento “Gestión Estratégica para Instituciones Educativas”, esta vez
a cargo de la Directora de la Escuela Justo Sierra; cabe mencionar que
acaba de ascender a este cargo, ya que anteriormente era Subdirectora
Técnica. En la última reunión se les proporcionó este documento para que
lo conocieran previamente y en el momento de la reunión se expusiera por
quienes así lo decidieran, sin embargo, el anterior Director de la Escuela,
en la siguiente visita del inspector al plantel, le pidió que le permitiera
exponer el tema, ya que le parecía muy interesante hablar de estos
aspectos, pero como él a su vez también ascendió en esta escuela, dejó el
compromiso a la actual Directora.
Me parece importante hacer mención de estos detalles porque la
exposición de la maestra, quien llevaba todo preparado en un programa
que expuso a través de una “laptop” y un “cañón”, además de que iba
acompañada del ingeniero en informática que diseñó y manejó la
presentación, en realidad cayó en una actividad totalmente tradicionalista,
pues todo el tiempo se la pasó leyendo los puntos que estaban en cada
una de las pantallas y que contenían una especie de síntesis de los cuatro
temas que contenía el documento, lo que provocó que algunas maestras se
durmieran y la inactividad total de los presentes. Debo también mencionar
que la maestra siempre acompañaba al anterior director a estas reuniones,
por lo que sabemos que se trata de una persona muy preparada y con
experiencia en este tipo de actividades.
Al terminar su exposición, el inspector se apresuró a felicitarla por la
preparación de los materiales y por su participación, solicitando el aplauso
del grupo, con lo que se evitaron los comentarios, el debate, el análisis o
al menos, las reflexiones respecto de los temas.
A continuación, el inspector, dirigiéndose a mí, preguntó si había algún
118
otro punto que tratar, ante lo que propuse que decidieran las actividades y
la sede para la siguiente reunión. Cuando mencioné a las escuelas que
faltan por exponer los proyectos, hubo un incidente. Una de las Directoras,
visiblemente molesta me dijo levantando la voz como acostumbra hacerlo
cuando se inconforma, que si yo tenía algo personal en contra de ella, pues
ya había expuesto su proyecto. Sólo le aclaré que ella fue de las primeras y
pocas escuelas que efectivamente lo habían hecho, pero el año pasado,
pero que sin embargo, estaban en la libertad de decidir si lo exponían o no.
El inspector intervino entonces, diciéndome que debía revisar bien, pues él
sabía que la maestra ya había expuesto y disculpándose con ella, solicitó a
las demás escuelas que se autopropusieran.
Creo importante mencionar que desde que dieron inicio estas reuniones, la
maestra se muestra siempre en desacuerdo pues manifiesta que tiene
muchas cosas más importantes que hacer en su escuela; tiene muchos
años como directora de esa escuela y también mucha influencia en el
inspector, quien en muchas ocasiones modifica hasta las fechas de
reunión, si estas interfieren con alguna actividad que la maestra ya tiene
planeada en su escuela. El resto del grupo se muestra respetuoso ante la
maestra, tanto por su trayectoria como por ser la directora de una escuela
con tanto prestigio, por lo que evitan entrar en discusión con ella. En lo
personal soy tolerante y respetuosa con ella, puedo decir que tenemos
buenas relaciones, sin embargo, es de las personas que siempre buscan a
alguien que tenga la culpa de todo lo que no resulta bien, no le gusta que
le “impongan”, y sobre todo, se muestra muy apática, molesta y hasta
ofendida, de que un apoyo técnico pretenda enseñarle algo, esto último lo
sé por el mismo inspector.
Finalmente, se autopropusieron el Colegio Reina María y la Secundaria No.
11, turno vespertino para la siguiente reunión, y al preguntar qué temas
sugerían para ser tratados, la misma profesora dijo que más actividades
119
significaban mayor tiempo en la junta, por lo que sugería que con las
exposiciones de los proyectos era suficiente para una reunión. Como nadie
más participó, el inspector dio por terminada la reunión, agradeciendo a
todos su presencia.
Antes de retirarnos, varios directores me abordaron con los siguientes
comentarios: “qué le hiciste a la maestra, ya la trae contigo”; “no te
preocupes nosotros estamos contentos con tu trabajo”; “yo no quise decir
nada para no provocar más tensión, pero te sugiero que no pidas
opiniones, retoma lo que iniciaste, es decir, simplemente siéntanos a
estudiar y ya”; “yo estoy de acuerdo, prepara algo para la siguiente reunión
y ya sabes que cuentas conmigo si quieres actividades y expositores”. Lo
que agradecí, pues debo confesar que me sentía un tanto frustrada, sin
embargo, tienen razón, falta no se cuánto tiempo para la siguiente reunión
y sería tirar a la basura los avances que se han logrado en estos espacios.
Tal vez debo cambiar la estrategia, aunque he intentado invitar a algunos
conferencistas y no lo he logrado, creo que podría ser una buena opción.
13 DE MAYO DE 2003.
En esta ocasión el Colegio Reina María fue el anfitrión. Es muy agradable
el ambiente de esta escuela. Desde la puerta, el personal de vigilancia se
porta muy amable, las secretarias, el personal en general saluda con
cordialidad; además, como cuentan con nivel preescolar, primaria,
secundaria y preparatoria, siempre que he visitado esta escuela, me toca
ver a las educadoras o a las maestras de primaria realizando alguna
actividad con los niños fuera de las aulas; se percibe un ambiente
educativo organizado y enfocado a la atención integral de los estudiantes.
Y ni que decir de la atención que recibimos tanto el personal directivo
como de la inspección al entrar al salón de usos múltiples, previamente
dispuesto con sillas y mesas, cuidadosamente arregladas para agasajarnos
con un delicioso almuerzo; ya desde la entrada, se percibe el aroma del
120
café.
Bueno, todos estos detalles los considero importantes de mencionar
porque no sólo el Colegio Reina María, sino cada una de las escuelas que
han sido sede de estas reuniones colegiadas, en verdad se esmeran por
causar una buena impresión a sus visitantes. Sin embargo, aquí lo que
debe resaltarse, es que precisamente a dos años de haber iniciado este
proceso, es notorio el cambio en las relaciones que se han establecido en y
entre el equipo directivo y la supervisión escolar, pues a veces nos
olvidamos que estamos interactuando y conviviendo entre personas más
que entre cargos.
Después de este preámbulo y entrando en materia, comentaré que
iniciamos con la presentación del Proyecto Escolar del Colegio anfitrión,
TUCAN, cuyas siglas resumen su propósito: “Todos Unidos Con Acciones
Nuevas”; acrecentar la comunicación en y entre la comunidad escolar es la
estrategia a través de la que pretenden optimizar el desarrollo del proceso
educativo, fortaleciendo el diálogo entre maestros alumnos y padres de
familia. Los directivos expusieron los avances de su proyecto a través de
un video en el que pudimos observar la integración lograda a través de un
proceso que cristalizó en una muestra magna: niños, adolescentes
maestros y padres de familia participando en diversas actividades al aire
libre; lo más difícil de lograr, a decir de la directora, ha sido la presencia y
la participación de los padres, aspecto en el que seguirán implementando
estrategias para fortalecer su corresponsabilidad con la escuela. En este
intercambio tecnológico y sociocultural presentaron conciertos didácticos,
obras de teatro, una muestra de ciencia y tecnología, entre otras
actividades, en las que realmente se logró la participación de toda la
comunidad. Cabe resaltar que en este ciclo escolar los alumnos estuvieron
en contacto con la Escuela para ciegos y débiles visuales, aprendieron el
sistema Braille y sobre todo, fortalecieron valores como el respeto y la
121
aceptación de la diversidad.
Continuó la Directora de la Escuela Secundaria No. 11, “Adriana García
Corral”, turno vespertino, con la presentación de su proyecto “Un camino
hacia el éxito”. La maestra había preparado unos acetatos que
desafortunadamente no pudo utilizar por no contar en ese momento con
un retroproyector, ya que no había solicitado previamente que se le
proporcionara.
A través de este proyecto se ha tratado que los alumnos actúen de una
manera responsable ante las diferentes situaciones que enfrentan tanto en
la escuela, como en su familia y en la sociedad. Es importante señalar que
esta escuela cuenta con alrededor de 125 alumnos, la mayoría de ellos
rechazados de otras escuelas y con marcados problemas familiares. Sin
embargo, habiendo sido una escuela a punto de desaparecer por falta de
alumnos, la labor del equipo docente es digna de ser reconocida, por una
parte, han logrado incrementar la matrícula y, por otra, su quehacer se ha
enfocado a rescatar la autoestima y las capacidades de estos alumnos para
que puedan culminar sus estudios de secundaria.
“No ha sido fácil y aún tenemos muchas deficiencias que superar”, dijo la
directora, sin embargo, se ha logrado reducir la deserción y el
aprovechamiento escolar ha mejorado notablemente. La mayoría de los
padres de familia difícilmente se acercan a la escuela, pero la escuela
busca comunicación con ellos a través de visitas domiciliarias y otras
actividades que han implementado para lograr una mayor participación de
los padres en la educación de sus hijos.
Después de la presentación de los proyectos, se sirvió el desayuno y como
este espacio se prolongó más de lo planeado por el festejo de algunos
cumpleaños, el inspector decidió que el tema de “Innovación y cambio en
122
los centros escolares” de Serafín Antúnez, ya no lo discutiríamos, sino que
sólo se les entregaría el material a los directores para tal vez abordarlo en
una ocasión posterior. Por lo que pasamos a una actividad acerca de la
“Inteligencia Emocional”, basados en algunos documentos que le fueron
entregados al inspector en alguna reunión que había tenido anteriormente
y que, un día antes, decidió integrar a la agenda del día. Fue una actividad
corta, pero que nos permitió a todos los presentes externar nuestros
puntos de vista respecto a las formas que tenemos de reaccionar ante
ciertas situaciones y también de reflexionar respecto a la importancia de
actuar con inteligencia, prudencia y tolerancia ante situaciones difíciles,
más que dejarnos llevar por nuestros impulsos.
En realidad esta fue la última junta, que con carácter de trabajo colegiado,
tuvimos en este ciclo escolar. Si bien en algunas reuniones no se logró al
cien por ciento lo planeado, sí en cada una de ellas y a través del proceso,
se notaron grandes progresos en la aceptación de la participación, la
colegialidad, la identificación, la importancia de la comunicación y el
intercambio de experiencias entre profesores con similares
responsabilidades y problemas. Pero además, pudo notarse la
camaradería y hasta la amistad que estos espacios lograron propiciar entre
los directivos y entre éstos y el personal de inspección.
123
CCaappííttuulloo VV VVaalloorraacciióónn
124
5.1VALORACIÓN
Incidir en el orden institucional implica enfrentar los juegos de poder que
están presentes en todas las instancias, y sobre todo en las que quienes
están al frente de ellas, como en el caso de las direcciones de los planteles
y las supervisiones, están muy arraigadas las prácticas tradicionales de
“hacer escuela”, pues lo más importante es no perder el control que han
logrado mantener durante todo el tiempo que se han desempeñado en
estas funciones.
La aplicación de esta propuesta de innovación fue posible en parte, por la
disposición oficial de adoptar el Proyecto Escolar en las escuelas
secundarias como estrategia de planeación, ya que para su construcción
es prioritaria la asunción de la responsabilidad, el compromiso y la
participación de todos los actores educativos en la colegialidad, a fin de
buscar soluciones a sus problemáticas particulares.
De esta manera, como apoyo técnico de la supervisión, el propósito de
iniciar un proceso de transformación que se viera reflejado en las juntas de
Consejo Técnico Directivo, como primera instancia, puede valorarse de la
siguiente manera:
- En un principio, las resistencias del inspector y los directivos fueron
mínimas, ya que se creía que simplemente se estaba cumpliendo con
una disposición como otras tantas que sólo son vigentes en su
momento, sin embargo, en el proceso, si bien el inspector casi siempre
está de acuerdo con las actividades planteadas y algunos directores las
aceptan con entusiasmo, otros han representado un obstáculo e incluso
una posibilidad de frenar el proceso.
- El trabajo realizado como apoyo técnico a partir del propósito de
125
innovar las juntas de Consejo Técnico Directivo, ha sido aislado, ya que
por un lado, éstas eran, antes del Proyecto Escolar, de carácter
totalmente administrativo, con un énfasis bastante notorio en este
aspecto, lo que propicia que la supervisión sea una especie de correo
intermediario entre las instancias superiores a ésta y las escuelas. Sin
embargo, a partir de la disposición oficial de aprovechar estas
instancias para el trabajo colegiado, se priorizan las cuestiones
pedagógicas sobre las administrativas, sin dejar de cumplir con estas
últimas en tiempo y forma.
- Por otro lado, las resistencias de mi compañero maestro de apoyo son
totales, ya que evita a toda costa involucrarse con todo lo que tenga que
ver con estudiar, exponer algún tema o hacer algo diferente a
simplemente transmitir disposiciones o distribuir materiales; incluso he
intentado convencerlo en que participe en actividades de integración del
grupo que sólo implican su conducción; sin embargo, prefiere ir a
conseguir plumones, gises o lo que se ofrezca para colaborar con la
reunión. Mi otra compañera de apoyo muestra disposición, sin
embargo, todo queda en buenas intenciones, pues si en un principio se
esforzó en participar en estas reuniones, el desconocimiento de los
temas a tratar así como el hecho de no contar con una preparación
profesional en el campo de la gestión escolar y la pedagogía, además de
sólo tener seis horas comisionadas en la inspección, la limitan a
desempeñar actividades como el archivo o el pago de la nómina.
- A pesar de la resistencia mostrada por mis compañeros de inspección,
tanto de los maestros como del personal administrativo, con honestidad
debo decir que tuve que empezar por mostrarme más tolerante y
respetuosa hacia ellos y hacia su trabajo, reconociendo y valorando las
capacidades y aportaciones de cada quien, buscando el diálogo en toda
ocasión, haciéndoles saber lo importante que es su participación en el
126
equipo que formamos como supervisión, aún a pesar de tratarse de
caracteres difíciles y a veces extremos, ante los que he tenido que
mostrar humildad y prudencia. Este proceso ha redituado en un
ambiente de trabajo aceptable, aunque en ocasiones las presiones
laborales o personales y las diferencias en la concepción del trabajo que
desempeñamos, hacen que éste se torne un tanto hostil. Sin embargo,
la comunicación, el respeto, la tolerancia y la humildad en el
reconocimiento de nuestras fallas y deficiencias, constituyen la mejor
estrategia para la convivencia y la integración de un equipo de trabajo.
- Por otra parte, haber iniciado este proceso de cambio, tanto en las
relaciones personales como en las de trabajo, influyeron en la decisión
del inspector para solicitarme acompañarlo a las reuniones regionales
de supervisores, pues debo resaltar que sólo en contadas ocasiones
algún otro inspector se hace acompañar por sus maestros de apoyo.
Este hecho ha significado una escuela muy valiosa en mi desempeño
profesional y en mi formación; se trata de un espacio en el que puede
apreciarse, desde un ámbito diferente, los propósitos que se persiguen
con cada tarea asignada a la inspección y, por ende, la importancia que
tiene la participación del maestro de apoyo.
- Al inicio del ciclo escolar, el plan de acción incluía un temario a
desarrollar durante las juntas que se realizaran, el cual contenía varios
temas de Proyecto Escolar, Gestión y Liderazgo, sin embargo, esto ha
sido posible sólo parcialmente, ya que en primer lugar, mucho tienen
que ver las juntas de inspectores que generalmente son previas a las de
Consejo Técnico Directivo, pues de aquéllas depende la agenda a tratar,
y en segundo lugar, las condiciones y actividades del momento y
contexto en que se realizan estas últimas, es decir, la multiplicidad de
responsabilidades administrativas a que están sujetos los directivos,
han influido en la programación tanto de las juntas como de los temas
127
a tratar.
- Por otro lado, aunado a la resistencia e influencia que ejercen algunos
directivos en estas juntas, específicamente en la buena disposición del
inspector por darles un carácter diferente al administrativo, esto es, en
el marco del Proyecto Escolar, no se cumple con las expectativas de las
reuniones en su totalidad e incluso en ocasiones, se modifican sin
siquiera lograr iniciar la actividad. Por lo mismo, el seguimiento de los
temas tratados en una reunión, en las subsecuentes ha sido escaso y
en ocasiones nulo.
- Es importante mencionar el impacto que ha causado la aceptación a
cambiar por parte del líder, en este caso, del inspector, quien aún a
pesar de sus 53 años de servicio y su edad, 76 años, se ha incorporado
al proceso, rompiendo con esquemas tradicionales, y posibilitando con
ello la apertura a la participación democrática y la libre expresión.
- Mucho ha influido el hecho de que el inspector ha aceptado asistir a los
diferentes cursos específicos para su función y para la de los directivos,
ya que a través de éstos se ha convencido de que hay una nueva
cultura educativa, sobre todo en lo que concierne a la Gestión Escolar,
aunque en ocasiones diga que “es lo mismo que siempre se ha hecho,
sólo que ahora le llaman de otro modo”, además de que este hecho ha
posibilitado una mejor comunicación y hasta una mejor relación
interpersonal e identificación entre él y yo al tratar temas de interés
común.
- Hay escasa comunicación con los subdirectores, pues tanto el inspector
como los directores no aceptan que asistan a los Consejos Técnicos
Directivos, bajo el argumento de que se quedan solas las escuelas. En
realidad persiste el tabú jerárquico de poder ser rebasados por
128
profesores subalternos o sentir exhibidas sus deficiencias, sin embargo,
en los Consejos Técnicos de Directores se ha manifestado esta
necesidad de integrarse en equipo con estos profesores para lograr
mejores resultados en la conducción de los planteles.
- Y sin embargo, se ha cambiado el carácter de estas juntas las cuales
dejaron de ser un espacio para la lectura de oficios y la transmisión de
disposiciones superiores, para pasar a tratar temas de mayor relevancia
para los centros escolares, además de que, aún con ciertas
inconformidades, en estas reuniones los directores permanecen por un
espacio mayor de tiempo (de 4 a 6 horas), en el que se discute, se
expone y se convive.
- En las visitas realizadas a los planteles en las fechas en que llevan a
cabo sus juntas de Consejo Técnico Escolar, y a través de varios
profesores a cargo de diferentes proyectos en las distintas escuelas con
los que tengo un contacto constante, la labor con los directores ha
logrado impactar en estos espacios, ya que se preocupan por atraer el
interés y la participación de los maestros por medio de actividades
similares a las realizadas en las juntas de inspección.
- También puedo decir que, sin intentar ser capacitadora o actualizadora
de directores, el objetivo de rescatar estos espacios a fin de propiciar la
profesionalización de los directivos, tanto en las reuniones de zona
escolar como en sus escuelas, también ha rendido sus frutos, aunque
esto sólo pueda manifestarlo por las vivencias que he tenido a lo largo
de este ciclo escolar, ya que difícilmente he podido aplicar instrumentos
que evalúen objetivamente estos cambios.
- El propósito de profesionalizar la labor del docente que se desempeña
como apoyo técnico en la supervisión ha tenido que vencer grandes
129
resistencias pero también hay grandes avances, ya que, a pesar de no
contar con mucho apoyo de mis otros compañeros y de tener que
continuar realizando la multitud de actividades administrativas que
cotidianamente se presentan en estas instancias, se ha logrado incidir
tanto en mi actividad al interior de la supervisión, pues los
compañeros muestran cierto respeto por el “nuevo” trabajo que
desarrollo, como en cuanto a la relación establecida con los directores y
el inspector, que ya no es sólo en relación al trabajo administrativo,
sino más en torno a todo lo que implica el Proyecto Escolar.
- El hecho de aprovechar estos espacios para el trabajo colegiado ha
significado un acompañamiento real a la complicada labor de los
directores, ya que además de que han expresado sentir mayor
seguridad en su desempeño por poder compartir sus experiencias en el
seno de los Consejos Técnicos, cuentan con la posibilidad de abordar
temas que refuerzan su capacitación y actualización, y por ende, este
proceso contribuye a su profesionalización.
- Finalmente, debo mencionar que si bien los resultados obtenidos en el
ciclo escolar 2002-2003pueden ser valorados como significativos,
aunque no pueda hablarse todavía de un cambio totalmente aceptado,
con convicción, ni la participación comprometida de todos los directivos
y de mis compañeros, también debo decir que me siento muy satisfecha
por los logros y los avances obtenidos en el propósito de este Proyecto
de Innovación, el cual me ha dado la posibilidad de sentirme en camino
a mi realización profesional, consciente de mi responsabilidad como
docente desde mi ámbito de trabajo, pero además me ha permitido
voltear hacia mí para reconocerme y tratar de ser una mejor persona.
Este es sólo el principio del ambicioso, pero no imposible, proceso de
transformación que plantea este proyecto.
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5.2 CONCLUSIONES
Los propósitos de la política educativa de profesionalizar el trabajo de los
docentes de educación secundaria, no se cristalizan en los hechos debido a
múltiples factores, entre los que se pueden destacar: la multiplicidad de
actividades que cada sujeto tiene que desempeñar, la sujeción a las viejas
prácticas institucionales (verticalidad, trabajo aislado, rigidez en el
cumplimiento de las disposiciones, centralización del poder y de la toma de
decisiones, entre otras), el bajo impacto en la formación, actualización y
capacitación docente así como la falta de una cultura de autocapacitación
y de superación profesional.
Debe reconocerse, sin embargo, que la transformación del trabajo docente,
sea en el aula o en otras funciones, depende en gran medida, de
integración al proceso de cambio planteado desde la misma política
educativa, es decir, de que cada sujeto tome conciencia del papel que juega
en su contexto educativo y lo asuma con responsabilidad y compromiso.
El proceso de profesionalización que se propone en este Proyecto de
Innovación, ha tenido y tendrá que vencer obstáculos y superar las
dificultades tanto institucionales como personales que implica el trabajo
en la heterogeneidad de los grupos, en este caso, en el grupo de directores
y el equipo de supervisión, lo que necesariamente implica cambios de
actitud, de concepciones y de formas de participación, así como mejores
niveles de preparación profesional.
Por último, el desafío que significa todo proceso innovador,
específicamente el de profesionalizar la actividad magisterial, conlleva a la
construcción colectiva del Proyecto Escolar y, como individuos, a la
construcción de un proyecto de vida congruente con el hacer cotidiano.
131
AAnneexxooss
132
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