Después de bajar del avión, en Sicilia, decidió ir a

playa. Como el Costa Concordia estaba vertiendo el

petróleo decidió imitar un poco a Indiana Jones.

Vio que estaban robando en una tienda. Cogió el

látigo y se colgó de un saliente, tiro al ladrón, o eso

parecía, porque también había dado al dependiente de la

tienda, que le dijo:

-¿Qué haces? Casi me matas.

Orión le respondió:

- Pero, he dejado inconsciente al ladrón.

El dependiente se dio cuenta de quien era el ladrón, dijo:

- Este es el forajido ladrón saxofonista, dan una

recompensa por él.

- Quédate, tú, la recompensa. Yo solo quiero ir a

Roma. Respondió Orión.

El dependiente continuó:

- Gracias. En recompensa de tu gratitud te llevaré a

Roma.

Se metieron en un mercadillo y el dependiente le dijo:

- Aquí esta tu transporte a Roma.

Orión se quedo boquiabierto al ver un velero con un perro

sentado encima del volante.

El perro le preguntó:

- ¿A dónde te llevo?

Orión le dijo tartamudeando:

- A…a...Ro…oma…a…a

Al llegar vio a un zancudo señalando el metro y

decidió ir al Coliseo, pero el metro estaba tan

abarrotado que no se podía pasar.

Una de las ventajas de ser un huevo es que puedes

pasar por cualquier sitio, se metió entre la gente, llego

rápidamente al Coliseo.

Después de la visita, se sintió aburrido otra vez. Se

le ocurrió, volver a imitar a Indiana Jones. Lanzándose

con el látigo hasta donde le llevase. Por desgracia cayó

en medio de la misa del Papa. Este se enfado tanto que lo

cogió apretando las manos con fuera, y por casi lo hace

tortilla. Lo lanzo al aire.

Orión, no supo como, pero apareció encima de un

gato dormido. Se levanto rápidamente y cuando paró de

correr, ser dio cuenta de que estaba en Milán. Esta vez

tampoco supo como se choco con un Ferrari. ¡Le pareció

tan bonito! Se quedó maravillado.

Oyó a una señora decir que iba a la fábrica de

Ferrari, se metió en el bolso de la señora y allí que se

fue. Cuando llegaron a la

fábrica, la señora se dio

cuenta del polizonte y, lo

lanzó. Otra vez Orión voló

por los aires. Orión tuvo

que esquivar las maquinas

hasta que se hartó. Cogió

un Ferrari y se largo de

esa fábrica de locos.

Fue a buscar a un policía para llevarle el Ferrari y le

dijo:

- Perdón por el robo, tenía prisa.

En Florencia, cruzó el Ponte Vecchio, entro en una

tienda de Lego, y decidió verlos. Para su sorpresa

encontró aquella obra increíble, que llevaba años

soñando: la nave TIE Advanced de Darth Vader (edición

especial.) Lo cogió, dejó el dinero en la caja y se fue a

montarlo.

Un vez cumplidos sus sueños, conocer parte de

Italia y montar una nave, decidio regresar a España en su

TIE Advanced, para ver a sus amigos: Los Escritores

Tiernos.

En su viaje de regreso, desde la nave al pasar por

Cataluña, vio que estaba nevado y pensó que quizás en

San Fernando, también.

Cuando vio el Río Henares, gritó:

- ¡Estoy llegando!

A punto de llegar, se

despistó al ver a una

princesa en paracaídas. Con

tan mala suerte que se

estrelló contra el cristal de

la ventana de la casa de un

escritor tierno.

El chico dijo asustado:

- ¿Por queeeeeeeeeeee? Has roto mi ventana…mis

padres se van a enfadar.

- Ha sido un aterrizaje de emergencia- respondió

Orión, con su cascara abollada.

- Tus padres lo entenderán. ¿no te alegras de

verme? Tengo muchas cosas que contarte.