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Tradiciones que encantanEs bien sabido que el aire colonial y barroco que emana la ciudad de San Miguel de Allende embruja a visitantes nacionales y extranjeros. Son estos últimos los que la han elegido como la ciudad para retirarse y vivir en paz la etapa final de su existencia.

Prueba de ello es Bill LeVasseur, publicista retirado originario de Estados Unidos y propietario de la casa de huéspedes Casa de la Cuesta. Atraído por la cultura indígena, sus ceremonias y complejidad espiritual, Bill ha recorrido diversas regiones de México en busca de máscaras ceremoniales.

Al llegar a Casa de la Cuesta, un obscuro pasillo repleto de máscaras en nichos iluminados acompañará su recorrido a través de la finca decorada con juguetes, arte sacro y artesanías típicas que exaltan la mexicanidad que tanto admiran Bill y su esposa. Hay que cruzar la casa, un patio y una pequeña privada para llegar al Museo de la Máscara construido por el retirado publicista.

Las puertas se abren y ahí está un clavo con la leyenda “la máscara favorita de Bill” y es que a decir del propietario, todas las máscaras son únicas y especiales, tanto que no puede elegir a una sola como su favorita. LeVasseur decidió llamar a este lugar “La otra cara de México” o mejor conocido entre los habitantes como el Museo de la Máscara. A este museo solo se puede ingresar realizando una cita previa, pero la colección de más de 500 máscaras ceremoniales bien vale la espera.

A pocas cuadras del Museo de la Máscara, en la esquina de la calle Núñez y San Francisco se encuentra uno de los acervos más nostálgicos de la ciudad. Su fachada de colores vibrantes y muy mexicanos es el hogar de más de dos mil piezas de juguetes rústicos y artesanales fabri-cados en México y que a lo largo de 50 años la Maestra Angélica Tijerina coleccionó. Niños y adultos disfruta-rán de esta aventura por el tiempo recordando cuando aún se jugaba con las muñecas elaboradas con pa-pel maché o un camión de madera.

escondida enSan Miguel de Allende

El arte y las tradiciones mexicanas convergen en las empedradas calles de San Miguel de Allende, Guanajuato. Hay que estar alerta mientras se recorre esta ciudad, la más representativa de la época barroca en México porque detrás de sus antiguas fachadas se esconde la magia

de míticos tesoros que celosamente resguardan sus habitantes

Por Rebeca Cabrera

Una fábrica del arteNadie podría imaginar que tras un arco de la-drillo rojo impregnado por la historia de las pri-meras fábricas textileras en México se encuen-tre el Centro de Arte y Diseño La Aurora, uno de los más reconocidos del país albergando más de 40 estudios de arte, galerías y tiendas especializadas en mobiliario, decoración, joye-ría, diseño y antigüedades.

Todos los jueves, las puertas de los estudios de los artistas plásticos que explotan su creativi-dad entre las antiguas máquinas de la fábrica se abren al público. Visitar al maestro Fernan-do M. Díaz será toda una experiencia para los interesados en el arte plástico ya que podrán sostener una cálida charla entre los telares de la fábrica mientras disfrutas de un buen café.

La pasión de descubrirGuanajuato en una copa de vino.San Miguel de Allende es punto de partida para el Circuito del Vino en el estado de Guanajuato.

Sus habitantes ven al vino guanajuatense como la representación más sensible y exquisita de su territorio y su gente, un territorio vasto en patri-monios culturales y naturales; un pueblo valien-te y franco que, sintiendo un gran orgullo hacia su tierra, se imaginó libre e independiente.

El circuito se enfoca a descubrir y apreciar los atractivos gastronómicos y culturales del estado con una copa de vino. La bodega Vega Man-chón también conocida como Cuna de Tierra, la marca del vino más emblemático, se ubica en el kilómetro 11 de la carretera Dolores Hidal-go – San Luis de la Paz y es la primera parada del circuito, allí podrá realizar una degustación y maridaje de productos gourmet locales y ar-tesanales, incluyendo la langosta de agua dul-ce, especialidad de la casa.

La siguiente parada es el Rancho Santa Gloria, un oasis de creatividad y arquitectura que re-descubre técnicas de vinificación provenientes de los antiguos romanos y en donde aprende-

Descubre la magia

Dónde hospedarse: El Hotel & Spa Doña Urraca ocupa el lugar de una antigua posada construida en el siglo XVIII de arquitectura colonial. Completamente restaurada hoy es un bello hotel de cinco estrellas que cuenta con 23 suites.

Charco del Ingenio: Para los amantes del ecoturismo será irresistible dejar pasar una visita al Jardín Botánico El Charco del Ingenio, declarado como Patrimonio de la Humanidad y lugar de paz por el Dalai Lama.

Tours Circuito del VinoPara planear su recorrido al Circuito del Vino nadie mejor que una experta como Beatriz Sucar, directora de Solei Tours & Experiences 415.103.06

rá a hacer un vino artesanal con cepas como Montepulciano, Tempranillo y Grenache. Se ubica en el kilómetro 7.5 de la carretera San Miguel de Allende – Querétaro.

El circuito finaliza con la Vinícola Toyan, donde el misticismo y la fantasía que encierra la propiedad van más allá de lo que cualquiera pudiera imagi-nar. Su cava construida a 25 metros de profundi-dad fue diseñada por Martha Molina, su gerente general, quien cree que el equilibrio energético que aportan dos trozos de meteoros recupera-dos exhibidos a la entrada de la cava ayudará al vino a exaltar sus propiedades orgánicas.

Hay que descender por una oscura rampa acompañados por 24 monjes de cantera es-tratégicamente colocados a ambos lados e iluminados en color azul y violeta para mante-ner las vibraciones de la tierra. Se ha llegado al corazón de la cava, “al cerebro”, como le llama Martha, en donde los vinos encuentran la paz que requieren en el proceso de vinificación.