Descombes V Semiología
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7/23/2019 Descombes V Semiologa
1/21
cin,
por
esa mediaci6n, se traduce en filosofa de la
praxis: filosofa de la historia o filoso.r poltica.
Como vemos, la tesis lingstica ., 1a palabra, gesto ex-
presivo) y la tesis poltica Iapraxis lugar del sentido de
la h is to ri a) son indisociables. T ambi n los dos ejes, d e la
semiologa la teora del signo) y de la teora de la historia
van a
definir
el
plano sobre
el
que se trazarn las
evolu
ciones posteriores de la filosofa francesa.
stas
coorde
nadas nos permitirn apreciar en
Que sigue .lss . posi
ciones respectivas de unos
y
otros.
4
3
Semiologa
El panorama intelectual en 1960
La ambicin
de la
fenomenologa francesa era basar
una filosofa dialctica de la histo ri a en una fenomeno
logia del
cuerpo y
de la
expresin. La generacin activa
a par tir de 1960 denuncia la dialctica como ilusin
y
rechaza
el
enfoque fenomenol6gico delIenguaje. La opo-:
sicin parece t ot al , o quisiera serlo, e nt re la d oc trin a do
minante de la po st gu erra
y
lo que pronto. va
a
recibir
entre la op in i n el n ombre de estructuralsmo
La dialctica era la tierra p ro me ti da reducido n
cleo existencial dc 1950. El mayor reproche posible era
___tener..unpensamiento_pocojiialctico .Despus
d e _ 9 _ 6 ~
la dialctica sigue en
el
centro de la discusin, pero pasa
al banquillo de los acusados; En ella se
vela
forma ms
insidiosa de la lgica de
l
identidad, considerndose
sta a su vez.como
la
ilusin filosfica por excelencia. Los
filsofos de la poca e struct ura li st a en este p un to reco
bran una vena bergsoniana: lo que llaman lgica de la
identidad es la forma del pensamiento que no puede
representarse lo otro sin reducirlo a
mismo que sub
ordina la diferencia a la identidad. A esta 16gica de la
identidad se opone un pensamiento de la diferencia. Se
puede ver en. este cambio de o ri en tac i n,
y
en la reno-
105
DESCOMBES V. (1988) Lo Mismo y lo otro. Cuarentay cinco aos de filosofa francesa (1933 - 1978).Ediciones Ctedra, Madrid.
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
2/21
vecion del i nt er s por Nietzsche que le acompaa, el
ef ect o de la l ec tu ra
de
Heidegger
. La
c O J ? t I ~ d i c c i 6 n
de la . fenomenologa francesa habr
la siguiente: querer Impugnar el pensamiento
ob
jeuvo responsable de las ant tes is del tipo el alma v
el cuerpo, pero
pretender
ha ce rl o v ol vi end o a un cogto
v er da de ro . Si
el
pensamiento
objetivo es
aquel
que
empobrece
el
mundo reduciendo
cada cosa a no ser sino
el obj eto de una repr esentaci n, el
cogito
verdadero
que seda el percipio no es menos objetivo u objetivan.
te, como tambin se deca) que el j ui cio ci ent fi co. La
f en om en ol og a , al e le gi r q ue da rs e en la p er sp ec ti va caro
tesiana de las filosofas de la
c o n c i e n c i ~
es ndudn
blemenre idealista. No ha hecho sino refinar la correla
cin
entre
la cosa reducida al
objeto
y ci pensamiento
reducido a la conciencia: que este objeto en lo sucesivo
sea pe rs pe ct iv o M et le au -P on ty ) o
que
esta concien
cia
SC..
a si mi la da a
la
nada Sartre
nada cambia en lo
esencial, que es
la irrupcin del yo
en
In
ecuacin del
ser
y del ser para mi. Ah
donde
Parmnides deca: el ser
es, la filosofa moderna proclama
que
el ser es para m,
La fenomenologa e st , pue s, encerrada en el ci erre
de la representacin como dir Derrida en la medida
en que m ant iene el
principio
del
su;eto.
En este
punto
la
crtica de la fenomenologa converge con la crtica de
la d ial c ti ca . En e fe ct o. qu es un sujeto? Llamamos
sujeto) o
so po rt c ) a
un
ente
cuya
identidad
es lo
bastante
firme para
permitirle soportar,
en todos los sen- .
tidos de la palabra sostener, servir de fundamento, re-
Pata Hegel, el a su nt o del pensar es el pensamiento en tamo
que
concepto absoluto. Para nosotros,
el
asunto del pensar es,
en trminos provisionales, la diferencia en tanto que dlferencia.
Ldentitt
u
Diierenz,
Neske, 1957,
pg.
37).
1
jeen
Bcaufret, Inlr. aux pb. de l existence, pg. 121. En el
mismo.artculo,
fechado
en 1947, Beaufret escriba: Mientras
que la filosofa mantenga, bejcJa forma que sea, en la raz de
sus propias
certezas
la interioridad del existente-sujeto, estar con.
denada a organizar siempre la invasin del mundo por una he.
morragia
de subjetividad
pg.
130).
106
si st ir la prueba , el cambio, es decir, la alt eracin. El
sujeto sigue siendo el mismo,
mientras
que se
modifican
las cualidades accidentales. Desde Descartes, el ms sub
jetivo de todos los sujetos es aquel que est seguro de
su identidad, el ego
del
ego
cogito: tambin
se r es er va
una cuali dad de la s ubje ti vid ad para la conciencia. Pero
qu
es la dialctica si no precisamente un concepto su
perior
de
:: identidad
la
identidad
e sp ec ul at iv a , o
id en tid ad e nt re la i de nt ida d y la n o-i den ti dad ) que
conduce a reconocer lo absoluto, no como sustancia, sino
como sujeto Heg el)? El doble asalto c on tr a la concien
cia fenomenolgica y contra la lgica de la identidad va
a efectuarse bajo
el estandarte
de
una
cruzada nica con
tra
el
sujeto en
general.
Pero po r qu s ig nos r ec on oc er em os la ruptura de la
cadena
que
retiene a la fil osofa
dentro
de aquello de lo
que quisiera huir: la r ep re se nt ac i n, la identidad, lo nc
gativo, el
sujeto? Naturalmente,
no
bastar
con
que
es
tas palabras sean sencillamente borradas del vocabulario.
Nos
guardaremos
de confundir el
deseo
de
alcanzar la
tierra prometida con el he cho de estar en ella.
Ocurre,
po r ejemplo, que el s uj et o se d ec la ra su pe ra
do
ah donde nicamente se va lo ra
lo
impersonal o lo
annimo en la expe rie nci a: c om o si sujeto y persona
slo fueran uno. Mucho se ha tratado en la fi losof fa fran
cesa r ec ie nt e el asunto, del campo trascendental sin su
jeto) el o ri ge n hacia el
que
nos haran
remontarnos
las
reducciones fenomenolgicas no sera
el
ego
absoluto
de Husse rl que
presenta
toda clase de
inconvenientes:
s ol ip si sm o, e tc .) , s in o un modo de se, de origen neutro
ni yo; ni t), a partir del que se formara luego el ym>.
Asistamos ya a movimientos de este tipo en Merleau
Ponty. Pero la au se nc ia de un sujeto personal equivale
a
la presencia de un sujeto impersonal.
En
muchos partes
3 a exp resi n parece ser de
lean
Hyppolite. Ver
la
referencia
y
la
discusin
en Derrida, OG,
pgs.
84-85.
Todo esto proviene,
m s o menos del artculo de Sartre: La trenscendance de I ego
1938; reeditado en Vrln, 196.5 .
107
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de victoria sobre
EL
SUJETO, no es deficil Ieer, en rea
lidad) la promocin de nuevas subjetividades .
El cstructaralismo
Hablando con propiedad no hay filosofa estructura
Iisra que podamos definir
y
oponer, por ejemplo, a la
escuela fenomenolgica. Estructuralisrno, despus de
todo} slo es
el
nombre de un rntpdo cientfico.
Pero
indudablemente exisre un
efecto de l
estrucruralismo: en
el discurso filosfico. Debemos, pues} preguntarnos el
po r qu. El efecto es el siguiente: las desconstrucciones
han ocupado
el
lugar de las
descripciones
. .
La fenomenologa era la
descripcin de los fenmenos
Se optaba
po r atenerse al fenmeno y decir lo que distin
gua a un fenmeno de los dems. Pero, como .se admita
q ue f en m en o
quera decir apareciendo ante la con
ciencia, esta decisi6n inicial de describir conduca a P -
ue r entre parntesis la existencia en s de la cosa feno
mnica, y, en consecuencia, afdentificar el ser y el sen
tido. Esa era la
funcin
de a (deduccin: la cosa es
reducida al sentido qu e ofrece a la conciencia
Convena entonces, en un segundo mo me n to , d e mo s tr ar
cmo
la conciencia constiroa,.3
partir de lo qu e
le era
dado
(a saber) las impresiones},
unobjeto
.que tena pre
cisamenrc
este sentido
por
ejemplo,
el
cubo Juera de
la conciencia).
Porquestareduccin del ser-al-sentido p.Husserl.Ja
presenta siempre como
un acto Iibre,
cuya
realizacin
podemos decidir.
En
realidad, los fenornenlogos nunca
, Por ejemplo. Louis Althusscr da esta definicin de un con
cepto no idc >16gko de la hlstorla. la historia es un proceso sin
sujeto. Enciende
por
sujeto la
persona
en sentido jurdico.
o
qu e
le permne nrribuir nicamente a Hegel
el
mrito de
haber pensado el primero la historia como un proceso sin suieto
SIn duda, la
palabra espritu,
bastante
frecuente
en
Hc=ge1
habr escapado a la e lecrura sintomtica de Althusser (cfr. su
contribucin a
Hegel el la pense modeme
P.U.f., 1970,
p
gina
106).
10 8
han logrado justi ficar decisin inicial de p o ~
que) sm embargo, 1 decide todo. Lo qu e se manifiesta
en la reduccin ferl.omenol6gica es un prejuicio. a saber,
que no
es posible ir ms all de la experiencia,
y
la ex
pericncia siempre es
vivida por alguien Dicho
de otra
manera, no es posible distinguir entre ser y se r para
m.
Todo
lo que es tiene
qu e
poderse describir como el
sentido que presenta la vivencia de
alguien (cvivcncia
traduce
el
Erlebnis
husserliano)
G. Po r
ejemplo, mi vi.
venda tiene el siguiente sentido: estoy percibiendo un
cubo, const ituyo la unidad de
senudo
cubo- a partir de
la serie de caras y de perfiles) que veo sucesivamen
te, etc. Tomemos ahora los ejemplos del sueo, de la
locura o del mito.
Cmo recibir lo que dicen el saa
dar, el alucinado o el narrador del Jilto? El relato del
sueo,
el
delirio y la palabra mtica son siempre .la
x
presin de Una experiencia particular; la experiencia on
rica
del rnundo en
el
primer caso, la experiencia esquizo,
frnicn en el segundo
y
la experiencia mtica en el tercero
Estas son otras tantas maneras de existir, de ser en-el
mundo ,
Junto
a las dos
formas
de experiencia que nos
son
f a J ~ u h a r e s
la experiencia cientfica
y
la experiencia
perccpnva, debemos contar con otras vivencias, Y omo
la vivencia es el origen de la verdad, el
anlisis
Ienorne,
nolgico,. por ejemplo, del mito, consist ir en describir
la consciencia mtica, es decir ,
el sentido
que tiene
e l
mundo para alguien que tene un a experiencia mtica
de
l.
~ _ S i ~ _ ~ _ ~ ~ e algo_ al mismo tiempo lo que vi
ve (
.. .
), entonces
el
lo o e1soaam
. l
sujeto -
de
la
percepcin deben ser credos segn su palabra, y nica.
mente debemos aseguramos de
qu e
su .lenguaje exprese
adecuadamente lo que viven 6.
Si insisto en los ejemplos del sueo
el.delirio y mito,
se debe a que sern los objetos privilegiados del anl isi s
5
En francs el ~ j t i ~ o vcu
~ n n o t a
la ~ r e f e r e n j s a vivo
a la p:ensa sensacionalista, a la l iteratura testimonial {e Yo es
ehe,
Una hora con De Gaullc,
He
vivido todo esto). .
PP, pag. 335..
109
-
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estructural,
Pronto
veremos cmo ste se niega a cual
quier
intento
de -trntar el enunciado que se analiza como
expresin de una vivencia.
Dcsconstruccin parece designar
una
operacin ncga
r ~ v E 1
ah donde descripcin sugera la simple recepcin del
dato.
En realidad, el positivismo fenomenolgico del
que habla Merleau-Ponty nunca ha s ido esa vuel ta a
las-o
cosas
mismas,
ni esa decisin de atenerse a
lo dado
que deca ser, pues no est en absoluto dado,
como
un
hecho que bastar a con descr ib ir ,
que
10
dado
sea
dado
a una consciencia, en una correlacin notico-noem
rica, etc.
Que el
ser sea para
ciertamente
no es Jo
que me ensea la experiencia, es
una
decisin previa a
cualquier experiencia. La
desconstruccin,
es
el mto-
do que resulta al
poner
en evidencia esta ingenuidad fe
n.omenolgica. Esta palabra desconstruccin primero ha
SIdo propuesta
po r
Derrida pa ra t raduci r la
Destrulaon
la que habla Heidegger en
Ser
y
Tiempo
y de la
que
dice que no tiene que
entenderse
en un sen tido negat ivo
(derr. ibarJ, sino muy positivo (delimitar) , Antes de que
Derrida 1 1.troduzca este
t rmino que
luego ser amplia
mente utilizado, slo 10 empleaban los gramticos,
para
Jos
que.
designaba el anlisis de la
construccin
de
una
frase, construccin
que
no aparece sino en
el momento
de descomponerla
med ian te una
desconstruccin.
Por
ejemplo
las reglas de la
construccin
potica se descu
bren. con I? trasposicin
del
poema a
una
prosa de refe
rcncia equivalente. A pesar de todo, la ambicin de
una
desconstruccln en la filosofa consistira en demostrar
la manera en
que
estn construidos los discursos filosfi-:
coso
La meta de la desconstruccin es
proponer una teora
del
discurso filosfico (igual
que
la potica
es la teora:
del discurso potico). Semejante
programa
es netamente
crtico: el enunciado filosfico cree o
pretende
obedecer
a la cosa misma, quisiera l imitarse
a
manifestar
mostrar
dejar ser aquello
que
invoca como su re:fere'nte. P e r ~
la desconstruccin de es te enunciado deshace
esta
ilu
son.
l
enunciado no est as
construido
porque
refleje
la cosa misma y
para permitirle
decirse ante
nosotros.
110
El enunciado est constituido en
razn
de las limitaciones
inherentes al discurso filosfico. Aqu ocurre lo mismo
que
en
el
caso de 3 poesa. Si un enunciado potico,
po r
ejemplo,
Oisive icuncssc
A
tout asservie,
Par dlicaressc
j'ai
perdu ma vie.
Ah
Que
le remps viennc
ou
les coeurs
s'prenncnt.
Rimbaud)
.
presenta
unn
construccin determinada no es en absoluto
porque
un estado vivido (pena, deseo) haya suscitado
esta forma de expres in
P:U3
manifestar a travs de ella
su sen tido, incluso en lo
que
tiene de inexpresable y de
indecible: el
poeta
no a ti ende
tanto
a lo que le confa
su corazn s
a
lo que le dicta la lengua francesa,
cuyos recursos
y
lmites or-iginan una pot ica a la
que
obedece este poema.
Po r I
dems una expresin potica
est
tanto ms
codificada cuanto
rmis
se qu iere p rxima
a no se sabe qu l ir ismo espontneo de la vivencia inme
diata. Cuanto
ms
busque
el poema la eficacia scntimcn
tal , ms se acercar a las formas populares de expresin,
cuya regularidad
.raya
en
el estereotipo
(cancioncillas, can
ciones de nios}.
Como
en este poema pesimista de
Laforgue:
Quand csr mort, c'est pour de bon,
Digue dondnne, digue dondaine,
.Qunnd on ese mort, c'est pour de bon,
Diguc dondaine, digue dondon
En
consecuencia. volvemos n topar. p..-ro en un
nueve
vocabulario.. con
d
prohlcmn que hemos ( . ~ , ( ~ ; , )
r ; ~ d o
des
de
el
principio. Lo iiusin del discur:
, : ) : ; ~ , r . : . C O ) 1
que
Ociosa
juventud
de iodo esclava,
por
- : . ~ - ;C ::Cl
pcr-H
mi
vida. / Oh ,
que llegue el
do
en
ct:c r . ~ : : ( ' : ) ~ : O l l C 5
enamoren.
Cuando : ~ : : . 1:lJC:LtO. est bien mu,.:,c :
-
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para
con-
desvelara
la
descoustruccn,
cup. .:: i:i:; en el
trnsito del genitivo obietiuo al p otl: o
,\;
.:, . ::: en el
discurso de la casa misma
qu e
i J r ; ~ ; i ~ :,, :: , :
i i i o ~ o H a .
La cosa misma nos habla por
el
canal de 'io
filosfico.
P ero , por qu : 1 d r l l : 1 r ~ ~
i r:
:;.:; -.:
, >
suscitar la pregunta
ccl
l i ; l . ; U l : ~ , _ ;
J:,;iusniicu;: /\qu ;
viene distinguir tres . cstructuralismcs: ,
1. en tamo .que es el mtodo del anlisis ef,iri/{:< lral,
el estructuralismo es ms antiguo qu e la fC JonleriQlogfa
francesa, y completamente ajeno al debate- que vemos
esbozarse; . .
2. en tanto
que se confunde con la semiologa (teora
del signo), el estructuralismo hace entrar , ~ ~ crisis, a la
fenomenologa oponindole victoriosamente una concep-
cin distinta del sentido:
3. en tanto que slo es una orientacin de la filo
sofa, el csrructuralismo no es sino
el
nombre con
el
que
se ha dado a conocer a la opinin, la conversin de la
filosofa en critica de la fenomenologa, as como de lase-
miologla
y
10
original de
este
cseructurallsmo nmero
3
reside en preocuparse muy poco
-
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tas segn
la
moda, arregladas. diversas maneras,
A n t e
::: ,1;l
p l : : i c : ~ :
:L .
este rr.oclo hay
sino
U;-:;,[
o.:.:;:i.n (;.>:;;: rl::::r,;:s C ~ ) l : t ; l : ;
amor
se
pucdc.. .;,>,:, J V J : ~ i q l H : ~ : ; ; con .ryrnln
(.h: lo,5.elemen
tos
propc-cror.ados
po r :1 i r. i-c del
Ci10r
Jourdlln? HlY
dos
etapa:.. en Ia
resolucin
de e st e p ro bl em a:
1. identificar los clementoa, y proceder para ello al
desglose del conjunto dado
la
frase del seor jourdain)
en segmentos elementales: ,
2. descubrir las diferentes maneras de componer es
tos e leme nto s, de manera
que
obtengamos mensajes d
fcrentes
los
unos de los otros.
En efecto,
el
maestro de filosofa se aplica a ello con
feccionando la
lista
de las frases que se obtienen me
diante .un simple cambio de lugar en la
f r a s ~
de dos
segmentos, descubriendo en cada uno de estos, Intercam
bios
una posibilidad
m CY 1
de mensaje.
1)
(2)
J)
;
(5)
I) Bella marquesa
u,
me hacen
morir
de amor
hermosos
ojos
U)
De amor
morir
me hacen
bella
arquesa
hermosos
ojos
IlI)
Sus hermosos
de amor
me hacen
bella
morir
ejes
marquesa
IV )
Morir
sus
beUa
de amor
me hacen
h ~ n n O S O T a r q u , ,
OJOS
{V) Me hacen
sus
morir
bella
de amor
h ~ r m o s o l
marquesa
t
JOS
etc. etc.
ctc.
Cada una de las frases propuestas. por el maestro de
filosoa-es lo que se llama en lgebra una permutacin.
114
Los ejemplos proporcionados demuestran qu e
la carta
de
a mo r solicitada por
el
seor
jourdnin
comporta cinco
posiciones sucesivas, e nt re las que hsv. pues, que repar
tir los cinco segmentos de la frase a condicin de des
p re ci ar , para si mpl if ic ar, una v ar ia nt e que el p ro fe so r in
tro du ce una vez: sus
hermosos ojos
/
sus ojos hermosos .
Cada una de las cartas de amor posibles est estructura
da
por una relacin de orden.
En
c ua nt o al conjunto de
cartas
posibles, es un conjunto provisto de
una cst ruc
tnra de grupo, ya
qu e
co rre sp on de a las
12 0
permuta
ci on es po sib les de ci nc o e le me nt os , de las que p od r am os
trazar
el
cuadro. Veamos:
a eeebclla marquesa; b = su s hermosos ojos; c
ee cm e
hacen; d ee emorir: e ee
ede
aman>, Escribiremos
1) a
cd
e
(11) e d e a b
etc.
Por otra
p ar le , esta actualizacin de la e st ru ct ur a
al-
gcbrica no c on st it uy e sino
el
primer paso de un anli
sis de la ca rta de a mo r en cue sti n, d ib uj n do se despus
los verdaderos problemas con la
pregunta
del s e or Jour
dain: .
Sr. Jourdain.-Pero,
de
todas
esas maneras, cul es 13
mejor?
El maestro de
l i l o s o l l a . ~ L a que
usted ha
dicho:
Bella
marquesa, sus hermosos oios me bacen morir de amor.
y e fe ct iv am en te , p ar a c on te st ar como lo hace el maestro
de filosofa, hara falta haber e nc on tr ad o una s ol uc i n al
problema del
sentido.
Todas las permutaciones son de
alguna manera equivalentes: tienen el mismo sentido.
En el cdigo utilizado aqu, este sentido no tiene nad a
que ver con un juicio adulador sobre los ojos de la mar
quesa, como t ampo co se d ir ig e a informar a esta amable
persona del e fe cto
qu e
producen sus ojos sobre
el
se
or
J o u r d a ~ n .
T od as las p er mu ta ci on es dicen 10 mismo,
115
-
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7/21
si estn dirigidas
la
marquesa, a saber: Esto es una
declaracin de amor. Declaracin que est entresacada
por
lo
dems, de un conjunto convencional cuya lista
empieza a hacer el maestro: Bella marquesa,
el
fuego
de sus ojos reduce mi corazn a cenizas, cte. Pero desde
otro punto de vista, las permutaciones no son equivalen
tes, hay una que es mejor que
el
resto. El estructuralista
debe, pues, distinguir la denotacin, que es la misma en
las 120 declaraciones de amor,
y
la
connotacin,
que
cambia cada vez. A la permutacin nmero 1 se une,
por un convencin, la connotacin de
]0
natural, que
es, al mismo tiempo,
la
mejor en
el
cdigo retrico del
siglo
XVII;
a otra permutacin, el cdigo clsico asociar
la connotacin del preciosismo o de
1 oscuro. Para
~ c g l l r mds lejos en esta materia, ahora habra que remi
tirse a Roland Barrhes, que ha identificado significado
de connotacin e ideologa (este ltimo trmino con
siderado en sentido sociolgico, cuando, no marxista):
El
futuro,
escriba,
est en
una Iingtllatlcc
de la conno-
racin,
u s Ja sociedad
desarrolla
sin cesar,
a partir
del
sistema primero que: le: proporcion el lenguaje humano
sistemas de sentido segundos .
Estos sistemas segundos son las mitologas, los dis
cursos que forman la ideologa (la representacin que la
sociedad ofrece de s misma. La sociedad se
habla
a s
m ~ s m
como habla la moda, el deporte, grandes
tnces,
el
poder: de ah el programa de un anlisis es
tructural del discurso de la moda
del
disurso del
poden>, etc.
i nos referimos a muchas introducciones al estruc
ruralismo disponibles en
el
mercado, a menudo encon
traremos la siguiente respuesta a la pregunta del anlisis
estr :lc.tural que nos planteamos aqu: que
el
mtodo de
anliSIS
sea es.tructuralista quiere decir que en el objeto
- E l ~ e n / . s .
smio{ogie IV,
2
(recogido a ~ n t n u a c i 6 ~ del
Degr zro de l ecrture,
Gonthir, 19M:,
pg .
164).
(Traduccin
espaola
de
A. Mndez ,
Elementos de semioogia, Madrid,
Al
berto Corazn,
1971.)
116
analizado
el
sentido depende de la disposici6n de las r-
tes. En definitiva, el estructuralsta se habri a dado cuenta
de que no se puede aislar un elemento de su contexto
y
que todo est ligado. Esta definici6n, que recupera de
hecho la buena.
y
vieja definicin del plan t n ~ querida
por los profesores de letras, es evidentemente inadmisi
blc. Descansa sobre la mismo noci6n romntica de tora
lidad viva, al igual u la nocin de
Gestalt.
En reali
dad,
la
nica definicin aceptable de la estructura es la
que proporcionan los matemticos. En consecuencia, en
Francia conviene dirigirse a Bourbaki:
Ahora podemos ensear lo que hay que entender, de
una manera general, por una estructura ma/emtica. l
rasgo comn de las diversas nociones
designadas
bajo
este
nombre genrico consiste en que stas se aplican a con
juntos de elementos cuya naturaleza
no est especificada;
para definir una estructura consideramos una o varias
re -
laciones en las que: intervienen estos elementos (.. . ); se
postula a continuncin que In
o
las relaciones dadas
satis
lacen ciertas condiciones (que enumeramos) y que son
los
axiomas
de estructura indicada.
Formular
la teora axiomtlca
de
una estructura
dacia
es
.deducir
todos
Ins
consecuencias Igicas
de
los axiomas de
la estructura, eliminndose cualquier otra hiptesis sobre
los elementos considerados (en particular, cualquier otra
hiptesis sobre su naturaleza propia) 8.
En .ese sentido, el nico filsofo en Francia acorde con
el mtodo estructuralista as definido es Michel Serres.
Efectivamente; entiende la estructura en su sentido ma
temtic y
no en
el
sentido arquitectnico (disposicin
-deIas
partes de modo que todo se sostiene) u
orgni
co (en
lo
vivo, todo est ligado a rodo). Proporciona
una .exceleritc definicin de cmo puede ser practicado el
~ n i s i s
estructural, en las ciencias de
la
cultura:
.8
L erchirecture des marhmatiquea, Les gTands,courants de
la pense mathmatiqtie;-.ecl., des, Cahiers
du
Sud,
1948,
pgi
nas
40-41 (treduccin
espaola (de
Ia introduccin
de obra) de
Hcrnndez, Las grandes corrientes del pensamiento matemdtico,
Madrid, Alianza, 1976).
117
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
8/21
En un contenido cultural dado, sea Dios, mesa O palan
gana, un anlisis es e st ruc tur al y sic es estructural si)
cuando destaca ese contenido un modelo
g.
En Otras palabras, el anlisis estructural parte de la es
tr uct ura , es decir, de relaciones d ef in id as de m an er a pu
ramente
formal mediante lgun s propiedades, de las qu e
est provisto un c on ju nt o de elementos cuya naturaleza
no se
precisa;
y,
a
partir de la
estructura,
as planteada,
el
anlisis
muestra qu e talo cual contenido
cultural
un
sistema de parentesco, un mito) es un modelo de ste
0 como tambin se dice, una representacin.
Qu
se
ha demostrado entonces?
Ni
ms ni -rnenos .que e st e con
tenido es
isomorfo
respecto a un cie rto n m er o
de
otros
contenidos. La estructura es precisamente
lo
que se con
serva en un i som orf is mo
10
entre dos conjuntos.
El esrructuralismo no es otra cosa que un mtodo
comparativo, t an to en ma te mt ica s
Bourbaki)
como en
antropologa. En Franela, Georges Dumail es
el
primero
que ha demostrado las
virtudes de
la comparncin
es
tructural: en lugar de confrontar los dioses y los relatos
de los diferentes pueblos desde el punto de vista de l
contenido, se ha r ev el ado mris fructfero hacer una com
pnr in formal; en lugar de comparar un dios indio v
un dios romano, para obtener
s m j nz s
entre ellos
Jo
que adems constituye la
I r mu la de
cualquier
sincrctis
mo religioso, y pe rmi te llegar a cualq uier resultado-c-,
conviene comparar
los
panteones e ntr e s, es dccir , los
conjuntos antes qu e los elementos,
y
las relaciones antes
que los trminos. Lo que se conserva de un conjunto a
otro, dentro de una misma rea cultural, son las rela
ciones e nt re los e le me nt os , las e st ru ct ur as . D um a il de
muestra as cmo de un pueblo indoeuropeo a otro
I La cotmaunication, Minuit, 1968, pg. )2 .
10
Traduzcamos los elementos, las relaciones y las opera
ciones de un co nj unt o
E ;
hay isomorfismo entre
E
y
E
si
la
rraduccin de un r esulta do que era verdadero el] E tambin es
verdadero en E ,
y
si un r es ul ta do falso en E tiene como tra
duccin en
E
un r esu lt ado que es falso.
118
. .
v o l v m o ~ a e nc on tr ar , bajo las ms v ar ia da s a par ie nc ias ,
un mismo
sistema de funciones
qu e organiza los
pu t o-
nes
y las epopeyas: todos los
contenidos
analizados
aparecen como los mo de lo s de una misma es tr uc tu ra
qu e es sistema de las tres funciones de la soberana,
de la guerra
y
de la fecund idad J p it er , M ar te , Quiri
nus). En consecuencia, hay correspondencia
entre los
pan
teones de
los
diferentes pueblos indo-europeos.
Pero
tam
bin hay correspondencia entre el
panten de cada pue
blo y su representacin del orden social pretores,
bella-
lores, laboratores 11.
Es i mp os ib le h ab la r de
la
e st ru ct ur a de un
objeto,
par
ticular: un te xt o, una i ns tit uc i n. Lo qu e est estructu
rado no es la cosa misma, como a m en ud o cree la c r ti ca
[iterara
que
a
veces
llega
incluso a ver en la est ruct ura
lo que c on st itu ir a la or ig ina li da d de la
obra
que estu
dial),
sino
el
conjunto
del
qu e
esa cosa puede considerarse
una
representacin,
c om pa ra do con o tr os c on ju nt os . Po r
eso el estructuralismo va de la estructura al modelo:
reconstruye o reproduce el
dato
cuyo a nli sis se p ro po ne
llevar a cabo. Po r su productividad, el cstructuralismo
est en el polo o pu es to al t ra ba jo fe no men ol g ico , q ue ,
como recordamos, condenaba la abstraccin.
Michel Se
ne s indica la .pcquca revolucin qu e se ha pr oduc ido:
El
sentido ya no es lo que est dado, y aquello cuyo
lenguaje oscuro hay que c om pr en de r,
al
contr ario, es 10
que se da a In estr uctura para constituir un modelo 1S.
11 Ni qu decir
tiene
que la obra de
Durnail
pertenece
a la
historia de las r el igi one s. Estas p ot as indicaciones n.o tienen .en
a bs olu to la ambicin de e xp on er Jo que c on st it uy e su valor a ojos
de los historiadores, sino de precisar una cuestin de mtodo.
Esta observacin tambin es vlida para Lvi-Strauss
y
Lacan,
que tr etsr em os ms adelante. C or re spo nde a los e tn log os o a
los psicoanalistas decir 10 que sus tr abajos han a po rt ad o al
ce
nocimienro.
Se encontrad
un comentario muy esclarecedor sobre:
estos tres autore s en el l ib ro de E dm on d Or ti gu es , e
dis OUT
el le symbole Aubier, 1962).
u
a
communicaton, pg. 33.
11 9
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
9/21
Si, como he dicho, Serrcs acaso sea el nico filsofo
en Francia que coincidi con el espritu del estructuralis,
mo en sus anlisis, es porque toma su definicin menos
de Saussure que de B.ourbaki. En realidad, aunque en ge
neral se le haya considerado como la autoridad suprema
d cl
estruct.urnli,smo,
Saussure
no habla de estructura,
smo de sistema. .En la lengua slo
hoy
diferencias:
por eso el conocirmenro del sistema condiciona el de un
ele.mento.particular, ya que
el
valor de un trmino es
diferencnjs o de oposicin: un trmino es lo que los
?tros no son. De acuerdo, pero si ese trmino se opusiera
~ a l m e n t e r
en el mismo grado a todos los dems tr
mrnos del Sistema, todo estara unido)
y
el anlisis no
podra
iniciarse.
, Michel Serres. proviene de esta tradicin francesa, se
~ n
la cual la filosoa slo puede constituirse con rela
cin
a In s ciencias. Que la filosofa sea una epistemologa
e s . l ~ t e ~ I s
Comn a todos los positivismos del mundo: la
originalidad de la escuela positivista francesa consiste en
c?ncebir la reflexin sobre las ciencias como una refle
xin sobre la historia de las ciencias. Aqu se conjugan
las lecciones de Kant y de Comte. Para Kant la tarea de
la filosofa. estudi.at la razn. Ese es tambin
el
pro
g r ~
P O S I t ~ V I s t a :
51 0 embargo, si da lugar a un neo
k a n t J s n : ~
que a un kantismo a secas, se debe a que
los posiuvrsms reprochan a Kant haber considerado abso
l u ~ a s
unas categoras
y
unos principios del entendi
miento. que slo tendran validez relativa en un cierto
e ~ t a d o
del saber positivo. Kant crea en una constiru
cin eterna de la razn, cuando enunciaba sin vacilar la
c o n s t i ~ u c i n newtoniana. Recordamos que Kant en
el
prefacio a la primera edicin de su Crtica de razn
p t ~ f ~ J pona en guardia Contra la confusin entre esta
ctlnc.s de la
r a z ~ y
una mera crtica de los libros
y
de
los s l s t ~ m a s efectivamente formulados en la historia del
pensarmerno.
~ e g n .
pO,sitivistas neo-kantianos, a,
pe
s ar
de,c.sta
a d ~ ~ r t . e n C l a
.:
~ e J o r
~ a ? d a hecho en, separar ,la
: r ~ C l o n a l i d a d
propia del sistema newtoniano
or o
figura
histricn particular de la razn. El
l t i r n ~
captulo de
120
la Crtica -Historia de la razn p u r ~ para la es
cuela francesa es todo el libro (mientras que Knnr s61
le consagra cuatro pginns, paca indicar un hueco
llenar p05tetlormente, lo qu e da una idea de la. u r g ~ n c J n
de
la
cuestin histrica en su mente). Esta hIstorl,a.de
n razn puta, convertida en In totalidad de la cnuca,
demuestra cmo la filosofa siempre corresponde a un
cierto grado de desarrollo de los conocimientos p o s i t i v ~ s .
De nh los. paralelismos tan del gusto de los neo-kantia
nos: Platn se explica por la crisis de los
n m e ~ o s
irra
cionales, Descartes por .el nacimiento de la fsica mo
derna, Kant por Newton. Dentro de e s t ~ concepcin
las cosos, la validez de una filosofa se mide
por.la
pertt
nencin del discurso que sostiene sobre la c l ~ n c I a de su
tiempo, pertinenCia que estamos ahora capa.cItados
p ara
juzgar al estar situados en la historia en un nivel superior.
As sabemos que Aristteles se equivoca p r o f u n d a ~ e n t e
que Leibniz es
(:11
todo un precursor, que Hegel tiene la
pretensin de rcfumr
Newton
y
Cerote la de detener la
ciencia, etc.
La originalidad del trabajo de Scrres c o n s i ~ t e en que
acaba haciendo volar en pedazos, en su propio terreno,
el dogma positivista. Qu dogma es .ese? Puesto que
la
escuela positivista es histrica,
r c ~ h a z a .
un estado aca
bado de
ciencia., Las verdades Cientficas ya no son
eternas
y
ni siquiera cmnlrernporales- ~ c 0 : l 0 deca Hus
serl), porque hay -una historia de las
Ciencias
L? verda
dero entra,
puesv
en contacto con lo falso:
precisamente
se trata de saber, cul es su relacin A esta pregunta
siempre se le han dado dos respuestas: u.na,s?Iva la ver
dad nica con la tesis de un progreso histrico, la
o t r ~
niega que haya progreso y pluraliza la. ~ e . r d a d . La, pri
mera respuesta es la de la escuela positrvista: segun la
ley de los tres estados de Comte, falso que a y ~ r t
consideraba verdadero, de una u otra manera, constituyo
la condicin de lo verdadero, Ya sea porque era su b a l b ~ -
ceo :: -soIudn juzgada ingenua porque- supone una
contt-
nuidad de lo [ 1 0 a
10
verdadero (de manera que lo .
falso
00
sera
verdaderamente falso
O bien porque habra
121
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
10/21
que definir la verdad como un
rror
recrficado
o
su- .
pcrado -solucin llamada dialctica), con la que Gas
ton Bachelard crea superar la concepcin continuista
de Augusto
Comte
merced a /a nocin de una ruptura
epistemolgica.
entre
lso
del mito o de In cxpc
rienda
cotidiana,
de la vivencia fenomenolgica, y 10
verdadero
de
la ciencia)
13,
La
otra
respuesta .cs
el
pers
pcctivismo:
por
ejemplo,
fenomenologa de
Merlcau
Ponty
que
aqu acaso
se inspire
ms
en Cassircr que en
Husser l, resti tuye su verdad a las experiencias esttica,
mtica, ontka perceptiva,
junto
~ t l a cx:>ericncil1 cicnt
[ica;
lo que
csni
privado
de
sentido en
una
de
las
pers-
pectivas puede tenerlo en otra. , .
El uso del
mtodo
comparat ivo en sus trabajos de his
toria de las ciencias conduce. a Senes a dest ru ir
el
es
quema positivista. En efecto, observa que la historia de
las ciencias, referencia ltima del positivismo,
no existe.
En realidad, Jo que se nos presenta con ese ttu lo es tan
pronto
historia de una ciencia, separada de las deml >,
como una historia general disfrazada de historia del es
prituo de la racionalidad) De ah el siguiente diag
nstico:
Mientras que no hayti historia de las
ciencias,
es decir,
de la corriente del saber corno tal, y no desintegrado, no
hllbnl
ninguno posibilidad
prctica de
dilucidar
JlS rclacio-
nes
entre dicha formacin, pues no
existe,
y las dems 15.
Hay que reformularlo todo sobre nuevas bases. Pri
mero, hay que crear la historia de las ciencias: el anlisis
t:I Ver sobre todo, de Gaston BaeheIard, [ormation de
l esprit scientiique (Vrn, 1938). (Traduccin espaola de J. Ba
bini, Buenos Aires,
Siglo XXI
1972), libra cuya inspiracin pu
ritana y aspecto de Manual del confesor Scrrcs pone en evi
dencia en
L nterirence (Minuit, 1972:
la
Reforma
y
los siete
pecados capitales). A propsito de Bachelard nos remitiremos
debidamente
al
Hommage J Gasten Bachclard (P.U.F
1957),
y
en part icular al es tudio de Georges Canguihem, Sur une pis
rmologic concordarairc. (retomado por este autor en sus
Etudes
d bistcire e/ de
obitosopbie
des tcicnccs
Vrin, 1968).
L interirence pg. 205.
dstributon Minuit, 1977, pg, 18,
122
debe
definir pocas o edades (en sentido geoI6gico) en
la historia
de
la
ciencia, cosa
que
har demostrando
que
todas las regiones del saber son isomorfas entre tal y
JaJ
fecha; y, para eso, el anlisis establecer que en estos
lmites temporales, estas regiones son los modelos de una
nica y misma estructura, o
lo
que es igual, que pueden
expresarse recprocamente. Por ejemplo, Scrres , ha de
mostrado en su tesis
que
las ciencias de
la edad clsica
convergen en un tema nico,
el
del
punto /i;o 16, Pero el
xi to de esta operacin inmediatamente hace ver
que
no
hay ninguna razn para limitarse a la historia de las cien
cias. La traduccin de la lengua de una regin a la de
otra regin es posible ms all de las regiones cientficas;
la
serie de los modelos
no
se limita
a
los saberes, y po-
demos encontrar
el
tema
ya
despejado en la l it eratura ,
en
el
discurso polt ico, religioso, etc. Pasamos entonces
de
la
formacin cul tural llamada ciencia al conjunto
de
las .formacioncs
culturales.
Por
ejemplo,
la
edad
mo
derna
ya
no es la del punto fijo,
sino la
de
la mquina
de
vapor:
la termodinmica no es una de las ciencias, es
lo
que se dice en todas las ciencias.
De pronto, todo es motor: as funciona el mundo, el
mar y
los vientos, los sistemas dotados
de
vida
y los emi-
sores de seales, toda
10
que est en movimiento, desde las
herramientas al cosmos y desde la historia a las lenguas.
Filosofa general de las cosas de la que no es seguro que
hayamos selidc, inconscientes corno somos de estar en
ella 17.
La mquina de vapor no es slo ]0 que dicen las
den
cas
de la naturaleza (con su energtica), sino tambin
Marx con su acumulacin del
capital,
Freud
con su pro
ceso primario, Nietzsche
con su voluntad de Poder
y
su
eterno
retorno, Bergson con sus dos fuentes, una calien
le v
otra fra e incluso Michelet,
la
i ntura de Turner ,
la
;ovela de 20la etc,
re Le sys/eme de Leibniz. el ses modlcs matbmatqecs
P.U.f
.. 1968.
17
Lo distributon pg. 86
123
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
11/21
La
consecuencia es que la separacin
de
los gneros
literarios no sirve para nada. No
hay
que poner en
un
lado el
s a b ~ : r
(susceptible de ser verdadero O falso)
y
en
el o ~ r o
la lJ;cl6n
(m
verdadera ni falsa).
Serres,
virtuoso
somorsmo, hace
aparecer las
Meditaciones me/aj-
stcas de Descartes en una fbula de La Fontaine una
locomotora en la obra de
los
pensadores del siglo
X I ~ ,
un
teorema en un relato, una leyenda en una demostracin
} una
demostraci6n en una leyenda.
En
todo esto, no
s
trata absoluto de hacer aproximaciones ms o menos
i n g c n i o s ~ s ,
.sino
traducciones literales.
No interpretaciones
.
d e s ~ b r J m l e n o
de contenido oculto bajo lo aparen-
te), smo equivalencias formales (descubrimiento de un
isomorfismo).
.Jugamos a las adivinanzas, desciframos al travest. Ahora
bien,
n ~ d a
est realmente hecho mientras que no se hayan
establecido [as leyes de la transformacin, el sistema como ..
pleto
de sus referencias,
el
conjunto ordenado de las ope
raciones de transcripcin
1 .
Todos-loa t
extos
-se-ex
p
resn
n
unos- a-o
tros-.
lo-que _qu jere e e-
d e c i ~
la diferencia entre el
texto de saber y el texto
de t c C t 6 , ~
,se anula, no
por
abuso de autoridad. sino
por
.
la mvcncron de un camino que, partiendo del uno de.
semboca en el otro.
. La
oposicin .
e n t ~ e
la verdad
y
el
error,
o, si se
pre
fiere, entre la ciencia y la fbula --oposicin que se en
cuentra en
el
principio de l positivismo- aparece al. fin
y
al cabo superficial
y
escolar.
Por un
parte, el estudio
de la leyenda es una leyenda, el estudio de la mitologa
es
una
mitologa
19:
pues es posible .
traducir el
discurso
er.udito. (que se. pretende meta- 1enguaje) del lenguaje
m ~ t o I 6 g 1 C o al muo. Por otra parte, yrecprocaments, el
mrto
ya es, un estudio de la mitologa, pues se pueden
encontrar, por ,.ejemplo, los ,principios de la etnologa.es-
ieLo : ; ; a d u ; ~ i o n n u ~ ~ 1974, ;g 265.
l
La communication. pg. 226.
124
tructuralista en una comedia de Moliere,
el
Ensayo sobre
el don de Mauss en el Don [uan ,
La
fbula no es una ciencia bnlbucieme, como preten
de la tesis continuisrn en la historia de las ciencias. Tam
poco es la amiciencia, el
pecado
que persigue Bachelard,
la
superst ic in que tendrfa que combatir
la
ciencia para
constituirse (anttesis discontinuista), La fbula es inte
rior a
la
ciencia.
Un saber sin ilusin es una ilusin completamente pura.
Donde lo perdemos todo, y tambin el saber. Se trata ms
o menos de un teorema:
no hay milo puro, salvo el saber
ptlr
de lodo mito.
No
conOZCO
otros, hasta tal punto los
mitos estn llenos de saber y el saber de sueos e ilu
s i j n e s ~ \
Finalmente, .pues, hay que reformar el concepto de
razn.
No es verdad que en los griegos, con
una
victo
riosa ruptura epistemolgica, el logos haya triunfado
sobre
el mythos
(como
el
sentido comn sobre
el
delirio).
Es verdad que razn expresa el orden, af irma que lo
real es
racional.
Respecto
u
este
racional, el
universo
.que
.exprcsaelmiro
es..dcsorden.T ero
es_
hora
C ~ _ ; p ~ r ~ ~
der
que
-el orden
es un caso particular del desorden.
Desde
ese.
momento, 1
real
no es
racional,
aunque lo
racional sen real: pero slo a t tulo de excepcin. El mito
nos ensea que lo racional es milagroso 21
o
comunicacin
.. C ~ ~ n d o
~ b l
de
e s t r u c t u r l i s ~ o
en la t ierra france
sa, de primeras no se piensa, salvo excepciones, en
el
m
todo
de
anlisis estructural como tal, sino en la aplicacin
de .este mtodo a los sistemas de signos.
En
principio,
nada
predestina
el
anlisis estructural a aplicarse de mn-
2< Cfr. Le don de Don Juan (retomado en
comm n
ca/ion). .
21
La treduction, pg 2 59
.: 2
Ver el prefacio. de
La
distrbution.
125
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
12/21
ncra privilegiada sobre los signos, Nada le impone tam
poco a la ciencia de los signos ser exclusivamente cstruc
ruralista. Sin embargo, hay una afinidad entre este m
todo y este campo de investigacin : lo que destina mu
tuamente los sistemas de signos y el anlisis en trminos
estructurales es la nocin de comunicacin.
Los signos estn hechos para circular. para ser i n t r ~
cambiados, es decir,
comunicados.
Pero para comunicar
hay que haber resuelto el problema de la transmisin del
mensaje en condiciones satisfactorias, Los ingenieros de
comunicacin analizan el problema de l siguiente manera:
J . En la entrada del canal de comunlcacin: es nece
sario un medio para pasar de la fuente. de: las informa
ciones al mensaje, es decir, a la emis in de ciertas se
ales,
2. En la
salida:
es necesario poder descodificar
mensajey.pasar de la recepcin de las s ~ l s a su
j n t e r ~
.
pretacin. Por ejemplo, .un indicador luminoso en el tu
blero de mandos de un coche se encender si el nivel de
aceite en la reserva est por debajo de un
punto
crtico
fijado de antemano, La comunicacin que se ins taura
cada vez que el conductor pone en marcha su motor aqu
se hace mediante un
cdigo,
cuyo vocabulario se reduce
a dos
smbolos
encenddol
apagado
que permite emiti r
slo dos mensajes. El valor de cada seal suscept ible de
ser emitida es, como pretenda Saussure,
puramente
di
ferencial. Podramos imaginar, efectivamente, que
el
indicador en posicin de encendido) quiera decir no hay
novedad),
en lugar de dar la alerta.
Esta es la manera en que la teora de la comunicacin
absorbe los sistemas de signos: ya podemos prevcer las
propiedades que poseer un cdigo cualquiera.
l. El cdigo precede al mensaje,
Si emitir un men
saje siempre consiste en codificar una i n f o r m c l ~ y
en transmitirla), el cdigo nunca puede estar producido
por
sus usuarios
Jurante
el proceso mismo de la corno-
126
nicacin. El cdigo precede a SU utilizaciones eventuales,
y define todas las situaciones en que
puede
ser utilizado.
En cambio, es posible
transmitir
un cdigo mediante otro
cdigo por ejemplo, encenderse con ayuda del morse
sobre un cdigo particular de seales visuales, etc.) .
2. El cdigo es independiente del mensa]e. Por de
finicin, el cdigo ms rudimentario
debe
permitir la
emisin de dos mensajes
al
menos
sj
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
13/21
xacto decir que el emisor de las seales se expreso, que
U evo a la palabra su experiencia.
Si
Ilemamos experien
eras a la fuente de las informaciones (por ejemplo la
I o c a l i z a c i 6 ~
del nivel de aceite en el depsi to)
y l e n ~ a -
al cdigo, salta a la vista que Jos scpara un hiato.
MIentras la fuente pasa
por
todos los estados posi
bies, el
cdigo retiene de antemano ciertas situaciones
que fija como sealizables. As, el cdigo del tablero de
mandos retiene la diferencia vacfojl1eno,
pero
no
estados como medio lleno, pronto vaco, etc.. ;
Retendremos que el anlisis del proceso materia] de la
comunicacin
privilegia al destinatario
(ya que el valor
de la comunicacin se mide
por
el lado de la recepcin),
y que subraya,
en
cambio, el papel difcil del emisor
~ i c e que. dar cuenta ?e una situacin nueva
po;
definicin mediante un cdigo que limi ta de antemano
sus posibilidades de expresi6n y le prohibe, de hecho, :
expresarse; en
el
sen
tido
en que expresara el sentido
puro de su experiencia singular , an muda). Supon
gamos que considersemos los fenmenos lingsticos
c o ~ o f e ~ ~ e n o ~
~ e _ ~ ~ J l : u n i c a d . , _ y
las L ~ g J - - - s J l a m 3 d t l s .
naturales) como cdigos utilizados Por los hombres
para transmitirse mensajes: obtenemos el esrrucruralsmo
s e ~ i l g i c o (senti?o n ~ 2 . Si, dando un paso ms,
asimilamos toda VIda social a un proceso de intercambio
de seales, encontramos la antropologa est ruc tural tal
como la define Lv-Strauss, es decir, la reduccin de In
antropologa a la semiologjs
.
Y, de manera ms gene
ral, la resis esrructuralfsra est enteramente, contenida en
n
clebre frmula de
]acques
Lacen:
el
inconsciente esr
estructurado corno un lenguaje. Est estructurado es .dc
cir, es obje to posible de un anlisis est ruc tural , y Jo est
como
lenf uaje Si la antropologa social se pretende
n Lvl-Strauss, en su leccin inaugural en el
Collge
de F r a n C ~
en 1960, reivindica para. su disciplina el Jugar que Saussure
atrio
bufa a una semiologfe d r
Antropoogie
structurele Plan, 1973,
tomo
H,
pg . 18).
[Traduccin espaola de E. Vern,
Antropologia
estructural Buenos AIres, Eudeler, 1968.)
128
estructural, es porque descansa en la hiptesis de que la
vida social est estructurada corno un lenguaje. A o -
dicin de precisar que
lenguaje
quiere decir
aqu c-
digo de comunicacin. .
La semiologa sostiene que el lenguaje humane es an
logo
:l
un sistema de comunicacin. Lo que vale para los
cdigos que construyen los ingenieros sera cierto, mutatis
mntandis
respecto al lenguaje humano. Les tres tesis ajiis
radas ti Jos cnones del estrcturnlismc (en el sentido n.
mero 2 sern, pues, las siguientes:
El significante precede al significado El lenguaje
no es de ninguna manera un
medium
un medio de ex
presin, una mediacin entre
interior y lo exterior,
pues
el
cdigo precede
al
mensaje.. No hoy primero una
situacin vivida y una necesidad imperiosa de expresarla,
de donde derivara In invencin de
Una
forma de expre
sin correspondiente
II
esta vivencia. El mensaje no es
la expresin de una experiencia,
sino
que ms bien ex
presa las posibi lidades y los l mites del cdigo utilizado
respcctoj i experiencia..J2e_ah
.el
problema: ..cf lO
enunciar lo imprevisto? Cmo codificar Jo que su
pera las posibilidades del cdigo? La respuesta es t en
la segunda. tesis. .
2 El sentido srge del sinsentido El cdigo es in
dependiente :del mensaje, cualquiera que sea el sentido
del mensaje emitido est ya capitalizado en
la
lengua,
Pero, entonces, no se reducir la conversacin a un in
tercambio de seales ya grabadas y catalogadas en un cdi
go de usos, y de modelos est ipulados? Hasta qu punto
la vida estar constreida por la convencin? En semejan
te situacin, h Y que dirigirse al interlocutor y decirle tal
frase, a la que contestar forzosamente con tal otra frase,
cualesquiera que sean las. s ituaciones de unos y otros
.. .
Por eso la nica manera .de crenr sentido para el locutor
es
producir
un. mensaje privado de sentido, imprevisto
en
el
cdigo [mensaje que podemos convenir en llamar
potico). El
sinsentido es entonces
In
reserva a la que
129
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
14/21
d . 1 sentido. El sentido es el efec
recurrimos
para
pro ucrr e
d
la
lgica
del sentido.
LO
del sinsent ido: este tctoredma eracin del teorema del
di Deluzc es a nos B
como
ICe .
. sa
del
cstructuralismo.
aster
cuadrado de la htpo/
cnu.\
t ., del significante flotan-
o los casos
1
us re .
i
con mencionar
d I
metfora
51g:n1
rcantes ,
te, segn Lvi-Strauss, y e n
segn Lacan. r d ue toda lengua
humana
com-
Lvi-StrauS
s
l c d o ~ flotantes, es decir. unas ex
por taba unos sigm lea . timformadas por la co-
P
resiones
r e . c i b i d a ~ en tanto
qude
:provistas
de
cualquier
d
O t
nunque e ,
1
munida
mgurs
l ~ a ,
E s significantes se
emp ean
significado
d e t e r m l ~ a d d o ,
dice
Uvi-StraLlSs,
entre
d
hay ma eeuacron,
d
ca a vez
que
.
d
:H
Podemos enten
er
esta
el
significa.nte Y
el S l g ~ 1 o manen. ende vez
que
el
. , d la
slgl.l1Cnte . ,
~ < i n a d e c l l a c l o n
e
l
desconocido
no sabe que
1 tor se e n c u e n t ~ 3 o
~ n . ~ ? dita
no le
~ o r r c s p o n d ~
.:en
decir, pues
3 e ~ t a S l t U ~ C
n}TI ermita comunicarla a:l05 .
el cdigo m ~ g u n ~ c n l i a J e IQuct:..acin desconocida justa
dems.
Y, stn cm
argo, la \o r
como
desconocida.
nue-
P
resenta
a
este
ocu de
Jaa st
a
mente
se
f d ninguna e
as
SI
u -
. . No la con un e con I
va, misteriosa. d ambigedad en e
.
c.paz
e
enunciar 51 ibilid d
c l O ~ e s que es .d d
C6mo
explicar esta POSt 11 a
cdigo de la comurn .1 d ibi lo desconocido como
que tiene el hombre e pere,l Idr
e
intentar conocerlo y
n consecuencia
desc toel
o
y
e
L
licaci est en la
natura
eza
d
?
a
cxp
icacion .
hacerlo esaparecer . 1 alabra
otra
cosa es
. osa es tener a ,
del lenguaJC: una e . El h mbre en el momento
de ir primer
,
tener a go que e 1 . 1 bn por primera vez, atraves
.
e tomoapaa
ra
nusmo en
qu
. al
dis
oner del
lenguaje po Ia ecrr
una prueba
decisivai P t
decir (nada en sus capa
rodo lo que ~ e n g u J a J e PCfd;aeempezar a rec itar el cs.
cidades lingUlstlcas e rmpe
. T r otanrc, por
el
quc Lvl-
Este
concefllO
del sigm lea o ,otHieas del pensamiento
. d las formas no
el
lItro
Srrauss da cuenta
. te ) aparece en . a
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
15/21
r T - ~ - ::==;====:::= .
t ~ que es .un e ido nuevo liberado
gracias ni
InterCambio
de un significante por ot
sujeto de
l
enunciacin a veces hace or lo
que
la con
vencin de la lengua no permite decir, el sentido de su
deseo. /
Con la sustitucin de un significante por otro se pro
duce
ub
efecto de significacin que
=5
potico o de crea:
cln
26.
La expl icacin freudlana del lapsus que sirve tambin
para la ocurrencia
Witz
y para los snrornas, aclaro
igualmente, corno vemos, Jo
que
Edgar
Poe
llama la
gnesis del poema. .
3 El sujeto se somete a la ley del signicante
La fenomenologa, cuando tra taba del lenguaje, se sita
bn en el lado del sujeto hablante
y.
vea en la palabra
una forma
entre
otras de la expresividad corporal: In
palabra se defina como un gesto, es decir, una manera
de
ser-en-el-mundo
mediante
el
propio cuerpo.
El SIlM
jeto hablante es taba, con su gesticulacin verbal ,
~ _ c L ) r i g e n _ d e L s e n t i d o _ d e
sus enunciados.
__
._.
El gesta l ingstico, corno todos los dems, dibuja
su.
sentido por s mismo :37,
Slo despus se constitua la lengua, que no era sino el
conjunto de las significaciones disponibles, la. reserva
las expresiones ya inventadas en tal
O
cual CIrcunstancia
por
las subjetividades hablantes
y
que perteneca a
la
comunidad intersubjetiva.
Ahora
bien , la semiologa
se coloca del lado del destinatario . El mensaje
que
rcci
be este ltimo es
portador
de una informacin s610 cuan
do pueda
ser
diferente.
Para
este destinatario, d e s o d i f i ~
cnr el mensaje consiste en
imputar
ni locutor la eleccin
o
In
serie de elecciones binarias
que
le han
permitido
se
leccionnr precisamente ese .rncnsaje
que
l hn emitido
entre
todos
.los
que
habra- podido construir igualmente
Bcrits
p lt.
51:5.
PP,
pg. 217.
132
con ayuda del cdigo del
que
dispona. Estas operaciones
de construccin no reflejnn en absoluto 10
que
ocurre en
fuente de la informacin, Nada dice que el estado de
esta fuente se preste a las exigencias dC; cdigo. Nntu
ralmcme,
los
cdigos
artificiales estn construidos
de
tal
manera que dan un conocimiento suficiente de
que
ocurre en la fuente. Pero; ya
que
ignoramos quin es
el
autor de las lenguas .naturales, nada nos
permite
pre
juzgar una armona
.prcestablecldn
entre
cl
lenguaje
y la
experiencia. El c6digo y no el emisor decide acerca de
lo que, es
pertinente
y de lo
que
no lo es. Si lo lengua
es un cdigo, es ella
la
que
habla cada vez que
el
sujeto
hablante profiere oigo. La
palabra no
es un gesto
que
llevado a la expres in
verbal el
sentido de
In
experiencia
nn muda, pues la experiencia muda no tiene sentido
alguno
por
s misma. El sentido aparece con el signifi
cante, es decir, con la
primera
oposicin
entre
sf V
no
entre
algo
y
nada.
El
sentido del mensaje
no
es el sen tido de la experiencia, el sentido que tendra la
experiencia antes
de
t oda expresin si lo pudiramos ex.
. presar: ..
Es
el sentido
que la
experiencia
puede recibir
. ri -
un discurso i:fue I articUlara segn cierto cdigo, cs
.decir, en un
sistema de oposiciones significantes.
Latan l-a
insistido sobre esta heterogeneidad
entre
len
guaje
y
la exper iencia. El
hombre
es el ser vivo que
habla: sa es la definicin griega. Pero
In
vida no trans
curre
ntegramente en la palabra.
La
necesidad que tiene
el .
hombre
de expresar sus necesidades mediante una
demanda
dirigido a
otro y
de redactar esta demanda en
laIengun que
habla
ese otro,
a saber ,
la
lengua matero
na, Jo sujeta al signif icante . Sumisin
que produce
en
l
W1
efecto
aberrante
(respecto a una norma
que
encon
traramos en la robusta simplicidad de la vida natural o
. animal):
el deseo
El
hombre
desea en
tanto que
es
su-
jeto;
lo que no
quiere
ya decir origen absoluto del
sentido, sino suje to al signif icante (igual
que
somos,
en una rnonarqufa absoluta,
el
suje to del rey] . En
eec
to, cuando
el
otro
que
es,
por
ejemplo, la madre) accede
a
la
demanda del. sujeto
por
.ejemplo, proporcionndole
133
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
16/21
el alimento o los cuidados requeridos), hace algo ms que
satisfacer una necesidad: manifiesta
que
esta demanda le
agrada, y su respuesta, en consecuencia, traiciona algo de
su capricho, dc su deseo. La respuesta a la demanda
tambin es un testimonio de amor. De ah la inevitable
aparicin de una dimensin de carencia y de insuficiencia
en la relacin entre el sujeto y el otro que le responde.
El objeto particular
dado
en respuesta a la demanda pue
de calmar el
hambre
o la sed, pero ningn regalo basta
para probar el amor. Toda prueba de amor es simbli
ca (en
el
sentido en que se habla de In peseta simb
lica
que
basta para borrar
In
injuria hecha al honor).
En consecuencia, nunca habr bastante. De la demanda
amorosa, que no tiene fondo, si es desmesurada po i amo
bes partes por ejemplo, en la madre primero y en el
nio despus),
brota
el espejismo de un
objeto absoluto
e lobjeto del deseo-
que
colmara la abertura crea
da de esta manera en el hombre por el lenguaje.
El deseo no es ni
el
apetito de satisfaccin, ni la demanda
amorosa, sino
la
diferencia
que resulta al
sustraer el
pri
mero
la segunda
28.
Podemos resumir la oposicin
de la fencmenologfa
y
de la semiologa de la siguiente manera. Para la pr imera
escuela,
el
problema fundamental es el de la rejerencia
(o denotacin); para la segunda es
el
de
la
enunciacion.
La fenomenologa pregunta: cmo un enunciado del
tipo
La
suma de los
ngulos
de un tringulo es. igual
a dos ngulos rectos puede ser considerado verdadero,
cuando sabemos
que
no existe un tringulo perfecto en
el' munab en que vivimos?' i csro que
1
rererermr
al:
semejante enunciado tampoco existe en otro mundo (fir
mamento de los objetos ideales), conviene a pesar de
todo
volverlo a
encontrar aqu
donde estamos)
y
reconstruir
la genealoga de la ciencia remontndose a su origen pri
mero (lo 'percibido) . La semiologa desplaza la atencin
hacia la relacin del
locutor
con
el
sistema significante
e; Bcrits,
pg. 691.
134
que nl pronUnciflr, sus enunciados, le permite fundnr cier
ras lazos entre l y otros hombres
que
hablnn 1n misma
icng.m o el mismo sistema. Entre el sujeto pcrcpiente
del fenomenlogo y el teorema se interpone el signifi.
cante. no Pudiendo este ltimo de ninnuna
manera
de.
rivarse del C\lerpo percipicntc (merced
aIas
nociones de
gestos y dI exprcsin]. Ninguna gesticulacin, nin
g ~ l l l r J
mueca ninguna vocalizacin pueden introducir
por
SI
solas OPosici6n entre el s y no, entre
la
presencia y
ln ausencia
que
est en lo raz de
todo
sistema signifi
cante,
LO.f fJlruclrtf os
~ P e r o
tiene
todo esto
de estructuralismo? La pa
labra
~ C , ~ I g h )
tiene un origen jurdico. Y, cfcctivamcn
te, el cdigo desempea en la comunicacin el papel de
t l n ~ l.ey: es la regla que .hay
que
seguir para producir o
recibir mens:::tjes. Hace falta ver ahora por qu estas re.
alas son unos sistemas provistos de est ructura.
. Para
la Setniologa lo
dado
est constituido por colec
ciones de ~ < l h e n s a j e s ; por ejemplo, grabaciones de re
latos
r e ~ o g l d ~ s por el ant roplogo sobre el
terreno,
o
t l ~ a senc
dc.
cuentos folk16ricos de una poblacin
deter
m n ~ d a
cflnj r
lodos estos documentos como mensajes.
c n n s s ~ e en fl :Jrclm;e como programa de trabajo descubrir
cdigo hn permitido producir estos u atrs perdi
l S o
s e ~ C 1 . l I l m e n t c
posibles . Recorte del corpus en
uni
dudes
m l O l ~ ) 3 S , localizacin de las
clases
paradigmti
..
descllhrlt,l}J[,O D
oe J.?S
feg
?S qlle (lI SaCll
IlS flrtica.
i:l,CJOIlCS e n t r ~ los sintagmas, se es el pan nues tro de cada
da del s ~ m u 5 1 o g o -. Traba jo comparable al del lingista
q.uc estudia ma lengua
an
poco conocida. Dnde re
side el enfoque estructural ls ta en esta manera de proce
der?
Pues bi,en, este l ingis ta
que
estudia por primera
vez una, Iengl
J
8 habr terminado su trabajo cuando haya
establecido Sl ) Gramtica y su Vocabulario. Pero el pro
blema
e s t r u c ~ u r a l ,
lo cual quiere decir comparativo, se
135
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
17/21
plantea en. uno
y
otro caso. El V o c a l : u l ~ ~ i o permite ca-
, I lengua estudiada y la del [ingiiista: al propor-
murucur
a .
1 d
donar la posibilidad de traducir la primera a ? ,Segur a
pone
de manifiesto su isomorfismo. La
r ~ m a t l c a
p an
tea un problema anlogo:- a menos
que
aplique ingenua
mente sus propias categoras gramaticales a la lengua es
ludiada
el
lingista tiene que
e n c o ~ t r a r la
manera de c d ~ n
, , 1 de la lengua estu la-
sidcmr sus propias cntegorras y as . , rales
da corno casos particulares de funciones
g e ~ e
,
rblema
idntico que
como respuestas 1 crenrcs un p. . , - .: o
toda lengua tiene que resolver; aqu t a ~ b l e ~ : n e c e s l l a pr .
-orcionar las reglas del paso de una SlOtUX.15 a
o : r ~
Y s-
~ l l e c e r correspondencias
entre
las rcgl.as morfolgicas de
una y otra. .
pte
est
Si un cdigo cst estructura..o,. porque
s.le
const ituido por una convencion
l n l C I ~ l
con erencia
{I
do
L definicin de un cdigo consiste en ser
otro ca
IgO
a icdud 1 d
traducible
a
otro
cdigo: esta
p r ~ p I c d a
que o
e
me se
llnmn
estructura.
. , d' , I
L
antropologa
de
L v i ~ S t r n l l s
rervin tea
paro SI e
a ,
d
l 'a cuvo programa
ttulo v las atribucioncs e a 5C11110
OgI
. . 1 : )
habla ~ s b o z o d o Saussurc (Saussure deca: eserneto
OgIB
.
p'or o tra par te , se pretende est ructural . En
t 3 ? t ~
es
semiolgica esta antropologa construye una
h l p o ~ ~ ~ : a s
so
bre
la n a t l ~ a l e z a de la vida
s o ~ i a l :
es a concepcron que
podemos calificar de
intercatnbista
segun la cual
d
d ' est
compuesta'
de
individuos Y
de
grupos
__LJ_na sO le _ .
_
ro _
que se
comunican
entre
SI ,
E
P
rimer lugar son las Ineas amiliarcs;
estos grupos en
1 bi de
1:> ican entre s mediante e intercer ro
que se comun bi . reglas
las mujeres obedeciendo este
i n t e r c a ~ la
a -unas n:
;x o rnicas 'cuyo conjunto forma un sistema d
7
? ~ ~ e n t e s
. gLa regla de todas estas reglas es la prohlblclOn
~ I ~ ~ e s t ~
es decir, la prohibicin de guardar a las m U l e ~
res ue corresponden al otrO grupo. En tanto que es es
truc;uraL la antropologa de Lvi-Strauss se
p ~ o p ~ n e
te-
es Al1tbropologie slructuralc Plan, t. J, 1958, pg. 326.
136
lacionar los diferentes sistemas
e
comunicacin. Lo que
puede hacerse de dos maneras: un sistema de parentes
co puede compararse con un sistema de parentesco dife
rente observado en otra cul tura , o bien puede comparar
se con un sistema que regula otro tipo: de comunicacin,
En efecto, explica Lvi-Strauss, existen tres niveles de la
comunicacin social: el de las mujeres. el de las tique.
zas y el de los mensajes propiamente dichos, cuyo sis
rema
es
la lengua,
La
ambicin final de esta antropologa consiste en en
contrar la
manera. de
expresar unos sistemas
por
otros.
Habr que hacer
avanzar
el anlisis .de
dos
diferentes as
pectos de In vida social con bastante profundidad para
alcanzar un nivel
en
que el paso de uno a otro
se
haga
posible; es
decir,
elaborar una especie
de cdigo
universal
capaz de expresar las propiedades comunes a las estructu
ras especficas que dan cuenta de cada especto
.
Si
llegramos
a
este nivel, con este
cdigo universal
ha
bramos encontrado los invariantes de todas las estruc
turas. La diversidad de las culturas. de las lenguas y de
las costumbres se habra explicado ntegramente, es de
cir, se habra reducido a la unidad de 'la naturaleza hu
mana: Y, para dar cuenta de esta unidad de todas 'las
culturas que se adquirir a al cabo del anlisis estructural ,
Lvi-Strauss nos dice .que, habra que postular una acti
vidad inconsciente del espritu humano, actividad que
consistira eneplicar
__unaaj-structuras
ja .Jos contenidos _
siempre diversos proporcionados por la experiencia hu
mana: la diversidad de las situaciones expl icar a la va
ricdad de las culturas, la ident idad del esp ri tu huma
no hara que estas culturas puedan comunicarse entre
ellas,
La nocin de un espritu humano' que inconscien
temente elabora est ructuras es tan vaga que, sin duda,
ms vale renunciar a buscar su sentido, Sobre todo por
que Lvi-Strauss no dice mucho ms acerca de ella. Si
Ia
.. Ibd
pg. 71.
137
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
18/21
r eten a M er leau -P on ry , en un art cul o d on de com ent aba
los t rabajos de Lvi-Srraussi
La tarea, pues, consiste en ampliar nuestra razn
P:Hl
hacerla capaz de entender lo que en nosotros
y
en los
dems precede
y
excede a la razn U.
Como hemos vis to, es exactamente lo que Merleau-Pon
ty e speraba de una int.erpretacin de H ege l en 1946.
La misin de
una
razn amplia da consis te en ente n
der irracional, que se pre se nt a a nt e nos otros
funda-
me nt al me nt e bajo dos aspectos: e nt re nosotros el loco
que excede a la razn)
y
fuera de n os ot ros el salvaje
que la prccede} . De ah la
atencin
privilegiada de la
que se benefician el psicoanlis is q ue, con su concept o
de inconsciente
ha
instalado
la
sinrazn en los que
se
crean sanos de me nt e)
y
la a nt ropol oga social q ue es
tudia los comportamientos arcaicos de los primitivos).
Si
estas
ciencias
p ueden hacernos com pr en der lo
irracio
nal del sueo, del delirio, de la magia O del t ab ,
la
ra
zn del macho adulto occi dent al s uf re una d er ro ta, p er o
en beneficio de una razn ms universal. N ada ms con
forme a esa perpetua superacin de la razn por s mis
ma
que
el e struc turali smo, al ser ste ltimo, al fin
y
al
cabo, la b s qu ed a de i nvari an tes uni vers al es . El est ru ct u
ralista no es sino el repre senta nt e en el terreno antropo
lgico de las exi genci as de la ciencia: igual que la ciencia
del movi mie nto la fsica) es el conocimiento de lo que
en un cambio no cambia,
a
saber, las relaciones invarian
tes entre las variaciones de la posicin del mvil en el
espacio y la fecha de estas posiciones en el t iempo, la
ciencia del hombre es el con ocim ient o de lo que perma
nece constante en cualquier variacin posible, correspon
diendo aqu la variacin al destierro, al viaje hacia lo
ex ti co o hacia lo arcaico.
En todo est o, d nd e encon tr am os m ot iv os de dispu
ta? Tras lo que parece ser una controversia erudita so
bre
las v ir tud es de
talo
cual m t odo, hay un as unto po-
f ignes pg.
54
140
itico,
desde
l u g ~
~ ~ r
todo
el pas, pero s para
la
clase intelectual.
Como hemos visto, la semiologa desplaza todos los
problemas hacia el anlisis de los d is cur sos , y pone en
p r l m e ~ p la no la relacin del e mi sor Con
el
cdigo o, co
mo dicen los lacanianos, del sujeto con el significante.
De
lo ant er io r r es ul taba que el origen del sentido ya no
poda estar situado donde crea encontrarlo el fenomenlo
go n
el
autor del di sc ur so, en
el
individuo que cree
expresarse
sino que resida en el mismo lenguaj e. To
memos un r el at o mtico: el sentido
de
este mito no hay
que busc arl o en la vivencia del n ar ra do r
y
no hay
que
l eerl o como la expr es i n de una consciencia m t ica . El
mi to es un r el at o: la forma n ar ra ti va
de
est a h is to ri a no se
la inventa narrador, sino
que
p reex is te a la n ar raci n
y
p ue de consi de rar se como un cdigo que permite emitir
mensajes m t icos . P ar a determinar el sentido del mito
hay que com pararl o, p ues, con los dems m it os
que
circu
lan en el mismo conjunto cultural y reconstruirse de. ese
modo su cdigo. El na rr ad or e st sujeto a las limitacio
nes de ese cdigo, su r ela to
no
d eb e gran cosa
a
su fan
tasa. De tal forma que el s enti do de sus personajes
y
de
.aventuras est determinado de ant em an o por la gra
ma nc a del r el at o
propia
de su pr ovi nc ia c ul tu ra l:
y
por
ejemplo, si oposiciones Como gigante/enano o prin
c ~ s ~ p s t o r se recogen como significativas en ese
cdi go, el t am a o
y
la profe sin de los personajes ya no
son libres. En consecuencia, el na rr ador del mito se li
mita a actualizar unas posibilidades inherentes al cdigo.
al s.istcma significante al
que
se somete para hablar, y
al fin
y
al cabo, la estructura es la .que decide sobre lo
que
puede
a veces sobre lo que de e decirse en
semejante ocasin.
don
las estructuras y no hombre. El hombre
ya no
es nada. Esa es la enseanza que la opinin ha ex
t rad o de las investigaciones de la anrropologlq estructu
ral
al m en os l ey en do los com en tari os es candal izados de
los ant ed ichos hu mani st as . De todas m an er as lo esen-
cial es otra cosa.
141
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
19/21
Sabemos qu e en su libro P i I '
anlisis del yo
Freud
s ca
oglo
de las masas y
. . consagra un cap , Id
crones que
llama
ma
f
1 1 U o a os
msntu-
.
sas
ar n
Jeja
es 1 1 1
lo
y e ejrcito. Cmo ex
l icar
. a gesta cato lea
hcsi6n de estas asocia .
p J
se pregunta Freud, la co-
o ' crones que
res
l 1 b
t1 cm
po
(persecuciones, derrotas e t C ~
3
d
s
Pj
eue as del
e mundo sabe de dnde
S
e uego, todo
nes de masas; como dice J ~ 1 ~ ~ x ; U fuerza ~ a s o:gl1nizacio.
tuve
1::1
fuerza de
J
irc rna, la
dIscIplIna
consr-
J os eJ CCltOS
P
J
Preud es la docilidad de 1 . di o que asombra a
a esta disciplina, s a c r i f i c a n d ~ ~ v ~ d u o s que. se sometcn .
Su vida.
E st im a q ue
el mor u In dependencia y a veces
llevar al ' individuo a de . csdla
un cll
fuerza. capaz de
. .prCClnr e CSl1 .
ses personales'
hes .. mnnern
sus
rntcre
ra Iibidinnl .
L
a ~ ] d e s d I 6 n de
las
~ m a s a s artificiales, se-
. os so
n
os V Jos
fieles
aman .
f
y
confratetniznn en esta
pasin
comn , a sus
je
es
P t J ~ ~ ~ 1 ~ i c
q ~ e J i ~ :
comentado varias v e c ~ s estas
pginas,
ha
de la Iglesia o
cqa
ue
esdte
alzo]
amoroso
entre
Jos fieles
. , , . mara flS
e campo de b t
[l[Ula medinnr 35 u a a se cons-
_ e e rscurso
El
la . b .
Instituciones
-Iglesias
c'r 2 0 es
SI ltco:
las
exacta medida en q u e J ~ 1 t O S j se
manuene
en la
fundan o 10 q
~ a n l t e n c n
os smbolos qu e las
, ue
es 19U1l
un .
En estas comunidades Ot ' d
JSIstema
srgm
lean
te.
.
garuza as a or t doxi . 1
a la es[ricta observancia d l , o oxra equrva e
. de una cierta manera e ~ p l e ~ r
i
orlmas: se
debe
hablar
En cualquier ortodox'l a d
dPadadbras
consagradas.
d
a
1
entr a el
es ecisivn- y despu
d S
srgm icanres
. es ca
cua es
Ob
d
dedos
como
pueda.
.muy
1
re e enten-
As, como pensaba MalJarm a lterar I
: .
formas significantes sera s b ' la e eng\.Hlle las
di , , .
u
vertrr
a a
com .d d L
can Ira, en Su seminario de 197 .un a a-
e lazo social.
Esta
f6rmula sin
d
que
e) d,scu rso
-funda
sin
qu e Se
ha
dado de lo ' u a, la meJorfxpre
tes estructuralistas. que se venulaba en los deba-
Ha y
qu e
destacnr
que en 1921 F
ejemplo
al ejrcito alem 1
reud
~ I t a b a corno
35 . _ n . y a .Iglesn .jrornana;
Ver Sltuatlon de
.
s h
l
. .
.: .
1(1
On a
touch nu ver;y cLrMyse.
en 1956),
Bcrits,
pg; 475.
. tlJlqtle el les Leltres
14 2
estos e jemplos eran
los
ms' natura les en
ese
momen
to
(aunque Freucl sugiere que las organizaciones po
lt icas, tales como el partido socialista, podran reem
plazar en el futuro a las organizaciones religiosas); pero,
en la Francia de 1960, las masas artificiales) con las
que un intelectual puede encontrarse seran
el
partido
comunista (o incluso los pequeos grupos de extrema
izquierda que suean con arrebatarle su posicin de di
reccin revoloconnria del proletnriado) y las diferentes
sociedades de psicoanlisis.
. La
tesis principal de los semilogos adquiere una
sig
nificacin polt ica en este
contexto.
Pone
en entredicho
los poderes qu e ejercen estas insti tuciones sobre sus su
jetos. Si es verdad que el
significante
es exterior al su
[cto,
los
discursos polticos de la sociedad industrial son
amllogos a los relatos 'mticos de los pre tendidos primi
tivos.
En
ambos
casos, un
lenguaje precede
a los indivi
duos
y
sustenta
la
comunidnd,
permite
n
todos contar
10
que les ocurre, sin duda no como les ha ocurrido, sino
de la forma que los
dems
pueden entenderlo. La satis
faccin qu e el mil itante exper imenta al
o r
las alocuco
ncs de sus jefes o al leer
el
diario comunista
L vmant
es
comparable al alivio
que siente el
indio enfermo cui
dado po r el
cbamn
de la tribu qu e se cita Lvi-Strauss en
su
artculo sobre
la
eficacia simblica 31. En Ambos ca
sos, se trata
para
un individuo de ser re in tegrado en su
comunidad mediante los efectos del smbolo. Lvi-Scrauss,
que
po r
su
parte
compara
el
chamn
indio
con
el
psico
analista de las sociedades occidentales, concluye en estos
trminos:
El
cbamn
proporciona a In enferma un
lenguaje
en el
. cual se pueden expresar inmediatamente estados
Informu
lados e informulables por otro camino. Y es
el
paso a esta
expresin verbal (que permite, al mismo tiempo, ivlr bajo
una forma ordenada e inteligible una experiencia actual
que, sin ello, seda anrquica e inefable) lo que provoca el
:J1 Anthropologie structurale,
I, cap. X.
143
-
7/23/2019 Descombes V Semiologa
20/21
desbloqueo del proceso fisiolgico, es decir, .Ia reorganiza
cin, en un sentido favorable, de la secuencie cuyo desen
volvimiento sufre
la
enferma 38,
El teorema semiolgico sobre la exterioridad
d eI
sig
nificante tiene, pues, corolario poltico: Ideolo
gas polticas, como se
d e ~ o m i n a n
a mismas,
nuestras sociedades son estrlctamentc mitos; y su efi
cacia simblica (confianza de los fieles, adh.esi6n de las
masas) no garant iza en absoluto su a , d ~ c u a c l n a la rea
lidad de la que pretenden hablar. Levl-Srrauss ha obte
nido