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  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    1/21

    cin,

    por

    esa mediaci6n, se traduce en filosofa de la

    praxis: filosofa de la historia o filoso.r poltica.

    Como vemos, la tesis lingstica ., 1a palabra, gesto ex-

    presivo) y la tesis poltica Iapraxis lugar del sentido de

    la h is to ri a) son indisociables. T ambi n los dos ejes, d e la

    semiologa la teora del signo) y de la teora de la historia

    van a

    definir

    el

    plano sobre

    el

    que se trazarn las

    evolu

    ciones posteriores de la filosofa francesa.

    stas

    coorde

    nadas nos permitirn apreciar en

    Que sigue .lss . posi

    ciones respectivas de unos

    y

    otros.

    4

    3

    Semiologa

    El panorama intelectual en 1960

    La ambicin

    de la

    fenomenologa francesa era basar

    una filosofa dialctica de la histo ri a en una fenomeno

    logia del

    cuerpo y

    de la

    expresin. La generacin activa

    a par tir de 1960 denuncia la dialctica como ilusin

    y

    rechaza

    el

    enfoque fenomenol6gico delIenguaje. La opo-:

    sicin parece t ot al , o quisiera serlo, e nt re la d oc trin a do

    minante de la po st gu erra

    y

    lo que pronto. va

    a

    recibir

    entre la op in i n el n ombre de estructuralsmo

    La dialctica era la tierra p ro me ti da reducido n

    cleo existencial dc 1950. El mayor reproche posible era

    ___tener..unpensamiento_pocojiialctico .Despus

    d e _ 9 _ 6 ~

    la dialctica sigue en

    el

    centro de la discusin, pero pasa

    al banquillo de los acusados; En ella se

    vela

    forma ms

    insidiosa de la lgica de

    l

    identidad, considerndose

    sta a su vez.como

    la

    ilusin filosfica por excelencia. Los

    filsofos de la poca e struct ura li st a en este p un to reco

    bran una vena bergsoniana: lo que llaman lgica de la

    identidad es la forma del pensamiento que no puede

    representarse lo otro sin reducirlo a

    mismo que sub

    ordina la diferencia a la identidad. A esta 16gica de la

    identidad se opone un pensamiento de la diferencia. Se

    puede ver en. este cambio de o ri en tac i n,

    y

    en la reno-

    105

    DESCOMBES V. (1988) Lo Mismo y lo otro. Cuarentay cinco aos de filosofa francesa (1933 - 1978).Ediciones Ctedra, Madrid.

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    vecion del i nt er s por Nietzsche que le acompaa, el

    ef ect o de la l ec tu ra

    de

    Heidegger

    . La

    c O J ? t I ~ d i c c i 6 n

    de la . fenomenologa francesa habr

    la siguiente: querer Impugnar el pensamiento

    ob

    jeuvo responsable de las ant tes is del tipo el alma v

    el cuerpo, pero

    pretender

    ha ce rl o v ol vi end o a un cogto

    v er da de ro . Si

    el

    pensamiento

    objetivo es

    aquel

    que

    empobrece

    el

    mundo reduciendo

    cada cosa a no ser sino

    el obj eto de una repr esentaci n, el

    cogito

    verdadero

    que seda el percipio no es menos objetivo u objetivan.

    te, como tambin se deca) que el j ui cio ci ent fi co. La

    f en om en ol og a , al e le gi r q ue da rs e en la p er sp ec ti va caro

    tesiana de las filosofas de la

    c o n c i e n c i ~

    es ndudn

    blemenre idealista. No ha hecho sino refinar la correla

    cin

    entre

    la cosa reducida al

    objeto

    y ci pensamiento

    reducido a la conciencia: que este objeto en lo sucesivo

    sea pe rs pe ct iv o M et le au -P on ty ) o

    que

    esta concien

    cia

    SC..

    a si mi la da a

    la

    nada Sartre

    nada cambia en lo

    esencial, que es

    la irrupcin del yo

    en

    In

    ecuacin del

    ser

    y del ser para mi. Ah

    donde

    Parmnides deca: el ser

    es, la filosofa moderna proclama

    que

    el ser es para m,

    La fenomenologa e st , pue s, encerrada en el ci erre

    de la representacin como dir Derrida en la medida

    en que m ant iene el

    principio

    del

    su;eto.

    En este

    punto

    la

    crtica de la fenomenologa converge con la crtica de

    la d ial c ti ca . En e fe ct o. qu es un sujeto? Llamamos

    sujeto) o

    so po rt c ) a

    un

    ente

    cuya

    identidad

    es lo

    bastante

    firme para

    permitirle soportar,

    en todos los sen- .

    tidos de la palabra sostener, servir de fundamento, re-

    Pata Hegel, el a su nt o del pensar es el pensamiento en tamo

    que

    concepto absoluto. Para nosotros,

    el

    asunto del pensar es,

    en trminos provisionales, la diferencia en tanto que dlferencia.

    Ldentitt

    u

    Diierenz,

    Neske, 1957,

    pg.

    37).

    1

    jeen

    Bcaufret, Inlr. aux pb. de l existence, pg. 121. En el

    mismo.artculo,

    fechado

    en 1947, Beaufret escriba: Mientras

    que la filosofa mantenga, bejcJa forma que sea, en la raz de

    sus propias

    certezas

    la interioridad del existente-sujeto, estar con.

    denada a organizar siempre la invasin del mundo por una he.

    morragia

    de subjetividad

    pg.

    130).

    106

    si st ir la prueba , el cambio, es decir, la alt eracin. El

    sujeto sigue siendo el mismo,

    mientras

    que se

    modifican

    las cualidades accidentales. Desde Descartes, el ms sub

    jetivo de todos los sujetos es aquel que est seguro de

    su identidad, el ego

    del

    ego

    cogito: tambin

    se r es er va

    una cuali dad de la s ubje ti vid ad para la conciencia. Pero

    qu

    es la dialctica si no precisamente un concepto su

    perior

    de

    :: identidad

    la

    identidad

    e sp ec ul at iv a , o

    id en tid ad e nt re la i de nt ida d y la n o-i den ti dad ) que

    conduce a reconocer lo absoluto, no como sustancia, sino

    como sujeto Heg el)? El doble asalto c on tr a la concien

    cia fenomenolgica y contra la lgica de la identidad va

    a efectuarse bajo

    el estandarte

    de

    una

    cruzada nica con

    tra

    el

    sujeto en

    general.

    Pero po r qu s ig nos r ec on oc er em os la ruptura de la

    cadena

    que

    retiene a la fil osofa

    dentro

    de aquello de lo

    que quisiera huir: la r ep re se nt ac i n, la identidad, lo nc

    gativo, el

    sujeto? Naturalmente,

    no

    bastar

    con

    que

    es

    tas palabras sean sencillamente borradas del vocabulario.

    Nos

    guardaremos

    de confundir el

    deseo

    de

    alcanzar la

    tierra prometida con el he cho de estar en ella.

    Ocurre,

    po r ejemplo, que el s uj et o se d ec la ra su pe ra

    do

    ah donde nicamente se va lo ra

    lo

    impersonal o lo

    annimo en la expe rie nci a: c om o si sujeto y persona

    slo fueran uno. Mucho se ha tratado en la fi losof fa fran

    cesa r ec ie nt e el asunto, del campo trascendental sin su

    jeto) el o ri ge n hacia el

    que

    nos haran

    remontarnos

    las

    reducciones fenomenolgicas no sera

    el

    ego

    absoluto

    de Husse rl que

    presenta

    toda clase de

    inconvenientes:

    s ol ip si sm o, e tc .) , s in o un modo de se, de origen neutro

    ni yo; ni t), a partir del que se formara luego el ym>.

    Asistamos ya a movimientos de este tipo en Merleau

    Ponty. Pero la au se nc ia de un sujeto personal equivale

    a

    la presencia de un sujeto impersonal.

    En

    muchos partes

    3 a exp resi n parece ser de

    lean

    Hyppolite. Ver

    la

    referencia

    y

    la

    discusin

    en Derrida, OG,

    pgs.

    84-85.

    Todo esto proviene,

    m s o menos del artculo de Sartre: La trenscendance de I ego

    1938; reeditado en Vrln, 196.5 .

    107

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    de victoria sobre

    EL

    SUJETO, no es deficil Ieer, en rea

    lidad) la promocin de nuevas subjetividades .

    El cstructaralismo

    Hablando con propiedad no hay filosofa estructura

    Iisra que podamos definir

    y

    oponer, por ejemplo, a la

    escuela fenomenolgica. Estructuralisrno, despus de

    todo} slo es

    el

    nombre de un rntpdo cientfico.

    Pero

    indudablemente exisre un

    efecto de l

    estrucruralismo: en

    el discurso filosfico. Debemos, pues} preguntarnos el

    po r qu. El efecto es el siguiente: las desconstrucciones

    han ocupado

    el

    lugar de las

    descripciones

    . .

    La fenomenologa era la

    descripcin de los fenmenos

    Se optaba

    po r atenerse al fenmeno y decir lo que distin

    gua a un fenmeno de los dems. Pero, como .se admita

    q ue f en m en o

    quera decir apareciendo ante la con

    ciencia, esta decisi6n inicial de describir conduca a P -

    ue r entre parntesis la existencia en s de la cosa feno

    mnica, y, en consecuencia, afdentificar el ser y el sen

    tido. Esa era la

    funcin

    de a (deduccin: la cosa es

    reducida al sentido qu e ofrece a la conciencia

    Convena entonces, en un segundo mo me n to , d e mo s tr ar

    cmo

    la conciencia constiroa,.3

    partir de lo qu e

    le era

    dado

    (a saber) las impresiones},

    unobjeto

    .que tena pre

    cisamenrc

    este sentido

    por

    ejemplo,

    el

    cubo Juera de

    la conciencia).

    Porquestareduccin del ser-al-sentido p.Husserl.Ja

    presenta siempre como

    un acto Iibre,

    cuya

    realizacin

    podemos decidir.

    En

    realidad, los fenornenlogos nunca

    , Por ejemplo. Louis Althusscr da esta definicin de un con

    cepto no idc >16gko de la hlstorla. la historia es un proceso sin

    sujeto. Enciende

    por

    sujeto la

    persona

    en sentido jurdico.

    o

    qu e

    le permne nrribuir nicamente a Hegel

    el

    mrito de

    haber pensado el primero la historia como un proceso sin suieto

    SIn duda, la

    palabra espritu,

    bastante

    frecuente

    en

    Hc=ge1

    habr escapado a la e lecrura sintomtica de Althusser (cfr. su

    contribucin a

    Hegel el la pense modeme

    P.U.f., 1970,

    p

    gina

    106).

    10 8

    han logrado justi ficar decisin inicial de p o ~

    que) sm embargo, 1 decide todo. Lo qu e se manifiesta

    en la reduccin ferl.omenol6gica es un prejuicio. a saber,

    que no

    es posible ir ms all de la experiencia,

    y

    la ex

    pericncia siempre es

    vivida por alguien Dicho

    de otra

    manera, no es posible distinguir entre ser y se r para

    m.

    Todo

    lo que es tiene

    qu e

    poderse describir como el

    sentido que presenta la vivencia de

    alguien (cvivcncia

    traduce

    el

    Erlebnis

    husserliano)

    G. Po r

    ejemplo, mi vi.

    venda tiene el siguiente sentido: estoy percibiendo un

    cubo, const ituyo la unidad de

    senudo

    cubo- a partir de

    la serie de caras y de perfiles) que veo sucesivamen

    te, etc. Tomemos ahora los ejemplos del sueo, de la

    locura o del mito.

    Cmo recibir lo que dicen el saa

    dar, el alucinado o el narrador del Jilto? El relato del

    sueo,

    el

    delirio y la palabra mtica son siempre .la

    x

    presin de Una experiencia particular; la experiencia on

    rica

    del rnundo en

    el

    primer caso, la experiencia esquizo,

    frnicn en el segundo

    y

    la experiencia mtica en el tercero

    Estas son otras tantas maneras de existir, de ser en-el

    mundo ,

    Junto

    a las dos

    formas

    de experiencia que nos

    son

    f a J ~ u h a r e s

    la experiencia cientfica

    y

    la experiencia

    perccpnva, debemos contar con otras vivencias, Y omo

    la vivencia es el origen de la verdad, el

    anlisis

    Ienorne,

    nolgico,. por ejemplo, del mito, consist ir en describir

    la consciencia mtica, es decir ,

    el sentido

    que tiene

    e l

    mundo para alguien que tene un a experiencia mtica

    de

    l.

    ~ _ S i ~ _ ~ _ ~ ~ e algo_ al mismo tiempo lo que vi

    ve (

    .. .

    ), entonces

    el

    lo o e1soaam

    . l

    sujeto -

    de

    la

    percepcin deben ser credos segn su palabra, y nica.

    mente debemos aseguramos de

    qu e

    su .lenguaje exprese

    adecuadamente lo que viven 6.

    Si insisto en los ejemplos del sueo

    el.delirio y mito,

    se debe a que sern los objetos privilegiados del anl isi s

    5

    En francs el ~ j t i ~ o vcu

    ~ n n o t a

    la ~ r e f e r e n j s a vivo

    a la p:ensa sensacionalista, a la l iteratura testimonial {e Yo es

    ehe,

    Una hora con De Gaullc,

    He

    vivido todo esto). .

    PP, pag. 335..

    109

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    estructural,

    Pronto

    veremos cmo ste se niega a cual

    quier

    intento

    de -trntar el enunciado que se analiza como

    expresin de una vivencia.

    Dcsconstruccin parece designar

    una

    operacin ncga

    r ~ v E 1

    ah donde descripcin sugera la simple recepcin del

    dato.

    En realidad, el positivismo fenomenolgico del

    que habla Merleau-Ponty nunca ha s ido esa vuel ta a

    las-o

    cosas

    mismas,

    ni esa decisin de atenerse a

    lo dado

    que deca ser, pues no est en absoluto dado,

    como

    un

    hecho que bastar a con descr ib ir ,

    que

    10

    dado

    sea

    dado

    a una consciencia, en una correlacin notico-noem

    rica, etc.

    Que el

    ser sea para

    ciertamente

    no es Jo

    que me ensea la experiencia, es

    una

    decisin previa a

    cualquier experiencia. La

    desconstruccin,

    es

    el mto-

    do que resulta al

    poner

    en evidencia esta ingenuidad fe

    n.omenolgica. Esta palabra desconstruccin primero ha

    SIdo propuesta

    po r

    Derrida pa ra t raduci r la

    Destrulaon

    la que habla Heidegger en

    Ser

    y

    Tiempo

    y de la

    que

    dice que no tiene que

    entenderse

    en un sen tido negat ivo

    (derr. ibarJ, sino muy positivo (delimitar) , Antes de que

    Derrida 1 1.troduzca este

    t rmino que

    luego ser amplia

    mente utilizado, slo 10 empleaban los gramticos,

    para

    Jos

    que.

    designaba el anlisis de la

    construccin

    de

    una

    frase, construccin

    que

    no aparece sino en

    el momento

    de descomponerla

    med ian te una

    desconstruccin.

    Por

    ejemplo

    las reglas de la

    construccin

    potica se descu

    bren. con I? trasposicin

    del

    poema a

    una

    prosa de refe

    rcncia equivalente. A pesar de todo, la ambicin de

    una

    desconstruccln en la filosofa consistira en demostrar

    la manera en

    que

    estn construidos los discursos filosfi-:

    coso

    La meta de la desconstruccin es

    proponer una teora

    del

    discurso filosfico (igual

    que

    la potica

    es la teora:

    del discurso potico). Semejante

    programa

    es netamente

    crtico: el enunciado filosfico cree o

    pretende

    obedecer

    a la cosa misma, quisiera l imitarse

    a

    manifestar

    mostrar

    dejar ser aquello

    que

    invoca como su re:fere'nte. P e r ~

    la desconstruccin de es te enunciado deshace

    esta

    ilu

    son.

    l

    enunciado no est as

    construido

    porque

    refleje

    la cosa misma y

    para permitirle

    decirse ante

    nosotros.

    110

    El enunciado est constituido en

    razn

    de las limitaciones

    inherentes al discurso filosfico. Aqu ocurre lo mismo

    que

    en

    el

    caso de 3 poesa. Si un enunciado potico,

    po r

    ejemplo,

    Oisive icuncssc

    A

    tout asservie,

    Par dlicaressc

    j'ai

    perdu ma vie.

    Ah

    Que

    le remps viennc

    ou

    les coeurs

    s'prenncnt.

    Rimbaud)

    .

    presenta

    unn

    construccin determinada no es en absoluto

    porque

    un estado vivido (pena, deseo) haya suscitado

    esta forma de expres in

    P:U3

    manifestar a travs de ella

    su sen tido, incluso en lo

    que

    tiene de inexpresable y de

    indecible: el

    poeta

    no a ti ende

    tanto

    a lo que le confa

    su corazn s

    a

    lo que le dicta la lengua francesa,

    cuyos recursos

    y

    lmites or-iginan una pot ica a la

    que

    obedece este poema.

    Po r I

    dems una expresin potica

    est

    tanto ms

    codificada cuanto

    rmis

    se qu iere p rxima

    a no se sabe qu l ir ismo espontneo de la vivencia inme

    diata. Cuanto

    ms

    busque

    el poema la eficacia scntimcn

    tal , ms se acercar a las formas populares de expresin,

    cuya regularidad

    .raya

    en

    el estereotipo

    (cancioncillas, can

    ciones de nios}.

    Como

    en este poema pesimista de

    Laforgue:

    Quand csr mort, c'est pour de bon,

    Digue dondnne, digue dondaine,

    .Qunnd on ese mort, c'est pour de bon,

    Diguc dondaine, digue dondon

    En

    consecuencia. volvemos n topar. p..-ro en un

    nueve

    vocabulario.. con

    d

    prohlcmn que hemos ( . ~ , ( ~ ; , )

    r ; ~ d o

    des

    de

    el

    principio. Lo iiusin del discur:

    , : ) : ; ~ , r . : . C O ) 1

    que

    Ociosa

    juventud

    de iodo esclava,

    por

    - : . ~ - ;C ::Cl

    pcr-H

    mi

    vida. / Oh ,

    que llegue el

    do

    en

    ct:c r . ~ : : ( ' : ) ~ : O l l C 5

    enamoren.

    Cuando : ~ : : . 1:lJC:LtO. est bien mu,.:,c :

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    para

    con-

    desvelara

    la

    descoustruccn,

    cup. .:: i:i:; en el

    trnsito del genitivo obietiuo al p otl: o

    ,\;

    .:, . ::: en el

    discurso de la casa misma

    qu e

    i J r ; ~ ; i ~ :,, :: , :

    i i i o ~ o H a .

    La cosa misma nos habla por

    el

    canal de 'io

    filosfico.

    P ero , por qu : 1 d r l l : 1 r ~ ~

    i r:

    :;.:; -.:

    , >

    suscitar la pregunta

    ccl

    l i ; l . ; U l : ~ , _ ;

    J:,;iusniicu;: /\qu ;

    viene distinguir tres . cstructuralismcs: ,

    1. en tamo .que es el mtodo del anlisis ef,iri/{:< lral,

    el estructuralismo es ms antiguo qu e la fC JonleriQlogfa

    francesa, y completamente ajeno al debate- que vemos

    esbozarse; . .

    2. en tanto

    que se confunde con la semiologa (teora

    del signo), el estructuralismo hace entrar , ~ ~ crisis, a la

    fenomenologa oponindole victoriosamente una concep-

    cin distinta del sentido:

    3. en tanto que slo es una orientacin de la filo

    sofa, el csrructuralismo no es sino

    el

    nombre con

    el

    que

    se ha dado a conocer a la opinin, la conversin de la

    filosofa en critica de la fenomenologa, as como de lase-

    miologla

    y

    10

    original de

    este

    cseructurallsmo nmero

    3

    reside en preocuparse muy poco

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    6/21

    tas segn

    la

    moda, arregladas. diversas maneras,

    A n t e

    ::: ,1;l

    p l : : i c : ~ :

    :L .

    este rr.oclo hay

    sino

    U;-:;,[

    o.:.:;:i.n (;.>:;;: rl::::r,;:s C ~ ) l : t ; l : ;

    amor

    se

    pucdc.. .;,>,:, J V J : ~ i q l H : ~ : ; ; con .ryrnln

    (.h: lo,5.elemen

    tos

    propc-cror.ados

    po r :1 i r. i-c del

    Ci10r

    Jourdlln? HlY

    dos

    etapa:.. en Ia

    resolucin

    de e st e p ro bl em a:

    1. identificar los clementoa, y proceder para ello al

    desglose del conjunto dado

    la

    frase del seor jourdain)

    en segmentos elementales: ,

    2. descubrir las diferentes maneras de componer es

    tos e leme nto s, de manera

    que

    obtengamos mensajes d

    fcrentes

    los

    unos de los otros.

    En efecto,

    el

    maestro de filosofa se aplica a ello con

    feccionando la

    lista

    de las frases que se obtienen me

    diante .un simple cambio de lugar en la

    f r a s ~

    de dos

    segmentos, descubriendo en cada uno de estos, Intercam

    bios

    una posibilidad

    m CY 1

    de mensaje.

    1)

    (2)

    J)

    ;

    (5)

    I) Bella marquesa

    u,

    me hacen

    morir

    de amor

    hermosos

    ojos

    U)

    De amor

    morir

    me hacen

    bella

    arquesa

    hermosos

    ojos

    IlI)

    Sus hermosos

    de amor

    me hacen

    bella

    morir

    ejes

    marquesa

    IV )

    Morir

    sus

    beUa

    de amor

    me hacen

    h ~ n n O S O T a r q u , ,

    OJOS

    {V) Me hacen

    sus

    morir

    bella

    de amor

    h ~ r m o s o l

    marquesa

    t

    JOS

    etc. etc.

    ctc.

    Cada una de las frases propuestas. por el maestro de

    filosoa-es lo que se llama en lgebra una permutacin.

    114

    Los ejemplos proporcionados demuestran qu e

    la carta

    de

    a mo r solicitada por

    el

    seor

    jourdnin

    comporta cinco

    posiciones sucesivas, e nt re las que hsv. pues, que repar

    tir los cinco segmentos de la frase a condicin de des

    p re ci ar , para si mpl if ic ar, una v ar ia nt e que el p ro fe so r in

    tro du ce una vez: sus

    hermosos ojos

    /

    sus ojos hermosos .

    Cada una de las cartas de amor posibles est estructura

    da

    por una relacin de orden.

    En

    c ua nt o al conjunto de

    cartas

    posibles, es un conjunto provisto de

    una cst ruc

    tnra de grupo, ya

    qu e

    co rre sp on de a las

    12 0

    permuta

    ci on es po sib les de ci nc o e le me nt os , de las que p od r am os

    trazar

    el

    cuadro. Veamos:

    a eeebclla marquesa; b = su s hermosos ojos; c

    ee cm e

    hacen; d ee emorir: e ee

    ede

    aman>, Escribiremos

    1) a

    cd

    e

    (11) e d e a b

    etc.

    Por otra

    p ar le , esta actualizacin de la e st ru ct ur a

    al-

    gcbrica no c on st it uy e sino

    el

    primer paso de un anli

    sis de la ca rta de a mo r en cue sti n, d ib uj n do se despus

    los verdaderos problemas con la

    pregunta

    del s e or Jour

    dain: .

    Sr. Jourdain.-Pero,

    de

    todas

    esas maneras, cul es 13

    mejor?

    El maestro de

    l i l o s o l l a . ~ L a que

    usted ha

    dicho:

    Bella

    marquesa, sus hermosos oios me bacen morir de amor.

    y e fe ct iv am en te , p ar a c on te st ar como lo hace el maestro

    de filosofa, hara falta haber e nc on tr ad o una s ol uc i n al

    problema del

    sentido.

    Todas las permutaciones son de

    alguna manera equivalentes: tienen el mismo sentido.

    En el cdigo utilizado aqu, este sentido no tiene nad a

    que ver con un juicio adulador sobre los ojos de la mar

    quesa, como t ampo co se d ir ig e a informar a esta amable

    persona del e fe cto

    qu e

    producen sus ojos sobre

    el

    se

    or

    J o u r d a ~ n .

    T od as las p er mu ta ci on es dicen 10 mismo,

    115

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    7/21

    si estn dirigidas

    la

    marquesa, a saber: Esto es una

    declaracin de amor. Declaracin que est entresacada

    por

    lo

    dems, de un conjunto convencional cuya lista

    empieza a hacer el maestro: Bella marquesa,

    el

    fuego

    de sus ojos reduce mi corazn a cenizas, cte. Pero desde

    otro punto de vista, las permutaciones no son equivalen

    tes, hay una que es mejor que

    el

    resto. El estructuralista

    debe, pues, distinguir la denotacin, que es la misma en

    las 120 declaraciones de amor,

    y

    la

    connotacin,

    que

    cambia cada vez. A la permutacin nmero 1 se une,

    por un convencin, la connotacin de

    ]0

    natural, que

    es, al mismo tiempo,

    la

    mejor en

    el

    cdigo retrico del

    siglo

    XVII;

    a otra permutacin, el cdigo clsico asociar

    la connotacin del preciosismo o de

    1 oscuro. Para

    ~ c g l l r mds lejos en esta materia, ahora habra que remi

    tirse a Roland Barrhes, que ha identificado significado

    de connotacin e ideologa (este ltimo trmino con

    siderado en sentido sociolgico, cuando, no marxista):

    El

    futuro,

    escriba,

    est en

    una Iingtllatlcc

    de la conno-

    racin,

    u s Ja sociedad

    desarrolla

    sin cesar,

    a partir

    del

    sistema primero que: le: proporcion el lenguaje humano

    sistemas de sentido segundos .

    Estos sistemas segundos son las mitologas, los dis

    cursos que forman la ideologa (la representacin que la

    sociedad ofrece de s misma. La sociedad se

    habla

    a s

    m ~ s m

    como habla la moda, el deporte, grandes

    tnces,

    el

    poder: de ah el programa de un anlisis es

    tructural del discurso de la moda

    del

    disurso del

    poden>, etc.

    i nos referimos a muchas introducciones al estruc

    ruralismo disponibles en

    el

    mercado, a menudo encon

    traremos la siguiente respuesta a la pregunta del anlisis

    estr :lc.tural que nos planteamos aqu: que

    el

    mtodo de

    anliSIS

    sea es.tructuralista quiere decir que en el objeto

    - E l ~ e n / . s .

    smio{ogie IV,

    2

    (recogido a ~ n t n u a c i 6 ~ del

    Degr zro de l ecrture,

    Gonthir, 19M:,

    pg .

    164).

    (Traduccin

    espaola

    de

    A. Mndez ,

    Elementos de semioogia, Madrid,

    Al

    berto Corazn,

    1971.)

    116

    analizado

    el

    sentido depende de la disposici6n de las r-

    tes. En definitiva, el estructuralsta se habri a dado cuenta

    de que no se puede aislar un elemento de su contexto

    y

    que todo est ligado. Esta definici6n, que recupera de

    hecho la buena.

    y

    vieja definicin del plan t n ~ querida

    por los profesores de letras, es evidentemente inadmisi

    blc. Descansa sobre la mismo noci6n romntica de tora

    lidad viva, al igual u la nocin de

    Gestalt.

    En reali

    dad,

    la

    nica definicin aceptable de la estructura es la

    que proporcionan los matemticos. En consecuencia, en

    Francia conviene dirigirse a Bourbaki:

    Ahora podemos ensear lo que hay que entender, de

    una manera general, por una estructura ma/emtica. l

    rasgo comn de las diversas nociones

    designadas

    bajo

    este

    nombre genrico consiste en que stas se aplican a con

    juntos de elementos cuya naturaleza

    no est especificada;

    para definir una estructura consideramos una o varias

    re -

    laciones en las que: intervienen estos elementos (.. . ); se

    postula a continuncin que In

    o

    las relaciones dadas

    satis

    lacen ciertas condiciones (que enumeramos) y que son

    los

    axiomas

    de estructura indicada.

    Formular

    la teora axiomtlca

    de

    una estructura

    dacia

    es

    .deducir

    todos

    Ins

    consecuencias Igicas

    de

    los axiomas de

    la estructura, eliminndose cualquier otra hiptesis sobre

    los elementos considerados (en particular, cualquier otra

    hiptesis sobre su naturaleza propia) 8.

    En .ese sentido, el nico filsofo en Francia acorde con

    el mtodo estructuralista as definido es Michel Serres.

    Efectivamente; entiende la estructura en su sentido ma

    temtic y

    no en

    el

    sentido arquitectnico (disposicin

    -deIas

    partes de modo que todo se sostiene) u

    orgni

    co (en

    lo

    vivo, todo est ligado a rodo). Proporciona

    una .exceleritc definicin de cmo puede ser practicado el

    ~ n i s i s

    estructural, en las ciencias de

    la

    cultura:

    .8

    L erchirecture des marhmatiquea, Les gTands,courants de

    la pense mathmatiqtie;-.ecl., des, Cahiers

    du

    Sud,

    1948,

    pgi

    nas

    40-41 (treduccin

    espaola (de

    Ia introduccin

    de obra) de

    Hcrnndez, Las grandes corrientes del pensamiento matemdtico,

    Madrid, Alianza, 1976).

    117

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    8/21

    En un contenido cultural dado, sea Dios, mesa O palan

    gana, un anlisis es e st ruc tur al y sic es estructural si)

    cuando destaca ese contenido un modelo

    g.

    En Otras palabras, el anlisis estructural parte de la es

    tr uct ura , es decir, de relaciones d ef in id as de m an er a pu

    ramente

    formal mediante lgun s propiedades, de las qu e

    est provisto un c on ju nt o de elementos cuya naturaleza

    no se

    precisa;

    y,

    a

    partir de la

    estructura,

    as planteada,

    el

    anlisis

    muestra qu e talo cual contenido

    cultural

    un

    sistema de parentesco, un mito) es un modelo de ste

    0 como tambin se dice, una representacin.

    Qu

    se

    ha demostrado entonces?

    Ni

    ms ni -rnenos .que e st e con

    tenido es

    isomorfo

    respecto a un cie rto n m er o

    de

    otros

    contenidos. La estructura es precisamente

    lo

    que se con

    serva en un i som orf is mo

    10

    entre dos conjuntos.

    El esrructuralismo no es otra cosa que un mtodo

    comparativo, t an to en ma te mt ica s

    Bourbaki)

    como en

    antropologa. En Franela, Georges Dumail es

    el

    primero

    que ha demostrado las

    virtudes de

    la comparncin

    es

    tructural: en lugar de confrontar los dioses y los relatos

    de los diferentes pueblos desde el punto de vista de l

    contenido, se ha r ev el ado mris fructfero hacer una com

    pnr in formal; en lugar de comparar un dios indio v

    un dios romano, para obtener

    s m j nz s

    entre ellos

    Jo

    que adems constituye la

    I r mu la de

    cualquier

    sincrctis

    mo religioso, y pe rmi te llegar a cualq uier resultado-c-,

    conviene comparar

    los

    panteones e ntr e s, es dccir , los

    conjuntos antes qu e los elementos,

    y

    las relaciones antes

    que los trminos. Lo que se conserva de un conjunto a

    otro, dentro de una misma rea cultural, son las rela

    ciones e nt re los e le me nt os , las e st ru ct ur as . D um a il de

    muestra as cmo de un pueblo indoeuropeo a otro

    I La cotmaunication, Minuit, 1968, pg. )2 .

    10

    Traduzcamos los elementos, las relaciones y las opera

    ciones de un co nj unt o

    E ;

    hay isomorfismo entre

    E

    y

    E

    si

    la

    rraduccin de un r esulta do que era verdadero el] E tambin es

    verdadero en E ,

    y

    si un r es ul ta do falso en E tiene como tra

    duccin en

    E

    un r esu lt ado que es falso.

    118

    . .

    v o l v m o ~ a e nc on tr ar , bajo las ms v ar ia da s a par ie nc ias ,

    un mismo

    sistema de funciones

    qu e organiza los

    pu t o-

    nes

    y las epopeyas: todos los

    contenidos

    analizados

    aparecen como los mo de lo s de una misma es tr uc tu ra

    qu e es sistema de las tres funciones de la soberana,

    de la guerra

    y

    de la fecund idad J p it er , M ar te , Quiri

    nus). En consecuencia, hay correspondencia

    entre los

    pan

    teones de

    los

    diferentes pueblos indo-europeos.

    Pero

    tam

    bin hay correspondencia entre el

    panten de cada pue

    blo y su representacin del orden social pretores,

    bella-

    lores, laboratores 11.

    Es i mp os ib le h ab la r de

    la

    e st ru ct ur a de un

    objeto,

    par

    ticular: un te xt o, una i ns tit uc i n. Lo qu e est estructu

    rado no es la cosa misma, como a m en ud o cree la c r ti ca

    [iterara

    que

    a

    veces

    llega

    incluso a ver en la est ruct ura

    lo que c on st itu ir a la or ig ina li da d de la

    obra

    que estu

    dial),

    sino

    el

    conjunto

    del

    qu e

    esa cosa puede considerarse

    una

    representacin,

    c om pa ra do con o tr os c on ju nt os . Po r

    eso el estructuralismo va de la estructura al modelo:

    reconstruye o reproduce el

    dato

    cuyo a nli sis se p ro po ne

    llevar a cabo. Po r su productividad, el cstructuralismo

    est en el polo o pu es to al t ra ba jo fe no men ol g ico , q ue ,

    como recordamos, condenaba la abstraccin.

    Michel Se

    ne s indica la .pcquca revolucin qu e se ha pr oduc ido:

    El

    sentido ya no es lo que est dado, y aquello cuyo

    lenguaje oscuro hay que c om pr en de r,

    al

    contr ario, es 10

    que se da a In estr uctura para constituir un modelo 1S.

    11 Ni qu decir

    tiene

    que la obra de

    Durnail

    pertenece

    a la

    historia de las r el igi one s. Estas p ot as indicaciones n.o tienen .en

    a bs olu to la ambicin de e xp on er Jo que c on st it uy e su valor a ojos

    de los historiadores, sino de precisar una cuestin de mtodo.

    Esta observacin tambin es vlida para Lvi-Strauss

    y

    Lacan,

    que tr etsr em os ms adelante. C or re spo nde a los e tn log os o a

    los psicoanalistas decir 10 que sus tr abajos han a po rt ad o al

    ce

    nocimienro.

    Se encontrad

    un comentario muy esclarecedor sobre:

    estos tres autore s en el l ib ro de E dm on d Or ti gu es , e

    dis OUT

    el le symbole Aubier, 1962).

    u

    a

    communicaton, pg. 33.

    11 9

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    9/21

    Si, como he dicho, Serrcs acaso sea el nico filsofo

    en Francia que coincidi con el espritu del estructuralis,

    mo en sus anlisis, es porque toma su definicin menos

    de Saussure que de B.ourbaki. En realidad, aunque en ge

    neral se le haya considerado como la autoridad suprema

    d cl

    estruct.urnli,smo,

    Saussure

    no habla de estructura,

    smo de sistema. .En la lengua slo

    hoy

    diferencias:

    por eso el conocirmenro del sistema condiciona el de un

    ele.mento.particular, ya que

    el

    valor de un trmino es

    diferencnjs o de oposicin: un trmino es lo que los

    ?tros no son. De acuerdo, pero si ese trmino se opusiera

    ~ a l m e n t e r

    en el mismo grado a todos los dems tr

    mrnos del Sistema, todo estara unido)

    y

    el anlisis no

    podra

    iniciarse.

    , Michel Serres. proviene de esta tradicin francesa, se

    ~ n

    la cual la filosoa slo puede constituirse con rela

    cin

    a In s ciencias. Que la filosofa sea una epistemologa

    e s . l ~ t e ~ I s

    Comn a todos los positivismos del mundo: la

    originalidad de la escuela positivista francesa consiste en

    c?ncebir la reflexin sobre las ciencias como una refle

    xin sobre la historia de las ciencias. Aqu se conjugan

    las lecciones de Kant y de Comte. Para Kant la tarea de

    la filosofa. estudi.at la razn. Ese es tambin

    el

    pro

    g r ~

    P O S I t ~ V I s t a :

    51 0 embargo, si da lugar a un neo

    k a n t J s n : ~

    que a un kantismo a secas, se debe a que

    los posiuvrsms reprochan a Kant haber considerado abso

    l u ~ a s

    unas categoras

    y

    unos principios del entendi

    miento. que slo tendran validez relativa en un cierto

    e ~ t a d o

    del saber positivo. Kant crea en una constiru

    cin eterna de la razn, cuando enunciaba sin vacilar la

    c o n s t i ~ u c i n newtoniana. Recordamos que Kant en

    el

    prefacio a la primera edicin de su Crtica de razn

    p t ~ f ~ J pona en guardia Contra la confusin entre esta

    ctlnc.s de la

    r a z ~ y

    una mera crtica de los libros

    y

    de

    los s l s t ~ m a s efectivamente formulados en la historia del

    pensarmerno.

    ~ e g n .

    pO,sitivistas neo-kantianos, a,

    pe

    s ar

    de,c.sta

    a d ~ ~ r t . e n C l a

    .:

    ~ e J o r

    ~ a ? d a hecho en, separar ,la

    : r ~ C l o n a l i d a d

    propia del sistema newtoniano

    or o

    figura

    histricn particular de la razn. El

    l t i r n ~

    captulo de

    120

    la Crtica -Historia de la razn p u r ~ para la es

    cuela francesa es todo el libro (mientras que Knnr s61

    le consagra cuatro pginns, paca indicar un hueco

    llenar p05tetlormente, lo qu e da una idea de la. u r g ~ n c J n

    de

    la

    cuestin histrica en su mente). Esta hIstorl,a.de

    n razn puta, convertida en In totalidad de la cnuca,

    demuestra cmo la filosofa siempre corresponde a un

    cierto grado de desarrollo de los conocimientos p o s i t i v ~ s .

    De nh los. paralelismos tan del gusto de los neo-kantia

    nos: Platn se explica por la crisis de los

    n m e ~ o s

    irra

    cionales, Descartes por .el nacimiento de la fsica mo

    derna, Kant por Newton. Dentro de e s t ~ concepcin

    las cosos, la validez de una filosofa se mide

    por.la

    pertt

    nencin del discurso que sostiene sobre la c l ~ n c I a de su

    tiempo, pertinenCia que estamos ahora capa.cItados

    p ara

    juzgar al estar situados en la historia en un nivel superior.

    As sabemos que Aristteles se equivoca p r o f u n d a ~ e n t e

    que Leibniz es

    (:11

    todo un precursor, que Hegel tiene la

    pretensin de rcfumr

    Newton

    y

    Cerote la de detener la

    ciencia, etc.

    La originalidad del trabajo de Scrres c o n s i ~ t e en que

    acaba haciendo volar en pedazos, en su propio terreno,

    el dogma positivista. Qu dogma es .ese? Puesto que

    la

    escuela positivista es histrica,

    r c ~ h a z a .

    un estado aca

    bado de

    ciencia., Las verdades Cientficas ya no son

    eternas

    y

    ni siquiera cmnlrernporales- ~ c 0 : l 0 deca Hus

    serl), porque hay -una historia de las

    Ciencias

    L? verda

    dero entra,

    puesv

    en contacto con lo falso:

    precisamente

    se trata de saber, cul es su relacin A esta pregunta

    siempre se le han dado dos respuestas: u.na,s?Iva la ver

    dad nica con la tesis de un progreso histrico, la

    o t r ~

    niega que haya progreso y pluraliza la. ~ e . r d a d . La, pri

    mera respuesta es la de la escuela positrvista: segun la

    ley de los tres estados de Comte, falso que a y ~ r t

    consideraba verdadero, de una u otra manera, constituyo

    la condicin de lo verdadero, Ya sea porque era su b a l b ~ -

    ceo :: -soIudn juzgada ingenua porque- supone una

    contt-

    nuidad de lo [ 1 0 a

    10

    verdadero (de manera que lo .

    falso

    00

    sera

    verdaderamente falso

    O bien porque habra

    121

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    10/21

    que definir la verdad como un

    rror

    recrficado

    o

    su- .

    pcrado -solucin llamada dialctica), con la que Gas

    ton Bachelard crea superar la concepcin continuista

    de Augusto

    Comte

    merced a /a nocin de una ruptura

    epistemolgica.

    entre

    lso

    del mito o de In cxpc

    rienda

    cotidiana,

    de la vivencia fenomenolgica, y 10

    verdadero

    de

    la ciencia)

    13,

    La

    otra

    respuesta .cs

    el

    pers

    pcctivismo:

    por

    ejemplo,

    fenomenologa de

    Merlcau

    Ponty

    que

    aqu acaso

    se inspire

    ms

    en Cassircr que en

    Husser l, resti tuye su verdad a las experiencias esttica,

    mtica, ontka perceptiva,

    junto

    ~ t l a cx:>ericncil1 cicnt

    [ica;

    lo que

    csni

    privado

    de

    sentido en

    una

    de

    las

    pers-

    pectivas puede tenerlo en otra. , .

    El uso del

    mtodo

    comparat ivo en sus trabajos de his

    toria de las ciencias conduce. a Senes a dest ru ir

    el

    es

    quema positivista. En efecto, observa que la historia de

    las ciencias, referencia ltima del positivismo,

    no existe.

    En realidad, Jo que se nos presenta con ese ttu lo es tan

    pronto

    historia de una ciencia, separada de las deml >,

    como una historia general disfrazada de historia del es

    prituo de la racionalidad) De ah el siguiente diag

    nstico:

    Mientras que no hayti historia de las

    ciencias,

    es decir,

    de la corriente del saber corno tal, y no desintegrado, no

    hllbnl

    ninguno posibilidad

    prctica de

    dilucidar

    JlS rclacio-

    nes

    entre dicha formacin, pues no

    existe,

    y las dems 15.

    Hay que reformularlo todo sobre nuevas bases. Pri

    mero, hay que crear la historia de las ciencias: el anlisis

    t:I Ver sobre todo, de Gaston BaeheIard, [ormation de

    l esprit scientiique (Vrn, 1938). (Traduccin espaola de J. Ba

    bini, Buenos Aires,

    Siglo XXI

    1972), libra cuya inspiracin pu

    ritana y aspecto de Manual del confesor Scrrcs pone en evi

    dencia en

    L nterirence (Minuit, 1972:

    la

    Reforma

    y

    los siete

    pecados capitales). A propsito de Bachelard nos remitiremos

    debidamente

    al

    Hommage J Gasten Bachclard (P.U.F

    1957),

    y

    en part icular al es tudio de Georges Canguihem, Sur une pis

    rmologic concordarairc. (retomado por este autor en sus

    Etudes

    d bistcire e/ de

    obitosopbie

    des tcicnccs

    Vrin, 1968).

    L interirence pg. 205.

    dstributon Minuit, 1977, pg, 18,

    122

    debe

    definir pocas o edades (en sentido geoI6gico) en

    la historia

    de

    la

    ciencia, cosa

    que

    har demostrando

    que

    todas las regiones del saber son isomorfas entre tal y

    JaJ

    fecha; y, para eso, el anlisis establecer que en estos

    lmites temporales, estas regiones son los modelos de una

    nica y misma estructura, o

    lo

    que es igual, que pueden

    expresarse recprocamente. Por ejemplo, Scrres , ha de

    mostrado en su tesis

    que

    las ciencias de

    la edad clsica

    convergen en un tema nico,

    el

    del

    punto /i;o 16, Pero el

    xi to de esta operacin inmediatamente hace ver

    que

    no

    hay ninguna razn para limitarse a la historia de las cien

    cias. La traduccin de la lengua de una regin a la de

    otra regin es posible ms all de las regiones cientficas;

    la

    serie de los modelos

    no

    se limita

    a

    los saberes, y po-

    demos encontrar

    el

    tema

    ya

    despejado en la l it eratura ,

    en

    el

    discurso polt ico, religioso, etc. Pasamos entonces

    de

    la

    formacin cul tural llamada ciencia al conjunto

    de

    las .formacioncs

    culturales.

    Por

    ejemplo,

    la

    edad

    mo

    derna

    ya

    no es la del punto fijo,

    sino la

    de

    la mquina

    de

    vapor:

    la termodinmica no es una de las ciencias, es

    lo

    que se dice en todas las ciencias.

    De pronto, todo es motor: as funciona el mundo, el

    mar y

    los vientos, los sistemas dotados

    de

    vida

    y los emi-

    sores de seales, toda

    10

    que est en movimiento, desde las

    herramientas al cosmos y desde la historia a las lenguas.

    Filosofa general de las cosas de la que no es seguro que

    hayamos selidc, inconscientes corno somos de estar en

    ella 17.

    La mquina de vapor no es slo ]0 que dicen las

    den

    cas

    de la naturaleza (con su energtica), sino tambin

    Marx con su acumulacin del

    capital,

    Freud

    con su pro

    ceso primario, Nietzsche

    con su voluntad de Poder

    y

    su

    eterno

    retorno, Bergson con sus dos fuentes, una calien

    le v

    otra fra e incluso Michelet,

    la

    i ntura de Turner ,

    la

    ;ovela de 20la etc,

    re Le sys/eme de Leibniz. el ses modlcs matbmatqecs

    P.U.f

    .. 1968.

    17

    Lo distributon pg. 86

    123

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    11/21

    La

    consecuencia es que la separacin

    de

    los gneros

    literarios no sirve para nada. No

    hay

    que poner en

    un

    lado el

    s a b ~ : r

    (susceptible de ser verdadero O falso)

    y

    en

    el o ~ r o

    la lJ;cl6n

    (m

    verdadera ni falsa).

    Serres,

    virtuoso

    somorsmo, hace

    aparecer las

    Meditaciones me/aj-

    stcas de Descartes en una fbula de La Fontaine una

    locomotora en la obra de

    los

    pensadores del siglo

    X I ~ ,

    un

    teorema en un relato, una leyenda en una demostracin

    } una

    demostraci6n en una leyenda.

    En

    todo esto, no

    s

    trata absoluto de hacer aproximaciones ms o menos

    i n g c n i o s ~ s ,

    .sino

    traducciones literales.

    No interpretaciones

    .

    d e s ~ b r J m l e n o

    de contenido oculto bajo lo aparen-

    te), smo equivalencias formales (descubrimiento de un

    isomorfismo).

    .Jugamos a las adivinanzas, desciframos al travest. Ahora

    bien,

    n ~ d a

    est realmente hecho mientras que no se hayan

    establecido [as leyes de la transformacin, el sistema como ..

    pleto

    de sus referencias,

    el

    conjunto ordenado de las ope

    raciones de transcripcin

    1 .

    Todos-loa t

    extos

    -se-ex

    p

    resn

    n

    unos- a-o

    tros-.

    lo-que _qu jere e e-

    d e c i ~

    la diferencia entre el

    texto de saber y el texto

    de t c C t 6 , ~

    ,se anula, no

    por

    abuso de autoridad. sino

    por

    .

    la mvcncron de un camino que, partiendo del uno de.

    semboca en el otro.

    . La

    oposicin .

    e n t ~ e

    la verdad

    y

    el

    error,

    o, si se

    pre

    fiere, entre la ciencia y la fbula --oposicin que se en

    cuentra en

    el

    principio de l positivismo- aparece al. fin

    y

    al cabo superficial

    y

    escolar.

    Por un

    parte, el estudio

    de la leyenda es una leyenda, el estudio de la mitologa

    es

    una

    mitologa

    19:

    pues es posible .

    traducir el

    discurso

    er.udito. (que se. pretende meta- 1enguaje) del lenguaje

    m ~ t o I 6 g 1 C o al muo. Por otra parte, yrecprocaments, el

    mrto

    ya es, un estudio de la mitologa, pues se pueden

    encontrar, por ,.ejemplo, los ,principios de la etnologa.es-

    ieLo : ; ; a d u ; ~ i o n n u ~ ~ 1974, ;g 265.

    l

    La communication. pg. 226.

    124

    tructuralista en una comedia de Moliere,

    el

    Ensayo sobre

    el don de Mauss en el Don [uan ,

    La

    fbula no es una ciencia bnlbucieme, como preten

    de la tesis continuisrn en la historia de las ciencias. Tam

    poco es la amiciencia, el

    pecado

    que persigue Bachelard,

    la

    superst ic in que tendrfa que combatir

    la

    ciencia para

    constituirse (anttesis discontinuista), La fbula es inte

    rior a

    la

    ciencia.

    Un saber sin ilusin es una ilusin completamente pura.

    Donde lo perdemos todo, y tambin el saber. Se trata ms

    o menos de un teorema:

    no hay milo puro, salvo el saber

    ptlr

    de lodo mito.

    No

    conOZCO

    otros, hasta tal punto los

    mitos estn llenos de saber y el saber de sueos e ilu

    s i j n e s ~ \

    Finalmente, .pues, hay que reformar el concepto de

    razn.

    No es verdad que en los griegos, con

    una

    victo

    riosa ruptura epistemolgica, el logos haya triunfado

    sobre

    el mythos

    (como

    el

    sentido comn sobre

    el

    delirio).

    Es verdad que razn expresa el orden, af irma que lo

    real es

    racional.

    Respecto

    u

    este

    racional, el

    universo

    .que

    .exprcsaelmiro

    es..dcsorden.T ero

    es_

    hora

    C ~ _ ; p ~ r ~ ~

    der

    que

    -el orden

    es un caso particular del desorden.

    Desde

    ese.

    momento, 1

    real

    no es

    racional,

    aunque lo

    racional sen real: pero slo a t tulo de excepcin. El mito

    nos ensea que lo racional es milagroso 21

    o

    comunicacin

    .. C ~ ~ n d o

    ~ b l

    de

    e s t r u c t u r l i s ~ o

    en la t ierra france

    sa, de primeras no se piensa, salvo excepciones, en

    el

    m

    todo

    de

    anlisis estructural como tal, sino en la aplicacin

    de .este mtodo a los sistemas de signos.

    En

    principio,

    nada

    predestina

    el

    anlisis estructural a aplicarse de mn-

    2< Cfr. Le don de Don Juan (retomado en

    comm n

    ca/ion). .

    21

    La treduction, pg 2 59

    .: 2

    Ver el prefacio. de

    La

    distrbution.

    125

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    12/21

    ncra privilegiada sobre los signos, Nada le impone tam

    poco a la ciencia de los signos ser exclusivamente cstruc

    ruralista. Sin embargo, hay una afinidad entre este m

    todo y este campo de investigacin : lo que destina mu

    tuamente los sistemas de signos y el anlisis en trminos

    estructurales es la nocin de comunicacin.

    Los signos estn hechos para circular. para ser i n t r ~

    cambiados, es decir,

    comunicados.

    Pero para comunicar

    hay que haber resuelto el problema de la transmisin del

    mensaje en condiciones satisfactorias, Los ingenieros de

    comunicacin analizan el problema de l siguiente manera:

    J . En la entrada del canal de comunlcacin: es nece

    sario un medio para pasar de la fuente. de: las informa

    ciones al mensaje, es decir, a la emis in de ciertas se

    ales,

    2. En la

    salida:

    es necesario poder descodificar

    mensajey.pasar de la recepcin de las s ~ l s a su

    j n t e r ~

    .

    pretacin. Por ejemplo, .un indicador luminoso en el tu

    blero de mandos de un coche se encender si el nivel de

    aceite en la reserva est por debajo de un

    punto

    crtico

    fijado de antemano, La comunicacin que se ins taura

    cada vez que el conductor pone en marcha su motor aqu

    se hace mediante un

    cdigo,

    cuyo vocabulario se reduce

    a dos

    smbolos

    encenddol

    apagado

    que permite emiti r

    slo dos mensajes. El valor de cada seal suscept ible de

    ser emitida es, como pretenda Saussure,

    puramente

    di

    ferencial. Podramos imaginar, efectivamente, que

    el

    indicador en posicin de encendido) quiera decir no hay

    novedad),

    en lugar de dar la alerta.

    Esta es la manera en que la teora de la comunicacin

    absorbe los sistemas de signos: ya podemos prevcer las

    propiedades que poseer un cdigo cualquiera.

    l. El cdigo precede al mensaje,

    Si emitir un men

    saje siempre consiste en codificar una i n f o r m c l ~ y

    en transmitirla), el cdigo nunca puede estar producido

    por

    sus usuarios

    Jurante

    el proceso mismo de la corno-

    126

    nicacin. El cdigo precede a SU utilizaciones eventuales,

    y define todas las situaciones en que

    puede

    ser utilizado.

    En cambio, es posible

    transmitir

    un cdigo mediante otro

    cdigo por ejemplo, encenderse con ayuda del morse

    sobre un cdigo particular de seales visuales, etc.) .

    2. El cdigo es independiente del mensa]e. Por de

    finicin, el cdigo ms rudimentario

    debe

    permitir la

    emisin de dos mensajes

    al

    menos

    sj

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    13/21

    xacto decir que el emisor de las seales se expreso, que

    U evo a la palabra su experiencia.

    Si

    Ilemamos experien

    eras a la fuente de las informaciones (por ejemplo la

    I o c a l i z a c i 6 ~

    del nivel de aceite en el depsi to)

    y l e n ~ a -

    al cdigo, salta a la vista que Jos scpara un hiato.

    MIentras la fuente pasa

    por

    todos los estados posi

    bies, el

    cdigo retiene de antemano ciertas situaciones

    que fija como sealizables. As, el cdigo del tablero de

    mandos retiene la diferencia vacfojl1eno,

    pero

    no

    estados como medio lleno, pronto vaco, etc.. ;

    Retendremos que el anlisis del proceso materia] de la

    comunicacin

    privilegia al destinatario

    (ya que el valor

    de la comunicacin se mide

    por

    el lado de la recepcin),

    y que subraya,

    en

    cambio, el papel difcil del emisor

    ~ i c e que. dar cuenta ?e una situacin nueva

    po;

    definicin mediante un cdigo que limi ta de antemano

    sus posibilidades de expresi6n y le prohibe, de hecho, :

    expresarse; en

    el

    sen

    tido

    en que expresara el sentido

    puro de su experiencia singular , an muda). Supon

    gamos que considersemos los fenmenos lingsticos

    c o ~ o f e ~ ~ e n o ~

    ~ e _ ~ ~ J l : u n i c a d . , _ y

    las L ~ g J - - - s J l a m 3 d t l s .

    naturales) como cdigos utilizados Por los hombres

    para transmitirse mensajes: obtenemos el esrrucruralsmo

    s e ~ i l g i c o (senti?o n ~ 2 . Si, dando un paso ms,

    asimilamos toda VIda social a un proceso de intercambio

    de seales, encontramos la antropologa est ruc tural tal

    como la define Lv-Strauss, es decir, la reduccin de In

    antropologa a la semiologjs

    .

    Y, de manera ms gene

    ral, la resis esrructuralfsra est enteramente, contenida en

    n

    clebre frmula de

    ]acques

    Lacen:

    el

    inconsciente esr

    estructurado corno un lenguaje. Est estructurado es .dc

    cir, es obje to posible de un anlisis est ruc tural , y Jo est

    como

    lenf uaje Si la antropologa social se pretende

    n Lvl-Strauss, en su leccin inaugural en el

    Collge

    de F r a n C ~

    en 1960, reivindica para. su disciplina el Jugar que Saussure

    atrio

    bufa a una semiologfe d r

    Antropoogie

    structurele Plan, 1973,

    tomo

    H,

    pg . 18).

    [Traduccin espaola de E. Vern,

    Antropologia

    estructural Buenos AIres, Eudeler, 1968.)

    128

    estructural, es porque descansa en la hiptesis de que la

    vida social est estructurada corno un lenguaje. A o -

    dicin de precisar que

    lenguaje

    quiere decir

    aqu c-

    digo de comunicacin. .

    La semiologa sostiene que el lenguaje humane es an

    logo

    :l

    un sistema de comunicacin. Lo que vale para los

    cdigos que construyen los ingenieros sera cierto, mutatis

    mntandis

    respecto al lenguaje humano. Les tres tesis ajiis

    radas ti Jos cnones del estrcturnlismc (en el sentido n.

    mero 2 sern, pues, las siguientes:

    El significante precede al significado El lenguaje

    no es de ninguna manera un

    medium

    un medio de ex

    presin, una mediacin entre

    interior y lo exterior,

    pues

    el

    cdigo precede

    al

    mensaje.. No hoy primero una

    situacin vivida y una necesidad imperiosa de expresarla,

    de donde derivara In invencin de

    Una

    forma de expre

    sin correspondiente

    II

    esta vivencia. El mensaje no es

    la expresin de una experiencia,

    sino

    que ms bien ex

    presa las posibi lidades y los l mites del cdigo utilizado

    respcctoj i experiencia..J2e_ah

    .el

    problema: ..cf lO

    enunciar lo imprevisto? Cmo codificar Jo que su

    pera las posibilidades del cdigo? La respuesta es t en

    la segunda. tesis. .

    2 El sentido srge del sinsentido El cdigo es in

    dependiente :del mensaje, cualquiera que sea el sentido

    del mensaje emitido est ya capitalizado en

    la

    lengua,

    Pero, entonces, no se reducir la conversacin a un in

    tercambio de seales ya grabadas y catalogadas en un cdi

    go de usos, y de modelos est ipulados? Hasta qu punto

    la vida estar constreida por la convencin? En semejan

    te situacin, h Y que dirigirse al interlocutor y decirle tal

    frase, a la que contestar forzosamente con tal otra frase,

    cualesquiera que sean las. s ituaciones de unos y otros

    .. .

    Por eso la nica manera .de crenr sentido para el locutor

    es

    producir

    un. mensaje privado de sentido, imprevisto

    en

    el

    cdigo [mensaje que podemos convenir en llamar

    potico). El

    sinsentido es entonces

    In

    reserva a la que

    129

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    14/21

    d . 1 sentido. El sentido es el efec

    recurrimos

    para

    pro ucrr e

    d

    la

    lgica

    del sentido.

    LO

    del sinsent ido: este tctoredma eracin del teorema del

    di Deluzc es a nos B

    como

    ICe .

    . sa

    del

    cstructuralismo.

    aster

    cuadrado de la htpo/

    cnu.\

    t ., del significante flotan-

    o los casos

    1

    us re .

    i

    con mencionar

    d I

    metfora

    51g:n1

    rcantes ,

    te, segn Lvi-Strauss, y e n

    segn Lacan. r d ue toda lengua

    humana

    com-

    Lvi-StrauS

    s

    l c d o ~ flotantes, es decir. unas ex

    por taba unos sigm lea . timformadas por la co-

    P

    resiones

    r e . c i b i d a ~ en tanto

    qude

    :provistas

    de

    cualquier

    d

    O t

    nunque e ,

    1

    munida

    mgurs

    l ~ a ,

    E s significantes se

    emp ean

    significado

    d e t e r m l ~ a d d o ,

    dice

    Uvi-StraLlSs,

    entre

    d

    hay ma eeuacron,

    d

    ca a vez

    que

    .

    d

    :H

    Podemos enten

    er

    esta

    el

    significa.nte Y

    el S l g ~ 1 o manen. ende vez

    que

    el

    . , d la

    slgl.l1Cnte . ,

    ~ < i n a d e c l l a c l o n

    e

    l

    desconocido

    no sabe que

    1 tor se e n c u e n t ~ 3 o

    ~ n . ~ ? dita

    no le

    ~ o r r c s p o n d ~

    .:en

    decir, pues

    3 e ~ t a S l t U ~ C

    n}TI ermita comunicarla a:l05 .

    el cdigo m ~ g u n ~ c n l i a J e IQuct:..acin desconocida justa

    dems.

    Y, stn cm

    argo, la \o r

    como

    desconocida.

    nue-

    P

    resenta

    a

    este

    ocu de

    Jaa st

    a

    mente

    se

    f d ninguna e

    as

    SI

    u -

    . . No la con un e con I

    va, misteriosa. d ambigedad en e

    .

    c.paz

    e

    enunciar 51 ibilid d

    c l O ~ e s que es .d d

    C6mo

    explicar esta POSt 11 a

    cdigo de la comurn .1 d ibi lo desconocido como

    que tiene el hombre e pere,l Idr

    e

    intentar conocerlo y

    n consecuencia

    desc toel

    o

    y

    e

    L

    licaci est en la

    natura

    eza

    d

    ?

    a

    cxp

    icacion .

    hacerlo esaparecer . 1 alabra

    otra

    cosa es

    . osa es tener a ,

    del lenguaJC: una e . El h mbre en el momento

    de ir primer

    ,

    tener a go que e 1 . 1 bn por primera vez, atraves

    .

    e tomoapaa

    ra

    nusmo en

    qu

    . al

    dis

    oner del

    lenguaje po Ia ecrr

    una prueba

    decisivai P t

    decir (nada en sus capa

    rodo lo que ~ e n g u J a J e PCfd;aeempezar a rec itar el cs.

    cidades lingUlstlcas e rmpe

    . T r otanrc, por

    el

    quc Lvl-

    Este

    concefllO

    del sigm lea o ,otHieas del pensamiento

    . d las formas no

    el

    lItro

    Srrauss da cuenta

    . te ) aparece en . a

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    15/21

    r T - ~ - ::==;====:::= .

    t ~ que es .un e ido nuevo liberado

    gracias ni

    InterCambio

    de un significante por ot

    sujeto de

    l

    enunciacin a veces hace or lo

    que

    la con

    vencin de la lengua no permite decir, el sentido de su

    deseo. /

    Con la sustitucin de un significante por otro se pro

    duce

    ub

    efecto de significacin que

    =5

    potico o de crea:

    cln

    26.

    La expl icacin freudlana del lapsus que sirve tambin

    para la ocurrencia

    Witz

    y para los snrornas, aclaro

    igualmente, corno vemos, Jo

    que

    Edgar

    Poe

    llama la

    gnesis del poema. .

    3 El sujeto se somete a la ley del signicante

    La fenomenologa, cuando tra taba del lenguaje, se sita

    bn en el lado del sujeto hablante

    y.

    vea en la palabra

    una forma

    entre

    otras de la expresividad corporal: In

    palabra se defina como un gesto, es decir, una manera

    de

    ser-en-el-mundo

    mediante

    el

    propio cuerpo.

    El SIlM

    jeto hablante es taba, con su gesticulacin verbal ,

    ~ _ c L ) r i g e n _ d e L s e n t i d o _ d e

    sus enunciados.

    __

    ._.

    El gesta l ingstico, corno todos los dems, dibuja

    su.

    sentido por s mismo :37,

    Slo despus se constitua la lengua, que no era sino el

    conjunto de las significaciones disponibles, la. reserva

    las expresiones ya inventadas en tal

    O

    cual CIrcunstancia

    por

    las subjetividades hablantes

    y

    que perteneca a

    la

    comunidad intersubjetiva.

    Ahora

    bien , la semiologa

    se coloca del lado del destinatario . El mensaje

    que

    rcci

    be este ltimo es

    portador

    de una informacin s610 cuan

    do pueda

    ser

    diferente.

    Para

    este destinatario, d e s o d i f i ~

    cnr el mensaje consiste en

    imputar

    ni locutor la eleccin

    o

    In

    serie de elecciones binarias

    que

    le han

    permitido

    se

    leccionnr precisamente ese .rncnsaje

    que

    l hn emitido

    entre

    todos

    .los

    que

    habra- podido construir igualmente

    Bcrits

    p lt.

    51:5.

    PP,

    pg. 217.

    132

    con ayuda del cdigo del

    que

    dispona. Estas operaciones

    de construccin no reflejnn en absoluto 10

    que

    ocurre en

    fuente de la informacin, Nada dice que el estado de

    esta fuente se preste a las exigencias dC; cdigo. Nntu

    ralmcme,

    los

    cdigos

    artificiales estn construidos

    de

    tal

    manera que dan un conocimiento suficiente de

    que

    ocurre en la fuente. Pero; ya

    que

    ignoramos quin es

    el

    autor de las lenguas .naturales, nada nos

    permite

    pre

    juzgar una armona

    .prcestablecldn

    entre

    cl

    lenguaje

    y la

    experiencia. El c6digo y no el emisor decide acerca de

    lo que, es

    pertinente

    y de lo

    que

    no lo es. Si lo lengua

    es un cdigo, es ella

    la

    que

    habla cada vez que

    el

    sujeto

    hablante profiere oigo. La

    palabra no

    es un gesto

    que

    llevado a la expres in

    verbal el

    sentido de

    In

    experiencia

    nn muda, pues la experiencia muda no tiene sentido

    alguno

    por

    s misma. El sentido aparece con el signifi

    cante, es decir, con la

    primera

    oposicin

    entre

    sf V

    no

    entre

    algo

    y

    nada.

    El

    sentido del mensaje

    no

    es el sen tido de la experiencia, el sentido que tendra la

    experiencia antes

    de

    t oda expresin si lo pudiramos ex.

    . presar: ..

    Es

    el sentido

    que la

    experiencia

    puede recibir

    . ri -

    un discurso i:fue I articUlara segn cierto cdigo, cs

    .decir, en un

    sistema de oposiciones significantes.

    Latan l-a

    insistido sobre esta heterogeneidad

    entre

    len

    guaje

    y

    la exper iencia. El

    hombre

    es el ser vivo que

    habla: sa es la definicin griega. Pero

    In

    vida no trans

    curre

    ntegramente en la palabra.

    La

    necesidad que tiene

    el .

    hombre

    de expresar sus necesidades mediante una

    demanda

    dirigido a

    otro y

    de redactar esta demanda en

    laIengun que

    habla

    ese otro,

    a saber ,

    la

    lengua matero

    na, Jo sujeta al signif icante . Sumisin

    que produce

    en

    l

    W1

    efecto

    aberrante

    (respecto a una norma

    que

    encon

    traramos en la robusta simplicidad de la vida natural o

    . animal):

    el deseo

    El

    hombre

    desea en

    tanto que

    es

    su-

    jeto;

    lo que no

    quiere

    ya decir origen absoluto del

    sentido, sino suje to al signif icante (igual

    que

    somos,

    en una rnonarqufa absoluta,

    el

    suje to del rey] . En

    eec

    to, cuando

    el

    otro

    que

    es,

    por

    ejemplo, la madre) accede

    a

    la

    demanda del. sujeto

    por

    .ejemplo, proporcionndole

    133

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    16/21

    el alimento o los cuidados requeridos), hace algo ms que

    satisfacer una necesidad: manifiesta

    que

    esta demanda le

    agrada, y su respuesta, en consecuencia, traiciona algo de

    su capricho, dc su deseo. La respuesta a la demanda

    tambin es un testimonio de amor. De ah la inevitable

    aparicin de una dimensin de carencia y de insuficiencia

    en la relacin entre el sujeto y el otro que le responde.

    El objeto particular

    dado

    en respuesta a la demanda pue

    de calmar el

    hambre

    o la sed, pero ningn regalo basta

    para probar el amor. Toda prueba de amor es simbli

    ca (en

    el

    sentido en que se habla de In peseta simb

    lica

    que

    basta para borrar

    In

    injuria hecha al honor).

    En consecuencia, nunca habr bastante. De la demanda

    amorosa, que no tiene fondo, si es desmesurada po i amo

    bes partes por ejemplo, en la madre primero y en el

    nio despus),

    brota

    el espejismo de un

    objeto absoluto

    e lobjeto del deseo-

    que

    colmara la abertura crea

    da de esta manera en el hombre por el lenguaje.

    El deseo no es ni

    el

    apetito de satisfaccin, ni la demanda

    amorosa, sino

    la

    diferencia

    que resulta al

    sustraer el

    pri

    mero

    la segunda

    28.

    Podemos resumir la oposicin

    de la fencmenologfa

    y

    de la semiologa de la siguiente manera. Para la pr imera

    escuela,

    el

    problema fundamental es el de la rejerencia

    (o denotacin); para la segunda es

    el

    de

    la

    enunciacion.

    La fenomenologa pregunta: cmo un enunciado del

    tipo

    La

    suma de los

    ngulos

    de un tringulo es. igual

    a dos ngulos rectos puede ser considerado verdadero,

    cuando sabemos

    que

    no existe un tringulo perfecto en

    el' munab en que vivimos?' i csro que

    1

    rererermr

    al:

    semejante enunciado tampoco existe en otro mundo (fir

    mamento de los objetos ideales), conviene a pesar de

    todo

    volverlo a

    encontrar aqu

    donde estamos)

    y

    reconstruir

    la genealoga de la ciencia remontndose a su origen pri

    mero (lo 'percibido) . La semiologa desplaza la atencin

    hacia la relacin del

    locutor

    con

    el

    sistema significante

    e; Bcrits,

    pg. 691.

    134

    que nl pronUnciflr, sus enunciados, le permite fundnr cier

    ras lazos entre l y otros hombres

    que

    hablnn 1n misma

    icng.m o el mismo sistema. Entre el sujeto pcrcpiente

    del fenomenlogo y el teorema se interpone el signifi.

    cante. no Pudiendo este ltimo de ninnuna

    manera

    de.

    rivarse del C\lerpo percipicntc (merced

    aIas

    nociones de

    gestos y dI exprcsin]. Ninguna gesticulacin, nin

    g ~ l l l r J

    mueca ninguna vocalizacin pueden introducir

    por

    SI

    solas OPosici6n entre el s y no, entre

    la

    presencia y

    ln ausencia

    que

    est en lo raz de

    todo

    sistema signifi

    cante,

    LO.f fJlruclrtf os

    ~ P e r o

    tiene

    todo esto

    de estructuralismo? La pa

    labra

    ~ C , ~ I g h )

    tiene un origen jurdico. Y, cfcctivamcn

    te, el cdigo desempea en la comunicacin el papel de

    t l n ~ l.ey: es la regla que .hay

    que

    seguir para producir o

    recibir mens:::tjes. Hace falta ver ahora por qu estas re.

    alas son unos sistemas provistos de est ructura.

    . Para

    la Setniologa lo

    dado

    est constituido por colec

    ciones de ~ < l h e n s a j e s ; por ejemplo, grabaciones de re

    latos

    r e ~ o g l d ~ s por el ant roplogo sobre el

    terreno,

    o

    t l ~ a senc

    dc.

    cuentos folk16ricos de una poblacin

    deter

    m n ~ d a

    cflnj r

    lodos estos documentos como mensajes.

    c n n s s ~ e en fl :Jrclm;e como programa de trabajo descubrir

    cdigo hn permitido producir estos u atrs perdi

    l S o

    s e ~ C 1 . l I l m e n t c

    posibles . Recorte del corpus en

    uni

    dudes

    m l O l ~ ) 3 S , localizacin de las

    clases

    paradigmti

    ..

    descllhrlt,l}J[,O D

    oe J.?S

    feg

    ?S qlle (lI SaCll

    IlS flrtica.

    i:l,CJOIlCS e n t r ~ los sintagmas, se es el pan nues tro de cada

    da del s ~ m u 5 1 o g o -. Traba jo comparable al del lingista

    q.uc estudia ma lengua

    an

    poco conocida. Dnde re

    side el enfoque estructural ls ta en esta manera de proce

    der?

    Pues bi,en, este l ingis ta

    que

    estudia por primera

    vez una, Iengl

    J

    8 habr terminado su trabajo cuando haya

    establecido Sl ) Gramtica y su Vocabulario. Pero el pro

    blema

    e s t r u c ~ u r a l ,

    lo cual quiere decir comparativo, se

    135

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    17/21

    plantea en. uno

    y

    otro caso. El V o c a l : u l ~ ~ i o permite ca-

    , I lengua estudiada y la del [ingiiista: al propor-

    murucur

    a .

    1 d

    donar la posibilidad de traducir la primera a ? ,Segur a

    pone

    de manifiesto su isomorfismo. La

    r ~ m a t l c a

    p an

    tea un problema anlogo:- a menos

    que

    aplique ingenua

    mente sus propias categoras gramaticales a la lengua es

    ludiada

    el

    lingista tiene que

    e n c o ~ t r a r la

    manera de c d ~ n

    , , 1 de la lengua estu la-

    sidcmr sus propias cntegorras y as . , rales

    da corno casos particulares de funciones

    g e ~ e

    ,

    rblema

    idntico que

    como respuestas 1 crenrcs un p. . , - .: o

    toda lengua tiene que resolver; aqu t a ~ b l e ~ : n e c e s l l a pr .

    -orcionar las reglas del paso de una SlOtUX.15 a

    o : r ~

    Y s-

    ~ l l e c e r correspondencias

    entre

    las rcgl.as morfolgicas de

    una y otra. .

    pte

    est

    Si un cdigo cst estructura..o,. porque

    s.le

    const ituido por una convencion

    l n l C I ~ l

    con erencia

    {I

    do

    L definicin de un cdigo consiste en ser

    otro ca

    IgO

    a icdud 1 d

    traducible

    a

    otro

    cdigo: esta

    p r ~ p I c d a

    que o

    e

    me se

    llnmn

    estructura.

    . , d' , I

    L

    antropologa

    de

    L v i ~ S t r n l l s

    rervin tea

    paro SI e

    a ,

    d

    l 'a cuvo programa

    ttulo v las atribucioncs e a 5C11110

    OgI

    . . 1 : )

    habla ~ s b o z o d o Saussurc (Saussure deca: eserneto

    OgIB

    .

    p'or o tra par te , se pretende est ructural . En

    t 3 ? t ~

    es

    semiolgica esta antropologa construye una

    h l p o ~ ~ ~ : a s

    so

    bre

    la n a t l ~ a l e z a de la vida

    s o ~ i a l :

    es a concepcron que

    podemos calificar de

    intercatnbista

    segun la cual

    d

    d ' est

    compuesta'

    de

    individuos Y

    de

    grupos

    __LJ_na sO le _ .

    _

    ro _

    que se

    comunican

    entre

    SI ,

    E

    P

    rimer lugar son las Ineas amiliarcs;

    estos grupos en

    1 bi de

    1:> ican entre s mediante e intercer ro

    que se comun bi . reglas

    las mujeres obedeciendo este

    i n t e r c a ~ la

    a -unas n:

    ;x o rnicas 'cuyo conjunto forma un sistema d

    7

    ? ~ ~ e n t e s

    . gLa regla de todas estas reglas es la prohlblclOn

    ~ I ~ ~ e s t ~

    es decir, la prohibicin de guardar a las m U l e ~

    res ue corresponden al otrO grupo. En tanto que es es

    truc;uraL la antropologa de Lvi-Strauss se

    p ~ o p ~ n e

    te-

    es Al1tbropologie slructuralc Plan, t. J, 1958, pg. 326.

    136

    lacionar los diferentes sistemas

    e

    comunicacin. Lo que

    puede hacerse de dos maneras: un sistema de parentes

    co puede compararse con un sistema de parentesco dife

    rente observado en otra cul tura , o bien puede comparar

    se con un sistema que regula otro tipo: de comunicacin,

    En efecto, explica Lvi-Strauss, existen tres niveles de la

    comunicacin social: el de las mujeres. el de las tique.

    zas y el de los mensajes propiamente dichos, cuyo sis

    rema

    es

    la lengua,

    La

    ambicin final de esta antropologa consiste en en

    contrar la

    manera. de

    expresar unos sistemas

    por

    otros.

    Habr que hacer

    avanzar

    el anlisis .de

    dos

    diferentes as

    pectos de In vida social con bastante profundidad para

    alcanzar un nivel

    en

    que el paso de uno a otro

    se

    haga

    posible; es

    decir,

    elaborar una especie

    de cdigo

    universal

    capaz de expresar las propiedades comunes a las estructu

    ras especficas que dan cuenta de cada especto

    .

    Si

    llegramos

    a

    este nivel, con este

    cdigo universal

    ha

    bramos encontrado los invariantes de todas las estruc

    turas. La diversidad de las culturas. de las lenguas y de

    las costumbres se habra explicado ntegramente, es de

    cir, se habra reducido a la unidad de 'la naturaleza hu

    mana: Y, para dar cuenta de esta unidad de todas 'las

    culturas que se adquirir a al cabo del anlisis estructural ,

    Lvi-Strauss nos dice .que, habra que postular una acti

    vidad inconsciente del espritu humano, actividad que

    consistira eneplicar

    __unaaj-structuras

    ja .Jos contenidos _

    siempre diversos proporcionados por la experiencia hu

    mana: la diversidad de las situaciones expl icar a la va

    ricdad de las culturas, la ident idad del esp ri tu huma

    no hara que estas culturas puedan comunicarse entre

    ellas,

    La nocin de un espritu humano' que inconscien

    temente elabora est ructuras es tan vaga que, sin duda,

    ms vale renunciar a buscar su sentido, Sobre todo por

    que Lvi-Strauss no dice mucho ms acerca de ella. Si

    Ia

    .. Ibd

    pg. 71.

    137

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    18/21

    r eten a M er leau -P on ry , en un art cul o d on de com ent aba

    los t rabajos de Lvi-Srraussi

    La tarea, pues, consiste en ampliar nuestra razn

    P:Hl

    hacerla capaz de entender lo que en nosotros

    y

    en los

    dems precede

    y

    excede a la razn U.

    Como hemos vis to, es exactamente lo que Merleau-Pon

    ty e speraba de una int.erpretacin de H ege l en 1946.

    La misin de

    una

    razn amplia da consis te en ente n

    der irracional, que se pre se nt a a nt e nos otros

    funda-

    me nt al me nt e bajo dos aspectos: e nt re nosotros el loco

    que excede a la razn)

    y

    fuera de n os ot ros el salvaje

    que la prccede} . De ah la

    atencin

    privilegiada de la

    que se benefician el psicoanlis is q ue, con su concept o

    de inconsciente

    ha

    instalado

    la

    sinrazn en los que

    se

    crean sanos de me nt e)

    y

    la a nt ropol oga social q ue es

    tudia los comportamientos arcaicos de los primitivos).

    Si

    estas

    ciencias

    p ueden hacernos com pr en der lo

    irracio

    nal del sueo, del delirio, de la magia O del t ab ,

    la

    ra

    zn del macho adulto occi dent al s uf re una d er ro ta, p er o

    en beneficio de una razn ms universal. N ada ms con

    forme a esa perpetua superacin de la razn por s mis

    ma

    que

    el e struc turali smo, al ser ste ltimo, al fin

    y

    al

    cabo, la b s qu ed a de i nvari an tes uni vers al es . El est ru ct u

    ralista no es sino el repre senta nt e en el terreno antropo

    lgico de las exi genci as de la ciencia: igual que la ciencia

    del movi mie nto la fsica) es el conocimiento de lo que

    en un cambio no cambia,

    a

    saber, las relaciones invarian

    tes entre las variaciones de la posicin del mvil en el

    espacio y la fecha de estas posiciones en el t iempo, la

    ciencia del hombre es el con ocim ient o de lo que perma

    nece constante en cualquier variacin posible, correspon

    diendo aqu la variacin al destierro, al viaje hacia lo

    ex ti co o hacia lo arcaico.

    En todo est o, d nd e encon tr am os m ot iv os de dispu

    ta? Tras lo que parece ser una controversia erudita so

    bre

    las v ir tud es de

    talo

    cual m t odo, hay un as unto po-

    f ignes pg.

    54

    140

    itico,

    desde

    l u g ~

    ~ ~ r

    todo

    el pas, pero s para

    la

    clase intelectual.

    Como hemos visto, la semiologa desplaza todos los

    problemas hacia el anlisis de los d is cur sos , y pone en

    p r l m e ~ p la no la relacin del e mi sor Con

    el

    cdigo o, co

    mo dicen los lacanianos, del sujeto con el significante.

    De

    lo ant er io r r es ul taba que el origen del sentido ya no

    poda estar situado donde crea encontrarlo el fenomenlo

    go n

    el

    autor del di sc ur so, en

    el

    individuo que cree

    expresarse

    sino que resida en el mismo lenguaj e. To

    memos un r el at o mtico: el sentido

    de

    este mito no hay

    que busc arl o en la vivencia del n ar ra do r

    y

    no hay

    que

    l eerl o como la expr es i n de una consciencia m t ica . El

    mi to es un r el at o: la forma n ar ra ti va

    de

    est a h is to ri a no se

    la inventa narrador, sino

    que

    p reex is te a la n ar raci n

    y

    p ue de consi de rar se como un cdigo que permite emitir

    mensajes m t icos . P ar a determinar el sentido del mito

    hay que com pararl o, p ues, con los dems m it os

    que

    circu

    lan en el mismo conjunto cultural y reconstruirse de. ese

    modo su cdigo. El na rr ad or e st sujeto a las limitacio

    nes de ese cdigo, su r ela to

    no

    d eb e gran cosa

    a

    su fan

    tasa. De tal forma que el s enti do de sus personajes

    y

    de

    .aventuras est determinado de ant em an o por la gra

    ma nc a del r el at o

    propia

    de su pr ovi nc ia c ul tu ra l:

    y

    por

    ejemplo, si oposiciones Como gigante/enano o prin

    c ~ s ~ p s t o r se recogen como significativas en ese

    cdi go, el t am a o

    y

    la profe sin de los personajes ya no

    son libres. En consecuencia, el na rr ador del mito se li

    mita a actualizar unas posibilidades inherentes al cdigo.

    al s.istcma significante al

    que

    se somete para hablar, y

    al fin

    y

    al cabo, la estructura es la .que decide sobre lo

    que

    puede

    a veces sobre lo que de e decirse en

    semejante ocasin.

    don

    las estructuras y no hombre. El hombre

    ya no

    es nada. Esa es la enseanza que la opinin ha ex

    t rad o de las investigaciones de la anrropologlq estructu

    ral

    al m en os l ey en do los com en tari os es candal izados de

    los ant ed ichos hu mani st as . De todas m an er as lo esen-

    cial es otra cosa.

    141

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    19/21

    Sabemos qu e en su libro P i I '

    anlisis del yo

    Freud

    s ca

    oglo

    de las masas y

    . . consagra un cap , Id

    crones que

    llama

    ma

    f

    1 1 U o a os

    msntu-

    .

    sas

    ar n

    Jeja

    es 1 1 1

    lo

    y e ejrcito. Cmo ex

    l icar

    . a gesta cato lea

    hcsi6n de estas asocia .

    p J

    se pregunta Freud, la co-

    o ' crones que

    res

    l 1 b

    t1 cm

    po

    (persecuciones, derrotas e t C ~

    3

    d

    s

    Pj

    eue as del

    e mundo sabe de dnde

    S

    e uego, todo

    nes de masas; como dice J ~ 1 ~ ~ x ; U fuerza ~ a s o:gl1nizacio.

    tuve

    1::1

    fuerza de

    J

    irc rna, la

    dIscIplIna

    consr-

    J os eJ CCltOS

    P

    J

    Preud es la docilidad de 1 . di o que asombra a

    a esta disciplina, s a c r i f i c a n d ~ ~ v ~ d u o s que. se sometcn .

    Su vida.

    E st im a q ue

    el mor u In dependencia y a veces

    llevar al ' individuo a de . csdla

    un cll

    fuerza. capaz de

    . .prCClnr e CSl1 .

    ses personales'

    hes .. mnnern

    sus

    rntcre

    ra Iibidinnl .

    L

    a ~ ] d e s d I 6 n de

    las

    ~ m a s a s artificiales, se-

    . os so

    n

    os V Jos

    fieles

    aman .

    f

    y

    confratetniznn en esta

    pasin

    comn , a sus

    je

    es

    P t J ~ ~ ~ 1 ~ i c

    q ~ e J i ~ :

    comentado varias v e c ~ s estas

    pginas,

    ha

    de la Iglesia o

    cqa

    ue

    esdte

    alzo]

    amoroso

    entre

    Jos fieles

    . , , . mara flS

    e campo de b t

    [l[Ula medinnr 35 u a a se cons-

    _ e e rscurso

    El

    la . b .

    Instituciones

    -Iglesias

    c'r 2 0 es

    SI ltco:

    las

    exacta medida en q u e J ~ 1 t O S j se

    manuene

    en la

    fundan o 10 q

    ~ a n l t e n c n

    os smbolos qu e las

    , ue

    es 19U1l

    un .

    En estas comunidades Ot ' d

    JSIstema

    srgm

    lean

    te.

    .

    garuza as a or t doxi . 1

    a la es[ricta observancia d l , o oxra equrva e

    . de una cierta manera e ~ p l e ~ r

    i

    orlmas: se

    debe

    hablar

    En cualquier ortodox'l a d

    dPadadbras

    consagradas.

    d

    a

    1

    entr a el

    es ecisivn- y despu

    d S

    srgm icanres

    . es ca

    cua es

    Ob

    d

    dedos

    como

    pueda.

    .muy

    1

    re e enten-

    As, como pensaba MalJarm a lterar I

    : .

    formas significantes sera s b ' la e eng\.Hlle las

    di , , .

    u

    vertrr

    a a

    com .d d L

    can Ira, en Su seminario de 197 .un a a-

    e lazo social.

    Esta

    f6rmula sin

    d

    que

    e) d,scu rso

    -funda

    sin

    qu e Se

    ha

    dado de lo ' u a, la meJorfxpre

    tes estructuralistas. que se venulaba en los deba-

    Ha y

    qu e

    destacnr

    que en 1921 F

    ejemplo

    al ejrcito alem 1

    reud

    ~ I t a b a corno

    35 . _ n . y a .Iglesn .jrornana;

    Ver Sltuatlon de

    .

    s h

    l

    . .

    .: .

    1(1

    On a

    touch nu ver;y cLrMyse.

    en 1956),

    Bcrits,

    pg; 475.

    . tlJlqtle el les Leltres

    14 2

    estos e jemplos eran

    los

    ms' natura les en

    ese

    momen

    to

    (aunque Freucl sugiere que las organizaciones po

    lt icas, tales como el partido socialista, podran reem

    plazar en el futuro a las organizaciones religiosas); pero,

    en la Francia de 1960, las masas artificiales) con las

    que un intelectual puede encontrarse seran

    el

    partido

    comunista (o incluso los pequeos grupos de extrema

    izquierda que suean con arrebatarle su posicin de di

    reccin revoloconnria del proletnriado) y las diferentes

    sociedades de psicoanlisis.

    . La

    tesis principal de los semilogos adquiere una

    sig

    nificacin polt ica en este

    contexto.

    Pone

    en entredicho

    los poderes qu e ejercen estas insti tuciones sobre sus su

    jetos. Si es verdad que el

    significante

    es exterior al su

    [cto,

    los

    discursos polticos de la sociedad industrial son

    amllogos a los relatos 'mticos de los pre tendidos primi

    tivos.

    En

    ambos

    casos, un

    lenguaje precede

    a los indivi

    duos

    y

    sustenta

    la

    comunidnd,

    permite

    n

    todos contar

    10

    que les ocurre, sin duda no como les ha ocurrido, sino

    de la forma que los

    dems

    pueden entenderlo. La satis

    faccin qu e el mil itante exper imenta al

    o r

    las alocuco

    ncs de sus jefes o al leer

    el

    diario comunista

    L vmant

    es

    comparable al alivio

    que siente el

    indio enfermo cui

    dado po r el

    cbamn

    de la tribu qu e se cita Lvi-Strauss en

    su

    artculo sobre

    la

    eficacia simblica 31. En Ambos ca

    sos, se trata

    para

    un individuo de ser re in tegrado en su

    comunidad mediante los efectos del smbolo. Lvi-Scrauss,

    que

    po r

    su

    parte

    compara

    el

    chamn

    indio

    con

    el

    psico

    analista de las sociedades occidentales, concluye en estos

    trminos:

    El

    cbamn

    proporciona a In enferma un

    lenguaje

    en el

    . cual se pueden expresar inmediatamente estados

    Informu

    lados e informulables por otro camino. Y es

    el

    paso a esta

    expresin verbal (que permite, al mismo tiempo, ivlr bajo

    una forma ordenada e inteligible una experiencia actual

    que, sin ello, seda anrquica e inefable) lo que provoca el

    :J1 Anthropologie structurale,

    I, cap. X.

    143

  • 7/23/2019 Descombes V Semiologa

    20/21

    desbloqueo del proceso fisiolgico, es decir, .Ia reorganiza

    cin, en un sentido favorable, de la secuencie cuyo desen

    volvimiento sufre

    la

    enferma 38,

    El teorema semiolgico sobre la exterioridad

    d eI

    sig

    nificante tiene, pues, corolario poltico: Ideolo

    gas polticas, como se

    d e ~ o m i n a n

    a mismas,

    nuestras sociedades son estrlctamentc mitos; y su efi

    cacia simblica (confianza de los fieles, adh.esi6n de las

    masas) no garant iza en absoluto su a , d ~ c u a c l n a la rea

    lidad de la que pretenden hablar. Levl-Srrauss ha obte

    nido