Decada de 1930

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 América Latina entre la Crisis del 30  y los populismos Autor: Felipe Pigna La crisis mundial iniciada en 1929 golpeó duramente a las economías latinoamericanas. Gran Bretaña y los EE trans!rieron los e"ectos de la crisis a los países #ue se encontra$an $a%o su in&uencia' $a%ando los precios de las materias primas' repatriando in(ersiones y colocando tra$as a las e)portaciones latinoamericanas. Las consecuencias de estas políticas "ueron el desempleo y la miseria. *nte la "alta de di(isas comen+ó a desarrollarse la industria li(iana' para reempla+ar las importaciones #ue ya no podían ad#u irir se. El Estado' con tr olado por las elites con ser (ad oras' inter(ino en la economía y su$(encionó las acti(idades de los sectores dominantes. Esta inter(ención no se dio en el ter reno socia l' donde las mayorías populares #uedaron li$radas a su suerte. La $a%a de los precios agropecuarios lle(ó a la ruina a millones de campesinos #ue comen+aron a migrar ,acia las ciudades en $usca de tra$a%o en las nue(as industrias. Este pro ceso pr o(oc ó gran des cam$ios en la composi ción del mo(imiento o$r ero latinoamericano durante toda la d-cada del /0. Los tra$a%adores reci-n llegados traern su ine)periencia política y sindical y no se sentir n del todo re pr esentados por las dir ige ncias sindicales de i+# uierda #u e pr edomina$an en las gra ndes ciudades. e tendencias ms conser (ad oras' los tra$a%ador es pro(en ientes del campo promo(ern un sindicalismo ms negociad or #ue com$ati(o e irn con"ormando la $ase social de los mo(imientos políticos conocidos como populistas #ue &orecern por toda *m-rica Latina entre mediados de los años /0 y comien+os de los 30. Los populismos desarrollarn' de acuerdo a las características de cada país' el modelo del estado $ene"actor iniciado por Fran4lin elano 5oose(elt en los Estados nidos a comien+os de la d-cada del /0. Este modelo proponía integrar el o$rero al sistema como consumid or 6 pr oductor' ele(ando el ni( el de los salarios para aumentar la demanda y me%orando la calidad de (ida de los sectores populares a tra(-s de "uertes in(ersiones en ru$ros como salud' educación y (i(ienda con el o$%eti(o de ale%arlos de la in&uencia re(olucionaria. En 7-)ico' el presidente L+aro 8rdenas pro"undi+ó las con#uistas en la legislación la$oral y en la di(isión de los lati"undios iniciadas con la 5e(olución 7e)icana de 1910 e)propiando las compañías petroleras e)tran%eras en 19/. acia 19/;' Getulio <argas "unda en Brasil el Estado =ue(o' impulsando la acti(idad industrial y la sindicali+ación de los tra$a%adores $rasileños.

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Amrica Latina entre la Crisis del 30 y los populismos

Amrica Latina entre la Crisis del 30 y los populismos

Autor: Felipe Pigna

La crisis mundial iniciada en 1929 golpe duramente a las economas latinoamericanas. Gran Bretaa y los EEUU transfirieron los efectos de la crisis a los pases que se encontraban bajo su influencia, bajando los precios de las materias primas, repatriando inversiones y colocando trabas a las exportaciones latinoamericanas.

Las consecuencias de estas polticas fueron el desempleo y la miseria. Ante la falta de divisas comenz a desarrollarse la industria liviana, para reemplazar las importaciones que ya no podan adquirirse. El Estado, controlado por las elites conservadoras, intervino en la economa y subvencion las actividades de los sectores dominantes. Esta intervencin no se dio en el terreno social, donde las mayoras populares quedaron libradas a su suerte.

La baja de los precios agropecuarios llev a la ruina a millones de campesinos que comenzaron a migrar hacia las ciudades en busca de trabajo en las nuevas industrias. Este proceso provoc grandes cambios en la composicin del movimiento obrero latinoamericano durante toda la dcada del 30.

Los trabajadores recin llegados traern su inexperiencia poltica y sindical y no se sentirn del todo representados por las dirigencias sindicales de izquierda que predominaban en las grandes ciudades. De tendencias ms conservadoras, los trabajadores provenientes del campo promovern un sindicalismo ms negociador que combativo e irn conformando la base social de los movimientos polticos conocidos como populistas que florecern por toda Amrica Latina entre mediados de los aos 30 y comienzos de los 50.

Los populismos desarrollarn, de acuerdo a las caractersticas de cada pas, el modelo del estado benefactor iniciado por Franklin Delano Roosevelt en los Estados Unidos a comienzos de la dcada del 30. Este modelo propona integrar el obrero al sistema como consumidor- productor, elevando el nivel de los salarios para aumentar la demanda y mejorando la calidad de vida de los sectores populares a travs de fuertes inversiones en rubros como salud, educacin y vivienda con el objetivo de alejarlos de la influencia revolucionaria.

En Mxico, el presidente Lzaro Crdenas profundiz las conquistas en la legislacin laboral y en la divisin de los latifundios iniciadas con la Revolucin Mexicana de 1910 expropiando las compaas petroleras extranjeras en 1936.

Hacia 1937, Getulio Vargas funda en Brasil el Estado Nuevo, impulsando la actividad industrial y la sindicalizacin de los trabajadores brasileos.

Entre 1946 y 1955, el modelo peronista intent cambiar el perfil econmico argentino, pasando de una economa agroexportadora a una economa basada en el mercado interno y en la expansin del consumo. Si bien el objetivo no pudo concretarse, sus logros parciales implicaron cambios muy profundos en la sociedad argentina y un mejoramiento en las condiciones de vida de los sectores populares.

El peronismo en la Argentina, el Frente Popular en Chile, el varguismo en Brasil y el nacionalismo revolucionario de Paz Estensoro en Bolivia, expresaron el ingreso de los nuevos sectores populares a la poltica.

Los Estados Unidos y Amrica Latina La poltica norteamericana de "buena vecindad" propuesta por el presidente norteamericano Roosvelt se complet durante la Segunda Guerra Mundial con la de "defensa hemisfrica" ante el nazifascismo. Esto signific una nueva relacin con los pases latinoamericanos, basada en la diplomacia y la negociacin, en vez de la intervencin directa frente a la falta de acuerdo.

Durante la guerra, el gobierno y las empresas norteamericanos aprovecharon la debilidad del comercio latinoamericano con Europa, para aumentar su influencia en el continente. La guerra, al desarrollarse en Europa y Asia, no slo que no afect la produccin norteamericana sino que la fortaleci mientras sus principales competidores industriales estaban destruidos. Esto posibilit un notable incrementando en la venta de insumos destinados a la industrializacin, generando una fuerte subordinacin tecnolgica, al depender las industrias locales de la maquinaria y los repuestos fabricados en los Estados Unidos.

La influencia econmica de poltica de los Estados Unidos en Amrica Latina se expres en la creacin en 1948 de la O.E.A. (Organizacin de los Estados Americanos) creando una instancia de relacin entre los diferentes estados nacionales donde el pas del norte hizo sentir su poder de presin.

Discurso de Getulio Vargas "Las clases productoras, que realmente contribuyen a la grandeza y a la prosperidad nacional, el comerciante honesto, el industrial trabajador y equitativo, el agricultor que fecunda la tierra, no tiene razn para abrigar temores () jams deben recelar de la fuerza del pueblo () Lo que la ley no protege ni tolera es el abuso, la especulacin desenfrenada, la usura, el crimen, la inequidad, la ganancia de toda clase de favoritos y de todo los tipos de fabricantes, que lucran sobre la miseria ajena, comercian con el hambre de sus semejantes y dan hasta el alma al diablo para acumular riquezas a costa del sudor, de la angustia y del sacrificio de la mayora de la poblacin" Getulio Vargas, presidente de Brasil, discurso del 1 de mayo de 1951.

Discurso de Juan Domingo Pern "Las masas obreras que no han sido organizadas presentan un panorama peligroso, porque las masas mas peligrosa, sin duda, es la inorgnica. La experiencia moderna demuestra que las masas obreras mejor organizadas son, sin duda, las que puede ser dirigidas y mejor conducidas en todos los rdenes."

"Procedemos a poner de acuerdo al capital y al trabajo, tutelados ambos por la accin directiva del Estado () porque es indudable que no hay que olvidar que el Estado, que representa a todos los dems habitantes, tiene all su parte que defender: el bien comn, sin perjudicar ni a un bando ni a otro"

Juan Domingo Pern Discurso en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, 25 de agosto de 1944.

Nicaragua

Nicaragua fue invadida por EE.UU. en reiteradas oportunidades entre los aos 1912 y 1933. Contra la intervencin norteamericana, asociada a la burguesa duea de los cafetales, se alz en armas el general Augusto Csar Sandino bajo los ideales que haba sostenido aos antes el revolucionario mexicano Emiliano Zapata: Tierra y Libertad. Tras dcadas de lucha, la ocupacin finaliz en 1933 y se convoc a elecciones. Pero si bien EE.UU. abandon Nicaragua, dej en su lugar a una fuerza militar organizada por ellos: La Guardia Nacional, En 1934, su jefe, el general Anastasio Somoza, orden el asesinato de Sandino y se hizo cargo del poder con el apoyo de los norteamericanos. As naci la dinasta Somoza, que gobern el pas como si se tratase de una empresa familiar, con altos grados de corrupcin y una dura represin a toda oposicin, hasta su derrocamiento, el 19 de julio de 1979, por el Frente Sandinista de Liberacin Nacional.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

Dcada Infame (1930 1943)La dcada de 1930 fue un perodo en el que se produjeron importantes transformaciones en la estructura econmica y social argentina. La crisis econmica mundial de 1930 desorganiz las relaciones del comercio internacional vigentes, y esta desorganizacin afect los trminos del intercambio que Argentina, como periferia, mantena con los pases centrales, exportando materias primas e importando manufacturas.

A partir de 1930, algunos sectores de los grupos dirigentes econmicos y polticos impulsaron un proceso de sustitucin de importaciones de manufacturas industriales que origin la expansin de la industria nacional y el surgimiento de una nueva clase obrera.

Tambin se produjeron cambios en la composicin de los diversos grupos sociales que conformaban la sociedad argentina y una profunda crisis en las formas de representacin poltica. El Estado asumi un papel diferente del cumplido en etapas anteriores, interviniendo de manera cada vez ms activa en las cuestiones econmicas y sociales.

El derrocamiento de Yrigoyen abri una nueva etapa en la vida poltica argentina. El golpe militar de 1930 interrumpi el lento proceso de construccin de la democracia poltica que se haba iniciado en 1912. Los avances hacia la legitimacin del rgimen poltico se vieron frenados por la reinstalacin del fraude y la represin. Finalmente, los grupos conservadores buscaron la reorganizacin de una repblica oligrquica.

Fuente: M. Alonso y E. Vzquez, Historia de la Argentina contempornea (1852 1999); AIQUE; Buenos Aires 2000.

Pacto Roca - Runciman - El debate de las carnes en la dcada de 1930

1 de mayo de 1933

La industria ms genuina del suelo argentino, la ganadera, se encuentra en ruinas por obra de dos factores principales: la accin extorsiva de un monopolio extranjero y la complicidad de un gobierno que unas veces la deja hacer y otras la protege directamente. As comenz el senador Lisandro de la Torre su acusacin contra el gobierno y los grupos econmicos en la tarde del 18 de junio de 1935.Dos aos antes, el 1 de mayo de 1933 el gobierno argentino haba firmado con Inglaterra el tratado Roca-Runciman para garantizar la exportacin de una cuota de carne en condiciones lamentables ante las medidas restrictivas tomadas por Gran Bretaa. sta en 1932 se haba reunido en Ottawa, Canad, con sus colonias y ex colonias para reorganizar su comercio exterior y haba decido adquirir en Canad, Australia y Nueva Zelanda los productos que antes compraba a la Argentina.

En los sectores ganaderos exportadores argentinos hubo un gran desconcierto: la metrpolis los haba abandonado. El presidente Agustn P. Justo, parte integrante del movimiento golpista que depuso al presidente constitucional de Hiplito Yrigoyen y un fiel representante de los sectores ganaderos exportadores envi a Londres al vicepresidente Julio A. Roca (hijo) para llegar a un acuerdo. ste adujo sin ruborizarse que la Argentina era, desde el punto de vista econmico, una parte integrante del imperio britnico. Otro miembro de la delegacin sostuvo a su turno que "la Argentina es una de las joyas ms preciadas de su graciosa majestad".

El resultado fue la firma de un acuerdo con el ministro de Comercio britnico, Sir Walter Runciman, conocido como pacto RocaRunciman. Por ste, Inglaterra se comprometa a seguir comprando carnes argentinas siempre y cuando su precio fuera menor al de los dems proveedores. En cambio, la Argentina acept concesiones lindantes con la deshonra: liber los impuestos que pesaban sobre los productos ingleses y se comprometi a no permitir la instalacin de frigorficos argentinos. Se cre el Banco Central de la Repblica Argentina con funciones tan importantes como la emisin monetaria y la regulacin de la tasa de inters, en cuyo directorio haba una importante presencia de funcionarios ingleses. Finalmente se le otorg el monopolio de los transportes de la capital a una corporacin inglesa.

El senador demcrata progresista Lisandro de la Torre denunci el acuerdo en el Senado y promovi el debate. "El gobierno ingls le dice al gobierno argentino no le permito que fomente la organizacin de compaas que le hagan competencia a los frigorficos extranjeros. En esas condiciones no podra decirse que la Argentina se haya convertido en un dominio britnico, porque Inglaterra no se toma la libertad de imponer a los dominios britnicos semejantes humillaciones. Los dominios britnicos tiene cada uno su cuota de importacin de carnes y la administran ellos. La Argentina es la que no podr administrar su cuota. No s si despus de esto podremos seguir diciendo: al gran pueblo argentino salud.En mayo de 1935, el legislador santafesino acus por fraude y evasin impositiva a los frigorficos Anglo, Armour y Swift. Aport pruebas que comprometan directamente a dos ministros de Justo: Pinedo de Economa y Duhau de Hacienda, en las que se estableca claramente el trato preferencial que reciban estas empresas que prcticamente no pagaban impuestos y a las que nunca se las inspeccionaba, mientras que los pequeos y medianos frigorficos nacionales eran abrumados por continuas visitas de inspectores impositivos. De la Torre prob cmo se ocultaba informacin contable en cajas selladas por el ministerio de Hacienda y demostr hasta dnde llegaba la impunidad de los frigorficos ingleses tras la firma del pacto Roca-Runciman.

El nivel de las discusiones en el senado fue subiendo de tono hasta que se decidi hacer callar a De la Torre. Un matn del Partido Conservador, el ex comisario Ramn Valdez Cora, atent contra la vida del senador, pero el que muri fue su amigo y compaero de bancada Enzo Bordabehere. Se dio por terminado el debate.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

Migraciones internas y cambios en la clase obreraLa industrializacin que se desarroll durante los aos treinta se localiz slo en determinadas reas del territorio de la Repblica Argentina: la zona metropolitana de Buenos Aires (integrada por la Capital Federal el Gran Buenos Aires) y algunos centros urbanos, como Rosario y Crdoba En otras regiones no hubo desarrollo industrial y, en el noroeste, por ejemplo, incluso descendi en forma significativa el nmero de talleres artesanales existentes. En La Rioja, de los 1.101 talleres que haba antes de 1935 quedaron slo 156; lo mismo sucedi en Salta, donde el nmero de talleres se redujo de 2.297 a 241. Esto signific una considerable reduccin de las actividades y de la oferta de trabajo para los habitantes de esa regin.

En algunas zonas agrcolas y ganaderas de las provincias de Santa Fe, La Pampa, Entre Ros y Crdoba como consecuencia de la reorganizacin del sector primario exportador la actividad econmica disminuy considerablemente y un gran nmero de trabajadores rurales qued, tambin, sin empleo.

Estos cambios econmicos provocaron profundas transformaciones en la sociedad argentina. Una de las ms importantes se inici con las migraciones internas. Muchos pobladores de algunas zonas agrcolas y ganaderas de la regin pampeana y de otras provincias interiores abandonaron sus logares de residencia ante la falta de trabajo y de perspectivas econmicas. La mayora se dirigi hacia las ciudades del Gran Buenos Aires y del Litoral, en las que se estaban concentrando las nuevas industrias. Durante la

dcada de 1930, el nmero de argentinos que viva fuera de sus lugares de nacimiento creci en un 25% respecto de perodos anteriores.

La afluencia de una gran cantidad de trabajadores de origen rural a la actividad industrial provoc un profundo cambio en la composicin de la clase obrera argentina. Los nuevos obreros, provenientes del interior, tuvieron caractersticas diferentes de las de los viejos obreros. Los recin llegados tenan escasa o ninguna experiencia gremial y poltica. Los viejos obreros, en su mayora de origen europeo, en cambio, estaban incorporados a la actividad industrial desde principios de siglo, haban organizado una actividad sindical y muchos de ellos participaban en partidos polticos.

Durante la dcada de 1930, la situacin econmica y social de los trabajadores no vari sustancialmente en relacin con la de aos anteriores. Las condiciones de trabajo, en la mayora de los casos, eran fijadas por los patrones. No haba convenios de trabajo, por lo que los empresarios podan manejarse con un amplio margen de arbitrariedad. En los casos en los que existan convenios laborales, los patrones raramente los aceptaban. El Estado tampoco se mostraba interesado en hacer cumplir las leyes que protegan a los trabajadores de los abusos empresariales. Los socialistas, a travs de sus representantes en el Congreso, impulsaron iniciativas tendientes a mejorar las condiciones de trabajo. Pero sus proyectos para establecer indemnizaciones por despidos, vacaciones pagas y licencias por enfermedad no fueron aprobados por la mayora conservadora.La reorganizacin del rgimen oligrquico y el Fraude patritico

URIBURU Y JUSTO: DOS ESTRATEGIAS CONSERVADORAS

El 6 de septiembre de 1930 asumi la presidencia el general Jos F. Uriburu, jefe del primer golpe militar contra un gobierno democrtico en la Argentina. Uriburu intent imponer un proyecto de organizacin corporativista de la sociedad, inspirado en el fascismo europeo. Pero no logr mantenerse mucho ms de un ao en el poder, porque los sectores oligrquicos que impulsaron el golpe prefirieron retomar la tradicional organizacin poltica republicana, basada en los principios del liberalismo conservador.

En 1931, la oligarqua impuls la convocatoria a elecciones generales en todo el pas, pero para asegurarse el control de la situacin, y evitar que el radicalismo volviera a triunfar, impusieron hasta 1943 la prctica sistemtica del fraude electoral y la persecucin a los opositores. Los conservadores lo llamaron el "fraude patritico", porque entendan que el objetivo de "salvar a la patria" justificaba el uso de mtodos ilegales. El secuestro de libretas de enrolamiento, la expulsin de veedores de la oposicin en los comicios, el voto ilegtimo utilizando los documentos de personas ya fallecidas y la intimidacin fueron algunos de los recursos que utilizaron los gobiernos conservadores durante la dcada infame. A pesar de la ilegalidad de estas maniobras, mantuvieron las instituciones polticas de la democracia liberal y convocaron a elecciones regularmente.

Los conservadores, los radicales antipersonalistas y el Partido Socialista Independiente, liderado por Federico Pinedo, conformaron en 1931 una alianza electoral que fue conocida con el nombre de Concordancia. Esta alianza, que representaba los intereses de los invernadores, el sector ms poderoso de la burguesa agraria, gan las elecciones y logr imponer a su candidato, el general Agustn P. Justo, quien asumi la presidencia en febrero de 1932.

El radicalismo, hasta 1935, se abstuvo de participa en los comicios pero luego acept las elecciones convocadas por el rgimen oligrquico. Durante todo el perodo la conduccin del partido radical estuvo a cargo de Marcelo T. de Alvear (Yrigoyen muri en 1933). Alvear representaba al sector antipersonalista del radicalismo, que prefera llegar a un acuerdo con los con servadores antes que enfrentarlos. Esta decisin poltica rest a la UCR un importante caudal de votos y provoc, en el seno del partido, constantes enfrentamientos y divisiones. En este contesto los radicales Yrigoyenistas fundarn FORJA:Fuente: M. Alonso y E. Vzquez, Historia de la Argentina contempornea (1852 1999); AIQUE; Buenos Aires 2000.FORJA y la dcada infame

El 29 de junio de 1935, un grupo de radicales disidentes fundaron la Fuerza de Orientacin Radical de la Joven Argentina (FORJA). Con el golpe del 6 de septiembre de 1930, que derroc al presidente radical Hiplito Yrigoyen, Jos F. Uriburu y Agustn P. Justo inauguraron una dcada de fraude y negociados. Cuando el Partido Radical decidi abandonar la abstencin electoral, el ltimo bastin de resistencia para deslegitimar al rgimen, un grupo de radicales entre los que se encontraban Arturo Jauretche, Homero Manzi, Juan B. Fleitas, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo y Ral Scalabrini Ortiz- decidieron apartarse del Partido Radical y formar FORJA, un movimiento ideolgico que intent recuperar las ideas de Hiplito Yrigoyen y levantar las banderas de la defensa de la soberana nacional. A continuacin transcribimos dos fragmentos del libro FORJA y la dcada infame, de Arturo Jauretche, donde se narran los comienzos del movimiento. Tambin incluimos el manifiesto de la fundacin de FORJA.

Fuente: Jauretche, Arturo, FORJA y la dcada infame, Buenos Aires, Pea Lillo Editor, 1984, pgs. 19-22, 89-92.

La accin de FORJA se desarrolla entre el 29 de junio de 1935, fecha de su fundacin y declaracin de principios, y la declaracin de octubre de 1945, en que la mayora de sus miembros se incorporan al movimiento revolucionario nacional, ya en la calle (el peronismo). Los diversos documentos que contiene esta publicacin son la parte que ha podido salvarse de la desaparicin, propia de los escasos recursos y publicidad con que el movimiento cont. Las ideas y puntos de vista que el lector encontrar en ellos constituye hoy casi un lugar comn. () Trataremos, pues, de reconstruir ese momento, aunque mejor fuera remitirnos a la literatura que historia el proceso de la dcada infame, que dur algo ms que una dcada, y especialmente a la pintura que Jorge A. Ramos ha hecho de la misma, de manera magistral, en Revolucin y Contrarrevolucin en la Argentina, y que tambin resulta de los documentos de que es materia este libro.

No har un relato de la accin combatiente de los activistas de FORJA, esa muchachada que dio sus mejores aos a nuestra accin, y para la cual tengo un recuerdo emocionado, ni tampoco referencias individuales, porque lo importante de FORJA fue el carcter colectivo de su accin, que no result, aunque algunos hayan influido ms que otros, del pensamiento individual de sus elementos ms destacados, sino que fue obra de elaboracin colectiva en que cada uno sacrific parte de lo suyo para obtener un resultado comn de coincidencias fundamentales. ()

Hasta 1930 el radicalismo yrigoyenista ha expresado, mal o bien, una posicin nacional frente a la oligarqua liberal, gobernante desde Caseros hasta su advenimiento al gobierno. La expresin posicin nacional admite bastante latitud, pero entendemos por tal una lnea poltica que obliga a pensar y dirigir el destino del pas en vinculacin directa con los intereses de las masas populares, la afirmacin de nuestra independencia poltica en el orden internacional y la aspiracin de una realizacin econmica sin sujecin a intereses imperiales dominantes. Esta posicin no es una doctrina, sino el abec, el planteo elemental y mnimo que requiere la realizacin de una nacionalidad, es decir, la afirmacin de su ser. No supone ni una doctrina econmica o social, de carcter universalista, por ms que no pueda ni deba prescindir de una visin de conjunto en el mundo, ni tampoco una doctrina institucional, pues todas son contingentes al momento histrico y sus condiciones. Esto no excluye la posibilidad del desarrollo de una doctrina nacional o de una doctrina de carcter general a condicin de que sta sea histrica, es decir, que nazca de la naturaleza misma de la nacin y se proponga fines acordes con la misma. Y esta necesidad primaria era la que FORJA vino a satisfacer. Promover el modo nacional de ver las cosas como punto de partida previo a toda doctrina poltica para el pas, precisamente lo inverso de lo que hacan los partidos de doctrina.

Declaracin aprobada en la asamblea constituyente del 29 de junio de 1935

Somos una Argentina Colonial: queremos ser una Argentina Libre.

La Asamblea Constituyente de la Fuerza de Orientacin Radical de la Joven Argentina, considerando;

Que el proceso histrico Argentino en particular y Latinoamrica en general, revelan la existencia de una lucha permanente del pueblo en procura de su Soberana Popular para la realizacin de los fines emancipadores de la Revolucin Americana, contra las oligarquas como agentes de los imperialismos en su penetracin econmica, poltica y cultural, que se oponen al total cumplimiento de los destinos de Amrica.

Que la Unin Cvica Radical ha sido desde su origen la fuerza coordinadora de esa lucha por el imperio de la Soberana popular y la realizacin de sus fines emancipadores.

Que el actual recrudecimiento de los obstculos supuestos al ejercicio de la voluntad popular corresponde a una mayor agudizacin de la realidad colonial, econmica y cultural del pas;

Declara:

Que la tarea de la nueva emancipacin se pueda realizarse por la accin de los pueblos.

Que corresponde a la Unin Cvica Radical, ser el instrumento de esa tarea, consumando hasta su totalidad la obra trucada por la desaparicin de Hiplito Yrigoyen.

Que para ello es necesario en el orden interno del Partido, dotarlo de un estatuto que, estableciendo el voto directo del afiliado autntico y cotizado, asegure la soberana del pueblo radical, y en orden externo, precisar las causas del endeudamiento argentino al privilegio de los monopolios extranjeros proponer las soluciones reivindicadoras y adoptar una tctica y los mtodos de lucha adecuados a la naturaleza de las obstculos que se oponen a la realizacin de las destinos nacionales.

Que es imprescindible luchar dentro del Partido, para que este recobre la lnea de principismo e intransigencia que lo caracteriz desde sus orgenes, nica forma de cumplir incorruptiblemente los ideales que le dieron vida y determinan su perduracin histrica al servicio de la Nacin Argentina.

Dentro de estos conceptos y tales fines, la Fuerza de Orientacin Radical de la Joven Argentina, F.O.R.J.A., abre sus puestas a todos los radicales y particularmente a los jvenes que aspiren a intervenir en la construccin de la Argentina grande y libre soada por Hiplito Yrigoyen.

-Por el radicalismo a la soberana popular

-Por la soberana nacional a la emancipacin del pueblo argentino

PREMBULO

La Fuerza Orientadora Radical de la Joven Argentina, F.O.R.J.A., conforme a la misin que se ha impuesto, est en la necesidad de plantear a la consideracin de los radicales de toda la Repblica, cul es la situacin creada a la Unin Cvica Radical, por los actos de sus direcciones, que tienden a destruirla por el abandono de los ideales que le dieron origen, y por el debilitamiento progresivo de los valores morales que han definido al movimiento histrico del radicalismo.

Desde el 6 de septiembre de 1930, las oligarquas gubernamentales desarrollan un plan sistemtico para aniquilar la soberana del pueblo, transfiriendo a grupos de especuladores el goce de los bienes del la Nacin, sin hallar resistencia efectiva en los llamados partidos opositores que aprovechando la abstencin radical, fueron a compartir posiciones con el pretexto de defender desde ellas los derechos populares.

Ninguna desilusin hemos sufrido al verles arrastrados por el camino de su destino comn con los gobernantes, porque, como ellos, han entrado en el manejo del Estado, sin contar con la verdadera voluntad del pueblo.

En cambio hemos alentado durante los ltimos aos la creencia de que las direcciones de la Unin Cvica Radical fueran, como deban ser, el centro de la defensa indeclinable de los intereses de la soberana nacional, y hemos sacudido, con favor, todos los esfuerzos de liberacin que ellas auspiciaron o condujeron.

Despus, esas direcciones han abandonado sus deberes, al propiciar la salida de la abstencin en que se mantuvo la austera protesta del pueblo soberano contra todo lo que se haca, sin derecho, en su nombre. Y, de renuncio en renuncio, esas direcciones han llegado a sus fomentadoras de resignaciones y acomodamientos.

No sin amargura hemos visto tambin a algunos de los que fueron, con nosotros y ms sealadamente que nosotros, sostenedores de la soberana popular hasta el 2 de enero de 1935, dejar sus ideales de redencin nacional para tomar la senda de unos comicios susceptibles de conducir a la disociacin de la Unin Cvica Radical.

sta no ha de destruirse sin embargo. El intento de los que aspiran a emplear su inmensa fuerza colectiva como una fuerza ciega, para llegar a fines opuestos a las aspiraciones del pueblo radical, de realizar una vida nacional solidaria y digna, de trabajo y de justicia, no puede seguir ya su camino sin que, del mismo seno de la Unin Cvica Radical, surja el empeo consciente de defenderla.

Hemos agotado ya toda esperanza de que los autores de errores y desviaciones reiteradas escuchen nuestras reflexiones, nuestras instancias, nuestras splicas, nuestras advertencias. Deploramos que las autoridades de la Unin Cvica Radical con el pretexto de conseguir la soberana poltica del pueblo, estn colaborando con las oligarquas econmicas, entregadas al capitalismo extranjero.

No podemos apartarnos tambin nosotros del imperativo de nuestra conciencia cvica que nos exige obrar urgentemente ante los males que afligen a la Nacin porque afligen a la Unin Cvica Radical. Pues todo riesgo de desintegracin moral de la Nacin Argentina sera insignificante si la Unin Cvica Radical estuviera en su entereza moral como custodia del patrimonio de la Repblica, porque ella sabra poner por sus propios medios la reparacin y el freno necesario a los daos sucedidos y a los que se avecinan.

Por lo cual a fin de mantener la vida y unidad plenaria de la Unin Cvica Radical en la cual F.O.R.J.A. ha nacido y vivir, debemos llamar, como llamamos, a todos los radicales a trabajar por la rehabilitacin de sus cuerpos representativos.

Se ha de ilustrar concretamente el criterio de todos con la revelacin de los hechos y expectativas que definen el actual momento de la vida nacional, y para ello se citar nombres de personas y Estados sin los cuales la exposicin de nuestra causa perdera la claridad necesaria para servir al juicio pblico. No nos mueve hacia esas personas y naciones, prevencin ni desafecto.

F.O.R.J.A., al denunciar el carcter de la gestin del actual gobierno y la ineficacia de sus oposiciones parlamentarias, acusa a las autoridades de la unin Cvica Radical por mantener silencio ante la gravedad de los siguientes problemas:

1. Creacin del Banco Central de la Republica y del Instituto Movilizador de inversiones Bancarias.

2. Preparativos para la Coordinacin de Transportes.

3. Creacin de Juntas Reguladoras de distintos ramas de industria y comercio.

4. Unificacin de Impuestos Internos.

5. Tratado de Londres.

6. Sacrificio econmico, impuestos al pueblo en beneficio del capitalismo extranjero.

7. Rgimen de cambios.

8. Poltica petrolfera.

9. Intervenciones militares arbitrarias.

10. Restricciones a la libertad de opinin.

11. Arbitrios discrecionales en el manejo de las rentas pblicas.

12. Sujecin de la enseanza a organizaciones extranjeras.

13. Incorporacin a la Liga de las Naciones.

14. Supresin de las relaciones con Rusia.

15. Investigaciones parlamentarias sobre armamento y comercio de carnes.

16. El crimen del Senado.

17. Aplicacin de censuras previas a la expresin de las ideas.

18. Desviaciones de la justicia contra la libertad individual.

Todos los aspectos de la vida nacional que se pasa a examinar, demuestran que ya, se ha impuesto a la Repblica una tirana econmica, ejercida en beneficio propio por capitalistas extranjeros a quienes se ha dado derechos y bienes de la Nacin Argentina; y que, por las facultades extraordinarias que este congreso y los jueces han dado al Gobierno Nacional y por la supresin de derechos individuales, se ha echado las bases para establecer de inmediato una dictadura poltica que asegure y consolide aquella tirana.

(Fragmento del manifiesto de fundacin de FORJA)

Fuente: www.elhistoriador.com.ar