DEBEMOS OBEDECER

Aprendamos del ejemplo del niño Jesús

y obedezcamos a nuestros padres.

Carlos y María

eran dos hermanito

s

Como todos los días su mamá tenía que ir al mercado a comprar los alimentos, pero antes de irse les

dio una tarea a cada uno para que realicen en casa.

A Carlos le pidió que ordenara los libros, cuadernos y papeles que estaban en la mesa y a María le dio la tarea de recoger y ordenar

los juguetes.

Pero apenas la mamá se fue y sin importarles lo que ordenó ellos encendieron el televisor y vieron dibujos, olvidándose así de sus

tareas.Al llegar la mamá se dio con la sorpresa de que sus hijos no le

obedecieron y los castigó dejándolos sin televisión toda una semana, Carlos y María muy enojados se fueron a sus habitaciones.

Los días pasaron, y como todos los domingos, se fueron a la iglesia, y allí los niños escucharon la historia

de “La Infancia de Jesús”.María y Carlos muy atentos a la historia escucharon que Jesús cuando era niño ayudaba y

obedecía a sus papas en todo sin decir “No” a ninguna tarea que sus

padres le pudieran dar.Jesús ayudaba a su papá José en la

carpintería, le alcanzaba las maderas, los clavos, el martillo; a su

madre María le ayudaba en los quehaceres del hogar, a ordenar las cosas, a tender la cama, a barrer, y

muchas otras cosas más.Él era un niño muy obediente y eso lo hacía muy feliz y sobretodo hacía

felices a sus padres y a su Padre Dios.

Y todos los niños deben seguir su ejemplo y ser obediente a sus

padres y no hacerlos entristecer con sus conductas de desobediencia.

Durante el camino de regreso a casa Carlos y María estaban silenciosos pensando en cuan desobedientes

fueron al no hacer las tareas que su mamá les dio, y pensaron en que Jesús sí hubiese obedecido a su

madre.

y Carlos le contó que Jesús cuando era niño era muy obediente a sus padres, y también pidió perdón a su

mamá.

Cuando ya estuvieron en casa María se acercó a

su madre y le pidió perdón por haberla

desobedecido,

Y la mamá les dio un

gran beso y abrazo.

Desde ese entonces María y Carlos quisieron parecerse un poco más a Jesús y prometieron a su mamá y a

Dios que se portarían bien y obedecerían siempre.

Y colorín colorado este cuento de ha acabado.