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Tirada de esta Revista, 3.000 ejemplares.

AÑO 4.° JULIO 1911

BOLETINDE LOS

Núm. 36.

CO'LEGIOS DE PRACTICANTESDE MEDICINA y. CIRUGIA

ÓRGANO OFICIAL DE LOS COLEGIOS UNID,OS

DIRECTOR

DON PASCUAL TARRERO

Plaza de la Cebada, JO,á quien se dirigirá la correspont,\en.cia

de redacción.

ADMINISTRADOR

DON MANUEL M! MARTOS

Hermosilla, 51,á quien se dirigirá la correspondencia

.administrativ'l.

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D. J. MarltaH S6IIebes.

V.u.el.. priDoipale. materias de querata por el .1,,1lieDte

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libzerJu 6 al _lltor (por el QIro,:PJua el pI; ~ eL

BeLBTIN DE svseRltneN

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Atio IV. JULIO 1911 Núm. 36..,

BOl.lETIflDE LOS

Colegios de Pt1sGtiGsntesde medieioa y Cirrugia.

Organo Oficial de los ClIlegios UnidosSE PUBLICA EN LA PRIMERA DECENA DE CADA MES

...RBeles DB svseRI...eleNÁ los Colegios unidos, 15 c~J}ts. nútnero. Suscripciones Indl vldoaJes, 2,50 pesetas afio.

"limero sueltv, 25 cénts.-Pali:o anticipado.

La correspondencia de los Colegios unidos se dirigirá á D. Adolfo Roncal,Preciados, 25, Presidente de la J. C.

Geationes de la Oorn.isión

PRJI<2TH~aNTBSMILITaRBS

La feliz campat'1a emprendidapor todos los Practicantes de Espa­fía y dirigida por la Comisión quenombró el Cole~io de Madrid en fa­vor de la creación del cuerpo dePracticantes militares, ha llegadoá un grado tal de entusiasmo porparte de las altas personalidades dela política y del Ejército, que casipodemos predecir, que para lospresupuestos próximos, consigna­rán una cantidad para la formación de dicho Cuerpo.

Como ya se dijo en el númeroanterior, la Comisión visitamos al¡efior Presidente del Consejo, yfuimos recibidos con todo génerode considbraciones.

Nos interrogó repetidas vecesacerca de la situación de nuestracarrora, llegando á decirle ha~ta. ladeplorable situación en que hoy seincuentran los Practicantes rura·les. De nuestras contestaciones,una de las q,.ue más le sorprendió,fué la de que somos, entre todos,laenorme cifra de 7,000. Respecto alasunto del mensaje, se mostró par·tidario de nuestra peticíón por con­siderarlasu Illamente necesaria parael mejor funcionamiento de losHospitales militares, y nos prome­tió se pondría de acuerdo con elMinistro de la Guerra, con el fin debuscar una resolución favorable.

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EL MINISTRO DE LA GUERRA

La Comisión hemos sido recibi­dos posteriormente en su despachoOficial por el ilustre general donAgustín Luque. Su parecer e3, queeiempre que la Sección de Sanidadmilitar del Ministerio le presenteun informe en el que le demuestrela necesidad de BU creación, ten­dremos su protección.

EL GENERAL LACALLE

Nuevamente nos ha manifesta­do este prestigioso y sabio inspec­tor médico, jefe de la Sección deSanidad militar del Miniaterio, queél más todavía que nosotros, tieneinterés grandísimo por que seforme este Cuerpo. Para demos·trarnos con hechos concretos susmanifestaciones, nos comunicó queel expediente incoado por la Sec­ción que dirige para la formacióndel Cuerpo, obra en poder del Es­tado Mayor Central para su estu­dio. Cree también, (para lo cualnos advirtió que tengamos absolu­ta confianza en él) que en los nue­vos presupuestos habrá consigna·ción para nosotros.

D. JULIO AMADO

El caballeroso comandaute deCaballería, Diputado á Cortes ydirector del popular diario La 00­rrespondencia Militar, D. Julio

Amado, merece que desde estas co­lumnas le demostremos los Practi­cantes espafioles todos, nuestra in­mensa gratitud por la noble y dig­na protección que nos ha pres­tado.

La Comigión, que llevábamosdos meses de complicaciones sinpoder hallar el medi.o de entregarel mensaje al Sr. Canalejas, bastóel que le escribiéramos un atentobesalamano con tal objeto, paraque él inmediatamente se pusieraá nuestra disposición en el Congre­so. Gracias á este nunca bien agra­decido ofrecimiento, pudimosaquelmismo día ver al sefior Presidentedel Consejo

Ultimamente se nos ofreció paratodas cuantas gestiones teng'lmosque realizar con este fin, bien seaen laCámarade los Diputados, bienen el periódioo que él dirige ó biendonde nos sea preciso.

'*>lo •

Como la Comisión tenemos elde·cidido y firme propósito de dejarcompletamente realizados todos es­tos trabajos, como desde luego esnuestra obligación, brevemente ve·remos al Jefe del Estado Mayorcentral, general Parrado, al Ins­pector general de Sanidad de laArmada, D. Angel Fern¡}ndez Caroy al ilustre Senador D. Angel Pu­lido.

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La trascendencia que va tenien­do el mensaje, como iréis viendo,es grandísima. Con él hemos dadolugar á que los Practicantes sea·mos dentro del Ejército y de mu­chos políticos el tema de actua­lidad.

Tenemos el ofrecimiento de mu­chos Diputados que están dispues .tos á defendernos cuando llegue elmomento de discutirse en las Cor­tes, y hay quien va á preguntar ensosión al senar Presidente del Con.sejo, cómo marcha la tramitaciónde nuestro mensaje.

Estamos en un período altamen·te crítico para nue~tra profesión,quizás como no lo hemos tenidonunca.

Hemos hecho todos un esfuerzode voluntad supremo, hemOA pues­to en el proyecto todas nuestrasenergías y entusiasmos, hemosquemado hasta el último cartucho.Si, como suponemos, al fin se con­firma nuestro triunfo, entonceshabía que gritar frenéticamente(pues habremos dado un paso gi­ll'antesco hacia nuestra verdaderarehabilitación) unas frases del di­vino maestro de haoer comedias,D. Jacinto Benavente.

-¡Ustedes no saben lo que esla voluntad de los débiles, cuandotienen voluntadl

Por la Comisión,

LEONARDO SÁNCHEZ.

DOS B. L. M. DEL GENERAL WEYLER

El Capitán general de la cuar­ta Región, Cataluna, B. L. M. álos sel'\.ores de la Comisión del Co·legio de Practicantes de Madrid, ytiene el gusto de manifestarles queescribe hoy rEcomendando la peti­ción que han elevado el sel'\.or Pre­~idente del Consejo según le piden.

El General Weyler aprovechaesta ocasión para ofrecer á dichosfel'\.ores el testimonio de su consi­deración.Barcelona 26 de Mayo de 1911.

** *El Capitán general de la cuarta

Región, CatalUl'\.a, B. L. M. á

los sel'\.ores de la Comisión del Co­legio de Practicantes de Madrid, ycomo continuación al del 26 delpasado, se complace en manifes·tarles le ha conteEltado el Generalsubsecretario no Ee ha recibidoaun en el Minieterio de la Guerrala solicitud que le anunciaban enel suyo del 24; pero que no obs­tante, estará al tanto de ello parahacer lo que pueda en favor de loque pretenden.

El General Weyler aprovechaesta ocasión para reiterarles el tes­timonio de su consideración.

Barcelona 6 de Junio de 1911.

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f4aesttt& eatnpañ& y la pttens&

. /EI Cuerpo auxiliar de Praotlcantesmilitares.

GESTIONES PARA SU CREACIÓN

La Oorrespondencia Militar hapublicado varios arLículos razonan·do la necesidad de que sea creadoel Cuerpo auxiliar de practicantesmilitares, y nos parece que habre­mos preáicado para convencidos,porque tan notorias son las venta·jas que se obtendrían con la exis­tencia de tal instit,ución, que eljuido general es afirmativo encuanto á la conveniencia de quepronto sea una realidad en nuestroEjército, como lo es en la Armada.

Sin embargo, insistiremos cuan·to sea preciso en esta campafia,por lo beneficioso que eu buen éxi·to serfa para la colectividad mi.litar.

Una numerosa representación delos Colegios unidos de practicantesde Espafla, apoyada por nuestroqueddo gerente, sefior Amado,conferenció bace algún tiempo conel Sr. Canalejas, á quien presen­tó una bien redactada exposiciónen solicitud de que fuese creado elCuerpo auxiliar de Practicantes mi,litares.

El Presidente del Coneejo de Mi·nistros, que estaba informado de

algunas gestiones con tal objetorealizadas cerca del anterior minietro de la Guerra, dispensó á lamencionada representación m u ybenévola acogida.

Es de desear que este interesan·te asunto no quede en estado detentativa, sino que atendiendo ála unánime opinión de nuestro ilus'tradfsimo Cuerpo de Sanidad Militar, y atendiendo también, sobretodo, á la salud de las tropas, seresnelva favorablemente y en elmás breve plazo que sea posible.

(De La, Oorrespondencia Militar.)

Los pra'ctlcantes militares.

Los practicantes de Medicina yCirugía de Espafia vienen, desdehace algún tiempo, trabajando porla implantación de1Cuerpotl'3 Prac·ticantes militares, que existe en to­das las nacioneA de Europa, menosen Espafia,

El Colegio de auxiliares de Me­dicina de Madrid designó una Co­misión, compuesta de los sefioresRoncal, Coello, Estalayo, Sánchezy Rojas, que visitó ayer al sefiorCanalejas en su domicilio, para ha­cerl') entrega de un mensaje, SUB­

crito por 3.000 practicantes espa­fioles, solicitando la creación del

Cuerpo de Practicantes del Ejércitode la misma. manera que existe enla Armada.

El Presidente del ConBejo se en·teró minuciosamente de la preten­sión de los p~a':lticantes, y conversócon los comisionados largamenteacerca de la crisis por que atravie·sa actualmente esta profesión.

El Sr. Canalejas se mostró dis·puesto á favorecer á la modestaclase, que tan inapreciables servi·cios presta á la Patria.

Los comisionados salieron satis­fechfsimos de la entrevista.

(Do La Correspondencia de Espai!a.)

Los Colegios unidos de Practicantes

Anoche, á las nueve y media,recibió el Sr. Canalejas en su do·micilio particular á una Comisiónde la Junta Central de los Colegiosde Practicantes de Espatia.

La Comisión entregó al sellorPresidente del Consejo un Mensaje,con más de 3.000 firmas, en el cualsolicitan la creación del Cuerpo dePracticantes militares.

El Sr. Canalejas les prometióhacer todo lo posible por la forma­ción de dicho Cuerpo, pues lo con·sidera sumamente necesario parael mejor funcionamiento de losHospitales Militares, donde los dig­nos médicos no pueden tener nun­ca personal auxiliar fijo é inteli­gente como tiene ]a Sanidad de la

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Armada, con su Cuerpo de Prac­ticantes profesiollale~.

(De El Liberal.)

Aná'ogos sueltos, han sido pu­blicados por todos los demás pe­riódicos diarios de Madrid.

A toda la prensa en ganeralagradecemos, una vez más, su Vll­

lioso concurso.

La actualidad médica.

LOS PRACTICANTES

Una Comisión de practican tesformada por los senores Coello, Es·talayo, Sánchez y Sancho, visitéal Ministro de la Guerra con áni­mo de recabar su protección en lacreación del Cuerpo de Practican­tes militares, cuya utilidad ~s reco·nocida por todos.

El ministro escuchó muy atenta­mente á la Comisión, y !es prome­tió toda su ayuda en la realizaciónde sus deseo3. Tdmbién visitaronal general Lacalle, quien les ofre­ció su concurso.

(Del Heraldr¡ ele Madrid.)

Practicantes militares.

L0S Practicantes de Medina y Ci·rugía de Espaf1a vienen, desde hacetiempo, llevando á cabo numero"sa9 gestiones con las altas persona·lidades de la política y del Ejérci-

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to para conseguir la creación del de modo que la variación del per··- - - -----OUel'f>o-de-~cantes--Inilitarea. _sODt!.Le~contin1.!!!. _

Una, Comisión del Colegio de (De El Liberal).practiCdontes de Madrid, compuestapor losl!efiores Sánchez Pérez, Es- El Presidente del Consejo detalayo, Coello y Sancho, visitó MinIStros Sr. Canalejas, ha re·ayer en su despacho oficial al sefior cibido en su domicilio á una Comi.Ministro de la GUerra. sión de la Junta Central de los Co-

El general Luque les hizo varias legios umdos de Practicantes depreguntas sobre las gestiones que Espafl.a.llevan hechas, y les manifestó que La Comisión entregó al Sr. Pre·siempre que la sección de Sanidad sidente del Consejo un Mensaje,militar del Ministerio presente un con más de 3.000 firmas, en proinforme favorable, es decir, que de la creación del Cuerpo de Prac­considere necesario este Cuerpo, ticantes militares.tendrán su protección. El Sr. Canalejas les prometió

A continuación visitaron al ge- hacer todo lo posible por la forma­neral jefe de la Sección de Sanidad ción de dicho Cuerpo, pues lo con.D. José de la Calle, quien les vol- sidera sumamente nep,esario paravió á hacer la~ mismas manifesta - el mejor funcionamiento de loscionEls que há tiempo les hizo en Hospitales militares, do~de losdig.

___ favor del proyecto, y les comuni- nos médicos no pueden tener ntlll-

có que el expedleme rncüaao para - cTpelsumrl auxiliar-fljú é-inieligen- - ­formación del Cuerpo obra en po- te como tiene la Sociedad de la Ar·der del -jJstado Mayor Central para mada con su Cuerpo de Practican·su estudio. tes profesionales.

De desear es que la justa y ra- " " ..zonabJe pretensión de esta sufrida La misma Comisión de Practi­y desamparada clase, tenga UBa cantes ha visitado al Ministro derápida y favorable resolución, oon la Guerra para rogarle la creaciónlo cual no sólo serían ellos los be- del Cuerpo de Practicantes milita·neficiados sino también los médi- res, cuya utilidad nadie pone encos militares, que tendrán un pero duda.sonal auxiliar excelente. El Ministro les recibió amable·

No lo tienen hoy por la razón, mente, simpatizando con la idea ybien sencilla, de que los sanitarios, ofreciéndoles todo su apoyo.cuando llegan á ser prácticos en (De España Médica) .

lbs Hospitales, toman la licencia

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MIOPINION

Después de leer el articulo pu·blicado en el número 34 del BOLE­'T1N DE LOS COLEGIOS DE PRACTICAN­

TES, titulado clntelectualicémonos_suscrito por el ilustrado compane­ro D. Leonardo Sánchez que consu acertada pluma coopera con tan­to entusiasmo al engrandecimien­to profesional, véome precisado ácontestar al consejo que en el ci­tado artículo nos dá sin que meguíen otros móviles que los de ex·poner leal y francamente y de unamanera amietosa mi humilde opi­nión opuesta á la suya en la formade apreciar las causas más princi­pales que tienen empequenecidanuestra carrera. No quisiera queesto sirviera de molestia para suautor ni mucho menos, crea que lohago con el fin de enmendarle laplana, pues antes renunciaría gus­tosamente á BU publicación y conla miilma franqueza que esto decla­ro, reconozco de antemano la su­perioridad intelectual del compa­nero Sánchez, á quien desde luegoanimo prosiga en sus trabajos comolo viene haciendo en la seguridadde que presta un gran servicio á laclase toda qUE de muchos como éltan necesitarla se halla.

En su buen artículo, reconozcami compatiero que, efectivamente,hay muchos médicos que les espo")o simpática nuestra carreraporque dicen somos incultos é in­civiled para hacemos acreedores á13U estimación y el remedio de est~

gran mal está, según, él en tenerun verdadero e~píritu de clase, en

la ampliación de los conocimientoscientíficos y de la primera ensenan­za, con lo cllal adquiriríamos unamayor cultura que nos hiciera másgratos y necesarios á nuestros su­periOIes los médicos.

j Error grande el de mi buencompanero! No, no es esa la ma·dre del cordero, como se dice enesta vieja Castilla, no es que yosea contrario á la ampliación deestudios siempre que lleve consigola de los derechos profesionales,pero de todos ó casi todos 108 órde­nes de la vida el progreso se debéá la fuerte unión de clases y á lailustración, pero como nosotros so­mos el reverso de la medalla, di­ferentes tienen que ser las causasque han de prevenir tales efectos.

Somos una clase que ha nacidoy vive pobre, desheredada, aban­donada á sus cort!ls fuerzas, sinprotección de nadie, todo esto escierto, ciertísimo; pero no lo esmenos que de esta desdicha apenastenemos nosotros culpa alguna porser los primeros sorprendidos porel engano.

Las Autoridades todas que Mn­se sucedido desde la creación deesta amarga carrera no se han cui­dado absolutamente de nada quepueda favorecernos, antes por elcontrario han sido y siguen siendolas primeras trasgresoras de la Ley;no se cuidan de que se cumplaésta tal como lo exige el deracho yasí vemos por todas las partes esainmama plaga de intrusos, oficialesunos y extraoficiales otros, que ha.

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cen imposible nuestra existencia.=: Si como dice el compatiero Sán­.hez eon precisos mayores conoci­mientos, mayor cultura, mayorespíritu de clase para granjearnosla estimación de los médicos ¿dón­de y cómo la han adquirido eeesinnúmero de falsos practicantes,que son los más, protegidos poraquéllos, que se ven por todos losámbitos de la Nación, empezandopor el Ejército y terminando porel último rincón de la aldea máspequetia? La inmensa mayoría delas poblaciones tienen esto! impro­visados practicantes en gran nú­mero, pero donde más abundan,como es natural que suceda, es enlas grandes; en éstas es tan excesi.vo, que muy raro, rarísimo es elPracticante verdadero que puedevivir con sólo su profesión-ex­ceptuando, claro está, aquellos quedependan de la Beneficencia-,pero ¿cómo hemos de poder huma·namente vivir si como tod\.ls sabe·mas ejercen nuestra profesión He·galmente, con anuencia de los mé·dicos, ha9ta las llamadas Siervasdel Seflor-siquierala bendita doc·trina de 8risto sea la de no hacermal al prójimo-, esas ctras sabiasy casi célebres enfermeras del lns·tituto Rubio, el gran contingentede curanderosyel no menos de bar­beros atrévidos que invaden y mi·nan todo? No, no está. exclusiva­mente nuestra regeneración en esaopsimatía del compa1'l.ero Sánchez¡estudianrio mucho, si, nos instrui­ríamos mas, sabríamos más ¿quiénlo duda?, pero seriamos tan practi­cantes como ahora, sujetos á losmismos desconsiderados jefes-nohablo en general-y á las mismasdeficientes é incumplidas leyes.

El mal que nos agobia, este te­rrible mal tal VEZ irreparable­conste que no soy pesimista-, raroen varias causas, pero las másprincipales son tres: la mieeria, elincumplimiento de la ley y la codiciahumana. Radica en la miseria por·que realmente son muchos los queno pueden satisfacer más que los­honorarios del médico, y siendoesto así, como por desgracia lo es,nada puede esperar de éstos el ne·cesitado practicante; radica en elincumplimiento de la ley, porquelos encargados de velar por ella noponen coto á tan abusiva comoperniciosa usurpación de derechos;y, por último, radica en la codiciahumana porque de ésta participantambién la c18se médica, salvohonrosas excepciones, al practicar,como lo hace, las operaciones decirugia menor, con lo cual aumen·tan en unos céntimos más su yacrecido sueldo; importándoles muypoco el que sus auxiliares ayunenó no, ni de que esto sea ó no de­gradante, ni que en ninguna de la8demás carreras que también lostienen, respeten sus jefes los de­rechos de sus más consideradosayudantes. Esto es unn verdad in·concusa que no tiene rectifiración.

Esta tercera causa tiene tam­bién BUS raíces en los mismos es­tudiantes de medicina que, no poramor al estudio sino por vicio, seintrusan en la visita particular,quitando al pobre Practicante elsustento de su fami lia: buen ejem­plo de ello podemos uar todos 108que nos hallamos donde existenFacmltades de Medicina; pero esto,al fin y al cabo, tiene su freno den·tro de laa leyes si Be cumplieran.

¡Verdadero sentimiento experi·

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menté al enterarme de las razonestan peregrinas que adujo en con­tra de la clase en general, el Cate­drático de Medicina á que alude elSr. Sánchez en su articulo cuando!!le lamentaba ante él de la amarga-situación profesional! S6lo consi­dera dignos de ostentar el títulode Practicante á aquellos que seanmuy aplicados al estudio; á los quele hayan adquirido después deaprobado el grado de Bachiller, yá los que hayan sido estudiantesde Medicina; extrafio en extremoparece que eso haya salido de los'labios de un docto Catedrá.tico..¿No lo cree tan digno el que leostenten todos-más Ó menos apli­'Cados-Ios que por el profesor óprofesores encargados de la clase,hayan sido aprobados de los estu­dios qu~ comprende el programade la carrera? ¿O es que quiere de·(lirnos, con esto, que dichos profe­ilores son injustos en los exáme­nes?

Para justificar su falsa teoríacompara nuestra carrera con la dedentista, diciendo que éstos, des­pué:! de haber estado en circuns­tancias peores, han organizado susestudios de tal forma que han he,cho desaparecer al sacamuelas dela plaza pública, gozando los nue­vos odontólogos de reputación cien·tífica.

Si viviéramos en China, dondeno tuviéramos facilidad algunapara informarnos cómo ha sido~reada dicha carrera de dentista,puede que creyéramos lo que nosdice ese ilustrado sefior. ¿Pero nole parece más cierto que ésto no lopodía pedir dentista alguno por lasencilla razón de q u e entoncesejercían la odontología los mismos

Practicantes? Diga conmigo queaquel Gobierno vió la necesidad deesta reforma y quiso llevarla á lapráctica y la llevó sin que para ellointervinieran poco ni mucho losdentistas, porque no existían, nilos Practicantes de entonces por­que tampoco sabían más que loque habían aprendido en sus corotos libros que ni aún programastenían, y de esta forma n0 nos des­viaremos ni un ápice de la verdad.

Acomete briosamente el mencio­nado doctor contra el Practicantecuando habla de la asistencia á lospartos normales, diciendo que esun absurdo el que pidamos el libreejercicio de éstos porque se handado casos en algunos Practicantesque ignorando el inminente peli.gro que tiene un parto distócico,se han extralimitado en sus fun­ciones, asistiéndolo como si se tra­tara de uno normal y que con lossolos conocimientos de obstetricia,que ensefian en las Facultades, porinsuficientes pueden dar lugar áun caso de responsabilidad crimi­nal para el Practicante.

¡Qué razonamientos más ilógi­cos é injustos los empleados poruna eminencia médica; qué de di­ficultades, qué de peligros, no pa·rece sino que somos una nulidadcompleta, un grave peligro para lahumanidad y que las cál'.]eles ha­bría que agrandarl~s paranosotroslDesde luego no se necesita ser muylince para conocer que el citadodoctor no es de los nuestros, y nosólo no es de los nuestros, sino quepor el contrario es de los que nosdetestan.

El que hubiera algún Practican­te desconocedor de susdeberes anteun parto, no es lo suficiente para

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hablar así ea.. términos generales,como tampoco lo es el que hayaquien por ignorancia ó error dediagnóstico se hallara en presenciade un parto distócico creyéndosenormal; el!lto mismo le ocurrirá se­guramente á ese aefior Catedráticogran número de veces en su vidaprofesional, y si tan afortunado hasido que no lo ha experimentadonunca, no podrá negar que á lamayoría, por no decir á todos, lesocurre y tal sucede en las demásprofesiones, sin que por ello seaobst8<,ulo para que ejerzan lo quepor sus estudits suficienitmentedemostrados tienen derecho.

Si el pretender nosotros el libreejercicio de lospartos normales conun programa oficial más amplioque el de las matronas lo cree unabsurdo y además peligrosisimo,¿qué dirá de éstall que pueden ejer­cer libremente autorizadas por lamisma Ley? ¿Y si tan !Jeligrosa esesta existencia, ignora Que haymuchos médicos f(ue mandan asis·tir á las parturientas-y esto síque es un absurdo imperdonable­á cualquier mujer atrevida que áesto se presta? ¿ó por el hecho demandarlo el médico desapareceninstantáneamente aquellos temo·res y peligros que nos apli;a á losPracticantes?

Nada hay más sencillo de des·virtuar que aquello que se apartade la verdad lisa y llana. .

Si por estudiar mucho dejára­mos de pertenecer á eea tutela tandesconsiderada como opresora,santo y bueno que estudiáramos;pero si hemos de seguir bajo elyugo que nos refrena tan injusta­mente, con saber lo preciso, lo queel programa oficial exige, basta,

y..• ¿por qué no decirlo?, scbra~

No creo que porque sepamos demedicina más que el mismísimoGaleno, nos permitan salir denuestra esfera restrictiva de practi.cante. Dos son las causas~e las tres·que acabo de enumerar, que pue·den ser por nosotros combatidasen parte las últimas; éstas, y sobretodo la primera, se conseguiríaaminorar su devastadora invasiónmediante una fuerte unión profe­sional-como proclama el Sr. Sán­chez, y en eSo estamos de acuer­do-que consiguiera la creación deSubdelegados practicantes. que se­rían los encargados de evitar esasescandalosas intrusiones, porquelos actuales de medicina ni les im­porta ni nos hacen maldito el caso,y como complemento á esta granmejora, es de necesidad absoluta elconseguir rebajar esa excesiva ma­trícula que á la mayoría de la cla­se impide pagar, y, por tanto, im·pide también el ponernos en con­diciones de combatir á esos des·aprensivos intrusos.

Respecto á la última, ó sea le..que yo llamo codicia humana,aunque más difícil de resolver,puede también limitaree consi.guiendo el que tod()s los Ayunta­mientos de Espafia consignarandotacione"l de cirugía menor deco­rosas, y de eeta forma serian des·empefiadas por Practicantes titu.lados, en lugar de estarlo por elmédico solamente, pudiendo aqué­llos extender su ejercicio á las fa­milias pudientes, evitando que és­tos, unas veceE por necesidad yotras por voluntad, se lleven lo quelegalmente corresponde al Practi-cante. NICOLÁS REDONDO.

Valladolid 13 Junio 1911.

MEA

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OULPA

Figuraos el t:fecto que os produ­ciría ver á vuestro casero con carade aumentar dos duros el alquilerdel cuarto; pues el mismo, exacta­mente el mismo, produjo en mí lalectura del último número del pe·riódico. 0.3 aseguro que el tal nu­merito me asusta y con razón...

A dos Practicantes femeninosdedica D. Pascual Tarrero un ar­tículo, en el que soy objeto de in­merecidas atenciones.

Nuestro director trata en su arotículo de justificarme ante eeascompa11eras de profesión, las que,según parece, se consideran ofen­didas, por uno de mis artículos anoteriores.

Gracias muy sinceras doy á. miquerido amigo Sr. Tarrero, puescon sus halagüe11as frases me co·loca á una altura muy superior á.la que sot'l.é alcanzar; en cuanto álas se110ras Martínez y Gil delCa11o, puedo asegurar que no pasópor mi ime.ginacion la idea de in·ferirlas la más leve ofensa, porqueson Practicantes, y mi artículo «yvan dos:t del número de Abril quees sin duda el que creen haberlasofendido, se refiere á. otras sella­ras, precisamente porque no sonPracticante9, y por tales pasaD................. , .

D. Juan José Hernández, escri­be un maravilloso artículo, que ti·tula «Derecho y Nobleza:t.

Empieza diciendo que no debe­mos recurrir á tácticas emboscadaspara hacer frente á nuestros ene·migas, sino atacarlos cara á cara...

Creo, Sr. Fernández, que así lohemos hecho hasta hoy, y así loharemos siempre, sin que por esopretendamos demostrar nuestracaballerosidad é hidalguía, puesdicen muchos nobles espalloles yyo creo que con razón, que somosdignos descendientes de José Maríael Tempranilla, del Rey de SierraMorena, de Cara-ancha, y de Cú­chares.

Si usted cree que nuestra faltade nobleza estriba en el uso deseudónirrio, no puede U3ted viviren Layar error.

No es noble decir las cosas ocul­tando el nombre bajo un seudóni­mo. Ya lo saben el Rey del perio·dismo espallol, que cuando hacíarevistas de toros, se llamaba Soba­quillo, ya lo saben también Jum¡de A.ragón y El Bachiller Canta.claro y El Sastre del Oampillo yParmeno y otros muchos literatoseminentes, y de nuestros amigosEl Bachiller Incógnito y El Ratónde A.ldea. No es noble firmar con

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seudónimo, esta es al menos la opi­nión del Sr. Fernández.

Entre los muchos libros y pape­les que tengo sobre mi mesa, figu­ran Ell Evangelio de San Mateo, unlibro profesional, la Sonata deKrentzer de León Tolstoi, abiertapor la página en que describe laentrada del pufial empujado por lamano celosa. de un esposo, rom·piendo ballenas y s~parando cos­tillas ...

El libro profesional es obra es·crita expresamente para que sirvade texto en la Escuela de enferme­ras de Santa Isabel de Hungría, yf['ancamente, no me ha parecidoun Testut, ni un Forgue ni unDielafoy, es simplemente, una se­rie de nociones más ó menos gene·rales, para ser estudiadas en la foroma que ya dije en mi artículo delnúmero anterior. ¿Lo leyó uste6,Sr. Fernández?

Del hecho que las enfermerasusen de arbitrios concedidos porun. título ilegal, tenemos la culpanosotroe.

Es decir, que si á mí se me ocu­rriera estudiar cuanto se haya le­gislado, desde inmemoriales tiem­pos, y sin título que me autoriza­ra para ello, defendiel a cuantospleitos se me presentaran, tendríanla culpa los abogados. Esto es lo

que el Sr. Fernánnez fl uiere dar áentender con su Derecho y con 8U

Nobleza.Dice usted que trato á las sefio­

ras de una manera jovial, quizástenga razón; pero eefior mío, paradecir que hay sefioritaa que se lla­man Practicantes sin serlo, ¿quiereusted que me vista de lnto, y con·vierta mi cuarto en un valle de lá­grimas?

La mujer es la compafierR delhombre, por ély para él vive-j conél vive-afiado yo, yen estoestribaprecisamente mi desgracia. No leextrañe PU3S que al salir de casame meta con la primera que encuen·tre al volveto la esquina.

Debemos ir al senor Ministro deIostrucción pública y denunciarleestos hechos. Tiene usted mucharazón, pero ya llega tarde con suidea; algo se hará por quehacemu.cho tiempo que se ha pensado.

Habla el Sr. Fernández de ciertacarta, y según parece ee relacionacon la defensa que hace de las en­fermeras del Instituto, aunque élintente aparentar lo contrario.

Recibe una carta ... defiende lasenfermeras..... ahora intentará.....sirviendo yo..... ¡¡Santo Dios! 1¿será posible que yo haya venido áeete pícaro mundo para hacer pa­peles tan ... poco airosos..?

COMA- DREJA.

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ANOMALíAS

Por si alguien pudiera dudar dela importancia del Practicante entodos los departamentos, tanto ci­viles como militares, y con el finde justificar una vez más la nece­sidad que existe de:que ingresemoscomo técnicos en el ejército paravelar al lado del médico por la sa­lud de nuestras tropas, voy á ci .tar un' caso ocurrido el día 12 deMayo en un cuartel de un pueblopróximo á esta Corte.

Encontrábase trabajando elobrero A. M., de cuarenta y sieteaftos. Debido á un movimientobrusco hecho por uno de los ca­ballos, tuvo la desgracia de sufriruna contusión de primer grado enel dorso de la mano derecha; comoes consiguiente, so:icitó en el mo­momento la asistencia facultativa,pero es indudable que no debía en­contrarse allí el médi~o dEl regi.miento, por cuanto tuvo que re­currir á que le curase el mal lla·mado Practicante, el que, ni cortoni perezoso, preparó una gran capade algodón hidrófilo, la empapóen iodo y se la colocó en el puntolesionado y algo más, pues la le­sión estaba clara, tendria unos doscentímetros en redondo y la capade algodón le abarcaba parte delextremo inferior del antebrazo,

toda la región del carpo é igual­mente el metacarpo por su caradorsal.

Supongo que cualquiera quevaya leyendo estas líneas y sepa loque es este medicamento supondrálo que resultó, que fué sencilla­mente de una contusión como hedicho de primer grado, para cuyacura habría bastado con unos fo­mentos calientes de bicloruro demercurio al1 por 1.000. Por ha­berle aplicado el iodo en tantacantidad, y debiendo, sin. duda,estar muy concentrado, le produjouna extensa quemadura químicade segundo grado que le dejaba aldescubierto el dermis en bastanteextensión, con gran infiamaciónde toda la mano y el antebrazo,por esto y por los grandes doloresque sufría es por lo que el enfermorecurrió á la Casa de Socorro endemanda de asistencia facultativa,encontrándose .los doctores Sán­chez Herrero, Morcillo y el Ayu.dante de guardia, habiéndoselaaplicado la cura correspondiente.

Decía yo antes que mal llama­dos practicantes, pues con sólocuatro lecciones que les dan, y sintener conocimiento de lo que esuna clínica, una cODsulta, y des­conociendo en absoluto lo que es

un medicamento, ya se creen tan­to como Galeno, Letamendi, Ca­rracido, etc., y no es que yo culpede todo esto á esos éoldados, pues­to que ellos no hacen más quecumplir fielmente con el deber quese les impuso ya en el servicio, ymenos teniendo en cuenta que no~ienen motivos para desempe1'1arcargos de tal importancia y res-

" ponsabilidad, pues todos sabemosque la vispera de ingresar en filasfueron labradores unos, le1'1adores,carpiateros, zapateros, pintl)rell,etcétera, otros y no sigo, pues paracitar todos los oficios sería objetode ocupar mayor espacio del qU9en estas columnas podemos dis­poner.

También sé que hay algunossanitarios practicantes; pero éstosson pocos, y serán menos si S9 hacecon muchos lo que con el qua sus·cribe, que se me escogió para ser­vir en el tercer escuadrón Lancerosdel Príncipe, á pesar de haber he·cho presente á su debido tiempoque era Practicante en ME:dicina yCirugía.

No encuentro grandes dificulta­des para que Ee pueda encontrarhombres aptos para esa rama delservicio militar; pero si en cambiopara que resulten Sanitarios consuficiencia sin poseer nuestro títu -

lo. Yo me pregunto: ¿qué entu·siasmo puede tener un sanitariopor estudiar lo que después de li.cenciado no ha de reportarle nin­gún rendimiento, teniendo que vol·ver, como es consig~iente, á susanteriores faenas ú oficios? Contés­teme quien guste; pero creo que loestá ya, y podemos pensar quemientras no haya un cuerpo dePracticantes militares que ejecutelas ideas del Médico, pues estopiensa lo que el Practicante ejecn­ta, cuyos practicantes hayan deestar distribuidos por los cuartelesy Hospitales y en cuyo cuerpohaya de entrarse, como en las Aca­demias, por rigurosa oposición, elEjército espa1'101 no estará comple­to, y ocurrirá con estas deficienciaslo que ocurrió en la guerra de Me·lilla; que, por falta de personalidóneo para curar, tenían que sertrasladados los enfermos á Málaga,Cádiz, Cartagena y otras capitales.

ICuánto más fácil hubiera sidocurarles allí!

Grande ha sido para nosotros lasatisfacción al saber la buena im­preBión que al Sr. Canalejas causóel menflaje, de cuyo re:mltado espe·ramos la implantación del tan ne­cesario Ouerpo de Practicantes Mi­litares.

V. SANZ LÓPEZ.

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LOS SUBDELEGADOS DE MEDICINA

El Dr. Ortega Morejón, comoPresidente de los subdelegados, yacompanado por lo Comisión nomobrada en sesión general, ha pre­sentado á la dictaminadora del Senado las siguientes conclusiones,intereeando que sean incluidas enel proyecto de ley de Sanidad.

La Conservar el nombre tradi­cional y glorioso de subdelegadosde Sanidad.

2.3 Que el cargo de subdele­gado eea inamovible y sólo se ceseen él por inutilidad física Ó por in­cumplimiento de deberes que obli­guen á formación de expediente.

:3. a Que el cargo de subdele·gado Bea compatible con cualquierotro, á excepción del de inspectorprovincial de Sanidad é inspectorprovincial de Higiene pecuaria..

40. 3 Que en cllda distrito Ó par­tido haya, como en la actualidady desde la creación del Cuerpo, unsubdelegado de Medicins, otro deFarmacia y otro de Veterinaria.

5. a Que estos funcionarios des­empefien, simultáneamentE', la ins­pección municipal de Sanidad, desu profesión respectiva en la cabe­za de partido y poblaciones impor.iantes.

6. a Que formen parte del RealOonsejo de Sanidad, como vocales

natos, tres spbdelegados, el mágantiguo de cada profesión.

7. a Que tengan derecho prefe­rente á ocupar los destinos eanita­rios.

8.a Que las vacantes de inspectores provinciales sean cubier­tllS, por concurso, entre los subde­legados de Sanidad de la provinciarespectivaE'.

9.a Que se conceda á los sub­delegados autoridad y autonomiapara castig/lf las infracciones sani­tarias que se cometan.

10. Que el intrusismo sea con­siderado como delito y no comosimple falta.

11. Que teniendo en cuentalos muchos é importantes servicioshechos al Estado,sin remun€Iaciónalguna, se les asigne una gratifica·ción decorosa proporcional tí lacategoría de la población dondeejerzaD.

12. Que el cargo de subdele­gado sea compatible con los deelección popular, como derecho deciudadano.

13. Que en recompensa á ]apenosa labor de muchos afios deservicio desde la creación del Cuer­po, se les tenga en cuenta parapensiones y jubilación.

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SECCiÓN OFICIAL

<!olegio de Sevilla

Acta de la Junta general ordinariadel 1.0 de Mayo de 1911. Asistieronlos señores de Pablos, Santo To­ribio, Esoribá, Leaner, Recio,Venegaa, Leal, Toajas, León,Matamoros, Lafont, Cepeda, delos Santos, Giralda, Paniagua.Moreno, Galindo y el Secretarioque suscribe.

Abierta la sesión, se da. lectura.al acta anterior, siendo aprobada;se lee la de Junta Directiva del 29,y al darse cuenta de la dimisión deésta, el Sr. Leaner dice que nocree conveniente esta dimisión; el"Sr. de Pablos dice que esta dimi­sión se ha hecho en atención y porun acto de cortesía á los nuevos-socios, siendo éstos un númerocrecido, deseada, sin molestar alColegio, hacer nueva elección deJunta, quedando aprobada d acta.

Se da cuenta de la correspondencia expedida y recibida, oyéndosecon agrado un oficio de la RealAcademia de Medicina, la queagradece el pésame dado por este-Colegio, por la muerte del Presi.dente de aquella entidad. Otro·del Colegio Central, dando cuentade 1/\ nueva Junta, y estado decuentas de la misma, corre9pon·-diente al primer tr\mestre del afio.

El safior Presidente hace presen­te la necesidad de una personapara repartir documentos y hacerla cobranza, por haberEe suprimi­do la cobradora. Los sefiores Oaro,León, Paniagua y Matamoros ha­cen manifestaciones en pro de lacobradora para que continúe, acor­dándose así.

Propuesto por el Sr. León Ríos,se acuerda darle á dicha cobradorados pesetas por el reparto y ellOpor 100 de la cobranza.

Propuesto por el Sr. Caro, yacordado, oficiar al Director delBOLETíN para ver el modo de quesalgan en el BOLETíN las actas co­rrientes de todos los meses, mani­festando su disgusto al mismotiempo por no hacerlo así, porqnesi no se pueden publicar por exce·so de original pueda a rnortizarlas.Propuesto por el mismo sefior seacuerda oficiar á la Junta Central,preguntándole el estado en que seencuentran sus gestiones acerca delos Poderes públicos y que siga lacampana para que se cumplan lasleyes; así se acuerda.

y no teniendo más asuntos quetratar, se levanta la sesión, de loque yo el Secretario, certifico.-

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Joae Ldm Rí03.-V.o B,o-El Pre­sidente, Pablode Pablos.

** •

Acta de Junta general extraordinariadel día 9 de Mayo de 1911. Asistie­ron los señeres de Pablos, Santt)Toribio, Escribá, león, Matamo­ros, Recio, Leaner, Venegas,Caro Toajas. Cepeda, Guerreroy el Secretario que suscribe.

Abierta la sesión se pone á dis­cusión la vigorización del Regla­mento.

.J:i,;l Sr. Matamoros propone norija hasta que no esté impreso ysea estudiado por los compafi.eros.El Sr. Caro está conforme en par­te y propone rija en esta sesión,puo que las multas no se paguenhasta su reparto; abogan igual­mente Jos sefi.ores Recio y LeónRodríguez, y queda aprobado.

Al tratarse del nombramientodel Presidente honorario, preguntael Sr. Matamoros si se ha de hacerla votación secreta, es contestadopor el sefi.or Presidente, que seránominal, según el Reglamento. ElSr. Santo Toribio explica EU votoá favor del Sr. Lupiáfi.ez.

Suspendida la sesión por cincominutos, se procede á votar, dandoel resultado de ser elegido D. JoséGonzález F. de Meneses, por seisvotos, obteniendo tres el Sr. Pue·lles y tres el Sr. Lupiáfi.ez.

Se continúa con el nombramien·

io de Directiva, dando el siguiente­resultado: Presidente, Sr. de Pa­bIos, reelegido, por once votos~

Vicepresidente, el Sr. Caro, por­siete votos; Secretario primero,D. José León, reelegido, por oncevotos; Secretario segundo, Sr. Ma­tamoros, por unanimidad; Tesore·ro, Sr. Escrivá, reelegido, por­once votos; Contador, Sr. LeónRodríguez, por once votos; Voca­les, Sr. Santo Toribio y Sr. LópezLaza, por unanimidad el primeroy once votos el segundo.

Comisión revisora de cuentas,sefi.ores García Leaner y Recio Ji­ménez.

y no habiendo más asuntos que­tratar, se levanta la sesión, de queyo el Secretario, certifico. -JoséLeón Rí08.-V.o B.o-El Presi­d(nte, Pablo de Pablos.

*,.. *Acta de la Junta general extraordlna­

naria celebrada el día 15 de Mayo,con asistencia de los Sres. Meneses,de Pablos, Caro, Lafont, Escrlvá,León Rodríguez, Matamoros, SantoToriblo, Lara, Moreno, Paniagua,Recio, Leal, Giraldo, Mateos, Cons­tanclo Moreno, Florencio Pérez,Madrigal, Toajas, Rodríguez, Teo­dosio López, Ruiz Cepeda, GarcíaGallndo, Guerrero, Navarro, PérezCaro y León Ríos.

A las veintiuna abre la sesiónel eefi.or Presidente honorario y seposesiona, de sus respectivos car.­gos, la Junta directiva.

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El Sr. de Pabws usa de la pala.bra y agradece, en su nomDre yen el del Colegio, la distinción queel Sr. Meneses hace á la Corpora.ción aceptando el humilde puestoque ésta se había honrado en pro­ponerle. Continúa agradeciendo sureelección como Presidente, cuyocargo- dice -no merezco; peroprocuraré desempefiarlo lo mejorposible.

El Sr. Meneses dice que experi­menta una gran satisfacción, lamayor de su vida, al aceptar el<largo de Presidente honorario COll

que esta Colegiación le había dis­tinguido, distinción que agradecemás que por lo que en sí tenga designificativo, por hallarse honradorepresentando á la clase de Practi­cantes, la cual, aunque modesta,es digna de su aprecio, tanto porhallarse totalmente ligada á laclase médica de la que son ayu·dantes aptos é inteligentes, cuantopor merecerlo los individuos quela integran. Continúa diciendo quela carrera de Practicante debe serla escalera para la de Médico, por­que así ya llevarían además de susconocimientos teóricos, la prácticaadquirida tí la cabecera de los en­fermos en Hospitales y otras clíni·caSi aconseja tí los colegiados quecontinúen estudiando hast'l hacer·se médicos, como ya hay varios, ytermina ofreciéndose á la clase de

Practicantes cuya representaciónlegítima y legal es el Colegio, paratodo cuanto estimen que puedaserIes de utilidad.

El Sr. Caro le contesta en nomobre de la Directiva y del Colegio,agradeciendo las manifestacionesdel sefior Presidente honorario yse congratula de que el Sr. Mene·ses haya aceptado el puesto de re­ferencia, con lo cual distingue tínuestra modesta clase que tan ne­cesitada está de la protección desus maestros.

El Sr. Paniagua se alegra dever el crecido número de sociosque asisten á la sesión, así comodel que compone la Directiva, hs­liándose muy satisfecho de la elec.ción.

El Sr. Matamoros agradece lasmanifestaciones del Sr. Pauiaguay los Sres. Caro y de Pablos seadhieren.

Se acuerda pedir ocho númerosdel BOLETíN por cuenta del Colegio,para archivo y distribución tí lossefiores Presidente honorario, So­cio protector, Presidente del Cole­gio Médico, Inspector provincialde Sanidad, Segura y Reyes.

y no habiendo más asuntosque tratar, se dió por terminado elacto de que yo el Secretario certi·fico, José León Rí09. V.o B.o, ElPresidente, Pablo de Pablos.

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SECCiÓN CIENTíFICA

coNfE~ENCIA

dada en el Colegio provincial de Cádiz por nuestro dignísimo

compañero y colegiado D. Francisco Santamaría.

(COl\'CLUSIÓN)

El Practicante navega en unanave sin timón, á merced de lasolas. He ahí el tema que me pro­pongo desarrollar aunque muybrevemente; todas las clases socia­les, desdA la más encumbrada á lamás humilde, cuenta con la coope·ración de determinados elementosy significadas entidades, que estándispuestas l\ todas horas á velarpor los intereses de aquella socie­dad, de aquel taller, de aquel arteó de aquella industria; todos en fincuentan con pereonalidades de dis­tintos matices, que están dispues­tos á no permitir que BUS empre·sas, sus negocios sufran detrimen­tos de ninguna naturaleza, tantoen el orden político como en elcomercial y en el religioso; en elorden político tienen significacióndesde el modesto empleado de unacaea benéfica, hasta el más altopersonaje que desempefia determi.nados cargos en las esferas del go­bierno, todos, como ya he dichogradualmente, ocupan un puestode mayor ó menor importancia,que les permite vivir con ciertodecoro, con relativo desahogo,hasta el estremo que se ldenten or-'gullososde sus demás compaileros,que no han tenido igual suerte;

eEtos empleados tienen la protec­ción del Ministro, del cacique, delAlclde, de los personajes políti­cos, y, en un palabra, de todosaquellos seilores que por su eleva­do cargo ó significación en la eEfe­ra social, velan de una m~ner'll

muyespecialpor los intereses queafectan á sus patrocinados; todostienen quienes lo defiiendan encaso necesario, y claro, que la vidaes bastante llevadera en esta for­ma; pero dejemos, á un lado á es­tos seres afortunados de la ereacióny estudiemos un momer.ro la situa­ción critica por que ataavieea elPracticante. En los primeros afiosde su fundación, muy pocos cono·cimientos profesionales se les exi·gieron y como nunca podían hacerfrente á sus necesidades con los ho·norarios que percibieren cou sucarrera, hubieron de dedicarfle áotra profesión completamente des­conocida, independiente de la pri­mera (á todos nos es conocida): elarte de barbero; ahí encontrabansu manera de vivir y á ella se dcdi,caron ocupando un lugar muy secundario, la profesión técnica; lasdos unidas más tarde le dieron ca­bida en 103 buques del Comercio,y también en los de la Armada,

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único ambiente con que contaba lasufrida clase de Practicante, pueslos que no podían ingresar eu estossítios, se podía decir á boca llenaque se morían casi de hambre; niun Gobierno, ni un diputado, niun alcalde, ni nadie absolutamen.te, hubo quien se ocupara de la si­tuación angustiosa y precaria porque atravesaba la clase; es más,que aún era desconocida para tll1os;no exisUa, en Ulla palabra.

Decía hace un momento queel Practicante necesitaba llara susubsistencia, no sólo poseer co­nocimientos profesionales, sino quetambién independiente de la mis­ma, y en efecto, yo conozco Practi­cantes dedicados á otras preocupa­ciones, que sino bien denigrantes,porque el trabajo no humilla, almenos algo más ruda que su pri­mitiva profesión, y se me ocurrepreguntar: ¿por qué se tiene enabandono á la más humilde, sí,pero á la más hermosa de todas lascarreras?; humilde porque tienepor base derramar á torrentes ypor doquier los beneficios de su sa­grado ministerio, ora al lado delenfermo, prodigándole toda clased@ cuidados, ora curando á un le­sionado cualquiera; donde hay do­lor y donde hay enfriamientos, allígeneralmente se encuentra el Prac­ticante, que de una manera muyd6einteresada está curando al he­rido, consolando al enfermo y ad·ministrándole por sus propias ma­nos las medicinas prescritas porel médico de su asistencia.

Esto, sanores, no sólo es abne­gable, sino sublime y grandioso;se ejercita una de las virtudes máshermosas, ¡la Caridadl El Practi­cante la ejecuta á todas horas en

los Hospitales, en los H,)spicios,en las Casas de Socorro, en los La­zaretos, y en todas partes dondehay dolor y pobreza allí vemos alsufrido auxiliar del médico des­empeliando su profesión; mejor di·cho, su profesióD, no; porque ¿quémás querría el Practicante, sino es­tar en posesión de un cargo? Hu­millado con otra ocupación muypor bajo de la. suya, generalmenteel puestode más significaci6n en orden civil. es el de Topiquero, y alUlo vemos sin exclamar una queja.,sin exhalar un suspiro que denotehallarse contraT iado, navegando enun buque sin timón, que amenazaestrellarse contra las rocas por lafalta de gobierno de la embarca­ción; pero siempre resignado y su­frido, en espera, tal vez, de majo­res días, se desliza vertiginosa ycon uaa rapidez asombrosa sus ju­veniltls alios, y obtiene como pre·mio de tantos desvelos, de tantossacrificios, una iadiferencia mar­cadísima por parte de 103 que tie­nen la obligación de definir su si­tuación, y de ahí que el Practican­te se encuentra sin albergue, y noes sólo eso lo más malo, sino quese ha dado el caso que ha tenidoque implorar la caridad pública,no exagero nada; el Practicantejoven, todavía le queda el recursode dedicarse á otra ocupacióncualquiera y buscar en otra profe­sión lo que se le niega en la suya;pero ¿y el anciano, dónde refugiar­se? Como generalmente no se tie­ne capital, se toca, es indiscutible,los estragos de la miseria, y cuándoloroso no es esto para el que des­pués de haber sacrificado BUS inte­reses, con miles trabajos, para te­ner una carrera y disfrutar de SUB

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beneficios, estar en posesión de untítulo académico que lo acreditecomo tal, y cuando ya se reunenesas condiciones, ni los Poderespúblicos, ni la Alcaldía, ni nadiese acuerda de que existe tal clase,y empieza el Vía Orucis de nuestravida profesional.

Todavía hay más, á medida queEe suceden los afios los estudiop entodas las carreras son mucho másextensos, originan más gastos, escit:rto que se posebn más ampliosconocimientos, ya. los emplastos,los ceratos, y otros tópicos pareci­dos han dejado de pertenecer á laCirugía moderna, elementos asép.ticos, como todos sabemos, ha ve­nido á reemplazar á esas hilassépticas, completamente, que pro­ducían trastornos considerables enla parte afectada del enfermo, mo­tivando en la mayoría de los pro­(~esos supurativ0s de índole tal,que se hacía necesario la interven·ción de una operación quirúrgica,no siempre con resultados satisfac­torios; pero no es mi idea ocupar­me de los medios modernos conque cuenta la Cirugía en estos úl.timos afios; todos los sabemos y yome considero poco apto para ha­blar de asuntos tan delicados.

Decía, ocupándome de los cono·cimientos que cada día se le exigeal Practicante, que ha ganadoalgo en el campo científico, sí;pero nada en consideraciones, nien remuneración á su clase; horaes ya de que os diga que muchade la culpa de nuestra actual si­tuación nos la debemos á nosotrosmiEmos.

Nosotros debemos pedir, perocon la frente muy despejada, nadade .,úplicas; recabar de las Auto-

ridades gubernativas que ponganen vigor la Ley de Sanidad, quenos da entrada en la Beneficenciamunicipal, elevar una instancia alMinistro de la Guerra para que,en analogía con la Armada, creeel Cuerpo de Practicantes del Ejér·cito, tan necesario en determina·das ocasiones; muchas deficienciaase observaban con motivo de lapasada campafia de Melilla; allí senotaba palpablemente la falta delPractica.nte; un zapatero no es elmás á propósito para hacer un ta­ponamiento, ni ligar una arteria,ni extraer un proyectil de una ca·vidad cualquiera; los médicos tra·taban de multiplicarse para aten­der á todos, pero era completa­mente imposible; no podían darcumplimiento, y de ahí que el unose desangraba, el otro se moríapreso de los más horribles tormen­tos y se ponía de manifiesto lo neocesario, lo útil, 10 humanitario quesería dotar al Ejército de un pel'·sonal de Practicantes que respon·dieran á las necesidades del servi­cio y de la patria.

Parece cosa muy fácil pedir loque á uno le corresponde, y, ver­daderamente, a8í debía de ser; perohe aquí que sucede lo contrario entodos los capos, y por eso la nece­sidad de colegiarnos, de unirnostodos bajo unos vínculos indisolu­bles, y cuando esto se consiga,cuando ya el Practicante deje deandar errante, sin rumbo conoci·do, cuando después de haber experimentado serias contrariedadesque se oponían al colmo de BUS

aspiraciones, comprenda que lanave que lo conduda estaba faltade estabilidad, olas que amenaza­ban sepultura á cada paso en lo

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más profundo del mar; cuandocomprenda el ríeEgo que ha corri·do poniendo en peligro su vida,vol verá seguramente al seno de sufamilia que la constituímos nos·otros, somos familia profesional, yel Colegio, nuestro padre, conside·rada bajo ese orden; somos, por lotanto, hermanos, y como talcs de·bemos ayudarnos mutuamente, fa­vorecernos en todos los actos den·tro y fuera de la profesión; quererá nuestro padre con toda la vehe­mencia de nuestra alma, olvidarlas rencillas que puedan existirentre algunos de nosotros, puestoque son orígenes de discordias yevitan llegar á un acuerdo tal vezen su día de resultado muy prácti.ca para los intereses que afectan áesta Colegiación; cuando todos sea·mos uno para discurrir, para eje­cutar, para hacer respetúr nuestrosderechos, podremos decir que hallegado la hora de nuestro resurgi.miento, un horizonte nuevo seabIÍrá á nuestro paeo, y días másventurosos vendrán en sustituciónde los actuale'3, que, por todosconceptos; han sido y son tantristes para nuestra vida profe­sional.

Yo quisiera seguir y no puedomás, he hecho uu esfuerzo sobre­natural, casi he agotado mis enerogías en el Olden intelectual y comoes tan limitado en mí ese don,ocupa tan poco espació en mi cereobro, me 8iento desfallecer por mo­mentos, temiéndole á un resultadodesastroso que pudiera surgir enmi ánimo, como consecuencias dellii silencio forzoso, porque claroestá que no me callaría por gustode hacerlo, sino en la imposibili­dad de poder realizarlo, lo cual

como ustedes comprenderán no eslo mismo, pero de cualquier modo,el caso es igual y el efecto pareci­do; á mí no me da vergüenza de·cirles á mis compal'i.eros, que si nosoy más extenso en el desarrollodel tema que me propuse disertar,es porque no abarco más, porquematerialmente no puedo, y si al·gunas indulgencias les están reser·vadas á los ignorantes, yo las re­clamo á toda prisa, no negarmeeste favor que de todo corazón ospido, y yo prometo vivir eterna­mente agradecido y muy reconoci·do á vuestras atenciones. Pero Sil.·

cando fuerzas de flaqueza y tra·tando de hacer el último esfuerzono quisiera terrrrinar sin antes recordaros lo que estáis cansadosde saber, ninguno de vosotros ig­nora que la unión constituye lafuerza, pues bien, si esto es cierto,si los problemas de vida todos ensus diferentes órdenes Ee resuelvenfácilmente por medio de la unión¿por qué no unirnos nosotros? 1Mecontestáis que ya lo estamosl

Razones que al parecer conven·cen, pero por desgracia nuestra noes así; aquí nos encontramos cole­giados, quizás menos de la mitadde los que hay en la provincia ig.norando las causas que puedanexistir para que estos hermanosnuestros estén alejados del hogarfraternal, nosotros debemos hacertodo lo que esté de nuestra partepara conseguir que estos campa­neros que están separados hoy denuestra Asociación, tal V(Z, quizássin causas ni fundamento paraello, se restituyan al seno de la fa­milia que impaciente los esperacon los brozas abiertos, significán.doles el afecto que se les profesa y

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demostrándoles la valiosa coopera­ci6n que pueden preatar (;n pro dela causa que perseguimos, y es elhacer valer nuestros derechos entodas las ocasiones que sean propicias, y decirle al mundo entero,caso necesario de que ignorennue~tra exi.3tencia, de que existeuna clase muy sufrida, humildfsima, casi desconocida por todos losque habitamos en esta región (spa·1101a, porque en otras naciones noocurre lo mismo, y esa clase á queme refiero es la de Practicantes;el Practicante, que cansado ya denavegar en la nave del dolor y dela miseria y n) pudiendo reeietirmás tiempo el ímpetu de las em·bravecidas olas que amenazan,como ya he dicho, sepultarla en lomás profundo del mar, quiere estavez hacerse fuerte ante ti peligroque le amenaza y no dejarsa lIevar de las promesas y ofrecimien­tos que nos puedan hacer inriudR­blemente, para sepultarnos más ymás en el abismo dé! [.bandono yde la desesperación. Porque al de­cir yo que el Practicante navegaen un buque sin timón y á mercedde las olas, quiero referirme á quenos encontramos completamenteaislados de las demás carrerllS yhasta también ~le las artes, no con­tamos con la protEcción oficial niparticular de los elr.montosque hoyrigen los destinos del Estado,nada se ha hecho en favor nuestro,y claro está, que considerado bajoese punto de vista, el Practicantedebe compararlo á esa naVd sin ti..món que navega á capricho de lasolas sin tener quien le gobierne y

que camina sin rumbo á estrellarsecontra las rocas; y lo mismo le su­cede al Practicante: se haya solo,olvidado de la sociedad, yeso eslo de menos, sino que no puedevivir porque no tiene trabajo, eHsu profesión se le niegan los quedeben dársdo y, en fin, compane·ros, que no podemos continuar pormás tiempo de esta manera; áunirnos todos, á trabajar todos;considerar que si no tratamos deremediar nuestra actual situación,la clase, puede decirse, que se extinguirá; nosotros no debemoi!permitir es to; si es preciso pedi .. ,se pide; si vencer dificultades, sevencen, y con esta armonía obser­vada por nosotros y con la fuerzaque ejerce una colectividad quedemanda está en posesión de susderechos, el éxito coronará nues­tros esfuerzos y en tonces podremosdecir que definitivamente se ballevado á cabo el ideal que ambi·donábamos, que es el resurgimien­to de nuestra clase por todos conceptos tan deseado.

Termino dedicando un recueruode gratitud al Diario de Cádiz quotrabaja en pro de nuestros intere­sss y no encuentro frases con quéexpresar mi agradecimiento ha( iatan dignos periodistas'qua realzausobremanera nuestros modestostrabajos y que cooperan al mejorfin del logro de nueEtras aspiraclO'nes. Companeros: ¡Viva S. M. elRey! ¡Vivan los Presidentes hooc­rariosl ¡Viva el Ejército y la Ma­rinal y, por último, ¡viva la clasede Practicantes!

¡Vivan!

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COOPERATIVA MÉDICA ESPAÑOLA

En la eñUe de Santa Catalinanúm. 1, se ha establecido una Coa·p~rativa que ti&ne por objeto faci­litar instrumental y elementos decura en excepcionales condicioues,

"

á 108 médicos y á nuestros compa-f.l.eros de profesión. En el númeropróximo nos ocuparemos de esto,después que tengamos datos paradedicarle la atención que merece.

NOTICIAS GENERAI-JESCon gran satisfacción hemos recibido una carta del Secretario del

Colegio de Practicantes de Cuenca, D. José María López, en la que nospide' varios BOLETINES con el fin de hacer suscripciones entre los com­paf.l.eros.

_- Aplaudimos la idea de esos entusiastas camaradas que quieren coad·yuvar á nuestro engrandecimiento.

Hemos tenido el guata de recibir el nuevo reKlamento del Colegio deSevilla. Nos place que esos dignos compalleros marchen, hasta en elReglamento, tan de acuerdo con nosotros.

Para el asunto de nuestro ingrello en San Juan de Dios, se ha lleva­do al Ministerio de la Gobernación una insta.ncia pidiendo se modifiqueuna Real orden en la cllal se dispone que en la B~neficencia Provincialde Madrid esté deaempellado el servicio de Practicantes por alumnos deMedicina, en el sentido de que podamos también nosotros prestar esosservicios, aunque sea alternando con los alumnos internos. Una Comi­sión visitarA al Inspector general de Sanidad Sr. Bejarano.

Vacante.-Se necesita Practicante para partido Médico de la provia·cia de León. .

Condiciones y detalles pueden &olicitarse de D. Fernando Miranda.Ponferrada (León).

CORRESPONDENCIA ADMINISTRATIVA

C. Sevilla.-Recibido el importe del núm. 35.C. Valladolid. --llem, id., de los núms. 35 y 36.Recibidas las suscripciones de los sellores D. Marcos Villalba, don

Longinos Grisalella, D. Plácido San Martín, D. Benito Olmos, D. Vi­cente Ballesteros y D. José Martinez.

Imprenta Helé~loa, Pasaje de la Alhambra, 3.-Madrld.

Manual del PracticanPOR EL

Dr. D. Felipe S6enz.e eenAnoIn8p06tor provinoial de S&Ilidad por opotioi6n,~do de la eDIIeJiaDu ofioial de

la carrera de PrllOtioalltee en la FlIOul1lad de )[ediGiDa di Zaragoza; con UD~ delDr D Rioardo LoIlUlO Mou6D, 0a1leclritieo por opoeiolÓD de pato]. '1 Clinioi ~ ui·~ Forma do. flomos con mia de 400 grabadoií, _fiando cada uno de ellos Ju!;DIa­tuIáa oorreepoac1ienflel , oada OU1'lIO. Eeti de vota en1uJrinoi~libierfu,endelautar y en la AclminIatraoi6n de e.ta Revista. BermolWa, al, idpNolo de i8 ~flUen r6lItioa y!6~~dJl1lellt

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Doetorr Balag~o~_ m

PRIMERe EN se eLASE FUNOAoe EN ESPANA "'C

Preciados, 25, ....rid. ~• r.

Encargado de la vacunaclon en tod08 108 E8tableolmlent08 benéftco8 de laDlpu-taolón de lIadrld y pueblos de 8U provincia. Prelllado en la EXP08IoIÓ~far.lIacéutloa e8pañola; plr el EXlllIJI. Ayunt..leato; en las de Industrl na­olonalel, y con Medalla de 01'0 en la Ilternaohnal de Higiene lIa·drld, 1898). ~

TRRIFA VRRA Lf)S SBÑf)RB5 VRReTlctRNTB5Un tubo con vacuna aseptlca suficiente para 12 pústulas, 2 pesetas.Un wlals Con '-acuna aséptica para 60 pústulao, ;,50 pesetas.Un wlals con vacuna aSéptica para 70 pústulas. 11,25 pesetas.

Los pa¡tos se h. rán al contado en libranzas del Giro mutuo, del Comercio, sobre mone­dero ó sellos de franqueo de 15 Ó de 25 céntimos.

Garanti.. qne otreee la vaellDa preparada por eate Instltuw.l." Cultivo. recolecclón y preparaclóu hechos eon rigurosa asepsia.2." Reconocimiento minucioso de las eerneras. antes de ser utlllzadas, por un Profesor

Veterinario.3." Reconocimiento de las linfas al mIcroscopio y su cultivo en la estufa, en caso de

eluda, antes de 8U expendición.4." Contraste de su actividad eo el conejo, seglln la técnIca de Calmette.

~ El Dr. Balalluer no dirige más Instituto de vacunación que el de este anuncio.~

-;::=================.,¡

MANO DE SANTOES LA

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~...

tlTRDFENINA VILLEGASPARA El.

Dolorr de eabeza

tlaqaeeas

Nearr&lgias

CAJA CON SEIS DOSIS

U.A PESET A

En todas las Farrn..acias.