De Lo Que Se Siente Cuando a Uno Lo Mean.

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MAURICIO ROSENCOFPobre gallo bataraz (*)

Dilogo con uno

(en 12 estaciones)

(*) La sala y el escenario estn ambientados con elementos de gallinero y abandonado. Jaulones con plumones, restos de comida, cscaras de huevo, tejidos de alambre que cuelgan.

Cuando el pblico entra, en un costado del escenario o de la sala, hay un hombre en un gallinero, de espaldas, quieto, de plantn.

Se escucha entonces la voz de Gardel:

Pobre gallo Bataraz

se est abriendo el pellejo.

Ya ni da padar un consejo

-como dicen- te encontrars.

Porque ests enclenque y viejo

pobre gallo bataraz.

El hombre saldr del gallinero, en el que permanecer encendida una pequea luz, y comenzar su monlogo, en el que ir interpretando al Hombre, al Gallo, a los dems personajes, al Narrador, situaciones que se irn desprendiendo del texto.

Cada ttulo de cada una de las 12 estaciones, se proyectar en su momento en el escenario.

CUARTA ESTACIN

(Se proyecta o descuelga un cartel con la siguiente leyenda)

DE LO QUE SE SIENTE CUANDO A UNO LO MEAN.

El Hombre.-

Se ha sentado en el rincn no el suyo, el mo-, a m se me acalambran los dedos. Che, Tito, cmo hacs? La experiencia, viejo, dice. Son aos. Dale, pienso. Lo doy, dice. Sabs qu me preguntaban?. No. Nada. Nada? Nada. Nada no. Cosas. Qu cosas?. Y cuando me meta picana por el caito de la pija me preguntaban. Qu?Qu cosa?. Quin descubri Amrica?. S. Y vos qu le decas. Coln. Para m que te agarraron para la joda. Te parece, che?El Tito estaba utilizando un estilo de irona que me resultaba familiar.

Golpean la puerta. Sato (saltamos). Una voz: Que se prepare el dos: meada, recreo y bao.

Hay afloje, pens. Tal vez algn General ande de recorrida. Me excito, me acomodo (qu?), me encapucho, las manos atrs. Esperame, Tito. De pronto tambin te sacan a vos. En fija. Tranquilo. Abre. Me alambran las manos, las aprietan con pinza. Cierre los ojos, ordenan. Cierro, me quitan la capucha. Me encajan un siempre libre, calculo que usado, lo deben haber trado del quilombo. Me lo aprietan sobre los ojos, en los que hunden sus dedos. Hiede. A cajeta sucia, rancia. No dicen una palabra, imagino sus caras cagadas de risa. Por encima del higinico me fajan con leucoplasto. Luego la bolsa, y un puo firme, con ganas, hace un torniquete con la lona a la altura de la nuca y me saca marcha atrs. Me llevan en vilo (dnde?), tropiezo, la lona estirada me dobla la nariz (aguilea, ganchuda, an cartilaginosa) me ahogo, abro la boca y chupo contra la lona como sanguijuela a un muslo, pero con menos fortuna. No oigo una voz. Me bajan. Vamos a cruzar una zanja, si no me sostuvieran desde el torniquete, rodara. Caminamos cuatro pasos y me doy con la frente en algo. Cuatro pasos ms, y otro. Estamos calculo- en el foso de tiro, que tiene cada dos o tres metros un tronco transversal para que las balas se incrusten all y no rebase el talud. Son como cuarenta! La que me espera! Hacen un alto. Gracias a Dios. Me desatan, me quitan la bolsa. Oigo el canto de los pjaros. Cantan con sordina. El grito de los teros es agudo, ms grave el del venteveo. Se filtran a travs del leucoplasto que se aplasta en mis orejas. Aun as me alegran el alma. Debe ser un da soleado, lo noto por una lejana sensacin de claridad que atraviesa el siempre libre. Y ahora Qu hacen? Me atan una soga spera en cada mueca, me estiran los brazos (oigo una voz ests en recreo, Pichi). Han pasado cada una de las cuerdas por encima de los troncos transversales que tengo a los lados, me empujan hacia la pared terrosa del foso (ac est bien, mi Capitn?. Djeme probar). Mis brazos se estiran, tiran de la cuerda, me duelen las articulaciones de los hombros, no tiran ms, deben estar atando la cuerda a los troncos, estoy estirado casi en el aire, mis pies apenas se afirman en el suelo, tanteo con la punta hacia delante y toco el muro de tierra. Sobre mi cabeza descubierta (de capucha y de pelo) cae un torrente tibio, me salpica. Est bien, la voz del Capitn. Est probando. Hijos de puta. Disminuye el chorro, apenas si me salpica. Debe estar sacudiendo. Suena el clarn en lo alto del foso. Qu mierda estn tocando? Zafarrancho de combate. No puede ser, me estn jodiendo. Aqu tens, Pichi. Recreo y meada. No te pongas nervioso. Ya viene el bao. Me irn a fusilar? Oigo los pasos de la tropa en formacin. Qu mierda pasa? Se acercan. Estn formando sobre mi cabeza. Revolotean los teros, oigo sus gritos, no s por qu, pero ahora ms ntidos. Me estoy meando. Me estn meando. Desde lo alto, de a uno, por turno, los milicos desbraguetan, pelan cagados de risa sin reir (hay orden de hacerlo con solemnidad, en silencio) y los chorros gonorreicos se van desplomando sobre mi cabeza de Profeta de los Mingitorios. El leuco adherido a mi frente se ha desprendido leuco de mierda y por ah se filtra el orn que empapa el siempre libre siempre libre aprieto los prpados me irrita la vista siento la humedad en la piel las pestaas las cejas no para un carajo ahora se desprende el leuco de abajo por el peso de las meadas me chorrea por la cara mean uno detrs del otro mir qu fiesta siento una humillacin como para morirse Profeta de la Vida cuntos van? Diez, doce, ochenta, qu se yo. Quers jabn?. El Capitn amaneci ingenioso. Pasan todos los grados, milicos de segunda, cabos, tenientes quiera Dios que se les pudra en fija que el enfermero, los mdicos mejor pienso en otra cosa tengo las manos hinchadas me duelen me duelen los hombros pens en otra cosa cmo se llamaban las lentas majestuosas volutas de algodn? Llovan, aromaban la tierra, era un gusto aspirar tierra mojada. Nubes. Se llamaban nubes. As las bautizaron los antiguos. Nubes Nombre de Diosa, de ninfa de las fuentes, Nube. Qu lindo! Descalza, perfecta, sonrosada, con apenas un tul, un peplo, el pelo suelto huyendo de Pan, buscndolo, and a saber, mojando sus pies en un arroyito que corre entre piedras, claro, los pies como pececitos inquietos que se dejan envolver por la corriente cantarina se adorna el pelo con hierbas y jazmines el orn de mierda me corre por los labios que no entiendo porqu estn resecos y quin mierda me manda pasar la lengua abrir la boca ganas de joderme noms esto no termina ms cunta tropa hay en un cuartel? Han hecho un alto. Silencio Atencin!. Lleg el comandante. Todo el mundo firme. Se acaba de enterar. Los oficiales se han apretado, lo han hecho por cuenta propia, no haba orden superior, los van a tipear. Slo los teros rondan y gritan. Silencio. Desagitaron, se acab la meada. El Seor Comandante est sobre mi cabeza. Mea.

(Apagn y proyeccin de la Estacin V).