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Ramachandra

DE LA POLARIDAD A LA UNIDAD

Mungia, 19 de Febrero 2010 1/34

Primero agradeceros vuestro

tiempo, vuestra presencia y también

vuestra participación. En la medida

que compartimos vivimos algo más

el Yoga, entonces esto puede ser un

punto de encuentro para compartir

algo que nos une y es importante

encontrar los puntos de encuentro.

Mirad, el título de la charla es “De la polaridad a la Unidad”, pero antes

de eso tendremos que hablar un poquito de lo contrario, porque la

polaridad nos ayuda a volver a la unidad, a la fuente, entonces estamos

hablando de evolución.

Pero si existe una evolución quiere decir que primero hay una

involución, hay una manifestación primero.

Si hablamos de esto, ya sabéis

que en todas las tradiciones nos

cuentan que primero existía el

Uno, el Todo, el Vacío, el Espíritu,

Brahm y en un momento dado

decide manifestarse y dice por su

voluntad: “Soy uno, hágame

muchos”, y la manera de

hacerlo, siempre que se manifiesta lo hace de manera trina, con la ley

del tres, que es la polaridad, que es el AUM del Yoga, que es la Ley de la

trinidad que nos han enseñado en el cristianismo, es todo lo mismo. Y

ahí, empieza a manifestarse la polaridad y esa manifestación es en

Ramachandra



forma de vibración, de energía. Es la primera vibración de la que nos

habla San Juan en los Evangelios, cuando dice “En un principio era el

verbo y el verbo se hizo hombre”. El verbo es la palabra, es el

sonido, es la vibración y decimos que la manifestación

tiene una manera de expresarse de forma trina. La A es

el espíritu, la U es la materia y la M es la energía.

Mirad, espíritu, materia y energía, cuando estudiábamos

catecismo ¿qué nos decían? Tres personas diferentes y un solo Dios

Verdadero, y aquello nos lo aprendíamos, pero eso era un poco difícil

de entender. Pues ahora, con el Yoga, vamos a explicar lo mismo, de

otra manera, pero al final, el principio es el mismo. De lo que estamos

hablando es que esa manifestación se hace gracias a que hay un polo

positivo que es la “A” el espíritu, y hay un polo negativo que es la

energía (M). Cuando se junta el

Padre con la Madre, cuando se

junta el polo positivo con el

negativo, da lugar al Hijo, a la

manifestación de la materia (U).

Pero esa materia, que es este

mundo creado y otros universos,

tiene una característica, esa

materia es energía cristalizada que

ha atrapado al Espíritu. Es decir,

que de alguna manera, en la materia está todo, van siempre las tres en

uno, no se pueden separar. Como antes decíamos, tres personas

diferentes pero un solo Dios Verdadero, pues esto es lo mismo,

estamos hablando de que todo lo que existe, existe gracias a esta ley;

Ramachandra



luego, en la manifestación debemos buscar el funcionamiento de esta

ley, para volver a la unidad.

El Ser que somos, hay en nosotros una chispa de esa manifestación, y

ese ser es vida, conciencia y dicha, y nuevamente, se vuelve a dar la

Ley del tres. Siempre se va buscando el polo neutro, que es el que une

a los dos para poderse manifestar, lo que ahí hay dentro, lo que es de

verdad.

La ley de polaridad dice esto básicamente: que todo tiene un polo

positivo, y un polo negativo, y que además, cuando están en

comunicación, la información de esa energía se materializa. Un ejemplo

de lo que dice esta Ley: todo tiene una

cara y una cruz, toda moneda tiene una

cara y una cruz, pero además, para que

sea moneda, tiene un canto. El

problema está en que a veces

queremos mirar las cosas solo desde

una perspectiva, solo desde la cara o

desde la cruz y queremos que todo funcione desde ahí. Pero también,

también está el otro lado, también hay que darle la vuelta, también hay

que ver el otro lado y aunque a veces se manifieste más uno, tenemos

que tener en cuenta el otro, de tal manera que desde ahí, podamos fluir

y expresar lo que hay dentro.

Otro ejemplo, valor-miedo, dentro de nosotros están el valor y el

miedo, si nosotros sólo vivimos desde el miedo y no dejamos sitio al

valor, desde ahí, no nos expresamos, no fluimos, nos atrapa, y no

funciona. Sin embargo, si vamos aceptando ese miedo, si lo vamos

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transformando y vamos buscando algo que nos ayude a vivir el valor,

que puede ser por ejemplo, transformar el miedo en precaución, desde

ahí, si podemos vivir la otra cara, sí que puedo sacar el valor, y entonces

tendré las dos cosas, y desde ahí, podemos fluir, pero porque ha

existido algo que es un neutro que te ayuda a que esa energía se

manifieste. Pues todo en la vida funciona así, y os decía, que nosotros,

el Ser que somos, es Vida, Consciencia y Dicha, entonces, lo que une

todo esto es esa conciencia, y el trabajo reside en esto, en despertar

conciencia de la vida que realmente somos, y como consecuencia

vendrá la dicha.

Lo vamos a explicar de otra manera, porque esto es un poco más lío.

Vamos a poner un ejemplo: imaginaos

un padre que manda a su hijo

pequeño a hacer un recado, le da unos

talentos, un dinero, y el niño sale, y se

encuentra con otros compañeros, y

empieza a jugar con ellos. Se lo pasa

muy bien, y se le olvida el recado del

padre.

Pero es que además, luego ve una tienda de

chuches, y se gasta esos talentos, hasta que

después empieza a oscurecer, y empieza a

decir, ¡Uh!, ¿Qué me va a pasar?, ¿dónde

estoy? Con lo bien que estaba yo en la casa

del padre, ¡ay! Tengo que volver. Cuando

vuelve ¿qué es lo que pasa si el padre estaba

Ramachandra



preocupado porque no vuelve su hijo? ¿Cómo lo recibe? ¿Os acordáis de

esta parábola? Lo recibe con los brazos abiertos.

Pues todo esto es lo que pasa explicado de una

manera sencilla.

El Padre, el Espíritu Universal, al manifestarnos,

nos ha mandado a vivir a este plano, pero nos ha

mandado con un recado: “mira hijo, vete al

mundo, despierta conciencia de la vida que eres y

vuelve otra vez a casa con esa conciencia”.

Lo que pasa es que en el camino nos

entretenemos y se nos olvida el recado, empezamos primero a pasarlo

bien, y después cuando se nos van acabando nuestros talentos,

nuestras potencialidades, es cuando dices y esto… ¿tiene sentido?

¿Puedo vivir de otra manera? ¿A dónde me lleva esto? ¿Qué tendré que

hacer? Y ese malestar es lo que te hace buscar en el Yoga, en los libros.

Pero fijaos que además, ese recado

va acompañado de más recados y…

¿sabéis que otros recados contiene?

Contiene otro recado muy

importante, nos dice el Padre:

Hazte consciente del punto

evolutivo en el que estás y del

punto del camino en el que

estás, y recuerda que no eres ni

más ni menos, simplemente tienes unas características únicas,

Ramachandra



porque son las que necesitas para hacer tu trabajo, para

acercarte otra vez al Padre, para ir otra vez a la unidad de dónde

has salido.

Esto es muy importante, porque cuando vivimos sin tener en cuenta

estos recados ¿Sabéis lo que nos pasa? Que funcionamos desde la

personalidad ¿Qué significa esto? Que

cuando estoy delante de alguien que

creo que es más que yo se empieza a

despertar en mí la desvalorización, el

miedo y se me olvida este recado. Se me

olvida que mi verdadero valor reside en

que soy un ser humano, que mi valor no

está en el dinero que tengo, ni en que soy más listo, ni en la posición

social, ni en los títulos que tengo. Mi verdadero valor está simplemente

en que soy un ser humano, y por eso, no soy ni más ni menos. Y cuando

sientes esta desvalorización observa, acepta, y poco a poco, el recordar

este recado, te ayuda a irte siendo desde la igualdad, desde el respeto,

sin sentirte menos.

Pero estate atento, porque cuando las cosas nos van bien, cuando nos

creemos superiores, el otro polo, el del orgullo, aparece, y nos empieza

a comer el coco, y empezamos a mirar a las otras personas como si

fuesen menos, porque aquí también se nos ha olvidado el recado. Y

esto está generando separación, está generando distancia: “Yo que soy

muy listo, les doy una charla, y vosotros que no sabéis nada, y me estáis

escuchando”. Y desde ahí, en vez de generar Yoga, unión, estoy

Ramachandra



generando separación. Luego lo disfrazo y lo justifico: “Claro, es que

llevo más años, es que no sé qué…”.

Pero en el fondo da igual, porque dentro de mí igual está el miedo, está

la alegría, está el orgullo, está el contento, está la generosidad, pero

estos talentos los tenemos que

desarrollar y no malgastarlos. Porque

recordad que el Padre nos ha dado unos

talentos y son unas cualidades únicas, lo

que significa que ningún otro ser

humano tiene las mismas características

y las mismas potencialidades que tú. Desde aquí, desde este

pensamiento, no digo ya desde esta vivencia, desde este pensamiento

nos tiene que ayudar a sentirnos- mirad lo que digo- imprescindibles,

para que el todo se exprese desde una manera global, para que el Uno

sea completo.

En cualquier trabajo, en cualquier sitio, nadie es imprescindible, una

cosa que hace una persona, la puede hacer otra, no somos

imprescindibles. Pero fijaos el valor que

reside en esa esencia, que somos seres

imprescindibles para que el Uno sea el

Todo. Esto va despertando valor y

confianza en lo que realmente somos, y

nos hace no necesitar tanto el valor y la confianza en los títulos, en los

quereres, en los apegos, porque lo vamos cogiendo de lo que

realmente somos.

Ramachandra



Vamos a ver cómo funciona todo esto. Decimos que ese ser que somos

tiene esas características, pero ese Ser está rodeado de materia. Como

nos tenemos que mover en

este mundo, desde aquí,

tendremos que aprender a

jugar con las reglas que nos

da la materia, y esto son las

cualidades de la materia

¿Habéis oído hablar de las

Gunas, de las cualidades de

la materia?

Nuevamente aquí se da la polaridad expresada en forma de tres, la Ley

del tres y tenemos tres gunas.

Si queremos encontrar la vuelta a la polaridad del

yo y del tú hacia la Unidad, hacia el que todos

somos uno, tenemos que aprender a jugar,

porque si no parece que estamos en este mundo

y el de arriba, el Padre se divierte con nosotros,

empieza a jugar y pasar cosas y decimos ¿por qué

me pasa esto, y esto? Y no entendemos nada.

Entonces vamos a ver cómo funcionan las

cualidades y a ver si aprendemos a jugar de una

manera consciente para acercarnos a la Unidad.

¿Cuáles son las cualidades? Tamas, Rajas y Sattva.

Ramachandra



Tamas es la cualidad de la inercia, de la

pesadez, del negativismo, de la

depresión.

Rajas es la cualidad del movimiento, de

la fuerza, de la excitación.

Sattva es la cualidad del equilibrio, de

la armonía, de la paz.

Fijaos, todo lo que existe tiene estas

tres cualidades, pero de una manera no absoluta, porque va

cambiando.

Por ejemplo, las comidas también tienen

estas cualidades, hay comidas que son más

tamásicas, es decir, que te hacen daño, te

generan pesadez, te dejan mal, te van

generando enfermedad. Existen comidas que

son estimulantes, y que te ayudan a hacer la

digestión. Si tú tienes una digestión lenta, y

estás comiendo un plato de alubias, entonces

un poquito de guindilla, que es rayas, un

poquito de vino y ayuda a que eso que está

tan atascado se digiera. Existen alimentos que son sáttvicos, que nos

generan bienestar, salud, armonía.

Pero fijaos, que no es nada absoluto, porque en un momento dado, lo

que para una persona es tamásico, para otra es rajásico, incluso

sáttvico. Si tú estás trabajando y gastando mucha energía, en un

Ramachandra



momento dado necesitas que las lentejas tengan un poco de chorizo,

pero para una persona que tenga mucho colesterol, que no abuse del

chorizo, porque sería tamásico.

Todo esto es relativo, pero sí que nos movemos siempre en este juego.

Lo importante es ver que esto tiene un funcionamiento, no es porque

sí, y que estas gunas lo que nos quieren es llevar a despertar conciencia

del recado que se nos ha olvidado cuando hemos salido del Padre.

Entonces, ¿cómo funciona la tendencia de la

materia de la mente, de la personalidad, si no

hacemos nada? ¿La tendencia es al equilibrio, a

pensar positivo o será a pensar en negativo, a

la inercia, a la pereza, a no hacer nada?

Si no haces nada, esa es la tendencia, a la

pereza, a lo negativo, entonces llega un

momento que esa oscuridad, ese negativismo

te va atrapando, pero eso genera malestar a la

larga.

Sí que necesitamos momentos de descanso, de distracción, pero ten

cuidado que no te atrape, que no se convierta en una excusa, porque si

no, el vacío te va a comer, y para salir de ese vacío ¿qué hacemos?

Tenemos que buscar y despertar deseos, motivaciones, buscar

objetivos, luchar por mi hijo, por tener un trabajo mejor, por tener una

casa más grande.

Ramachandra



Y esto nos mantiene vivos y es

necesario, pero cuando vivimos

solamente desde rajas, desde los

deseos, desde la actividad, desde la

lucha, ¿qué es lo que pasa? Que eso

tampoco llena el verdadero anhelo, y te

hace despertar en el sentido de preguntarte ¿por qué estás aquí? ¿Hacia

dónde tienes que ir?

Como consecuencia, te vas dando cuenta que ni una cosa ni otra y

desde ahí empiezas a buscar el equilibrio. No puedes estar todo el día

luchando, necesitas también relajarte,

necesitas un poco de tamas y vas

buscando equilibrio. Y en esa búsqueda

del equilibrio es donde se empieza a

despertar conciencia de cómo estás y

por qué estás así, te empiezas a hacer

preguntas y te empiezas a cuestionar el

sentido de la existencia.

Fijaros que el equilibrio absoluto no existe, porque todos estamos

intentando conseguir ese equilibrio, estar bien, tener paz, pero esa ¿es

la manera normal de estar? Normalmente no, porque lo importante no

es estar en equilibrio, sino la conciencia que se despierta al buscar el

equilibrio. Es decir, para evolucionar necesitamos el desequilibrio

porque si no, no nos movemos, no te cuestionas, no te replanteas tu

vida. Luego necesitamos el desequilibrio para que en la búsqueda hacia

sattva, desde ahí podamos sentir lo que es el equilibrio y podamos

recordar ese mensaje que nos ha dado el Padre, que está ahí latente.

Ramachandra



Todas esas

potencialidades que las

tenemos latentes

¿Cuáles son? Cada uno

tiene las suyas como

individuo único, pero a la

vez tenemos unas

potencialidades que son

tantas e iguales a las del

Espíritu Universal. En potencia está todo el poder, sabiduría y amor

ahí, pero no se manifiesta, pero lo que sí se manifiesta son las

cualidades naturales que todo el ser humano tiene que son el Yama y el

Niyama. Es decir, cuando nosotros vamos viviendo en la vida a través

de rajas, de tamas, buscando equilibrio, nos vamos dando cuenta de

que lo que nos mantiene bien, lo que nos mantiene buscando hacia esa

paz son el Yama y el Niyama, que son los dos primeros pasos de los

ocho pasos del Astanga Yoga de Patanjali.

Los dos pasos más importantes del Yama son ahimsa y satya.

Ahimsa es no dañar conscientemente. Cuando nosotros nos dejamos

arrastrar por la envoltura, por la tendencia de la personalidad, que es el

egoísmo, el miedo, desde ahí ¿qué es lo que hacemos? No pensamos en

el otro, sólo pensamos en nosotros y desde ahí ¿qué es lo que haces?

Dañar a los demás.

Luego, en la medida que vamos yendo al encuentro de la unidad que

somos despertando conciencia, algo de estas cualidades se van

despertando y te das cuenta que te ayuda, que te hace bien, que eso sí

Ramachandra



que te llena, que eso te hace sentir más humano, y se va despertando

lo esencial.

Lo mismo pasa cuando

intentamos despertar y vivir

desde Satya, desde la veracidad.

En algunos libros Satya se

traduce como no mentir ¿se

puede decir alguna mentirijilla

piadosa? Se puede, ya que lo

hacemos, pero ¿se debe? ¿Sería

estar fuera de satya? ¿Qué os

parece?

Satya bien traducido sería no

mentirte a ti mismo, ser sincero contigo mismo, y desde ahí, tiene que

estar unido a intentar no dañar conscientemente.

Sabemos que la vida, la manifestación es sufrimiento, lucha, alegría,

daño, porque la vida se expresa así, en este juego. Tenemos que

aceptarla como es, pero cuando intentamos ser honestos con nosotros

mismos, desde ahí, no intentamos engañar a los demás. Pero cuando

funcionamos desde los personajes que nos construimos, porque no hay

veracidad en nosotros, desde ahí, para mantener esos personajes,

dañamos, luego están muy unidos ahimsa y satya. Entonces, de alguna

manera, el ir trabajando con las cualidades de la materia nos tiene que

ayudar a ir despertando conciencia del recado con que hemos venido

aquí.

Ramachandra



Esto lo vamos a ver desde lo que nos dice el Bhagavad Gita de las

cualidades de la materia. Pero recordad esto: para mantener un cierto

bienestar, un cierto equilibrio en la vida, hace falta un esfuerzo, porque

si no, por sí solo no se mantiene, y ese esfuerzo es el de agradecer,

valorar lo positivo que tienes, hay que cultivarlo, porque si no, se

pierde, y para salir, cuando estamos en

momentos delicados de conflicto,

también hay que hacer un esfuerzo,

siempre hay que hacer un esfuerzo,

porque a veces decimos: “ya pasará”.

Pero en la vida hay que hacer un esfuerzo

en este sentido. Yo voy a vivir en la vida,

voy a tener hijos, a relacionarme, a tener

un trabajo. Todo esto son excusas,

montajes que pone la vida, y que tenemos

que utilizar para despertar conciencia de

lo que somos, y si vamos recordando

solamente, aunque sea a nivel mental, los

recados del Padre, desde ahí, le daremos profundidad, le daremos

sentido trascendente a lo que nos pasa.

Esto significa que poco a poco tenemos que añadirle este sentido a la

vida, por lo menos recordando que hemos venido a despertar

conciencia, que todos somos Uno, y que en la medida que yo crezco, en

la medida que crece mi individualidad, debe ser para vivir más la

Unidad.

Ramachandra



Y esto no es tan difícil ponerlo en práctica,

esto significa que cuando yo voy a

relacionarme, voy a un trabajo, puedo pensar:

“vengo aquí a desarrollar todas mis

potencialidades únicas, pero para que le

sirvan a los demás, para generar unidad, para

ir buscando ya la unidad”. Si yo tengo este

pensamiento, la vida dice: ¡Ahí va, Unidad! y

ahí puedo expresarme más, y va a generar unas circunstancias en las

cuales todo el mundo puede florecer.

El resultado externo no sé cuál va a ser, pero sí

que sé que dentro de ti va a existir un mayor

conocimiento, una mayor grandeza como ser

humano. No sé si vas a seguir con esos mismos

amigos, en ese mismo trabajo, con esa misma

pareja. Pero lo que sé es que algo dentro de ti va

a cambiar, que te va a llevar a mirar las cosas

desde otro punto de vista, y esto es lo que

realmente quiere la vida, por eso, debemos ir

añadiendo estas premisas a lo que vamos

viviendo, es decir, buscar el Yoga, Yoga significa

Unidad, en todo lo que vivimos.

Vamos a ver un poco lo que nos dice el Bhagavad Gita de cómo

buscar esta unidad a través de las gunas, de las cualidades de la

materia.

Ramachandra



Al Bhagavad Gita le llaman la Biblia de los yoguis, de alguna manera,

Krishna, el Espíritu Universal, el Padre, le está hablando al aspirante, al

alma que está deseoso por volver al Padre, al aspirante, que se llama

Aryuna.

Krishna dice sobre estas

cualidades que también están

en el conocimiento, también

afectan a la forma en cómo

actuamos, a las acciones y

también al tipo de persona. En

un momento dado hay

personas que están atrapadas

en Tamas, en Rajas y en Sattvas y nosotros mismos tenemos

momentos más tamásicos, más rajásicos y alguno también más

sáttvico. A lo que nos va a ayudar esto es a buscar sattva, porque sattva

es la Unidad, es la conciencia.

El capítulo X versículo 10º del Bhagavad Gita dice así:

“El conocimiento o comprensión, entiéndelo como sattvico,

cuando este reconoce la unidad de todos los seres, o al único

individuo y siempre el mismo, en la multiplicación de ello”.

Ramachandra



El conocimiento o comprensión. Nosotros tenemos muchos tipos de

conocimiento, pero se entiende como sattvico cuando reconoce la

constante unidad en todos los seres. Fijaos que bonito: cuando somos

conscientes de que todos los seres somos uno, o si no, por lo menos, lo

tenemos en cuenta a nivel de

pensamiento, a la hora de

relacionarnos, a la hora de ir a

trabajar, de contestar, cuando

tengo un disgusto, cuando me

siento mal, y llegar a poner este

pensamiento a ver esa misma

vida, que es la que se está

expresando en esa persona, y en

mí, y desde ahí, desde este intento

comprender que esa persona

tiene sus características diferentes

a las mías, que tiene su momento, su historia personal diferente, y que

está intentando despertar conciencia y crecer. Y desde ahí, ¿cuál es mi

respuesta? Mi respuesta puede ser la misma, porque quiero defender lo

que creo que es justo, pero la energía con que hablo, con que actúo, no

es la misma, porque la invitación es a generar unidad. No sé si la otra

persona lo va a coger o no, pero mi invitación es a eso. Entonces desde

ahí lo que voy a hacer es potenciar que eso sirva para que evolucionen

las personas integrantes en ese conflicto o en esa relación.

No se trata de tener más razón, no se trata de conseguir lo que yo

deseo, porque creo que es justo. No, se trata de que vivamos algo más

de estos valores, de ahimsa, de satya, y que despertemos conciencia de

Ramachandra



lo que realmente somos, es decir, de recordar el recado, a lo que

hemos venido. Y recordar el recado es que todos somos uno, y que por

eso, no somos ni más ni menos, simplemente estamos en un momento

evolutivo diferente; este es un conocimiento sáttvico.

El Uno se manifiesta en todos y en todos está el Uno, luego ¿quién es

más, quién es menos? La mente juzgadora, la personalidad que

necesita de esos alardes falsos para existir.

(Sigue leyendo…)

“Reconoce como rajásico el conocimiento que en todos los seres

ve únicamente la variante multiplicidad, como permanente y

desigual”.

Es decir, cuando nuestro

conocimiento nos lleva a

mirar a los demás solamente

viendo la personalidad, o

sea, que no vemos que aquí

existe vida expresándose.

Desde aquí ¿como nos

relacionamos? A codazos,

son relaciones de poder, en esta esfera mando yo, en esta otra, ya te

dejo. Son relaciones de poder, porque no vemos la Unidad, vemos

solamente la separatividad, solamente la personalidad.

(Lee el Bhagavad Gita…)

Ramachandra



“Es tamas el conocimiento que juzga que el proceso del mundo y

sus cambios no tiene objeto alguno, y carece de propósito. Tal

conocimiento es limitado, apegándose a pequeñeces, como si

ellas lo fueran todo”

Desde aquí nos está diciendo que no

recordamos nada del recado del Padre, y

consideramos que todo es fortuito, todo es:

“sálvese quien pueda”, es disfrutar ahora, es

conseguir más.

Desde ahí, necesitamos apegarnos para

sentirnos vivos, necesitamos sentirnos que

somos más listos, que somos más.

Vamos a ver las acciones…

“Es sáttvica la acción que necesariamente debe ser ejecutada y

se la ejecuta sin desear su fruto, desapegadamente, sin afecto ni

aversión”

Fijaos, hay veces que no nos gusta hacer algo, es

más, que nos puede disgustar, que puede ser un

sacrificio, que puede ser un esfuerzo. En la vida

hay momentos en que nos toca hacer esto. Si nos

dejamos llevar por la pereza, por el egoísmo, por

la personalidad ¿hacemos estas cosas? Y sin

embargo, si eso es lo que era justo y necesario,

cuando lo haces, después ¿cómo nos sentimos?

Ramachandra



Hay algo en nosotros que genera satisfacción ¿Qué es lo que se va

llenando? Algo de lo que somos, a eso hay que hacer caso, buscar lo

que es justo. La acción que sea justa y

necesita ejecutarse, tiene que ser

ejecutada, y se la ejecuta sin desear su

fruto, desapegadamente, sin afecto ni

aversión. Más difícil todavía, porque la

personalidad ¿cómo funciona?

Funcionamos por los deseos, entonces,

desde ahí, hacer algo sin esperar que te

lo agradezcan, sin que tengamos un beneficio de afecto, de que te

quieran más, eso no es fácil; solamente si recordamos que el verdadero

sentido no es que te quieran más, no es tener más dinero, el verdadero

sentido es despertar conciencia de la Unidad que hay en todos los

seres. Si recordamos eso, podemos hacer, intentar hacer lo que es justo

y necesario, y dejar que la vida se encargue del resultado.

Esto es como un partido de tenis entre

la vida y tú, hay momentos en que tú le

tienes que dar a la vida, le tienes que dar

a la pelota, te toca tomar una decisión,

ejecutar una acción, y después con esa

acción, la vida hará lo que tenga que

hace, ya se encargarán las leyes

universales de devolver esa pelota como tenga que ser.

El problema está en que cada vez que hacemos algo nos proyectamos a

cómo debe ser el resultado y el parar aquí y saber cuál es tu trabajo y

no hacer el trabajo de la vida es algo difícil, pero te deja bien, porque

Ramachandra



cada vez, tu bienestar depende menos del resultado, sino de estar tú

en paz, y sentirte más pleno, y desde ahí, lo que tenga que ser.

“Sin afecto ni aversión”. A veces se puede generar un cierto conflicto

dentro del orden superior, pero nosotros solamente vemos el conflicto

externo, la bronca que tenemos. Pero dentro de esa bronca se pueden

poner cosas en su sitio y ayudarnos a ser más verdaderos, a veces es

necesario, pero no te apegues a nada de eso.

(Continúa con la lectura…)

“Es rajásica la acción ejecutada con apego a sus frutos,

egoístamente, y con violencia”

O sea, como funcionamos normalmente, desde la

personalidad, porque la personalidad busca los

frutos egoístamente, porque el ego es

personalidad, y necesita de esos frutos para

existir, necesita que se nos reconozca, y a veces

incluso hasta con violencia, ya se impone la fuerza

física, la fuerza mental para conseguir tus

objetivos de manera egoísta.

“Es tamásica la acción comenzada sin discernimiento espiritual,

sin tener en cuenta el esfuerzo necesario para realizarla, y sin

preocuparse de la naturaleza del resultado, es decir, causando

daño, y pérdida de dominio”

Sin descernimiento espiritual es la acción comenzada sin tener en

cuenta la vida, sin tener en cuenta que somos un espíritu que estamos

Ramachandra



aquí para volver al Padre, desde ahí

tenemos muchas posibilidades de que

nos atrape tamas, la oscuridad, el

pesimismo, el negativismo… si no,

observad a las personas mayores, si han

hecho un esfuerzo de vivir

conscientemente, de sacar sus aspectos

positivos, nobles, ¿cuál es la tendencia? ¿Predomina más el aitona o la

amona sonriente, satisfecha de la vida, que acepta sus límites, que sabe

estar, que tiene experiencia? ¿O predomina más el gruñón, el negativo,

el triste, el quejoso, que no está conforme con nada?

Al loro tenemos que estar para que no nos ocurra a nosotros, porque

esa es la tendencia de la personalidad, de la materia.

“Es tamásica la acción comenzada sin discernimiento espiritual”

Discernimiento espiritual es darnos cuenta que hay algo que es vida

expresándose en la materia, es discernir lo que en nosotros es

conciencia, lo que somos realmente y distinguirlo de lo que es mente,

de lo que es emoción y lo que es cuerpo físico.

“Sin tener en cuenta el esfuerzo

necesario para realizarla”. Llega un

momento que la negatividad es tal,

que ya no tienes en cuenta si

malgastas tu juventud, tu fuerza, tu

dinero; con tal de quitarte el malestar.

“Y sin preocuparte de la naturaleza del

Ramachandra



resultado”. Para nada te preocupas si estos actos conllevan daño para

los demás.

Ahora vamos a hablar del aspirante, del ejecutor:

“Es sattvico el ejecutor, cuando está libre de apegos, sin

egoísmo, dotado de sintético discernimiento, de entusiasmo y es

además imperturbable ante el éxito o el fracaso de sus

acciones”.

“Cuando está libre de apegos”. Aquí nos habla del ideal, pero aquí,

nosotros estamos en el camino, entonces, lo

primero que tenemos que reconocer es la

necesidad de apegos que tenemos, todavía

nos son necesarios, y tenemos que

aceptarlos. En la medida que los aceptamos,

si los vamos sustituyendo por un trabajo

espiritual, por un reconocimiento de esa

unidad que somos, de esta vida que somos,

desde ahí, no tendrán tanta fuerza, y los

iremos utilizando, pero mientras sean

necesarios, no hay que rechazarlos. Quizás

llegará un día en que podamos vivir desde ahí, sin apegos, pero cada

uno está donde está.

“Dotado de sintético discernimiento”. Fijaos en la capacidad del Yoga,

porque cuando efectuamos las técnicas del Yoga, nos equilibramos, y

nos hacen estar en paz, lo que nos permite abarcar, observar,

despertar más conciencia, darnos más cuenta de qué es lo que siento,

Ramachandra



de qué es lo que me pasa en mi vida. Entonces, ya estamos buscando el

discernimiento, discernir lo que es auténtico de lo que no es, lo que me

ayuda a sintetizar y a buscar lo común ¿qué es lo sintético? Lo común, a

tener en cuenta eso, la vida que soy, y la vida que son todos los seres,

ese sería el discernimiento átmico.

“Imperturbable ante el éxito y el fracaso de sus acciones”. Cuando la

personalidad moleste menos, poco a poco, algo de esto se irá

despertando, te darás cuenta de que hay días que estás mejor, días que

estás peor, pero te darás cuenta de que

sigues siendo tú. Entonces desde ahí, lo

importante es levantarte cuando te caigas, y

si te has elevado mucho, volver a tu sitio, una

y otra vez, las veces que sean necesarias,

hasta que poco a poco, seamos

imperturbables ante el éxito y el fracaso.

¿Por qué? Porque vas haciendo lo que crees

que es justo y necesario, y sabes que eso es lo que va a despertar

conciencia a ti, y a las personas que están alrededor. Intentar funcionar

desde ahí, estoy hablando de tenerlo en cuenta, no de vivirlo.

(Lee…)

“Es rajásico aquel, apasionado, deseoso del fruto de su acción,

codicioso, de naturaleza cruel, egoísta y dominado por las

dualidades de la alegría y el dolor”.

Cuánto más pasión pones en una cosa, el día en que eso se rompa, que

no lo consigas, mayor será el sufrimiento, y desde ahí, se va cerrando la

Ramachandra



capacidad de discernir, de observar, de ver la realidad. Cuánto más te

apasionas, solamente ves tú pasión, y si eso sigue, termina en

fanatismo, y eso termina en violencia, o en el manicomio.

“Dominado por la dualidad de la alegría y el

dolor”. Es decir, va a buscar solamente lo

que genera alegría, que es diferente que

contento, es la satisfacción ya, enseguida,

sin ver las consecuencias que hay detrás de

eso; y va a rechazar el dolor. Esto es natural

de la personalidad, pero cuando estamos

atrapados ahí, nos impide valorar en la justa

medida cada acción y dónde estamos.

“También se dice que es tamásico el ser que no armoniza con el

Yoga, que es materialista, obstinado, ambicioso, falso,

indolente, desalentado y guardador de prolongadas

enemistades”.

Todos tenemos el riesgo de que en un momento dado estas cualidades

nos atrapen. Tenemos muy buena

intención cuando las cosas van bien,

entonces parece que sale nuestra

naturaleza más generosa, bondadosa,

comprensiva. Pero la vida nos va a poner

antes o después a prueba, y ahí es

donde hay que despertar esto, dar el

“do de pecho”, ver dónde estamos, y dar un paso adelante, porque si

no, nos va a atrapar esto.

Ramachandra



“Se dice que es tamásico el Ser que no armoniza con el Yoga”. Fijaros,

todas las demás cualidades que dice aquí, son consecuencia de no

armonizar con el Yoga, de no armonizar contigo mismo y lo que eres en

realidad, porque Yoga es unidad, es hacerte consciente de la esencia

que realmente eres. Cuando no

armonizas con eso que realmente eres,

desde aquí, la personalidad, si se generan

circunstancias externas inadecuadas,

para eso vamos a funcionar desde todo

eso, desde la negrura, desde el

materialismo. ¿Quién no quiere más

dinero? Yo sí, quiero más dinero, pero

también quiero que esté armonizado con el Yoga, y que eso sirva para

tener una vida feliz ayudando a todos los seres.

“Ambicioso”, sí, somos ambiciosos,

y cuando esto no está armonizado

con el Yoga nos lleva a ambicionar

todo, poder, etc.

“Falso”, desde aquí la mentira.

“Indolente”, que no siente dolor,

entonces desde ahí te das permiso para hacer cualquier cosa.

“Desalentado”, que te echas atrás al menor esfuerzo, quieres las cosas

pero sin esfuerzo, entonces vas a buscar esa vía para conseguir las

cosas.

Ramachandra



“Guardador de prolongadas enemistades”, te la hacen una vez, pero no

te la hacen más, porque para ti, ha terminado. Si estamos en el camino

del Yoga, se darán las circunstancias y la invitación, para que el perdón

por parte de la persona ofendida, o que

necesita recibirlo y darlo se vaya

generando. Siempre es así, además el

trabajo este es muy importante, porque

primero es con uno mismo, luego con la

comprensión de la otra persona, y luego

con la expresión. Y para todo esto hace

falta mucha humildad, porque desde la soberbia, desde el orgullo, estas

cosas no se dan. Pero si realmente tenemos en cuenta el Yoga, esto de

“guardador de prolongadas enemistades” no debería ser, no debería

estar, y tendría que funcionar la comprensión, que es el respeto y el

perdón.

Lo único mirad, para terminar, se hace un pequeño resumen de esto:

“El conocimiento proviene de sattva, la codicia surge de rajas, y

son engendradas por tamas, la despreocupación, la perversión y

la ignorancia del discernimiento átmico.”

El resumen de todo esto, de cómo ir acercándose de

la polaridad a la unidad. Hemos venido de la Unidad y

hay algo en nosotros que nos ayuda a volver a la

Unidad, es el equilibrio de la polaridad, de las gunas,

del despertar de la conciencia, siempre es de la “U” y

dice así:

Ramachandra



“Aquel que a Mí se dedica a través del inmaculado Bhakti Yoga y

que domina la influencia de las trigunas es juzgado digno de

alcanzar la Bráhmica bienaventuranza”.

¿A qué se refiere aquel que a Mí se dedica? A mí me dice esto: yo tengo

que dedicar mis esfuerzos, mis palabras, mis acciones al Espíritu

Universal, a acercarnos de alguna manera a esa conciencia de lo que

soy, y recordando el recado de que esa misma esencia está en todos los

seres.

¿Cuál es el Bhakti Yoga? Es el Yoga de la devoción, es transformar los

deseos en ese anhelo, porque

todo lo que viva, lo que diga, lo

que haga, me ayuda a acercarme a

esa Unidad. De alguna manera, es

entregar todos tus deseos para

que todo lo que vayas viviendo vaya generando esa dispersión de la

dualidad, yo y tú, porque eso es funcionar desde la personalidad, y

desde ahí, no nos acercamos a la Unidad.

“Y que domina la influencia de las trigunas” ¿Cómo se domina la

influencia de las tres gunas?

Despertando conciencia de lo que

somos. Eso significa recordar el recado

que nos ha dado el Padre, de que

somos vida única, individual y que

formamos parte del Todo, y que sin

nosotros no sería completo, y que hay

un plan detrás, para acercarnos a esa

Ramachandra



unidad.

Pues esto es un poquito lo que quería compartir con vosotros, si

queréis hacer alguna pregunta igual este es el momento.

Intervención: Yo quería hacer una

observación, has comentado que

para evolucionar se necesita el

desequilibrio, para despertar esa

consciencia, y buscar quienes

somos realmente. Este

desequilibrio lógicamente son

enfermedades, son retos, son

pruebas que nos van surgiendo. Realmente deberíamos tender a evitar

esos desequilibrios para evolucionar y evolucionar de una forma más

directa, pero traemos ya estas pautas de alguna manera nuestras, de

necesitar esas pruebas.

Ramachandra: Yo creo que hay una parte que traemos, y otra parte

que nos la creamos. La tendencia de la

personalidad es el egoísmo, y a todo lo que

hemos explicado, y la consecuencia de todo esto,

es el desequilibrio, y cuando nos desequilibramos,

es cuando dices: a ver cómo puedo estar mejor. Y

es ahí cuando despiertas conciencia, primero de

tu personalidad, de tus límites, de tus apegos, y

poco a poco, tendrás que hacer el trabajo de

aceptarlo como parte necesaria para despertar

los valores verdaderamente humanos, y

Ramachandra



despertar conciencia de lo que realmente eres.

Existen otras circunstancias que pueden ser kármicas, o que te vienen o

que tú aparentemente no has influido, y que te vienen. Al final, la

realidad es la que es, y no la

podemos cambiar. Tenemos que

trabajar cada uno con la realidad

que tenemos, y ahí, en ella,

despertar conciencia, y vivir estas

ideas o pensamientos, porque al

principio son pensamientos que nos

ayudan a través de la técnica de

Yoga a despertar la conciencia de lo que tengo que aprender de ahí y a

vivir cada vez un poco más plenamente, porque necesito menos el

desequilibrio, pero eso no quita que haya veces que cuando tengamos

un apego muy grande, muy grande, y eso nos condiciona mucho la

vida, para que podamos necesitar una crisis.

El ideal sería hacer prevención, y lo que

estoy haciendo con Yoga es hacer

innecesario el sufrimiento, pero la vida

tiene su juego, y hay una parte que no la

vamos a llegar a entender nunca. Y

estamos haciendo Yoga, y estamos

haciendo todo bien, y de repente te

pasan cosas, el entendimiento, la

comprensión de eso mismo nunca la vas a tener. Lo que sí es cierto es

que eso es lo que hay, y ahí, ya que existe, tengo que vivirlo, para que

Ramachandra



se transforme en algo que me ayude a evolucionar y a despertar todo

lo humano que tengo, y no para que me

hunda.

El problema no lo voy a cambiar muchas

veces, pero la actitud con lo que lo vivo,

sí. Y la actitud puede ser una actitud

esperanzadora donde sacas lo mejor de

ti, o una actitud negativa, desesperada

que te lleva hacia la depresión. Esa puede ser la diferencia, el problema

va a ser el mismo, pero la diferencia va a ser la actitud con que tú lo

enfrentas. Si le das una dirección hacia evolucionar, hacia la Unidad, o

te quedas ahí más tiempo, atrapado en la Separatividad, en el conflicto

y en la lucha.

Yo creo que viene de los dos, algunos nos los creamos nosotros porque

somos consecuentes de nuestras acciones, consecuentes del uso de

nuestro libre albedrío y hay otros que nos vienen dados por Karma o

por la Sabiduría esa de la vida, ya sabéis

que se dice que: “Dios escribe derecho

con renglones torcidos”. Debe ser algo

así que hay cosas que no las vamos a

entender, pero si están, hay que trabajar

con lo que existe, no con lo que nos gustaría, con lo que tendría que

ser, con lo que es justo que fuese.

Mirad, una de las cosas que más nos hace sufrir es el deseo de que las

cosas sean distintas. Todo el trabajo personal comienza con la

Ramachandra



aceptación de tus límites y de las circunstancias que tú tienes, porque

no se trata de cambiar nada, sino de añadirle lo que le falta.

¿Qué nos falta en nuestra vida? Entrega, comprensión, amor,

generosidad, tranquilidad. Pues vamos a irle añadiendo.

Intervención: Entonces el desequilibrio surge

siempre por falta de aceptación ¿no? Desde el

desconocimiento (porque todo lo que existe,

existe porque es necesario) de que todo lo

que está ocurriendo forma parte de tu

evolución, de algo que tienes que aprender y

como no se ciñe a lo que tú esperas, te

enrabietas como los niños y sufres, te

desequilibras y generas malestar, y escupes

veneno a todo lo que se te acerca en ese

momento. Entonces es la falta de aceptación absoluta de lo que te está

ocurriendo en cada momento.

Ramachandra: Lo primero es la falta de aceptación y luego es la falta de

discernimiento y de compresión de

que ahí también está actuando la

vida, y de olvidar que somos seres

espirituales rodeados de materia, de

cuerpo, de mente. Se nos olvida eso,

se nos olvida el recado del Padre y

desde ahí se hace necesario el

sufrimiento para echar en falta lo bien que estábamos en el Padre.

Ramachandra



Intervención: O sea que el sufrimiento que tenemos es que nos

dormimos con los talentos antes de hacer los recados, nos

entretenemos como Aladino.

Ramachandra: Sí, se podría decir así.

Intervención: En la parábola del hijo pródigo, el otro hijo que se queda

con el Padre ¿qué expresa?

Ramachandra: No sé, no lo

tengo muy claro porque nunca

me lo he planteado. Puede ser,

te digo por decir, puede ser un

poco la necesidad que tiene el

que no ha sabido valorar lo que

tiene, y lo importante que es

que tengamos un cuerpo, que

vengamos aquí, juguemos y

volvamos despertando conciencia, porque el que está no lo valora, se

le despierta malestar, es necesaria la creación, la manifestación para

que tomemos conciencia y volvamos valorando lo que es importante.

Se me ocurre que puede ser esto, pero no lo sé.

Intervención: Podría ser que el hijo que se queda en lo seguro es

Tamas, y cuando ve otra historia, siente que no lo ha vivido. El que se

va, el que se ha movido es Rajas y el encuentro de los dos es Sattva, el

equilibrio.

Ramachandra: ¡Qué bonito, me gusta esa explicación!

Ramachandra



Intervención: También puede ser el dharma, el deber. Pero sin una

entrega, sin un amor, sin una generosidad y sin una comprensión, por

parte de la personalidad, el egoísmo, en el sentido de yo estoy contigo,

te cuido, este se va, se gasta todo y yo qué.

Ramachandra: Lo haría por egoísmo, porque tiene que cumplir con su

deber pero sin entrega. Es importante buscar satisfacción en cumplir

con mis deberes, porque eso

llena mi parte espiritual, mi Yo

esencial, y desde ahí, recordando

ese lo que sea. ¿Qué tengo que

hacer ahora? Esto, y si no le gusta

a mi personalidad, que se

aguante, yo cumplo con mis

deberes. ¿Cuáles son mis

deberes? Tengo que atender a mi familia, tengo que ser honesto y

responsable con mis palabras, con mis actos, e intento controlar que la

mente no empiece a jugármela con cosas como: podrías haber hecho

otra cosa, porque el otro no lo ha hecho, yo que he hecho más que tú y

todas esas cosas que te cuenta la mente.

Intervención: El Padre ¿qué representa?

Ramachandra: El Espíritu Universal, lo que existe, el Todo, el Uno, El

Vacío de los budistas.

Muchas gracias por escucharme, por dedicarme vuestro tiempo.

Om Shanti

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