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Cosas de Amor y Desamor

por

Federico de Goyarts

Editado por el autor: C/ Higuito, 1-1C 18600 Motril (Granada).

Direccin electrnica: [email protected].

Cosas de Amor y Desamor es ante todo un intento para salir del marco demasiado estrecho de lo que hasta hoy se ha ido entendiendo por amor.

La inmensa mayora de mujeres y hombres, de adolescentes y de mayores hicieron la experiencia del amor. Solamente pasa que casi siempre tales experiencias se han ido dando en clave de algo pasado, seguido por un tiempo de desamor.

Hablaremos de eso desde varios ngulos de vista. Merece la pena observar lo que pas en la vida de cada uno y quizs caer en la cuenta a qu punto haba mucho de auto-engao en este tipo de experiencias, por maravillosas que fueron por otro lado.Puede ser que en tal caso se adviene un vislumbre como si de otros horizontes se tratase. Nos detendremos tambin en este punto.

Es verdad que existe gente que decepcionados o desanimados, se desapuntan para otras experiencias sin esperar otra oportunidad. Y esto se entiende; es muy respetable. Sin embargo existe gente que sigue creyendo que en algn rincn de su corazn puede haber amor o que puede acontecer esta magia del encuentro que lo cambia todo en un momento

Luego navegaremos en otros territorios que son los de la amistad, los de la solidaridad para aterrizar en una relacin de amor diferente.

Me atrever hablar de amor incondicional. Y se que esta palabra suena al slogan de los que andaran con la cabeza en las nubes o a rollos de unos cuantos chiflados que se dicen de la Nueva Era o de algn movimiento siguiendo el ltimo gur de moda.

Pues este amor incondicional es algo muy preciso muy de carne y hueso. Por tanto es al alcance de cualquiera. Por ahora no hay palabra mejor para designar lo mismo.

Bueno, espero que lo pasemos bien durante estos ratos de lectura e introspeccin. Y quiero insistir sobre este punto ya que tengo presente a cada una y cada uno que leern estas pginas desde este ahora mismo en el cual estoy escribiendo.

De hecho a la hora de estar en el presente, la presin del tiempo lineal se borra y la limitacin que impone el lugar fsico que cada uno ocupa, cede ante otras prioridades. Y claro, entre estas prioridades est el encuentro que se establece entre el autor y el lector.

Os quiero a cada uno, honrando a la vez lo que son las diferencias de gnero, de raza por un lado y de opinin o de percepcin por otro.Redactado en Motril, a 26 de Noviembre 2006.

ndice.Sobre amor y desamor. (pp. 5-10).

Existe un ms all? (pp. 11-14)Otros modos de amar. (pp. 15-18)El amor incondicional. (pp. 19-22)

El compaero de alma. (pp. 23-27)Amar, un ambicioso proyecto. (pp. 28-29)Eplogo. (p. 30)Referencias bibliogrficas. (pp. 31-36)Apndice. (pp. 37-42) Sobre amor y desamor.

Estar enamorado es un estado tan privilegiado que hasta cambia el sentido de la vida y en gente mayor tiende incluso a rejuvenecer. Todo cobra un nuevo color. Es simplemente hermoso y enternecedor observar dos enamorados que se abrazan y que se miran. Se tienen lo ms cerca posible como para no dar lugar a que se alejan el uno del otro.Todos necesitamos de esta experiencia alucinante. Es como vivir en los extremos de uno mismo. Me acuerdo que cuando estuve muy enamorado, quise escribir el nombre de mi amada en todas las paredes de la ciudad Vaya locura ms hermosa.A veces dura este amor por muchos aos y sin embargo algn da (al menos en la mayora de los casos) aparece el fantasma del desamor. Casi siempre a uno de los dos le cuesta reconocerlo y se resiste hasta lo indecible. La otra parte se encarga para agravar la situacin al punto que termine en separacin. Una dolorosa experiencia que oscurece tan fcilmente una hermosa y clida experiencia de amor y de entrega.

No todo el mundo tiene el nimo de pararse, de mirarse en el espejo. No todo el mundo entiende que entonces ha llegado el momento para un importante encuentro. Quizs el ms importante de todos que subyace a todo amor y desamor, es el encuentro consigo mismo. Es la hora de la verdad, all en lo ms ntimo de uno mismo.Es un viaje diferente que conduce hacia la soledad e incluso hacia un cierto grado de silencio (1) para acallar tantas voces que surgen en estos momentos dramticos. Es la hora en que se te reclama dar amor y honor a ti mismo, a veces perdonndote o saliendo de la fastidiosa divisin entre lo bien hecho y lo mal hecho, otras veces simple y llanamente para abrazarte a ti mismo, all en el fondo del corazn (2)No todo el mundo tiene esta perspicacia, sabiendo que t mismo eres el protagonista de esta bella historia de amor que ahora se ha acabado.

Lo que pas es que tu amigo, amiga, amante, pareja ha sido objeto de tu amor, del tuyo y por tanto de lo que proyectaste en l o en ella. Ya se que cuesta entrever esta evidencia.De algn modo se puede decir que en cuanto un amor no te lleva a amarte, honrarte a ti mismo, a ponerte en el centro de esta bella experiencia, no hay lugar para que prospere. Hay algo simblico que lo indica de alguna forma y es cuando te acercas mucho al ser amado, se refleja tu propia imagen en sus ojos.Y all se ubica este encuentro contigo mismo. Es como pasar la mano por un velo o deshacer una hipnosis en la cual te habas refugiado, pensando haber encontrado el gran amor de tu vida.El nico gran amor eres Tu y esto supone a menudo un proceso de reconciliacin.

Pero no es algo dramtico sino un simple re-encuentro con lo que en el fondo sabas. Es decir de lo que eres realmente. Es un sentarse solo y acallar la mente que le gusta mezclarse en estos asuntos por miedo de perder el control. Dile a tu mente que la necesitas para cosas mucho ms importantes y que te deje tranquilo por el momento.Al principio puede parecerse a una lucha o una treta de esgrima. Llegarn a asomarse todo tipo de recuerdos, de imgenes para acusarte o para entristecerte (accin de la mente). Y esto es lo que debe de pasar en estos momentos de soledad para que vayan pasando revista todas las veces que quieren.

Pasar revista, significa sentarte en tu butaca de cine ntimo y privado, sin implicarte, sin inmutarte lo ms mnimo. No es mas que cine, cosas del pasado y a la medida que se repiten las escenas, las imgenes y secuencias, volvern a colocarse en el sitio que les corresponde que es la memoria.

Es verdaderamente sencillo y lo que parecan monstruos terminan por ser unos buenos amigos de los cuales te vas despidiendo. Ya no te hacen falta, ahora cuando te propones hallarte frente a ti mismo sin juicios, sin culpas, sin jugar a la vctima y tampoco echando la culpa a los dems.

Este acontecimiento de estar frente a Ti Mismo es nico y sale del marco que se puede describir con meras palabras. Vara de una persona a otra. Es una experiencia ntima e irrepetible de un instante o bien de das, semanas o meses. Pero se dar con absoluta seguridad por haber sido decidido, por haberse creado las condiciones para que acontezca.

As que el amor que termina en desamor, encierra si se quiere otro amor que esta vez es permanente y duradero. Ser la base de otro tipo de relaciones compartiendo la bondad, la amistad, la generosidad, la transparencia, incluso el sentido de familia sin ponerle lmites y sin crear expectativas unilaterales, con la paradoja de no reservarse nada para uno solo.

Pero hay gente que no optan por este camino y se compadecen de si mismos hasta olvidarlo todo y para luego abrirse a un nuevo amor. Y as se van reproduciendo experiencias similares hasta que un da sin ms remedio, recapacitan. Y lo harn para poner punto y final o para querer entrever un ms all del ciclo amor/desamor.

Habr que honrar tambin a aquellos y aquellas que dan la espalda al amor que tacharamos de romntico. Optarn por una vida lo ms divertido y placentero posible, eligiendo lo que corresponde a sus gustos y tendencias. Y en este sentido hay tanto para escoger.

Queda un grupo mucho ms pequeo de mujeres y algo menos de hombres que toman las relaciones y por tanto el amor como un juego. En este cometido suelen ser expertos. Son seductores natos y nos sirven a todos para aprender a no tomarlo demasiado en serio, eso del amor. El amor que llambamos romntico.

Lo que en apariencia sera un engao por su parte y que quisiramos endosarles como tal, ofrece de hecho dos opciones si queremos ser honestos y valientes.Una primera opcin es reconocer que el supuesto engao se basa en el auto-engao por tomar el juego de la seduccin y de los halagos demasiado en serio. Sera una forma de desengaarse por honestidad con uno mismo sin pasar a la fase del desamor.Y una segunda opcin sera tener la lucidez y agilidad de tomarlo como un juego igualmente. Y por qu no? Hemos venido a este mundo para jugar. Todo es finalmente un juego y a medida que esto nace a la conciencia de uno, la vida se puede convertir en experiencias divertidas aunque sean a menudo superficiales. Y esto est muy bien ya que debe de haber cabida para todos y para todos los gustos. Debe de haber sitio para la frivolidad.

Para clausurar este primer captulo cabe volver a lo que tantos amantes, poetas, escritores y cantantes han llamado la atraccin entre las dos mitades, la idea de la media naranja. Esta visin de la cual me he nutrido tambin y que remonta a tan lejos como la metfora de Aristfanes en el Banquete de Platn, ilustrando a su vez una antiqusima leyenda india. Se trata del andrgino que por ser tan poderoso ante los dioses, est condenado a ser partido en dos. Se trataban de andrginos diferentes entre si. Unos eran slo masculinos, otros slo femeninos y otros una mezcla de ambos. Al partirlos naci el humano que conocemos, siempre con esta tendencia inherente a buscar su otra mitad. Y all radica la atraccin entre los sexos y el fenmeno del amor que hemos ido celebrando por miles de aos.De ello se deduce que por las infinitas mezclas que se efectuaron desde estos orgenes simblicos y legendarios, existe realmente una composicin de femenino y masculino en cada persona que sea hombre o mujer, que sea homo-, htero-, trans- o bisexual. Una composicin que se ha ido obviando a travs de los tiempos al punto de generar graves conflictos internos y externos. Parece sin embargo que paulatinamente surgen mtodos y herramientas que permiten paliar las tensiones y disfunciones psquicas producidas por estos conflictos (3) Hoy en da, vislumbramos tambin otros aspectos de los cuales hablaremos ms en adelante aunque sea por ahora en medio de contiendas generales entre lo femenino y masculino. Lo masculino ha ido perdiendo su hegemona y dominio sobre lo femenino en cuanto lo femenino evolucionara mediante la llamada emancipacin de la mujer. Lo masculino, el hombre de modo general no quiere perder su poder mientras que lo femenino, la mujer gana un puesto de igualdad en la sociedad y en el seno de la familia, usando sus propias armas, a fin de dominar a su vez.Son en fin de cuentas luchas de poder que persisten aunque en el fondo carecen de sentido ante el proyecto humano de amor que queremos presentar y realzar en este libro.

De hecho estamos entrando en una nueva era y aunque parece mentira, lo es tambin para con un otro modo de vivir y disfrutar el amor. La era del amor romntico y por tanto de la atraccin entre las dos mitades como tal, est tocando a su fin.

Clara est que esta afirmacin al anunciar un cambio muy radical, provoca una tremenda resistencia. Y no es para menos ya que trae consigo muchos y grandes miedos. Miedos que tienen sus races en mbitos tan variados como la propia historia o el lugar y familia de donde se procede, como la parcela de poder que ejerce cada uno/a en lo suyo, como el tipo de relaciones ntimas que tiene o ambiciona tener, como la orientacin poltica, profesional, social y religiosa que tiene etc. etc. Nos encontramos, queramos o no, ante una nueva encrucijada al inicio mismo de este segundo milenio. No es siempre fcil o evidente percatarse de lo que est realmente en juego ya que es un proceso que toca a todo y a todos. Es un cambio tan radical que no solamente se da a nivel celular, fsico, mental, anmico, interpersonal sino tambin a niveles estructurales, globales e incluso planetario.En los captulos siguientes nos detendremos en lo que esto puede significar. Existe un ms all?

Esto es una pregunta muy interesante. Lo es ciertamente como planteamiento de por s y lo es en cuanto sea un desafo personal puesto que presupone haber sentido algo muy preciado que se guarda en el fondo del corazn.

Existe un ms all del amor romntico? Existe un ms all sin que perdamos lo poco o lo mucho que hemos ganado hasta ahora?

Me atrevo decir que si, junto a un cierto nmero de mujeres y hombres que se pondran a mi lado para confirmarlo.

Soy conciente de la responsabilidad que tengo al afirmar que hay un otro amor mucho ms grande, hermoso y apasionante que nos espera a todos sin excepcin. Bueno otro amor es un modo de decir ya que se trata de un amor diferente, de un otro modo de amar y de ser amado.

Pero para emprender este rumbo, conviene comenzar por querer reconciliar la parte luminosa y la oscura que la mayora pensamos tener. A unos les surgir la palabra perdn con relacin a todo aquello que le da vergenza. A otros les entra el miedo de ser descubiertos en lo que siente y entiende por ser sus juegos y mentiras, por sus engaos y negligencias.Sea lo que sea, el primer paso es ver que los juicios implacables, la agresividad, incluso la violencia son desbordamientos de la contienda que cada uno lleva consigo mismo. Es all donde se ubica lo que llamo el gran cometido de la reconciliacin interna que constituye la primera fase de un cambio radical.

Cambio radical que parte de un acto de amor slido y permanente consigo mismo, uniendo estas dos partes irreconciliables en apariencia. Porque hay que decirlo claramente: todo pero todo parte de este gran amor a uno mismo que garantiza que el binomio amor y desamor no vuelve a repetirse. Es el camino hacia un modo armonioso y expansivo de amar y ser amado, de amar lo que uno hace, de amar a los dems sin juzgar, de amar al entorno en el cual uno se desenvuelve, de amar a la naturaleza etc. etc.Y aqu surgen las primeras reacciones. Unos dirn con aparente razn que esto es imposible. Perdonarse a uno mismo para todo lo que ha hecho y lo que ha pensado de los dems?

Otros dirn que eso de amarse a si mismo es egosmo o incluso narcisismo. Y tienen la razn por lo que siempre se ha dicho y pensado desde las religiones, desde una cierta moral.

Ahora bien las cosas van por otros derroteros. La reconciliacin interna supone una gran valenta y no menos lucidez que obedece ante una llamada insistente del corazn de ser atendido en su sed de amor.

Es slo a partir de esta voz interior que se logra efectuar este paso definitivo hacia uno mismo que abre el camino a este modo de amar y ser amado expansivo cuya descripcin no cabe siquiera en palabras. Y all mismo se acaba tambin el miedo a lo imposible o de caer en un egosmo estril. Al tratarse de esta reconciliacin, se sale al mismo tiempo de la dicotoma del bien y del mal, de lo positivo y negativo, de la luz y de la oscuridad.La reconciliacin es por otro lado tan sencillo y hermoso como un abrazo entre la parte luminosa, bondadosa, hermosa de uno con la parte que uno hasta entonces senta y consideraba como oscura o fea.

Y cabe decir que las energas, es decir las circunstancias internas y externas que nos rodean actualmente, lo favorecen de sobremanera. Ya no es el cometido de unos pocos ascetas o iniciados sino un potencial para todo quien lo desea de verdad.El abrazo se hace cuando uno ha osado mirarse de frente en su parte oscura con la debida serenidad y con amor, entendiendo que ambas partes en apariencia antagonistas, estn cansadas de tantas contiendas, acusaciones, juicios y prejuicios. La parte oscura es tan de uno mismo como la otra que luce. Quieren cambiar de papel y ponerse en el lugar del otro con amor, cario y entrega porque quieren jugar de las muchas maneras para las cuales han sido creadas. En fin de cuentas somos una sola y nica realidad aunque las circunstancias de la vida nos han empujado hacia la dualidad. Sin embargo las muchas divisiones que hemos ido estableciendo, son en fin de cuentas meros efectos de una determinada ptica o de una determinada llave de lectura.

El abrazo amoroso y luminoso entre las dos partes, (finalmente producto de una dualidad que no hemos elegido concientemente como base para vivir feliz) trae una sorpresa muy grande cuando llega la hora para proyectar el propio amor en los dems.

Entonces el hecho de amar a un ser querido ya no da lugar a los sutiles autoengaos referidos en el captulo anterior. Amar se convierte ante todo en un reforzamiento del amor a si mismo y de la autoestima, a la par de lo que acontece al otro con un profundo respecto por sus formas diferentes de sentir y procesar sus propias cosas.

Es un reconocimiento del mismo proceso de afianzamiento amoroso en el otro. El amor se hace a un caminar juntos en paralelo con una enorme dosis de solidaridad, asumiendo el bienestar del otro como suyo propio y hacindose garante del progreso y crecimiento como lo es inversamente. Ya no caben las falsas proyecciones por falta de espacio vital entre ambos.El abrazo interior est a la base de esta maravilla de un amor que crea suficiente espacio vital para la independencia, autonoma y soberana de cada uno. Y esto es uno de los rasgos por los cuales se reconoce estar en el buen camino.Otro rasgo es que en el caso de amantes, la experiencia del amor sexual tiende a ser ms y ms un encuentro clido, entraable, amoroso, compartiendo el goce sexual, en vez de tratarse de una bsqueda a veces incluso frentica del placer a dos.

Curiosamente sin esta bsqueda expresa del placer, el goce compartido ser mucho ms intenso, adems de vincularse mucho ms fcilmente a la experiencia amorosa de ambos.

El abrazo ntimo e interior se produce cuando uno lo siente y no supone esfuerzo. Te lleva a este lugar en el fondo del corazn justo cuando tu deseo de reconciliarte, te lo susurra al odo. Es cuando te sientes suavemente empujado a ello. Es tan hermoso y emocionante que no da lugar a previsiones y menos an a razones. Simplemente se da. Quizs te pondrs tu mejor vestido para la ocasin o te aslas en un lugar hermoso y muy querido por ti.Lo que es cierto y lo vuelvo a repetir aqu, es que te hace falta soledad y silencio para llegar a este desenlace tan feliz. En cierto modo te sentirs suavemente empujado a este hermoso y clido retiro. Retiro que en la vida de grandes seres que nos precedieron, se simboliza por la subida a la cima de la montaa como fue el caso de Moiss escribiendo las tablas de la ley o Abraham subiendo con su hijo Isaac o el Maestro Jess cuando se entretuvo con Isaah.Y no hay que temer para nada colocarse en la proximidad de estos preclaros ejemplos de la historia ntima humana. Todos tenemos parte en lo que nos adelantaron con su inmenso amor y valenta, un Moiss, un Abraham, un Maestro Jess, junto a lo que fue el profeta Mohmed, junto a Sidharta el Buddha, junto a Krishna o Confusio. Otros modos de amar.

Quedaramos cortos en referirnos slo a aquellas experiencias que existen entre amantes. El amor que parte de uno mismo, tiende a extenderse a todos los dems sin olvidar la misma naturaleza, los animales, nuestras mascotas, la msica, el arte y tantas otras cosas ms.

Para atenernos aqu a las relaciones que mantenemos a diario, este potente motor, que es el amor, requiere que se le mima y cuida.

Y estos mimos y cuidados van de como uno se relaciona con los dems. Modo, talante, estilo cual sinnimos que bajo otro aspecto sera elegancia. La parte ms prctico sera la comunicacin inter-personal que a toda evidencia no recubre toda esta compleja realidad. Lo que realmente se transmite entre dos personas de sentimientos, sensaciones, energas sutiles como es el mismo amor, slo muy parcialmente se encuentra reflejado en palabras.En lo cotidiano sin embargo, la comunicacin por mucho que abarca, se reduce al intercambio de palabras, frases, conjunto de oraciones. Mimar y cuidarlas se ubica por tanto en la forma en que se emite y se recibe estas palabras y frases.

Es de suponer que de entrada existe amor, amistad, solidaridad, bondad, comprensin entre dos personas que se quieren y se estiman, expresndolo entre otras cosas mediante palabras.

Y all mismo se erige un cometido preciso que se traduce en honestidad, transparencia, espontaneidad y audacia. Un cometido que permitir una aceleracin en la consolidacin del amor que se comparte entre dos personas.

Vamos a verlo por partes. Primero est la honestidad que no se debera confundir con sinceridad. Esta expresin corriente que dice: para serte sincero se vierte demasiado a menudo sobre lo que uno percibe en el otro sin implicarse realmente.

Honestidad se vierte en este contexto sobre uno mismo, sobre lo que le habita a uno. A veces son cosas que se envuelven en la vergenza o en el miedo por ser descubierto en algo. Otras veces es mantener la privacidad, guardando unos cuantos secretitos. Honestidad supone el aprendizaje a soltar al paso de las ocasiones que se ofrecen, todo cuanto queda atrapado en uno, con el slo fin de liberarse y vivir una cercana incomparable con este otro ser querido.La transparencia es otra faceta de la honestidad pero alude ms a una prontitud de quererse abrir del todo al otro. Es una calidad preciosa y muy preciada a la vez. Se siente en la otra persona como una decisin de querer entregarse. Es muy bello y tiene que ver con la luz que emiten los dos.Tanto el ejercicio de la honestidad como de la transparencia, se producen gradualmente dentro de un clima de comprensin mutua y de bondad. Es all donde cada uno comprueba a qu punto est bien recibido por el otro.La espontaneidad es otro ingrediente indispensable en este gran cometido. Quiere decir que las cosas suyas propias se entregan cuando se ofrece la ocasin y no cuando uno lo tiene pensado. Pues cuando uno suelta algo slo por pensarlo sea porque molesta demasiado, sea por impaciencia, entonces esto se da ms bien a destiempo porque no coincide con la necesaria receptividad del otro.Por ello lo que se entiende por espontaneidad en este contexto es el arte de manifestarse con fluidez en el momento oportuno. Es decir cuando todo est dispuesto para que se produzca. Es un sentir, acaso un intuir acerca de una dada situacin para dejar salir lo que se lleva en el corazn y para que el otro lo reciba con amor. Poco a poco la espontaneidad se convierte en un hbil juego entre lo que uno desea comunicar y la predisposicin del otro para atender con toda la fluidez y hasta improvisacin que el mismo impulso ofrece.La audacia es una calidad que refuerza la espontaneidad ya que permite sobreponerse a los miedos que le habita a uno a la hora de entregar una cosa suya que no resulta tan ventajosa o acaso no le gusta tanto al otro. Es en cierto modo la calidad de pasar la mano a travs de la barrera del miedo o de la aprehensin.De pequeo mis padres me ensearon pedir perdn cuando haba hecho alguna fechora en prejuicio de un tercero. Siempre me costaba dar este paso sin embargo guardo un gran recuerdo de haber podido realizarlo. Es algo as ya que una buena accin como soltar cosas que impiden una relacin transparente y fluida, da tanta satisfaccin y tan buen recuerdo. ! Se lo aseguro !

El cometido termina, pasando por la fase de una decisin por parte de ambos, a convertirlo en un estado de conciencia junto a un hbito al cual se tiene mucho carioEn resumidas cuentas todo lo anterior se resume desde otra ptica, en el arte de saber escuchar y acoger con bondad, generosidad y transparencia lo que el otro decide emitir. Pero la escucha es la vez una escucha para consigo mismo. Es tener el odo abierto a lo que pasa dentro de uno mismo, estando escuchando al otro. Cuando se cultiva este arte, nace un estilo muy atrayente de relacionarse entre amantes, pareja, amigos y personas que se rigen por un mismo cdigo, honrando al otro por lo que es.

Partiendo de la escucha, de los mimos y cuidados a favor de una relacin abierta y libre entre dos seres que se quieren y se estiman, se abren muchas otras posibilidades. Es como decir que cuando el corazn ha aprendido a amar y ser amado, tambin se acondiciona para amar y ser amado por otras muchas personas.

En otras palabras el amor deja de ser excluyente aunque exclusivo con los seres queridos ms cercanos. No slo es cosa de referirse a los propios hijos, padres, suegros acaso pero tambin amigos, personas con las cuales uno trabaja o comparte intereses determinados.

Tambin genera una gran abertura hacia la solidaridad en el sentido ms amplio de la palabra, partiendo de relaciones muy precisas hasta llegar a una hermosa y bondadosa sensibilidad con lo que pasa en el mundo que nos rodea.

Por fin existe al lado de la amistad lo que llamamos el compadre o la conmadre. Creo que es una de las formas ms excelsas para sentirse libre y estimado, justo al lado de la relacin mucho ms ntima entre quienes se aman de modo exclusivo.A continuacin est el grupo que forma la familia del orden que sea y en el cual existe la seguridad de ser tomado por lo que uno es y el cario, el amor que en ello se recibe y se emite.

Es otro amor muy importante en la vida de una mujer, de un hombre, de hijos y otros allegados. Para mi ha sido una constante en mi vida, justamente por el empeo de crear un grupo humano unido por lazos slidos y permanentes, desde que abandon la seguridad y calidez del hogar paterno.Es un regalo que uno mismo se da y que todo quien lo desea, es capaz de crear. Tener esta referencia de fondo, hace la vida ms llevadera sino agradable, creando nuevas perspectivas.Algunos lo encontraron con sus propios hijos o con un grupo de amigos, muchas veces desde la infancia; otros lo encontraron en un grupo ya existente de signo religioso, espiritual o poltico en cuanto corresponde a una ideologa atractiva; otros an se han ido identificando con corrientes o enseanzas mas recientes, a veces canalizadas, formando grupos ofreciendo un lugar seguro de intercambio y apoyo mutuo (4). El amor incondicional.Ya se que esta expresin no gusta a primera vista. Tengo que reconocer que aos atrs cuando me escriban ciertas personas sin dudar de su amistad, dndome un abrazo de luz o asegurndome su amor incondicional, senta fro. Me senta muy distante de todo aquello, mxime porque soy hombre de abrazos efusivos y muy sentidos.Sin embargo el encadenamiento de argumentos que he ido desarrollando, me llevan a esta misma meta. Porque de meta se trata.Pero como ya adelant, no se trata en absoluto de un propsito que corresponde a una determinada filosofa, sino a una gran experiencia de amor.

Realmente ocurre que en prolongacin de lo que describa como un amor diferente por tanto consolidado entre dos personas que luego se desborda en otras muchas relaciones, nace un amor sin condiciones, sin reservas, sin lmites.

Nace de esta forma exacta, primero porque tu no quieres que sea de otra manera y luego porque el corazn y el mismo ser humano est hecho para amar de esta manera tan hermosa y entraable.

No es un amor fuera de contexto, un amor desencarnado sino de carne y hueso. Es un modo de amar y ser amado en el cual ya no caben condiciones, reservas, lmites. Es entrar en otra dinmica, en otro tipo de energa que surge ms que nunca en sta poca con el contraste de todo lo que est pasando en nuestro entorno y en el mundo.

Porque cuanto ms nos acercamos a este otro amor, a esta otra energa que es expansiva que no requiere esfuerzos sino la sola abertura e intencin, una gran parte de la humanidad se resiste a entrar en esta dinmica o cambio radical. Y es muy lgico y normal ya que todo cambio genera miedo y por tanto reacciones de diversa ndole. Mucha gente prefiere, estando en su derecho, quedar con lo que tiene y con lo que sabe sin arriesgarse a lo desconocido. Se les debe todo el respeto por esta postura por mucho que se vierte en resistencias a las cuales uno no es ajeno. El entorno suele rechazar todo aquello que sugiere cambio y en consecuencia desestabiliza. Echar mano da sus mecanismos de control e incluso de represin cuando estos ya no resultan eficaces. Tambin existe una cierta conciencia comn tachando otras formas de convivir y compartir, como propias a comunas (relacionndolo incluso con comunismo) o libertinaje (relacionado con movimientos similares a los hippies), o amor libre (como si hubiera un amor legal e institucional y otro que estuviera fuera de lo establecido) o cosas de adolescentes como si estos seran ciudadanos incompletas y de segundas.Este estado de conciencia comn inconciente y valga la paradoja, siembra confusin y tiende a censurar an ms todo lo que no encaja en el marco de una vida reglada y aparentemente segura como es la familia, la pareja, la educacin de los hijos, las relaciones de poder entre el padre y la madre y de estos con los hijos tal como se conoce hoy en da. Y como si no fuera suficiente, el peso de este mismo pensar comn en un entorno ms amplio que es la vecindad, la ciudad, la regin, la nacin dictando leyes que casi siempre andan detrs de los hechos, ejerce una gran influencia sobre cada individuo.Por un lado y no hay que olvidarlo, este conjunto de reglas, normas, marcos de convivencia no escritas, ofrece una seguridad para todo quien se deja llevar por lo que dicta el entorno familiar y vecinal, atenindonos a lo inmediato. Incluso incorpora un cierto margen para reaccionar, muy propio a las sociedades modernas, intentando de recuperar o absorber todo aquello que pone en tela de juicio lo establecido.Un ejemplo muy interesante es el movimiento Hiphop que en vez de ser rechazado, se ha convertido en una manera de hacer, de vestir y de bailar de moda. La gente termina por verlo como algo divertido y extravagante como los hippies en su tiempo.

Pero claro est que de lo que se habla aqu es de otra ndole. Hay que tener los dos pies en el suelo para seguir trazando el propio camino y determinar las metas ms inmediatas que lo favorece, y esto en medio de resistencias, protestas y ataques.

Esto no es un camino para dbiles y temerosos. Requiere una determinacin clara y permanente basada en la pasin porque de esto se trata. Una pasin que arrastra, encandila, ilumina sin dejar lugar a dudas o temores.

Aunque todo parte del encuentro con el Si Mismo all en lo ms ntimo de lo que uno tiene, no es menos cierto que el apoyo incondicional, el intercambio de experiencias se hace necesario. Intercambio que nace de un proyecto muy ntimo de querer compartir y que coincide plenamente en el otro.Curiosamente aquellos que han tomado la determinacin de ir a contra corriente, se encuentran entre si como si estuvieron guiados por una especie de instinto. Se reconocen a primera vista o se congregan en determinados lugares tal como se da entre las aves migratorios para emprender su camino hacia otras regiones.

Obviamente el amor incondicional es el resultado de un camino libremente escogido al cual nadie se puede ni se debe ver obligado. Slo el ejemplo, la irradiacin de este amor que se quiere sin lmites y reservas, podr inclinar la balanza en los dems para que emprendan un camino semejante a su vez.

Como humanos que somos, sabemos que aunque la vida resulte difcil, nuestro destino es la felicidad, la armona, la luz, el beneficio del amor pleno. Demasiado fcilmente, mucha gente ha abdicado ante esta increble evidencia interior, abandonando una sabidura inicial.

Unos siguen creyendo que es por causa de una culpa original con la cual se llega a este mundo. Otros dirn que es la fatalidad. Y otros an han dejado de creer simplemente en este destino ltimo y universal.

Y no es una cuestin de discusin sino de decidirse por una u otra opcin. Porque hay que saber que uno obtiene exactamente en la vida lo que uno cree y lo que uno se propone como objetivo en este sentido exacto.Por mi parte puedo asegurar que mi opcin funciona muy bien en cuanto es un apuntarse a este amor que termina por ser sin condiciones y reservas.

Es un atributo que segn mi sentir, segn mi creencia, segn mi deseo, segn mi mxima ilusin, se encuentra en todo ser humano aunque no caiga en la cuenta de ello durante toda su vida.

Esta conviccin ntima me lleg desde una tremenda duda que llevaba conmigo desde aos. Por qu unos si y otros no? Un da tuve la suerte de encontrarme con un sabio varn, sacerdote y monje libans del rito maronita.

Dado la bondad y sabidura que irradiaba y la gentileza con que me atenda cada vez que le abordaba, me atrev exponerle mis dudas. Me mir con sus ojos oscuros brillantes durante un largo rato y me respondi, sonriendo: Esto es muy sencillo ya que nosotros sabemos que todo ser humano aunque fuera en el ltimo instante de su vida, accede a tal grado de lucidez que puede abrazar este amor que tu dices, siempre y cuando lo determina as. Me emocion mucho al escuchar estas palabras que an resuenan hoy en m y le bes la mano en seal de agradecimiento pero l me abraz y me trat como un hermano.

Salimos del mundo de las razones y entramos en el mundo de los sentimientos y el lenguaje del corazn. Con el amor incondicional, como desbordamiento, puedes llegar a amar a toda la humanidad, a todo ser humano como un hermano. Y esto es una experiencia tan bella que resulta difcil describir. Y claro no hablo de un estado permanente sino de experiencias que a medida que uno prospera en este proceso, se multiplican ms y ms, yendo de menos a ms.En suma nos hallamos ante un atributo del ser humano que le cualifica al punto de pertenecer a un grupo pionero que, cual familia, se extiende por doquiera, aportando nuevos elementos en donde fundamentar la paz. Una paz que todos deseamos obtener para todos los pases del mundo y tambin para todas las mujeres y hombres dentro de sus respectivas familias y all donde se desenvuelven a diario.

El llanto, la congoja, la tristeza, la rebelda ante tantas tragedias con las cuales nos vemos confrontados a diario, quedan estriles sin este divino ingrediente del amor incondicional. El compaero de alma.En el mismo ambiente de los que hablaban en su tiempo de abrazos de luz y de amor incondicional, dejndote tan fro como antes, se mencionaba tambin la existencia de la alma gemela.

Puede ser que me equivoco pero en muchas ocasiones me daba la impresin que se trataba de la media naranja sublimada. No le tena mucha simpata.Y sin embargo paulatinamente no tena ms remedio que admitir que el anhelo de amar y de ser amado a partir de uno mismo, tena algo que ver con lo que se sugiere con la idea un tanto abstracta de las almas gemelas.En mi propia experiencia ya haba empezado a entender que muchos de entre nosotros, estamos vinculados a un determinado grupo de seres que segn toda probabilidad coexistieron por experiencias habidas en vidas anteriores y desde luego en otras dimensiones.

En algunas ocasiones este vnculo incondicional se da con los propios hijos, en otras con gente de una misma orientacin. Y estas orientaciones pueden variar desde el campo religioso hasta el mbito de la mera investigacin, del arte o de tantos otros campos en que los humanos se vinculan de verdad.Personalmente hice la sorprendente experiencia de la existencia de personas desconocidas, incluso de otros continentes que me resultaron tan amorosas y familiares que se hicieron ntimos amigos al instante y hasta el da de hoy.

As nace un estado de conciencia que reconoce hasta la pre-existencia de vnculos incondicionales y excepcionales con otros seres tanto en el plano fsico como no-fsicoEsto ha sido el caso tambin con mis propios hijos intuyndolo desde incluso antes de nacer. Nos fuimos reconociendo desde otras aproximaciones como de hermanos o compadres o socios incondicionales. Una vez consolidado aquel grupo inicial, ste fue extendindose hacia mi padre y abuela y hacia muchas otras personas que compartan el mismo sentir.

Un sentir que gira en torno a la bondad, a la familia y lo que entre nosotros llamamos la energa de Casa. Una energa que se ha convertido en la co-creacin de un ambiente que ofrece la absoluta seguridad de estar arropado, querido, comprendido, acogido sin reservas por todos sus integrantes.Junto a esta experiencia se evidenci an ms la importancia de mantener una preclara honestidad, transparencia, espontaneidad y audacia en las comunicaciones. Este aprendizaje a una hermosa libertad, me abri los ojos a lo que son exactamente las afinidades y correspondencias que se precisan para poder sentirse en Casa con otra persona.Y estas afinidades y correspondencias son adems diferentes y distintas de un grupo de personas a otro, de una relacin a otra.En fin de cuentas acontece que a medida que uno consigue reconocerse a si mismo tal como es, tambin nace la capacidad poder reconocer al compaero de alma..

Bueno sustitu la idea conocida de alma gemela por compaera o compaero de alma. En cierto sentido se puede decir que a partir de que el corazn se abre a esta posibilidad, la persona se reconoce en lo que es a los diversos niveles que le es dado de ver, captar, sentir las mltiples facetas de su realidad hasta remontar a su propia esencia.

Es un proceso natural que activa a menudo desde la base del grupo familiar, la resonancia y por tanto la atraccin magntica con otro ser, hombre o mujer y con cuyas correspondencias y afinidades sintoniza y se complementa a la perfeccin.

Ya no se trata de la media naranja. Se trata de un ser adulto con un gran sentido de su propia independencia y soberana que siempre ha co-existido en el tiempo. Hizo parte de este mismo Hogar al cual uno pertenece, aorando en el fondo de su corazn el re-encuentro tan anhelado con este otro tan cercano del cual habla de algn modo el poeta lusitano Fernando Pessoa (5).

Este re-encuentro se produce por vas tan extraordinarias como insospechadas porque se basa sobre una resonancia que atraviesa las barreras habituales que mantienen separadas las personas entre s (>>> al final de este libro se reproduce en apndice una hermosa leyenda que se refiere a este fenmeno).Desde el momento que el primer contacto se establece, la mujer antes que el hombre, dado el caso de tratarse de un hombre y de una mujer, reconoce al otro por quien esperaba desde tanto tiempo, de modo inmediato. El hombre suele tardar algo ms en vivir este reconocimiento sobrecogedor con quien se siente del todo en Casa. Ahora bien, es cierto que cuando tarda demasiado puede perder esta increble y maravillosa oportunidad.El encuentro entre dos seres parejos, me hace pensar en esta hermossima imagen utilizada por el autor brasileo, Paolo Coelho, que hablando del encuentro entre dos magos, se reconocen por una luz que aparece por encima del hombro (6).Luego viven la increble experiencia de ir descubriendo la multitud de afinidades y correspondencias existentes en todo su detalle mientras que consiguen desarrollar un agudo sentido de la autonoma de cada uno. Porque es esto lo que llama ms la atencin. Cada uno se hace totalmente garante del crecimiento y evolucin ajeno, junto a un profundo respeto por los compromisos existentes por parte de cada uno.Las palabras les quedan cortas para expresar su amor y crean nuevas formas de estar presente en la vida de cada uno. Saben perfectamente lo que le pasa al otro aunque les separa grandes distancias o barreras fsicas. Son capaces de gozar de su compaa sin la presencia fsica de modo indescriptible y es como si les faltase poco para poder materializarse cuando les parece oportuno.Y por supuesto que desde este fantstico re-encuentro cada uno se debe an ms a los suyos, a su propio grupo, alimentndolo con la pasin de este nuevo amor.Y ahora quiero llamar especial atencin para adentrarnos an ms en esta maravillosa experiencia. Nuestros supuestos compaeros de alma ya han superado en muchos mbitos las secuelas de la dualidad como es la divisin entre el bien y el mal (no se juzgan ni a si mismos ni al otro), como la divisin entre la luz y la oscuridad (porque generan tanta luz que hace desparecer la oscuridad en sus respectivas vidas) como el juego entre lo positivo y negativo por carecer de sentido para ellos.

Para ellos ha llegado el momento de hallarse ante la divisin ms profunda y arcaica del ser humano que es la divisin entre lo femenino y lo masculino. Y este encuentro se da en medio de las grandes contiendas que hasta poco se cristalizaba en el dominio del hombre sobre la mujer mientras que ahora apunta ms y ms el dominio de la mujer sobre el hombre.

De hecho el juego de la mayora de los humanos suele reducirse fundamentalmente a un juego de dominio descrito por el olvidado psicoanalista Alfred Adler, contemporneo de Sigmund Freud Y Karl Gustav Jung (7).

El hecho de hallarse ante esta divisin es como romper el ltimo sello que retena el ser humano en su pleno desenvolvimiento y por tanto en este otro amor que hemos ido celebrando a lo largo de estas pginas.

Se trata de la re-unificacin de estas dos energas arcaicas en apariencia opuestas que claman ser absueltas de esta divisin. Es un cometido colosal que ningn humano podr realizar desde los lmites en que se concibe a si mismo. Se trata de la creacin de una nueva situacin existencial sin precedentes. Todo quien ha decidido a vivir el amor de esta otra manera, llegar tarde o temprano a esta ltima gran encrucijada, retndole a que se abracen lo femenino y masculino para siempre, all en lo mas hondo de su ser. Es ciertamente un regalo que el humano consciente de todo lo que es, se hace a si mismo resultando ser a la vez la coronacin de su propia evolucin. Por fin aparecen uno tras otro los grandes recursos y por tanto tambin los atributos del ser humano ya no redimida sino resucitado.Los compaeros de alma constituyen junto a los grupos humanos cohesionados por este amor incondicional, una avanzadilla en el escenario actual aunque no ser nunca por poder, fuerza, estrategia o persuasin.

Son ellos que sabrn ensear la sabidura de la re-unificacin a partir de la hermosa y luminosa experiencia de su propio re-encuentro. Porque en cuanto sienten, experimenten lo que es el juego de lo femenino/materno con el masculino/paterno y vise versa, sabrn integrarlo en su propio interior, en su propio corazn y alma.Se intuye que es nuevamente algo muy sencillo como es sentir ambos componentes como partes integrantes de una misma gran energa, de un mismo cometido creativo. Amar, un ambicioso proyecto.

Con este ltimo captulo me pongo del lado de Mahatma Ghandi o del Papa Juan XXIII por ser dos revolucionarios que por su bondad y amor que no admite reservas o lmites, alcanzaron tocar el corazn de buena parte de la humanidad.A cada uno de nosotros que hemos llegado hasta aqu, tratndose de una pasin, de un compromiso personal y de un pacto con quienes nos honran con su amor, se nos avecina la hora de participar en esta revolucin silenciosa y no-violenta.

Para quienes quieren confundir estas palabras con el viejo discurso cristiano o un modo solapado de vender algn sistema de creencia, se equivocan del todo.

No hay ms de lo que se dice aqu y de lo que t, querida lectora o querido lector, sientes al leer estas pginas.

Si a ti, te conmueve profundamente cualquiera manifestacin de bondad, como a mi, estamos realmente en la misma onda. Si a ti, te clama desde dentro, el encuentro con este otro amor que lo transforma todo, estamos en lo mismo.Tengo ganas de abrazarte hermano, hermana porque somos de la misma familia y este sentimiento es tan grande que se trasciende a si mismo,

Porque de esto se trata. A medida que sentimos crecer estos lazos como los que ahora mismo se establecen entre nosotros, generamos una irradiacin energtica inmensa, tal como se produjo en tiempos del aorado Juan XXIII o del inolvidable e increble Mahatma Ghandi.Nuestros lazos se unen a otros muchos que co-existen en este ahora, activndose ms y ms todo lo largo y ancho del mundo. Son lazos entre gente que se sienten Familia como nosotros y que generan esta hermosa y clida energa de Casa. Son quienes crean la Casa de Todos (8).No obedecen a un sistema de creencia determinado o forman una organizacin y tampoco se congregan en nombre de alguien o reconocen a un dios o un lder especfico. Son cada uno lo que son por derecho propio. Y por ser as, se sienten identificados con otros seres humanos que van de la misma manera por la vida.

Ya somos muchos y a la vez muy pocos mirando hacia la totalidad de la poblacin mundial. Somos por tanto como el pequeo David ante el gigante Goliat pero con la diferencia que el David que somos es mucho ms pequeo y el Goliat mucho mas grande.

Pero esto no importa ya que nuestras armas tienen una capacidad de penetracin fuera de lo comn. Son las armas de la no violencia, de la bondad, de la verdadera compasin y por supuestode la solidaridad.

Y aunque no nos vemos en el plano fsico y tampoco andamos codo a codo por la vida, estamos siempre e incondicionalmente asociados en una misma empresa, la que Juan XXIII y Ghandi pusieron en pie en su tiempo.Mi querida hermana, mi querido hermano que sepas que nunca ests solo. Y as es.

Eplogo.Tengo que confesar que el primer beneficiado de este libro que constituye un encuentro con el lector, soy yo mismo. Volv a tener conciencia de quien soy y del privilegio poder decidirme a cosas tan ilusionantes, apasionantes y hermosas como se describen en las pginas anteriores.Espero de todo corazn que nos seguiremos viendo y sintiendo con lo que nos une por el alma. Gracias por haber venido.

Motril, 26 de Noviembre 2006.

Notas bibliogrficas.

(1) Aunque a la hora del desamor puede haber aislamiento, no habr que confundirlo con una soledad asumida como tal. La soledad y el silencio no necesariamente significan vivir sin compaa alguna. La soledad y el silencio como lugar de encuentro se dan en toda clase de circunstancias, tanto como viviendo en familia o con gente como teniendo como base la soledad material. No es siquiera recomendable vivir apartado de los dems a menos de tener las condiciones para ello. Y unas de estas condiciones es el amor a la naturaleza como lugar de silencio, a parte de lo que sugiere la propia experiencia en esta materia.Es fcil engaarse llenando la soledad con toda clase de distracciones hasta con el solo pensamiento o con llenar el da con tareas y deberes, preguntndose sin cesar que toca hacer a continuacin.(2) Hace aos escrib un librito sobre este tema que es el abrazo definitivo que se puede dar entre la parte luminosa y oscura de uno mismo. Se llama Hay un camino para ser feliz y te lo puedo mandar por E. mail. Basta que me lo pidas, escribiendo un mail al [email protected] (3) Entre los muchos mtodos y herramientas que se destacan en la actualidad, partiendo de la revolucin provocada por Sigmund Freud y todo lo que se le debe en este sentido, estn:

Las tcnicas de regresin, que como entre muchas destaca la Anatheoresis del psiclogo espaol, Joaqun Grau. Es una forma de regresar a la infancia e incluso al mismo nacimiento con el fin de tomar debida cuenta de las ataduras que comportan para luego integrarlas en el presente.

Las Constelaciones Familiares del alemn Bert Hellinger, una de los mtodos ms llamativos, en las cuales configuran y se reproducen patrones de relaciones familiares vinculantes y determinantes, mediante juegos que se parecen al psicodrama y en los cuales actan por designacin del terapeuta, los mismos participantes al curso con duracin de dos das. Con la salida al ruedo del interesado/a se le ofrece la oportunidad hacer pasos fuera del marco psicolgico en el cual se siente atrapado. Es una hermosa y emocionante experiencia que descongestiona la vieja contienda entre malo y bueno, negativo y positivo, entre masculino y femeninoEstos cursos se dan con regularidad aqu en Espaa como en muchos pases de Latinoamrica.

El mtodo Phyllis Krystal nace con una psicloga jungiana del mismo nombre. Es una combinacin de meditacin, hacindose receptor de un determinado tipo de energas y la creacin de un escenario en el cual se cortan los lazos que atan (tal como lo expresa la autora). De hecho, se cortan los vnculos psicolgicos con determinadas personas hasta remontar a los mismos padres, restableciendo una relacin libre y transparente con ellas. El mtodo como instrumento se dirige en el fondo a la misma desvinculacin con hbitos, puntos de vista, miedos, juegos inconcientes etc. que limitan al individuo en su crecimiento. Con ello se le abre una puerta con que restablece su autonoma y libertad interior. Supone una cierta disciplina y la renuncia a que intervenga la mente como tributo a pagar por un mtodo muy eficaz y libre de experiencias traumticas.Con ello se restablece la operatividad de la energa paterna y materna as como el sentido de lo masculino y femenino visto, vivido y sentido en el presente.

Luego estn la antigua filosofa china, reflejada en el Tao as como el Hata Yoga e incluso el Tai Chi Chuan, ofreciendo sus respectivas tcnicas, un elaborado entramado de ejercicios y enfoques que para personas ms avanzadas, permiten hallar un equilibrio entre la energa femenina y masculina.(Las mencionadas tcnicas no son ms que una orientacin que parte de la experiencia y del conocimiento del autor, en medio de otros muchas ofertas vlidas).(4) En la actualidad hay corrientes muy importantes como las que se conocen como New Age que se remontan a las ltimas dcadas del siglo pasado. Luego existen enseanzas que congregan un gran nmero de mujeres y hombres en torno a maestros como Osho, Sri Aurobindo, Mahareshi, Maharaji, Sai Baba y otros tantos, formando grupos estables de encuentro y de devocin.

A ello se aade la creciente extensin de enseanzas canalizadas procedentes de seres como Kryon, Arcngel Miguel, Jeshua Ben Joseph, el Conde St Germain, Kuthumi, Kirael, el Grupo y Tobas. En la actualidad existe una tendencia marcada a sintonizar entre aquellos que se sienten identificados con todas estas enseanzas y energas que a su vez se conectan entre si.

Forman autnticas familias que a veces llevan un nombre como para designarse sin por tanto llegar a ser grupos organizados o obedeciendo a patrones determinados. Es un sentir y caminar comn por lo cual se reconocen entre si como quienes vienen de un mismo pas o pertenecen a una misma raza o cuando en los primeros tiempos, los cristianos se identificaban con un solo gesto o saludo.

Por fin cabe mencionar Maitreya, un ser y maestro de maestros extraordinario que se manifiesta a travs de varias personas como Benjamn Creme (Share Internacional) y Margaret Birkin, congregando personas para meditar o para canalizar a su vez las grandes energas disponibles (meditacin de transmisin que dura entre una a tres horas, sugerida por B. Creme).En la misma poca que Maitreya se dispone a manifestarse, nace igualmente el movimiento de Buena Voluntad Mundial con Alice Bailey a travs de Lucis Trust con sede en Ginebra. Como en el caso de Benjamn Creme, Lucis Trust instruye a los interesados a congregarse semanalmente en grupos para generar tringulos de luz. La idea es formar autnticas redes de luz, de buena voluntad todo lo largo y ancho del mundo.

De un modo ms espaciado pero no menos eficaz y espectacular, existen das de meditacin mundial en los cuales se congregan millones de mujeres y de hombres en todas partes, unos desde sus casas, otros sentndose en los parques o jardines de su ciudad. Se divulga inicialmente por Internet y luego de boca a boca. La rapidez y eficacia con que se divulga, se incrementa de ao en ao. Los temas cambian segn la poca y circunstancias como la paz mundial, el hambre, las guerras o canalizar las nuevas energas para armonizar la tierra como fue el caso el da 18 de Octubre 2006. (5) Fernando Pessoa intuye esta realidad en varias de sus poesas como cuando dice que la amada se viste en la recamara del alma o cuando afirma que tales amantes se aman desde el alma.(6) El libro referido se llama Brida, editado entre otros por El Crculo de Lectores. Se trata de un gran maestro recibiendo una aprendiz que a travs de todo un proceso se reconoce a si misma como compaera de alma y descubre la existencia de esta luz caracterstica en el otro, como viene referido en este libro, justo por encima del hombro del mago.Cabe aadir que estas seales son mltiples en su forma y pueden perdurar en una misma relacin. Personalmente me puedo referir a alguien de mi propio entrono que conocindola desde mucho tiempo, la reconozco a la hora en que se le encienden los ojos de luz propia.Lo mismo puede pasar a la hora del abrazo por sensaciones muy caractersticas con que ambos se reconocen.Igualmente se seala un determinado tipo de olor con que se define alguien y con qu se manifiesta a alguien.(7) Alfred Adler. La teora que desarrolla se vierte sobre lo que el llama la Voluntad de poder en contraste a la teora freudiana.(8) La Casa de Todos es un sentimiento colectivo y tambin una referencia que circula entre nosotros los revolucionarios de la bondad y del amor, indicando que hay un lugar maravilloso que co-creamos, y que est siempre abierto para todo quien desea estar o para quien decide asomarse..(*) Se adjunta una hermosa leyenda en forma de apndice en la pginas siguientes que describen el fenmeno tan emocionante y extraordinario de una relacin pre-existente.Apndice.

Hace mucho tiempo haba un hombre que viva en un pueblo de montaa. Era pastar.

An era joven cuando su padre le confiaba el rebao y poco tiempo despus ste se muri. Sabiendo que se iba a morir, llam a su hijo y mirndole le bendijo, diciendo: Hijo, t comenzars una nueva vida..

Aos atrs la madre haba muerto y as el hijo se qued solo con el rebao. La nica persona que oy las palabras del moribundo, fue una mujer ya anciana, la que le haba cuidado desde nio.El joven pastor era hombre de pocas palabras y le resultaba ms cmodo expresarse con la flauta que siempre llevaba consigo, en vez de darse a la conversacin.

Las palabras de su padre dejaron huella en el y poco a poco hicieron crecer la esperanza, aunque muy lejana, de que algo importante acontecera en su vida.

Pasaron das, semanas, meses y el surgimiento de esta esperanza se iba asociando a las horas en que tocaba la flauta. Antes eran las melodas que se conocan en la comarca pero paulatinamente se hicieron ms personales, traduciendo sus estados de nimo.

Pas un ao y otro y en la mente del hombre se crearon los primeros contornos de un acontecimiento, an sin definir, pero cargado de emotividad.

Las melodas a su vez cobraron tonalidades distintas; a veces parecan un rezo, otras veces se converta en una msica con extraas cadencias, clamando por algo apasionadamente.Al volver con el rebao, pasaba a menudo por la casa de la anciana. Se miraban. En alguna ocasin era como si ella le interrogara, otras veces un saludo sin ms. Durante las noches de verano, se acercaba a la puerta donde ella viva y despus de un rato sacaba la flauta. Era como una conversacin y la mujer lo entenda as.

Cuando cesaba la msica, caa el silencio, un silencio denso como si en cualquier momento fuese a surgir algo que ambos esperaban.

Mientras tanto el tiempo progresaba y el hombre maduraba en su pensamiento. Los contornos de aquel lejano acontecimiento se iban precisando y pareca como si se trataba de una mujer que algn da, misteriosamente, anunciara su llegada.Fue un tiempo marcado por la aoranza y a menudo su msica tomaba el tono de un clamor cuya fuerza y belleza estremecan.

En un pas vecino viva una muchacha aparentemente en nada distinta a las dems aunque quizs ms madura.

Era la ms joven de una familia numerosa. Los padres era gente honesta del campo que no slo se llevaban bien sino que se queran mucho. Era bonito de ver como ellos dos se rodeaban de pequeas atenciones.En este ambiente creci la muchacha, formndose una gran idea y un gran sentimiento acerca del amor. Por desgracia apareci una terrible enfermedad en esta comarca y buena parte de su familia fue alcanzada, muriendo uno tras otro.

Muchos hombres, mujeres, nios, ancianos murieron y para evitar que la enfermedad hiciera mas estragos, la joven y su hermano fueron evacuados. Ambos fueron embarcados y traslados a otro pas donde recibieron buena acogida.

La chica creci bajo el signo de este drama. Sin embargo la prdida de sus padres y hermanos se convirti en un recuerdo de amor y de belleza. Era a al vez una idea y un sentimiento en ella que tomando consistencia en su mente, la mantena absorta durante largos ratos. Al atardecer ocurra que con frecuencia tales sentimientos se adueaban de ella. Se haca soadora y le hacan sentir feliz.Era una mujer aplicada y pronto aprendi el oficio de costurera. La gente del lugar la tena consideracin y la estimaba, a pesar del hecho de que era poco comunicativa y a veces hasta ausente.

El viejo matrimonio donde se albergaba, entendan estos rasgos como consecuencia de su historia. La verdad es que lo que le habitaba le reclamaba cada vez ms. Todo esto culmin en la decisin de ir algn da en pos de este gran amor en el cual crea ms y ms.

El viejo matrimonio muri en el intervalo de unos pocos meses y la mujer se qued sola.Tantos das de cuidados y de noches en vela, le haban agotado. Por fin pudo descansar y un profundo sueo se apoder de ella. Cuando se despert, una nueva sensacin le invada; era como si alguien le llamara, alguien que no deba de estar lejos.

Desde este da, aunque pasaron an aos, empez a perfilarse un encuentro misterioso con el gran amor que anhelaba conocer y que a la vez le acercaba a la muerte para reunirse con los suyos.

Todas las tardes al caer la noche y terminado sus labores, sola sentarse. Muy pronto su cara se transformaba y pareca como si su cuerpo tendiera hacia algn sitio.

A travs de los das, meses y aos, la llamada se precis en una meloda que al fin le haca bailar a la luz del candelabro o delante de las llamas de la chimenea.Un baile siempre lento al principio, exttico al final que a veces duraba horas y le haca olvidar donde estaba.

El pastor por su lado en este largo camino de la mente, entenda que su clamor, su msica ya no se perda en el viento sino que se diriga hacia algn lugar preciso. Por eso tom la costumbre de dirigir sus melodas hacia una misma direccin.La aoranza que le haba habitado por tanto tiempo, comenz a convertirse en una firme conviccin de que algn da, no demasiado lejano, aparecera en su horizonte la mujer que tiempo ha, anunciaba su llegada.

Entenda que este acontecimiento, ya cercano, era irreversible y que se tratara de una transformacin.

Al principio el miedo an le haca dudar pero la necesidad de una entrega total y hasta en las ltimas consecuencias, se impuso de modo definitivo.

Cada atardecer e incluso cuando se acercaba este momento, le entraba como una fiebre y a veces ocurra que le temblaban las manos.

Desde el momento que sacaba la flauta y tocaba, pareca que se afianzaba y la figura de una mujer se perfilaba da tras da con mayor nitidez en su mente.No haba ansiedad, haba una espera amorosa asumida, basada en el sabio conocimiento que el haba venido con el tiempo.

Sabio conocimiento que a travs de los aos alcanz transformar una espera imprecisa y ansiosa en una vivencia presente donde lo contemplado en la mente, sustitua de algn modo lo real.

Seguramente que esta larga espera y este proceso interior, fueron necesarios para que lo real del encuentro que ya se anunciaba, se converta a su vez en lo que haba contemplado desde hacia tanto tiempo.

Lleg por fin el da y la hora en que la mujer se sinti movida de modo irresistible y a la vez por su propia voluntad para ir caminando hacia esta meloda que tantas veces haba odo en su corazn.Se levant, dej sus labores y se puso a andar aparentemente sin rumbo pero con paso firme sin siquiera pensar en alguna provisin.

Al atardecer de aquel da, la msica resonaba en ella con insistencia inusitada mientras creca en su interior la conviccin que el gran encuentro de su vida se avecinaba.

Toda la noche anduvo y slo por la maana descans un par de horas. Encontr algunas frutas en los rboles de aquel paraje, comi y se puso de nuevo en camino.

Lleg a un sendero estrecho al pie de un monte y lentamente fue subiendo la larga cuesta que conduca hacia una meseta. La tarde avanzaba para convertirse en crepsculo.Al declinar el da, alcanz la meseta. Su silueta se iba destacando en el firmamento.

El pastor tambin sinti aquel da que el gran momento de su vida se estaba acercando. La misteriosa llegada de aquella mujer se hizo ms y ms patente en l. Aquella maana se haba despertado con la absoluta seguridad de que aquella misma tarde se encontrara con ella.Tampoco hizo preparativo alguno. La espera de aquel da era distinta y le daba la sensacin de estar ya con ella. Cuando vino el atardecer, cuando la luz iba tamizando y las cosas cambiaban de color, cobrando otra vida, el pastor sac la flauta.Saba muy bien que sera la ultima vez aunque no saba explicar muy bien el por qu.

Entonces naci una msica tan bella y nica que resulta difcil describirlo, Se hizo uno con su instrumento, quedndose tan ensimismado que ni siquiera se percat de la mujer que ya haba aparecido en el horizonte.

Lentamente avanzaba hacia l mientras que andaba como al paso de un baile. Su andar era un tender del cuerpo, ondulndose hacia tan poderoso imn. No expresaba ansiedad ni prisa sino seguridad y tensin vital.Por fin l se percat de ella y sin dejar la flauta, la mujer se hizo presente en su cuerpo. Ella segua en su movimiento tendente hacia l.

Para ella la msica era familiar; era la misma que haba sentido desde hacia ya tanto tiempo en su corazn. Las fronteras entre su sueo y lo que senta y oa ahora se borraban.

Paso a paso se iba acercando mientras que la noche caa y les envolva a los dos. La luna comenzaba a iluminar el lugar, creando un aire misterioso.

Cuando ella lleg parndose ante l, recibi muy emocionada la tan bella msica que le estaba destinada. Esta misma msica la embelleca an ms.

Tard en soltarse el pelo, deshacerse de sus vestidos para emprender un baile lento que luego se hizo ms rpido. Era el baile de una embrujada, embrujada de amor y de felicidad que se expansionaba por su rostro, por su cuerpo. Realizaba figuras y movimientos misteriosos delante de l y haciendo crculos en su alrededor mientras que l segua tocando la flauta.

Quizs no se repetir una escena tan llena de pureza e intensidad aunque de algn modo perdura hasta hoy como una liturgia arcaica y una expresin genuina del amor, perteneciendo al patrimonio comn humano. Mucho tiempo dur esta danza hasta que el pastor ces su msica y ella se detuvo ante l.

Con gestos sencillos pero solemnes ella le desvisti. Ambos se tocaron las manos, la cara, el cuerpo. Se sentaron en frente el uno del otro mirndose, admirndose.

Luego se abrazaron y sus cuerpos se unieron para siempre alcanzando su destino. Se abrazaron y se abrazaron mientras que largas oleadas de felicidad, plenitud y goce atravesaron sus cuerpos y mentes. Estaban maravillados y les invada una inmensa gratitud que trascenda incluso sus propias personas y vidas. Este abrazo no slo dur y perdur horas, das y semanas por su extraordinaria pureza e intensidad sino que termin por convertirse en un olivo que naci en aquel lugar. Un olivo de cuyo tronco sale dos rboles entrelazndose.

Seguramente debe ser el origen de estos rboles que llaman la atencin a las personas igualmente marcadas por el amor.PAGE 2