D&D Eras de Hierro - El Culto a Ioves

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El Culto a Ioves Una visión de la religión iovita en la Hegemonía La historia del culto Si bien ya había templos dedicados al dios del sol en tiempos de la Era de las Torres, los elfos nunca dedicaron mucha devoción a este dios, ya pues tenían a una diosa de la luz, Arya, que es su propia diosa madre. El culto de Ioves como tal se debe retrotraer al inicio de la Edad de los Hombres, empezando por la Primera Hegemonía, la Hegemonía de Rilia. Rilia, la tierra legendaria dónde los hombres crearon su primera civilización, se encuentra hoy en día desaparecida. Sólo la conocemos por las leyendas sobre ella, y por las pocas ruinas que dejó su imperio. Por estas historias sabemos que en Rilia había ocho grandes templos, las Ocho Casas de los Dioses de Rilia, cada uno dedicado a un dios. Y uno de ellos estuvo dedicado a Ioves, del que se dice que tenía una cúspide de oro, que se veía brillar desde muy lejos. Rilia se hundió en el mar al término de la Primera Hegemonía. Para salvar su legado, ocho familias nobles de Rilia hicieron fletar ocho naves, cada una llena de supervivientes, en las que se guardaron en cada una las ocho reliquias que custodiaban cada uno de aquellos ocho templos de Rilia. Este hecho se conoce como la Leyenda de las Ocho Naves, que es un cuento muy popular aún a día de hoy. Cada nave tiene su historia, pero la que nos interesa aquí fue la Primera Nave, que portaba consigo la reliquia del templo de Ioves: el Escudo de la Luz, una gran égida con el símbolo del dios inscrito en oro sobre ella que se decía que podía repeler la fuerza del mal mismo con su simple visión. El Escudo viajaría en la Primera Nave hasta las tierras soleadas de Hisenia, en el norte de Garudia. Allí, los habitantes de la embarcación fundarían dos ciudades: Hisenia, que habitaron como ciudad, e Iona, que sirvió como templo al dios. Los habitantes de la doble ciudad de Hisenia-Iona serían famosos en tiempos de la Segunda Hegemonía (La Hegemonía de Lasuvia) por su sabiduría, tanto, que fueron muchos de ellos consejeros de los hegemones de Lasuvia. El templo de Iona creció hasta convertirse en una fortaleza inmensa, recibiendo oro y regalos de los reinos de la Segunda Hegemonía. Del templo de Ioves en Iona se dice que estaba construido en la falda de una montaña rocosa, que devolvía la luz

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Suplemento para el documento "La Guía de Ithian" para la campaña en Dungeons and Dragons 3'5 "Eras de Hierro".

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  • El Culto a Ioves

    Una visin de la religin iovita en la Hegemona

    La historia del culto Si bien ya haba templos

    dedicados al dios del sol en tiempos de la

    Era de las Torres, los elfos nunca

    dedicaron mucha devocin a este dios, ya

    pues tenan a una diosa de la luz, Arya,

    que es su propia diosa madre. El culto de

    Ioves como tal se debe retrotraer al

    inicio de la Edad de los Hombres,

    empezando por la Primera Hegemona,

    la Hegemona de Rilia.

    Rilia, la tierra legendaria dnde

    los hombres crearon su primera

    civilizacin, se encuentra hoy en da

    desaparecida. Slo la conocemos por las

    leyendas sobre ella, y por las pocas

    ruinas que dej su imperio. Por estas

    historias sabemos que en Rilia haba

    ocho grandes templos, las Ocho Casas de

    los Dioses de Rilia, cada uno dedicado a

    un dios. Y uno de ellos estuvo dedicado a

    Ioves, del que se dice que tena una

    cspide de oro, que se vea brillar desde

    muy lejos.

    Rilia se hundi en el mar al

    trmino de la Primera Hegemona.

    Para salvar su legado, ocho familias

    nobles de Rilia hicieron fletar ocho

    naves, cada una llena de supervivientes,

    en las que se guardaron en cada una las

    ocho reliquias que custodiaban cada uno

    de aquellos ocho templos de Rilia. Este

    hecho se conoce como la Leyenda de las

    Ocho Naves, que es un cuento muy

    popular an a da de hoy.

    Cada nave tiene su historia, pero

    la que nos interesa aqu fue la Primera

    Nave, que portaba consigo la reliquia del

    templo de Ioves: el Escudo de la Luz,

    una gran gida con el smbolo del dios

    inscrito en oro sobre ella que se deca que

    poda repeler la fuerza del mal mismo

    con su simple visin.

    El Escudo viajara en la Primera

    Nave hasta las tierras soleadas de

    Hisenia, en el norte de Garudia. All, los

    habitantes de la embarcacin fundaran dos

    ciudades: Hisenia, que habitaron como

    ciudad, e Iona, que sirvi como templo al

    dios.

    Los habitantes de la doble ciudad

    de Hisenia-Iona seran famosos en

    tiempos de la Segunda Hegemona (La

    Hegemona de Lasuvia) por su sabidura,

    tanto, que fueron muchos de ellos

    consejeros de los hegemones de Lasuvia.

    El templo de Iona creci hasta

    convertirse en una fortaleza inmensa,

    recibiendo oro y regalos de los reinos de la

    Segunda Hegemona.

    Del templo de Ioves en Iona se

    dice que estaba construido en la falda de

    una montaa rocosa, que devolva la luz

  • del sol como una piedra lustrada. Al

    principio el templo fue poco ms que una

    balconada blanca en la ladera este de la

    montaa, pero poco a poco fue creciendo,

    horadando el monte hasta convertirse en

    un kilomtrico templo hipogeo.

    Por desgracia, Iona, la Ciudad del

    Templo, cay en desgracia al final de la

    Segunda Hegemona. Como es sabido, la

    Hegemona de Lasuvia lleg a su

    trmino cuando tres pretendientes al

    trono, poderosos hechiceros cada uno,

    provocaron una guerra civil en su reino,

    que acab por convertirse en una guerra

    a escala continental, al unirse reinos

    aliados de uno y otro. De los tres

    pretendientes al trono (Urdai, Mesther y

    Vesphar), Urdai fue el que llev a Iona a

    la ruina, pues este pretendiente cont

    con la alianza de los orcos de la Lasuya,

    que arrasaron la ciudad bajo la promesa

    de riquezas. La Balconada de Ioves en

    Iona fue derrumbada, y el templo en la

    cueva del monte fue sepultado y

    convertido en una mazmorra oscura y

    llena de alimaas. Qu ocurri entonces

    con la famosa reliquia de Ioves es

    desconocido. Algunos dicen que el Escudo

    de la Luz fue robado por los orcos

    durante el saqueo, mientras que otros

    afirman que el Escudo an permanece en

    el fondo del laberinto.

    El culto a Ioves en la actualidad Tras la oscuridad de la ltima

    Era de Hierro, el Imperio Doriano

    restaur el culto al dios del sol, y lo hizo

    el garante y protector de la Hegemona.

    El mismo Emperador Hegemn Varius

    de Tolibia tom los restos del templo de

    Iona cuando conquist la ciudad de

    Hisenia (an en pie, aunque muy

    oscurecida con respecto a lo que fue

    antao) y los llev a la capital de la

    Hegemona, como signo de que se haba

    restaurado el culto del dios de la

    Primera Nave de las Ocho de Rilia.

    As, el gobernante, orden sepultar los

    restos en una de las tres montaas que

    vigila la ciudad de Tolibia, e hizo que

    sobre ellos se edificara la gran Cpula

    Dorada, el templo ms grande de la

    Tercera Hegemona, que vigila a la

    ciudad desde la misma altura que el

    Palacio del Hegemn y la Ilustre

    Escuela Imperial de Alquimistas. Desde

    entonces Ioves ha ganado muchsima

    popularidad y su culto se ha extendido a

    ciudades de toda la Hegemona, que han

    hecho construir sus propias versiones de

    la Cpula Dorada y otras capillas

    dedicadas al dios solar.

    Ioves en la mitologa Como dios del sol, astro rey, a

    Ioves se le da un papel en la mitologa

    central, como regente de los dioses y

    mediador de conflictos entre ellos.

    Mientras que Theuros y Agnaktaar son

    castigadores del mal, y Uryuperos el

    juez, Ioves es el que vigila y decide el

    resultado ms provechoso para cada

    parte. No en vano, al sol se considera el

    astro regente de la Ley y el Orden, que

    busca el beneficio de todos, frente a la

    luna, que representa el orden de la

  • naturaleza y lo salvaje, dnde prima la

    ley de la supervivencia.

    El culto a Ioves: sus templos Se han olvidado gran parte de los

    ritos que se efectuaban en los antiguos

    templos de Rilia e Iona, as que a da de

    hoy quien rige el culto de Ioves es el

    Templo de la Cpula Dorada de Tolibia,

    en la capital del Imperio Doriano.

    El diseo de la Cpula Dorada ha

    sentado escuela y se ha copiado en

    ciudades de toda la Hegemona. El

    templo de Tolibia est construido como

    una gigantesca circunferencia, una

    enorme plaza cubierta por una nica

    cpula de pan de oro translcido y

    mbar, que permite ver el cielo tras un

    cristal amarillento-dorado. Gracias a

    esta cpula, los sacerdotes pueden ver el

    sol trazar su viaje en la bveda celeste,

    y as efectuar con precisin los ritos que

    acompaan a cada una de las horas del

    viaje del sol en el cielo.

    As pues, como decimos, desde que

    se construyera la Cpula Dorada todos

    los templos a Ioves se han construido

    bajo este modelo. Lidia, la capital del

    reino de Albavia, y la ciudad libre de

    Qatalay, puerta del comercio de la seda

    en el desierto del Sharikn, tienen sus

    propias versiones en pequeo de la

    Cpula Dorada. La de Lidia es

    especialmente famosa porque fue construida

    con ocho bsides y un hueco en el centro

    de la cpula, que hace que desde el cielo

    el templo se vea como el emblema del

    dios. El hueco se ve iluminado al

    medioda, que es la hora ms sagrada

    para la religin de Ioves.

    Otros muchos templos, capillas y

    santuarios ocupan todas las ciudades,

    pueblos y villas de la Hegemona, pero,

    por supuesto, no se pueden permitir el

    modelo de la Cpula Dorada. En su

    lugar, los constructores erigen pequeos

    edificios, capaces al menos de albergar el

    culto, decorados siempre con una cpula

    pintada de amarillo o mbar en su

    techo, que normalmente tiene algn

    agujero, hueco (o es translcida directamente)

    para poder dejar al sol entrar al medioda,

    parte principal del culto al dios.

    El culto a Ioves: sus ritos Los sacerdotes de la Cpula

    Dorada dividieron el recorrido del sol en

    Ocho Horas, cada una de las cuales tiene

    su propio rito. Las Horas son conocidas

    por estos nombres:

    Primera Luz (alba, de seis a ocho

    de la maana)

    Alzamiento (maana, de ocho a

    diez de la maana)

    Fortaleza (de diez a doce)

    Luz (medioda, de doce a una)

    Majestad (de una a tres)

    Descanso (de tres a cinco)

    ltima Luz (atardecer, de cinco

    a siete)

    Los clrigos de Ioves de la Cpula

    Dorada celebran un rito al inicio de cada

    una de las Ocho Horas, pero esto slo se

    hace en el gran templo. El resto de

  • adoradores de Ioves celebran normalmente

    slo los ritos de la Primera Luz, la Luz

    y la ltima Luz, y a veces no todos

    ellos.

    El nico rito que se considera

    obligatorio a todos los seguidores de

    Ioves es el de la Luz, al medioda, que es

    la hora sagrada de Ioves. Cuando llega

    el medioda todos los fieles del dios solar

    se hunden en profunda oracin, con las

    rodillas hincadas en el suelo y la cabeza

    gacha. Estas oraciones se hacen siempre

    en el mismo orden y componen:

    Primero, un agradecimiento al sol

    por haber amanecido un da ms

    Segundo, una peticin a Ioves

    para seguir rigiendo el cielo

    Tercero, una peticin de misericordia al

    dios por aquellos que sufren

    Cuarto, la peticin de la expiacin

    de los pecados cometidos por el

    que ora

    Quinto, un que as sea tu

    voluntad final

    Cada una de estas cinco oraciones

    est establecida y los seguidores las

    pronuncian de memoria.

    El culto a Ioves: sus sacerdotes No se puede terminar una

    revisin de la religin iovita sin revisar

    las formas del clero dedicado al dios

    solar. Todos los clrigos de Ioves

    practican como misin la misericordia,

    la ayuda a los dbiles y la proteccin

    contra las fuerzas del mal, pero slo

    algunos de ellos lo hacen de forma m

    vil e itinerante. Esto diferencia dos

    clases de clero en el culto a Ioves: el

    Viajero y el Iluminador.

    El Clero Viajero lo componen los

    misioneros, curanderos errantes y

    predicadores del dios solar, en este orden

    de jerarqua. Los misioneros se dedican

    a extender solamente la palabra del dios

    y a realizar actos de ayuda, reconocibles

    por llevar un gran medalln con el

    emblema de Ioves al cuello. Los

    curanderos errantes, adems de esto, se

    dedican a ejercer como mdicos de

    alquiler para quien los necesite, por eso

    visten con reconocibles ropas de color

    blanco para que todo el mundo pueda

    verles con facilidad. Por ltimo, los

    predicadores ejercen todas las anteriores

    funciones, pero adems se dedican a

    extender la Justicia de Ioves por el

    mundo, por lo que suelen ir armados y

    cubiertos de armadura, para luchar

    contra las fuerzas del mal.

    Frente al Clero Viajero, el Clero

    Iluminador es el que permanece en los

    templos. Se dividen en otros tres niveles

    de jerarqua, siendo sacerdote, custodio e

    hierofante. Los sacerdotes son clrigos

    que ejercen de forma estacionaria en un

    templo, cumpliendo las mismas funciones

    que hara un misionero o un curandero

    errante. En cambio, los custodios e

    hierofantes actan como guerreros, del

    mismo modo que los predicadores, slo

    que estos actan de distinto modo: los

    custodios son los que protegen los

    templos, mientras que los hierofantes son

    predicadores de alto nivel, que slo salen

  • del templo cuando hay misiones de alta

    importancia o riesgo.

    Por ltimo, por encima de todos

    estos rangos, estn los lderes del culto,

    que son dos: el Sumo Sacerdote de la

    Cpula Dorada de Tolibia y el propio

    Emperador Hegemn de Tolibia. En

    realidad, es el propio Emperador quien

    dirige el culto. El sumo sacerdote slo

    acta como un sustituto en su nombre,

    para que el Emperador pueda dedicarse a

    sus tareas de gobierno. A fin de cuentas,

    su gobierno es por gracia de Ioves.

    Fuera de la Hegemona: otras

    formas de ver a Ioves Si bien es el dios protector de la

    Hegemona, el dios solar humano es

    adorado en otras muchas partes del

    mundo. Se sabe de emblemas solares

    entre los salvajes de las selvas del sur,

    en Numibia, y de un dios solar entre los

    nmadas de las Estepas de Moshka y

    Mogah, al que conocen por el nombre de

    Yof. Por ltimo, en el lejano oriente, se

    sabe de templos dedicados al sol, en

    ciudades como Cin, la capital del

    Imperio de Mogah, o Naramata, la

    capital del reino isleo de Nijintay.

    Curiosamente, los habitantes de Nijintay

    adoran al sol bajo la forma de una

    mujer (Terasu), por lo que los clrigos de

    Ioves que han odo hablar de ella

    asumen que se trata de una advocacin

    de Arya, la diosa de la luz lfica, y no de

    Ioves.

  • Por Pablo Franco Gutirrez. Sin uso comercial aadido