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Cura Tu Cáncer
Senda Sentimental y Espiritual “Lee Las palabras que te afectarán profundmente . Yo lo sé por mi experiencia que la verdad es lo que aquí se Habla. – Bernie Siegel, MD
Bruno Cortis, MD
1 | P a g e
Reconocimientos 3
Introducción 4
Capítulo 1
El cáncer provoca el presentimiento
“Soy vulnerable” 5
Capítulo 2
Las tres palabras más horribles que se pueden oír
“Usted tiene cáncer” 11
Capítulo 3
Doctor, cúrese a sí mismo
Yo fui un paciente en mi propio hospital 19
Capítulo 4
Llave a la libertad
Como reducir tu stress para alcanzar la cura 29
Capítulo 5
La cura con el corazón espiritual
El primer consejo de un cardiólogo
Quien supera al cáncer 36
Capítulo 6
Ayuda a otros a curarse y ellos te ayudarán también
Los Grupos de ayuda proporcionan un impacto positivo
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Capítulo 7
La participación de la espiritualidad
La dimensión espiritual del cáncer 47
Epílogo
Poderosas reflexiones para curarse a sí mismo 53
Acerca del Autor 55
Invitación al contacto con el Autor 56
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Reconocimientos
Este libro nació en mi corazón cuando decidí compartir con otros
pacientes, victimas del mismo, mis experiencias como médico y paciente.
Le doy las gracias a Kathryn Lance por sus consejos e instrucciones en los principios de su edición.
Mi agradecimiento a Jeff Herman por su entusiasmo para escribir “Mi Historia”.
Mis reconocimientos a John Sprague, experto escritor, por sus consejos y guías.
Mis reconocimientos a mi amigo el padre Pul Lachance, Dr. Mike Mercer por la revisión del manuscrito inicial y por su entusiasmo.
Me han inspirado y conmovido los trabajos de los doctores Bernie Siegel, Gerald Jampolsky, y el Dr. Larry Dossey.
Agradezco mucho a los doctores que me acompañaron en el camino de mi recuperación.
Mis sincero agradecimiento por la traducción al español del Libro “Heal your Cancer – Emotional y Spiritual Pahtways al Profesor José Luis Matallanes MAS en traducción de la Universidad de NIU.
Gracias a mi esposa Pia por su amor e intimidad en los momentos más difíciles con Veronica y Maximilian. Le doy las gracias a mi hermana Rita su entusiasmo y afección.
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Introducción Hace cinco años fui diagnosticado con leucemia. Me sentí
desorientado y abrumado. Al igual que otros pacientes con cáncer lo que más necesitaba era tranquilidad mental para poderle darle sentido a mi futura vida. El cáncer es como una llama que te amalgama y purifica. Afecta profundamente y de una forma apremiante e irresistible te obliga a busca razones en lo más íntimo de ti mismo. Busca y buscas hasta que finalmente, en un momento de humildad percibes una visión clara de una ilusión viva de la verdad: todo cambia, nada es eterno, incluyendo tu propia vida.
Fundamentalmente, el cáncer te enseña a aceptar las imperfecciones y todo lo que es desconocido.
Mi experiencia como doctor y actualmente como paciente me ha enseñado que el cáncer afecta tanto al cuerpo como a la mente. Con la debida terapia el organismo es el primero en recuperarse. Sin embargo, la mente, especialmente, nuestro Ego, necesita tiempo para recuperarse y aceptar las emociones negativas tales como el miedo, la depresión y el sentido de la pérdida de uno mismo, lo cual perdura por largo tiempo.
Sería muy difícil el aceptar el cáncer, si se pudiésemos ver a través de los ojos de nuestra mente nuestras imperfecciones y el ser mortal. Tú como yo mismo necesitamos paz en nuestro interior. Tanto tú como yo podremos ver que el dominio de la cicatriz espiritual radica en tu corazón. Es tu corazón el que mantiene tu vida. El contacto con lo Divino está dentro de tu corazón.
Este libro te ofrece, paso a paso, el acercamiento al camino de la cura: a través de tu cuerpo, tu mente y tu espíritu. Yo comparto lo he que aprendido con perspicacia y ejercicios que proveen la ayuda práctica cuando es necesario.
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Capítulo 1
El cáncer provoca el sentimiento
“Soy vulnerable”
Mi historia: por 30 años tuve el privilegio de ayudar a mucha
gente a través de la práctica de la cardiología. Valiéndome de mi habilidad médica y mis consejos, he inspirado a muchos vivir una vida saludable, tanto espiritual como corporal. Mis dos libros: “Heart and Soul” y “Spiritual Heart” han proporcionado a miles de personas, paso a paso, las guías necesarias para la adquisición del contacto espiritual innato y de esa forma iniciar el proceso de curarse a sí mismo.
A mis lectores y pacientes les he demostrado que el corazón es el centro de la espiritualidad, y que a través de un contacto directo con ese centro se consigue la transformación física y espiritual de sus vidas. Muchos lectores, pacientes y colegas se han comunicado conmigo para hacerme saber que les he llegado al corazón. Por ejemplo: un médico escribió “Anoche llevé su libro a mi casa, he inmediatamente lo empecé a leer. El aspecto espiritual del cuidado de si mismo contribuyó a la salud total de la persona. Que magnifico es si podemos ayudar a nuestros convecinos a encontrar la paz en ese momento de sus vidas. Otro me dio las gracias porque la añadidura de la espiritualidad contribuyó a la terapéutica medicinal. Otro me agradeció y felicitó por mi vida profesional.
Evidentemente, estas referencias fueron de bastante agradecimiento. Me sentí como si estuviese, de alguna manera, cumpliendo mi destino en este mundo. Ayudar a los demás a encontrar alivio a través de la espiritualidad, es una parte importante en mi propia vida. Mientras que al mismo tiempo compartía la lección de la salud corporal lo cual fue mi práctica como profesional.
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Pero de repente y sin aviso me encontré cara a cara con mi propia mortalidad. No fue hasta hace cinco años que con certeza comprendí de la manera que la enfermedad afectaba mi propia vida. Por primera vez, yo “el doctor sapiente”, que había sido para muchos la guía en la enseñanza de la espiritualidad para aquellos quienes sufrían físicamente la enfermedad, necesitaba yo mismo esas lecciones.
¡Ocurrió de repente!
Un domingo, al medio día, sentí un pequeño absceso en el cuello, parecido a un quiste linfático. Al día siguiente hice una cita con un hematólogo, quien había entrevistado a muchos de mis pacientes. Después de observar el sospechoso absceso y físicamente apreciarlo, prosiguió con un análisis de sangre.
El resultado del análisis fue de 20.000 células blancas. La proporción normal es entre 4.000 y 11.000 por micro litros de sangre.
Puedo recordar verlo vivamente con el resultado del análisis en sus manos diciéndome: “Bruno, tienes una Leucemia Linfática Crónica”. Sus palabras sonaron en mi oído como una sentencia de muerte, pronunciada inesperadamente. Yo comprendo, como doctor que soy, que él tenía la obligación moral de informarme de mi situación. En mi vida, nunca me he sentido tan enfermo. Mi cuerpo al cual yo lo había atendido y respetado prestándole la máxima atención, me había traicionado. Me sentí humillado, dolorido por el poderoso diagnóstico.
¿Que va a pasar conmigo ahora? ¿Mi vida? ¿Mi familia? ¿Mi mundo de ensueños? Tantos pensamientos atormentaban mi mente. Recuerdo cuando tuve la pesadumbre de comunicarles a mis pacientes la mala noticia. En mi oficina, en un intento de demostrarles compasión, me acercaba junto a ellos para compartir los resultados de los análisis. A veces, descubría en sus ojos pedirme ayuda en silencio. Estrechando sus manos y apropiadamente les abrazaba con respeto y apoyo.
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Sin embargo, nunca me di cuenta cual frialdad, miedo o soledad hubieran sentido hasta que yo me convertí en uno de ellos.
Sentí la necesidad de ser abrazado, confortado de estar seguro.
Todavía con los resultados del laboratorio en mis manos. Mi doctor enfáticamente añadió: “Intenta no preocuparte Bruno.
Aún necesitamos más análisis”. Aún con sus esperanzas me sentí desbastado. Yo siempre había tenido una buena salud.
Pero nada importaba. El análisis de sangre detalló la historia. Me di cuenta de que Soy vulnerable. Como cualquier otro, decidí nadar, me encontré normal en el agua fría de la piscina. Después tenía tiempo para hablar con mi familia. Primero, llamé a mis hijos porque ellos también estaban en Chicago. Pude ver que ellos también se sorprendieron. Maxi lloró a través del teléfono, Verónica se mantuvo en completo silencio sin saber que decir. Su padre siempre había sido un hombre fuerte, pero ahora esta enfermo.
Después llame a mi esposa Pia, quien estaba visitando a sus padres en Italia. “Oh, Bruno”, dijo. Me prometió que vendría muy pronto de Roma.
Continué sintiéndome sin fuerzas comprendiendo la realidad. Me sentí como en una pesadilla. Después de todo físicamente me sentía bien. Mi apetito y mi energía no habían cambiado. Espiritualmente, me sentía en equilibrio: practicaba técnica de relajación, llamada meditación, yo era una persona fervorosa.
Entonces ¿Cuál podría ser la causa de la leucemia? De alguna manera, no podía parar de investigar la razón por la cual me enfermé. Tantos pensamientos cambiaban a otros pensamientos en mi mente. Por ejemplo: No estoy listo para esta circunstancia. Ansiaba tanto el ver a Verónica situada en su carrera y su vida. Soñaba el gozo de un nieto de mi hijo Max y su esposa Amy.
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Me preguntaba ¿Cómo podré salvar a mi familia del dolor?
Y ¿Qué acerca de mi futuro? Había tanto que todavía quería hacer: todavía estaba en la misión de educar a la gente a prevenir enfermedades, para enseñarles el camino de la vida saludable, a través de la práctica espiritualidad. Me había jubilado recientemente y quería viajar por el mundo con mi familia. ¿Por qué no me jubilé más temprano? ¿Porque tuve que continuar gastando tanto tiempo trabajando?
Muchos pensamientos negativos me asaltaban, el no estar de acuerdo en juzgarme a mi mismo. Me di cuenta que estaba avergonzado de sufrir esta enfermedad. Mi ego se sentido humillado y dominado por razones de las cuales yo no tenía control. Rezaba pidiendo ayuda, preguntándome si incluso Dios podría oírme.
El día después de recibir la noticia, recibí una llamada telefónica local, de un programa de hospicio, del cual me ofrecí como voluntario la semana anterior para enseñar meditación a los pacientes con cáncer. La mujer del hospicio me dijo que debería de reunirme con el encargado del departamento de voluntarios y del grupo de hospicio.
¡Que ironía! Pensé. ¿Cómo puedo ayudar a alguien cuando necesito ayuda yo mismo? La verdad era que yo no tenía dolor, ninguna queja, solamente, estos pensamientos en mi mente.
Entonces, mi mente haciendo una pausa descanso, dándole paso a pensamientos positivos: En tanto y en cuanto tengo vida, hay esperanza.
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Mantener un diario:
El mantener un diario es como el consultar con una guía interior. Ello te permite ser íntimo contigo mismo, comprenderte mejor y desarrollar amor propio. O escribo frecuentemente en mi diario. Me gustaría compartir contigo alguna de mis páginas con la esperanza de que ello te inspire a mantener tu propio diario y escribir tu viaje con la meta en la salud.
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4 de diciembre
Mi doctor me dijo que de acuerdo con el estudio de los cromosomas, mi clase de leucemia no es la más maligna. Pero el diagnostico de la leucemia siempre está en mi mente.
Me molesta cuando me dicen “Bruno tu tienes leucemia”. Es como si fuese una etiqueta que me define. ¿Cómo puede ser que tal cosa pueda tener tan efecto en mi que interrumpe mis deseos de vivir?
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14 de diciembre
¿Porque no puedo ver todo lo la que naturaleza me ofrece cada día?
No tengo síntomas. Solamente mi moral se pregunta así misma.
Necesito cuidar de mi espíritu y rezarle que me cure.
Necesito aceptar con dignidad el role de los pacientes con cáncer y compartir mi vida con otros con más necesidad.
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Ejercicio – escribe un diario
¿En que puedo enfocarme? ¿Cómo empezar? Un diario es como un director espiritual para ti; es una conversación contigo mismo. Como un espejo, refleja lo que ocurre en tu vida. Es un compañero íntimo al cual le revelas el fundamento de ti mismo. Consigue un diario o incluso una libreta, y escribe tus pensamientos y sentimientos. Descubre el camino a al entendimiento de tu ser. Siente el dolor y el placer que construye el mosaico de tu vida.
Otros detalles de mi diario son entrevistas de “Mi historia”
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Capítulo 2
Las tres palabras mas horribles que puedes oír
“Soy vulnerable”
Usted tiene cáncer
Mi historia: Cuando me dijeron: Usted tiene cáncer, me afectó profundamente. Fue como si todas las células de mi cuerpo estuviesen estampadas con ese sello. Yo estaba enfermo el nivel celular. Esta tormenta de sentimientos no sólo era clínica, sino también fisiológica. Había mensajes que mi mente enviaba a mi cuerpo en la forma de sentimientos y creencias. Estos eran mensajes de los cuales yo no podía controlar. Eran mensajes, como por ejemplo: “Esto te tendría que avergonzar” “Cuando la gente sepa la verdad a cerca de ti estarás avergonzado” ¿Pero Vergüenza de que? La parte más inteligente de mi mente se preguntaba. Otra vez, espontáneamente, la pregunta: vergüenza de tu normalidad. Bruno, tú no perteneces a la categoría de la gente saludable, tu has perdido la salud y debes de estar avergonzado. Hubiese sido mejor, si esas voces me hubieran dicho: si te lo hubieses reservado a ti mismo evitarías el embarazo.
No solamente era vergüenza y embarazo, me di cuenta que sentí con miedo. No quería una falsa lástima. También sentí que una poderosa furia se iba edificando dentro de mi, ¿pero furia contra quién? ¡Contra mi mismo, por supuesto! Las voces dentro de mi me decían que yo había hecho algo a mi mismo que lo causó. Quizás radiaciones a las cuales me expuse durante los examines de mis pacientes.
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Me sentí como si un enemigo dentro de mi mismo, de alguna manera tomó control de mi vida y ahora tenía el derecho de degenerarme y destruirme. Por supuesto que estás furioso. Después de todo tú sientes que siempre has sido respetuoso con tu cuerpo, seguiste una dieta saludable, sin fumar, físicamente activo relajándote y cuidando de tu espíritu. Sin embargo, mira lo que ha pasado. El resultado es que eres culpable.
Como una persona enferma, las voces continúan: tú has perdido la importancia de una familia, de toda las gente en general. Tú has bajado a una categoría inferior. Todos tus sentimientos negativos, dudas y tu propia degeneración están apropiadamente justificados.
¿Bruno, te sientes triste? Más bien debes de estas triste porque tu vida está ahora limitada y empeorará con el tiempo. Nunca podrás soñar porque tu destino está decidido.
Estos son los pensamientos con los que me enfrente cada día, cada hora, hasta que empecé a adaptarme a una nueva realidad la de sufrir leucemia. Tal estado mental, naturalmente, hace mi vida más difícil.
Muchos de ellos compartirían sus secretos conmigo acerca de su enfermedad. Incluso cáncer en sus vidas. Pero al preguntar ¿Cómo estás? Mi respuesta fue siempre “perfecto”. ¿Ven ustedes? Nunca pude rendirme a la imagen de mi propia perfección. Esto le he llevado por muchos años.
Al mismo tiempo, sin embargo, vi a uno de mis pacientes diagnosticado con cáncer, esto fue la videncia de una sentencia de muerte.
Fue muy difícil, durante todos estos años de práctica profesional, evitar el pensamiento: ¿Qué haría si yo fuese diagnosticado con la misma enfermedad?
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También es difícil para mi el pensar ¿como he podido tener corazón para consolar a pacientes en el pasado? Es natural el estar furioso, me digo a mi mismo. También es natural el encubrir la verdad, incluso para uno mismo. Es natural el tener miedo. Pero en lugar de tener miedo me gustaría canalizar mi energía y dedicar mi tiempo a mostrar verdadera compasión y ayuda a los demás.
Me he visto a mi mismo ocultando el miedo con la actitud de ser compasivo y ayudar a otros. “Se te ve muy bien” incluso a mis paciente más enfermo.
Referente a mi mismo, nunca he querido lástima de nadie. Era demasiado orgulloso. Tenía miedo, que al compartir mi enfermedad y sufrimiento, cambiaría en ellos la manera del sentimiento hacia mi. Al mismo tiempo, me daba cuenta de cuanto mi sentido de integridad y bondad dependía de la actitud de los demás hacia mi.
Desde el principio de mi diagnostico y a parte de la confianza en mi médico. No podía evitar el sentido de incredibilidad e incluso negación. Busque la opinión de otros eminentes hematólogos quienes confirmaron el diagnostico.
Lo que nunca esperé fue una terapéutica agresiva, lo cual me hizo buscar una tercera opinión en uno de los mejores centros de oncología del mundo.
Los especialistas de allí eligieron una terapia errónea para la etapa del momento y aconsejaron simplemente una revisión, de la misma que mi médico original había propuesto. Incluso un médico me dijo una vez “no te preocupes Bruno”. Con suerte morirás de otra enfermedad pero no de leucemia”.
Animado o desanimado de la profesión médica, había una parte de mi que todavía quería vivir una vida normal, y así lo hice. Mi saludable apariencia lo facilitó.
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El mensaje de mi viaje de paciente canceroso es el sentirse libre de buscar la opinión de otros y educarse así mismo.
No importa lo fiel y unidos que ellos están a sus médicos.
Yo les decía a mis pacientes quienes vociferaban por la necesidad de una segunda opinión: Si yo fuese usted buscaría una tercera también.
Por pura coincidencia, unas semanas antes de mi diagnostico, me convertí en voluntario para un hospicio de pacientes. Fui asignado a visitar la casa de Anthony Z., un paciente de cáncer paralizado que murió lentamente. Anthony era brasileño y entre nosotros hablábamos español. Pude ver que estaba aterrorizado y decidí enseñarle a meditar.
Anthony riéndose me decía que mis visitas le subían la moral. Yo me reía también sabiendo que en sus últimos días mi compañía le ilusionaba dándole un sentido diferente a su vida. Irónicamente, unos meses más tarde murió en un accidente de coche mientras su esposa iba conduciendo.
El hospicio de voluntarios se reunía periódicamente para discutir los problemas de cada paciente. Aunque la mayoría sufrían de cáncer, no tenía el coraje de compartir con ellos mi diagnóstico porque prefería que se enfocasen en su propio problema.
Números y realidades
Cada día mueren de cáncer en los Estados Unidos más de 1.500.
La segunda causa más común de mortalidad es cáncer después de las enfermedades cardiacas. La proporción de mortalidad es de uno por cada cuatro, aproximadamente.
No es muy suspicaz el ser víctima de las estadísticas carcinógenas. Nosotros no somos estadísticos. Cualquier enfermedad afecta al organismo, pero el cáncer puede causar la rotura espiritual.
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La medicina moderna, en verdad, puede ofrecer, con éxito, nuevas terapéuticas. Pero aparte de esta realidad, incluso una vida inesperada ofrece la oportunidad de la revaluación del sentido de nuestra existencia.
23 de diciembre
Lo que más me asusta es la incertidumbre de una vida futura.
Antes me sentía sano. Ahora tengo una enfermedad y los médicos me controlan. Ahora me doy cuenta de que mi estado anterior era una ilusión.
Un nuevo miedo me invade; miedo de que la terapéutica en sí me prive del bienestar que estoy sintiendo.
Por otra parte respeto la opinión de mis médicos de que lo mejor es la intervención a tiempo.
Mi hermano mayor tuvo una cirugía y quimioterapia por un rápido y progresivo cáncer, pero perdió la batalla en un año, aproximadamente.
Esa fue la primera vez en mi vida que me formulé a mi mismo la pregunta siguiente pregunta: ¿Qué haría si me dijeran “Usted tiene seis meses de vida?
Respondí con la decisión de jubilarme cuando todavía tenía buena salud y la posibilidad de recrearme del fruto de mis años de trabajo duro.
En menos de un año fue diagnosticado de leucemia.
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Bruno escribe así mismo como curarse
Bruno, soy una parte de ti mismo que te quiere muchísimo. Sigue me consejo. Ríndete a la Voluntad Divina y su poder infinito. Confía y ten fe en Él. Acércate a Él. Solamente en Él encontrarás el control y la serenidad que necesitas. Quejándote y llorando no cambiará la situación. Acepta la leucemia y aprende a vivir con ella. Abre tu corazón en los que confías. Abre tu corazón a la Divinidad.
Aunque mi trabajo en el hospicio, aparentemente, aparece como una coincidencia; la verdad es que por años estuve interesado en el tema de enfermedades graves y el transcurso de la muerte. Fue como si mi intención fuese el ensayar la situación, de tal manera de que cuando llegase el memento estar preparado para ser la victima.
Estudié este escenario en el transcurso de varios años, atendiendo a las clases de grupos cancerosos por Bernie Siegel. Puedo recordar uno en particular, que tuvo lugar en un hotel en Carolina del Norte. La sala estaba repleta de personas diagnosticadas con cáncer. La sección tenía lugar al principio del día. Cada uno de los miembros presente, levantándose revelaban a los presentes su identidad personal, la situación cancerosa, la razón por la cual habían decido su participación en tal reunión y los resultados que esperaban obtener en dicha sección de clases.
Había gente de todas las edades con diferente diagnostico, por ejemplo: tumor cerebral, leucemia, linfomas, cáncer de piel y otros. Ellos tenían tantas razones como tipos de cáncer diagnosticados.
• “Me presencia es sentirme querido gracias” • “Estoy aquí porque no he sido diagnosticado” • “El saber que sufría de cáncer simplificó mi vida”
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Al final de la sección participe en la ceremonia donde reunidos en círculo y cada uno con velas encendidas en las manos compartimos pensamientos acerca de nuestros difuntos seres queridos. Yo mencioné a mi hermana Leda, la cual murió joven después de la cirugía.
Durante este tiempo también asistí a presentaciones dadas por Elizabeth Küblet-‐Ross, la pionera del proceso de morir. En su presentación habló como ella ayudó a victimas de cáncer a morir en paz. Yo he leído sus inspiradores relatos. In Sausalito, cerca de San Francisco, visité el “Center for Healing” creado por el Dr. Gerald Jampolky quien se enfoca en niños con enfermedades de última etapa. Les enseña como enfrentarse con la muerte con coraje y aceptación.
En algunas ocasiones he tenido el infortunio de asistir a secciones inesperadas. Recuerdo a Jennefer, un empresario brillante, apasionada a ejercicios, viajante del mundo, y una gran administradora con éxito. Siempre acompañaba a Michael a la oficina e incluso supervisaba la cirugía de su corazón a implante del marca pasos. Nunca pidió ser visitada.
De pronto supe que estaba en la sala de cuidados intensivos con cáncer de pulmón-‐cirugía de emergencia, falta de respiración y coma. Al entrar en su habitación pude oír el equipo de control de tensión, el monitor del pulso y el envió de un sinnúmero de medicación intravenosa. Jennifer estaba acostada en su espalda, inmóvil. Me acerqué a ella y la besé, y le dije cuanto la quería. Pude ver lágrimas en sus ojos rodando por su cara. El funeral fue unos días después. Michael se mantuvo estable, pero solitaria.
Frank fue un “exmarine”, un fumador que sufrió un ataque de corazón, y un mes después, cáncer de pulmón. Su esposa Emily fue de mucha ayuda y siempre lista. La cama de Frank estaba en la sala, cerca de la ventana para que pudiese oír los pájaros cantar y las flores
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floreciendo. Me dijo “Doc”, usted me ha dado la mejor medicina, la medicina del amor”.
Una noche Emily me informó que Frank había parado de respirar y murió. En el funeral el ataúd contenía las fotografías de sus hijos y nietos. Tres meses después Emily murió de cáncer de pulmón.
El ejercicio – reflejo de tu propia enfermedad
Cuando miro hacia atrás a mis experiencias en enfermedades una ola de gratitud de nuestro Creador se extiende por mi corazón. ¿Qué he aprendido de ello? ¿Qué me queda por aprender? ¿Cómo confronto el fututo?
Me di cuenta de como puedo completar mi misión en la Tierra. ¿Cómo puedo servir a otros y devolver el amor recibido? Aprende a estar cómodo con lo desconocido.
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Capitulo 3
Doctor cúrese a sí mismo
Fui paciente de mi propio hospital
Mi historia: Mas o menos por un año estuve bajo observación y esperando. Fue fácil el continuar pretendiendo que nada era en realidad erróneo. Sin embargo el número de mis células blancas crecía. Intente no pensar en ello, pero los números no mienten. Al final mi hematólogo me dijo que era el momento de empezar la quimioterapia.
Mi médico, carente de experiencia en la materia, inmediatamente preguntó: Porqué empezar quimioterapia en una persona que no tiene síntomas físicos. Mi hematólogo medió una mirada de compasión, recordándome que el absceso de mi cuello, axila e ingle estaban creciendo. Pero protesté, eso no causa ningún otro síntoma. Además, nadie lo va ver. Movió su cabeza. Sabía que yo estaba buscando escusas. La realidad era que el número de células blanca estaba creciendo. Ha llegado el momento de enfrentarse con la realidad, tenía de estar de acuerdo con mis expertos colegas que el tratamiento tenía que empezar.
Principalmente por motivos privados, escogí el ser intervenido en un centro de reputación fuera de la provincia. Por causas inexplicables, mi hija Verónica trabajaba en esa provincia.
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17 de marzo
El aumento del nivel celular causa demasiada ansiedad. Mi cuerpo todavía me proporciona energía y normalidad en mi vida, pero mi mente está estresada por ese descontrol. ¿Cuáles son mis desasosiegos? Mi forma de vida puede cambiar, y entre otras carencias quizá tendré que renunciar mi cometido de maestro. La sapiencia en mi interior me indica el enfocarme en el presente y ahora.
Pia con la perspectiva de la necesidad de la quimioterapia ha ayudado, para vigorizar mi estado físico con alimentos ricos en proteínas, frutas y vegetales además del consumo de líquidos.
Estamos siguiendo el plan de dieta de la “American Cancer Society”. Rezo con fe que mi vida esta en las manos Divinas.
En mi profesión he tratado pacientes que han tenido “chemo”, pero en mi mismo no tengo ni idea de lo que puede pasar. La palabra “chemo” quiere decir cáncer para mi estas dos palabra tienen una sobre carga sentimental: Ellas significan que me falta poder y me quita el sueño. Mi doctor me aseguraba diciéndome: “La terapéutica empezará mañana a las ocho”. Empezaría con ocho horas diarias de quimioterapia intravenosa dos días seguidos. No estaba seguro de lo que esperaban de mi, pero la terapia estaba bienvenida para poder ganar mi libertad.
Fue admitido a lo que le llaman “the infusion center” del hospital en “the outpatient department”. Me dieron una habitación individual, cómoda con una temperatura ideal. Las enfermeras me administraron medicación para evitar el vómito y aumentar la tolerancia a la medicación. Después de apartar objetos de mi vista, empezó la infusión intravenosa. Me mostré extremadamente cooperativo porque me dijeron que la administración de fluidos puede prevenir cistitis e incluso interrupción de la función renal.
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Literalmente, estaba sumergido en los líquidos que mi esposa me suministraba. No creo que en mi vida haya bebido nunca tatos líquidos en tan corto tiempo, pero los resultados fueron de agradecer. La colaboración del paciente es la mejor actitud.
No recuerdo con certeza el tiempo antes del medio día, excepto que todos me felicitaron por mi cooperación y comportamiento.
El primer día de tratamiento pasó. Me sentí bien, y fue un gran alivio para mi haber empezado. Ahora que había confrontado lo desconocido, estaba impaciente por continuar y terminar todo el tratamiento, para empezar una nueva vida.
Me enfrenté con el segundo día de tratamiento con un aumento en mi confianza, me sentí en ese momento del día como un triunfante.
A parte de algunos sentimientos de nauceas, me forcé en comer cualquier cosa que me apetecía en ese momento. Durante todo el día siguiente continuaba diciendo: “tengo apetito por esto y aquello”, hasta el punto que mi esposa haciendo broma dijo: “Pareces una embarazada”.
Mi Hijo Maximillian y mi hija Verónica se turnaban durante mi tratamiento mensual lo que fue no muy exacto.
20 de febrero
Final del cuarto ciclo de “Chemo”. Según pasa el tiempo miro con esperanza al final del tratamiento. Estoy bebiendo bastante líquido para para eliminar el contenido del “Chemo”. En el capítulo I del hospital recé dándole gracias a Dios por su ayuda y protección. En la sala de espera del piso de leucemia, he visto pacientes de todas las edades. Me entristecieron los jóvenes. Sentí el deseo de abrazarles y decirles os amo.
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26 de marzo
Después de la quinta sección de quimioterapia experimenté una bajada de temperatura lo cual fue interpretado de poca importancia.
Sin embargo dos días después de regresa a casa sufrí una subida de temperatura, abundante diarrea y flojera, por lo cual fue requerido un inmediato ingreso en el hospital.
Fue admitido como paciente en el mismo hospital donde yo fue un “Attending Consultant”. Me dieron una habitación individual y una bata como a cualquier paciente.
La imagen de sentirme bien siempre a la vista de los demás fue completamente a parte. Me sentí avergonzado: Todos me habían visto siempre en perfectas condiciones, atendiendo a otros pacientes, ¡y ahora era yo mismo en la misma habitación y en la misma cama del hospital!
Quise reducir al mínimo el contacto con los que tenía intimidad conmigo. Me di cuenta que evitaba el entrecruzar la mirada con ellos, para esconderme. Esperaba no encontrarme con otros médicos cuando pasaban sus visitas.
Me encontré otra vez las enfermeras del turno de día y noche. “!?Que hace usted aquí Dr. Cortis?!” Su preocupación, cuidado y ayuda cambió mi actitud y empecé a aceptar el apoyo que estaba evitando. Tuve una visita inesperada del administrador del hospital. Fue un honor para mi y para ella a la vez.
Mi esposa Pia estuvo siempre conmigo, incluso por la noche. Animándome a comer para poder recuperar fuerzas con sus comidas caseras.
La ansiedad me invadió en la espera de la visita del médico – auscultándome y el rendirme a sus mandatos.
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2 de abril
Paulatinamente los síntomas disminuyeron. En mis visitas a los diferentes departamentos, análisis de sangre, rayos X, me encontré con diferentes colegas quienes me saludaron deseándome lo mejor.
¡Dos días sin fiebre! Al el tercer día me enviaron a casa para continuar el tratamiento allí.
Estaba acostado en mi propia cama como paciente. Llamaba a Pia cuando necesita algo. Desde mi ventana podía ver los árboles y las hojas movidas por el viento. Llamó mi atención el azul del cielo y el sentimiento de consuelo de lo infinito.
Sin embargo el resultado de la fiebre disminuyó mi apetito con una acusada debilidad.
El problema ocurrido fue debido al resultado de una infección viral causada por la debilidad del sistema inmunitario resultante de la quimioterapia.
Esta situación requiere la inserción de un catéter largo y delgado dentro de mi brazo izquierdo, para que la medicación intravenosa pudiera ser administrada en mi casa.
Pia preparó la infusión del gotero dos veces al día por un mes.
¡Tuve suerte el tenerla a ella como mi enfermera particular!
Hoy en día los pacientes con cáncer pueden recibir cuidado de calidad y el beneficio de estar en su casa además del aliento y ayuda familiar y amigos, lo cual puede acelerar la recuperación.
Como cualquier otro paciente, he aprendido la debilidad que puede causar una infección viral. Al mismo tiempo que alentador puede ser el sentir si quiera una mejora: como la baja de la fiebre y el aumento del apetito.
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En la siguiente visita a mi oncólogo, los análisis demostraron un cambio completo. Me devolvieron la vida. Ahora dependía de mi la manera de vivirla.
¿Porque siendo médico yo mismo, tengo tanta dificultad en el aceptar que puedo enfermarme como cualquier otra persona y no puedo aceptar que la posibilidad de morir es inevitable?
Quizá alguna vez en mi practica de “healer”. Me sentí con el poder y la ilusión de ser invulnerable. ¡Pero como lo demuestra mi leucemia no lo soy!
Mi esposa Pia, quien es médico también, cree que los médicos se dividen en dos clases: excelentes y malísimos pacientes.
Sabiduría en lugar de ser una dicha, quizá les hace ser más difíciles de manejar.
Me doy cuenta ahora que una enfermedad es una oportunidad para aprender y crecer. Me libero a mi mismo de ser una maleta llena de miedos y oportunidades perdidas.
Ahora, con mi mentalidad clara, me percato de que la parte de mi mismo que hace sentirme incompleto e insatisfecho es mi propio ego.
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13 de mayo
Mi cuerpo se recupera pero mi mente tiene una agenda diferente. Una duda me está atormentando. ¿Debo de hablarle a todo el mundo acerca de mi situación, o como me apariencia es “normal” debe de evitar preguntas vergonzosas?
Para mi, el negarlo es una circunstancia de desahogo. “Bruno, ¿Cómo estás? “Muy bien gracias”. Fue mi respuesta, incluso cuando alguien compartió conmigo sus experiencias con enfermedades o
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incluso cáncer. Mi ego estaba dolorido sin querer aceptar el rendirme a la apariencia de “perfección”
En realidad, me daba cuenta de que el cáncer del cuerpo y el cáncer de la mente los dos existen dentro de uno mismo. El primero se trata con medicamentos; el segundo depende completamente de uno mismo. ¡Te das cuenta de que una voz en tu cerebro te pide atención! Ahora me doy cuenta que ere mi mente la que me pedía, urgentemente, mi tratamiento, lo antes posible, para volver a mi “agenda” sin la “pérdida” de tiempo.
Reconstruyendo, quizá un intervalo más largo entre una etapa de “chemo” y la siguiente, pudiese haber prevenido la debilitación del sistema inmunológico y la infección viral consecutivamente. Para ahora es tarde.
10 de junio
Mi médico decidió que no había justificación para la sexta etapa de quimioterapia porque el nivel de las células blancas volvió a su normalidad. ¡Lloré! Tanía miedo de que otro tratamiento, después de todas las complicaciones y la larga duración, hubiese encaminado a una consecuencia fatal. ¡Que descanso!
Lo dicha era que podría incluso ir a la playa, la cual adoro, de vacaciones. Poder nadar en la misma agua que había disfrutado durante mi juventud en Cerdeña la isla donde nací. Sería como un proceso de purificación. Abrí mi corazón a mi hermana Rita y le dije que había tenido leucemia pero que ahora estaba curado. Ella me abrazó, profundamente conmovida. Yo soy el único hermano que le queda. Años atrás habíamos perdido a mi hermano Nello de cáncer después de la cirugía y quimioterapia.
Prometimos vernos más a menudo y pasar las vacaciones juntos.
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20 de noviembre
Mi visita de hoy confirma la resolución de mi leucemia. Mi médico me dio la hermosa noticia y dijo: ¡Te veo en un año!
Progresivamente, me sentí cada día con más energía y mi cuerpo alcanzó un estado de habilidad. Durante el invierno y verano siguiente, me di cuenta que la “voces internas” que me aconsejaban mantener en secreto mi enfermedad, eran más frecuentes. Mi razonamiento guiado por mi ego, era todavía demasiado orgulloso para compartir tanta intimidad.
Durante el verano, sentí el deseo de visitar St. Francisco de Assisi, casa y capilla donde yo acostumbraba a rezar. La Basílica, construida después, estaba llena de pelegrinos de todo el mundo.
Me arrodille con lágrimas frente a la celda donde St. Francis fue encarcelado por un tiempo. Era un lugar pequeño, Dentro de la iglesia, no tan ancho como mis manos extendidas. Las paredes desnudas y un asiento hecho de roca, era la única cosa que se podía ver. Una cancela de hierro separaba la celda de la gente.
Nacido de una familia rica, decido abrazar una vida de pobreza, humildad y dedicación al servicio de los demás.
Su decisión de una vida rica de cualidad de valores espirituales me inspiraba.
Mi viaje espiritual continuó con una visita a la Virgen de Lourdes.
El pueblo se estrecha en un valle cerca del rio, rodeado de majestuosas montañas. Miles de peregrinos, de todos los países se reunían para rezar juntos. Al anochecer, visitantes y gente afectadas de diferentes enfermedades, caminado o en silla de ruedas guiadas por voluntarios, con velas en sus manos y reunidos en procesión curvaban alrededor de todo el pueblo. Era como un rio de luz vivificada por los rezos de los creyentes. Leader religioso cantaban en varias lenguas.
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Descubrí que había baños donde podría sumergirme en el agua vendita. En línea esperamos nuestro turno. Ayudados por voluntarios que nos sostenían mientras entrabas en el agua desnudos en una bañera fabricada de roca. Una cortina nos separaba de la siguiente bañera. El agua estaba un poco fría, pero con la idea de la purificación de mi cuerpo me sentía cómodo. Experimenté el acto por tres días consecutivos.
También había una Gruta donde la Virgen se apareció a Bernadette. Allí los peregrinos tenían tiempo para arrodillarse, por un corto tiempo porque la cola era muy larga.
A una corta distancia de la Gruta, había una fuente de donde brotaba agua potable, que suministraba a los peregrinos su bebida para sanarse. Yo traje dos botellas conmigo a U.S. y diariamente, todavía, me humedezco mi dedo índice y rezo a la Santa Madre.
No es mi intención, ni mucho menos, el imponer a cualquier paciente mi practicas religiosas personales.
La narración de mi peregrinaje tiene la intención expresar el concepto de, que la fe tiene una gran tendencia de fuerza en la vida.
Al mismo tiempo creo que cualquier práctica religiosa puede ser el puente para la influencia espiritual. La espiritualidad va más lejos que la religión.
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Ejercicio: Morir un poco cada día
Esta mañana temprano, hice un ejercicio que me conmovió profundamente. Imaginé, ¿Cuál sería mi estremecimiento al experimentar la muerte? Muerte es el final de todo lo experimentado en la vida. Sentí la imposibilidad de ver, oír respirar, la inhabilidad de manifestar amor. Imaginé mi propio funeral: Pia llorando, mientras atendía a los detalles de la ceremonia con Max, Amy and Jade. Veronica está triste y llora con David. Loa padres de David y Amy también están presentes. Me sentí estremecido por el llanto, e incluso ahora mientras escribo, mis desosiego son muy penetrantes.
La tristeza me absorbe porque todas las experiencias del mundo material han finalizado. También las actividades espirituales de rezar o leer las Santas Escrituras no pueden ocurrir. El sonido de la música es sustituido por el silencio. Regocijo y dolor desaparecen. No tengo deseos; mi convivencia en la Tierra no existe … Soy un espíritu.
Mis emociones son todavía pesadumbres. Miro a través de la ventana y veo el firmamento, el inmenso espacio y el silencio me rodean. Respiro hondo, para recordar que todavía estoy vivo …
Utiliza este ejercicio como un consejero para expresar la falta de sentimiento acerca de la muerte y apreciar la vida con más conciencia.
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Capítulo 4
La llave a la libertad
Como reducir tu estrés para alcanzar la cura
Mi historia: ¿Por qué necesito mi leucemia? Las preguntas que nos hacemos a nosotros mismos nos dirige a madurar: nos transportan desde nuestra Circunstancia de comodidad hacia una inesperada de nuestra vida que necesidad claridad para poder comprender enteramente las bellezas de la vida, para poder acercarnos a Dios y conocer mas de mi mismo y aprender como amar y compartir.
Mi leucemia me ha ayudado a circunscribir mi vida. Veo las cosas con su propio valor. Esta nueva cautela me mantiene en control. Me invita a considerar lo que está ocurriendo y seleccionar cosas que son importantes. Fundamentalmente, soy más honesto conmigo mismo. Y con más capacidad de satisfacer mis necesidades. Mi leucemia me fuerza a establecer prioridades, ultimar empresas incompletas, dar las gracias a los que debo y perdonar a otro. Ella me fuerza a confrontar el miedo a la muerte como nunca lo he hecho.
Hay un elemento en el proceso de sanar; ser consciente del factor miedo y confrontarlo. Me pregunto cuales hubiesen sido mis últimos días ignorando mi diagnostico que gozo. Pienso en la incertidumbre del tiempo que he perdido. Aunque esto es cierto para cada uno de los seres vivientes, para mi ha sido un despertar. Lo Divino me ha educado, en su amor, para abrir los ojos a una vida real y enfocarme en lo que es importante.
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Cada momento de mi existencia se ha convertido en bello y tiene sentido.
Cada día al despertar mi primera impresión es de gratitud, sin considerar que lo he de confrontar es sufrimiento o felicidad porque poseo la energía de la esperanza.
El regalo más grande que alguien puede tener es un día de vida. Es como una pintura o un mosaico en espera de ser acabado. Cada momento es un matiz o una pieza. Depende de uno mismo el deseo de enfocarse en el presente y convertirlo en un momento especial. Prestémosle atención al presente. Con esta actitud uno simplifica su vida y la vive al máximo. Valora las cosas pequeñas, como el observar la belleza de la naturaleza, apreciar el silencio y la inmensidad del firmamento, sentir la brisa suave en tu cara y el calor del sol en tu piel. Apreciar el reír de los niños es entera felicidad.
El poder de las palabras
Todos somos conscientes del valor de las palabras. “Cáncer” es una de ellas. Pero también tenemos el poder de decidir cuanto esa palabra nos va a afectar. Etiquetar la palabra “cáncer” con el significado de “enfermedad problemática” no sirve de ayuda, tan poco ayuda el ignorar la realidad.
Cuando alguien me dice que un amigo se está muriendo de cáncer, la consecuente respuesta es “!Oh no!”. Pero si la persona se está muriendo de insuficiencia cardiaca, entonces el morir es más aceptado. La razón que justifica esta realidad es que cáncer es considerado como una pérdida total de la energía con el sentido de un eminentemente difunto. ¡Por supuesto esto no cierto! Un infarto cardiaco y muerte repentina es más vehemente e perenne que cáncer. El cáncer te concede tiempo. El corazón posiblemente no.
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Cuando fui diagnosticado de cáncer fue desastroso por la idea de la muerte y asuntos que todavía estaban pendientes. La idea de dejar a mi familia y a mis seres queridos era difícil.
Felizmente, la terapéutica ha establecido una situación de indulgencia y cura.
Empecé a prestarle atención a otras voces en mi interior: comparte tus viajes con los demás, ello quizá diseñara la senda de la cura.
En estos momentos la inseguridad de dar a conocer el secreto ha sido remplazada por una vivir auténtico cuyo espíritu esta vigorizado por la conexión entre otros y mi mismo.
Ahora es fácil decir: “soy un sobreviviente del cáncer”.
Crea un plan que te permita mantenerte en control
¿Cuál es el plan que vas a crear para mantenerte en control? Primero esta prevenido de que a lo que se le llama estrés está elaborado por experiencias de la vida. Matiza tus experiencias a través de la mente, y sitúalas con una solución positiva o negativa. De esta manera tus experiencias serán la base para lo que debes de aprender y edificar.
La llave del éxito es que tus reacciones y relaciones con los demás tengan un sentimiento de emoción que TU HAS CREADO. Si tu comportamiento es negativo tú eres el único que lo puede cambiar. TÚ PUEDES ESCOGER. Por lo tanto, asumiendo la responsabilidad de la forma en la cual vas actuar, tú eres el que tiene el poder de cambiarla. Tus experiencias en la vida son circunstancias que la misma te ofrece. Si no aprendes de tus propias experiencias, existe la posibilidad de que vuelvan a ocurrir, hasta que aprendas la lección.
El segundo elemente es aceptar. Gary Zukav describe el estrés como la resistencia a la vida. Aceptando la realidad tal y como es tu
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mente se limpia. Vive los inconveniente, tú mismo y encáuzate en la solución. La resistencia es ir contra corriente. Imagina lo que puedes conseguir si te concentras con energía hacia la solución.
Acepta los cambios que ofrece la vida. Estos cambios son un reto a tu sentido de control.
¿Cuantas personas en vida tienen una Historia de Cáncer?
“The National Cancer institute” calcula que aproximadamente 11,4 millones de americanos con historia de cáncer sobrevivieron en 2006. Algunos salieron libres de él. Mientras que hay otros, hay evidencias de que estaban bajo tratamiento.
Dos llaves de dominio
Para poder entender nuestra reacción al estrés necesitamos el conocimiento de los dos dominios en juego dentro de nosotros mismos: La mente y el corazón.
Los dos tienen raíces espirituales y trabajan juntos. Sin embargo hay algunos aspectos que son dignos de mención.
La mente es materialista, impaciente, calificadora, expuesta a la culpabilidad, miedosa a la muerte. La mente la gobierna nuestro ego, nuestra apariencia social, y tiene dos necesidades esenciales: poder y control.
Esto explica el estrés que se experimenta cuando tratamos de controlar a otros y en respuesta, ellos atentan nuestro control.
Imagina que una persona ha sido diagnosticada de padecer de una enfermedad mortal. En ese momento ¿Cómo reacciona la mente? No muy bien. Esa persona, en esos momentos, busca del dominio de la paz interior, donde no existen enfermedades: la espiritualidad. Esa espiritualidad esta localizada en el dominio espiritual de nuestro corazón, el corazón espiritual.
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El corazón es donde la esencia de la vida reside. El corazón es el centro del amor, donde atesoras tus valores más profundos. Mientras que la mente es gobernada, movida por el miedo de perder tu existencia, el corazón lo mueve el amor. La comunicación de nuestro espíritu interior con lo Divino, reside en el corazón.
Características de los dos dominios
La Mente – El Corazón
Materialista-‐Espiritual
Independiente-‐Consciente
Sin Olvido-‐Olvidadiza
Desconfiada-‐Confiada
Los dominios del corazón y la mente interactúan en cada uno de los momentos de nuestra vida. Nuestra respuesta está sujeta al dominio perteneciente.
El enfermo de cáncer, está sometido a un estrés inmenso y debe de anular el dominio mental y activar el dominio del corazón permitiendo una actividad más manejable y provechosa.
La mayoría de nosotros vivimos nuestras vidas, principalmente, en el dominio controlador de la mente. Es el dominio del corazón donde se encuentran los valores humanos de la aceptación de si mismo y el amor por los demás. Necesitamos alimentarnos de estos sentimientos y compartirlos con los demás.
Se puede decir que el corazón es el centro de nuestra vida espiritual.
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Si sintonizados con el estaremos dotados de paz. Depende de nosotros mismo el proteger este dominio de fuerzas negativas que podrían perturbar nuestro equilibrio.
Nosotros somos libres y responsables de tomar esa decisión y ver que es lo más conveniente para nuestro organismo.
El encuentro a la respuesta de estrés
Analiza el anacronismo de STRES y encontrarás y encontrarás la solución tú mismo:
• S indica SILENCIO: en silencio se encuentra la armonía • T significa TIEMPO: una invitación de administrar el tiempo en
ilimitadas experiencias • R RENOVACIÓN: eventos en nuestra vida provocan un impacto
fisiológico provocando la renovación del brote físico, mental y espiritual.
• E indica EVOLUCIÓN: cualquier situación de estrés nos respalda una experiencia, una lección que debemos de aprender, si nos preguntamos a nosotros mismos ¿Qué es lo que debemos de aprender?
Evolución es parte de nuestro desarrollo personal.
• S SIMPLICIDAD: Una invitación a la simpleza en nuestras vidas. Hay cosas las cuales debemos de hacer. Hay otras que ansiamos por hacerlas; finalmente, hay otras que nos son de nuestro agrado, pero lo debemos de haber por hábito.
• S Similar a ESPIRITUALIDAD: en este dominio esta nuestra misión por sanar.
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Ejercicio apacigua nuestro estrés
Estrés puede ser nuestro mejor maestro. Haz una lista de las principales causas de estrés en tu vida.
Date cuenta que las causas del estrés son creadas por nuestra respuesta emocional a la realidad. Controla tus emociones. Tú no puedes cambiar la realidad pero si puedes modificar tu respuesta a ella ¿Qué puedes hacer para disminuir tu estrés? Piensa en lo que necesitas hacer para conseguir equilibrio en tu vida.
El estrés te ofrece la oportunidad para la reflexión. Se origina en las áreas donde necesitas entendimiento, desarrollo y encontrar equilibrio en tu vidas. Tensión puede causarte entusiasmo, o el beso de la putrefacción. La decisión es tuya. Sin estrés te oxidas. Con demasiado estrés te abrasas. Retírate a un lugar pacífico y estudia ¿que es lo que estrés significa para ti?
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Capítulo 5
Cúrate con su corazón espiritual
Consejo de un cardiólogo que sobrevivió el cáncer
Mi Historia: Varias veces durante mi batalla contra el cáncer, percibí que mi libertad estaba viva y perfecta. Es como si mi cuerpo y mente me hubiesen dado un descanso y ser condescendiente conmigo permitiéndome regocijar mi vida tal y cual era en este momento.
Una breve vacación en Cerdeña, me proveyó uno de esos momentos de placer, bien estar y paz.
La inmensidad del firmamento inundó mi atención, la belleza de la naturaleza y el viento gentilmente me acariciaba. La vida se mantenía firme.
Pasé diariamente por la playa cercana; la arena fina acariciaba mis pies y las olas los acurraban.
El agua cristalina delegaba a mis ojos explorar la maravilla de mundo sumergido.
El soleado día y el agua tibia me invitaba a nadar largas distancia cerca de la costa.
Parecía como si estuviese asegurándole a mi cuerpo su salud y fortaleza, de la misma forma que estaba antes del diagnostico de la leucémica. Mi cuerpo susurraba, estoy contigo. Las flores colgando desde los balcones me daban la bienvenida a casa. Las hojas de las exóticas plantas, ni si quiere se movían por la brisa, dirigidas hacia el sol me invitaban a mirar al claro azul del firmamento libre de nubes.
Incluso pájaros juguetones, volando en grupos o solitarios, batallaban abriendo sus alas, permitiéndole al viendo llevarlos con él en un descanso.
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En bienestar o enfermedades, podemos gozar la misma libertad consintiendo a nuestra imaginación merodear, como un pájaro en el espacio.
La absorción de mi alma por la contemplación de la naturaleza, en una forma de abandono a su armonía crea el liberarse de la esclavitud de la enfermedad.
El unísono de mi espíritu con divinidad de la naturaleza es una parte integrante del proceso de curarse.
La grandeza del Señor, con su inmenso amor, me concede la renovación de la vida.
Habla con su corazón
¿Por qué con tu corazón? Por es la guía que ilumina tu vida. La voz de tu corazón es auténtica y expresa los más profundo de tu ser.
Al abrir tu corazón a ti mismo descubres lo que es esencial para ti.
Pregúntale a tu corazón que él te contestará.
Permite a tu corazón ser cándido y sereno.
Esta fue la conversación con mi corazón:
Yo: Cuando estaba en el hospital, mirando al techo, me sentí aislado.
Mi corazón: Es un placer el sentir tu corazón sincero conmigo.
Yo: Hay una voz en mi interior que actúa como un dictador diciéndome lo que se debe de hacer. Me ha tener ansiedad y miedo de morir dejado detrás tantos proyectos y sueños.
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Mi corazón: Es natural el tener miedo de perderse y convertirse en nada.
Yo: Yo se eso, pero me gusta la ilusión de que no hay tiempo definido. El ignorar me proporcionaba tranquilidad.
Mi corazón: La enfermedad te hace débil al enfrentarte con la muerte.
Yo: tienes razón. El miedo me controla.
Mi corazón: Es tu decisión: sucumbir al miedo o entrañarlo haciéndolo parte de ti mismo.
Yo: Me pone triste el estar separado de mi familia y de todos mis seres queridos.
Mi corazón: Habla con sus seres queridos acerca de la tristeza que te proporciona el abandonarlos.
No tengas miedo de admitir:
• Tengo miedo de estar enfermo • Tengo miedo de morir • Tengo miedo del dolor y otras molestias • Tengo miedo del desconocimiento del futuro • Necesito ayuda, y me da vergüenza pedirla
Yo: Incluso si admito mis aprensiones, donde voy a encontrar la fuerza para aceptar un cambio tan drástico.
Mi corazón: Lo que debes de ser consciente es que en la vida todo cambia. Recuerda la ley de la naturaleza de que todos nos hacemos viejos, todos nos enfermamos y morimos.
Afronta los asuntos financieros en los sueños de necesidad.
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Prepara todos los detalles de la herencia, funeral y limosnas para que todos los detalles estén cubiertos.
Yo: ¿Por qué le tengo miedo a la muerte?
Mi corazón: Porque no te gusta el cambia en las cosas. Te identificas con tu nombre familia y propiedades. Pero eso no es quien tú eres. Tú eres una esencia espiritual. Todo tiene su origen en el dominio espiritual.
Yo: ¿Encontraré la paz en ese dominio?
Mu corazón: La base de tu paz interior y que te aceptes a ti mismo, incluyendo tus imperfecciones. Necesitas aceptar tu cáncer y todavía vivir una vida integra.
Yo: Vivo con un sentido de culpabilidad, porque toda mi familia está afectada. Mi esposa está muy preocupada, aunque ella lo niega. Yo lo siento por la manera que ella me mira.
Mi corazón: ¡Ella te ama!
Yo: Lo sé, pero su amor está mezclado con preocupaciones. Y me parece que tiene miedo de mi vulnerabilidad.
Mi corazón: Tu esposa y tus hijos que quieren por lo que eres.
Yo: Los hijos piensan que sus padres son inmortales, hasta que algo pasa. Entonces es cuando tienen miedo. Me gustaría saber si mis hijos podrán seguir sus vidas sin mi, incluso pensando que mi esposa será su ángel guardián.
Mi corazón: Tú siempre estarás en sus corazones. Tú estarás con tu esposa y con ellos para siempre porque sois una familia.
Yo: Siento la necesidad por la confianza más y más en mi camino de mi vida, confianza con los demás y en mi mismo.
Mi corazón: ¿Abres tu corazón a tu esposa?
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Yo: No siempre. A veces me siento solo en esta Tierra. ¡En lo más profundo de mi necesito amor! Necesito amar y ser amado. En ocasiones tengo dificultades en expresar como si fuese una señal de resignación e impotencia.
Mi corazón: Primero, manifiesta amor a ti mismo; esto dará energía para amar y ser amado.
Yo: Me deprime el pensar que todo el universo del amor puede desaparecer.
Mi corazón: Ama en este instante y te forzarás a amar. ¡Permíteme el devolverte al presente! ¿Qué haces con tu vida en este momento? ¡Tu vida es ahora! ¿Cómo gastas tu tiempo? No es acerca de vivir o morir; es acerca de la vida y como vivirla.
Yo: Tengo dudas acerca del después de morir.
Mi corazón: ¿Por qué no vives?
Yo: Por que mi cáncer acapara todos mis pensamientos y ¿quién sabe? Quizá ha escondido mi fe.
Mi corazón: Si sólo te concentras en lo material ¿Cómo lo espiritual puede servirte de ayuda? La esencia del ser habita en tu corazón espiritual.
Yo: El propósito de la totalidad de la vida está ubicado fuera de mi mismo.
Mi corazón: Tienes razón. Ahora tienes la oportunidad de descubrir quién eres y cual es el propósito en tu vida. Mira en el interior de tu corazón espiritual.
Yo: ¿Cómo puedo entrar en mi corazón espiritual?
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Mi corazón: La entrada tu corazón espiritual es tan simple como el ser tú verdadero Yo. Todos tenemos este gran tesoro dentro de nosotros mismos.
Es el banquete espiritual donde el anfitrión y el invitado son la misma persona -‐ ¡Tú! Es el dominio de la ausencia de tiempo donde tú vives el eterno presente.
Si miras a través de los ojos de tu corazón espiritual te darás cuenta de que eres amor puro.
Yo: Tú me has dado alivio y paz interior.
Ejercicio:
Intimidad con tu corazón
Coloca tu mano encima del lado derecho de tu pecho: Sentirás el latido de tu corazón. En un momento de latido será más suave. Tu corazón está manifestando su contacto con el amor.
Aprovéchate de su inteligencia y mira con ojos de identidad y aceptación.
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Capítulo 6
Ayuda a otros curarse y ellos te ayudarán también
Grupos de ayuda proporcionan un impacto positivo
Mi historia: Hubo una etapa en mi vida cuando decidí de introducir, para el cuidado de mis pacientes la creación de grupos de ayuda. En mi oficina creé un lugar de reunión para los pacientes y miembros de la familia. Allí se hablaba de las preocupaciones que a cada uno de ellos le concernía. Nos reuníamos por dos horas dos veces al mes. Todos los beneficiamos de la enseñanza de tipos de dieta, terapia de relajación. Cuando era requerido médicos especialistas en psicología estaban disponibles para secciones individuales.
Dichos grupos ofrecían un ambiente de relajo donde los pacientes podían expresarse y aprendían de la sabiduría y conocimientos de otros. Los pacientes obtenían la inspiración para expresar sus opiniones con todo su corazón y comentar sus emociones. Llegamos a conocernos unos a otros como personas. Yo mismo era una parte más del grupo: “el doctor capaz de curar necesitaba curarse a si mismo”.
Comparti con el grupo mi propia aflicción para poder llevar a cabo la enfermedad mortal de un paciente en el proceso de morir. La pérdida prematura de mi hermana Leda, y la muerte de mi hermano Nello.
En mi práctica he observado tres clases de pacientes:
• Pacientes pasivos, que después del diagnostico de una seria enfermedad se convirtieron en pacientes sin esperanza y socialmente aparte: ellos explotaron sus emociones negativas. Finalmente el conjunto de afecciones resultaban en una gran depresión lo que en respuesta debilita la respuesta inmune.
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• Pacientes obedientes quienes seguían los consejos de sus doctores al píe de la letra, sin una pareja, no tenían iniciativas personales. Raramente exponían sus sentimientos.
• Pacientes excepcionales, que después de gran golpe de su diagnostico, habían en ellos valor de poner un máximo esfuerzo en su recuperación, estos desarrollaron una noble respuesta a su enfermedad descubriendo maneras de como demostrar un gran deseo de vivir. Usaban afirmaciones positivas, acogiéndose a las oraciones, reforzando el comportamiento y la relación con la familia y amigos, abriendo su corazón al poder de un incondicional de amor y perdón. Estos pacientes movilizaban su energía espiritual para conseguir fuerza y resistencia, mientras luchaban por darle a su vida sentido. En este proceso activaban la poderosa fuerza dentro de ellos mismos, enfocándose en su salud en lugar su enfermedad; en vivir la vida en lugar de prolongarla.
El beneficio introspectivo y catártico de la cura y la cualidad de vida no era una sorpresa en mis pacientes. Sin embargo la revelación más importante fue la poderosa actitud de la espiritualidad en el viaje a la salud.
Los Pacientes se curan así mismo
Yo creo que las personas tienen capacidades, todavía sin explorar, de la capacidad de curación.
Nuestro cuerpo tiene una inteligencia infinita. El cáncer puede llevar un mensaje de tu cuerpo que te invita a encontrar la cura en un círculo espiritual más allá de las fronteras de la ciencia.
Curación no es una perfección física sino integridad del cuerpo, mente y el espíritu.
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Me gustaría compartir contigo el sendero a la salud que he compartido con mis pacientes.
Los siete principios de una salud brillante
1. Respeta tu cuerpo. Escucha los síntomas que señala tu cuerpo: el cuerpo no tiene palabras sino el lenguaje de los síntomas, depende de ti el prestarle atención. No desprecies a tu cuerpo incluso cuando descubres que tienes cáncer. El cáncer es un crecimiento desorganizado pero tu espíritu se mantiene inafectado. Trata a tu cuerpo como a un templo.
2. Elige tiempo para relajarte. El relajo no es un lujo, es una necesidad. Te puedes relajar leyendo, escuchando música, pintando, trabajando en tu jardín. Con tu descanso llenas a tu cuerpo de energía vital, necesaria para el vivir de cada día. Necesitas un descanso de preocupaciones y miedos, especialmente cuando son afectados por el Cáncer. Crea durante el día momentos de paz y alegría interior que te fortalecerán y renovaran el sabor de vivir. 3. Acéptate a ti mismo tal y como ere Acéptate a ti mismo incluyendo tu cáncer Aceptar tu enfermedad, compartirá contigo la energía que se gasta en desecharla y conducirá tus esfuerzos en el camino de la cura. Acepta con amor y compasión, respeta y apréciate a ti mismo. Tu aceptación y ayuda es vital.
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4. Comparte tus sentimientos más profundos. Se honesto contigo mismo y con demás. Cuando compartes tú yo, tú das a alguien el mejor regalo. El TÚ real. Este es el sendero de la intimidad. Intimidad quiere decir. DENTRO DE MÍ.
5.Establece metas.
Escoge metas en armonía con tus valores personales y enfocate en ellos, dándole sentido a tu vida. No dejes que las enfermedades te oscurezcan la vista. Mira más adelante. Siempre ten un propósito: servir a los demás compartiendo la inteligencia que has recibido, para ser misionario espiritual y guía del corazón.
6.Ámate a ti mismo y a los demás sin condiciones
El cáncer nos anula físicamente y emocionalmente pero el poder de cura del amor puede que nos salve. No tengamos miedo de admitir: “NECESITO amor”. Si tienes que expresar amor a alguien, ¿a quién elijarás? ¿Qué le dirás? ¿Por qué esperas? Déjale a él o ella saberlo. Recuerda que nuestra esencia es amor porque somos crIaturas del AMOR DIVINO.
7.Alimenta tu ser espiritual.
El Espíritu es parte de ti mismo que mueve tu vida, busca expresiones únicas y consigue tu meta. Cultiva las flores del tu jardín espiritual; si recibes favores da las gracias; si te has perdonado a ti mismo o a otros, libra tu espíritu del peso. Sé lo bastante humilde para pedir perdón. Hay semillas de bondad en todos los espíritus y depende de nosotros el dejarlas florecer.
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Piensa que como Espíritu eres perfecto y siempre joven. En el dominio espiritual últimamente busca la unión de los demás y Dios a través del amor.
Ejercicio –
Abre tu corazón
Abre tu corazón a los demás, tú disfrutaras el sentir de la autenticidad de la libertad. Tú calmaras de sed de la intimidad. Vibrarás al unísono son las necesidades del alma de los demás.
Revela las ternuras y anhelos de tu corazón por amor.
“Únete a un grupo de ayuda para tomar parte en las actividades de la vida, tus esperanzas y ensueños.
Te aceptarás a ti mismo y descansarás.
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Capítulo 7
Role de la Espiritualidad
La dimensión espiritual del cáncer
Mi historia: El cáncer es un evento en la vida que te somete a la prueba fina: El trato con nuestra propia mortalidad, forzando el “juicio de tu intimidad” en tu esfera espiritual.
Nunca jamás había experimentado la necesidad de habitar en tal dominio con semejante intensidad. Cuando me dijeron: usted tiene cáncer, ese momento intensificó la necesidad de la ayuda Divina.
En todos existe la necesidad de la conciencia celestial de aliviar el miedo a lo de conocido. Debemos de dedicar tiempo en el desarrollo de la espiritualidad mental sin estancarnos en una espiritual infantil. El cáncer puede ser una llamadas a la espiritualidad.
Espiritualidad
“Espiritualidad” quiere decir el ser guiado por el espíritu. La palabra “espíritu” significa “respiro”, “el principio de la vida”.
Es parte de nosotros mismos que alienta a nuestra vida. Como ser espiritual aceptamos la imperfección. Incluyendo al cáncer convirtiéndose en totalidad. Sólo el aceptase a si mismo, te guiará en la serenidad y la paz.
Espiritualidad te permite estar más lejos de las apariencias y el descubrir la inteligencia sublime que nos guía y apoya, ayudándonos al mandato de la verdad.
Como individuo te puedes sentir perdido, como como ser espiritual te sentirás menos solitario. Y todos somos seres espirituales.
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Espiritualidad contiene el experimentar gratitud, humildad, el perdón, la conexión con los demás
No hay atajos en la paz interior.
Para mi la senda a la suprema espiritualidad ha aumentado la práctica de la meditación.
Meditación:
La meditación tienes sus orígenes en el Latín “stare in medio” lo que quiere decir: “situarse en el centro”.
El espíritu Divino está en el centro de tu ser.
El proceso de cuerpo y mente de estar en calma a través de la meditación, se puede visualizar como el mirar a un lago cuyas agua son movidas por el viento. Cuando el viento cesa, puedes ver el fondo.
De la misma manera, cuando meditas la turbulencias de tu mente se calman, y tu visión es clara.
Para practicar la meditación, escoge un lugar silencioso y donde te sientas satisfecho.
Sienta en la posición relajada y cierra los ojos.
Enfócate en tu respiro y respira con normalidad. Después de varios alientos, empieza a decir una palabra que has escogido para ser tu Mantra.
“Mantra” es una palabra con energía Divina, un sonido que abre el acceso a tu esfera espiritual y te guía en la concentración silenciosa.
Cuando tus pensamientos se distancian habrá momentos de silencio.
Durante esos intervalos de quietud, se revelará tu espíritu.
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Mi recomendación es meditar por cerca de un periodo de veinte minutos: este el tiempo necesario para experimentar el silencio interior.
Es ideal el repetir esta práctica dos veces al día, por la mañana temprano y el medio día antes del almuerzo.
Meditar por menos tiempo es mejor que nada. La verdad es que ella está limitada por el tiempo libre de cada persona y el tiempo necesario para cada uno individualmente.
Hay varios estudios que demuestran los beneficios de la meditación:
Reducción de la presión arterial, el intervalo de los latidos del corazón y la frecuencia respiratoria; el nivel hormonal del estrés es más bajo.
La actividad cerebral cambia: la producción de “alpha waves” incrementa.
La resistencia al dolor se aumenta y como resultado la necesidad de la consumición de medicamentos.
En el sistema nervioso autónomo el balance de su simpaticomimético y reposo se transforma en el sistema de calma.
Además de estos beneficios fisiológicos, la meditación le da un valor a la técnica de la relajación. Considero que esta práctica nos permite transcender a la realidad y nos transporta a un mundo inexplorado del ser consciente en la fuerza de la cura espiritual.
La asociación de esta gratificación etérea de cuerpo, mente y espíritu, es en su totalidad lo que La Organización Mundial de la Salud define como “Salud”.
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Thomas Merton hace el comentario de que la práctica de la meditación abre el camino de la liberación del apego a lo material y nos enseña la senda ser consientes de la presencia Divina.
El centro de tu cuerpo es el centro de tu corazón espiritual. El corazón el símbolo de tu cuerpo.
Las palpitaciones de tu corazón son el símbolo de tu vida entera.
El toque en lo más profundo, toca a tu corazón: es la experiencia de la integridad personal en comunión con los demás.
La cura Sagrada reside en tu corazón.
El perdón
La experiencia de cáncer y la posibilidad de abandona, antes de lo que esperaba, a mis seres queridos me ofrece la oportunidad de mi propia reflexión.
Ahora me doy cuenta de la pesadumbre que proporciona el llevar la sobrecarga del perdón a mi mismo y a los demás: ser caritativo incrementa mi compasión en mi paz interior.
El perdonar es un acto de amor, una expresión de crecimiento espiritual. En el proceso descargas a tu corazón y recuperas la libertad.
Toda la energía está dirigida a la bondad. Nunca más permitirás al pasado destruir tu futuro.
¡Perdón! Lo practico diariamente en cualquier momento que la oportunidad se presenta en mi mente.
Mira al perdón como una senda al crecimiento de ti mismo en la cura. Imagina lo que sería si la vida si practicaras cada día la clemencia.
Ser agradecido por todo lo que has recibido te ayuda en la condición de indulgencia y el acto de compasión se extiende más allá del envío del mensaje de cura.
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Agradecimiento
¡Despierta y sé agradecido! Ser agradecido ha sido considerado como el vivir enteramente. ¡La Naturaleza Divina te ha dado todo! Te dala VIDA. Puedes respirar, tocar, oír, con normalidad! Esto son gratitudes donadas a nosotros diariamente. Sé consciente de esto, y lleno de gratitud, como el disfrutar de la vida, da la bienvenida a la gratitud.
Ora
Rezar denota el deseo espiritual, practicado por todos, pero especialmente por los pacientes con cáncer.
La oración, en cualquier forma alimenta al espíritu.
Como Tomas Merton recomienda, encuentra tiempo para rezar y descubrirás que “tenemos de todo, aunque no lo sabes o no experimentes. Lo que necesitamos es saber lo que poseemos. Si queremos de verdad quierer orar, necesitamos el dedicarle tiempo”.
Incluso un solo momento de absorción en el rezo es un enriquecimiento espiritual y una experiencia de transformación.
Indirectamente podemos apreciar el límite de la naturaleza y la necesidad de compartir la dimensión espiritual del sentido de nuestras vidas.
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Fe
Toda nuestra vida se mueve por la fe.
Vas al médico porque tienes confianza en que te ayudará.
Eres devoto a tu Creador, porque Él te ama y nunca te abandonará.
Ser ferviente se convierte en la base de tu vida.
La razón de lo mueve a la fuerza del amor es el ser creyente:
El poder Divino te sana.
Ejercicio – Espiritualidad
¿Cuándo experimentas conexión?
¿Qué es lo que se hace sentir espiritualidad?
¿Qué significa felicidad y esperanza para ti?
¿Qué es lo que necesitas?
¿Cómo tu vida presente responde a tus necesidades espirituales?
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Epílogo
Poderosas reflexiones de como curar a ti mismo Me ayuda el sentir a mi corazón con gratitud al despertar. Doy gracias por todo lo se me ha concedido, pero, principalmente, por mi vida, el regalo más grande.
Conciencias más elevadas
Un día durante mi meditación. Experimenté un estado de conciencias elevadas. Sentí una profunda paz, serenidad, y amor universal. Me rodaba en mi totalidad. No sentía necesidad. Estaba en un momento eternal. La experiencia era real. En respuesta a mis oraciones sentí la Santa presencia.
Creo ahora, más que nunca, en el poder Divino en mi interior.
Es por la noche, estoy solo y no siento soledad. Es una tranquilidad incondicional. Disfruto mi inmersión en el océano del amor.
Hora puedo ver
El ser un sobreviviente de cáncer me ha proporcionado una nueva vida.
Ha cambiado mi modo de ver.
Cáncer nunca más me produce ceguera. Yo creo que cáncer es un anacronismo que significa: YO PUEDO VER – Puedo ver a través de los ojos de Dios.
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Los ojos de Dios:
Cuando ves a través de los ojos de Dios, solamente puedes ver belleza y perfección a tu alrededor.
Cuando ves a través de los ojos de Dios, tú eres el reflejo de los demás.
Cuando ves a través de los ojos de Dios, te aceptas a ti mismo, todo tu ser. Y descubres el propósito de la vida, ser todo lo que eres. Entonces, y solamente entonces, eres amor, eres Amor puro.
Cuando ves a través de los ojos de Dios.
Espero que estas palabras puedan florecer en sus mentes, en su corazón, y les doy gracias.
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Acerca del Autor
El Dr. Bruno Cortis es un Cardiólogo con más de 30 años de experiencia en el área de Chicago. En la actualidad es Asistente de Profesor de la Universidad de Rush en Chicago, y previo Profesor Visitante de la Universidad de Guadalajara en México. Habla tres lenguas: inglés, italiano y español.
El Dr. Cortis ha autorizado los dos “best-‐sellers”: Heart and Soul, y The Es;piritual Heart, Y ha publicado 80 artículos.
Ha dado conferencias en cinco continentes
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Invitación al contacto con el Autor
Los lectores interesados en saber más acerca de “Mind Your Health Seminars y libros, o desean correspondencia conmigo escriban al
autor a la siguiente dirección
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