Cultura e industria

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[16]  ritmos informe Músicas del Mundo: Hablar de la importancia del sector de las músicas del mundo en nuestro país es hacerlo de manera más o menos abstracta, ya que existen pocos datos e informes objetivos. Escasa información rigur osa y el hecho de que SGAE haya dejado de publicar su anuario hace que nos tengamos que mover en un terreno más o menos especulativo. Con todas las cautelas intentaré aproximarme a [Texto: Rubén Caravaca] S egún datos incluidos en los últimos Anuarios de las SGAE el porcentaje de conciertos de world music (amenco, folk, étnica) celebrados en nuestro país ascendió en 2004 a 23.687. Un año después la cifra se elevó a 26.497, que se corresponden con un 20,7% (2004) y un 20,9% (2005) del total de los conciertos controlados. El número de espectadores que acudió a conciertos enmarcados en este estilo musical ascendió a un 18,2% (2004) y una décima menos, 18,1%, en el 2005. La razón que se puede atribuir a que en el 2005 celebrándose más conciertos asistieran menos espectadores puede ser que en 2004 tuvo lugar el Fòrum de Barcelona, donde se programaron conciertos con una asistencia superior a la habitual, ayudando por ello a incrementar el porcentaje de asistentes. Los ingresos en 2004 ascendieron a un 7% del total de lo recaudado y un año después la cifra retrocedió a 6,2%. Lo que pone de maniesto que los precios para asistir a este tipo de espectáculos son bastante menores que los que suelen establecerse para otro tipo de conciertos de música popular y, que un buen número están subvencionados o son gratuitos. Otro dato: un 37,7% de los españoles solemos comprar música grabada relacionada con este estilo, según la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España (2006- 2007) del Ministerio de Cultura, mientras que un 57% las escuchan. Notoria la diferencia entre los que escuchan y c ompran. Aunque la mayoría de los conciertos suelen celebrarse en recintos con capacidad inferior a los 2.500 espectadores, es indudable que los grandes festivales atraen a miles de personas y a los medios de comunicación. En un país donde los festivales han proliferado, destacan –por su asistencia de público– algunos de los clasicados en las llamadas músicas del mundo como Etnosur, Intercéltico de Ortigueira, La Mar de Músicas, Pirineos Sur y los Womad de Canarias y Cáceres. Todo ellos rondan entre los 40.000 y los 100.000 espectadores. Indicar que ninguno se celebra en alguna de nuestras grandes capitales demográcas. Hector Zazou en el Festival La Mar de Músicas CULTURA E INDUSTRIA

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[16] ritmos

informe

Músicas del Mundo: 

Hablar de la importancia del sector de las músicas del mundo en nuestro país

es hacerlo de manera más o menos abstracta, ya que existen pocos datos e

informes objetivos. Escasa información rigurosa y el hecho de que SGAE haya

dejado de publicar su anuario hace que nos tengamos que mover en un terreno

más o menos especulativo. Con todas las cautelas intentaré aproximarme a

[Texto: Rubén Caravaca]

Según datos incluidos en los últimos Anuarios de las SGAE el

porcentaje de conciertos de world music  (amenco, folk, étnica)

celebrados en nuestro país ascendió en 2004 a 23.687. Un año

después la cifra se elevó a 26.497, que se corresponden con un

20,7% (2004) y un 20,9% (2005) del total de los conciertos controlados. El

número de espectadores que acudió a conciertos enmarcados en este estilo

musical ascendió a un 18,2% (2004) y una décima menos, 18,1%, en el 2005.

La razón que se puede atribuir a que en el 2005 celebrándose más conciertos

asistieran menos espectadores puede ser que en 2004 tuvo lugar el Fòrum

de Barcelona, donde se programaron conciertos con una asistencia superior

a la habitual, ayudando por ello a incrementar el porcentaje de asistentes.

Los ingresos en 2004 ascendieron a un 7% del total de lo recaudado y un

año después la cifra retrocedió a 6,2%. Lo que pone de maniesto que los

precios para asistir a este tipo de espectáculos son bastante menores que

los que suelen establecerse para otro tipo de conciertos de música popular

y, que un buen número están subvencionados o son gratuitos. Otro dato: un

37,7% de los españoles solemos comprar música grabada relacionada con este

estilo, según la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España (2006-

2007) del Ministerio de Cultura, mientras que un 57% las escuchan. Notoria la

diferencia entre los que escuchan y compran.

Aunque la mayoría de los conciertos suelen celebrarse en recintos con

capacidad inferior a los 2.500 espectadores, es indudable que los grandes

festivales atraen a miles de personas y a los medios de comunicación. En

un país donde los festivales han proliferado, destacan –por su asistencia

de público– algunos de los clasicados en las llamadas músicas del mundo

como Etnosur, Intercéltico de Ortigueira, La Mar de Músicas, Pirineos Sur y

los Womad de Canarias y Cáceres. Todo ellos rondan entre los 40.000 y los

100.000 espectadores. Indicar que ninguno se celebra en alguna de nuestras

grandes capitales demográcas.

Hector Zazou en el Festival La Mar de Músicas

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Dos festivales de referenciaPero este tipo de eventos, todos ellos con mayor o menor nanciación pú-

blica, además de su atractivo músico-cultural, ¿son rentables socialmente?

Vamos a analizar a dos festivales anes, longevos, conocidos, valorados, cohe-

rentes y con programaciones de calidad reconocida. La elección no es casual.

Se trata de dos certámenes que este año cumplen dieciocho (Pirineos Sur)

y quince (La Mar de Músicas) años respectivamente. La primera cuestión a

señalar es que se realizan en entornos totalmente diferentes. Pirineos Sur en

un municipio que apenas supera los 1.000 habitantes. La Mar de Músicas en

una gran ciudad que sobrepasa los 200.000. Uno rodeado de cotas nevadas

durante casi todo el año, el otro bañado por las aguas de l Mediterráneo. Uno

a seis kilómetros de la frontera francesa, y, en el otro, es posible visualizar las

costas del continente africano.

Cualquiera que haya acudido de manera continua a ambos festivales habrá

apreciado los cambios que se han producido en sus respectivas localidades.

El Valle de Tena es un lugar que basa su actividad principal en el turismo de

invierno, con importantes infraestructuras dirigidas a los deportes de natu-

raleza y de nieve, con parajes naturales únicos. Cartagena ha evolucionando

hacia un turismo cultural con infraestructuras de primer nivel, como el Teatro

Romano o e l Museo Nacional de Arqueología Subacuática, que la han conver-

tido en atractivo singular.

Son festivales que reciben un buen número de espectadores de procedenciasdiversas, de manera más evidente en el festival oscense. El público asistente a

los conciertos de La Mar de Músicas es mayoritariamente de la propia ciudad,

de Murcia (a 53 km.), Alicante (a 122 km.), Madrid (a 456 km.) y el litoral

próximo. A Pirineos suelen desplazarse desde Huesca (a 100 km.), Zaragoza

(a 159 km.), San Sebastián (a 243 km.), Madrid (a 493 km.), Barcelona (a 370

km.) y Pau (a 80 km.). Al tratarse de fest ivales de larga duración las oleadas de

espectadores suelen estar perfectamente controladas y muchos de ellos per-

noctan en las instalaciones hosteleras existentes. Ambos festivales salvaron la

temporada turística del último julio, según reconocieron las asociaciones de

hosteleros de ambas zonas. Lo anterior parece evidente.

Repercusión mediáticaA falta de otros datos será bueno calibrar la importancia de estos dos cer-

támenes por su repercusión mediática. Antes, unas consideraciones previas.

Los datos indicados han sido facilitados por Sofres, empresa líder a nivel in-

ternacional en el control y seguimiento de los medios de comunicación. No

se trata de comparar, es imposible por múltiples motivos: por la ubicación de

los festivales que facilita que en Cartagena algunos medios nacionales tengan

delegaciones o corresponsalías, cosa que no ocurre en Pirineos Sur, donde

cualquier periodista debe desplazarse un buen número de kilómetros para

poder cubrirlo. La duración tampoco es la misma, ni el seguimiento realizado

por Sofres, debido a estrategias de comunicación diferentes. Pero hay un pun-

to que les identica: para sus responsables lo importante, y por tanto lo que

se enfatiza, son los festivales como tales, por encima de actuaciones, artistas y

actividades; la marca son los propios festivales.

Dicho lo anterior pasemos a observar algunos datos facilitados por Sofres,

referentes a las ediciones del pasado año. Uno de los festivales ha sido 280

veces noticia en todos los medios controlados, el otro 359. Informes que

hay que valorar en sus justos términos, ya que estamos analizando dos cer-

támenes que programan artistas que normalmente no están presentes en

las grandes listas comerciales de éxitos, ni son habituales de las televisiones,

tampoco suelen ocupar grandes espacios en los medios de comunicación y

musicales convencionales, ni son estrellas mediáticas con importantes indus-

trias culturales respaldándoles y, además, compiten en un mes, julio, donde se

celebran algunos de los festivales y giras de más tirón mediático y comercial,

con importantes marcas patrocinadoras detrás.

En la prensa escrita, uno fue noticia en 270 ocasiones; el otro en 232. En 131

y 30 ocasiones la denominación del festival estaba presente en el titular, muy

a tener en cuenta cuando se trata de identicar y consolidar una marca. Lasfotos publicadas de ambos festivales ascendieron a 400. La prensa regional de

Aragón y Murcia es la que más ha ayudado a su difusión. El Diario del Alto

Aragón, con 90 reseñas, encabezaría el ranking, seguido de La Verdad con 62,

La Opinión con 57, ambos de Murcia, y el Heraldo de Aragón con 43.

Los medios nacionales también han contribuido. Todos los diarios de Madrid

han hablado de los dos festivales, mientras los publicados en Barcelona sólo

han seguido a uno. La edición diaria de El Mundo ha sido el medio que más ha

hablado de Pirineos Sur y La Razón de La Mar de Músicas. En las diferentes

ediciones de El País, La Mar de Músicas apareció en 13 ocasiones, mientras

que Pirineos Sur lo hizo en 9. En revistas semanales, mensuales… entre los dos

festivales superaron las 50 menciones. Uno apareció en 72 medios escritos,

el otro en 59. Según Sofres, basándose en la OJD, el número de ejemplares

difundidos donde se hablaba de ambos festivales superó los 35 millones de

ejemplares, con un total de lecturas estimadas en más de 147 millones.

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ritmos [17]

[Fuente: Fabricantes de Ideas a partir de informaciones de SGAE y Ministerio de Cultura]. Foto: Festival Etnosur

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[18] ritmos

informe

Radios y televisiones son más difíciles de cuanticar, ya que sólo suelen con-

tabilizarse, en este tipo de estudios, las grandes cadenas nacionales y no todas

las autonómicas. Cadenas digitales, locales, temáticas (CNN+, 24 Horas, Sol

Música…) no suelen estar incluidas, ni emisoras como Radio 3. No obstante,

mencionar que superaron los 50 programas de radio y más de 80 informa-

ciones en televisión. Según Sofres, la valoración económica estimada según

el tiempo de información computado en los diferentes medios en base a las

tarifas publicitarias de los mismos ascendería a más de 3 millones de euros,

entre los dos festivales. Sin estar incluidas determinadas televisiones, muchas

revistas musicales, culturales, ni cadenas públicas sin publicidad… Esto es muy

importante, ya que RNE es uno de los medios que más difunden este tipo

de eventos. Tomando estas cifras y datos con todos los matices, cautelas y

reservas, es indudable que la difusión de los grandes eventos de las llamadas

músicas del mundo tienen un valor mediático y económico mucho mayor del

que se le supone. Además de su valor cultural y de ocio, existen apuestas por

el desarrollo local y la cooperación internacional, pero esto es motivo para

otro texto.

Escenario del festival Pirineos Sur

Hasta aquí podíamos llegar[Texto: Adrian Vogel (http://elmundano.wordpress.com)]

Paolo Vasile, consejero delegado de Telecinco, en unas declaraciones

armaba que “es falso que Telecinco haga televisión basura”. Sandeces aparte, lo

más grave es cuando dice que la televisión está en ruina y solicita una serie de

medidas, que perjudicarían a su principal competidor y a otros sectores (como

el del cine). Conviene recordar que Telecinco ganó 319 millones en 2007 y

228 millones en los primeros meses de 2008. Quizás el problema radique en

que su canal esté perdiendo el favor del público. Cuando T5 desembarcó en

España, de la mano de Valerio Lazarov, no sólo introdujeron los primeros

conceptos chabacanos sino que además pretendieron nutrirse de contenidos

¡por la cara! En el caso de la música, consideraban territorio conquistado el

que las actuaciones de artistas fuesen gratuitas. Conseguir que pagasen los

gastos fue todo un triunfo. Cosa que no ocurrió con los videoclips. Lazarov 

insistía que los videos deberían emitirse sin coste alguno para su TV y que los

derechos de autor los pagasen las productoras-discográcas. Pretendía queesas mismas compañías que invertían millones en rodar productos de calidad

no sólo renunciasen a sus derechos -y los de artistas, intérpretes y ejecutantes-

sino que además asumiesen económicamente las obligaciones de T5. Leyendo

al Sr. Vasile veo que nada ha cambiado. Y hasta aquí podíamos llegar.

La tradición de agravios comparativos que sufre la música es larga. Pero antes

de desgranarlos quisiera aclarar lo que entiendo por industria de la música:

un conglomerado de sectores que abarca productores, artistas, editores, salas

de conciertos , managers y representantes, promotores, sociedades de gestión,

empresas de luz y sonido, técnicos, estudios de grabación, autores, músicos,

etc. Sin olvidar otros negocios como imprentas, fabricantes de camisetas,

merchandising … Las actitudes de los primeros espadas de la tele propiedad de

Berlusconi están en línea con la de los medios de comunicación españoles,

cuando recientemente solicitaban ayudas al gobierno. No sólo se benecian

de subvenciones por papel, sino que además gozan de un IVA reducido. La

Música cotiza al tipo máximo. Este asunto del IVA es de crucial importancia

y una de las principales fuentes de agravio. ¿Por qué se consideran productos

culturales al Pronto, el AS o el Penthouse y no los musicales? ¿Acaso la música

popular no es cultura?

“Divide y vencerás”Uno de los problemas más graves de nuestra Industria es su fragmentación

y el olvido sistemático de “la unión hace la fuerza”. Somos victimas del

“divide y vencerás”, la culpa sólo es nuestra. Puedo citar varios ejemplos,

pero me voy a limitar solamente a dos, que afectan al sector discográco. Tras

varios intentos frustrados de intentar agrupar a las independientes en una

asociación nacional me alié a IMPALA, la organización europea. Fui acogido

con los brazos abiertos y me nombraron miembro de su junta directiva. Mi

misión era intentar unir a las indies españolas bajo un mismo paraguas. Los

europeos no entendían que en España no estuviésemos coaligados. Algo que

Actividades paralelas del Pirineos Sur

[Fotos Pirineos Sur: Marta Marco]

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