Cuestiones Foneticas Normativa

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VIII LA ENSEANZA DE LA PRONUNCIACIN LA CORRECCIN FONTICA (II): 1. SOBRE LA PRONUNCIACIN CULTA DEL ESPAOLLa ortologa{ XE "ortologa" } es, segn definicin del DRAE (Diccionario de la Real Academia Espaola), el arte de pronunciar correctamente y, en sentido ms general, de hablar con propiedad. Pese a la importancia que su conocimiento y difusin tiene para el mantenimiento de la unidad del idioma, es uno de los aspectos ms abandonados por la enseanza de la lengua espaola en las aulas. Se pone es pecial inters en escribir sin faltas ortogrficas ni gramaticales. La Academia y la enseanza se han esforzado en establecer punto por punto la forma ortogrfica, el uso gramatical y la significacin de cada palabra, pero apenas si se dedica tiempo y espacio en los programas educativos a la enseanza de la pronunciacin, contribuyendo as a la falsa creencia de que se puede dominar una lengua culta sin pronunciarla con propiedad. Tampoco los medios de comunicacin asumen hoy el papel que antao corresponda a la oratoria, la recitacin o la declamacin teatral como modelos de la correcta pronunciacin. Ms bien se han convertido por obra de locutores y presentadores de reconocida fama en ventana desde la que se exhiben toda clase de desviaciones de procedencia vulgar o dialectal{ XE "dialectal" }. Debemos advertir, no obstante, que, al igual que sucede con los otros planos de la lengua, existen diferentes niveles o registros de pronunciacin. Nuestra diccin no puede ni debe mostrar el mismo nivel de exigencia cuando nos desenvolvemos en una situacin coloquial, entre amigos o familiares, que cuando hablamos ante un pblico ya sea leyendo una conferencia, ya impartiendo una clase, participando en la radio o en la televisin, etc.; en tales casos se requiere una elocucin ms cuidada y elaborada que no permite realizaciones tan relajadas como encantao (por encantado), esamen (por examen), fusia (por fucsia) y tan habituales, sin embargo, en el lenguaje coloquial.

1.1. VARIEDAD DE LA PRONUNCIACIN CULTA 1.1.1. Variedades entre las distintas comunidades espaolasComo otras lenguas, el espaol presenta notables diferencias de pronunciacin, no slo respecto de los diversos pases que conforman la comunidad hispanohablante, sino entre las mismas comunidades del Estado espaol que pueden llegar a ser incluso ms importantes y abundantes que las que se registran entre aquellos. En regiones con lengua propia (en mayor o menor grado de conservacin), como Catalua, Baleares, Valencia, Galicia, Asturias, Pas Vasco o Navarra la fontica del espaol aparece de ordinario muy influida por las respectivas lenguas de cada una. En otras como Aragn, Murcia, Extremadura aparecen incorporados a la pronunciacin normal muchos rasgos fonticos dialectales{ XE "dialectales" }; y en Andaluca o Canarias, la conservacin de algunos sonidos perdidos en castellano, y el desarrollo de ciertas transformaciones fonticas propias dan a su pronunciacin una fisonoma caracterstica, asimilable, en lneas generales, a la hispanoamericana. Las semejanzas abarcan no slo la extensin de fenmenos como el seseo{ XE "seseo" } o el yesmo{ XE "yesmo" } sino tambin otros como la evolucin de consonantes como -s que en final de slaba{ XE "slaba" } tiende a debilitarse y aspirarse, la confusin de r y l, la relajacin y aspiracin{ XE "aspiracin" } de j etc.

1.1.2. Variedades disatrticas en una misma zonaTampoco el habla popular de las Comunidades Castellanas (Castilla -Len, Castilla -La Mancha y Madrid) es uniforme en su pronunciacin. Una misma palabra no se pronuncia igual entre las personas instruidas de las capas sociales elevadas que entre las personas, por ejemplo, de las barriadas ms populosas de Madrid. Ni el habla de aldeas y pueblos rurales coincide totalmente con el de las ciudades. En lneas

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generale s, la pronunciacin popular es mucho menos uniforme que la pronunciacin culta, presentando en su gran extensin, desde el Cantbrico al Guadarrama, y ms al Sur hasta los confines de la Mancha con Murcia y Andaluca, multitud de variantes y modificaciones.

1.1.3. La pronunciacin correcta y el prestigio de la tradicin cultaAnte este conjunto de variedades fonticas, no diferente de las que presenta cualquier otra de las grandes lenguas la pronunciacin correcta se distingue siempre por gozar del prestigio de la tradicin culta, y en consecuencia por ser la que se intenta practicar en los medios de comunicacin oral, en los medios acadmicos e intelectuales, la que usan los actores y recitadores en el teatro y, en general, la que prefieren las personas instruidas. Aunque pueda coincidir en mayor o menor m edida con la fontica de alguna zona geogrfica, no se corresponde necesariamente con una en particular . La buena pronunciacin del espaol es resultado de la colaboracin a lo largo de los siglos de las personas ilustradas de todas las regiones hispnicas donde se habla el espaol. Sus normas proceden, pues, de la conversacin culta pero tambin, dada su importancia creciente en las sociedades modernas, de los medios de comunicacin audiovisuales que en este papel de propagadores de los modelos de uso lingstico (no slo ortolgico) han venido a sustituir a artes como la oratoria, la recitacin del verso y declamacin del teatro, de gran difusin y popularidad hace aos.

El origen de la pronunciacin espaola culta Selase como norma general de buena pronunciacin, la que se usa corrientemente en Castilla en la conversacin de las personas ilustradas, por ser la que ms se aproxima a la escritura; su uso, sin embargo, no se reduce a esta sola regin, sino que, recomendada por las personas doctas, difundida por las escuelas y cultivada artsticamente en la escena, en la tribuna y en la ctedra, se extiende ms o menos por las dems regiones de lengua espaola. Siendo fundamentalmente castellana, la pronunciacin correcta rechaza todo vulgarismo { XE "vulgarismo" } provinciano y toda forma local madrilea, burgalesa, toledana, etc.; y siendo culta, rechaza asimismo los escrpulos de aquellas personas que, influidas por prejuicios etimolgicos y ortogrficos, se es fuerzan en depurar su diccin con rectificaciones ms o menos pedantes. (T. Navarro Toms, Manual de pronunciacin espaola, pg. 8)La pronunciacin culta no vara de un tiempo a otro en lo fundamental. Se trata de un hecho estable que no cambia por la opinin de algn gramtico o por los gustos de la poca. Slo si nos fijamos en determinados detalles cabe decir que cada poca ha tenido una pronunciacin diferente. Desde prcticamente el siglo XVI en el que concluyeron ciertos reajustes fonticos que venan preparndose desde mucho antes, la pronunciacin e spaola no ha experimentado ningn cambio importante, hasta el punto de que podramos afirmar que, con ligersimas diferencias, el espaol culto se pronuncia hoy como debi de pronunciarse en tiempos de Caldern de la Barca, de Quevedo, o de Jovellanos.

1.1.4. Variaciones dentro de la pronunciacin cultaSin embargo, en una comunidad lingstica tan numerosa y extensa geogrfica y culturalmente, la pronunciacin culta no puede ser enteramente uniforme . Existen notables diferencias fonticas admitidas por la norma que no suenan a ignorancia o tosquedad, tanto dentro del espaol peninsular como en las pronunciaciones americanas. As, por ejemplo, en muchos lugares de Espaa se relaja en exceso la pronunciacin de la consonante -d- en la terminacin de los participios en -ado, llegando a su desaparicin en realizaciones menos cuidadas (encantado,

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encantad o, encantao); la consonante s, pronunciada como picoalveolar{ XE "picoalveolar" } en el centro y norte peninsular no coincide con la predorsal{ XE "predorsal" } de andaluces, canarios y americanos; stos sesean, igualando la s con la interdental{ XE "interdental" } z [? ], que, sin embargo, son distinguidos en la pronunciacin del centro y norte peninsulares; la s, en fin, final de pal abra es aspirada { XE "aspirada" } en Andaluca y en amplias zonas de Amrica. Ninguna de estas diferencias es tenida, sin embargo, por errada o grosera, estn admitidas en la buena pronunciacin.

1.1.5. No hay un estndar americanoNo son menos ni ms pequeas las divergencias que se dan entre los distintos pases americanos en que se habla espaol. No existe ningn pas o regin cuya forma de hablar sea uni versalmente aceptada como estndar lingstico, y, por lo tanto, emulada por los habitantes de otros pases. Este papel que pudo corresponder en su da a la pronunciacin del espaol castellano es hoy en da una idea anacrnica, resultado de los tiempos en que la lengua se enseaba nicamente junto a su literatura escrita y en que se identificaba espaol con la lengua de Cervantes. Nadie siente ya la necesidad de esforzarse en imitar los rasgos de pronunciacin caractersticamente castellanos, tales como el sonido z fricativo{ XE "fricativo" } interdental{ XE "interdental" }, el sonido j muy gutural{ XE "gutural" } o la s apicoalveola{ XE "apicoalveolar" }r.

1.1.6. El estndar y la norma capitalinaLa tendencia ms generalizada es a que en cada pas la norma de prestigio se base en el habla de su capital, tendencia que resulta tanto ms acusada cuanto ms pequeo o de menor poblacin es el pas, puesto que en ellos las capitales han mantenido el monopolio administrativo, cultural y artstico. As ocurre, por ejemplo, en Costa Rica donde se considera el habla del Valle Central, que incluye a la capital San Jos, como el estndar de prestigio; tambin en Bolivia, aunque el espaol de La Paz posee rasgos muy marcados de origen indgena. En pases como Mjico, Argentina o Venezuela, pese a la notable heterogeneidad de sus modos de habla, el espaol capitalino predomina sobre todas las dems variedades apoyado fundamentalmente en el monopolio que ejerce sobre las emisoras de radio y televisin. En otros como Colombia o Per la pronunciacin de Bogot o Lima ha ido perdiendo prestigio debido al crecimiento de la inmigracin y la consecuente fragmentacin del estndar urbano. Fenmeno este sufrido tambin en Espaa por el habla de Madrid, tenido ya por muy pocos espaoles como el mejor espaol, comparado por ejemplo con el de Toledo, Valladolid o Burgos.

1.1.7. La distincin rural/urbanoEn pases de escasa variacin regional, la distincin rural/urbano es un indicador ms efectivo del prestigio sociolingstico. En ellos se selecciona el habla culta urbana como modelo a imitar. Es el caso de la mayora de los pases de Amrica Central como Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala o Panam as como de Uruguay, donde ms de dos tercios de la poblacin viven en la capital; tambin de Puerto Rico, Cuba o la Repblica Domin icana, aunque en estos dos ltimos existe una notable diversidad lingstica. En Colombia, varias zonas urbanas definen los comportamientos lingsticos de la inmensa mayora de la poblacin

1.1.8. Norma culta y nacionalismo[Frase Destacable 1 ] La conciencia sociolingstica de lo que ha de ser o no considerado como correcta norma de pronunciacin no se gua generalmente por criterios lingsticos y con frecuencia queda ligada a sentimientos nacionalistas, sobre todo cuando determinados modos de habla perifricos en sus respectivos pases sobrepasan las fronteras nacionales y coinciden con el estndar de prestigio de pases vecinos. As, por ejemplo, un mejicano de la costa de Tabasco o Gu errero, cuya habla se parece mucho ms al espaol caribeo que al mexicano del interior, slo le prestar atencin a este ltimo, rechazando abiertamente aquel como modelo a seguir. Los habitantes del noroeste de Argentina se muestran indiferentes ante el espaol de Paraguay, aunque obje-

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tivamente su forma de hablar recuerde ms a esta modalidad que al habla de Buenos Aires, ante el que, sin embargo, se sienten fascinados.

[FRASE DESTACABLE 1 ] LA TENDENCIA MS GENERALIZADA ES A QUE EN CADA PAS LA NORMA DE PRESTIGIO SE BASE EN EL HA BLA DE SU CAPITAL

1.1.9. Algunos ejemplos de diferencias de pronunciacin estandarizadas en cada pas0 El resultado de todos estos factores es la proliferacin de importantes diferencias de pronunciacin, todas ellas, sin embargo, acogidas y emuladas en los diversos estndares nacionales. As, por ejemplo, la consonante velar{ XE "velar" } j se pronuncia como h aspirada{ XE "aspirada" } en Colombia, Venezuela, las Antillas o las regiones de Amrica Central, mientras que en Mjico, Per, Argentina, Bolivia o Paraguay se articula como una consonante velar{ XE "velar" } aunque ms suave que la peninsular; la consonante sonora palatal{ XE "palatal" } y (grafa y o y ll en zonas yestas) sufre un fuerte rehilamiento{ XE "rehilamiento" } 1 (z&esmo) en zonas de Argentina y Uruguay; -l y -r se confunden cuando aparecen en final de palabra (rectol en vez de rector) en el espaol caribeo, ? mientras que se distinguen en el resto de los pases; la rr se realiza asibilada{ XE "asibilada" } 2 , (fonticamente [r? ]), en Guatemala, Costa Rica, Ecuador, Bolivia, Chile, Argentina o Paraguay. Otras diferencias obedecen muchas veces a fenmenos de mbito nacional. Se mencionan como rasgos propios del espaol de Puerto Rico la articulacin africada{ XE "africada" } alveolar{ XE "alveolar" } ([ty]) de ch, o la pronunciacin velar{ XE "velar" \t "Vase" } (sorda o sonora) de -rr-; tpicamente chilena es la pronunciacin prepalatal casi alveolar de la consonante j (de tal forma que gente suena casi jiente); en Paraguay y se pronuncia sistemticamente como un sonido africado{ XE "africado" } ([d ?? en Colombia b, d, g se pronuncian como oclusivos{ XE "oclusivos" } tras s, r, l, i,u; y as un z ]); largo etctera de variaciones y fenmenos admitidos como correctos en cada una de las sociedades, que pueden llegar a diferenciar las pronunciaciones de pas a pas.

El Proyecto de la Norma CultaDesde 1964 est en marcha el Proyecto de estudio coordinado de la norma lingstica culta de las principales ciudades de Iberoamrica y de la Pennsula Ibrica, conocido simplemente como Proyecto de la Norma Culta. Tiene como objetivo el estudio y descripcin del uso lingstico y fundamentalmente de la pronunciacin de los hablantes cultos de las ciudades ms importantes de Espaa e Hispanoamrica. Se basa en distintos tipos de entrevistas grabadas con un formato preestablecido (conversacin en grupo, lectura o habla formal, dilogo dirigido, grabaciones secretas) realizadas por equipos de cada ciudad dirigidos por especialistas de las universidades regionales y coordinados por los directores del proyecto. El balance actual, posibilitado por las transcripciones de la Norma Culta, son numerosas monografas y estudios breves sobre los hbitos lingsticos de Bogot, Buenos Aires, Caracas, La Habana, Madrid, Ciudad de Mjico, San Juan, Santiago de Chile y Sevilla.

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Zumbido o vibracin caracterstica que acompaa a la pronunciacin de ciertas consona ntes.

Asibilados son aquellos sonidos que desarrollan una friccin o rozamiento (propio de los sonidos fricativos{ XE "fricativos" }) tras un cierre u oclusin, acompaando su articulacin con una especie de silb ido..

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1.1.10. La Norma de Prestigio PanhispnicaPero pese a los numerosos rasgos y diferencias, la pronunciacin del espaol americano posee una norma de prestigio no oficial pero vlida tambin en el espaol europeo que se superpone a los sentimientos regionalistas o nacionalistas. En lneas generales, se basa en la doble consideracin de que las mejores variedades del espaol son las que hablan las personas instruidas y las que presentan una mayor (nunca total) correspondencia entre sonido y grafa. Esta norma culta coincide con la varie dad materna de muy pocos hispanoamericanos, y se define ms bien como un conjunto de denominadores comunes en el que no aparecen elementos marcados desde el punto de vista regional o tnico, pese a lo cual tampoco imita los rasgos de pronunciacin caractersticamente castellanos; no por ello deja de ser, sin embargo, una norma real desde el punto de vista sociolingstico, pues configura el referente contra el cual se definen los estndares regionales de prestigio. Es esta superposicin la que hace que, pese a la diversidad admitida entre las pronunciaciones de andaluces, argentinos, castellanos, mejicanos, cubanos, etc. la pronunciacin culta sea comn en lo fundamental a espaoles e hispanoamericanos.

1.2. INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIN 1.2.1. El papel modlico de los medios de comunicacinLocutores de radio y televisin ejercen en la actualidad una accin ms continua e intensa sobre el pblico espectador, que inconscientemente es llevado a aceptar como modelo de di ccin el ejemplo de su pronunciacin. En pases como Inglaterra o Francia, a estos profesionales se les exige un esmero especial en el estudio de las articula ciones e inflexiones de la voz; su diccin es considerada, por ello, como norma de pronunciacin correcta. Lamentablemente no este el caso espaol. De siempre se vienen denunciando las frecuentes incorrecciones y torpezas cometidas por muchos de los profesionales de estos medios a los que acceden sin preparacin y estudios adecuados sobre ortologa{ XE "ortologa" } y prosodia espaolas. Es suficiente una pequea observacin para comprobar cmo quienes nos hablan desde la radio o la televisin lo hacen con abandono y descuido, sin corregir cualquier vestigio fontico de procedencia vulgar o dialectal{ XE "dialectal" }, cuando no con la afectada artificiosidad de los que pretenden una correccin inventada por ellos mismos. Se cortan as las frases introduciendo pausas arbitrarias entre sujeto y predicado, entre un verbo y su objeto directo o entre un sustantivo y su complemento preposicional, dando lugar a un estilo de pronunciacin cortante, torpe, uniformada y nada expresiva; en otras ocasiones, se convierten en tnicas palabras que la norma del espaol tiene por tonas como las preposiciones, los artculos determinados o las conjunciones. No es infrecuente por ello or pronunciaciones tan afectadas y extraas a la correcta prosodia del castellano como estas: Nos hmos reundo // stos amgos // aqu // hy // pra rendr // l ltimo adis // al qu // fue // nustro comn // mastro En fin, de la escasa o nula importancia que en estos medios se concede a la docta diccin da buena cuenta la frecuencia con la que algunos presentadores han hecho de la afectacin o el descuido una peculiaridad que les identifica y que incluso aumenta su prestigio y fama. No es necesario insistir, sin embargo, en que la importancia de los medios audiovisuales como instrumento de difusin y defensa del idioma es motivo ms que suficiente, aparte de otras consideraciones, para desear que sus profesionales consagren a este asunto mayor atencin de la que actualmente le dedican.

1.2.2. El lenguaje de la radio en HispanoamricaLa Radio en Hispanoamrica, aunque se apoya en las normas de prestigio, nacionales o regionales, abarca un espectro de variacin lingstica ms amplio que en Europa o en Estados Unidos. Su funcin e importancia no son comparables ni, por lo tanto, su valor sociolingstico. En Hisp anoamrica, la radio es con frecuencia el

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nico instrumento de comunicacin con que cuentan amplias zonas rurales, a menudo con enormes cotas de poblacin total o parcialmente analfabetas. La radio suple en muchas regiones la escasez de telfonos y sus mensajes sirven para que se comuniquen entre s zonas distantes. No es raro que sean los propios protagonistas de los mensajes los que salgan a las ondas, yuxtaponindose de este modo las formas de habla ms popular a las del locutor ms cercanas al estndar. Algo similar ocurre en los programas de variedades musicales, de enorme difusin, en los que los oyentes participan dedicando canciones o haciendo peticiones. En las habituales radionovelas didcticas y cmicas son frecuentes los personajes que emplean y hasta exageran las hablas populares y regionales. Otra funcin habitual asumida por la radio en amplias zonas en vas de desarrollo es la dirigida a la educacin de adultos, con programas de alfabetizacin, de extensin agrcola o clases de espaol para las comunidades indgenas. E habitual que sean los propios miembros de la misma comunidad los que ejercen de profesores, s y aunque puedan haber recibido cierta formacin, sus patrones de habla pueden corresponder ms a los de las zonas rurales que a las normas urbanas de prestigio. Salvando algunas excepciones de las ciudades ms grandes y ricas, los profesionales de la radio no suelen recibir una formacin sobre tcnicas de diccin. Simplemente se supone que usarn una pronunciacin correcta y formal, pero no es extrao que se produzcan divergencias con las normas culta. Sirvan dos ejemplos: mientras entre los hablantes cultos de Buenos Aires y Montevideo prevalece la pronunciacin rehilada{ XE "rehilada" } de /y/ sta es menos frecuente en las emisiones formales de radio. En los pases del Caribe, en los del Cono Sur y en amplias zonas de Amrica Central la /s/ final de slaba{ XE "slaba" } se ha debilitado incluso en las hablas ms cultas y formales, lo que contrasta, sin embargo, con la pronunciacin de los noticiarios e informativos que la conservan artificiosamente.

1.2.3. La radio clandestinaEn algunos pases han tenido y an tienen una enorme importancia las emisoras de radio clandestinas, portavoces de movimientos rebeldes, grupos de exiliados y frentes de resistencia. Algunas de las ms conocidas son Radio Mambi, La Voz de Alpha 66, La Voz de Cuba Independiente y Democrtica (CID) y Radio Caimn, todas ellas del exilio cubano. Radio Venceremos y Radio Farabundo Mart eran las ms importantes de la guerrilla salvadorea, y Radio 15 de Noviembre junto con Radio Miskut, Radio Monimbo y La Voz de Sandino las principales emisoras de la oposicin contrarrevolucionaria tras el triunfo de la guerrilla sandinista en Nicaragua. El inters sociolingstico de estas emisiones estriba en que sus modos de habla no suelen responder a una planificacin deliberada, y generalmente reflejan la imagen lingstica inconsciente que de si mismos tienen los grupos implicados, libres de los mo ldes impuestos por las radios oficiales o comerciales.

1.3. INFLUENCIA DE LA ENSEANZA EN LA PRONUNCIACIN CULTA 1.3.1. Abandono de la enseanza de la pronunciacin en los sistemas educativosLa enseanza de las normas de ortologa{ XE "ortologa" } y prosodia constituyen uno de los aspectos ms abandonados en los programas escolares de Lengua E paola, generalmente ms preocupados por las s materias de sintaxis y morfologa y la correccin ortogrfica. Este abandono contrasta, sin embargo, con el hecho de que la mayor parte de las diferencias que exis ten entre el espaol normativo y sus variedades vulgares o dialectales{ XE "dialectales" } son diferencias fonticas. Las modificaciones del lenguaje afectan ms fcilmente a la pronunciacin que a la morfologa o a la sintaxis. Los cambios fonticos amenazan la integridad de una palabra, llegando a producir formas tan distintas que resultan difcilmente reconocibles. As ocurre por ejemplo con ij, esfarriar o manque, en las que no es fcil para todos reconocer las correctas aguijada, desbarrar o aunque. Es por ello de suma trascendencia que maestros y profesores de Lengua Espaola de los distintos niveles de enseanza posean un conocimiento claro y preciso de lo que es la pronunciacin culta, informndose de la articu-

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lacin, timbre y dems cualidades de los sonidos de dicha pronunciacin, de las faltas que en ella se cometen, de los defectos ms comunes de cada regin y sobre la manera de corregirlos. Necesitan, adems, poseer por s mismos la practica de dichas reglas, sin excesos afectados ni vestigios dialectales{ XE "dialectales" }. Se debe evitar que, como ha venido ocurriendo hasta hoy, cada uno resuelva como mejor pueda sus dificultades, ante la mltiple variedad de las incorrecciones de sus alumnos. La lengua culta espaola posee una determinada estructura fontica cuyo conocimiento interesa a todo el que desee pronunciar correctamente este idioma y sin el cual no es posible dominio completo del espaol.

[FRASE DESTACABLE 2 ] LA ENSEANZA DE UNA LENGUA NO SE PUEDECONSIDERAR COMPLETA SIN EL CONOCIMIENTO DE SU NORMAS DE PRONUNCIACIN. HEMOS DE ACOSTUMBRARNOS HA CONSIDERAR QUE EL DOMINIO DEL ESPAOL ES INCOMPLET O SI NO SE CONOCEN EL MECANISMO Y LAS REGLAS DE LA CORRECTA PRONUNCIACIN.

2. CONTENIDOS MS RELEVANTES EN EL AULA DE ELE 2.1. TIPOLOGA DE ERRORES MS FRECUENTES { XE "DIALECTALISMOS " }Si dejamos de un lado los lapsus que cualquier hablante puede sufrir accidentalmente o los defectos que obedecen a alteraciones fisiolgicas (tartamudez, tartajeo, rotacismo { XE "rotacismo" }, disfona etc) los errores de pronunciacin ms habituales suelen responder a cuatro tipos de causas: la afectacin o ultracorreccin{ XE "ultracorreccin" }, el vulgarismo { XE "vulgarismo" }, los dialectalismos{ XE "dialectalismos" } y el simple desconocimiento del lxico.

2.1.1. La ultracorreccin o afectacin fonticaLa afectacin o ultracorreccin{ XE "ultracorreccin" } se define como un exceso de celo y un equivocado afn hipercultista que lleva al hablante a interpretar una pronunciacin correcta como incorrecta, restituyendo la que l considera normal. A ultracorreccin{ XE "ultracorreccin" } hay que atribuir errores como el de diferenciar la pronunciacin de b y v, pronunciar siempre como ks la x. Formas ultracorrectas son tambin Bilbado, bacalado, consmopolita, espreo en lugar de Bilbao, bacalao, cosmopolta o espurio.

La afectacin fontica y la ortografaUna de las causas ms frecuentes de la afectacin fontica es la extendida opinin de que el es paol se pronuncia como se escribe. As se explica, por ejemplo, el error habitual de diferenciar la pronunciacin de b y v. Por el contrario, la ortografa espaola no es ni mucho menos reflejo exacto de la pronunciacin. Basten en este sentido, tres observaciones: a) Un mismo sonido se representa con letras distintas; as por ejemplo, j, g, b, v, qu, c, k o c, z pueden coincidir en la representacin, respectivamente de los sonidos [x], [b], [k] y [? ]: e xigir, jinete ([x]), beso, vida ([b]), queso, coto, kilogramo, ([k]), cecina, taza ([?]). b) Otras veces sonidos diferentes se escriben con la mis ma letra: as por ejemplo [k] de cola se escribe con la misma letra que el sonido [?] de cepo. La letra y representa unas veces el sonido consonntico de yate, y otras la vocal i: ley. c) Un signo ortogrfico pueden ocultar distintas realizaciones de un mismo fonema { XE "fonema" }. /b, d, g/, por ejemplo, puede realizarse unas veces oclusivos{ XE "oclusivos" } como en cambio, andn o lengua, y otras fricativos{ XE "fricativos" }, como en lobo, moda o pagar, sin dejar por ello de escribirse b, d, g. Son muchos los fenmenos de la pronunciacin espaola que no tienen representacin adecuada en la ortografa ordinaria. La fontica de una lengua es ms compleja que la ortografa, de ah que

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los sistemas ideados para transcribir fonticamente la pronunciacin (los alfabetos fonticos) requieran muchos ms signos de los que figuran en el alfabeto ordinario.

2.1.2. El vulgarismo fonticoEl vulgarismo{ XE "vulgarismo" } fontico consiste en una deformacin fnica propia de ciertos registros idiomticos de carcter popular y, en general, de bajo nivel cultural. Son ejemplos como la prdida de la /d/ intervoclica de las terminaciones de los participios en ido (como por comido), de la sustitucin de -d por -z en final de palabra (Madriz por Madrid), de la simplificacin de los llamados grupos cultos (dotor por doctor), de su confusin (acsoluto por absoluto) o de expresiones como indicin, telesfrico, jarsey, cocreta, ojebto por inyeccin, telefrico, jersey, croqueta y objeto.

? Vulgarismo y desconocimiento del lxicoFrecuentemente el vulgarismo{ XE "vulgarismo" } fontico resulta de un simple desconocimiento del lxico. El hablante intenta entonces pronunciar una palabra de cuya forma no est seguro o desconoce produciendo deformaciones tan notables como tregiversar y tragiversar, asoleto, estropeosis, escis, idiosincracia o ciquitero en vez de tergiversar, obsoleto, osteoporosis, escner, idiosincrasia y cicatero.

? La frontera difusa entre vulgarismo y pronunciacin cultaLa pronunciacin vulgar se opone a la pronunciacin culta o correcta, pero no es fcil trazar una divisin definida y precisa entre ambos conceptos. En primer lugar, porque la articulacin de los sonidos, tanto en las formas cultas como en las vulgares, deja siempre cierto margen de vacilacin alrededor de cada fenmeno. Slo al rebasar vis iblemente los lmites de dicho margen, pasa el fenmeno fontico de lo vulgar a lo culto, o viceversa. En segundo lugar, porque vulgarismo { XE "vulgarismo" } y correccin son, en realidad, categoras sociales (no lingsticas) y por lo tanto cambiantes con el paso del tiempo o de lugar. Lo que hoy se considera vulgar dejar de serlo si el conjunto de los hablantes decide adoptarlo mayoritariamente. As ha sucedido, por ejemplo, con el llamado yesmo{ XE "yesmo" } (pronunciacin de ll como y) que ya nadie siente hoy como vulgar. Por el contrario, una pronunciacin culta antao puede perder la predileccin de los hablantes hasta convertirla en un uso vulgar. Tal ha ocurrido con la forma almndiga, todava presente hoy en el DRAE pero sentida como un fuerte vulgarismo { XE "vulgarismo" }, frente a la ms usada albndiga.

2.1.3. El dialectalismo fonticoSe entiende por dialectalismo{ XE "dialectalismo" } fontico aquellas desviaciones o alteraciones de la pronunciacin normativa que resultan de la influencia de las diferentes modali dades regionales o locales o incluso del contacto con otras lenguas, all donde el espaol convive con alguna de las llamadas lenguas autctonas o vernc ulas. Es un hecho sabido que los espaoles e hispanoamericanos de comunidades o pases bilinges (catalanes, valencianos, mallorquines, gallegos, asturiano, vascos, paraguayos, bolivianos, mejicanos, peruanos, etc.) hablan generalmente el espaol con influencias fonticas de sus respectivas lenguas nativas. Tambin los aragoneses, extremeos, murcianos, andaluces, canarios e hispanoamericanos de otros pases presentan rasgos fonticos extraos a la pronunciacin estndar, que les distinguen entre s y les diferencian de los naturales de las dems regiones citadas.

? Dialectalismo y vulgarismoYa hemos comentado que tales rasgos no se sienten necesariamente como incorrectos, sino que conviven en esas zonas con la pronunciacin culta del espaol que, por lo dems, se esfuerzan en pronunciar las personas instruidas. Tal sucede, por ejemplo, en las comunidades de lengua catalana con la pronunciacin velarizada de la -l en final de slaba{ XE "slaba" }, con el seseo{ XE "seseo" } de andaluces, canarios o hispanoamericanos, con el

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rehilamiento{ XE "rehilamiento" } de argentinos o uruguayos y con otros muchos fenmenos antes citados, en absoluto sentidos como incorrectos no ya en sus lugares de origen sino tampoco fuera de ellos. Sin embargo, otros hechos dialectales{ XE "dialectales" } son sancionados en su comunidad y fuera de ella como usos vulgares. As ocurre, por ejemplo, en Andaluca con el ceceo{ XE "ceceo" } (confusin de los sonidos representados por s y z a favor de sta) o con la neutralizacin{ XE "neutralizacin" } de -l y -r en final de slaba{ XE "slaba" } (mi arma por mi alma). Otros, por ltimo, reciben la consideracin de vulgarismo { XE "vulgarismo" } desde la norma culta del espaol sin que generen el rechazo de tales en las regiones donde se originan. Este es el ejemplo de la pronunciacin como -z de la -d final de slaba (Madriz, voluntaz en lugar de Madrid o voluntad) generalizada en la fontica de las zonas norteas peninsulares.

2.2. ERRORES Y DIFICULTADES MS FRECUENTES EN LA PRONUNCIACIN DE CONSONANTES 2.2.1. La pronunciacin de -p y -b seguidas de consonante: concepto, observarEn slaba{ XE "slaba" } trabada{ XE "trabada" } estas grafas representan un nico sonido bilabial{ XE "bila bial" } fricativo{ XE "fricativo" } sonoro{ XE "sonoro" } (representado en el AFI{ XE "AFI" } co mo [? ]), no muy diferente del que pronunciamos en Cuba o lavar (quiz ligeramente ms ensordecido). Expresiones como concepto, observar, opcin, ptimo o absorber se han de pronunciar siempre con el sonido b ([?] ): concebto, obcin, btimo, etc. Se considera afectada la pronunciacin en estos casos del sonido p: *opcin, *ptimo, etc. Como vulgarismos{ XE "vulgarismos" } totalmente rechazables se deben tener las siguientes realizaciones: a) Pronunciacin de p como f, z o incluso k: *concezto , *concefto, *diftongo, *escekto, *acektar para, respectivamente, concepto, diptongo{ XE "diptongo" }, excepto, aceptar. b) Reduccin a cero de p o b: *conceto, *ocin, *oservar, *asorber, *osesin, *ojeto

2.2.2. La pronunciacin de ob-, ab-, sub- ms s: obscuro, subscribirConstituyen un caso especial las palabras que contienen la combinacin bs seguida de otra consonante: obstculo, abstracto, subscribir, abstinencia. La realizacin normal aceptada por la RAE- es el de un debilitamiento tal de -b que llega a la prctica desaparicin. No han de considerarse vulgares ni incorrectas, por lo tanto, pronunciaciones como ostculo, astracto, suscribir, aunque en la escritura debe aparecer la letra b. En otras como obscuro (y derivadas) subscribir, substraer, substancia (y derivadas), substituir (y derivadas), etc se admite ya escribirlas tambin sin b: oscuro, suscribir, sustantivo, etc.

[FRASE DESTACABLE 3 ] DADA LA TENDENCIA A LA NO PRONUNCIACIN DE B EN PALABRAS COMO OBSCURO, SUBSCRIBIR, SUBSTRAER, SUBSTANCIA, SUBSTITUIR (Y DERIVADAS), ETC LA REAL ACADEMIA PERMITE ESCRIBIRLAS TAMBIN SIN b: OSCURO, SUSCRIBIR, SUSTANTIVO, ETC.

2.2.3. La pronunciacin ps - en inicial de palabra: psiclogo, psiquiatraLas palabras que comienzan por ps- tienen como realizacin normal y admitida por la RAE la no pronunciacin de p. Son, por consiguiente, pronunciaciones no afectadas y correctas las del tipo siclogo, sicologa, seudnimo, siquiatra, sicpata, sicoanlisis, etc. A la hora de escribirlas, aconseja hacerlo con p en las palabras de la familia psico- (psiclogo, psicologa, psiquiatra, psicpata, psicoanlisis ), y sin ella en las de la familia seudo-: seudnimo, seudpodo, seudohermafrodita. Se considera una ultracorreccin la pronunciacin de p-

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2.2.4. La pronunciacin de -c, -g seguidas de consonante: actor, ignorarLas grafas c y g seguidas de consonante representan en espaol una nica solucin fnica consistente en un sonido velar{ XE "velar" } fricativo{ XE "fricativo" } sonoro{ XE "sonoro" }, (representado fonticamente como [?]),no muy distante del que se pronuncia en lago o miga (tal vez ligeramente ms ensordecido). La pronunciacin adecuada, por tanto, para expresiones como actor, rector, pacto es agtor, regtor, pagto. Se debe evitar, por afectada, la realizacin de cms consonante como un sonido k p leno: *aktor, *pakto, *rektor. Los siguientes vulgarismos{ XE "vulgarismos" } son otros de los errores ortolgicos ms frecuentes: a) Pronunciar c como z (interdental{ XE "interdental" } sordo [?]): *direzto, *aztor, selezto, *reztor. La confusin se manifiesta a menudo en la escritura, producindose faltas de ortografa como abstrazto, reztor, aztor por abstracto, rector y actor; A este error tal vez contribuya el hecho de que este sonido tambin se escribe como c cuando va seguido de e o i. b) Reduccin fontica de -c ([-?]) hasta su desaparicin, frecuente sobre todo en zonas de influencia del gallego. Han de evitarse pronunciaciones como: *letura, (por lectura) *afetar (por afectar), *dotor (por doctor). c) Pronunciacin de -c, seguida de consonante, como p, generando vulgarismos{ XE "vulgarismos" } como el de *erupto o *eclptico para los vocablos eructo y eclctico. En lo que a g se refiere, se deben evitar vulgarismos{ XE "vulgarismos" } como las siguientes: a) Pronunciarla como j (es decir, como una velar{ XE "velar" } fricativa sorda [x]): *ijnorar, * sijno, *dojmtiko (ignorar, signo, dogmtico)? b) Reducirla a cero, como en la palabra madalena, en lugar de magdalena Por ltimo, cuando g aparece ante n en inicial de palabra, en expresiones como gnomico, gnoseologa, gnosis lo normal es que no se pronuncie, realizndose, pues, como [? nomo], [noseol??xia] [? nosis]. Es totalmente incorrecto realizar gn- como si de se tratara (*omo).

2.2.5. La pronunciacin de b y vDurante mucho tiempo ha sido una prctica habitual en la enseanza de la distincin ortogrfica entre las letras b y v asignar a esta ltima un sonido labiodental{ XE "labiodental" } fricativo{ XE "fricativo" } sonoro{ XE "sonoro" } [v], similar al que existe en otras lenguas como el francs o el cataln. Tales recomendaciones divulgadas principalmente por los maestros- aunque en la prctica corriente no hayan modificado los hechos, llegaron a hacer de la pronunciacin de la letra vuna verdadera preocupacin escolar, extendindose con ella la falsa idea de que la expresin correcta del espaol exige el esfuerzo de distinguir la vde la b, sobre todo en hablantes naturales de zonas en las que el sentimiento del propio dialectalismo { XE "dialectalismo" } y el aprendizaje ms o menos terico de la lengua culta, predisponen especialmente a guiarse por la ortografa y aceptar tales prescripciones escolares.

[FRASE DESTACABLE 4 ] ES OBVIO QUE SE DEBE DESTERRAR DE LA ENSEANZA TODO INTENTO DE D ISTINCIN ENTRE EL S ONIDO DE LA V Y EL DE LA B, AUN CUANDO AMBOS SE DISTINGAN ESCRUPULOSAMENTE EN LA ESCRITURA. LA ORTOGRAFA NO ES NI PRETENDE SER UNA ESCRITURA ESTRICTAMENTE FONTICA. EL QUE UNAS PALA BRAS SE ESCRIBAN CON b Y OTRAS CON v ES UN HECHO SEMEJANTE A LA DISTINCIN QUE SE HACE EN OTROS CASOS ENTRE L q Y LA A k O ENTRE LA j Y LA g. PARA DECIR QUE UNA PALABRA SE ESCRIBE CON v, BASTA LLAMAR A STA LETRA UVE EN VEZ DE DARLE EL NOMBRE DE ve CON SONIDO LABIODENTAL{ XE " LABIODENTAL" }.

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As se explica una de las incorrecciones ortolgicas ms habituales y uno de los casos ms claros de afectacin en el uso del espaol. Cada da se oye a ciertos locutores de radio y televisin pronunciar el sonido labiodental{ XE "labiodental" } [v] en palabras como vaca, convento o lavar. Este sonido es y ha sido siempre extrao al espaol. b y v representan un mismo fonema { XE "fonema" }, /b/, que, siguiendo las reglas indicadas para la grafa b (? vol. III) se articula siempre como un sonido bilabial{ XE "bilabial" } sonoro{ XE "sonoro" }. Las nicas pronunciaciones correctas son, por lo tanto, las de baca, conbento o labar.

2.2.6. La pronunciacin de la grafa cc: seleccin, adiccinEsta grafa representa el grupo de sonidos gz-, es decir, una consonante velar{ XE "velar" } fricativa sonora (fonticamente [?]) seguida de una interdental{ XE "interdental" } sorda ([?]). La correcta pronunciacin de vocablos como seleccin, adiccin, o accidente es, por lo tanto, la de selegzin ([sel??? j?n]), adigzin ([a? i?? ? ?j?n]) o agzidente ([a ??i? ?ente]), producindose el corte silbico entre uno y otro sonido: se-lec-cin, a-dic-cin, ac-c i-dente, in-frac-cin). Como en los casos anteriores se condena, por vulgarismo { XE "vulgarismo" }, tanto pronunciar -z de la primera c como su reduccin a cero. Se han de evitar pronunciaciones como *selezcin o seleccin, *adizcin o *adicin, *azcidente o *acidente. Otro vulgarismo { XE "vulgarismo" } frecuente es la sustitucin de -c por el sonido -s, generalmente debido a la asimilacin{ XE "asimilacin" } por ese mismo sonido presente en una slaba{ XE "slaba" } posterior: *ascesorio (por accesorio), *ascesit (por accesit), *ascesible (por accesible ), etc.

[FRASE DESTACABLE 5 ] UNA DE LAS ULTRACORRECCIONES MS FRECUENTES EN ESPAOL ES LA DE ESCRIBIR (Y PRONUNCIAR) DOS C EN PALABRAS QUE SLO LLEVAN UNA: * CONCRECCIN, *CONTRICCIN, * DISCRECCIN, *INFLACCIN, *RELACCIN, * OBJECCIN EN LUGAR DE LAS CORRECTAS CONCRECIN, CONTRICIN, DISCRECIN, INFLACIN, RELA CIN, OBJECIN. ESTE ERROR HA PROPICIADO INCLUSO LA CONFUSIN DE DOS PALABRAS COMO ADICCIN (ADHESIN, ENTREGA O AFICIN EXTREMA) Y ADICIN (SUMA O ACCIN DE AADIR2).

2.2.7. La pronunciacin de y y ll: yesmo { XE "yesmo" } y llesmo { XE "llesmo" }El yesmo { XE "yesmo" } consiste en neutralizar las consonantes ll (de calle, pillo, silla, caballo, etc.) y y (yate, raya, etc.) a favor de este ltimo, de modo que el hablante yesta pronunciar siempre y : caye, piyo, siya, cabayo. Significa, pues, una simplificacin del sistema fonolgico, que pierde de hecho el fonema { XE "fonema" } palatal{ XE "palatal" } lateral{ XE "lateral" } ll (transcrito en el AFI{ XE "AFI" } como /?/). Frente a l, el llesmo{ XE "llesmo " } conserva la integridad del sistema manteniendo diferenciadas las dos pronunciacines. LA ARTICULACIN DE LL Y Y se diferencian por la forma y extensin con que la lengua entra en contacto con el paladar. En la primera el contacto es anlogo al que tiene lugar cuando pronunciamos : la mitad anterior de la lengua se eleva de forma convexa y se adhiere al techo bucal desde los alveolos hasta la lnea media del paladar. El pice (o punta) de la lengua se mantiene en contacto con los incisivos inferiores. Mientras tanto, el aire espirado saldr por los lados de la boca. En la pronunciacin de y, la lengua tambin se eleva convex amente contra el paladar bucal, pero slo se adhiere a l por los lados, permitiendo en el centro una abertura horizontal alargada por donde sale la corriente de aire con una suave y sonora friccin.

LA EXTENSIN DEL YESMO . En la actualidad el yesmo { XE "yesmo" } es un fenmeno generalizado a la prctica totalidad de la comunidad hispanoablante. En Espaa son yestas Andaluca, Murcia, Extremadura, Canarias, la mayor parte de Castilla La Mancha, zonas urbana de Castilla Len y de Asturias. En ellas la confusin es practicada tanto por hablantes cultos como por los no cultos. Se conserva la distincin sobre todo en las zonas rurales de Asturias, Aragn y Navarra y en provincias como Cuenca o Guadalajara. Lo mismo les ocurre a gallegos, vascos y, sobre todo, catalanes, valencianos y mallorquines cuando hablan castellano. La mayor parte de Hispanoamrica es asimismo yesta. La conservacin de la pronunciacin [? ] para ll se reduce a la Cordillera Oriental de los Andes Colombianos, algunas provincias

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de Ecuador (Loja, Azuay y Caar), casi todo Per, Bolivia (menos Tarija), Paraguay, norte y sur de Chile, Corrientes, Misiones y La Rioja de Argentina y en zonas altas del Ecuador. La mayora de estas zonas presenta un carcter rural, por lo que la distincin se asocia a un habla rstica. Incluso en Bolivia y Paraguay, donde la mayor parte de los hablantes conocen y usan ll su pronunciacin no se asocia a un mayor prestigio. En este ltimo pas es particularmente interesante la pronunciacin de y claramente africada{ XE "africada" }, (transcrita segn el Afi como [d?]), en condiciones en que resultara fricativa en el espaol castellano. En las zonas yestas, y no se pronuncia ? siempre como tal consonante. As en El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guatemala o Costa Rica tiene un articulacin muy dbil, casi vocalizada [?], mientras que en Argentina, Uruguay y algunos estados mejicanos adquiere una pronunciacin rehilada{ XE "rehilada" } [?]).

2.2.8. La pronunciacin de la grafa x: xilfono, texto, examen, MxicoA diferencia de la mayora de las letras, que representan un solo sonido, la grafa x se corresponde en espaol con la combinacin de dos sonidos: la consonante velar{ XE "velar" } fricativa sonora -g (fonticamente [?]) seguida de s, en el extremo opuesto, por consiguiente, a aquellas combinaciones de letras como qu o gu que representan un solo sonido. No obstante, conviene advertir que la RAE reconoce ya como normales y correctas dos realizaciones fnicas segn el contexto: a) Se realiza como una simple s en dos casos: seguido de una consonante o cuando aparece en principio de palabra. De este modo, texto, explosin, excavar o xilfono y xenofobia se pronuncian correctamente testo, explosin, escavar, xilfono o xenofobia. b) Se pronuncia, sin embargo, como la combinacin -gs- ([?s]) cuando se escribe entre vocales: examen, taxi, laxo. Es un vulgarismo { XE "vulgarismo" } de todo punto rechazable la reduccin de estos grupos a [s]: *esamen, *tasi, *laso. c) en hablas descuidadas es frecuente la pronunciacin defectuosa de la palabra asfixia y de sus derivados, intercambiando la posicin de s y x. Es incorrecta, pues, su pronunciacin como *axfisia en lugar de asfixia.LAS PALABRAS MXICO , TEXAS Y OAXACA

Las palabras Mxico, Texas y Oaxaca constituyen un caso especial y, a menudo, fuente de confusin ortolgica. En ellas la x no representa la combinacin [?] + [s] sino el sonido velar{ XE "velar" } fricativo{ XE "fricativo" } sordo (j) propio de expresiones como lejos o coger. Se trata de palabras procedentes del nhuatl (lengua prehispnica hablada an hoy por grandes contingentes de poblacin indgena), que contenan un sonido igual o muy parecido al prepalatal fricativo sordo (simbolizado en el AFI{ XE "AFI" } como [?]) escrito en el espaol de la Conquista con x, como an hoy lo hace el gallego, el asturiano o el cataln (el francs lo escribe con ch, con sh el ingls, con sc en italiano). Desde finales del XVI, sin embargo, este sonido se transforma en espaol en el velar{ XE "velar" } fricativo sordo que encontramos en la pronunciacin de lejos o caja. No obstante, se seguir representando con la letra x hasta finales del XVIII, momento en el que la reforma ortogrfica del espaol emprendida por la Real Academia la sustituye por la actual letra j. Estas palabras escaparon, sin embargo, a esa sustitucin alternando la x primitiva con la moderna j (Mjico o Tejas). La x de estas palabras es, por lo tanto, un arcasmo grfico, no fontico (preferido por la norma mejicana o mexicana), y, por lo tanto, debe pronunciarse como si de una j se tratara. No son admisibles, pues, realizaciones que nunca existieron como Meksico, Teksas, Oaksaka. Se han de pronunciar las que les corresponden como prstamos adaptados primero y evolucionados despus desde el espaol, es decir, con el sonido j.

2.3. La pronunciacin de -t y -d seguidas de consonante o en final de palabra: ritmo, adquirir, MadridLas grafas -t y -d en slaba{ XE "slaba" } trabada{ XE "trabada" } interior o final de palabra representan generalmente una nica solucin fnica consistente en un sonido dental fricativo{ XE "fricativo" } sonoro{ XE "sonoro" }, no muy distante del que se pronuncia en lado o miedo, aunque ligeramente ms ensordecido y ms relajado

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([ ]). As pues, la pronunciacin ms normal y correcta de expresiones como ritmo, atmosfrico, adquirir, sed o Madrid es rid mo, ad mosferico, ad quirir, sed , Madrid . Como vulgarismo { XE "vulgarismo" } se tiene el pronunciar t y d como z, tanto en interior como en final de palabra: *rizmo , *azmosferico, *Madriz, *sez. Se trata, no obstante, de un fenmeno muy extendido en zonas norteas de la Pennsula que afecta a prcticamente todos los registros idiomticos y a todas las capas sociales. Se considera afectado y enfatizante la pronunciacin en estos casos del sonido t. No obstante, en las comunidades donde se habla cataln se registra una fuerte tendencia a pronunciar -t en final de palabra, incluso cuando se escribe d: Madrt, verdat, libertat. Un error ortolgico frecuente es la no pronunciacin de d cuando aparece en final de palabra: Madr, verd soled, libert. Aunque est muy extendido, es un error que conviene evitar.LA PRONUNCIACIN DEL IMPERATIVO PLURAL

?

En los usos coloquiales del imperativo plural (hablad, temed, insistid) se ha ido generalizando la sustitucin de la -d final por la vibrante{ XE " vibrante" } simple r, confundindose en su forma con la del infinitivo: *hablar por hablad, *temer por temed, *insistir por insistid. Se trata, sin embargo, de una solucin incorrecta que debe evitarse restituyendo la pronunciacin [d ]. El error se ha extendido, incluso, a los imperativos de los verbos pronominales, donde lo correcto es eliminar la d final: *amaros por amaos, *entreteneros por entreteneos, *arrepentiros por arrepentos.

2.3.1. La pronunciacin de tl: tlazo, atletaAlgunas palabras procedentes del nhuatl mantienen este grupo en posicin inicial de palabra: tlaco (mitad), tlacuache (zarigeya), tlazol (punta de la caa de maz o de azcar). Habr de pronunciarse, pues, tal y como lo escribimos, es decir, constituyendo tl- el margen prevoclico de una misma slaba{ XE "slaba" }: tla-co, tla-cuache, tla-zol. La estructura silbica tradicional es, sin embargo, diferente cuando -tl- aparece en interior de palabra: atleta, atlas, atlntico. Los sonidos que representan pertenecen a dos slabas{ XE "slabas" } distintas. No obstante, en toda Hispanoamrica se tiene por norma pronunciar tl-, es decir, como grupo de consonantes en el margen prenuclear de la slaba: a-tle -ta, a-tlas, A-tln-ti-ko. Igual silabacin y pronunciacin le corresponde a las palabras con -dl-: adltere (ad-l-te-re).

2.3.2. La pronunciacin de n o d seguidas de h: inhalar, enhiesto, adhesinSabemos que h es una mera grafa que no representa fonema{ XE "fonema" } ni sonido alguno ni afecta a la segmentacin en slabas{ XE "slabas" } de la palabra. Por ello en expresiones como inhalar, enhiesto o adhesin, n y d no aparecen en slaba{ XE "slaba" } trabada{ XE "trabada" }, sino formando slaba con la vocal que sigue a h; la silabacin correcta debe hacerse como si no existiera esta, es decir, i-na-lar, e-nies-to, a-de-sin, en vez de las frecuentemente escuchadas *in-ha-lar, *en-hies-to o *ad-he-sin. En consecuencia, n se pronunciar en estas palabras como en inocuo o enemigo, y d como en adems, adentro, adis.

2.3.3. Combinaciones de tres consonantes: ns + cons onanteEn espaol el nmero de consonantes que aparecen seguidas en el interior de palabra no suele exceder el de dos, como en alma, cesto, harto, isla, captar, etc., pero en ocasiones se registran algunas combinaciones de tres y, excepcionalmente, incluso de cuatro consonantes. En el primer caso, encontramos sobre todo el grupo ns seguido de otra consonante: instancia, circunstancia, transcurso. El lmite silbico se establece entre la segunda y la tercera consonante, de manera que el grupo ns acta como margen postnuclear de su slaba{ XE "slaba" } y la otra consonante como margen prenuclear de la siguiente: ins-tan-cia, cir-cuns-tan-cia, trans-cur-so, trans-por-te. En el len-

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guaje coloquial se produce una tendencia a eliminar esta n: *istancia, *circunstancia, etc. En muchos casos es la propia RAE la que admite tanto la pronunciacin de esta n como su eliminacin incluso en la escritura: transferencia o trasferencia, transformar o trasformar, transporte o trasporte, transpuesto o traspuesto, transversal o trasversal, etc. Lo ms reco mendable es la realizacin de un sonido nasal{ XE "nasal" } relajado ligeramente ms dbil del que pronunciamos, por ejemplo, en contar, baln, es decir, [