Cuentos populares rusos

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Cuentos populares rusos

La Princesa RanaIlustraciones de Ivan Bilibin

rase una vez cierto reino en el que viva un zar que tena tres hijos. Cuando se hicieron mayores, el zar los reuni y les dijo: Mis queridos hijos, quisiera casaros antes de hacerme viejo, deseo tener nietos y entretenerme con ellos. Los hijos le respondieron: Si es as, padre, danos tu bendicin. Con quin quieres casarnos? Tomad cada uno una flecha, salid al campo y disparadla. All donde caiga vuestra flecha, all tendris que buscar esposa. Los hijos se inclinaron profundamente ante el padre, tomaron cada uno una flecha, salieron al campo, tensaron sus arcos y dispararon. La flecha del hermano mayor cay en el palacio de un boyardo (1), cuya hija la levant. La flecha del segundo hermano fue a parar al espacioso patio de un mercader, y la recogi una hija de ste. La flecha del hermano menor, el zarvich Ivn, ascendi muy alto y se perdi de vista. El zarvich tuvo que partir en su bsqueda y, tras de andar y andar sin descanso, lleg a un pantano. Haba all una rana, que saltaba de piedra en piedra y sostena la flecha entre sus patas palmeadas. .. (1) Boyardo: es el ttulo de los nobles terratenientes eslavos, aunque se emplea sobre todo en el mbito ruso, serbo, blgaro y rumano (incluyendo Moldavia).

El zarvich le dijo: Rana, ranita, dame mi flecha. La rana le respondi: Csate conmigo. Qu dices? Acaso puedo yo casarme con una rana? Csate conmigo, esa es tu suerte. El zarvich Ivn qued triste y cabizbajo, pero qu poda hacer? Tom la rana y se la llev a casa. Hubo tres bodas en el palacio del zar: la del hijo mayor con la hija del boyardo, la del mediano con la hija del mercader y la de Ivn con la rana. Un buen da, el zar hizo llamar a sus hijos y les dijo: Quisiera saber cul de vuestras mujeres tiene mejores manos para la costura. Decidles que, para maana, deben hacerme una camisa cada una. Los hijos se inclinaron ante el padre y salieron para cumplir su deseo. Lleg el zarvich Ivn a sus aposentos con el corazn apesadumbrado y la cabeza baja. La rana, dando saltos por el piso, le pregunt: Por qu te veo tan cabizbajo Ivn Zarvich? Qu pena te acongoja? Tengo un buen motivo para estar triste! Mi padre, el zar, ha ordenado que le hagas para maana una camisa. No te preocupes Ivn Zarvich! Vete tranquilo a dormir. Maana ser otro da. El zarvich Ivn se acost, y la rana salt a la terraza del palacete, se desprendi de su piel y se convirti en Vasilisa la Sabia. Era tan bella que ni en los cuentos tena igual.

Bati palmas Vasilisa la Sabia y llam con voz sonora: Madrecitas, ayas mas, acudid sin dilacin! Haced, para maana por la maana, una camisa como la de mi padre. Temprano, cuando el zarvich Ivn se despert, la rana segua saltando por el palacete, pero en la mesa haba una camisa envuelta en un fino lienzo. Muy contento, el zarvich Ivn le llev la camisa a su padre. Sus hermanos ya estaban all. El hermano mayor desenvolvi la camisa, el rey la tom en sus manos y dijo: Esta camisa no es para llevarla en palacio. Desenvolvi la camisa el mediano, y el rey dijo: Esta camisa no vale ms que para ir al bao. Desenvolvi el zarvich Ivn su camisa con bellos bordados de oro y plata, y el rey exclam nada ms verla: Esta camisa es para lucirla en las fiestas! Los hermanos mayores regresaron a sus aposentos comentando: S, est visto que no debimos rernos de la mujer de Ivn. No es una rana, sino una bruja. El zar nuevamente hizo llamar a sus hijos y les pidi: Veamos cul de vuestras mujeres es la mejor ama de casa. Que cada una me cueza para maana un pan blanco y tierno. El zarvich Ivn regres a casa muy entristecido. La rana le pregunt: Por qu te veo tan cabizbajo Ivn Zarvich? Qu pena te acongoja? Tengo una buena razn para estar triste! Mi padre, el zar, quiere que para maana le cuezas un pan blanco y tierno. No te aflijas Ivn Zarvich. Vete tranquilo a dormir. Maana ser otro da. Las mujeres de los hermanos mayores se rieron primero de la rana y luego enviaron a una vieja criada a que mirase cmo coca el pan. La rana era muy lista y se lo figur. Hizo la masa y la ech por un agujero que haba abierto en lo alto del horno. La vieja criada corri a contarlo a las mujeres de los hermanos, y ambas hicieron, punto por punto, lo mismo que la rana. Mientras, la rana sali a la terraza, se despoj de su piel y se transform en Vasilisa la Sabia. Bati palmas Vasilisa la Sabia y llam con voz sonora: Madrecitas, hayas mas, acudid sin dilacin! Cocedme un pan esponjoso y blanco como el que coma yo en casa de mi padre. Temprano, cuando el zarevich Ivn despert, encontr un pan blanco y dorado, relleno de pasas y decorado con torres y palacios. Se alegr el zarvich Ivn, envolvi el pan y lo llev a su padre. El zar estaba recibiendo los panes de los hijos mayores. Sus mujeres haban vertido la masa en el horno, como les dijera la vieja criada, y les haba salido el pan quemado y negro como un tizn. El zar tom el pan del hijo mayor, lo mir y dijo que lo dieran a la servidumbre. Lo mismo hizo con el pan del mediano. Pero cuando el zarvich Ivn le entreg su pan, exclam: Este pan es para ser comido en los das de fiesta! Aquel mismo da el zar orden a sus hijos que a la tarde siguiente acudieran con sus esposas a una gran fiesta que iba a celebrar. Otra vez regres el zarvich Ivn a sus aposentos con el corazn apesadumbrado, el rostro sombro, gacha la cabeza. La rana, saltando por el piso, le pregunt: Croac-croac, Ivn Zarvich Qu pena te acongoja? Es que tu padre no ha sido carioso contigo? Tengo una buena razn para atormentarme. Ha ordenado mi padre que vaya contigo a su fiesta. Dime, puedo, acaso, mostrarte delante de la gente?

La rana respondi: No te apenes Ivn Zarvich, ve solo a la fiesta, yo ir despus y me reunir all contigo. Cuando oigas ruidos y truenos diles a los invitados: Es mi renacuajo que llega en su carruaje. El zarvich Ivn fue solo a la fiesta. Los hermanos mayores acudieron acompaados de sus esposas, muy engalanadas, con toques de colorete en las mejillas, vestidas de brocado, adornadas con perlas y pedrera. Y se burlaban de Ivn dicindole: Por qu has venido sin tu mujer? Podras haberla trado envuelta en el pauelo. Dnde has encontrado a esa beldad? Seguro que tuviste que hurgar en fangosos pantanos y apestosos ros para dar con ella! El zar, sus hijos, las dos esposas y los invitados se sentaron a las mesas de roble con blancos manteles y empezaron el festn. De repente se oyeron ruidos y truenos. Las paredes se tambalearon, los invitados palidecieron y se levantaron de sus asientos. Pero Ivn Zarvich les dijo: No teman, queridos invitados, slo es mi renacuajo que llega en su carruaje. Ante la puerta del palacio se detuvo una carroza de oro tirada por seis caballos blancos, y de ella descendi Vasilisa la Sabia vistiendo un traje azul cuajado de estrellas, la luna clara luca sobre sus cabellos. Era tan bonita, que pareca salida de un cuento. Descans Vasilisa su brazo en el del zarvich Ivn y se dirigi con l hacia las mesas de roble cubiertas de blancos manteles. Los invitados se pusieron a comer y beber entre alegres bromas. Vasilisa moj sus labios en uno de los vasos y ech en su manga izquierda el resto del vino. Luego tom un aln de cisne, lo comi y ech los huesos en la manga derecha. Las mujeres de los hermanos mayores vieron aquello y se apresuraron a imitarla.

Terminado el festn empez el baile. Vasilisa la Sabia tom de la mano al zarevich Ivn y se puso a danzar con tanta gracia que todos quedaron boquiabiertos. Luego sacudi la manga izquierda, y ante ella apareci un lago; sacudi la derecha, y por la superficie del lago se deslizaron unos cisnes de plumaje blanco como la nieve. El zar y sus invitados no caban en s del asombro.

Las mujeres de los hermanos mayores salieron tambin a bailar. Sacudieron una manga y mojaron a los invitados, sacudieron la otra y los huesos volaron en todas direcciones. Uno le dio en un ojo al zar, que indignado ech a sus dos nueras del palacio. Mientras tanto, el zarevich Ivn sali sin ser visto, corri a sus aposentos, encontr la piel de la rana y la arroj al fuego. Regres a casa Vasilisa la Sabia y vio que la piel haba desaparecido. Se dej caer en un banco y reproch a su esposo con tristeza: Ay, Ivn Zarvich! Qu has hecho? Si hubieras esperado tres das ms, habra sido tuya para siempre. Ahora tendremos que separarnos. Bscame ms all de los veintinueve pases, en el trigsimo reino, en los dominios de Koschi el Inmortal, esqueleto sin carne, cuerpo sin alma. Vasilisa la Sabia se transform en un cuclillo gris y sali volando por la ventana. El zarvich Ivn llor amargas lgrimas, se inclin profundamente mirando a los cuatro puntos cardinales para despedirse de su tierra amada, y se fue en busca de su mujer. Nadie sabe cunto anduvo, pero lo que s se sabe es que sus botas quedaron sin suelas, sus ropas se hicieron jirones y su gorro qued destrozado por las lluvias. Un buen da se encontr con un viejo en mitad de un camino.

Buenos das joven! A dnde vas, qu camino llevas? El zarvich le cont sus penas y el anciano le dijo: Ay, Ivn Zarvich! Por qu quemaste la piel de la rana? No se la habas puesto t, y no eras t quien deba quitrsela. Vasilisa la Sabia naci ms lista, ms inteligente que su padre. Enfadado por eso, l le orden que viviera tres aos transformada en rana. En fin, quiero ayudarte. Toma este ovillo de hilo, djalo rodar y sguelo adonde quiera que te lleve. El zarvich Ivn dio las gracias al viejo y ech a andar en pos del ovillo. Mientras ste rodaba por un bosque, sali un oso de la espesura. Ivn ech mano de su arco, dispuesto a matar a la fiera, pero el oso le dijo con voz humana: No me mates Ivn Zarvich, que algn da te prestar un buen servicio. Se compadeci el zarvich del oso, baj el arco y sigui su camino. De pronto vio un nade volando sobre su cabeza. Aprest el joven su arco, pero el nade le dijo con voz humana: No me mates Ivn Zarvich, que algn da te prestar un buen servicio. Se compadeci el zarvich del nade, baj el arco y sigui su camino. De sbito vio una liebre que corra veloz. El zarvich Ivn aprest rpido el arco, dispuesto a disparar, pero la liebre le dijo con voz humana: No me mates Ivn Zarvich, que algn da te prestar un buen servicio. Y tambin a ella le perdon el zarvich la vida. Siguiendo el ovillo, lleg a la orilla del mar. Un sollo agonizaba boqueando sobre la arena.

Ay, Ivn Zarvich, compadcete de m, chame al mar azul! suplic el sollo con voz humana. El zarvich ech el sollo al mar y prosigui su camino. Pasado cierto tiempo, nadie sabe cunto, lleg el ovillo a un bosque. Haba all una pequea isba (2) sobre patas de gallina que daba vueltas y ms vueltas. Isba, isba, detente con la pared trasera mirando al bosque y con la puerta hacia m. La isba se detuvo con la pared trasera mirando al bosque y con la puerta hacia el zarvich. Ivn entr y vio durmiendo en la novena hilera de ladrillos de la estufa a la bruja Yag Pata de Palo, los dientes sobre un estante y la nariz clavada en el techo. Qu vienes a hacer aqu, zarvich? Qu vientos te traen? pregunt la bruja Vas en busca del destino o huyes de l sin tino? El zarvich Ivn le respondi: Es forma sta de acoger a un forastero? Primero hay que ofrecerle un bao, darle de comer hasta saciar su hambre y darle de beber hasta apagar su sed. Luego, cuando haya descansado, se le puede interrogar, antes no. La bruja Yag Pata de Palo prepar un bao al zarvich, le dio de comer y de beber y le hizo luego la cama. Entonces, Ivn Zarevich le cont que iba en busca de su mujer, Vasilisa la Sabia. Ya estaba enterada le dijo la bruja. Tu mujer vive ahora en el palacio de Koschi el Inmortal. Difcil te va a ser quitrsela, vencer a Koschi no es coser y cantar. La muerte de Koschi se encuentra en la punta de una aguja, la aguja est encerrada en un huevo, el huevo en el interior de un pato, el pato vive dentro de una liebre, la liebre est encerrada en un cofre de piedra, y el cofre se halla en la copa de un alto roble del que cuida Koschi como de las nias de sus ojos.

. Isba o isb es una tpica vivienda campesina rusa; construida con troncos, constitua la residencia habitual de una familia campesina rusa tradicional

Hizo noche el zarvich Ivn en la isba de la bruja, y a la maana siguiente reanud el camino. Mucho anduvo el zarevich Ivn; cunto, nadie lo sabe, pero por fin vio un alto y rumoroso roble en cuya copa descansaba el cofre de piedra. Resultaba imposible sacudirlo, imposible trepar por l. De pronto apareci un oso que arranc de cuajo el roble. El cofre cay y se hizo aicos. Sali de l una liebre que ech a correr como alma que lleva el diablo. Pero otra liebre le dio alcance y la mat a patadas. De la liebre muerta sali un pato que vol alto en el cielo. Pero un nade se precipit sobre l y le dio un terrible aletazo. El pato dej caer un huevo, y el huevo se hundi en las profundidades del mar. El zarvich Ivn estall en amargo llanto Cmo iba a encontrar el huevo en el fondo del mar? Pero, de pronto, un sollo nad hacia la orilla, llevando en la boca el huevo. El zarvich cogi el huevo y con l fue en busca de Koschi. Al ver el huevo, Koschi se ech a temblar. Ivn Zarevich no dijo nada, haca saltar el huevo de una de sus manos a la otra y, con slo ese juego, Koschi se retorca de dolor. Entonces el zarvich casc el huevo, sac de dentro la aguja y le rompi la punta. Y ste fue el fin de Koschi el Inmortal, esqueleto sin carne, cuerpo sin alma. Vasilisa la Sabia sali corriendo al encuentro de su esposo y le bes en los labios. Regresaron el zarvich Ivn y Vasilisa la Sabia a su hogar, y en l vivieron felices y contentos hasta el fin de los tiempos.