Concurso cuentos de Terror 5º E.P. 2011 (CEIP Toros de Guisando)
Cuentos musicales 5º curso
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Érase una vez dos amigas
llamadas Blanca y Sol que
fueron al bosque a buscar flores.
Estaban buscando una flor muy
bonita llamada Fargarita. Esa
flor solía ser rosa y blanca.
Blanca decidió ir a buscar a la
pradera de al lado pero Sol dijo
que estaría en el bosque, así que se
separaron, quedando en el mismo
lugar a las cinco.
Blanca empezó a buscar,
pero la pradera era demasiado
grande. A Sol le pasó lo mismo
en el bosque, pensó que nunca la
encontraría y que podría
perderse, así que fue con Blanca
a la pradera.
Cuando llegó a la pradera vio
que estaba tumbada en el suelo,
se acercó para ver que le pasaba
y le preguntó:
- ¿Blanca te pasa algo?
- ¡No! Es que estaba buscando
la flor y me quedé dormida,
pero creo que la he
encontrado.
- Mira, ¿no es esta la flor
Fargarita?
- ¡Pero qué dices!, esto es un
silanio, ¿cómo te has podido
confundir?
- No lo sé, como era blanca,
rosa y bonita pensé que era
esta.
Se llevaron hablando un buen
rato, hasta que algo enfrente
brilló, era una puerta enorme.
Entraron y se metieron en un
prado enorme repleto de
fargaritas y flores muy bonitas.
Sol se puso a gritar de alegría
porque habían descubierto un
mundo a través de una puerta
que nunca nadie había visto.
Cuando llegaron a casa, se lo
contaron primero a la madre de
Blanca y después a la de Sol,
ninguna de las dos madres las
creyeron, así que las niñas les
dijeron a sus madres que al día
siguiente las llevarían
hasta allí y sus madres
aceptaron.
Al día siguiente las niñas y
sus madres fueron hasta el lugar
pero allí ya no había puerta
alguna y decidieron esperar.
Cuando ya estaban cansadas de
tanta espera decidieron volver a
sus casas.
Blanca y Sol quedaron
nuevamente al otro día para volver
al mismo sitio y coger fargaritas
para poder enseñárselas a sus
madres para que así éstas las
creyeran. Llegaron al lugar y
esperaron nuevamente hasta que
vieron otra vez el brillo y corrieron
hacia la puerta y entraron.
El prado seguía lleno de flores bonitas y fargaritas. Arrancaron
muchas para enseñárselas a sus madres.
Cuando llegaron a sus casas y sus madres vieron las flores acabaron
creyéndolas, por no haberles mentido, sus madres decidieron regalarles
aquello que ellas quisieran, así que las dos pidieron el mismo regalo,
una guitarra y clases para aprender a tocarlas.
“FIN”
Érase una vez una blanca que
iba a bailar con una negra, pero
empezaron los problemas.
Blanca tenía una madrastra
que se llamaba Anacrusa y no le
dejaba salir. Negra era fea y le
daba vergüenza pedirle salir a
Blanca. Al cabo del tiempo, la
madrastra Anacrusa se volvió
buena y le dijo a su hija Blanca:
- Si quieres puedes salir con tú
amante, yo me quedaré en casa
haciendo todas las tareas.
Así empezó a practicar baile…
Al cabo de muchos días, por fin
Blanca sabía bailar.
Mientras tanto, Negra
pensaba durante todo el día cómo
podía volverse guapo para
aquella nota.
Negra rezaba todas las
noches, pidiendo que viniera un
hada madrina, hasta que una
noche ésta se presentó diciéndole:
- Pídeme tres deseos y te los haré
realidad, te lo prometo.
Negra, deseó ser guapo.
Entonces el hada le disparó con su
poderosa redonda convirtiéndola en una
hermosa corchea.
Negra estaba muy feliz y entonces
pidió saber bailar, así que el hada
volvió a dispararle otra vez con su
poderosa redonda, convirtiéndole en un gran bailarín.
Así se fue muy contento hasta la casa de Blanca para pedirle salir.
Blanca le dijo que si y decidió presentarse al baile del pentagrama más
famoso de la ciudad.
La corchea le dijo al hada que su último deseo sería casarse con
Blanca, así que la hada madrina le dio de nuevo con su poderosa
redonda y al día siguiente se casaron.
“FIN”
Érase una vez un niño que se
llamaba Do. Un día cuando fue
al campo de su tía Lola se fue a
dar un paseo. Entre los
matorrales vio algo y se acercó a
ver qué era. Vio una puerta verde,
la abrió y entró. Había muchas
flores bonitas, ando un poco más,
y vio un animal. Se acercó y le
dijo:
- ¡Hola! Mi nombre es
“Do”, ¿y el tuyo?
El animal contestó.
- Yo me llamo “Sol”. Soy
protagonista de muchos
cuentos infantiles.
- ¡Es verdad! Mi mamá de
pequeña me contaba cuentos
tuyos.
- ¿Qué haces ahí sentado Sol?
¿Por qué lloras?
- Porque violín me ha quitado
un ala.
- ¿Un ala? ¿Por qué te lo ha
quitado? No te preocupes
que yo te ayudaré a
recuperarlo.
Do llamó a violín y cuando
apareció, le dijo:
- Hola violín ¿me puedes
devolver el ala de Sol?
- Sí, aquí tienes. Yo lo
único que quiero es ser su
amigo y le he quitado el
ala para ver si él mismo
me la pedía.
Do le llevó el ala a Sol y
le comentó lo que éste le había
dicho.
Sol habló con violín y a partir de ahí empezaron a ser amigos.
Todo fue gracias a Do, así que juntos decidieron invitar a Do a
ir a visitarlos todos los días, pero tenía que guardar el secreto de la
puerta y de sus amigos. Si se lo contaba a alguien el secreto de la
puerta desaparecería y nunca más volvería a ver a sus amigos.
“FIN”
Érase una vez, un niño llamado
Negra que quería ser jugador de
baloncesto. Un día le dijo a su
madre,
- Mamá quiero que me apuntes a
baloncesto, porque mi amiga
Blanca ya está apuntada.
- Vale, pero si apruebas el curso,
le dijo su madre.
Negra estudió muchísimo y aprobó
su curso, así que se lo dijo a su madre
que decidió apuntarlo a clases de
baloncesto.
En su clase también estaban sus
amigos, Corchea, Semicorchea y
Redonda y juntos entrenaron mucho
para ser los mejores y poder llegar a
la NBA.
Perdieron su primer partido, pero a
la semana siguiente ganaron, perdiendo
únicamente tres partidos y ganando
veintiocho.
Todos eran muy buenos y llegaron
a la liga de mayores, aunque ellos
querían llegar a la NBA.
Y así fue, llegando a ser muy
famosos.
Días más tardes, eligieron otro deporte, el fútbol, empezando en
segunda B hasta que fueron el primer equipo de la 2ª División a tan sólo
un punto de subir a Primera, pero en el último partido perdieron, aunque
sabían que algún día ganarían la liga. ¡Y si que la ganaron!
Se fueron haciendo viejos y se jubilaron, pero estaban contentos
porque habían logrado todos sus sueños.
“FIN”
Érase una vez un niño llamado
Negra que era jugador de rugby.
Llegaron a la final de la Superbowl,
jugando blancas contra negras y ese
día en el vestuario, el entrenador le
dijo que iba a lanzar el último.
Saltaron todos al campo, que estaba
lleno.
Se colocaron todos.
Negra era el “kuarterback” y
empezó el partido. Las negras
empezaron ganando 5-1, las blancas
por el contrario no estaban jugando
bien, puesto que la mejor blanca se
había lesionado durante el
entrenamiento.
Blanca al ver que su equipo
estaba perdiendo, habló con su
entrenador y le dijo:
- Ya estoy mejor, sácame al
campo que quiero jugar.
El entrenador no estaba muy
seguro, pero después de un rato
decidió ponerlo a calentar.
Las Negras vieron calentando a
Blanca y todos cuchicheaban entre
ellos.
Blanca salió a jugar y a los 5
minutos de entrar al campo empataron
el partido, pero en el último minuto
marcaron las Negras y ganaron el
partido 6-5. Todos contentos lo
celebraron.
El presidente de las Negras fue
al vestuario de las Blancas y le dijo a
Blanca que si quería fichar por las
Negras.
Blanca se lo estuvo pensando
algunos días, no dormía, no
comía…pensando en irse o no con las
Negras.
Pensó que era una Blanca y no podía ser una Negra y así se lo hizo
saber al presidente de las Negras, él que finalmente le dio la razón.
“FIN”
Érase una vez unas hermanitas
corcheas llamadas Si-Si que vivían
plácidamente en una isla particular.
Tenían una hermana llamada Blanca
que estaba trabajando en Europa.
En el instituto pasaban otras
cosas. Do, Mi y Sol eran un acorde que
siempre iban juntos y Re, Fa y La
también. Estos dos acordes nunca se
separaban y entre ellos dos siempre se
estaban peleando.
Un día las corcheas Si-Si
recibieron una llamada de su hermana
Blanca:
- He recibido un “crechendo”
(aumento) y tengo dinero para
comprarnos una isla mejor. Tras
eso les enseñó unas fotos que les
encantaron y decidieron irse a esa
isla.
Blanca les dijo que dentro de dos
semanas vendría a recogerlas. A las
corcheas les dio pena de su isla y
decidieron venderla por unos 15.999
puntillos total, como eran ricas no
necesitaban puntillos, así que lo
anunciaron por la ciudad más cercana.
El acorde Do-Mi-Sol se enteró y
le pareció una buena idea, así que
llamaron a las corcheas, pasando lo
mismo con el otro acorde.
Ambos acordes querían la isla,
así que las corcheas decidieron que
tendrían que participar en una carrera
desde la clave de Sol (playa),
pasando por el pentagrama (mar)
hasta la isla. Quien ganara se quedaría
la isla.
Al día siguiente estaban allí ambos
acordes con sus barcas. Tenían que
remar hasta la isla.
- Preparados, listos, ¡yaaaa! Dijo
una negra que estaba allí.
Los dos acordes salieron corriendo
y las corcheas lo veían todo con una
cámara que habían instalado en
cada barca. De pronto vieron que se
tambaleaban mucho las barcas y de
repente, vieron llegar a Blanca en un
helicóptero viendo todo lo que estaba
ocurriendo:
- ¡Qué idea más estúpida! Dijo
Blanca ¡El pentagrama! Este es
muy peligroso.
Y arrancó de nuevo el helicóptero y fue a salvarlos.
- Lo siento, pero no podéis luchar aquí, dijo Blanca.
- ¡Tengo una idea! Dijo una corchea.
- ¡Dividiremos la isla! Y como es grande os quedáis una parte cada
acorde.
Los dos acordes aceptaron y al final acabaron siendo amigos.
“FIN”
En un lugar del bosque, había
una seta grande, con pequeñas
manchas de distintos tamaños y
colores.
Una vez, se posó un pajarillo
que vivía en un gran chopo
cercano y le comentó que se
encontraba triste y sosa, pues a
pesar de estar rodeada de un bello
paisaje, lleno de sonidos, no era
capaz de producir ninguno.
El árbol donde vivía parecía
un pentagrama, donde los huecos
“negros” podían ser las hojas de
ese color en el movimiento de las
hojas.
En el pentagrama
encontramos a “La”, creando un
contraste de sonidos que,
uniéndose al canto de los
pajarillos, se convertía en
corcheas y semicorcheas,
formando una bella melodía.
La cascada también llamaba
su atención, ya que parecía estar
formada por blancas, que al
caer y chocar con las piedras, se
convertían en agudas, dejando un
sonido duro. Al ser arrastradas
parecían transformarse en “do, re,
mi, fa” formando un ritmo más
suave.
El pajarillo le respondió como
buen conocedor de música, que
aún quedaban tres elementos por
colocar dentro del paisaje.
La nota “Sol”, que podía
compararla con este mismo astro
El sonido “Si”, que al ser un
sonido agudo, podía compararse
con el cantar de los mimos
pájaros, siendo suave, como el
agua al correr por el río.
Y falta la redonda que podría
parecerse a nuestra amiga la seta,
en forma, colores y tamaños diferentes.
Esto animó a la seta, al decirle que ella también podría producir
sonido, aunque no fuese directamente, ya que cuando caían los restos de
ramas u otros elementos, rebotaban en ella produciendo pequeños sonidos.
Al oír todo esto, se sintió alegre y partícipe de ese bello mundo de
sonidos, no volviendo más a sentirse sosa.
“FIN”
Negra y Blanca ¡qué
ilusión! Han cogido su
merienda. Van al campo de
excursión.
¡Hace una tarde estupenda!
Negra ve una mariposa
muy bonita entre las flores. ¡Le
parece muy graciosa con sus
alas de colores!
Blanca sigue a una coneja
que juguetea traviesa.
A él le encanta sus ovejas.
¡Son tan largas y tan tiesas!
Negra se pierde de
Blanca;
- ¿Dónde estás, Blanca
bonita?
Con el ruido de los trinos,
Blanca no escucha sus gritos.
Sale de una rama hueca,
un gorrión con su “pio, pio”,
lleva a Blanca junto a
Negra, que está en la
orilla del río.
Una abeja en un panal
cree que Blanca es una
flor. Al verla el pobre animal,
corre lleno de temor.
Blanca al huir tan deprisa
cae al río, ¡qué mojada! A
Negra le da la risa.
Blanca ríe a carcajadas,
aunque Blanca está
empapada.