Cuento del soldadito de plomo

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Sara Moya Pulpón SOLDADITO DE PLOMO

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  • 1. Sara Moya Pulpn

2. Pedro era un nio con mucha suerte. Adems de sacar muy buenas notas en el cole , tena tantos juguetes que no le caban en los armarios. Pedro se lo pasaba muy bien con sus juguetes pero el favorito era el soldadito de plomo que le haban regalado sus padres cuando el tena 10 aos, Pedro le tena aprecio a ese soldado porque le faltaba una pierna. 3. Los juguetes de Pedro guardaban un secretoque cuando Pedro dorma los juguetes salandel armario y cobraban vida. Armaban unescndalo, que no se explicaba como Pedropoda seguir durmiendo. Una noche de esas elsoldadito se encontr con la princesa y comono, no se va a enamorar. 4. Pero el soldadito como era muy tmido le dabamucha vergenza dedicarle su amor a labailarina. Y aunque no quera que encontraran sussentimientos la miraditas que le echaba a laprincesa no pasaban inadvertidas a los demsjuguetes. Hasta que el diablo rojo le dijo - Ehsoldadito deja de mirar a la bailarina!. 5. El amor surgi entre los dos muecos. Eranmuy felices, y por eso crean que jams nadani nadie podra separarlos. Pero se equivoc. Una tarde, Pedro se llev al soldadito a otrahabitacin, lo coloc en la habitacin al ladode la ventana, Pedro le dijo que vigilaba queno entrara ningn enemigo el soldadito lohizo, pero de repente hubo una tormenta y elsoldadito estall. 6. Menudo chaparrn!. Llova a cntaros, y el viento soplabacon fuerza. En la calle se formaron charcos y pequeosriachuelos, mientras la gente corra para refugiarse en sucasa. Nadie sabe cuanto dur aquella tormenta; pero,cundo por fin ces, los colores del arco iris iluminaron uncielo limpio y en calma. Entonces dos chicos salieron desu casa y vieron al pobre soldadito de plomo en medio deun gran charco de agua. El pobre soldadito estabatiritando. -Qu lstima que tenga una sola pierna! dijouno de los chicos. - Y qu ms da! contest el otro-. Ya vers qu biennos lo pasamos con l! 7. Los dos chavales vieron cmo el agua corracalle abajo con un riachuelo. Y uno de ellos tuvo una idea y dijo: - podemos construir un barquito de papel yhacer que el soldadito navegue en l. Y, sin ms ni ms, el soldadito de plomo seconvirti en un intrpido marinero. 8. Pero esto de navegar no era tan fcil como creanaquellos dos chavales. El soldadito apenas podamantenerse derecho sobre la cubierta del barco. Adnde ir a parar?, se preguntaba asustado. En esas estaba, cuando un remolino de agua se trag elbarco de papel y el soldadito cay a una alcantarillaoscura y maloliente. Donde haba ratas. Una rata le dijo - Eh!Adonde crees que vas?.Para navegar por estaAlcantarilla debes ensearnosEl pasaporte. 9. Pero antes de que el soldadito pudiera responder ala rata, la nave, empujada por la corriente,desemboc en un rio y una ola gigante hundi elbarco. Qu mala suerte tengo!. Primero aquellos dosmocosos, luego las ratas ahora el barco que sehunde morir y nunca ms ver a mi amadabailarina!, se deca el soldadito , mientras su cuerpode plomo se hunda en las profundidades del ro.Apunto esta de ahogarse, cuando un pez enorme seacerc a l, abri su bocaza y se trag al soldaditoen un plis-plas. 10. El pez nad hasta el mar con el soldadito de plomo dentrode su barriga. Sin embargo, pese a lo hmedo y oscuro deaquel vientre, el soldadito no senta ningn miedo. Slopensaba en reunirse con su novia, la bailarina de plomo. - Plof, plof! Un chapoteo interrumpi sus pensamientos. El soldadito,muy extraado, not que el pez comenzaba a elevarse.! Pero qu pasa? grit el soldadito desde la panza delanimal. Aquel pez enorme haba cado en las redes de un barcode pesca. 11. Ya atardeca cundo los pescadores regresaron a laciudad con las redes llenas. Una vez en el puerto, los marineros cargaron lospeces en dos grandes canastas y las llevaron almercado de la ciudad. Quiso la casualidad que, aquel da, la madre dePedro pensara en cocinar un delicioso pescado parala cena. Y con esta intencin fue al mercado. All pas un buen rato, contemplando los hermososejemplares que vendan en las pescaderas. Hastaque, despus de mucho mirar y remirar, la madre dePedro decidi comprar el pescado ms gordo. 12. La madre de Pedro regres a casa muy contentacon su compra y le entreg el pescado a lacocinera. Vaya, qu pescado ms hermoso!. Har un guisocon l que se chuparn los dedos, pens lacocinera mientras lo sostena con las manos. Y enseguida cogi un cuchillo para cortar ypreparar el pescado, antes de meterlo en el horno. Pero. un momento!, qu era aquello duro quehaba en la panza?. - Pero si es el soldadito de plomo que se le cay aPedro por la ventana- exclam sorprendida lacocinera. 13. La cocinera corri a la habitacin de Pedro. - Mira Pedro he encontrado tu soldadito deplomo estaba en la barriga de un pescado. Menuda sorpresa se llev Pedro!. Desdeaquella tarde estuvo contento todo los das. 14. Qu alegra sintieron los dos enamorados al verseotra vez juntos!. El soldadito pas toda la noche contando todas susaventuras a la bailarina. Al da siguiente, Pedro decidi ordenar todos susjuguetes. Pero cuando ya se dispona a coger labailarina de la estantera para guardarla en un cajn,una violenta rfaga de aire entr por la ventana yarrastr a la muequita de plomo hacia el fuegode la chimenea! 15. -Noooooo!- grit el soldadito, aterrado,cuando vio a la bailarina caer en la chimeneaencendida. Desesperado, balancendose sobre su nicapierna, el soldadito intent rescatar de lasllamas a la bailarina. Pero, cuando ya la puntade sus dedos tocaba los de ella, el soldaditoperdi el equilibrio y tambin cay al fuego 16. Oh, qu terrible desgracia!. Las llamas envolvierona los dos enamorados, y sus pequeos cuerpos deplomo comenzaron a derretirse. Entonces, pas algo mgico. Al caer a la chimenea, los dos muecos habanquedado unidos por un tierno abrazo. Poco a poco, el plomo fundido de sus cuerpos fuetomando la forma de algo parecido an corazn .Cuando, por fin, se extinguieron las llamas, un grancorazn de plomo qued sobre las cenizas. Era rojoy desprenda un extrao destello. 17. Al despertarse a la maana siguiente, loprimero que vio Pedro fue aquel corazn queyaca entre las cenizas de la chimenea. Ymientras se secaba las lgrimas que corranpor sus mejillas, el nio pens: El soldadito y la bailarina por fin estn juntosy felices. A partir de ahora, siempre estarnunidos en un solo corazn.