Cuatro Corazones Solucio

8/20/2019 Cuatro Corazones Solucio

http://slidepdf.com/reader/full/cuatro-corazones-solucio 1/14

Solucionario: “Cuatro corazones con freno y marcha atrás”

www.planetalector.com -1-

SOLUCIONARIO

“CUATRO CORAZONES CON FRENOY MARCHA ATRÁS”





I.- ENRIQUE JARDIEL PONCELA Y EL TEATRO

1.- Jardiel Poncela se refería al teatro de la época como asqueroso y

mugriento. Este teatro venía de Leopoldo Cano y Eugenio Sellés, y sus

artífices eran entonces Leandro Navarro y Adolfo Torrado. Tampoco

mostró excesivas simpatías por las comedias andaluzas de los

Quintero, a los que remedó en diversas ocasiones.

2.- Es el producto de una íntima insatisfacción, de una actitud crítica

ante la sociedad. Todo ello se refleja en la exaltación de lo inverosímil

que contrasta con lo vulgar de la existencia, pero también en la

distorsión lógica de lo cotidiano, mediante situaciones insólitas y

sorprendentes, en la dosificación del misterio y la intriga, el diálogo

cínico, los chistes lingüísticos, el camelo, los interrogatorios extraños y

en la cosificación o deshumanización de los personajes.

3.- “Escribir Novela es un goce, y escribir Teatro, una preocupación. La

Novela va dirigida a un público limitado, que sabe quién es uno, que lo

busca y que, frecuentemente, le quiere a uno; hacer Novela es hablar

a gentes que se comprenden, estiman, respetan y admiran. El Teatro,

por el contrario, va dirigido a una masa heterogénea”.

(Enrique Jardiel Poncela, “Circunstancias en que se imaginó, se

escribió y se estrenó Margarita, Armando y su padre”, en Tres

comedias con un solo ensayo, págs. 195-196).

(Véase Documentación complementaria, págs. 324-325).





4.- “Todo estriba en seguir las pautas escénicas que siguen los tontos

específicos de las comedias ‘honradas’, [...] en construir una comedia

de tema simpático y sentimental, que interese a todo el mundo, que

tenga gracia y un cierto perfume sexual, y que se desarrolle

vulgarmente: comenzando con escenas episódicas, exponiendo el

asunto en el primer acto [...]; con un segundo acto de nudo, en el que

se amalgamen lo serio y lo cómico [...] y que [...] concluya con una

escena emocionante, inesperadamente seguida de un breve raso

burlesco, con un tercer acto de desenlace natural. Todo consiste en

hacer una comedia rabiosamente verosímil, en la que hasta el menor

incidente esté sujeto a lo que la gente llama lógica [...]. Con varios

lugares de acción para que la imaginación del escenógrafo contribuya

al éxito y para que el público calcule los entreactos: ‘ahora será la casa

de Fernando’, o ‘verás como aparece el restaurante’. Con la acción

entre clases adineradas a fin de que las actrices vistan toilettes

elegantes y las señoras critiquen y comenten. Con alguna escena

romántica declamada sobre una música tenue que suene dentro, y a

ser posible, a la luz de la luna.

(Enrique Jardiel Poncela, “Circunstancias en que se imaginó, se

escribió y se estrenó Margarita, Armando y su padre”, en Tres

comedias con un solo ensayo, pág. 197).

(Véase Documentación complementaria, pág. 325).

II.- ACTO PRIMERO





1.- El acto primero tiene lugar en casa de Ricardo. La acción tiene

lugar en la segunda mitad del siglo XIX, mediado el año 1860. Son las

siete de la tarde.

2.- Todo es bastante recargado. Las paredes están llenas de cuadros al

óleo y de platos de escayola decorados. Todos los muebles están

atestados de bibelots y de figuritas horribles. Candelabros, quinqués,

barquitos, corales, trabajos hechos con conchas y perlas falsas.

Retratos de familia. Pendiente del techo, una gran lámpara con luces

de gas o petróleo. Maceteros con flores falsas. El suelo es de ladrillos

rojos y blancos, tapado a trechos por alfombras de nudos.

Presidiendo la escena, una imagen religiosa con una lamparilla de

aceite iluminándola.

Sillas y sofás de peluche de color y madera negra, confidentes, vis-â-

vis, sillas curvadas y veladores.

Colgando, junto a la puerta del foro, el cordón de una campanilla.

3.- El primer personaje que sale a escena es Emiliano, cartero de

profesión.

4.-

EMILIANO.—Pues ya lo ve usted; pasando el día. Ni he conseguido que

me firmen el certificado ni enterarme de lo que ocurre en la casa.

MARÍA.—¡Flojo es lo que ocurre en la casa!...

EMILIANO.—Oiga usted, ¿y qué es lo que ocurre?

MARÍA.—¿Que qué ocurre? Mentira parece lo que ocurre. Espérese

usted, que voy a ver si ha ocurrido algo más. (Pág. 87).

* * *





JOSÉ.—No puedo entretenerme; soy el cochero del señor Cifuentes,

¿sabe usted? Bueno, pues le dice usted al ama de llaves, doña Luisa,

ya sabe usted quién le digo… Le dice usted que de parte de José que

ya he hecho los recados que me mandó: que he avisado ya a la

señorita Valentina y que ya está informada de todo doña Hortensia.

Que el señor Bremón quedó en venir a las siete y media. Y que me

ha dicho que lo que sucede aquí tenía que suceder, y que no es

extraño que suceda. ¿Se le olvidará a usted algo? (Pág. 88).

5.-

CORUJEDO.—Me llamo Elías Corujedo.

EMILIANO.—Hace usted bien. (Págs. 88-89).

* * *

CORUJEDO.—Y ¿de qué ha vivido don Ricardo en esos once meses?

LUISA.—De milagro, caballero. (Pág. 95).

* * *

ADELA.—¡El doctor lee el futuro en los astros!

EMILIANO.—¡Vaya vista!...

MARÍA.—¡Y le achacan no se cuántos inventos!

LUISA.—¡Una de las cosas que dicen que ha inventado es unas píldoras

para no dormirse en la ópera. (Pág. 98).

* * *





CORUJEDO.—(Lee.) “Mis quince años…”.

LUISA.—¿Sus quince años?

EMILIANO.—¿Pero qué edad tiene el doctor?

CORUJEDO.—“Mis quince años de esfuerzos y trabajos no han resultado

inútiles”.

EMILIANO.—¡Ah, vamos! ¡Ya decía yo!”... (Pág. 102).

* * *

VALENTINA.—¡Ricardo de mi vida!... Luisa, quiero verle… ¡Quiero

verle!...

LUISA.—Le digo que duerme, señorita. Y no sería honesto y decente

que la señorita entrara en la alcoba del señorito antes de casarse con

él.

CORUJEDO.—Claro: ya entrará después de que se case.

EMILIANO.—Solo que entonces puede que a lo mejor no tenga interés

en entrar. (Pág. 105).

* * *

HORTENSIA.—No hay que dejarse abatir. Yo, a los trece años, vi fusilar a

mi padre, allá en Venezuela. Cuestiones políticas. Pues bien, le vi

fusilar y no lloré. Me adelanté al grupo y grité: “¡Mueran los

enemigos de mi padre!”.

EMILIANO.—¡Muy bien!

HORTENSIA.—Entonces, se me acercó el cabecilla que mandaba el

piquete, y me dijo: “¡Toma muchacha! ¡Te lo has ganado por

valiente!”. Y me dio un plátano. (Págs. 106-107).





* * *

CORUJEDO.—Ya comprendo… Y no se puede volver a casar, según la ley,

hasta pasados treinta años.

HORTENSIA.—Eso es. Tengo ahora veintiuno.

VALENTINA.—(Asombrada.) ¿Veintiuno?

HORTENSIA.—(Queriéndolo arreglar.) ¡Uy!... Veintiuno… He querido

decir treinta y tres; como suena igual… Pues (Echando cuentas)

tengo ahora veintiocho [...]. (Págs. 109-110).

* * *

EMILIANO.—Más lo siento yo, que me encuentro a los cuarenta años sin

poder dar de comer a mis hijos.

HORTENSIA.—¡Desventurado!...

BREMÓN.—¿Cuántos hijos tiene usted?

EMILIANO.—Ninguno. Por eso digo que me encuentro sin poder dar de

comer a mis hijos. (Pág. 121).

* * *

El tipo de humo es renovador y vanguardista.

6.—Al final de la página 89 y en las páginas 95-96.

7.- En la página 90, Corujedo dice que han inventado el teléfono, y

que servía para hablar de una población a otra. Sin embargo, esta

aparato no se inventó en 1860 que es cuando transcurre la acción,

sino después. Y fue en 1876 cuando se emitió la voz humana por

teléfono la primera vez.





8.- El servicio de la casa pide a Emiliano que les ponga al corriente de

todo lo que pasa en ella. Y él es el único que viene de fuera, es el

cartero.

9.- Luisa cuenta en la página 98 que Bremón “hace experiencias raras

y descubrimientos extraños”. Que “tiene la casa llena de bichos para

probar sus experimentos”. Que “no permite entrar a nadie en su

gabinete de trabajo y, por las noches, [...] se encierra [...] horas y

horas, y dicen que sale humo por debajo de la puerta”.

10.- La cláusula descabellada que incluyó el tío Roberto en su

testamento es que Roberto se tiene que esperar sesenta años para

cobrar la herencia.

11.- Respuesta libre.

12.- Por un lado Ricardo y Valentina no tendrán el dinero de la

herencia hasta dentro de sesenta años. Y, por otro, Bremón y

Hortensia no pueden casarse hasta dentro de treinta, cuando la

consideren a ella viuda, pues su marido ha desaparecido.

Bremón va a solucionarlo porque ha descubierto una sal que los hará

inmortales.

13.- Amenaza con contárselo a todo el mundo.

14.- Son palabras iguales con dos significados diferentes.

EMILIANO.—[...] Así es que vayan preparando mi sal… ¡Venga sal!

BREMÓN.—¿Sal? (Suenan unos golpecitos en la puerta del foro.)

EMILIANO.—¡Sal! ¡Sal! ¡Sal!... Digo… entra [...]. (Pág. 122).





15.- Al principio de la carta Bremón habla de sus quince años…, pero

no la continúan leyendo y piensan que el doctor tiene quince años de

edad.

Es un humor innovador.

16.- Le piden a Corujedo que les haga unos seguros de vida a cobrar

dentro de setenta y cinco años, con una primas pequeñísimas, porque

están seguros de que cobrarán.

III.- ACTO SEGUNDO

1.- El comienzo del acto segundo tiene lugar en un claro de selva en

una isla desierta del océano Pacífico. Han pasado sesenta años y son

las primeras horas de la mañana.

2.-

• Bremón representa ocho o diez años menos que en el acto anterior

y tiene un aire más fuerte y saludable.

• Ricardo está igual que en el otro acto, pero tostado por el sol.

• Emiliano está algo más joven que en el primer acto. Viste un traje

de verdadero Robinsón, hecho con pieles de animales, porque es el

único del grupo de habitantes del lanchón que está viviendo la

novela del naufragio y recreándose en ella.

3.- Un sentimiento de hastío. El único personaje que no se siente así

es Emiliano.





4.- Porque sabiendo que no se van a morir nunca, sienten el terror de

no tener el dinero suficiente para vivir siempre.

5.- Se le ocurrió untarlas con las escurriduras del agua de sales que

quedaba en los vasitos y desde entonces están “jóvenes” como ellos.

6.- No, porque si se tomaron las sales en 1860 y se casaron unos

meses después, la boda no pudo ser en 1862.

7.- Perdió un reloj. Tenía de particular que se lo regaló su madre el día

que se casó Isabel II y que andaba cada vez mejor porque también lo

untó con las escurriduras de las sales.

8.- No, el personaje de Daniel Dafoe no utilizó nunca el boomerang.

9.- Se burlan de la expresión “¿dónde estoy?”.

En la pàgina 139 de este libro aparece de la siguiente manera:

BREMÓN.—¿Dónde estoy?

VALENTINA.—Y dice “¿dónde estoy?”.

RICARDO.—Hasta dice “¿dónde estoy?”.

10.- Se le ocurre tumbarse al borde del pantano rodeado de nubes de

mosquitos de veintiocho especies distintas a ver si coge el paludismo.

Lleva así dieciséis días. No se suicida porque se lo impiden sus ideas

religiosas.

11.- Porque sus hijos envejecen y van a morir antes que ellos cuando

la ley natural es lo contrario.





12.- Llegan unos marineros americanos acompañados de un

representante del Ministerio de Colonias. Su nombre es Oliver Meighan

y es un hombre de unos cincuenta años, seco, amable, dominante,

pero ceremonioso.

Viene a cobrarles un alquiler por la isla por los cinco años que llevan

allí para después desalojarla.

13.- Van a hacer de ella un lugar pintoresco, con vistas al turismo. Van

a anunciar que es la auténtica isla donde naufragó Robinsón Crusoe,

construirán la casa de él en ruinas y matarán a los primeros turistas

que acudan.

14.- Heliodoro resulta ser el marido de Hortensia dado por muerto.

(Pág. 152).

Bremón vuelve a tener ganas e ilusión por estar con Hortensia.

15.- Les encanta la isla otra vez porque tienen que abandonarla.

Respuesta libre.

16.- La muerte a plazo fijo consiste en vivir marcha atrás. Cada año

tendrán un año menos hasta llegar a la juventud, luego a la

adolescencia, después a la infancia y, por último, a la desaparición, a

la muerte.

17.- Bremón ha inventado una poción hecha con un alcaloide, el del

alga frigidaris. Con ella se irán haciendo cada vez más jóvenes hasta

desaparecer. Deciden tomarla todos menos Emiliano, que seguirá

siendo inmortal para cuidar de los demás cuando sean pequeños.





Al principio Hortensia y Bremón son reacios a tomarla porque

Heliodoro aún está vivo y deciden esperar a que muera, pero entonces

Emiliano confiesa que también le ha dado las sales a él y, como no

había tomado las de la inmortalidad, se volverá pequeño enseguida.

III.- ACTO TERCERO

1.- Aparecen:

• Elisa, hija de Ricardo y Valentina.

• Margarita, hija de Elisa.

• Florencia, una doncella.

Más tarde se presentan:

• Federico, hermano de Elisa.

• Fernando, marido de Margarita.

2.-

ELISA.—[...] ¿Qué día es hoy? ¿Viernes?

EMILIANO.—No, martes.

ELISA.—(Volviéndose a ellos, más llorosa que nunca.) ¡Ah! Martes…

¿Veis como tengo razón cuando digo que los sábados son para mí

días de mala suerte? (Pág. 162).

* * *

ELISA.—En fin, hija, que descanses. Buenas noches, Emiliano. Voy a

acostarme. (Inicia el mutis por la izquierda.)

MARGARITA.—¿A acostarte? Pero si son las cuatro de la tarde, mamá.





ELISA.—¡Toma!... Por algo me extrañaba a mí no tener sueño…

Entonces voy a ver si han traído los periódicos de la noche. (Se va

por el foro.) (Págs. 164-165).

* * *

EMILIANO.—Y que también se llamaba Corujedo: Elías Corujedo.

CORUJEDO.—¡Mi madre!

EMILIANO.—¿Veis cómo os decía yo que eran parientes? Era su madre.

VALENTINA.—¿Pero cómo iba a ser su madre, Emiliano? (Pág. 180).

3.- Ricardo y Valentina vuelven al amanecer y borrachos. Además, han

quitado nueve mil pesetas de la caja.

4.- Fernando, el marido de Margarita.

5.-

• Sospecha de Margarita:

MARGARITA.—Si resulta cierto lo que sospecho de mi marido,

Emiliano.

EMILIANO.—¿Eh?

MARGARITA.—No lo quiero pensar; pero esto de que Fernando no se

separe ni a sol ni a sombra de los abuelos, especialmente de la

abuela… Fernando ha sido siempre un hombre muy serio, pero

extremadamente apasionado…

EMILIANO.—¡Caramba!... No irás a sospechar que Fernando ande

detrás de Valentina… Sería demasiado inverosímil: ¡un marido

enamorado de la abuela de su mujer!





MARGARITA.—¿Inverosímil, cuando la abuela representa diecisiete

años y está diez veces más atractiva que yo? (Pág. 167).

• Argumento de Fernando:

FERNANDO.—¿Tengo yo la culpa de vivir en una casa donde todos

rezumáis tristeza, los hijos y la nieta, y en la que los únicos que

son alegres y optimistas son los abuelos? ¿Que me siento atraído

por la abuela? Naturalmente... ¡Y mi lástima es no haber

conocido a la bisabuela, porque dicen que Valentina es su vivo

retrato!... (Pág. 181).

6.- El pelo les va saliendo y volviendo a su color natural, el cuerpo se

pone cada día más firme, al doctor se le quitó una úlcera de estómago

que tenía y se le despicó una muela. Además, han ido recuperando

todas las ilusiones que tenían.

7.- Corujedo, nieto del primer Corujedo.

8.- La noticia es que está embarazada. Valentina se siente triste

porque no va a poder atender a su hijo ya que será demasiado

pequeña y después dejará de existir. Respuesta libre.

9.- Bremón lanza la idea de que en la naturaleza nada muere, así que

quizá antes del último minuto de vida, la vida vuelva a comenzar.

10.- Respuesta libre.

Cuatro Corazones Solucio

Documents

Transcript of Cuatro Corazones Solucio